Respaldo de material de tanatología

Plotino

Plotino (205-270)

Nació en Lycópolis, Egipto . Comenzó a interesarse por la filosofía a la edad de 28 años, pasó diez años en la escuela de Ammonio Sakkas, se agregó a la expedición de Gordiano contra los persas a fin de conocer la sabiduría oriental. Gordiano fue derrotado y murió en batalla. Plotino pudo escapar luego de estudiar algún tiempo en Alejandría, llegó a Roma en el 244, a la edad de 40 años, en esa ciudad abrió su propia escuela enseñando con éxito.

Su austeridad de costumbres, su elocuencia, la amabilidad y dulzura en el trato, le valieron el aprecio de sus discípulo y de los romanos que acudían a él como director de conciencia. Entre sus oyentes figuran el emperador Galieno y su esposa Salonia. Al emperador le propuso fundar en Campania, una ciudad de filósofos según el modelo de la República de Platón (Platonópolis). Pero este proyecto no llegó a concretarse.

En el 255, a los 50 años, encontrándose enfermo de los ojos, comenzó a dictar su doctrina, en lecciones que luego fueron ordenadas y publicadas en el año 300 por Porfirio (discípulo de Plotino) en seis secciones, compuestas cada una de nueve tratados, de allí el nombre de Ennéadas. No constituyen un tratado sistemático, sino un conjunto de conferencias sobre distintos temas.

Carácter General

El plotinismo es el último gran esfuerzo de la filosofía griega para constituir un esquema racional de la realidad. En él se funden en un vasto sistema todos los elementos procedentes de la especulación anterior, especialmente el platonismo, el aristotelismo y el estoicismo, además de otros de origen oriental.

Su esquema fundamental de la realidad, constituida por entidades jerárquicamente escalonadas y procedentes unas de otras

el Uno

mundo inteligible

el Logos o Inteligencia

el Alma del mundo

el mundo sensible

No obstante el plotinismo no es un mero sincretismo sino una síntesis vigorosa con cierto grado de originalidad, evidenciado en la concepción que plantea del Uno: que es a la vez trascendente, en cuanto que está afuera y por encima de todos los demás seres , es inmanente en cuanto que todos los demás dependen de él en su ser y en su actividad, y todos tienden a él como a su principio.

El ser es esencialmente vida, dinamismo y movimiento. El Uno es verdadera causa eficiente de todos los seres por emanación (no por creación).

La existencia de los seres múltiples y contingentes del mundo sensible reclama necesariamente la de un Ser Uno y necesario. Por eso, al Uno de Plotino no se llega por la experiencia sino que es un presupuesto previo para la explicación de toda la realidad.

Todo procede del Uno, y todo, o por lo menos el hombre, debe retornar a él como su principio.

“En Plotino ardía una nostalgia de la divinidad, como no se encuentra en ningún filósofo de la antigüedad”.

Hay autores que han asimilado el Uno de Plotino a Dios, de ser así , la filosofía que estamos estudiando sería la más afín con el Cristianismo ya que el Uno es principio y fin de todas las cosas.

Como muchos de los filósofos griegos, Plotino se enfrenta con el difícil problema de conciliar la unidad del Ser y la pluralidad de los seres y trata de explicar la procedencia de los seres múltiples del universo de la unidad primaria y trascendente de ser. Subraya la trascendencia del Uno y su nota fundamental: la unidad y a la vez su distinción del resto de los seres.

El Uno es principio supremo, fuente primordial de la cual se deriva toda la pluralidad de los seres, por una procesión necesaria y eterna. “Siendo perfecto, el Uno sobreabunda, y esta sobreabundancia produce una cosa diferente a él… por emanación. Las cosas no son el Uno, porque éste permanece en sí mismo, dándoles la existencia”.

“Para que el ser exista, es necesario que el Uno no sea el ser, sino el engendrador del ser. El ser es como su primogénito”.

Principios Fundamentales

Todo ser perfecto es fecundo, y engendra otro ser, que es semejante a él. Siendo el Uno la perfección infinita, será infinitamente fecundo. Pero el ser que se engendra es inferior a sí.

Cuanto más perfecta sea una causa, tanto más perfectos serán sus efectos.

El Uno causa sin que se altere su unidad simplísima y sin perder nada de su propio ser. El Universo es una irradiación del Uno, que luego de haberlo producido, permanece inmutable sin perder absolutamente nada de su propia sustancia.

La emanación es a la vez libre y necesaria. Libre porque el Uno es la plenitud de la perfección y no necesita producir nada ni nada puede obligarle a producirlo. Pero a la vez es necesaria, porque que el Uno es inmutable.

Los grados de perfección de los seres están en razón directa de su unidad y su simplicidad. A mayor unidad, mayor perfección ( y simplicidad).

Los seres son tanto más imperfectos cuanto más se alejan de la unidad de su principio.

La diversidad de los seres proviene de la adición de un elemento negativo, que es la diferencia. El Uno es esencialmente idéntico. Pero los demás seres están compuestos de idéntico y de diverso . El grado de perfección que corresponde a los seres será tanto más inferior a mayor cantidad de diferencias.

Toda diferencia en cualquiera de sus modalidades, sea forma o materia, es un principio de mal. Porque disgrega la identidad y la unidad. El Uno se identifica con el Bien, y la multiplicidad y diversidad con el mal.

La procesión descendente de los seres

El sistema de Plotino tiene dos partes o aspectos:

1º) Descendente: se describe el origen de todos los seres, que emanan del uno es decir, que brotan del uno por un proceso emanativo.

2º) Ascendente: consiste en el retorno de la multiplicidad a la unidad mediante un proceso de vuelta al primer principio.

Este proceso tiene por centro el alma del hombre

Uno: Es el ser por excelencia y la fuente suprema de donde proceden todos los demás seres. Es distinto de todas las demás cosas, está encima, fuera y más allá de todas las cosas.

a) “Si existe la multiplicidad es necesario que antes exista la unidad”.

b) Existe el movimiento, luego existe un Bien que atrae a todos los seres. El movimiento de los seres supone un fin, y el fin se identifica con el Bien. “El bien para la materia es la forma…; para el cuerpo, el alma…; para el alma, la virtud…., y, ya más alto que ésta, el entendimiento, y sobre éste, lo que llamamos la naturaleza primera”

c) Existe la inteligibilidad, luego existe una luz intelectual única superior.

No es posible pensar nada sin lo uno. Por lo tanto, es necesario que exista aquello sin lo cual no es posible pensar ni decir ninguna cosa.

Atributos del Uno:

Unidad: No se trata de una unidad numérica sino de una unidad superior.

El Uno es Indivisible Perfectísimo Autosuficiente Eterno Inmóvil acto puro

Infinito

Para nosotros es incomprensible indefinible

“Nosotros decimos lo que no es, pero no lo que es”

Para Plotino el Uno está por encima de lo divino, pues carece de toda determinación. El Uno sólo se conoce por intuición.

Debajo del Uno comienza el Mundo Inteligible.

2.- La Inteligencia o Logos: Es el primer grado de descenso del Uno. La inteligencia participa de la Unidad, de la Belleza y de la Verdad del Uno, pero en un plano inferior porque ya no posee la unidad perfecta.

La inteligencia contempla al Uno (este es su acto cognoscitivo) y se contempla a sí misma. Al no poder intuir la unidad del Uno la actividad de la inteligencia se multiplica en muchas Ideas

distintas, las que constituyen el mundo de los arquetipos inteligibles de todas las cosas. De la potencia creadora de la Inteligencia procede la próxima hipóstasis.

3.- El Alma Universal: es un puente intermedio entre el mundo inteligible y el sensible.

El Alma tiene también una doble actividad. No conoce al Uno, pero conoce el mundo de las Ideas de la Inteligencia por raciocinio discursivo (no por intuición ni por contemplación).

También tiene una actividad creadora y se comunica a la materia, multiplicándose sin dividirse en todos y cada uno de los seres particulares del mundo sensible.

Del Alma Universal proceden todas las almas y todas las formas de los seres sensibles. Ella produce y gobierna el conjunto del Universo corpóreo.

4.- El mundo sensible: Resulta de la unión de la parte inferior del Alma Universal (segunda alma) con la materia. De las múltiples diferencias que la materia añade al Alma Universal resulta la diversidad de los seres corpóreos.

Por la unión del Alma Universal con la materia, el mundo sensible se convierte en un reflejo del mundo inteligible y resulta una armonía universal entre todos los seres pertenecientes a él.

5.- La materia: Es el ínfimo grado en la escala de los seres.
Es la antítesis del Uno, pues es la fuente de toda multiplicidad.
Es distinta de la nada; pero es puro vacío, carece de toda cualidad y de toda determinación. Se la debe llamar no-ser.
La materia es esencialmente privación y es el principio del mal, porque es lo más alejado de la unidad y, por lo tanto, del Bien.

6.- Antropología: El hombre no constituye un compuesto sustancial único. Se compone de un elemento material y corruptible, que es el cuerpo, y de otro espiritual e inmortal, que es el alma.

El alma proviene del mundo inteligible (procede del Alma Universal) se une violentamente al cuerpo y tiende a separarse de él (platonismo) pero el alma es concebida como la forma organizadora del cuerpo (aristotelismo) Todas las almas proceden del Alma Universal y todas son iguales, pero se hallan en distintos estados.

La esencia del hombre consiste en su alma. El cuerpo es la cárcel del alma.

No hay comunicación directa entre el alma y el cuerpo. Del alma se desprende un fluido activo que causa los movimientos del cuerpo y lo utiliza como instrumento para sus servicio.

La unión del cuerpo y del alma es accidental y violenta, por lo tanto tiende a separarse de él para retomar a su estado primitivo.

El cuerpo es la cárcel del alma.

La vida terrestre no es más que una sombra y una apariencia. En esto consiste el drama de la vida, pues el alma conserva el recuerdo del mundo superior y tiende a libertarse del cuerpo. Pero esto no es posible sino mediante la purificación.

El retorno a la unidad

El fin de la Dialéctica de Plotino es el retorno a la Unidad, que se realiza, sobre todo, a través del hombre.

El alma del hombre es el centro de todo proceso descendente y ascendente.

La purificación comienza bajo un impulso interior latente en la misma alma.

El proceso de retorno es a la vez intelectual y volitivo.

La técnica de la purificación plotiniana es esencialmente dialéctica. Es una empresa matemática realizada mediante sustracción o supresión de las “diferencias” materiales, sensitivas, racionales e intelectivas, hasta volver al Uno, que es principio que está en nosotros mismos y que hace posible la purificación.

Plotino concibe la purificación como un esfuerzo que el hombre puede realizar con sus propias fuerzas. La salvación no requiere ninguna ayuda extrínseca, sino que es un resultado del propio esfuerzo individual.

“Primero deberán suprimir el cuerpo, después el alma que lo informa, y ante todo la sensación, los deseos, las irritaciones y las otras pasiones malsanas que te inclinan hacia el mundo mortal”

Todo el proceso plotiniano de la purificación se hace de abajo hacia arriba, desde la multiplicidad a la Unidad. El fin del camino sólo se alcanza cuando se llega a la cumbre de lo inteligible, que es la identidad con el Uno, la cual se logra en el éxtasis.

Tanto el ascenso como el descenso, son un proceso unívoco y homogéneo. “Es preciso que una cosa engendrada sea del mismo género que su generador. Solamente es más débil, porque los rasgos del género se debilitan en el descenso” . Por esta razón el hombre es capaz, por sus propias fuerzas, no sólo de conocer el Uno, sino también de llegar a poseerlo.

Entre los medios para retornar al Uno,

Plotino enuncia:

1º La música: el hombre debe elevarse de la armonía sensible de los sonidos a la armonía inteligible, y finalmente al Uno.

2º El amor: se debe ascender de la belleza corpórea y sensible a la Belleza inteligible y espiritual, y finalmente al Uno.

3º La filosofía: por la Dialéctica se va subiendo de las cosas sensibles, transitorias, contingentes y caducas a las realidades inteligibles y eternas, y finalmente al Uno.

La esencia del hombre y de todos los seres, es la unidad, que subsiste por debajo de todas las diferencias. Es la huella del Uno. Por esto para llegar a la unidad perfecta es necesario suprimir toda clase de diferencias, incluso la misma forma intelectiva.

El Uno, que es el objeto de contemplación, está más allá del pensamiento. Solamente puede alcanzarse en la intuición, o en el éxtasis, que consiste en el contacto suprainteligible con el Uno, y se alcanza en el momento en que quedan anuladas todas las diferencias.

Para llegar a este estado es necesario perder la conciencia de sí mismo. “Abandonando tu individualidad es como llegas a ser el Todo”. En ese momento el pensamiento no ve ningún objeto, sino simplemente una luz pura. Esa visión es un acto suprasensible , suprarracional, suprainteligible.

Término del proceso de purificación

La unión con el Uno que es principio de todas las cosas es el fin de toda la filosofía de Plotino. El mundo no es un camino, sino un estorbo para llegar a estado feliz de contemplación del Uno.

http://www.salvador.edu.ar/ua1-ir-1.htm