De: Alias de MSNtanatoetica (Mensaje original) Enviado: 02/12/2005 8:53
http://www.autismwebsite.com/ari/spanish/Capitulo1.htm
PARTE I
LA PERSPECTIVAPROFESIONAL
La Parte I provee el respaldo histórico y discute muchos de los conceptos y tratamientos involucrados en el enfoque biomédico del autismo. Los autores son Bernard Rimland, Ph.D., Director del Instituto de Investigación del Autismo con base en base en San Diego; John Green, M.D., Director Médico del Centro EverGreen en Oregon, City, Oregon; y Stephen M. Edelson, Ph.D., Director del Centro para el Estudio del Autismo en Salem, Oregon, e Investigador Asociado del Instituto de Investigación del autismo.
Capítulo 1
La historia del Instituto de Investigación del Autismo y el Programa Vencer al Autismo Ahora! (DAN!)
Todo empezó con el nacimiento de mi propio hijo autista, en 1956. Mark era un niño gritón e implacable que resistía ser mecido y apapachado al ser levantado. También se resistía cuando lo dejábamos en la cuna. Nuestro pediatra, el Dr. Black, que tenía 35 años ejerciendo, no había visto un niño como Mark. Tampoco Dr. Black ni yo, que en aquel entonces tenía tres años de haber terminado mi doctorado en Sicología, habíamos visto u oído de la palabra “autismo”. No fue hasta que Mark tenía dos años que mi esposa, Gloria, recordó haber leído, en uno de su libros de la universidad, que niños como Mark, los cuales parecía ver a través de las personas en lugar de verlas propiamente, y que también repetían exactamente comerciales de radio y cantos de cuna, pero no podía establecer comunicación verbal. Me dirigí al garage, encontré la caja polvienta de mis libros viejos de la universidad, y ahí, cinco años después de haber obtenido mi doctorados como psicólogo investigador, vi la palabra “autismo” por primera vez. Ahora “autismo” es una palabra demasiado familiar, aún para alumnos preparatorianos.
El Autismo eraextremadamenteraro en esos días, se presentaba quizás una o dos veces cada 10,000 nacimientos de niños vivos. De manera lenta pero segura, su incidencia de ocurrencia estaba creciendo. En el resumen de mi investigación en la incidencia de ocurrencia del autismo, publicada en un artículo que escribí paraARRIen 1989, reporté que un variado numero de estudios mostró que el autismo ocurre en promedio en 4.5 niños por cada 10,000 nacimientos de niños vivos. EN 1995, publiqué en la editorial deARRIel anuncio del aparente inicio de una epidemia de autismo. Las autoridades médicas burlaron. “Imposible!”, ellos dijeron, “No es realmente un aumento! – es solamente un aumento en la detección y su conocimiento.” Ellos estaban equivocados – el aumento es realmente verdadero.
Mas recientemente, en 2002, reporté que estudios realizados tanto en los EU como en RU, mostraron que el autismo ocurre en 45 a 68 niños de cada 10,000 nacimientos de niños vivos – un aumento del 1000 al 1500% en una década!. Y estudios demuestran que el aumento no puede ser atribuido al criterio de diagnóstico o aumento en su conocimiento. Capítulos posteriores de este libro ayudarán a explicar las causas de la epidemia, y sugerirán enfoques acerca de como tratar con él.
Empezando con algunas referencias citadas en los viejos textos de mi esposa, inicié a estudiar todo lo que pude encontrar sobre el autismo. Me atemoricé al encontrar que se creía, y presentado como un hecho en cada libro de texto, que el autismo era un desorden emocional (psicológico). Las únicas recomendaciones para su tratamiento eran el psicoanálisis para la madre y el hijo. La madre era requerida para aceptar su culpa, y confesar que odiaba al hijo y deseaba que nunca hubiese nacido. El niño, en las llamadas “terapias de juego”, se le proveía de una imagen de una mujer (su madre) en papel o arcilla, y se le incitaba a romperla en pedazos, de tal forma que expresaba su hostilidad hacia su madre, de las cuales los psicoterapeutas estaban seguros que ellas eran las causantes del autismo. Existieron muy pocas drogas que fueron también utilizadas con niños autistas, pero entonces, como ahora, la idea no era tratar al autismo sino tranquilizar a los niños lo suficiente para hacer la vida mas tolerable a quienes tenían que lidiar con ellos.
Decidí leer todo lo que posiblemente podría encontrar en la materia del autismo, no solamente aprender lo que se podía hacer para ayudar a Mark, sino también tratando de entender en que fundamentos los sicoanalistas habían decidido culpar a las madre por sus niños autistas. Después de cuatro años ya había leído todo lo que había podido encontrar en materia del autismo, incluyendo traducciones de artículos en lenguaje extranjero que no podía leer por mí mismo. Aprendí que, no importa la “suprema” confianza (arrogancia) con la cual las autoridades proclamaban que las madres eran las culpables, no pude discernir ningún fundamento científico para tal creencia. El libro que escribí,Autismo Infantil: El Síndrome y sus implicaciones en la Teoría Neuronal del Comportamiento, ganó el premio Century en 1964, y como resultado, como la había planeado, destruyó la creencia en la “hipótesis psicogénica” de que el autismo era un desorden emocional causado por malos tratos de las madres. En lugar de lo anterior, exitosamente argumente, que las causas biológicas del autismo debían ser investigadas.
La publicidad resultante – ya que de la noche a la mañana me convertí en la autoridad mundial en autismo – resultó en muchas invitaciones para hablar en universidades y escuelas médicas, y en la recepción de numerosas cartas y llamadas telefónicas de otros padres, así como de numerosos investigadores científicos interesados en explorar con mis ideas presentadas en mi libro.
En 1965, después de haber sido favorablemente impresionado por los excelentes resultados logrados por Ivar Lovaas en UCLA educando a niños con técnicas de modificación de conductas ahora conocidas como Análisis Conductual Aplicado, o ABA por sus siglas en inglés (profesionistas de esa época, por supuesto, despreciaban el trabajo de Lovaas), fundé la Asociación American del Autismo (ASA, por sus siglas en inglés), para proveer un forum nacional informativo para padres acerca de nuevos e importantes descubrimientos. Dos años después, en 1967, fundé el Instituto de Investigación del Autismo (ARI) como un centro para concentrar, analizar y diseminar la investigación de las causas y tratamientos del autismo. La fundación de ASA, así como de ARI, fueron expresiones, entonces, como ahora, de falta de confianza en la comunidad médica que trataba con el autismo.
Una de las primeras cartas que recibí era de una madre en Canadá que estaba experimentando con altas dosis de ciertas vitaminas en el tratamiento de su hijo autista. Me pareció que tal idea era un tanto descabellada, pero ella reportaba buenos resultados. La madre Canadiense me envió una carta que ella había recibido de su propia madre, la abuela del niño, la cual era una enfermera en hospital psiquiátrico en Saskatoon. La carta de la abuela remarcaba que dos jóvenes médicos, Drs. Abram Hoffer y Humpry Osmond (quienes después se convirtieron en mis amigos y colegas), estaban experimentando con altas dosis de vitamina B3 en sus pacientes adultos que sufrían de esquizofrenia. La abuela describió que ella y otras enfermeras de estos médicos y miembros del staff pudieron observar sustanciosa mejoría en los pacientes que Hoffer y Osmond estaban tratando con “mega-vitamina” B3. La mejoría era claramente mejor que la obtenida por los pacientes que eran tratados por otros siquiatras, los cuales utilizaban drogas. Sin embargo, para la sorpresa y enojo de las enfermeras, los siquiatras tradicionalistas rechazaban en aceptar lo que claramente era evidente para los demás, que los tratamientos mega-vitaminosos de Hoffer y Osmond eran en realidad efectivos. Dado que estaba yo era consciente que la psiquiatría había demostrado una total falta de integridad intelectual al culpar a las madres como la causa del autismo, lo cual hecho con ningún sustento, no me sorprendió que la misma psiquiatría podría estarse engañando a si misma en referencia a la efectividad de sus propios tratamientos. Hoffer y Osmond han publicado numerosos estudios científicos, doble y triple controlados, sustentando sus propios hallazgos. No hizo diferencia alguna a la gran mayoría de los siquiatras que entonces – y todavía ahora – están apegados a los tratamientos con drogas.
Después de un período de varios años empecé a escuchar de otras madres, en California, Nueva York, Georgia y todas partes, que estaban, por iniciativa propia, tratando a sus hijos autistas con altas dosis de vitaminas, y que algunas vitaminas, especialmente la vitamina B6, parecía estar realmente ayudando. Existía demasiada consistencia en esos reportes que decidí realizar una estudio de gran escala de varias de las más prometedoras vitaminas, en la de la década de 1960 decidí empezar tal estudio, basado en los varios millares de niños autistas cuyos padres me habían contactado buscando por ayuda y consejos.
El primer problema fue encontrar vitaminas con sabores, ya que algunas vitaminas de interés, especialmente la B6 y B3, eran muy amargas. Escribí a todos los 24 fabricantes de vitaminas registrados en elThomas Registerpreguntando si estarían dispuestos en fabricar vitaminas para un estudio que estábamos planeando en niños autistas. Veintidós de las 24 compañías no contestaron la solicitud. Una de las dos que contestaron simplemente dijo, “No estamos interesados”. La otra compañía, Kirkman Labs de Portland, Oregon, dijo, “Claro que sí, estaremos felices de ayudar. Solo díganos que necesita.” Un muy apreciada e importante respuesta! Recuerden que en aquellos días, los finales de los 60s, el autismo eran extremadamente raro – probablemente uno o dos niños por cada 10,000, y quizás nadie había escuchado el término “autismo.”
Los laboratorios Kirkman trabajaron diligentemente con nosotros por varios meses, enviándonos muestras de pastillas con saborisantes para encubrir el sabor de la B3 y B6, de tal forma que pudieran ser apetecibles a los niños autistas. Kirkman realizó esto cubriendo los gastos, lo cual ha sido bastante apreciado. Sin ellos hubiéramos fracasado. Como padre e investigador, estaré siempre agradecido con Kirkman Labs, quienes continúan fabricando vitaminas y otros producto específicamente hechos para niños autistas.
Los resultados de mi primer estudio fueron bastante positivos, especialmente para la vitamina B6. Al momento de escribir esto, es de mi conocimiento 22 estudios acerca de la vitamina B6 utilizada en niños autistas, realizados por investigadores en siete países, y todos los estudios, exceptuando uno, han arrojado resultados favorables. (El único estudio que no reportó beneficios consideró solamente nueve niños). La adición de magnesio a la B6 ha arrojado consistentemente que ayuda a obtener inclusive mejores resultados. Sin embargo, una gran mayoría de artículos y libros de texto representando las posturas de la comunidad médica todavía continúan diciendo que la terapia del autismo con vitaminas no ha sido comprobada como beneficiosa, o que no es peligrosa. Ambas contenciones son falsas – de la misma forma como lo es falsa su postura acerca de que el autismo era causado por la madre.
A medida de que los años pasaron, continué encontrando, repetidamente, que los padres, especialmente las madres, eran remarcadamente más eficaces en identificar los tratamientos que eran de beneficio para sus hijos autistas. También eran muy observadoras para detectar factores que causasen que sus hijos empeoraran. En 1967 empezamos sistemáticamente a recolectar tal información de los padres de niños autistas y a incluir en nuestro cuestionario puntos acerca de los efectos de las vacunas en los niños. Muchos padres reportaron que sus hijos empeoraron marcadamente después de la vacuna DPT (Difteria/Pertussis/Tétanos). En años recientes, a medida que la cantidad de vacunas administradas a los infantes ha aumentado de tres a 22, el número de padres que reportan deterioro en sus hijos relacionado a las vacunas, se ha incrementado por los cielos.
También empezamos a recolectar información acerca de los efectos que tienen la leche y el trigo en el comportamiento de los niños, ya que muchos padres nos decían que sus hijos mejoraban bastante bajo un régimen dietario libre de caseína y/o libre de gluten.
Por muchos años, la investigación del autismo se ha confinado principalmente a esfuerzos descriptivos (Cuáles son los síntomas? Qué áreas del cerebro o funciones están afectadas?) o a de experimentar con drogas psiquiátricas, desarrolladas para otros propósitos, las pudiesen traer alguna disminución de los síntomas. Aún con tan limitadas metas, los progresos obtenidas no eran bastante alentadores.
Las drogas, particularmente, a pesar de sus dañinos efectos secundarios, han absorbido muchos fondos de investigación, tiempo y atención. El Autismo nunca ha sido causado por una deficiencia de Ritalin o Risperdal. Recientemente escuché el mismo interesante comentario de dos siquiatras, ambas madres de hijos autistas. Una de las siquiatras era de Maryland, la otra de California: “Una cosa es buscar en laReferencia Médicapor una droga para el hijo de otra madre. Pero cuando se trata de tu propio hijo, puedes leer las mismas letras con ojos diferentes.”
Desde su establecimiento en 1967, el Instituto de Investigación del Autismo ha tenido, como su mayor prioridad, monitorear los tratamientos del autismo más promisorios. El estudio intensivo de la literatura científica, y el análisis de los casos reportados proveniente de literalmente miles de padres de hijos autistas, nos convencieron que existe mucho que se puede hacerahorapara ayudar a los niños. El progreso en la aceptación de la utilidad de las intervenciones médicas es dolorosamente lento – no es muy común que un tratamiento seguro y eficaz pueda estar disponible décadas antes de que esté plenamente implementado El descubrimiento de la vitamina B3 de Hoffer y Osmond al inicio de los 50s, el cual trajo mayores resultados a los adultos con esquizofrenia aguda, es todavía desconocido por la gran mayoría de los siquiatras tradicionales. Otro ejemplo más reciente, es el empleo de pequeñas cantidades de ácido fólico. Se estima que más de 25,000 casos de retardo mental se pudieron haber prevenido en los Estados Unidos si el empleo de suplementos de ácido fólico se hubiese recomendado cuando se descubrió en la década de los 60s, en lugar de que 30 años después, en la década de los 90s. Existen una multitud de ejemplos similares.
Era muy evidente que había un numero de tratamientos, mayormente descubiertos por las madres de niños autistas, que fueron mucho más efectivos que las drogas utilizadas por los siquiatras tradicionales, y ciertamente, más seguros.
En 1994, después de una serie de discusiones con mis estimados colegas Sidney Baker, M.D., y Jon Pangborn, Ph.D., decidimos convocar siquiatras y científicos excepcionalmente competentes y de mente abierta que estuvieran interesados en las ideas que nosotros compartíamos, y que pudieran ayudarnos a darles validez. El propósito sería identificar tratamientos – tratamientos seguros – de los cuales existiera evidente credibilidad de su eficacia. Una ve que se identificaron estos eficaces tratamientos, se haría el intento de encontrar por qué funcionaban, de tal forma que su eficacia se aumentara.
El Instituto de Investigación del Autismo realizó la primer Conferencia de Vencer al Autismo Ahora (DAN!) en Dallas en Enero de 1995. Los asistentes fueron aproximadamente 30 médicos y científicos, de los Estados Unidos y Europa, con especial experiencia en el tratamiento e investigación del autismo. Siquiatras, neurólogos, inmunólogos, alergólogos, bioquímicos, genetistas y gastroenterólogos fueron algunas de las disciplinas representadas. Un número de asistentes fueron, como Jon Pangborn y yo, padres de hijos autistas.
La conferencia fue un gran éxito: existió un reunión cordial de mentes y un rápido consenso entre los participantes, los cuales nunca se habían conocido antes, acerca de los enfoques mas útiles de tratamiento.
Los participantes acordaron que una de las mayores prioridades del programa DAN! debe ser la publicación de un documento que represente las mejores ideas y prácticas de los asistentes, de tal forma que pudieran compartir su experiencia con médicos de cualquier lugar los cuales estuviesen interesados en compartir sus avances en el diagnóstico y tratamiento del autismo, lo más rápido posible. El documento, Evaluación de Opciones Biomédicas para Niños con Autismo y Problemas Relacionados(usualmente referido como el Manual Clínico DAN! o el Protocolo DAN!), fuese publicado por primera vez en Febrero de 1996. Se actualizó en Enero de 1997, Abril de 1999, Septiembre del 2001 y Octubre del 2002. Representa la declaración de consenso de la mejores alternativas de enfoque médico para el tratamiento del autismo. (La versión de 1996 constaba de 41 páginas; la versión del 2002, consta de 244 páginas!).
Las siguientes conferencias DAN! se sostuvieron anualmente durante cinco años, cambiando a dos por año en el 2001, para avanzar más rápido en el tratamiento del autismo. Las conferencias han producido una base de sicólogos los cuales desean emplear enfoques racionales y científicos para el diagnóstico y tratamiento del autismo, y los cuales relegan drogas siquiátricas como su última opción, no la primera.
LaEvaluación de Opciones Biomédicas para Niños con Autismo y Problemas Relacionadorepresenta los mejores pensamientos de algunos de las mejores mentes en el campo del autismo. La planeación de las conferencias DAN! y el arduo trabajo de poner juntas las ideas expresadas durante las conferencias fueron tomados por dos excepcionalmente talentosos colegas míos:
- Sidney M. Baker, M.D., un graduado de y actual integrante de la facultad de la Escuela de Medicina de Yale y ex-director del Instituto de Desarrollo Humano Gesell, quien tiene entrenamiento exhaustivo y experiencia en pediatría, alergología, inmunología, neurología, bioquímica, y computación.
- John Pangborn, Ph.D., un compañero del Instituto Americano de Químicos y Nutricionista Clínico Certificado, quién también es padre de un hijo autista. Ahora un consultor privado, el Dr. Pangborn fue el presidente de Doctor´s Data, un laboratorio médico de importancia, y muy probablemente ha estudiado más estudios bioquímicos de pacientes autistas que cualquier otra persona en el mundo entero.
Los Doctores Maker y Pangborn han trabajado juntos en la bioquímica del autismo desde el principio de los 80s. A pesar de que la escritura del Manual es realizado por el equipo de Baker y Pangborn, ideas nuevas así como conceptos delicadamente refinados que actualmente están incluidos en el manual y los cuales se discuten durante las conferencias DAN! por investigadores y médicos líderes en su ramo, las cuales pueden variar en duración desde un día hasta una semana. Ocho acuerdoshan sido convenidos por el Instituto de Investigación del Autismo hasta ahora.
El Manual de Opciones Médicas DAN! fue escrito por:
- Médicos que desean aplicar lo último en conocimiento y tecnología médica al procesos de diagnóstico y tratamiento de sus paciente autistas. (Visitewww.AutismReasearchInstitute.com, o escriba a ARI (4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116, o al fax 619-563-6840, para referencias cerca de usted.)
- Padres de niños autistas los cuales, después de haber recibido una copia del Manual DAN!, lo llevaron al médico del niño para saber si estaba dispuesto de dirigir el plan de trabajo intensivo sugerido. Si ese médico no estaba interesado, los padres deberían considerar buscar otro médico.
Una de las consecuencias del considerable aumento del autismo durante la pasada década ha sido un gran numero de niños autistas nacidos en familias en las cuales una o ambos padres son médicos. Un buen número de estos padres médicos, después de haber explorado tratamientos médicos convencionales para el tratamiento del niño autista, y de haberlos encontrado ineficaces, se han unido al grupo de médicos DAN!. En la Conferencia Annual de la Sociedad Americana del Autismo, en Julio del 2001 en San Diego, y también en la conferencia en Julio del 2002 en Indianápolis, el Instituto de Investigación del Autismo ha patrocinado un panel de presentaciones titulado “Médicos que han tratado satisfactoriamente a sus propios hijos autistas.” Videos de cada una de estas presentaciones de alrededor de 2 horas y media de duración, cada una de cuatro médicos-padres, se pueden adquirir en el Instituto de Investigación del Autismo por $20 USD.
Jaquelyn McCandless, M.D., una doctora certificada por el comité y neuróloga, estaba apunto de retirarse cuando su hijo número catorce, Chelsey, fue diagnosticado autista. Dr. McCandless aceptó el desafío. Después de una diligente investigación, ella adoptó el enfoque DAN!. Su historia está descrita en su excelente libro,Niños con Cerebros Hambrientos, también disponible en ARI. Usted también podrá encontrar un capítulo de ella en este libro.
Después de todo esto: Oh sí! Usted se ha de estar preguntando acerca de mi hijo Mark, al cual nos fue indicado que teníamos que internarlo y olvidarnos de él a la edad de cinco años, el cual todavía utilizaba pañales a la edad de siete años y no preguntó ni respondió ninguna pregunta hasta la edad de ocho. Mark empezó a mejorar dramáticamente cuando empezamos a modificar sus comportamientos y darle vitamina B6 con magnesio. Después, dimetiglicina (DMG) ayudó bastante. Mark, ahora con 47 años, continua con megadosis de B6 y magnesio, vive en casa con sus padres, atiende a un programa diario de adultos con discapacidad mental, toma el autobús diariamente para asistir al programa, realiza visitas diarias a galerías de arte y cafeterías en el vecindario, y se ha convertido en un remarcablemente talentoso artista, descubierto a la edad de 22 años. Mark ha sido entrevistado acerca de su obra artística en NBC, CBS, CNN, y PBS. (Le confesó al entrevistador de CBS, “Me gusta ser famoso”). El realizó las ilustraciones para el libro infantil de su hermana de Helen Landalf, La Vida Nocturna Secreta de los Gatos, y ha tenido el placer de visitar a Dustin Hoffman, mientras Hoffman se preparaba para su personaje de la películaRain Man. Estamos orgullosos de Mark. No ha sido un mal resultado, a pesar de todo!
Ahora, después de todo lo dicho:
Qué es lo que debe de hacer un padre?
La primera opción para los padres es obviamente encontrar a un buen médico calificado en DAN! cerca de donde viven y realizar los análisis de laboratorio para identificar que es lo que hay que corregir ya sea cualquier problema metabólico que los estudios revelen. Lo anterior se dice más fácil de lo que implica realizarlo. Existen tan pocos médicos DAN!, y frecuentemente su primer consulta disponible está lejana varios meses en el futuro. Algunos están tan ocupados, que no aceptan pacientes nuevos.
Si usted es uno de los padres al cual el autismo de su hijo empezó durante el segundo año de vida, y usted cree (correctamente, yo cero, en la mayoría de los casos), que las vacunas jugaron un papel casual, necesitará de un médico competente que le ayude con el proceso de desintoxicación del mercurio (y otros metales pesados). Algunos de los capítulos de este libro escritos por los padres, serán útiles para su entendimiento e implementación de un procesos de desintoxicación. Nuestro ARIReporte del Consenso de Desintoxicación del Mercurio,producto de nuestras mesas de trabajo en relación a la desintoxicación del mercurio, está disponible gratis en línea (www.AutismResearchInstitute.com) o puede ser ordenado por correo por $3.00 USD (ARI, 4182 Adams Ave., San Diego, CA 92116).
Qué debería hacer si no puedo conseguir una cita médica oportunamente? Yo haría lo que he sugerido a los padres por las últimas tres décadas: Darle al niño mega dosis de vitamina B6 y magnesio, y de dimetiglicina (DMG), por un período de al menos seis semanas, para observar si estos suplementos nutritivos bastantes seguros que no necesitan prescripción médica, puedan ayudar. También, como lo he sugerido por las últimas tres décadas, el niño debe de ponerse en una dieta libre de gluten y caseína (GFCF por sus siglas en inglés) por al menos varios meses, también como un experimento.
Deberia usted empezar todos estos tratamientos al mismo tiempo? Lo anterior es debatible. Si usted estuviera realizando un estudio científico, usted debería empezar con un tratamiento a la vez, de tal forma que no se confunda el efecto del tratamiento X con el tratamiento Y. Muchos padres seleccionan empezar un tratamiento a la vez, de tal forma que puedan entender mejor los efectos en su hijo.
Por el otro lado, usted no está iniciando un experimento científico con el fin de publicar un artículo en algún boletín científico sino que está tratando de ayudar a su hijo, y usted sabe que el tiempo no debe de desperdiciarse. Muchos padres sienten que su función primordial es ayudar a su hijo lo más posible y lo más pronto posible, de tal forma que puedan poner en la balanza los diferentes efectos de varios tratamientos hasta después. Estos padres a menudo van a probar varios tratamientos al mismo tiempo, tal como el B6/magnesio, DMG, y la dieta GFCF. Por algún motivo yo me inclino mas a la siguiente idea: “Ayuda al niño primero, preocúpate después acerca que es exactamente lo que le está ayudando a ese niño”.
Quizás usted se esté preguntando como puede estar usted se seguro que los tratamientos que sugiero van realmente a ayudar a su hijo. No hay manera de estar seguro sin tener que probarlos – cada niño es muy diferente de otro – pero estoy seguro que estos tratamientos van ayudar a un gran porcentaje de los niños en los que se utilizan y que no van a lastimar a ninguno de ellos. He aquí los por qué yo creo que estos tratamiento valen la pena de ser intentados:
- Existen diversos estudios científicos que muestran que la vitamina B6 con magnesio, así como la dieta GFCF, son efectivos. Existe menor evidencia científica en la eficacia de la DMG, pero como la B6/magnesio y la dieta GFCF, es muy segura.
- He estado obteniendo retroalimentación informal proveniente de miles de cartas de padres, llamadas telefónicas y conversaciones personales desde los finales de los 60s. Los capítulos subsecuentes en este libro, y las “Cartas al Editor”, las cuales conforman la Parte III, son una pequeña muestra de mucha comentarios motivadores que he recibido acerca de la vitamina B6 con magnesio y el DMG.
- El Instituto de Investigación del Autismo ha estado recolectando encuestas formales a padres acerca de los efectos de variadas drogas, dietas, suplementos y otros tratamientos desde 1972. El Apéndice C presenta las estadísticas que ARI ha compilado por los pasados 36 años las cuales muestran como los padres (alrededor 22,300 de ellos!) han calificado los diferentes tratamientos. Nuestras conclusiones son sólidas: B6 y magnesio, DMG, y la dieta GFCF valen bastante la pena en ser probadas. Como también valen la pena otros tratamientos libres de drogas, pero yo empezaría con los tratamientos arriba recomendados, para ser aumentadosmas tarde, después de adicionales experimentos de “prueba y error”, con algunos de los otros tratamientos nutricionales seguros que están enlistados al final de nuestra tabla en el Apéndice C. Como lo muestra la tabla de manera clara, los tratamientos de suplementos nutricionales y las dietas especiales son mucho más seguras y con mayor probabilidad de ayudar que cualquier droga.
Antes de empezar cualquiera de los tratamiento arriba mencionado, ocualquiertratamiento para el mismo fin, yo haría primero dos cosas:
- Respondería el Cuestionario de Evaluación de Tratamiento para el Autismo (ATEC por sus siglas en inglés) en relación al niño, antes de que cualquier tratamiento se inicie (por ejemplo, realice un ATEC como referencia), y periódicamente, quizás cada dos meses, o cada mes, llene un ATEC adicional para el niño. Esto le permitirá mantener un seguimiento de cualquier cambio debido a los tratamientos a través del tiempo. El ATEC es bastante simple, es un medio de una página en el cual se evalúa el efecto de varios tratamientos en su hijo. El Apéndice D incluye una copia de ATEC e información acerca de su empleo. Las respuestas de su ATEC pueden ser capturadas enwww.AutismResearchInstitue.com, y los totales de calificación y sub-calificación se proveerán inmediatamente. No existe ningún cargo por este servicio.
- Me abstendría de decirle a las personas que conviven con el niño que estuviera probando estos tratamientos, personas tales como maestros, niñeras, familiares y vecinos – especialmente a maestros y terapeutas ABA, los cuales suelen mantener registros exactos del progreso del niño. Hemos escuchado de cientos de padres a través de los años que ellos se han, dado nuestro consejo, abstenido de mencionar a los maestros el uso de la dieta GFCF, o el uso de B6 con magnesio y/o dimetiglicina, y en muchos de los casos, dentro de unos cuantos días, el maestro le pregunta a los padres: Qué está pasando? Johnny ha hecho mucho más progreso en la semana pasada de lo que había hecho en los pasados dos meses”. Al mantener sus pruebas de nuevos tratamientos de manera secreta a los maestros y otras personas en el ambiente de los niños, usted se está proveyendo de una invaluable oportunidad de beneficiarse de tales observaciones no manipuladas. De esta forma cada niño se convierte, en efecto, en un sujeto bajo un “mini estudio doble ciego.”
La dieta libre de gluten y caseínase explica en muchos libros extraordinarios madres autoras (usualmente), de niños autistas. Estos libros contienen un tesoro informativo del como, fuentes y recursos, y recetas probadas en la cocina. Dado que mis habilidades culinarias son limitas a hacer pan tostado y hervir huevos, no puedo hacer más que de corazón recomendarles algunos estos libros, los cuales están disponibles en ARI (vea tambiénwww.autismNDI.com):
- Lewis, Ph.D.,Special Diets for Special KidsI y II.
- Karyn Seroussi,Unraveling te Miystery of Autism and Pervasive Developmente Disorder: A Mother´s Story of Research and Discovery.
- Sally Ramsey,The Cheerful Chemist´s No Casein, No Gluten, Sugar Optional Cookbook.
- Bruce Semon, M.D., Ph.D. and Lori Kornblum,Feast Without Yeast; 4 Stages to Better Health.
La Vitamina B6 con magnesio, la DMG y otros suplementoshan sido el tema de muchas editoriales que he escrito para la revistaARRIdesde 1987. Las siguientes páginas, las cuales cubren tales temas como hallazgos de investigación, seguridad, dosis, etc., se extraen de la revista ARRI:
Título Fecha
La Vitamina B6 (y Magnesio) en el Tratamiento 1987, Vol. 1, No. 4
del Autismo
Vitamina B6 contra la Fenfluramina: caso de un 1991, Vol. 5, No. 1
un estudio Médicamente Manipulado
El más estricto estudio en Psiquiatría? La Vitamina 2000, Vol. 14, No. 3
B6 en el Autismo
La Vitamina B6 en el Autismo: La controversia 1996, Vol. 10, No. 3
acerca de su seguridad
Dimetiglicina (DMG), un Metabolito no 1990, Vol. 4, No. 2
Tóxico, y el Autismo
La Vitamina C en la Prevención y Tratamiento 1998, Vol. 12, No. 2
del Autismo
Cuál es la ‘Dosis’ Correcta de Vitamina B6, DMG, 1997, Vol. 11, No. 4
y otros nutrientes Utiles en el Autismo?
Controlando Comportamientos de Auto-Daño 2001, Vol. 15, No. 4
y Agresividad en el Autismo
Autismo Causado por la Cándida? 1988, Vol. 2, No. 2
Nuestros Niños: Víctimas del Autismo y el Dogma 1997, Vol. 11, No. 3
Autism Research Review International,1987, Vol. 1, No. 4, página 3
La Vitamina B6 (y Magnesio) en el Tratamiento del Autismo
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
Todos los 18 estudios conocidos por mí en el cual la vitamina B6 ha sido evaluada en el tratamiento de niños autistas ha proveído resultados positivos. Este es una evidencia bastante extraordinaria, ya que muchas drogas ha sido evaluadas en el tratamiento del autismo, las cuales han ofrecido resultados muy inconsistentes. Si una droga muestra resultados positivos en alrededor de la mitad de las evaluaciones estudiadas, se considera todo un suceso y la droga por consiguiente se emplea en pacientes autistas. Sin embargo, a pesar de los extraordinarios y consistentes resultados en la investigación de empleo de la vitamina B6 en el tratamiento del autismo, y a pesar de que insuperablemente más segura que cualquier otra droga utilizada en niños autistas, no existen actualmente muchos médicos que la utilicen o promuevan su empleo en el tratamiento del autismo.
Investigaciones en el uso de la vitamina B6 con niños autistas empezó en la década de los 60s. En 1966 dos neurólogos británicos, A.F Heeley y G.E. Roberts, reportaron que 11 de 19 niños autistas excretaron metabolitos anormales en su orina cuando se les realizó la prueba de niveles de tryptophan.
Al suministrarles a estos niños una tableta de 30 mg. de vitamina B6, se les normalizó su orina; sin embargo, no se realizó ningún estudio sobre sus conductas. Un investigador alemán, V.E. Bonisch, reportó que 12 de 16 niños autistas habían mostrado considerables mejorías en su conducta cuan se les aplicó dosis altas (100 mg. a 600 mg. por día) de vitamina B6. Tres de los pacientes de Bonisch hablaron por primera vez después de que la vitamina B6 se les administró en esta prueba clínica.
Después de que mi libroAutismo Infantilse publicó en 1964, empecé a recibir cientos de cartas de padres de niños autistas de todo los Estados Unidos, incluyendo un numero de los cuales habían probado la nueva idea de una “terapia mega-vitaminosa” en sus niños autistas. Muchos habían empezado a experimentar con varias vitaminas en sus niños autistas como el resultado de haber leído libros de escritores nutricionistas muy populares. Al principio yo era bastante escéptico en las mejorías notables que se estaban reportando por algunos de estos padres, pero como la evidencia se acumuló, mi interés empezó a crecer. Un cuestionario enviado a los 1,000 padres en ese entonces registrados en mi lista de correspondencia, reveló que 57 de ellos había experimentado con dosis altas de vitaminas. Muchos de estos habían observado resultados positivos en sus niños. Como resultado, inicié un estudio de gran escala, en alrededor de 200 niños autistas, de megadosis de vitamina B6, niacinamida, ácido pantotéico, y vitamina C, junto con el estudio de una tableta de multi-vitaminas diseñada especialmente para el estudio. Los niños vivían con sus padres a lo largo de los Estados Unidos y Canadá, los cuales eran supervisados médicamente por sus médicos familiares. (Más de 600 padres se ofrecieron de voluntariamente para el estudio, pero muchos no pudieron vencer el escepticismo de sus médicos.)
Al final de el cuarto mes del estudio era bastante evidente que la vitamina B6 era la mas importante de cuatro vitaminas bajo estudio, y que en algunos casos produjeron resultados bastante notables. Entre el 30% y el 40% de los niños mostraron cambios significativamente notables cuando la vitamina B6 se les administraba. Unos pocos niños mostraron efectos secundarios (irritabilidad, sensibilidad al sonido y camas mojadas), pero estos efectos se eliminaron cuando se les administró adicionalmente magnesio, y el magnesio confirmó beneficios adicionales.
Dos años después dos colegas y yo iniciamos un segundo estudio experimental acerca del uso de terapias mega-vitaminosas en niños autistas, en esta ocasión concentrándonos en la vitamina B6 con magnesio. Mis co-investigadores fueron los profesores Enoch Callaway del Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco y Pierre Dreyfus de l Centro Médico de la Universidad de California en Davis. El experimento doble ciego con placebos y controlado se realizó en 16 niños autistas, y de nueva cuenta produjo resultados estadísticamente significativos. Para muchos de los niños la dosis se aplicó en un rango de 300 mg. a 500 mg. por día. Varios miles de mgs. por día de magnesio y una tableta multi-vitamínica de vitamina B también se administraron, para evitar deficiencias inducidas por la B6 de los nutrientes antes mencionados. Con toda seguridad, los entumecimientos y zumbidos temporales resultantes de megadosis de B6, reportados por Schaumburg et al., fueron el resultado de deficiencias de otros nutrientes inducidas y causadas portomarsolamente cantidades altas de B6 – una cosa bastante absurda.
En ambos estudios los niños mostraron un amplio rango de beneficios obtenidos de la vitamina B6. Se obtuvo mejor contacto visual, menores conductas auto estimuladoras, mas interés en el mundo a su alrededor, menores berrinches, mayor lenguaje, y en general se convirtieron más normales, a pesar de no estar por completo curados.
La gente varía bastante en sus necesidades particulares de B6. Los niños que mostraron mejoría con la B6, mejoraron por quenecesitabanB6 adicional. El Autismo es por lo tanto en muchos casos un síndrome de dependencia de la vitamina B6.
Después de completar su participación en nuestro estudio, el profesor Callaway visitó Francia, en donde persuadió al Profesor Gilbert LeLord y sus colegas a realizar investigaciones adicionales de la B6 con magnesio en niños autistas. Los investigadores Franceses, con su escepticismo sobre algo tan inocuo como una vitamina pudiera influenciar en un desorden tan profundo como el autismo, se convirtieron en creyentes después de su primer, renuentemente iniciado, experimento en 44 niños hospitalizados. Desde entonces han publicado seis estudios evaluando el uso de la vitamina B6, con y sin magnesio agregado, en niños y adultos autistas. Sus estudios típicamente emplearon un gramo al día de vitamina B6 y medio gramo de magnesio.
LeLord y sus colegas midieron no solamente el comportamiento de los niños autistas, sino también su capacidad de excretar ácido homovanílico (HVA) y otros metabolitos en su orina. Adicionalmente, han realizado varios estudios en los cuales se analizaron los efectos de la B6 y/o el magnesio en la actividad eléctrica cerebral de sus pacientes.Todosestos estudios han producido resultados positivos.
LeLord et al. Recientemente resumió sus resultados en 91 pacientes: 14% mejoró marcadamente, 33% mejoró, 42% no mostró mejoría, y 11% empeoró. Ellos notaron que “en todos nuestros estudios, no se observaron efectos secundarios ….” Presumiblemente, ningún médico ha observado ningún efecto secundario.
Estudios recientes hechos por dos grupos de investigadores norteamericanos, Thomas Gualtieri et al., de la Universidad de Carolina del Norte, y George Ellman et al., del Hospital de California en Sonoma, han también encontrado resultados positivos en sus pacientes autistas.
A pesar que ningún paciente ha sido curado con el tratamiento de vitamina B6 y magnesio, han existido casos donde se ha logrado considerable mejoría. Uno de los casos, un paciente autista de 18 años de edad estaba a punto de ser expulsado de su tercer hospital mental en su ciudad. Inclusive dosis masivas de drogas no tenían ningún efecto en el, y se consideraba demasiado violento y peligroso para ser mantenido en el hospital. El médico intentó el tratamiento de B6/magnesio como último recurso. El muchacho se calmó bastante rápido. El siquiatra reportó en su junta de consejo que ella había visitado recientemente a la familia y encontró al joven de un trato ameno y como una persona autista joven bastante llevadero el cual cantó y tocó su guitarra para ella.
Otro ejemplo: Una frenética madre me llamó preguntando por información de lugares de atención en su ciudad, ya que su hijo de 25 años de edad estaba a punto de ser expulsado por conducta inmanejable. En ese momento yo no sabía de ningún lugar para su hijo, pero le recomendé a su madre que intentara con Super Nu-Thera, un suplemento que contiene B6, magnesio y otros nutrientes. Después de unas semanas ella me llamó otra vez para decirme entusiasmada que su hijo se estaba comportando bastante bien y que su pago por pieza había aumentado dramáticamente del pago mínimo de $1.50 USD por semana a $25 USD por semana.
En vista de todos los consistentes hallazgos que muestran la eficacia y seguridad de los nutrientes B6 y magnesio en el tratamiento de individuos autistas, y en vista de los inevitables efectos secundarios de corto y /o largo plazo del uso de drogas, ciertamente parece que los tratamientos seguros y racionales se deben de emplear primero antes que las drogas.
Autism Research Review International,1991, Vol. 5, No. 1, página 3
La Vitamina B6 contra la Fenfluramina: caso de un estudio Médicamente Manipulado
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
Invierta nos minutos, por favor, en estudiar la tabla inferior. No se apresure al hacerlo. Rezáguese. Observe los números. Piense en ellos. Qué significan?
Comparación: Publicaciones que reportan el empleo en el Autismo de la vitamina B6, Fenfluramina
B6 |
Fenfluramina |
Año del primer estudio en el autismo |
1965 |
1982 |
Número de estudios en el autismo |
16 |
31 |
Número promedio de estudios por año |
0.6 |
3.4 |
Número de estudios con resultados
definitivamente positivos* |
16 (100%) |
13 (42%) |
|
Número de estudios con efectos adversos
significativos** |
0 (0%) |
20 (65%) |
% de mejoría de los individuos |
45% |
30% |
* “Resultados definitivamente positivos” incluyen al comportamiento, habla, índices biomédicos, o mediciones electrofisiológicas.
** “Efectos adversos significativos” incluyen pérdida de peso, letargo, agresiones, aturdimientos, problemas gastrointestinales, disturbios del sueño, etc.
El primer estudio que mostró que dosis mayores a las normales de vitamina B6 eran benéficas para niños autistas se publicó hace un cuarto de siglo, en 1965. Desde ese entonces 15 estudios adicionales se han publicado… varios de los cuales basados en cientos de individuos autistas. Eso es, aproximadamente, un estudio cada dos años. Cada uno de estos 16 estudios reportaron resultados positivos – esto es, cada estudio claramente mostró que algún segmento de la población autista se beneficiaron significativamente por el hecho de haber recibido cantidades mayores a las normales de B6. En un campo donde la inconsistencia, los resultados contradictorios son una regla, ese es un registro de remarcada consistencia.
Estos resultados positivos han sido reportados por investigadores de cinco países: Inglaterra, Alemania, los Estados Unidos, Francia, más recientemente, Italia. En cada uno de los estudios a excepción de los primeros tres, el magnesio se utilizó junto con la B6, como resultado de nuestro reporte de 1973 en cual se indicaba la necesidad de utilizar el magnesio como agregado.
La tabla muestra datos paralelos para la droga fenfluramina. El primer uso de la fenfluramina en el tratamiento del autismo apareció enJournal de Medicina de Nueva Inglaterra, en 1982. El medio de comunicación nacional la alardeó como un “parte aguas”. A pesar del hecho de que el reporte inicial no era ni siquiera un estudio, sino al contrario era un experimento clínico hecho con tres niños; a pesar del hecho que no había evidencia substancial de que la fefluramina había logrado su mayor efecto – disminuir la serotonina – mediante el envenenamiento de celulares cerebrales, y a pesar del hecho que la Referencia Médica (PDR) enlista la muerte como uno de sus conocidos “efectos secundarios”, investigadores y médicos se apuraron en probar la fenfluramina en pacientes autistas.
Fuimos capaces de encontrar 31 reportes publicados que describen el uso de la fenfluramina en personas autistas publicados entre 1982 y 1990. Esos es cerca de 6 veces la tasa de publicación para los artículos de la B6 en el tratamiento del autismo. A pesar de la consistencia positiva de la serie de estudios de la B6, menos de la mitad de los estudios de la fenfluramina produjeron resultados notables para cualquier segmento de la población autista, y solo dos terceras partes reportaron efectos adversos significativos en la población estudiada. En contraste, no se han reportado efectos adversos significativos en cualquiera de los 16 estudios de la B6. (La diferencia en toxicidad no es de sorprenderse, ya que cada célula de cada persona viviente necesita la B6 con magnesio para mantenerse viva. Ninguna célula de cualquier persona necesita fenfluramina. Los nutrientes se administran para facilitar o permitir el metabolismo – las droga, para interferir con el metabolismo.)
Aproximadamente el 30% de los pacientes en los cuales se ha probado la fenfluramina han reportado alguna mejoría, en comparación del cercano 45% de los que se les ha suministrado B6 (con magnesio).
Mi propósito aquí no es realmente desenmascarar a la fenfluramina para criticarla — la mayoría de las otras drogas comúnmente utilizadas para tratar a niños y adultos autistas no son mejores, ni peores, en términos de eficacia y seguridad. La fenfluramina sirve simplemente para ilustrar la fuerte indiferencia entre las personas médicamente entrenadas las cuales están en contra del empleo de los nutrientes y a favor del uso de las drogas.
En cualquier terreno racional: la evidencia científica, eficacia, seguridad (tanto de corto como de largo plazo), y la economía (cerca de $20 USD por mes en contra de, frecuentemente cientos de miles de dólares al mes), de la B6 y el magnesio son obviamente la primer opción. Si la B6 y el magnesio, no ayudan después probarla de seis a ocho semanas (y no lo harán, en alrededor del 55% de las ocasiones), y el comportamiento de la persona autista es intolerable, entonces se deberán de considerar las drogas. Pero desafortunadamente, la mayoría de las familias me hablan para decirme que sus médicos se oponen tajantemente al uso de una vitamina, y recomiendan urgidamente el empleo de drogas a cambio.
Esta preferencia pro-drogas daña a nuestros hijos. Por qué están en contra de la B6 y el magnesio? Muchas razones. Entre ellas: la economía, dogmas, política, falta de información – la lista es larga, y tal discusión no sería recomendable.
Autism Research Review International,2000, Vol. 14, No. 3, página 3
El más estricto estudio en Psiquiatría? La Vitamina B6 en el Autismo
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
“Sus colegas siquiatras son una bola de obstinados irracionales!” dije. “Ellos no están realmente interesados en ayudar a niños autistas – todo lo que quieren es desprestigiar el valor de las vitaminas y seguir utilizando sus estúpidas drogas tóxicas!”
“No, usted está equivocado! Los siquiatras están ignorando su estudio por que fue realizado por su insignificante instituto, del cual no habían escuchado nunca. Además, utilizó el innovador diseño de computer-clustering, en lugar del tradicional diseño doble ciego, el cual les gusta tanto a los siquiatras. Si su estudio hubiera sido realizado por una escuela médica de renombre, como esta, y hubiera utilizado la metodología convencional, en lugar de la nueva que usted creó, ellos hubieran realmente prestado atención a su trabajo.”
“Realmente no creo en eso, Noch,” le dije a mi amigo Enoch (Noch) Callaway, M.D., quien era en ese entonces (en los 70s) Profesor de Psiquiatría y Director de Investigación Siquiátrica en el Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco.
“Diseñemos y hagamos un estudio bastante bien diseñado, el mejor estudio posible, y hagámoslo desde aquí, y tu verás – si los resultados son positivos, que ellos lo aceptarán.”
“No creo en eso,” le contesté.
“Intentémoslo,” insistió Noch. “Estoy seguro que podemos obtener su aceptación al hacerlo. Estoy muy familiarizado con los procedimientos de aceptación en NIMH, y estaré mas que gustos de escribir la solicitud de aceptación. Será el mejor controlado, más estricto estudio que jamás se haya realizado en el campo de la psiquiatría.”
Todavía estaba escéptico, pero accedí, y nos pusimos a trabajar en la propuesta de aceptación. Noch enlistó la asistencia del Profesor Pierre Dreyfus, el Chairman de el Departamento de Neurología del Centro Médico de la Universidad de California en Davis, cerca de Sacramento.
Hace poco complete un estudio de cerca de 200 niños autistas, los cuales se les administraron altas dosis de vitaminas, incluyendo la B6, la cual se convirtió en la más efectiva de varias vitaminas en mi estudio. Cerca de la mitad de los niños se identificaron que respondieron bien a la vitamina B6, y seleccioné a 16 de ellos para un nuevo estudio. Los diez y seis niños de dividieron en dos grupos, los cuales tenían la misma edad, sexo, peso, y grado de severidad.
Cada uno de los 16 niños tenía que ser puesto bajo un procedimiento de cinco fases: Fase Uno – No ingesta de B6 o placebo; Fase Dos – período de prueba A (B6 o placebo); Fase Tres – No ingesta de B6 o placebo2; Fase Cuatro – período de prueba B (B6 o placebo); y Fase Cinco – No ingesta de B6 o placebo 3.
Para evaluar los cambios, si existiese alguno, en el comportamiento de los niños, una “Lista de Chequeo de Síntomas Específicos de Comportamiento” se tenía que preparar individualmente para cada niño después de varias visitas, llamadas telefónicas, y correspondencia con los padre y maestros de los niños.
Para proteger el estudio de la posibilidad del error humano, muestras de orina se tenían que recolectar al final de las Fases Dos y Cuatro, y los sobrantes de las botellas de la B6 y el placebo de las Fases Dos y Cuatro se tenían que guardar para realizarles análisis de laboratorio.
Todos los tres miembros del equipo de investigación, Callaway, Dreyfus y yo, éramos investigadores experimentados con varias publicaciones. A pesar de eso, le solicitamos a la Sección Investigadora del Instituto Nacional de Salud Mental que revisaran el diseño de nuestra investigación he hicieran cualquier sugerencia que pudiese mejorar el estudio. Los investigadores especialistas del Instituto hicieron algunas sugerencias menores, todas de las cuales aceptamos. Lo que pretendíamos es que fuera el más estricto,doble ciego, placebo-crossover estudio que jamás se hubiese realizado en el campo de la psiquiatría.
El estudio se realizó siguiendo la forma de un triángulo gigante, conmigo y el Instituto en San Diego siendo el punto de origen del triángulo, y Callaway y Dreyfus, cada uno a 500 millas al norte, siendo los otros vértices.
Después de agrupar a los 16 sujetos en dos grupos iguales de 8, envié las dos listas de nombres y direcciones a Dreyfus, en Sacramento, quien decidió en cada si el niño iba a recibir la vitamina B6 ya sea en la Fase Dos o Fase Cuatro. Ni yo ni Callaway sabíamos que niño estaba le estaba siendo administrada primero la B6.
La Lista de Chequeo de Síntomas fue contestada por los padres, maestros, y médicos locales, y enviadas al Instituto en San Diego. Cuando todos los datos se habían recolectado, Callaway vino a San Diego y el y yo revisamos los archivos completos de cada niño para determinar, si podíamos, determinar cuando la B6 se les había administrado. Después de lo anterior, hablamos con Dreyfus con la predicción de cada niño excepto el #16, para el cual no pudimos encontrar diferencia entre el placebo y la B6. Dreyfus comparó nuestros reportes con su lista, he informó que habíamos correctamente identificado los períodos de B6 en 11 de los 15 niños. En el caso del niño diez y seis, el código que la botella B contenía B6. Sin embargo, después de analizar el contenido de las cápsulas restantes en las botellas A y B del niño 16, se descubrió queambasbotellas contenían B6. Además, las muestras de orina mostraron niveles altos de B6 en la orina de ambas fases. El origen de este error se desconoce, pero los datos del niño 16 no fueron considerados en los análisis subsecuentes. Los resultados de laboratorio no mostraron discrepancias en la orina o en las tabletas restantes de todos los niños a excepción de uno.
Una discrepancia apareció en el caso del niño #14. Este fue uno de cuatro niños los cuales supuestamente fueron mal clasificados en estar tomando placebos cuando de acuerdo al código debería de estar tomando B6. Sin embargo, las pruebas de orina indicaron niveles mayores de B6 en la orina cuan supuestamente el debería de estar tomando el placebo. Los datos de este niño fueron descartados del análisis, ya que iban encontrade la hipótesis.
Comparaciones estadísticas de las clasificaciones de comportamiento de los 15 niños fueron entonces comparadas cuando se les administró la B6 y el placebo y mostraron estadísticamente diferencias significativas: P < .5, de tal forma se confirmó la validez de la B6 y respaldaron los resultados de nuestros previos estudios de investigación.
Callaway estaba sorprendido de los resultados de nuestro estudio. El sintió que de alguna manera que mi experimento previo, en el que involucraba alrededor de 200 niños, en el cual había utilizado el nuevo procedimiento computer-clustering en lugar del método tradicional, había sido intencional. El estaba lo suficientemente impresionado con los resultado y el verano siguiente, cuando se tomo un año sabático en la Escuela Médica de la Universidad Tours en Francia, llevó consigo una dotación de vitamina B6 y magnesio y convenció a sus colegas en Francia a iniciar estudios de la B6 y magnesio en sus poblaciones de niños autistas hospitalizados. El grupo de investigadores Franceses fue extremadamente escéptico. Ellos argumentaron que la B6 era demasiado “débil” que no podrías matar a nadie con ella si quisieras hacerlo – de tal modo que cómo podría ser mejor que las poderosas drogas capaces de ser fatales? Callaway persistió, y los investigadores de Tours, bajo la dirección del Dr. Gilbert LeLord, iniciaron un estudio en 42 niños hospitalizados, incluyendo algunos que eran autistas. Los resultados fueron tan favorables que aún los escépticos cambiaron de parecer. Ellos empezaron una serie de 12 estudios, realizados durante 10 años, solamente con la B6, B6 con magnesio, utilizando criterios conductuales, criterios electro-físicos, criterios bioquímicos, y criterios condicionistas. Todos estos estudios, incluyendo 11 doble ciego, estudios placebo-cruzados, proveyeron resultados positivos.
Varios estudios subsecuentes, por investigadores de Venezuela e Italia, también terminaron con resultados positivos. El dos veces ganador del premio Nobel Linus Pauling citó, “Mi opinión, basada en los resultados de los estudios de Rimland y otros, es que … los tratamientos con vitaminas y minerales deberían de ser probados en cada niño autista….”
A pesar de los positivos resultados de quizás (probablemente) el más estrictoestudio de la sicología, y una irrompible series de 17 estudios adicionales de la B6 con magnesio hecho en el autismo en un período que abarca tres décadas, todos de los cuales arrojaron resultados positivos, los escépticos continuamente insisten que no existe evidencia de que la B6 y el magnesio son efectivos en el autismo.
Las mentes cerradas nunca cambian.
Autism Research Review International, 1996, Vol. 10, No. 3, página 3
La Vitamina B6 en el Autismo:
La controversia acerca de su seguridad
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
No existe tratamiento biológico para el autismo que no esté mas respaldado en la literatura científica que el empleo de dosis altas de la vitamina B6 (de preferencia administrados junto con suplementos de magnesio de dosis normales). Diez y ocho estudios han sido publicados desde 1965, mostrando concluyentemente que altas dosis de B6 proveen muchos beneficios en alrededor de la mitad de los niños y adultos autistas en los cuales se han utilizado. A pesar de que la B6 con magnesio no es una cura, ha hecho frecuentemente, una gran valiosa diferencia.
Incluido entre los estudios 18 estudios están 11 doble ciegos, placebo-crossover, ocho experimentos en los cuales substancias anormales que aparecieron en la orina de niños autistas han sido normalizados por la B6, otros estudios en los cuales las ondas cerebrales se han normalizado, y un amplio rango de otras mejorías: 18 estudios consecutivos mostrando que las megadosis de B6 son efectivas y ningún estudio ha mostrado que las megadosis de B6 son inefectivas. Ninguna droga se acerca por mucho.
Ninguno de los estudios de la B6 en el autismo ha reportado algún efecto adverso, tampoco se esperaría que apareciese algún efecto adverso significativo. Yo dirigí un análisis intensivo en la literatura de la B6 acerca de su nivel de seguridad antes iniciar mi primer estudio al final de los 60s. Una publicación en 1966 hecha por la Academia Americana de Pediatría confirmó mis conclusiones: “Hasta hoy no existe ningún reporte de efectos nocivos asociados con la ingesta oral diaria de grandes dosis de vitamina B6 (0.2 a 1.0 gramos por día).”
Miles de personas, incluyendo miles de niños y adultos autistas, ingirieron grandes dosis de durante los 60s, 70s, y principios de los 80s sin reportar algún efecto adverso. Sin embargo, en 1983, una publicación de Schaumburg et al. reportó significantes, pero no permanentes ni efectos que pudieran poner en riesgo la vida de siete pacientes los cuales habían ingerido de 2,000 mg. a 6,000 mg. de B6 por día. Los efectos secundarios, neuropatía periférica, entumecimientos y zumbidos en las manos y pies – la sensación que uno tiene cuando una mano o pie se “duerme.” El entumecimiento de los pies en algunos de los casos interfirió con la capacidad de caminar. Estos paciente no estaban tomando magnesio, las otras vitaminas B, ni ninguno de los otros nutrientes que deben de ser tomados si se toman grandes cantidades de vitamina B6. Es menos probable que las reacciones adversas eran provocadas no por la “toxicidad” de la B6 sino por deficiencias de magnesio y otras vitaminas B provocadas por la ingesta de altas cantidades de B6.
Se debe notar que el estudio de Schaumburg cubrió solamente siete pacientes y tuvo siete autores de varios centros médicos a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Pareciese que la investigación nacional se había hecho para localizar estos paciente, una vez que se había identificado al primer caso.
En los años que sobrevinieron, algunos otros pacientes han sido reportados en la literatura que han mostrado síntomas similares de neuropatía periférica.
En mi propia experiencia, la cual cubre casi 30 años, y muchos miles de niños y adultos autistas, tengo, en lo mejor de mi experiencia, encontrado solamente cuatro casos de neuropatía periférica. En estos casos el entumecimiento de las manos y los pies fue descubierto por los padres, los cuales reportaron que el niño: a) sacudiría las manos fuertemente para tratar de reiniciar la circulación, b) tendría dificultad para levantar objetos, tales como trozos de comida, o c) tendría dificultad para caminar, por el entumecimiento de la planta del pie. Cuando la B6 se descontinuó, o la dosis se redujo notablemente, estos síntomas desaparecieron bastante rápido y por completo.
Parece que algunos individuos son excesivamente sensibles a dosis mayores a las normales de B6. Estos casos son muy escasos y separados ente sí, y después de descontinuar la B6 parece resolver en todos los casos el problema.
Si usted compara estos resultados con los resultados reportados diariamente en el empleo de las drogas en el autismo, se torna inmediatamente claro que la B6 es incomparablemente más segura. Nunca ha existido una muerte o una lesión seria asociada con la ingesta inclusive de dosis elevadas de B6. Muertes y discapacidades permanentes por la prescripción de drogas es algo muy común.
Mi propio hijo, ahora de 40 años, ha estado tomando alrededor de 1 gramo de B6 por día (junto con 400 mg. de magnesio, y otros nutrientes) por alrededor de 30 años. Si existe una persona más sana en Norte América, yo estaría sorprendido. El único problema médico de Mark hasta el momentos ocurrió en sus tempranos 20s, cuando un dentista encontró una pequeña cavidad en su dentadura.
A pesar de la extraordinaria seguridad de la B6, se me ha dicho, a través de los años, por miles de padre, que sus médicos los han alertados en contra de la administración de altas dosis de B6, por los supuestos riesgos involucrados. Es desafortunadamente típico que la mayoría de los médicos tradicionales (los cuales hacen obtienen su dinero al recetar drogas), que denigren y exageren los peligros de tomar suplementos nutricionales.
Un caso a mencionar: recientemente los medios noticiosos nacionales dieron cobertura exagerada a un reporte de la Universidad de Michigan en el cual se alertaba al público acerca de los peligros de tomar vitamina B6. A este reporte se le dio cobertura televisiva nacional, y recibimos un número de alarmantes cuestionamientos en nuestra oficina por parte de padres que estaban atemorizados por la alerta, “la B6 es tóxica!”.
Cuando leí el estudio, estaba verdaderamente consternado. Los autores de la Escuela Médica de la Universidad de Michigan, estaban supuestamente investigando el valor de la vitamina B6 en el tratamiento del síndrome del túnel cárpico (un doloroso malestar de las muñecas, el cual se ha convertido muy común en años recientes, y es usualmente considerada una lesión recurrente). El tratamiento convencional es la cirugía, la cual es frecuentemente inefectiva, así como des-figurativa, cara, y dolorosa. Ha habido un numero de reportes bien documentados que indican que altas dosis de vitamina B6 trata exitosamente el síndrome del túnel cárpico, en la mayoría de los casos, después de un período de tratamiento de más de seis semanas en quienes estaban programados para ser operados, no necesitaron tan drástico procedimiento.
Los investigadores de Michigan no habían dado ni siquiera un 1 miligramo de B6 a ninguno de sus sujetos (no pacientes)! Su alerta estaba basada primordialmente en el reporte Schaumburg de 1983. Además, no habían ni siquiera a ningún sujeto que actualmente sufriera del síndrome del túnel cárpico! Ellos hicieron estudios de sangre y nervios en personas quienes eran “potencialmente” con riesgo de sufrir el síndrome del túnel cárpico, pero no tenían realmente el síndrome. La conjetura en contra de la vitamina B6 era bastante evidente en el reporte cuando se leía, en su resumen de la investigación, que “varios” estudios han reportado que la B6 es efectiva en el tratamiento del síndrome del túnel cárpico, mientras que “numerosos” reportes han fracaso en confirmar el hallazgo. Si usted observa las referencias presentadas en el estudio, usted verá que hay 12 reportes favorables, y solo siete reportes negativos. De tal forma, que para ellos, “varios” equivale a 12 y “numerosos” equivale a siete!
El estudio de la Universidad de Michigan, el cual es altamente publicitado y con conclusiones totalmente irrelevantes, es ciertamente uno de los peores y mayor amedrantadoresestudios que jamás he leído. Alan Gaby, M.D., autor de “La Guía Médica de la Vitamina B6”, se refirió a el como “irritante” muestra de manipulación, y yo ciertamente estoy de acuerdo con esa aseveración.
Nada es perfectamente seguro, pero la B6 es excepcionalmente segura, particularmente cuando se le compara con la alternativa, drogas, las cuales son infinitamente más propensas a causar enfermedades, lesiones, he inclusive la muerte. Una persona autista mejorará bajo un dosis alta de B6solamentesi esa personarequiereB6 adicional. Los beneficios de la B6 comúnmente empiezan después de unos días. Si no se observan beneficios durante tres a cuatro semanas (en alrededor del 50% de los casos), o si algún signo de neuropatía periférica aparece (muy raro), detenga la administración de B6.
Un reporte de 1995 hecho por Ellis y McCully reportó que pacientes ancianos los cuales habían ingerido de 100 a 300 mg. por día de B6 durante algunos años, experimentaron solamente el 27% de riesgos de enfermedades cardíacas, y entre los cuales que murieron de un ataque al corazón, el promedio de edad al morir era de 84.5 años – ocho años adicionales de vida en comparación a la de un grupo controlado de pacientes del área local. En un estudio de 1993 de recién nacidos epilépticos, Pites encontró que 300 mg de B6 por kilo por día – 18 veces la dosis utilizada en el autismo – era más efectiva que las drogas. Y la B6, en cantidades tan altas como de 50 gramos por día, es utilizada como un antídoto para las víctimas de algunos venenos. Es la vitamina B6 tóxica? Difícilmente!
Para una lista de referencias e información en el uso de la vitamina B6 en el autismo, escriba a ARI (4182 Adams Ave, San Diego, CA 92116).
Autism Research Review International, 1990, Vol. 4, No. 2, página 3
Dimetiglicina (DMG), un Metabolito No Tóxico, y el Autismo
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
La DMG es una rara sustancia de sabor dulce que fue descrita en un artículo reciente en elJournal de Medicina Clínica y de Laboratorio(1990, 481-86) como un “simple compuesto natural con ningún efecto indeseable conocido.” El artículo no se trataba en relación al uso de la DMG en el autismo, a cambio describía un experimento en el cual la DMG se utilizó para probar aumentar la función del sistema inmune en conejos. Y funcionó – los sistemas inmunes de los animales a los que se le suministró mostraron de 300% a 1000% de mejoría en responder a infecciones controladas.
La DMG está ya disponible en muchas tiendas naturistas. Está legalmente clasificada como un alimento. No requiere de receta médica. Es fabricada por diferentes compañías, y se vende en varias presentaciones, la mas conocida de ellas es en tabletas envueltas en aluminio aproximadamente de un tercio del tamaño de una aspirina.
El sabor es placentero y los niños mastican las tabletas rápidamente. A un costo aproximado de .25 USD por tableta, su costo es mínimo, ya que solamente de una a ocho tabletas al día usualmente son ingeridas (ocho para los adultos).
“Hasta el momento suena muy bien”, se ha de estar usted diciendo, “pero que tiene que ver esto con el autismo?”
En 1965, dos investigadores rusos, M.G. Blumena y T.L. Belyakova, publicaron un reporte mostrando las considerables mejorías en el habla de 12 de 15 individuos de un grupo de niños discapacitados los cuales no habían sido capaces de utilizar el habla para comunicarse. Los niños habían sido tratados con sido tratados con una sustancia variadamente conocida como calcium pangamate, ó ácido pangámico, o “vitamina B15”. Además del vocabulario, los niños empezaron a utilizar oraciones simples, su estado general mental mejoró, y tenían mayor concentración e interés en los juguetes y juegos. Investigaciones subsecuentes han mostrado el factor esencial del ácido pangámico en convertirse en la DMG.
Rápidamente después que el siquiatra Allan Cott visitó Moscú y trajo consigo una dotación pequeña de ácido pangámico, el cual probó en un numero de niños de entre sus pacientes, algunos de los cuales eran autistas. Muchos de los pacientes de Cott respondieron de la misma manera que lo hicieron los niños Rusos. Una madres escribió, “Es la cosa más excitante que jamás haya experimentado. El estaba repitiendo preguntas y ahora contesta preguntas ….”
Hasta este tiempo el ácido pangámico, o B15, ha entrado a los Estados Unidos. El caos sobrevino. Cada fabricante tituló su producto como “la fórmula original Rusa.” Existieron al menos cuatro distintas fórmulas en el mercado, se cree, parcialmente, como el resultado de un engaño deliberado y de ofuscación por parte de los Rusos. La DMG, en pequeñas cantidades, era un componente de algunas fórmulas. La FDA se involucró y se sobrevinieron largas batallas legales. Uno de los resultados fue que el término B15 se prohibió. (A pesar que la DMG se asemeja a las vitaminas B en muchas maneras – se encuentra en los mismos alimentos, por ejemplo – no se conocen síntomas claros característicos de deficiencias de la DMG.)
El resultado significativo de las batallas legales es que la venta de la DMG está ahora permitido, siempre y cuando no se haga referencia a ella como una vitamina, y mientras sea vendida como un alimento y no como una droga.
Yo he seguido la situación del ácido pangámico por casi 25 años. He mencionado en algunas de mis lecturas, y hablado a los padres y profesionales acerca de ella en conversaciones y correspondencia. Siempre preguntaría, “si usted la prueba, por favor déjeme saber los resultados que observe, aun sinose obtiene alguna mejoría.”
Ahora estoy firmemente convencido que la DMG es benéfica a una proporción substancial de niños y adultos autistas que he decidido de hacerlo “público” en la ARRI – y hablarle a la gente acerca de ella de una manera libre y abierta, de tal forma que ellos la puedan probar si lo desean.
Algunos que escuchan esto se podrían horrorizar: “Donde están los estudios científicos controlados doble ciego-placebos que muestren que es efectiva para el tratamiento del autismo? Mi respuesta es simple. “No existen tales estudios, y ninguno de ellos es necesario”. Existen, por supuesto, numerosos estudios dobles ciegos no hecho en el autismo de la DMG en la literatura médica y científica, utilizada no sólo en humanos, sino también en todo tipo de animales de laboratorio, frecuentemente a los cuales se les administraron altas dosis de la DMG. Como se hizo notar anteriormente, ningún efecto secundario adverso ha sido encontrado aún en ingestas masivas de la DMG. (Digo “ingestas” en lugar de “dosificación” por que “dosificación” implica que es una droga, lo cual no lo es.)
Dado que ninguna compañía tiene los derechos de la DMG, la competencia mantiene el precio – y las ganancias – en niveles bajos. De tal forma que no existe oportunidad alguna de que alguien patrocine un estudio doble ciego de $ 200,000 USD de la DMG en niños autistas. Un padre puede comprar 30 tabletas por aproximadamente $8 USD. Esa es una dotación suficiente, aún para un adulto al cual se le den cinco o más tabletas al dpia, para determinar, en muchos de los casos, si podría ayudar. Si se siente que puede ser útil, bien. Si no, solamente gastó $8 USD (excepto por la ayuda otorgada al sistema inmunológico).
Para ayudar a los padres en recibir datos no manipulados, usualmente les digo que se repriman de decirle a los maestros, abuelos y otras persona que conviven con el niño que la DMG está siendo probada. Tengo numerosas cartas en mis archivos diciendo, “la terapeuta de lenguaje de Johnny dice que ha hecho más progreso en las ultimas dos semana que en los últimos seis meses. Como usted lo sugirió, no le hemos dicho a nadie que estamos probando la DMG.”
Estoy 100% de acuerdo en que se realicen estudios doble ciego en drogas consideradas potencialmente dañina, como la fenfluramina, Haldol, o similares. Sin embargo, no hace sentido insistir en tales refinamientos antes de probar sustancias seguras como la DMG, el pay de manzanas, o la sopa de pollo.
Si la DMG va a funcionar, sus efectos usualmente se observarán dentro de una semana mas o menos, a pesar de que se debe de probar por algunas semanas o un mes antes de descartarla. En algunos casos, resultados dramáticos han sido observados dentro de las primeras 24 horas: Una madre de Los Angeles estaba manejando en la autopista, su hija Kathy de tres años sentada atrás, y su niño autista mudo Sammy de cinco años sentado en el frente. La DMG se había empezado a suministrar el día anterior. Kathy empezó a llorar. Sammy se volteó y dijo sus primeras palabras: “No llores Kathy”. La madre se conmocionó, y casó chocó el carro.
Un caso similar: Una madre Texana aseguró a su hija autista de seis años en el asiento frontal, entonces, antes de partir, se volteó para decirle a su esposo, “Dejaré a Mary primero en la casa de la niñera. Mary, estando tomando la DMG por dos días, conmocionó a sus padres con sus primeras palabras: “No! No niñera!”
A pesar que el habla es el cambio positivo más notable en aquellos niños ayudados por la DMG, la mejora de sus conductas también es usualmente reportado. Un padre le dio a su hijo una tableta diaria de DMG sin mencionarlo a la escuela. Después solicitó una copia del reporte diario de la escuela de transgresiones de conducta. La correlación entre los días con arrebatos y los libres de ellos, y el uso de la DMG era innegable.
Un artículo en elJornal de Medicina de Nueva Inglaterra(en Octubre de 1982) reportó que un hombre retardado mental de 22 años el cual tenía de 16 a 18 ataques por semana mientras tomaba anti-convulsivos experimentó solamente tres ataques por semana mientras tomaba DMG. Al intentar remover la DMG, aumentaron dramáticamente la frecuencia de los ataques.
El año pasado le envié información de la DMG a Lee Dae Kun, Director del Centro de Investigación de Problemas Infantiles Pusan (Korea). EL probó la DMG en 39 niños autistas, de edades entre tres y siete años, durante tres meses, con los siguientes resultados (sintetizados):
Beneficios observados:
Sí: 31 (80%)
No: 8 (20%)
(Mejoraron su lenguaje, apetito, evacuaciones, humor.)
Ocho niños tuvieron dificultades para dormir durante la primera y segunda semana.
Seis niños se tornaron más activos durante la primer y segunda semana.
Lee Dae Kun escribió que los padres de los niños autistas, usualmente escépticos, observaron claramente las mejorías. El concluyó que la DMG es muy benéfica para los niños autistas, aun cuando no sea una cura.
La información disponible acerca del uso de la DMG en personas mayores es también alentadora. Una mujer de 26 años la cual apretaba cosas (personas, Televisiones, etc.) bastante fuerte cuando se frustraba, probó la DMG, con escepticismo, para ver si podría estimular su escueto lenguaje. No lo logró, pero trajo marcadas mejorías en su tolerancia a frustrarse. “Aún mi esposo, el cual estaba más escéptico que yo, ahora es un creyente,” ella escribió.
La DMG ciertamente no ayuda siempre, y ciertamente no es una cura, pero ciertamente vale la pena probarla, en mi humilde opinión.
Si usted prueba con ella, déjeme saber como le fue.
Autism Research Review International, 1998, Vol. 12, No. 2, página 3
La Vitamina C en la Prevención y Tratamiento del Autismo
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
La Vitamina C es una sustancia bastante segura que inmensamente benéfica para el cerebro y el cuerpo en un sin numero de maneras. Su potencial para prevenir y tratar el autismo apenas ha sido explorado.
La Vitamina C se concentra principalmente en el cerebro, pero su rol principal en la función cerebral no se conoce. Un estudio reciente de Medline arrojó 400 referencias acerca de la vitamina C y el cerebro, pero el misterio prevalece.
No necesitamos comprender su bioquímica para saber que la vitamina C es crucial para la función cerebral. Las primeras muestras de deficiencia de vitamina C son la confusión y la depresión. La vitamina C también mejora la capacidad de percepción,demostrado en el aumento de las calificaciones de pruebas de inteligencia en niños normales y con Síndrome de Down. Otros estudios han mostrado mejorías ensu EEG y su estado de alerta, al medir evaluado de varias maneras. Hoffer y Osmond, en una serie de brillantes estudios, demostraron la efectividad de la vitamina C para tratar la esquizofrenia.
La mayoría de las cosas que escuchamos acerca de la vitamina C está relacionado con su rol destructivo de virus y bacterias. Un estudio de Hemila que Herman que citaba 21 estudios placebo-controlados en los cuales se administraba 1 o más gramos de vitamina C diariamente redujo significativamente la severidad y duración de los resfriados. (No previene losresfriados, losmitiga). EnARRI12-1, discuto el trabajo del investigador Australiano Archie Kalokarinos, el cual usó la vitamina C para reducir las muertes ocasionadas por vacunas a infantes aborígenes de un 50% a cero.
Pero el rol defensivo de la vitamina C es solamente uno de sus variados roles en el cuerpo. El soberbio libro de Irwin Stone “El Factor Curativo: La Vitamina C en contra de las Enfermedades”, discute muchas otras maneras en las cuales la vitamina C protege al cuerpo en contra de sustancias implicadas como causantes de algunos casos de autismo. Unos cuantos ejemplos:
- Toxinas. Stone revisó un numero determinado de estudios, realizados en los años 30s, indicando que trabajadores industriales sufrían de envenenamiento por plomo como el resultado de su exposición al plomo en abrillantadores, plantas de almacenaje de baterías y la rápida experiencia de recuperación de sus síntomas mentales y físicos al suplementarles vitamina C. El discutió un caso de 1940 de un niño de 27 meses de edad que había comido materiales que contenían plomo y el cual mejoró bastante al administrarle suplementos de vitamina C. El discutió el casos de un estudio Chino en el que se colocaron larvas de rana en agua con alto contenido en plomo, se removieron y se colocaron ya sea en agua simple ó agua simple con vitamina C. Seis días después, todos las larvas de rana en el agua tratada con ácido ascórbico estaban todavía vivas, mientras que el 88% de los que estaban en el agua simple. El también discutió los efectos protectivos de la vitamina C en contra del mercurio, arsénico, benceno y otros químicos, así como venenos orgánicos tales como el botulismo, mordeduras de serpientes, arañas y alacranes, y toxinas bacteriológicas.
- La Vitamina C en el Autismo?Se ha utilizado la vitamina C en el autismo? Es de mi conocimiento solamente dos estudios en los cuales se evaluó específicamente la vitamina C como tratamiento para el autismo. El primero fue un estudio que yo inicié en 1967 para evaluar los efectos de cuatro vitaminas: B3, B5, B6, y C. Utilizamos un rango de dosis de solamente uno a tres gramos por día de vitamina C (alrededor de 20 mg/lb), y la C a ese nivel de dosis fue fácilmente superada por la vitamina B6. (Diez y ocho estudios consecutivos confirman el valor de la vitamina B6).
El segundo estudio de la vitamina C en el autismo fue realizado por Dolske et al. (1993). El estudio consistió de una prueba de 30 semanas doble ciego, placebo-controlado de 52 mg/lb por día como tratamiento para 18 niños autistas (de edades de 6 a 19 años) realizado en sus casas. Mejorías estadísticamente significativas en varios aspectos en evaluación fueron reportados. Claramente, la dosis mayor empleada por Dolske produjo mejores resultados que nuestro estudio anterior de la vitamina C. Pero cual es la dosis correcta para el autismo? Nadie lo sabe. Pero la vitamina C es extremadamente segura, aún en dosis masivas, así que estaría bien encontrar cual es la dosis óptima para el autismo.
Cuál es la dosis segura de vitamina C?Bastante. El experto en Vitamina C Robert Cathcart propone el método de la “tolerancia intestinal” para determinar el requerimiento propio de vitamina C. Usted simplemente ingiera incrementalmente cantidades altas de vitamina C cada día hasta que su cuerpo alcance el punto de saturación de vitamina C. Al sobrepasar ese nivel, la vitamina C se convierte en purgativa. Para la mayoría de las personas que gozan de buena salud, el nivel de tolerancia tiende a ser de 10 a 15 gramos de vitamina C por día. Si usted se empieza a enfermar, su cuerpo requiere más vitamina C, y su “tolerancia intestinal” se podría incrementar a 30 o 100 o más gramos por día. Pero de acuerdo con Cathcart y otros expertos en vitamina C, aumentar la dosis aún cuando esté enfermo abreviará dramáticamente su enfermedad. Los pacientes de Cathcart con mono-nucleosis se sentían normales después de algunos días de ingerir 200 gramos de vitamina C, ya sea administrada oral o intravenosa, en comparación con pacientes de otros doctores en la misma comunidad que fueron hospitalizados por varias semanas durante un brote mono-nucleosis (La página de internet del Dr. Carthcart eswww.orthomed.com).
Cuando mi hija adolescente Helen fue hospitalizada en etapa “terminal” (etapa 4B) de la enfermedad de Hodgkin en 1974, yo la administré una dosis de 40 gramos de vitamina C por día (526 mg/lb). Sus doctores se asustaron: “La va a matar!” “De ninguna manera!” respondí. Ella se recupero rápidamente, y 24 años después goza de una vibrante estado de salud.
En 1966 VanderKamp publicó un reporte raramente citado pero significante, que hombres esquizofrénicos adultos requerían de 36 a 48 gramos de vitamina C por día para alcanzar el nivel de saturación de vitamina C que alcanzaron un grupo controlado de que hombres al tomar 4 gramos de vitamina C. El nivel de saturación fué medido mediante una simple prueba en la cual una gota de orina se agregó a un tubo conteniendo un reactivo.
Encontré fascinante no solo el hecho de los esquizofrénicos necesitaban 10 veces más que los grupos controlados, sino también que las altas dosis de vitamina C trajeron consigo marcadas mejorías en lasocializacióncon los pacientes. No obstante que los pacientes de ninguna manera se habían curado, ellos “expresaron un sentimiento de bienestar. La ansiedad, la expresión facial de tensión fue reemplazada con una sonrisa y amabilidad. Ellos citaron que no se habían sentido tan ‘lúcidos’. ‘La gente parece no estar en contra mía’. ‘Ahora puedo pensar más claramente’. Aquellos que eran tímidos, aislados y retraídos empezaron a participar en actividades supervisadas, en conversaciones con otros pacientes y personal de supervisión.”
Obviamente, el autismo y la esquizofrenia son dos trastornos muy diferentes (como lo enfaticé en mi liboAutismo Infantilen 1964), pero las mejorías en socialización que VanderKamp reportó en sus pacientes esquizofrénicos podrían ser ciertamente esperados entre los pacientes autistas, particularmente aquellos con síndrome de Asperger. Espero que existan algunos lectores quienes sean tan curiosos como lo soy yo acerca de cual sería el resultado si los estudios de VanderKamp se realizaran en pacientes autistas o con Asperger.
Otros investigadores han reportado también mejorías en las personalidades de sus pacientes psiquiátricos al administrarles altas dosis de vitamina C. Milner (1963), por ejemplo, reportó “mejorías estadísticamente significativas en la depresión, manías y síntomas paranoicos complejos, todos con una mejoría en general de su personalidad….”
La investigación también ha demostrado que la vitamina C proporcionar mejorías en pacientes con depresión y enfermedades maniaco depresivas, las cuales, como lo apunté enAutismo Infantil, parecenestar genéticamente relacionadas con el autismo.
Si la vitamina C se utiliza en altas cantidades, la mayoría de los expertos sugieren que vitamina C “protegida” (ascorbato sódico) deberá ser utilizada en lugar de ácido ascórbico, ya que la presentación en ácido puede ser muy ácida en dosis de múltiples gramos. Polvo de ascorbato sódico (una cucharada equivale aproximadamente a 4 gramos) puede ser comprada por libra a un precio muy barato en Wholesale Nutrition Company (1-800-325-2664) y de Bronson (1-800-610-4848).
Autism Research Review International, 1997, Vol. 11, No. 4, página 3
Cuál es la ‘Dosis’ Correcta de Vitamina B6, DMG, y otros Nutrientes Utiles en el Autismo?
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
Coloco comillas alrededor de la palabra “dosificación” por que “dosis” típicamente se refiere a drogas, y los nutrientes a ser discutidos definitivamente no son drogas. Una droga actúa ya seabloqueando o interfiriendo conel proceso natural del cuerpo, mientras que un nutriente permite omejoraestos procesos. Es por eso que las drogas son frecuentemente tan dañinas, mientras que los nutrientes son característicamente no solamente seguros, sino también muy benéficos.
Frecuentemente nos preguntan, “Cuál es la dosificación correcta de esto o aquello para nuestro niño? La respuesta es, para los nutrientes como para las drogas – nadie lo sabe. Cada persona es diferente de cualquier otra y sólo mediante la experimentación – prueba y error – se puede determinar si una sustancia será de ayuda y en que cantidades debe administrarse. Teniendo lo anterior como un hecho, he aquí lo que he aprendido durante los últimos 30 años:
Vitamina B6. La vitamina B6 (se debe administrar con magnesio) fue encontrada útil en casi la mitad de entre todos los niños y adultos autistas en 18 estudios consecutivos entre 1965 y 1996. En nuestros propios estudios,el cantidadpromediode B6 administrada en los casos que encontramos que la B6 trajo beneficios era alrededor de 8 mg. por libra de peso corporal, por día. (Esto sería alrededor de 500 mg/día para un niño de 60 libras o 27 Kg.). Gilbert LeLord y su grupo de investigadores franceses determinaron una cantidad similar: 17 mg/kg/día.Pero– estos es solamente un promedio. EnARRI9/2 publicamos una carta de un padre cuyo hijo mejoró bastante con alrededor de 40 mg/día. Sugerimos empezar con un cuarto de la cantidad a alcanzar y aumentarla lentamente en un período de 10 a 14 días. Si la dosis es mucha para el niño, o se aumento muy rápidamente, podrán presentarse algunos efectos secundarios, tales como hiperactividad, diarrea, nausea – pero lo anterior es ocurre raramente. En tales casos, la dosis debe de disminuirse y aumentares de nuevo lentamente, para tratar de encontrar el nivel correcto. Le recomendamos a los padres de reservarse de mencionar el experimento a los maestros, terapeutas, familiares, y vecinos, de tal forma que puedan esperar comentarios no solicitados acerca de su mejoría.
Los límites superiores recomendados para adultos o aquellas personas por arriba de 120 libras (54 Kgs.) es 1000 mg/día, aunque algunos han estado en 1,500 mg/día. Yo incrementé en 500 mg/día la dosis de mi hijo de 1000 mg/día durante un año, y no observé ninguna mejoría por arriba de los 1000 mg/día que había estado tomando por 20 años, de tal forma que revertí la dosis a 1000 mg/día.
El año pasado una madre de Florida habló para decirme que al visitar la casa para adultos mayores en la que está su hijo, se conmocionó de su deteriorado comportamiento. Al investigar al respecto, encontró que se les había acabado su dotación de B6/magnesio, la cual hubiese suministrado 1000 mg/día de B6. Entonces ella ordenó tres veces la dotación usual de la fórmula en polvo de la B6/magnesio., para proteger que se le volviera a acabar. En su siguiente visita se asombró en la mejoría de su hijo. El actualmente muestra señales de afecto hacia ella por primera vez en su vida! Entonces ella entendió que sus instrucciones habían sido mal interpretadas y que su hijo estaba recibiendo 3000 mg/día de B6 – tres veces la dosis recomendada. A pesar de la mejoría, los médicos a cargo detuvieron la dosis, argumentando que era peligrosa. El está ahora en un tratamiento de drogas que sí es peligroso.
El único daño conocido de una sobredosis de vitamina B6 es la neuropatía periférica – manifestada por entumecimientos y temblores de las manos y los pies. Es muy rara – yo he encontrado solamente cuatro casos en 30 años, y el problema desapareció cuando se dejó de ingerir la B6. Muy pocas personas son hiper-sensitivas a la B6.
La vitamina B6 con magnesio producirá mejorías en unos pocos días. Si no se observan beneficios, sugiero que se detenga su uso.
Magnesio: Dar cerca de 3 o 4 mg. de magnesio por libra de peso corporal, hasta 400 mg. por día en adultos, mejora los efectos de la B6 y protege al cuerpo de posibles deficiencias inducidas por la B6. Esta no es una mega dosis de magnesio, en lugar de eso es la dosis que muchos investigadores, incluido yo, creemos quecada personadebe de tomar para un estado de salud óptimo. Casi cualquier tipo de procesamiento de alimentos consume el magnesio, así que la suplementación de magnesio es esencial para evitar tal deficiencia.
Dimetiglicina (DMG): Los mejores proveedores de DMG la ofrecen en tabletas o cápsulas de 125 mg. cada una. La determinación de la dosificación correcta depende de la experimentación de prueba y error. Los niños jóvenes generalmente mejoran, si responden a la DMG, de entre media tableta a tres o cuatro por día, a pesar de una madre, médica, encontró que su hijo de cinco años encontró que necesitaba 16 por día! (El se comportaba mejor durante algunas horas con cuatro tabletas, y retrocedía, así que le daba cuatro más. Lo anterior ocurría en algunas ocasiones, así que llegó a darle 16 por día.)
Otro médico, también la madre de un hijo autista – un hombre de 10 libras con casi 30 años – terminó dándole a su hijo 26 DMG por día, por la misma razón. Parece que muy pocas personas metabolizan la DMG muy rápido, y por ende necesitan más por día que la mayoría.
El conductor de un programa de radio de la ciudad de Nueva York, Gary Null, me dijo que muchos maratonistas ingieren una tableta de DMG por milla – en total 26. Ellos mejoran su desempeño y sufren menores problemas físicos. Existe una amplia investigación científica que muestra tales beneficios como esperables.
A pesar que existe una amplia variedad de niveles de dosificación reportados por aquellos que utilizan DMG; la dosificación usual para niños llega hasta cerca de cuatro por día, y para los adultos de ocho por día. Como con la vitamina B6, las diferencias entre individuos esbastante.
Un pequeño porcentaje de niños autistas se convierten en hiperactivos cuando se les da DMG. Esa es la manera de ellos de decirle que necesitan más ácido fólico. Acido fólico, una vitamina B, se puede comprar en tabletas o cápsulas de 800 mcg. Dos de las tabletas de 800 mcg con cada una de DMG usualmente resolverán este problema de hiperactividad.
Acido fólico: El ácido fólico por sí solo se ha reportado ser de ayuda en el autismo. (ARRI8/4). El gran investigador Francés Jerome Lejeune reportó que suplementación de alrededor de 250 mcg. por día de ácido fólico por libra de peso corporal trajeron consigo mejorías mayores en varios niños autistas. El Dr. Lejeune le dio a miles de niños con retraso (la mayoría con Síndrome Down) 20 mg de ácido fólico por día en varios de sus estudios, sin daño alguno, ni ningún daño era esperado.
Vitamina C: En 1991, Lelland Tolbert y sus asociados reportaron que al dar 8000 mg/día de vitamina C a adolescentes y adultos autistas trajeron consigo mejorías significativas (ARRI6/1). Dado que la vitamina C se halla en muy altas concentraciones en el cerebro, esto no es un hallazgo sorprendente. Un numero de líderes mundiales expertos en vitamina C, incluyendo al ganador del Premio Nobel Linus Pauling, recomendó que la mayoría de las personas tomenal menostomen tal cantidad de vitamina C cada día para una óptima salud. He estudiado la vitamina C por unos 30 años, y poseo prácticamente cada libro que se haya escrito al respecto. Yo tomo alrededor de 12000 mg. de vitamina C diariamente (tres cucharadas rasas), en la forma de polvo de ascorbato sódico (solamente alrededor de 18 USD por libra, comprada al 1-800-325-2664). Un pequeño porcentaje de personas tiene diarrea en tales dosis – para el resto de nosotros, especialmente aquellos con autismo, hay mucho que ganar.
A medida que los beneficios que los nutrientes pueden y confieren son más ampliamente conocidos y aceptados, un numero creciente de padres van a aceptar mas estas sustancias naturales y saludables en comparación que drogas dañinas.ARRImantendrá a los lectores informados acerca de la investigación realizada en estos valiosos tratamientos.
Autism Research Review International, 2001, Vol. 15, No. 4, página 3
Controlando Comportamientos de Auto-Daño y Agresividad en el Autismo
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
Nada es más difícil para los padres de niños autistas el tolerar el comportamiento de auto-daño y agresividad (SIB/A por sus siglas en inglés). Los comportamientos SIB/A no son muy agradables de observar, de pensar al respecto, o de discutirlo, pero existen, y debe de ser enfrentado. Algunos niños autistas pegan su cabeza contra las paredes o piso tan fuerte que se han fracturado sus cráneos, desprendido sus retinas, o causado sordera. Otros se pegan a sí mismos con sus puños o rodillas tan fuerte que se han quebrado sus narices, deformado los oídos, y aún se han quedado ciegos. Algunos niños se muerden así mismos y entre otros, y le pegan a otros niños y sus padres con tal violencia que han quebrado huesos.
El primer paso a dar, cuando uno se enfrenta con SIB/A, es el de tratar determinar por que el niño realiza esas acciones. Es dolor o frustración lo que causa que el niño se golpee a sí mismo o a otros? Un niño sin habla se auto golpeaba de los dos a 18 años, cuando se descubrió que había estado sufriendo de una infección muy dolora del mastoide. Muchas examinaciones médicas han fallado en desentrañar esta fuente de dolor severo. Trate de encontrar a un médico el cual sea padre de un niños autista o discapacitado para que realice un examen médico extremadamente minucioso para determinar si existe una causa de dolor causante de la conducta intolerable. Tim Buie, M.D., ha encontrado que dolores indetectables del estómago han sido la causa de conductas DIB en sus pacientes autistas.
Una buena cantidad de tiempo y atención se ha invertido a métodos para tratar con estos terribles problemas, incluyendo:
- Modificación de conductautilizando“enforzamiento” solamente. Esta técnica se recomienda ciertamente si y cuando funciona. Un repaso a la literatura hecho por la Asociación de personas con Discapacidades severas, (TASH por sus siglas en inglés), encontró que el “enforzamiento” positivo es efectivo aproximadamente en el 60% de los casos. Estamos preocupados del 40% restante.
- Aversives.Mientras muchas personas están ideológicamente opuestas aaversives, un panel especial gubernamental investigó este problema y concluyó que había muchas casos donde aversiveseran la técnica preferida, en todos aquellos casos donde el “enforzamiento” positivo no funcionaba.
- Drogas. Muchas drogas, incluyendo recientemente a Naltrexone, han sido efectivas parcialmente efectivos en algunos casos. Sin embargo, la mayoría de las drogas traen consigo sus problemas, los cuales no son por ningún motivo triviales.
- Corregir la química corporal, mediante el uso de suplementos nutricionales, o mediante la desintoxicación de elementos tóxicos tales como el mercurio, es una alternativa muy poco utilizada.
Desintoxicación: Amy Holmes, M.D., quien ha tratado muchos cientos de niños autistas contaminados con mercurio, reporta que mientras que las mayores mejorías en términos de lenguaje, sociabilidad, capacidad cognitiva, etc., es visto en los niños pequeños, los adolescentes usualmente muestran marcados y bien notables reducciones en sus SIB/A cuando el mercurio es removido.
Vitamina B6 y magnesio, y DMG (dimetiglicina): Durante los pasados 40 años he encontrado un gran numero de casos severos de individuos con SIB/A quienes han respondido maravillosamente bien a la suplementación con nutrimentos, particularmente altas dosis de B6 y magnesio, y DMG. Sorpresivamente, estas mejorías ha sido vistas no solamente en individuos autistas, si no también en niñas con el síndrome Rett y niños con síndrome X frágil, así como en niños con el síndrome Angelman. Unos cuantos casos como ejemplo:
Caso 1: Anthony, un hombre autista de 18 años en Inglaterra, era tan violento que tuvo que ser enviado a un internado. En la institución quebró siete ventanas en tres minutos, y trató de atacar sexualmente a una mujer, dando por resultado severas restricciones. Las drogas no funcionaron, y su madre, la cual dirige una organización la cual apoya la investigación del autismo en el Reino Unido, me contactó pidiendo ayuda. Le sugerí las dosis altas de B6 y magnesio. El resultado fue milagroso. Cuando Anthony fue llevado a un viaje en tren, sus padres olvidaron llevar consigo las vitaminas. Al día siguiente, el se convirtió de nuevo en una “bestia”. Fui invitado a la institución donde Anthony residía, y tomé la oportunidad de conocerlo y discutir su caso con el staff. Todos coincidieron que Anthony había mostrado mejoría notable cuando se le empezó a administrar altas dosis de la vitamina B6 con magnesio.
Caso 2: Hace algunos años fui invitado a hablar en Caracas, Venezuela, por la Dra. Lilia Negron. La Dra. Lilia Negron me introdujo diciéndole a la audiencia, y a mí, acerca de un joven autista cuya madre había llegado a la oficina de Lilia tratando de encontrar ayuda para su hijo. El estaba a punto de ser expulsado del tercer hospital mental, ya que ni masivas cantidades de drogas podían controlarlo, y el era muy violento para mantenerlo en el hospital. La Dra. Negron intentó con la B6 y magnesio como último recurso. El joven se calmó rápidamente. La Dra. Negron reportó en la reunión que recientemente había visitado a la familia, y lo había encontrado ahora como una persona placentera y llevadera que cantó y tocó la guitarra para ella.
Caso 3: La madre del muchacho me dijo que el era considerado la persona que más se auto-lastimaba en su estado – un estado bastante grande. Nada podía detener su comportamiento de auto-lastimarse. Las drogas que le habían dado habían tenido tales efectos adversos en su corazón que si se aumentaba la dosis probablemente lo habrían matado, y a pesar de esto el comportamiento de auto-daño continuaba. La madres estaba tan perturbadas mentalmente que había considerado seriamente matar a su hijo y a ella misma por que no podía tolerar mas tal situación. Ella trató la B6 con magnesio, con resultados increíblemente buenos en un corto período. Ella estaba feliz. Sin embargo, ella me llamó para decirme que había nuevamente empezado a auto-golpearse. Le sugerí que cambiar a P5P, un tipo diferente de vitamina B6, diferente a lapiridioxina hidroclorada, la cual quizás podría lograr algún cambio. No he vuelto a escuchar de ella si el cambio tuvo algún efecto.
Caso 4: Michael era un hombre autista joven de 180 libras, de 18 años de edad, el cual le había quebrado a su madre la mandíbula y golpeado a su padre tan fuerte que tuvo que faltar a trabajar por varios días. La policía habia sido llamada en varias ocasiones, cuando tenía uno de sus ataques de ira. Ed Kitt, el director de las escuela en Las Vegas a la cual asistía, le dijo a la familia que me contactara pidiendo mi consejo. Les sugerí la vitamina B6 con magnesio, así como la DMG, y los resultados no se quedaron cortos a un milagro. El buen y placentero comportamiento de Michael ha continuado por algunos años. El continua tomando cantidades masivas de B6 con magnesio (1500 mg. de B6, 700 mg. de magnesio) y 18 tabletas de DMG por día. El padre me dijo que estos nutrientes son caros, pero es feliz a pesar de ello de pagarlos. Son menos caros que las drogas que habían estado comprando, y ciertamente mucho más efectivos, seguros, y más útiles para su hijo[Nota del Editor: La historia de Ed Kitt acerca de Michael está incluida en este libro en un capítulo posterior].
Síndrome de Rett:Hace algunos años recibí una llamada telefónica de una madre diciéndome que su hija adolescente con Síndrome de Rett estaba “forzando” sus ojos, y golpeándose a sí misma severamente, con la gran posibilidad de lesionar su cuerpo. Yo sugerí la B6 con magnesio, y la DMG. Algunos meses después recibí una efusiva llamada de Kathy Hunter, presidenta de la Asociación del Síndrome de Rett, la cual me dijo que una niña con Síndrome de Rett que se auto-lastimaba severamente, se había beneficiado enormemente con los suplementos nutricionales. Ella me dio el número telefónico de la madre. Cuando le llamé, resultó ser la madre con la cual había platicado anteriormente.
Síndrome de Angelman: Un número de madres que habían asistido a una convención de la Asociación del Síndrome de Angelman llamó para decirme que habían sido informados de un niño con Síndrome de Angelman el cual se había auto-lastimado, arañado y mordido a su madre, y que generalmente era bastante agresivo. La DMG trajo consigo excelente resultados, así que otras madres también intentaron con la DMG y trajo consigo los mismos resultados. Les pregunté el nombre de la autoridad nacional en el Síndrome de Angelman y le escribí a tal médico, preguntándole si estaría dispuesto a colaborar en un estudio de los efectos de la DMG en el comportamiento de auto-maltrato del Síndrome de Angelman. Nunca recibí una respuesta.
Autism Research Review International, 1998, Vol. 2, No. 2,página 3
Autismo Causado por la Cándida?
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
La Cándida Albicans es un hongo tipo “levadura” que habita en casi todos los humanos. Vive en las membranas mucosas oscuras húmedas que cubren la boca, vagina y tracto intestinal. Ordinariamente existe solamente en pequeñas colonias, prevenida de crecer rápidamente por el sistema inmune del cuerpo humano, y en competencia con otros microorganismos dentro y en las membrana mucosas del cuerpo. Cuando algo pasa que trastorna este delicado balance natural, la cándida puede crecer rápida y agresivamente, causando muchos síntomas incómodos a la persona. Algunos de los síntomas son comúnmente conocidos y aceptados. Las infecciones vaginales por levaduras, primordialmente causada por cándida, son los casos más frecuentes. “Boquillas”, la infección blanca por levadura de la boca y lengua que es muy común en los infantes, es otra ejemplo de los muy conocidos sobre crecimientos de la cándida.
En años recientes una minoría de médicos han empezado a tratar de persuadir a sus colegas, y al público, que la cándida puede presentar consecuencias más devastadoras a los humanos que las infecciones vaginales y de boquillas. Ellos citan estudios Japoneses que la cándida es capaz de producir toxinas que causan disrupciones de largo plazo al sistema inmune y puede también atacar al cerebro. En casos extremos, ellos aseguran, desordenes severos, resistencia total a tratamientos convencionales, pueden dar como resultado de la candidiásis. Estos incluyen depresión, esquizofrenia y, en algunos casos, autismo.
Es muy pronto para llegar a una conclusión firme, pero, basado en el peso de la información recolectada hasta hoy, me parece altamente probable que una pequeña, pero significante, proporción de niños diagnosticados como autistas son de hecho víctimas de una infección fuerte de cándida. Inclusive creo que si la infección de cándida se trata exitosamente en estos pocos de casos – es más fácil decirlo que hacerlo – los síntomas del autismo dramáticamente mostrarían mejorías.
En un caso típico de este tipo, el niño parece un infante normal, razonablemente sano durante los primeros 18 a 24 meses. Ha empezado a hablar, y el niño muestra el nivel normal de interés en su familia y entorno. Una serie de infecciones del oído ocurren que son tratadas rutinariamente con antibióticos. Muy pronto después, consecuentes cambios empiezan a ocurrir. Su habla se empieza a interrumpir, y retrocede, comúnmente al punto de mutes. Dentro de unas pocas semanas o meses el niño empieza a mostrarse indiferente y pierde el interés en sus padres y entorno. Los preocupados padres llevan al niño con varios especialistas, y finalmente llegan al diagnóstico de “aparición tardía de autismo”. La historia es familiar. Todos conocemos tales casos.
En 1981, esto le pasó a Duffy Mayo, en aquel entonces el hijo de tres años y medio de Gianna y Gus Mayo de San Francisco. Duffy había sido una brillante y activa jovencita, aprendiendo a hablar Inglés e Italiano antes de que su retroceso empezó. Después del diagnóstico del autismo había sido dado por dos especialistas, los Mayo fueron lo suficientemente afortunados de llevar a Duffy con el alergólogo Alan Levin en su búsqueda de ayuda. Levin encontró que el sistema inmune de Duffy estaba severamente des-balanceado. De especial interés era que Duffy había recibido una serie de tratamientos con antibióticos, los cuales tenían la intención de controlar su infección de oído. Levin supo que tales antibióticos frecuentemente matan los microorganismos que compiten con la cándida en el cuerpo humano y por lo tanto permiten el crecimiento de la cándida en proporciones abrumantes.
Teniendo conocimiento de la evidencia existente de que la cándida puede ser menos benéfica de lo comúnmente conocido, Levin trató con la Nistanina, una droga anti-fungicida que es tóxica para la cándida pero no para los humanos. Duffy al principio empeoró (una reacción muy común, causada por las toxinas liberadas por las celulas moribundas de la cándida). Entonces ella empezó a mejorar. Dado que Duffy era sensible a los hongos de clima húmedo, los Mayo se mudaron tierra adentro a un clima más seco. Dado que la cándida se prolifera con ciertos alimentos (especialmente las azúcares y carbohidratos refinados) la dieta de Duffy requirió modificaciones drásticas. Ahora Duffy es un niño activa de 10 años y medio, con grandes mejorías y menores signos del autismo. Su sistema inmune sigue desequilibrado, a pesar de todo, sigue necesitando el tratamiento.
La mayoría de los médicos son escépticos.
Cuando Los Angeles Times publicó un largo artículo acerca de Duffy en 1983, los Mayo, y el Instituto de Investigación del Autismo (ARI), el cual fue mencionado en el artículo, empezaron a recibir cartas y llamadas telefónicas de padres de niños autistas de todo el país. Parece que existen muchos niños autistas cuyos problemas empezaron poco después de terapias de largo plazo de antibióticos, o cuyas madres tuvieron infecciones crónicas de levaduras que transmitieron a sus hijos. Cuantos de estos de estos niños pudieron sido afectados por la candidiásis? Nadie lo sabe.
William G. Crook, el muy conocido pediatra de Knoxville, Tennessee, ha mencionado varios casos similares en su libro “The Yeast Connection” y en sus lecturas. Cecil Bradley (uno de los médicos de Duffy Mayo) me dijo recientemente que el ha visto ocho niños “autistas” que han respondido favorablemente a drogas anti-cándida y dietas.
ARI ha estado recolectado la información en relación a la relación entre el autismo y la cándida desde 1966, cuando nuestro primer investigador asistente, Dale Meyer, notó que las boquillas parecía ser mencionada inusualmente frecuente en las cartas y cuestionarios enviados a nosotros por los padres. Estoy bastante convencido que existe una conexión y que quizás de 5% a 10% de los niños autistas – aquellos a los cuales se les dieron varios tratamientos de antibióticos, o nacieron con boquillas o infectados de boquillas después de nacer – mejorarán cuando se les trató apropiadamente la cándida. Sin embargo, no existe un consenso entre los médicos acerca de la relación entre la cándida y el autismo.
Haciendo un juicio a contactos realizados con cientos de padres durante los años pasados, solo cerca de un médico de entre 20 o 30 dan serias consideraciones a la posibilidad que el tratar a la cándida pueden aliviarse los síntomas del autismo. La mayoría de los médicos consideran a la cándida como un mal pasajero, el cual puede ser olvidado pronto. Desearía que estuvieran en lo cierto, pero no creo que lo estén.
Aún si los padres son lo suficiente afortunados para encontrar a un médico experimentado, la batalla está lejos de ser ganada. Hay de 30 a 40 cadenas de cándida, y algunas son muy resistentes a los tratamientos. La Nistanina, quizás la más segura droga en el mercado, funcionará en las cadenas más débiles de la cándida. Ketoconazol (Nizoral) es una droga más fuerte, pero más probable de ocasionar efectos secundarios adversos. La dieta es quizás igual de importante que las drogas en el tratamiento de la cándida. Existen también sustancias que no necesitan prescripción médica que se dice que tienen efectos anti-cándida, tales como los acidophilus, ácido caprílico, y otras sustancias disponibles, algunas de las cuales han sido utilizadas para tratar la cándida en los humanos por años. Todos estos tratamientos han sido utilizados, con varios grados de éxito.
A pesar que hemos aprendido bastante acerca de la posible relación entre el autismo y la cándida en los últimos años, existe mucho más que tenemos que conocer.
Autism Research Review International, 1997, Vol. 11, No. 3,página 3
Nuestros Niños: Víctimas del Autismo y el Dogma
Bernard Rimland, Ph. D.
Instituto de Investigación del Autismo, 4182 Adams Avenue, San Diego, CA 92116
En la correspondencia de la mañana había una carta de mi perceptivo amigo Ted Melnechuk, quien, parece, lee todo, y frecuentemente me envía recortes de especial interés. Este recorte era de un artículo de cuatro páginas de la revistaNew York Times Magazinedel 10 de Agosto, y Ted había subrayado el título: “Bernie: No te rindas!” Estaba tan complacido de que el artículo era acerca de Kilmer McCully.
Nunca he conocido a Kilmer McCully, pero he sabido de él desde los 70s, y he estado pensando bastante acerca de el durante el pasado año. De hecho, lo he mencionado en una editorial reciente deARRI(ARRI10/3).
Por qué había un artículo de cuatro páginas acerca de Kilmer McCully en laNew York Magazine? McCully ha sido un patólogo bastante reconocido en la Escuela de Medicina de Hardvard en el Hospital General de Massachussets hasta que fue “dejado ir” al final de los 70s. El no fué solamente “dejado ir” – se había convertido en objeto de gran hostilidad. McCully oía acerca de una oportunidad de empleo, asistido a las entrevistas, y el proceso se detenía abruptamente. Finalmente, el escuchó acerca de rumores concernientes a lo que el nombra “llamadas ponzoñosas” por parte de Hardvard.” Tomó acción legal para la campaña de desprestigio en contra suya.
Cuál era su delito? Cómo pudo el generar tal enemistad? El había cometido el pecado cardinal – especialmente para un maestro de una escuela médica – de sugerir que el aumentar la ingesta de ciertas vitaminas podría salvar la vida de las personas. El estaba correcto, pero no importaba. La gente, incluyendo los “científicos”, tienden a odiar a aquellos que retan sus creencias.
En nuestra editorial deARRIel año pasado, brevemente mencioné el estudio de Ellis y McCully el cual encontró que pacientes ancianos a los cuales se les dieron de 100 a 300 mg de vitamina B6 por un período de varios años, los cuales murieron de un ataque al corazón tenían en promedio la edad de 84.5 años al morir – ocho años más de vida que quienes también murieron de un ataque al corazón pero que no tomaron vitamina B6.
La verdad a veces emerge no importa los mejores esfuerzos de las autoridades de protegerla para no ser oída por nosotros. Los medios de comunicación, incluyendo la historia principal deNewsweek(Agosto 11, 1977), nos dice, como lo intentó McCully décadas atrás, que la vitamina B6, ácido fólico, y la vitamina B12 juegan un importante papel en protegernos en contra de ataques al corazón.
McCully es quizás el mas reciente de una larga lista de pioneros que sufrieron atroces injusticias en manos de autoridades dogmáticas quienes están seguros que ellos están en lo correcto y que nunca se cuestionan así mismos para considerar la evidencia. Cuantos millones de vidas se hubieran salvado si las autoridades hubieran sido menos autoritarias?
Se ha estimado que cerca de 100,000 marineros Británicos murieron terriblemente de escorbuto en los 60 años que transcurrieron en los cuales el Dr. Lind descubrió que el jugo de lima (una fuente de vitamina C) podía prevenir – y curar – el escorbuto y el tiempo en el que su descubrimiento se implementó. Las vidas que se pudieron haber salvado por la vitamina B6, y vitamina C, fueron sacrificadas por el dogma. “No me fastidien con los hechos.”
Los niños autistas han sido, y lo son, en gran medida víctimas del dogma. Cada día escucho de las madres que los pedíatras de sus niños, neurólogos, o médicos proclaman que la vitamina B6 no ayudará a sus hijos, y de hecho muy bien les puede ocasionar algún daño. No importándoles que 18 estudios consecutivos han mostrado que la B6 es benéfica para el autismo, y ningún estudio ha mostrado efectos negativos en ningún niños autista. No importando que todas las drogas usadas en el autismo (excepto la Nistanina, un antifungicida) puede y causa daños.
Los niños autistas han sido víctimas del dogma desde el principio, cuando el autismo fue declarado un desorden emocional, provocado por el rechazo de las madres a sus hijos. Este dogma fue universalmente concebido y causó daños inmensos a los niños y sus familias, en la total falta de evidencia que lo respaldara.
El siguiente dogma dañino fue la creencia de que la modificación del comportamiento era fútil en el autismo. Era una buena manera de enseñarle a un perro a darse vueltas, o a otro animal de balancear una pelota en su nariz, les dijeron a los padres, pero un tratamiento para el autismo – absurdo!. Una de mis mayores razones para fundar la Asociación Americana del Autismo en 1965 fue la de pasar la voz a los padres de todos los Estados Unidos que la modificación de la conducta podía hacer la gran diferencia.
Ahora está bien establecido que, contrario al prevaleciente dogma:
- infecciones por levaduras, usualmente originadas por el sobre uso de los antibióticos, pueden causar o exacerbar el autismo.
- intolerancia a ciertos alimentos, particularmente la leche de vaca y ciertos cereales incluyendo el trigo, pueden causar autismo.
- las vacunas, cualquier sea su valor para alguno niños, pueden causar autismo.
- la Terapia de Integración Auditiva (AIT por sus siglas en inglés), sin embargo controversial podría ser, puede y frecuentemente produce mejorías significativas.
Cada una de las anteriorescausas/tratamientos está bien documentados desde un punto de vista puramente científico, pero cada uno es políticamente incorrecto en términos del dogma actualmente aceptado. Y los niños están peor como resultado de lo anterior.
Los tópicos arriba mencionados de ninguna manera son todos los tópicos de la lista en los cuales los datos y el dogma chocan entre sí. El conflicto real está entre la medicina convencional (“pruebe esto o esta droga”) y la medicina alternativa, la cual busca medios para que el cuerpo sane por sí mismo.
Terapia Biológica: Para mi la más excitante frontera es una area de gran interés y fomento en la actualidad. Para llamarlo de un mejor termino, yo lo llamaría Terapia Biológica, al menos por el momento. Consiste en la inyección, infusión o implantación de complejos productos biológicos, de origen animal o humano, dentro de los niños autistas para estimular una respuesta terapéutica. Ejemplos infusiones IVIg (ARRI10/3, 11/1) y terapia de transferencia de factores (ARRI11/2). La IVIg está siendo estudiada en una serie de pruebas en muchos centros. La terapia de transferencia de factores es por mucho más controversial (ARRI3/4).
La terapia celular, la cual involucra la inyección de células de ciertos órganos de fetos de animales de laboratorio (usualmente ovejas), se ha practicado en Europa por cincuenta años, y ha sido utilizada en millones de pacientes, incluyendo muchos pacientes con Síndrome de Down y algunos niños autistas, con resultados buenos y efectos secundarios no significativos. (El Dr. Hans Kugler me dijo hace algunos años acerca de un niño con Síndrome de Down nacido en Centro Médico de la Costa Oeste. “Sin esperanza”, le dijeron a sus padres. Ellos llevaron al niño con el Dr. Franz Schmid en Alemania para darle una terapia celular, la cual trajo tan buenos resultados que los padres quedaron tan satisfechos que llevaron de nuevo al niño al prestigiado centro medico en los Estados Unidos. “Este no puede ser el mismo niño”, les dijeron, “o nos equivocamos en el diagnóstico”. El Dogma muere difícilmente.
Terapia FGF: El Dr. Luis Aguilar de México ha utilizado un diferente tratamiento, inyecciones de FGF (por sus siglas en inglés Fibroblast Growth Factor), con lo que aparentan ser muy buenos resultados obtenidos.
Una reciente compilación de recientes estudios de Terapias Biológicas está disponible a petición en ARI para aquellos que donen 10 USD o más.
El proyecto Vencer al Autismo Ahora! Del Instituto de Investigación del Autismo tiene como meta principal de juntar a pioneros y apasionados en estos distintos campos controversiales de tal manera que puedan compartir sus experiencias y conocimiento. Ellos harán tal cosa en nuestra Conferencia DAN! en San Diego en Septiembre 19 al 21, de 1997. Persuada al Doctor de su hijo que asista y aprenda.