Año. II, Nro. 11 , Marzo 2001
Marzo 1, 2001 en 12:00 am (Uncategorized)
En este Número:
* Humor
* Aportes1)Una luz que se apaga – E.K. Ross – Renacer la Pampa
2)Poema – Mechi – Renacer San Cayetano, Buenos Aires
3)Poema – Mariano Durlach – Renacer Palermo, Buenos Aires
4)Bendición irlandesa – Graciela Canteros – Renacer Albariños, Buenos Aires
5)Reconocimiento a los padres de bebés fallecidos – Carmen de Zorzoli, Renacer Buenos Aires (Grupo Patrocinio de San José)
6) Haydeé mamá de Hernán – Renacer Salto
* Citas
* Breve Editorial
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* Humor 1)
– Tu sabes como se titula el libro de religion favorito entre los canibales de las misiones?- ?1000 maneras de servir a tu projimo?.
2)
-Por que hacen falta millones de espermatozoides para fertilizar un solo ovulo?
-Porque los espermatozoides son masculinos y se niegan a preguntar cual es el camino.
3)
Existen dos clases de economistas:
a) los que no pueden predecir las crisis y
b) los que no saben que no pueden predecir las crisis.
4)
Un niño le dice al padre:
Papá , papá?¿Qué significa ?Formateando disco C:??
* AportesEnviado por Renacer Santa Rosa – La Pampa
Kübler-Ross, Elizabeth. Una luz que se apaga.(Segunda parte)
Capítulo 6: La muerte como un catalizador del crecimiento y la comprensión
Encontrar la paz interior (págs. 96-97) 1
De las enseñanzas de Black Elk, obtuvimos lo siguiente sobre el encuentro de la paz interior:
La primera paz, que es la más importante, es la que llega dentro del alma de los hombres cuando se dan cuenta de su relación, su identidad con el Universo y todos sus poderes, de que en el centro del mismo reside Wakan-Tanka (Dios) y de que ese centro está realmente en todas partes y dentro de cada uno de nosotros.
Esta es la paz real; las otras son sólo reflejo de ella. La segunda paz es la que está hecha entre los individuos, y la tercera es la que se hace entre dos naciones. Sin embargo, por encima de todo, tú debes comprender que nunca puede haber paz entre naciones hasta que se conozca primero esa verdadera paz que?está dentro de las almas de los hombres.
La única forma de saber cómo encontrar esa paz interior es a través de una honesta y verdadera observación de nuestro propio comportamiento. Cada vez que nos vemos juzgando a los demás o resentidos, tenemos que preguntarnos: ?¿A qué estoy reaccionando?? Si nuestros enojos y malos modos duran horas, días, tenemos que ser honestos con nosotros mismos y reconocer que todos los malos talantes tienen sólo un propósito que es el de castigar. ¿A quién deseáis castigar y a quién castigamos? Puede ser cualquiera o nadie, pero pone la responsabilidad de nuestro dolor en otros o, a veces, en nosotros mismos. Castigamos a nuestros hijos, con el silencio o envitándolos; hacemos lo mismo con nuestros compañeros, vecinos o parientes políticos. El mensaje implícito es siempre: No quiero tener nada que ver contigo.
Nuestra ira puede ir dirigida a nuestro destino, a Dios, al Mundo. Siempre encontraremos suficientes situaciones negativas para justificar el meternos en un pozo de angustia y autocompasión, quejándonos de la situación económica del país, de la creciente violencia, del índice de desempleo, de las guerras; pero, en realidad, todas estas cosas son buenas para nuestra insatisfacción y nos ?permiten? ser infelices.
– Si, de vez en cuando, miramos las bendiciones en nuestras vidas, la cordialidad, el cuidado y el amor con que tantas personas responden cuando hay tragedia, el hecho de que podemos caminar y hablar, comer y respirar, entonces puede ser que evaluemos de nuevo nuestros malos modos y nos volvamos conscientes de que todos los pensamientos negativos proporcionan más negatividad, pero todo amor compartido nos es devuelto multiplicado por mil.
El libro As a Man Thinketh, de James Allen, quizá describe mejor en qué forma somos creadores de nuestros propios mundos.
Capítulo 10: ¿Cómo puden ayudar los amigos? (Pág. 143)
?Mi más querida?
?Estoy muy triste por la muerte de tu hijo, pero me alegra que me hayas llamado para decírmelo. Tu dolor y tu desesperación han sido canciones viejas y familiares para mí, canciones tan bien recordadas y, debido a que puedo recordar tan claramente, puedo también decirte, con absoluta certeza, que la alegría regresará de nuevo a ti, aunque ahora te parezca imposible. Serás capaz de mirar hacia atrás y ver el rostro de Jaime, los alegres y pequeños ademanes que sólo él tenía, la forma en que le caía el cabello cuando lo cepillaba; podrás escuchar sus risas y tenerlo cerca sin sentir que tu corazón se va a romper.
Sin embargo, este cambio llega siempre muy despacio, casi imperceptiblemente. Y, a veces, el tiempo entre ahora y entonces es difícil de sufrir. Tu fe en la vida, la felicidad y el futuro pueden abandonarte con frecuencia, pero debes asirte a la vida y a cualquier persona o cosa que pueda ayudarte.
No tienes que ser fuerte, lógica, sensible o cualquiera de las cosas que creas que tienes que ser. Para mí, resultó mejor cuando no intenté luchar contra el dolor sino que dejé que me envolviera como una ola gigante y me llevara con ella hasta que se aplacó su furia y me dejó caer, sin aliento, pero viva, en las playas de la cordura y la sensatez. Y, como cualquier tormenta, gradualmente perdió fuerza y cesó. Las olas se estrellaban cada vez más lejos y, en algún lugar, sin que yo tuviera conciencia de ello, la vida empezó de nuevo a valer la pena de vivirse.
Querida amiga, soy una experta nadadora. Así pues, cuando te veas arrastrada por la resaca, cierra los ojos y siente mis brazos en torno tuyo, sosteniéndote, y acepta mi amor de un ser humano a Otro, de una madre a otra, atravesando la tormenta para poner tu corazón en un lugar seguro y cómodo, mientras se recupera de sus heridas.
Rezaré todos los días para que tu dolor cese y la paz regrese a ti. Tú sabes que siempre se nos da lo que necesitamos, lo queramos o no. Recibirás tu premio. No tienes más que esforzarte por lograrlo. Está ahí. Siempre estará disponible para ti, en cualquier momento del día o de la noche y, a pesar de la distancia que nos separa, estamos tan cerca una de la otra como el teléfono o nuestros pensamientos.
Los míos están contigo y mi amor florece para ti.
Silvia
El recuerdo amoroso
Después de la muerte de un adolescente, una casa que estuvo antes llena de gente joven, de ruido de tambores y de música de rock, de voces y risas de adolescentes, se vuelve terriblemente vacía, fría y silenciosa. Parece irreal, como un ?depósito de cadáveres?, como dijo una madre. La vida sigue, el cartero continúa llegando, pero los vívidos sonidos ya no se escuchan y las puertas ya no se cierran ruidosamente. Aquello que se acostumbraba a considerar como ?una peste, una pesadilla, un ruido insoportable?, ha desaparecido ahora tristemente para siempre. A los afligidos padres ya no les importarían los más ruidosos tambores mientras ven las noticias por televisión, y empieza a surgir en sus mentes la atormentadora idea de ?si sólo le hubiese dicho alguna vez lo mucho que en verdad lo quería?. La pérdida, la añoranza por el familiar ahora desaparecido, produce intenso dolor y, por mucho que ellos suban y bajen las escaleras, desde el sótano hasta su habitación, no lograrán que regresen aquellos ruidos.
En días como estos, semanas y meses después del funeral, es cuando la visita de un viejo compañero de escuela puede ser el mejor regalo. Un chico llega a la puerta de la señora L. y pide permiso para seguir jugando a la pelota en el patio delantero de la casa ?como solíamos hacer?. Por Dios, que ella es feliz de conceder ese permiso. Antes de mucho, llegarán otros compañeros de clase y ella se verá a sí misma ocupada en la cocina preparando bebidas frías y bocadillos y sonriendo al evocar viejos recuerdos. ?Un día, le tengo que decir a Ricardo que me salvó la vida al hacer eso. No sé cómo supo??
Aconsejé a la señora L. que le llamara a Ricardo aquel mismo día y no lo dejara para el siguiente, como si entonces no hubiera ya oportunidad de hacerlo. Cuando lo hizo, el chico le dijo, del modo más natural, que fue su hijo quien le había dicho a él que ya era tiempo de reanudar los juegos de pelota en su patio delantero. Sonriendo y algo tímidamente, le aseguró que él sólo cumplía las órdenes que le daba su viejo compañero, quien lo visitaba ocasionalmente en sus sueños .
Capítulo 11: Liberación (pags 163-4)
¿Será el día de separación el día de reunión?
Y ¿se dirá que mi atardecer fue en verdad mi amanecer?
KAHLIL GIBRAN, El Profeta
Liberar o dejar ir a los hijos es una de las tareas más difíciles de la vida. Empieza cuando nuestros pequeños nacen y se tienen que quedar en el hospital un día o dos después de que sus madres son dadas de alta, aunque nosotras, naturalmente, contábamos con llevar nuestro pequeño envoltorio de alegría a la casa.
Años después, aprendemos cómo dejar ir a nuestros hijos, cuando ingresan al jardín de niños o a la escuela. Los padres parecen sentirse menos afectados por los ?adioses preparatorios?, a menudo dejan la casa antes de que los niños salgan para tomar el autobús de la escuela en su primer ?gran? día. Escucharon algo acerca del acontecimiento, pero no estuvieron presentes cuando llegó el autobús ni cuando un pequeño casi dio una vuelta completa para correr de nuevo a los brazos de su madre.
Después, tenemos que dejar ir a nuestros hijos cuando el médico decide que el apéndice tiene que ser extirpado y necesitan ser preparados para la cirugía correspondiente. Todos estos son ?pequeños traumas?, pero puede ser que, en cierto modo, nos preparen para no dar por descontada la presencia de nuestros hijos.
Escribiendo a su propia madre, una mujer expresa sus sentimientos acerca de la maternidad :
?De una mamá a otra:
?sé que él se ha ido y que el tiempo que pasó en tu vida fue demasiado corto. Siempre que se fue solo, regresó, y cada vez un poco diferente. Pero, eso es ser madre, aun cuando su última partida fuese incomprensible. Al parecer, el tiempo que pasamos con nuestros hijos es limitado; deben dejarnos. Pero, en realidad, ese tiempo no tiene fin, a pesar de su partida. Es algo inapreciable??
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2)Este poema nos lo manda Mechi, hija de Ester de Renacer san Cayetano de Buenos Aires.
El eco de tu risa es ya lejano.
Las bromas han quedado en el olvido,
las peleas fueron desterradas,
la rutina fue arrasada,
y tu vida arrebatada;
y junto a ella nuestros sueños y destinos.
A pesar de todo esto, el mundo continua con su ritmo?
Mi camino continua con ausencia,
a pesar de lo difícil que es el mismo.
Mechi.-
3)Escrito por Ruth Giorgi, vecina de Mariano Durlach de Renacer Palermo, Buenos Aires.
ORACION PARA PILAR
Ayer nos dieron la triste noticia:
¡Una niña ha muerto?!
De pronto, todo se inmoviliza, todo se vuelve gris?
La comida se vuelve amarga,
(porque una niña ha muerto)?
Frente a su cuerpito de ángel y a su carita dulce y blanca,
que antes fuera pecosa y sonrosada,
todos los otros niños lloran y se abrazan
frente a la cortedad de la vida?
Sus padres tienen una dignidad que asombra y conmueve.
(¡Porque es su niña la que ha muerto!)
Y hoy, que todos la despiden, hay un enorme silencio que todo lo invade?
(Parece que todo se aquietara?)
que nada se mueve para acompañar este tranquilo dolor.
Pero aún así, la naturaleza sigue su marcha creadora
mientras yo la observo como paralizada (pensando que todo debiera aquietarse?)
Los pajaritos cantan y vuelan de una rama a otra y lejos, una campana tañe?
Una leve brisa llena de hojas mi jardín y lo vuelve amarillo,
los perros vecinos hoy no ladran?
Aunque el sol ha salido esplendoroso, nuestras almas están nubladas,
(¡porque una dulce niña ha muerto?!)
Señor: ¡qué contradictorio canto a la vida, ya que todo continúa su marcha
y Tú nos ayudarás a llenar (porque ésta es nuestra oración) el enorme hueco
que dejaste en sus almas, con la palabra, el gesto, la mirada,
con la mano amiga y fraterna de los que caminamos juntos hacia Ti!
¡Una niña ha muerto?!
Y aún así (como podamos), todo debe continuar?
Amén.
Ruth Giorgi.
4)Graciela Canteros, comparte con nosotros:
Antigua bendición Irlandesa
Que la tierra
Se vaya haciendo camino
Ante tus pasos
Que el viento
Sople a tus espaldas
Que el sol brille
Cálido sobre tu rostro
Que la lluvia
Caiga suavemente
Sobre tus campos
Y hasta tanto volvamos
A encontrarnos
Dios te guarde
En la palma de su mano
5)
Reconocimiento a los padres de bebés fallecidos
A los padres que hemos perdido hijos pequeños adolescentes o adultos nos resulta difícil, en un primer momento, comprender el dolor que experimentan los papás que sufren la pérdida de un bebé nacido sin vida, de pocas horas, días o meses, o aún en gestación.
-Sin- darnos cuenta y sumergidos en nuestro dolor, creemos que nuestro sufrimiento es muchísimo más grande, sin pensar que el dolor por la pérdida de un hijo no puede medirse por sus edades.
A través de tantos testimonios escuchados en el grupo, pude comprender que así como la forma en que mueren, al tiempo deja de tener importancia, las edades de nuestros hijos no influyen en la intensidad de nuestro dolor.
Esas mamás y papás con pérdidas de bebés se acercan a Renacer buscando lo mismo que buscamos todos: Ayuda y Contención para transitar el duelo.
Sus testimonios nos hablan de la desprotección que sufren en su entorno familiar y de amigos que, a veces, acuerdan un pacto de silencio o presionan para que se recompongan rápidamente, creyendo que al ser hijos que han vivido tan poco tiempo, deben ser olvidados.
Escuchamos frecuentemente que les dicen frases como: ?Son jóvenes?, ?Ya tendrán otros hijos?, ?Tienen la vida por delante??
¿ Es que acaso por ser jóvenes se sufre menos?
¿ No podríamos pensarlo a la inversa, que justamente por ser jóvenes se está menos preparado para un dolor así?
¿ Pueden otros hijos reemplazar al que se fue?
¿ Qué se quiere decir con tener toda la vida por delante?
Esos hijos que ya no están, cualquiera sea su tiempo de vida, fueron concebidos con amor, fueron amados antes de nacer, desde el primer momento se elaboraron proyectos, expectativas, ilusiones.
Han pasado fugazmente por la vida, pero esos padres quedaron al igual que nosotros con un montón de esperanzas truncas.
Ayudémoslos con nuestro amor y nuestra comprensión para que encuentren el camino que vinieron a buscar. No nos equivoquemos discriminando su dolor, pues nadie posee la vara para medirlo.
Abramos nuestros brazos para que encuentren refugio y puedan con nosotros decir :?SI A LA VIDA A PESAR DE TODO?.
Carmen Velardi de Zorzoli
Mamá de Renacer Buenos Aires (Grupo Patrocinio de San José)
6) RENACER SALTO
Nunca tuve conflictos con la vida, quizás hay sido que he aceptado todo lo bueno y todo lo malo, aunque lo malo siempre nos pesa más.
Así como soy me siento amiga de mí misma, de la lluvia que lava mis lágrimas, del viento que me trae besos de los que están ausentes, de la tierra que es ella quién está cobijando a mi hijo, de las flores porque adornan su tumba, de sus amigos que también son los míos, de los niños porque me recuerdan a él, de las estrellas porque desde alguna de ellas está mirándome. Con el pasado, que es un recuerdo hermoso, y con el futuro, a no tenerle miedo porque ya no tendré por quién estar atenta, tengo que ser yo solamente la que camine por la senda que mejor me parece y es ella la que me conduce a ?Renacer?.
HAYDEÉ mamá de Hernán
* Citas1)?Cuando una persona noble y buena ha vivido a nuestro lado, no nos es nunca arrebatada completamente. Deja detrás de sí un vestigio luminoso semejante a esas estrellas apagadas que se ven desde la tierra después de muchos siglos?
Carlyle
2) ?No solo actuamos como somos sino que también somos de acuerdo a como actuamos. El hacer nos constituye en lo que somos. La acción genera nuestro ser?
3)
?Aunque sientas el cansancio,
Aunque el error te lastime,Aunque ignoren tus esfuerzos,
Aunque la ingratitud sea la paga,
Aunque todo parezca nada,
Vuelve a empezar.?
Almafuerte
4)
Aunque yo no sea el culpable de mis problemas
Sí soy el responsable de las soluciones
Walter Salama
5)
?Descubri que siempre tengo opciones
y a veces es solo una eleccion de actitud.?
Judith M. Knowlton
* Breve Editorial
Un pequeño cuento que tiene que ver con Renacer:Hu-Song, filosofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia: ?? Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada . Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia tea y así compartiendo la llama con todos la caverna se iluminó?.
Uno de los discípulos preguntó a Hu-Song: ¿Qué nos enseña, maestro, este relato?
Y Hu-Song contestó : Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer.
Hasta la próxima!!!