Respaldo de material de tanatología

Esquizofrenia:

Esquizofrenia: La enfermedad causa una deficiencia de la transmisión y de la adaptación de los impulsos nerviosos que conduce a un deterioro de la función cerebral.

Pueden aparecer las siguientes alteraciones:

Trastornos en el procesamiento de la información y en las percepciones sensoriales; Anomalías en las emocionales; Trastornos de concentración; Trastornos del pensamiento y de la capacidad de comunicarse.

La esquizofrenia afecta a más de 2 millones de personas. Más de 100.000 pacientes con esquizofrenia deben ser hospitalizados alguna vez en sus vidas. Al menos dos tercios de los pacientes necesitan ser hospitalizados. La prevalencia de esquizofrenia es de alrededor del 1-1,5% de la población según lo señaló el National Institute of Mental Health.

Aproximadamente un tercio de los vagabundos en EEUU padecen esquizofrenia. Un 50% de las personas con esquizofrenia tienen al menos un intento de suicidio; mientras que entre un 15% logra consumarlo.

La esquizofrenia es un trastorno grave, que presenta síntomas cos que se caracterizan por:

dificultad inguir fantasía de realidad, alteraciones del pensamiento (por ejemplo ideas delirantes), alteraciones de la percepción (por ejemplo alucinaciones), alteraciones en los afectos (imposibilidad de reaccionar de manera adecuada),
alteraciones de la comunicación, alteraciones dortamiento social y laboral.

Síntomas más característicos

Ideas delirantes extravagantes (por ejemplo, la persona cree que es Napoleón).
Alucinaciones auditivas (estas personas suelen escuchar una vo más conversando entre sí).
Grave deterioro en la evaluación de la realidad (esto quiere decir que les resulta difícil distinguir lo que es real de lo que no es).

Para la familia suele ser difícil convivir con una persona con esquizofrenia.

Es importante desmitificar el hecho que todos los pacientes con esquizofrenia son violentos y atacan o matan. Esto se debe a la falta de comprensión de las enfermedades mentales y a la publicidad desproporcionada de los pocos enfermos que manifiestan tas violentas o criminales.

La esquizofrenia es una enfermedad crónica e inhabilitante, y necesita de cuidados constantes. No obstante es tratable con psicofármacos, psicoterapia, rehabilitación social y laboral y psicoeducación al paciente y su familia. Si afrontamos la enfermedad en forma activa y coordinada por parte del paciente, su familia y el equipo de profesionales de salud podremos superar antiguas creencias acerca de imposibilidad de modificar el curso negativo de la enfermedad.

Los síntomas típicos de la esquizofrenia que deben estar presentes durante al menos 1 mes y persisten durante al menos 6 meses son:

Alucinaciones auditivas, visuales, táctiles, olfativas o gustativas (las primeras son las más comunes),
ideas delirantes, lenguaje desorganizado (por ejemplo: incoherencia), comportamiento gravemente organizado (agitación, incapacidad para organizar las comidas, incapacidad para mantener la higiene) o catatónico (implica una disminución de la actividad hasta una otal de atención y rigidez), pobreza del habla, incapacidad para pensar, para iniciar una actividad, pérdida del interés o del placer en actividades que antes a la enfermedad se disfrutaban.

Otras características son:

afecto inapropiado (risa, en ause a de estímulos apropiados), alteración del sueño (dormir durante el día y presentar activintranquilidad por la noche),
falta de interés en la comida, alteraciones en la marcha, balanceo, distractibilidad y discapacidad de fijar la atención, confusión, desorientación, falta de conciencia de su enfermedad, comportamientos raros, posturas raras.

La esquizofrenia afecta a las personas en el área social y laboral. Suelen tener problemas en las relaciones interpersonales, en el trabajo e incluso presentan dificultades en el cuidado de sí mismos.
Para el diagnóstico esquizofrenia se tiene en cuenta diferentes factores como la historia clínica, los síntomas, los antecedentes familiares, y las circunstancias estresantes por las que atraviesa el paciente.

Es importante que se efectúen estudios para descartar posibles patologías endócrinas o neurológicas, abuso de sustancias, enfermedades autoinmunes o hepátotras enfermedades mentales.

El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir, puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante, un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos psicóticos o un estado confuso onírico. También puede surgir de una manera insidiosa o progresiva.