Respaldo de material de tanatología

Fibromialgia-1371

Fibromialgia

——————————————————————————–

El término fibromialgia (en el pasado: fibrositis), describe un síndrome clínico en el que el dolor musculoesquelético difuso es el síntoma principal, así como la presencia de puntos dolorosos característicos determinados por la exploración física. Frecuentemente asociado al dolor, los pacientes se quejan de fatiga inexplicable, alteraciones del sueño, rigidez matutina subjetiva, parestesias diversas, síntomas de colon irritable, cefalea, trastornos vestibulares, síntomas genitourinarios y cambios en el tono afectivo. Muchos asocian el inicio y/o las exacerbaciones de los síntomas con estrés, traumatismos, cambios en el clima o en el ambiente, la falta de sueño y la actividad física. En la actualidad existen elementos para considerar a la fibromialgia como una entidad real e identificable, existiendo incluso criterios para establecer el diagnóstico.

. Fibromialgia es algo más que una enfermedad musculoesquelética. El estudio clínico debe ir mas allá del dolor, la fatiga y síntomas similares.
Es una entidad frecuente en la práctica médica cotidiana y se ha calculado una prevalencia de 10% entre la población femenina entre 20 y 49 años así como frecuencia del 10-20% en la consulta de reumatología (la segunda causa después de la osteoartrosis).

Ocho a nueve de cada diez pacientes son mujeres alrededor de los 40 años.

ETIOLOGIA

No se conoce la causa aunque el conocimiento de los mecanismos para la percepción del dolor son cada vez mejor entendidos. Se consideran seis teorías como las mejor aceptadas:

Periférica

La localización de los síntomas en los músculos y estructuras adyacentes, ha hecho pensar que el defecto principal está en esas estructuras, así como de otros elementos de identificación como cambios en las miofibrillas, presencia de inflamación, fibrosis y complejos inmunes.

Central

Parece ser la menos consistente de las posibles explicaciones. Bajo esta denominación se incluyen las siguientes posibilidades:

Psiquiátrica

La creencia más diseminada es que se trata de una depresión enmascarada o una forma aberrante de somatización, una forma equivocada de registrar las posibles sensaciones de dolor. Existe depresión el 30% de los pacientes con fibromialgia aunque esta cifra coincide con lo observado en problemas reumatológicos como la artritis reumatoide y enfermedades dolorosas crónicas. De la misma manera, se encuentran trastornos de ansiedad y personalidad con mayor frecuencia en aquellos con fibromialgia que en casos controles, sin que esté decidido si esto se debe a la cronicidad del dolor o a la incertidumbre que acompaña a la fibromialgia.

Neuroquímica

Parece existir una deficiencia de serotonina, que es un mediador importante del dolor del que se han encontrado niveles reducidos del triptofano (precursor) y de su metabolito el ácido 5-hidroxiindolacético explicando así por qué algunos pacientes responden a fármacos que aumentan los niveles de serotonina.

Hormonal

Se han descrito anormalidades hormonales como respuesta hiperprolactinémica a estímulo con hormona liberadora de tiroides, niveles bajos de somatomedina C y asociación con hipotiroidismo. Su presencia mayor en mujeres hace pensar que otras hormonas (estrógenos) pudieran participar para la expresión clínica de la fibromialgia.

Del sueño

El 80% de los pacientes con fibromialgia manifiestan trastornos del sueño.

Existen evidencias de que no se trata de una causa única o una teoría unificadora que explique en su totalidad la etiopatogenia de la fibromialgia.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

El paciente típico con fibromialgia es una mujer en edad reproductiva que acude al médico quejándose de dolores musculoesqueléticos generalizados, sin localización precisa. Las expresiones más frecuentes son: “me duele todo el cuerpo”, “me siento exhausta”, “duermo pero no siento que descanse”. Además, se quejan de rigidez matutina, cefalea, depresión, ansiedad, tensión, síntomas de colon irritable, parestesias diversas, sensación de debilidad, fatiga extrema y dificultad para dormir. Con menor frecuencia hay dismenorrea, dolor precordial, mareo, polaquiuria y resequedad de piel y mucosas.

La exploración física es negativa, incluyendo el examen neurológico. Lo característico son los llamados “puntos dolorosos” manifiestos cuando se hace presión “hasta que la uña del dedo se pone blanca”. Esos puntos dolorosos son: occipital, en la inserción de los músculos suboccipitales; trapecios, en su punto medio; supraespinoso; glúteos, en el cuadrante superoexterno; trocánter mayor; cervical bajo o anterior, en la cara anterior de C5-C6; segundas condroesternales, a la altura de esas articulaciones; epicóndilo externo (bilateral); y rodilla, sobre la zona anserina (cara interna). La calificación se hace así: si 11 (de los 18) puntos son dolorosos, se considera diagnóstico seguro aunque en la práctica se ha visto que este criterio más bien debe tener aplicación epidemiológica y bastan 5-8 puntos para afirmar la existencia de fibromialgia.

DIAGNÓSTICO

Se basa en la existencia del dolor corporal difuso, sin distribución o localización precisas y la existencia de puntos dolorosos.

La fibromialgia puede coexistir con otras enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, la osteoartrosis, el lupus eritematoso generalizado, miopatías y otras.

Algunos pacientes con trastornos psiquiátricos como hipocondría, histeria conversiva, somatización o psicosis pueden confundirse con fibromialgia. Sin embargo, el cuadro psiquiátrico es habitualmente evidente y hay franca desproporción entre los síntomas y la situación del paciente y la respuesta a la exploración física habitualmente es errática.

No hay pruebas de laboratorio o gabinete para identificar fibromialgia; su utilidad se limita a identificar otras enfermedades.

TRATAMIENTO

La base principal del tratamiento es la relación médico-paciente. Como en todas las enfermedades dolorosas crónicas, los pacientes con fibromialgia se sienten frecuentemente frustrados y es común que busquen diversas opiniones médicas y no médicas, en busca de alivio. El médico tratante debe explicar la naturaleza benigna del padecimiento en relación a su aparato locomotor (no habrá deformidad ni invalidez) pero la repercusión que tiene sobre el bienestar y en ocasiones sobre la vida cotidiana. El paciente debe saber que “no está enfermo de los nervios” sino que percibe el dolor con mayor intensidad que otras personas y que además de medicamentos y apoyo del médico, se necesita vencer el estrés, las dificultades del ambiente, la depresión, la ansiedad y la tensión para lo que quizá convenga apoyo especializado. El médico no debe buscar resolver todo con analgésicos y medicamentos similares ni con tranquilizantes o antidepresivos; quizá obtenga algún alivio pero este será parcial y transitorio.

La actividad física es fundamental. El paciente debe ser estimulado para hacer con sistema y constancia: ejercicio, aerobics, actividad física en grupo, gimnasia, deportes.

Aun cuando los síntomas rara vez desaparecen por completo, muchos pacientes mejoran combinando las medidas enunciadas y, como se inicia esta parte del tratamiento, el éxito está en la relación médico-paciente.

Fibromialgia (FM)

Fibromialgia (FM)

La Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica son dos enfermedades diferentes pero con una forma de presentación y síntomas similares, lo que confunde muchas veces al no experto. El diagnóstico diferencial entre ambas y el descartar otras posibles causas de dolor y fatiga, es fundamental para un correcto enfoque diagnóstico, pronóstico y terapéutico.

La Fibromialgia es una enfermedad de causa desconocida (como el 67% de todas las enfermedades definidas hoy en día) cuyo síntoma principal es el dolor crónico generalizado que se localiza, esencialmente, en zonas musculares, tendinosas, articulares y viscerales. La Fibromialgia es la causa más frecuente de dolor generalizado y configura un grupo importante y heterogeneo de pacientes, que requiere un enfoque individualizado.

En la actualidad, la Fibromialgia se hipotetiza que forma parte de un espectro amplio de síndromes y situaciones clínicas que cursan con procesos de sensibilización e hipersensibilidad central, los llamados “Central Sensitivity Syndromes” (enlace externo a la cita).

El profesional más adecuado para confirmar el diagnóstico de la Fibromialgia es el reumatólogo, pues la fiabilidad diagnóstica del médico de asistencia primaria es baja (una unidad especializada confirmó el diagnóstico sólo en un 68% de los casos), aunque una vez diagnosticada, el seguimiento de los casos no complejos, puede quedar en manos del médico de familia (enlace externo a la cita bibliográfica).

La coexistencia de la sensación de dolor generalizado con cuadros psiquiátricos, ha hecho que, recientemente, algunos reconocidos expertos, sugieran la denominación de “pseudofibromialgia” para estas formas de dolor (enlace externo a la cita). Esto es especialmente relevante en el dolor generalizado asociado al Trastorno Bipolar (acceda a este enlace externo para saber más sobre Trastorno Bipolar). La verdadera Fibromialgia nada tiene que ver con cuadros psicopatológicos sino que responde a un incremento de la percepción del dolor a nivel del Sistema Nervioso Central. El diagnóstico diferencial entre el dolor percibido asociado a trastornos de ansiedad y/o depresión (enlace externo) y un verdadero proceso de amplificación del dolor, es la base de la orientación de un tratamiento efectivo.

La Fibromialgia es una enfermedad reconocida por todas las organizaciones médicas internacionales y por la OMS desde 1992. Está clasificada con el código M79.7 de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10 CM en su última revisión) como una enfermedad reumatológica. Más bien al contrario, ninguna organización internacional niega su existencia y su definición.

Aunque su causa, como decimos, es desconocida, cada vez se detectan más evidencias al respecto de una base genética de la Fibromialgia que se expresa ante determinadas circunstancias y que condiciona una respuesta anómala del Sistema Nervioso y una facilidad específica para incrementar los procesos de sensibilización al dolor (enlace externo al texto completo de una revisión), al menos en aquellos casos que cursan con una extraordinaria sensibilidad dolorosa ante el tacto, el roce o los estímulos térmicos mínimos (alodinia). El dolor y otros síntomas de la Fibromialgia se autoalimentan  con el paso del tiempo, lo que hace especialmente importante un diagnóstico precoz.

El papel del Óxido Nítrico en esta sensibilización central se considera importante (enlace externo a la cita), a falta de estudios más amplios pero también existen fenómenos locales condicionados por alteraciones en la microcirculación que condicionan hipoperfusión muscular (enlace externo a la cita) que parecen participar, al menos en algunos casos.

De hecho, recientes trabajos apuntan que la Fibromialgia no es una entidad unica, sino que existen subgrupos: los afectados por un claro incremento de la sensibilidad al dolor sin trastorno psiquiátricos o psicológico añadido, los que la asocian con depresión y los que tienen un dolor con características de somatización (enlace externo a la cita). Para algunos autores, solo el primer subgrupo constituiría la verdadera Fibromialgia. Esta propuesta parece confirmarse con los trabajos de Giesecke (enlace externo a la cita) Es importante que dejemos de considerar a los enfermos con Fibromialgia como un grupo homogéneo.

Las personas que han sufrido a lo largo de su vida, episodios de violencia grave, sufren Fibromialgia y otros procesos de dolor crónico con mayor frecuencia (enlace externo a una cita). Se piensa que ello es debido a la situación de estrés continuado que produce. La falta de Vitamina D se ha asociado a procesos de dolor crónico y a la presencia de depresión y ansiedad en la FM (enlace externo a la cita), aunque estudios recientes de nuestro grupo cuestionan este planteamiento.

Si lo desea puede descargar el trabajo del Dr. Ferran J.García titulado: “Síndrome de Dolor Neuroplásticamente Inducido (SDNI): Una aportación para la comprensión de la complejidad de la Fibromialgia.”, en el que se desarrolla una hipótesis de trabajo para avanzar en el conocimiento de la Fibromialgia. (pdf en castellano 235 Kb.). Este trabajo es científico y no divulgativo, por lo que se precisa un buen nivel para su comprensión.

La alta prevalencia de la Fibromialgia (se estima hasta un 4 % de la población general adulta, aunque estudios del año 2000 la cifran en España en un 2-3%), hacen de este síndrome un problema de salud pública importante y de difícil abordaje.

Con respecto al sexo, la Fibromialgia es una patología que afecta masivamente a las mujeres en una proporción que se cifra entre 8/1 y 20/1 (mujeres / hombres), sin que sepamos a qué se debe esta masiva predilección por el sexo femenino. Pese a ello es conveniente recordar que existen hombres con Fibromialgia, pues a veces su diagnóstico se hace más difícil por ésta circunstancia.

Las personas que la padecen, sufren dolores en distintas partes del cuerpo que pueden llegar ser muy intensos. El término mialgia indica dolor muscular; por el contrario, la miositis está causada por inflamación del tejido muscular y es un término inapropiado para la Fibromialgia, en la que la inflamación está ausente. La Fibromialgia no debe confundirse con cuadros inflamatorios como la Polimialgia Reumática.

En la Fibromialgia el dolor tiene que ser generalizado y existen otras formas similares de dolor regional o localizado (por ejp. Síndrome de dolor miofascial, relacionado con sobreesfuerzo o micro traumatismos). Además del dolor y el agotamiento, las personas con Fibromialgia experimentan algunos de los siguientes síntomas: trastornos del sueño, síndrome del intestino irritable, anquilosamiento y rigidez del cuerpo, dolores de cabeza o de la cara, malestar abdominal, vejiga irritable, parestesia, entumecimiento u hormigueo, dolores del pecho y costocondralgia (dolores musculares donde las costillas se juntan con el esternón), desequilibrios y mareos, mayor sensibilidad al medio ambiente, etc. Los síntomas tienden a fluctuar y no necesariamente ocurren simultáneamente.

Se ha sugerido a través de estudios científicos que los pacientes afectados por dolor crónico y por Fibromialgia, tienen un riesgo más elevado de muerte accidental. (Chamizo-Carmona E. ¿Existe asociación entre la Fibromialgia, el aumento de la comorbilidad por enfermedad neoplásica, cardiovascular e infecciones, y el de la mortalidad?. Reumatol Clin. 2005; 1(4):200-10).

La alta prevalencia del síndrome ha hecho de la Fibromialgia un problema asistencial de primera magnitud y se trabaja para definir marcadores biológicos indicadores de la potencial gravedad. Uno de los más estudiados son los genotipos del gen COMT que puede descargar desde este enlace interno (pdf en castellano 153 Kb.) y que ha permitido describir un perfil genético diferenciado entre Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica que afecta a las formas más severas de ambas enfermedades (enlace interno al abstract del trabajo -pdf en castellano 69 Kb.-). Este trabajo apoya la idea de que dentro de lo que actualmente conocemos como Fibromialgia, existen cuadros diferentes. Lea la nota de aviso sobre análisis de polimorfismos del gen COMT (enlace interno).

Recientes e interesantes estudios sugieren que un embarazo con altos niveles de estrés o traumas, podría favorecer en el feto hembra (no en el varón) una alteración en la glándula suprarrenal que facilitaría el desarrollo de la Fibromialgia (enlace externo a la cita).

¿Cómo se manifiesta la Fibromialgia?

Estamos, como afirma el Prof. D.J. Clauw, ante una “Hipertensión del sistema de procesamiento del dolor”.

Los pacientes con Fibromialgia se quejan de que les duele todo y manifiestan sentir fuertemente doloridos los músculos del cuerpo; muchas veces el dolor va acompañado de una sensación de quemazón o fatiga muscular.

La Fibromialgia puede ser leve, moderada o severa, en función de la afectación que la enfermedad produce en la vida del enfermo (valorada a través del Cuestionario de Impacto de Fibromialgia -FIQ-). De acuerdo al caso, una persona con Fibromialgia leve responderá a los tratamientos sintomáticos y seguirá trabajando y desempeñándose bien en casi todas las esferas de su vida. Alguien con Fibromialgia moderada probablemente tendrá problemas en uno o dos aspectos de la vida cotidiana como por ejemplo en el ámbito laboral por ausentismo reiterado, o en los vínculos interpersonales, cuando surgen dificultades secundarias por la falta de comunicación y/o comprensión de los efectos que causa la sintomatología en general y el dolor en particular. Mucha mas complicada es la situación de la persona con Fibromialgia grave (entre un 10 y un 17% de todos los casos) cuando a causa de la enfermedad estas personas dejan de ser socialmente activas y laboralmente productivas, quedando severamente descompensados.

La intensidad del dolor puede fluctuar a lo largo del tiempo pero normalmente nunca desaparece por completo. El dolor acostumbra a ser más intenso por la mañana, durante los cambios de clima y durante los episodios de ansiedad y estrés (las buenas noticias también causan estrés). Cuando la persona afectada por Fibromialgia permanece inmóvil por espacio de cierto período de tiempo (por ejemplo en el cine, la sala de espera o en una reunión social), sus músculos se vuelven duros y dolorosos. El inicio del movimiento por la mañana es dificultoso porque los músculos están rígidos y son a su vez dolorosos.

Las personas con Fibromialgia, refieren un gran cansancio que parece relacionado con los trastornos del sueño. Estos trastornos del sueño, que condicionan en general, una falta de sueño profundo, afectan también a la capacidad de concentración y a la memoria inmediata, produciendo síntomas que pueden confundirse con alteraciones neurocognitivas.

Aunque la severidad de los síntomas varia en cada persona, la Fibromialgia se parece a un estado de convalescencia de una enfermedad. Este aspecto y muchos de los síntomas de la Fibromialgia tienen gran similitud con otra enfermedad crónica conocida como Síndrome de Fatiga Crónica, aunque existen características diferenciales que un experto valorará. Ambas enfermedades pueden coexistir en una misma persona. De hecho, casi un 80% de pacientes con SFC cumplen criterios para el diagnóstico de FM, sin embargo, solo un 8% de pacientes con FM cumples criterios para diagnóstico del SFC.

En la actualidad, la Fibromialgia es una enfermedad fácil de identificar y de diagnosticar por un médico experto. La naturaleza difusa del dolor en todo el sistema músculo esquelético y la falta de alteraciones inmuno-endocrinas específicas, son las características que ayudan a distinguirla del SFC.

Agregación familiar

Está comprobado que existe una “agregación familiar”, es decir, familias en las que es más frecuente que ocurran casos de Fibromialgia. El riesgo de sufrir Fibromialgia si se tiene un familiar de primer orden con la enfermedad, es superior en 8,5 veces al de la población sin esta coincidencia.

Parece razonable que en el ámbito familiar las costumbre y hábitos sean las mismas y por lo tanto, que una persona desarrolle Fibromialgia o no, parece que puede venir condicionado por factores genéticos (enlace externo a la cita).

lEn jóvenes con FM, un 71% de sus madres la tienen.

lLa prevalencia en familiares directos de afectados por FM es de un 41% en mujeres y un 14% en varones.

Factores predisponentes

Son desconocidos. Trabajos recientes apuntan que los embarazos vividos en situación continuada de estrés severo podrían favorecer el desarrollo de la Fibromialgia en las hijas, por una alteración continuada en la secreción del cortisol.

Determinados perfiles genéticos parecen ser más frecuentes en las formas más graves de Fibromialgia, siendo necesarios estudios de validación y comparación para sentar esta afirmación. La agregación familiar de la Fibromialgia parece bien establecida, como hemos comentado anteriormente (existirían rasgos genéticos que aumentarían el factor de riesgo de sufrirla pero no es una enfermedad hereditaria).

Hablemos un poco del dolor en la Fibromialgia

Todos nosotros conocemos que es el dolor. Lo aprendemos desde muy temprana edad, sabemos que es parte de la vida, y oímos hablar de él en la TV, en la radio, etc. Existe una experiencia de dolor corriente que se experimenta regularmente en lo cotidiano. Solemos llegar a casa después de una larga jornada de trabajo con dolor de cabeza, de cintura o de espalda; sufrimos intensos dolores de brazos o de piernas después de un fin de semana intenso de actividad deportiva, o a continuación de un viaje o de una mudanza.

Frente a la experiencia de dolor, todos tenemos expectativas. Una expectativa es que seguramente estamos frente a un tipo de dolor agudo que es temporal, que va a desaparecer con el tiempo, descanso o con algún tratamiento indicado médicamente. Sabiendo que hay un fin para este dolor particular, pronto aprendemos a manejarlo y a hacer lo necesario mientras dure para sentirnos mejor hasta que pase.

Otra expectativa es que el dolor no interfiera con nuestras tareas, roles o funciones. Ninguno de nosotros espera que estos dolores lleguen a ser tan intensos y profundos que nos impidan levantarnos para ir a trabajar y cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades. La Fibromialgia causa dolor crónico que es muy distinto del dolor agudo.

No nos podemos levantar de la cama, nos duele cualquier lugar del cuerpo donde quiera que lo presionemos. Cada músculo del cuerpo nos duele pero igual nos tenemos que levantar e ir a trabajar. Este tipo de dolor es el que cada persona con Fibromialgia atraviesa cada día y a pesar de ello, trata de hacer todas sus tareas diarias a pesar del dolor. Muchos enfermos refieren su dolor como intenso e insoportable.

En la Fibromialgia es característica la presencia de los llamados “puntos sensibles”. Estos puntos sensibles están situados a largo del cuerpo y pueden desarrollarse en varias formas, aunque todavía no se comprende exactamente como se originan. El comité que los seleccionó determino en un principio hasta 74 puntos sensibles de los que se eligieron los 18 más frecuentes estadísticamente, que corresponden a zonas donde existe mayor número de receptores nociceptivos. Un traumatismo, infecciones, inflamaciones o factores hereditarios podrían incrementar las señales de dolor en los músculos y nervios. En lugar de sanar o de volver a la normalidad después de cualquiera de estos posibles daños, estos nervios sensibilizados causarían cambios en el sistema nervioso central volviendo mas sensibles y muy excitables a los canales nerviosos, haciendo que los mismos emitan espontáneamente señales dolorosas todo el tiempo.

Además de los dolores físicos las personas con Fibromialgia sufren de otros tipos de dolores: dolor emocional y psicológico que sobreviene como efecto de enfrentar cotidianamente temores, dudas, confusión, estrés, tristeza, culpa y variadas preocupaciones que la limitación física le impone y daño moral por la falta de un trato digno y sensible. Con el paso del tiempo, separar el dolor somático del dolor emocional, puede llegar a ser imposible.

La fatiga en la Fibromialgia

Casi un 70% de enfermos con Fibromialgia refiere una fatigabilidad de moderada a intensa que tiene oscilaciones durante el día, con episodios de agudización breves (crisis de agotamiento), pero que mejora con el reposo y limita poco las actividades esenciales de la vida diaria. En algunos casos esta fatigabilidad anormal puede deberse a otras enfermedades, falta de ejercicio, desmotivación, trastornos del sueño o incluso a la toma de fármacos.

Sólo un 8% de enfermos con Fibromialgia cumplen los actuales Criterios Diagnósticos del CDC para Síndrome de Fatiga Crónica cuando el diagnóstico de éste se establece de forma objetiva. En caso de aceptar la impresión subjetiva del paciente o una encuesta telefónica (enlace externo al artículo), ambas enfermedades parecen solaparse casi completamente.

El sueño en la Fibromialgia

La afectación del sueño es una constante en la Fibromialgia y puede preceder al desarrollo de la enfermedad. Es habitual el insomnio tanto de conciliación (iniciar el sueño), como de mantenimiento (despertarse muchas veces durante la noche).

A veces pueden asociarse trastornos más específicos de predominio nocturno como el Síndrome de Piernas Inquietas, que empeora el cuadro y requiere un enfoque diferenciado.

El trastorno del sueño ha sido implicado en la fatigabilidad de predominio matutino, en el dolor y en la “bruma cerebral”.

¿Qué causa la Fibromialgia?

La Fibromialgia es una enfermedad crónica para la cual no existe un tratamiento curativo, lo que ocurre en muchas otras enfermedades. La causa última de la Fibromialgia es aún desconocida y objeto de investigación. Los estudios médicos se han orientado a observar si hay lesiones en los músculos, alteraciones inmunológicas, anomalías psicológicas, problemas hormonales, alteraciones en la fisiología del sueño o en los mecanismos protectores del dolor, pero entre todos estas hipótesis la más aceptada es la citada de un incremento de la sensibilidad al dolor de tipo neurológico (enlace externo a la cita).

En este sentido y ya históricamente, se han detectado en personas con Fibromialgia niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente la Serotonina), niveles elevados de sustancias productoras de dolor en el sistema nervioso (sustancia P), así como alteraciones en los receptores NMDA y a nivel medular y cerebral. Se ha descrito (enlace externo a la noticia) una relación entre la Proteina Cinasa G (PCG) y los procesos de dolor crónico que abre una puerta a nuevas posibilidades terapéuticas.

La Serotonina se encuentra en el cerebro y su misión, entre otras, es regular la intensidad con que se percibe el dolor. En personas con Fibromialgia esta sustancia se encuentra disminuida.

La sustancia P (proviene de pain, que significa dolor en inglés) se encuentra en la médula espinal actuando de intermediario en la recepción del dolor desde la periferia hacia los centros superiores. En el caso de la Fibromialgia, el dolor en diferentes partes del cuerpo que presentan los pacientes podría no siempre ser debido a una enfermedad en esos órganos, sino a una primaria anormalidad en la percepción del dolor por parte del Sistema Nervioso Central (SNC). Se ha visto que las personas con Fibromialgia tienen incrementado su nivel de sustancia P en el líquido que baña el cerebro, y que en cambio, en los enfermos con Síndrome de Fatiga Crónica, este valor es normal.

Asismismo se han encontrado alteradas otras moléculas como el Factor Neurotrófico derivado del Cerebro (BDNF), Factor Liberador de Corticotropina (en orina), expresión de la subunidad 2D de NMDA en la piel de los enfermos, etc. aunque dichos hallazgos no son específicos. No se han detectado alteraciones hormonales (enlace externo a la cita) aunque sí sabemos que existen afectadas que tienen una clara relación entre sus síntomas, su ciclo menstrual y la instauración de la menopausia (enlace externo a la cita).

Últimamente, el estudio de su fisiopatogenia se ha dirigido, con especial interés, a las alteraciones en los receptores de Dopamina a nivel del Sistema Nervioso Central y del Sistema Límbico en particular, sustancia relacionada con el gen COMT (enlace externo a la cita).

La percepción del dolor es regulada en parte por una porción del SNC llamado Sistema Nervioso Autónomo (SNA). Esta región controla funciones involuntarias tales como la respiración, la regulación de la temperatura y la sudoración. En los pacientes con Fibromialgia, hay algunos síntomas que pueden estar relacionados a una disfunción del Sistema Nervioso Autónomo y de determinadas estructuras cerebrales integradas esencialmente en el llamado Sistema Límbico. Algunos de estos síntomas son por ejemplo las sensaciones anormales de temperatura corporal, enrojecimiento de las mejillas y alteraciones en la percepción del dolor, aunque existen datos que son contrarios a esta hipotética activación.

No solo existe una hipersensibilidad nerviosa mas fácilmente activada que manda señales de dolor al cerebro, sino que paralelamente, parece haber una pérdida de la habilidad para interrumpir la emisión de estas señales y regularlas. En lugar que las señales asciendan, den el mensaje y paren, se establece un circulo vicioso de estimulación del dolor repetitivo. Consecuentemente los puntos sensibles están doloridos no solo cuando son presionados en forma manual, sino también en forma permanente y espontánea.

En todo caso, sabemos que el dolor neurogénico de la Fibromialgia es de origen central y no periférico, razón por la cual la mayor parte de tratamientos dedicados a las zonas dolorosas, no son efectivos en el medio y largo plazo.

El papel de los pesticidas y tóxicos químicos, ampliamente distribuidos en todos los aspectos de nuestra vida diaria, en tanto que muchos de ellos actúan como transformadores endocrinos y neuroestrógenos se está estudiando como posible fluente de potenciación y mantenimiento del dolor y otros síntomas de la FM, al menos en personas sensibles.

También sabemos que, aunque muchos pacientes diagnosticados de Fibromialgia presentan trastornos psíquicos (30 %), estos no son la causa de la enfermedad, aunque deben ser diagnosticados y tratados convenientemente. En muchas enfermedades crónicas (Lupus, Colitis Ulcerosa, Esclerosis Múltiple, etc. este porcentaje es mucho mayor).

Por último es conveniente tener muy presente que los trastornos del sueño pueden incrementar el dolor crónico entre otros síntomas y por lo tanto el estudio de la calidad del sueño es un pilar importante en el diagnóstico y enfoque terapéutico de estos enfermos. Sabemos, por ejemplo, que el estrés crónico puede modificar las fases del sueño ocasionando dolor y fatigabilidad de predominio matutino. Puede saber más en éste enlace externo.

Algunos de los síntomas que frecuentemente acompañan a la Fibromialgia recuerdan mucho a los fenómenos de dependencia de las benzodiacepinas, fármacos que se utilizan como hipnóticos, ansiolíticos o contra el dolor neuropático. Es importante descartar siempre que el paciente tome fármacos que puedan potenciar la sintomatología.

¿Cómo se diagnostica la Fibromialgia?

En la actualidad no existe ningún análisis de laboratorio para el diagnóstico de la Fibromialgia. El diagnóstico de la fibromialgia es exclusivamente clínico, como ocurre también en muchas otras enfermedades, pues no en vano los diagnósticos los dan los médicos y no las pruebas.

Las exploraciones complementarias van destinadas a descartar otras posibles patologías y es importante que, una vez establecido el diagnóstico se cese en la búsqueda de otras explicaciones para un cuadro clínico que está perfectamente definido.

Un proceso diagnóstico correcto debería incluir una historia clínica detallada que incluya vida laboral y familiar, evaluación psicológica, examen físico completo, analítica básica (hemograma, VSG, PCR, CK, TSH y proteinograma) que puede ser ampliada a criterio del médico y algunas pruebas de imagen para descartar enfermedades que pueden coexistir.

Para su diagnóstico primero se deben eliminar otras enfermedades que tienen síntomas similares y en este sentido existen algunas determinaciones básicas muy necesarias. Además según los criterios diagnósticos oficiales, establecidos en 1990 por el Colegio de Americano de Reumatología (ACR) (Wolfe F, Smythe HA, Yunus MB et al. The ACR 1990 criteria for the classification of fibromyalgia. Arthritis Rheum1990;33:160?72), un paciente tiene que presentar dolores generalizados en los 4 cuadrantes del cuerpo más la espalda, por un período de por lo menos tres meses, y debe tener dolor en 11 de 18 puntos sensibles predefinidos cuando el médico le examina sitios específicos del cuello, los hombros, el pecho, la cadera, la rodilla y el codo con una presión baja de 4 Kg./cm2. La exploración con la fuerza precisa es muy importante para un diagnóstico fiable. Un médico entrenado puede hacer la exploración de forma precisa (de hecho más precisa que con un instrumento mecánico (enlace externo a la cita)), pero si no se tiene mucha experiencia se puede utilizar un equipo de medida (algómetro o dolorímetro-palpómetro), ya sea manual o electrónico.

¿Es posible medir el dolor?

El dolor en la Fibromialgia verdadera, se asocia a dos fenómenos bien conocidos: la hiperalgesia o notar más dolor del que corresponde al estímulo en la población sana y la alodinia, o dolor frente a estímulos que no deberían ser dolorosos. Normalmente la alodinia se acompaña de sensaciones “eléctricas” o “quemantes”.

Además, estos fenómenos en la FM se producen en el contexto de la llamada “Sumación Temporal del Dolor” o “wind up”, una alteración de la modulación del dolor que hace que la suma de pequeños estímulos sea superior a cada uno de ellos tomado independientemente.

Estas características se miden bien con el llamado Quantitative Sensory Testing, que nos permite determinar la existencia de una verdadera hipersensibilidad al dolor.

Puntos Sensibles: una medida fiable

Existe un sistema estandarizado de exploración de los Puntos Sensibles conocido como Manual Tender Point Survey, cuya metodología es importante que conozcan los médicos exploradores, pues garantiza la máxima fiabilidad en el diagnóstico a través de la palpación. (Enlace externo al método). (Enlace a la cita).

El Colegio Americano de Reumatología estableció en 1990 los “Criterios de Clasificación” que debían utilizarse para estudios sobre la enfermedad y que por convenio se están utilizando como método de diagnóstico y que son los siguientes:

Historia de dolor crónico difuso de más de tres meses de duración. Dolor musculoesquelético crónico en cada uno de los cuadrantes del cuerpo (arriba y debajo de la cintura, y a ambos lados del cuerpo) durante más de 3 meses.

Ausencia de alteraciones radiológicas y/o analíticas que puedan explicar el cuadro del paciente.

Presencia de dolor (no molestia) a la presión en por lo menos 11 de los 18 puntos sensibles (9 pares). Explorados con una presión de 4 Kg/cm2.

Puntos sensibles dolorosos:

Occipucio bilateral, parte infero-posterior de la cabeza, en la inserción de los músculos occipitales.

Cervicales bajas, en las caras anteriores de los espacios intertransversos en la vértebra cervical cinco (C5) hasta la vértebra cervical siete (C7).

Trapecio, a medio camino de su borde superior.

Supraespinoso, en sus orígenes, por arriba de la escápula, cerca del borde interno.

Segunda costillas, a nivel de la inserción de las segundas costillas sobre el esternón.

Epicóndilo externo, en el relieve óseo del húmero donde se originan los músculos extensores del antebrazo.

Glúteo, en los cuadrantes superiores externos de los glúteos, en el pliegue anterior del músculo.

Trocánter mayor, a nivel de la cresta del trocánter mayor del fémur, un relieve óseo en el que se insertan los músculos piriformes que sirven para rotar externamente el muslo.

Rodilla, en el tejido subcutáneo de la parte interna, por arriba de la línea de la articulación.

Todo ellos en un contexto asociado con fatiga, trastornos del sueño, síndrome de intestino irritable, parestesias, trastornos cognitivos y trastorno de ansiedad o depresión o ambos.

Para hacer el diagnóstico de Fibromialgia deben cumplirse ambos criterios (dolor difuso y dolor en los puntos dolorosos). Para que el diagnóstico sea válido, la duración del dolor y la sensibilidad es estos puntos musculoesqueléticos debe ser como mínimo de tres meses. La presencia de un segundo padecimiento no excluye el diagnóstico de Fibromialgia, aunque esta norma está en revisión en unos nuevos criterios propuestos.

La aplicación de estos criterios diagnósticos por parte de un profesional experimentado arroja una gran fiabilidad (los criterios son sensibles y específicos).

Actualmente (2007), un comité de la EULAR, está trabajando para definir unos nuevos criterios diagnósticos.

Es también muy importante tener en cuenta que en el proceso de diagnóstico diferencial de la Fibromialgia deben descartarse siempre la hipocondría, el trastorno de conversión,  la somatización , el trastorno querulante y el trastorno somatomorfo. El descartar que una patología psiquiátrica pueda ser la causa del dolor generalizado y el complejo sintomático asociado es fundamental para poder enfocar correctamente el problema del enfermo, razón por la que es muy importante huir de los diagnósticos de complacencia. Una buena herramienta de despistaje psiquiátrico es el CIDI (Composite International Diagnostic Instrument) de la Organización Mundial de la Salud, accesible desde éste enlace externo.

Adicionalmente durante la exploración y aunque no forman parte de los criterios, es frecuente encontrar espasmos musculares o bandas de tensión muscular (que el paciente describe muchas veces como nódulos o bultos), hipersensibilidad al pellizco de la piel (muy típica a nivel del trapecio), estiramiento doloroso de grupos musculares, alodinia estática y dinámica y dermografismo.

Ya en 2002, McCarty y colaboradores (McCarty DJ, Koopman WJ (eds). Arthritis and Allied Conditions. 12 ed. Philadelphia: Lea and Febiger, 2002.p.55-60) propusieron unos nuevos criterios diagnósticos que no han sido totalmente aceptados pero que nos sirven como referencia:

Criterios obligatorios

1.    Presencia de dolores generalizados o rigidez significativa, que afecta al menos 3 localizaciones anatómicas, durante al menos 3 meses o más.

2.    Ausencia de causas secundarias como traumatismos, infecciones, enfermedades endocrinas o tumorales u otras enfermedades reumáticas.

Criterio mayor

·      Presencia de 5 puntos característicos de dolor (puntos sensibles).

Criterios menores

Modulación de los síntomas por la actividad física.

Modulación de los síntomas por factores atmosféricos.

Agravamiento de los síntomas por la ansiedad o el estrés.

Sueño no reparador.

Fatiga general o laxitud.

Ansiedad.

Cefalea crónica.

Síndrome de colon irritable.

Sensación subjetiva de inflamación.

Entumecimiento.

Se requiere cumplimiento de los criterios obligatorios más el criterio mayor y 3 criterios menores. En el caso de no cumplir con más de 3 o 4 puntos de gatillo se requieren 5 criterios menores.

Evaluación inicial

Como hemos comentado previamente, una vez determinado el cumplimiento de los criterios de clasificación es importante establecer una evaluación inicial que tenga en cuenta: dolor (Escala Visual Analógica, EVA), cascada del dolor (Hiperalgesia, hiperpatía, alodinia, fenómenos espontáneos, etc.), medidas de calidad de vida (FIQ, SF-36), medidas de capacidad funcional (FHAQ), valoración psicológica (GHQ-28, SCL-90R, MMPI), depresión y ansiedad (HAD) y función física (Prueba de Esfuerzo en Treadmill – Carga Incremental- , Test de Marcha de Seis Minutos  – 6MWT – Carga Constante- ).

Las pruebas biomecánicas no han demostrado eficacia en la evaluación de la Fibromialgia, pero pueden ser de interés si se sospechan enfermedades asociadas.

Otros síntomas asociados

Además de los criterios diagnósticos comunes a la enfermedad, se observan una serie de síntomas que se sobreañaden al dolor específico de la Fibromialgia:

Debilidad generalizada, dolores musculares y articulares difusos. Otro síntoma frecuente es la rigidez en la planta de los pies.

Alteraciones del sueño: problemas para conciliar el sueño e interrupciones frecuentes del dormir durante la noche. La alteración del sueño también puede presentarse bajo la forma de mioclonias (espasmos musculares en las piernas y en los brazos durante el sueño), lo que provoca un sueño de mala calidad que hace que la persona con Fibromialgia se duerma sin problemas, pero el nivel profundo del sueño se ve dificultado por la aparición de los dolores.

Fatiga matutina y durante el día.

Rigidez matutina, en general de forma leve.

Cefaleas.

Sensación de entumecimiento y hormigueo de una extremidad, y sensación de tumefacción (hinchazón de un órgano).

Colon irritable

Vejiga irritable (constante necesidad de orinar)

Otros síntomas frecuentes son el dolor de cabeza, la caída del cabello, sensibilidad a la luz, colon irritable, entumecimiento o calambres de las extremidades.

Estos síntomas tienden a fluctuar y no necesariamente ocurren simultáneamente. Pueden aparecer lentamente o de repente.

“Grados” de Fibromialgia

Muchos enfermos creen que el hecho de tener más o menos puntos sensibles positivos es un marcador de la gravedad de su enfermedad. Esto no es así.

La gravedad de la fibromialgia se mide en función de varios parámetros, siendo el más importante la afectación de las actividades de la vida diaria, que se mide mediante el cuestionario FIQ (Fibromyalgia Impact Questionnaire). Además se consideran otros parámetros como la presencia asociada de otras enfermedades, el tratamiento que el enfermo debe tomar, el seguimiento de las propuestas de tratamiento, intentar mantenerse en un grupo de ejercicio, seguir soporte psicológico y otras.

En general, la FM se clasifica en 4 grados funcionales según una escala del Colegio Americano de Reumatología.

Evolución y pronóstico

En general el paciente con Fibromialgia mantiene su enfermedad de forma crónica, pero es importante saber que el pronóstico es bueno si existe un diagnóstico precoz, información correcta y un enfoque terapéutico acertado (enlace externo a la cita). Actualmente no existe un tratamiento curativo para la Fibromialgia, hasta el punto de que más de un 50% quedan libres de síntomas si siguen un tratamiento integrado de media duración.

Sabemos que evolucionan peor los pacientes que utilizan más fármacos, los que no hacen ejercicio aeróbico regular, los catastrofistas, los pacientes desmotivados por su trabajo o que hacen trabajo doméstico y los que presentan trastornos psiquiátricos concomitantes.

La Fibromialgia es una enfermedad que puede afectar mucho la calidad de vida, tanto que puede ser peor que la de las personas con artrosis, artritis reumatoide o enfermedades pulmonares crónicas, entre otras (enlace externo a la cita).

La asociación de FM a trastornos psiquiátricos, parece empeorar el pronóstico de forma importante.

¿Cómo se trata la Fibromialgia?

No existe aún un tratamiento curativo para el Síndrome de Fibromialgia, pero sí existe amplia evidencia científica respecto al abordaje multidisciplinario en asistencia primaria, como forma eficaz de propuesta terapéutica (enlace externo a la cita)

Podemos afirmar que, en general, el tratamiento farmacológico de la Fibromialgia, es decepcionante, aunque existen subgrupos de pacientes en los cuales los medicamentos son parcialmente efectivos. La Pregabalina y la Duloxetina, han sido aprobadas para el tratamiento de la Fibromialgia en algunos países, pero sus evidencias de efectividad son bajas y la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) no ha aprobado su utilización específica para esta enfermedad -enlace externo-.

Esperar una “pastilla mágica” (que no existe en casi ninguna enfermedad) que “cure” la enfermedad, es quimérico y muy poco realista, por lo que un tratamiento adecuado debe basarse en la información rigurosa al paciente y su entorno, conseguir su implicación en un tratamiento integrado a largo plazo, tomar la menor medicación posible y saber que el objetivo del tratamiento es conseguir una mejor calidad de vida y mantener una vida activa en todos los aspectos.

En líneas generales, los tratamientos están dirigidos a varios objetivos simultáneos básicos:

Información

Soporte Psicológico colectivo y/o individual (no siempre es necesario).

Mejora de la calidad del Sueño.

Tratamiento eficaz del dolor utilizando la menor medicación posible.

Ejercicio Gradual

Aprender a respirar bien (fichero en pdf de 79 Kb)

Tratar las enfermedades asociadas.

Este abordaje integrado es el objeto de las Unidades Multidisciplinares de diagnóstico y tratamiento, como la del Institut Ferran de Reumatología y es con el que nosotros obtenemos mayor eficacia en el control de la Fibromialgia. En cualquier caso, siempre recomendamos que busque Vd. la integración de todos estos aspectos terapéuticos en el lugar más próximo a su domicilio. Recuerde que el médico más eficaz es el más próximo.

Institut Ferran de Reumatología (IFR), dentro del máximo respeto a otras opciones, aplica la llamada “Medicina Basada en la Evidencia” en sus enfoques diagnósticos, pronósticos y terapéuticos. Sepa Vd. que no disponemos de ningún tratamiento o fármaco que su médico habitual no pueda utilizar y que nuestros enfoques terapéuticos tienen el mismo porcentaje de éxitos que los de otros equipos especializados de abordaje multidisciplinar.

Es importante tratar cualquier origen de dolor que pueda favorecer el estado de hiperreactividad ante el dolor que es, en esencia, la FM. Así, personas con dolores de espalda, tendinitis, bursitis, etc. deben ser tratadas lo más eficazmente posible, sobre todo si su patología coexiste con una FM.

Ningún medicamento funciona de igual manera en todos los casos. El medico deberá ir buscando que tipo de medicamento resuelve o mejora la sintomatología en cada caso. Hay varias categorías de drogas utilizadas para el tratamiento de la Fibromialgia: analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos tricíclicos y de otros tipos, relajantes musculares (poco tiempo), inhibidores duales de la recaptación de serotonina y noradrenalina, inductores del sueño no benzodiacepínicos, modificadores del metabolismo de la dopamina, etc.

Es importante una racionalización máxima en la toma de fármacos, ya que muchos síntomas propios de la Fibromialgia pueden ser potenciados por estos, como por ejemplo las alteraciones de la concentración, la sensación de inestabilidad o mareo, la fatiga y la alteración de la memoria. Es conveniente reevaluar regularmente la eficacia de los fármacos que se están tomando. En general, la respuesta farmacológica en la FM es decepcionante.

La farmacogenómica (variabilidad en la respuesta a los fármacos, dependiente de los genes), nos permite, con el análisis de algunos enzimas, determinar los enfoques más efectivos y de menores efectos secundarios para los pacientes. Así el sencillo análisis del citocromo P450, en sus isoformas (CYP2D6, CYP2C9 y CYP2C19), permiten ya hoy en día, orientar mejor los tratamientos (enlace externo a un artículo de interés).

Los enfermos con Fibromialgia presentan un incremento en sus valores de radicales libres y de sus procesos de estrés oxidativo, como ocurre en otras muchas patologías crónicas (enlace externo a la cita), por lo que parece indicada la utilización de antioxidantes como tratamiento complementario.

Estudios recientes (6/2006) de equipos de prestigio (Mayo Clinic), han evidenciado una mejoría en aspectos como la fatiga y la ansiedad (no en el dolor) mediante un tratamiento con acupuntura en la Fibromialgia (enlace externo a la cita).

En muchas ocasiones la utilización de medicamentos es decepcionante e invita a los pacientes a las llamadas “terapias alternativas” que, con excepción de la acupuntura (y con un nivel de evidencia bajo (enlace externo a la cita)), no han demostrado eficacia en el síndrome.

Hay que huir muy especialmente de los llamados “productos milagro”, que ofrecen sin ser ni siquiera fármacos ni haber sido sometidos a ninguna evaluación crítica científica, la “curación” o una “gran mejoría”. Si Vd. se ha sido afectada/o por este tipo de venta, le recomendamos que lo denuncie ante el llamado Observatorio de Productos Milagro de la Organización Farmacéutica Colegial (puede hacerlo en cualquier oficina de farmacia) y en el foro Contra los Productos Milagro en la dirección: http://es.groups.yahoo.com/group/productos_milagro/

Resulta cuando menos llamativa la masiva utilización de la costosa ozonoterapia en esta patología sin que haya demostrado de forma científica su eficacia en modo alguno y habiéndose documentado peligrosos efectos adversos. En la actualidad no hay un argumento sugerente de una adecuada relación riesgo/beneficio de la ozonoterapia en las enfermedades reumáticas (Revisión sistemática. Carmona L. Reumatol Clin. 2006;2(3):119-23).

Le sugerimos la reflexión sobre las llamadas “medicinas alternativas” con la lectura de este artículo (enlace externo).

No hay ninguna medicación que por si sola pueda eliminar toda la sintomatología, pero algunas combinaciones podrían ayudar a disminuir el dolor, mejorar el sueño y reducir la tensión muscular. Sabemos que la combinación de todos los factores integrados de tratamiento mejora la sintomatología y el pronóstico funcional del paciente. En todo caso, estudios rigurosos nos alertan de la peor evolución del enfermo con Fibromialgia y polimedicado.

Hay un efecto de arrastre del dolor que provoca mayor tensión muscular y profundiza las contracciones musculares y articulares. Existen fármacos en el mercado que ayudan a contrarrestar estos efectos ayudando a la relajación muscular, y disminuyendo la sensibilidad al contacto y la presión de los puntos dolorosos aliviando a las personas con Fibromialgia.

La experiencia y el seguimiento a largo plazo han indicado que si bien la Fibromialgia es una enfermedad crónica, la evolución de la sintomatología puede variar en severidad de un caso a otro a lo largo del tiempo.

De forma puntual, por ejemplo en viajes, puede ser de utilidad la utilización de Parches Térmicos (enlace externo al un fabricante).

Ejercicio aeróbico

Cualquier forma de ejercicio aeróbico se ha demostrado eficaz en la Fibromialgia (no uno más que otro). El paciente que mantiene ejercicio físico aeróbico regular mejora el dolor, la ansiedad y la calidad de vida en general, pero no existe evidencia de que mejore la fatigabilidad, la función física o la depresión (enlace externo a la cita).

No existe evidencia de que el realizado en una piscina sea superior a caminar, ir en bicicleta o andar enérgicamente. La posición en la bicicleta acostumbra a ser mal tolerada por los enfermos con Fibromialgia. No está demostrado que la práctica de ejercicio en grupo o en un centro especializado sea superior a la práctica individual, pero sí mejora la adhesión y continuación del programa.

Cuando se cesa en la práctica del ejercicio, el paciente empeora de nuevo, es decir, hay que mantener el ejercicio de forma continuada. De hecho, existen estudios que indican un empeoramiento si se cesa en la práctica del ejercicio tras un programa de larga duración. Este mantenimiento duradero de actividad física hace muy relevante que el paciente elija la que considera más adecuada a sus posibilidades y preferencias.

En todo caso, la práctica de ejercicio regular debe ser considerada un hábito higiénico y no un tratamiento curativo.

Cuando un enfermo con Fibromialgia no tolera el ejercicio, debe se reevaluado a la búsqueda de otras patologías.

En este enlace puede descargar un artículo con recomendaciones de ejercicios para los enfermos con Fibromialgia.

Tratamiento psicológico

Aunque la Fibromialgia no es una enfermedad mental, aproximadamente un 30% de enfermos con Fibromialgia presentan de forma coexistente y muchas veces, secundaria a la enfermedad, ansiedad y/o depresión que precisan un tratamiento prioritario. Es importante remarcar que casi el 78% de pacientes con ansiedad y depresión manifiestan dolor como síntoma relevante.

Algunos estudios, ahora en cuestión, han sugerido que dicha coexistencia podría estar favorecida por un déficit de Vitamina D (enlace externo a la cita). La Vitamina D es una vitamina que se disuelve en las grasas y puede acumularse en el organismo produciendo efectos secundarios importantes (piedras en el riñón ,vómitos, debilidad muscular, etc.). No la tome si no es bajo prescripción médica y seguimiento.

El objetivo del tratamiento, excepto en casos que requieren enfoque individualizado es controlar los aspectos emocionales (depresión-ansiedad), cognitivos, conductuales y sociales que potencian el cuadro clínico de la Fibromialgia. El grado de mejoría con estas técnicas es discreto y debe ser combinado con un programa de ejercicio físico.

Este tratamiento puede efectuarse en forma de sesión de grupo pero siempre conducido por un profesional psicólogo que conozca la enfermedad.

La eficacia del tratamiento psicológico está sometida a debate y es, en la mayoría de los estudios, muy escasa.

Tratamientos alternativos

La acupuntura y la auticuloterapia con semillas de artemisa, han demostrado un cierto grado de eficacia en el control del dolor de la Fibromialgia, hasta el punto de que se aplica, de forma anecdótica, en algún hospital de la red pública de salud con informe positivo de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Junta de Andalucía.

La Balneoterapia ha demostrado mejorar la percepción de dolor y cansancio del enfermo con Fibromialgia y recientemente se ha propuesto, para justificar esta mejoría, un efecto bioquímico sobre mediadores de inflamación (enlace externo al abstract).

Algunas formas de hipnosis también parecen ser eficaces, con datos preliminares, como forma complementaria de tratamiento.

Muchos otros tratamientos o pseudotratamientos no han demostrado ninguna eficacia o bien no se dispone de ningún dato contrastado que permita su indicación de forma responsable.

La Dieta en la Fibromialgia

La Fibromialgia es una enfermedad con una distribución homogénea universal. Entre países existen variaciones dietéticas muy importantes sin que esto tenga la menor influencia en la cantidad de personas que sufren FM, que es aproximadamente un 4% en todo el mundo.

Ningún estudio científico ha demostrado efectividad de una dieta concreta en la mejora clínica de la FM.

En cualquier caso, deben aplicarse las medidas dietéticas generales, haciendo una dieta sana y equilibrada y evitando en la medida de lo posible, los aditivos químicos.

Tratamientos Experimentales o Compasivos

Algunos síntomas que acompañan frecuentemente a la FM, como el Síndrome del Intestino Irritable, requieren un activo tratamiento pues constituyen una de las mayores quejas de los pacientes. Planteamientos quirúrgicos controvertidos, como la cecopexia (fijación del ciego móvil -una parte del colon- a la pared abdominal), pueden ayudar a algunos pacientes bien seleccionados aunque se trata de una técnica muy controvertida y de escaso nivel de evidencia científica respecto a su eficacia.

En los últimos dos años, se han publicado algunos estudios preliminares que sugieren el interés de un derivado del paracetamol (NCX701) que promueve la liberación de óxido nítrico (nitro-paracetamol) y parece ser eficaz en el dolor neurogénico.

La utilización de antagonistas del 5-HT3 (inhibidores de la Serotonina), utilizados habitualmente en los vómitos inducidos por la quimioterapia, de forma paradójica, parece ser de utilidad en el sugbrupo de enfermos con dolor sin componente psiquiátrico (enlace externo a la cita).

Algunos estudios han aportado evidencias discretas acerca de que la utilización, en dosis bajas, de fármacos antipsicóticos (olanzapina -mal tolerada- y quetiapina, entre otros), podría ser eficaz en el control del dolor y de algunos otros síntomas importantes en la Fibromialgia, como el trastorno del sueño o la distimia. Por el momento, esta opción terapéutica tiene un bajo nivel de eficacia demostrada y debe ser reservada para casos concretos a criterio del especialista.

Diversos fármacos están en fase de ensayos clínicos para determinar su eficacia y seguridad en el tratamiento de la Fibromialgia (enlace externo al abstract).

Incapacidad laboral

La evaluación de la discapacidad en enfermos con Fibromialgia es compleja y controvertida, esencialmente por la falta de una medida objetiva del dolor en un contexto de escepticismo por parte de los agentes evaluadores.

Pese a que el impacto funcional de la Fibromialgia es importante comparativamente con otras patologías, la inmensa mayoría de enfermos con Fibromialgia pueden mantener actividad laboral con adaptaciones, como por ejemplo, entrar más tarde a trabajar, disminuir el tiempo de jornada laboral, disminuir los días trabajados y/o pasar a ocupar puestos de menor agotamiento (físico o mental) o consumo energético. Mantener esta actividad mejora la autoestima y el pronóstico en el medio y largo plazo.

Se estima que entre un 20 y un 30 % de casos requeriría una incapacidad para su profesional habitual si se produjesen estas adaptaciones y que entre un 10 y un 17 % requerirá una incapacidad absoluta.

La evaluación del contexto y determinadas pruebas físicas como la Prueba de Esfuerzo (Carga Incremental) o el Test de Marcha de Seis minutos (Carga Constante), pueden ser relativamente útiles en la valoración de la capacidad funcional.

——————————————————————————–

MATERIAL ADICIONAL DE INTERÉS

aIFR dispone de un “Contrato de Adhesión al Tratamiento de la Fibromialgia” que ha permitido la obtención de buenos resultados en muchos enfermos. Consúltelo y pregunte a su reumatólogo del IFR si es adecuado para su caso.

aLe sugerimos que acceda a nuestra página de “Investigación” donde podrá conocer nuestras líneas de trabajo.

aPuede saber más sobre la FM y la evidencia científica descargando este documento (pdf en castellano de 1,79 Mb.).

aTambién sugerimos la reflexión sobre las llamadas “medicinas alternativas” con la lectura de este artículo (enlace externo).

aTodas las Unidades Asistenciales del IFR han superado al proceso de  inscripción y registro del Departamento de Salud (Generalitat de Catalunya) y están sometidas a controles periódicos de calidad total. Para el desarrollo de nuestra labor contamos con un equipo médico-asistencial altamente cualificado y en formación continuada.

aNuestra sede asistencial se encuentra ubicada en la Clínica CIMA (Centro Internacional de Medicina Avanzada) en el Paseo Manuel Girona, 23-33 de Barcelona (93-55.22.700).

aAlgunos enfermos relatan encontrar mejoría clínica con una dieta hipotóxica que se comenta en nuestra página sobre la “Dieta de Eliminación”.

aPuede consultar nuestras páginas específicas sobre Bruxismo (chirriar de dientes) y Síndrome Temporo Mandibular, muy habituales en la Fibromialgia.

aEl curso interactivo sobre Fibromialgia de la National Library of Medicine (Medline Plus) le ayudará a comprender la enfermedad de una forma básica.

aTambién puede Vd. obtener libros y manuales gratis sobre Fibromialgia en http://www.medicinainformacion.com/Fibromialgia_libros.htm (IFR no comparte necesariamente los contenidos de los libros y manuales que ofrece esta librería).

aLa Unidad de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica del Institut Ferran de Reumatología cuenta con los medios diagnósticos más avanzados y con un equipo profesional experto en estas enfermedades.

a Puede acceder a un listado con otras unidades de diagnóstico del SFC en el listado de Centros Diagnósticos del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Sanidad y Consumo) en:  http://iier.isciii.es/er/prg/er_bus5.asp?cod_enf=540. Si tiene dificultades de conexión puede acceder al pdf de la página (21 Kb.) actualizado en fecha 11-12-2005.

a Si tiene previsto solicitar una visita en nuestro servicio, puede acudir a su primera visita aportando ya rellenado el Cuestionario QEESI (Quick Environmental Exposure and Sensitivity Inventory) ó Test Rápido de Exposición Química y Sensibilidad. Lo puede descargar aquí (pdf en castellano 55 Kb.) en formato DIN A4 o aquí en su versión de tríptico (pdf en castellano 154 Kb.).

aLe recomendamos que acceda a nuestro Foro de Pacientes, donde podrá contactar con otros afectados y con profesionales, obteniendo información veraz y contrastada o bien con la Fundación para la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica , donde podrá ser informado de las Asociaciones de Pacientes más próximas a su domicilio que satisfacen las normas de calidad del IFR.

Pensamientos

Pensamientos
A continuación compartimos algunos pensamientos que nos han provisto distintas personas. Queremos aclarar que en algunos casos no hemos podido identificar el autor del pensamiento y no se debe asumir que somos los autores.

——————————————————————————–
?Aprende a nacer nuevamente desde el dolor y ser más grande que el más grande de los obstáculos.  Dentro de ti hay una persona que todo puede hacerlo?

“El éxito de una persona no se mide por lo que ha alcanzado en la vida, sino por los obstáculos que ha vencido.” Booker T. Washington

“Permite que tu incapacidad física te motive en vez de limitarte.”

“Felicidad no es la ausencia de conflictos, pero la habilidad de lidiar con ellos.”

“He aprendido por experiencia que la mayor parte de nuestra felicidad o miseria depende de nuestras disposiciones y no de nuestras circunstancias.” Martha Washington

“Las personas pueden alterar sus vidas alterando sus actitudes.” William James

“El dolor es profundamente humano porque en él la persona se conoce a sí misma: su humanidad, su dignidad y su misión.” Papa Juan Pablo II

“No le digas a Dios cuán grande son tus problemas … dile a tus problemas cuán grande es Dios.”

¿Amas a alguien con Fibromialgia?

¿Amas a alguien con Fibromialgia?
Por Norma I. Agrón (Inspirado en una carta de Bek Oberin)
[ El propósito de este artículo es ayudar a personas que conocen a alguien con Fibromialgia a entendernos mejor.]

Si amas a alguien con fibromialgia sabrás que padecemos de dolores severos que varían de día a día y de hora en hora. Esto no lo podemos predecir. Por eso queremos que entiendas que a veces tenemos que cancelar cosas a último momento y esto nos molesta tanto como a ti.

Queremos que sepas que nosotros mismos tenemos que aprender a aceptar nuestro cuerpo con sus limitaciones, y no es fácil. No hay cura para la fibromialgia pero tratamos de aliviar los síntomas a diario. No pedimos padecer de esto.

Muchas veces nos sentimos abrumados y no podemos lidiar con más tensiones de las que tenemos. Si es posible no le añadas más tensiones a mi cuerpo.

Aunque nos veamos bien, no nos sentimos bien. Hemos aprendido a vivir con un dolor constante la mayoría de los días. Cuando nos ves felices no necesariamente quiere decir que no tenemos dolor, simplemente que estamos lidiando con él. Algunas personas piensan que no podemos estar tan mal si nos vemos bien. El dolor no se ve. Esto es una enfermedad crónica “invisible” y no es fácil para nosotros tenerla.

Entiende, por favor, que porque no podemos trabajar como antes no es que seamos vagos. Nuestro cansancio y dolor es impredecible y debido a esto tenemos que hacer ajustes en nuestro estilo de vida. Algo que parece sencillo y fácil de hacer no lo es para nosotros, y puede ocasionarnos mucho cansancio y dolor. No necesariamente algo que hicimos ayer lo podemos hacer hoy, pero tampoco quiere decir que no volvamos a ser capaces de hacerlo.

A veces nos deprimimos. ¿Quién no se deprimiría con un dolor fuerte y constante ? Se ha encontrado que la depresión se presenta con igual frecuencia en la fibromialgia que en cualquier otra condición de dolor crónico. No nos da dolor por estar deprimidos sino que nos deprimimos por el dolor e incapacidad de hacer lo que solíamos. También nos sentimos mal cuando no existe el apoyo y entendimiento de los médicos, familiares y amigos. Por favor, compréndeme, con tu apoyo y ayuda aminoras mi dolor.

Aunque durmamos toda la noche no descansamos suficiente. Las personas con fibromialgia tienen un sueño de mala calidad, lo que empeora el dolor los días que duermen mal.

Para nosotros no es fácil permanecer en una misma posición (aunque sea sentados) por mucho tiempo. Esto nos causa mucho dolor y toma tiempo recuperarnos. Por esto no vamos a algunas actividades que sabemos que este factor nos perjudicaría. A veces acudimos aunque sabemos las consecuencias que traerá.

No nos estamos volviendo locos si a veces se nos olvidan cosas sencillas, lo que estábamos diciendo, el nombre de alguien o decimos la palabra equivocada. Estos son problemas cognoscitivos que son parte de la fibromialgia especialmente en los días en que tenemos mucho dolor. Es algo extraño tanto para ti como para mi. Pero riamos juntos y ayúdenos a mantener nuestro sentido del humor.

La mayoría de las personas con fibromialgia somos mejores conocedores de esta condición que algunos médicos y otras personas pues nos hemos visto obligados a educarnos para entender a nuestro cuerpo. Así que, por favor, si vas a sugerir una “cura” para mí no lo hagas. No es porque no aprecie tu ayuda o no quiera mejorarme, sino porque me mantengo bastante informada y he tratado ya muchas cosas.

Nos sentimos muy felices cuando tenemos un día con poco o ningún dolor, cuando logramos dormir bien, cuando hacemos algo que hace tiempo no lográbamos, cuando nos entienden.

Verdaderamente apreciamos todo lo que has hecho y puedes hacer por mí; incluyendo tu esfuerzo por informarte y entenderme. Pequeñas cosas significan mucho para mí y necesito que me ayudes. Sé gentil y paciente. Recuerda que dentro de este cuerpo adolorido y cansado todavía sigo estando yo. Estoy tratando de aprender a vivir día a día, con mis nuevas limitaciones y a mantener la esperanza en el mañana. Ayúdame a reír y a ver las cosas maravillosas que Dios nos da.

Gracias por haber leído esto y dedicarme de tu tiempo. Tal vez desde ahora puedas comprenderme mejor. De veras que agradezco tu interés y apoyo.

La Depresión

La Depresión
Redactado por Elizabeth Agrón

(En la reunión de apoyo del 22 de agosto el conferenciante invitado fue el siquiatra clínico el Dr. Alberto Ferrá Geyls. Este nos habló de la depresión y de la depresión en pacientes de fibromialgia. Este artículo se basa en lo expuesto en su conferencia. Recuerde visitar un médico para diagnóstico y tratamiento.) Su charla cubrió los diferentes tipos de depresión que existen y la depresión relacionada a los pacientes de dolor crónico y generalizado como lo es el paciente de fibromialgia. Nos informó que esto es debido al tipo de actividad diaria o repetitiva y que es algo acumulativo. Tiene que modificar su quehacer en el trabajo y la casa modificando su rutina.

Todos en un momento u otro tenemos momentos de tristeza y abatimiento pero tenemos que tener cuidado de que este sentir no se prolongue. Cuando la situación se prolonga causa depresión y/o coraje. Si caemos en depresión debemos de buscar ayuda médica capacitada. Esta depresión puede llegar a ser grave e incapacitante.
Hay ciertas señales que reflejan la depresión como: alteración del estado de ánimo, pérdida de interés, fatiga, tensión, pesimismo, angustia, desesperación, ansiedad, abatimiento total, llanto, insomnio, dejar de comer, disminución o alteración en el peso, estreñimiento, cansancio, disminuye el deseo sexual y lo peor, ideas de suicidio.
La fibromialgia causa depresión. Los dolores lo están deprimiendo de por vida y trastornan la vida del paciente. ¿Qué podemos hacer? El doctor recomendó empezar con estas alternativas. Esto sirve tanto para el paciente como para sus familiares.
1. Se empieza trabajando en el núcleo familiar para que se cree conocimiento de la enfermedad. El paciente de fibromialgia se siente deprimido al escuchar comentarios como; “tú no tienes nada.”, “Si te vez lo más bien”, etc. Cuando una persona tiene conocimiento de tu enfermedad, reconoce tu dificultad y está dispuesto a ayudar.
2. Uno debe estar dispuesto a oír al paciente, “Dime lo que sientes.”
3. Se paciente, no exijas. Aclárele al paciente que usted intenta comprender y ayudarlo.
4. Hay que motivar al paciente a auto ayudarse.
5. Creen una rutina de ejercicios moderados. Por ejemplo: Caminen juntos.
6. Enfrenta las cosas con actitud positiva.
7. Apártense del estrés, aléjese. A veces nos hundimos más en el trabajo y en las deudas .
8. Resuelvan los conflictos constantemente. No acumules conflictos porque todo te va a caer encima.
9. Descanse durante el día, física y mentalmente.
10. No se comprometa más de la cuenta. Tú sabes hasta donde puedes llegar.
11. Busca apoyo familiar. Busca recursos entre los amigos.
12. Busque ayuda , tome tiempo
13. Ríase, si no tiene tiempo para sonreír no tiene tiempo para si mismo.
14. Estírese de vez en cuando.
15. Practique una buena postura y una buena dieta. Coma adecuadamente , no toxinas.
16. No acepte compromisos que no va a cumplir si no puedes, no te comprometas, si no te vas a afectar mentalmente porque vas a quedar mal.
17. Llore, las lágrimas relajan, refrescan.
18. Reduzca las demandas perfeccionistas. Aunque alguien barra mal, deje que barra.
19. Mantenga metas alcanzables.
20. Organícese, organice su carro, su escritorio, su casa, su vida. No tire las cosas.
21. Identifique qué cosas puede cambiar y qué no puede cambiar. Hay que llegar hasta donde se puede. Todos tenemos límites. No nos exijamos más de lo que podemos.
22. Tenga un buen grupo de profesionales multidisciplinario para ayudar en caso de depresión. Podemos conseguir ayuda en los grupos de apoyo, terapias y concientizando a los demás.
23. Y tenga FE, sin fe, no hay esperanza.

Señales de Depresión
Pérdida de interés en actividades que se acostumbra disfrutar.
Sentimientos de desesperación , desamparo, pesimismo, culpa, inutilidad.
Tristeza, ansiedad, sensación de vacío, llanto.
Preocupación excesiva, dificultad al concentrarse para recordar o tomar decisiones.
Síntomas físicos persistentes (Ej. dolores de cabeza) que no responden a tratamiento.
Autocrítica, irritabilidad e impaciencia.
Cambio en el patrón de sueño o de alimentación.
Disminución de energía.
Pensamientos sobre muerte, suicidio, intentos suicidas.

Lidiando y Viviendo con la Fibromialgia

Lidiando y Viviendo con la Fibromialgia

Por Norma I. Agrón Santiago

            Aunque la Fibromialgia no tiene cura esto no quiere decir que tengamos que sufrir sus síntomas sin hacer nada. A través del tiempo que llevo padeciendo de esta condición he leído diferentes libros tratando de entender y buscar un modelo para mi nuevo estilo de vida. Estos libros son en inglés. Me he dado a la tarea de realizar este resumen debido a la falta de información en español. Allí he encontrado diferentes recomendaciones para tratar nuestros síntomas. No sólo debemos depender de los medicamentos recetados por nuestros médicos. El tratamiento puede incluir muchas alternativas y enfoques. Tenemos que ser nosotros, los pacientes, los que tomemos las riendas de controlar nuestros síntomas, claro que con la supervisión de un médico. Somos nosotros los que vivimos con el dolor, la fatiga y la aceptación de nuestro nuevo yo. Por eso esta es nuestra responsabilidad. Junto a su médico puede elaborar un plan que incluya alguna o todas las siguientes sugerencias.

–          Ejercicio moderado, para estirar los músculos y mejorar la condición cardiovascular.

–          Alguna técnica de relajación, para reducir el estrés.

–          Educación, para usted y su familia para poder lidiar con la condición.

–          Medicamentos, para disminuir el dolor y mejorar el sueño.

–          Terapias alternativas o complementarias.

–          Hábitos saludables, tales como alimentarse bien, no fumar, respetar el sueño, actitud positiva, practicar buena postura y la oración.

Ejercicio

Investigaciones realizadas han demostrado que el ejercicio puede mejorar la salud general sin aumentar los síntomas de la fibromialgia. Hable con su médico sobre un plan de ejercicio. Puede ser algo tan sencillo como caminar, ya que se recomiendan ejercicios de bajo o ningún impacto. Los ejercicios de alto impacto se deben evitar. Usualmente se comienza caminando un corto periodo de tiempo (5 minutos) y se va aumentando el tiempo poco a poco. Antes de caminar se deben hacer ejercicios de estiramiento. Muchos recomiendan llegar a una meta de 30 a 45 minutos diarios.

El ejercitarse regularmente:

–          evita entumecimiento del cuerpo

–          fortalece los músculos

–          mantiene los huesos y los cartílagos fuertes y saludables

–          mejora la habilidad de realizar actividades diarias

–          aumenta la energía

–          disminuye la fatiga

–          aumenta la flexibilidad

–          ayuda a dormir mejor

–          ayuda al control de peso

–          mejora la salud cardiovascular

–          ayuda a reducir el estrés y la tensión

–          disminuye la depresión y la ansiedad

–          hace que se segreguen endorfinas, que es la sustancia que alivia el dolor naturalmente

–          mejora la autoestima y provee sensación de bienestar.

Usualmente si luego de ejercitarse tiene dolor en músculos y coyunturas que duren por

más de 2 horas o aumenta grandemente el cansancio puede que haya hecho demasiado ejercicio. Puede disminuir el tiempo del ejercicio a la mitad. Durante un episodio de exacerbación de sus síntomas es importante descansar. Pero no debe permanecer inactivo después de sentirse mejor. Recuerde que es muy importante seguir las instrucciones de su médico en cuanto a un régimen de ejercicio.

Postura:

Nunca podremos mejorar si no mejoramos nuestra postura. La mala postura agrava el dolor y el entumecimiento. Por lo tanto estírese y cambie de posición frecuentemente. Tenga siempre consciente la postura que tiene.

Técnicas de relajación

            El estrés diario, por menor que sea, puede causar daño a la persona con fibromialgia. Mucho estrés puede exacerbar los síntomas de la fibromialgia, pero por otra parte el estrés es una parte inevitable de nuestro diario vivir. Por lo tanto, debemos aprender a manejarlo. El dolor y el estrés tiene efectos similares en nuestro cuerpo: los músculos se tensan, la respiración se hace rápida y poco profunda y la frecuencia cardiaca y la presión arterial suben. No podemos permitir tener más razones para tener dolor. La relajación conlleva aprender a calmar nuestro cuerpo y nuestra mente ante las cosas que no podemos cambiar. Existen diferentes técnicas, tales como: meditación, relajación progresiva, visualización, distracción y otras. Consulte con un profesional de la salud para aprender alguna técnica.

Educación

            Hoy en día existe mucha información sobre la fibromialgia en revistas, libros e Internet. Es muy importante que obtenga la información de recursos respetables y no de grupos que tal vez lo que quieren es lucrarse con la venta de algún producto. La Fundación de Artritis tiene panfletos en español que puede obtener gratis por Internet en www.arthritis.org o por teléfono llamando al (800) 283-7800. Existen libros que pueden conseguir en su librería favorita o por Internet en www.amazon.com , por ejemplo haciendo una búsqueda de fibromialgia o fibromyalgia. Además de la educación que obtenga el paciente de fibromialgia, es importante que su familia y amigos se eduquen para que puedan comprenderlo mejor. Se ha encontrado que los pacientes que se educan con respecto a la condición suelen sentirse mejor que los que no se educan.

Medicamentos

            Es muy importante seguir las instrucciones de su médico al pie de la letra. Haga preguntas sobre los efectos secundarios de lo que se le recete. Algunos medicamentos deben ser comenzados con dosis baja y luego aumentar poco a poco. No deje de tomar algún medicamento  sin consultar con su médico ya que con algunos medicamentos esto puede ocasionar reacciones adversas.

            En el presente no existe un medicamento específico para la fibromialgia sino que el médico receta medicamentos para controlar los síntomas del paciente. Cada paciente es diferente y reacciona diferente a los medicamentos. No todos los pacientes de fibromialgia tenemos los mismos síntomas. Por eso no necesariamente usamos los mismos medicamentos. Es importante que le diga a su médico sobre cualquier otro medicamento que esté utilizando para cualquier otra condición que padezca. Dígale también sobre cualquier vitamina o remedio natural que utilice. Existen reacciones adversas si algunos de estos se toman a la vez que algunos medicamentos.

            Usualmente los medicamentos podrían incluir:

–          antidepresivos tricíclicos en dosis baja para relajar los músculos y restaurar el sueño.

–          anti-inflamatorios no esteroidales como aspirina e ibuprofen para aliviar el dolor y el entumecimiento.

–          analgésicos para aliviar el dolor.

–          relajantes musculares para reducir la tensión de los músculos y mejorar el sueño.

–          inyecciones locales de anestésicos en puntos de dolor para casos severos.

–          cremas y lociones que se aplican directamente al área afectada en la piel que pueden aumentar el flujo de sangre para aliviar los músculos adoloridos.

Terapias Alternativas o Complementarias

            Recientemente ha surgido un interés mayor por la terapia alternativa o complementaria. Usualmente se le llama así a tratamientos no convencionales que se usan en conjunto con un plan de tratamiento tradicional. La aceptación de estos tratamientos por la medicina tradicional es muy reciente y a veces varía de médico a médico. Debemos usar estas terapias con precaución y con la aprobación de su médico. Aunque algunas de estas terapias son muy prometedoras un gran número de ellas no han sido examinadas aún científicamente. Es importante dejar saber a su médico sobre suplementos naturales que use ya que algunos tienen efectos secundarios que debe conocer y además podrían interactuar con los medicamentos recetados que toma.

Entre estos tratamientos se encuentran:

–          terapia de retroalimentación

–          acupuntura

–          masaje sueco o europeo

–          yoga

–          hipnosis

–          remedios naturales.

Utilice un ojo crítico para evaluar estos tratamientos o suplementos. Recuerde que

lamentablemente muchos se aprovechan diciendo que tienen la cura para la fibromialgia sólo para vender su producto que seguramente no ha sido investigado científicamente. Es por eso que es muy importante estar bajo la supervisión del médico y no dejar sus medicamentos abruptamente.

Alimentación:

Aún las investigaciones no han demostrado que algún alimento en específico afecte la fibromialgia, pero sí sabemos que tener una dieta balanceada ayuda a que el cuerpo funcione mejor. Algunos investigadores y médicos recomiendan ciertas dietas, por ejemplo el Dr. Mark J. Pellegrino en su libro Inside Fibromyalgia recomienda una dieta alta en proteínas y baja en calorías. Debe consultar con su médico o algún dietista certificado sobre cualquier dieta que vaya a comenzar o sobre cualquier cambio significativo en su peso. Para alimentarse adecuadamente debe:

– comer tres comidas al día para tener energía suficiente para las tareas diarias

– elimine la nicotina, cafeína y el alcohol ya que estos afectan la habilidad del cuerpo de producir energía

– beba al menos de 6 a 8 vasos de 8 onzas de agua diariamente

– reduzca la sal, grasa, colesterol y azúcar

– incluya fibras, de 3 a 5 servicios de vegetales diarios y de 2 a 3 servicios de frutas diarios

– añada comidas ricas en calcio en su dieta

  La clave para una dieta saludable es variedad, balance y moderación.

Buen Dormir:

Se ha encontrado que con la fibromialgia nuestro sueño no es restaurador. Pero podemos ayudar a que sea mejor. Además de los medicamentos que su médico le pueda recetar existen otras maneras de ayudar a tener un mejor sueño. Por ejemplo:

–          Irse a la cama a la misma hora diariamente

–          No ejercitarse tarde en el día

–          Sacar tiempo para relajarse al menos una hora antes de acostarse

–          Hacer del dormitorio un sitio cómodo y silencioso con temperatura agradable

–          Utilizar el dormitorio sólo para descansar y tener intimidad con su cónyuge

–          Levantarse todos los días a la misma hora

–          Evitar la cafeína y el alcohol, especialmente antes de acostarse

–          Evitar siestas largas durante el día

–          No fumar

–          Tomar un baño tibio antes de irse a la cama

Si tiene algún otro problema para dormir consulte con su médico.

Actitud:

Para poder lidiar mejor con la fibromialgia es importante la actitud que tengamos. Existe una conexión entre mente y cuerpo y por eso debemos ?alimentar? nuestra mente efectivamente. La mente puede tener un efecto sanador poderoso en nuestro cuerpo. Por experiencia sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero haga un esfuerzo para hacer los siguientes cambios en su vida.

–          Sea optimista. Trácese metas realistas y elimine pensamientos negativos.

–          El humor es tremenda medicina. Estudios han demostrado que mejora la función del sistema inmunológico.

–          Busque apoyo social. Tenga amigos reales que lo entiendan. Escúchelos a ellos también. No los sobrecargue ni a ellos ni a la familia.

–          Cuide su apariencia. Al verse bien se sentirá mejor.

–          Simplifique su vida y sea flexible.

–          Ayude a otros y dé afecto.

–          Practique algún pasatiempo.

–          No se sienta víctima.

–          Establezca límites y aprenda a decir que no.

–          Evite personas negativas.

–          Busque noticias positivas.

–          Cultive la espiritualidad.

–          Evite el aislamiento.

Oración:

No importa cual sea su religión, ore. El conectarse con Dios le ayuda a ver su condición desde otro punto de vista o perspectiva. Muchas veces el mismo dolor no nos permite enfocarnos y olvidamos que podemos recurrir a nuestro Padre Dios. Por eso es bueno mantener algún recordatorio, sea la Biblia a simple vista o alguna oración o pensamiento escrito con anticipación.

Agradézcale a Dios por su familia, amigos y la naturaleza. Agradezca que todavía existen muchas cosas que aún puede realizar. Tal vez al tener esta condición a podido detener el paso apresurado que llevan muchos en el diario vivir y a podido disfrutar de la naturaleza que Dios nos da, el olor de las flores, los diferentes colores alrededor, el cantar de los pájaros?Al tener esta condición también nos encontramos con nuestro verdadero yo. No sólo somos lo que hacíamos, detrás de eso están nuestros valores y sentimientos. Aún podemos ayudar a otros. Todavía soy hijo de Dios con un propósito en la vida. Estando de la mano de Dios sobrellevando nuestra situación diaria la vida nos resultará menos difícil y más serena. Solos no podemos seguir adelante. Con la fortaleza que Dios nos da todo lo podremos. Recuerde que Dios es más grande que cualquier dolor que tengamos y que cualquier problema.

Bibliografía:

– Arthritis Foundation; The Arthritis Foundation Guide to Good Living with Fibromyalgia; 2001; 206pp.; www.arthritis.org

– Arthritis Foundation; Good Living with Fibromyalgia Workbook: Activities for a Better Life; 2002; 177pp.;  www.arthritis.org

– Lorig, Kate, R.N., Dr. P.H. and Fries, James F., M.D.: The Arthritis Helpbook, Fifth Ed.; Perseus Books, Cambridge, Massachusetts; 367pp.;  www.perseusbooks.com

– Pellegrino, Mark J., M.D. ; Inside Fibromyalgia; Anadem Publishing; 2001; 347pp.; www.anadem.com

– Starlanyl, Devin, M.D. and Copeland, Mary Ellen, M.S., M.A.; Fibromyalgia and Chronic Myofascial Pain Syndrome, a Survival Manual; New Harbinger Publications, Inc.; 1996; 401pp. 

– Wallace, Daniel J., M.D. and Brock Wallace, Janice; Making Sense of Fibromyalgia: A Guide for Patients and Their Families; Oxford University Press; 1999; 242pp. ; www.oup-usa.org

Manteniendo una Actitud Positiva: Diez Estrategias

Manteniendo una Actitud Positiva: Diez Estrategias

Por Deborah A. Barrett, Ph.D.

Traducido por Norma I. Agrón

?Ten una actitud positiva.?  ¿Cuántas veces hemos oído esto? Aunque nuestras emociones no pueden causar fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, sin duda afectan nuestros síntomas. Pero, ¿cómo podemos mantener buenos pensamientos cuando nuestros cuerpos se sienten tan mal?  Este reto no es exclusivo a los que padecen de alguna condición crónica, también sucede en cualquier momento que las cosas no nos salen como queremos. Pero en el caso de una enfermedad constante, ver lo positivo es una lucha continua.

Aún así nuestro estado de ánimo no está perfectamente correlacionado con nuestro estado físico. Seguramente todos podemos recordar momentos en que no importa el dolor o la fatiga, fuimos capaces de lidiar y hasta alcanzar estar en buen estado de ánimo. Es posible que el tiempo estuviese perfecto, visitaban buenos amigos, conseguimos algo o ayudamos a alguien, haciéndonos sentir bien con nosotros mismos. En otros momentos, la depresión tomó control aún cuando nuestro estado físico estaba a un nivel manejable. ¿Por qué sucede esto? La contestación a esta pregunta es la clave para encontrar el optimismo.

Para mí, las vicisitudes de la fibromialgia son como nadar en un mar turbulento, a veces parece que hemos caído y las olas continúan acechando nuestras cabezas, y mientras luchamos para volver a flote, volvemos a hundirnos. Pero ese mismo océano muchas veces nos permite encontrar una ola de la que nos dejemos llevar suavemente para llegar a la orilla.

¿Qué podemos hacer cuando nos encontramos azotados por una ola? ¿Cómo podemos encontrar la fortaleza para dejarnos llevar por la ola y la paciencia para saber que lo lograremos? He aquí diez ejercicios yo uso para mantener la actitud más positiva posible:

1. ¡Espera los tropiezos! Es importante reconocer que a veces nos sentiremos tristes. ¿Quién no, con nuestra condición? Pero si esperamos sentirnos tristes en vez de temer ponernos tristes estos periodos serán más tolerables. En adición, reconocer que tendremos estos momentos nos ayuda a mantenerlos en perspectiva. Seremos capaces de decirnos a nosotros mismos, ?Yo estuve deprimida y salí de eso; esta vez también pasará.? Es fácil olvidar que antes de tener nuestra condición, hubo momentos en que nos sentimos deprimidos. Ahora estos periodos están entrelazados con nuestros problemas médicos; pero todos se ponen deprimidos alguna vez. Luego de aceptar que en algún momento estaremos tristes, y hasta sentiremos compasión por nosotros, podemos concentrarnos en modos de acortar estos periodos y hacer que sean menos y más lejanos entre ellos cada vez.

2. Mantén un record de los cambios. El mantener record de los cambios en estado de ánimo ayuda a poner las altas y bajas en perspectiva. Durante los momentos en que se sienta mejor, haga un esfuerzo conciente de capturar el momento. Deje notas en sus paredes recordándole lo bien que se siente. El vivir con una condición crónica crea una personalidad doble, donde su persona optimista y su personalidad cuando tiene la condición alterada no se conocen lo suficiente. Cuando nos sentimos mal es realmente difícil imaginarse que las cosas puedan ser diferentes. Igualmente, durante momentos de mejoría, es sorprendente cuán fácil nos olvidamos cuán malo fue un periodo anterior, haciendo que los momentos alterados subsiguientes no sólo sean intolerables sino chocantes.  Contando y midiendo la duración de los momentos alterados, así como los buenos, los puede poner en perspectiva. Puede ser que a través del tiempo, nuestros momentos alterados ocurran una vez al mes, aunque se sienta que sea más frecuente. Este conocimiento le da el poder, porque nos recordamos a nosotros mismos que una alteración mala ( o exacerbación de los síntomas) es, por ejemplo,  nuestro momento malo del mes, y encontramos maneras de manejarlo hasta que regresemos a nuestra ?condición normal?.

3. Prepare reserva de distracciones divertidas.  Todos necesitamos mantener una lista de las cosas que nos dan alegría. Una de las crueldades de nuestra condición es que cuando más necesitamos distracciones, estamos menos equipados para buscarlas. Por esta razón es importante que hagamos una lista de nuestras actividades favoritas cuando nos sentimos optimistas, para usarlas cuando más las necesitemos. Personas con fibromialgia frecuentemente describen como aún su peor dolor puede pasar a segundo plano cuando están realizando una actividad que les agrada.  Esta no es una respuesta sicológica sino también fisiológica: ya que nuestro cerebro puede procesar pocas señales a la vez. Cuando estamos viendo una película bonita, hablando con un buen amigo al teléfono, o escuchando nuestra música favorita en lo que estamos acostados sobre un ?pad? caliente o en la bañera, podemos engañar a los receptores de dolor a que ¡nos dejen en paz! Mientras tanto nuestro estado de ánimo mejorado tiene un impacto en nuestro sentido de bienestar. La risa es buena medicina; mientras que permanecer concentrados en nuestros problemas tiende a aumentarlos.

4. Déle forma a su perspectiva.  ¿Está el vaso mitad vacío ó mitad lleno? La perspectiva determina, literalmente, cómo vemos el mundo. Tener una condición crónica crea una construcción ambigua de la realidad. ¿Soy yo, por ejemplo, un incapacitado exitoso o un profesional derrotado? En la cultura americana se le pone mucho énfasis a la independencia, individualismo, y realización. A través de este lente, desarrollar una condición que nos hace sentir más dependiente y menos productivo es fácilmente visto como una decepción. Y mientras envejecemos, se hace más posible que nosotros, o alguien cercano a nosotros, experimente problemas debilitantes. Las personas están forzadas a adaptarse rápidamente a nuevas condiciones adoptando una perspectiva que acomode cambios. Nuestra perspectiva toma forma por las comparaciones que hacemos y las expectativas que ellas crean. Considere, por ejemplo, el inmigrante que ha estado practicando medicina en su país de origen, pero viene a EE.UU. alejándose de un régimen político represivo. Aquí trabaja como conserje; después de años en la escuela de medicina, ha perdido una ocupación de prestigio y de provecho. Aún así es agradecido por la oportunidad de trabajar y despierta cada día con esperanza, quizás, de un mejor futuro para sus hijos. Aún así, sus dificultades son notables. ¿Qué mantiene su buen ánimo y lo hace agradecido en vez de decepcionado? Su perspectiva.

5. Cree un ?nuevo yo?. Si nos aferramos al ?viejo yo? que éramos, encontrarle el valor al ?nuevo yo? se torna más difícil. (Hasta podríamos exagerar en lo bien que estaba ese ?viejo yo?, ?no necesitaba dormir tanto, nunca me sentía mal, podía hacer de todo?.) Esto no quiere decir que descartemos  nuestra concepción de lo que éramos; al contrario, necesitamos una manera de integrar ambos. En otras palabras, debemos buscar en nuestros nuevos cuerpos nuevas maneras de disfrutar y hacer las cosas que hacíamos antes. Considera todos los aspectos de ti que te gustan, y lo que más quieres realizar; luego, paso a paso, busca maneras de conseguir alcanzar las más que puedas. Al mismo tiempo, reconoce que nuestras expectativas deben variar para que podamos alcanzar lo que queremos.

6. No olvide las cosas buenas. Mientras que los síntomas físicos de la fibromialgia pueden sentirse como abarcadores, existen otras partes de nuestra vida ? nuestras relaciones sociales, pasiones, familia ? que también existen. Enfocándose en los aspectos positivos de nuestra vida, nos hacemos más conscientes de cuántos son: los amigos que permanecen con nosotros, las cosas que aún disfrutamos, y los logros que hemos sido capaces de alcanzar, aunque sean pequeños, en circunstancias muy diferentes. Porque cada tarea ahora representa un reto, debemos celebrar todo lo que logremos. Como nos han dicho muchas veces, si acortamos la lista y hacemos las cosas con calma todo lo que hagamos eventualmente es algo por lo que podemos estar orgullosos.

7. ?Puede ser peor.? Según las comparaciones definen nuestro punto de vista, es beneficioso encontrar comparaciones que nos provean una mayor apreciación de lo que nos pasa. OK, el ?come, porque hay niños que se mueren de hambre? no funcionó para ti cuando eras un niño. Pero trata de pensar de esta manera: Muchas cosas terribles suceden en el mundo. La probabilidad es que algo nos suceda a nosotros. No por algo que hayamos hecho, pero porque así son las cosas. Toma sólo un momento ver en las noticias para recordarnos de los horrores que suceden a diario. Así que esto es lo que nos ha ocurrido a nosotros. También nos cogieron. Vamos a examinar lo que tenemos: (a) Sabemos que nuestra condición no es terminal, así que no necesitamos comenzar a contemplar nuestra mortalidad. (b) Aunque nos sintamos tan mal a veces, nuestra condición no es progresiva. Ya hemos experimentado lo peor, y para nuestro beneficio ya lo hemos superado. (c) Aunque sólo algunos alcanzan remisión permanente, muchos mejoran significativamente. Según entendamos cómo nuestras acciones y emociones influencian nuestro bienestar en general, podemos encontrar maneras de participar en más y más actividades.

8. ¡Mantenga la esperanza viva! Hay tanto espacio para la esperanza. Ha sido sólo desde los 90?s que nuestra condición ha adquirido su legitimidad de la comunidad médica. Estamos en una mejor posición que las generaciones antes de nosotros que sufrieron sin ser validados. Sabemos mucho más de los roles del ejercicio, medicamentos, estiramiento, cogerlo suave y meditación para darnos alivio y un sentido de control. Además, según las investigaciones médicas aumenten, es cuestión de tiempo para que terapias mejores (y quizás una cura) aparezcan.

9. ¡Apóyate en mí! Un factor importante y sencillo que predice cómo lidiemos con nuestra condición es la red de apoyo que hayamos creado. Ciertamente apreciamos cuando recibimos ayuda cuando nos sentimos terribles. Asegúrate que sigues siendo amigo de aquellos que aprecias. Todavía tenemos mucho que dar. Durante los buenos momentos escríbeles a los amigos y déjales saber que los aprecias. Ayúdales a los familiares y amigos a encontrar maneras de seguir relacionándose contigo. Invítalos a tu casa, para evitar viajes (y no te importe como luce tu casa, vienen a verte a ti y no tus habilidades de limpieza). Trata de mantenerte abierto con los miembros de tu familia, y a la vez sírveles de apoyo en sus necesidades. Ponte en su lugar con frecuencia ? ¡puede ser difícil tener a alguien a quien amas enfermo! También asegúrate de buscar ayuda fuera de tu círculo inmediato para no consumir a tus amigos y familiares. Existen grupos de apoyo, que se reúnen en persona o virtualmente por computadoras.

10. Satisfágase siempre que pueda. Tenemos mucho tiempo para enfocarnos en nuestros pensamientos. Muchas personas no tienen el lujo de tener tiempo de relajarse y pensar. OK, no pedimos este tiempo. Estos momentos los demanda nuestro cuerpo. De todos modos tenemos control de cómo usamos este tiempo extra. En vez de enfocarnos en lo que no podemos hacer, dale a tus fantasías completa libertad. Convierte este tiempo de descanso en momentos de satisfacción. En nuestro ambiente mental podemos practicar pasos de baile que sabíamos ( ¡habrá momentos en que puedas bailar!). Podemos usar el tiempo para pensar en los problemas que enfrentemos y en cómo vamos a usar el tiempo cuando nos sintamos mejor, o podemos analizar una película que vimos recientemente, podemos orar, o mentalmente escribir una carta a amigos. Este artículo que ahora lees es producto de una inspiración a mitad de la noche, cuando estaba en la cama sin poder dormir. Luego de seguir unos pasos para sentirme más cómoda, decidí pensar en lo próximo que escribiría. ¡Pensé que si me dormía, fantástico! Pero si no, ya tenía pensado mi próximo artículo. Fue en ese momento cuando, satisfecha, me fui a la ciudad de los sueños.

            Deborah A. Barrett tiene un doctorado en sociología de  Stanford University. Desde entonces a trabajado como colega postdoctoral en North Carolina  University de Chapel Hill, Emory University, y  Duke University. Puede visitar su página www.paintracking.com

Cuerpo Nuevo, Actitud Nueva

Cuerpo Nuevo, Actitud Nueva
Por: Norma I. Agrón

Uno de los propósitos de este boletín es ayudarte a ti que tienes fibromialgia a poder seguir adelante. Muchas veces te habrás preguntado: ¿ y ahora qué? Ya sé qué es lo que tengo pero, ¿ y ahora qué hago? Pues, definitivamente debes empezar a conocer este nuevo “yo” con el que tienes que lidiar día a día.

El dolor es parte tuya pero no eres tú. Dentro de ese cuerpo adolorido y cansado aún estás tú. Tú no eres lo que haces o hacías. Todo lo que haces es un reflejo de lo que eres, pero no eres tú. Ahora es que vas a utilizar lo que eres. Tus cualidades, actitudes y dones, te tienen que ayudar a lidiar con esta nueva experiencia que te ha presentado la vida, con este nuevo cuerpo que tienes que descubrir día a día. Tenemos que ir descubriendo nuevos modos de funcionar físicamente, ir reconociendo nuestras nuevas limitaciones. Estas limitaciones físicas tienen que convertirnos en personas más fuertes. Nuestro cuerpo estará débil pero eso no significa que nuestro espíritu y corazón se tengan que poner débiles también. Ahora que vivimos todos los días con este “monstruo” es que nuestras mejores actitudes y cualidades tienen que florecer. Es ahora que comenzaremos a convertirnos en las bellas personas que Dios quiere que seamos. Tenemos que aprovechar nuestra limitación física para fortalecernos espiritualmente
.
Sé que no es fácil. No lo es para mí. A veces creemos que el “monstruo” se ha ido, pero sigue volviendo. Cada día al despertar nos preguntamos: ¿ cómo estaré hoy? Pero sería mejor comenzar el día dando gracias a Dios por un nuevo amanecer y pedirle que nos ayude a que mediante nuestro dolor nos vayamos convirtiendo en mejores personas, con actitudes más positivas. Con este “nuevo cuerpo” debe nacer una “nueva actitud” hacia la vida.

Cuando sientas frustración, DETÉNTE. Permite que tu mente pueda más que tu cuerpo y ora a Dios. Pídele que te ayude con tu cruz y con humildad repite esta oración que ahora adquiere un nuevo significado en tu vida (así ha sido para mí).

Oración de la Serenidad
Señor,
concédeme la Serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
Valor para cambiar aquellas que puedo,
y Sabiduría para reconocer la diferencia.

Fibromialgia: Qué es, Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento

¿Qué es el Síndrome de la Fibromialgia?

El síndrome de la fibromialgia es una condición que afecta los neurotransmisores de los músculos ocasionando dolor crónico.    Esta condición ocasiona dolores generalizados a través de todos los músculos, tendones y ligamentos  del cuerpo.  No es artritis, ni es lo  que la artritis es para los huesos.

La definición oficial de fibromialgia se estableció como resultado de la Declaración de Copenhagen, la que reconoció el síndrome de fibromialgia oficialmente, en enero de 1993, para la Organización Mundial de la Salud. La define como una condición dolorosa, no articular, que envuelve los músculos, y es la causa más común de dolor musculoesqueletal crónico y generalizado.

El dolor ocasionado por la fibromialgia es impredecible.  El dolor varía de día a día.  Los pacientes que padecen de esta condición nunca pueden predecir como se sentirán al otro día.  El dolor afecta varias partes del cuerpo, como lo hombros, la cadera, las piernas, los brazos y hasta los músculos de los ojos.  El paciente tiene agotamiento, siempre se siente cansado y el dolor puede ser incapacitante.

El sueño, en los pacientes de fibromialgia, es tan liviano que nunca llega a dormirse lo suficientemente profundo como para descansar y restaurar su cuerpo.  Presentan dificultad para dormir y quedarse dormidos.

Síntomas

Existen una serie de síntomas ligados a esta condición.  Además del agotamiento y el dolor los pacientes pueden presentar todos o algunos de los siguientes síntomas:

Entumecimiento – es una rigidez en los músculos, especialmente al despertar o cuando hay cambios de clima.
Dolores de cabeza o de cara – este dolor se manifiesta por las áreas del cuello o de los hombros, o por la zona temporomandibular.  EL paciente presenta dolor en la mandíbula y en la cara.
Trastornos Digestivos – muchos pacientes presentan malestar estomacal, estreñimiento o diarrea.
Vejiga Irritada – los pacientes con fibromialgia  experimentan frecuencia de orinar, o necesitan con urgencia orinar sin que tengan ninguna infección de la vejiga.
Cosquilleo – (parestesia) esta es la sensación de hormigueo en las extremidades.
Dolores de pecho – estos dolores son conocidos como ?costocondralgia?.  Este dolor se manifiesta donde las costillas se unen con el esternón.
Problemas de Memoria – los pacientes se quejan de dificultad para concentrarse, tienen lapsos de la memoria, se confunden al hablar o al escribir, se vuelven torpes.  Esto puede variar de día a día.
Desequilibrio – muchos pacientes presentan problemas de desequilibrio, o mareos.
Mayor Sensibilidad – el paciente puede presentar alergia a sustancias que antes no lo era, y mucha sensibilidad al ambiente, a la luz, al ruido y a los olores.  Los cambios de temperatura afectan agudamente al paciente.  Sienten que su cuerpo es un barómetro del tiempo, pues el cuerpo le duele más cuando el tiempo está húmedo.
Dolores de cabeza fuerte o dolor en la cara: los pacientes pueden experimentar dolores de migraña, tensión, estos dolores se pueden concentrar detrás de los ojos.
Manos y pies fríos: es una sensación inusual de frío en las extremidades, que puede estar acompañado por cambios en color en ellas.  Esto es conocido como Raynaud?s Phenomemon.
Depresión o ansiedad:  A pesar de que a muchos pacientes se les diagnostica depresión o desórdenes de ansiedad estos a menudo son resultados de los dolores crónicos y el desconfort de la fibromialgia más que de ser la causa de estos síntomas.
Causas
Los investigadores están estudiando y buscando las causas del síndrome de fibromialgia.  Actualmente existen diferentes universidades llevando a cabo investigaciones que conduzcan a conocer la causa de este síndrome y se esta llevando a cabo investigaciones en el campo de la neuroendocrinología, inmunología, cardiología y fisiología del ejercicio. Se puede conseguir más información sobre estas investigaciones por medio de los Institutos Nacionales de la Salud en Washington.

Hay evidencia que el síndrome de fibromialgia se manifiesta en personas que han sufrido algún trauma físico al cuerpo, alguna enfermedad o estrés emocional agudo.

Diagnóstico

No existe en la actualidad ningún análisis de laboratorio, examen radiológico u otro para diagnosticar fibromialgia.  El diagnóstico se hace basado en la eliminación de otras causas parecidas (un diagnóstico de exclusión).
La definición oficial de Copenhagen establece que para el diagnóstico de fibromialgia se debe tener 11 de 18 puntos sensibles (‘tender points’). Estos puntos causan dolor al ser presionados, pero no transfieren el dolor a otra parte. También se requiere que los puntos estén presentes en los cuatro cuadrantes del cuerpo y que el dolor haya estado presente por al menos tres meses. El médico tiene que estar consciente que los puntos puede que no estén “activos” todos el mismo día.

Tratamiento

Hasta hoy no existe cura para FMS, lo que tratamos de hacer es aminorar los síntomas.  Hay varias opciones de tratamiento para el paciente de fibromialgia pero todas ellas se tienen que llevar a la vez.  El paciente tiene que tomar los medicamentos que le prescribe el médico, debe de ejercitarse (levemente) , aprender técnicas de relajación y seguir una dieta regular.

Medicamentos –  para aliviar los dolores y mejorar el sueño el médico le recetan dosis bajas de medicinas que aumentan el nivel de serotonina ( la serotonina es una sustancia química en el cerebro que controla el dolor y el sueño).  Muchos pacientes tienen que tomar medicamentos para trastornos digestivos y alergias.
Terapia Física – entre las terapias físicas se encuentra el masaje, la liberación  miofacial, el uso de calor, movimiento y tratamientos quiroprácticos.
Ejercicios – el ejercicio muchas veces resulta de gran provecho.  Para el paciente de fibromialgia lo recomendado es hacer ejercicios de agua en una piscina donde el agua está calentada a 85°F.
Tratamientos Alternativos – los pacientes de fibromialgia están descubriendo que pueden aliviar sus dolores con tratamientos tales como la yoga, tai chi, manejo del estrés, asesoramiento alimenticio y la acupuntura.  El apoyo emocional de la familia y amistades es muy importante para aliviar los síntomas inquietantes que padece el paciente.  La familia debe de apoyar a el paciente a hacer los cambios necesarios en su estilo de vida.  Existen grupos de apoyo, grupos en la iglesia, miembros de la familia y/o amigos.  Las personas que tengan dificultades ajustando su vida con el síndrome de fibromialgia deben de buscar ayuda profesional.
Referencias
Chaitow Leon,  N.D. , D. O., MRO, Fibromyalgia: The Muscle Pain Epidemic, Senior Lecturer, University of Westminister, 1995 ( Internet)
Devin Starlanyl, MD., Mary Ellen Copeland, M.S, M.A; Fibromyalgia & Chronic Myofacial Syndrome, New Habinger Publications, Inc., U.S.A, 1996
Dunkin, Mary Ann, Fibromyalgia: Syndrome of the 90?s, The Arthritis Foundation, Atlanta GA. 1997
Explicación sobre el síndrome de Fibromialgia, Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc., http://www.fmagw.org/fact-sp.htm 1995
Fibromialgia, Una guía para el paciente, Unidad de Reumatología , Hospital General de Castellón 12004, Castellón, España
Fibromyalgia, National Institutes of Health, BW 10/95, Ar-91QA, 1997
Millot, Michael K., M.D., Berlin, Richard M.,M.D., Treating sleep disorders in patients with fibromyalgia, The Journal of Musculoskeletal Medicine, June 1997
Monograph of Fibromyalgia Syndrome, FMAGM Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc., Virginia U.S.A., 1995
Rachlin, Edward S., M.D., F.A.C.S., Myofascial Pain and Fibromyalgia, Trigger Point Management, Mosy 1993
Reiffenberger, Daniel H. M.D, Amundson, Loren H., Fibromyalgia Syndrome: A Review, American Family Physician, April 1996
Simms, Robert W.M.D., Fibromyalgia Syndrome: Current Concepts in Pathophysiology, Clinical Features, and Management, American College of Rheumatology, 1996
Slotkoff, Andrea T. M.D., Clauw, Daniel J. M.D., Fibromyalgia: When thinking is impaired, The Journal of Musculoskeletal Medicine, September 1996
The Neuroscience and Endocrinology of Fibromyalgia, Arthritis & Rheumatism; Lippincott-Raven Publishers, Vol. 40, No. 11, November, 97, American College of Rheumatology, USA 1997
Yunus, Muhammad B. M.D. Fibromyalgia Syndrome: Is There Any Effective Therapy?, University of Illinois at Peoria, Consultant, June 1996.

http://www.fibromialgia.com/

BIENVENIDO A NUESTRA PAGINA

Hemos creado esta página conscientes de la importancia que tiene la educación para sobrellevar esta condición y por la falta de conocimiento que existe en la comunidad en general. Mientras más personas y profesionales de la salud estén conscientes de la existencia de este Síndrome, mayor es la oportunidad que tienen los que sufren de él de ser diagnosticados y tratados correctamente. Una mayor concientización es importante para lograr que se realicen más investigaciones que conduzcan a tratamientos más eficaces.

No somos médicos, sólo personas con fibromialgia. Por favor, visite un médico cualificado para diagnóstico y tratamiento. No endosamos los tratamientos que aquí se mencionan ya que no somos médicos. Esta página es para brindar información únicamente.