Respaldo de material de tanatología

Guias del duelo: Aceptar la pérdida

EL DUELO – ¿porqué nos vinculamos a otras personas?

Los seres humanos tenemos una tendencia innata a establecer vínculos emocionales con otras personas. Así conseguimos la satisfacción de necesidades biológicas (hambre, sed, sexo), y psicológicas (protección, seguridad, afecto).
Estos vínculos se desarrollan a una edad temprana (aunque pueden hacerlo también en otros momentos), se dirigen a unas pocas personas específicas y tienden a perdurar durante gran parte del ciclo vital.

Si se ponen en peligro se producen intensas reacciones (llorar, coaccionar mediante el enfado…) que buscan su restablecimiento. Si observamos otras especies, vemos que no es precisamente infrecuente que respondan con agresividad a la separación de sus seres queridos. Normalmente, el despliegue de este repertorio de conducta suele ser útil y las cosas volver a su cauce. Sin embargo, a veces se produce una pérdida sin marcha atrás.

A pesar de que la pérdida sea irrecuperable, la persona intentará restablecer la relación. Y aquí viene el problema, cuando ya no es posible. Tendrá que aceptar y acostumbrarse a vivir sin esa persona, y eso lleva un tiempo. A este proceso de adaptación se le ha denominado duelo y es una de los períodos de crisis más intensos que puede experimentar una persona a lo largo de su ciclo vital.

¿Cómo se manifiesta?

SENTIMIENTOS

  1. Tristeza
  2. Enfado
  3. Culpa y auto-reproche
  4. Ansiedad
  5. Soledad
  6. Fatiga, apatía, indiferencia
  7. Impotencia
  8. Anhelo
  9. Liberación
  10. Alivio
  11. Insensibilidad

SENSACIONES FÍSICAS

  1. Vacío en el estómago
  2. Opresión en pecho o garganta
  3. Hipersensibilidad al ruido
  4. Sensación de irrealidad
  5. Falta de aire
  6. Debilidad muscular
  7. Falta de energía
  8. Sequedad de boca

COGNICIONES

  1. Incredulidad
  2. Confusión
  3. Preocupación
  4. Sensación de que esa persona está aquí
  5. Alucinaciones

CONDUCTAS

  1. Trastornos del sueño
  2. Comer demasiado o demasiado poco
  3. Conducta distraída
  4. Aislamiento social
  5. Soñar con él/ella
  6. Evitar recuerdos
  7. Buscar y llamar en voz alta
  8. Suspirar
  9. Hiperactividad
  10. Llorar
  11. Visitar lugares relacionados
  12. Atesorar sus pertenencias

¿Qué pasos tenemos que dar para superar la pérdida?

Aceptar que a partir de un determinado momento tenemos que renunciar a vivir con una persona que hasta entonces había sido una parte importante de nuestra vida no es fácil y suele llevar un tiempo considerable.
Una forma útil de ver el duelo es como un proceso que pasa por una serie de fases que hay que superar para poder volver a hacer una vida lo más normal posible sin la persona que desapareció. En síntesis estas fases son:
Aceptar que la persona ha desaparecido de su vida.
Asumir las emociones negativas que se producen.
Adaptarse a un medio en el que esa persona no está, y a las nuevas tareas que han surgido al dejar de desempeñarlas.
Recolocarla emocionalmente y continuar viviendo. Lo que suele llamarse “rehacer la vida”

¿Cuándo ha finalizado?

No hay un tiempo límite, cada persona necesita uno diferente.
Pistas:
Cuando ya se es capaz de pensar en la persona fallecida sin dolor intenso, aunque con tristeza.
Cuando el punto de interés vuelve a estar en la vida y las personas vivas