Respaldo de material de tanatología

DURACIÓN DEL DUELO-34

DURACIÓN DEL DUELO

Predecir cuanto tiempo le tomará a un individuo completar el proceso del duelo es difícil pues algunos podrán hacerlo en unos meses mientras que para otros se requerirán años. La cantidad de tiempo invertido depende de muchas variables que interfieren y crean distintos patrones:

1. Intensidad del apego del deudo al difunto.
2. Grado de participación del fallecido en la realidad, sentido de la vida y personalidad del  deudo.
3. Recursos intrapsíquicos del deudo.
4. Intensidad del shock inicial.
5. Presencia/ausencia de la aflicción anticipatoria.
6. Crisis concurrentes.
7. Obligaciones múltiples (crianza de los hijos, dificultades económicas, cuidado de otro familiar enfermo, etc.).
8. Disponibilidad de apoyo social y/o aislamiento.
9. Curso del duelo y éxito en el trabajo de congoja.
10. Características de la muerte (muerte súbita/muerte anticipada).
11. Situación socioeconómica.
12. Religiosidad/espiritualidad.
13. Grado de ambivalencia y dependencia hacia el difunto.

Existe una creencia común de que el duelo deberá estar resuelto al año. Mientras que algunos individuos ya pueden estar normalmente funcionando en el primer aniversario de la muerte, muchos otros no lo están. A menudo, familiares y amigos llegan a molestarse y a disminuir su compañía y apoyo al superviviente por esta época, a pesar de que el individuo continúa afligido activamente, algunas veces por mucho más de un año. Además, el deudo puede sentirse confundido al pensar/sentirse que “no lo está haciendo bien”, que está “deprimido”, que “quería demasiado”, que es “más débil, nervioso o enfermo mental” pues “él no se siente tan bien como se sientes otros o como debería sentirse según los demás le dicen”.

Aunque la mayoría de los deudos habrán resuelto el duelo dentro del primer año después de la pérdida, la reconstrucción de significados (de la realidad, sentido de la vida y personalidad) puede requerir tanto como 3 a 4 años para su resolución total: El duelo no se resuelve simplemente por dejar de llorar. Debe matizarse, sin embargo, la diferencia que existe entre resolución de la fase aguda del duelo -aflicción aguda-, que, como hemos visto, tiene una duración media de 1-3 meses, y cuyos efectos son mínimos a los 6 meses, y lo que es la resolución total del proceso del duelo.

Así, aun cuando consideremos a la resolución del duelo como un fenómeno que ocurre dentro de un período de tiempo circunscrito, los hallazgos sugieren que se trata de un proceso continuo y variable, no necesariamente sujeto a un espacio de tiempo rígido y absoluto, y que puede requerir tanto como 3-4 años. Dentro de este proceso, el peor período será el primer año, período en donde la existencia del deudo gira entorno al dolor, la angustia y la desesperación como consecuencia de la pérdida y la ausencia (ansiedad de separación); aún no piensa en reconstrucción. La cantidad de tiempo invertido depende de muchas variables que interfieren y crean distintos patrones.

Muchos deudos viven su duelo como un proceso asociado al tiempo y se someten al mito popular de que “el tiempo lo cura todo” o que “todo es cuestión de tiempo”. Esto generalmente lleva a cuestionarse la propia salud mental pues “uno no va con el tiempo y cada día que pasa se siente uno peor”. La razón de esta “discrepancia de tiempo”  asienta en que los tres tipos de tiempo existentes no tienen la misma presencia durante el duelo. Así:

1. El tiempo cronológico es el medido por los relojes; está estrictamente subdividido, es linear y es responsable de una progresión que hemos acordado medir de una forma particular. En vista de que el dolor de la pérdida de un ser querido “en lugar de mejorar, empeora” (es decir, no va acorde con el mito popular de que el tiempo lo cura todo), su importancia durante los primeros meses del duelo parece ser menor.
2. El tiempo biológico es la forma en que nuestro cuerpo envejece, es el impacto el paso del tiempo cronológico en nuestra existencia física. Sabemos que no para todos es igual y que su impacto es variable en el organismo. No parece tener mucha importancia durante el duelo, excepto si la persona es mayor de 60 años.
3. El tiempo subjetivo es nuestra percepción o vivencia subjetiva del paso del tiempo cronológico; su ritmo es enteramente diferente del tiempo cronológico; las experiencias alegres causan que nos olvidemos de él, y nos quejamos de que el tiempo es muy corto. Las experiencias dolorosas hacen que el tiempo sea interminable y molesto, ¿y qué es el tiempo el duelo? La experiencia del duelo,al menos en los primeros meses, se ve dominada por el tiempo subjetivo y este es un tiempo que en lugar de mejorar suele empeorar a medida que el deudo adquiere consciencia de pérdida. Hay una constante lucha para reconciliar el tiempo que ha pasado con el que permanece. El presente puede llegar a ser caótico.

Se trata de un proceso continuo y variable, no necesariamente sujeto a un espacio de tiempo rígido y absoluto, y que puede requerir tanto como 3 4 años.
         
EL DOLOR DEL DUELO ES UN DOLOR QUE EN LUGAR DE MEJORAR EMPEORA CON EL TIEMPO Y NO TIENE PERSPECTIVA DE MEJORÍA A CORTO PLAZO.

Las observaciones relacionadas con la lenta recuperación del duelo evidencian que nuestros conceptos del duelo necesitan ser re-examinados y extendidos.