Respaldo de material de tanatología

Que es tanatologia-155

¿Qué es Tanatología?

Es el estudio de la vida a traves de la muerte, es aprender a traves de los enfermos la mejor forma de encontrarnos con nostros mismos, asi tambien es la ciencia que ayuda a los enfermos terminales a morir en paz y con dignidad y dar ayuda tambien a sus familias.

La Tanatología ayuda tambien a superar toda clase de pérdidas emocionales, desde la vida de un ser querido, hasta el cambio de casa, de escuela, de trabajo, etc., por lo cual debemos hacer un duelo, no solo cuando una persona muere se hace duelo.

La Tanatologia tiene 4 áreas:
Bioetica: Ayuda en clonación, embarazos asistidos, trasplantes de órganos, pérdida de organos, etc.
Logoterapia: Ayuda a personas que no quieren vivir, pero que tampoco quieren morir, a encontrar un Sentido a sus Vidas, o tambien un sentido a las muertes físicas que han tenido, incluye tambien a los suicidas, ancianos, depresivos, etc.
Consejería: Ayuda a enfermos terminales y a familiares a morir en paz y con dignidad, y a sus familias a seguir viviendo con plenitud y sin culpas.
Tanatología,: Ayuda a superar cualquier tipo de pérdida.

Actualmente, en México hay una carencia casi total en la formacion de personas que se dediquen a ayuda tan especial que requieren tanto el enfermo terminal como el crónico y sus familiares. Por ello, se hace énfasis en la necesidad de aceptar la muerte como un fenómeno natural y por tanto la importancia de prepararse para morir así como de aprender a vivir mejor.

Es por eso que la Tanatología ayuda a tantos seres humanos, que al enfrentarse con una enfermedad terminal que necesariamente los va a llevar a la muerte, se sienten desesperados, desgraciados, infelices, con una enorme angustia, ya que el hombre experimenta uno de los dolores más fuertes y profundos al enfrentarse con su propia muerte y la de sus seres queridos.
Tambien se contempla la ayuda a la familia, que comunmente se siente frustrada e impotente, asustada, ante la enfermedad, o ante la muerte inesperada de un ser querido.

Así tambien la Tanatología, ayuda a toda clase de pérdidas, desde la pérdida de la pareja por un divorcio, el casamiento de los hijos, el llamado: ?nido vacio?., al Suicida, tratando de ayudarle a encontrarle un sentido a su vida, Tambien lo que es la Donación de Organos, Eutanasia, Aborto, el Status en la ancianidad, etc., son varias áreas muy amplias que comprende la Tanatologia.

Desgraciadamente en México, como en otros países, aún no se prepara a la persona para enfrentar de una manera POSITIVA su propia muerte y la de sus seres queridos, así como las pérdidas en la vida, al igual que a superar la Frustración en general, dándole un sentido positivo.

La Dra. Elizabeth Kubler-Ross, (Psiquiatra fundadora) consideró una obligacion moral el ayudar a aceptar conscientemente este suceso inevitable y natural en la vida de todo ser humano.

La finalidad de un Tanatologo es la de ayudar al enfermo a bien morir, a morir con DIGNIDAD, a aceptar la muerte como una culminación de vida, como algo trascendental y así aprovechar al máximo el poco tiempo que le queda, sin darse por vencido ante su deterioro biologico, sino considerando que psicologica, social, laboral, familiar y espiritualmente, todavia le queda mucho por hacer.

La persona morirá de una manera más tranquila, si abraza plenamente con una actitud POSITIVA (dentro de lo posible), la poca vida que le queda, y ello traerá como consecuencia, una mayor tranquilidad para sus seres queridos una vez que llegue el momento del desenlace final.

La Tanatología considera a la persona como una unidad bio-psico-social-espiritual que requiere ayuda y apoyo al enfrentar su propia muerte y la de sus seres queridos.

La muerte es una parte importante de la vida y ante una enfermedad terminal crónica podemos renunciar, solicitar ayuda, gritar, llorar y convertirnos en invalidos antes de lo necesario.
Podemos dirigir nuestra frustracion y enojo hacia otros, generalmente nuestra familia, llegando a hacer su vida completamente desgraciada.

Sin embargo, también tenemos la oportunidad de completar nuestro trabajo, actuando de tal manera que seamos capaces de buscar la plenitud personal y la felicidad y asimismo servir de ejemplo a muchas otras personas con nuestra valiente batalla y el sentido que demos a nuestro dolor y a nuestra existencia.

La labor de un Tanatologo, está centrada en la persona y su familia y busca el respeto de su libertad, autonomia y dignidad en el proceso de muerte y duelo.

Es asi nuestro objetivo, prestar un servicio personal e INTERDISCIPLINARIO, eficaz y eficiente, considerando al hombre integralmente.
– Todo hombre tiene derecho a morir con la dignidad de persona humana.
– Tiene libertad de elegir el estado de vida que quiere vivir.
Es por ello que el Tanatologo busca que la persona viva su vida de un modo integal “hasta despedirse”.

Mis escritos en este Foro serán desde el punto de vista unicamente Tanatologico, ya que la muerte, tanto la nuestra como la de quienes amamos, es un hecho ineludible, y sin embargo no hacemos conciencia de ella ni nos preparamos para su encuentro – en forma natural no negativa u obsesiva – se trata de ponernos frente a frente con esta dolorosa experiencia, que puede llegar a ser muy enriquecedora si aprendemos a asumirla como parte fundamental de la vida, para apreciar y valorar mas, precisamente eso: LA VIDA.

Trato de hacer una reflexion basada en la ciencia, sobre el valor de la vida a traves de la muerte que llevamos con nosotros desde el dia que nos concibieron, asi como, un valioso testimonio de esperanza en medios del sufrimiento y de una reafirmacion de que es posible seguir adelante a pesar del dolor y darle un sentido mucho mas enaltecedor a nuestras vidas, independientemente del tipo de creencias religiosas existentes.

Te recomiendo el libro de la Dra. Elisabeth Kubler-Ross, cuyo nombre es “LA MUERTE: UN AMANECER” es un libro facil de leer y te gustará estoy segura.

La Dra. Elisabeth Kubler-Ross, cuenta con 28 títulos “honoris causa” en su haber y mas de 20 años de experiencia acompañando en el momento de la muerte a miles de personas en todo el mundo y ha compartido con nosotros sus vivencias – experiencias que han ayudado a saber, más que a creer, que todo lo que está más allá de nuestra comprensión científica, son verdades y realidades abiertas a cada uno de nosotros -, debemos leerla atentamente y con humildad, pero además congratularnos, ya que nunca antes la humanidad había tenido ocasión de saber de la muerte y de la vida después de la muerte, de la manera en que hoy, gracias a la Dra. ELISABETH KUBLER-ROSS, nos enseña.

Hasta hace muy poco los conocimientos que la Dra. Ross pone al alcance de todos, eran un saber “oculto” accesible sólo a través de la fe de los creyentes o a los estudiosos de los textos sagrados tibetanos o la más compleja litaratura
esoterica.

El amor y la dedicación de esta mujer excepcional permite que hoy muchos médicos, enfermeras y personas que no estén relacionadas con la medicina, en el mundo estén científicamente preparadas para entender, acompañar y ayudar realmente a cualquier ser humano en los dificiles momentos que anteceden a la muerte, asi como para comprender y consolar efectivamente a las personas que sufren la perdida de seres queridos.
Evidentemente, en ese “cientificamente” está involucrado lo mejor del ser humano: su capacidad de amar.

La obra de la Dra. Kubler-Ross, se lee y se entiende muy facilmente pero probablemente, para muchos, resultara enormemente dificil de digerir, ya que cuanto mas aferrado esté nuestro pequeño ego a sus propios miedos y razonamientos, mas dificil nos será abrirnos a lo que la Dra. Ross expone y aceptarlo, al menos, como posible y además comprobado y vivído por ella misma.

La Dra. Elisabeth Kubler-Ross, es originaria de Suiza, trabaja en su especialidad y ejerce la docencia en distintos hospitales y universidades estadounidenses desde hace más de 20 años, goza de una gran reputación en el campo científico y sus libros se han convertido en obras de imprescindible consulta para médicos y enfermeras, no hay en el mundo cientifico a quién se la hayan otorgado tantos titulos de doctor ?honoris? causa.

La Dra. Ross, ha permanecido cientos de horas junto al lecho de enfermos moribundos, cuyos comportamientos,han sido anotados minuciosamente.

Durante un largo tiempo, anoto y publico sus observaciones acerca de la forma de vida y de los sufrimientos de sus pacientes hasta el momento de la muerte clinica de éstos, recibió la aprobacion de sus colegas, hizo publica la información que a traves de su práctica profesional cotidiana le aportaban a menudo los mismos enfermos moribundos sobre sus experiencias extracorporales, es decir, sus experiencias del más allá, y que ella comprandolas con sus propias experiencias, no rechazó, ni las trato como si fueran alucinaciones, sino que encontró la Tanatología.

En una entrevista comento:
” En toda investigación cientifica es honesto, en mi opinión, aquel que lleva un registro de sus hallazgos y es capaz de explicar el procedimiento por medio del cual ha llegado a las conclusiones que defiende. Se deberia desconfiar de mi conducta cientifica e inclusive degradarme, si yo publicase solo con el animo de complacer a otros. Puedo decir con toda claridad que mis propositos no son los de convencer o convertir a la gente. Considero que mi trabajo consiste por excelencia en salvaguardar los resultados logrados en la investigacion, entregandolos al conocimiento de los demas. Aquellos que esten preparados captarán lo que digo y me creerán. Y los que no lo estén, argumentarán con sutilezas el raciocinio,”

Te recomiendo leas alguno de sus muchos libros:
– Vivir hasta despedirnos.
– Carta para un niño con cancer.
– Conferencias: Morir es de vital importancia.
– Los niños y la muerte.
– Recuerda el secreto.
– La muerte un amanecer.
– La Rueda de la Vida (autobriografía)
– Sobre la muerte y los moribundos.
y muchos mas, claro.

En México existen dos Instituciones que dan clases sobre Tanatología:
– La Asociación Mexicana de Tanatologia, A.C,
fundada por el Dr. Alfonso Reyes Zubiría
http://mx.geocities.com/amtacmx

– El Instituto Mexicano de Tanatologia,
fundado por la Lic. Teresita Tinajero.
la dirección de internet es:
www.tanatologia.org.mx


5 thoughts on Que es tanatologia-155

  1. Zarina  Zarina
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    Eugenio:

    Cuando comenzamos a estudiar ésta bella carrera, una de las primerisimas peliculas documentales que nos muestran es el de una mujer italiana que nació sin brazos y como llegó a ser una excelente esposa, madre y profesionista, todo lo hacía con sus pies, cortaba pelo, se pintaba los ojos, cocinaba, manejaba y todo esto gracias al amor de su madre que no la hizo un ser “dependiente” y la enseñó a valerse por sí misma, sus hijos por cierto, nacieron completos y sanos.

    Es muchisima la ayuda que da la Tanatología a este tipo de casos aquí te pongo algo sobre el tema, tambien te quiero decir que primero es hablar con la madre y saber si ella está dispuesta a tenerlo, te recuerdo el caso entre otros de Gaby Brimer, del Fisico Astronomo: Hawkings, que fueron personas diferentes.

    La experiencia psicológica sobre los eventos de naturaleza traumática evidencia el hecho de que cuando una persona sufre un accidente o una enfermedad que probabiliza alguna discapacidad, al principio pasa por una fase que pudiera denominarse como , caracterizada por una especie de estupor, desconcierto, marasmo, obnubilación, abulia, apatía e introversión; sigue a ésta una , caracterizada por la expresión de un mecanismo de defensa del yo contra la ansiedad, contra la angustia, contra la incertidumbre… esto puede observarse a través de un proceso de negación, o negligencia de corte anosognósica.

    Más tarde, durante el proceso de elaboración de la aceptación, se atraviesa por una , caracterizada por la cólera y la depresión; una , en la cual se busca una solución al problema y, finalmente, se llega a la en la cual se ha asumido que la condición que se enfrenta constituye parte íntegra de su identidad.

    Ahora bien, en el caso donde la persona afectada es un menor que ha nacido con diversas dificultades que le probabilizan una discapacidad, no es éste, sino sus familiares quienes deben pasar de la a la de la condición de su hijo. A partir de esta aceptación entonces es posible propiciar un proceso de desarrollo, con calidad de vida, de tal niño o niña.

    Vale recordar que con anterioridad la discapacidad era identificada como ?enfermedad a curar?, o bien como ?enfermedad incurable? que era necesario asistir con internamiento en ?establecimientos-ghetto? (Sorrentino, 1990).

    En la actualidad, para brindar atención a quienes adolecen de alguna discapacidad se está buscando un equilibrio entre enfoques opuestos, intentando no negar la diversidad y rechazando visiones sectoriales y exageradamente tecnicistas de la discapacidad. El logro de una integración de la persona con discapacidad en la trama social ha permitido valorar los problemas con actitudes más justas.

    La OMS, al definir la deficiencia como una desventaja que impide al sujeto portador desempeñar el rol y satisfacer las expectativas correspondientes a su sexo, a su edad y a su condición social dentro del grupo de pertenencia, propicia la reflexión de la problemática en torno a las expectativas que se tienen dentro de determinados grupos sociales o a la condición social misma o, además, al rol asignado a los menores dentro de nuestro entorno sociocultural.

    La deficiencia física y/o psíquica debida a la lesión orgánica es un dato extraño para el sistema familiar, éste tiende a soportarlo como una agresión del destino y, por tanto, suele ser acompañado de intensos sentimientos de rechazo o rebelión. Esa percepción de singularidad es rápidamente asumida como propia por el menor con algún signo de discapacidad, el cual se encuentra considerando como indeseable una parte de sí mismo.

    Por sus requerimientos, la atención de sus necesidades especiales, derivadas de la deficiencia, así como la atención educativa de las necesidades educativas especiales, si las hubiere en virtud de que éstas no derivan de aquéllas, desafía las creencias sociales y, sin embargo, se expresa e interviene en la vida del sujeto como un hecho altamente significativo.

    Ambos acontecimientos, deficiencia y atención de las necesidades especiales derivadas de la deficiencia o atención de las necesidades educativas especiales, condicionan los comportamientos de las personas implicadas: parientes, médicos, terapeutas, docentes y profesionales que intervienen durante el proceso de atención.

    Generalmente la deficiencia es considerada una desventaja específica de un sujeto a quien se trata, se somete a terapia, se rehabilita y se asiste en calidad de tal. Casi nunca se piensa en ella como en un acontecimiento que desencadena reacciones y adaptaciones interconectadas, de amplio espectro, que van más allá del déficit y del sujeto que lo muestra

    Los valores fundamentales por los que se rige la convivencia social son puestos en crisis por la realidad de la deficiencia; la igualdad de los derechos de los ciudadanos, la igualdad de oportunidades para una vida digna y con calidad, el derecho a la educación, al trabajo, a la autonomía y a la salud se ven duramente desafiados por esta realidad (Sorrentino, 1990).

    El menor que presenta algún signo de discapacidad es una presencia problemática: por un lado, es una persona con plenos derechos y, por el otro, se aparta de las expectativas sociales hasta el punto de parecer extraño y diferente.

    Las actitudes más comunes que suelen adoptarse para superar la ambivalencia de estas percepciones son considerar al individuo inhábil como un enfermo a cuidar o, bien, considerarlo un eterno niño. Lo primero significa delegar implícitamente en los ciudadanos la tarea de eliminar las diferencias y, como esto no se logra, relegar al sujeto disminuido a un área de la exclusiva competencia de los técnicos, al margen de la trama social. En cambio, considerar al individuo como un eterno niño significa postergar para un mañana incierto el momento difícil de enfrentarnos con él como un miembro efectivo de la comunidad social.

    Como puede derivarse de lo expuesto hasta aquí, todo parece confabular contra el menor y contra sus familiares, pues las certezas, expectativas y creencias de estos últimos se desvanecen y se rompen en pedazos, generando ello una conflictiva que, generalmente, es adversa al desarrollo integral del niño o niña.

    Para facilitar el proceso de elaboración de una aceptación de la realidad y de sus posibilidades de expresión humanizada es imprescindible considerar el papel que juega tanto la actitud como la información y orientación que los diversos profesionales brindan a los familiares, sobremanera los médicos, quienes son los primeros, con harta probabilidad y frecuencia, que abordan esta situación.

    Existe mucha información al respecto, aquí te pongo una pagina si te interesa ahondar más en el tema.
    http://www.lafacu.com/apuntes/psicol…ci/default.htm

  2. Viejo  25-nov-2003, 11:39
    Zarina Zarina no ha iniciado sesión
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    Alejandra:

    Uno de los principales problemas que yo veo en México es que los Médicos casi invariablemente, NO LE DICEN AL PACIENTE LA VERDAD DE LO QUE TIENE, y se lo dicen a sus parientes, ESTO PARA LA TANATOLOGIA ES UNA ABERRACION, pues el enfermo tiene derecho a saber su estado y tomar desiciones al respecto, de ahí que todo se vuelva al paso del tiempo más doloroso y tanto la familia como el paciente se queden con culpas no resueltas.

    Yo pasé por un proceso parecido al que me comentas con mi padre, en ese entonces NADIE nos ayudó y mucho menos nos aconsejó al respecto, no sabiamos que esperar sobre el desarrollo y fin de ésto, lo unico que se nos repetia como periquitos era: Recuerden que no tiene curación, a mi padre le dió Alzhaimer y luego tuvo un derrame cerebral que lo tuvo en cama por 4 meses como muñequito sin hablar, etcs., fue sumamente doloroso para nostros todo ésto, pues lo amabamos y amamos profundamente., pero para ese entonces no sabíamos siquiera de la existencia de la Tanatologia. Fue mucho tiempo despues que la vine a descubrir y que me ayudó a terminar de realizar mis duelos no hechos, pues al mes de la muerte de mi padre murió mi tía repentinamente.

    Me metí a estudiar ésta carrera precisamente por lo que te comento, veo que no hay información al respecto, yo deseo dar a conocer esta profesion y sobre todo la ayuda que brinda, la cual es muy valiosa, ya que como bien dices no se trata de olvidar o de no sentir dolor, sino que se aprende a vivir con ello, y si el proceso fue amoroso y con calidad de vida, te queda una gran satisfacción que amortigua la perdida.

    Como dices si el paciente sabe su pronostico, es mucho más facil que arreglen las cosas legales, amorosas, que pidan y den perdón, de las cosas dolorosas de sus vidas para despues con mayor tranquilidad poder despedirse y dejarse ir suavemente, tal vez en general es dificil entender esto de dejarse ir suavemente, pero para personas que como tú y yo hemos vivido esto es mas comprensible y menos doloroso.

    Gracias por compartir tu experiencia, ojalá y sigamos en contacto, te dejo un cordial saludo.

  3. Tancredi:

    ¿Por que, o a qué le tienes miedo de la muerte?
    ¿haz tenido alguna perdida física importante en tu vida?

    Ojalá y pudieramos comentar al respecto, ya que en terminos generales es el miedo que todos tenemos, pero el punto debe ser: ¿a que o por que?

    Por otro lado, No conosco la página que me dices pero me gustaría conocerla si me dices la dirección, gracias por tu Bienvenida y ojala y que sigamos comentando estos temas que lejos de ser lugubres nos ayudan a caer veintes, pues la Tanatologia no trata sobre el estudio de la muerte o a los Tanates como dijo El Barto jejeje, ya que la muerte la estudia la Medicina Forense.

    La Tanatología nos ayuda a que disfrutemos más de nuestras vidas y que le demos o recobremos el valor de las cosas que muchas veces olvidamos como por ejemplo decirle a las personas que queremos que las amamos, aún y a pesar de todos los defectos que tengan o a reconocer que estamos de duelo porque terminamos con un novio, nos cambiamos de casa y nos dolió, perdimos a una mascota, nos divorciamos, etcs., ya que la Tanatologia no solo trata a enfermos terminales, sino a toda clase de perdidas.

    Perdidas que no nos atrevemos a reconocer muchas veces ni a nosotros mismos, ya que las juzgamos tontas, absurdas, sin importancia, cuando es el contrario, todas las perdidas que vamos teniendo en la vida por mínimas que sean pero que nos han dolido, nos van haciendo la clase de persona que somos en la actualidad con nuestros miedos, fortalezas, traumas, etcs.

    Espero que te interesen mis temas y seguimos en contacto, te dejo un cariñoso saludo.
    __________________
    \”El silencio de una persona que tiene mucho que decir, puede ser ensordecedor\”

  4. cita textual:Originalmente enviado por Alejandra Ruiz:

    La religión es a veces un obstáculo más que una asidera por que dejamos todo en manos de Dios y siempre (aunque quizá secretamente) deseamos un milagro y creemos en él más que en lo que nuestros propios ojos y sentidos están percibiendo.

    Saludos y gracias nuevamente!! Alejandra:

    Estoy totalmente de acuerdo contigo desde el punto de vista personal, pero desde el punto de vista tanatológico no debes quitarle a una persona la “esperanza” y si ésta se la dá x religión, pues que bueno ya que tiene de alguna manera en donde apoyarse, yo respeto mucho esto.

    Es muy duro no creer en nada en momentos dificiles, yo en lo personal estoy TOTALMENTE en contra de la Iglesia, y acabo de pasar por un problemilla y es muy duro afrontarlo estando totalmente clara que con lo unico que cuentas es con los conocimientos de los médicos y la recuperación de tu organismo a traves de tu fuerza mental y de voluntad, aunque desde luego no todo mundo piensa igual, lo cual tambien es muy respetable.

    Saludos cordiales.

    Tapirapi:

    Con todo respeto pero pienso que estás equivocado, la cosas no son así en la vida real, te lo juro.

    Craneo:

    Cuando la evolución de una enfermedad arrastra a uno mismo, o a un ser querido, hacia un fin próximo e inevitable, ¿es lícito adoptar cualquier estrategia médica a fin de intentar retrasar ese momento de la extinción?, ¿es justo mantener la vida en quien, a causa de su estado terminal, ya no es dueño de aquello que más humanos nos hace: voluntad, libertad y dignidad?

    Muchos responderemos sin titubear con un no rotundo a ambas preguntas, pero no pocos, influidos por motivaciones diversas, se decantarán por un sí con más o menos matices.

    Sin duda no se trata de imponer la opinión de los unos a los otros, ni viceversa, pero, en cualquier caso, debajo de la discrepancia ideológica anida un aspecto básico que debería ser indiscutible: cada cual es el único dueño de su vida y de su muerte y, por ello, el único con derecho a decidir cuándo y cómo quiere poner término a un proceso vital doloroso y/o degradante del que sabe que no puede evadirse.

    Sólo uno mismo puede y debe decidir en qué punto y bajo qué condiciones el seguir vivo ha dejado de ser un derecho para convertirse en obligación.

    Si la dignidad es una cualidad inherente a la vida, con más razón debe serlo en el entorno de la muerte, que será la última vivencia y recuerdo que le arrancaremos a este mundo al apagar nuestro postrer suspiro… y también la última imagen de uno mismo que dejaremos en herencia a parientes y amigos.

    ¿Hace falta sufrir y hacer sufrir a quienes nos aman para pasar por este trance? ¿le sirve de algo, al enfermo o a su entorno familiar, una agonía larga o una progresiva pérdida de facultades que desemboca en lo meramente vegetativo?

    En muchas culturas y en no pocas personas, incluso dentro de nuestra propia sociedad, el acto de morir rebosa dignidad, amor y hasta belleza, pero, en general, en la sociedad industrial, para tratar de hurtarle al destino un tiempo que tampoco podemos vivir -la enfermedad nos lo impide-, somos capaces de privarnos a nosotros de dignidad y cargar a los demás con el peso del dolor que causa contemplar tal degradación.

    En el artículo 15 de la Constitución Española, por ejemplo, al igual que hacen sus equivalentes en las cartas magnas de otros países, establece que “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que en ningún caso puedan ser sometidos a tortura ni a pena o tratos inhumanos o degradantes”.

    El texto es claro y rotundo, aunque algún segmento social, con criterio secuestrado por sus creencias religiosas, persista en una interpretación miope e interesada de este derecho fundamental que atañe tanto a la defensa de la vida, como a la de la integridad física y moral y, claro, al derecho de no tener que sufrir tratos inhumanos o degradantes; aspectos, estos últimos, que, en enfermos terminales, a menudo son vulnerados cuando se les somete a “encarnizamiento terapéutico”, eso es manteniéndoles con vida artificialmente y en condiciones que degradan notablemente la dignidad de la persona.

    Por ello, son muchos los juristas y organizaciones profesionales de juristas que vienen reclamando desde hace tiempo que este artículo que proclama el derecho a la vida se interprete de manera que reconozca igualmente el derecho a una muerte digna, dado que la vida impuesta por otros -por muy médicos o familiares que sean- no puede ser de ninguna manera un bien jurídico a proteger en un Estado de Derecho.

    LOS DERECHOS DEL ENFERMO TERMINAL A NIVEL MUNDIAL:

    ? Tengo el derecho de ser tratado como un ser humano vivo hasta el momento de mi muerte.
    ? Tengo el derecho de mantener una esperanza, cualquiera que sea ésta.
    ? Tengo el derecho de expresar a mi manera mis sentimientos y mis emociones por lo que respecta al acercamiento de mi muerte.
    ? Tengo el derecho de obtener la atención de médicos y enfermeras, incluso si los objetivos de curación deben ser cambiados por objetivos de confort.
    ? Tengo Derecho a que se respete y en lo posible se alivie el dolor de mis familiares, allegados y amigos.
    ? Tengo derecho de expresar mis sentimientos y emociones, en todo momento y enfocar a mí manera mí propia muerte.
    ? Tengo el derecho a poder acceder y emitir un documento legal de últimas voluntades donde se establezcan por escrito las disposiciones oportunas respecto a las condiciones en torno a mí muerte (documento que en este aspecto es conocido como “testamento vital”).
    ? Tengo el derecho de no morir solo.
    ? Tengo el derecho de ser liberado del dolor.
    ? Tengo el derecho de obtener una respuesta honesta, cualquiera que sea mi pregunta.
    ? Tengo el derecho de no ser engañado.
    ? Tengo Derecho a decidir si deseo estar consciente, dentro de las limitaciones de mi enfermedad hasta el fin y ser trasladado a mi domicilio a mi solicitud.
    ? Tengo derecho a participar en las decisiones que incumben a mis cuidados y a mí vida.
    ? Tengo el derecho de recibir ayuda de mi familia y para mi familia en la aceptación de mi muerte.
    ? Tengo el derecho de morir en paz y con dignidad.
    ? Tengo el derecho de conservar mi individualidad y de no ser juzgado por mis decisiones, que pueden ser contrarias a las creencias de otros.
    ? Tengo el derecho de ser cuidado por personas sensibles y competentes, que van a intentar comprender mis necesidades y que serán capaces de encontrar algunas satisfacciones ayudándome a enfrentarme con la muerte.
    ? Tengo el derecho de que mi cuerpo sea respetado después de mi muerte.
    ? Tengo Derecho a que mi cadáver sea tratado con dignidad y respeto, dentro de los límites de lo posible amortajado y velado, del modo que yo o mis familiares o allegados hallamos solicitado.

  5. Craneo:

    Será primordial entablar un conocimiento estrecho y cercano con el médico, dialogar acerca de las opciones que propone a fin de controlar los síntomas negativos ligados a la enfermedad -ansiedad, debilidad física, insomnio, agitación, dolor, vómitos, falta de apetito y/o dificultad para ingerir alimentos o bebidas, etc.- y darle tiempo -durante dos o tres visitas- y oportunidad para que pueda apoyar emocionalmente al enfermo.

    Salvo que el deceso se prevea muy cercano, en esas primeras visitas no resultará todavía apropiado reclamar algún tipo de ayuda concreta para morir dignamente -evitando agonías y encarnizamientos terapéuticos inútiles-, aunque sí puede ser ocasión para sacar a colación cuanto se relacione con el “testamento vital” del paciente, ya sea su intención de suscribirlo o las condiciones de uno ya previamente protocolizado.

    La actitud y respuesta que el médico y el Tanatólogo manifiesten ante el “testamento vital” del paciente podrá ser un indicador muy importante para poder valorar sus intenciones y, fundamentalmente, la predisposición que tiene a respetar la voluntad de la persona que tiene ante sí.

    Un paciente con las ideas claras acerca de su derecho a tener una muerte digna no debería aceptar respuestas ambiguas por parte de su médico, ni tampoco una actitud de rechazo o indiferencia acerca de este derecho.

    En cualquier caso, independientemente de la actitud del médico respecto al “testamento vital” del enfermo, éste deberá obtener una aclaración precisa de hasta dónde está dispuesto a respetar su voluntad ante posibilidades tales como realizar pruebas diagnósticas o tratamientos no deseados, control del dolor, hospitalización, alimentación forzada mediante sonda nasogástrica, tratamiento antibiótico, sedación terminal, etc.

    Si un médico rechaza respetar la voluntad lícita y libremente expresada por su paciente acerca de las condiciones que atañen a su muerte, valdrá la pena modificar ese riesgo cuando todavía se está a tiempo. Hay que tratar de poner lo que quede de vida y la propia muerte en manos de otro médico que respete a la persona y merezca su confianza.

    En todos estos momentos la ayuda de un Tanatólogo es indispensable.

    TESTAMENTO VITAL:

    Se entiende por “testamento vital” cualquier documento en el que su firmante exprese aquello que representa su voluntad acerca de las atenciones médicas que desea recibir, o no, en caso de padecer una enfermedad irreversible o terminal que le haya conducido a un estado en el que sea imposible expresarse por sí mismo.

    Cada persona, según sus deseos, puede elaborar su propio testamento vital personalizado, haciendo figurar en él cuantas indicaciones y razonamientos considere oportunos y pertinentes en defensa de sus derechos.

    En su función específica, el “testamento vital” no está regulado legalmente en todos los países, ni mucho menos, pero conviene saber que, como cualquier otra declaración personal de voluntades, tiene plena validez en cuanto a lo que se declara desear, aunque también es cierto que puede chocar con el límite de aquello que la legislación vigente en un determinado momento y lugar permite asumir a médicos u otros (hoy, en la inmensa mayoría de países todavía se persigue como delito la eutanasia activa o el suicidio asistido).

    En cualquier caso, con o sin dificultades legales, este documento, en la práctica, facilita extraordinariamente la toma de decisiones, por parte de quienes asumen la responsabilidad de un enfermo terminal imposibilitado de expresarse, respecto a las situaciones de enfermedad reseñadas en el documento y a las actuaciones médicas que se desean o no.

    Por otra parte, si debe acudirse a la Justicia para reclamar el cumplimiento de la voluntad expresada por un enfermo que en ese momento es incapaz de valerse por sí mismo, la existencia de este documento previo siempre resultará una prueba sumamente importante y decisoria.

    Un documento de estas características, de acuerdo con lo establecido por el artículo 9 del Convenio del Consejo de Europa sobre los derechos del hombre y la biomedicina de 1997, antes mencionado, debe entenderse como un elemento coadyuvante en la toma de decisiones, a fin de conocer con más exactitud la voluntad del paciente”.

    A modo de guía, presento las observaciones e instrucciones que propone, la Asociación Derecho a Morir Dignamente para realizar este trámite:

    a) El “testamento vital” conviene firmarlo ante un notario para que éste dé fe de la autenticidad de su firma. De no ser así, rubricarlo ante dos testigos que no sean familiares o personas ligadas por intereses económicos a quien suscribe el documento.

    b) En el “testamento vital” sugerido por esta Asociación, se incluye la opción de que el firmante nombre un representante a fin de poder enfrentar la eventualidad de quedar imposibilitado para expresarse por sí mismo. En este caso, resulta obvio resaltar que la persona elegida como representante debe compartir o, al menos, comprender lo mejor posible, los deseos, valores y motivos personales que sustentan las decisiones del firmante respecto a las condiciones del final de su vida; siendo recomendable, también, que sea una persona que declare estar dispuesta a luchar por el cumplimiento íntegro de las instrucciones enumeradas en el “testamento vital” en caso de incumplimiento por parte de médicos y/o familiares. Puede resultar prudente nombrar un segundo representante, por si se diera la circunstancia de que el primero -por encontrarse ausente, haber fallecido o por cualquier otra razón- no pudiese cumplir con su cometido.

    c) Los apartados 1, 2 y 3 del “testamento vital” sugerido por esta asociación contemplan distintas opciones para paliar el sufrimiento y evitar un alargamiento indeseado de la vida cuando el firmante considere que la calidad de ésta le resulta indeseable o inaceptable a causa de la degradación a la que le ha conducido su enfermedad. Si el firmante no está de acuerdo con parte de su contenido, lo que se solicita en estos puntos del documento puede eliminarse o variarse.

    d) El firmante del documento puede suprimir también, según sea su voluntad, las enfermedades enumeradas en el punto 4 que no desea que figuren en su “testamento vital”.

    e) A fin de garantizar al máximo el cumplimiento de la voluntad expresada en el “testamento vital”, resulta conveniente repartir copias del documento entre personas de confianza del firmante, incluido el médico de cabecera, si es factible. Es importante también dejar indicaciones sobre dónde localizarlo, por si un accidente o enfermedad súbitos impidieran al firmante poder expresarse.

    f) Como medida suplementaria, puede enviarse también una copia del “testamento vital” al Registro de Testamentos en este caso, el representante, puede recabar asesoría sobre cómo utilizar el “testamento vital” registrado.

    CLÁUSULA FINAL

    Las decisiones del paciente, en su caso, quedarán debidamente documentadas en la historia clínica.

    La presente Declaración de Derechos del Enfermo Terminal no excluye la validez y necesidad de respetar las normas éticas y legales que rigen la investigación científica, la docencia clínica, la extracción de órganos, y/o tejidos para trasplantes o injertos o de sustancias biológicas con fines diagnósticos o terapéuticos, la confidencialidad y el secreto profesional en el manejo de los datos clínicos u otras normas aplicables a casos singulares y concretos de enfermos terminales.

    Aunque no hay, ni mucho menos, una sola posibilidad de reacción y actuación ante el anuncio de estar inmerso en un proceso irreversible y/o terminal, puede servir de alguna ayuda u orientación, a quien se encuentre en este trance, el comenzar a caminar por una senda que ha sido trazada por la experiencia previa de los médicos y enfermos que ya la han recorrido.

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