Respaldo de material de tanatología

HALLAN CLAVES DEL ORIGEN DEL DOLOR NEUROPÁTICO

De: Alias de MSNtanatoetica  (Mensaje original) Enviado: 13/08/2006 16:24

EXISTEN MOLÉCULAS QUE LO CONTROLAN ¿Por qué una de cada diez personas sufre un tipo de dolor intenso, continuo e invalidante que la medicina aún no logra aliviar?

La explicación estaría en ciertas moléculas del sistema nervioso periférico que actuarían como una “memoria reguladora” de ese dolor crónico que se instala una vez superado el trauma inicial: el dolor neuropático. Eso es lo que en los últimos años identificó -y continúa investigando- un equipo internacional formado por científicos de la Universidad Austral, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Instituto Carolino, de Suecia.

Los resultados fueron publicados en revistas internacionales como Neuroscience y Brain Research.  “Hace unos años, logramos describir en ratas la actividad de un conjunto de moléculas que inhiben el dolor. Esa función sería una respuesta del sistema nervioso periférico frente a una lesión interna que aumenta el poder de esas moléculas para evitar la sensibilidad dolorosa. Es decir, se trataría de un mecanismo natural de defensa”, explicó a LA NACION el neurobiólogo Marcelo Villar, decano de la Facultad de Ciencias Biomédicas y director del Laboratorio de Neurobiología de la Universidad Austral (UA), desde donde se dirige esta línea de investigación.

Conocer cómo actúa ese conjunto de moléculas del sistema nervioso periférico “puede ser una vía muy interesante para diseñar nuevas terapias contra el dolor neuropático”, opinó Villar, investigador principal del Conicet. Este tipo de dolor crónico suele acompañar a ciertas enfermedades, como la diabetes, el sida, los tumores, la compresión neural frecuente en los adultos mayores (como el síndrome del túnel carpiano) o el dolor lumbar, afección sumamente dolorosa que aún carece de terapias específicas que eviten el ausentismo laboral. “Los mecanismos por los que se produce el dolor neuropático han sido un tema muy esquivo para la ciencia médica y durante muchos años ese dolor era una especie de nebulosa. Lo interesante es que los tratamientos que son útiles contra el dolor agudo son muy erráticos o no funcionan contra el tipo de dolor crónico que estudiamos”, señaló Villar.

MODELO ANIMAL Para la investigación, los equipos de la UA, del Instituto de Química y Fisicoquímica Biológicas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, y del Instituto Carolino de Estocolmo diseñaron un modelo animal con ratas hipersensibles al dolor para analizar cómo el sistema nervioso periférico responde, por ejemplo, a la compresión o la lesión del nervio ciático. De esa forma, los investigadores lograron identificar distintas reacciones (excitatorias e inhibitorias) de las moléculas estudiadas sobre las neuronas que conducen la sensibilidad hacia el sistema nervioso. El equipo de la UBA, dirigido por la doctora Patricia Setton-Avruj, realizó el seguimiento de ese proceso en los nervios periféricos, mientras que el grupo sueco lo analizó específicamente en las neuronas. “Lo que postulamos fue que la disminución de las moléculas excitatorias ayudaría a que el sistema se calmara, mientras que el aumento de las moléculas inhibitorias permitiría bloquear los impulsos dolorosos que provienen desde la periferia -explicó Villar-. Vimos que cuando comprimíamos un nervio, se producían cambios en las moléculas que, después de un tiempo, recuperaban su estado normal.” Los científicos ya comenzaron a investigar con células madre de médula ósea porque observaron en las ratas que una gran cantidad de esas células invaden desde la médula la zona afectada cada vez que se produce una lesión en el sistema nervioso. “Después de una lesión, inyectamos las células para restaurar rápidamente el nivel normal de las moléculas -indicó Villar-. Al someter a las ratas a un conjunto de pruebas de conducta, observamos que los animales habían mejorado de su hipersensibilidad al dolor.” Estos últimos resultados demostrarían la capacidad de ese conjunto de moléculas presentes en el sistema nervioso periférico de recuperar la estructura química normal de los nervios afectados por este dolor.

Por Fabiola Czubaj de la Redacción de LA NACION http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=829554