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Suspender la medicación contra el VIH/sida duplica los riesgos

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Suspender la medicación contra el VIH/sida duplica los riesgos

Lo demuestra un amplio estudio internacional, del que participó la Argentina

Suspender en forma temporaria y programada el tratamiento de la infección por VIH no sólo no reporta beneficios al paciente, como se creía, sino que incluso puede ser altamente perjudicial. Un amplio estudio internacional, cuyos resultados se publican hoy en la revista The New England Journal of Medicine, demostró que retirar la medicación antirretroviral duplica el riesgo de progresión de la infección causada por el virus del sida.

“Los resultados del estudio son muy trascendentes: el mensaje es que cuando uno decide iniciar un tratamiento antirretroviral debe estar seguro de que lo va a poder sostener durante mucho tiempo, ya que las suspensiones tienen un costo concreto, que es un mayor riesgo de enfermar”, dijo a LA NACION el doctor Marcelo Losso, investigador del Servicio de Inmunocomprometidos del hospital Ramos Mejía.

“Hasta el momento en que se presentaron los primeros resultados de este estudio -agregó el doctor Losso-, estaba la idea de que suspensiones programadas en el tratamiento antirretroviral ayudan a exponer menos a los pacientes a la toxicidad asociada a estas medicaciones.”

Losso es uno de los coautores del estudio Smart -sigla que, en inglés, significa Estrategias para el Manejo de la Terapia Antirretroviral-, organizado por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos. El estudio, realizado en 33 países, incluida la Argentina, involucró a 5472 pacientes, pero debió ser suspendido a fines de enero. Por ese entonces, los resultados mostraban que un grupo de pacientes (aquellos en los que se había suspendido el tratamiento) no estaba evolucionando como se esperaba.

“Nos sorprendimos al aprender que en el corto plazo la terapia antirretroviral episódica [que alternaba fases en las que el paciente recibía medicación con otras en las que no recibía medicación] implica un riesgo incrementado, sin evidencias de quitarles a los pacientes los efectos secundarios de la terapia antirretroviral”, declaró a fines de enero el doctor Wafa El-Sadr, investigador de la Universidad de Columbia en Nueva York y uno de los autores principales del estudio.

En la Argentina, se estima que sólo entre 30.000 y 35.000 de las 90.000 personas infectada con el VIH que deberían estar en tratamiento reciben efectivamente la medicación. En el país, el número total de infectados se estima en entre 130.000 y 150.000 personas.

Criterios en revisión

“El criterio para iniciar el tratamiento en las personas infectadas con el VIH ha ido variando con los años -comentó el doctor Losso-. Al principio, el tratamiento se indicaba muy precozmente, pero con el tiempo se ha tendido a iniciar el tratamiento más tardíamente.”

Así, antes de los resultados del estudio Smart (que fueron inicialmente difundidos a fines de enero último), a algunos de los pacientes que habían iniciado el tratamiento en un momento muy temprano de la evolución de su enfermedad los médicos a veces proponían suspender temporariamente la medicación.

“A las personas que se les ha suspendido el tratamiento por esas razones, y que están con sus niveles de defensas estables y con cargas virales bajas, el médico no necesariamente les indicará reiniciar el tratamiento -señaló Losso-. Esa es una decisión que se toma individualmente ante cada paciente.”

En todo caso, dijo, lo que cambia con el Smart es algo más conceptual: “Hoy no habría un horizonte de suspensión del tratamiento con fines terapéuticos, como se pensaba hasta ahora. En todo caso, las suspensiones temporarias estarán más vinculadas con los casos en los que los pacientes experimentan complicaciones causadas por la toxicidad del tratamiento o porque deciden suspenderlo, porque “no lo aguantan más”, que es lo que se llama “fatiga de tratamiento”.

Sí sabemos, concluyó, “que esa suspensión trae aparejado un riesgo adicional, en términos de enfermedad o de mortalidad”.

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=863317
LA NACION | 30.11.2006 | Página 18 | Ciencia/Salud