Respaldo de material de tanatología

DEMANDAS ANTE UN PROCESO DE MUERTE

Campos Aranda**,M.; Rojas Alcántara*, P.; Armero Barranco*, D.; González Quijano*, A.; Muñoz Pérez*, G.; Hernández Rojas***, V.M.

Profesores del Departamento de Enfermería* y Bioestadística** de la Universidad de Murcia. ***Enfermero de Atención Domiciliaria.

INTRODUCCIÓN
Los futuros profesionales de enfermería deben estar científica y humanamente preparados para escuchar, acompañar y ayudar realmente a cualquier persona en los
difíciles momentos que preceden a su muerte, así como comprender y acompañar a los que sufren la pérdida de sus seres queridos1.

Virginia Henderson dice que el rol esencial de la enfermera consiste en ayudar al individuo sano o enfermo al mantenimiento o recuperación de la salud, o bien asistirlo
en sus últimos momentos para que tenga una muerte feliz.2

Es muy importante formar profesionales que den respuesta a la demanda de la sociedad en materia de salud y que sean capaces de satisfacer las necesidades de las
personas en el proceso de la muerte3, proporcionando una atención multidisciplinar, que va desde la asistencia cotidiana hasta los grupos de apoyo 4.

Los profesionales de enfermería tienen, entre otras, la función de cuidar, tanto en la salud como en la enfermedad, desde la concepción hasta la muerte, lo que requiere
conocimientos, actitudes y destrezas que deben adquirir durante su formación. Es por tanto muy útil conocer la actitud de los jóvenes ante estos aspectos, para poder
optimizar los resultados en su proceso de aprendizaje. En último termino y fundamentalmente, la calidad de los cuidados de enfermería depende de la calidad de
aquellos que los proporcionan 5.

El objetivo del presente trabajo ha sido conocer la actitud de estos jóvenes ante la muerte a través de la valoración de los distintos aspectos que rodean su propio proceso de muerte.

MATERIAL Y MÉTODO

A 666 jóvenes, estudiantes de Enfermería, Medicina, Fisioterapia y Odontología, durante el curso 2001-02, se les pasó un cuestionario en el que se contemplan: en primer lugar datos que podrían influir sobre las respuestas que están relacionadas con el objetivo del trabajo como son: sexo, si han presenciado la muerte de alguna persona, creencias religiosas y cómo ven la muerte en cuanto a su proximidad, mediante una escala visual analógica, que va del 1 al 10, (considerando el uno como muy lejana y el diez como algo inmediato), en la que debían indicar en qué punto ven su muerte.

En segundo lugar se les pidió que valoraran en qué medida determinados aspectos unos de orden físico y otros de orden espiritual, les ayudarían a morir en paz, entre los que hay cuestiones relacionadas con el sentido a la vida, el dolor, el sufrimiento, pérdida de las facultades físicas y psíquicas, creencias, relaciones personales.

En tercer lugar se les pregunto sobre algunos aspectos que les inquietan en su proceso de muerte.

Las preguntas se realizaron con cinco posibles opciones de respuesta LICKERT, que van desde mucho a nada, con lo cual los items son ordenables, lo que nos permite dar un peso a cada una de las respuestas.

Con los datos recogidos se ha realizado un estudio descriptivo de las distintas variables, junto con análisis de varianza simples, para comparación de grupos utilizando las variables ordenables como cuantitativas, completados con contrastes de medias de dos a dos mediante la t de Studend y se ha realizado también contrastes de igualdad de proporciones y análisis de regresión simple y múltiple.

RESULTADOS

El 75% son mujeres y el 25% hombres con una media de edad de 20 años. Comprobamos como alrededor del 75 % puntúan la muerte en la escala visual analógica en < 3, es decir lejana o muy lejana, y sólo un 2% como algo cercano > 7 dato que está asociado con los alumnos de > de 30 años.

En cuanto a la creencia en otra vida después de la muerte el 22’2 % creen rotundamente que hay otra vida, un 24’1% probablemente sí, 29% dudan, el 10’9% creen que probablemente no la hay y el 13’8% dicen que no creen en otra vida.

El 35% han estado presentes en el momento de la muerte de alguien. Respecto de la valoración de los aspectos que les ayudarían a morir en paz destacamos los porcentajes correspondientes a los que les han dado la puntuación máxima de mucho o muchísimo.

El tanto por ciento más alto es el 89’1 % que corresponde a pensar que mi vida ha tenido algún sentido.

En segundo lugar con un 81’5% el poder sentirse cerca, comunicarse y estrechar vínculos afectivos con las personas queridas.

En el tercero tenemos con un 62’6% no sentirse culpable por conflictos personales del pasado. En cuarto lugar con un 59’4% el no poder controlar hasta el final mis pensamientos.

El quinto con un 58’3% poder disponer de ayuda para morir con rapidez.

En sexto lugar tenemos con un 51’4% pensar que si no tengo una esperanza real de recuperación, no se prolongará artificialmente mi vida en una unidad de cuidados ntensivos. El séptimo con un 43’8% el controlar el dolor y otros síntomas generadores de malestar.

En octavo lugar con un 42’9% que el proceso de morir sea corto si se produce sufrimiento.

Y en noveno con un 32’6% pensar que podré morir en casa.

En cuanto a lo que más les inquieta, en su muerte, dándole una valoración de mucho o muchísimo tenemos en primer lugar que a un 89’7% sería el deterioro de sus capacidades físicas.

En segundo con un 86’7%, la posibilidad de morir solo, sin la presencia de los seres queridos.

En tercer lugar, un dolor continuo con un 83’6%.

En cuarto la pérdida de control sobre sus funciones fisiológicas con un 75’9%. En quinto lugar, la incertidumbre que acompaña al proceso de morir con un 57%. A las
mujeres les importa más que a los hombres sentirse perdonadas por conflictos personales del pasado, el dolor continuo e insoportable y el sentirse sola a la hora de su muerte P< 0'0005. A los que han presenciado la muerte les ayudaría más a morir en paz el creer que hay otra vida después de la muerte y el sentirse perdonados por conflictos personales P< 0'01. A los que no creen rotundamente que haya otra vida después de la muerte, les importa menos a la hora de producirle paz en su muerte, el que su vida haya tenido un sentido y el sentirse perdonados por conflictos personales P<0'02. Y los que creen en otra vida les inquieta menos la perdida del control sobre sus funciones fisiológicas P<0'02. Los que no creen en la otra vida les inquieta menos el morir solos sin la presencia de los seres queridos y les inquieta menos la incertidumbre que acompaña el proceso de morir P<0'01. A los no practicantes son a los que más les ayudaría a morir en paz el hecho de que no se prolongara artificialmente su vida P<0'005. Sin embargo les inquieta menos el morir solo sin la presencia de seres queridos, a aquellos que no creen en otra vida. DISCUSIÓN La edad de estos jóvenes y el hecho de que se suele pensar en la muerte como algo que les ocurre a otros, justifica que vean la muerte como muy lejana, así como que les preocupe más la muerte de un ser querido que la suya propia. Y a pesar de ver la muerte en general muy lejana, manifiestan una gran preocupación e inquietud ante un proceso de muerte que puede ser a veces insoportable. Preocupación e inquietude que se ve acentuada si han tenido la experiencia de presenciar la muerte, hecho que se da en menos de la mitad de los encuestados. Vemos como a la mayoría de estos futuros profesionales les preocupa sobre todo la parte espiritual, dando la máxima puntuación al sentido a su vida como lo que más les ayudaría a morir en paz, es curioso que en una sociedad materialista y consumista, donde impera el valor del poder y no la moral, a la hora de la muerte no se valoren, la pérdida de posesiones ni poderes sino todo lo contrario, se valora muchísimo el que su vida haya tenido un sentido. Esto puede ser un punto de reflexión para las personas que estamos en la docencia, debemos tratar de intentar inculcar estos valores, de los cada día están más alejados los jóvenes, pero que sin embargo si los tienen presentes si se les plantea la muerte. En cuanto a lo que más les inquieta vemos que también tiene relación con la espiritualidad y la afectividad ya que valoran muchísimo el deseo de no morir solos, sin la presencia de los seres queridos. Vemos como el sexo, el haber presenciado la muerte y el creer en otra vida influye en algunas de las valoraciones que se hacen sobre los distintos aspectos, fundamentalmente aquellos espirituales y afectivos. De nuevo viene a confirmarnos la importancia de la espiritualidad en el hombre ante su muerte. CONCLUSIONES Como conclusiones de este trabajo tenemos que lo que más les preocupa a los jóvenes es lo relacionado con la espiritualidad y la afectividad del individuo. Y que esta actitud se ve influenciada por el sexo y el haber presenciado la muerte. Por lo tanto entendemos que los futuros profesionales de Enfermería necesitan una formación específica en cuidados a pacientes en situaciones terminales que les ayude a enfrentarse a la muerte y a aportar una ayuda no sólo física si no también psíquica y espiritual que es lo que demandan en este momento. BIBLIOGRAFÍA 1. KLÜBER-ROSS, E.: La muerte: un amanecer. Barcelona:Luciernaga; 1997. 2. HENDERSON, V.: La Naturaleza de la Enfermería. Reflexiones 25 años después. Madrid. INTERAMERICANA ? McGRAW- HILL. 1994. 3. LUIS RODRIGO, M.T.: Los diagnósticos enfermeros. Revisión crítica y guía práctica. Barcelona: Masson; 2000, 269-272. 4. BLEDA, M.: Competencias de la atención de duelo en una Unidad de Cuidados Paliativos. Medicina Paliativa 2002; vol. 9, supl.1: 38. 5. SHERWIN, B.; NULAND.: Cómo morimos. Reflexiones sobre el último capitulo de la vida. Madrid: Alianza Editorial; 1995. 6. CLAVÉ, E.: Ante el dolor. Reflexiones para afrontar la enfermedad y la muerte. Madrid: Temas de hoy; 2000. 7. BAYES, R.: Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martinez Roca; 2001. 8. KLÜBER-ROSS, E.: Morir es de vital importancia. Barcelona: Luciernaga;1995. 9. QUITANA, O.: Por una muerte sin lágrimas. Problemas éticos al final de la vida. Barcelona: Flor del viento ediciones. ISSN 1695-6141 © COPYRIGHT Servicio de Publicaciones - Universidad de Murcia