Respaldo de material de tanatología

la muerte y los poetas

De: Alias de MSNMyrna6758  (Mensaje original) Enviado: 31/10/2004 18:03

Rafael Alberti, que siempre va más allá:

“De negro, siempre enlutada, muerta entre cuatro paredes… “que son las que deciden morir en vida, por la muerte de un hombre, por la muerte de un hijo.

Federico García Lorca. El asunto es poder ver la vida hasta el último momento. Porque no falta quien diga que, cuando se muere, nuestra vida pasa, toda completa, nuevamente, por nuestra mente, acaso para que veamos si es la que en verdad hubiéramos querido vivir o morimos descontentos de ella. Aunque de una manera u otra, nuestra vida, al terminar, ya no tiene remedio. Por eso morimos.

“Si muero dejad el balcón abierto.”

“¿Quién dirá que te vio, y en qué momento? ¡Qué dolor de penumbra iluminada! Dos voces suenan: el reloj y el viento, mientras flota sin ti la madrugada.”

Rubén Darío no pensó mucho en la muerte; pensó en la vida y viviéndola quiso ganar la batalla a la Parca:

“La virtud está en ser tranquilo y fuerte; con el fuego interior todo se abrasa; se triunfa del rencor y de la muerte, ¡y hacia Belén… la caravana pasa!”

Amado Nervo, por su parte, nos deja la desesperación de un grito:

“En vano entre las sombras mis brazos siempre abiertos, asir quieren su imagen con ilusorio afán. ¡Qué noche tan callada, qué limbos tan inciertos! Oh, padre de los vivos, ¿adónde van los muertos, adónde van los muertos, Señor, adónde van? ¡Oh Dios! ¡Me quiso mucho; sus brazos siempre abiertos, como un gran nido, tuvo para mí loco afán! Guiad hacia la Vida sus pobres pies inciertos… ¡Piedad para mi muerta! ¡Piedad para los muertos! ¿Adónde van los muertos, Señor, adónde van?”.

Desde Puerto Rico

Bendición, Myrna