Respaldo de material de tanatología

Notas sobre el suicidio

De: montedeoya Enviado: 04/06/2004 15:50

(…) Difícil, muy difícil situación. Una de las cosas más complicadas con el suicidio es lograr separar al muerto de la forma de morir. Hay muchos mitos respecto al suicidio y la tarea de recupeación está llena de dolor, culpa, estigma, miedo y pensamiento distorsionado. Nuestro grupo de suicidio tiene una página http://groups.msn.com/suicidio3/homepage donde puedes encontrar información útil. Lo primero a hacer será informarte bien sobre el suicidio y, en la medida de lo posible, establecer un grupo de duelo con la familia. Quizás más que en otros tipos de muertes, es necesario hablar, hablar, hablar y hablar. No pretendas quitar el dolor (el tuyo o el de ellos) -pues no se quita-, más bien, aprende a vivir con él y ayúdales a ellos a vivir con él. Solo como grupo, como familia, podrán sobrevivir. Respecto a los niños…. ya hablaremos. Mucho que hacer con ellos.

Un abrazo.
montedeoya

De: montedeoya Enviado: 09/06/2004 3:40

(…)
Una de las tantas cosas molestas y difíciles del suicidio es la necesidad persistente (a todo lo largo del proceso) de encontrar una explicación racional, medianamente aceptable, del hecho del suicidio. En ello se termina casi siempre: ¿por qué lo hizo? No hay explicación (se las llevaron ellos), solo hechos. Así sucedio y no hay nada que justifique tanto dolor en aquellos que quedais. Deja de preguntarte, separa la forma de morir de XXX de XXX mismo, y disponte a recuperarte por su ausencia. No es fácil, lo se, pero la tarea sin hacer esta separación es terriblemente más complicada.

Un beso.
montedeoya

De: montedeoya Enviado: 10/06/2004 13:02

(…) Lo más importante no es lo que tu digas sino lo que tu permites que te digan. No tienes que hacer nada, solo estar allí. Utiliza tus oídos para escuchar una y otra vez, tus hombros para que recuesten su afligida cabeza y tus brazos para abrazarles (muchos, muchos abrazos). Más que en ninguna situación, debes estar allí, indefinidamente. Recuerda que hay tres condiciones que favorecen un duelo sano: información, compañía y conversación. Ya sabrás como utilizarlas. Solo tienes que ser lo que ya eres, una buena amiga. Una buena amiga que es capaz de reconocer su impotencia y el no saber que hacer. Más, ya sabes algo que hacer: estar allí. Ahora te queda la difícil tarea de controlar tu impotencia y convertirla en un “bien” para ellos y para ti.

Un abrazo.
montedeoya