María Guadalupe Narciso Álvarez
Región Mazahua del Estado de México
Las prácticas terapéuticas de los pueblos indígenas de México hablan de procesos de transmisión cultural de un bagaje de conocimientos médicos que abarcan los ámbitos supralocales en los que nace y se desarrolla el individuo y reflejan también procesos socioeconómicos y culturales de estas comunidades.
En México se ha dado un sincretismo de diversas formas terapéuticas (de tradición prehispánica, indígena, colonial, española, europea, africana y árabe) que a través del tiempo han generado una oferta de tratamiento a los problemas de salud, que no sólo ha abarcado el aspecto biológico del individuo, sino que además se ha desplegado una intensa actividad en la curación a través del pensamiento sicorreligioso y del ritual curativo. Estas concepciones acerca de la salud-enfermedad han perneado el espíritu de pueblos como el mazahua, con lo que su mezcla ha dado lugar, por determinadas características, a llamar de diversas maneras a los sistemas o subsistemas médicos vigentes (ejemplos: etnomedicina, medicina indígena tradicional, medicina popular, espiritualismo, etcétera). La conceptualización y definición de estas prácticas a veces se entremezcla, según la experiencia misma de las parteras mazahuas, por lo cual consideramos que no es pertinente proponer un límite tajante entre una y otra; es decir, en dónde lo podríamos marcar.
Precisamente, uno de los enfoques en que hemos puesto la atención en el presente estudio ha sido entender cómo se da el proceso de transmisión cultural de conocimientos especializados (como el de partera-hierbera) de un individuo a otro y de generación en generación. Asimismo, cómo es la interacción entre el recurso humano portador de un determinado conocimiento, y las personas a las cuales presta sus servicios para que exista una continuidad a través del tiempo.
Un aspecto importante de estos testimonios es haber contemplado además los de otras personas del ámbito especializado (parteras-hierberas), así como de quienes demandan su atención. Aun sin la necesidad metodológica de ?cruzar información?, debido a que se trata de personas ampliamente reconocidas en la organización de médicos indígenas tradicionales, resulta indispensable presentar la evidencia de su pertenencia a un medio cultural más que a una historia particular.
María Guadalupe Narciso Álvarez
Relatos de la historia de vida de la partera-hierbera mazahua
Antepasados
?Mi güelito era carpintero, hacía cajas para muertos, mesas, puertas. Me dijo una vez su nuera: ?hija, a tu güelito, le faltan tijeras?, cuando estaba trabajando yo en México. Cómprame eso hija, cómprame esto, quiero, pobrecita de ti hija, fuiste a San Juan de los Lagos. Y conque, pos sí, a poco voy a decir a mi güelito que no le voy a comprar; le tengo que comprar, ni modo, le tengo que comprar. Pos si, a mi güelito le compraba todo lo que me pedía, porque tenía miedo, cuando era chiquita, chispaba su huarache y me pegaba.
?En San Pedro el Alto nacieron mi papá y mi güelito Guadalupe Álvarez Cortés. Su esposa de mi güelito? mi güelita, Crescencia Mateo, nació en San Pedro Chico. ?Mi mamá se quedó huérfana, fue triste su vida. Mi abuelo le decía a la madrastra de mi mámá: ?Catarina, ¿ya le diste de comer a mis hijos? ?Sí, quién, Lupe, ya les di de comer, sí cierto, ya le di de comer a Ciana, ya le di a Lino, ya le di a Pedro, pásate pa?ca vamos a comer?. Entraba, cerraba la puerta. Ellos, como los perros, estaban en la puerta viendo. Pero un día que supo mi güelito que no le daba de comer a mi mamá ni a sus hermanos, a male Catarina la golpearon; mi güelito la corrió de su casa, porque quería una mujer que cuidara a sus hijos, pero no, a mi mamá le daba una mamila delgada, una a Pedro y otra a Lino. Cuando creció mi mamá, molía nixcomel, pero quedito, porque si hacía ruido esa vieja le iba quitar su masa. La iba a aventar, para dar a los perros.
No la iba a dejar moler. Mi mamá tenía hambre y la madrastra era así. Cuando murió esa señora, hasta le dio gusto a mi mamá.?
Pautas de crianza
?Antes encendíamos petróleo por litro; una vela costaba un centavo, que me daba mi abuelita, y yo iba a comprarla. Me decía ?vete hija a comprar esos charales, los vamos a cocer con agua y vas a comprar ajo y cebolla? y luego comía ajo, cebolla, y epazote bien picoso. ?Cuando tenía 10 años, me di cuenta dónde vivía, dónde estaban las casas, todas retiradas, no como ahora que están juntas. Podías andar de noche, nadie te espantaba, andaba uno libre. No había luz antes, encendíamos petróleo nomás. El litro lo pagábamos a dos centavos. Una vela costaba un centavo, me daba cuatro mi güelita, con lo que iba yo a comprar. Le hacía su comida a mi güela.
No había el mismo dinero antes, yo conocí lo que eran cuatro centavos; pero los ntigüitos estaban chiquitos, pero con eso, llevaba ocho centavos, humm, traía harto, muchas cosas, y en cambio, ahorita todo está caro. ?Mi papá nunca tuvo un lápiz, nunca usó un cuaderno, ya que antes no había. Mi padre iba con su compañero a la barranca, buscaba esa laja, con esa laja lo letraba en su mano, lo escribía en su mano, o en sus pies. Ya cuando llegaba de la escuela en la tarde le decía mi güelito, ?a ver las letras que trais tú, Pedro, ¿fuiste la escuela o no fuiste, fuiste a jugar? Si no quieres estudiar es tu culpa, no mía, pero te estoy dando tu estudio, pero si no quieres es tu culpa. Dime de una vez si vas a la escuela o no vas, para sacarte. Te vas a quedar, hijo, a llevar a los burros, si no tienes burros yo te compro unos puercos para que los cuides.Si no te gusta estudiar, eso es lo que voy hacer?. Mi padre respondía, ?no papá, yo sí, mira aquí está mi mano, mira todo esto; mira, aquí están mis brazos, aquí vienen mis pies; mira, aquí están las letras, lo que me mandan, papá. Yo sí te obedezco, papá, porque tú ya eres anciano, porque ya mi mamá es la segunda, porque tu esposa ya se murió, la primera. Yo sí te entiendo, papá, yo sí te quiero?.
?Yo vivía en el ejido. Cuando llegaba a la casa iba a traer miel para venderla. Hacía mi lucha para encontrar con qué comer, con qué dar a mi hija, con qué ayudar en algo a mi papá. Entonces, cuando todavía no dejaba mi maleta que cargaba, mi mamá me decía: ?apúrate, déjala allí, ¿qué no piensas dar de comer a tu tío?? Tenía coraje mi madre, porque mi tía nomás garraba su niño y se sentaba en el fogón en donde molía mi mamá. Mi tío no hacía caso, no le daba nada, entonces mi mamá tenía coraje y se desquitaba conmigo.
Mi tío sí me llevaba al doctor y nos mandaba con su esposa a Toluca. Mi papá, Gregorio Narciso, tenía algo, nosotros no sufrimos, mi papá decía: ?hijo, hija, ustedes no sufren, te falta ropita, pero para comer no te falta, tienen todo?. Porque mi papá raspaba, tenía maguey, pero la demás gente no, y sufría mucho. Los niños lloraban de necesidad, me acuerdo. El difunto güelito decía a mi mamá: ?vete a cortar un nopal que voy a comer, tengo hambre, no me lleno, siento que me muero de hambre?, así decía.?
Aprendizaje
?Mi guelito cuando era viejito ya no podía caminar, le dolían mucho sus pies. Me decía que le agarrara tantito hierba de burro (Dalea scanes pavaifolia), que le tallara; luego le echara alcohol con cebolla, que le untara y con eso se le quitaba. Si no, me decía: ?vete a quitar esa penca que está allí, hija, vete a guisar en el comal, échale sal, échale tantito carbonato, alcohol, hija. Úntamelo aquí, aquí te enseño, acá arribita, aquí en mi espalda, más abajo, de este lado, aquí, mira; úntame acá abajo, mira, apriétamelo como lo haces, duro, ansina. Cuando me haces así, sí puedo caminar. Quién sabe tu abuelita, creo que ésa, como que no te quiere, ¿verdad?, pero si no te quiere, cuando vayamos para allá le voy a dar sus golpes para que te cargue?. Yo decía, ?sí, güelito, yo puedo caminar?. ?No, tu de noche ya no puedes caminar porque estás chiquita?.
?Me decía que le agarrara tantita hierba mora (Solanum cf. nigrum) tallada, luego le chara alcohol con cebolla tapada. Me mandaba a cortar una penca de sábila (Aloe saponaria L.) para asarla en el comal, que le echara sal, carbonato y se la pusiera en la espalda.?
Condiciones de vida
?Yo no los quiero porque son malos los hombres. Es verdad lo que te digo. No tengo marido, duré nomás un año con él. Tenía dos meses de casada y me pegaba mucho; ya cuando ajusté un año, no quería yo caminar, ya no quería comer, ya la ropa que traía no me quedaba bien. ?Los corajes, se junta todo eso, de bilis, del estómago, del dolor de estómago, de la cabeza, de los ascos, de lo que les da a veces a las mujeres que son débiles, o no están fuertes de espíritu. Hasta cuando ve que llega su marido tiembla; pero es puro coraje. Pues cómo no le va a tener miedo, hasta la garra con palo, le pega, o la trata de matar.
?Me acuerdo cuando trabajaba, cuando me fui pa? México, cuando abandoné a mi marido. Yo no sabía hablar. No sabía hacia dónde iba garrar carro pa? llegar allí a México, ni dónde iba a bajar. Nomás me dijo el señor, el que era delegado de mi casa: ?no hija, no puedo detenerte, cada rato tu marido te pega mucho. Ése no te dio la vida para que te esté pegando. Vete, cuando veas que la gente se baja en Tacuba, bájate, y pregunta por trabajo. Vas a ver, sí lo vas a encontrar?. Así lo hice y pregunté por trabajo.
La primera casa que visité, allí me quedé. Duré trabajando en ese lugar ocho años. La patrona me quería mucho, me trataba como hija, no como sirvienta. Tenía dos hijos jóvenes. Uno me trataba como su hermana, no como sirvienta. ?Me querían mucho. Cuando estaba enferma mi patrona me llevaba al doctor y hasta lloraba por mí. Cuando mi papá fue a recogerme, no lo dejó mi patrón, y le dijo: ?si se muere Lupe aquí la voy a sepultar?, y me quedé hasta que me compuse. Ahí me curó una señora, una viejita que conocí, se llamaba doña Mari. Tenía varios años enferma cuando fui a hacerme una limpia; me dijo: ?no Lupe, tienes ocho días nomás, porque te vas a morir hija ¿Cómo le vamos a hacer ahorita? Te vamos a curar tres veces. Te voy a dar una limpia tres veces y te tomas esta medicina. Aquí vas a estar conmigo, vas a vivir, tienes que quedarte; todavía no te vas a morir?. Ella me curó. Hace años que murió. Así me dio vida nuevamente.?
Práctica Médica, Causas de demanda de atención
Los motivos más frecuentes que llevan a las personas de San Pedro el Alto, y otras comunidades a solicitar los servicios de la ?tía Lupe?, como suelen llamarle, son: ?espanto, dolor de estómago, tos, gripa, empachos, partos, mal de ojo, abotigados, vómito, anginas, limpia buena (aire), cuando no pueden tener hijos, caída de la mollera y cuando hay riesgo de aborto.?
Enfermedades de los niños
En este apartado hemos optado por presentar, de la práctica médica de doña Lupe, las enfermedades y los llamados ?síndromes de filiación cultural? (señalados con cursivas). Para ello, en una primera parte de cada problema de salud, aparece el relato textual (con un leve ?retoque?) de la hierbera-partera; y, enseguida, en algunos de ellos, una breve sistematización (algunas causas, síntomas y tratamientos). En algunos casos las palabras íntegras de doña Lupe aparecen entre comillas y en otros la redacción es de la coautoría.
Abotigado con aire
?Cuando los niños están abotigados, les soplo alcohol en el pechito, después en el corazón, el pulmoncito y luego la espalda. Luego, le pongo alcohol en todo el cuerpo; con toda la medicina que tengo, lo baño, lo sobo con la pomada; ya con eso el niño se calma y queda bien, y pos se lo devuelvo sano a su mamá. Se lo lleva cargando y bien dormido. Se despierta a las tres y media de la tarde, o si no todo el día se duerme. Cuando se despierta, su mamá le da pecho y come bien. Entonces ella se queda contenta y dice: ?mi niño ya está bien?. ?Los niños que tienen deposición, vómito y lloran mucho están abotigados. Entonces, le digo a la mamá: ?qué le hiciste?, ?nada, no le hice nada? nomás llegué y lo acosté, y ahorita pos no puede dormir, por más que lo cargo, no quiere tomar su chichi, llora mucho?. Dije, voy a ir a San Pedro con la tía, ella me lo va a curar, porque si lo llevo con el doctor no me lo cura. Yo le creo al doctor, pero no le tengo fe. Porque vale más una hierbita (con la) que lo baña la tía y con eso ya se le quita el vómito, la deposición.
Lo curo, le coso hierba maestra (Artemisia artemisiae folia, L.), hierba pegajosa (Desmodium axillare, Swartz Dic), y le doy una cucharada de aceite de cocina. Se toma calientito y se le quita ese dolorcito de estómago. Cuando se duerme le digo a la mamá que lo cargue para que no despierte, porque si lo despierta nomás lo va a espantar. Entonces, la mamá pregunta: ?¿qué le voy a hacer tía??. Pos lo mismo, esa hierba que viste que cocí dásela a tomar; le vas a dar baños de alcohol, échale tantito Altamira (Ambrosía cumanensis, H.B.K.) con hierbabuena (Gnaphalium luebmannii, Sch), y con poleo (Menta pulegium) o tantito ruda (Ruta Chaleponsis, L.), pa? que se le quite ese aire que le da; todo se toma calientito.?
Abotigado con aire (sistematización)
Algunos de los síntomas son: ?deposición, vómito, lloran mucho?, no comen, les duele el estómago. Tratamiento: se les sopla alcohol en el pecho, en el corazón, pulmones y espalda; darles baño ?con alcohol y con toda la medicina que tengo??, les unta pomada y les soba. Baños de alcohol, altamiza, hierbabuena, poleo y ruda. Té de hierba maestra y hierba pegajosa cocidas y con ello tomar ?una cucharada de aceite?, caliente.
Atención al recién nacido
En una de las ocasiones en las que se reunieron a platicar la historiadora, la protagonista y doña Cirila Reyes, partera- hierbera de mayor edad (quien hablaba de la atención a la parturienta y al bebé), doña Lupe describió su manera de atender a un recién nacido: ?Les hago un lavado a los niños, le echo toronjil blanco (Agastache mexicana), azul Chenopodium foetidium, L.), que es difícil de encontrar, hierbabuena, alcanfor (Petunias parviflora), poleo, rosa de castilla (Rosa cientifolia, L.), altamiza, hierbabuena de la casa, del monte; epazote de perro (Chenopodium botrys, L.) y hierbamora (Solanum cf. Nigrum). Es lo que le echo para bañarlo con esa medicina y ya el niño se contenta con su mamá. Si no se compone y me lo trai de vuelta, con dos o tres veces lo curo; cuando lo lleva al doctor, no lo cura, y cuando viene conmigo, me dice la mamá: ?no, tía Lupe, tú estas acostumbrada a curar a los niños. A mis niños siempre que les llevo al doctor o a otro lado a limpiar, no se componen, hasta que te los traigo?. Esa enrizquini la muelo bien, la revuelvo con otzbegui y lo muelo también con siempreviva (Dudleya Lanceolata Nutt). Le pongo en la cabecita, los piecitos, o el pulmoncito, o el pecho, y con eso lo curo. Pero si al niño le da vómito y se desmaya mucho? y le da mucho cólico, entonces no se lo voy a poner en sus pies, nomás en su espaldita, su pechito y su cabecita; porque ese es bien fresco? que sí cura.?
Abotigado en recién nacido (3 meses)
?Le reviso su estómago por si está abotigado. Si es así, le digo, mamá (a la mujer), dónde te fuiste a aliviar, con ese doctor o con quién?, ?no, nomás en la casa?, y ¿quién te ayudó, vio la partera? ?Una viejita que ya no puede?. Lo que le pasa al bebé creo que es su suciedad, no le limpiaron la boquita. Vale más limpiar la boquita, los ojitos, por eso los niños se enferman y les agarra el cólico.?
Abotigado en recién nacido (3 meses), Sistematización
Algunas causas son: la partera que atendió al niño no le limpió bien la boca, por lo que ingirió desechos placentarios. Algunos síntomas: cólicos.
Caída de mollera (o ?molleja?)
?Los niños que me traen porque se les cai la molleja, pos yo les hago tantita pomada para la garganta con la que voy a sobarlo tantito? y con eso ya se le quitó. Entonces, le digo a la mamá, le revuelves bien ese vaporub que te punté con la pomada. No le pasa nada con él, no se va a inflamar. ?Los niños que me traen así, es porque no pueden mamar o bien abren mucho la boquita para mamar. ?Pos no mama, aunque quiera (mamar) no puede porque tiene inflamada la garganta? y luego la mollera se le cai?. Por eso no puede comer el niño. Yo le unto en la boquita esa pomada para quitarle el dolor y la inflamación que tiene en la garganta, entonces, la revuelvo con mi dedo y así también se le quita. Luego el niño se duerme y cuando se despierte ya come bien.
?Para las pomadas que hago no junto hierba sucia, porque a los niños que voy a curar les puede hacer mal. Junto hierba limpia. Cuando no hay porque es tiempo de secas, voy a Ixtlahuaca y la compro.?
Tos
?A los niños que tienen tos les coso (cuezo) gigante (Nicotiana glauca, Graham), flor de durazno, flor de capulín (Xylosma cf. Panamensis, Turcz), moco de maguey, moco de nopales (Oputina, sp.) y se los doy a tomar en té calientito. Le echo azúcar y ya con eso que tome queda bien, porque se le calentó el estomaguito, la gargantita y ya no tose mucho. Por los granitos que tiene, le meto el dedo y le tallo con la pomada para quitarle la comezón que tiene.?
Tos (sistematización)
Algunos síntomas: tos y granitos en la garganta. Tratamiento: té de gigante, flor de durazno, flor de capulín, moco de maguey, moco de nopales y azúcar. Se talla la pomada en la garganta.
Anginas
?A los niños que tienen anginas les apachurro tantito su manita, sus piecitos y sus oídos. Les tallo su garganta y con eso se les quitan. ?Sé que tiene anginas porque le reviso todo cuando el niño llora: la gargantita? le garro su manita, le toco? el niño no se deja? su ombliguito, sus pies, y lo sobo con la pomada. Con eso se le quita, le unto harta pomada? lo jalo hasta atrás.?
Enfermedades de personas adultas, Histérico
?Cuando dice la esposa: ?ya tenemos los hijos grandes, ya se van a la escuela, ya los demás ya se casaron, todavía estamos muchachos?. Dicen los señores: ?que te lleven al doctor, a poco no te va a curar ese pa? que vas a tener un bebé. Ay, yo quisiera que encargaras lo más rápido un bebé, si no te curan allí, te llevo a una limpia, a ver cómo te curas?. Así me llega (la mujer): ?Cúrame tía, cúrame tía Lupe?, ¿pero a usted qué cosa voy a curar?, ?es que mi señor todavía quiere un bebé, dice, y ya curé mucho, me fui a ese que cura, pero no cura como usted, sólo usted cura más mejor? me fui a Atlacomulco y no me curaron?. Cuando viene le sobo la cabeza, las manos, los pies. ?Pos lo que pasa es que tienes histérico? (doña Lupe a su paciente). El histérico ya se le regó en todo su cuerpo, ya se le fue y de allí, pos no puede tener. Ya cuando lo junto, le digo: agárrate aquí, mira, apriétale como garro mi mano. ¿Qué sientes?, me dice, ?ya panza (estómago), ya panza buena?. Ahora agárrate fuerte, tú, señor, garra ese rebozo, acomódalo bien que ya le eché hierba. Ayúdame, yo te enseño cómo vas a hacer, yo lo garro de este lado, es fácil para que se cure. Ese rebozo estíralo bien y ora mételo, ora esa punta gárralo, ahora espérate, acomódalo así, mira, jálalo bien, la hierba? comódala así pa? que no se caí, ora, ayúdame a jalar, usted va a decir si ya está bien (sujeto) tu rebozo o falta poquito, jala otro poquito, allí va, ora sí, ya está bien. ¿No trajeron un trapo para hacer un monito (muñeco) arriba de la hierba?
?No, no trajimos nada?, dicen. Bueno, ahorita voy a buscar. Le encuentro un trapito, ya con ese le amarramos. ?Llegas y te acuestas , ya no vas a levantar nada pesado, te cuidas como cuando tenemos bebé, no te vas a mover. Te acuestas y recoges los pies, no vayas a estirarlos, porque si los estiras, entonces tu histérico se va a regar de vuelta; haces como te digo, bajas tu rebozo para acomodar las hierbas. Llévate unas rebanadas de esa cebolla grande y échalas en el ombligo, de allí, le rocías tantito alcohol y vas a ver, esa cebolla va a apestar mucho. Quién sabe si tu señor va a querer acostarse contigo. Luego, el señor dice: ?no, yo tía, me acuesto aparte?, ?no, pos si mi señor quiere hijo, pos tiene que sufrir?. ¿Dónde va a estar ella acostada? Se acuestan juntos. Cuando viene de vuelta (la paciente) dice: ?con dos veces que me fajaste tía, luego, luego ya encargué? tía?, así dicen.?
Histérico (sistematización)
Algunos síntomas: no se puede tener hijos. Diagnóstico: es necesario sobar los pies, la cabeza, las manos para saber si el histérico esta pegado en todo el cuerpo. Tratamiento: sobada en todo el cuerpo, dirigiendo los movimientos hacia el estómago para juntar el histérico. Se le pide a la paciente apriete con su mano su estómago, mientras tanto, doña Lupe y el marido de la paciente, le amarran un rebozo alrededor apretándole el estómago. En el rebozo, del lado que coincide con el ombligo, debe llevar una mezcla de hierbas que se conoce como ?monito? o ?muñeco?.
Recomendaciones: no levantar objetos pesados, tener los pies flexionados al momento de acostarse; no soltarse el rebozo, al cual posteriormente se le deben poner rebanadas de cebolla grande en el ombligo y echarle alcohol.
Cuando no pueden tener hijos las mujeres, Esterilidad
?La señora que viene a que la cure, viene porque le dura un mes su regla. Sangra mucho, a la vez dice que hace (sangra) negro. Le hago lavado y la fajo con la hierba. Le doy medicina que toma. Le echo ese panocha negra? de los ratones. Con eso, ya se le baja bien. Entonces, con dos veces, ya va a tener su bebé, ya encarga su bebé.?
Riesgo de perder al bebé. Riesgo de aborto
Como suele hacerlo doña Lupe, para explicar su experiencia médica, prosigue su relato e imagina que la misma mujer, a quien resolvió el problema de infertilidad, le consulta acerca de un posible desprendimiento del feto. Doña Lupe habla como si ella misma fuese la paciente que ha llegado a consultarle: ?Me duele mucho, me da el retorcijón como cuando ya nos vamos a aliviar y siento? como que ya quiero aliviar? le digo que no tiene nada? lo que tienes es aire, eso es lo que ya te va a bajar tu bebé. Pero no, vente pa? ca, te voy a bañar con esa medicina y te voy a poner tantita pomada; El bebé ya está frío, es el bebé el que está enfermo. Cuando sentimos dolor nosotras, un dolor que sentimos mucho, porque creemos que estamos enfermas, no es cierto, nosotras no estamos enfermas, el bebé sí; tiene mucho frío, tiene aire, por eso siente que ya se va, pero todavía no, todavía le falta. Si quieres te hago un lavado con hierbas, le digo, puras frías para que se quite ese aire que tienes adentro. ?Pero eso va a ser calientito, pa? que se caliente?, me dice y ya así le hago ese lavado. Ya le digo ora vente acuéstate. Me dices cuando ya se te calmó el dolor y te paras. Se acuesta media hora o una hora, luego me dice, ?ya me voy a parar tía, ya estoy bien, ya no me duele nada, ni porque dejé mis animales y no haya quién los cuide. Ya nos vamos, ya me voy a ir con mi marido, ya estoy bien?, así dicen.?
Riesgo de perder al bebé. Riesgo de aborto, (sistematización)
Algunas causas: que el feto tenga frío y aire. Algunos síntomas: le duele el estómago a la señora, siente como que ya quiere parir. Tratamiento: se le baña con medicina y se le pone pomada. Se hace un lavado con hierbas frías.
Ojo. Ronchas
Así visualiza doña Lupe el ojo entre adultos: ?El joven allí está con su amigo, le dice: ?no chavo, yo te gano?, ?no, tú no me vas a ganar?, ?acuérdame, dice, yo te voy a ganar?, ?no, esa va a ser mía, voy primero yo? ?cómo crees? si somos amigos, me vas a hacer así, ¿me vas a quitar la que me gustó??, ?pero también me gusta a mí, mejor busca tu otra, mejor deja ésa?, ?bueno, está bien, ¿chocamos o no chocamos?, sí, chocamos pa? qué pelear, amigo, quedamos?, ?está bien, órale, pero yo cuando encuentre lo mío también me vas a acompañar?. ?Como no se casó conmigo, pos ora el ojo que le eche tiene que enfermar. Lo que usa ella, a eso le voy a echar algo, para que le salga algo en su cara, como paño, para que nadie la vaya a querer, porque va a quedar bien fea. Pero si ella me va a querer, yo no lo voy a hacer?, así dicen.
?Esas ronchas que tienes, ese paño que tiene tu cara, le echas esa pomada que yo preparo. Vas a sentir fresca tu cara, tus ojos. Así se te quita eso. Puede comprar eso que usamos para los labios, para que no se le partan, y lo tallas en toda la cara, como crema, nomás el de los líos.?
Ojo. Ronchas o paño (sistematización)
Algunas causas: cuando una persona no es correspondida por otra, ocasiona que el ofendido le eche ojo. Cuando una persona le pone a otra algo en sus cosas que usa. Algunos síntomas: comezón, aparición de paño y ronchas en la cara. Tratamiento: aplicar pomada preparada por doña Lupe en la cara, también se puede usar pomada para labios partidos o resecos y untarla en el rostro.
Aire. Ardor de estómago y cuerpo
?Cuando a las señoras les arde mucho el estómago, sienten como cuando comemos salsa bien picosa. Sienten que quieren tomar un pedazo de hielo para que se refresque el estómago, su cara, la cabeza, las manos y los pies.? Doña Lupe platica como si estuviera con un paciente, para mostrar de qué manera les habla y los atiende. ?Te da asco esa medicina que apesta como perfume, pero con esa se te va a quitar ese dolor que tienes en tu estómago. Te va a quitar lo que te arde, todo lo que tienes en tu cuerpo, tus pies; en tres minutos se te va a quitar. Te voy a bañar con alcohol, con toda esa medicina y la pomada que te voy a untar en tu estómago, pa? que se te quite ese aire. Al rato o mañana ya vas a tener hambre.?
Aire. Ardor de estómago y cuerpo (sistematización)
Algunos síntomas: ardor de estómago y cuerpo. No puede comer. Tratamiento: baño de alcohol y medicina de herbolaria preparada por doña Lupe. Untar pomada en el estómago.
Quemaduras en las manos
?Algo roban, o tal vez algo que hacen. Muchas personas los queman o no sé lo que hacen. Creo que les queman las manos, porque las traen chamuscadas. Ellos lo niegan, pero pienso que a lo mejor sí hacen eso. Hasta les digo ¿por qué roba, qué no puede trabajar? No es bueno eso. Te baño con esa medicina, vas a ver. Vas a ver, no te va a durar tres días. Ya se te quitó todo eso que tienes. Yo lo baño con alcohol con hierbas y loción Siete Machos. Le digo que se eche también pomada, la que hacemos. Se lo echa, es fresco, lleva muchas hierbas y con ese se lo quita rápido, ?pero ya te pones a trabajar cuando vayas a México?.?
Quemaduras en las manos (sistematización)
Algunas causas: Es posible que se trate de un castigo por robar algo. Algunos síntomas: manos como quemadas y siente ardor. Tratamiento: baño de alcohol con hierbas o loción Siete Machos (durante tres días); aplicación de pomada. Recomendaciones: ponerse a trabajar y ya no robar.