Respaldo de material de tanatología

Ludopatía: el juego patológico

Ludopatía: el juego patológico

Hablamos de ludopatía cuando la persona no es capaz de controlar sus impulsos a jugar acarreándole numerosos y graves problemas personales, familiares, sociales y laborales. La característica fundamental de la ludopatía es que siempre va a consistir en una apuesta monetaria donde la posibilidad de ganar o perder solo depende del azar. Entre los juegos de azar que más se practican en relación con la ludopatía están:

Juegos de casinos (ruleta, blackjack…) y bingos
Máquinas recreativas (por ejemplo las tragaperras)
Apuestas deportivas
Loterías y cupones
Juegos de cartas privados y con apuestas
Hoy en día, el juego ha adquirido una importancia social sin precedentes debido a los importantes intereses económicos que implica. Su legalización y la facilidad para acceder a este tipo de juegos es un buen ejemplo de ello.

La ludopatía es un trastorno progresivo que implica una continua pérdida de control sobre el juego que puede comenzar como un juego puntual y llegar a convertirse en una forma de vida.

¿Por qué son tan adictivos los juegos de azar?
Los juegos de azar son tan adictivos porque no se gana (o se pierde) siempre. Esta afirmación que parece tan contradictoria explica el poder adictivo del juego. Si en un juego descubriéramos que podemos ganar el 100% de las veces que jugamos, probablemente perdería toda la emoción y solo jugaríamos por la ganancia económica. Si esto fuera así, evidentemente el juego no existiría porque la empresa que lo mantiene quebraría. En el caso contrario, si siempre que jugamos perdemos sistemáticamente, lo más probable es que dejásemos de jugar (no tendría emoción).

Sin embargo, lo que realmente ocurre es que a veces ganamos y otras no, y ésta es precisamente la trampa de la adicción. Cuando una persona está apostando en un juego de azar sabe que lo puede perder todo pero también sabe que puede ganar mucho, esta sensación (que un ludópata conoce bien) genera un estado de activación en el organismo muy intenso que, en el caso de que gane se convierte en una intensa sensación de emoción positiva. Esta sensación, es la que está buscando la persona que juega una y otra vez a los juegos de azar.

Esta espiral de juego patológico puede ser difícil de romper provocando importantes pérdidas económicas para el ludópata así como otros problemas graves en su vida personal como la pérdida de la pareja, del trabajo e incluso de la vivienda.