Respaldo de material de tanatología

NECROSALES INICIALES

La muerte no existe, son sólo apariencias; la Esencia es eterna. El cuerpo se desecha así como la mariposa desecha a la oruga, y el Ser nace y se reconoce. Sin temor mira tu cuerpo y siente tu Ser, pues tu cuerpo muere y tu Ser vive.
Abre tu corazón a la luz que te rodea, confía en ella y goza del haber despertado a la eternidad; recorre los caminos del tiempo y descubre que otros, así como tu, han desechado sus cuerpos para que sus esencias, libres de vestiduras, se reconozcan en el Todo Uno.
Hoy despiertas de un sueño finito y así como muchos acepta la luz cuyo brillo proviene de ti. Eres eterno y vives en ÉL.
2
Hoy, que has desterrado el velo que cubría tus ojos;
hoy, que has abandonado el bullicio que ensordecía tus oídos;
hoy, que has desterrado las sensaciones que turbaban tus sentidos;
hoy, que has renunciado al cuerpo que limitaba tu ser, ATIENDE:
No son tus ojos ni tus oídos, no son tus sensaciones, es sólo tu cuerpo el que muere, es sólo eso, pues tu aún sigues allí;
No es el velo ni el bullicio, no son las sensaciones ni es tu cuerpo, es tu conciencia la que escucha, es sólo eso, pues tu aún sigues allí.
Hoy que te has liberado de tus limitaciones, has descubierto la verdad de lo que eres: Esencia siempre consciente.
Hoy es el gran día de tu despertar, ATIENDE.
3
¡Si!, eres tu quien mira tu cuerpo hoy, quien piensa, quien escucha, quien espera.
¡No!, no eres tu quien yace aquí; es sólo un cuerpo frío y sin vida: tu eras quien daba la vida al cuerpo que hoy yace aquí; el que daba la alegría, el amor y la esperanza. Eres tu el cálido y vivo, el Eterno.
¡Si, si eres tu! Siempre tu.
4
Hoy que has terminado tu labor reposas en la tierra de los muertos:
¡Bienaventurados aquellos que reposan luego de una agotadora jornada en la tierra de los hombres!
¡Bienaventurados aquellos que reconocen el propósito de su labor en la tierra de los hombres!
¡Bienaventurados aquellos que se reconocen en la tierra de los hombres!
¡Tu eres uno de ellos, bienaventurado seas!
5
Escucha las palabras que pacientemente acuden a ti, entrégate a su dulce susurreo; explora tu verdadera existencia, y sin temor acude a tu lugar.
6
Estas palabras que hoy pronunciamos son nuestra manifestación de amor y alegría para que nuestros pensamientos iluminen tu camino y te acompañen en su recorrido:
Mis palabras son las palabras del amor;
mis pensamientos son pensamientos de alegría;
mi amor es más extenso que la vida: traspasa la muerte al igual que mi existencia;
mi alegría es más profunda que el dolor: penetra a toda existencia al igual que mi amor hacia ti.
Todo es amor, y tu camino nuestra alegría.
7
Regocíjate, la muerte es bienvenida.
En unión a ti celebramos esta nueva etapa; hoy más que nunca perteneces a nosotros y nosotros a ti, tu eres la esencia que nutre nuestros cuerpos y aviva nuestros corazones.
Eres todo aquello que nosotros aún no conocemos pues nuestros recuerdos se hallan perdidos en el tiempo; es por ello que celebramos tu nuevo despertar, un despertar que nos acerca aquello que nosotros también somos: verdad de La Verdad, realidad oculta en lo aparente, vida disfrazada de muerte.
Tu y nosotros por siempre descubiertos.
8
Sujeto (a) al cuerpo eras mortal.
Sujeto (a) al tiempo eras temporal;
hoy, que te has desprendido de tu cuerpo y traspasado las fronteras del tiempo, te decimos:
Bienvenida sea la inmortalidad, la libertad de la esencia sobre el cuerpo y el tiempo;
bienvenida sea la alegría del saberse siempre inmortales, siempre crecientes.
Tu alegría será nuestra alegría, tu confianza será nuestra confianza; tu amor es nuestro amor.
Confía en tu inmortalidad así como nosotros confiamos en tu atemporalidad.
No sujeto al cuerpo eres infinito, no sujeto al tiempo eres perpetuo.
Hoy, que has despertado del sueño mortal y que has penetrado en los confines de tu existencia, te decimos:
Bienvenida sea la Inmortalidad.
9
Eres como todo ser, indefectiblemente sumido en el Todo;
eres como toda conciencia, imprescindiblemente real;
eres como todo hombre, indispensablemente confuso.
¿Te has dado cuenta? ¡Siempre Eres!
Lo indefectible es lo imprescindible y lo indispensable;
El Todo es Real y es Confuso:
Es real cuando es la conciencia,
es confuso cuando es el hombre.
¿Cómo explicar lo confuso?
A través de lo imprescindible, indefectiblemente sumido en el Todo.
10
En cada pensamiento y en cada palabra hay alegría;
esta es la verdad de la alegría:
Que La Luz ilumine tu camino y descubra en ti la esencia de las esencias,
pues es el brillo de la esencia que brota de ti y el que ilumina tu camino.
Acércate a la fuente que da brillo y goza la dicha que su calor produce.
Ve con ella y permite que conduzca tu existencia a los confines de la historia,
que descubra el velo que cubre la única verdad, la verdad que reside en ti y que hoy acude a tu encuentro.
Que la luz ilumine tu camino y permita que de tu interior brote la dicha infinita que habita y que clama su presencia en el hombre de hoy, libre de vestiduras y lleno de confianza.
¡Sin límites, extiéndete!, deja libre aquello que sólo tu puedes permitir, aquello que es real, aquello que es parte de ti.
¡Extiéndete y goza de la dicha de ser tu mismo!
11
No tengas miedo, confía y escucha:
Tu estado de hoy es el Estado Real,
el hombre que habitaba el cuerpo muerto que hoy asistimos,
el Ser infinito, inmortal e indestructible.
A ti nos dirigimos, hombre de hoy, hombre de siempre.
12
Que nuestro amor te sirva de guía:
Tu existencia más allá de la muerte es tan real como nuestra existencia.
Dos mundos separados por un puente cuyo paso hoy transcurres.
Es tu lugar como Ser libre de las limitaciones de un cuerpo,
un cuerpo muerto y una esencia manifiesta, viva y consciente de su existencia.
Nuestras palabras llegan a ti reafirmando la concepción de lo humano como entidad que transmuta en el proceso de la muerte.
Aun sin ser evidente para nosotros, somos conscientes de tu existencia, confiamos en el Hombre como Ser, esencia de las esencias, inmortal e imperturbable.