Respaldo de material de tanatología

NECROSALES CEREMONIALES CLÁSICOS

NECROSALES CEREMONIALES CLÁSICOS
1
No temas:
Morir es reconocer,
es descubrir,
es recordar,
es florecer,
es madurar,
es crecer,
es nacer.
Jamás se muere
si se reconoce,
se descubre,
se recuerda,
se florece,
se madura,
se crece.
2
No hay sinsabores ni agonía, todo es alegría.
Un nuevo hombre ha nacido, El Verdadero, El Único;
sin máscaras, sin apariencias.
No hay penas ni amarguras,
la armonía es bienvenida;
El Hombre descubre al hombre,
La Vida descubre a la muerte,
y el hombre, que es vida, no muere.
Brota en ti el nuevo hombre, y
el germen de la Vida Eterna florece en la muerte.
No hay sufrimiento ni tormento,
desenvolverse es descifrarse;
todo es alegría, todo es verdadero.
Nada hay más sincero que la Voz del Hombre que responde al hombre;
concordia es tu signo y la dicha tu estado.
No hay congoja, todo es fiesta,
un Nuevo Hombre ha nacido.
3
En unión a ti celebramos hoy el amanecer de un nuevo día:
Que La Luz ilumine la esencia de tu vida y el gozo inunde el corazón de tu conciencia.
Siente la necesidad de conocerte, siente lo que eres pues esa es tu única necesidad;
hoy, como siempre, el amor te rodea y te conduce a la verdad;
hoy, como siempre, tu eres el que regresa y el que parte;
en un lado o en el otro es lo mismo,
nada cambia, es el mismo día.
La noche es la Luz y la luz es la Noche, lo mismo que tu, siempre aquí, siempre allá.
La alegría es sólo una, la tuya y la mía.
4
Todo sigue, y tu estas ahí.
En nosotros está tu recuerdo presente,
y en ti estaremos eternamente nosotros.
Esta paz que hoy aflora, esta paz que hoy nos envuelve,
es la manifestación de tu presencia, de tu permanencia en el tiempo.
Es la paz de tu inmortalidad.
Todo sigue, y en nosotros está tu presencia.
5
Las fronteras del tiempo son tan rígidas como tu pensamiento;
los límites de tu existencia son tan cortos como tu concepción del Ser Humano;
tu cuerpo muerto es tan real como lo es tu estado;
sin fronteras en el tiempo, tu pensamiento es infinito;
lo inmortal pertenece a ti y tu existencia es evidente.
Es a ese hombre, libre de límites y real, al que nos dirigimos:
Eres La Esencia del cuerpo que hoy yace ante nosotros, eres el Ser que habitaba su cuerpo,
eres la prueba que tanto ansiabas.
6
Acércate a la Verdad de tu existencia;
perteneces a un mundo real, sin límites,
sin frustraciones, sin temores.
Es tan claro y cálido como tu Ser íntimo,
de tu misma esencia, de tu misma identidad;
perteneces a un Todo que hoy reclama su reconocimiento, su verdad.
Eres tan consciente de tu existencia como nosotros de tu muerte;
vives en un mundo de Luz, sin penumbras, sin misterios.
Ese es tu lugar, perteneces a él, como nosotros a nuestro lugar.
7
Aquella luz que a tus ojos se insinúa, aquel color que su rayo descubre,
es la esencia de tu misma esencia que cubre cuanto existe;
es su tibio calor el que hoy alimenta el fuego de tu existencia, el que tu Ser siente y reconoce:
Ese eres tu:
Aquel que llena todo lugar, que vive más allá de la muerte, que se esconde a los ojos del hombre mortal,
que se manifiesta en el hombre íntegro, que es lo que tu eres,
Esencia de las Esencias.
8
Es la muerte la respuesta a la duda de tu existencia,
es tu conciencia la negación de la duda,
esa es tu condición, siempre consciente de tu existencia:
Nuestras palabras se dirigen a ti,
aquel que persiste más allá de la muerte,
aquel que vive la realidad de una duda supuesta,
aquel que confirma la ilusión de la muerte.
Es tu estado el del Hombre Real,
es tu conciencia la Conciencia Real,
vives para confirmar lo real: El hombre no muere, persiste más allá de la muerte.
9
Hoy es el día del despertar, del despertar de un sueño finito;
es el día del Hombre Real, del hombre libre, sin limitaciones;
es el día de la Luz Permanente, clara y tibia como la esencia propia de tu nuevo estado;
es el día del desenvolvimiento,
del abandono del cuerpo física ya muerto,
de la realidad de tu nuevo cuerpo.
Hoy es tu día, el día que siempre llega al Hombre Real,
el día de su verdad.
10
Ha llegado el momento de comenzar,
de iniciar tu camino, de recorrer la historia;
es el momento de tu verdad,
es el momento de descubrir el Asunto Real,
de aceptar la existencia más allá de la muerte física,
del encuentro con tu Ser consciente y evidente.
Es a ti a quien nos dirigimos, es en ti en quien pensamos;
son nuestras palabras manifestación de vida,
de permanencia más allá de la muerte.
Son la confirmación de tu existencia.
Eres lo que nunca dudamos, el Ser Eterno y Vivo.