Respaldo de material de tanatología

«El tiempo no lo cura todo»

«El tiempo no lo cura todo»

Texto de/J. M. López.

LA Escuela Universitaria de Ciencias de la Familia ha organizado, a través del Centro de Orientación y Terapia Familiar ‘Oikos’, un grupo de autoayuda para personas en situaciones de duelo por la muerte de un ser querido, que el pasado miércoles comenzó a trabajar bajo la dirección de Carlos Robles (León, 1944). Duelo viene de dolo, que en latín significa dolor «y es un sufrimiento emocional intenso causado por la pérdida de alguien o de algo».

-¿Cómo afrontar una experiencia tan traumática?

-Ante la pérdida de un ser querido en el que se ha invertido mucha energía emocional, las personas entran en crisis, y la mejor forma de abordarla es expresar y compartir sus sentimientos con otras que están pasando por la misma experiencia. A veces, la familia no les entiende o no les deja llorar ni expresar sus sentimientos, y en estos grupos de autoayuda les ayudamos a identificarlos y nombrarlos -estoy triste, enojado, me siento culpable, solo, vacío…-, y acogemos su negación de la realidad hasta que, poco a poco, se van dando cuenta de que ser querido ya no está con ellos.

-¿Cuándo un duelo es patológico?

-No me atrevo a poner un plazo. Cada persona y cada duelo es único, y termina cuando tiene que terminar.

Para algunos puede pasar un año, para otros dos o tres.

Depende de muchos factores: de los apoyos que tenga en ese momento, de quién ha fallecido y de qué relación tenía con él. Nunca se olvida del todo a un ser querido, pero si al cabo de un cierto número de años se sigue viviendo con la misma intensidad, podemos decir que es patológico.

En estos grupos pueden elaborar su duelo de forma constructiva o positiva, con asesoramiento de especialistas y respetando siempre su propio ritmo.

-Una muerte imprevista es más dolorosa…

-Sí, ante una muerte repentina el duelo dura más. Pero también se sufre en el caso de enfermedades prolongadas…

Es el ‘duelo anticipatorio’, y aunque eso ayuda, nunca estamos preparados del todo. Nos cuesta aceptar la realidad de la muerte, que es muy dura.

La desaparición de un padre, un esposo o, sobre todo, un hijo, es uno de los acontecimientos más estresantes de la vida, seguido de una separación matrimonial o divorcio.

-¿El tiempo lo cura todo?

-No es cierto, o al menos es una frase engañosa. Sí es verdad que el duelo necesita tiempo, porque es un proceso lento. Pero lo importante es qué hace la persona con el tiempo: si expresa su dolor, lo vive, busca apoyo, conoce las dinámicas del duelo… ese tiempo será fructífero y el día de mañana lo tendrá resuelto.