Respaldo de material de tanatología

�Qu� es la Espina B�fida?

�Qu� es la Espina B�fida?
Salud / 30-09-2005

La espina b�fida es una malformaci�n cong�nita, que se adquiere
durante la gestaci�n y que se da en dos de cada cinco mil reci�n
nacidos cuando el �rgano que recubre la m�dula espinal no se cierra
bien, dejando parte de la m�dula al descubierto y en contacto con el
exterior; dependiendo de la altura a la que aparezca la lesi�n y de
la extensi�n de la misma, se producen diferentes alteraciones
neurol�gicas en el movimiento y en el funcionamiento de los �rganos.
As� pues, cuanto m�s cerca de la cabeza se encuentre la lesi�n
mayores ser�n las complicaciones, mientras que si el nivel de la
lesi�n es bajo, en la zona sacro-lumbar, los trastornos de movilidad
que aparecen son corregibles con el uso de aparatos ortoprot�sicos.
En muchos casos, la espina b�fida se acompa�a de un exceso de
l�quido cefalorraqu�deo en el interior del cerebro, lo que se
denomina hidrocefalia, que tambi�n provoca trastornos en la funci�n
motora y en el aparato digestivo; Adem�s, en algunos casos puede
aparecer retraso mental en distintos grados.

Existen dos tipos de espina b�fida; en la denomina `oculta’, los
arcos vertebrales no fusionan y la lesi�n est� cubierta de piel en
toda su extensi�n. En estos casos las disfunciones son muy leves y
su detecci�n es de forma ocasional, ya que apenas se aprecia ninguna
sintomatolog�a que ayude a detectarla. El segundo tipo de espina
b�fida, que es la m�s habitual, se conoce como Mielomeningocele;
aqu�, la lesi�n aparece recubierta por una membrana en forma de
quiste; En estos casos, el quiste no s�lo afecta a las meninges y al
l�quido cefalorraqu�deo, sino tambi�n a los nervios y en parte a la
m�dula espinal; asimismo, puede haber p�rdida de sensibilidad por
debajo de la regi�n afectada, problemas intestinales y de
incontinencia y suele estar acompa�ado de hidrocefalia.

La detecci�n de la espina b�fida en el feto puede realizarse durante
las 20 primeras semanas del embarazo con un an�lisis de sangre de la
madre, en el que los niveles de determinadas prote�nas indican la
posibilidad de la malformaci�n. Otros m�todos diagn�sticos son la
ecograf�a prenatal y la amniocentesis, o an�lisis del l�quido
amni�tico.

Tratamiento
No existe una curaci�n definitiva de la espina b�fida pero s�
diversas maneras de abordarla que contribuyen a minimizar las
consecuencias de la enfermedad y a mejorar la calidad de vida. En
este sentido, el tratamiento quir�rgico est� indicado en los casos
en que sea necesario reparar y cerrar la lesi�n; corregir los
problemas ortop�dicos, como las dislocaciones de cadera o de
tobillo; dar soluci�n a los problemas de intestino y vejiga y tratar
la hidrocefalia.

Adem�s de la cirug�a, que no se emplea en todos los casos, a menudo
es necesario el uso de aparatos ortoprot�sicos y una rehabilitaci�n
que mantenga la movilidad de las extremidades y refuerce los
m�sculos que funcionan.

Aquellos ni�os afectados por espina b�fida que tengan una lesi�n
alta, adquieren dificultad para llevar a cabo la marcha, por ello es
esencial que en los primeros a�os de la infancia consigan estar de
pie con bipedestarores y que anden con bitutores y bastones o
andadores que logran que el ni�o tenga un mejor desarrollo
psicosocial. Adem�s con la posici�n que adquieren al usar estos
aparatos evitar�n las rigideces articulares, las �lceras en la piel
y conseguir�n un mejor drenaje urinario y una disminuci�n de
osteoporosis.

Asimismo, los ni�os que tengan lesiones m�s bajas (inferiores a L4)
mantendr�n sus posibilidades de marcha ayud�ndose de un bitutor
corto; mientras que los pacientes con lesiones de L3 (es decir con
afectaci�n del cu�driceps) se encuentran en una posici�n intermedia;
as�, con bitutores largos y control del peso pueden conseguir una
marcha independiente.

En lo que se refiere a la terapia ocupacional que reciben los ni�os
con espina b�fida y en concreto, aquellos que son dependientes de la
silla de ruedas y que tienen deformidades en los miembros
inferiores, se persigue un buen posicionamiento en la silla para
evitar el aumento de la deformidad o la aparici�n de otras nuevas;
Adem�s, se lleva a cabo el trabajo de transferencias y actividades
de la vida diaria, para conseguir la mayor independencia posible. En
lo que respecta a los pacientes que consiguen realizar la marcha se
trabajan, principalmente, las tareas de vestido y la colocaci�n de
los aparatos.