Respaldo de material de tanatología

Cuando un Hijo se Va

Zarina  Enviando en: miércoles, 14 de mayo, 2003 – 09:23 pm

La ley de la vida indica que deben ser los hijos quienes deben enterrar a sus padres, por lo que nadie esta preparado para que esta relación se invierta. Y cuando esto sucede?

La muerte de un hijo es totalmente devastadora para cualquier padre, sin importar la causa de la muerte o la edad del chico. Su sufrimiento es intenso, duradero y muy complejo.

El trance y el proceso curativo, contienen elementos similares para todos los tipos de padres, pero para aquellos cuyos hijos adultos han fallecido, existen algunos factores adicionales.

Algunas personas dentro de la familia o las amistades, pueden llegar a pensar que por el hecho de que el hijo ya era un adulto, el dolor de perderlo podría llegara a ser menor.

Muchas veces el sufrimiento de los padres después de la muerte de un hijo adulto, se minimiza o se desestima en comparación con el padecimiento de los padres de un hijo chico.

¿Sufrimiento minimizado?
Si el hijo adulto muere como resultado un accidente o una enfermedad, sus padres a menudo escuchan (al ser consolados por sus amigos o familia) que deben estar agradecidos de haber compartido momentos con su hijo mientras este vivió.

Por supuesto que usted debe estar agradecido de haber tenido a su hijo por 25, 30 o 40 años, ¡pero eso no significa que su padecimiento sea menor! Muchos padres han señalado que su relación con el hijo adulto se había convertido también en una amistad personal. Por lo tanto, sienten que han perdido no solo a un hijo, sino también a un amigo.

Es normal que con el tiempo la relación entre los padres y sus hijos más adultos se convierta en una relación mucho más madura. Los padres que pusieron amor, dedicación, y mucho ánimo en el desarrollo y la educación de su hijo, sienten un gran sentido de orgullo y realización cuando el chico madura, completa su educación, se establece en una carrera, y desarrolla su círculo de amistades, pues este hijo ya es toda una persona.

Para el momento en que un hijo haya alcanzado su edad adulta, los padres habrán hecho una gran inversión emocional y financiera en esta persona.

Cuando esa vida ha llegado a su fin anticipadamente, hay a menudo un gran sentido de abandono y de vacío. Los padres suelen encontrarse preguntándose cual es su propio propósito en vida, puesto que todo lo que han invertido en este hijo, ahora pareciera estar en la nada.

La falta de compasión por parte de los demás, puede también ocurrir cuando un hijo adulto muere por una causa que incómoda a la sociedad, como por ejemplo el sida o una sobredosis.

Culpabilidad
Muchas veces, los padres experimentan culpa por haber sobrevivido a su hijo.

Cuando los hijos adultos mueren por un suicidio, el uso de drogas, el sida, al conducir ebrios, u otras causas asociadas a un estigma social, muchos padres experimentan a menudo una sensación más profunda de culpabilidad, al pensar que su hijo vivía con serias dificultades.

Los padres se preguntan a menudo que habrían podido hacer para prevenir las situaciones que pudieron haber causado la muerte de su hijo.

Las afirmaciones de otras personas, que tratan de consolar a los padres diciendo que el hijo falleció como resultado de sus propias acciones, no puede aliviar el dolor que experimentan los padres, ni sus intensos sentimiento de aislamiento y derrota.

En muchos casos el hijo adulto habrá vivido en una localidad lejana de la casa de sus padres, y muchos habrán logrado establecerse en sus propios hogares y carreras. Pero es también un error creer que esto puede llegar a aminorar el dolor que siente un padre, ya que un hijo siempre permanece cerca en el corazón de un padre, por más distancia física que haya entre ambos.

También es cierto, sin embargo, que cuando fallece un hijo que convive en el hogar de sus padres, toda su rutina se ve alterada, agregando más cambios a los ya -dramáticamente- experimentados.

Algunos padres que sostenían a su hijo adulto, si es que éste era física o mentalmente discapacitado, o bien tenía dificultades con las drogas o el alcohol, pueden haber concebido a este hijo como el centro de sus vidas, con lo que su muerte les deja un enorme vacío en su rutina diaria, lo que agrega más pena y sensación de pérdida.

Otros puntos relacionados con la pérdida de un hijo adulto
? Tener que hacerse cargo y ocuparse de temas relacionados con sus propiedades finanzas, herencias, testamentos u otras cuestiones legales.

? Si el hijo/a adulto estaba casado o tenía una familia, el círculo de amistades se centrará generalmente en el padecimiento de su pareja e hijos, y no en sus padres.

? Tratar con los nietos e intentar consolarlos. Los padres de luto generalmente están desgastados, tanto física como emocionalmente, y el continuar con la crianza de los nietos, que también están emocionalmente desvastados, puede ser muy difícil de realizar.

? Notificar del fallecimiento a todos los amigos de sus hijos, del secundario, de la universidad, de los trabajos, los vecinos, y la comunidad religiosa. Muchos hijos adultos han desarrollado una vida llena de amistades que no incluye necesariamente a los conocidos de sus padres.

? Tener que aceptar que la pareja del hijo/a adulta, tiene derecho a rehacer su vida y a volver a casarse.

? Muchos padres, especialmente aquellos que sean mayores o que hayan perdido a su único hijo, experimentarán miedo y preocupaciones con respecto a quién tomará su cuidado durante sus últimos años, o en el caso de su salud falle.

? ¿Si el padre era financiera o emocionalmente dependiente del hijo adulto, de dónde sacará ahora su ayuda?

De cara al futuro
Muchos padres sienten que no tienen razón para vivir, pero también pueden pensar en distintas formas de lograr salir de este intenso dolor.

Asegúrese de que, aunque muy posiblemente también se sienta de esta manera, pueda lograr un nuevo propósito y significado en su vida. El dolor se calma.

Uno de los desafíos más exigentes a los que usted hará frente, es a una nueva forma de encarar su vida.

La pérdida de un objetivo, y vivir pensando en que hará de su vida sin su hijo, pueden ser realmente muy perjudiciales.

Como familia, hable de esta muerte con otros miembros; hable de su pérdida y de su dolor.
Hable de los buenos momentos que usted tanto recuerda, como también de los no-tan-buenos tiempos. Otros miembros de su familia (su pareja, hijos, nietos) se afligirán de su propia manera. Intente entender esto.

Es mejor expresar las sensaciones antes que guardarlas dentro. El llanto es sano y terapéutico.
Deje que sus amigos le ayuden. Cuando le pregunten que pueden hacer ellos por usted, no se asuste de comunicarles sus necesidades y las posibilidades que ellos tienen de ayudarle. Esto, también les ayudará a ellos.

Muchos padres han encontrado que participando de un grupo autoayuda, pueden lograr realmente muchos avances. Al compartir sus experiencias con otras personas que han recorrido el mismo camino, se puede ganar una mayor comprensión de sus reacciones, y aprender diferente formas de hacer frente a la desgracia.

En caso de extrema necesidad, es también recomendable la búsqueda de ayuda profesional, de un Tanatólogo.

Muchos padres en duelo, desean también hacer algo constructivo en memoria de sus hijos o hijas. Muchos han establecido fundaciones, becas, reparto de libros a bibliotecas, plantado árboles, o e han implicado en la ayuda comunitaria.

Para muchos, estos monumentos mantienen vivas las memorias de sus hijos, dándole a ellos mismos y a los demás la oportunidad de sentir la belleza de la vida y el amor de los hijos o hijas actualmente perdidos.

Estas actividades no sólo son un tributo maravilloso hacia sus hijos, sino que también pueden ser muy curativas y terapéuticas, proporcionando además un sentido en la vida de los padres.

A ORLANDO

Paloma que truncó ya su vuelo,
y que ahora lo llevas hacía el cielo,
para morar en aquel jardin,
que Dios tiene para su vivir.

Siembra las semillas del consuelo,
para los padres que dieron sus desvelos,
y en cada pétalo de flor hay lágrimas,
las lágrimas que te brindaron ellos.

Ángel que estuvo entre nosotros,
que gozamos con solo conocerte,
no habra nada que nos aleje de quererte,
en el recuerdo viviras siempre presente.
María, ¡ha llegado ya tú hijo!
abrígalo en tu manto protector,
y en sus rezos alguna vez te dijo,
que Dios sería su rector.

Ángel que de arriba nos estas mirando,
abre tus alas y agítalas con fuerza,
que cada brisa que nos este rozando
será tus caricias que nos estas enviando.

Allá en el cielo nos volveremos a encontrar,
así lo dices en tu mensaje familiar,
espéranos, prepara ya la casa,
donde todos volveremos a morar.

a tú recuerdo con cariño.

Liberando el pasado

Zarina Enviando en: sábado, 08 de abril, 2006 – 03:45 pm

Liberando el pasado

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Cuando los seres humanos nos describimos nos remitimos al pasado para encontrar aquellas características que nos califican; no podríamos hacerlo pensando en futuro. Nos describimos con etiquetas que nos hemos puesto durante nuestra vida, muchas de ellas erróneas. Nos decimos ser tímidos, malgeniados, perezosos, etc. Estas etiquetas “negativas” nos garantizan mantenernos igual, por qué? porque cuando somos cuestionados con respecto a nuestra forma de ser solemos responder: “Así soy yo”, “Siempre he sido así”, “Ese es mi carácter”, “Así nací”, respuestas éstas que nos justifican y nos inmovilizan frente a un cambio de actitud.

Nunca será posible un cambio ya que estoy hablando de mi esencia, considerando que soy producto terminado y no hay opción.

Pero la verdad es que cada uno en su interior sólo puede ser perfección, cada uno a su manera, cada uno con su propia música.

Vamos a ver 3 elementos que nos mantienen atados al pasado: Las Etiquetas (o Yo Soy), Las Culpas y los Resentimientos.

Las Etiquetas

Las etiquetas por lo general son adquiridas a lo largo de nuestra vida. Miremos algunos de sus orígenes:

A los seres humanos nos gusta ponerle etiquetas a todo, incluyéndo a nosotros mismos. Durante nuestra infancia, tomamos etiquetas de lo que nos dicen nuestros padres, personas cercanas y personajes de autoridad. Somos calificados y así nos acostumbramos a hablar de nosotros.
Por necesidad de Aprobación. Para ser aceptados en los círculos sociales o en los grupos de amigos, adoptamos las etiquetas que pertenecen al grupo del cual queremos participar.
Por Conveniencia. Te darás cuenta de que muchas veces, con el propósito de no hacer ciertas cosas, nos colocamos nuestras propias etiquetas para justificarnos o excusarnos.

Por ejemplo:

“Yo no soy atractivo” Para justificar nuestro miedo a acercarnos al sexo opuesto.
“Yo soy olvidadizo” Para excusarnos en nuestra falta de conciencia y responsabilidad.

“Yo soy pésimo para las manualidades” Para evitar que hacer algo que nos implique algún esfuerzo.

“Yo soy Italiano, costeño, colombiano, etc” Para defendernos nuestra forma de actuar e idiosincracia.

“Yo soy Muy jóven, muy viejo” Para evitar arriesgarnos a hacer cosas diferentes.

Con cada uno de estos “Yo Soy” estamos culpando a nuestra vida, nuestra infancia, nuestros padres, sin tener en cuenta que nuestra vida depende de nosotros y es nuestra obligación hacer los esfuerzos necesarios para cambiar.

Las etiquetas con que nos rotulamos nos mantienen en un círculo vicioso del que difícilmente saldremos si no lo reconocemos y ponemos de nuestra parte para acabarlo.

El punto de partida es tu creencia de lo que eres, al someterte a una situación que requiere de un cambio de actitud de tu parte, simplemente desistes al primer impulso, justificándote con la misma creencia de la cual partiste. Por ejemplo:

Paso 1: Yo Soy Tímido

Paso 2: Quiero acercarme a alguien que no conozco

Paso 3: Será que me acerco?

Paso 4: No, no puedo

Paso 5: ¿Por qué no puedo?

Estrategias para Liberarte del Pasado

Las siguientes son algunas claves que te pueden ayudar para liberarte de aquellas etiquetas.

Elimina los Yo soy de tu conversación, ahora dí “Hasta ahora he sido”, esto te permite quitarle fuerza al rótulo.

Avísale a las personas cercanas a tí sobre tu propósito.

Colócate metas para tener un comportamiento diferente, que sean cumplibles..

El segundo elemento que nos mantiene atados al pasado es La Culpa. Para qué crees tú que sirve la culpa? Sentirte culpable puede tener algunas retribuciones para tí. Te puede servir para:

Trasladar tu responsabilidad.

Evitar el trabajo pesado de cambiar algo, te hace sentir “tranquilo”.

Quedar exonerado, porque así “pagas” tus culpas.

Volver a la seguridad de la infancia.

Ganarte la aprobación de la gente.

Ganar compasión de los demás.

Sin embargo, todas estar retribuciones son falsas, sentirte culpable, lo único que te garantiza es que continúes haciendo lo mismo y te autocastigues por seguir haciéndolo.

Claves para Eliminar la Culpa

Acepta que el pasado es inmodificable, aunque te sientas culpable.

Pregúntate qué es lo que estás evitando.

Acepta que no somos iguales.

Escribe un diario de culpas.

Reconsidera tu sistema de valores.

Haz una lista de “maldades” hechas y calificarlas de acuerdo a su grado de importancia.

Evalúa las consecuencias de tus acciones.

Desafíate.

De igual manera que la culpa, el Resentimiento también nos mantiene atados al pasado. Para ambas la mejor solución, tal vez la única, es el Perdón, la mejor herramienta para liberarte de cargas y caminar más liviano por la vida.

Enviado por: Fundación Sentir la Vida

http://www.rutasdelalma.com/filosofiadevida/liberandoelpasado.htm

La aceptación del sufrimiento

Zarina  Enviando en: sábado, 08 de abril, 2006 – 03:41 pm           

La aceptación del sufrimiento

Se dice que la aceptación del sufrimiento es el principio de su liberación. El dolor es una parte de la experiencia humana, si nos atrevemos a sumergirnos en ella, emergemos fortalecidos espiritualmente.

En un seminario, el psiquiatra Richard Moss habló sobre el sentido del sufrimiento:

“Si te paras arrogante ante él, se te puede volver insoportable; si lo haces con dignidad, puede abrirte los ojos al infinito. Elige cómo cargar esta cruz. ‘, (..) Ia sabiduría de las ideas no te protegerá del sufrimiento. No importa cuánta energía puedas convocar, tampoco te liberará. Hasta que la energía corra por sí misma, sin ninguna intención, sin cambio. Permite que el sufrimiento abra tus ojos y tu corazón al infinito.”

Uno de los más grandes obstáculos para nuestro desarrollo espiritual es el miedo al sufrimiento: nos hace detenemos cuando nos enfrentamos con las dificultades y conflictos inevitables, retacea nuestras fuerzas y poraliza nuestros impulsos más generosos, a menudo nos hace abandonar o fracasar en nuestros compromisos intemos o externos.” (Roberto Assagioli, psiquiatra)

Viktor Frankl, psiquiatra, dice que el amor nos hace fuertes para asumir mejor el dolor y que el sufrimiento aumento nuestra capacidad de amar El sufrimiento, el enfrentamiento con una situación inevitable, con algo que no se puede cambiar, nos presento la oportunidad de provocar un cambio dentro de nosotros, un cambio de actitud hacía un actitud más humana. Ante las lecciones más dolorosas que la vida nos presento, nosotros podemos rebelamos, acusar, negar, o podemos asumir la actitud más auténticamente humano, que es intentar comprender, asumir que estamos ante una lección, cambiar algo en nosotros en lugar de querer cambiar el proyecto de Dios o de la Realidad. Tl hombre es el único ser capaz de transformar una tragedia en un logro humano… depende de la actitud que asuma ante ella.

Extraído del libro:

“Viaje del Alma” de Anna Inés de Avruj, Edit. Grijalbo

http://www.rutasdelalma.com/filosofiadevida/sufrimiento.htm

¿Despedirse?

Zarina  Enviando en: domingo, 11 de mayo, 2003 – 02:06 pm           

Los seres humanos necesitamos ponerle fin a una relación, despedirnos, cerrar el ciclo vital antes de morir.

Intentamos conseguir, de alguna manera, una especie de permiso de nuestros seres queridos para poder morir.

Esto se ha hecho evidente con algunas experiencias conmovedoras: alguien que no muere hasta tanto no regrese su hijo de un viaje, puede escribir una carta o enviar un mensaje a sus seres queridos que dé razon de lo que con el ocurrió.

La oportunidad de decir adios que una enfermedad ofrece a los familiares y amigos es muy valiosa y aporta gran alivio, asi se trate de un triste alivio, al paciente y su familia: compartir las lagrimas, reiterarse los afectos, perdonar fallas y heridas previas, abreviar las distancias afectivas y manifestar agradecimiento por lo vivido y el dolor por tener que separarse.

El contacto físico, un abrazo, una caricia o una mirada, dicen tanto o más que las palabras y constituyen interacciones de profundo valor humano de las cuales los sobrevivientes jamas se arrepiente.

Ma bien se lamentan de no haberlo hecho en vida, especialmente aquellos que por temor al dolor disimularon sus necesidades tras una falsa fachada de entereza, desapego y control de la situación.

Aprovechemos ahora que estamos vivos para perder el miedo a decir: te quiero y disfrutar en vida de la gente que amamos, cerremos el círculo del rencor y abramos la puerta del perdón, depues puede ser tarde.

Precauciones en el uso de la medicina herbal

Zarina  Enviando en: domingo, 22 de enero, 2006 – 02:28 pm           

Precauciones en el uso de la medicina herbal

Tu debes ser respetuoso/a de la medicina herbal, ya que algunas hierbas son muy poderosas, se deben usar con cuidado.

Antes de comprar cualquier producto natural asegúrate de cual es el nombre científico de, la parte de la planta usada, la fecha de manufactura y expiración y que el nombre y dirección de la empresa que la fabrica que esté en la etiqueta.

Nunca des por sentado la identidad de cualquier hierba. La mejor forma de asegurarse de que estas usando el tipo de hierba correcta es comprándola o preguntándole a una persona que tenga una reconocida conocimientos sobre esto, por ejemplo un médico experto en medicina alternativa.

Siempre sigue las instrucciones en el paquete y usa las cantidades y periodos recomendados solamente a menos que tu médico le diga otra cosa. Como las drogas, algunas hierbas pueden tener efectos secundarios.

Por favor fíjate de que puede tomar hasta semanas antes de que tu puedas ver algún resultado de algún tipo de hierbas.

Nunca hagas de doctor. Si tu tienes una enfermedad crónica seria como la diabetes o cualquier tipo de enfermedad siempre consulta con un profesional de la salud que este familiarizado con las hierbas antes de tomar cualquier hierba.

No mezcles hierbas con drogas debido a que la absorción de hierbas puede ser afectada de forma adversa cuando ellas se dan juntas con otras drogas.

Si efectos adversos ocurren, deja de tomar la hierba en forma inmediata.

Nunca te pongas ningún aceite esencial en forma interna.

No les des ninguna hierba a los bebés o niños a no ser que tu médico lo recomiende.

No tomes ninguna hierba si tú estas embarazada o dando de mamar a menos que tu doctor diga que esta bien.

Ayudar a las personas con discapacida…

Zarina  Enviando en: domingo, 22 de enero, 2006 – 02:18 pm           

Ayudar a las personas con discapacidad que trabajan contigo

Mientras las personas discapacitadas están en el lugar de trabajo la gente quiere un tratamiento igual en vez de un tratamiento especial, asi que trata de seguir estas recomendaciones:

Relájate. La gente con incapacidades incorpora todas las características que tu esperas ver en un empleado.

Mira a la persona en vez de la discapacidad. Entiende que una persona discapacitada tiene un derecho legal de acceso igual al empleado.

Trata a la persona como tú lo harías con cualquier otro trabajador (como un adulto responsable completando tareas de un empleado asignado.)

Respeta a los aparatos de las personas discapacitadas tales como una silla de ruedas, bastón, etc.

Toca en el brazo o el hombro a una persona ligeramente con problemas de deterioro para escuchar para atraer su atención.

Identifícate y a otros quienes estén presentes cuando te reúnas con una persona ciega.

Involucra a la persona discapacitada en cualquier esfuerzo para hacer del lugar de trabajo un lugar más accesible.

Haz ofertas de ayuda en el mismo contexto como una oferta de ayuda a cualquier otro trabajador.Deja que una persona discapacitada haga su propia decisión con respecto a su capacidad de hacer la tarea.

Enfoca la crítica en el desempeño del trabajo más que en la incapacidad de una persona.

¿Qué es ser Viejo?

Zarina  Enviando en: jueves, 22 de mayo, 2003 – 06:57 pm           

El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas
Y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil.

Los guisantes caían de su cuchara al suelo
Y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
Tenemos que hacer algo con el abuelo, -dijo el
Hijo.
Ya he tenido suficiente. Derrama la leche,
Hace ruido al comer y tira la comida al suelo.

Así fue como el matrimonio decidió poner una
Pequeña mesa en una esquina del comedor.
Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia
Disfrutaba la hora de comer.
Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida
Se la servían en un tazón de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver
Una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo.

Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía,
Eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio.

Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo
Estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: ¿Qué estás haciendo?
Con la misma dulzura el niño le contestó:
¡Ah!, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá
Para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.
Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma
Que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas.

Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto,
Ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo
Y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.

Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos.
Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían
Molestarse más cada vez que el tenedor se tiraba,
La leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

¿Qué es ser Viejo?

Los médicos dicen que el envejecimiento humano es un proceso de cambios irreversibles, psicofisiologicos, ocurridos a lo largo de toda la vida, no solo en los últimos años del individuo. Pero hay que dejar claro que los años cumplidos, o sea, el envejecimiento cronológico, no concuerda necesariamente con el envejecimiento biológico, psicológico y social. Siempre hay un deterioro en la vejez.

La medida real de este menoscabo lo da la capacidad creadora del sujeto y la capacidad de adaptación que tenga dentro del grupo social al que pertenece. Dicho de otra manera, la edad es un concepto sumamente relativo y personal. Todos conocemos a personas mayores de setenta años que llevan una vida plena de actividades, así como también conocemos a personas relativamente jóvenes que parecen estar abrumados por el peso y el paso de sus años, de sus responsabilidades, de sus experiencias y que viven enclaustrados en una terrible improductividad.

En Brasil se es viejo oficialmente a los sesenta y cinco años, mientras que en México a los sesenta quienes tienen esta edad puede ir al Instituto Nacional de la Senectud (INSEN) y recibirán una credencial con la que pueden gozar de muchos privilegios, sobre todo de orden económico.

El viejo no tiene futuro, solo pasado, un largo y rico pasado, envejecer significa vivir una continua disminución de la capacidad de hacer cosas, con un constante aumento del sentido de lo pasado, de lo ya realizado. Hay una realidad que debemos tomar en cuenta; toda perdida trae consigo una ganancia mayor. Por lo mismo llegar a Viejo es enfrentase a una larga cadena de perdidas tanto fisiológicas como psicológicas y sociales, pero es también llenarse de experiencias, lo cual es sinónimo de sabiduría. Todo anciano es sabio porque es viejo y todo viejo es espiritual porque es sabio. Los viejos no son adultos mutilados, son personas completas que viven una experiencia original.

Sin embargo una de las características mas constantes en el plano mental del hombre que envejece, es la perdida de la alegría, el viejo es un ser triste.
La tristeza del viejo es una tristeza muy profunda, al menos en la mayoría de los casos y muchas veces dicho sentimiento no es provocado por un acontecimiento particular, por un hecho que aparezcan como el detonante, sino por otros sentimientos existentes, difíciles de quitar o de tratar; por ejemplo un tedio que puede llegar a dominar todos los momentos de su existencia, o un amargo sentimiento de inutilidad, o esa abrumadora y desesperante soledad, motivada quizás por una sociedad que solo siente y muestra indiferencia hacia el anciano; pero también por la pobre y corta esperanza de vida que tiene. 

EL TESTAMENTO VITAL.

EL TESTAMENTO VITAL.

Zarina  Enviando en: lunes, 14 de abril, 2003 – 06:53 pm

Se entiende por “testamento vital” cualquier documento en el que su firmante exprese aquello que representa su voluntad acerca de las atenciones médicas que desea recibir, o no, en caso de padecer una enfermedad irreversible o terminal que le haya conducido a un estado en el que sea imposible expresarse por sí mismo.

Cada persona, según sus deseos, puede elaborar su propio testamento vital personalizado, haciendo figurar en él cuantas indicaciones y razonamientos considere oportunos y pertinentes en defensa de sus derechos.

En su función específica, el “testamento vital” no está regulado legalmente en todos los países, ni mucho menos, pero conviene saber que, como cualquier otra declaración personal de voluntades, tiene plena validez en cuanto a lo que se declara desear, aunque también es cierto que puede chocar con el límite de aquello que la legislación vigente en un determinado momento y lugar permite asumir a médicos u otros (hoy, en la inmensa mayoría de países todavía se persigue como delito la eutanasia activa o el suicidio asistido).

En cualquier caso, con o sin dificultades legales, este documento, en la práctica, facilita extraordinariamente la toma de decisiones, por parte de quienes asumen la responsabilidad de un enfermo terminal imposibilitado de expresarse, respecto a las situaciones de enfermedad reseñadas en el documento y a las actuaciones médicas que se desean o no.

Por otra parte, si debe acudirse a la Justicia para reclamar el cumplimiento de la voluntad expresada por un enfermo que en ese momento es incapaz de valerse por sí mismo, la existencia de este documento previo siempre resultará una prueba sumamente importante y decisoria.

En España, la primera regulación legal del derecho a suscribir un “testamento vital” fue aprobada el 29 de diciembre de 2000 por el Parlamento de Cataluña. Posteriormente, otros gobiernos autonómicos, imitaron esta propuesta legislativa y aprobaron leyes similares. En suma, el “testamento vital” y la legislación de voluntades anticipadas aprobadas por los parlamentos catalán, extremeño y gallego, u otros textos legales que están en proceso de debate parlamentario, no son más que el desarrollo autonómico de lo aprobado en el año 1986 por la Ley General de Sanidad.

Un documento de estas características, de acuerdo con lo establecido por el artículo 9 del Convenio del Consejo de Europa sobre los derechos del hombre y la biomedicina de 1997, antes mencionado, debe entenderse como un elemento coadyuvante en la toma de decisiones, a fin de conocer con más exactitud la voluntad del paciente”.

A modo de guía, presento las observaciones e instrucciones que propone, la Asociación Derecho a Morir Dignamente para realizar este trámite:

a) El “testamento vital” conviene firmarlo ante un notario para que éste dé fe de la autenticidad de su firma. De no ser así, rubricarlo ante dos testigos que no sean familiares o personas ligadas por intereses económicos a quien suscribe el documento.

b) En el “testamento vital” sugerido por esta Asociación, se incluye la opción de que el firmante nombre un representante a fin de poder enfrentar la eventualidad de quedar imposibilitado para expresarse por sí mismo. En este caso, resulta obvio resaltar que la persona elegida como representante debe compartir o, al menos, comprender lo mejor posible, los deseos, valores y motivos personales que sustentan las decisiones del firmante respecto a las condiciones del final de su vida; siendo recomendable, también, que sea una persona que declare estar dispuesta a luchar por el cumplimiento íntegro de las instrucciones enumeradas en el “testamento vital” en caso de incumplimiento por parte de médicos y/o familiares. Puede resultar prudente nombrar un segundo representante, por si se diera la circunstancia de que el primero -por encontrarse ausente, haber fallecido o por cualquier otra razón- no pudiese cumplir con su cometido.

c) Los apartados 1, 2 y 3 del “testamento vital” sugerido por esta asociación contemplan distintas opciones para paliar el sufrimiento y evitar un alargamiento indeseado de la vida cuando el firmante considere que la calidad de ésta le resulta indeseable o inaceptable a causa de la degradación a la que le ha conducido su enfermedad. Si el firmante no está de acuerdo con parte de su contenido, lo que se solicita en estos puntos del documento puede eliminarse o variarse.

d) El firmante del documento puede suprimir también, según sea su voluntad, las enfermedades enumeradas en el punto 4 que no desea que figuren en su “testamento vital”.

e) A fin de garantizar al máximo el cumplimiento de la voluntad expresada en el “testamento vital”, resulta conveniente repartir copias del documento entre personas de confianza del firmante, incluido el médico de cabecera, si es factible. Es importante también dejar indicaciones sobre dónde localizarlo, por si un accidente o enfermedad súbitos impidieran al firmante poder expresarse.

f) Como medida suplementaria, puede enviarse también una copia del “testamento vital” al Registro de Testamentos en este caso, el representante, puede recabar asesoría sobre cómo utilizar el “testamento vital” registrado.

Modelo de documento propuesto por la Asociación Derecho a Morir Dignamente para redactar el “testamento vital”:
MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD SOBRE EL FINAL DE MI PROPIA VIDA
Yo, ………………………………………………………, con D.N.I. nº…………………………….. mayor de edad, con domicilio en ……… …………………………………………………………………….. ………. en plenitud de mis facultades, libremente y tras prolongada reflexión, DECLARO:
Que, si llego a encontrarme en una situación en la que no pueda tomar decisiones sobre mi cuidado médico, a consecuencia de mi deterioro físico y/o mental, por encontrarme en uno de los estados clínicos enumerados ? de este documento, y si dos médicos independientes coinciden en que mi estado es irreversible, mi voluntad inequívoca es la siguiente:
1. Que no se prolongue mi vida por medios artificiales, tales como técnicas de soporte vital, fluidos intravenosos, fármacos o alimentación artificial.
2. Que se me suministren los fármacos necesarios para paliar al máximo mi malestar, sufrimiento psíquico y dolor físico causados por la enfermedad o por falta de fluidos o alimentación, aun en el caso de que puedan acortar mi vida.
3. Que, si me hallo en un estado particularmente deteriorado, se me administren los fármacos necesarios para acabar definitivamente, y de forma rápida e indolora, con los padecimientos expresados en éste documento.
4. Los estados clínicos a los que hago mención más arriba son:
– Daño cerebral severo e irreversible.
– Tumor maligno diseminado en fase avanzada.
– Enfermedad degenerativa del sistema nervioso y/o del sistema muscular en fase avanzada, con importante limitación de mi movilidad y falta de respuesta positiva al tratamiento específico si lo hubiere.
– Demencias preseniles, seniles o similares.
– Enfermedades o situaciones de gravedad comparable a las anteriores.
– Otras: (especificar si se desea)
5. Designo como mi representante para que vigile el cumplimiento de las instrucciones sobre el final de mi vida expresadas en este documento, y tome las decisiones necesarias para tal fin, a:
Nombre del representante …………………………………………………….. ……………………..
6. Manifiesto, asimismo, que libero a los médicos que me atiendan de toda responsabilidad civil y penal que pueda derivarse por llevar a cabo los términos de esta declaración.
7. Me reservo el derecho de revocar esta declaración en cualquier momento, en forma oral o escrita.
Lugar………………… fecha ……………….. y firma.

TESTIGOS:
Fecha: …….. 1. Nombre …………………………………….. D.N.I. …………….. Firma: ……………
Fecha: …….. 2. Nombre …………………………………….. D.N.I. …………….. Firma: ……………

REPRESENTANTES:
Fecha: …….. 1º Representante: Nombre ………………… D.N.I. …………….. Firma: ……………
Fecha: …….. 2º Representante: Nombre ………………… D.N.I. …………….. Firma: ……………

D.N.I. = Identificación Oficial vigente, para que pueda ser legal.

Historia y Datos sobre Trasplantes

Historia y Datos sobre Trasplantes

Zarina  Enviando en: miércoles, 16 de abril, 2003 – 06:03 pm

Los trasplantes tienen una representación desde la antigüedad en ciertas formas de la mitología. Un primitivo concepto del trasplante aparece en las culturas antiguas a través de formas de quimeras, héroes, reyes, dioses, ideadas a fin de resaltar las virtudes de estos seres.

En los relatos bíblicos encontramos algunos ejemplos de trasplantes, como: la costilla de Adán extraída para dar origen a una nueva vida. Otros ejemplos se ven en las culturas egipcia, hindú, romana y azteca.

Las religiones grecorromanas de Zeus y de Júpiter siguió la era cristiana; los mitos y las leyendas darán paso a los milagros que se nutrirán también de la imaginación, pero una imaginación racional, impregnada de los conocimientos “hipocráticos” del hombre y de su propio universo.

En estos milagros al servicio de la religión es donde encontramos claramente expresados la realización de los primeros injertos en el hombre.
La primacía corresponde al propio Jesucristo – médicos de cuerpos y almas – que, según San Lucas (médico él también), cuando se encontraba bajo la custodia de los soldados romanos en el huerto de Gestsemaní, vuelve a colocar en su lugar la oreja de un centurión que Pedro había cortado con su espada.

Un poco más tarde, el milagro realizado por San Antonio de Padua, que vuelve a fijar el pie de un joven mutilado voluntariamente.

Igualmente San Pedro que, ante la crueldad del suplicio inflingido a la joven Ägueda por haberse negado a los requerimientos de un cónsul romano, le vuelve a colocar los senos en su sitio. Y también San Marcos reimplantando el brazo de un soldado.

Pero, de todos estos milagros, el más célebre, relatado por el arzobispo de Génova, Jaques de Voragine, en el siglo XIII, en la Leyenda áurea de la vida de los santos, fue realizado bajo el reinado de Diocleciano (284-305) por San Cosme y San Damián.

?Los santos amputaron la pierna de un gladiador etíope muerto para reemplazar la pierna gangrenosa del diácono Justiniano, sacristán de la Basílica de Roma”.

La era de los trasplantes inicia prácticamente a principios del siglo pasado.

1901.- Alexis Carrel, se le considera el padre del trasplante. Con él, se abre la posibilidad técnica y quirúrgica de realizar los trasplantes de órganos.

1902.- Ullman, realizó el primer auto trasplante en un perro, comunicando el riñón a los vasos de su nuca.

1906.- El Dr. Jaboulay y su discípulo el Dr. Alexis Carrel describieron las técnicas de la sutura vascular.

Prácticamente de inmediato, se detecta un problema posterior a la realización de los trasplantes que será motivo de investigaciones durante décadas.
Este es el rechazo del órgano injertado, sin embargo, comienza un largo y difícil proceso.

A principios de los años 50, se sabía que los glucocorticoides disminuían la reacción del rechazo de la piel.

En los años sesenta, el trasplante seguía siendo una intervención experimental de un elevado riesgo. 30 al 40% de los trasplantados de un donador cadáver fallecían en el primer año.

A finales de los 60?s parecía haber llegado al máximo conseguible, entre el 60 a 70 % de los riñones de cadáver eran funcionantes. En la última década se ha llegado a valores cercanos al 90%.

Después del primer trasplante, la sobrevida es del 90%.

Trasplantes en México.

1963.- Dr. Federico Ortiz Quezada, Dr. Manuel Quijano y Dr. Gilberto Flores. Instituto Mexicano del Seguro Social.Centro Medico Nacional.

1971.- Inician el programa de Trasplante en el Instituto Nacional de Nutrición ?Dr. Salvador Zubirán? los doctores Federico Chávez-Peón, Manuel Campuzano, José Luis Bravo.

1973.- Inicia el programa de Trasplante en niños conducido por el Dr. Octavio Ruiz Speare y el Dr. Samuel Zaltzman en el IMAN.

1975.- El Dr. Octavio Ruiz Speare inicia el programa de trasplante renal en el Hospital Central Militar.

El Dr. Octavio Ruiz Speare y el Dr. Chávez-Peón realizaron los primeros trasplantes renales en la medicina privada.

1976.- El Dr. Javier Castellanos inicia el programa de trasplantes en el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE.

Primer Trasplante de Hígado:
1985.- Dr. Héctor Orozco y Dr. Héctor Diliz Pérez. Instituto Nacional de Nutrición ?Dr. Salvador Zubirán.
1987.- Dr. Rafael Valdés.

Primer trasplante de páncreas:
1987.- Dr. Arturo Dib-Kuri. Instituto Nacional de Nutrición ?Dr. Salvador Zubirán.

Primer trasplante cardiaco:
1988.- Dr. Rubén Agüero. Instituto Mexicano del Seguro Social. Centro Médico la Raza.

Primer trasplante pulmonar:
1989.- Primer trasplante exitoso en Latinoamérica. Dr. Jaime Villalba Caloca y Dr. Santillán. Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.

1989.- Trasplantes de medula ósea, de tejido suprarrenal a cerebro y de tejido nervioso por el Dr. Ignacio Madrazo. Instituto Mexicano del Seguro Social. Centro Medico la Raza.

Xenotrasplante:
1999.- Dr. Rafael Valdez Hospital Infantil de México ?Dr. Federico Gómez?

Trasplante cardiaco pediátrico
2001.- Dr. Alejandro Bolio. Hospital Infantil de México.

© CENATRA

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Zarina  Enviando en: miércoles, 16 de abril, 2003 – 06:08 pm

A quién le interese: LEYENDA DE SAN COSME Y SAN DAMIAN:

Y un hombre servia a los santos mártires en la iglesia, y un cáncer le había devorado toda una pierna ; y mientras dormía, se le aparecieron san Cosme y san Damián, y llevaba con ellos instrumentos de hierro y güentos, y uno dijo al otro: ‘¿De donde cogeremos carne para rellenar el lugar donde quitaremos la carne podrida?’.

Y el otro respondió: “Un etíope ha sido hoy recién sepultado en el cementerio de Saint-Pierre-des-Liens; traigamos carne suya para poner aquí”.

Y entonces fue al cementerio y trajo una pierna del muerto, y cortaron la pierna del enfermo y colocaron en su lugar la del muerto, y ungieron la herida con cuidado, y llevaron al muerto la pierna del enfermo.

Y cuando este despertó y no sintió dolor, se puso la mano en la pierna y no notó ningún vertigio de su mal; y tomó la candela y cuando no vió ninguna traza de su llaga, creyó primero que no era el mismo y que se había convertido en otro; y cuando por fin recuperó sus sentidos, cayó del lecho debido a su mucha alegría, y relató a todos lo que le había ocurrido mientras dormía,y como había sido curado.

Y ellos enviaron deprisa a ver la tumba del moro y encontraron que la pierna del muerto había sido cortada y la pierna del otro colocada en la tumba”.

Esta hazaña tuvo una inmensa resonancia en la sociedad cristiana y proporcionará material para la inspiración de los más grandes artistas, pintores y escultores, como Jaume Huguet, Fra Angelico, Mantegna, Ambrosius Francken, Peselino y algunos otros…

En el mundo de la medicina, les valió a san Cosme y a san Damián, médicos de oficio, el ser designados patrones de los médicos y de los cirujanos y el estar siempre presentes en el frontón de numerosas facultades de medicina.

Este antecedente de un injerto realizado con éxito ante individuos diferentes con extracción de un cadáver, sin tener en cuenta el color de su piel, nos obliga también a honrarlos como pioneros del trasplante.

🙂

El xenotrasplante

El xenotrasplante

Zarina  Enviando en: miércoles, 16 de abril, 2003 – 06:38 pm

Es el trasplante de órganos entre especies distintas.

El xenotrasplante, está llamado a ser una práctica de futuro. Aunque queda mucho camino por recorrer e innumerables escollos por superar, el actual nivel de la investigación científica unido a un mayor conocimiento del nivel molecular, auguran unas expectativas de futuro que irán concretándose a medida que la experimentación resuelva las dudas actuales y allane el camino a seguir.

Cómo empezó todo

El xenotrasplante, en su concepción actual, dista mucho de lo que los pioneros en este tipo de trasplantes imaginaron allá por la década de los 60.

Éstos, a su vez, habían recogido el testigo que habían abandonado tres décadas antes los cirujanos de entreguerras, a los que se atribuye la moderna concepción de la cirugía que ha llegado hasta nuestros días.

Sin embargo, los verdaderos orígenes del xenotrasplante hay que buscarlos en el siglo XIX con el nacimiento de la moderna “cirugía experimental” a partir de unos pocos antecedentes desarrollados durante el siglo anterior.

Como cita más alejada en el tiempo, probablemente la primera con carácter “científico”, están documentadas diversas transfusiones de sangre de animal a hombre en 1628 por Colle de Belluno, de Padua, en 1654 por Francesco Folli y en 1665 por Richard Lower de Londres.

El gallo unicornio

La observación empírica de la naturaleza y la larga tradición y conocimiento de injertos vegetales, fue tal vez el motivo que impulsó a los cirujanos del siglo XVIII a realizar experimentaciones similares en animales.

El gallo y en particular su cresta, acapararon buena parte de estas experiencias pioneras.

El término “injerto animal”, fue acuñado muy probablemente por Duhamel du Monceau, naturalista y fisiólogo francés, que dedicó buena parte de sus investigaciones al estudio de la cicatrización y vascularización de injertos de origen animal y vegetal.

Du Monceau publicó en 1749 los resultados de injertos exitosos de espolones, extraídos de pollos jóvenes en la cresta del mismo o de otro animal.
El modelo experimental daría nombre a los pollos unicornios, cuya experiencia se repetiría con posterioridad, igualmente con éxito, en la oreja de bueyes.

La experiencia potenció, en su momento, el conocimiento de los procesos de anastomosis, conexión y neocirculación embrionaria.

Las propiedades de la cresta de gallo fueron confirmadas en 1767 por John Hunter (1728-1793), considerado el padre de la cirugía científica británica, con la implantación de dientes humanos en la misma cresta, o por Giusseppe Boronio (1759-1811). El cirujano italiano implantó en crestas de gallo una ala de canario y una cola de gato.

Injertos animales

Durante el siglo XIX empezaron a cobrar cuerpo los trasplantes de órganos o de parte de ellos. La experimentación había sido impulsada, entre otros, por Claude Barnard, Alessandri o Berthold en la primera mitad de siglo, retomando trabajos anteriores.

El número de fracasos superaba con creces al de los éxitos. Sorprendentemente, tan solo los injertos de piel parecían responder a las expectativas en casos de úlceras, heridas o quemaduras. Durante la segunda mitad de este siglo, llegarían a utilizarse para este fin injertos de piel de perros, gatos y cobayas, mucosas de buey y rana e incluso mejilla de conejo.

Hoy día sorprenden tales éxitos, más si cabe, sabiendo que la piel es uno de los tejidos que se rechaza más fácilmente. Sin embargo, la calidad y la minuciosidad con la que eran tratados los pacientes, parece ser que favorecían el proceso de cicatrización, especialmente cuando los injertos procedían de animales.

Experiencias posteriores, como las primerizas implantaciones de prótesis de marfil o córneas animales, sentaron conceptos que posteriormente se han revelado como claves en el mundo del trasplante y, en especial, del xenotrasplante.

Entre ellos destaca el principio de revascularización por parte de capilares neoformados, el reconocimiento del papel del frío en la conservación del órgano y la obtención de mejores resultados cuanto más cerca estén en la escala filogenética dos especies animales. Se introducía, de este modo, el concepto de concordancia.

Los primeros modelos animales

El cambio de siglo trajo aparejada la publicación, en 1902, de unos resultados sorprendentes.

El cirujano Emerich Ullmann comunica en la Sociedad Médica de Viena el primer caso de injerto renal realizado en el cuello de un perro.

El uréter, conectado a la piel, deja brotar un líquido que “se asemeja a la orina”, según relatan las crónicas de la época. El mismo año, Ullmann presenta una cabra con un riñón de perro injertado en el cuello. Años más tarde, y tras realizar muchas experiencias similares, el cirujano austríaco reveló uno de sus fracasos: había intentado, sin éxito, el injerto de un riñón de cerdo en el pligue del codo de una muchacha, pero no había podido vencer las dificultades operatorias.

Estas y otras experiencias dibujan el escenario de un principio de siglo en el que la cirugía experimental toma órganos y tejidos de los animales para comprobar su viabilidad extracorpórea y su capacidad de regeneración.

Pero, ciertamente, no pasaba de ser, como todo lo relacionado con el trasplante, una simple curiosidad médica: “Simple curiosidad operatoria actualmente”, escribió Alexis Carrel en 1902 en París, “el trasplante de un órgano podrá quizá tener un día interés práctico”. Ya entonces Carrel sugería la posibilidad de que, en el futuro, se sustituyera un órgano enfermo por uno sano.

Carrel, premio Nobel de Medicina en 1912, está considerado el padre de la actual cirugía vascular y uno de los precursores de la cirugía moderna del trasplante.

Sin embargo, no es hasta 1906 que se comunica el primer xenotrasplante “real” según los términos con el que lo conocemos hoy día. En ese año, Mathieu Jaboulay injerta el riñón de un cerdo a una mujer afectada por un síndrome nefrótico y el de una cabra en el codo de una mujer de 50 años.

En ambos casos, los resultados fueron negativos debido a una hipercoagulación de la sangre, que en el fondo no era más que un rechazo hiperagudo.

Durante un tiempo se referirán experiencias similares: en 1909, Unger injerta el riñón de un niño nacido muerto en un babuino; la superviviencia es de 18 horas. El mismo año, injerta los dos riñones de un macaco de Borneo a una muchacha afectada de nefritis crónica y en peligro inminente de muerte. Fallecería 32 horas más tarde. Finalmente, en 1913, Schonjstadt injerta el riñón extraído de un mono japonés en el codo de una joven con nefrtis por intoxicación mercurial. La paciente murió 62 horas más tarde.

Los primeros hitos

Los repetidos fracasos provocaron que, poco a poco, se abandonaran estas prácticas. Sin embargo, habían sido suficientes para probar que los autoinjertos eran factibles (se hallan documentados diversos casos exitosos de autotrasplante, sobre todo en animales), pero también que el injerto no podía sobrevivir cuando se había extraído de otro individuo de la misma especie o de una especie diferente.

Nacía por aquel entoces el concepto de rechazo biológico y se introducía el de especificidad del individuo, al tiempo que afloraba la importancia y trascendencia del sistema inmunitario.

La Primera Guerra Mundial truncó muchas de las expectativas y los escasos resultados hicieron decaer el interés hasta prácticamente la década de los 40. Sin embargo, algunos pioneros, como Williamson, Holman y Voronoy persisten en sus investigaciones, combinando el uso de animales y de cadáveres humanos para trasplante de órganos.

El xenotrasplante, en esta época, vive uno de sus primeros grandes hitos: el ruso Serge Voronoff, en el Collège de France, practica con exito un injerto testicular de mono al hombre.
Significaba el nacimiento del trasplante endocrino y un precursor de las actuales terapias hormonales sustitutivas.

En 1920, Voronoff creó en el Castillo de Grimaldi, en la Riviera, una granja para albergar monos procedentes de Africa Occidental y de Abisinia. Había escrito, poco antes: “(…) En el cuerpo de los monos superiores, parientes muy próximos del hombre, hay un depósito de piezas de recambio para el organismo del ser humano”. Sin duda, fue el precursor del xenotrasplante moderno.

De la experimentación a los ensayos

El xenotrasplante, sin embargo, no dejaba de ser por aquel entonces un campo experimental y apenas se vislumbraba alguna aplicabilidad directa en humanos. Además, tras el paréntesis de la Segunda Guerra Mundial y al advenimiento, en los años posteriores, de los primeros éxitos reales en trasplantes entre humanos, el interés decayó por completo.

Fue necesario esperar hasta la década de los 60 para que la investigación en xenotrasplante cobrara nuevos bríos. El impulso llegó de la mano de la aparición de los primeros regímenes inmunosupresores, como la radiación, los esteroides o azatioprina. Con ellos se habían logrado supervivencias aceptables a finales de los 50 y principios de los 60 en transplantes renales entre humanos.

Pero los resultados eran tan solo aceptables cuando se trataba de donante vivo. El órgano de donante cadáver estaba, en la práctica, abocado al desastre.

En 1962, Reemtsma, en Nueva Orleans, comunica seis casos de trasplantes de riñones de chimpancé en receptores humanos. Uno de ellos garantizó la supervivencia durante nueve meses en una mujer de 23 años. Tras su fallecimiento, la autopsia revelaría que los riñones implantados estaban poco afectados histológicamente, de lo que se dedujo que el sistema inmunitario, responsable del fenómeno de rechazo, se había podido controlar con relativa eficacia.

En la misma época, Starzl, Marchioro y Hitchcock, intentan experiencias similares con riñones de babuinos, pero sin éxito. Starzl intentaría, en 1964, un trasplante hepático con un hígado de bauíno implantado a un niño y Hardy, un implante de corazón en un anciano. Ambos trasplantes fracasaron.

La investigación en xenotrasplante prácticamente se detuvo en este punto. Demasiados fracasos. Y el único hito destacable, había puesto de manifiesto la necesidad de un regimen inmunosupresor en grandes dosis, lo que favorecía la presencia de complicaciones, en especial, infecciones. El freno impuesto a la investigación animal perdurará prácticamente dos décadas.

Barnard, Baby Fae y Pittsburgh

En 1967, el mundo asistió atónito a una noticia que ha pasado ya a los anales de la historia. El 3 de diciembre de ese año, Christian Barnard realizó el primer trasplante de corazón con éxito del mundo. Nada hacía presagiar que Barnard sería el pionero y que el trasplante se realizaría en Sudáfrica. Por el contrario, todo el mundo daba por sentado que sería en Estados Unidos y que, muy probablemente, Norman Shumway se llevaría el honor de ser el primero.

En cualquier caso, la noticia transformó por completo el mundo de los trasplantes y venía a corroborar que el trasplante de órganos de donante cadáver era factible. A partir de este momento, los hechos se desencadenarían: se multiplicó el número de trasplantes de órganos (riñón, hígado, corazón, pulmón y páncreas) y de centros trasplantadores; se desarrollaron enormemente los regímenes inmunosupresores, básicos para la prevención del rechazo, beneficiandose en primer lugar de la llamada triple terapia (azatioprina, corticoides y globulinas antilinfocitarias) y posteriormente de la ciclosporina, el fármaco de base en la prevención del rechazo para cualquier órgano; la técnica quirúrgica había alcanzado un notabilísimo nivel y, en paralelo, el control de procesos infecciosos había mejorado de forma importante.

Como consecuencia, el número de trasplantes creció en las décadas de los 70 y 80 de forma paulatina y constante sin reparar en más límites que los estríctamente técnicos. La aparición de la ciclosporina, comercializada a partir de 1980, permitió además disponer, por vez primera, de un fármaco específico para la prevención del rechazo. Su grado de eficacia cambió la óptica del trasplante hasta el punto que, poco a poco, se transformó en una práctica terapéutica de elección para un número de indicaciones cada vez mayor.

El debate mediático

La generalización del trasplante de órganos de donante cadáver topó con el que, por ahora, es su freno principal: no hay suficientes órganos para atender todas las necesidades. La constatación de este hecho, ya muy palpable al principio de la década de los 90, favoreció un nuevo impulso a las investigaciones en xenotrasplante, que irían concretándose a lo largo de la presente década. Atrás habían quedado algunas experiencias aisladas, la más destacada de las cuales fue la llevada a cabo por Leonard Bayley en 1984 en el Hospital de Loma Linda, en California.

Bayley implanta un corazón de babuíno a una niña recién nacida con una hipoplasia ventricular de evolución mortal. La intervención supuso un nuevo fracaso, pero abrió las puertas a un debate todavía no resuelto sobre el uso de animales en experimentación y el aprovechamiento de sus órganos para trasplante en humanos. La notoriedad mediática de aquel xenotrasplante, junto con el prestigio científico de su autor, propició que el debate trascendiese de los círculos científicos y médicos para entrar de pleno en la sociedad. Diversas encuestas de la época en Estados Unidos apuntaban que cerca de la mitad de la población, si tuviera que elegir, no dudaría en escoger un órgano de origen animal si no hubiera posibilidad de recibir un órgano humano.

Esa experiencia quedaría empequeñecida casi 10 años después, tras los dos trasplantes de hígado de babuíno realizados por Thomas Starzl en Pittsburgh. De nuevo, los medios de comunicación jugaron un papel determinante dando a conocer una experiencia que marca el inicio del xenotrasplante actual. Starzl obtuvo una supervivencia de 70 días en el primer xenotrasplante, realizado en 1992, y de 26 días en el segundo, realizado el año siguiente. En el primero apenas se observó evidencia patológica de rechazo y algunos autores sostienen que la muerte sobrevino a causa de una sobreinmunosupresión, mientras que para otros, es todavía hoy difícil explicar la causa real de la muerte del receptor. El segundo caso, sin embargo, fue un nuevo fracaso.

El xenotrasplante entra de lleno en el futuro

La historia reciente del xenotrasplante se ha visto condicionada, hasta épocas muy recientes, por el rechazo cuasi fulminante de los órganos trasplantados o la pronta aparición de infecciones oportunistas. Salvo contadas excepciones, hasta 1996 no ha sido posible empezar a publicar resultados positivos fruto de la experimentación en modelos animales. Algunas experiencias, como la ya referida de Pittsburgh bajo la dirección de Starzl, o el posterior trasplante de médula ósea en un enfermo de SIDA practicado por la Dra. Suzanne Ildstat con resultados de difícil valoración, han hecho volver la vista a los modelos experimentales como paso previo a nuevos ensayos clínicos.

Para ello ha sido necesario superar un primer escollo: escoger el modelo animal con mayores posibilidades de éxito. Investigaciones de los mecanismos íntimos del rechazo aconsejaban, en primera instancia, la utilización de especies animales cercanas en el árbol genealógico a los humanos, por lo que la mayor parte de trasplantes se realizaba con primates. La proximidad filogenética augura un comportamiento del injerto y de la respuesta inmunológica del receptor que puede ayudar a prevenir el rechazo. En trasplantes experimentales entre especies concordantes (cercanas en la escala filogénetica) no existe el llamado rechazo hiperagudo (reacción fulminante del sistema inmunulógico que destruye el órgano injertado en menos de una hora) y el rechazo agudo no aparece hasta unos días después del trasplante. La inmunosupresión administrada, aunque forzosamente elevada, permite obtener una respuesta positiva en estos modelos, aunque la supervivencia es aún muy limitada.

La presumible buena respuesta de este tipo de modelos concordantes topa, no obstante, con obstáculos muy difíciles de superar. Por una parte, la mayoría de primates susceptibles de ser donantes de órganos se encuentran en situación precaria en sus propios hábitats o corren peligro de extinción. Por otra, diversos sectores de la sociedad objetan la excesiva proximidad genética entre ambas especies y no faltan las aducidas por sociedades y colectivos conservacionistas y de defensa de los derechos de los animales. Cabe mencionar, finalmente, otras limitaciones de orden práctico: se trata de animales que se reproducen difícilmente en cautiverio, su período de crecimiento es muy largo y la dimensión de sus órganos, poco adecuada. Las objeciones señaladas aconsejan proseguir la investigación en modelos discordantes (alejados en la línea evolutiva).

El modelo que parece tener mejor aceptación son cerdos especialmente criados para este fin. Los argumentos esgrimidos a favor de su utilización son tanto de orden práctico como éticos y científicos. Los cerdos han sido criados, desde hace siglos, para consumo humano. Asimismo, se reproducen con facilidad en cautiverio en amplias camadas. Sus órganos, por otra parte, son de tamaño similar a los humanos. Finalmente, durante años muchos diabéticos han usado insulina de origen porcino y muchas de las válvulas cardíacas implantadas en humanos proceden de estos animales. Del mismo modo, han llegado a usarse sus tejidos como injertos de piel en casos de quemaduras graves. Utilizar sus órganos para trasplante, por tanto, no debiera parecer fuera de lugar siempre y cuando el rechazo hiperagudo, el principal problema hasta la fecha en modelos discordantes, se lograra vencer.

Se supera la gran barrera

En 1996, David White, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, publicó unos resultados esperanzadores utilizando cerdos modificados genéticamente. La estrategia utilizada por el científico británico consistió en introducir un gen humano en el organismo de estos animales con el fin de que el sistema inmunológico del receptor se confundiera y se frenaran los mecanismos de respuesta natural ante la presencia de un cuerpo extraño. El resultado fue que los mecanismos que activan el rechazo hiperagudo se vieran desarbolados y que el órgano trasplantado consiguiera superar este fenómeno.

La presencia del gen humano en el organismo del animal dio resultado. White trasplantó con éxito el corazón de cerdos modificados genéticamente en primates y comprobó como los órganos superaban el rechazo hiperagudo. Una vez solventado este escollo, el problema pasaba a ser como asegurar la supervivencia del órgano el máximo tiempo posible sin dañar en exceso la respuesta inmunulógica del receptor. Hasta la fecha, este investigador ha conseguido, gracias a diversas pautas inmunosupresoras, supervivencias que alcanzan de media los 40 días con un máximo de tres meses.

El modelo animal desarrollado en la Universidad de Cambridge por White ha sido patentado por la empresa Imutran, dirigida por el mismo científico. Esta compañía, en la actualidad propiedad de Novartis, ha empezado a desarrollar acuerdos de colaboración con otros centros de investigación en el mundo para el desarrollo de nuevas estrategias que permitan optimizar y mejorar los resultados actuales.

Los próximos pasos

El futuro inmediato del xenotrasplante pasa por profundizar en diferentes lineas de investigación. Se apuntan como aspectos clave el desarrollo de nuevas pautas de inmunosupresión basadas o no en los regímenes actuales para la profilaxis del rechazo, y la aplicación de técnicas de ingeniería genética que permitan modificar la respuesta del órgano trasplantado.

Respecto de la primera línea de investigación, tan solo la experimentación animal puede indicar qué inmunosupresores y a qué dosis son las más adecuados. Es importante resaltar en este punto que buena parte de los fracasos recientes en xenotrasplante han sido atribuidos a un exceso de inmunosupresión, especialmente en el período inmediato post-trasplante. El objetivo, como ya se ha indicado, es conseguir un régimen equivalente al que se utiliza hoy día para el trasplante de órganos entre humanos.

En cuanto a la aportación de la ingeniería genética, la constatación de que muchos de los procesos fisiológicos no dependen en exclusiva de un solo gen sino de varios, y que las reacciones bioquímicas que tienen lugar en el organismo se deben a menudo de complejos sistemas complementarios, abre la puerta a la necesidad de introducir más de un gen en el donante.

La mejor comprensión del nivel molecular y de la función de los genes deben permitir modular la respuesta inmunológica y, con ello, controlar mejor el fenómeno del rechazo. Controlado este, junto con el soporte de una inmunosupresión suficientemente eficaz y con los menores efectos tóxicos posibles, podremos ver también como se comportan estos órganos funcionalmente, y cual es el riesgo real de la transmisión de agentes infecciosos a los seres humanos. El lapso de tiempo necesario para que estos factores sean realidad es hoy por hoy una incógnita. Cuando esté resuelta, se iniciará, esta vez con mayores garantías, el paso a la práctica clínica.

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