Respaldo de material de tanatología

UN MÉDICO ANTE SU MUERTE

UN MÉDICO ANTE SU MUERTE “Me llamo Carlos Cristos y tengo 48 años. Soy médico de familia y creo que soy consciente del significado de la atrofia de múltiples sistemas. Es invalidante, progresiva y mortal”.

LAS ALAS DE LA VIDA – Un hombre con una enfermedad irreversible narra su vivencia en un documental, premiado en Valladolid. – Carlos fue lo que siempre deseó: médico de pueblo. Tuvo “la oportunidad de hacer cosas por las que vale la pena vivir”. Tiene una mujer, también médico, y una hija pequeña. Y muchos amigos. Vive en una espaciosa casa en Mallorca y ha ayudado a pacientes, enfermos terminales, a pasar por el mismo trance por el que atraviesa a causa de la AMS. Para esta rara enfermedad no hay tratamiento. Pero se siente un “privilegiado”, reitera en el filme, premio al mejor documental de la reciente edición del Festival de Valladolid.

Hoy apenas puede hablar ni mover su cuerpo postrado, aunque no pierde lucidez. Espera que le llegue la muerte, sin provocarla ni prolongarla, sin dolor, sin máquinas. Así lo ha dejado escrito. Pero antes ha querido aprovechar su “energía restante” y su experiencia como médico para realizar un proyecto de divulgación que aborde “con frialdad y desapasionamiento los temas relativos al fallecimiento”. “Reflexionar y, si es posible, con una sonrisa”, apostilla. Carlos le pidió a un amigo, el realizador Toni Canet, que filmara los últimos años de su vida, su proceso de aceptación de la inminencia de la muerte. De 2003 a mayo del 2006, una cámara se coló en su casa, su dormitorio, las comidas familiares, las reuniones con los amigos, las visitas al neurólogo, las sesiones de fisioterapia, la piscina donde su hija le enseña cómo bucea. Las imágenes recogen las espléndidas panorámicas del Mediterráneo o el Atlántico que Carlos disfrutaba desde su ala delta, a la que era aficionado. En la película se recoge la evolución de la enfermedad y del pensamiento de quien hace bromas casi hasta el final. El médico también tuvo una faceta de comunicador. Colaboraba con Radio Nacional de España dando consejos médicos. Además, era inventor de diversos artilugios, como la rejilla de estaño que le permitía pulsar una sola tecla con un dedo para escribir en el ordenador. En el documental también se escucha música compuesta por él, que formó parte en su juventud del grupo musical Buxo, en su Galicia natal. De hecho, notó uno de los primeros síntomas de la enfermedad cuando empezó a “emborronar el discurso musical”.

No dio importancia a dejar de conducir. Fue poco a poco renunciando a los actos más cotidianos. La ayuda de su esposa, Carmen Font, ha sido imprescindible. El amor incondicional de su hija, un estímulo. El diagnóstico de la enfermedad fue como una amputación “de la esperanza”, dice su mujer en el documental, estrenado el pasado viernes en Valencia y Valladolid, y próximamente en el resto de España. “Lo entiendes con la cabeza, pero no con el corazón”, apunta él. También Carlos ha ayudado en lo que puede. Está conectado por Internet con la asociación que aglutina en todo el mundo a 800 enfermos de la extraña AMS. Como es el único médico de la asociación, recibe muchas consultas, explica y da consejos. Nada es fácil cuando no se encuentra remedio para sí mismo. Lo probó todo. La investigación con células madre abrió una rendija al optimismo. Se presentó voluntario para que se experimentara con él los adelantos que se practicaban en las ratas de laboratorio. Uno de los más destacados científicos en el campo de las células madre en España, Carlos Simón, lamenta en la película la imposibilidad de ayudarle ahora, aunque muy probablemente en cinco años, se encontrará una cura con estas técnicas. – “Toni, ¿estás rodando?”, pregunta Carlos al cineasta con quien ha convivido para realizar un testimonio irrepetible. “Ha sido muy doloroso. Pero al mismo tiempo hemos estado juntos, como amigos del alma, haciendo lo que queríamos. Yo he estado yendo una semana al mes a su casa, compartiéndolo todo con su familia”, apunta el realizador.

Carlos ha tenido tiempo de ver su película, de recibir el reconocimiento de sus colegas médicos. “Intento no aferrarme a la vida. A veces me despierto y digo: ‘Coño, si estoy aquí’. Acto seguido te asalta la duda. Lo más jodido de todo es la incertidumbre”, comenta. No es un hombre religioso. “¿Qué se va sentir en el momento del tránsito?, ¿Qué pasará en el último microsegundo?”, se pregunta. Y recuerda la historia del abad que salió a dar un paseo y se quedó ensimismado por el canto de un pájaro. Cuando volvió al convento, habían pasado 200 años.

EN BUSCA DE UN VIDA DIGNA – Una película valenciana narra la lucha contra la muerte de un enfermo terminal que aprovecha al máximo el tiempo que le queda El médico Carlos Cristos, que padece desde hace años una enfermedad neurodegenerativa, invalidante, terminal y mortal ?atrofia de múltiples sistemas (AMS)?, llama a un amigo, director de cine, para que filme su lucha por la dignidad en el vivir y en el morir, sin dramatismo y al ser posible con una sonrisa. El realizador amigo es el valenciano Antoni P. Canet y el resultado son 90 minutos de esperanza que resumen tres años en compañía de un enfermo terminal. ?No se trata de una película de alguien que desea morir, sino de alguien que lucha por vivir y reconoce que la muerte es una etapa más de esa vida?. Así resume Canet Las alas de la vida, el filme-documental valenciano que mañana se estrenará en el Festival de Cine de Valladolid en la sección Tiempo de Historia.

COMPARACIÓN CON ?MAR ADENTRO? ?La comparación con Mar adentro va a ser inevitable, pero Cristo no reclama una muerte digna como la demandaba Sampedro, sino la capacidad para decidir una muerte sin reanimación artificial. Son cintas complementarias?, señala Canet, quien asegura que si no fuera amigo de Carlos Cristo no se hubiera embarcado en este proyecto donde se mezcla ?amistad, intimidad, ciencia y cine?. Cogidas de la mano, enfermedad y película han viajado con Carlos para reflexionar junto con su familia, sus amigos, sus compañeros, médicos y científicos, sobre las vivencias y los grandes temas asociados al final de la vida. Y el último tramo del camino lo han recorrido como Carlos ha querido: mirando a la muerte a la cara, con serenidad ?y, si es posible, con una sonrisa?. Sin tabúes. ?En las más de 70 horas grabadas nos hemos convertido en los depositarios del lúcido testamento vital de Carlos. Hemos captado la aceptación del diagnóstico, las obligadas renuncias a conducir, a trabajar, a caminar; la adaptación de su entorno con el diseño de artilugios que hacen más llevadera su invalidez, las visitas a los médicos, e, incluso, hemos viajado a Galicia, su tierra natal, para asistir a las despedidas?, explica el director.

* Accedea al video de la película “Las alas de la vida” haciendo click aquí:  http://video.google.es/videoplay?docid=-863230978861883166

* Accede a la página oficial del fil haciendo click aquí:  http://www.lasalasdelavida.com/index.html

Fuente: http://www.intramed.net/47574

http://www.intramed.net/actualidad/art_1.asp?idActualidad=47574&nomCat=Actualidades%20Misceláneas