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Troll segun wikipedia del 2005

Wikipedia

Tabla de contenidos

( wikipedia al 8 nov 2005 )
1 Etimología
2 Uso peyorativo
3 Círculos viciosos
4 Cultura troll
5 Los trolls como falsificadores de identidad
5.1 Prehistoria
5.2 Los trolls en los años 1990
6 Identidad
7 Uso
8 Los trolls en diferentes medios de Internet
9 Ejemplos
9.1 Trolls de un solo golpe
9.1.1 Trolls disruptivos
9.1.2 Trolls que buscan atención
9.2 Otros ejemplos
10 Motivación
11 Soluciones y alternativas
12 Utilidad de los trolls
13 Comportamiento
14 Una visión alternativa
15 Véase también
15.1 Subculturas específicas de trolls
15.2 Ejemplos notables de trolls
15.3 Miscelánea
16 Enlaces externos
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Etimología

El uso contemporáneo del término surgió en los grupos de noticias de Usenet a finales de los años 1980. Suele creerse que es un diminutivo de la frase trolling for suckers (aproximadamente, «pescando bobos»), que a su vez deriva de la expresión inglesa trolling for fish, alusiva a una técnica de pesca en la que se va dejando tras un bote un sedal con cebo o señuelos para atraer a los peces.

El uso de la palabra se generalizó probablemente debido a su apropiado segundo significado, el de los troles de la mitología escandinava y los cuentos infantiles, retratados a menudo como criaturas feas y odiosas inclinadas a la maldad. La imagen del trol bajo el puente en El gruñido de los tres chivos enfatiza el desagrado del trol por los extraños dentro de su entorno físico, particularmente por aquellos que tienen la intención de pastar en sus dominios.

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Uso peyorativo

Peyorativamente, el término «troll» se usa a menudo para calumniar a los oponentes en debates acalorados, de forma parecida a como se usa el término noob en los juegos en línea. Tanto quien dice ser un troll como quien niega vehementemente serlo usan el término, demostrando a terceras partes neutrales que ambos lo son en realidad. Así ha surgido en algunos círculos la opinión de que el plural, trolls, es un término válido, y que, dado que se necesitan dos para que pueda comportarse como trolls, no lo es referirse a alguien en singular, como «troll». Otros, sin embargo, creen que sólo se necesita un bote para «trolear» y que los peces eligen si muerden o no, por lo que afirman que una única persona puede hacerlo sola. Una vez más, debe tenerse en cuenta que para algunos peces morder el cebo es un reflejo condicionado.

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Círculos viciosos

Cada usuario tiene sus razones para comportarse como un troll. Un factor común a la mayoría de ellos es el deseo de llamar la atención. Escriben mensajes incendiarios, sarcásticos, disruptivos o humorísticos destinados a arrastrar a los demás usuarios a una confrontación infructuosa. Cuanta más atención obtengan las actividades del troll por parte de los usuarios, más persistente será el comportamiento del troll en el foro. Esto ha hecho que surja el protocolo a menudo repetido en la cultura de Internet: «No alimente al troll» (Don’t feed the troll).

A menudo ocurre que alguien escribe un mensaje sincero sobre el que será emocionalmente sensible. Los trolls habilidosos saben que una forma fácil de enfadarle es afirmar deshonestamente que dicha persona es un troll. En otras ocasiones una persona puede no entender o encajar inmediatamente en las normas sociales de un foro donde la mayoría de los participantes sí lo hacen. Como resultado, actuar ligeramente fuera de las normas (a menudo no intencionadamente y por razones legítimas) hace que dicha persona sea calificada de troll. A veces puede ser difícil distinguir entre un usuario que simplemente no está familiarizado con los protocolos sociales de un foro y uno que se comporta intencionadamente como un trol. Desafortunadamente, muchos usuarios reaccionan agresivamente a la primera impresión de un supuesto troll, lo que a veces lleva a nuevos usuarios disgustados a convertirse en auténticos trolls.

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Cultura troll

Esta cultura parece haber ido más allá de la vaga identificación mitológica escandinava e incluye algunos elementos de la cultura celta, como una especie de estatus para los poetas y retóricos más efectivos entre ellos. La «facción roja de Wikipedia» fue un notable grupo de este tipo, que empleaba retórica en gran parte marxista. Similarmente, la Anarcopedia emplea cierta retórica anarquista y parece fomentar activamente la autoidentificación y la identificación de facción entre los trolls. En un menor grado, también lo hace Consumerium.

La larga historia de los trolls y el fuerte apoyo hacia el discurso anónimo y pseudónimo en Internet sugieren que la historia del troll anónimo está sólo en sus comienzos. Si puede considerarse como una «cultura», formada por gente que no se conoce entre sí salvo mediante la experiencia común de ser rechazados en foros de Internet es cuestionable, pero algunos afirman que es posible y que ya está ocurriendo.

Hay fuertes evidencias de ello en la existencia de foros que afirman existir específicamente para dar apoyo a los trolls, para intercambiar trucos e identificar blancos que otros trolls pueden estar provocando o discutiendo fructíferamente.

La cultura troll se observa mejor en los trolls que no conocen a los otros con los que trabajan. Debido a que los métodos comunes de crear mensajes incendiarios son muy conocidos y objeto de bromas en muchos sitios de Internet, es a veces posible para un troll identificar a otro troll en acción. Un troll actuando sobre otro troll crea a menudo tal cantidad de aparente drama entre ellos que se toma en serio por observadores que no sean trolls (especialmente si toman partido por algún bando). El resultado final es que los dos trolls pueden colaborar para lograr que la discusión de foro gire en torno a ellos o que una conversación se salga de tema más eficazmente que si lo hicieran sin ayuda.

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Los trolls como falsificadores de identidad

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Prehistoria

Antes de que Deja News comenzase a archivar Usenet, los informes sobre los trolls eran imprecisos, habiendo pocas pruebas que estudiar. Sin embargo a partir de entonces los enormes archivos han estado disponibles para los investigadores. Puede que el primer (aunque poco documentado) caso sea la saga de 1982-83 de Alex y Joan en los foros de CompuServe. Van Gelder, un periodista de la revista Ms., documentó en 1996 el incidente en un artículo en dicha publicación. Alex (en la vida real un psiquiatra cincuentón muy tímido de Nueva York) se hacía pasar por una rimbombante y antirreligiosa mujer muda llamada Joan, atada a una silla de ruedas tras un accidente de coche, «para poder relacionarse mejor con sus pacientes femeninas». Esta farsa se prolongó durante dos años, y Joan llegó a convertirse en un personaje enormemente detallado con una colección de relaciones emocionales. Todo empezó a venirse abajo cuando Joan persuadió a una de sus amigas en línea para que tuviese una aventura con Alex.

«Incluso aquellos que apenas conocían a Joan se sintieron implicados —y en cierta forma traicionados— por el engaño de Alex. A muchos de nosotros nos gusta creer que la comunidad en línea es una utopía del futuro, y el experimento de Alex nos demostró a todos que la tecnología no es un escudo contra las mentiras. Perdimos nuestra inocencia, cuando no la fe.» (Van Gelder, 1996, p. 534)
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Los trolls en los años 1990

Una de las primeras referencias a un troll en el archivo de Usenet de Google fue hecha por el usuario Mark Miller sobre otro usuario llamado Tad (8 de febrero de 1990) [1]. Sin embargo, no está claro si el término «troll» se usó en su sentido actual, o si fue simplemente una elección casual de un epíteto:

«Estás tan lejos de ser capaz de entender algo de lo que cualquiera dice aquí que esto sólo lleva a la inutilidad. Lo verdaderamente triste es que de verdad crees que estás ganando. Eres un terrible despilfarro de recursos naturales – por favor reintégrate en la cadena alimenticia… estúpido troll flatulento.»
El más probable origen del término puede hallarse en la expresión trolling for newbies (que significa aproximadamente «pescando novatos»), que a principios de los años 1990 se hizo popular en el grupo de Usenet alt.folklore.urban. Su uso era algo diferente a la actual noción de troll, siendo una broma privada relativamente suave de los usuarios novatos consistente en hacer preguntas o mencionar temas de conversación tan trillados que sólo un usuario novato respondería a ellos seriamente. Otros extendieron el término para incluir la práctica de representar el papel de un usuario seriamente desinformado o ingenuo, incluso en grupos donde no se era un participante habitual, pero estos intentos fueron a menudo más broma que provocación. En tales contextos, el sustantivo «troll» solía referirse al acto más que al autor.

Algunos usuarios veteranos de Usenet continuaron insistiendo en estas primeras definiciones incluso después de que el término fuese aplicado más generalmente a las acciones incendiarias previamente caracterizadas como flamebait.

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Identidad

En la literatura seria la práctica fue documentada por primera vez por Judith Donath (1999), quien usó varios ejemplos anecdóticos de diversos grupos de noticia de Usenet en su discusión. El ensayo de Donath trazaba la ambigüedad de la identidad en una «comunidad virtual» incorpórea [2]:

«En el mundo físico hay una inherente unidad con el yo, pues el cuerpo proporciona una convincente y práctica definición de identidad. La norma es: un cuerpo, una identidad. […] El mundo virtual es diferente. Está compuesto de información más que de materia.»
Donath proporciona una concisa visión general de los juegos de falsificación de personalidad que surgen de la confusión entre la comunidad física y la epistémica:

«Los trolls juegan a falsear su personalidad, aunque lo hagan sin el consentimiento de la mayoría de los jugadores. El troll intenta pasar por un participante legítimo, compartiendo los intereses y preocupaciones comunes del grupo. Los miembros de los grupos de noticias, si son conscientes de los trolls y otras falsificaciones de personalidad, intentan distinguir los mensajes auténticos de los escritos por ellos y, tras juzgar a un usuario como troll, obligar al ofensor a abandonar el grupo. Su éxito en lo primero depende del grado en el que ellos —y el troll— entiendan las pistas de la identidad, y su éxito en lo segundo, de si el placer del troll se ve lo suficientemente disminuido o atenuado por los castigos impuestos por el grupo.»
«Los trolls pueden ser molestos de diversas formas. Un troll puede desbaratar la discusión en un grupo de noticias, diseminar malos consejos, y dañar el sentimiento de confianza en la comunidad del grupo de noticias. Más aún, en un grupo que se ha vuelto sensible a los trolls —donde el índice de engaños sea alto—, muchos que honestamente hacen preguntas ingenuas pueden ser rápidamente rechazados como trolls. Esto puede ser bastante desalentador para un usuario nuevo que tras atreverse a escribir su primer mensaje es inmediatamente bombardeado con airadas acusaciones. Incluso si las acusaciones son infundadas, ser clasificado como un troll es bastante dañino para la reputación en línea de uno.» (Donath, 1999, p. 45)
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Uso

El término «troll» es altamente subjetivo. Ciertos lectores pueden clasificar un mensaje como troll mientras otros verán el mismo mensaje como una contribución legítima a la discusión, aunque sea controvertida. El término se usa frecuentemente para desacreditar una posición contraria o a su proponente mediante el argumento ad hominem. Igualmente, decir que alguien es un troll significa hacer suposiciones sobre sus motivos, que pueden ser incorrectas y constituir por tanto un ejemplo del error fundamental de atribución. Dejando aparte los motivos del autor, los mensajes controvertidos tienen muchas posibilidades de atraer una respuesta correctiva, protectora o violenta de aquellos que no distinguen entre las comunidades físicas reales (donde la gente está realmente expuesta a algún riesgo compartido de daño corporal por sus acciones) y las comunidades epistémicas (basadas en un mero intercambio de palabras e ideas). Normas de tratamiento, o etiqueta, que se originaron en tales comunidades físicas son con frecuencia aplicadas ingenuamente al discurso en línea por los recién llegados que no están acostumbrados a la gama de puntos de vista expresados en línea, a menudo anónimamente. De esta forma, tanto los usuarios como sus mensajes son comúnmente calificados de trolls cuando ofenden al grupo. Además, la gente puede estar más inclinada a usar epítetos como «troll» en las discusiones públicas en línea de lo que lo estarían en persona, ya que los foros en línea pueden parecer más impersonales.

Cuando se aplica apropiadamente al comportamiento en línea intencionadamente disruptivo, la palabra «troll» convierte económicamente un código abstracto de conducta en línea en una imagen concreta. Los participantes experimentados en foros en línea saben que la forma más efectiva de disuadir a un troll normalmente es ignorarle, ya que las respuestas animan a los auténticos trolls a continuar escribiendo mensajes disruptivos en dichos foros: de ahí el frecuente aviso de «Prohibido dar de comer al troll». Enviar esta señal públicamente, en respuesta al comportamiento de un troll para desanimar más respuestas puede disuadir al troll. Sin embargo, también puede tener el efecto contrario, pasando a ser él mismo comida para el troll. Por tanto, cuando un participante en un foro ve una respuesta aparentemente inocente a un troll como potencial comida para éste, puede ser más prudente enviar el aviso de «Prohibido dar de comer al troll» en un mensaje privado (por ejemplo, por correo electrónico).

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Los trolls en diferentes medios de Internet

Los trolls actúan de formas distintas en diferentes medios. Empezaron en grupos de noticias, y a medida que Internet ha evolucionado, así lo han hecho los trolls.

Usenet — las jerarquías de los grupos de noticias limitan la exposición de los trolls, pero el envío cruzado de mensajes (crossposting) puede superar esta limitación. Algunos ISPs imponen límites al número de grupos de noticias a los que un mismo mensaje puede cruzarse. Como ejemplo notable, alt.net instituyó un límite de envíos cruzados después de que los trolls en ese sistema hubieran llegado a ser tan escandalosos que Peter da Silva inició una campaña en otros sistemas para cesar el intercambio de noticias con alt.net hasta que hicieran algo para resolver el problema.
Listas de correo — normalmente están controladas por moderadores, por lo que los participantes indeseables pueden ser expulsados rápidamente.
Foros basados en SlashCode — usan un sistema de puntuación de forma que los lectores pueden moderar cada mensaje al alza o a la baja desde su calificación inicial. Los lectores pueden entonces elegir ignorar los mensajes que los demás han «moderado a la baja». La coordinación de los trolls es particularmente importante, dado que los primeros mensajes tienen más probabilidades de ser leídos que los siguientes. Un troll ideal debería generar discusión y respuestas acaloradísimas sin más intervención por su parte.
Wikis — su modelo plano, asíncrono y abierto permite a cualquiera escribir cualquier cosa. Los usuarios trabajan para deshacer los cambios negativos usando herramientas de reversión disponibles de serie, pero esto requiere a cientos de voluntarios para vigilar sitios extensos y populares. Los trolls tienden a ser más sutiles que en los grupos de discusión, con frecuencia aportando material que podría ser legítimo, pero provocarán controversia desafiando la actual estructura de poder. La dificultad se agrava por la imposibilidad de discernir si un usuario está simplemente exponiendo una opinión controvertida o es un troll.
Weblogs — en su forma más común como púlpito personal con la posibilidad de que cualquiera deje comentarios, los weblogs populares resultan con frecuencia eficaces trampolines para los trolls, mediante comentarios incendiarios o entradas provocativas. La facilidad con la que los weblogs pueden ser enlazados anima a la propagación del troll.
IRC — la naturaleza abierta de la mayoría de los canales de IRC en las redes populares permite que cualquier troll potencial entre y utilice cualquier técnica de abuso, desde la simple inundación de basura a comentarios sutilmente irritantes, que cosechan respuestas airadas. La relativa facilidad con la que pueden evadirse los bloqueos de canales y servidores, y la naturaleza volátil de muchos usuarios de IRC puede permitir a los trolls perpetuarse indefinidamente.
Juegos multijugador de acción en primera persona — el juego en línea suele atraer a gran número de varones adolescentes, que se aprovechan de la atmósfera combativa y su anonimato general para menospreciar a otros jugadores. Véase pwn y noob para mayor información. Matar en grupo y romper las normas sociales del juego para fastidiar a otros jugadores se consideran también actividades propias de trolls.
Juegos de deporte en línea — Un troll se infiltrará en una liga en línea gratuita con múltiples equipos desde diferentes cuentas e identidades e intentará entonces retorcidos intercambios de jugadores para mejorar un equipo. El troll dejará numerosos mensajes en el tablón de anuncios de la liga desde sus diferentes identidades para dar la apariencia de legitimidad a un comportamiento a todas luces ilícito. Los jugadores que objeten a la obvia complicidad suelen recibir un baño de insultos y otros intentos de evasión.
Foros — Sean de la clase que sean, atraerán trolls. Su comportamiento no difiere mucho de los anteriores ejemplos. No hay casi ningún foro libre de trolls, con la única excepción de algunos sitios muy pequeños y de aquellos que establecen políticas excepcionalmente estricta sobre los trolls.
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Ejemplos

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Trolls de un solo golpe

Los mensajes de un troll de un solo golpe intentan ser disruptivos y tienden a ser muy obvios para asegurar que reciben respuestas enfadadas.

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Trolls disruptivos

Mensajes fuera de tema — «¿Puede ayudarme alguien a hacer una página web?» «No: esto es un foro de música.»
Ensanche de páginas — Enviar mensajes con grandes imágenes llenos de caracteres como la W para hacer ilegibles los mensajes anteriores.
Material ofensivo — Tales como incluir archivos de sonidos molestos o imágenes perturbadoras en un mensaje, o enlazar a sitios impactantes que contengan dicho material. Con frecuencia estos enlaces se disfrazan como enlaces legítimos.
Mensajes incendiarios — «Eres idiota por incluir este tipo de mensajes en tu lista.»
Desvelar la trama (es decir, escribir «spoilers») de películas y libros populares sin avisar, a veces subrepticiamente enterrados en mensajes por lo demás inocuos.
Volver a iniciar una antigua discusión o reciclar un tema anterior (bump) muy controvertido, particularmente en comunidades en línea pequeñas.
Escribir deliberada y repetidamente mal los nombres de los demás usuarios de la discusión con el propósito de molestarlos o irritarlos.
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Trolls que buscan atención

Este tipo de trolls buscan lograr tantas respuestas como sea posible y absorber una cantidad desproporcionada del total de atención colectiva.

Mensajes que contienen algún fallo o error obvio — «Creo que Mar adentro es la mejor película de Santiago Segura.»
Pedir ayuda para una tarea o problema inverosímil — «¿Cómo sazono mi olla? No quiero que todo lo que cocine en ella sepa igual.»
Mensajes intencionadamente ingenuos — «¿Debo poner aceite de oliva en el agua para hervir pasta?»
Escribir intencionadamente un argumento escandaloso deliberadamente construido en torno a un fallo o error fundamental pero embrollado. Con frecuencia el autor se pondrá a la defensiva cuando el argumento sea refutado, pero muchos pueden, sin embargo, continuar el hilo usando más argumentos erróneos, lo que se conoce como «alimentar» el troll.
Un subtipo del anterior es la demostración falsa de un importante problema matemático no resuelto o una imposibilidad (por ejemplo, 1 = 2). Sin embargo estos mensajes no siempre son trolls y a veces son como mínimo matemáticamente interesantes.
Mensajes políticamente discutibles — «Creo que José Luis Rodríguez Zapatero es el mejor/peor presidente de la historia.»
Enviar imágenes políticamente sensibles en lugares inapropiados.
Fingir ser inocente tras participar en una «guerra de llamaradas» (flamewar).
Escribir quejas fuera de tema sobre su vida privada o incluso amenazas de suicidio: a veces se trata del troll «plañidero».
Responder paranoicamente o pluralizando a opiniones personales emitidas por individuos diferentes — «Os ponéis de acuerdo para llevarme la contraria, seguro que en realidad no pensáis igual.»
Insultar a otros por su mala gramática u ortografía, lo que puede ser un tema muy sensible, por el abuso de jerga o abreviaturas típicas de SMS, o incluso insultar a otros por su mala gramática usando mala gramática, provocando un efecto «irónico» que puede a menudo llevar a la gente a recriminarles su hipocresía.
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Otros ejemplos

Algunos trolls pueden denunciar una determinada religión en un grupo de noticias religioso, aunque históricamente se ha llamado a esto flamebait (ver más arriba). Como aquellos que se enzarzan en una «guerra de llamaradas» (flamewar), los supuestos o autoproclamados trolls de Internet a veces recurren al doble sentido o al despiste en la búsqueda de sus objetivos.

Un caso particular de la segunda variedad (mensajes incendiarios) implica enviar contenido totalmente contrario a los intereses (declarados o implícitos) del grupo o foro. Por ejemplo, enviar recetas de carne de gato en un foro sobre animales de compañía, teorías evolutivas en un foro creacionista o mensajes sobre lo aburridos que son los dragones en el grupo de Usenet alt.fan.dragons.

El «troll títere» entra a menudo en un foro usando varias identidades diferentes. A medida que una identidad atrae comentarios cada vez más críticos de otros miembros del foro, el troll entra a éste usando una segunda identidad para apoyar a la primera. El troll incluso puede escribir mensajes con esta segunda identidad para criticar los de la primera y así ganar credibilidad en el foro.

El envío cruzado (crossposting) es un método popular elegido por trolls de Usenet: un mismo mensaje puede ser discutido simultáneamente en varios grupos de noticias no relacionados e incluso opuestos, lo que probablemente termine en una «guerra de llamaradas» (flamewar). Por ejemplo, un mensaje-señuelo (flamebait) contra la comida rápida podría enviarse cruzado a grupos sobre la alimentación sana, la ecología y los derechos animales, así como también a un grupo sobre un tema totalmente ajeno, como la inteligencia artificial.

Un ejemplo de troll con éxito es el archiconocido hilo de Usenet Oh how I envy American students («Ay, cómo envidio a los estudiantes estadounidenses») que obtuvo más de 3.500 respuestas. Este troll fue escrito por alguien haciéndose pasar por un estudiante europeo, y enviado con acierto a todos los grupos de noticias de institutos y universidades, dejando entonces que los estudiantes americanos hiciesen todo el trabajo de difusión. El hilo estuvo activo cerca de un año (generando de media una respuesta cada 160 minutos) y su mejor golpe fue cuando una inocente estudiante estadounidense no sólo perdió su cuenta de Internet sino también que fue expulsada del instituto por abusar de los ordenadores, pues de alguna forma logró cargar con la culpa de haber comenzado el troll.

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Motivación

Los «trolls» autoproclamados pueden designarse a sí mismos como abogados del diablo, tábanos sociales o «alborotadores culturales», desafiando el discurso dominante y las asunciones de los foros de discusión en un intento de romper el status quo de pensamiento grupal — el sistema de creencias que prevalece en su ausencia.

Los críticos han señalado que los auténticos «abogados del diablo» generalmente se identifican a sí mismo como tales por el bien de la etiqueta y la cortesía, mientras que los trolls pueden rechazar ambas. La mayoría de la discusión sobre qué motiva a los trolls procede de otros usuarios de Internet que afirman haber estudiado el comportamiento de los mismos. Hay poca literatura de investigación que describa el término o el fenómeno. Los comentarios de usuarios acusados de ser trolls podrían ser poco fiables, puesto que podrían de hecho estar intentando estimular la controversia más que avanzar en el entendimiento del fenómeno. De la misma forma, los acusadores está con frecuencia motivados por un deseo de defender un determinado proyecto y las referencias a que un usuario de Internet sea un troll podrían no tener base en las metas reales de dicha persona. Como resultado, identificar las metas de los trolls resulta casi siempre especulativo. Aún así, varias metas básicas han sido atribuidas a los trolls, según el tipo de disrupción que se piensa que están provocando.

Las motivaciones propuestas son:

La actividad de un troll puede describirse como un experimento de contravención que, gracias al uso de una personalidad alternativa, permite probar o romper los límites sociales habituales y las reglas de etiqueta sin consecuencias serias. Esto puede ser parte de un intento de comprobar los límites de algún discurso, o de identificar personalidades reactivas. Al eliminar identidades e historias de la situación, dejando sólo el discurso, algunos científicos creen que es posible llevar a cabo experimentos de ingeniería social usando métodos propios de trolls. Sin embargo, pocos creen que las organizaciones de trolls estén involucrados en la ciencia, y unos pocos individuos dispersos sin métodos ni tesis particulares no pueden ser descritos como científicos, aunque puedan sin embargo estar involucrados en alguna investigación.
Búsqueda de atención anónima: El troll busca dominar la discusión provocando enfados, y efectivamente secuestrando el tema de conversación.
Diversión: Para alguna gente resulta divertido pensar que otra persona se enfada por lo que digan completos desconocidos.
Petición de ayuda: Muchos supuestos trolls, en sus mensajes, señalan perturbadoras situaciones sobre la familia, las relaciones, las drogas o la escuela, aunque generalmente es imposible saber si tales situaciones no son más que parte del troll. Algunos creen que este comportamiento es un agresiva forma de confrontación en la que los trolls buscan una especie de fuerte guía sentimental en un foro anónimo.
Los trolls autoproclamados y sus defensores sugieren que su comportamiento es una forma inteligente de mejorar la discusión, o un método alternativo de ver las relaciones de poder en grandes wikis públicos.
Proponerse un desafío a uno mismo: Sólo para ver si puede hacerse con éxito, por ejemplo un miembro de un foro se registra con un nuevo nombre no identificable para ver si puede engañar, y por cuánto tiempo, a los demás miembros. Esto se conoce en algunos círculos como «troll Loki».
Hacer perder el tiempo a los demás: Uno de los aspectos más importantes en la actividad de un troll es la idea de que empleando un solo minuto en escribir un mensaje adecuado se logra que muchas otras personas pierdan varios minutos de su tiempo, provocando un efecto cascada. La mayoría de los trolls disfrutan con la idea de que pueden desperdiciar el tiempo de los demás con comparativamente poco esfuerzo por su parte.
Efecto dominó: Relacionado con la diversión, pero de una manera más específica, significa comenzar largas reacciones en cadena en respuesta al mensaje inicial de uno. Consiste en lograr una respuesta desproporcionadamente grande a una acción pequeña. Esto resulta parecido a cómo un niño pequeño que se pierde (pero que realidad se está escondiendo) puede actuar con regocijo al ver un gran número de personas emprendiendo una búsqueda masiva en respuesta a su supuesta desaparición.
Efectuar un cambio en las opiniones de otros usuarios: Un troll puede sostener posiciones extremas para hacer que sus creencias reales parezcan moderadas (esto implica con frecuencia el uso de un títeres que jueguen el papel de policía malo) o, alternativamente, jugar el papel de abogado del diablo para fortalecer las convicciones opuestas (con las que suele en realidad estar de acuerdo).
Probar la integridad de un sistema contra ataques sociales u otras formas de mal comportamiento: Por ejemplo, violar descaradamente los términos de uso para ver si los administradores del sitio emprenden alguna acción.
Superar sentimientos de inferioridad o impotencia mediante la experiencia de controlar un entorno.
Autopromoción.
Luchar contra el pensamiento grupal: Muchos trolls defienden sus acciones afirmando que hay que sacudírsele de encima el conformismo a la gente.
Sátira: En estos casos, los individuos no piensan en sí mismos como trolls, sino como humoristas o comentaristas políticos incomprendidos.
Satisfacción producida por los ataques personales.
Acoso: Por ejemplo, seguir a una persona —que haya sido hostigada en un foro pero que ha decidido evitar convertirse en víctima marchándose a otro lugar— y emplear tácticas de troll en el nuevo foro hasta lograr que éste sea un lugar incómodo para dicha persona.
Bajar la relación señal-ruido: En Slashdot, puntos que podrían usarse para moderar temas interesantes se desperdician en moderar a la baja cosas como dibujos ASCII del hombre goatse. A ciertos umbrales, esto rebaja la calidad de los comentarios.
Probar una personalidad alternativa anónimamente.
Vaciar un foro: lo que suele ser sólo factible si el foro es pequeño.
Es difícil estimar las motivaciones de los trolls, dado que la mayoría de las justificaciones ofrecidas por los presuntos trolls no son más que ardides tramados para continuar con la travesura que imaginan que han emprendido. Esto resulta desafortunado porque, como lo anterior supone, hay razones legítimas para emprender el tipo de acciones propias de los trolls. Sin embargo, la etiqueta es lo suficientemente simple y sencilla como para que la mayoría de la gente prevea los propósitos manifestados por los trolls autodeclarados sin llegar a recurrir a estos métodos. Dado que hay un amplio espectro de posibles motivaciones para los trolls, resultando algunas de ellas benévolas y otras claramente malévolas, calificar a usuarios de trolls en el sentido negativo resulta con frecuencia imprudente.

Algunos usuarios de foros de Internet están considerados como «cazadores» o «provocadores» de trolls. Entran voluntariamente en conflicto cuando los trolls surgen. Con frecuencia los cazadores de trolls son tan disruptivos como éstos. Un único mensaje de troll puede ser ignorado, pero si diez cazadores de trolls «saltan» siguiéndolo, dirigirán el hilo fuera del tema.

Sobre los conflictos relacionados con los trolls, hay seis grupos en los que podría clasificarse a los usuarios:

Trolls: Usuarios que provocan conflictos activamente.
Cazadores o provocadores de trolls: Se comportan de acuerdo al principio del «segundo golpe». No inician el conflicto, pero lo intensifican en cuanto empieza. Con frecuencia usan otros trolls como excusa para su propio mal comportamiento, y en muchos casos califican a un usuario como troll, a pesar de los propósitos de éste.
Indiferentes: Intentan ignorar el conflicto, continuando con el tema original de discusión. Suelen expresar despreocupado desdén hacia el troll, pero no persiguen insultarle activamente. Se comportan como hermanos mayores, repartiendo sabias palabras tales como «No alimentéis a los trolls» u otras frases hechas que normalmente significan lo mismo: «Ignorad al alborotador y así se rendirá y se marchará.» Este tipo de respuestas puede tomarse como un comportamiento pasivo-agresivo de provocador de trolls.
Moderadores: No los moderadores del sistema, sino los usuarios que intentan «resolver» el conflicto, contentando a todas las partes si es posible.
Espectadores: Se apartan del conflicto. En casos particularmente malos, abandonarán el foro asqueados.
Secuestradores: Comienzan una discusión fuera de tema en respuesta a los mensajes provocativos de un troll.
No-trolls: Usuarios que son calificados de troll por otros usuarios o incluso moderadores para ser silenciados y desacreditados más fácilmente.
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Soluciones y alternativas

En general, la sabiduría popular aconseja a los usuarios evitar alimentar a los trolls, e ignorar las tentaciones de responder. Contestar a un troll lleva la discusión inevitablemente fuera del tema, para consternación de los espectadores, y proporciona al troll la ansiada atención. Cuando los cazadores de trolls se abalanzan sobre ellos, los indiferentes responden con «YHBT. YHL. HAND.», es decir, «You have been trolled. You have lost. Have a nice day.» (en inglés «Has picado. Has perdido. Que tengas un buen día.»). Sin embargo, dado que los cazadores de trolls (como éstos) son con frecuencia buscadores de conflictos por sí mismos, quien pierde no es el bando del cazador, sino más bien el resto de usuarios de foro que habrían preferido que el conflicto ni siquiera hubiera surgido.