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Agorafobia: el miedo a salir de casa

Agorafobia: el miedo a salir de casa
La Agorafobia es el trastorno fóbico que peores consecuencias tiene para la vida de la persona que lo sufre, debido a las limitaciones que va a conllevar. La característica fundamental de la agorafobia es el miedo intenso e irracional hacia los lugares públicos de los que puede ser difícil escapar a un lugar seguro u obtener ayuda en caso de sufrir una situación embarazosa como una crisis de ansiedad.

Generalmente, la persona teme salir a la calle especialmente si no va acompañada. Este temor a los espacios públicos se va a traducir en un intenso miedo a cosas como utilizar el transporte público, estar en un parque, acudir a cines, iglesias o conciertos. Este temor suele estar acompañado de una desproporcionada preocupación por las sensaciones corporales de ansiedad (palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, etc.)

La ansiedad anticipatoria es característica de la agorafobia. La persona suele sentir un intenso miedo solo con pensar en la posibilidad de salir a la calle. Esto hace que vaya restringiendo su actividad y limitando su movilidad cada vez más, es decir, cada vez le cuesta más salir de su casa. Es frecuente que las personas de su entorno se hagan cargo de todas las tareas que supongan salir a la calle y, generalmente, la persona pierde su trabajo si lo tenía centrando toda su actividad dentro de su casa.

Todo esto conlleva una evitación a las situaciones fóbicas que no va a desaparecer con el paso del tiempo, es decir, el miedo fóbico a los espacios públicos se va a perpetuar en el tiempo si no se realiza una adecuada intervención psicológica.

Debido al padecimiento por el que suelen pasar las personas con agorafobia, es frecuente que traten de afrontarlo consumiendo ansiolíticos o alcohol, agravando en muchos casos la situación. En los casos más graves se puede complicar seriamente derivando en estados depresivos que van a conllevar aún más sufrimiento para la persona.