Respaldo de material de tanatología

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN EL SUFRIMIENTO AL FINAL DE LA VIDA

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN EL SUFRIMIENTO AL FINAL DE LA VIDA Y EN LA ELABORACIÓN DEL DUELO 

Tal y como se informaba ayer y coincidiendo con la celebración esta semana del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, Infocop Online ha querido publicar en diferentes días, a modo de monográfico, diversos trabajos y entrevistas de especialistas de contrastado prestigio en el campo de la atención psicológica al final de la vida y el duelo. En este segundo día, contamos con el trabajo elaborado por la profesora Pilar Barreto, Catedrática en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Valencia, quien ofrece un panorama general sobre los aspectos más relevantes a tener en cuenta en intervención psicológica en el ámbito de los cuidados paliativos.

Mª Pilar Barreto

Universitat de València

Todas las etapas de la vida de una persona son igualmente importantes y, por tanto, han de ser abordadas con gran seriedad y rigor profesional. La Psicología ha de dar respuesta profesional al sufrimiento generado por las dificultades propias de la etapa final, aportando sus recursos y cooperando en el equipo multidisciplinar que atiende a las personas en estas circunstancias.

La primera cuestión a plantearse se refiere a la importancia que tiene despatologizar esta situación vital. La presencia de sufrimiento intenso no indica necesariamente la existencia de patología, aunque sí la necesidad de abordarlo, facilitando el proceso de adaptación de la persona que finaliza su vida y de sus allegados. Las continuas pérdidas que implica la situación, el declive progresivo del organismo y la presencia inevitable de la muerte generan necesidades específicas que han de ser tratadas. La sensibilidad, el respeto al proceso individual y el rigor profesional han de ir claramente de la mano. Se entiende el sufrimiento como el desequilibrio entre las múltiples necesidades y los recursos disponibles. Además, éste afecta a los distintos elementos que intervienen en la situación, es decir, el paciente, sus familiares o allegados afectivos y el personal que les acompaña atendiéndoles.

La pregunta que surge de inmediato es: ¿Qué herramientas necesita un profesional de la Psicología para actuar de modo eficiente en este ámbito? Revisando la literatura científica y recogiendo la información que nos aporta nuestra experiencia y la de tantos compañeros y compañeras que se han entregado a esta tarea, nos gustaría señalar las siguientes:

1. Es imprescindible una buena formación que ha de incluir al menos:

a) Conocimientos acerca de la situación en que se encuentran las personas que finalizan su vida, las patologías o hechos vitales que conducen a la muerte, los problemas más habituales derivados de la enfermedad o de la etapa vital y los recursos que facilitan la adaptación humana en estas circunstancias.

b) Habilidades de relación con pacientes y familiares. Resulta difícil, a la par que enriquecedor, vincularse a personas en situaciones tan delicadas. Información adversa que inevitablemente genera dolor, toma de decisiones cruciales y emociones intensas configuran un panorama complejo. Como ya hemos expuesto en otro lugar (Arranz, Barbero, Barreto y Bayés, 2008), el counselling es un gran instrumento que nos facilita esta tarea. Conocimientos profesionales, habilidades de comunicación, manejo de emociones y autorregulación personal, constituyen un marco idóneo para realizar nuestra labor como psicólogos y psicólogas.
 

c) Formación en Bioética. Ésta permitirá abordar situaciones que se plantean con frecuencia en el ámbito. Algunas importantes se refieren a toma de decisiones cruciales como el cambio del tratamiento curativo a la atención paliativa, la determinación de la competencia de las personas, el planteamiento de voluntades anticipadas o la sedación.

2. El manejo ágil y flexible de las técnicas psicoterapéuticas.

Supone un reto importante para los y las profesionales la aplicación de las herramientas clínicas en este ámbito. En línea con los comentarios iniciales de este capítulo, las herramientas clínicas que nos permiten abordar el sufrimiento no son diferentes a las utilizadas en otras situaciones, aunque algunas de ellas sean más pertinentes al contexto en el que actuamos. Así, la reestructuración cognitiva que facilite el cambio de cogniciones desadaptativas, las estrategias que combinan imaginería y relajación, en muchos casos la meditación y todas aquellas operantes que promuevan los estados de ánimo positivos además de abordar el sufrimiento, pueden ser de gran utilidad.

Se ha de señalar, no obstante, la necesidad de adaptar los procedimientos a la situación de fragilidad y vulnerabilidad de las personas ante las que nos encontramos. Así, como en cualquier otro escenario, es necesaria una actuación rigurosa basada en la evidencia empírica y, en este caso, resulta complejo dadas las circunstancias en las que intervenimos. Hemos de tener en cuenta, al menos, dos de las mayores dificultades que se nos plantean.

La primera se refiere a los instrumentos de evaluación a utilizar. Estos han de ser breves, sencillos, no intrusivos y dada la situación cambiante de los pacientes, han de permitir su aplicación en distintos momentos sucesivos. Además, sería necesario recoger información del estado general y también de las necesidades específicas en cada momento. En trabajos previos hemos planteado algunas propuestas de medidas indirectas del sufrimiento y bienestar como la percepción del paso temporal, que serviría de indicador inicial, permitiendo un contacto inicial para pasar posteriormente a exploraciones más profundas. Los resultados obtenidos hasta el momento son alentadores (Saavedra y Barreto, 2008).

  La segunda cuestión tiene que ver con el declive progresivo de las personas que acompañamos. La eficacia de las intervenciones se ve contrarrestada con el deterioro progresivo que genera la fragilidad cada vez mayor del organismo, dado el avance de la enfermedad y el aumento de complicaciones. Estas circunstancias facilitan los estados afectivos adversos y los cambios continuos que complican la evaluación de los efectos de las intervenciones. También en este sentido, hemos hecho algunas propuestas como la evaluación de períodos temporales y no de momentos concretos, que pueden suponer una alternativa viable. Algunos resultados nos animan en este propósito (Barreto, Díaz, Gallego y Barcia, 2006).

3. El conocimiento de las estrategias de trabajo en equipo. La interacción e influencia recíproca de las necesidades de distinta índole hacen necesaria la actuación interdisciplinar. Trabajar con objetivos comunes desde distintos ámbitos profesionales, encontrando espacios y tiempos para poder realizarlo no supone una tarea fácil. Disciplina, valores comunes, actitudes positivas hacia los otros profesionales y buenas habilidades de relación suponen un reto con grandes dificultades, aunque también una oportunidad importante de aprendizaje y, sobre todo, el beneficio para pacientes y familiares que constituyen el objetivo primordial de nuestro trabajo.

4. Autocuidado emocional. Vincularse con las personas en situaciones tan delicadas e importantes para sus vidas resulta muchas veces doloroso e imposible de realizar desde la distancia física o afectiva. Acompañar cuando las noticias son negativas, estar presente ante emociones que indican sufrimiento intenso, ser testigo del deterioro y la muerte del otro no es fácil. Pero es importante recordar también que resulta un privilegio poder acompañarles y aportar nuestros conocimientos profesionales para mitigar, en la medida de lo posible, su sufrimiento y facilitar su proceso de adaptación en esta etapa vital.

La protección para evitar quemarnos en la tarea vendrá dada por una buena formación que permitirá conocer si nuestras actuaciones son útiles, aunque no evitemos lo irremediable, planteando objetivos realistas y accesibles. Además, supone un gran recurso el trabajo conjunto del equipo que facilita compartir dificultades y recursos, así como el reconocimiento personal del riesgo afectivo que supone el contacto continuo con el dolor y la muerte. Desde este reconocimiento, será posible plantearnos estrategias vitales compensatorias que nos ayuden a ser lo más eficientes posibles con el menor coste emocional posible, previniendo el síndrome de burnout.

Finalmente es necesario hacer mención especial a la atención a los familiares o allegados afectivos. Ellos constituyen, junto con el paciente, nuestro objetivo asistencial. Atender sus necesidades instrumentales y afectivas antes y después del fallecimiento del ser querido, representa una de las tareas primordiales del equipo multidisciplinar.

Los allegados sufren por el dolor de su ser querido, afrontan los cambios vitales que supone el cuidado, se enfrentan a dificultades en la relación con el paciente (cómo hablar o compartir silencios, cómo compartir y confortar en estados emocionales adversos, cómo realizar los cuidados en situaciones de gran fragilidad, etc.) y además, anticipan el dolor de la pérdida afectiva. Es preciso, pues, plantear estrategias de actuación para facilitar también su proceso.

En cuanto a la actuación profesional tras el fallecimiento, la atención a los dolientes incluye un amplio abanico de intervenciones que van desde la comunicación empática y compasiva del diagnóstico de enfermedad terminal, hasta el tratamiento especializado del duelo complicado o de los trastornos relacionados con la pérdida. En otro lugar hemos hecho una exposición sistemática de tales intervenciones (Barreto y Soler, 2007). Algunas de las cuestiones importantes se reflejan en los siguientes puntos:

1. Las vivencias del duelo son normales y no está justificado el tratamiento psicológico o farmacológico de forma rutinaria. Los estudios realizados sobre la eficacia de las intervenciones en el duelo diferencian entre prevención primaria o dirigida a la población en general, secundaria o selectiva de dolientes de “alto riesgo”, y terciaria o tratamiento especializado del duelo complicado o patológico y de los trastornos relacionados.

2. Carecemos de estudios sistemáticos que prueben la eficacia de la prevención primaria, al contrario, algunas investigaciones muestran resultados decepcionantes y a veces negativos en adultos. Dentro de unos márgenes razonables, los ritmos de elaboración de las pérdidas son individuales y dependen de múltiples factores experienciales. Por tanto, se desaconseja intervenir de forma rutinaria. En los niños, sin embargo, los resultados son más alentadores siempre que se adapten los procedimientos a la edad del doliente. Por otra parte, las intervenciones ideadas para dolientes más vulnerables a los riesgos del duelo (por ejemplo, niveles elevados de malestar, pérdida traumática, acontecimientos concurrentes o pérdida de un hijo) tienen resultados más prometedores aunque modestos.

3. El counselling es el marco dentro del cual desarrollar la intervención y abarca el apoyo por malestar específico, la prevención dirigida a reducir el riesgo de consecuencias patológicas y el tratamiento de éstas cuando aparecen.

  4. En aquellos casos en que sea preciso intervenir profesionalmente con estrategias específicas para abordar las complicaciones del duelo, es necesario aclarar con el doliente el carácter profesional de la ayuda, ya que la pérdida propicia la soledad y la vulnerabilidad, y puede promover la búsqueda del terapeuta como “confidente suplente” del ser querido muerto. Resulta así conveniente plantear previamente un número determinado de sesiones de intervención.

5. Es importante evitar los consuelos fáciles y las frases hechas (como por ejemplo, “le acompaño en el sentimiento”, “ya ha descansado” o “es ley de vida”), en su lugar, resulta mucho más útil la comunicación no verbal.

6. Es necesario clarificar que el objetivo de la intervención no es “olvidar” al ser querido muerto, sino “encontrarle” un lugar en el espacio psicológico que permita la entrada del presente y los retos de la vida. Este planteamiento ayudará a evitar el rechazo frontal de la intervención.

7. Es importante en la atención al duelo encontrar el equilibrio entre estimular el avance y respetar el ritmo personal del doliente, para evitar el abandono prematuro de la intervención.

8. El sufrimiento del duelo puede intensificarse y alargarse si la persona lo considera una forma de pagar el hecho de haber sobrevivido al ser querido (“deuda”) o una medida del amor.

9. Durante décadas, la expresión de emociones positivas se ha asociado con un bloqueo del desarrollo adecuado del duelo, sin embargo, investigaciones recientes muestran como tal expresión realmente predice un buen pronóstico; por tanto, se ha de incluir en las intervenciones en que resulte necesaria.

10. La atención en el duelo exige adaptarse a la singularidad de la persona y los grupos sociales.

11. Finalmente, es necesario trabajar desde un modelo teórico vertebrador que, aprovechando todos los recursos compatibles, busque las estrategias que dinamicen un duelo que no se desarrolla adecuadamente. Estrategias cognitivo-conductuales, constructivistas y centradas en las emociones se han de combinar para facilitar, en la medida de lo posible, el proceso del doliente con complicaciones significativas en su proceso.

Referencias

Arranz, P., Barbero, J.J., Barreto, M. P. y Bayés, R. (2008) Intervención emocional en cuidados paliativos (3ª ed.). Barcelona: Ariel.

Barreto M. P. y Soler M. C. (2007) Muerte y duelo. Madrid: Síntesis

Barreto, M. P., Díaz J. L., Gallego J. M. y Barcia J. A. (2006). Ansiedad, depresión y calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con tumor cerebral. Informació Psicológica, 88 (4-11).

Saavedra, G. y Barreto M. P. (2008). Frail elderly and palliative care. Psicothema, 20 (3), 571-576.

Sobre la autora:

Mª Pilar Barreto es docente e investigadora de la Universidad de Valencia. Catedrática en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de dicha universidad, Barreto cuenta en su haber con una amplia experiencia profesional e investigadora, entre otros ámbitos, en el de los cuidados psicológicos al final de la vida y el duelo.

Jefas de familia requieren de apoyo profesional

Jefas de familia requieren de apoyo profesional
Para superar el duelo de haberse quedado solas por la muerte o la separación de su pareja, ya que quedan golpeadas emocionalmente por la responsabilidad de sacar adelante a sus hijos
Por: Evaristo Gutiérrez/Ciudad Victoria
Martes 01 de Julio del 2008

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-  Cada vez son más las mujeres que por uno u otro motivo quedan como jefas de familia, es por ello que se debe de brindar un apoyo integral para que superen la separación o el duelo por haberse quedado solas y encargadas de la manutención de su hogar, consideró el Presidente de la Asociación Mexicana de Tanatología, Gerardo Flores Sánchez.
 
?Una de las tendencias demográficas y como fenómeno social, es que cada vez hay más mujeres solas, por diferentes causas, claro una de ellas es la separación de la pareja, otra la viudez o un divorcio formal, pero cada vez la proporción de los hogares donde la cabeza de familia es la mujer, es más frecuente?.
 
Cuando una madre de familia vive esta situación, el apoyo de sus familiares resulta insuficiente, ya que requieren de atención profesión porque su salud mental está en peligro por el impacto emocional y el incremento de la responsabilidad.
 
?Las mujeres requieren de apoyo de tipo psicológico, apoyo social, legal y uno de los aspectos que se abordan cada vez de manera más profesional, es el duelo por la separación?.
 
Flores Sánchez, reconoció que la mujer por naturaleza es más fuerte que el hombre, pero la dependencia económica o emocional de la pareja, complica que superen esa difícil etapa.
 
?Cuando se quedan con hijos, pues por los hijos tienen que sacar fuerzas de flaqueza y esto es para ayudarles a eso, porque la mujer por si misma va desarrollando sus recursos, pero a veces se complica por cuestiones sociales?.
 
Las mujeres que han quedado solas, deben de buscar asesoría profesional para que puedan retomar su vida y superar el duelo de haber perdido a su pareja. 

links importantes sobre duelo:

Dinámica y Técnicas de grupos Conceptos, definiciones, clasificación http://orbita.starmedia.com/acmq/dingrup.html

Las dinámicas grupales en el área educativa http://contexto-educativo.com.ar/2005/3/nota-02.htm

Uso Didáctico de Dinámicas de Grupo http://www.politecnicojic.edu.co/regionalizacion/USO%20DIDACTICO%20DE%20DINAMICAS%20DE%20GRUPO.doc

DINÁMICA DE GRUPOS Y EQUIPOS DE TRABAJO (Archivo en formato Word, explicativo del ppt anterior) http://www.canalegal.com/documentos/paraestudiantes/dinamica_de_grupos_y_equipos_de_trabajo.ppt#257,2,

AGENDA DINÁMICA DE GRUPOS Y EQUIPOS DE TRABAJO http://www.canalegal.com/documentos/paraestudiantes/trabajo_de_dinamica_de_grupos.doc

Dinámicas de Prevención: http://www.educarex.es/acosoescolar/dinamicas.html

A continuación, una serie de dinámicas de grupo para desarrollar en el aula.

Dinámicas de cualidades http://www.educarex.es/acosoescolar/img/cualidades.pdf  Esta dinámica de grupo pretende dar a conocer las cualidades de cada uno de los alumnos que forman un grupo/clase, creando un clima favorable y evitando actitudes violentas en el aula.

Dinámica de la amistad http://www.educarex.es/acosoescolar/img/amistad.pdf  Esta dinámica pretente concienciar sobre el valor de la amistad y las cualidades que necesitan desarrollarse para fomentar esta, creando un clima favorable y evitando actitudes violentas en el aula

Dinámica del barco http://www.educarex.es/acosoescolar/img/barco.pdf  Esta dinámica de grupo pretende desarrollar cierta sensibilidad en el grupo-aula dando a conocer los valores personales de cada uno de los alumnos/as, para crear un clima favorable de trabajo y evitar actitudes violentas en el aula.

Dinámica del compañero/a http://www.educarex.es/acosoescolar/img/companero.pdf  A través de esta dinámica de grupo, se fomentan las habilidades sociales y permite resolver conflictos que puedan producirse en el alumnado, además de promover un clima agradable y evitar actitudes violentas en el aula.

Dinámica del árbol y el viento http://www.educarex.es/acosoescolar/img/arbol.pdf  A través de esta dinámica de grupo, se pretende crear un ambiente de distensión, armonía y confianza dentro del grupo; además de poner a cada participante en la situación de tener seguridad en sus compañeros.

Dinámica del abrazo http://www.educarex.es/acosoescolar/img/abrazo.pdf  Esta dinámica de grupo produce un acercamiento físico entre los integrantes del grupo para crear un clima favorable y evitar actitudes violentas en el aula.

Dinámica de la motivación http://www.educarex.es/acosoescolar/img/motivacion.pdf  Esta dinámica demuestra como las personas, aunque actúen de la misma manera, pueden estar partiendo de motivaciones diferentes y comprender actitudes aparentemente incomprensibles para conseguir un clima favorable y evitando actitudes violentas en el aula.

Dinámica de formación de grupos http://www.educarex.es/acosoescolar/img/grupos.pdf  A través de esta dinámica de grupo, se pretende integrar al alumnado en el grupo-aula para que sienta una mayor motivación para la realización de las dinámicas y juegos; desarrollar la agilidad y la atención de cada uno de los integrantes.

Dinámica del lavacoches http://www.educarex.es/acosoescolar/img/lavacoches.pdf  A través de esta dinámica de grupo, se forma cohesión en el grupo a través del contacto físico, creando un clima favorable y evitando actitudes violentas en el aula.

Dinámica “gane cuanto pueda” http://www.educarex.es/acosoescolar/img/gane.pdf  Esta dinámica de grupo permite observar los mecanismos de competición y cooperación que pueden darse en el seno de un grupo. Además, los participantes pueden aprender a valorar la cooperación como fórmula según la cual todos ganan y de esta manera, crear un clima favorable y evitando actitudes violentas en el aula.

Estrategias Didácticas http://www.politecnicojic.edu.co/regionalizacion/Estrategias%20Did%E1cticas.doc 

Cuadro resumen sobre estrategias didácticas http://docencia.udea.edu.co/vicedocencia/cuadro_resumen_estratedidac.html

Estrategias Metodologicas La Universidad Mayor (Chile)ofrece un resumen de estrategias metodologicas y estrategias de Aprendizaje http://ddaportal.googlepages.com/AyudaMemoriadelDocenteEfectivo.doc

El Mapa de Conceptos y los esquemas en el aula http://www.politecnicojic.edu.co/regionalizacion/EL%20MAPA%20DE%20%20CONCEPTOS%20%20Y%20LOS%20ESQUEMAS%20EN%20EL%20AULA.doc

LIBRO: La Toma de Decisiones. Organización y Dirección de Reuniones (para trabajar entre los profesores) http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/Usr/Apdorta/reunion.htm

LIBRO: Manual de Técnicas de Enseñanza (para trabajar en las clases) http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulos.html

MODULO 2 El profesor como gestor de su práctica docente http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulo2.html

MODULO 3 Análisis y priorización de necesidades http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulo3.html

MODULO 4 Los objetivos como explicitación de lo que se quiere hacer http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulo4.html

MODULO 5 Selección y estructuración de contenidos http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulo5.html

MODULO 6 Selección y organización de las estrategias de enseñanza y aprendizaje http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulo6.html

MODULO 7 Evaluación de la enseñanza y del aprendizaje http://www.sistema.itesm.mx/va/DraMarisa/Modulo7.html

"Ayudar a morir en paz es tan necesario como luchar por la vida"

EL RELOJ EMOCIONAL: LA GESTIÓN DE LOS TIEMPOS DE ESPERA EN EL ÁMBITO DE LA SALUD. RAMÓN BAYÉS.

“Ayudar a morir en paz es tan necesario como luchar por la vida” – Ramón Bayés, catedrático de psicología básica de la Universidad Autónoma de Barcelona, visitó el Club para hablar del reloj emocional y la gestión del tiempo Isabel Vizcaíno, vocal de Intervención de VIH del Colegio de Psicólogos balear, presentó a Bayés.

CARLES MULET. PALMA. “Para el paciente, un minuto, un segundo de atención por parte de su médico es susceptible de ser recordado durante toda su vida”. Con estas palabras despidió Ramón Bayés la conferencia que impartió anoche en el Club de Opinión de este diario. Las conclusiones tras su parlamento, reveladoras.

El sistema sanitario actual tiene “una deuda pendiente en la gestión del aspecto emocional de pacientes y familiares.”. Bayés inició su parlamento diferenciando el tiempo cronométrico -“el de los relojes y calendarios”- y el tiempo “de la felicidad y el sufrimiento”, aquel “que valoramos en función de lo que sentimos que tarda en pasar”. “Cuando uno es feliz -recordó- el tiempo desaparece, cuando esperamos algo importante, un minuto es una eternidad”.

Ofreció entonces los datos de una encuesta realizada por la Universidad de Harvard y la Fundación Josep Laporte en 2006. Para los españoles, el problema más grande del Servicio Nacional de Salud son las esperas. Entiéndase, demoras en un diagnóstico, retraso en los resultados de un análisis y similares. “En un hospital la espera alimenta la incertidumbre, la falta de control. Facilita las condiciones necesarias para que el sufrimiento aparezca”, prosiguió Bayés, que se apoyó en su experiencia y en los resultados de algunos estudios publicados en The New England Journal of Medicine para mostrar su convencimiento de “el poder curador que tiene saber escuchar a pacientes y familiares en la UCI”. “Reducir la incertidumbre, aprender a gestionar las esperas, es una asignatura pendiente del modelo sanitario actual”. “Tan importante es prevenir y curar las enfermedades como saber ayudar a la gente a morir en paz”.

En este sentido, Bayés habló de “la necesidad” de colocar el “aspecto emocional” en un primer nivel dentro de la medicina.

“Los que sufren no son los cuerpos, son las personas”, recordó.

Si desea más información puede consultar la Web del Club Diario de Mallorca http://club.diariodemayorca.es

http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1721_9_309886__Actual-Ayudar-morir-necesario-como-luchar-vida

Educación y Amor – Vacuna contra la depresión

La depresión requiere un tratamiento completo y prolongado, ya que se trata de modificar pensamientos y conductas arraigadas profundamente.  FUENTE: LA VOZ DIGITAL. 2007 NOV [9/11/2007]

Resumen – Un modelo de equilibrio emocional paterno y de educación desde el amor a los hijos protege a estos contra la depresión y la ansiedad. Aunque un pasado desastroso no significa forzosamente tener un futuro malo. Lo asegura el psicólogo Víctor Rodríguez Aguado, y con él coincide su colega Petra Ratia, directora general del gabinete psicológico Dipepsa.  /  Los especialistas distinguen entre depresión endógena y exógena. La primera está directamente relacionada con factores genéticos y con alteraciones en ciertos grupos de neurotransmisores cerebrales. La exógena, está más relacionada con factores psicológicos. Vivimos en un tiempo en el que el nivel de exigencia personal, familiar y social está en aumento. Se generan una serie de expectativas sobre las personas difícilmente alcanzables que provocan frustración cuando no se ven cumplidas. También influye el aspecto cultural, la falta de comunicación y la soledad tan acuciante que existe en estos momentos.  /  Cuestionados si hay personas más vulnerables que otros a estos trastornos, señalan que si, ya que en la depresión interactúan factores genéticos, de aprendizaje y de personalidad que determinan la susceptibilidad de sufrir este estado anímico. Dependiendo de la presencia e intensidad de esos factores pueden predisponer a unas personas más que a otras.  /  En cuanto al tratamiento depende del tipo y grado de la depresión, aunque la mejor combinación es un tratamiento farmacológico inicial acompañado de una terapia psicológica cognitiva-conductual, donde se intervenga directamente sobre el patrón de pensamiento y se trabaje la ocupación del tiempo libre y la socialización de la persona.  /  Respecto a la prevención, se puede prevenir a través de la educación. Es importante la detección precoz de pensamientos desadaptativos y patológicos que se aprenden desde la niñez y que hay que reaprender posteriormente para una óptima salud mental.

«LA EDUCACIÓN Y EL AMOR EN LA NIÑEZ SON UNA VACUNA CONTRA LA DEPRESIÓN»

Unos padres que sean un modelo de equilibrio emocional y que eduquen con amor a sus hijos están vacunando a estos contra la depresión y la ansiedad. Aunque un pasado desastroso no significa forzosamente tener un futuro malo. Lo asegura el psicólogo Víctor Rodríguez Aguado, y con él coincide su colega Petra Ratia, directora general del gabinete psicológico Dipepsa, quien contesta a las siguientes preguntas. 08.11.07 – Á. PEÑALVER

-¿POR QUÉ LA DEPRESIÓN AFECTA HOY A TANTAS PERSONAS? -En primer lugar hay que distinguir entre depresión endógena y exógena. La primera está directamente relacionada con factores genéticos y con alteraciones en ciertos grupos de neurotransmisores cerebrales. La que aquí nos ocupa, la exógena, está más relacionada con factores psicológicos. Vivimos en un tiempo en el que el nivel de exigencia personal, familiar y social está en aumento. Se generan una serie de expectativas sobre las personas difícilmente alcanzables que provocan frustración cuando no se ven cumplidas. También influye el aspecto cultural, la falta de comunicación y la soledad tan acuciante que existe en estos momentos.

-¿HAY SERES MÁS VULNERABLES QUE OTROS A ESTOS TRASTORNOS? -Sí. En la depresión interactúan factores genéticos, de aprendizaje y de personalidad que determinan la susceptibilidad de sufrir este estado anímico. Dependiendo de la presencia e intensidad de esos factores pueden predisponer a unas personas más que a otras.

-¿CUÁL ES LA MEJOR SOLUCIÓN? -Depende del tipo y grado de la depresión, aunque la mejor combinación es un tratamiento farmacológico inicial (en la medida que sea necesario) acompañado de una terapia psicológica cognitiva-conductual, donde se intervenga directamente sobre el patrón de pensamiento y se trabaje la ocupación del tiempo libre y la socialización de la persona.

-¿TIENE CURA DEFINITIVA O UN ENFERMO, UNA VEZ SUPERADO EL TRASTORNO, DEBE TENER MIEDO A RECAER? -La depresión requiere un tratamiento completo y prolongado, ya que se trata de modificar pensamientos y conductas arraigadas profundamente. En ocasiones, la persona estima que un tratamiento ha finalizado cuando comienza a sentirse mejor; sin embargo, no siempre concluye ahí el tratamiento sino que necesita generalizar ese estado y seguimiento para evitar recaídas.

-¿POR QUÉ LA GENTE OCULTA QUE ESTÁ CON DEPRESIÓN? -Existe un miedo al rechazo por parte de los demás ya que puede considerarse un signo de debilidad en la cultura del fuerte en la que vivimos. Cuando una persona explica abiertamente que sufre una depresión pasa por un proceso previo de aceptación de sí mismo de ciertos aspectos que no conocía, algo que no todo el mundo está dispuesto a reconocer públicamente.

-¿SE PUEDE PREVENIR? -Rotundamente sí. Fundamentalmente a través de la educación. Es importante la detección precoz de pensamientos desadaptativos y patológicos que se aprenden desde la niñez y que hay que reaprender posteriormente para una óptima salud mental.

-¿SI MUCHOS FAMILIARES MÍOS HAN TENIDO DEPRESIÓN ESTOY TOTALMENTE CONDENADO A PADECERLA? -No se está condenado a tener depresión pese a que exista cierta susceptibilidad genética ya que no sólo existe ese factor; no obstante es muy importante no transmitir o adquirir esos modelos de pensamiento.

EL PUDOR

«Todas las personas tienen probabilidades de tener un problema emocional», asevera el terapeuta de la Clínica Arabial, Víctor Aguado. Si eso es así, ¿POR QUÉ DA TANTO PUDOR RECONOCER QUE TENEMOS ANSIEDAD, DEPRESIÓN O CIERTAS FOBIAS?

La Primera razón -según este experto- es que muchas personas ni siquiera saben que padecen un problema psiquiátrico o emocional. «Si no lo remedian pronto, al final tienen una sensación pegajosa de enfermedad que no se pueden quitar de encima».

Segundo motivo de esta ESTIGMATIZACIÓN: los problemas psicológicos están asociados a la locura. «Locura no permite distinguir realidad de ficción. Los pacientes con ansiedad y depresión disciernen perfectamente», esclarece Víctor, quien apunta que la familia muchas veces no hace caso a estas personas. «Tranquilo, ya se te pasará es la respuesta que reciben gran parte de los angustiados. ESO, OBVIAMENTE, NO SIRVE PARA NADA Y LLEVA AL AISLAMIENTO Y SILENCIO DEL ENFERMO», explica el psicólogo.

depresion por duelo

El 16% de las personas que pierden un familiar sufre una depresión durante el año siguiente (SALUDALIA) 23/10/2007

El 16% de las personas que pierden un familiar sufren una depresión durante el año siguiente, según un estudio presentado hoy por la Sociedad de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la empresa de productos farmacéuticos Lundbeck.

Este proceso psicológico y físico, que se puede padecer ante cualquier suceso desagradable en la vida, ya sea una muerte de alguien cercano, un despido laboral o un desencanto amoroso, puede prolongarse en un periodo de entre 6 y 12 meses, transcurridos los cuales se considera duelo patológico.

Los médicos de Atención Primaria atiende al año entre 70 y 100 procesos de duelo depresivo, según explicaron el presidente de la SEMERGEN, el doctor Julio Zarco, y el coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la misma, José Ángel Arbesú.

Estos expertos trataron a cerca de la muerte en los cuadros de enfermedad patológica como proceso a impedir y explicaron que, normalmente, estos casos extremos se diferencian de los “normales” en que obedecen a trastornos psicológicos o adicciones difíciles de abandonar. El doctor Zarco opinó, en este sentido, que los familiares son “el principal sustento antes que la ayuda profesional” y que los pacientes “necesitan la mayor atención por parte de ellos para que vuelvan a su vida normal”, aunque también tienen que ser objeto de atención médica profesional.

EL 2% PADECE DEPRESION

Por su parte, el doctor Miquel Roca, miembro de la Sociedad Española de Psiquiatría y médicos de Atención Primaria, señaló que hay que evitar que se prolonguen “días de recuerdo” en atención a no alargar el dolor de la persona. El 5% de la población española sufre alguna pérdida o similar y apróximadamente el 2% traduce esa pérdida en trastornos o depresiones “que se deben vigilar”, concluyó Roca.

En cuanto al duelo como proceso a tener en cuenta, el doctor Arbesú incidió en que prácticamente el 90% de los casos son de duelo normal es decir, con síntomas fáciles de abordar y tratar. Arbesú indicó que “el problema radica en la vulnerabilidad del paciente y si llega a hacerse patológico, de forma longitudinal en el tiempo”.

El tratamiento con observación prolongada del paciente es el método que los doctores consideran como el más efectivo para conseguir que el paciente recupere su vida normal, tanto dentro de su vida cotidiana como en compañía de sus familiares más próximos.

No obstante, los ponentes aclararon que el derecho al duelo es legítimo y se tiene que tratar si la persona lo pide, ya que el dolor sirve a veces para que el afectado “crezca como persona y salga adelante”, y que el que un suceso desagradable afecte más o menos depende de la personalidad del aquejado e incluso, de su cultura o sus creencias.

http://www.diariodesalud.com/diarioSalud/servlets/noticia.jsp?idNoticia=371502

VALIDEZ DUELO COMO CRITERIO DE EXCLUSIÓN EPISODIO DE DEPRESIÓN MAYOR

VALIDEZ DEL DUELO COMO CRITERIO DE EXCLUSIÓN DEL DIAGNÓSTICO DE EPISODIO DE DEPRESIÓN MAYOR.

FUENTE: WORLD PSYCHIATRY. 2007 JUN;6(2) Sidney Zissok , Katherine Shear , Kenneth S. Kendler Department of Psychiatry, University of California, San Diego, 9500 Gilman Dr., 9116A, La Jolla, CA 92093, USA [Artículo original] [24/10/2007]

Resumen

Desde la publicación del DSM-III en 1980, la postura oficial de la Psiquiatría norteamericana ha sido que la presencia de un cuadro de duelo por el fallecimiento de un ser querido es un criterio de exclusión para el establecimiento del diagnóstico de episodio de depresión mayor. Sin embargo, la validez empírica de este criterio de exclusión no ha sido bien establecida. Dado que en la actualidad ya se está planificando el DSM-V, es el momento de reexaminar el criterio de exclusión del duelo, especialmente a la vista de los nuevos datos contenidos en las últimas revisiones de esta cuestión. En el artículo presente se evalúa la validez relativa de dos hipótesis contrapuestas: 1) el duelo como criterio de exclusión del diagnóstico de episodio de depresión mayor no es válido debido a que, mediante el uso de criterios de validación, la depresión relacionada con el duelo durante los 2 primeros meses tras el fallecimiento de un ser querido es similar al cuadro de depresión no relacionada con duelo; 2) el duelo como criterio de exclusión del diagnóstico de episodio de depresión mayor es válido debido a que, mediante el uso de criterios de validación, la depresión relacionada con duelo durante los 2 primeros meses después del fallecimiento de un ser querido no es similar a la depresión no relacionada con duelo. La evidencia apoya con mayor firmeza la hipótesis 1 que la hipótesis 2. Así, es posible que ya no esté justificado el duelo como criterio de exclusión del diagnóstico de episodio de depresión mayor.

Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: www.pubmedcentral.nih.gov/tocrender.fcgi?journal=297&act

RECURSOS EN INTERVENCIÓN EN DUELOS:

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La muerte de un ser querido es siempre una situación difícil de enfrentar. Cuando alguien muere en una guerra o desastre, la aflicción puede ser aun mayor debido a la naturaleza repentina y potencialmente violenta del evento. Después de la muerte de un ser querido, usted experimenta el desconsuelo, lo que literalmente significa ?sentirse despojado por la muerte?. Usted puede experimentar una gran diversidad de emociones, incluyendo:

? Rechazo ? Incredulidad ? Confusión ? Consternación ? Tristeza ? Añoranza ? Ira ? Humillación ? Desesperación ? Culpa

Estos sentimientos son reacciones comunes a la pérdida de un ser querido.

Muchas personas experimentan, además, síntomas físicos de aguda tristeza ? dolor estomacal, pérdida del apetito, trastornos intestinales, alteración del sueño o pérdida de energía. De todas las situaciones de estrés de la vida, el duelo es el que puede poner más seriamente a prueba sus sistemas de defensa naturales. Las enfermedades existentes pueden empeorar o pueden aparecer nuevos síntomas. Las reacciones emocionales profundas pueden incluir ataques de ansiedad, fatiga crónica, depresión y pensamientos suicidas.

Duelo es el proceso natural a través del cual una persona acepta una pérdida importante. El duelo puede incluir tradiciones religiosas o militares para honrar a la persona que ha fallecido o reuniones con amigos y familiares para compartir la pérdida. El duelo es personal y puede durar meses o años. La aflicción es la expresión externa de la pérdida. Es probable que su aflicción se exprese tanto física como psicológicamente. Por ejemplo, el llanto es una expresión física, mientras que la depresión es una expresión psicológica.

Tenga presente que el fallecimiento de un ser querido puede dar lugar a que tenga que realizar ajustes importantes a su vida, tal como criar a los hijos sólo, adaptarse a vivir sin compañía o volver a trabajar. Estos retos pueden intensificar cualquier ansiedad y aflicción que ya esté experimentando.

VIVIENDO CON LA AFLICCIÓN –Cuando un ser querido fallece, lo mejor que puede hacer es permitirse a sí mismo sentir tristeza. Hay muchas formas de hacer frente a esta situación en forma eficaz. ? Busque a personas que le den consuelo. Busque a familiares y amigos que entiendan sus sentimientos. Dígales cómo se siente; eso le ayudará a atravesar mejor el proceso del duelo. Únase a un grupo de apoyo que esté integrado por otras personas que hayan experimentado pérdidas similares. Existen grupos de apoyo en la mayoría de los establecimientos militares. Si se siente desconsolado, pida ayuda. No es signo de debilidad. Hable con un familiar, amigo, miembro del personal de servicios familiares, ministro o rabí de confianza. Los capellanes militares pueden ayudarlo, pues la mayoría de ellos recibe capacitación en consejería pastoral y crisis. No se aísle. ? Cuide su salud. Visite al medico de su familia. Aliméntese adecuadamente, haga ejercicio y descanse bastante. Tenga cuidado del peligro que representa usar medicinas o alcohol para ahogar su tristeza. ? Sea paciente. Se requiere tiempo y esfuerzo para asimilar una pérdida importante, aceptar los cambios en su vida y empezar nuevamente a vivir el presente sin vivir en el pasado. ? Busque ayuda. Si sus sentimientos se convierten en una carga demasiado pesada, busque ayuda profesional para sobrellevar su dolor. Buscar ayuda es una señal de fortaleza y no de debilidad.

AYUDANDO A OTROS A ENFRENTAR SU DOLOR – Si alguien a quien usted aprecia ha perdido a un ser querido, puede ayudarlo a atravesar el proceso del duelo. ? Escuche. Anime a la persona a hablar sobre sus sentimientos y a compartir con usted recuerdos de la persona que ha fallecido. Recuerde, una persona puede tardar un largo tiempo para recuperarse de la pérdida de un ser querido. ? No ofrezca consuelo falso. Expresiones como ?Fue lo mejor? o ?Lo superarás con el tiempo? no ayudan a una persona que está de duelo. Por el contrario, ofrezca una simple expresión de dolor, y dedique tiempo para escucharlo. ? Ofrezca ayuda práctica. Cuidar de los niños, cocinar y hacer mandados son formas de ayudar a alguien que está de duelo. ? Recomiende la búsqueda de ayuda profesional cuando se necesite. No dude en recomendar la ayuda profesional cuando considere que alguien está experimentando demasiado dolor como para enfrentarlo solo.

AYUDANDO A LOS NIÑOS A ENFRENTAR SU DOLOR – Los niños enfrentan el dolor de forma diferente que los adultos. La muerte de uno de sus padres puede ser especialmente difícil para los niños pequeños y afectar su sentido de seguridad. Con frecuencia se sienten confundidos con los cambios que observan, especialmente si adultos bien intencionados tratan de evitar que se den cuenta de la verdad o de que vean el dolor del padre sobreviviente. Una comprensión limitada y la incapacidad para expresar sentimientos exponen a los niños muy pequeños a un riesgo especial, ya que pueden regresar a comportamientos anteriores (como orinarse en la cama), hacer preguntas acerca de la persona fallecida, que pueden parecen insensibles, inventar juegos relacionados con la muerte o pretender que la muerte nunca ocurrió.

Ayudar a un niño a superar su dolor puede generar un mayor estrés al padre que está de duelo. Sin embargo, los arranques de cólera o las críticas solo contribuyen a intensificar la ansiedad del niño y a retardar su recuperación. Por el contrario, dedíqueles más tiempo y hable honestamente con ellos con palabras que puedan entender. Ayúdelos a enfrentar sus sentimientos y recuerde que ellos lo observan esperando encontrar en usted un comportamiento adecuado y habilidades para sobrellevar el dolor.

FUENTE: http://www.mentalhealthamerica.net/go/information/get-info/en-espanol/desconsuelo-y-aflicci-n-informaci-n-para-los-familiares-de-militares