Respaldo de material de tanatología

Practicas tibetanas ante la muerte

PHOWA
La transferencia de la conciencia hacia la Verdad

(1) Para realizar está práctica empieza reposando calmadamente e invocando de corazón la presencia de la encarnación de la Verdad, representada por Buda, Cristo, un santo o maestro divino por el que sientas devoción, visualizándolo como una presencia de energía y luz radiante, amorosa y compasiva.
(2) Ábrete ahora y se consciente de aquellos aspectos de tu ser que necesitan ser reconocidos, purificados, sanados, y perdonados, al tiempo que reconoces y aceptas cualquier mal pensamiento, remordimiento, o emoción destructiva que te aflija. Hazte consciente incluso de aquellas zonas de tu cuerpo donde sientas debilidad, tengas una enfermedad, o incluso tengas miedo a enfermar. Entonces visualizate  como una esfera de luz situada en el corazón, que sale proyectada del centro de tu pecho como una estrella fugaz y vuela hacia el corazón de la presencia divina que tienes delante, dirigiéndote a ella con sinceridad y humildad, solicitándole ayuda y guía.
(3) La presencia divina invocada responde en forma inmediata, enviando amor, compasión y paz desde su corazón, manifestándose como un haz de rayos de luz, que caen sobre ti como una cascada de amor puro, dejando que esa energía te bañe plenamente y te rodee; sintiendo que es una fuerza sanadora, compasiva, amorosa, repleta de divinas bendiciones, brindándote amor incondicional, paz, armonía interior, y confianza en ti mismo.
(4) Siente como esa energía disuelve tus temores, tus defensas, tu “sensación de un yo”, visualizándote entonces como una esfera de pura luz divina, al tiempo que recitas un mantram, una oración, o una plegaria.
(5) Entonces sientes que te disuelves y te fusionas con la presencia divina que has invocado.
(6) Para concluir siente que retornas a ti mismo, sintiendo en tu centro que nuestra esencia es una conciencia límpida y pura, amorosa, humilde y compasiva y sabiendo que esa es nuestra verdadera naturaleza, retorna a tus actividades cotidianas, sabiendo que ese es nuestro refugio y que siempre en cualquier circunstancia puedes volver a él.
(7) Al finalizar la práctica, comparte el mérito de las bendiciones recibidas con todos los seres, orando para hacer todo lo posible por aliviar su sufrimiento, para brindarles la felicidad, ayudarles en su evolución espiritual y para que reciban la guía divina que los lleve de la ignorancia del ego hacia la sabiduría divina.

La familia y la enfermedad terminal

La familia y la enfermedad terminal
Indice
1. Introducción
2. Definición
3. La familia terminal
4. Organización y funcionamiento familiar
5. La biografía familiar
6. Crisis de claudicación familiar
7. El trabajo con los familiares
8. Conclusión
9. Bibliografía
1. Introducción
Al acompañar a una persona padeciendo de una enfermedad catalogada como terminal, siempre debe tenerse en cuenta que la unidad básica a tratar es la familia.
Esta revisión pretende abarcar los aspectos más relevantes dentro de la familia del que muere, así como establecer una guía de manejo en todos los aspectos relevantes al ciclo intra familiar de la enfermedad terminal.
Para entender a una familia “terminal”, se hace necesario que se repasen conceptos básicos sobre la estructura familiar, para luego entrar en la dinámica de la familia ante él diagnostico de la enfermedad y el proceso del ir ? muriéndose, para terminar con unas recomendaciones para quienes experimentan esta difícil situación.
2. Definición
Por familia no debe solo pensarse en seres unidos por vínculos consanguíneos, la definición debe abarcar a todos aquellos significativos afectivamente y que participan en la vida familiar.
La familia debe asumirse en su totalidad como un organismo vivo, y cualquier alteración en la estructura o función de alguno de sus integrantes, influirá en todos y cada uno de los demás miembros.
Tipos de familia
1. Pareja sin hijos: Compuesta por los miembros de la pareja.
2. Familia nuclear: Compuesta por dos generaciones. Padres e hijos sin importar el tipo de unión y si los hijos son adoptivos o biológicos.
3. Familia monoparental: Compuesta por un sólo miembro de la pareja y sus hijos.
4. Familia extensa: Compuesta por más de tres generaciones, padres, hijos y nietos.
5. Familia unipersonal: Una persona decide vivir sola.
6. Familia padrastral simple: Uno de los cónyuges aporta a una relación nueva hijos de una relación anterior y viven bajo el mismo techo.
7. Familia padrastral compuesta: Los tuyos, los míos y los nuestros, viven bajo el mismo techo.
8. Otros tipos de familia: de hermanos, de homosexuales, en inquilinatos, familias con otros parientes, etc.
Ciclo vital familiar
1. Noviazgo
2. Pareja sin hijos
3. Pareja con hijos
4. Escolaridad de los hijos
5. Adolescencia
6. hijos que se van
7. Jubilación
Funciones de la familia
Las funciones de la familia permiten que sus miembros desarrollen la autonomía y la identidad
1. Sexual: Busca el encuentro afectivo de la pareja y la reproducción de la especie.
2. Económica: La familia debe desarrollar sus habilidades para procurarse su manutención y satisfacer sus necesidades materiales.
3. Social: La Familia transmite valores, tradiciones y principios que le permiten a los individuos insertarse en la sociedad.
4. Afectiva: Es el clima afectivo que transmite la familia y está expr4esado en la calidad de sus lazos de amor, lealtad, apoyo y reconocimiento. Esta función es la única que la familia no puede delegar al sistema social.
5. De soporte y apoyo mutuo: ayuda en crisis.
Limites de la familia
Barrera invisible en la familia que protege el espacio de cada individuo con relación al manejo de la información y distribución de funciones.
1. Límites claros: Se intercambia información manteniendo la privacidad y permitiendo la participación. Hay colaboración, sentido de pertenencia y normas claras.
2. Límites difusos: se comparte toda la información, no hay privacidad ni independencia, los roles y las normas no son claras pues la familia no ha delimitado a su interior el cumplimiento de funciones específicas.
3. Límites rígidos: No se comparte información, existen barreras en la comunicación, no hay sentido de colaboración ni de pertenencia al grupo familiar.
Crisis familiares
1. Crisis de desarrollo: Crisis del ciclo vital, son universales y predecibles. Son las mas frecuentes.
2. Crisis estructurales: Surgen de la interacción entre los miembros de la familia; alcoholismo, violencia intra familiar, comunicación bloqueada, etc.
3. Crisis inesperadas: Aparecen en cualquier momento, no se planean y no se gestan en la dinámica familiar y es posible que no se repitan.
4. Crisis de desvalimiento: Uno o varios de los miembros de la familia es dependiente o disfuncional física o mentalmente (enfermedad mental o física, enfermedad terminal, cuidado de anciano, de niños, dependencia económica)
3. La familia terminal
La familia es una parte esencial dentro de la Medicina Paliativa. Contribuye a los cuidados del enfermo y tiene que recibir la atención e instrucción necesarias por parte del equipo de cuidados para no influir negativamente en la evolución del paciente.
La enfermedad terminal separa al paciente y a su familia solo en el cuerpo de quien la sufre, pues los sueños, las emociones y la dinámica familiar se altera por igual en todos, por lo que en el manejo debe incluirse a cada uno de los miembros.
En una situación límite como la enfermedad maligna terminal, los conflictos familiares afloran y pueden influir negativamente sobre la persona afectada. Es función del equipo de cuidados evitar en lo posible las situaciones de tensión en el seno de la familia y ayudar a su resolución en el caso de que dicha situación exista.
La familia puede colaborar eficaz y activamente en el cuidado del enfermo si se la instruye de una forma adecuada en el control de los síntomas, los cambios posturales y la higiene personal. Necesita de una información veraz y continuada, un apoyo constante, la seguridad de una asistencia completa durante todo el proceso, descargar tensiones generales y las disponibilidad permanente del equipo de cuidados.
La visión de la interdependencia de los miembros de la familia en salud y enfermedades basada en relaciones estrechas de amor es simple e incompleta dentro de la dinámica de las complejas relaciones del grupo familiar.
La enfermedad terminal altera la unidad social, los familiares y los amigos, y afloran los conflictos internos preexistentes. La información inadecuada, los mitos, la presencia más o menos explícita de la muerte y la idea de un sufrimiento inevitable crean una intensa atmósfera de angustia.
Optica de la enfermedad terminal
Es de anotar que la visión del paciente de su enfermedad es diferente a lo que ven sus familiares y cuidadores, la experiencia del dolor puede servir como modelo para comprender un poco estas experiencias.
Se podría inferir, que el proceso en el paciente comienza al producirse cambios orgánicos que llevan a una manifestación emocional de estas experiencias, hecho que puede aumentar o disminuir la intensidad del síntoma en cuestión, dependiendo del manejo; en la familia, la primera manifestación es emocional, al ser testigos del proceso de deterioro de su ser querido, y de acuerdo a su historia familiar, sus mitos y experiencias previas, estas manifestaciones podrán o no, hacerles daño, incluso haciendo que aparezcan síntomas físicos similares a los del paciente, o exacerbando enfermedades previas (Ej. : hipertensión, diabetes, etc.
Si no se modifican estas diferencias, a través de una información creíble y continuada, estas conductas repercutirán negativamente en el paciente y bloquearán los cuidados del equipo. La cantidad de tiempo y desgaste que conlleva la asistencia a la familia es recuperada con creces al conseguir que no interfieran negativamente en la buena marcha del proceso individual e intransferible de la propia muerte de la persona.
Ninguna familia que haya tenido que convivir con una enfermedad fatal sale ilesa de esa experiencia, pues debe enfrentarse permanentemente a desgastantes exigencias y cambios, él ultimo es la muerte del ser querido y cuando esto ocurre cada miembro es diferente de lo que era cuando aquel gozaba de salud.
Dificultades intra familiares ante la enfermedad terminal.
Básicamente la familia se ve sometida a cuatro tipos de problemas:
1. Desorganización: la enfermedad quebranta los recursos adaptativos para afrontar situaciones difíciles que antes habían sido exitosos.
2. Ansiedad: conductas hiperactivas, irritabilidad, intolerancia entre unos y otros.
3. Labilidad emocional: reacción oscilante y superficial cuando la capacidad de contener, frenar y organizar las respuestas afectivas se muestra insuficiente
4. Tendencia a la introversión: La enfermedad y la muerte son poderosas fuerzas centrípetas que ejercen un efecto de muralla en la familia, la cual para defenderse del desorden implanta nuevas normas
Todos estos factores, sumados a una grave y larga enfermedad cambia a todos los que conviven con quien la sufre en aspectos como:
1. Preocupación insistente por las consecuencias futuras (soledad-economía familiar-educación de los hijos-etc)
2. Sentimientos de culpa originados en el ir muriéndose.
3. Emociones y reacciones contradictorias derivadas del agotamiento físico y emocional
4. Colapso de la red de comunicación intra familiar
5. Aislamiento de los miembros
6. Redistribución de los roles
7. Confusión personal
Sumado a estos factores, el estrés psicológico cambia la dinámica familiar, dentro de la cual se desarrollan nuevos patrones de afrontamiento y convivencia:
? Constantes visitas al hospital
? Acompañamiento a consultas
? Análisis y tratamientos
? Largas noches de acompañamiento
Todas estas actividades deben combinarse con las de la vida diaria, las que también cambian:
? Alimentación irregular
? Disminución e incluso desaparición de momentos de descanso
? Periodos de ocio y placer que son utilizados para recuperar tareas domesticas, vigilancia y crianza de los hijos (tareas de por sí agotantes y absorbentes).
Factores intra-familiares que intervienen en el proceso de acompañar a un enfermo terminal:
1. Características individuales: Son los recursos propios con los que se cuenta para afrontar una situación de estrés. Aquí influye el tipo de relación con el ser querido y con el resto de familiares.
2. Historia previa de pérdidas: Si la familia ha pasado por muertes anteriores será más vulnerable al proceso actual. Ante una nueva pérdida se reactivan los sentimientos, temores y reacciones de duelos previos.
3. Relaciones familiares: Los conflictos previos se exacerban ante la situación de estrés.
4. Papel del paciente en la familia
5. Tipo de enfermedad y muerte
6. Recursos socio-económicos: Un mayor apoyo en estos dos aspectos se traduce en una mayor estabilidad familiar.
El diagnostico
Al conocerse el diagnóstico de una enfermedad terminal, la familia sufre una importante alteración psico-social al tener que afrontar:
1. Enfermedad y muerte del ser querido.
2. Cambios en estructura, funcionamiento y sistema de vida de sus miembros.
3. Anticipar el dolor que se presentará tras la pérdida.
El familiar experimenta un aprendizaje similar al del enfermo con relación a la idea de muerte, considerándola cada vez como una posibilidad más real, hasta llegar a admitirla en algunos casos.
Manifestaciones ante el diagnostico
1. Shock: Período de aturdimiento e incredulidad. Se activa la respuesta de alerta. Se recurre a más opciones que buscan encontrar la posibilidad de curación.
2. Negación: Período necesario para poder manejar el estado de shock, durante esta fase la familia puede mantener el control y la estabilidad emocional. No todos los miembros reaccionan igual. Comienzan a manifestarse sentimientos de:
? Ansiedad
? Miedo
? Desprotección
? Inutilidad
? Rabia y protesta (ante la sensación de vivir un castigo injusto)
1. Negociación: Significa que se empieza a asimilar el significado de la enfermedad.
2. Conspiración del silencio: acuerdo sobre no decir la verdad, aunque se tenga claridad sobre ella, con el fin de protegerse unos con otros. La conspiración relega al paciente al aislamiento emocional dejándolo sólo con sus pensamientos, ansiedades y temores.
3. Depresión: Al avanzar la enfermedad, la familia se enfrenta a diversas pérdidas; durante esta fase surgen sentimientos de:
? Dolor
? Tristeza
? Desasosiego
? Temor
? Ansiedad
? Confusión
? Desesperanza
1. Duelo anticipatorio: o aceptación, ocurre cuando la familia halla mecanismos de adaptación, se ve próxima la muerte del paciente y la familia emocionalmente se siente preparada. Al aceptar los hechos y al abandonar terceras y cuartas opiniones y curaciones milagrosas; la esperanza debe fortalecerse hacia el acompañamiento y al adecuado control de síntomas, por lo que la familia reorganiza su esquema, permitiéndose el pensamiento de pérdida, y al mismo tiempo siendo la base del manejo.
Temores ante un familiar con una enfermedad terminal
Desde el mismo momento en que la familia toma conciencia de que uno de sus componentes va a morir en un plazo más o menos breve, surge una serie de miedos:
1. Al sufrimiento del paciente y, especialmente, a que tenga una agonía dolorosa. incrementa con el progresivo deterioro del ser querido, aumenta aún más con la aparición de nuevos síntomas como:
? Disnea
? Convulsiones
? Hemorragias
? Vómitos
? Estertores pre-mortem
? Dolor
? Grado de conciencia
1. A que el paciente sea abandonado y no reciba la atención adecuada en el momento necesario; si está hospitalizado, sensación de poco oportunismo en la atención pues piensan que para el personal de salud esta persona “ya no vale por su incurabilidad”.
2. A hablar con el paciente. (conspiración del silencio)
3. A que el paciente comprenda su condición física por las manifestaciones o actitudes de la familia.
4. A estar ausente cuando la persona fallezca, a separarse de ella un rato, lo cual entorpece las necesidades de descanso y de realizar actividades propias de la vida cotidiana.
La comunicación en la familia que enfrenta una enfermedad terminal
Similar al trastorno de comunicación y aislamiento del enfermo terminal, también la familia se incomunica y aísla del y entre sí, apareciendo entonces la llamada conspiración del silencio.
Conspiración del silencio
Se entiende la conspiración del silencio como toda comunicación que pretenda mantener, ante un tercero un “falso equilibrio” de normalidad, como si nada estuviese pasando (conocimiento de doble efecto) frente a una información estimada como angustiante. Esta reacción se debe a que el familiar está más angustiado que el paciente.
La sobrecarga emocional de la familia suele ser mayor que la del paciente, debido a la “doble contabilidad” que deben llevar.
Este tipo de conducta se asume debido a motivos intra grupales y socio-culturales complejos, respondiendo a una historia familiar y a la imagen popular de la enfermedad; por lo que no es de fácil modificación.
El paciente y la conspiración: la mayoría, sino todos los pacientes, conocen de la existencia de una enfermedad grave ( lo habitual es que sepa mas de lo que el entorno supone); aun cuando nadie se lo haya preguntado o dicho y puede también estar callando o actuando ante su familia pretendiendo que no sabe nada, asumiendo que ellos “no podrían asimilarlo”.
Como afrontarla:
? Tener en cuenta que al principio puede ser difícil convencer a algunos familiares de la importancia de una aproximación basada en la confianza y la seguridad, pero si se mantiene en mente que tal discusión servirá para propósitos educacionales, se podrá llevar a la familia hacia una aceptación mas real de la situación y hacia una definición mas clara y productiva de su rol al lado del paciente.
? Al facilitar un cambio de postura, el profesional recalcara que el es el encargado natural de brindarla, liberando así a la familia de esta responsabilidad.
? Anticipar y legitimizar la reacción del paciente.
Acompañar al paciente luego de la “revelación” (no contar y huir).
Otro factor que inhibe la comunicación entre el paciente y los familiares es el miedo a la muerte y a sus consecuencias que posea cada uno de los integrantes, muchas familias reaccionan a sus propios miedos involucrándose en una aflicción anticipada, viendo al paciente como si ya estuviese muerto, cuando aun no es el momento de afligirse por ese motivo.
El entorno del hospital es un factor que puede acrecentar el abismo en la comunicación, pues debido a las demandas institucionales puede llegar a ser difícil dar información al momento sin ser confuso e inconsistente. Se subestima la capacidad de la familia como cuidadora, haciendo que se comporten mas pasivamente, o que realicen funciones para las que no están preparados emocionalmente, generando aun más confusión y sentimientos de abandono.
Finalmente, debe tenerse en cuenta que el proceso de comunicación familiar no se refiere solo a la capacidad y permisividad para hablar de los hechos relacionados con la enfermedad y la forma de manejar los distintos problemas que se van presentando; este proceso incluye la creación de un clima apropiado que permita y anime la expresión abierta de los sentimientos individuales de cada uno de los miembros del grupo, esto se refiere al termino cohesión familiar.
Cohesión
Se refiere a como se sienten los miembros de la familia entre si, a que tanto apoyo y disponibilidad ofrecen, a la existencia de alianzas, subgrupos o triangulaciones y reglas “tacitas” de la familia (Ej.: no manifestar sentimientos tristes).
Elementos de la Cohesión:
1. Comunicación abierta y sin limitaciones tacitas en la expresión de sentimientos.
2. Grado de sincronismo que existe entre las diferentes estrategias de afrontamiento utilizadas por los miembros del grupo familiar.
Facilitando la cohesión:
Con frecuencia, el asistente tendrá que hacer de interprete y mediador, explicando a unos individuos lo que otros piensan y saben; las causas de su enojo o retraimiento y como perciben su situación y la de otros, de esta forma se puede establecer un área de comprensión compartida como base para continuar la interacción, facilitándose así las relaciones interpersonales, y por ende, un mejor cuidado del enfermo.
4. Organización y funcionamiento familiar
Cuando un equipo asistencial se acerque a una familia enfrentando una enfermedad terminal, deben tenerse en cuenta 4 aspectos de la dinámica familiar:
1. Los subsistemas de familia
2. Biografía familiar
3. Necesidades propias y ajenas
4. El apoyo
Los subsistemas
Toda familia, aunque en apariencia caótica, tiene una compleja estructura de funcionamiento y convivencia. Cada familia es un sistema compuesto de subsistemas funcionalmente definidos, que mantienen unos limites dinámicos y se relacionan unos con otros según una estructura jerárquica establecida a lo largo de su formación.
Subsistemas conyugal
Los cónyuges suelen estar profundamente involucrados y viven la totalidad de la experiencia del paciente con gran intensidad, suelen convertirte en el cuidador primario
La relación previa al diagnostico y progresión de la enfermedad juega un papel básico en el tipo de cuidado que se derivara posteriormente, dentro de este marco tener en cuenta:
? Si el paciente era el miembro más activo y proveedor de apoyo, el cónyuge debe llevar la carga extra de renunciar al papel de dependiente y funcionar como cuidador (desplazamiento de roles).
? .Si la relación era conflictiva y ambivalente, entonces se generaran sentimientos de culpa y distanciamiento intensos.
? El grado de intimidad previo.
Sentimientos vivenciados por el cónyuge
? Ansiedad
? Depresión
? Fenómenos de agresividad
? Fenómenos de negación
? Fenómenos de desplazamiento
? Sentimientos de culpa
? Proyección sobre el paciente de los deseos no reconocidos.
? Intensificación de los mecanismos de defensa
? Compasión y dolor secundarios a su identificación empática con el enfermo
Respuesta a las vivencias:
? Descenso dramático en la capacidad de afrontamiento (incluso ante situaciones poco estresantes)
? Rechazo ante hablar con el paciente sobre la muerte ( aun cuando el paciente lo desee )
? Vigilancia constante e insistencia en mantener la conspiración del silencio en relación a la enfermedad terminal
? Necesidad de estar acompañando al paciente constantemente ( aunque el paciente refiera que no necesita tanta intimidad )
Agresividad desplazada hacia otros cuidadores (personal asistencial, otros familiares, amigos, etc. )
Subsistema parental
La enfermedad crónica en si es causa de gran angustia para los padres que cuidan de un hijo que afronta una enfermedad terminal.
La pareja de padres vivencian preocupaciones económicas que los pueden llevar a restringir las actividades que realizaban en conjunto, ya fueran placenteras o no, para dedicarse a labores productivas únicamente con relación a su hijo. Esto hace que se disminuya la disponibilidad de atención que la pareja se dedica el uno al otro llegando ambos a una sensación de soledad o perdida, además de un aumento en la tensión de las estrategias de afrontamiento individuales.
En caso de hospitalización por exacerbación de la enfermedad, la relación parental sufre una carga adicional, las madres suelen permanecer al lado del hijo muchas horas, mientras que la presencia del padre es mas reducida, si esta situación se prolonga y la coalición entre madre e hijo es intensa, el funcionamiento conyugal puede sufrir un colapso, llegando a sobrecargar este subsistema, haciendo que la madre reprenda al padre por ser muy estricto o este a la madre por sobreprotectora.
Subsistema filial
Estas son algunas de las respuestas encontradas en hijos de enfermos terminales:
? Sentimientos de culpa asociados a posible participación causal en la enfermedad (pensamiento mágico)
? Congoja por la perdida de ambos padres (uno por la enfermedad, el otro por dedicarse a cuidar del enfermo)
? Desplazamiento
? Ansiedad de separación
? Rabia, temor y resentimiento por ser abandonados o “dejados a un lado”
Hostilidad ante una situación incomprensible
Explicarle en términos simples la razón por la cual los adultos se están comportando de manera tan extraña es útil y libera al niño del pensamiento de que la actitud de rechazo se debe a algo que ellos hicieron.
Se debe permitir el acceso al proceso de ir muriéndose y a la muerte en si ligado a alguien afectivamente unido al niño o adolescente y que lo guíe ante el cuerpo enfermo o fallecido de su familiar.
Se debe trabajar en la desmitificación de la muerte, recordando siempre que el niño aprende por imitación.
Subsistema parental
Se sufre un rango de problemas similar al anterior, sumándole el trastorno agudo y doloroso en la relación entre hermanos, que teniendo en cuenta el potencial para una fuerte identificación y rivalidad, puede conducir a heridas graves y profundas.
La ocultación sistemática de la verdad ante un niño que sospecha la gravedad de la enfermedad de su hermano puede conducir a:
? No aceptar su propio proceso de aflicción
? Estimulación de fantasmas relacionados con su responsabilidad en la enfermedad y las preocupaciones con su propio bienestar
Aparición de enfermedades psicógenas como solicitud de recibir la misma atención del hermano, por lo que asume que debe estar enfermo para merecerla (Ej.: asma psicógena)
Los abuelos
Debido a las características cambiantes de la sociedad, la tecnología y la violencia, los abuelos han pasado a formar parte del proceso de aflicción, situación que no era tan frecuente anteriormente.
Respuestas de los abuelos ante la enfermedad terminal de un nieto:
? Dolor y angustia “triple”: por el nieto, por sus hijos y por ellos mismos.
? Suposición que por ser abuelos se deben “defender mejor” y servir como ejemplo
? Sentimientos de agresividad y culpa secundarios al no reconocimiento de los síntomas de la enfermedad terminal por ellos mismos y/o sus hijos
? Incapacidad e impotencia física o emocional ante el cuidado de un enfermo terminal
Sentimiento de fracaso en su rol de abuelos o padres
5. La biografía familiar
Las respuestas de la familia dependen de una estructura previa de funcionamiento, aunque no sea la mas adecuada para la crisis actual. (similar al caso del paciente, en donde el ir muriéndose no se aleja de su biografía personal, en la familia la adaptación tendrá como base la biografía familiar).
Junto a la estructura, cada familia posee una única y acumulada historia de sus experiencias, con eventos importantes y una serie de mitos, creencias y tradiciones que se desarrollan y establecen alrededor del tiempo emocional de esa historia, algunas de estas se relacionan con la enfermedad y a perdidas afectivas y pueden proporcionar antecedentes de la respuesta actual a la enfermedad terminal; el comportamiento pasado de sus miembros y como grupo, puede definir la importancia y la definición de las crisis, la forma en la cual los recursos de apoyo son solicitados y manejados, los roles que se esperan de los diferentes miembros y el grado de éxito esperado.
Por otro lado, la modificación en el comportamiento de alguno de los miembros del grupo familiar puede causar graves conflictos intra familiares debido a que las creencias individuales están habitualmente relacionadas a su propia familia de origen y no son necesariamente compatibles con la familia actual.
Es importante analizar en que parte del ciclo vital se encuentra la familia, teniendo en cuenta que a mayor juventud, menor es la capacidad de afrontamiento de la situación.
Las necesidades propias y ajenas
La enfermedad terminal de un miembro de la familia enfrenta a la totalidad de la misma con una amenazante crisis en la que todos sus miembros reaccionan en sus formas características. Sus respuestas son variables y pueden ser mas o menos compatibles unas con otras y con las necesidades del momento. Algunos de los miembros pueden estar aun más angustiados que el propio paciente. Sin embargo es un tiempo de reunión y movilización de recursos; hay mucha voluntad para ofrecer ayuda y apoyo activo, incluso de miembros lejanos y amigos de la familia.
La familia debe equilibrar las necesidades del paciente con las de otros miembros de la misma, además de reasumir las tareas normales del desarrollo para cada uno de ellos, pueden surgir dificultades y conflictos entre sus miembros, diferencias sobre los objetivos y el proceso mismo de la enfermedad y su tratamiento; mientras un cuidador primario puede permanecer manifiestamente protector, otro permite, exige y estimula una mayor liberad del paciente. Con el paso del tiempo y con la cronificación y avance de la enfermedad y de los conflictos intra familiares, un número mayor de familiares puede sufrir y manifestar su disgusto, celos y necesidades, llevando a un incremento paradójico de los síntomas de estrés.
De esta forma, durante la fase de consolidación de las estrategias utilizadas para afrontar la enfermedad, la familia puede encontrarse a sí misma más aislada, con una grave interrupción en la comunicación entre sus miembros, precisamente en el momento en que más apoyo se necesita, sentimientos de vergüenza, rabia, temor y depresión pueden contribuir a su aislamiento.
No siempre el estrés psicológico es el único problema a manejar en la familia dentro del proceso de ir muriéndose, en ocasiones hay que tener en cuenta necesidades económicas y sociales no satisfechas, para las cuales se requiere la intervención de un profesional o varios coordinadamente.
El brindar apoyo
Los métodos que utilice la familia para cuidar al enfermo dependerán de su historia, organización y estructura.
Cuando la familia se involucra en el cuidado del enfermo terminal no sufrirá tanto desgaste físico y emocional y el proceso de duelo no sería tan doloroso al reflexionar sobre el trabajo realizado.
Posibles formas de apoyo:
1. Apoyo emocional:
Es la principal fuente de estrategias de afrontamiento para el paciente.
De todas las formas de apoyo es el más importante e inmediato.
2. Responsabilidad compartida en la toma de decisiones:
El diagnostico de enfermedad terminal produce complejas tomas de decisiones en los pacientes, por lo que las familias pueden colaborar comprometiéndose y en ocasiones siendo el punto de enlace para explorar toda la información que esta llegando.
3. Disposición de cuidados concretos:
Esto confirma la importancia de la familia como miembro activo del equipo de tratamiento; desde el punto de vista de que la asistencia domiciliaria y la muerte en casa no son perspectivas irreales, aunque hoy en día esta situación es más difícil y costosa en términos económicos y humanos.
4. Disponer de un marco de continuidad:
Una de las labores más agotadoras en familia cuando un paciente afronta una enfermedad terminal, es suplir todas las actividades que este ser realizaba, afrontar nuevas demandas y satisfacer las necesidades emocionales de los otros
miembros.
Aunque no es un cuidado directo del paciente si influye muchísimo para su bienestar.
6. Crisis de claudicación familiar
Definición.
“Incapacidad de los miembros de la familia para ofrecer una respuesta adecuada a las múltiples demandas y necesidades del paciente”.
Es un reflejo del abandono asistencial a paciente y familia.
También puede producirse en otras situaciones como: ruina económica, comisión de delitos graves, separación afectiva,
pérdida del puesto de trabajo.
La diferencia de estas crisis con las de claudicación familiar ante una enfermedad terminal es que las otras pueden superarse con el tiempo, en el caso de la muerte más cercana, supone un cambio radical y no hay tiempo suficiente para la vuelta a la normalidad.
Se refleja en la dificultad de mantener una comunicación positiva con el paciente, entre los miembros y el equipo de cuidados.
No todos claudican a la vez, pero cuando en conjunto son incapaces de dar una respuesta adecuada, estamos ante una crisis de Claudicación Familiar, en donde la última etapa de la vida se convierte en un drama para todos y se traduce en abandono para el paciente.
-Factores Que Intervienen-
1. Tipo de familia.
? Familia Nuclear: Compuesta por padres e hijos. El agotamiento del cuidador principal (debido a la carga de trabajo, tareas domésticas y cuidado del enfermo), es una situación de riesgo, al no disponer de recursos y alternativas para sustituirle.
? Familia extensa: Compuesta por varias generaciones y parientes próximos que viven bajo el mismo techo o cercanos.
Tiene la ventaja relativa de la posibilidad de relevo entre miembros ante la presencia de crisis.
La dificultad surge al entrar en colisión distintos puntos de vista y criterios sobre que hacer en relación con el diagnóstico, pronóstico y el lugar donde permanecerá la persona enferma.
Para prevenir esta situación, el equipo de cuidados, junto al paciente debe elegir al cuidador principal y ofrecerle todos los apoyos disponibles.
1. Lugar de residencia.
? Familia en su medio:
Medio rural: se suele tener mayor apoyo de familiares y de la vecindad; la dependencia de centros sanitarios es menor y la solidaridad del resto de la comunidad está más o menos garantizada
Medio urbano: Existen más dificultades para cuidar directamente al paciente con enfermedad en fase terminal.
Los domicilios no son adecuados para el cuidado, la proximidad física de los vecinos no tiene reflejo en una relación solidaria; por lo que la hospitalización del paciente suele ser el recurso más utilizado, sin tener en cuenta la fase de la enfermedad, ni los objetivos planteados para el paciente y el tipo de institución sanitaria.
? Familias desplazadas (alejadas de su medio):
Debido a diversos factores (violencia, estudio, trabajo, etc.), la familia deja de contar con una serie de recursos (presencia de familiares y amigos, desconocimiento del medio social y cultural) lo que los deja abandonados ante la enfermedad y muerte.
La crisis de Claudicación familiar termina convirtiéndose en el único medio de expresión de malestar y miedo ante la situación que se vive.
1. Trayectoria de la enfermedad.
Una vez diagnosticada la enfermedad, el grupo familiar inicia una búsqueda en ocasiones compulsiva e irracional de algún método (médico o no) que asegure la permanencia física del ser querido, llevando al gasto de grandes sumas de dinero.
La concurrencia de los cuidados paliativos cuando los objetivos curativos no se han descartado, pueden facilitar este tránsito, evitando la fatídica frase de “ya no hay nada por hacer”, motivo frecuente de la crisis de Claudicación familiar.
2. Experiencias anteriores.
Las pérdidas anteriores no pueden considerarse como de ayuda ante una nueva, se acumulan dolores y angustias, que hacen la recuperación tremendamente difícil.
3. Vigencia de problemas no resueltos.
En muchas ocasiones a la enfermedad y el proceso de ir-muriéndose se suman todos los problemas propios de la convivencia y de la vida cotidiana, empeorando la relación y desmejorando el cuidado del paciente.
La enfermedad en ocasiones puede ser un motivo idóneo para aclarar situaciones de enfrentamiento. Para la pareja, es una ocasión privilegiada para reflexionar juntos sobre el pasado, presente y futuro de quienes permanecen en la corporalidad.
4. Incomunicación
(ver Conspiración del Silencio)
5. Protagonismo de última hora.
Se refiere al miembro de la familia que por motivos de distancia afectiva o su situación de claudicación individual, acude a última hora con exigencias y órdenes para resolver a su manera lo que los demás no han podido. Culpabiliza a los cuidadores y al equipo de la situación del paciente.
Una escucha atenta y una actitud firme pero cercana, dejándole verbalizar su miedo o culpa es el mejor modo de tranquilizarle. Discutir es una pérdida de tiempo.
6. La Ingerencia intempestiva
Aparición súbita de otros profesionales sanitarios o no, u otros no tan profesionales, con otros objetivos y sin relación con los equipos profesionales de cuidados, lo que puede generar confusión en el paciente y la familia.
7. Los “buenos samaritanos”
Son aquellas personas, de buena voluntad, que en su intento de ayudar no calculan el grado ni el nivel de compromiso que están dispuestos a admitir, se agotan o abandonan al paciente cuando más se necesita de ellos.
Se presentan para satisfacer necesidades de auto – confirmación, cuando lo hacen, desaparecen.

El suicidio adolescente

El suicidio adolescente
Saturday, April 16 2005 @ 12:48 AM ART
Autor: labrys
http://www.labrys.com.ar/index.php?topic=MundoPsiííhttp://www.labrys.com.ar/index.php?topic=MundoPsi
Los diferentes estudios que se vienen realizando sobre el suicidio tienen distintas valoraciones: religiosas, culturales, sociológicas, psiquiátricas. Tomando las distintas religiones podemos comenzar en occidente por el cristianismo, quien condenó al suicidio desde sus orígenes. El Corán lo censura severamente. El Talmud enfatiza el carácter sagrado de la vida y condena al suicidio como pecado.

Durante la edad media, en lo que luego se constituiría como Europa, la legislación de algunos reinos ordenaban la mutilación del cadáver del suicida y la confiscación de la propiedad.

Los Brahamanes en la India, honraban a las personas que voluntariamente se liberaban de su cuerpo. Los griegos permitían el suicidio de criminales y convictos. El filósofo Sócrates , condenado a beber cicuta, es el caso más conocido de ese tiempo.

En Japón el ?Seppuku?- conocido como Harakiri- fue practicado como rito ceremonial. Eran los nobles quienes tenían el privilegio de castigarse asi mismos y también se utilizaban para eludir la humillación del fracaso; mostraban también así su fidelidad a un amo o emperador fallecido.

Durante la Segunda Guerra Mundial se adoctrinaba a los soldados japoneses como ?banzai? (cargas suicidas) y como ?Kamikase? (pilotos suicidas) para defender el imperio. Desde la literatura fue Dostoievsky quien en palabras de sus personajes, reflexionaba acerca del suicidio, pero es Camus- en su ensayo filosófico ?El mito de Sísifo? ? en Lo absurdo y el suicidio, que escribe: ? No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no la pena de que se la viva es responder a la pregunta fundamental de la filosofía. Las demás , si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, vienen a continuación?. Este libro Camus lo escribe durante la ocupación nazi en Francia., aclara en el prólogo: ?Las siguientes páginas tratan de una sensibilidad absurda que puede encontrase dispersa en el siglo y no de una filosofía absurda que nuestra época, hablando propiamente no ha conocido?. (1)

En el siglo XIX, Emile Durkheim, fue el primero en analizar las cifras del suicidio europeo. El suicidio era más frecuente en las ciudades que en las áreas rurales; la incidencia del suicidio era mayor sobre los solteros y los divorciados que sobre los individuos casados. Era más alto el suicidio en hombres que en mujeres, más entre los ricos que entre los pobres y entre los protestantes que en los católicos. Para explicar estos datos estadísticos, tomados en la segunda mitad del siglo XIX, Durkheim dividía los suicidos en tres categorías:

1)El suicidio egoísta, era la resultante de la falta de integración del individuo a la sociedad; personas sin lazos familiares estrechos y con falta de relaciones interpersonales. La religión protestante favorecía menos la cohesión que la católica, las comunidades rurales gozaban de un grado superior de integración que las urbanas. La integración familiar o la ausencia de la misma podía utilizarse para explicar porque los individuos solteros resultaban más vulnerables al suicidio que las casadas.

2)El suicidio Altruista, describía la excesiva integración en un grupo, siendo el suicidio la consecuencia de tal integración. Durkheim daba como ejemplo ciertas clases de la sociedad japonesa y en el tipo de integración que rige en el seno de un grupo militar, susceptible en su caso de requerir de un individuo el sacrificio de su vida. Dispone su vida en obediencia a la costumbre de ese grupo. En ciertos casos el suicido se considera obligatorio u honorable.

3)El suicidio anómico, resulta del fracaso de las normas sociales en la regulación de la vida del individuo. Son muy corrientes en épocas de crisis, no solamente por la pobreza, sino por el estado de anomia (falta de normas) La dimensión social que iniciaba Durkheim , con sus estudios tenía en cuenta el desarrollo industrial y científico, en el siglo XIX, y que la familia, el Estado y la Iglesia habían dejado de ser las fuerzas de integración social que fueron en otro tiempo y tal vez el individuo, la gente no había encontrado nada que viniera a suplantarla. Esta dimensión social nos llevaría a la dimensión de la existencia.

Freud, no se ocupó explícitamente del suicidio. Su primera mención escrita aparece en ?Psicopatología de la vida cotidiana? (1901) donde habla del suicidio como una forma de castigo que el individuo se impone a sí mismo. En 1916 Freud, escribe en ? Duelo y melancolía?, que el odio dirigido contra uno mismo, manifestado en la depresión, procedía de una hostilidad contra un objeto de amor tornada por el individuo contra sí mismo. En la melancolía el Yo se trata a sí mismo como el objeto perdido y dirige en contra suyo la misma hostilidad que desearía dirigir contra el otro. Para Freud los suicidios van precedidos de un deseo reprimido de matar.

En 1938, K Menninger (psiquiatra) clasificó al suicidio en a) ?los suicidios crónicos?, que comprenden: : el ascetismo y el martirologio, el invalidismo neurótico, la adicción alcohólica, la conducta antisocial y la psicosis. b) ?los suicidios parciales?, enumera: las automutilaciones, la simulación de la enfermedad, los accidentes intencionales.

Comienza en estas clasificaciones a estudiarse el perfil del suicida, en los países anglosajones. Estos estudios permitieron determinar: edad, sexo, estado civil, religión, nacionalidad, raza y ocupación, modos de suicidio, causas. También se tiene como datos confirmados que se suicidan más hombres que mujeres y correlacionaban la edad avanzada, y la viudez.

Se tomaron en cuenta datos sobre la residencia en grandes ciudades, historia de un hogar roto en la infancia, desorden mental.

Empezaron a tenerse en cuenta criterios comparativos sobre ?modos de suicidio? entre Inglaterra y Estados Unidos. Aparecieron los primeros datos, ya que en USA, las armas de fuego son más accesibles. Otras formas de quitarse la vida era el gas (monóxido de carbono), envenenamiento por narcóticos y píldoras somníferas, ahorcamiento y asfixia por inmersion. Ninguna teoría alcanza a explicar acabadamente el suicidio. Achille- Delmas afirma que los suicidas pertenecen a dos grandes tipos de personalidad: los ciclotímicos y los hiperemotivos. Los primeros son personas melancólicas, angustiadas, depresivas, irritables, inquietas, inseguras. Los segundos se caracterizan por reaccionar desproporcionadamente frente a situaciones conflictivas. Este autor afirma que los suicidios son en un 90% ciclotímicos y en un 10% hiperemotivos. Estudios psicoanalíticos permiten hoy trazar un perfil psicológico del suicida como de las condiciones que lo predisponen.(2)

Nazim Yampei ha planteado la presencia de alguno de los siguientes requisitos en el suicida: 1- un Yo empobrecido, con mecanismos de defensa rígidos. Un Yo con riesgo de desorganizarse, ante cualquier stress.

2- Un Superyo inexorable y sádico, constituido sobre una figura que odia y somete de un modo cruel.
3- La vigencia de fuertes impulsos agresivos, consecuencia de conflictos infantiles no resueltos.
4- Ideas y fantasías de muerte.
5- Comportamientos crónicos de carácter destructivo: drogadicción, perversiones, psicopatías.
6- Relaciones simbióticas o de intensa dependencia, con dificultad para soportar separaciones o pérdidas.
7- Rigidez en el manejo de la ansiedad, la rabia o la culpa.

Volviendo a otros estudios de investigación que se realizaron en EEUUU, es difícil la predicción del suicidio porque no es en si mismo, una enfermedad curable o no curable, define George E. Murphy : ?Lo que define la evolución final del cuadro es la patología de base, que determina la conducta suicida. La circunstancias del contexto y la celeridad y eficacia del equipo tratante?. (3)

En Latinoamérica no tenemos estudios sobre suicidio: Los datos que hemos mencionados (como muchas de las teorías) pertenecen a la esfera del primer mundo. Solo hay datos esparcidos y con la confirmación que han ido en aumento en estas dos últimas décadas.

La epidemiología es la disciplina que nos permite conocer la aparición de las enfermedades, en un tiempo y espacio. La epidemiología en salud mental, hoy están arrojando algunas estadísticas sobre el tema que nos convoca. Uno de los primeros acercamientos al tema son las cifras de suicidados en los veteranos de guerra., los ex combatientes en las Islas Malvinas. Sobre 650 muertos que hubo en el conflicto, hasta la fecha van llegando a 400 los suicidados. ¿Los motivos? Variados. La falta de continuidad del programa de salud que realice el seguimiento del tratamiento, de incorporación en la sociedad civil a través del trabajo, de contención emocional.

En la década del `90 las tasas de mortalidad adolescente de 15 a 19 años crecieron. Fueron registradas por suicidios y por agresiones como homicidios, heridas de armas de fuego y blancas. En 1991 se registraron 30 de cada cien mil. En el 2000 fueron 64 sobre cien mil los casos de suicidio. Las muertes por agresiones de causas externas aumentaron un 60%. Por la década del 90, eran 1000 de cada cien mil adolescentes (15- 19 años) y en el 2000 estaban en 163. La psiquiatra Edith Serfaty en el artículo ?Los números del suicidio? dice : ?La agresividad, violencia y el suicidio pueden ser distintas facetas de un aspecto: la disconformidad, la depresión, la sensación de desesperanza, la infelicidad. Inclusive, desde el punto de vista biológico las conductas agresivas (ya sea hacia uno mismo o hacia los demás) tienen un sustratum de disfunción neuroquímica cerebral en común. La irritabilidad, la hostilidad, la agresividad ocurren cuando los sentimientos son negativos, depresivos, de insatisfacción. Las personas felices, en general, no son agresivas ni atentan la vida propia ni ajena?.

Así como no hay una teoría única sobre el suicidio, tampoco hay formulas absolutas para la intervención si se quiere trabajar con criterios preventivos.

La experiencia que puede obtener en el 2004 fue:

1) sobre la situación en Chamical- La Rioja, con 8 suicidios en dos meses. La edad iba entre los 16 y 21 años. Todos varones, con estudios primarios y completando sus estudios secundarios. La muerte de todos ellos fue por horca.

Conversando con docentes, con los integrantes del equipo de salud de la zona, comprobamos que de los ocho, cinco habían dado indicadores con ?intentos de suicidios?. Habían tenido alguna atención por la guardia del hospital. Habían dado ?señales? . Estos datos son fundamentales como para empezar a generar lo que conocemos como ?red?; pero primero tiene que estar ubicado, reconocido o aceptado el problema.

Por eso no existen datos fidedignos sobre el suicidio. En su mayoría son registrados como ?accidentes?. De los casos que se conocen en Buenos Aires, muchos de ellos son por armas de fuego, que hay en los hogares. Existe un índice muy alto de gente armada en el país. El otro dato muy alto que tenemos en las guardias de salud mental es el ingreso por intoxicación de psicofármacos. La mayoría de las veces esos fármacos no los toma el adolescente, los consumen los padres. Argentina es el primer consumidor en psicofármacos de Iberoamérica.

2) En un Congreso sobre suicidio en la Facultad de Psicología-UBA, señalan que Malvinas Argentinas, municipio del Gran Buenos Aires, tiene uno de los índices más altos en suicidios adolescentes. En las escuelas los docentes no son capacitados, para que puedan dar respuestas integrales a las nuevas problemáticas de violencia. Falta integrar las áreas de educación, salud y los juzgados de menores. Pero sí los docentes están sosteniendo y conteniendo desde lo asistencial toda la violencia social.

Las cifras actuales sobre el 47% de la población argentina bajo la línea de pobreza, la desocupación de los padres, la falta de un PROYECTO DE VIDA, son algunas de las variables a tener en cuenta en este amplio diagnóstico. Los medios de comunicación, especialmente la televisión, no han tocado estos temas. Solo lo hizo la prensa escrita con investigaciones esporádicas, pero que van dando un mapa de cómo aparece esta endemia silenciosa en todo el país.

Lic. Carlos Liendro

Referencias:
(1) El mito de Sísifo. Albert Camus
(2) El valor de la vida. Sobre suicidios e intentos de suicidio Antonio Alberto Mendez. Revista Psicologías en Bs As (año2 n 19)
(3) George E Murphy. Amer Jour of psychotherapy. Why is it so difficult the prediction of siuicide?

labrys.com.ar

Ofelia Hope Illescas: testimonio

Ofelia Hope Illescas

Región Mixe del estado de Oaxaca

Expresamos un profundo agradecimiento a la Organización de Médicos Tradicionales Mixes (Ometram), por ser un ejemplo de compromiso y disposición de trabajo conjunto, con propuestas externas, como fue el caso de la aplicación del proyecto Historias de Vida de Médicos Indígenas Tradicionales, discutido, aprobado y ejecutado por la organización y por el puño y letra de la propia protagonista, la médico mixe tradicional Ofelia Hope Illescas.

?Me llamo Ofelia Hope Illescas. Nací en San Cristóbal Chichicaxtepec, municipio de Mixistlán de la Reforma, distrito de Zacatepec Mixe, Oaxaca. Tengo 57 años de edad, soy casada, católica y campesina. Siembro y cultivo maíz, frijol, chilacayote. Me dedico al hogar, soy curandera (Yëg tsokpë) y adivinadora (May-machob) del maíz y calendario mixe. Desde hace 33 años he estado curando a mis paisanos de mi comunidad y de otras cercanas. Actualmente atiendo por semana de cinco a seis pacientes, antes eran muchos más, pero ahora como la mitad del pueblo ya cambió de religión (evangélicos) dicen que ya no creen; por eso buscan otras formas de curación. ?Entiendo poco el español; no lo hablo porque soy india mixe, por eso sólo hablo y entiendo mi idioma. A mí me tocó comenzar a trabajar para juntarnos como médicos indígenas de la región mixe, junto con las señoras Magdalena, Irene y otras más, por eso formo parte de la Ometram, que es nuestra organización.?

Ofelia Hope Illescas

Relatos de la historia de vida

?Considero que sobre todo la Tierra
es nuestra Madre, es un ser viviente
que facilmente se puede convertir
en desgracia si le faltamos al respeto?
Ofelia Hope

Ofelia Hope Illescas es originaria del estado de Oaxaca, nació en San Cristóbal Chichicaxtepec el 10 de septiembre de 1939. Pertenece al pueblo indígena mixe, y aunque no tuvo educación escolarizada comprende el idioma español, además de hablar y entender la lengua mixe de la región.Ofelia Hope es curandera (Yëg tsokpë, en lengua mixe). En la localidad se le conoce como adivinadora (Mayb-machob). Doña Ofelia tiene 57 años de edad, de ellos 33 los ha empleado en su práctica terapéutica como curandera y adivinadora. Atiende a personas de su localidad y de otras poblaciones; en promedio, entre cinco y seis por semana.

Antepasados, pautas de crianza

?Al igual que mis papás y abuelos, yo nací aquí en San Cristóbal Chichicaxtepec. Cuando tenía 12 años mi mamá murió de calentura. Cuando falleció, mucha gente del pueblo, entre ellos mis abuelos Antonio Santiago, Basilio Hope y Matías Guzmán, sanaban de susto y eran curanderos, adivinadores y pulsadores; también mi tatarabuelo José Manuel trabajaba bien la adivinación con el maíz y el calendario mixe. Creo que para poder ser curandero y adivinador es realmente querer serlo y poner mucha atención; además, se debe tener el don, algo que no sé qué es, pero se siente que con ello aprende uno rápido; también la fe de desear curar y ayudar a la gente, sólo así se puede ser adivinador. ?En mi familia sólo fuimos dos hijos: mi hermana y yo. Yo fui la primera. Al primero se le decía, ?el que llegaba primero? y al más pequeño el ?último fruto?. ?Siempre se recibía con alegría ?como ahora? el nacimiento de un niño, sólo que antes al parecer se necesitaba tener más hijos porque el pueblo era pequeño, y era necesario que éste creciera. De hecho, cuando se moría un niño o una niña había, al igual que hoy, tristeza, lo sentíamos mucho y llorábamos. Cuando algún niño o persona se moría, oraban con los rezanderos y curadores; al muertito lo envolvían en un petate y así lo enterraban. ?La felicidad de recibir a un niño era tanta que no había diferencias de género, la familia se alegraba igual de tener un niño o una niña.?

?Está chiquita?, así le decían a veces cuando era pequeña, pero casi siempre la llamaban Ofelia, ?éste es mi nombre, me lo pusieron mis papás.? Anteriormente cada mujer daba a luz sola, ayudada solamente por la familia; había una señora que sabía, pero sólo se llamaba cuando era peligroso el alivio, por eso, doña Ofelia dice: ?Cuando nací y antes de que naciera mi mamá se atendió solita. Ella, al igual que las demás mujeres embarazadas, no tenía cuidados especiales, hacía sus trabajos hasta el día del alivio en el que ya se tenía preparado todo para el nacimiento, el fogón prendido, agua caliente, aguardiente o mezcal, trapos limpios, hilo y un machete viejo, con el que cortaba el ombligo; antes lo calentaban hasta que se pusiera rojo, así era la costumbre.?

Durante el nacimiento de Ofelia se realizaron preparativos especiales, así como algunas ceremonias en el primer año de vida; sin embargo éstos eran y son iguales para todos los niños. ?A los tres días de nacido se hace una ceremonia y se sacrifica un gallo en el boquete del temascal como protección para el niño y la madre. A los 20 días del alumbramiento se hace una ceremonia con tamales de chile que se dan a los invitados, padrinos y familiares. El papá se iba al cerro a ofrendar por la salud del niño o la niña. La placenta se lava con jabón para que el pequeño no salga lagañoso, se echa en una vasija limpia y tapada y se deja en alguna laguna. También se cuida el cordón umbilical, pues cuando se cae y se encuentra dicen que el niño o la niña sale muy buscón, y cuando no se ve dónde cayó el cordón, son muy tranquilos. A mí, como a todos los niños, a los seis meses y al año mis papas ofrendaron animales por la salud de la familia. Me bautizaron en la iglesia, todo muy sencillo, pues el cura me echó agua en la cabeza y eso fue todo.

?Recuerdo que cuando era chiquita y los niños se enfermaban, los papás se preocupaban y se desesperaban aunque había curanderos, hierberos, hueseros, chupadores; todavía existen, pero aún hay enfermedades que no se pueden curar y en ese tiempo los doctores y los lugares donde comprar medicinas estaban muy lejos, además no teníamos una carretera. Estábamos en el puro monte, se enfermaban muchos niños y algunos se morían; cuando era niña me platicaron y me tocó ver cómo fallecieron muchos niños de no sé qué enfermedad (calenturas). A pesar de que era chiquita, a mí no me tocó morir. También así fallecían los grandes, de repente amanecían muertos, así fue como dejó de vivir mi mamá. Los recién nacidos se enfermaban y morían por malos aires, de mal de ojo, susto, cólicos. Los más grandecitos de calenturas, tos, diarreas y susto. La manera de cómo los cuidábamos era no sacarlos al aire, tapándolos con mucha ropa y cobijas, darles medicinas y té de hierbas. Después de los 20 días de nacidos, se pensaba que ya se habían logrado y se podía salir con ellos. Antes se creía que las enfermedades venían de los espíritus malos, otras veces por promesas de los antiguos que no cumplían en los cerros y con los santos. Se recomendaba a las personas guardar y respetar las costumbres y a la Madre Tierra; tenían que estar limpios de malos actos para que no llegara la enfermedad o la muerte. También se cuidaba de las personas que tienen la vista y mirada fuerte, y sangre negativa, porque pueden hacer el mal de ojo, mal aire o susto aunque ellos no quieran. Cuando eso pasaba se pedía que la persona cargara al niño y le hiciera cariños para que no les pasara nada o sanara. También a las embarazadas, igual que a los niños, se les cuidaba cuando había eclipse de sol o de luna para que no salieran, que se encerraran porque si les pegaba seguro que el niño salía mal (con defectos).

Con los ancianos también se tenían cuidados. ?Me platicaba mi mamá que cuando yo estaba chiquita me daba mucha calentura y me tardaba en curar, también me enfermé de tosferina (xich-oh), y ya de grande me dio lo que se llama tifo; es tan grave que me estaba muriendo, pero me curaron con muchas hierbas y rezos. ?Hasta los dos años mi mamá me dio pecho; me alimentaba como diez veces al día, pero desde los siete u ocho meses dicen que me daban ya atolito blanco, memelitas de maíz con sal, caldo de frijoles, tortillas remojadas con frijoles. De los dos años en adelante, comía como todos y hasta con un poco de chile. Nos sentábamos en el suelo o en el petate cerca del comal y la lumbre, así comíamos sabroso. Bebíamos agua, atole, té. ?Para hacer la comida, lavar los trastes y la ropa, los niños y las mujeres íbamos a traer el agua a los pozos naturales, en donde nacía. No era trabajo pesado y nos gustaba; también ahí mismo nos bañábamos. A los niños chiquitos se acostumbraba bañarlos en la cocina, cerca de la lumbre, con agua tibia y a partir de los tres años se les bañaba con agua fría. Algunas veces, pero más cuando los niños tenían calentura, se les bañaba con agua tibia y le ponían cogollo tierno de durazno y en ocasiones otras hierbas. ?La casa donde vivimos con mis papás era chiquita, de un solo cuarto de carrizo y cercas de palo, el piso de tierra y techo de zacate; en ese cuarto estaba la cocina y todo. Dormíamos en petate, en el suelo, con mis papás, mi hermanita. Éramos cinco personas: mis papás, un abuelito, mi hermana y yo. Ahí sigo viviendo, pero ahora ya es una casa con dos cuartos de adobe, con techo de lámina de asbesto y piso de tierra. Aparte tengo la cocina.

?De chiquita jugaba con mi hermana y mis amigas a las fiestas del pueblo; me gustaba mucho porque era muy alegre y todos jugábamos, ya sea en el patio de la casa, en la calle o en donde vivían los vecinos. También jugábamos a la comidita, a correr, a brincar. Nunca tuve juguetes comprados, nosotros hacíamos muñecas y carritos; mis papás a veces nos ayudaban a hacer muñequillas, caballitos de trapo y carrizo, aunque ellos no jugaban con nosotros. Mis papás me daban consejos de cómo respetar a las personas mayores. Darles los buenos días, las buenas tardes, o las buena noches.

?Antes la gente quería tener muchos hijos porque nuestro pueblo era muy chico y era necesario que creciera, ya sean varoncitos o mujercitas. Y anteriormente al que le tocaba heredar la casa era al más chiquito, al ?último fruto?, pero ahora ya les toca a todos por igual. A los demás les correspondía parte de la casa y el terreno para la milpa se repartía en partes iguales. Las mujeres heredaban igual que los hombres. En la actualidad se siguen estas costumbres. ?Los niños desde su nacimiento hasta los tres años se les vestía con una ropa larga, de una pieza (túnica); después con pantaloncitos de manta y su sombrerito. La mujer con vestiditos floreados y de bolitas, con rebocito, descalzos o con huarachitos, cuando tenían dinero; antes no se usaban zapatos, sólo para la fiesta grande del pueblo se les compraba ropa nueva, pero casi siempre la hacían en sus casas. Al principio iban muy limpios aunque después llegaban sucios a la casa. Más que las fiestas, no había otras cosas importantes, de ahí siempre la misma ropa. Ni siquiera cuando se les bautizaba ocupaban ropa especial o nueva, ahora es cuando los padrinos ya les compran ropa nueva y blanca a sus ahijados.

?Antes era diferente el trato de los papás y la gente grande hacia los niños, eran muy mandones, muy autoritarios; nos regañaban cuando hacíamos algo malo, y se tenía que hacer lo que ellos decían. Cuando se enojaban los papás, sólo nos miraban feo y ya con eso. Si no entendíamos nos hablaban fuerte y nos regañaban, pero cuando estaban de buenas se sentaban a platicar y nos contaban cuentos y chistes; era muy bonito. ?Los niños a los adultos le tenían mucho respeto, creo que hasta miedo y vergüenza para hablarles. Ahora ha cambiado todo ?la forma de cómo se les educa a los niños?, hay mucho libertinaje, esto descontrola a los niños y les causa daño. ?Recuerdo que desde muy niña mis papás, tíos, abuelitos, siempre platicaban mucho por las tardes o las noches y yo me ponía a escuchar cuentos, historias, canciones. Me gustaban más aquellos que hablaban de cómo era la vida antes, de cómo se formó el pueblo y de las muertes que hubo por las enfermedades.

?Desde los 5 ó 6 años ya nos tocaba cuidar los pollitos y guajolotitos, acarrear agua y cuidar a los hermanos más chicos. Ya desde los 6 y 7 años, cuando el niño se sentía capaz de caminar lejos, iba al campo con la familia, pero desde bebé la mamá lo lleva de un lado a otro en la espalda enredado en el rebozo, y hacía trabajos fuertes para hombres a los 15 ó 16 años. Las niñas a los 14 ó 15 años ya hacen labores de mujer grande; como darle de comer a la familia y lavar la ropa, echar las tortillas, preparar la comida, cuidar a los niños chiquitos. Todos estos trabajos los hice como a los 11 ó 12 años por ser huérfana de madre a esa edad, así que nunca salí de mi pueblo.

?Los menores se consideraban niños hasta los 13 años, aunque ya realizaban labores en el campo y en los quehaceres de la casa, pero todavía jugábamos y todo era nuevo para nosotros. ?Yo fui a la escuela sólo unos meses, porque mi mamá se enfermó y murió, por eso abandoné los estudios; desde ese momento comencé mis obligaciones como mujer. En la escuela no aprendí nada, en nada me ayudó, todavía hasta ahora ni siquiera puedo hablar el español aunque sí le entiendo, pero no mucho. Recuerdo que solamente el maestro hablaba español y nosotros los niños y los grandes sólo el mixe, todos éramos y somos mixes, no había y en la actualidad no existen niños mestizos, por eso no sé leer ni escribir.

Me llevaba bien con los niños, jugábamos y aun cuando me salí, seguimos jugando. Cuando crecí, mis padres querían que aprendiera a leer y a escribir, ya que había muy pocos que sabían hacerlo, pero pues ya no pude.?

Aprendizaje

?Cuando era niña, nunca me imaginé que iba a curar o ser adivinadora, nada de eso, a mí la necesidad me obligó a curar. Fue hasta después de casada. Vino nuestra primera hija y se enfermaba muy seguido, ahí fue donde me puse a pensar que debía saber y poder curar. La necesidad me obligó, ver a mi hija siempre enferma y a otros niños, sentía que podía curarlos. Así es como aprendí, llevando a mi hija con curanderos y adivinadores, ahí ponía mucha atención y de repente me di cuenta que ya sabía mucho. También mis abuelos, y en especial el abuelito de mi esposo, me decían que era bueno saber y así como ellos, anteriormente había más curanderos y adivinadores que sabían el calendario mixe y su interpretación; ahora somos menos. Yo aprendí sobre todo por la naturaleza que permitió que todos mis hijos sanaran y estén vivos, lo mismo con mis enfermos. Creo que me concedieron ese don, no lo tengo pedido, se aprende por voluntad propia y no por castigo. Aprendí ya casada, a los 24 años, pero sí me daba tiempo de hacer mi trabajo. Considero que sobre todo la Tierra es nuestra Madre, es un ser viviente que fácilmente se puede convertir en desgracia si le faltamos al respeto; hay que respetar a toda la naturaleza. Yo luego invoco, le hablo a la Madre Tierra, al viento, al Sol, a la Luna. Hay enfermedades que agarran en general a todo el pueblo, es que algo malo estamos haciendo juntos; pero si es de una persona la enfermedad, se piensa que el matrimonio no tiene suerte de vivir juntos. Hace un tiempo se oían pláticas sobre las enfermedades, que muchas personas se curaban separándose del matrimonio, viviendo mejor en unión libre; otros recogiendo ciertos animales en lugares muy especiales donde indican los adivinadores.

?Nada cambió desde que empecé a curar, todo fue igual. A mí siempre me llamaron por mi nombre, pero cuando fui capaz de trabajar y empecé a curar a los 24 años, a veces me llamaban por mi nombre y otras me decían ?la curandera? (Yëg tsokpë) o ?la adivinadora? (May-machob).

A medida como fui aprendiendo la manera de curar, cambió mi forma de hablar, poco a poco fui aprendiendo también el modo de expresión para las ocasiones que se presentan en los trabajos, es decir, que cuando no se cura se habla igual que todos, ya cuando le piden que cure, con respeto y siempre ceremonioso para así adivinar la enfermedad y poder curar.?

Los sueños

?Los sueños para mí no son importantes, soñar es natural, cuando algo preocupa hasta se sueña. Hay sueños especiales, otros son de mal augurio, no me acuerdo y no sé si mis sueños se hacen realidad; yo no aprendí por sueños. No adivino ni curo por medio de los sueños, algunas veces soñaba andar en algún lugar; en ese sitio cercano estaba el espíritu, transformado en animal de un enfermo. Una vez iba buscando leña en el monte y no me había dado cuenta que estaba muy cerca de una víbora que me estaba mirando embravecida; cuando la descubrí todo el cuerpo se me estremeció, me asusté mucho. Pasaron varios años y cuando me enfermé comencé con un dolor de muelas muy intenso, por más que tomaba calmantes no hacían efecto; se agravaba más. Hasta se hizo confusión de dolores: muelas, cabeza y toda la cara; duré así varias semanas llorando de dolor. Pero una madrugada que logré dormirme por unos segundos, soñé que andaba en la orilla de un río; sobresaltada, me desperté acordándome del gran susto de ver a la víbora. Como pude le conté a mi suegra, de inmediato ella buscó una rameadora quien fue a traer mi espíritu e inmediatamente se fueron los dolores? pero esto me pasó a mí, no creo que esto me ayudó a mi preparación.

?A veces cuando sueño con difuntos que llegan o se encuentran sentados en algún lugar, es seguro que se van a enfermar mis hijos o nietos. Creo que los sueños pueden mostrar sobre todo a las personas quienes poseen fuerza negativa, los que trabajan con el espíritu malo. Cuando se sueña con animales ponzoñosos es que hay problemas, envidias, pero así lo sabe toda la gente, no nada más yo. Pero los difuntos, al igual que los que aún viven, también platican en sueños de su hambre, sed y sufrimientos.

?Los sueños provienen del cerebro, que capta a los espíritus que viven en el universo. Las almas, que son el sentir de los vivos, vagan y avisan lo que va a suceder por medio de los sueños, pues a través de ellos nos comunicamos con el alma. Creo que son los espíritus los que flotan en el universo y se logran comunicar con el cerebro, que en esos momentos se encuentra desocupado.

?Existen muchos tipos de sueños: hay sueños inútiles que son los que no tienen pies ni cabeza; hay otros que se hacen realidad, son los que se sueñan en luna llena. ?Muchas personas se enferman por medio de los sueños y al despertar sienten molestias, éstos son difíciles de aliviar; otras veces la persona que está soñando empieza a sudar o a hablar, como que se resiste a la enfermedad y lo saca en el sudor.

?Los curanderos y los adivinadores sueñan igual que otros, y algunas personas sueñan de forma muy acertada, ya sea por bien o por mal, aunque no practiquen la curación. ?Aunque a mí nunca me ha pasado, creo que es posible, a través de los sueños, hacer comunicación con lo sagrado, lo bueno y lo malo.?

El diagnóstico

?Yo adivino las enfermedades con el maíz o con el calendario mixe y también con otras cosas más. Me pongo en la mesa o el suelo y echo el maíz, según va saliendo la posición del maíz es como se va viendo la enfermedad; igual pasa con el calendario mixe. Después, dependiendo de la enfermedad, curo con rezos, plantas, con limpias, con pomadas o con el temascal.

?Es con la adivinatoria con maíz como se ve cuando la enfermedad es pasajera o duradera. Cuando es por susto o por otras causas naturales, esto lo aprendí preguntando a otros adivinadores, quienes dominan más esto. No recuerdo que haya recibido algún regalo, cuando alguien está aprendiendo no se dice, no se cuenta; sólo cuando ya eres curadora.Te dan a veces pollo, huevos, maíz o te invitan a comer, o cuando tienen dinero también te dan? pero sí, la gente agradece. Yo recibí el agradecimiento de una familia que estaba por morir su niño y se logró recuperar.?

Cultura Médica

La medicina tradicional en San Cristóbal Chichicaxtepec

?Los que tenemos el don de curar debemos guardar respeto y verdad a nuestros semejantes, si no lo hacemos no podemos saber curar. A mí las personas que curo a veces me dan dinero, otras comida o algo, pero ellos voluntariamente me dan para ayudarme, para mí es igual que me den o no; el favor que puedo hacer lo gozaré en la otra vida. ?El curandero es quien sana de las enfermedades a las personas y al pueblo; es quien pide a Dios, a los santos y a la naturaleza para que no se enfermen. Es quien hace el bien y respeta las costumbres y la naturaleza. Me siento muy satisfecha de poder ayudar a mis paisanos, aunque a la vez siento preocupación porque hay muchos que se enferman y a veces es muy pesado sanarlos. Para que resulte mi trabajo, tengo que estar bien con todos, mi esposo me apoya y me anima por este trabajo; mis compañeros de la Organización de Médicos Indígenas y yo nos apoyamos.

?El adivinador y curandero es quien ya está seguro de lo que hace, no tiene miedo y tiene más comunicación con la naturaleza. Un aprendiz no da curación solo, necesita de la persona que le está enseñando; él mismo escoge al que le va a enseñar. La demás gente del pueblo poco sabe de las enfermedades, no saben cómo sacarlas, se preparan tés pero siempre nos buscan, ya que cada enfermedad tiene su forma de curar. Nosotros como curanderos a veces vamos con otro curandero de confianza para sanar. Para poder hacerlo hay que tener fe y el enfermo también, si no es así, no sanan. Las personas que dañan y enferman son mal vistos en los pueblos, pero sí hay.

?En mi comunidad hay varios paisanos que curan, son como diez personas. Algunos son curanderos y adivinadores como yo; otros son chupadores, los que sacan del cuerpo sangre negra o sangre magullada por golpes que no sangran o de otras enfermedades, lo extraen chupando la parte dañada; los hueseros ponen los huesos en su lugar, cuando son desviaciones, tronchaduras y hasta rupturas. Las parteras ven a las mujeres y las ayudan para prepararlas, sobándolas y colocando al niño para que salga bien y las atienden en sus partos que dan a luz una nueva vida. Las hierberas curan con plantas y rameadas. Los rezanderos piden a los cerros y a los santos alivio. Todos ellos hacen el bien, saben curar, cada quien tiene sus cuidados y nos respetamos y ayudamos. Me siento satisfecha y contenta porque formamos un grupo de trabajo todos los curanderos aquí en mi comunidad, por la salud de nuestros pueblos.

?Yo para curar sí le hablo a los santos, a Dios y a la naturaleza; a los santos patronos de los pueblos de donde son las personas. Aquí, a san Cristóbal se le invoca tirando tres copas de mezcal o aguardiente antes de comenzar la curación. Al santo se le prenden trece velas de cera natural, se agarra la flor más fresca de su florero y un poco de agua bendita y se le unta al enfermo en la frente, espalda, pecho, brazos y pies, rogando que la enfermedad se vaya. ?A mí me vienen a pedir para ir a curar a otros pueblos; sí salgo y así he conocido otras enfermedades y otras plantas medicinales. Cuando curo a veces los aires malos pueden entrar en el cuerpo, así como los espíritus negativos, esto es peligroso. También las sectas religiosas dicen que somos brujos y hechiceros. Cuando a veces fallamos la gente critica muy fuerte.?

Historia de su cuerpo

?Para que el cuerpo esté bien, hay que tener muchos cuidados: comer bien, descansar, estar limpios y bien con las costumbres y la naturaleza. Por eso siento que no estoy enferma, sólo un poco cansada por la edad; sí me he enfermado de gripa, tos, pero es natural por los cambios de temperatura y mal aire y eso me lo curo con medios naturales; con yerbas y rezos que no dañan el cuerpo. Cuando tengo gripa, trato de estar en la casa y me cuido de no mojarme. Nada más una vez tuve dolor de cabeza fuerte y toda la cara, que duró varias semanas; pero no creo que esto hizo que yo curara o provocó algo en mi vida. Lo que sí creo es que eso me hizo pensar que hay que aliviar pronto al enfermo para que no sufra mucho. A todos los que yo curo siempre les digo que no deben descuidar el rito sagrado de las entrañas de la tierra, que guarden respeto a las costumbres y se cuiden del mal aire, ya que eso es capaz de convertirse en cosas negativas para la salud. Porque al saber y conocer los distintos males de los enfermos trato de cuidarme más, trato de comer y descansar lo necesario, así es como cuido mi cuerpo, porque se siente mal por los aires malos de los enfermos. También cuando hay enfermos graves yo me preocupo mucho.

?Yo pienso que la muerte se da cuando el espíritu se separa, si la persona fallece por accidente y no por enfermedad lo que sacan es natural; pero si están enfermos y mueren pueden contagiar el mal por el sudor, el aliento o el orín. Porque creo que el cuerpo es parte de todo lo que nos rodea, del agua, la tierra, el sol, la luna y el aire, y el cuerpo se acaba, pero el espíritu sigue flotando en todas partes. Por eso hay que ver de dónde viene el mal, hay que adivinar y para cada mal hay que trabajarlo?.

Concepción salud-enfermedad

?Para estar sano se debe estar bien con Dios, con la naturaleza, con las costumbres, con el pueblo, cumplir con las obligaciones, comer bien y descansar. La gente se enferma por no cumplir con las costumbres y por descuidos; de ahí vienen las enfermedades, de cuestiones naturales, agua sucia y sustos; eso es lo que nosotros llamamos las enfermedades más difíciles. Así como el mal de ojo y sustos y eso lo curamos los adivinadores y curanderos viejos, los que saben trabajarlo. Yo conozco las enfermedades graves por medio de la adivinación con el maíz y el calendario mixe; a veces le pregunto a los enfermos qué sienten. ?Hay personas que pueden causar enfermedades y ésas son las que tienen sangre y espíritu negativo. Con la mirada roban el espíritu y lo convierten en pequeños animales presos en cualquier cueva. Siempre es bueno cumplir con todas las promesas; es peligroso no cumplir, se pueden enfermar y morir, así sean promesas con los santos, la naturaleza, los cerros. Nosotros los curanderos tenemos que guardar respeto a las enfermedades de las personas, así como el cura se tiene que guardar el secreto?.

Galdino Hernández Castellanos: testimonio

Galdino Hernández Castellanos

Región Mixteca de la Costa del estado de Oaxaca

El objetivo de los relatos de la vida de Galdino Hernández fue conocer la cultura y el saber del médico indígena tradicional, así como los métodos, elementos terapéuticos y las formas en que éste da solución a los problemas de salud enfermedad. Esto también se hizo con el propósito de establecer una comunicación constante, tratando de superar de manera conjunta sus actividades tradicionales e incrementar recíprocamente nuestros conocimientos en la atención de las enfermedades, y así conservar la salud de su comunidad. La gente le tiene mucha confianza porque él los trata con amabilidad y consideración. Ellos saben que es una costumbre curarse con hierbas naturales y de esa manera conservan lo que sabían sus antepasados. Galdino estuvo participando con el INI sin egoísmo, por lo que deben tomarse en cuenta los relatos de su historia y mostrarse al público, ya que en muchas ocasiones lo hacía sólo en privado. Él está consciente y considera de gran importancia el apoyo de los médicos institucionales para canalizar los casos pertinentes.

La labor social del médico indígena ha sido la de participar en su comunidad en diferentes cargos públicos y religiosos, y en diversos comités como por ejemplo el del agua potable, el de salud y saneamiento ambiental y mayordomo de diferentes santos de su capilla, etcétera. También ha prestado su apoyo económico para obras de beneficio comunitario.

  Relato de la historia de vida

Antepasados

?Nací en Santa Catarina Mechoacan y me crié en Jamiltepec.

Mis padres y mis abuelos también nacieron en este lugar. Soy el primero de los cuatro hijos que tuvieron mis padres.

?Mi abuelo fue curandero y me encaminó hacia las actividades que hoy en día realizo; sin embargo, mi bisabuelo fue el primer curandero en la familia. Yo pienso que cualquier persona puede serlo, siempre y cuando Dios le dé el don de hacerlo, y que la persona sienta que le nace en su corazón ser curandero. Yo lo soy porque este don ha pertenecido a la familia desde tiempo atrás, en especial en mí, y es una herencia de mis antepasados?.

Pautas de crianza

?Mis padres me criaron con cariño y amor, manteniéndome con el producto de las cosechas, y me dieron una educación formal para ser útil en la vida. Recuerdo que cuando era niño ayudaba a mis papás a acarrear agua para el consumo de la casa, bañaba a mis hermanitos, jugaba con ellos, además de ir a la escuela y mis padres procuraron que yo cumpliera con las tareas.

?Recuerdo que cuando era niño los adultos pensaban y veían a los pequeños en una forma muy especial. Si los encontraban por los caminos les contaban el cuento del viejito y del burrito caminando juntos, y al terminar se despedían cariñosamente. Llegando los niños a su casa platicaban el acontecimiento a sus papás, quienes se sentían contentos por el cariño y amistad brindados a sus hijos por los adultos.

?Los niños de ahora no son iguales a los de antes, actualmente ya no respetan a sus mayores porque ven televisión, películas, novelas, los cuales pervierten su mente y ya no son inocentes como antes. Los adultos ponían cuidado de que los niños no se enfermaran, que no tuvieran un accidente con animales ponzoñosos y de sufrir algunas caídas. Enseñaban a sus hijos a respetar a sus mayores y a apreciarlos como personas de experiencia.

?Como fui el primer hijo, la tradición era que el papá se emborrachara de alegría y que la mamá pusiera una veladora a la virgen de Monserrat por el buen nacimiento.

A la partera se le daba un guajolote vivo y otro en guiso, y se hacía un convivió en casa entre parientes. Me recibieron con cariño, porque cuando nace un nuevo persona en la familia, va a ser útil en la vida viviendo en la misma casa.

Se quería que igual fuera hombre o mujer porque ambos trabajarán para su subsistencia; el hombre para laborar en el campo trayendo chepile y leña a la casa, la mujer para moler atole y hacer tortillas para el alimento del hombre. Yo me consideré niño hasta los 14 años de edad.

?Cuando se ha perdido a un ser querido, se atiende a la gente que les llega a acompañar, se contrata un violinista para que toque música dolorosa al angelito. Padres y padrinos sienten un profundo dolor?.

Denominaciones

?Por ser el primer hijo de la familia ocupé el primer lugar desde mi nacimiento. Según como nacen y crecen niños se les nombra niño grande o niño chiquito; el grande porque ya se cuida solo, y el nene necesita atención especial de sus papás y de sus hermanos mayores. Me nombraban siempre ?hijo querido, hijo hermoso, valiente y fuerte, gracias a Dios que ya puede trabajar por sí solo?, estas fueron las dulces palabras de mis padres cuando fui capaz de trabajar.

?Tengo dos nombres, uno por mis papás y otro por mis padrinos. El nombre se decidió así: mis padres adoraban a un santo y el nombre de éste me lo pusieron, y mis padrinos el nombre del santo que marca la fecha del calendario. Mis papás se acostumbraron a llamarme con un solo nombre que es el del santo de su devoción, y con éste me llaman y me conocen actualmente?.

Salud – enfermedad

?Recuerdo que durante los primeros años de mi vida, en mi pueblo la enfermedad se veía muy avanzada porque los niños la padecían mucho y se morían, entre ellas: alferecía, mal de ojo, coraje, ninañi, nahual y hechicería. Fallecían también si no se ofrendaba a los curanderos con presentes como pan, guajolote, gallinas y algo de dinero.

?Se acostumbraba tenerles cuidado en su comida, pero los niños andaban siempre descalzos y desnudos por la extrema pobreza de los papás. Vivían en casas de zacate, dormían en el suelo y estaban muy propensos a enfermarse.

Los padres se preocupaban pensando en la forma de cómo curar y dominar las enfermedades, algunos idearon descubrir la naturaleza de algunas plantas medicinales curativas de la madre tierra. Para poder curar hicieron experimentos con sus propias familias.

?Según las edades le hacían rosario cada mes al santo de su devoción para que cuidara el alma de los niños; así mismo, hacían promesas anuales para evitar accidentes, enfermedades y muertes. Se tenía cuidado de esconder a los menores frente a las visitas, porque muchos tienen miradas fuertes que causan calor de ojo al niño y éste puede enfermarse. Se tenía cuidado con las embarazadas en el eclipse de luna, de las miradas de gente con coraje, no salir en las noches para que no les pegue el mal de aire.

?Se tiene cuidado con las personas de más edad en no darles corajes, ver que coman a su hora, no dejar que trabajen duramente en el campo, que carguen poca leña, que muela menos y así disminuirles todo trabajo pesado.

?Se vio que al comer tierra los niños se hinchaban de la cara y del estómago, también se llenaban de lombrices por no tener limpieza en su alimentación y les salía sarna en su piel por jugar con tierra sucia. También se enfermaban de envidia y coraje. Yo estuve muy enfermo de diarrea y vómito, sarampión, tos, angina, fuego en la boca y alferecía. ?Cuando ya era mayor empecé a trabajar en el campo con mi papá, después me pusieron en la escuela cuando ellos lo creyeron conveniente. Estuve en la escuela con mucha ilusión de ser útil y poder ayudar a mis padres y a mi prójimo.

?De recién nacido sólo me alimentaron con leche materna hasta la edad de 2 años. Acostumbraron a darme tortillas, frijoles, atole, huevo, pollo, y toda clase de hierbas comestibles que hay en el campo. A los niños pequeños les daban de comer seis veces al día, porque en cada una comían poco.

Bebían atole, caldo de frijoles, de chepile, de calabacitas, ejotes y caldo de hierbamora, bebían estos alimentos para fortalecer su cuerpo. Comían en un plato de barro y bebían agua en jícara de palo sobre el suelo.

?A los niños se les bañaba en los arroyos, y los más chiquitos en casa con jabón de cebo de ternera, mezclando hierbas en el agua para evitar enfermedades, resfriados o mal de aire. El agua se conseguía en los arroyos de ojo de agua, se acarreaba en burro o en bule de palo cargado en el hombro. La acarreaban los papás o los niños mayores, ya que el arroyo estaba lejos de la casa.

?Mi casa era de hoja de bilijan con zacate y vivían en ella diez personas. Yo dormía en un petate de palma en el suelo y solo por ser el más grande.

?Hoy en día ya no vivo en la casa donde me críe, en mi comunidad de origen, ahora resido en otro lugar donde trabajo como médico tradicional?.

Juegos

?Recuerdo que jugaba en el patio de mi casa con muñecos de madera hechos por mi papá, con los niños que vivían cerca de mi casa y jugábamos además al gallo cantador, a la escondida y a la carrera del burro, a los trapiches de fabricar panela, cortar bejucos y machacarlo con el trapiche. También a los columpios de madera, trompos de madera y canicas de piedra. Mis preferidos fueron la carrera del burro y los trapiches de fabricar panela. Mis padres nunca me compraron juguetes en alguna tienda, ellos los hacían con las maderas de sus propios corrales, entre ellos payasos, carretilla, balón de cuero de vaca y silbato de palo. Por las tardes o en las noches jugábamos con mi papá al chaneque, al lobo, al coyote, al tigre y a la zorra?.

Status, indumentaria y herencia

?Los padres de un bebé recién nacido esperan que crezca fuerte y vigoroso. Se da más importancia al varón por su fortaleza para el trabajo del campo y porque es quien va a mantener a la familia. La mujer sólo está al mando del varón. Siempre ha sido muy importante el nacimiento de más niños para realizar mejor las reuniones de jóvenes y ciudadanos para acordar construir iglesias, municipios y escuelas, adorar al Dios de las lluvias y de las cosechas del campo.

?Con la llegada de la pubertad despertó en mi el amor por alguien, el anhelo de lograr algo en la vida. Cuando celebraron por primera vez mi cumpleaños, me sentí ese día el hombre más feliz de la tierra conviviendo con mis amiguitos, me regalaron frutas del campo y mi madre nos dio de comer tamales de gallina de rancho.

?Los primeros años de mi vida comenzaron a hacerse importantes a los 15 años de edad, cuando empecé a sentirme feliz con la ilusión de trabajar y un día casarme con una mujer de mi edad para hacer mi propia vida. Yo me sentía menos cuando era niño, porque aún no sabía qué hacer, no pensaba qué significado tenía el vivir, me sentía menos ante los compañeros más grandes. La forma de vestir del niño iba cambiando; a los 5 años de edad le ponían normalmente sus calzones y cotones de manta de algodón tejido para cubrir su cuerpo conforme iba creciendo. Se acostumbraba que los pequeños anduvieran desnudos hasta esa edad. En mi juventud era una tradición vestir un calzón y cotón especial bordado con el mismo hilo del tejido, adornando el bordado con pinturas de añil, usando huaraches de correa con sombrero de palma y un trapo rojo en el pescuezo para lucirse en la fiesta.

?Cuando los niños eran bautizados envolvían su cuerpo con una sábana blanca y amarraban un pañuelo rojo en su cabeza. Los niños más grandes vestían con calzón y cotón blanco y a las niñas se les cubría con sábana blanca y huipil; los niños usaban huaraches cuando había fiesta de mayor importancia como mayordomía, bautizos, casamiento, etcétera.

?Al repartirles la herencia los padres a sus hijos, se consideraba al mayor y al menor por ser el primero y el último en la familia para dejarles casa y terreno. A los demás les correspondía recibir animales como caballos, burros, vacas y chivos. Las mujeres heredaban metates, trastes de cocina, material de hilar y tejer. Aún se conservan estas tradiciones, igual que en el ambiente de los pueblos indígenas?.

Trabajo

?Cuando ya se tenían de 6 a 7 años de edad, a los niños se les notaba una inquietud de ser igual que sus papás.

Los primeros trabajos que se le encargaba a los varones era limpiar la milpa, y a las mujercitas a moler, lavar trastes, acarrear agua del arroyo, lavar la ropa y poner nixtamal en las ollas de barro. Entre los 10 y 12 años empezaban a encargarles trabajos y se les enseñaba a realizar las actividades del campo y la cocina. A los 10, el niño salía acompañado de su papá para aprender a laborar en la limpia de la milpa y del frijol. Se consideraba ya hombre de trabajo a los 15 años. La niña se sentía eficaz para el trabajo a esa edad y ya desarrollaba las actividades de su madre.

Los quehaceres que corresponden a las mujeres son: moler el nixtamal, hacer las tortillas, cocer frijoles, hacer atole de maíz y todas las demás cuestiones domésticas.

El agua la acarrean el esposo y los hijos mayores. De chico ayudaba a mi padre a vender leña en manojos y maíz por cuarto de litro en la casa de la gente para ganar dinero y comprar panela y café para que los demás hermanitos tomaran. Mi trabajo era sencillo y fácil de acuerdo a mi edad. Me gustaba la carpintería, la tejería y hacer los trabajos de barro?.

Educación formal

?Cuando fui a la escuela uno de los propósitos principales fue aprender a hablar español, saber escribir y leer. Los maestros fueron buenos conmigo, me educaron y gracias a Dios hoy en día me desenvuelvo un poco en la vida.

?En mi escuela no se hablaba casi en español, se platicaba más en lengua nativa dentro del salón de clases y en el pueblo. Para mí es muy importante haber asistido a la escuela, porque aprendí un poco el español y las demás enseñanzas de mis maestros, con las que actualmente me defiendo en la sociedad. La relación con mis compañeros era de amistad y cariño, nunca peleamos ni tuvimos envidias entre nosotros. En mi escuela hubo una cantidad mínima de niños mestizos con quienes llevé una relación amistosa a pesar de ser yo indígena, y nunca tuvimos disgustos durante el año escolar. Además, mantuvimos una relación amistosa, obediente y de respeto hacia los maestros.

?Para mis padres era muy importante que se cumplieran todas las tareas pues querían que sus hijos tuvieran un cambio en su vida; para ellos al estar su hijo estudiando éste debía tener siempre buenas calificaciones. Para mis papás también era muy importante acompañarme diario a la escuela, porque podían aprender un poco de toda la enseñanza que recibía. Yo fui poco a la escuela, sin embargo otros compañeros no pudieron ir por ser muy pobres y muchos padres en aquel entonces no comprendían la importancia de ir a la escuela, para ellos lo mejor era trabajar en el campo?.

Cultura Oral

?Al hablarles los padres a sus hijos acostumbraban hacerlo en mixteco llamándolos con cariño, diciéndoles ?mi pequeñito amado?. Los padres se dirigían a los pequeños y los regañaban cuando no hacían bien los mandados, los trataban enojados y cuando hacían bien los encargos recibían afecto, amor y cariño. A las personas mayores se les hablaba con mucho respeto. Actualmente en los jóvenes ha habido grandes cambios respecto a la conducta porque no se les ha obligado a este acto de respeto hacía sus mayores.

?En mi juventud me platicaron mis abuelos sobre la Revolución mexicana; narraciones acerca de la luna y el sol, el cuento de los brujos y de la bandolera. Me llamó la atención principalmente cuando contaron que la bandolera se llevó a un niño a su cueva y los padres asustados y preocupados lo encontraron hasta el siguiente día, vivo y salvo?.

Aprendizaje

?Empecé con interés a investigar plantas curativas porque unos de mis cuñadas estuvo muy grave de fiebre maligna; la curé con hierbas frescas, le di a tomar tés, le hice oraciones y ella se recuperó poco a poco; gracias a Dios respondió a las oraciones. Mantengo mi propio equilibrio y el espíritu de Dios lo bendice para estar sano.

?Yo imaginaba que algún día iba a conocer que ciertas plantas medicinales eran útiles, curativas, saludables, positivas y que darían buenos resultados en la sanación de las enfermedades que hay sobre la tierra.

?Para convertirme en curandero, tuve un sueño donde un santo me revelaba que tenía que curar porque él me daría el don de hacerlo. Fue una inspiración propia del sueño y el don de Dios de ser curandero; también mi abuelo me orientó.

?Por necesidad de salvar mi vida empecé a curar a mi propia familia. Una de mis hermanas se vio muy grave y luché lo que más pude para sanarla del espíritu maligno que la estaba atacando muy fuerte y gracias a Dios, poco a poco se recuperó siendo ésta mi primera experiencia.

En vida, mi abuelo me aconsejaba que el arte de sanar era importante para ayudar a la gente pobre que no tenía con qué curarse, por eso se morían de distintos males. Mi familia ha sido pobre y muchos se enfermaban. Mi abuelo era curandero y me enseñó a sanar empezando por la propia familia. Yo me acerqué más a Dios para que me diera el don de saber curar.

?Entendía que vivía en un mundo bonito, donde el sol alumbra la tierra para trabajar de día en el campo y respirar aire fresco, sano y limpio. Así como contemplar la luna en el cielo cuando entraba la noche en el campo, cuando no había luz eléctrica, pues con la luna nos distinguíamos en el patio de las casas y en las calles.

?Yo veía difícil curar las terribles enfermedades que sufrían los hombres, porque en aquel entonces no había medicamentos para atacarlas. Mi abuelo salía lejos a buscar las hierbas medicinales para sanar a sus enfermos. Yo escuché historias en las que se curaban con rezos, rituales, conjuros, y concentración en pensamientos sobrenaturales, visibles y telepatías, mentales y naturales. Durante el inicio de mi aprendizaje, viví situaciones terribles. Todas las noches me atacaban pesadillas asombrosas, que me dejaban paralizado, con la mente en blanco. Yo hacía ayunos con la esperanza de aprender más y convertirme en un verdadero curandero, comía solamente las hierbas nutritivas del campo. Guardaba dietas espirituales, era soltero, no tenía vicios de alcohol ni de cigarro, no hablaba groserías, depositaba una viva fe hacia Dios para que con el tiempo llegara a ser un buen curandero que pudiera ayudar a mi prójimo.

?Durante mi aprendizaje no tenía tiempo para jugar porque no quería interrumpir mi mente para poder concentrarme. Descubrí la capacidad de sanar cuando mi familia se enfermaba mucho y mi abuelo ya había fallecido, por lo que no había quién la curara. Entonces tomé la decisión de sentirme capaz de dar solución a los problemas de enfermedad que había en mi casa.

?Pensaba en Dios pidiéndole fuerzas y ánimo para poder dominar la enfermedad que atendía. Cuando mi paciente sanó por primera vez, me sentí seguro de curar porque ya empezaban a creer en mí, ya que podía ayudarles en sus problemas de salud.

?Empecé a pedir a Dios el don de curar a los 14 años y lo hice por primera vez a los 17. La enfermedad que curé fue la fiebre maligna que atacó duramente a mi hermana y quien se recuperó al poco tiempo?.

Sueños

?Recuerdo que en mi aprendizaje soñaba que andaba cortando flores y hierbas que curaban a los enfermos, haciendo ensomerios, rituales, prendiendo velas y veladoras para curarlos de espanto. Los sueños me sirvieron porque ahora curo de esa manera y con el santo de mi devoción; también hago ensomerios con aceite de olivo y copal, hago limpias con aguardiente y huevo, doy bañadas con hierbas curativas del campo.

Muchos de los sueños son realidades y otros son simples, porque no todos son iguales y no se puede confiar en los sueños negativos.

No soy muy bueno para interpretarlos, pero si se sueña con animales ponzoñosos es mala enfermedad, mal presagio para la salud de las personas y mala suerte. Esto es según la tradición de los antiguos en su creencia. En mi aprendizaje fueron importantes porque soñaba con el deseo de saber curar y dominar la enfermedad del paciente y ahuyentar espíritus malos que llegan a las casas además de los que caen directamente sobre la persona.

?No se platica con ninguna persona porque esto es secreto del curandero para que su don no se eche al lodo.

Yo no he platicado con nadie ajeno al trabajo. Las enfermedades con mucho tiempo en el paciente no sanan fácilmente y los que apenas empiezan se pueden curar en la mayoría de los casos. No comentaba con ninguno, solamente daba confianza y seguridad en los tratamientos que le proporcionaba para el restablecimiento de su salud. Solamente lo comentaba con mis familiares cuando lograba mejorar mis conocimientos.

?Por parte de mi abuelo recibí palabras de aliento y también por algunos ciudadanos el pueblo, conscientes que día a día aprendía más para obtener buenos resultados en los conocimientos de la medicina indígena.

Los pacientes se sentían contentos por haber sanado y como agradecimiento le daban al curandero regalos tales como gallinas, guajolotes, maíz, chile, ajo y cebolla.

Me sentía con ánimo, valor y decisión, dispuesto a cumplir con el don obtenido de Dios para el bien de la salud indígena. Me subía a un cerro solitario en donde se encontraban unas piedras y debajo de éstas rezaba para recibir el don de curar y las fuerzas espirituales.

?He tenido complicaciones con curanderos malos, como brujos y hechiceros, por la envidia y la competencia, ya que empecé a tener éxito por hacer el bien a los enfermos.

Me tiraron con arma de fuego y no estaba de Dios que me muriera. Él me salvó de la muerte.

?Al cuerpo humano Dios lo hizo en forma muy especial. Fue creado con sabiduría para que desarrolle todo tipo de trabajo en la tierra, y es natural que deseche todas las sustancias que ya no le sirven.

?Los sueños revelan lo que ha de suceder y si uno cree se convierten en realidad. Yo soñaba que uno de mis pacientes me atacaba cortándome uno de mis brazos. A la siguiente noche volví a soñar que un hombre desconocido me perseguía para matarme y que por poco me alcanzaba; de pronto desperté. Después estuve muy preocupado pensando en esos sueños. Pasados cuatro meses, éstos se convirtieron en realidad cuando un sujeto llegó a mi casa como a las 20:00 hrs., en 1995, y me tiró de balazos; por milagro de Dios no me morí, porque no he hecho ningún mal a nadie. La parte del cuerpo de donde provienen los sueños es la mente, guiada por el pensamiento, imaginariamente de lo que el corazón siente y se le revela. Asimismo, los sueños coinciden con el alma para revelar a la mente algo que va a acontecer. En todo ser viviente su alma tiene contacto con los sueños, ya sea para revelarles lo bueno o lo malo. Pero tienen su manera de comunicarse con el alma. En la vida se tienen sueños de diferentes formas: cuando son útiles se revelan sanos y limpios. Los sueños inútiles, son los que se muestran indecentes, porque caen fuertemente en el alma, guiados por los espíritus malos. Éstos son los que destruyen al hombre cuando se sugestiona. Muchos sueños sí se convierten en realidad y muchos no. Depende de cómo sea la fe de la gente hacia los sueños.

?A los curanderos, según su experiencia, los sueños les indican de dónde proviene la enfermedad para que explique a sus pacientes cómo tienen que curarse para que encuentren pronto alivio. También los sueños le indican qué clase de mal tiene el paciente, así como las hierbas curativas necesarias para su tratamiento. En la actividad de los curanderos, los sueños ocupan un segundo lugar, porque depende mucho de cómo se tiene el contacto y la fe en éstos para poder trabajar. Para mí son muy significativos por la comprobación de algunos en la realidad.

?El sueño es exclusivo de las personas especializadas en curar con este arte. Como los curanderos que adivinan y dan confianza a los pacientes en sus problemas de salud. El sueño se coordina con el alma, como un fenómeno biológico, al que la tradición asigna un sentido y una posición en el orden de la realidad.

?Además me ha mostrado la envidia que me tienen los compañeros curanderos, me muestra las duras luchas de competencia con ellos. Al final de cuentas, llegamos a empatar nuestros conocimientos. La acción que sucede en los sueños se manifiesta en los acontecimientos reales de la vida. Según la experiencia mística, se clasifican en húmedos cuando son positivos y en blancos cuando son negativos. Los sueños pueden mostrar cuál es la fuerza del alma o del espíritu de una persona. Según el pacto que se tenga con ellos para vivir y trabajar. Cuando se guarda fe, los sueños pueden ser un medio de comunicación. Cuando mi familia se encontraba lejos, oraba a Dios pidiendo que en sueños se revelara mi preocupación por ellos y el deseo de verlos. Al llegar el sueño a su alma y espíritu, les conmovió mi preocupación y a los cuatro días mi familia llegó a casa. Entonces oré más a Dios para agradecerle porque bendijo mi petición y se convirtió en realidad. Siempre que haya fe en el pacto con los sueños, nos pueden indicar cómo modificar la situación en la vida real. De acuerdo a la especialidad del conocimiento se tiene el tacto psicológico para ponerse de acuerdo con lo sagrado, éstos son secretos especiales del curandero?.

Ritos de pasaje

?Después de haber nacido, la partera hacia ensomerios para ahuyentar los malos aires alrededor del niño y de la madre durante ocho días. Los abuelos pagaban a la partera con velas grandes y gallinas gordas, la visitaban después llevándole tostadas y atole blanco hasta completar tres meses. Al recién nacido se le protegía no sacándolo al sol para que no se resfriara su cuerpecito, se evitaba que la gente extraña lo viera y se enfermara de alferecía, corajeo mal de ojo?.

Durante el nacimiento de Galdino se realizaron preparativos especiales, así como algunas ceremonias durante su primer año de vida, sin embargo éstos eran y son iguales para todos los niños.

?Hubo un trato especial porque rezaron en el vientre de mi madre para que cayera la placenta y cuando cayó continuaron rezando para dar gracias a Dios por haber escuchado la oración y salvar a la mujer y a su criatura.

Mi ombligo tuvo un significado muy importante, porque deca ahí se mantuvo latente y con vida el niño dentro del vientre de su madre.

?Durante mis primeros años de vida, se realizaron reuniones de niños para celebrar mi cumpleaños. Salíamos juntos al campo a comer cañas, a cortar flores y otras frutas que conseguíamos.

?Mis padres me platicaron que cuando me bautizaron el sacerdote me persignó y bañó mi cabeza con agua bendita estando en los brazos de mis padrinos.

?Recuerdo que cuando era menor participé en una misa cantada por los niños con el sacerdote en la celebración de una primera comunión y en tres evangelios.

?También recuerdo cuando murió el hijo de mi vecino ya que todos sus amigos quedamos muy tristes. Los padrinos del niño lo amortajaron adornándolo con flores y prendiendo velas alrededor de su caja. Tocaron violinistas y guitarristas música dolorosa y ensomaron con incienso de copal y aceite de olivo, rezaron los cantores rociando agua bendita al cuerpecito. Nosotros diariamente íbamos al panteón a jugar alrededor de su tumba, y así regresábamos contentos.

?Me comentaron que a mi madre durante su embarazo le hicieron limpias para protegerla a ella y a mi de algún mal aire; después de nacer, le pusieron veladoras a la virgen de Monserrat porque hubo un buen parto y en ese momento que nací se celebraba la boda eclesiástica de mis papás. Eran las 15:00 horas. Para la atención del alumbramiento había cerca hilo de algodón, machete limpio, aceite de olivo, vela de cebo y trapos limpios. Se tenía cuidado de acomodar bien al niño en el vientre de la madre y de que ella no cargara cosas pesadas, que comiera hierbas muy nutritivas y caldo de desarrollara bien y pudiera nacer sano. La partera la atendía, la revisaba y calculaba la fecha del nacimiento. Esta mujer tenía siempre el cuidado de acomodar bien al niño para mantenerlo en buena posición y hacerlo nacer bien. Ella atendió el parto y cortó el ombligo con un machete filoso y limpio?.