Respaldo de material de tanatología

El abuso sexual infantil: Qué es y cómo prevenirlo

http://www.mipediatra.medem.com/ypol/common/commonPrinterFriendly.asp?cid=ZZZU60UCG8D

American Academy of Pediatrics

Prevent Child Abuse America
PO Box 2866
Chicago, IL 60690-9950
800-556-2722

Sitio en la Internet: www.childabuse.org/

El abuso sexual infantil: Qué es y cómo prevenirlo

El abuso sexual de los niños es más común de lo que las personas creen. Por lo menos 1 de 5 mujeres y 1 de 10 hombres dicen haber sufrido abusos sexuales durante la niñez. El educarse a sí mismo y a sus niños sobre el abuso sexual, puede ayudar a prevenir que esto le pase a sus niños y saber que hacer si le pasa.

¿Qué es el abuso sexual infantil?

El abuso sexual es cuando un adulto o un niño mayor obliga al contacto sexual a un niño. El abusador puede usar fuerza física, soborno, intimidación, trucos o aprovechar la falta de conocimiento del niño. Cualquiera de los siguientes actos de un adulto o un niño mayor se consideran abusos sexuales:

    * Acariciar los genitales de un niño
    * Convencer a un niño que le acaricie los genitales
    * El contacto con los genitales de un niño con la boca
    * Tocar al niño con los genitales
    * Penetrar la vagina o el ano de un niño
    * Enseñarle los genitales a un niño
    * Enseñarle pornografía a un niño
    * Utilizar a un niño como modelo para hacer la pornografía

¿Puede ser mi niño abusado sexualmente?
¿Por quien?

Frecuentemente los adultos y los niños mayores, personas que los niños conocen y pueden influenciarlos, los abusan usando la intimidación. En 8 de cada 10 casos reportados el niño conoce a la persona. Frecuentemente el abusador es una persona de autoridad que el niño confía o ama.

¿Cómo sabré si alguien está abusando sexualmente a mi niño?

Muchos padres suponen que sus niños les dirán a ellos o a otro adulto de confianza si alguien le está abusando sexualmente. Los abusadores frecuentemente intimidan o convenzen al niño para que no diga nada. El niño puede creer que el abuso sexual es su culpa y que le castigarán si alguien descubre lo que está pasando. Las primeras declaraciones de abuso de un niño pueden ser incompletas o vagas. El niño puede aludir al problema para ver si recibirá un castigo. Los niños abusados pueden decirle a un amigo. Luego, el amigo le puede decir a un adulto. Los niños pueden hablar sobre el abuso después de haber pasado por un programa de seguridad personal en la escuela. El comportamiento del niño puede causar que los padres sospechen un abuso. Siempre esté pendiente de los siguientes cambios de comportamiento de su niño, los cuales pueden ser síntomas del abuso sexual:

    * Un temor reciente y obvio de una persona (hasta un padre) o de ciertos lugares
    * Una reacción no normal ni anticipada cuando se le pregunte si alguien lo ha tocado
    * Dibujos que muestran actos sexuales
    * Cambios de comportamiento repentinos, tal como el orinarse en la cama o una pérdida del control de las evacuaciónes
    * Una conciencia repentina de los órganos genitales
    * Actos y palabras sexuales compartidas con otros niños o animales
    * Preguntas sobre la actividad sexual que no son apropiadas para su edad
    * Cambios en los hábitos de dormir, tal como pesadillas en los niños pequeños
    * Estreñimiento o el negarse a evacuar

Las señales físicas del abuso pueden incluir:

    * Dolor, enrojecimiento o sangre en el ano o los órganos genitales
    * Una secreción inusual del ano o la vagina
    * Enfermedades de transmisión sexual, tal como la gonorrea, clamidia o verrugas genitales
    * Frecuentes infecciones urinarias en las niñas
    * El embarazo en las jóvenes

¿Qué debo hacer si mi niño me dice que alguien lo ha abusado sexualmente?

Los niños tienden a ignorar las cosas que los hace sentir incómodos, en vez de reconocerlas como advertencias. Si su niño habla sobre el abuso, escuche atentamente y tome el asunto en serio. Cuando se le ignora, no le creén o castiga la petición de ayuda del niño, es posible que no se arriesgue a decirle otra vez. Como resultado, el niño puede ser una víctima de abuso durante meses o años. Explíquele a su niño que es aceptable hablar sobre los sentimientos incómodos.

Si su niño le indica que ha sido abusado, tome los siguientes pasos:

  1. Haga frente al problema. Escuche las razones por las cuales su niño le dijo del abuso. Dígale a su niño que no es su culpa. Déle mucho amor, hágale sentir cómodo y tranquilo. Si usted está enojado, esté seguro que su niño sepa que no está enojado con él y que le va a ayudar. Dígale a su niño qué valiente es por haberle dicho y que entiende el temor que él o ella siente. Esto es especialmente importante si un amigo de la familia o un familiar lo abusó.

  2. Hágase cargo de la situación. Proteja a su niño contra más abuso.

  3. Discuta el problema con un pediatra y un consejero quienes pueden proporcionar apoyo.

  4. Reporte el abuso a la policía o a la agencia local para la protección de menores. Pida ayuda sobre cómo recibir apoyo durante una crisis.

¿Puedo encargarme del abuso sexual dentro de mi familia sin comunicarme con las autoridades?

Los padres no deben de intentar parar ni tratar el abuso sexual por sí mismos. Si sospecha algún abuso, siga los pasos mencionados y busque ayuda.

¿Qué pasará con el niño y el abusador si se reporta el abuso?

El abuso sexual es prohibido por ley. Es un crimen, independientemente de quien sea el abusador. La policía o una agencia de servicios sociales, o ambas, investigan los casos de abuso. Con la ayuda de un médico, decidirán si el abuso ocurrió. Según las circunstancias, la policía puede decidir si la agencia de servicios sociales administrará el caso, especialmente si el niño es muy joven, no demuestra señales de una herida física o el abusador es joven o un miembro de la familia. La policía administra el caso cuando el abusador no es un familiar.

Después de haber reportado el abuso, lo que ocurra depende de las circunstancias del caso. El prevenir más abuso es la primera preocupación de las autoridades. Es posible que manden al abusador a recibir terapia. También pueden mandar al niño y a su familia a recibir terapia. Si el sospechoso vive en el hogar y enfrenta cargos criminales, las autoridades recomendarán que el sospechoso salga del hogar. De cualquier manera, el niño se puede quedar en el hogar si su familia toma los pasos necesarios para protegerlo de más abuso, al pedir que el abusador salga del hogar mientras proceda la investigación. Independientemente de las circunstancias, el niño y su familia necesitarán mucho apoyo de sus familiares y amistades.

¿Cómo pueden prevenir los padres el abuso sexual?

La Academia Americana de Pediatría recomienda que se tomen los siguientes pasos:

    * Hable con su niño sobre el abuso sexual. Si la escuela de su niño tiene un programa sobre el abuso sexual, hable sobre lo que ha aprendido.

    * Enséñele a su niño cuáles son las partes privadas del cuerpo (las partes cubiertas por un traje de baño), y los nombres de esas partes. Dígale que su cuerpo es de él. Enséñele a gritar “no” o “déjeme” a cualquier persona que le amenaza sexualmente.

    * Escuche cuando su niño le trate de decir algo, especialmente cuando se le haga difícil decir algo. Esté seguro que su niño sepa que está bien decirle si alguien intenta tocarlo de una manera que le haga sentir incómodo, independientemente de quien sea el abusador. Dígale que puede tener confianza en usted y que no se enojará si le dice algo.

    * Déle a su niño bastante tiempo y atención. Puede usar las reuniones familiares semanales para discutir sobre las experiencias buenas y malas.

    * Conozca los adultos y los niños que pasan tiempo con su niño. Tome precauciones cuando deje a su niño pasar tiempo solo en lugares extraños con otros adultos o niños mayores. Visite el proveedor de cuidado de su niño sin aviso. Pregúntele a su niño sobre sus visitas al proveedor de cuidado o niñero.

    * Nunca deje que su niño entre a la casa de un desconocido sin un padre o un adulto de confianza. Las ventas de puerta en puerta para levantar fondos son un riesgo, en particular para los niños solos.

    * Pregunte si la escuela de su niño tiene un programa para prevenir el abuso para los maestros y niños. Si no existe uno, empiece un programa.

    * Dígale a las autoridades si sospecha que alguien esté abusando su niño o a un niño de otra persona.

El maestro de su niño o el asesor de la escuela puede ayudarle a enseñarle a su niño a evitar o reportar el abuso sexual. Ellos saben cómo hacerlo sin causar temor o incomodar al niño. Su pediatra también entiende la importancia de la comunicación entre los padres y niños. Ã?ste está capacitado para notar las señales de abuso sexual infantil y está familiarizado con los recursos de la comunidad. Pregúntele a su pediatra por recomendaciones sobre cómo proteger a sus niños.

Para más información sobre el abuso sexual infantil u otras formas de abuso, comuníquese con:

Prevent Child Abuse America
PO Box 2866
Chicago, IL 60690-9950
800-556-2722

Sitio en la Internet: www.childabuse.org/

Prevención del Abuso Sexual del Niño

http://www.mesaaz.gov/police/literature/abusosexual.aspx.

Departamento de Policía de Mesa (480) 644-3921.

�SCUCHE Y HÁBLE CON SUS NI�OS

Quizas la estratégia mas crítica de la prevención del abuso sexual del niño para los padres es buena comunicación con sus niños. Esto no es solamente desafiador para cada padre, pero tambien puede ser difícil, especialmente para los padres de trabajo y los padres de adolesentes.

    * Platíque con su niño cada dia y tome tiempo para realmente escuchar y observar. Aprenda todos los detalles posibles sobre las actividades y sentimientos de su niño. Anímelo para compartir preocupaciónes y problemas con Usted.
    * Dígale a su niño que su cuerpo pertenece unicamente a el/ella y que el/ella tiene el derecho de decir no a cualquier persona que intente tocarlos.
    * Dígale a su niño que algunos adultos puedan intentar lastimar a niños y hacerlos que hagan cosas que el niño se sienta incomodo. A menudo estas personas adultas llaman lo que estan haciendo un secreto entre ellos y el niño.
    * Explíque que algunos adultos pueden amenazar a los niños diciendoles que sus padres pueden ser lastimados o matados si el niño comparte el secreto. Acentue que el adulto que hace algo como esto esta haciendo algo mal.
    * Dígale a su niño que adultos a quienes ellos conocen, en que confian y quieren o alguien que puede estar en una posición de autoridad (como una niñera, un tio, un profesor, hasta un policía) puede intentar hacer algo como esto. No trate de asustar a sus niños â?? acentue que la mayoria de adultos nunca hacen esto y la mayoria de adultos estan profunda-mente preocupados en protejer a los niños del daño.

ELIGIENDO UN LUGAR PREESCHOLAR O UN CENTRO DE CUIDADO DE NIÃ?OS

Aunque la mayoria de lugares preescholar de esta nación y centros de cuidado de niños son perfectamente seguros, reportes recientes sobre el abuso sexual de niños en estos lugares son una fuente de gran preocupación para los padres.

    * Aciersorese que el programa es reputable. Licensias del estado o local, servicios de información y referencia sobre cuidado de niños y otras agencias de la comunidad para cuidado de niños pueden ser fuentes útiles de información. Averigue si ha habido quejas en el pasado.
    * Averigue lo mas que pueda sobre profesores y personas que proven cuidado. Platíque con otros padres que had usado el programa.
    * Enterese sobre las polízas y practicas de empleo del la escuela o del centrol. Pregunte como la organización recruta y selecióna personal. Enterese si examinan referencias, investigaciónes de antepasados, y las historia de empleo previa antes de hacer decisiónes de empleo.
    * Pregunte si los padres estan envueltos durante el dia, y en que forma. Enterese si el centro o las escuela acepta o apoya participación. Sea sensible a la actitud y grado de franqueza sobre la participación de los padres.
    * Asegurese que tiene el derecho de ir a visitar el programa a cualquier hora.
    * Asegurese que le informen sobre cada excursión planeada. Nunca de permiso en blanco para que lleven a su niño fuera de sitio.
    * Prohíba por escrito la entrega de su niño a cualquier persona sin su autorización explícita. Aseguerese que el programa sepa quien levantara a su niño en cualquier dia dado.

SI USTED PEINSA QUE HAN ABUSADO A SU NIÃ?Oâ?¦

    * Crea al niño. Los niños raramente mienten sobre abuso sexual.
    * Elogie al niño por decirle sobre la experiencia.
    * Enseñe a su niño que lo apoya. Uno de los miedos mas grandes de un niño es que el/ella es culpable y responsible por el incidente. Aliviar esta culpabilidad es de suprema importancia.
    * Guarde su propia reacción, reconociendo que su perspectiva y acepatación son señales críticas al niño. El reto mas grande puede ser no enseñar su propio horror sobre el abuso.
    * No vaya a la escuela o programa para hablar sobre su preocupación. Al contrario, reporte la supuesta molestación a una agencia de servicios sociales o la policía.
    * Encuentre una agencia especializada que evalua víctimas de abuso sexual â?? un hospital o una agencia para bienestar del niño o un grupo de la comunidad para terapia mental. Síga preguntando hasta que encuentre un grupo o individuo con experiencia apropiada.
    * Busque a un doctor con experiencia y entrenameinto para detectar y reconocer abuso sexual cuando busque un examen medico especial para su niño. Programas de tratamiento de abuso sexual de la comunidad, hospitales de niños y sociedades medicas pueden ser fuentes de referencias.
    * Platíque con otros padres para darse cuenta si hay comportamiento raro o símtomas físicas en sus niños.
    * Recuerde que tomar acción es crítico, porque si no se hace nada, otros niños continuaran a estar en reisgo. El abuso sexual del niño es de interes y preocupación de la comunidad.
    * Asegurese que su niño sabe si alquien le hace algo confuso, como tocarlo u tomarle una fotografia donde esta desnudo o dandole regalos, que usted quiere que le diga. Tranquilice al niño y explíquele a el/ella que no lo culparan por cualquier coasa que un adulto hace con un niño.

OBSERVE SE�ALES FÍSICOS Y DEL COMPORTAMIENTO

Los niños que esten muy austados para poder hablar sobre la molestación sexual pueden exhibir una variedad de señales físicas y del comportamiento. Cualquiera o varias de estas señales pueden ser sígnificante. Los padres deben asumir responsabilidad en notar tales símtomas incluyendo:

    * Cambios extremos en el comportamiento como pérdida de apetito.
    * Pesadillas recurrentes o sueño molesto y miedo a la obscuridad.
    * Regreso a comportamiento mas infantíl como orinarse en el cama, chuparse el dedo, llorar excesivamente.
    * Ropa interior rota o manchada.
    * Sangrando vaginal o rectal, dolor, comeson, genitales hinchados, y desecho vaginal.
    * Infecciónes vaginales o enfermedad venerea.
    * Interes fuera de lo comun o conocimiento de materia sexual, expresando afecto en maneras inadecuadas para un niño de esa edad.
    * Miedo a una persona o una aversión intensa al ser dejado en algun lugar o con alguien.
    * Otras señales de comportamiento como comportamiento agresivo o quebrantante, retiro, huir o comportamiento delinquente, fallar en la escuela.

NUMEROS PARA SERVICIOS QUE USTED PUEDE DESEAR:

Centro de Crisis Para Niños (E. Valley)
(480) 969-2308

Servicio de Protección Para Niños
(602) 530-1800

Centro de Apoyo Para Los Padres
(602) 506-6339

Linea Directa Para Auyda Para Los Padres (24 horas)
(602) 273-0786

Departamento De Policía De Mesa
(480) 644-2211

Esta información está disponible en forma de folleto.
Para obtener una copia, llame a La Unidad de Relaciones Comunitarias
del Departamento de Policía de Mesa (480) 644-3921.

Prevención del abuso sexual infantil

http://www.contraelabusosexualdelainfancia.com/art2.htm

Por : Susana Galdos Silva

Introducción

Algunas veces he dado charlas a policías y he sentido su real interés por conocer más para ayudar más; en aprender para prevenir y mejorar no sólo su actividad profesional sino también mejorar como personas, como padres de familia o como esposos. Ellos y ellas, porque también había policías mujeres, comprenden que mejorando como personas en la familia, en el barrio, mejoran también como profesionales. Esto es especialmente necesario cuando trabajamos en prevención de la violencia: tenemos que erradicarla de nuestra vida diaria porque no sólo deja huellas en la persona agredida, sino también en la persona que agrede en la medida que la deshumaniza.

A nivel general, muchas personas creen que la violencia es parte de la vida, que no se puede evitar. Otras afirman que la violencia al interior de la familia es un asunto que compete sólo al padre o a la madre o al esposo o la esposa y que en eso no hay que meterse.

Otras creen que las condiciones socioeconómicas son la causa de la violencia y que mientras exista miseria, falta de educación y de acceso a mejores niveles de vida, siempre habrá violencia.

También hay que reconocer que la agresividad y la violencia pueden ser respuesta a una defensa de la vida, por ejemplo, cuando defendemos nuestros derechos o algo que nos pertenece. Por ello en las siguientes páginas vamos a trabajar sobre la agresión y el abuso en perjuicio de otra persona, concretamente en perjuicio de los niños y niñas y de jóvenes menores de 18 años, de acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño.

La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea de las Naciones Unidas en 1989, tiene como fundamento la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Declaración de los Derechos del Niño y es un instrumento legal a nivel internacional que firman todos los países que se comprometen en la protección de la infancia; el Perú ha sido uno de los países firmantes.

Lo esencial de la Convención es que parte de reconocer que el niño y la niña así como los adolescentes son personas con derechos y, más aún, que tienen derecho a cuidados especiales y asistencia especial por carecer aún de madurez física y mental dado que están en un período de crecimiento y desarrollo. El artículo 27 precisa: “Los Estados partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social”.

En el artículo 12.1 encontramos un reconocimiento explícito de la concepción del niño como persona: “Los Estados Partes garantizarán al niño que está en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”. Incluso le reconoce libertad de asociación y de celebrar reuniones pacíficas (artículo 15).

El artículo 19 se refiere expresamente al maltrato: “Los Estados partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

Sin embargo, todos sabemos que la Convención sobre los Derechos del Niño así como el Código de los Niños y Adolescentes (Decreto Ley 26102) pueden quedar sólo en excelentes declaraciones que no se concreticen si no hacemos esfuerzos y unimos conocimientos y acción para que así sea.

En este texto vamos a tratar algunos aspectos relacionados al abuso infantil. El objetivo es comprender el problema para poder actuar acertadamente. Veremos la definición de abuso infantil, formas, indicadores y efectos. También examinaremos cómo el abuso se repite y refuerza en la sociedad en general, la situación de poder y superioridad de la persona adulta. Analizaremos algunas alternativas de prevención, así como pautas que pueden sernos útiles para atender y derivar a las víctimas de abuso.

La idea que guía este trabajo es la constatación de que aunque la violencia hacia la infancia y la juventud se presenta cada día y a todos los niveles, es posible su prevención, así como una adecuada atención de los niños y adolescentes que la sufren. Es posible, también, que los propios niños y adolescentes aprendan a identificar situaciones de riesgo y a prevenir y denunciar.

La actuación frente a la violencia es especialmente importante en el caso de la Policía porque justamente una de sus misiones es mantener el orden, la paz, y es la autoridad socialmente nombrada y aceptada para cuidar de la seguridad de las personas y del país.

El Código de los Niños y Adolescentes, en su sección II, se refiere a la Policía Especializada como la encargada de auxiliar y colaborar con los organismos destinados por el Estado en la educación, prevención y protección del niño y adolescente (artículo 175). En el artículo 178 reconoce la necesidad de capacitación del personal que desempeñará dichas funciones.

Por otro lado, cuando una autoridad se compromete con la prevención de la violencia y maltrato a la infancia, su tarea tiene doble impacto porque como autoridad socialmente reconocida tiene poder para realizar actividades y coordinaciones orientadas al logro de objetivos específicos.

Profundizar conocimientos con relación
al maltrato y abuso infantil
(Algunas veces pasa frente a todos y nadie se da cuenta…no sólo los golpes duelen y dejan huella)

El maltrato y abuso sexual que se da en la familia es especialmente peligroso porque deja huellas negativas profundas en razón de que la persona que maltrata o abusa es la que debería cuidar y amar al niño o niña. Por otro lado, genera un sentimiento de impotencia, pues por lo general el niño o niña que lo sufre es incapaz de escapar de la situación o de denunciarla.

Qué es el abuso sexual infantil
(No sólo los golpes duelen y dejan huella)

El abuso sexual es toda acción sexual que una persona adulta, hombre o mujer, impone, sea con engaños, chantajes o fuerza a un niño que no tiene la madurez para saber de lo que se trata.

El abuso sexual va desde miradas, palabras, mostrar láminas, tocar o pedir ser tocado, caricias en el cuerpo o en los genitales hasta la penetración.

Hay la tendencia a confundir abuso sexual con violación. En realidad la violación y el incesto son formas extremas de abuso sexual.

El abuso sexual incestuoso es cualquier interacción sexual entre un niño o niña y un adulto con el que se tiene una relación familiar.

Ã?ltimamente las noticias han destacado numerosos casos de violaciones de menores. Ello ha motivado que a través de los medios de comunicación se den indicaciones a los padres de familia para que aconsejen a sus hijos e hijas. Tales indicaciones se refieren, sin embargo, a no salir con desconocidos, no ir por lugares solitarios, etcétera. Estos consejos funcionan en los casos, que son los mínimos, de violaciones hechas por desconocidos.

Si bien es importante que los menores sepan cómo cuidarse en la calle, también es necesario saber que la mayoría de abusos sexuales y violaciones a menores son cometidos por personas conocidas, ya sea del propio entorno o de la familia y que por lo general actúan con ciertas estrategias que podemos reconocer y estar preparados para prevenir.

Cómo se da el abuso sexual

El abusador necesita de privacidad y del silencio de su víctima. Por lo tanto, buscará la ocasión de estar solo y se asegurará que ella no va a contar lo ocurrido a nadie.

Dado que la mayoría de abusos sexuales se producen en el hogar y por conocidos, es lógico que el abusador haya “estudiado” cuándo y cómo puede estar a solas con el niño o niña. Posiblemente conoce lo suficiente a la familia para saber cómo acercarse, así como qué hacer para que el niño o niña no se atreva a contar lo ocurrido.

Por ejemplo, si son familias muy autoritarias, en las que los hijos e hijas tienen temor al padre, el abusador amenazará con que “Si cuentas ya sabes cómo se va a poner tu papá; va a estallar en cólera y te va a castigar”.

Si es una madre que constantemente se queja de sufrimiento y enfermedad, posiblemente le dirá a su víctima que no debe decir nada a su madre “porque tú vas a ser la culpable si tu mamá empeora o se muere”.

En otros casos, trata de culpar a la víctima diciéndole que si no gritó o corrió, eso significa que le agradó o que aceptó. “¿Por qué no pediste ayuda?, en el fondo es porque tú también querías”.

Otras veces simplemente amenazará con algo que sabe tiene efecto en la víctima y logra que no cuente lo sucedido a nadie. “Si cuentas algo no te van a mandar más al colegio y no te van a dejar ir a ninguna otra casa”.

Estas estrategias se ejecutan generalmente en varias fases que tienen las siguientes características:

* Inicio o “enganche”. Es cuando el abusador logra establecer con su
víctima un primer nivel de acercamiento y se asegura que ésta no
contará a nadie el contacto establecido. Por lo general, en esta fase
el niño o niña, dependiendo de la edad que tenga, está confundido y no entiende exactamente lo que está ocurriendo. Algunas niñas han expresado que sentían incomodidad, aunque no entendían de lo que se trataba.
Por lo común, el abuso comienza como un “juego sólo entre los dos” “un secreto sólo entre tú y yo” y también con promesas de dulces o dinero.
Sin embargo, tampoco hay que olvidar que los niños y niñas carentes de afecto, muchas veces callan el abuso por no perder el afecto del abusador.

* Continuidad. Una vez asegurado el silencio de la víctima, el abusador tratará de buscar más y más ocasiones para estar juntos, aumentando el abuso sexual, pudiendo llegar hasta la penetración.

En esta fase puede ocurrir que el niño o niña, si ya tiene suficiente edad como para darse cuenta, no quiera quedarse con el abusador. Cuando la madre o padre le preguntan la razón, no da explicaciones porque el abusador ya ha logrado de alguna manera asegurar su silencio.(Este silencio es un signo a tomar en cuenta en caso de existir sospecha de abuso).

* Evidencia o confirmación. Puede darse de improviso, cuando el
abusador es sorprendido o porque la víctima cuenta lo que le ocurre.
En estos casos, no hay tiempo para pensar con tranquilidad y es difícil manejar adecuadamente la situación. Por lo general, la familia tiene
mucha rabia y las reacciones se dirigen hacia el violador pidiendo
sanción o castigo. Puede pasar inclusive que la víctima
sea interrogada, aún por la propia familia, una y otra vez, en un afán de comprender qué le ha pasado. Esta actitud no es la más adecuada.
Hay que considerar que la persona, ya sea niño o niña, necesita
ayuda y hay que asegurarse que reciba tratamiento médico si
es necesario y, sobre todo, comprensión, seguridad y afecto.

Otras veces el niño o niña tiene un comportamiento que lleva a sospecha, por ejemplo hace preguntas referidas al sexo o a amenazas, o usa términos que no corresponden a su edad ni a las costumbres de la casa. A partir de ello la madre o el familiar cercano o el profesor pueden sospechar y poco a poco ir acercándose a la verdad hasta que cuenta lo que le ocurre o da pistas que permitan descubrir al abusador.

En muchos casos de abuso sexual de padres o padrastros que se inicia en la infancia, las niñas cuentan lo que les ocurre al llegar a la adolescencia. El abusador sabe que al crecer e interactuar con otras personas, la adolescente puede contar “su secreto”. Para evitar que esto ocurra hace todo lo posible por prohibirle que salga a la calle o se reúna con sus amigas. Cuando los argumentos son acogidos en la familia, la chica se da cuenta de que el único modo de tener algo de libertad es contando lo que ocurre.

Hay que tener presente que en el caso de abuso sexual de jóvenes varones es muy difícil que ellos cuenten lo ocurrido pues socialmente eso se asume como pérdida de la masculinidad, presumiéndose equivocadamente que tal experiencia condicionará luego un comportamiento homosexual.

Desafortunadamente son muy pocos los estudios sobre abuso sexual en niños y jóvenes. La mayoría de casos reportados son de niñas y mujeres.

Indicadores de abuso y violencia sexual

Se puede descubrir el abuso sexual en niños menores de siete años cuando su comportamiento no corresponde a su edad ni a las costumbres de la casa, sea porque muestran curiosidad en extremo o porque hacen preguntas o comentarios sobre sexo.
Las consecuencias físicas del abuso son también un camino para descubrirlo. Veamos:

* Embarazo.

* Enfermedades de transmisión sexual.

* Irritaciones o malestar en los genitales.

* Aseo constante de los genitales o se niega a hacerlo.

* Dolor al orinar. Infecciones genitales frecuentes.

* Miedo a quedarse solo o con alguien en especial.

* Depresión.

* Pérdida de apetito.

* Disminución del rendimiento escolar.

* Rabia u hostilidad.

* Comportamiento sexual inadecuado.

* Huida de la casa.

* Regresión a un estadio de desarrollo anterior. Por ejemplo
si ya pedía orinar, ahora se olvida de hacerlo.
Si ya comía solo, ahora pide que le den en la boca.

En adolescentes, algunas de las conductas registradas en el Manual de Camargo son:

* Miedo a estar solo.

* Incapacidad de sostener la mirada.

* Frecuentes peleas y disgustos con miembros de la familia.
* Problemas de memoria.

* Cambios frecuentes y drásticos de humor.

* Preocupación por temas sexuales o actividades sexuales.

* Gestos e intentos de suicidio.

* Desconfianza.

* Abuso de alcohol o drogas.

Consecuencias del abuso sexual

En la víctima
Por lo general, cuando hay consecuencias físicas, éstas son identificables y reciben atención. No pasa lo mismo con las consecuencias psicológicas. En la medida que no se ven, que no hay marcas visibles, no son atendidas.

Muchas personas creen que porque el niño o niña no habla sobre lo ocurrido, ya lo ha olvidado. Es importante recordar que el abuso sexual no se olvida jamás y lo que en apariencia parece haber sido olvidado, en realidad queda “guardado” y marca la vida futura.

Algunas de las consecuencias que se darán a lo largo de la vida tienen relación directa con el modo como vivirán su sexualidad, su vida amorosa y erótica. Otras se vincularán con problemas psicológicos como miedos, fobias, dificultades para enfrentar situaciones complicadas.

Por esto es necesario que todo niño o niña que ha sufrido de abuso sexual reciba el tratamiento adecuado y en el caso de adolescentes también, aun cuando éstos manifiesten entender lo ocurrido y reciban apoyo de sus familias.

En el agresor
Ya hemos examinado las consecuencias del abuso en los niños y niñas. Pero el asunto no termina ahí. Hay otras víctimas que por lo común no son visualizadas. “Nunca voy a olvidar lo que le hice a esa chica, ni sus gritos, ni su desesperación, tampoco sus lágrimas ni su silencio en el comparendo…pero sabes, tampoco voy a poder olvidar lo que me hice. Si hubiera pensado en lo que significaría en mi vida…si alguien me lo hubiera hecho notar…Yo mismo me aruiné para siempre”.

A partir de este testimonio podemos analizar algunos de los efectos que la violencia tiene en el mismo agresor: depresión, desesperación, culpa, vergüenza, baja autoestima; dificultades legales, privación de su libertad; pérdida de su hogar y continuación de relaciones de violencia a otros niveles si no sigue un tratamiento adecuado.

Los estudios demuestran que la persona que de pequeña vivía en un ambiente de violencia, cuando crece tiende a repetirla en su hogar, en la medida que esa fue la única estrategia de relación personal y familiar que aprendió.

La violencia familiar abarca también violencia y abuso infantil. Empieza con el abuso del esposo hacia la esposa. Luego la esposa maltrata a los hijos y los hijos, a su vez, maltratan o abusan de quien pueden, sea de la abuela(o) o de la empleada de la casa. Esta relación familiar marcada por la violencia trasciende a la comunidad.

A nivel de la sociedad se sufren pérdidas por la violencia, y tal vez la más importante es que la violencia trae más violencia. También podemos enumerar costos humanos y económicos considerables como:

· Daños físicos que pueden ser irreversibles y hasta causar la muerte.

· Daños emocionales que generan depresión, baja autoestima,pérdida del deseo de vivir, sentimientos negativos, así como incapacidad para afrontar los problemas cotidianos.

Gastos de atención a las víctimas y vigilancia de los posibles abusadores.

Tratar de explicar por qué se abusa de un niño

(Donde la palabra abusivo se concreta y no se debe confundir con anormal. Tampoco se debe confundir causa con factores)

Relaciones sociales que generan maltrato
(Pasa frente a todos y parece que nadie se da cuenta)

Nuestra sociedad genera y mantiene el maltrato en la medida que hay acciones, creencias, valores y costumbres que impiden el normal y sano desarrollo de la infancia.

El proceso de violencia terrorista que vivimos durante más de quince años trajo secuelas de violencia social, así como niños huérfanos y abandonados, y familias desplazadas de sus hogares. Los niños que nacieron en esa época se familiarizaron con la muerte. Hoy día es necesario doblar esfuerzos para recuperar la importancia de vivir en condiciones de paz y desarrollo humano.

Por otro lado, las condiciones de pobreza incrementan el maltrato. Se requiere pues de políticas públicas que generen empleo y producción, es decir bases estructurales para sentar el desarrollo humano no sólo económico sino también social.

En especial, la situación de subordinación y violencia doméstica contra la mujer tiene especial relación con el abuso sexual infantil. Muchos conceptos y valores relativos a la sexualidad femenina están distorsionados y dan a entender que la mujer “provoca” la agresión.

Los roles estereotipados se proyectan también en el caso del abuso sexual infantil, en especial cuando el niño es mayor de 10 u 11 años o cuando tiene el cuerpo desarrollado, se asume que al igual que la mujer ha provocado la agresión.

Los diálogos que por lo general se establecen entre la víctima y quien recoge la denuncia o quien lleva el juicio, así como el trato que se brinda a las víctimas de violencia sexual en los juicios y denuncias, las hacen aparecer como culpables. Por eso se dice que el abuso sexual y la violación sexual son los únicos delitos en los cuales la víctima tiene que demostrar su inocencia.

Todo ello genera culpabilidad y confusión en la víctima, y en la sociedad aceptación de este tipo de delitos y no sanción o sanción mínima frente a ellos.

Situación de poder y superioridad del adulto

En lo que se refiere al abuso sexual de menores por personas conocidas, éstas se basan justamente en la autoridad que ejercen sobre su víctima, sea porque tienen más fuerza o conocimientos o están en una situación que les otorga poder: padre, tutor, profesor, etcétera.

Comprender y asumir esta definición es importante porque si bien hay algunos casos de abuso sexual y de violaciones realizadas por personas mentalmente enfermas, éstos son mínimos en las estadísticas. En cambio, sí podemos hacer mucho y cotidianamente por cambiar las relaciones de poder y para que las personas que lo tienen lo usen para proteger y ayudar y no para sus propios intereses.

¿Por qué hay tanta dificultad en aceptar
que el abuso sexual es abuso del poder?

Porque de una u otra manera son varias las personas que tienen poder: la madre y el padre sobre los hijos; los adultos sobre los menores; los profesores sobre los alumnos. Afirmar que el abuso sexual y el maltrato es abuso de poder puede llevar a pensar que todos aquellos que tienen poder son unos abusivos. Definitivamente no es así. La mayoría de personas emplea el poder socialmente asignado justamente para lo que les fue dado: para proteger, ayudar y garantizar la seguridad y bienestar. Sin embargo, también tenemos que aceptar que hay otras personas que hacen uso del poder para su propio beneficio.

Prevención del abuso
(Trabajar para cortar el círculo de la violencia)

Un primer paso es evitar que se presente. Hay que reconocer que existe y que se produce en todos los niveles y clases sociales. Es necesario hablar sobre el tema a nivel familiar, con los hijos e hijas, tíos, primos, etcétera; tratar el asunto también entre vecinos y en la comunidad. El tema del maltrato y abuso infantil debe ser tan importante como los de la nutrición, educación, salud, seguridad.

Para la prevención del maltrato podemos establecer las siguientes vías: educación en la familia y la escuela y compromiso de la comunidad.

Educación
A nivel personal, como adultos y adultas tenemos el deber de lograr que los niños y niñas tengan seguridad y autoestima.

Seguridad y autoestima son las claves para frenar el abuso sexual ya que cuando el niño o la niña se siente amado no caerá fácilmente ante conocidos que simulando el afecto que necesita, abuse de él/ella. La seguridad permite que el niño o niña recurra a alguien de confianza para decirle lo que le pasa. La AUTOESTIMA hace que el niño o la niña sienta que es valioso. La autoestima se construye en las relaciones que los adultos, padre y madre y familia en general, tienen hacia el niño o niña. Los insultos y castigos disminuyen la seguridad y autoestima y hacen que luego sea más difícil la defensa de sus derechos.

En lo que se refiere al abuso sexual, es necesario hablar con el niño y la niña al respecto. Deben saber que “su cuerpo es su territorio” y que nadie lo toca sin su permiso. Esto significa que no recibirá maltrato de ningún tipo. También debe reconocer sus partes íntimas y el tipo de caricias que recibe. Ayudarlo a reconocer las caricias que hacen sentir mal y cuando no se debe guardar un secreto (cuando genera miedo, vergüenza, malestar). Por otro lado, la madre o la familia debe respetar los sentimientos y emociones del niño y si éste manifiesta que no se quiere quedar a cargo de una persona, es mejor no insistir. Al respecto, los centros de cuidado diurno son los lugares más recomendables para dejar a los niños.

El niño o niña debe saber a qué persona dirigirse para manifestarle sus dudas o temores. Puede tratarse de algún pariente cercano de confianza.

Es necesario conocer pautas educativas para corregir conductas y no recurrir al castigo físico porque justamente cuando el niño o niña sienten que quien los ama invade su cuerpo y les causa dolor, es muy difícil que luego interioricen que “su cuerpo es su territorio y nadie lo toca sin su permiso”.

Cuando se habla de no recurrir a la violencia, algunas personas se preguntan cómo corregir entonces conductas equivocadas en los niños si no se les castiga físicamente.
Primero es necesario aclarar que los niños y las niñas, al igual que los y las adolescentes, no son buenos ni malos, simplemente son personas que están creciendo y aprendiendo lo que socialmente es correcto e incorrecto.

No hay, por lo tanto, maldad ni deseo de hacer mal las cosas, sino falta de oportunidad de aprender, o quizás se han relacionado con adultos que no han sabido enseñarles las conductas que se esperan. En este sentido, no son culpables.

El castigo físico reafirma la idea de que la violencia puede ser la solución a los problemas y continúa el círculo de la violencia familiar. Quien en su niñez recibe golpes, de adulto repite lo aprendido y a la vez enseña a sus hijos lo mismo.

Las investigaciones han demostrado que el castigo físico genera conductas extremas: o paraliza por el miedo o vuelve más rebelde a la persona. No educa.

La experiencia enseña que más se logra estimulando las conductas adecuadas que sancionando las inadecuadas. Un buen ejercicio es anotar cuántas veces en el día felicitamos a nuestros hijos o hijas por una acción o conducta que esperamos y cuántas veces les llamamos la atención cuando se han equivocado o dejado de hacer lo que les indicamos. Si reprendemos o sancionamos más de lo que felicitamos no estamos educando acertadamente y posiblemente tampoco vamos a lograr que mejoren en su conducta o su actitud.

Cuando el niño o niña es muy pequeña como para comprender una explicación verbal, se puede recurrir a aislarlo por un tiempo para que sienta que su conducta está molestando a otros o no es adecuada. No se trata de encerrarlo en un cuarto sino simplemente de sacarlo, de buenas maneras, del lugar donde estaba. Si se encontraba en la sala, se le puede llevar al dormitorio o la cocina. Una medida muy simple de aplicar para el aislamiento es un minuto por año de edad.

Cuando es mayor puede privársele durante un tiempo de alguna actividad que le guste hacer. La sanción es para corregir y no para humillar ni para que se prolongue en el tiempo, y lo mejor es establecer con anterioridad un acuerdo antes de que se presente el problema.

Es importante establecer acuerdos mutuos entre el niño o la niña o el y la adolescente y la persona adulta y tratar de recordarlos constantemente.

En la escuela
En la actualidad, los profesores y profesoras muestran interés por trabajar el tema. Sin embargo, muchos no saben cómo hacerlo.

Una manera simple para niños en edad preescolar, es a través de juegos y dinámicas que les permitan identificar las partes de su cuerpo que no deben ser tocadas, salvo para la higiene.

En primaria y secundaria se puede recurrir a historias sobre abuso y a preguntar qué pasó y qué pudo hacer la víctima. Es posible identificar en grupos las fases en las que se da el abuso.

Compromiso de la comunidad

* Tener la certeza de que podemos acabar con el maltrato y abuso infantil
y de la adolescencia. Recordemos que durante la epidemia del
cólera había conciencia de que las condiciones socioeconómicas influían enormemente en la extensión y gravedad de la enfermedad.
Sin embargo, gracias a la organización de la comunidad y a que
cada familia implementó medidas de higiene fue posible vence
r la epidemia, a pesar de que las condiciones socioeconómicas no cambiaron.

Algo similar se puede lograr para acabar con el maltrato y el abuso infantil: unir fuerzas para que en todos los niveles se hagan compromisos y realicen acciones contra el abuso sexual.

* Actuar frente a una situación de maltrato a un niño o un adolescente.
Cuando presenciamos que un padre o madre maltrata a su hijo o hija,
por lo general nos abstenemos de intervenir porque pensamos que
es un asunto familiar o privado. Como se ha explicado, el maltrato
puede generar un círculo vicioso y muchas veces la familia involucrada
no percibe el problema. La existencia de una ley sobre violencia
familiar significa que este es un problema público en el que
interviene el Estado, por lo tanto no es un asunto privado.

Interesar a las organizaciones de mujeres a que trabajen al interior de sus propias instituciones para frenar tanto el maltrato hacia la mujer como el maltrato y abuso infantil y juvenil. Frenar la violencia contra la mujer es romper la cadena que lleva al abuso infantil en la medida que cuestiona el abuso del poder y exige el respeto a los derechos humanos.

* Comprometer a las escuelas, parroquias, municipalidades, delegaciones policiales y organizaciones del distrito en campañas de prevención del maltrato.

* Promover la creación de cunas y centros de cuidado diurno de niños con la participación de los gobiernos locales y la comunidad.

Tejer redes

Una idea simple es que si pescamos con un anzuelo, sólo logramos atrapar un pez. Si lo hacemos con una red, atraparemos varios.
Trabajar en redes significa potenciar nuestra posibilidad de llegar a diversos niveles y de abarcar más personas. Significa también que podemos dar un apoyo y ayuda más integral pues desde nuestro
diario quehacer o desde nuestro trabajo no es posible cubrir todas las áreas que abarca el problema.

Podemos tejer redes de prevención que comprometan no sólo a las instituciones que trabajan en el tema sino también a la escuela, la municipalidad, los colegios profesionales y medios de comunicación.

Atención de casos de abuso
(Ser consciente de la importancia de mi atención)

Generalmente, las personas que sufren maltrato no acuden en busca de ayuda. Por eso incluimos a continuación algunas razones, extraídas de consultas especializadas con víctimas de violencia, las que creemos pueden ser útiles no sólo para comprender el porqué de ello sino para que al realizar la entrevista con las víctimas sea posible adelantarse a algunos de sus temores o motivos para callar.

Por qué algunas personas agredidas no buscan ayuda

Un niño o niña de corta edad no es capaz de buscar ayuda por sí mismo. Es sólo a partir de los 7 u 8 años, siempre y cuando la víctima sepa dónde acudir y tenga la fuerza para ello, que busca ayuda, sea en una comisaría, defensoría o con un familiar. En este acápite nos referiremos a aquellos casos en los cuales presuponemos que el maltratado pudo buscar ayuda y no lo hizo y trataremos de comprender el porqué.

Carencia de alternativas: Si dependen del padre o del padrastro es muy difícil que lo enfrenten por temor a perder el apoyo económico. En el caso de los migrantes, a lo anterior se suma la dificultad del idioma, el desconocimiento del lugar y de las costumbres y, en especial, el sentimiento de discriminación. El niño o niña no encuentra a dónde ir. Temen que otros miembros de la familia estén de parte del agresor. Por lo general, el padre que abusa y maltrata aisla a su familia de sus parientes.

Miedo y vergüenza: El miedo a lo desconocido puede hacer que una persona sea víctima de abuso. Las víctimas, por lo común, se sienten culpables, sin esperanza. Tratan de esconder los hechos porque sienten vergüenza de la mala relación que llevan y no creen que alguien pueda ayudarlas.

La situación empeora cuando quien abusa amenaza con mayor violencia si el maltratado busca ayuda. La víctima cree erróneamente que seguir soportanto el maltrato es menos peligroso que buscar ayuda.

Igual ocurre con los niños y niñas: temen las consecuencias de contar lo que les sucede y también tienen vergüenza de que el profesor u otras personas se enteren de que su padre o madre los maltrata.

Esperanza y amor: Muchas personas que sufren violencia familiar aman a pesar de ella y encuentran que hay momentos agradables en la familia. Las víctimas piensan que es mejor aguantar los malos momentos que estar separados. Mantienen así una esperanza sin darse cuenta de que la situación tiende a empeorar.

Ignorancia: No saben que hay leyes que las protegen, por ejemplo la Ley contra la Violencia Familiar. Desconocen los derechos del niño, las defensorías. (Justamente en estos días la televisión difundió el caso de la desaparición de una niña que la policía encontró en casa de un familiar. Había huido de su hogar porque su padrastro la maltrataba. La siguiente semana hubo dos noticias similares. Pareciera que otras víctimas de maltrato “aprendieron” que podían huir de casa.)

Por otro lado, los abusadores o abusadoras también desconocen que pueden ser ayudados para que cambien su conducta.

Experiencias negativas: Algunas víctimas que han denunciado al agresor han tenido una experiencia negativa: su denuncia no fue o fue mal recepcionada o el abusador no resultó sancionado. Esto da la sensación de que la ley es inservible y de ausencia de protección.

Culpa: Como ya lo señalamos, en los casos de abuso sexual el agresor asegura el silencio de su víctima no sólo con el chantaje y la amenaza sino también haciéndole creer que es culpable de lo que pasa, sea porque lo permitió al inicio o porque no lo delató después.

Con frecuencia se justifica la violencia sexual afirmando que la víctima, especialmente cuando es mayor de 14 años, provocó la agresión. Suponiendo que haya sido así, siempre hay que considerar que se trata de una menor que no ha completado su desarrollo emocional ni psicológico mientras el adulto sí y, por lo tanto, es él quien debe controlar la situación. Debe asegurarse a la víctima que en ningún caso ella fue culpable.

También cuando se produce maltrato, el niño o niña prefiere creer que es su culpa, que hizo enojar a su papá. Es el modo de disculparlo para seguir queriéndolo como padre. Esto ocurre mientras son pequeños. Una vez que son jóvenes se impone el razonamiento y puede darse la protesta por la injusticia.

Confusión de sentimientos: Se presenta generalmente en la madre cuando se entera de que su hija ha sido víctima de abuso sexual por parte del padre, padrastro o algún familiar muy cercano. Sabe que debe denunciar el hecho porque siente pena y rabia por su hija, pero también tiene temor y pena por lo que le pueda pasar al agresor.

Si además depende económicamente de la persona que abusa de su hija, la situación es mucho más difícil. Lo que esa madre no sabe o no ve es que si no denuncia al agresor éste va a continuar abusando de los otros miembros de la familia. Recordemos que el silencio protege al agresor; es como darle permiso para continuar agrediendo.

Cómo acoger y tranquilizar a una víctima de abuso

Una víctima es una persona que ha sufrido y que continúa sufriendo. Posiblemente tenga miedo y desconfianza.

Nuestro deber es tratar de que exprese sus sentimientos y emociones. Pedirle que no llore es cortarle la posibilidad de desfogar su frustración o pena. De manera similar, al insultar o decir lisuras contra su agresor demuestra su rabia y frustración, lo que no se debe impedir pues ello es señal de que tiene autoestima.

Es necesario esperar que la víctima se tranquilice, ofrecerle un vaso con agua, un pañuelo y, sobre todo, un espacio privado para que pueda hablar sin sentirse observada.

Si la víctima está acompañada por otro familiar, hay que pedirle que espere afuera mientras se toma la denuncia, pues puede que haya asistido para asegurarse de lo que va a decir. También es posible que la víctima quiera que esa persona esté a su lado. Hay que analizar cada caso y evaluar si el acompañante debe o no quedarse mientras se toma el testimonio.

Dar seguridad a la víctima de que el agresor será sancionado y de que no va a estar en riesgo de volver a ser abusada.

La situación es más difícil cuando el abuso es descubierto y la víctima lo justifica o trata de disimular por las razones que ya hemos expuesto. En estos casos es necesario explicarle que nadie tiene derecho a abusar de nadie, menos aún un adulto o familiar cuya misión es proteger. Debemos hacer lo posible para que explique las razones por las cuales no quiere denunciar a su agresor y que comprenda que si no denuncia el abuso éste cada día será peor e incluirá a otros miembros de la familia. Es importante explicar también que el abuso daña al propio agresor y que un modo de ayudarlo es denunciándolo.

Algunas veces atender a víctimas de abuso genera sentimientos de rabia y deseos de venganza o de asumirlas como si se tratara de los propios hijos. Eso no ayuda mucho.
Es necesario saber escuchar, mostrar solidaridad y comprensión, deseo de ayuda, tranquilidad y tener presente que no somos personal especializado para atender los problemas psicológicos, médicos o legales, pero que sí estamos capacitados para tranquilizar, dar apoyo y, sobre todo, para realizar un adecuado registro de la denuncia que facilite la acción legal, y también para derivar a la víctima a un lugar seguro.

Si lo que la víctima relata nos recuerda una situación similar y sentimos que no podemos controlar nuestros sentimientos y emociones, es mejor pedir a otro compañero que asuma el trabajo. En este sentido saber buscar ayuda es señal de fortaleza y demuestra que se conocen las limitaciones y que queremos trabajar bien.

Cómo acoger a víctimas de abuso sexual durante la denuncia

Buscar un lugar privado y tranquilo donde se pueda realizar la entrevista sin interrupciones. Tenga presente las siguientes recomendaciones:

* Crea lo que le cuenta la víctima. Los niños no inventan esas cosas. Les cuesta mucho admitirlas y hablar de ellas.

* Evite preguntas innecesarias. Con niños pequeños el abuso sexual violento es asumido como un accidente. Evite los detalles innecesarios que sólo van a incomodar más a la víctima. En el caso de los adolescentes, las preguntas sobre los detalles hacen que vuelvan a vivir la violencia del abuso.

* Asegúrele a la víctima que no es culpable. Recuerde que el abusador ha hecho todo lo posible para que guarde el secreto, lo que puede incluir llenarla de culpa. Lo peor que le puede pasar a una víctima de abuso sexual es ser cuestionada como si fuera la culpable.

* Asegúrese de que reciba atención médica y sienta protección. Trate de explicarle que hay personas que causan daño y que serán castigadas. Para los niños y niñas pequeñas, la violencia sexual es percibida sólo como ataque físico. Por eso cuide que sus preguntas se dirijan a la violencia o al daño físico y no al contenido sexual.

* Asegúrele que lo que el adulto ha hecho es incorrecto. Que nadie debe abusar de otra persona y que el agresor deberá ser castigado. Explique que por eso es necesaria la denuncia.

Cuando la víctima aún no tiene edad para comprender lo ocurrido, trate de que la persona adulta que la acompaña lo haga y siga las pautas recomendadas. Explíquele además que el abuso sexual no se olvida y que es mejor que la víctima hable y se libere del peso emocional. También debe saber que el silencio protege al agresor.

Dónde derivar en busca de ayuda legal, médica y psicológica

Instituciones de la sociedad civil

* Las Defensorías del Niño y el Adolescente, más conocidas como DEMUNAS, de acuerdo a lo estipulado por el Código de los Niños y Adolescentes, funcionan en los gobiernos locales y en las instituciones públicas y privadas. Entre sus funciones específicas se señala la de presentar denuncias ante las autoridades competentes por faltas y delitos en agravio de niños y adolescentes e intervenir en su defensa.

* Organizaciones no gubernamentales que trabajan en prevención y atención de la violencia contra la mujer, los niños y las niñas.

* Postas, centros médicos y hospitales del Sistema Nacional de Salud.

Alternativas de la comunidad, barrio y familia

En la familia: Averiguar si hay algún pariente cercano a la víctima con quien ella tenga una buena relación. En casi todas las familias hay una persona que tiene sensibilidad, buen tino, que es cariñosa y que está dispuesta a acoger a un familiar que pasa por problemas, más aún cuando se trata de un niño. En este caso es importante la opinión de la víctima y que ella decida con quién quiere quedarse.

Es claro que la alternativa es transitoria hasta buscar una salida definitiva, pero el hecho de poder dejar al niño con algún familiar que lo quiera es siempre mejor que colocarlo en una institución donde no conoce a nadie.

Es recomendable visitar la casa y hablar con el familiar que acogió al menor no sólo para saber cómo se encuentra sino también para darle ánimo y resolver sus preguntas.

En el barrio: En el barrio también hay personas o familias que son conocidas por su estabilidad emocional y porque saben dar buenos consejos y acogen a vecinos con problemas. Ã?stas muestran gran solidaridad, inclusive en medio de sus escasos recursos, y están dispuestas a recibir a una víctima de maltrato o abuso.

Si no hay familiares, se puede recurrir a estos vecinos a fin de mantener al menor en su ambiente, con sus amistades y, al mismo tiempo, darle protección.

En la comunidad: Las parroquias son una buena alternativa para buscar consejo y ayuda a fin de derivar a una víctima de violencia sexual. Por lo general, el párroco conoce a su comunidad y puede apoyar o intervenir para que los vecinos acojan a la víctima.

Los comités de vaso de leche y los comedores son organizaciones de mujeres que también conocen las dinámicas familiares de sus asociadas y de los niños y adolescentes de su comunidad. Estas instancias organizativas pueden ser un buen apoyo para derivar casos o buscar ayuda.

En la sierra, los clubes de madres y las rondas campesinas son instancias organizativas de la comunidad a las cuales recurrir y que pueden brindar apoyo.
Asimismo, los colegios y las asociaciones de padres de familia pueden contribuir en la búsqueda de alternativas.

Conclusión
(Nadie puede dar lo que no tiene. No puede elegir lo que no conoce. Si sólo tiene rabia y rencor y únicamente conoce la agresión como respuesta al conflicto, ¿qué podemos pedirle?)

Al redactar el presente texto sentí lo difícil y penoso que es escribir sobre la violencia, el abuso y el maltrato, especialmente contra quienes no pueden defenderse: los niños, niñas y los adolescentes. Me imaginaba a la policía, escuchando, atendiendo, consolando, derivando, indagando, registrando. Pensaba en los sentimientos y emociones que esa tarea involucra y en lo importante que es llegar a cambiar el rumbo de una vida

La Convención sobre los Derechos del Niño, el Código de los Niños y Adolescentes y demás leyes así como las instituciones para proteger a la infancia, son muestra de un especial interés de la sociedad que tiene como sustento el concepto de que los niños son el futuro y que de su seguridad y bienestar de hoy depende el bienestar y felicidad de la sociedad en general. Pero se trabaja no sólo pensando en el futuro, sino también haciendo realidad el derecho reconocido mundialmente que tienen los niños a un presente sin maltrato ni abuso.

Por eso la tarea de quienes velan por el bienestar de la infancia y la juventud tiene doble proyección: para un presente de ejercicio de los derechos humanos de los niños, y para asegurar un mejor futuro a todos.

Cuando sientan que su tarea no es comprendida y que es poco lo que pueden hacer para frenar tanto maltrato y violencia, cuando sientan que el ánimo decae, recuerden esta historia que una vez escuché y ahora les transmito:

Un niño se paseaba por la playa.
La marea había arrojado a la arena cientos y cientos de estrellas
de mar que bajo los rayos del sol empezaban a morir.
El niño recogía una tras otra y las tiraba hacia las olas.
Un hombre pasó y le preguntó lo que hacía.
El pequeño explicó que las devolvía al mar para que no murieran.
El hombre sonrió burlón y dijo:
¿No te das cuenta que son cientos de cientos?
El niño alzó una estrella, la miró con ternura
y mientras la lanzaba a las olas salvadoras respondió.
No podré atender a todas pero para ésta ya su suerte ha cambiado.

    Deseamos que este Curso de Capacitación los ayude a continuar mirando con ternura y a cambiar la suerte de los niños que llegan a ustedes.

Federación Internacional de Periodistas (FIP)

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Abusos Sexuales a Menores: Prevención

http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=364

Por Leonardo Romero S. – Codirector Centro de Asesoría Y Consultoría – Colombia

PREVENCION DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL

Desde la perspectiva de la promoción de los derechos

El abuso sexual es un hecho que ocurre mucho más de lo imaginado. Una falsa creencia en torno a su incidencia es que los abusos sexuales infantiles son casos excepcionales. Aunque existe un subregistro, hoy día existe una mayor conciencia frente a la denuncia del hecho, lo cual hace percibir que el abuso sexual siga aumentando o que se de más que antes.

El abuso sexual crece en todos los niveles sociales, generalmente en ambiente intrafamiliar, aunque también es realizado por personas fuera de la familia del niño o la niña. Puede suceder como un hecho aislado, es mayor la proporción de casos consecutivos y recurrentes de abuso sexual.

Tal como lo describe el informe de Save Children (1998) a nivel internacional se calculan porcentajes de incidencia aproximada de reportes en un 20% de mujeres y 10% en hombres.

Socialmente aún no se ha valorado en su verdadera dimensión como un serio problema relacionado con la calidad de la salud sexual y emocional. Aunque no se tengan cifras exactas es sabido de una proporción importante de niños y niñas que son abusados sexualmente de diversas formas. Aún es mucho lo que hay por hacer en relación a su prevención.

Probablemente la percepción de invulnerabilidad ante este hecho (creer que es algo que ocurrirá en otras familias, no en la propia) predispone a que no se haga una adecuada prevención del abuso sexual. Por otra parte la ausencia de procesos intencionados, sistemáticos y permanentes de educación sexual, especialmente en las escuelas, es un hecho que limita el desarrollo a acciones concretas y efectivas contra el abuso sexual.

Mientras no existan procesos de prevención enmarcados dentro de procesos amplios e integrales de educación sexual, la niñez, será más vulnerable y susceptible de ser víctima a las diferentes formas de abuso sexual.

En gran parte de nuestras escuelas la educación sexual no hace parte de sus políticas educativas, a pesar de la obligatoriedad de la educación sexual (En el caso de Colombia). Mucho menos es de esperarse que la realización de programas de prevención de abuso sexual sean objeto importante de sus acciones educativas.

El abuso sexual es prevenible, no bastan intervenciones alarmistas o atemorizantes, tampoco son suficientes simples instrucciones defensivas (â??tienes que defenderteâ?, â??no te dejes tocar de nadieâ?) sin el acompañamiento de un entrenamiento en habilidades de protección y defensa asertiva, la promoción de ciertos valores de convivencia, etc.

QUE ES EL ABUSO SEXUAL INFANTIL?

En este trabajo se considera como abuso sexual a cualquier actividad realizada sin consentimiento, con o sin violencia, con o sin contacto, por una persona de cualquier edad, con el propósito de obtener placer sexual.

Es otras definiciones se hace referencia a que esta actividad es realizada por alguien de mayor edad, e incluso se ofrecen rango de edades de 5 y 6 años de diferencia.

Aunque una buena parte del abuso sexual infantil es realizado por mayores, también es posible que esta actividad sea realizada por niños y niñas en edades iguales o cercanas sin que deje de ser por ello un acto de abuso, ya que no se ha consentido y/o ha sido forzado de alguna forma.

Existen diferentes formas de abuso sexual, es importante tener en cuenta que este no tiene que ser mediado por la violencia o la agresión y que necesariamente no tiene que haber contacto físico. Tal como lo describe el siguiente cuadro (la gráfica No. 1) existen diversas conductas abusivas que no implican ningún contacto físico y mucho menos genital y penetrativo.

Una violación es una forma de abuso sexual pero existen múltiples formas de abuso sexual que no implican ni uso de agresión, ni penetración (vaginal o anal).

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ERRORES Y FALLAS EN LA PREVENCIÓN

A los adultos aún les cuesta trabajo abordar adecuadamente y eficazmente lo relacionado con el Abuso Sexual. En muchas ocasiones sus intervenciones se limitan a las instrucciones â??alarmistasâ? y â??atemorisantesâ?, algunas veces acompañados de instrucciones defensivas que no desarrollen competencias y destrezas efectivas, por ejemplo: â??tienes que defenderteâ?, â??no te dejes tocar de nadieâ?, etc… Este tipo de circunstancias no enseñan que hacer, cómo hacerlo y favorecen la construcción destructiva en relación al cuerpo, los genitales, el placer sexual y el abuso sexual.

En una exploración realizada por Farley Duran (1999) sobre lo que hacen padres y madres para prevenir el abuso sexual con sus hij@s se observaron respuestas como las siguientes:

1. â??Lo mantengo bien informado y además le digo que no hable con personas extrañas… que su cuerpo merece respeto y que nadie debe tocar sus partes intimasâ?.
2. â??Les hablo, les muestro libros de educación sexual, ellos miran y yo les voy explicandoâ?.
3. â??Cuidarlo, le digo a la abuela que no lo deje con cualquier persona desconocida, que no lo deje salir solo, que pilas!! Que no se confié de nadieâ?.
4. â??Yo le digo que se cuide de las personasâ?.
5. â??La verdad es que no lo he hecho nuncaâ?.

Son varias las falencias que tienen algunos intentos de prevención de abuso sexual, analizaremos algunas de ellas:

· Decir a l@s niñ@s que no hablen con personas extrañas, no les habilita para protegerse del Abuso Sexual por otra parte esta prescripción se hace desconociendo que la mayor parte del abuso sexual es realizado por personas cercanas y familiares al niño o niña.

· â??Tu cuerpo merece respeto y nadie debe tocar tus partes intimasâ?. Sin quererlo esta intervención induce a la idea de que el contacto corporal y genital es â??una falta de respetoâ? se deja de señalar que es exactamente lo que está mal en el abuso sexual, tocarse con otro no es malo, lo rechazable es que se haga sin tener en cuenta al otro, sin su consentimiento, usando estrategias de manipulación, o aprovechamiento de la ingenuidad para obtener placer sexual siendo que el o la menor no están en posibilidad de consentir.

· Prevenir el abuso sexual es una cosa y crear paranoia social es otra, la prevención del abuso sexual no implica la promoción de sentimientos de desconfianza colectiva e indiscriminada. Precisamente una de las metas e enseñar a que discriminen y diferencien cuando están siendo objeto de un abuso sexual e incluso de abuso no sexual.

· Se les dice cuídate sin enseñarles como hacerlo y sin entrenarles en la adquisición de habilidades y destrezas conductuales que l@s hagan competentes para ello. Cómo plantearemos posteriormente estas habilidades se pueden adquirir por medio de procesos de aprendizaje estructurado que por lo general no se hacen en las familias ni las escuelas.

· En el peor de los casos se observa que una buen parte de la familia y la escuela no abordan el tema y hacen silencio frente a este medio. En una encuesta aplicada a padres y madres de familia de una escuela de clase media en la ciudad de Barranquilla se encontró que el 34% â??nuncaâ? o â??más bien pocoâ? habían enseñado cómo defenderse del abuso sexual y que el 44.7% â??nuncaâ? o más bien pocoâ? habían enseñado cómo responder asertivamente ante situaciones de abuso sexual que no se desean acceder. Por la experiencia vivida en mucho se os talleres de educación sexual con padres, madres y docentes hemos encontrado que una cierta proporción dicen â??siâ? prevenir el abuso sexual, al explorar que es lo que han hecho para prevenirlo se encuentras respuestas como las anteriormente xxxxxxxxx que evidentemente no dejan de ser intervenciones inefectivas e insuficientes.

LAS RELACIONES DE PODER COMO SEMILLA PARA EL ABUSO SEXUAL

Las relaciones adultos-niñ@os están basadas en un modelo autocrítico, vertical, en el cual los adultos tienen más poder, que niños y niñas, en este modelo los adultos ejercen poder basados en estrategias coercitivas, que implican uso se la fuerza, la agresión, la amenaza, la imposición, la intimidación, etc…

No cabe duda que estas son formas de abuso contra la niñez, sólo que están avalados, aprobados e institucionalizados socialmente, son pocos cuestionados y se repiten como forma aceptable tanto en la escuela como la familia.

Este modelo de relaciones de poder siembra la semilla que facilita que germine el abuso sexual. Este modelo predispone a que la niñez tolere y estructure aprendizajes de indefensión frente al abuso, en este caso el abuso no sexual y de los adultos. Desde este modelo practicando en la escuela y la familia niños y niñas aprenden que otros tienen más poder (los adultos), adquieren patrones de indefensión frente al maltrato y al abuso, aprenden a obedecer sumisamente incluso ante el maltrato y el abuso y estructuran una ciega obediencia que no puede cuestionar la autoridad.

Por esta razón en este trabajo se propone fundamentar la prevención del abuso sexual en la promoción del concepto de los derechos, lo cual implica reformular el modelo de relaciones de poder y replanteamiento de un modelo de convivencia basado en el respeto por el otro, en la autonomía, la no instrumentalización y la no violencia.

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PROPUESTA DE PREVENCIÓN BASADA EN LA PROMOCION DE LOS DERECHOS

Generalmente se piensa la prevención del abuso sexual infantil en el sentido de que no sean abusados sin tener en cuenta la perspectiva de contraria: no abusar de los demás. Por este motivo en este propuesta prevención del abuso sexual infantil tendría dos objetivos:

1. Desarrollar elementos que habiliten a niños y niñas para la protección ante situaciones de abuso sexual y no sexual.

1. Desarrollar elementos que predispongan a niños y niñas a evitar prácticas de abuso sexual y no sexual con los demás

Esta propuesta sugiere el desarrollo de procesos de prevención del abuso sexual desde tempranas edades con el contexto de una educación sexual integral, fundamentándose en la promoción del concepto de â??los derechosâ? como plataforma que orientaría el desarrollo de cuatro elementos importante: información sobre el abuso sexual, desarrollo de valores, estructuración de algunos repertorios cognitivos y entrenamiento en habilidades afirmativas. Suponemos que a partir de estos elementos se brindarían elementos que habiliten a niños y niñas para protegerse efectivamente ante situaciones de abuso sexual y no sexual.

Socialmente el modelo de relaciones de poder â??sumisión-dominioâ?, entre adultos y menores genera condiciones actitudinales, psicológicas y comportamentales que favorecen el aprendizaje en respuesta de sumisión y pasividad ante el maltrato a que son sometidos cotidianamente, por parte de los adultos, quienes encarnan un â??rol de autoridad incuestionableâ?. Desde tempranas edades se aprende a percibirse sin control ante estas prácticas autoritarias en la familia, la escuela y el mundo social, esto facilita la estructuración de condiciones emocionales que les impiden defenderse ante las diferentes formas de maltrato de los adultos (sexuales y no sexuales).

Por esta razón se propone un proceso que concientice a la niñez sobre los siguientes preceptos:

ü Tengo derechos

ü Nadie tiene derecho a violentarlos

ü Tengo derecho a proteger mis derechos

ü No hay derecho a ser maltratado por nadie, (incluyendo padre, madre, profeso-a, etc.)

ü No está bien usar o instrumentalizar a otros.

ü No es válido moralmente aprovecharse del otro para obtener provecho personal (Sexual y no sexual).

ü Nadie tiene derecho a usar sexualmente a otro.

ü NO está bien que un adulto o igual someta a alguien para obtener placer sexual.

A partir de esta concientización se trabajaría un proceso de educación sexual alrededor del cuerpo, el placer y las emociones acompañadas de la promoción de valores, un entrenamiento en habilidades afirmativas y cognitivas básicas para la protección efectiva de situaciones de abuso sexual y no sexual.

CONCEPTOS DE LOS DERECHOS Y LA CONVIVENCIA

· Es importante que los menores comprendan el concepto de los derechos, su importancia en la convivencia social y cómo hacerlos valer y respetar.

· Es necesario que aprendan que niños y niñas tienen derechos, y que tienen derecho a hacer respetar o valer sus derechos, que nadie por más autoridad que tenga tiene derecho a atentar contra ellos.

· Es importante que aprendan que uno de los derechos que tienen las personas es NEGARSE ante situaciones que les incomodan, que atentan contra su seguridad personal, que les hacen sentir mal, sea esta sexual o no sexual. Decir NO es un derecho, que no siempre será conveniente decir SI, que nadie tiene derecho a obligar a otro a hacer algo que no desea hacer porque no le conviene, le hace sentir mal o considera indebido.

· Tenemos derecho a protegernos ante el abuso. Los demás merecen respeto, cada quien merece ejercer su autonomía sin atentar contra los demás.

· No es valido y aceptable para lograr la convivencia instrumentalizar al otro, usarlo como objeto para el propio bienestar a costa de su detrimento.

· No es aceptable el uso de agresión y violencia para relacionarse con los demás y para conseguir lo que se desea.

· Es posible la convivencia humana sin el uso persistente y generalizado de estrategias basadas en la amenaza, la manipulación, la intimidación, la coacción, el chantaje y la agresión.

· Es importante que aprendan el valor y la importancia del consentimiento y el ejercicio de la autonomía en las relaciones sociales. Esto implica aprender que un criterio importante para orientar las relaciones con los demás es que este pueda consentir autónomamente.

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INFORMACIÓN

Existe una serie de conceptos que deben ser dominio de niños y niñas respecto a la sexualidad, desafortunadamente el sistema educativo aún no ofrece una educación sexual integral que facilite la construcción de conceptos fundamentales, exactos y basados en la verdad. Por esta razón se considera importante que la información que se brinde en un proceso de prevención de abuso sexual debe estar enmarcada en el contexto de una educación sexual intencionada, sistemática y permanente.

Los siguientes son algunos de los conceptos básicos que deben promoverse en la niñez en un proceso de prevención de abuso sexual:

· Es fundamental que identifiquen su cuerpo, conozcan sus partes, sus nombres y funciones.

· Que identifiquen sus genitales (femenino y masculino) que comprendan sus funciones: orinar, reproducción y sentir placer.

· Respecto al placer es necesario que aprendan que los genitales y el cuerpo en general son fuente de sensaciones y emociones. Que el cuerpo está hecho para ello, para sentir. Que es maravilloso sentir una serie de sensaciones que se experimentan.

· Es importante que comprendan que tocarse, abrazarse, besarse son formas buenas e importantes para sentir, expresar cariño, amar y sentir placer, pero que otra cosa sería que alguien intente aprovecharse con o sin el uso de la fuerza de otro sin su consentimiento.

· Deben comprender el concepto de abuso sexual como…

· Es importante que conozcan las diferentes formas que alguien puede usar para aprovecharse de otro: seducción, fuerza, chantaje, el uso del secreto, abuso de autoridad, promesas, manipulación, amenaza, etc.

· Será necesario que conozcan e identifiquen los diferentes tipos de abuso con o sin contacto.

· Es muy importante aclarar que es lo que esta mal en el abuso sexual, que conductas sexuales no son malas, es conveniente aclararles que lo malo es tenerlas con alguien, sometiendo, presionando o llevándolo sin su consentimiento.

HABILIDADES COGNITIVAS

Por habilidades cognitivas se entiende aquellas pensamientos, ideas y discriminaciones que serían importante que niños y niñas estructuren y que facilitarían respuestas de protección ante el abuso sexual en conjunto con los conceptos de convivencia, la información, los valores y el desarrollo de habilidades.

Cómo aspectos claves a desarrollar se proponen:

* Que se les enseñe a tener confianza con los adultos y aprendan a expresar, decir o compartir con el padre, la madre, el profesor o persona de confianza sobre cualquier comportamiento extraño relacionado con abuso sexual y alguna situación en la que se sientan amenazados o experimenten incomodidad y temor. Esto se relaciona con el hecho de que tengan la idea de que no guarden silencio ante un suceso de abuso y que cuenten a alguien que les pueda escuchar y ayudar.

* Es importante que aprendan a discriminar cuando SI y cuando NO interpretar una situación como abuso sexual

* Es necesario que desarrollen el concepto de derecho a la defensa y auto eficacia alrededor de la defensa: â??Yo puedo defenderme y tengo derecho a elloâ?.

* Igualmente es importante que estructuren la idea que â??nadie tiene derecho a hacerme sentir malâ?, â??nadie tiene derecho a utilizarmeâ?, no tengo derecho a hacer sentir mal al otro, a que haga algo que no desea y a utilizarleâ?.

* También se hace necesario el desarrollo de auto conceptos positivos relacionados con la autoestima: â??Yo soy importanteâ?, â??Yo merezco ser bien tratadoâ?, â??Yo valgoâ? etc.

VALORES

La prevención del abuso sexual no sólo requiere brindar información, el desarrollo de ciertos valores son importantes para poder favorecer el fortalecimiento de conductas de protección ante el abuso sexual y el no sexual. Los valores sirven para guiar y orientar las conductas de las personas, son el fundamento por el cual se hace o deja de hacer algo en un determinado momento, son creencias prescriptivas o principios normativos y duraderos que sugieren que una determinada conducta es socialmente preferible a otras que se consideran opuestas o contradictorias (Antúnez, 1997).

A nuestro juicio no podría esperarse que el desarrollo de algunos de los valores básicos relacionados con la prevención del abuso sexual sean el producto de unas sesiones aisladas, creemos que este será el producto de un proceso continuo, permanente e intención de educación en valores que debe estar a su vez enmarcado en el contexto de una educación sexual integral insertada en el currículo escolar y en la misión de la formación familiar.

Algunos de los elementos claves que se proponen desarrollar serían los siguientes:

· Valorar el cuerpo, comprender las emociones y las vivencias corporales como buenas, valiosas e importantes.

· Aprender la importancia del respeto por el otro y valorar la posibilidad de convivencia social sin necesidad de instrumentalizar al otro, de usar a los demás para nuestro beneficio, incluso a costa de su malestar.

· Comprender que es importante respetar y contar con la decisión personal para conseguir lo que necesitamos de los otros. Podemos obtener de los demás pero teniendo en cuenta su consentimiento, como una regla de convivencia, los demás tienen el derecho a consentir o no si acceden a nuestras necesidades y peticiones.

· El cuerpo del otro siente y experimenta, y es potestad del otro decidir si desea sentir o experimentar ciertas vivencias corporales, afectivas, sexuales etc . Es importante promover el concepto de que abrazar, besar, sentir, intercambiar afecto y placer en el contexto del espeto por la autonomía y el consentimiento.

DESARROLLO HABILIDADES

Si bien es cierto es importante el conocimiento y la información esta por si sola es insuficiente. Es importante que desde la niñez se tenga la posibilidad de adquirir, interiorizar y fortalecer una serie de destrezas, competencias o habilidades que les permitan a niños y niñas poder defenderse efectivamente de situaciones de abuso sexual y no sexual. Estas habilidades son aprendibles, pueden ser entrenadas en procesos de aprendizaje estructurado, no se adquieren por el solo hecho de que se le de al niño una instrucción verbal imperativa (cuídate, detente, tienes que saber cuidarte) un error decirles que se cuiden sin habilitarles para ellos, sin enseñarles que hacer y como hacerlo. Esto requiere sesiones de entrenamiento que impliquen una explicación de la habilidad a enseñar un modelamiento, ejercicios de práctica, retroalimentación y tareas de práctica.

La asertividad es la habilidad social muy importante en el desenvolvimiento social de las personas y de mucho valor para la prevención del abuso sexual. La asertividad se define como la habilidad para….

Las siguientes viñetas son algunos ejemplos de posibles respuestas que podrías servir para enriquecer el repertorio de respuestas asertivas de niños y niñas ante eventuales presiones para acceder a situaciones de abuso sexual:

LINEAS DE PRESION                                                     RESPUESTAS ASERTIVAS

Vamos a jugar solos (cerrando la puerta)                           â??No me gusta jugar encerrado, abre la puerta o gritoâ?

Te doy un premio y jugamos a que note toco                                             â??No quiero jugar este juegoâ?
como el médico…                                                                                 â??No quiero que me toquesâ?

Abre la puerta, estamos solos, no te va a pasar nada                                    â??No quiero abrir la puerta,
no tenemos porque estar solos�

Si le dices a alguien de este juego                                                      â??No me gusta este juego, le contaré
no te sigo queriendo y no te hablaré                                                  a papá y mamá, aunque no me hablesâ?

Un extraño le ofrece dulces…                                                          â??No me gusta recibir dulces de extrañosâ?

Están ricos tómalos…                                                                      â??Le dije que no deseo, váyase o gritoâ?

Alguien intenta tocar los genitales…                                                       â??no me toque, usted no tiene
derecho, le diré a mi mamáâ?

Esto es un simple juego, déjate tocar…                                               â??Esto no son juegos para niños,
no me quiero dejar tocar… y busca ayuda adultaâ?

Alguien roza sus genitales…                                                   â??Usted no tiene derecho a rozarme con sus
genitalesâ?… y se marcha del sitio buscando
ayuda adulta

BIBLIOGRAFIA

MARIN Herrera Grecia. â??Abuso Sexual Infantilâ?. CECODAP, Caracas, 1994.

GIL Eliana. â??Yo conté mi secretoâ?. Launch Press, Estados Unidos, 1991.

FREEMAN Lory. â??Mi cuerpo es mioâ?. Parenting Press, Seattle, 1985.

LOPEZ Ana Luisa, SOLANO Guillermo, VARGAS Elvia y PICK Susan. â??Cuídate de los extrañosâ?. Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, México, 1991.

LOPEZ Ana Luisa, PICK Susan y VARGAS Elvia. â??Ximena aprende sobre abuso sexualâ?. Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población, México, 1991.

ENGELMAN Jeanne. â??Mi cuerpo es mi casaâ?. Fundación Hazelden, Estados Unidos, 1992.

O´CONNELL Peggi. â??Tina, José y Juanâ? Libro de colorear. Jonson Istitute, Estados Unidos, 1991.

JESSIE. â??Por favor di!â? Un cuento para niños sobre abuso sexual. Fundación Hazelden, Estados Unidos, 1993.

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Ansiedad sexual: Causa psicológica de los problemas sexuales

Ansiedad sexual: Causa psicológica de los problemas sexuales
Hablamos de ansiedad sexual cuando a la persona le preocupan de forma excesiva e inadecuada las relaciones sexuales. Esta preocupación puede darse por diferentes motivos pero en todos los casos va a causar disfunciones sexuales que pueden ser persistentes.

La ansiedad en torno a las relaciones sexuales va a impedir que la persona disfrute de éstas debido a que se va a centrar más en sus propias preocupaciones y dudas. Esta ansiedad suele haberse originado en anteriores experiencias sexuales no satisfactorias o por una educación restrictiva con respecto al sexo. Esta ansiedad aprendida va a aparecer ante cualquier inicio de actividad sexual en forma de intenso miedo y tensión por parte de la persona que lo sufre, dificultando así, sus relaciones sexuales.

Principales causas de ansiedad hacia la sexualidad

Preocupación por un posible fracaso sexual
La influencia cultural y la educación represiva
Actitudes negativas y perjuicios hacia la sexualidad
Miedos y falta de información sexual
Miedo al embarazo
Falta de habilidades sexuales y prácticas sexuales inadecuadas
Factores emocionales (depresión, miedo a perder el control, etc.)
Inseguridad hacia uno mismo, problemas de autoestima
Problemas en la relación de pareja (resentimientos, falta de comunicación, etc.)
Circunstancias inadecuadas (lugares, momentos, situaciones, etc.)
¿Cuáles son los efectos de la ansiedad en las relaciones sexuales?
Estos cuadros de ansiedad tienen los siguientes efectos en el hombre:

Disminución del deseo sexual
Inhibición de la erección: problemas de impotencia, de erección
Eyaculación precoz, etc.
En las mujeres, los efectos de la ansiedad se van a ver en:

Disminución del deseo sexual
Falta de una adecuada lubricación vaginal por problemas de excitación sexual femenina
Dolores durante el acto sexual: dispareunia y vaginismo
Aversión al sexo, etc.
Si las disfunciones sexuales están causadas por cuadros de ansiedad hacia el sexo, la Terapia Sexual irá dirigida precisamente a disminuir la ansiedad a través de una adecuada educación e información sobre la sexualidad que disminuya los miedos y rechazos hacia el mismo. Esto va a tratar de romper el círculo vicioso que se ha formado para mejorar así las relaciones sexuales.

Características de la agorafobia

Características de la agorafobia
La angustiosa situación en la que viven las personas con agorafobia va a conllevar una serie de características a nivel de comportamiento, pensamiento y de sensaciones corporales que suelen aparecen en la mayoría de los casos.

En cuanto al pensamiento es frecuente encontrar alteraciones cognitivas, es decir, pensamientos irracionales en relación a su miedo fóbico:

Anticipación de consecuencias negativas:
        â??si salgo a la calle me voy a desmayarâ?
Creencia de falta de habilidades propias o recursos:
        â??no voy a ser capaz de aguantar la película entera, no voy a poderâ?
Observación constante de las propias sensaciones corporales y mala interpretación de estas:
        â??me va a dar un ataque al corazón, me estoy volviendo locaâ?
Pensamientos repetitivos de escapar a un lugar seguro y de evitar las situaciones temidas:
      â??necesito salir corriendo de aquí o me va a dar algoâ?
Estos pensamientos van a aumentar la ansiedad y provocar que la persona evite las situaciones que le dan miedo para aliviar su sufrimiento y sentirse segura. Es frecuente que en cuanto al comportamiento la persona utilice alguna de estas estrategias:

Evitar lugares públicos
Esta forma de afrontar el miedo está siempre presente y es, la forma menos dolorosa de enfrentarse al problema.
Estrategias tranquilizadoras
La persona puede recurrir a diferentes estrategias que le ayuden a manejar el miedo como salir a la calle solo en coche, no salirse de una misma ruta diaria o de los lugares seguros (estar cerca de casa, cerca de una tienda conocida, etc.) o salir solo a lugares donde hay cerca un centro médico.
Búsqueda de compañía
El miedo puede ser mucho mayor cuando la salida debe realizarse a solas, por ello la persona puede buscar miles de excusas para encontrar compañía para salir de casa.
Llevar objetos que disminuyen la ansiedad, distractores
A veces la persona tiene algunos objetos que le dan sensación de seguridad como unas pastillas ansiolíticas, un paraguas, un bastón, un libro, etc., y son incapaces de salir a la calle sin ellas.
Estas estrategias son un arma de doble filo porque a corto plazo alivian la ansiedad, pero a largo, mantienen el problema fóbico en el tiempo agravándolo.
En cuanto a las sensaciones somáticas hablamos de las propias de la ansiedad, es decir, palpitaciones, sensación de ahogo, sudoración, temblores, mareos…, y, en el peor de los casos, ataques de pánico.

Consecuencias de la Agorafobia

Consecuencias de la Agorafobia
Debido al intenso temor que la persona con agorafobia sufre a salir de su casa, su vida diaria se va a ver seriamente limitada.

A corto plazo la persona realizará sus tareas diarias con un alto grado de ansiedad, sintiéndose abatida y con gran angustia. Puede comenzar a evitar ciertos sitios y a faltar al trabajo en ocasiones. El alivio que siente en su propia casa va a llevar a la persona a solicitar ayuda de las personas de su entorno para que realicen las tareas que requieren salir a la calle, bien para que la acompañen o bien para que lo realicen por él o ella.

Además del sufrimiento que conlleva este problema psicológico para la persona, a largo plazo las consecuencias se irán agravando sino se interviene en la patología. Algunas de las consecuencias negativas que sufren estas personas son:

Incapacidad laboral y pérdida del empleo
Pérdida de contactos sociales, abandono de amistades
Dificultades matrimoniales o problemas de pareja
Limitaciones para viajar
Fuertes sentimientos de culpa hacia los seres queridos
Dependencia de los demás
Baja autoestima
Adicciones como el alcoholismo o la dependencia a ansiolíticos
Miedos hipocondríacos, es decir, temor a padecer todo tipo de enfermedades
Depresión
La gravedad de la Agorafobia va a depender del tipo de afrontamiento que realice la persona al problema, sin embargo, sin la intervención psicológica adecuada el problema tenderá a permanecer y agravarse con el tiempo. De hecho, se considera el trastorno fóbico más incapacitante para la persona ya que puede llegar a ser incapaz a salir de su casa durante años.

Causas de la Agorafobia

Causas de la Agorafobia
Las razones por las que una persona puede desarrollar un trastorno agorafóbico son múltiples y dependerá de la historia personal y de sus aprendizajes. Sin embargo, se habla de una predisposición a este tipo de patología, es decir, de una mayor facilidad a padecerla para las personas que tienen esta predisposición frente a las que no la tienen. Esta predisposición vendría dada por una tendencia a responder de forma excesiva ante las situaciones estresantes.

A esta sobreactivación se le añadiría una preocupación superior a lo normal por los síntomas físicos que se experimentan ante la ansiedad. Es decir, la persona con predisposición respondería con síntomas de ansiedad más elevados de lo normal ante situaciones estresantes, y estos síntomas los percibiría como exageradamente peligrosos.

Al percibir peligro, aumentamos nuestra ansiedad lo que sería nuevamente evaluado por la persona como más peligroso, y así, hasta llegar incluso a padecer crisis de ansiedad. Esta espiral de miedo y ansiedad es insoportable para la persona.

Una tendencia a depender de los demás, a evitar situaciones embarazosas y un estilo educativo en la niñez que no favorezca la superación de los miedos y el afrontamiento racional de los peligros, puede ser otro factor implicado en la aparición de esta patología.

¿Por qué se mantiene y agrava la agorafobia?
Un suceso estresante concreto y agudo o una situación de estrés mantenida en el tiempo pueden ser los detonantes del desarrollo de la agorafobia. Generalmente se suele identificar una primera experiencia de ansiedad aguda (a veces, una crisis de ansiedad) que sucede en una situación pública. A partir de este momento, el miedo intenso a que esto vuelva a suceder va a provocar que la persona comience a evitar ir a determinados sitios.

Cada vez que la persona tenga que salir a algún sitio comenzará a tener ansiedad anticipatoria y este miedo la llevará a tratar de evitar salir, consiguiendo así un gran alivio. De este modo comenzará a realizar las actividades que le alivian como quedarse en casa, caminar por â??lugares segurosâ?, etc. y dejará de hacer aquellas que le producen miedo. Con el tiempo cada vez tendrá más miedo y con más intensidad ya que:

Si no se afronta, el miedo siempre crece

Agorafobia: el miedo a salir de casa

Agorafobia: el miedo a salir de casa
La Agorafobia es el trastorno fóbico que peores consecuencias tiene para la vida de la persona que lo sufre, debido a las limitaciones que va a conllevar. La característica fundamental de la agorafobia es el miedo intenso e irracional hacia los lugares públicos de los que puede ser difícil escapar a un lugar seguro u obtener ayuda en caso de sufrir una situación embarazosa como una crisis de ansiedad.

Generalmente, la persona teme salir a la calle especialmente si no va acompañada. Este temor a los espacios públicos se va a traducir en un intenso miedo a cosas como utilizar el transporte público, estar en un parque, acudir a cines, iglesias o conciertos. Este temor suele estar acompañado de una desproporcionada preocupación por las sensaciones corporales de ansiedad (palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, etc.)

La ansiedad anticipatoria es característica de la agorafobia. La persona suele sentir un intenso miedo solo con pensar en la posibilidad de salir a la calle. Esto hace que vaya restringiendo su actividad y limitando su movilidad cada vez más, es decir, cada vez le cuesta más salir de su casa. Es frecuente que las personas de su entorno se hagan cargo de todas las tareas que supongan salir a la calle y, generalmente, la persona pierde su trabajo si lo tenía centrando toda su actividad dentro de su casa.

Todo esto conlleva una evitación a las situaciones fóbicas que no va a desaparecer con el paso del tiempo, es decir, el miedo fóbico a los espacios públicos se va a perpetuar en el tiempo si no se realiza una adecuada intervención psicológica.

Debido al padecimiento por el que suelen pasar las personas con agorafobia, es frecuente que traten de afrontarlo consumiendo ansiolíticos o alcohol, agravando en muchos casos la situación. En los casos más graves se puede complicar seriamente derivando en estados depresivos que van a conllevar aún más sufrimiento para la persona.

Fobia Social

Fobia Social
La característica fundamental de la Fobia Social es que el miedo intenso, excesivo y poco racional que aparece en todas las fobias se va a presentar en este caso cuando la persona está en presencia de otras personas, es decir, en situaciones sociales.

En algunos casos este miedo va a ser específico de ciertas situaciones sociales concretas. Las más frecuentes son:

Miedo a hablar en público
Miedo a ligar
Miedo a mantener una conversación con un superior, etc.
En otros casos, la ansiedad social puede ser generalizada, es decir, va a aparecer en la mayoría de las situaciones que implican la presencia de otras personas.

Las personas que experimentan este tipo de ansiedad social suelen temer que los demás se den cuenta de su ansiedad, temen hacer el ridículo y que los demás vean su debilidad. Generalmente estas personas experimentan un fuerte temor ante el rechazo. La sensación de ser observado y evaluado por otros constituye, en personas con fuerte ansiedad social, una situación completamente insoportable

Debido a los intensos síntomas de ansiedad que sufren las personas con fobia social en las situaciones temidas, suelen evitar estas situaciones. Es frecuente que se nieguen a hablar en público, salir a una fiesta e incluso eviten entablar conversaciones con otras personas, sobre todo, si están en grupo. Si se ven obligados a permanecer en estas situaciones las soportan con un importante grado de ansiedad y temor y sienten un fuerte alivio cuando pueden â??escaparâ?.

La ansiedad anticipatoria es muy característica de la ansiedad social. Es frecuente que la persona se preocupe por situaciones sociales semanas antes de que sucedan, es decir, la persona experimenta una intensa ansiedad solo por pensar en que tendrá que pasar por una situación social como acudir a una fiesta, reunión con amigos o realizar una exposición en público.

La ansiedad asociada a estas situaciones suele ser descrita por la persona que la sufre como insoportable y, en los casos más graves, puede llegar a experimentar crisis de ansiedad debido a estas situaciones de intenso temor.