Respaldo de material de tanatología

Palabra de Isis

Lo que sigue a continuaci�n, es la introducci�n del libro “El hombre Estelar”, de John Gaines. Cuando le� estas hojas mi entrenamiento no comenzaba todav�a, y sin embargo, las hojas prendieron un brillo en los ojos. Cada cierto tiempo vuelvo a leerlas, y el fuego vuelve a crecer.

Hace varios meses, la dama de abril ley� una parte de estas hojas, y se asust�. Ella, que se asusta de pocas cosas, se asust�.

Espero que estas hojas despierten el mismo efecto que tuvieron en m�, pero est�n sobre aviso, que pueden provocar lo mismo que a la dama de Abril.

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Palabras de ISIS
“Yo, ISIS, se�ora de los misterios de la naturaleza, me dirijo a ti:”

“T�, ne�fito que buscas atravesar el portal de la iniciaci�n, y t�, profano que lees por curiosidad, serena tu esp�ritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Ap�rtate del mundanal ruido, cob�jate en el manto de tu propio YO para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los brujos. Arroja tus prejuicios; desp�jate de tu ego�smo, huye por un instante del personalismo y la irreflexividad; analiza con serena mirada.”

“No temas sino a ti mismo, no dudes sino de lo que analices superficialmente, no niegues sin primero reflexionar. Sep�rate de la multitud que opaca tus ideas; s� tu mismo y piensa por ti mismo; no te limites”

“T�, buscador de maravillas, t�, candidato a la iniciaci�n, no mires hacia la distancia, re�ne todas tus energ�as en ti mismo. Olv�date de la India y del T�bet, no clames a Dios, Al� ni Jesucristo. Lo que buscas est� all� mismo donde tu est�s en este momento. S�, deja de mirar hacia afuera y sepulta tu mirada en lo m�s profundo de ti mismo. Aguza tu percepci�n, afina tus sentidos, y all� en el centro de tu ser est�s tu mismo, tu YO, tu verdadera esencia, la verdad detr�s de la mentira, la energ�a inmortal que anima el barro. Mira con unci�n y reverencia, porque es luz….esa luz que te ciega, es Dios. Escucha como dice: Yo soy el camino y la vida.”

“M�s…,�cuidado!, no se puede contemplar a Dios Cara a cara sin morir. �Est�s dispuesto a seguir? Puedo concederte un gran don. Te ofrezco…. �la muerte! No tiembles, esta muerte es el don de los inmortales, es la del f�nix que renace glorioso de entre sus propias cenizas. Para ser, es previo no ser; para nacer y ser, se debe morir primero. Si lo logras, ser�s llamado el Dos veces nacido. No desde�es mi oferta, pi�nsalo bien; m�s vale morir ahora que vivir a la espera de la muerte. No creas que si me rechazas podr�s seguir indemne tu camino, por el contrario, todos los caminos conducen hacia m�; ign�rame y ser�s como los hu�rfanos, que no conocen a sus padres. Solamente tienes dos caminos: o te devoro, o te desposas conmigo. Tuya, y s�lo tuya es la elecci�n.”

“Si eliges ser devorado, ded�cate a gozar de la vida, apura la copa del placer hasta la �ltima gota, cierra la mente a la voz de tu esp�ritu, entr�gate a la bestia, y disfruta del placer sensual de la materia. As�, casi sin darte cuenta, llegar� el momento de la antropofagia final. �Crees acaso que me compadecer� de ti? Te enga�as, no tengo sentimientos, estoy mas all� del placer y del dolor, mas all� del bien y del mal, soy como el sol que se levanta en las ma�anas para alumbrar a todos por igual. Despu�s de tu muerte ser�s solo un despojo y un recuerdo. Despu�s…ni siquiera eso.”

“Si anhelas desposarte conmigo debes estar dispuesto a sufrir la muerte inici�tica, tendr�s que pasar las pruebas a las cuales te someter� sin piedad la terrible Esfinge para aquilatar tu valor espiritual y la calidad de tu temple. Yo me entrego solamente al que lleg� a la crucifixi�n, resistiendo los embates de los cuatro elementos. Amo solamente a los que han sabido apurar la copa de la amargura, de las traiciones, del escarnio y la mofa, persecuciones, calumnias y difamaci�n; a los iniciados que han persistido con valor, sufriendo de la soledad del esp�ritu en un mundo de animales. A m� se llega despu�s de haber recibido la calumnia y la difamaci�n, que son las pruebas del aire; los golpes y las persecuciones, que son las pruebas de la tierra; los vicios y las tentaciones sensuales, que son las pruebas del agua, y despu�s de haber dominado las ambiciones descontroladas, que son las pruebas del fuego.”

“No creas que en el mundo existen s�lo los nacidos una vez y los dos veces nacidos; tambi�n existen, por desgracia, los una y media vez nacidos, y los abortados. Gu�rdate de engrosar sus filas convencido por su maquiav�lico lenguaje, ya que estos no viven ni este mundo ni en el otro; son aquellos que en verdad no son ni iniciados ni profanos, los imitadores de los maestros, los semisabios, los sembradores de mano sucia, los seguidores de la letra muerta, y los magos negros, que me codician y se ufanan de mi amor, cuando no son dignos siquiera de mi sonrisa. Unos pueden vestir Sari o T�nica; otros, collarines y mandiles, otros, los atav�os “rosacruces”; algunos se proclamar�n los “�nicos due�os de la verdad”, creyendo tener su monopolio; todos se jactan de mi amistad, pero son s�lo pordioseros que me imploran una migaja de sabidur�a. No se nace dos veces par�ndose de cabeza o meditando, ni en el ata�d de ceremonias puramente simb�licas, como tampoco, por obra y gracia del esp�ritu santo.”

“Si me desde�as, recibe mi bendici�n y prosigue tu camino; destinado est�s a ser alimento de los dioses; no todos pueden ser “hombres”; algunos, solamente animales, o peor todav�a, vegetales. Si vienes a m� por curiosidad, pi�nsalo dos veces: es f�cil ser temerario con lo que no se conoce. Si no tienes el valor necesario, retrocede, esc�date en tu vanidad y en tu orgullo, conf�rmate con mirar al suelo como tus cong�neres. Si no est�s preparado, no aspires a conocer mi rostro: desgraciado de aqu�l que pose�do de animal codicia o insana curiosidad, contemplare aunque fuera mi reflejo, porque no me olvidar� jam�s y morir� atormentado por el ansia de poseerme.”

“Si est�s preparado, si tienes ojos para ver y o�dos para escuchar, si tu intenci�n es noble y pura, prosigue sin desmayo, y sabe que a partir desde el momento que cruces la puerta de la oculta morada, yo te esperar� ansiosa como la novia adolescente con su primer amor. Estas hojas pueden ayudarte mucho, pueden ser el gu�a que te lleve hacia la escondida puerta que tantos buscan y que tan pocos encuentran. Busca y encontrar�s; no eleves preces a los dioses, lucha por m�. Me conquistar�s por la fuerza de tu decisi�n, y no orando.”

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Alfonso Orozco – Agosto 1999
ICQ 41907900