Respaldo de material de tanatología

Spinoza y Dios

Spinoza y Dios

    Spinoza tomó la definición de substancia de Descartes y la interpretó de un modo estricto. Si por substancia entendemos aquello que existe por sí mismo y que no necesita de nada más para existir (que es su propia causa), entonces debemos reconocer que hay una única substancia, Dios. Dios existe necesariamente (su esencia implica su existencia) y tiene infinitos atributos. Todo cuanto existe es Dios o uno de sus atributos (panteísmo).
    Los términos “Dios”, “substancia” y “Naturaleza” se equiparan. De los infinitos atributos divinos el hombre sólo conoce dos: el pensamiento y la extensión.
    Pero como ambos son en definitiva Dios mismo, todo es pensamiento y extensión a la vez, aunque no podamos pensarlo de las dos maneras al mismo tiempo.
    Además de tener infinitos atributos, la única substancia tiene infinitos modos. Entre estos infinitos modos de ser la substancia infinita encontramos a las cosas y al hombre.
    Todos los objetos físicos son las formas de Dios contenidas en el atributo extensión.
    Del mismo modo, todas las ideas son la formas de Dios contenidas en el atributo pensamiento.
    Las formas son naturaleza creada (natura naturata) mientras que la única substancia o Dios es naturaleza creadora (natura naturans).
    Las formas son temporales, mientras que Dios es eterno.

    Spinoza distingue entre las existencias y las esencias. Estas últimas, al estar fuera del tiempo, son también eternas.

    La causalidad se da entre los objetos físicos (en el atributo extensión), por un lado, y entre las ideas (en el atributo pensamiento), por otro, pero no entre éstas y aquéllos.
    La aparente interacción entre objetos e ideas se debe a que cada idea tiene su correspondencia en los objetos físicos y a cada cosa le corresponde una idea (Teoría del Paralelismo).

    Como modo de la única substancia, el hombre es parte de la Naturaleza y está regido por la necesidad, carece de libertad.
    El hombre es deseo, deseo de una vida feliz según la razón.
    No es el hombre una substancia en sí mismo ni una substancia pensante. Es sólo un modo de la única substancia. La libertad, si es que aún cabe hablar de ella, no es otra cosa que guiarse por la sola razón.
    La libertad no está relacionada con la voluntad sino con el entendimiento (esta afirmación lo acerca a Sócrates, que afirmaba que el que obra mal lo hace por ignorancia, a los estoicos y a Hegel).
    La autocausalidad es la libertad, y ella se da sólo en el terreno de las esencias, no en el de la existencia (ya sea ésta en el atributo extensión o pensamiento) donde cada cosa viene determinada por una serie de causas.

    En cuanto al Estado afirma que sus fines son los mismos que los de los individuos que lo integran: preservar la vida y la libertad de obrar de acuerdo a la razón.
    Esta libertad no puede darse y sostenerse en el estado de naturaleza, por ello son necesarios el derecho y la autoridad política.

    Su panteísmo, su negación de la libertad de la voluntad y su concepción de Dios como un ser impersonal le generaron el rechazo y la oposición de muchos.
    Si bien no perteneció a ninguna escuela filosófica ni fundó una propia, su pensamiento influyó en muchos de los filósofos posteriores y también en literatos y poetas como el mismísimo Göthe.

Texto sacado de : http://www.luventicus.org/articulos/02A036/spinoza.html