Respaldo de material de tanatología

DOS TRABAJOS CIENTÍFICOS SOBRE LA ORACIÓN Y LA SALUD.

“Dejad de lado lo sobrenatural, y sólo quedará lo antinatual”, G.K.Chestertón.
Felipe Rilova Salazar
MED. TRIB. 8, 1986: En un estudio a doble ciego el Dr. Randy Byrd, un cardiólogo de San Francisco y anteriormente profesor de la Universidad de California, organizó grupos de oración para 192 pacientes de la Unidad Coronaria del Hospital General de San Francisco, contrastándolo con 201 pacientes comparables como grupo de control.
A los rezadores movilizados en todo el país, protestantes, católicos, y judíos, se les comunicaron los nombres, diagnóstico y estado de salud de los pacientes por los cuales ellos debían rezar. A cada paciente le correspondieron finalmente 5 o 7 rezadores, solos o en grupo.Y Dios prestó oído a sus oraciones. Según el trabajo del Dr. Byrd, los pacientes que en la distribución al azahar tuvieron la suerte de ir al grupo de los que se rezaba por ellos, necesitaron significativamente menos antibióticos (3 contra 16), sufrieron edema pulmonar con menos frecuencia (6 contra 180),y en ningún caso requirieron ser intubados ( frente a 12 pacientes del grupo de control).
El Dr Roberto Estévez, ex – profesor titular de la cátedra de oncología de la Universidad del Salvador de Buenos Aires comunica una experiencia semejante con un número menor de pacientes, pero también en un estudio a doble ciego, en enfermos que debían recibir qumioterápia muy emetizante. La intensidad de los vómitos del grupo por el que se rezaba fué inferior al 50% respecto del grupo control.
A veces la ciencia cae en refrendar sólo lo que convalida los presupuestos de su modelo . El ideario materialista y objetivo suele comprometer así la direccionalidad de los hallazgos y los resultados de las investigaciones.Uno de los aspectos valiosos de las dos investigaciones que se mencionan estriba en que, la metodología científca permitió corroborar en estos casos, un fenómeno cuya explicación excede por entero a los márgenes teóricos del modelo de la ciencia’. En esto hay un valor agregado por parte de quienes iniciaron y divulgaron los resultados de estos estudios, porque siendo científicos sin duda cabales, se animaron, no obstante, a poner de manifiesto un punto ciego de su modelo y la provisionalidad del mismo saber científico.