Respaldo de material de tanatología

EL LENGUAJE DEL ADIÓS – Melody Beattie (Libro)

Aviso: Sepan disculpar los baches de redacción que aparecen en algunos capítulos(días), la única versión del libro que se consigue en formato digital viene con tales errores.

Enero 1
El Año Nuevo
Fija tus metas de Año Nuevo. Escarba dentro de ti y descubre lo que
te gustaría que pasara en este año en tu vida. Esto te ayudará a
hacer tu parte. Es una afirmación de que estás interesado en vivir
plenamente la vida en este año que apenas empieza.
Las metas nos fijan una dirección. Ponen en juego una fuerza
poderosa a un nivel universal, consciente y subconsciente.
Las metas le dan dirección a nuestra vida.
¿Qué te gustaría que ocurriera este año en tu vida? ¿Qué quisieras
hacer y qué quisieras lograr? ¿Qué bien quisieras atraer a tu vida?
¿En cuáles áreas particulares de crecimiento interior te gustaría
avanzar? ¿De cuáles obstáculos, o defectos de carácter, te gustaría
deshacerte?
¿Qué quieres lograr? ¿Pequeñas y grandes cosas? ¿A dónde quisieras
ir? ¿Qué te gustaría que te sucediera en el renglón de la amistad y
del amor? ¿Qué te gustaría que sucediera en tu vida familiar?
Recuerda: con nuestras metas no estamos controlando a los demás,
estamos tratando de darle una dirección a nuestra vida.
¿Qué problemas te gustaría ver resueltos? ¿Qué decisiones quisieras
tomar? ¿Qué te gustaría que pasara en tu trabajo?
¿Qué te gustaría que pasara en tu interior y a tu alrededor?
Escríbelo. Toma una hoja de papel, dedica unas cuantas horas de tu
tiempo y escríbelo todo, como una afirmación de ti mismo, de tu vida
y de tu capacidad para elegir. Luego, déjalo ir.
Ciertamente ocurren cosas que están fuera de nuestro control. A
veces, esos eventos son gratas sorpresas; otras, de naturaleza
distinta. Sin embargo, todos ellos forman parte del capítulo en el
que este año se convertirá tu vida y que añadirán una página más a
tu historia.
El año nuevo está frente a nosotros, como un capítulo de un libro,
esperando ser escrito. Podemos ayudar a escribir esa historia
fijando nuestras metas.

Hoy recordaré que hay una poderosa fuerza motivadora en el hecho de
escribir metas. Haré eso ahora mismo, para este año que empieza, y
de manera regular conforme lo vaya necesitando. No lo haré para
controlar, sino como mi contribución para vivir mi vida.

Enero 2
Límites sanos
Los límites son vitales para la recuperación. Tener y fijar límites
sanos es importante en todas las fases de la recuperación: en el
aumento de la autoestima, en el manejo de sentimientos y en el
aprender a amarnos y valorarnos realmente.
Los límites surgen desde lo profundo de nuestro ser. Tienen relación
con el cese de los sentimientos de culpa y de vergüenza, y con el
cambio de nuestra creencia respecto de lo que merecemos. A medida
que se clarifican nuestros pensamientos acerca de todo esto, sucede
lo mismo con nuestros límites.
Los límites también están conectados a un Tiempo Superior al
nuestro. Fijaremos un límite sólo cuando estemos listos para
hacerlo, ni un momento antes. Lo mismo harán los demás.
Hay algo mágico acerca de alcanzar el punto en que uno está listo para fijar un límite. Sabemos que hablamos en serio; los demás

Más allá de la codependencia.
¿Qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos?
Escuchar la voz interior. ¿Qué te hace enojar? ¿De qué estás harto?
¿En qué no confías? ¿Qué no te parece bien? ¿Qué no puedes soportar?
¿Qué te pone incómodo? ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas? ¿Qué no quieres
ni necesitas? ¿Qué te gusta? ¿Qué te hace sentir bien?
En la recuperación aprendemos que cuidar de uno mismo nos conduce al
sendero de la voluntad de Dios y al plan que Ã?l tiene para nuestra
vida. El cuidar de uno mismo nunca nos aparta de lo que es nuestro
mayor beneficio; nos conduce a ello.
Aprende a cultivar esa voz interior. Podemos confiar en nosotros
mismos y cuidar de nosotros mismos. Somos más sabios de lo que
pensamos. Nuestra guía es interior y siempre está presente. Escucha
esa guía, confía en ella y cultívala.

Hoy afirmaré que soy un regalo para mí mismo y para el Universo.
Recordare que el amoroso cuidado de uno mismo hace posible ese
regalo en su forma más superior.

Enero 4
Desliguémonos de los asuntos familiares
Podemos pintar una raya sana, un límite saludable, entre nosotros y
nuestra familia nuclear, es decir, nos podemos desligar de sus
asuntos.
Es posible que algún familiar nuestro sea adicto al alcohol o a
alguna otra droga y que aún no esté en recuperación de su adicción.
También puede ser que tengamos familiares con rasgos codependientes
no resueltos. Esos parientes pueden ser adictos a la desgracia, al
dolor, al sufrimiento, al martirio y a la victimización.
Otros familiares también pueden presentar aspectos de abuso o de
familia de origen no resueltos.
Podemos tener parientes adictos al trabajo, a la comida o al sexo.
En nuestra familia puede haber una estrecha comunicación o, por el
contrario, ser una familia disfuncional en la cual los miembros
tienen escaso contacto.
Podemos ser como nuestra familia. Podemos amar a nuestra familia.
Sin embargo hay que recordar que somos seres humanos individuales
con derechos y asuntos personales. Uno de nuestros principales
derechos es el de empezar a sentirnos mejor y entrar en
recuperación, independientemente de que nuestros parientes elijan
hacer lo mismo o no.
No tenemos que sentirnos culpables por descubrir la felicidad y una
vida que funciona. No tenemos que hacer nuestros los asuntos de la
familia para demostrarle nuestra lealtad y nuestro amor.
A menudo, cuando empezamos a cuidar de nosotros mismos, nuestros
parientes responden con intentos abiertos y encubiertos para
hacernos caer dentro del viejo sistema y los antiguos roles. No
tenemos por qué hacerlo. Sus intentos por hacernos sucumbir son
asunto de ellos. El hecho de que cuidemos de nosotros mismos y nos
curemos no quiere decir que no los amemos. Lo que quiere decir es
que estamos solucionando nuestros problemas.
No tenemos que juzgarlos porque tengan asuntos sin resolver, ni
tenemos por qué permitirles que nos hagan lo que quieran simplemente
porque son nuestros parientes.
Ahora somos libres, libres para cuidar de nosotros mismos con todos y
con nuestros familiares. Nuestra libertad comienza cuando dejemos de
negar sus problemas y, en forma adecuada pero asertiva, se los
devolvemos para, de esa forma, solucionar nuestros propios
problemas.

Hoy me apartaré de mis parientes. Soy un ser humano individual,
aunque pertenezca a una unidad llamada familia. Tengo derecho a
solucionar mis propios problemas y a crecer; mis familiares tienen

Dios está ahí, siempre listo para ayudar. También hay mucha gente que se preocupa por nosotros. Si así lo queremos, recibiremos amor y apoyo, consuelo y cuidados. Si nos arriesgamos a pedirla, la ayuda está ahí. Podemos recurrir a la fuerza de nuestro grupo de recuperación y permitir que nuestro Poder Superior nos apoye y nos ayude. Los amigos vendrán, buenos amigos.
No estamos solos. Y no tenemos que hacerlo todo solos. No estamos haciendo las cosas solos. No hay escasez de amor. Ya no la hay. Hoy, Dios mío, ayúdame a abandonar mi necesidad de hacer todo solo y mi creencia de que estoy solo. Ayúdame a recurrir a Tu Divino Poder y Presencia, y a Tus recursos de amor, de apoyo y de amistad. Abre mis ojos y mi corazón para que pueda ver el amor, la ayuda y el apoyo que hay para mí. Ayúdame a saber que soy amado.

Enero 6
Relaciones
Si estamos descontentos sin una relación, probablemente lo estaremos
también teniéndola. Una relación no hace que comience nuestra vida,
una relación no se convierte en nuestra vida. Una relación es la
continuación de la vida.
Más allá de la codependencia.
Las relaciones son la bendición y la ruina de la recuperación. En
ellas mostramos dónde estamos en el camino de la recuperación.
A diario nos enfrentamos a la tarea de funcionar dentro de varias
relaciones. A veces, elegimos esas relaciones; otras, no. La única
opción que generalmente tenemos en nuestras relaciones es la que
concierne, nuestra conducta. En la recuperación de la codependencia,
nuestra meta es comportarnos de manera que demostremos
responsabilidad para con nosotros mismos.
Estamos aprendiendo a reconocer nuestro poder para cuidar de
nosotros mismos en nuestras relaciones y a tener intimidad con la
gente cuando esto sea posible.
¿Necesitamos apartarnos de alguien a quien hemos estado tratando de
controlar? ¿Hay alguien con quien necesitamos hablar, aunque lo que
tengamos que decirle resulte incómodo? ¿Hay alguien a quien hayamos
estado evitando porque nos da miedo cuidar de nosotros mismos con esa
persona? ¿Necesitamos reparar un daño? ¿Hay alguien con quien
necesitemos ponernos en contacto, o a quien demostrarle nuestro
amor?
La recuperación no se lleva a cabo fuera de nuestras relaciones,
si no aprendemos a manejar nuestro propio poder y a cuidar de
nosotros mismos dentro de nuestras relaciones.
Hoy participaré en mis relaciones al máximo de mi capacidad. Estaré
dispuesto a tener intimidad y a compartir con la gente en la que
confío. Pediré lo que necesito y daré lo que me parezca adecuado.

Enero 7
El manejo de los sentimientos dolorosos
El sentimiento de haber sido lastimados y el de ira son los más
difíciles de encarar. Nos podemos sentir vulnerables, asustados e
impotentes cuando estos sentimientos comienzan a aflorar, porque
pueden disparar el recuerdo de ocasiones similares en que nos
sentiamos impotentes.
A veces, para recuperar el sentido de control, quizá castiguemos a
la gente que está a nuestro alrededor, ya sea que los culpemos de
esos sentimientos o que sean víctimas inocentes. Quizá tratemos de
â?? desquitarnosâ? o de manipular a espaldas de la gente para ganar la
sensación de poder sobre la situación.
Estas acciones quizá nos den un sentimiento temporal de

empezar compartiendo con otros nuestro dolor de sentirnos lastimados. Esto trae un alivio y a menudo la curación tanto para ellos como para nosotros.
Con el tiempo aprenderemos la lección de que la verdadera fuerza proviene de que nos permitamos a nosotros mismos ser lo bastante vulnerables como para sentir el dolor. La verdadera fuerza proviene de saber que podemos cuidar de nosotros mismos, aunque sintamos dolor emocional. La verdadera fuerza nos viene cuando dejamos de hacer responsables a los demás de nuestro dolor y asumimos la responsabilidad de nuestros propios sentimientos. Hoy me someteré a mis sentimientos, incluso a los que son emocionalmente dolorosos. En vez de actuar con urgencia, o de intentar castigar a alguien, seré lo bastante vulnerable para experimentar mis sentimientos.

Enero 8
Vulnerabilidad
Algunos de nosotros hemos tomado la decisión de que nadie nos iba a
volver a lastimar. Podemos recurrir automáticamente al
â?? congelamiento de sentimientosâ? cuando encaramos dolor emocional. O
bien, podemos terminar una relación en cuanto nos sentimos heridos.
Que a veces nos hieran es parte de la vida, de las relaciones y de
la recuperación.
Es comprensible que no queramos sentir más dolor. Muchos ya hemos
tenido más que suficiente. De hecho, en alguna época de nuestra vida
quizá nos hayamos visto agobiados, extenuados o nos hayamos detenido
en nuestro camino por el profundo dolor que sentíamos. Quizá no
hayamos tenido los recursos para lidiar con nuestro dolor o cuidar
de nosotros mismos.
Pero eso fue ayer. Hoy no tenemos por qué temerle tanto al dolor.
Este no tiene por qué agobiarnos. Nos estamos volviendo bastante
fuertes para manejar nuestros sentimientos cuando nos sentimos
lastimados. Tampoco tenemos que convertirnos en mártires, diciendo
que el sufrimiento y el dolor es lo único que existe en la vida.
Lo único que necesitamos es que cuando sea apropiado, nos permitamos
sentirnos vulnerables para sentirnos heridos y tomemos responsabilidad
de nuestros sentimientos, de nuestras conductas y de lo que
necesitemos hacer para cuidar de nosotros mismos. No tenemos que
analizar nuestros sentimientos ni justificarlos. Necesitamos
sentirlos y no dejar que controlen nuestra conducta.
Quizá nuestro dolor nos esté mostrando que necesitamos fijar un
límite, que estamos yendo en dirección equivocada o quizá esté
disparando un profundo proceso curativo.
Está bien sentirnos heridos, llorar, curarnos, experimentar el
siguiente sentimiento, pero sólo cuando sea tiempo para ello.
Nuestra disposición y capacidad para sentirnos lastimados con el
tiempo igualarán nuestra disposición y capacidad para sentir
alegría.
Estar en recuperación no significa ser inmune al dolor; significa
aprender a cuidar amorosamente de nosotros mismos cuando nos
sintamos dolidos.
Hoy no me lanzaré en contra de los que me causan dolor. Sentiré mis
emociones y asumiré la responsabilidad de ellas. Aceptaré el hecho
de sentirme herido como parte del tener relaciones. Estoy dispuesto
a rendirme tanto al dolor como a las alegrías de la vida.

Enero 9
Responsables de nosotros mismos
Hemos estado haciendo cosas equivocadas por razones correctas. Ya no seas codependiente.

Ser cuidador no funciona. Lastima a los demás y también nos hiere.
La gente se enoja, se siente lastimada, usada y victimada, y
nosotros también.
La conducta más amable y generosa que podemos elegir es la de asumir
la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos, por lo que
pensamos, sentimos, queremos y necesitamos. Lo más beneficioso que
podemos hacer es ser fieles a nosotros mismos y dejar que los demás
asuman su propia responsabilidad.
Hoy le pondré atención a mis propias responsabilidades. Dejaré que
los demás hagan lo mismo. Si tengo dudas acerca de cuales son mis
responsabilidades reales, haré un inventario.

Enero 10
Miedo
No seas demasiado tímido y escrupuloso acerca de tus actos. La vida
entera es un experimento. Cuantos más experimentos hagas, mejor. ¿Qué
importa si éstos son un tanto burdos y te empapas o te rasgas la
ropa, o si fracasas y te revuelcas en la tierra una o dos veces? Te
levantas de nuevo; nunca debes tenerle tanto miedo a una caída.
Ralph Waldo Emerson.
El miedo puede ser un gran obstáculo para muchos de nosotros: miedo
a la fragilidad, miedo al fracaso, miedo a cometer un error, miedo
al qué dirán, miedo al éxito. Quizá dudemos tanto de nuestra
siguiente acción o palabra que acabemos convenciéndonos de no
participar en la vida.
â?? ¡Pero ya fracasé antes!â? â?? ¡No puedo hacerlo bien!â? â?? ¡Mira lo que me
pasó la última vez!â? â?? ¿Qué pasaría si…?â? Estas afirmaciones pueden
ser un disfraz del miedo. A veces, el miedo es el disfraz de la
vergüenza.
Después de que terminé los primeros dos capítulos de un libro que
estaba escribiendo, los leí e hice una mueca. â?? No están bienâ? ,
pensé. â?? No puedo hacerloâ? . Estaba lista para tirar los capítulos por
la ventana y tirar también mi carrera como autora.
Una amiga escritora me llamó y le conté mi problema. Ella me escuchó
y me dijo: â?? Esos capítulos están bien. Deja ese miedo. Deja de
criticarte a ti misma y sigue escribiendo� .
Seguí su consejo. El libro que estuve a punto de tirar a la basura
se convirtió en un éxito de ventas del New York Times.
Relájate. Nuestro mejor esfuerzo es suficientemente bueno. Puede ser
mejor de lo que pensamos. Incluso nuestros fracasos pueden
convertirse en importantes experiencias de aprendizaje que nos
lleven directamente al éxito, y que sean necesarias para él.
Siente el miedo y luego déjalo ir. Decídete y hazlo, sea lo que sea.
Si nuestros instintos y nuestro sendero nos han traído hasta aquí,
aquí es donde debemos estar.
Hoy participare en la vida al máximo de mi capacidad, sin importarme
el resultado. Eso me hace ser un ganador.

Enero 11
Deja ir el sentimiento de culpa
â?? Hay un buen truco que usan las personas que tienen una relación disfuncionalâ? , dijo una mujer en recuperación. â?? El otro hace algo mal o algo equivocado y luego se queda allí parado hasta que te sientes culpable y terminas ofreciendo disculpas.â? Muchas veces, las cosas por las que nos sentimos culpables no son asunto nuestro. Cuando alguna persona se comporta en forma incorrecta, de alguna manera está violando nuestros límites. Si nos oponemos a esa conducta, la persona se enoja y se pone a la defensiva. Entonces, nosotros nos sentimos culpables.

Hoy dejaré ir mis pequeños y mis grandes sentimientos de culpa. La
luz y el amor están de mi lado.

Enero 12
Encuentra el equilibrio
La meta de la recuperación es el equilibrio; ese precioso punto
medio.
Muchos de nosotros hemos ido de un extremo al otro: años de cuidar
de todos menos de nosotros mismos, seguidos de una temporada en que
nos negamos a concentrarnos en las necesidades de nadie, más que en
las nuestras.
Tal vez pasamos años negándonos a identificar nuestros sentimientos,
a sentirlos y a manejarlos, seguidos de un periodo de obsesión
absoluta con toda huella de energía emocional que pasara por nuestro
cuerpo.
Podemos sucumbir a la impotencia, al desamparo y a la victimización,
y luego ir al otro extremo blandiendo con agresividad el poder sobre
los que nos rodean.
Podemos aprender a dar a los demás al mismo tiempo que asumimos la
responsabilidad para con nosotros mismos, a cuidar nuestros
sentimientos, así como nuestras necesidades físicas, mentales y
espirituales, y a alimentar la callada confianza que nos da el
apropiarnos de nuestra fuerza para comportarnos de igual a igual en
nuestras relaciones con los demás.
La meta de la recuperación es el equilibrio, pero a veces llegamos
a él yéndonos a los extremos.
Hoy seré amable conmigo mismo, comprendiendo que a veces, para
alcanzar el justo medio del equilibrio, necesito explorar las cimas
y los valles. A veces, la única manera que tengo de salir de un
valle es brincar lo suficientemente alto para aterrizar en la cima y
luego, lentamente, deslizarme hacia abajo.

Enero 13
Experimenta sentimientos positivos
Cuando en la recuperación hablamos de los sentimientos, a menudo nos
concentramos en el trío problemático: el dolor emocional, el miedo y
la ira. Pero en el reino emocional hay también otros sentimientos:
felicidad, alegría, paz, contento, amor, cercanía, emoción.
Está bien que nos permitamos sentir los sentimientos placenteros.
No tenemos que preocuparnos cuando experimentamos sentimientos
positivos; no tenemos por qué asustarnos y dejarlo ir; no tenemos
que sabotear nuestra felicidad. A veces lo hacemos para irnos al
terreno, menos feliz, que nos es familiar.
Es bueno sentirnos bien. No tenemos que analizar, juzgar o
justificar. No tenemos que deprimirnos ni dejar que otros nos
depriman, inyectándonos negatividad.
Podemos permitirnos sentirnos bien.
Hoy me recordaré a mí mismo que tengo derecho a sentirme tan bien
como pueda. Puedo experimentar muchos momentos de bienestar; puedo
encontrar un punto de equilibrio en el que me sienta contento, en
paz y bien.

Enero 14
Acepta la ira.
La ira es uno de los efectos más profundos que tiene la vida sobre
nosotros. Es una de nuestras emociones. Cuando se cruce en nuestro camino,
vamos a sentirla, a menos que la reprimamos.
Ya no seas codependiente.
Hoy me permitiré sentir ira, si necesito hacerlo. Puedo sentir mis
emociones y liberarlas constructivamente, incluyendo la ira. Sentiré
gratitud por la ira que sienta y por las cosas que ésta está
tratando de mostrarme. Puedo sentir y aceptar todas mis emociones
sin vergüenza y asumir la responsabilidad de mis actos.

Enero 15
Sabemos defendernos solos
Aprendemos que algunas conductas tienen consecuencias que van en
nuestro propio perjuicio, mientras que otras tienen el efecto
contrario. Aprendemos que tenemos alternativas.
Más allá de la codependencia.
Es tan fácil defender a los demás. Qué claro nos resulta cuando los
demás están siendo usados, controlados, manipulados o se está
abusando de ellos. Es tan fácil pelear por ellos, indignarnos
justamente, correr en su ayuda y animarlos para lograr la
victoria.
â?? Tienes derechosâ? , les decimos. â?? Y esos derechos están siendo
violados. Defiéndete a ti mismo, sin sentimientos de culpaâ? .
¿Por qué es tan difícil, entonces, defenderemos a nosotros mismos?
¿Por qué no podemos ver cuando se nos está usando, victimando,
mintiendo, manipulando o violando de alguna manera? ¿Por qué nos
resulta tan difícil defendernos solos?
Hay ocasiones en la vida en que transitamos por un sendero amable y
amoroso. Sin embargo, en otras necesitamos defendernos solos, cuando
el sendero amable y amoroso nos pone en manos, de aquellos que
pueden maltratarnos.
Algunos días, la lección que estamos aprendiendo y practicando es la
de fijar límites. Otros, la lección que estamos aprendiendo es
luchar por nosotros mismos y por nuestros derechos.
A veces, la lección no acabará hasta que lo hagamos.
Hoy defenderé mi propia causa.
Recordaré que está bien que me defienda sólo cuando esa acción sea
la adecuada. Dios mío, ayúdame a defenderme solo, en forma apropiada
y con confianza.

Enero 16
La oración
De hecho, la oración es la única acción real en el más amplio
sentido de la palabra, porque es lo único que cambia nuestro
carácter. Un cambio de carácter, o un cambio en el alma, es un
cambio verdadero.
Emmet Fox, El sermón de la montaña
Erica Jong ha dicho que somos seres espirituales, que somos humanos.
La plegaria y la meditación son formas que tenemos para cuidar de
nuestro espíritu, son disciplinas que se sugieren en el Paso Once de
los programas de recuperación de Doce Pasos: Al-Anón, Alcohólicos
Anónimos, y otros.
La oración y la meditación no necesariamente están conectadas con
las religiones organizadas, son una forma para mejorar nuestra
relación personal con un Poder Superior para beneficio de nosotros
mismos, de nuestra vida y de nuestro crecimiento interior. Por medio
de la oración nos conectamos con Dios. No oramos porque tengamos que
hacerlo, sino porque queremos hacerlo. Así es como vinculamos
nuestra alma con nuestro Origen.
Estamos aprendiendo a cuidar nuestras emociones, nuestra mente y
nuestras necesidades físicas. Estamos aprendiendo a cambiar nuestras
conductas, pero también a cuidar de nuestro espíritu, de nuestra
alma, porque ahí es donde empieza todo cambio verdadero.

que decidimos usar en forma consciente.
Actuar â?? como siâ? puede ser útil cuando un sentimiento empieza a
controlarnos. Tomamos conscientemente la decisión de actuar como si
nos sintiéramos bien y fuéramos a estar bien.
Cuando un problema nos agobia, actuar â?? como siâ? nos puede ayudar a
salir del atolladero. Actuamos como si el problema ya fuera a
resolverse o ya estuviera resuelto, para que podamos seguir con
nuestra vida.
A menudo, actuamos como si ya sintiéramos desapego.
Existen muchas áreas en las cuales el actuar â?? como siâ? â??combinado
esto con otros principios de recuperación- sienta las bases para la
realidad que deseamos. Actuamos como si nos amáramos a nosotros
mismos, hasta que en realidad empezamos a cuidar de nosotros mismos.
Actuamos como si tuviéramos derecho a decir â?? noâ? , hasta que creemos
que, efectivamente, lo tenemos.
No aparentamos que tenemos dinero suficiente para cubrir un cheque.
No pretendemos que un alcohólico no está bebiendo. Usamos la
conducta de actuar â?? como siâ? como parte de nuestra recuperación,
para sentar las bases para nuevas conductas. Nos forzamos a
experimentar conductas positivas de recuperación, haciendo caso
omiso de nuestras dudas y temores, hasta que nuestros sentimientos
se emparejen con la realidad.
Actuar â?? como siâ? es una manera positiva de superar miedos, dudas y
una baja autoestima. No tenemos que mentir, no tenemos que ser
deshonestos con nosotros mismos. Nos abrimos a las posibilidades
positivas del futuro, en vez de limitar el futuro con los
sentimientos y las circunstancias de hoy.
Actuar â?? como siâ? nos ayuda a atravesar las arenas movedizas y a
trasladarnos a un terreno firme.
Dios mío, muéstrame las áreas donde el actuar â?? como siâ? me podría
ayudar a sentar las bases de la realidad que yo deseo. Guíame al
usar esta poderosa herramienta de recuperación para ayudarme a crear
una vida mejor y relaciones más sanas.

Enero 18
Gratitud
En la vida, a veces las cosas pasan demasiado rápido. Apenas hemos
resuelto un problema cuando surgen otros dos. Nos sentíamos muy bien
por la mañana, pero por la tarde estamos hundidos en la aflicción.
Todos los días nos enfrentamos con interrupciones, demoras, cambios y
retos. Encaramos conflictos de personalidad y decepciones. A menudo,
cuando nos sentimos agobiados, no podemos ver las lecciones que
encierran esas experiencias.
Un concepto sencillo nos puede hacer superar hasta las temporadas
más difíciles. Se llama gratitud. Aprendemos a decir gracias a estos
problemas y sentimientos. Gracias por la manera como se presentan
las cosas. No me gusta esta experiencia, pero gracias de todas
maneras.
Oblígate a la gratitud hasta que ésta se haga algo habitual en ti.
La gratitud nos ayuda a dejar de tratar de controlar los resultados.
Es la llave que abre la energía positiva en nuestra vida. Es la
alquimia que convierte a los problemas en bendiciones, y en regalos
lo inesperado.
Hoy tendré gratitud. Empezaré el proceso de convertir la pena de hoy
en la alegría de mañana.

Enero 19
Apoderarnos de nuestra fuerza
Hay un sentimiento al que le tenemos que prestar una particular
como es su derecho, y nosotros nos estamos sintiendo víctimas porque estamos intentando controlar su proceso o, de manera irracional, estamos esperando que ellos cuiden de nosotros. Nos podemos sentir victimados si nos quedamos atascados en una creencia codependiente, tal como ….Los demás me hacen sentir…. Los demás tienen la llave de mi felicidad y mi destino…. o, no podré ser feliz a menos que otro se comporte de determinada manera, o de que sucedan ciertas
cosas
Otras veces, apoderarnos de nuestra fuerza significa que nos damos
cuenta de que estamos siendo victimados por la conducta de otra
persona. Están siendo invadidos nuestros límites. Es ese caso,
indagamos qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos e
impedir que continúe la victimación; necesitamos fijar límites.
A veces, lo único que se requiere es un cambio de actitud. No somos
víctimas.
Luchamos por sentir compasión hacia la persona que nos victimó, pero
comprendemos que a menudo la compasión viene después, cuando nos
hayamos despojado de nuestro papel de víctimas en cuerpo, mente y
espíritu. También entendemos que sentir demasiada compasión puede
volver a ponernos de inmediato en el cajón de las víctimas. Sentir
demasiada lástima por una persona que nos está victimando puede
establecer una situación donde la persona nos pueda convertir de
nuevo en su víctima.
No tratamos de forzar consecuencias ni crisis sobre otra persona,
pero tampoco la rescatamos de las consecuencias lógicas de su
conducta. Si hay un papel que tengamos la responsabilidad de jugar
para que se den esas consecuencias, lo desempeñamos, no para
controlar ni para castigar, sino para ser responsables con nosotros
mismos y con los demás.
Tratamos de descubrir qué podemos estar haciendo que nos hace sentir
victimados, o qué papel estamos jugando dentro de un sistema, y
dejamos, también, de hacerlo. No tenemos poder sobre los demás ni
sobre su conducta, pero podemos apropiarnos de nuestra fuerza y
apartarnos de ser víctimas.
Hoy asumiré la responsabilidad de ser yo mismo y de demostrárselo a
los demás al no permitir que se me victime. No puedo controlar los
acontecimientos, pero sí puedo controlar mi actitud al ser
victimado. No soy una víctima; no merezco ser victimado.

Enero 20
Nuevos comienzos
Los resentimientos son los bloques que nos impiden amarnos a
nosotros mismos y a los demás. Los resentimientos no castigan a la
otra persona, nos castigan a nosotros mismos. Se vuelven barreras que
no nos dejan sentirnos bien y disfrutar de la vida. Nos impiden
estar en armonía con el mundo. Los resentimientos son trozos de ira
endurecidos, que sólo se desbaratan y se disuelven con el perdón y
el olvido.
Deja ir los resentimientos no significa que le permitamos a la otra
persona hacer lo que quiera. Significa aceptar lo que ocurrió en el
pasado y fijar límites para el futuro ¡Podemos dejar ir los
resentimientos y, aun así, tener límites!
Tratamos de ver la parte buena de la persona, o el bien que por fín
se derivó de algún incidente que nos causó resentimiento. Tratamos
de ver nuestra parte en ello.
Luego, nos olvidamos del incidente.
Es de gran ayuda rezar por quienes nos sentimos resentidos. Pedirle
a Dios que tome nuestros resentimientos también ayuda.
Qué mejor manera de empezar un año nuevo que borrando el pizarrón
del pasado y empezarlo libres de resentimientos.
Poder Superior, ayúdame a estar listo para despojarme de mis

otros quieren y necesitan, y aplicar esa habilidad a nosotros
mismos.
¿Qué es lo que parece que queremos y necesitamos?
¿Qué creemos que nos ayudaría a sentirnos mejor? ¿Qué nos están
diciendo nuestros sentimientos? ¿Nuestro cuerpo? ¿Nuestra mente?
¿Nuestra intuición?
Si nos lo preguntamos, y luego escuchamos con cuidado, oiremos la
respuesta.
Somos más listos de lo que pensamos, y somos personas en quienes se
puede confiar.
Lo que queremos y necesitamos cuenta. Es importante y válido. Está
bien que aprendamos a participar en la satisfacción de nuestras
necesidades.
Podemos aprender a identificar lo que queremos y necesitamos y a ser
pacientes con nosotros mismos mientras estamos aprendiendo.
Hoy pondré atención a lo que quiero y necesito. No me subestimaré.

Enero 22
Aprecia tu pasado
Es fácil ser negativos acerca de nuestros errores e infelicidad
pasados. Pero es mucho más sano que nos veamos a nosotros mismos y a
nuestro pasado a la luz de la experiencia, de la aceptación y del
crecimiento interior. Nuestro pasado es una serie de lecciones que
nos hace avanzar a niveles más altos de vivir y de amar.
Las relaciones que establecimos, en las que permanecimos, o que
dimos por terminadas, nos enseñaron lecciones que eran necesarias.
Algunos hemos surgido de las más dolorosas circunstancias con
grandes conocimientos acerca de quiénes somos y qué queremos.
¿Nuestros errores? Necesarios. ¿Nuestras frustraciones, fracasos y a
veces nuestros tropiezos con el progreso y el crecimiento interior?
Necesarios también.
En cada paso del camino, aprendimos. Pasamos exactamente por las
experiencias que necesitábamos para convertirnos en lo que somos
hoy. En cada paso del camino, progresamos.
¿Es un error nuestro pasado? No. El único error que podemos cometer
es confundir ese pasado con la verdad.
Hoy, ayúdame Dios mío a alejar los pensamientos negativos que
pudiera estar albergando acerca de mis circunstancias o de mis
relaciones pasadas. Puedo aceptar, con gratitud, todo lo que el
pasado me ha traído al día de hoy.

Enero 23
Con nueva energía
Lo divertido se vuelve divertido, el amor se vuelve amor, la vida se
convierte en algo que vale la pena vivir. Y nos sentimos
agradecidos.
Más allá de la codependencia
Hay una nueva energía, un sentimiento nuevo en nuestra vida. No
podemos basar nuestras expectativas acerca de lo que sentiremos el
día de mañana, o incluso dentro de unas horas, sobre lo que estamos
sintiendo en este momento.
No hay dos momentos iguales en el tiempo. Nos estamos recuperando.
Estamos cambiado. Nuestra vida está cambiando. A veces, las cosas no
han funcionado como nosotros queríamos. Teníamos lecciones que
aprender. El futuro no será como el pasado.
¡No limites el futuro por el pasado!
Reflexiona acerca del principio de tu recuperación. ¿No han
habido muchos cambios que te han traído hasta donde te encuentras
ahora? Reflexiona acerca de lo ocurrido hace un año. ¿No han
otra forma. En vez de ello, confía. Acepta el hoy, pero no te
limites por él.
Viene una nueva energía. Un nuevo sentimiento está en camino. No
podemos predecir cómo será viendo cómo era o cómo es, porque
entonces cuando llegue, será totalmente diferente. No hemos
trabajado ni luchado en vano. Ha sido por algo y para algo.
Los tiempos están cambiando para mejorar. Sigue en el sendero de la
confianza y la obediencia. Permanece abierto a lo nuevo.
Hoy, Dios mío, ayúdame a no juzgar o a limitar mi futuro por lo que
fue mi pasado. Ayúdame a abrirme a todas las emociones posibles de
cambio, tanto dentro de mí como a mi alrededor.

Enero 24
Borra el pizarrón
Uno de los más grandes regalos que podemos dar es el de un corazón abierto, amoroso. Y asirnos a los sentimientos negativos que nos causaron nuestras relaciones del pasado es una barrera para ese regalo.
La mayoría de nosotros tenemos relaciones que han terminado. Cuando examinamos dichas relaciones, necesitamos borrar el pizarrón emocional. ¿Nos estamos asiendo a la ira o a los resentimientos? ¿Nos sentimos víctimas todavía? ¿Seguimos viviendo con las creencias autoderrotistas vinculadas con esas relaciones: No se puede confiar en las mujeres… Los jefes utilizan a la gente… No existe una buena relación?
Aleja todo lo que hoy pueda estar bloqueando tus relaciones. Podemos saber, con gran certeza, que los viejos sentimientos y las creencias autoderrotistas nos impedirán dar y recibir el amor que deseamos. Podemos borrar el pizarrón del pasado. Este proceso comienza con la toma de conciencia, con la honestidad, con una actitud abierta. El proceso está completo cuando alcanzamos un estado de aceptación y de paz hacia nuestro pasado.
Hoy comenzaré el proceso de alejar todos los sentimientos y creencias autoderrotistas vinculados a relaciones pasadas. Borraré mi pizarrón para poder estar libre para amar y ser amado.

Enero 25
El Paso Uno
Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas
se habían vuelto ingobernables.
Paso Uno de Al-Anón
Para los codependientes en recuperación, hay muchas versiones
diferentes del Paso Uno. Algunos de nosotros admitimos la impotencia
ante el alcohol o ante el alcoholismo de otra persona. Otros
admitimos la impotencia ante la gente; otros más ante el impacto de
haber crecido dentro de una familia de alcohólicos.
Una de las palabras más significativas del Primer Paso es la palabra
admitimos, así, en plural. Nos hemos reunido porque tenemos un
problema en común, y al reunirnos, encontramos una solución común.
Al ser miembros de algún programa de Doce Pasos, muchos de nosotros
descubrimos que, aunque nos hayamos sentido solos en nuestro dolor,
otros han experimentado un sufrimiento similar. Y ahora muchos se
están uniendo en una recuperación similar.
Admitimos, ¿quiénes? nosotros. Una parte importante de la
recuperación. Una experiencia compartida. Una fuerza que se
comparte, que es más fuerte porque se comparte. Una esperanza
compartida, de una vida y relaciones mejores.
Hoy estaré agradecido por toda esa gente alrededor del mundo que se
llama así misma â?? codependiente en recuperaciónâ? . Me ayuda saber que
cada vez que uno de nosotros dan un paso hacia adelante, empuja al

casi deliberados, y los resultados, predecibles.
Alguien se puede poner frente a nosotros y comentar algo o lanzar un
suspiro acerca de un problema, sabiendo o esperando que esa conducta
nos enganche para que nosotros nos hagamos cargo de él. Eso es
manipulación.
Cuando la gente se ponga frente a nosotros y comente o suspire por
algo, y luego diga tímidamente, â?? Pero no importa, tú no te preocupes
por ello� , eso es un truco. Necesitamos reconocerlo. Estamos a punto
de que nos envuelva si permitimos que esto ocurra.
Podemos aprender a insistir en que la gente nos pida sin cortapisas
lo que quiere y necesita.
¿Cuáles son las palabras, las señales, las miradas, los comentarios,
las claves que nos enganchan en una conducta predecible, a menudo
contraproducente?
¿Qué te hace sentir simpatía por alguien? ¿Qué te hace sentir culpa?
¿Qué te hace sentirte responsable de otro?
Nuestro punto fuerte es que nos preocupemos demasiado por los demás.
Nuestro punto débil es que a menudo subestimamos a la gente con la
que tratamos. Ella sabe lo que está haciendo. Es tiempo de que
abandonemos nuestra ingenua suposición de que la gente no hace lo
que mejor le conviene, y no necesariamente lo que mejor nos conviene
a nosotros.
También debemos observarnos a nosotros mismos. ¿Lanzamos â?? ganchosâ? a
los demás, les lanzamos miradas, comentarios, con la esperanza de
engancharlos? Necesitamos asistir en comportarnos con los demás en
forma honesta y directa, en vez de esperar que vengan en nuestro
rescate.
Si alguien quiere algo de nosotros, insistamos en que esa persona
nos pida las cosas directamente. Pidámonos lo mismo a nosotros
mismos. Si alguien lanza el anzuelo, no tenemos por qué morderlo.
Hoy estaré consciente de las â?? conductas ganchoâ? que me llevan a
convertirme en cuidador de los demás y que me hacen sentir
victimado. Ignoraré los comentarios, las miradas y las palabras que
me enganchan, y esperaré de los demás la conducta directa y honesta
que merezco.

Enero 27
Necesitamos de la gente
Podemos encontrar el equilibrio entre el necesitar demasiado de la
gente y no permitirnos necesitar absolutamente a nadie.
Muchos de nosotros tenemos necesidades de dependencia del pasado que
no han sido satisfechas. Aunque queremos que los demás satisfagan
nuestro deseo de ser amados en forma incondicional, podemos haber
elegido gente que no pueda, o no quiera, ser un apoyo para nosotros.
Algunos de nosotros estamos tan necesitados emocionalmente por el
hecho de no haber sido amados, que ahuyentamos a la gente al
hacerles ver que la necesitamos demasiado.
Otros nos vamos al extremo opuesto. Podemos habernos acostumbrado a
que la gente no nos apoye, de modo que la evitamos. Luchamos contra
nuestros sentimientos de necesidad de los demás volviéndonos
demasiado independientes, no permitiéndonos ya necesitar a nadie.
Algunos de nosotros no dejamos que la gente nos apoye.
Sea como sea, estamos dejando inconcluso un asunto importante. Nos
merecemos otra cosa mejor. Cuando cambiemos, nuestras circunstancias
cambiarán.
Si estamos demasiado necesitados de los demás, respondemos aceptando
esa parte necesitada que tenemos. Nos dejamos curar el dolor de
necesidades pasadas que no se satisficieron. Dejamos de decirnos a
nosotros mismos que no somos dignos de amor porque no nos han amado
de la manera como queríamos y necesitábamos.

Podemos preguntarnos esto acerca de nuestras relaciones, de nuestro
trabajo, de nuestra recuperación, de nuestra vida. Es fácil
enredarnos en pensamientos preocupantes.
El preocuparnos acerca de lo que va a pasar nos impide funcionar hoy
de manera efectiva. Nos impide hacer hoy nuestro mejor esfuerzo. Nos
impide aprender y dominar las lecciones de hoy. Permanecer en el
presente, hacer nuestro mejor esfuerzo y participar plenamente el
día de hoy es todo lo que necesitamos para asegurarnos de que lo
que va a suceder mañana será lo mejor.
Preocuparse acerca de lo que ocurrirá mañana es hacer una
contribución negativa al futuro. Vivir en el aquí y en el ahora es,
con mucho, lo mejor que podemos hacer, no nada más para el hoy, sino
para el mañana. Esto ayuda a nuestras relaciones, a nuestra carrera,
a nuestra recuperación y a nuestra vida.
Las cosas saldrán bien si las dejamos. Si necesitamos concentrarnos
en otro futuro que no sea planear, lo único que necesitamos es
afirmar que éste será bueno.
Rezo pidiendo fe en que mi futuro será bueno si vivo el hoy bien y
en paz. Recordaré que quedarme en el presente es lo mejor que puedo
hacer para mi futuro. Me concentraré en lo que está sucediendo hoy
en vez de en lo que va a ocurrir mañana.

Enero 29
Asiste a las reuniones
Aún me sorprende, después de haber estado años en recuperación, lo
fácil que me resulta convencerme a mí mismo de no asistir a las
reuniones. También me sigue sorprendiendo lo bien que me siento
cando sí voy .
Anónimo.
No tenemos por qué quedarnos atascados en nuestra aflicción y
malestar. Tenemos una alternativa inmediata que nos ayudará a
sentirnos mejor: asistir a una reunión, a un grupo de apoyo de Doce
Pasos.
¿Por qué resistirnos a lo que puede ayudarnos a sentirnos mejor?
¿Por qué quedarnos con nuestra obsesión o depresión cuando asistir a
una reunión -aunque ésta sea una reunión adicional- nos ayudará a
sentirnos mejor?
¿Acaso estamos demasiado ocupados?
Cada semana tiene 168 horas. Destinar una o dos horas a una reunión
puede maximizar nuestro potencial para las otras 166. Si nos
quedamos en nuestro â?? rollo codependienteâ? , fácilmente nos podemos
pasar la mayoría de nuestras horas de vigilia obsesionados,
quedándonos sentados sin hacer nada, echados en la cama sintiéndonos
deprimidos, o satisfaciendo las necesidades de otra gente. No
dedicar esas dos horas a asistir a una reunión puede hacer que
desperdiciemos las otras horas que nos quedan.
¿Demasiado cansado?
No hay nada tan revigorizante como volver a tomar el paso.
Asistir a una reunión puede lograr que lo retomemos.
Hoy me acordaré de asistir a las reuniones de ayuda.

Enero 30
Libertad religiosa
â?? …. un Poder Superior a nosotros mismos….â? â?? Dios, según lo concebimosâ? Estás palabras nos introducen a la espiritualidad en los Doce Pasos. Son las primeras dos referencias a Dios, y en ellas se usan esas palabras por una razón.
Cada uno de nosotros tiene la libertad de definir y de concebir a nuestro Poder Superior -Dios- como quiera.

Enero 31
Pidamos lo que necesitamos
Una noche estaba yo sola, harta y exhausta. Había estado viajando
sin cesar, lejos de mis amigos y de mi familia. Había volado de
regreso a casa esa noche, pero parecía que nadie se había dado
cuenta. La gente estaba acostumbrada a verme en casa.
Ya era tarde y empecé a discutir con Dios.
â?? He estado fuera trabajando duro. Me siento sola. Necesito saber que
alguien me quiere. Tú me has dicho que Te diga lo que necesito, y
esta noche, Dios mío, necesito particularmente la presencia de
energía masculina. Necesito un amigo, alguien en quien yo confíe que
le guste estar conmigo en una forma no sexual. Necesito que me
abracen. Pero, ¿dónde estás?
Me recosté en el sillón y cerré los ojos. Estaba demasiado cansada
para hacer cualquier otra cosa que no fuera dejar ir lo que sentía.
El teléfono sonó unos minutos después. Era un antiguo colega que se
había convertido en mi amigo. â?? Hola, chicaâ? , me dijo. â?? Te oyes muy
cansada y con necesidad de hablar. Quédate exactamente donde estás.
Voy para allá a darte un masaje en los pies. Me parece que eso es
exactamente lo que necesitas� .
Media hora después tocó mi puerta. Trajo una pequeña botella con
aceite y suavemente me dio masaje en los pies, me abrazó, me dijo
cuánto me quería y luego se fue.
Sonreí. Había recibido exactamente lo que había pedido.
Es seguro confiar en Dios.
Hoy recordaré que a Dios le importa lo que yo necesito,
especialmente si me importa a mí.


11 thoughts on EL LENGUAJE DEL ADIÓS – Melody Beattie (Libro)

  1. Febrero 1
    Paso Dos
    Llegamos al convencimiento de que un Poder Superior podría
    devolvernos al sano juicio.
    Paso Dos de Al-Anón
    Legamos a crecer en una vida mejor a través del enorme regalo de
    otras personas de escucharlas, de observarlas, de ver cómo funciona
    en sus vidas el regalo de la recuperación.
    Hay un Poder Superior a nosotros mismos. Hay una verdadera esperanza
    de que ahora las cosas serán diferentes y mejores para nosotros y
    para nuestra vida.
    No estamos dentro de un programa de â?? hágalo usted mismoâ? . No tenemos
    que hacer uso de nuestra fuerza de voluntad para cambiar. No tenemos
    que forzar a que ocurra nuestra recuperación. No tenemos que
    obligarnos a salir del estado en que nos encontramos, ya que creemos
    que hay un Poder que es Superior a nosotros mismos y que este poder
    es el que obrará en nuestra vida. Este poder hará por nosotros lo
    que nuestros mayores y más diligentes esfuerzos no pueden conseguir.
    Nuestro Poder Superior nos restaurará a una vida sana y beneficiosa.
    Lo único que hacemos nosotros es creer en él. Mira. Observa. Ve a la
    gente que te rodea. Ve cómo se ha curado. Y luego, descubre tu
    propia fe. Tu propia creencia, tu propia curación.
    Hoy, a pesar de mis circunstancias, creeré hasta donde soy capaz que
    un Poder Superior a mí mismo puede restaurarme a una forma sana de
    vivir en paz, y que así lo hará. Luego, me relajaré y permitiré que
    Ã?l lo haga.

    Febrero 2
    Confiemos en nuestro Poder Superior

    nuestra recuperación. No más dolor que el que es necesario para
    nuestra curación y purificación. Tanta bondad y alegría como nos
    quepan en el corazón, en cuanto nuestro corazón se haya curado, esté
    abierto y listo para recibir. Dios: que nos aprueba, que nos acepta,
    que nos perdona al instante.
    Dios ha planeado darnos algunos regalitos para iluminar nuestro día,
    y a veces, sorpresas grandes, encantadoras, en el momento perfecto,
    perfectas para nosotros.
    Maestro Artista, Dios tejerá juntas todas nuestras alegrías,
    tristezas y experiencias para crear un retrato de nuestra vida con
    profundidad, belleza, sensibilidad, color, humor y sentimiento.
    Dios, tal como nosotros lo concebimos: un Dios amoroso. El Dios de
    nuestra recuperación.
    Hoy me abriré al cuidado de un Dios amoroso. Luego, dejaré que Dios
    me muestre Su amor.

    Febrero 3
    Rechazo a la vergüenza
    La vergüenza puede ser una fuerza poderosa en nuestra vida. Es la
    marca de fábrica de las familias disfuncionales.
    El legítimo, auténtico sentimiento de culpa es sentir o pensar que
    lo que hicimos no estuvo bien. Nos indica que necesitamos cambiar o
    alterar nuestra conducta, o que necesitamos reparar un daño.
    La vergüenza es la agobiante sensación negativa de que no está bien
    ser lo que somos. La vergüenza es una situación en la que no hay
    forma de ganar. Podemos cambiar nuestros comportamientos, pero no
    podemos cambiar lo que somos. La vergüenza nos puede hundir en
    conductas contraproducentes y, a veces, autodestructivas.
    ¿Cuáles son las cosas que nos hacen sentir vergüenza?
    Podemos sentirnos avergonzados cuando tenemos un problema o cuando
    el que lo tiene es alguien a quien amamos. Podemos sentir vergüenza
    por haber cometido errores o por haber tenido éxito. Podemos
    sentirnos avergonzados por ciertos sentimientos o pensamientos.
    Podemos sentirnos avergonzados cuando nos divertimos, cuando nos
    sentimos bien, o cuando somos suficientemente vulnerables para
    mostrarnos a los demás.
    Algunos de nosotros nos sentimos avergonzados por el simple hecho de
    ser.
    La vergüenza es un hechizo que otros nos echan encima para
    controlarnos, para que sigamos desempeñando nuestro papel en sus
    sistemas disfuncionales. Es un hechizo que muchos de nosotros hemos
    aprendido a echarnos encima solos.
    Aprender a rechazar la vergüenza puede cambiar tu calidad de vida.
    Está bien que seamos lo que somos. Somos suficientemente buenos.
    Nuestros sentimientos están bien. Está bien nuestro pasado. Está
    bien tener problemas, cometer errores y batallar para encontrar
    nuestro camino. Está bien ser humanos y apreciar nuestra humanidad.
    Aceptarnos a nosotros mismos es el primer paso hacia la
    recuperación. Dejar ir la vergüenza acerca de quienes somos es el
    siguiente paso importante.
    Hoy vigilaré las señales que me indican que he caído en la trampa de
    la vergüenza. Si me hundo en la vergüenza, saldré aceptándome a mí
    mismo y afirmando que está bien ser como soy.

    Febrero 4
    Disfruta de la recuperación
    ¡Vaya viaje!
    Este proceso de crecimiento y de cambio nos lleva por un sendero
    siempre cambiante. A veces, el camino es duro y escarpado; otras,
    Febrero 5
    Responsabilidad económica
    Somos económicamente responsables de nosotros mismos.
    Qué sentimiento tan atemorizante, tan de adulto, es ése para muchos
    de nosotros, asumir la responsabilidad del dinero y de nuestros
    asuntos económicos. Para muchos de nosotros, ceder a otros la
    responsabilidad de nuestros asuntos de dinero ha sido parte de
    nuestro toma y daca codependiente de nuestras relaciones.
    Algo de nuestra dependencia emocional hacia los demás, de esa
    estrecha liga que nos ata a los otros, no por amor, sino por
    necesidad y desesperación, se relaciona directamente con la
    dependencia económica. Nuestros miedos y nuestra renuencia a asumir
    la responsabilidad por nuestros asuntos económicos puede ser una
    barrera para la libertad buscada en la recuperación.
    La responsabilidad económica es una actitud. El dinero sale para
    pagar necesidades y lujos. El dinero debe entrar para poder salir.
    ¿Cuánto necesita entrar para igualar la cantidad que sale?
    Impuestos… planes de ahorro…. hábitos de gastar adecuados que
    demuestren una actitud de responsabilidad económica… Parte de
    estar vivos significa aprender a manejar el dinero. Incluso aunque
    tengamos un sano contrato con alguien que nos permita depender de su
    dinero, seguimos teniendo la necesidad de entender cómo funciona el
    dinero. Seguimos teniendo la necesidad de adoptar una actitud de
    responsabilidad económica. Incluso aunque en el contrato esa persona
    cubra nuestras necesidades económicas, necesitamos entender cómo
    funciona el dinero que ganamos y que gastamos en nuestra vida.
    La autoestima se incrementará cuando incrementamos nuestro sentido
    de que somos económicamente responsables de nosotros mismos. Podemos
    empezar en donde estamos, y con lo que tenemos hoy.
    Dios mío, ayúdame a estar dispuesto as dejar mis miedos y mi
    renuencia a enfrentar la parte necesaria del manejo responsable del
    dinero en mi vida. Enséñame las lecciones que debo aprender acerca
    del dinero.

    Febrero 6
    Para la victimización
    Antes de la recuperación, muchos de nosotros carecíamos de un marco
    de referencia para poder nombrar la victimización y el abuso en
    nuestras vidas. Pudimos haber pensado, que era normal que la gente
    nos maltratara o haber creído que merecíamos el maltrato; pudimos
    haber sido atraídos por gente que nos maltrataba.
    Necesitamos dejar ir todo eso, nuestra necesidad de ser victimados y
    de ser víctimas. Necesitamos dejar ir nuestra necesidad de estar en
    relaciones y sistemas disfuncionales en el trabajo, en el amor, en
    las relaciones familiares, en la amistad. Merecemos algo mejor, o
    mejor dicho; algo mucho mejor. Es nuestro derecho. Cuando creamos en
    nuestro derecho a la felicidad, tendremos felicidad.
    Lucharemos por ese derecho, y la lucha surgirá de nuestras almas.
    Nos liberaremos de la opresión y de la victimización.
    Hoy me libraré a mí mismo, dejando ir mi necesidad de ser víctima, y
    exploraré mi libertad para cuidar de mí mismo. Esa liberación no me
    apartará de la gente que amo. Me acercará más a la gente y estaré
    más en armonía con el plan de Dios para mi vida.

    Febrero 7
    Seamos dueños de nuestro poder
    Necesitamos hacer una distinción entre la impotencia y la posesión
    de nuestro poder.
    El primer paso en la recuperación es aceptar nuestra impotencia. Hay

    la confianza de que es nuestro derecho y responsabilidad.
    Que me venga el poder para caminar por ese sendero.
    Hoy recordaré que tengo que cuidar de mí mismo. Tengo alternativas y
    puedo ejercitar las opciones que elija sin sentimientos de culpa.

    Febrero 8
    Deja ir los sentimientos de culpa
    Sentirnos bien con nosotros mismos es una elección que hacemos. Lo
    mismo ocurre con el hecho de sentirnos culpables. Cuando el
    sentimiento de culpa es legítimo, actúa como una señal de
    advertencia, indicando que nos hemos salido del camino. Y ahí
    termina su propósito.
    Revolcarnos en la culpa les permite a los demás controlarnos.
    Provoca que no nos sintamos tan buenos. Nos impide fijar límites y
    tomar algún otro curso de acción sano para cuidar de nosotros
    mismos.
    Podemos haber aprendido a sentirnos culpables habitualmente, cono
    una reacción instintiva a la vida. Ahora sabemos que no necesitamos
    sentirnos culpables. Aunque hayamos hecho algo que viole un valor
    establecido, el sentimiento prolongado de culpa no soluciona el
    problema sino que lo prolonga. Así que, mejor repara el daño. Cambia
    una conducta y, luego, deja ir los sentimientos de culpa.
    Hoy Dios mío, ayúdame a disponerme por completo a dejar ir los
    sentimientos de culpa. Por favor apártalos de mí y reemplázalos con
    amor a mí mismo.

    Febrero 9
    Condúcete con amor
    Cuando la gente con un trastorno compulsivo hace lo que se siente
    obligado a hacer, no está diciendo que no te ama, está diciendo que
    no se ama a sí misma.
    Ya no seas codependiente.
    Las personas suaves, las almas amables, van con amor.
    Si, a veces necesitamos ser firmes, asertivos: en esas épocas en que
    cambiamos, en que adquirimos una nueva conducta, en que necesitamos
    convencer a los demás y a nosotros mismos de que tenemos derechos.
    Esas épocas no son permanentes. Tal vez necesitemos enojarnos para
    tomar una decisión o fijar un límite, pero no podemos permitirnos
    quedar resentidos. Es difícil sentir compasión por alguien que nos
    está victimizando, pero una vez que nos hemos apartado de nuestro
    papel de víctimas, podemos encontrar compasión.
    Nuestro sendero, nuestro camino, es un camino suave que seguimos con
    amor, amor a nosotros mismos, amor a los demás. Fijar límites.
    Desapegarse. Cuidar de nosotros mismos. Y, tan pronto como sea
    posible, hacer eso con amor.
    Hoy, y cada vez que sea posible, Dios mío, déjame ser gentil conmigo
    mismo y con los demás. Ayúdame a encontrar el equilibrio entre la
    acción asertiva emprendida en busca de mis mejores intereses y el
    amor por los demás. Ayúdame a comprender a que a veces esas dos
    ideas son una sola. Ayúdame a encontrar el sendero adecuado para mí.

    Febrero 10
    Deja ir la tristeza
    Un obstáculo para la alegría y el amor puede ser una tristeza no
    resuelta del pasado.
    En el pasado nos decíamos a nosotros mismos muchas cosas para negar

    negado desde hace tanto tiempo, no para culparnos, no para
    avergonzarnos, sino para curarnos en preparación para una vida
    mejor.
    Está bien llorar cuado necesitemos llorar y sentir la tristeza que
    muchos hemos guardado durante tanto tiempo. Podemos sentir esos
    sentimientos y liberarnos de ellos.
    El proceso de pena es un proceso de purificación. Es un proceso de
    aceptación. Nos lleva del pasado al presente y un futuro mejor, un
    futuro libre de conductas saboteadoras, un futuro que guarda más
    opciones que nuestro pasado.
    Dios mío, mientras vivo el día de hoy, déjame abrirme a mis
    sentimientos. Hoy, ayúdame a saber que no necesito forzarme ni
    reprimir la curación que tengo a mi disposición en mi recuperación.
    Ayúdame a confiar en que si estoy abierto y dispuesto, la curación
    se dará en forma natural, de una manera que puedo manejar.

    Febrero 11
    La guía divina
    Envíame el pensamiento, la palabra o la acción correctos. Muéstrame
    cuál debe ser mi siguiente paso. En tiempos de duda y de indecisión,
    por favor mándame Tu inspiración y tu guía.
    Alcohólicos Anónimos.
    La buena nueva acerca de someternos a nosotros y de someter nuestra
    vida a un Poder Superior a nosotros mismos es que nos ponemos en
    armonía con un Plan Maestro, un plan más grande del que podamos
    imaginar.
    Se nos ha prometido la Guía Divina si la pedimos, si trabajamos los
    Doce Pasos. ¿Qué mayor regalo podemos recibir que saber que nuestros
    pensamientos, palabras y acciones están siendo dirigidos?
    No somos un error. Y no tenemos que controlarnos o reprimirnos a
    nosotros mismos ni a los demás para que la vida funcione. Incluso lo
    extraño, lo no planeado, lo doloroso y eso que llamamos errores
    pueden convertirse en armonía.
    Seremos guiados para entender qué necesitamos hacer para cuidar de
    nosotros mismos. Empezaremos a confiar en nuestros instintos, en
    nuestros sentimientos, en nuestros pensamientos. Sabremos cuándo ir,
    cuándo detenernos, cuándo esperar. Aprenderemos una gran verdad: el
    pan se dará a pesar de nosotros, no a causa de nosotros.
    Hoy, y todos los días, rezo porque mis pensamientos, palabras y
    acciones sean guiados Divinamente. Rezo porque pueda proseguir mi
    camino con confianza, sabiendo que mis pasos son guiados.

    Febrero 12
    Deja ir a aquellos que no están en recuperación
    Podemos avanzar en nuestra vida y en nuestra recuperación, incluso a
    pesar de que alguien a quien amamos no esté aún en recuperación.
    Imagina un puente. En un lado del puente todo está frío y oscuro.
    Ahí estuvimos con nosotros en el frío y la oscuridad, doblados por
    el dolor. Algunos desarrollamos un desorden con la comida para
    lidiar con el dolor. Otros bebían o usaban otras drogas. Algunos más
    perdimos el control sobre nuestra conducta sexual o nos concentramos
    obsesivamente en el dolor de personas adictas para distraernos de
    nuestro propio dolor. Muchos hicimos ambas cosas: desarrollamos una
    conducta adictiva y nos distrajimos concentrándonos en otros
    adictos. No sabíamos que había un puente. Pensábamos que estábamos
    atrapados en un acantilado.
    Luego, algunos tuvimos suerte. Nuestros ojos se abrieron, por la
    Gracia de Dios, porque era tiempo de ello. Vimos el puente. La gente
    nos dijo lo que había del otro lado: color, luz y curación para
    nuestro dolor. Apenas podíamos vislumbrar o imaginar esto, pero

    debe ir por su propia voluntad, cuando sea su tiempo. Algunos
    vendrán; otros se quedarán del otro lado. La elección no es nuestra.
    Podemos amarlos. Podemos saludarlos con la mano. Podemos ir y venir.
    Podemos animarlos, como otros nos han animado y nos han alentado.
    Pero no podemos obligarlos para que vengan con nosotros.
    Si ha llegado nuestro momento de cruzar el puente, o si ya lo hemos
    cruzado y estamos en la luz y en el calor, no tenemos que sentirnos
    culpables. Estamos donde teníamos que estar. No tenemos que regresar
    al oscuro acantilado porque aún no haya llegado el tiempo de alguien
    más.
    Lo mejor que podemos hacer es quedarnos en la luz, porque eso les da
    la seguridad a los otros de que hay un lugar mejor. Y si esos otros
    alguna vez se deciden a cruzar el puente, estaremos ahí para
    animarlos.
    Hoy avanzaré en mi vida, a pesar de lo que los otros hagan o dejen
    de hacer. Sabré que es mi derecho cruzar el puente a una vida mejor,
    aunque para hacerlo tenga que dejar a otros atrás. No me sentiré
    culpable, ni me sentiré avergonzado. Sé que el lugar donde estoy
    ahora es un lugar mejor y que ahí es donde debo estar.

    Febrero 13
    Confiemos en nosotros mismos
    Qué gran don se nos ha dado, el don de nosotros mismos. Escucharnos
    a nosotros mismos, confiar en el instinto y la intuición es rendir
    tributo a ese regalo.
    Qué perjudicial es no seguir la guía y la inclinación que surgen tan
    naturalmente desde el interior. ¿Cuándo aprenderemos que esas guías
    e inclinaciones nos acercan al rico plan de Dios para nosotros?
    Aprenderemos. Aprenderemos escuchando, confiando y siguiendo esa
    guía. ¿Qué es tiempo ya de hacer?…. ¿Qué necesito hacer para
    cuidar de mí mismo?… ¿A qué se me está guiando para que haga?… ¿Qué
    es lo que sé?
    Escuchemos y sabremos. Escuchemos la voz interior.
    Hoy escucharé y confiaré. Se me ayudará a tomar acción cuando sea
    necesario. Puedo confiar en mí y en Dios.

    Febrero 14
    Día de San Valentín
    Para los niños, el Día de San Valentín significa corazones de dulce,
    tarjetas bobas y excitación en el ambiente.
    Qué diferente puede ser el Día de San Valentín para nosotros como
    adultos. El Día del Amor puede ser un símbolo de que aún no hemos
    conseguido que el amor nos funcione como nos gustaría.
    O puede ser símbolo de algo diferente, de algo mejor. Ahora estamos
    en recuperación. Hemos empezado el proceso de curación. Hemos
    aprendido que nuestras más dolorosas relaciones nos han ayudado en
    el viaje de la curación, aunque no hayan hecho más que señalarnos
    nuestros propios problemas o mostrarnos lo que no queremos en
    nuestra vida.
    Hemos empezado el viaje de aprender a amarnos a nosotros mismos.
    Hemos comenzado el proceso de abrir nuestro corazón al amor, al
    verdadero amor que fluye de nosotros hacia los demás y de ellos
    hacia nosotros. Haz algo para amarte a ti mismo. Haz algo amoroso y
    divertido para tus amigos, para tus hijos, para quienquiera que
    escojas.
    Este es el Día del Amor. Estemos donde estemos en nuestro proceso
    curativo, podemos divertirnos con él tanto como queramos.
    Cualesquiera que sean nuestras circunstancias, podemos sentirnos
    agradecidos de que nuestro corazón se está abriendo al amor.
    Hoy me abriré al amor de otras personas, del Universo y de mi Poder

    seguros de que las cosas que queremos en la vida nunca sucederán.
    En esos momentos, quizá nos convenzamos de que las cosas y las
    personas de fuera tienen la llave de nuestra felicidad. Ahí es
    cuando quizá tratemos de controlar a la gente y a las situaciones
    para enmascarar nuestro dolor. Cuando te vengan estas â?? loqueras
    codependientes� , los otros a menudo empiecen a reaccionar
    negativamente a nuestro afán de controlar.
    Cuando estemos en un estado frenético, buscando la felicidad fuera
    de nosotros mismos y buscando que los demás nos den paz y
    estabilidad, recordemos esto: Aunque pudiéramos controlar a las
    personas y a las cosas, aunque obtuviéramos lo que queríamos,
    seguiríamos siendo nosotros mismos. Nuestro estado emocional
    seguiría siendo un torbellino.
    La gente y las cosas no nos quitan el dolor ni nos curan. En la
    recuperación aprendemos que ésa es labor nuestra y que podemos
    llevarla a cabo usando nuestros recursos, nosotros mismos, nuestro
    Poder Superior, nuestros sistemas de apoyo y nuestro programa de
    recuperación.
    Con frecuencia cuando ya estamos en paz, confiados, y hemos aceptado
    las cosas, nos vienen lo que queríamos, con naturalidad y soltura.
    El sol empieza a brillar de nuevo. ¿No es divertido, y no es verdad,
    cómo en realidad todo cambio comienza con nosotros?
    Hoy puedo dejar ir las cosas, las personas y mi necesidad de
    control. Puedo manejar mis sentimientos. Puedo llegar a sentirme en
    paz. Puedo alcanzar la calma. Puedo volver al camino y encontrar la
    verdadera llave de la felicidad: yo mismo. Recordaré que un día gris
    es simplemente eso, un día gris.

    Febrero 16
    Desapego
    El concepto del â?? dejar irâ? puede ser confuso para muchos de
    nosotros. ¿Cuándo estamos haciendo demasiado o esforzándonos
    demasiado por controlar a la gente y los sucesos? ¿Cuándo estamos
    haciendo demasiado poco? ¿Cuándo estamos haciendo lo apropiado para
    cuidar de nosotros mismos? ¿Cuál es nuestra responsabilidad y cuál no
    es?.
    Estas cuestiones nos pueden desafiar, ya sea que hayamos estado en
    recuperación durante diez días o diez años. A veces dejamos ir
    tanto, que descuidamos la responsabilidad para con nosotros mismos y
    con los demás. Otras, quizá crucemos la línea que existe entre
    cuidar de nosotros mismos y controlar a los demás y a los sucesos.
    No hay un libro de reglas respecto a esto. Pero no tenemos por qué
    volvernos locos, no tenemos por qué tener tanto miedo. No tenemos
    que recuperarnos perfectamente. Si parece que necesitamos emprender
    determinada acción, podemos hacerlo. Si ninguna acción parece
    oportuna o inspirada, no la llevamos a cabo.
    Tener y fijar límites sanos â??fronteras sanas- no es un proceso
    ordenado. Podemos darnos permiso a nosotros mismos de experimentar,
    de cometer errores, de aprender, de crecer.
    Podemos hablar con la gente, hacer preguntas y cuestionarnos a
    nosotros mismos. Si hay algo que necesitamos hacer o aprender, esto
    se volverá aparente. Las lecciones no se van. Si no estamos cuidando
    de nosotros mismos lo suficiente, lo veremos. Si estamos siendo
    demasiado controladores, también llegaremos a entenderlo. Las cosas
    se solucionarán. El camino se despejará.
    Hoy emprenderé las acciones que me parezcan apropiadas. El resto lo
    dejaré ir. Lucharé por conseguir el equilibrio entre la
    responsabilidad conmigo mismo, la responsabilidad para con los demás
    y el dejar ir.

    sentimientos, pensamientos, tendencias e historias- merece la
    aceptación y nos trae sentimientos de curación.
    Aceptar nuestras circunstancias es otra cura milagrosa. Para que
    cambie algo o alguien, primero debemos aceptarnos a nosotros mismos,
    a los demás y a las circunstancias exactamente como son. Luego,
    necesitamos ir un paso más allá. Necesitamos sentir gratitud por
    nosotros mismos y por nuestras circunstancias. Añadimos un toque de
    fe diciendo: â?? Sé que así es exactamente como deben ser las cosas
    por el momento� .
    No importa cuánto nos compliquemos, lo básico nunca pierde su poder
    para devolvernos al sano juicio.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a practicar el concepto de la aceptación en
    mi vida. Ayúdame a aceptarme a mí mismo, a los otros y a mis
    circunstancias. Llévame un paso más allá y ayúdame a sentir
    gratitud.

    Febrero 18
    Estar en lo correcto
    La recuperación no es cuestión de estar en lo correcto; se trata de permitirnos ser lo que somos y de aceptar a los demás como son. Ese concepto puede ser difícil para muchos de nosotros si hemos vivido dentro de sistemas que funcionaban en la escala de justicia del â?? bien y el malâ? . La persona que estaba en lo correcto estaba bien; a la persona que estaba en lo incorrecto se le avergonzaba. Todo el valor y la valía podían haber dependido de estar en lo correcto; estar en lo incorrecto significaba la aniquilación del yo y de la autoestima.
    En la recuperación estamos aprendiendo a luchar por el amor dentro de nuestras relaciones y no por la superioridad. Sí, tal vez necesitemos tomar decisiones de vez en cuando acerca de la conducta de la gente. Si alguien nos está lastimando, necesitamos defendernos. Tenernos la responsabilidad de establecer límites y de cuidar de nosotros mismos. Pero no necesitamos justificar el hecho de cuidar de nosotros mismos condenando a alguna otra persona. Podemos evitar la trampa de concentrarnos en los demás en vez de en nosotros mismos.
    En la recuperación estamos aprendiendo que lo que hacemos necesita ser correcto sólo para nosotros. Lo que otros hagan es asunto suyo y necesitar ser correcto sólo para ellos. Resulta tentador descansar en la superioridad de estar en lo correcto y de analizar las motivaciones y las actuaciones de los demás, pero es más recompensante ver más adentro.
    Hoy recordaré que no tengo que esconderme detrás del hecho de estar en lo correcto. No tengo que justificar lo que quiero y necesito diciendo que algo está bien â?? bienâ? o está â?? malâ? . Puedo permitirme ser como soy.

    Febrero 19
    Nuestro sendero
    Acabo de pasar unas horas con alguien de mi grupo y ya siento que
    estoy perdiendo la cabeza. Esta mujer insistió en que la única
    manera como podría progresar en mi programa era yendo a su iglesia y
    sucumbiendo ante las reglas religiosas que ahí se practicaban. Me
    presionaba y me insistía, y me insistía y me presionaba. Ella ha
    estado en el programa mucho más tiempo que yo. Yo pensaba que ella
    debía saber de qué estaba hablando. Pero no lo sentía correcto. Y
    ahora me siento loca, asustada, culpable y avergonzada.
    Anónimo
    El sendero espiritual y el crecimiento interior que nos han

    Cada uno de nosotros debe encontrar su propio sendero espiritual. Cada uno de nosotros debe construir su propia relación con Dios tal como cada quien lo conciba. Cada uno de nosotros necesita un Poder Superior a uno mismo. Estos conceptos son de crítica importancia en la recuperación.
    E igualmente importante es la libertad para escoger cómo hacerlo. Poder Superior, ayúdame a saber que no tengo por qué permitirle a nadie que me avergüence o me fastidie por las creencias religiosas. Si ellos confunden eso con la espiritualidad que surge en la recuperación, ayúdame a regresarles su confusión. Ayúdame a descubrir y a desarrollar mi propia espiritualidad, un sendero que me funcione a mí. Guíame, con Sabiduría Divina, a medida que voy creciendo espiritualmente.

    Febrero 20
    Fijemos nuestro propio curso
    Somos impotentes ante las expectativas que otras personas tienen de
    nosotros. No podemos controlar lo que los otros quieren, lo que
    esperan o lo que quieran que hagamos o seamos.
    Podemos controlar cómo respondemos a las expectativas de los demás.
    Durante el curso de cualquier día, la gente hace demandas acerca de
    nuestro tiempo, talentos, energía, dinero y emociones. No tenemos
    por qué decir sí a cada una de sus peticiones. No tenemos por qué
    sentirnos culpables si decimos que no. Y no tenemos por qué permitir
    que el alud de exigencias controle el curso de nuestra vida.
    No tenemos que pasarnos la vida reaccionando a los demás y al curso
    que quisieran que tomara nuestra vida.
    Podemos fijar límites, barreras firmes acerca de qué lejos vamos
    a ir con los demás. Podemos confiar en nosotros mismos y escucharnos
    a nosotros mismos. Podemos fijarnos metas y dar una dirección a
    nuestra vida. Podemos valorarnos a nosotros mismos.
    Podemos adueñarnos de nuestro poder al tratar con la gente.
    Resérvate algo de tiempo. Piensa acerca de lo que tú quieres.
    Considera cómo afectaría el curso de tu vida el hecho de que
    respondieras a las necesidades de otros. Vivimos nuestra propia
    vida no permitiendo que otra gente, ni sus expectativas, ni sus
    demandas controlen el curso de nuestra vida. Podemos dejar que
    tengan sus expectativas y que hagan sus demandas; podemos dejar que
    tengan sus sentimientos. Podemos adueñarnos de nuestro poder para
    elegir el camino correcto para nosotros.
    Hoy, Dios mío ayúdame a adueñarme de mi poder desligándome , y a
    elegir en paz el curso de acción adecuada para mí. Ayúdame a saber
    que me puedo desligar de las expectativas y deseos de los demás.
    Ayúdame a dejar de complacer a otra gente y a empezar a complacerme
    a mí mismo.

    Febrero 21
    Vive en el presente
    El momento presente es todo lo que tenemos. Sí, tenemos planes y metas, una visón del mañana. Pero el ahora es el único tiempo que poseemos. Y eso basta.
    Podemos despejar la mente de los residuos del ayer y de los miedos del mañana. Podemos estar presentes en el ahora y disponernos a vivir este momento, este día. Es estando plenamente presentes ahora como alcanzaremos la plenitud del mañana. Criatura, no tengas miedo, susurra una voz. No tengas remordimientos, abandónalos. Déjame a Mí tomar tu dolor. Lo único que tienes es el momento presente. Cálmate. Quédate aquí. Confía. Lo único que tienes es el ahora. Eso basta. Hoy afirmaré que todo está bien a mi alrededor cuando todo esté bien

    problemas. Podemos pasar más tiempo reaccionando ante un problema
    que tratando de resolverlo. Perdemos el punto; perdemos la lección;
    perdemos el regalo.
    Los problemas son parte de la vida. Y también lo son las soluciones.
    Un problema no significa que la vida sea negativa u horrible. Que
    tenga un problema no significa que una persona sea deficiente. Toda
    la gente tiene problemas que resolver.
    En la recuperación aprendemos a concentrarnos en la solución de
    nuestros problemas. Primero, nos aseguramos de que el problema sea
    nuestro. Si no lo es, nuestro problema está en establecer límites.
    Luego, buscamos la mejor solución. Esto puede significar fijar una
    meta, pedir ayuda, reunir más información, emprender una acción o
    dejar ir.
    La recuperación no significa estar inmune o exento de problemas;
    la recuperación significa aprender a encarar los problemas y a
    resolverlos, sabiendo que aparecerán en forma regular. Podemos
    confiar en nuestra capacidad para resolver problemas, y ahora no lo
    estamos haciendo solos. Tener problemas no significa que nuestro
    Poder Superior nos esté fastidiando. Algunos problemas son parte de
    la vida; otros se dan para que nosotros les demos solución, y en
    este proceso creceremos interiormente de manera necesaria.
    Encara y resuelve los problemas de hoy. No te preocupes
    innecesariamente por los problemas de mañana, porque cuando
    aparezcan, tendrás los recursos para solucionarlos.
    Enfrentar y resolver problemas â??solucionarlos con la ayuda en un
    Poder Superior- significa que estamos viviendo, que estamos
    creciendo y que estamos cosechando los beneficios.
    Dios mío, ayúdame hoy a enfrentar mis problemas y a resolverlos.
    Ayúdame a hacer la parte que me toca y a dejar ir el resto. Puedo
    aprender a solucionar problemas.

    Febrero 23
    Fortaleza
    No siempre tenemos que ser fuertes para ser fuertes. A veces, nuestra fortaleza se expresa siendo vulnerables. A veces, necesitamos deshacernos en pedazos para rehacernos, y seguir sobre el camino.
    Todos tenemos días en que no podemos empujar más duro. En que no podemos contener las dudas en nosotros mismos, en que no podemos dejar de concentrarnos en el miedo, en que no podemos ser fuertes. Hay días en que no podemos concentrarnos en ser responsables. Ocasionalmente, no queremos quitarnos el pijama. A veces, lloramos delante de los demás. Exponemos nuestro cansancio, nuestra irritabilidad o nuestra ira.
    No tienen nada de malo esos días. No tienen nada de malo. Parte de cuidar de nosotros mismos significa darnos permiso de “deshacernos” cuando lo necesitamos. No tenemos por qué ser torres perpetuas de fortaleza. Somos fuertes. Lo hemos probado. Seguiremos siendo fuertes aunque tengamos el valor de permitirnos sentirnos temerosos, débiles y vulnerables cuando necesitamos experimentar esos sentimientos.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a saber que está bien que me permita a mí mismo ser humano. Ayúdame a no sentirme culpable o a castigarme a mí mismo cuando necesito “deshacerme”.

    Febrero 24
    Reconoce los sentimientos
    Experimentar sentimientos puede ser todo un reto si no hemos tenido la experiencia previa o el permiso para hacerlo. Aprender a identificar lo que estamos sintiendo es un reto que podemos superar,

    lo que escuchas? ¿Tristeza, miedo, ira, felicidad?.
    ¿Qué te está diciendo tu cuerpo? ¿Está tenso y rígido de ira?
    ¿Muerto de miedo? ¿Cargado de tristeza y de pena? ¿Bailando de
    gusto?
    También ayuda hablar con gente que está en recuperación. Ayuda
    asistir a las reuniones. Una vez que nos sentimos seguros, muchos
    descubrimos que nos abrimos de una manera fácil y natural a nuestros
    sentimientos.
    En la recuperación estamos en una continua búsqueda de tesoros. Uno
    de los tesoros que estamos buscando es nuestra propia parte
    emocional. No tenemos que hacerlo a la perfección. Lo único que
    necesitamos es ser honestos, abiertos y estar dispuestos a intentarlo.
    Nuestras emociones están ahí, esperando a convivir con nosotros.
    Hoy me veré y me escucharé a mi mismo durante el día. No me juzgaré
    por lo que estoy sintiendo; me aceptaré a mí mismo.

    Febrero 25
    Acepta la imperfección
    “¿Por qué me hago esto a mí misma?”, preguntaba una mujer que quería
    bajar de peso. “Fui a mi grupo de apoyo sintiéndome culpable y
    avergonzada porque me comí media galleta que no estaba incluida
    en mi dieta. Descubrí que todo mundo hace un poco de trampa, y
    algunos hacen muchas trampas. Me sentía tan avergonzada antes de
    llegar al grupo, como si fuera la única que no estuviera haciendo la
    dieta al dedillo. Ahora sé que estoy llevando la dieta tan bien como
    la mayoría, y mejor que algunos”
    ¿Por qué nos hacemos esto a nosotros mismos? No estoy hablando
    estrictamente de dietas; estoy hablando acerca de la vida ¿Por qué
    nos castigamos a nosotros mismos pensando que somos inferiores
    mientras que otros son perfectos, ya sea en cuanto a nuestras
    relaciones, recuperación, o una tarea especifica?
    Ya sea que nos estemos juzgando a nosotros mismos o a los demás, son
    las dos caras de una misma moneda: la perfección. Ninguna de las dos
    expectativas es válida.
    Es mucho más apropiado y beneficioso decirnos a nosotros mismos que
    está bien ser lo que somos y que lo que estamos haciendo está bien.
    Eso no significa que no cometamos errores que necesitemos corregir;
    no significa que no nos desviemos del camino de vez en cuando, no
    significa que no podamos mejorar. Significa que, con todos nuestros
    errores y divagaciones, básicamente estamos sobre la ruta. La manera
    como nos ayudamos a nosotros mismos a permanecer en el camino es
    alentándonos y aprobándonos.
    Hoy me amaré a mi mismo y me daré ánimos. Me diré a mí mismo que lo
    que estoy haciendo está bien, y me permitiré disfrutar ese
    sentimiento.

    Febrero 26
    Programas de Doce Pasos
    Estaba furiosa cuando acudí a mi primera junta de Al- Anón. Me parecía muy injusto que él tuviera el problema y yo fuera la que tuviera que asistir a una reunión. En esa época, no me quedaba nadie en el mundo a quien acudir con mi dolor. Ahora, estoy agradecida por Al-Anón y mi recuperación de la codependencia. Al-Anón me mantiene sobre el camino; la recuperación me ha dado una vida. Anónimo
    Hay muchos programas de Doce Pasos para personas codependientes: Al-Anón, Hijos Adultos de Alcohólicos, Drog-Anón, y más. Tenemos varias opciones de dónde elegir acerca del tipo de grupo adecuado para nosotros y acerca de cuál grupo en particular satisface

    “nos capta a nosotros”. Y luego, seguimos yendo y creciendo. Seleccionar un grupo y asistir a él con regularidad son dos maneras importantes de empezar a cuidar de nosotros mismos y de seguir haciéndolo. Participar activamente en nuestro programa de recuperación trabajando los Pasos es otra manera. Estaré abierto al poder curativo que ponen a mi disposición los Doce Pasos y el programa de recuperación.

    Febrero 27
    Complacedores de gente
    ¿Alguna vez has estado cerca de los complacedores de gente? Tienden a ser disgustantes. Estar cerca de alguien que se voltea al revés para complacer a otro a menudo es irritante y produce ansiedad. Ser complacedores de la gente es una conducta que podemos haber adoptado para sobrevivir dentro de nuestra familia. Tal vez no fuimos capaces de obtener el amor y la atención que merecíamos. Quizá no se nos dio permiso para complacernos a nosotros mismos, para confiar en nosotros mismos y para elegir un curso de acción que demostrara autoconfianza.
    Podemos ser complacedores de gente, abierta o encubiertamente. Podemos ir por ahí haciendo alharacas, parloteando a mil por hora cuando lo que en realidad estamos diciendo es: ” Espero estarte dando gusto”. O bien, podemos actuar en forma encubierta, yendo calladamente por la vida, tomando importantes decisiones basadas en el hecho de complacer a los demás.
    Tomar en cuenta las necesidades y los deseos de otras personas es parte importante de nuestras relaciones. Tenemos responsabilidades para con los amigos, los familiares y los jefes. Tenemos una gran responsabilidad interna de ser amorosos y cariñosos. Pero la conducta complaciente es contraproducente. No sólo se enojan los demás con nosotros, sino que nosotros nos enojamos a menudo cuando nuestros esfuerzos por complacer no funcionan como habíamos planeado. La gente con quien nos sentimos más a gusto es aquella que es considerada con los demás, pero que en último término se complace a sí misma.
    Ayúdame , Dios mío, a superar mis miedos y a empezar a complacerme a mí mismo.

    Febrero 28
    Dejar ir la negación
    Somos lentos en creer aquello que si lo creyéramos, heriría nuestros
    sentimientos.
    Ovidio
    La mayoría de los que estamos en recuperación nos hemos embarcado en
    la negación de vez en cuando. Algunos de nosotros nos apoyábamos en
    esta herramienta.
    Podemos haber negado eventos o sentimientos de nuestro pasado.
    Podemos haber negado los problemas de los demás; podemos haber
    negado nuestros propios problemas, sentimientos, pensamientos,
    deseos o necesidades.
    Negamos la verdad.
    La negación significa que no nos permitimos encarar la realidad,
    generalmente porque afrontar esa realidad en particular, duele.
    Sería perder algo: confianza, amor, familia, tal vez un matrimonio,
    una amistad o un sueño. Y perder a alguien o algo, duele.
    La negación es un mecanismo de protección, un cojín del alma para
    amortiguar los golpes. Nos impide reconocer la realidad hasta que
    nos sentimos preparados para lidiar con esa realidad en particular.
    La gente podrá gritarnos la verdad, pero nosotros no la veremos ni

    castigo de nadie, incluyendo a nosotros mismos, por este calendario. Sabremos lo que necesitamos saber, cuando sea tiempo de saberlo. Hoy me concentraré en hacerme sentir a mí mismo seguro y confiado. Me permitiré hacer conciencia cuando me llegue mi momento.

    Febrero 29
    Tú eres digno de ser amado.
    Nos regresamos… y nos regresamos… y nos regresamos… a través
    de las capas de miedo, de vergüenza, de heridas y de encantamientos
    negativos cuando descubrimos al niño exuberante, sencillo,
    encantador y amoroso que había, y que aún hay, en nosotros.
    Más allá de la codependencia.
    Tú eres digno de ser amado. Sí, tú.
    Tan sólo porque la gente no haya estado contigo, tan sólo porque
    ciertas personas no hayan sido capaces de demostrarte amor de
    maneras que sí funcionaran, tan sólo porque las relaciones hayan
    fracasado o se hayan agriado, eso no significa que no seas digno de
    ser amado.
    Has tenido lecciones que aprender. A veces, esas lecciones te han
    lastimado.
    Deja ir el dolor. Abre tu corazón al amor.
    Tú eres digno de ser amado.
    Tú eres amado.
    Hoy me diré a mí mismo que soy digno de ser amado. Esto lo seguiré
    haciendo hasta que lo crea.

  2. Marzo 1
    Deja ir la ira
    En la recuperación, a menudo discutimos objetívame acerca de la
    ira. Sí, razonamos, ésta es una emoción que todos tendemos a
    experimentar. Sí, la meta en la recuperación es liberarse del
    resentimiento y de la ira. Sí, está bien sentir enojo, estamos de
    acuerdo. Bueno, quién sabe….
    La ira es una emoción poderosa y a veces atemorizante. También es
    beneficiosa si no le permitimos que se endurezca hasta convertirse
    en resentimiento o utilizarla como un mazo demoledor para
    castigar a la gente o para abusar de ella.
    La ira es una señal de advertencia. Señala los problemas. A veces,
    señala problemas que necesitamos resolver. A veces, señala límites
    que necesitamos fijar. A veces, es el estallido final de energía
    antes de que nos entre la aceptación o el dejar ir.
    Y, en ocasiones, la ira simplemente es. No necesita justificarse.
    Por lo general no se puede confiar en un pulcro envoltorio. Y no es
    necesario que ésta nos asfixie a nosotros o a nuestra energía.
    No tenemos que sentirnos culpables cada vez que experimentemos ira.
    No tenemos que sentirnos culpables.
    Inhala profundamente. Podemos, sin vergüenza, sentir todos nuestros
    sentimientos, incluyendo la ira, y seguir asumiendo la
    responsabilidad de nuestra conducta.
    Hoy sentiré y liberaré cualquier sentimiento de ira que tenga. Puedo
    hacerlo de manera adecuada y segura.

    Marzo 2
    Sentimientos acerca del trabajo
    Estoy furioso en mi trabajo. Otro hombre obtuvo la promoción que yo creo que merezco, y estoy tan enojado, que tengo ganas de renunciar. Ahora mi esposa dice que debo lidiar con mis sentimientos. ¿Qué bien me haría hacerlo? El fue quien obtuvo la promoción. Anónimo.

    vida, debemos sentir y aceptar los sentimientos.
    A veces, éstos están señalando un problema en nosotros, o un
    problema que necesitamos resolver con alguien más.
    A veces, nuestros sentimientos nos están ayudando a señalar un
    rumbo. A veces están en conexión con un mensaje, o un miedo: nunca
    tendré éxito… Nunca tendré lo que quiero…. No soy tan bueno.
    A veces, la solución es una postura o remedio espirituales. Recuerda,
    cada vez que adoptamos una postura espiritual en cualquier aspecto
    de nuestra vida, nosotros somos los beneficiados.
    No sabremos cuál es la lección hasta que reunamos valor para
    levantarnos y lidiar con nuestros sentimientos.
    Hoy consideraré que mis sentimientos en el trabajo son tan
    importantes como mis sentimientos en cualquier otra parte.
    Encontraré una manera adecuada de lidiar con ellos.

    Marzo 3
    Aceptémonos a nosotros mismos
    Un día, al ir manejando, la atención de una mujer se enfocó en el letrero del auto que iba delante de ella. Este decía: “SE LO QUE ERES”. ¿Cómo podría hacerlo?, pensó, ¡No sé quién soy! Algunos de nosotros nos hemos sentido confundidos cuando la gente nos ha animado a ser nosotros mismos. ¿Cómo podemos conocernos a nosotros mismos o ser como somos si durante años muchos nos hemos sumergido en las necesidades de los demás?
    Pero tenemos un yo. A diario estamos descubriendo más acerca de nosotros mismos. Estamos aprendiendo que somos merecedores de amor. Estamos aprendiendo a aceptarnos a nosotros mismos, tal como somos en el momento presente, a aceptar nuestros sentimientos, pensamientos, defectos, deseos y necesidades. Si nuestros pensamientos o sentimientos son confusos, lo aceptamos también. Ser lo que somos significa aceptar nuestro pasado -nuestra historia-exactamente como es.
    Ser nosotros mismos significa que tenemos derecho a nuestras opiniones y creencias, por el momento presente, y que están sujetas a cambios. Aceptamos nuestras limitaciones y nuestros puntos fuertes. Ser lo que somos significa que nos aceptamos físicamente, al igual que mental, emocional y espiritualmente, por lo que somos ahora. Ser como somos en la recuperación significa que debemos llevar esa aceptación un paso más allá. Podemos apreciarnos a nosotros mismos y a nuestra historia.
    Ser como somos, amarnos y aceptarnos a nosotros mismos, no es una actitud limitante. Aceptarnos y amarnos es como fomentamos el crecimiento interior y el cambio.
    Hoy seré lo que soy. Si todavía no estoy seguro de quién soy, afirmaré que tengo derecho a hacer ese emocionante descubrimiento.

    Marzo 4
    El Poder Superior como fuente
    Dios, un Poder Superior tal como nosotros lo concibamos, en nuestra fuente de guía y de cambio positivo. Esto no significa que no seamos responsables de nosotros mismos. Lo somos. Pero en esto no estamos solos.
    La recuperación no es un proyecto de hágalo usted mismo. No tenemos que preocuparnos demasiado acerca de cambiar. Podemos desempeñar nuestra parte, relajarnos y confiar en que los cambios que experimentemos serán justo lo que nosotros necesitamos. Recuperación significa que no tenemos que ver a otras persona como la fuente para satisfacer nuestras necesidades. Ellos podrán ayudarnos, pero no son la fuente.

    Marzo 5
    Sé como eres
    Cuando conozco gente o entro en una nueva relación, empiezo a
    imponerme toda esta serie de restricciones. No puedo sentir lo que
    siento. No puedo tener los deseos y necesidades que tengo. No puedo
    tener la historia que tengo. No puedo hacer las cosas que quiero,
    sentir lo que estoy sintiendo o decir lo que necesito decir. Me
    convierto en ese robot reprimido, perfeccionista, en vez de ser lo
    que soy: Yo
    Anónimo.
    A veces, nuestra reacción instintiva al estar en una nueva situación
    es: no seas tú mismo.
    Y, ¿quién más podemos ser? ¿Quién más te gustaría ser? No necesitas
    ser nadie más.
    El mayor regalo que podemos llevar a una relación es ser como somos.
    Quizá pensemos que no les gustaríamos a los demás. Tal vez tengamos
    miedo de que, si simplemente nos relajamos y somos nosotros mismos,
    la otra persona se alejará o nos hará sentirnos avergonzados. Quizá
    nos preocupemos de lo que vaya a pensar la otra persona.
    Pero cuando nos relajamos y nos aceptamos a nosotros mismos, la
    gente a menudo se siente mucho mejor cerca de nosotros que cuando
    somos rígidos y reprimidos. Es agradable estar cerca de nosotros.
    Si los demás no nos aprecian, ¿realmente queremos estar cerca de
    ellos? ¿Necesitamos permitir que las opiniones de otros nos
    controlen a nosotros y a nuestra conducta?
    Darnos permiso de ser como somos puede tener una influencia curativa
    sobre nuestras relaciones. Se relaja el tono de las mismas. Nos
    relajamos nosotros. La otra persona se relaja. Y luego, todo el mundo
    siente un poco menos de vergüenza, porque han sabido la verdad. Ser
    lo que somos es lo único que podemos ser, lo único que estamos
    destinados a ser y eso basta. Está bien.
    Lo único que verdaderamente importa es la opinión que tengamos de
    nosotros mismos. Y podemos darnos a nosotros mismos toda la
    aprobación que queremos y necesitamos.
    Hoy me relajaré y seré como soy en mis relaciones. No haré esto en
    forma degradante o inapropiada, sino de una manera que demuestre que
    me acepto a mí mismo y me valoro como soy. Ayúdame, Dios mío, a
    dejar ir mis miedos acerca de ser yo mismo.

    Marzo 6
    Paz
    La ansiedad es con frecuencia nuestra primera reacción al conflicto,
    los problemas, o incluso a nuestros propios miedos. En esos
    momentos, desapegarnos y sentirnos en paz podría parecer una
    conducta desleal o apática. Pensamos: si realmente me importa, me
    preocuparé; si esto es realmente importante para mí, debo permanecer
    alterado. Nos convencemos a nosotros mismos de que posiblemente los
    sucesos se vean afectados por la cantidad de tiempo que pasamos
    preocupándonos.
    Nuestro mejor recurso para resolver problemas es la paz.
    Las soluciones surgen fácil y naturalmente cuando estamos en paz. A
    menudo, el miedo y la ansiedad bloquean las soluciones. La ansiedad
    le da poder al problema, no a la solución. Albergar un estado de
    agitación no ayuda. No ayuda.
    La paz está a nuestra disposición si así lo elegimos. A pesar del
    caos y de los problemas no resueltos que nos rodeen, todo está bien,
    las cosas se solucionarán. Podemos rodearnos de los recursos del
    universo: del agua, la tierra, un ocaso, una caminata, una plegaria,
    un amigo. Podemos relajarnos y permitirnos sentir paz.
    Hoy dejaré ir mi necesidad de permanecer en un estado de agitación.
    Cultivaré la paz y la confianza en que las soluciones y los favores

    Hoy afirmaré que mis necesidades serán satisfechas. Afirmaré que Dios se ocupa de ello y que él es la Fuente de mi provisión. Luego, lo dejaré ir y veré que en lo que me he arriesgado a creer es en la verdad.

    Marzo 8
    Sometimiento
    Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de
    Dios, como nosotros lo concebimos.
    Paso Tres de Al-Anón.
    La manera como adquirimos fuerza es sometiéndonos a un Poder
    Superior a nosotros mismos.
    Adquirimos fuerza de una manera nueva, mejor, más efectiva de lo que
    creíamos posible.
    Las puertas se abren. Se abren las ventanas. Ocurren posibilidades.
    Nuestra energía se canaliza, por fin, a áreas y aspectos que nos
    funcionan. Nos ponemos en sintonía con el Plan para nuestra vida y
    con el lugar que ocupamos en el universo.
    Y hay un Plan y un Lugar para nosotros. Lo veremos. Lo sabremos. El
    universo se abrirá y nos hará un sitio especial para nosotros,
    proveyéndonos todas nuestras necesidades.
    Será algo bueno. Entiende que es bueno ya, ahora.
    Aprenderemos a adueñarnos de nuestra fuerza si estamos abiertos a
    ello. No tenemos que detenernos ante la impotencia y el desamparo.
    Esos son lugares temporales en los que reevaluamos dónde hemos
    estado tratando de tener fuerza cuando no teníamos ninguna.
    Una vez que nos sometemos, ha llegado el momento de fortalecernos.
    Deja que la fuerza venga de manera natural. Ahí está. Es nuestra.
    Hoy estaré abierto a la comprensión de lo que significa adueñarme de
    mi fuerza. Aceptaré mi impotencia cuando no tenga fuerzas; y también
    aceptaré la fuerza que puedo recibir.

    Marzo 9
    Cuidemos de nosotros mismos
    No podemos fijar un límite y cuidar los sentimientos de otra persona
    a la vez. Es imposible; las dos acciones se contradicen.
    ¡Qué virtud tan tremenda tener compasión por los demás! ¡Qué difícil
    puede ser esta misma cualidad para establecer límites!
    Es bueno preocuparse de otras personas y de sus sentimientos, pero
    también es esencial cuidar de nosotros mismos. A veces, para cuidar
    bien de nosotros mismos, necesitamos elegir.
    Algunos de nosotros vivimos con un mensaje profundamente imbuído de
    nuestra familia, o de la iglesia, acerca de nunca herir los
    sentimientos de los demás. Podemos reemplazar este mensaje con otro
    que diga que no está bien que nos lastimemos a nosotros mismos. A
    veces, cuando cuidamos de nosotros mismos, otros reaccionan
    sintiéndose heridos.
    Eso está bien. Nosotros aprenderemos, creceremos y nos
    beneficiaremos con la experiencia; y ellos también. El impacto más
    poderoso y positivo que podemos tener sobre los demás se logra
    asumiendo la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos y
    permitiendo a los otros que sean responsables de sí mismos.
    Tener interés en los demás funciona. Cuidarlos, no. Podemos aprender
    a caminar entre estos dos extremos.
    Hoy fijaré los límites que necesite establecer. Dejaré ir mi
    necesidad de cuidar los sentimientos de los demás y, en cambio,
    cuidaré de los míos. Me daré permiso de cuidarme a mí mismo,
    sabiendo que es lo mejor que puedo hacer por mí mismo y por los
    demás.

    Puede ser difícil lograr desapegarse, a nivel emocional, de ciertos miembros de la familia. Puede resultar difícil separar sus asuntos de los nuestros. Puede ser difícil adueñarnos de nuestra fuerza. Difícil, pero no imposible.
    El primer paso es la aceptación y el estar conscientes, el reconocer simplemente, sin culpa, nuestros sentimientos y pensamientos. No tenemos que culpar a los miembros de nuestra familia. No tenemos que culparnos ni avergonzarnos a nosotros mismos. La aceptación es la meta, aceptación y libertad para escoger lo que queremos y necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos con esa persona. Podemos liberarnos de los patrones del pasado. Nos estamos recuperando. La meta es el progreso.
    Hoy, Poder Superior, ayúdame a ser paciente conmigo mismo mientras aprendo a aplicar las conductas de recuperación con los miembros de mi familia. Ayúdame a luchar hoy por estar consciente y lograr la aceptación.

    Marzo 11
    Deja ir la confusión
    A veces, nuestro camino no está claro.
    Nuestras metas se nublan, se confunden. No estamos seguros de cuál
    debe ser nuestro siguiente paso, de cómo será, de qué dirección
    estamos tomando.
    Es el momento de detenernos, de pedir una guía y de descansar. Es
    tiempo de dejar ir el miedo. Espera. Siente la confusión y el caos,
    y luego déjalos ir. El camino se descubrirá solo. Se revelará el
    siguiente paso. No es necesario que lo sepamos ahora mismo. Lo
    sabremos a su tiempo. Confía en ello. Deja ir la confusión y
    confía.
    Hoy esperaré si el camino no está claro. Confiaré en que del caos
    saldrá la claridad.

    Marzo 12
    El momento preciso
    Si pudiéramos desenmarañar los misterios de la vida y desenredar las energías que corren por el mundo; si pudiéramos evaluar correctamente el significado de los eventos que ocurren; si pudiéramos medir los esfuerzos, los dilemas y las aspiraciones de la humanidad, podríamos descubrir que nada se da a destiempo. Todo llega en su momento preciso. Joseph S. Rizzo
    El momento en que ocurren las cosas puede ser frustrante. Podemos esperar y esperar a que suceda algo, y parece que nunca llegará a ocurrir. O, de repente, se nos viene encima un evento o circunstancia, pillándonos por sorpresa. Creer que las cosas suceden demasiado lento o demasiado rápido es un ilusión. Todo ocurre en el momento perfecto.
    Hoy confiaré en el Orden Divino y trabajaré en él . Aceptaré como perfecto el momento preciso en que ocurren las cosas en mi vida hoy, así como las que sucedieron en el pasado.

    Marzo 13
    Claridad y dirección
    A pesar de nuestros mejores esfuerzos por trabajar nuestros programas y apoyarnos en la guía de Dios, a veces no comprendemos lo que está pasando en nuestra vida. Confiamos, esperamos, oramos, escuchamos a la gente, nos escuchamos a nosotros mismos y, aún así, la respuesta no llega.
    Durante esos tiempos, necesitamos entender que estamos justamente donde necesitamos estar, aunque ese sitio nos parezca difícil e incómodo. Nuestra vida tiene un propósito y una dirección.

    saber que vendrá la claridad.

    Marzo 14
    Confiemos en nosotros mismos
    La confianza puede ser uno de los conceptos más confusos en la
    recuperación. ¿En quién confiamos? ¿Para qué?
    El aspecto más importante que afrontamos acerca de la confianza es
    aprender a confiar en nosotros mismos. Lo más dañino que nos ha
    ocurrido es que llegamos a creer que no podíamos confiar en nosotros
    mismos.
    Habrá algunos que nos digan que no podemos confiar en nosotros
    mismos, que estamos fuera de base y fuera de onda. Hay algunos que
    se podrían beneficiar de que nosotros no confiáramos en nosotros
    mismos.
    El miedo y la duda son nuestros enemigos. El pánico es nuestro
    enemigo. La confusión es nuestra oponente.
    La confianza en uno mismo es un regalo de curación que nos podemos
    dar a nosotros mismos. ¿Cómo la adquirimos? La aprendemos. ¿Qué
    hacemos acerca de nuestros errores, acerca de esas veces en que
    pensamos que podríamos confiar en nosotros mismos pero que estábamos
    equivocados? Las aceptamos y de todos modos, confiamos en nosotros
    mismos.
    Nosotros sabemos lo que mejor nos conviene. Sabemos lo que es mejor
    para nosotros. Si estamos equivocados, si necesitamos cambiar de
    opinión, se nos guiará hacia ello, pero únicamente confiado desde
    donde nos encontramos hoy.
    Podemos buscar apoyo y refuerzo en otros, pero confiar en
    nosotros mismos es esencial.
    No confíes en el miedo. No confíes en el pánico. Podemos confiar en
    nosotros mismos, defender nuestra propia verdad , pararnos en
    nuestra propia luz. Ahora la tenemos. Tenemos toda la luz que
    necesitamos para el día de hoy. Y la luz de mañana se nos dará
    entonces.
    Confiemos en nosotros mismos y sabremos en quién confiar. Confiemos
    en nosotros mismos y sabremos qué hacer. Cuando sintamos que no
    podemos confiar en nosotros mismos en forma absoluta, confiemos en
    que Dios nos guiará hacia la verdad.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir el miedo, la duda y la confusión, los
    enemigos de la confianza en uno mismo. Ayúdame a seguir adelante en
    paz y confiado. Ayúdame a crecer en confianza en mí mismo y en Ti,
    un día a la vez, una experiencia a la vez.

    Marzo 15
    Quita a la víctima
    “¿Es que los demás no ven cuánto estoy sufriendo?” “¿Es que no ven que
    necesito ayuda?” “¿Es que no les importa?”
    La cosa no es que los otros vean o les importe. La cosa es que
    nosotros nos veamos y nos preocupemos por nosotros mismos. A
    menudo, cuando señalamos con el dedo a los demás, esperando que
    tengan compasión de nosotros, es porque no hemos aceptado
    completamente nuestro dolor. No hemos alcanzado ese punto de
    preocuparnos de nosotros mismos. Estamos esperando que otro tome
    conciencia de algo que nosotros aún no hemos tomado.
    Nuestro trabajo consiste en tener compasión de nosotros mismos.
    Cuando la tengamos, habremos dado el primer paso para dejar de ser
    víctimas. Estamos en el camino hacia la autoresponsabilidad, el
    cuidado de nosotros mismos y el cambio.
    Hoy no esperaré a que otros me vean y les importe; yo asumiré la
    responsabilidad de estar consciente de mí mismo.

    la negatividad. El propósito de la negatividad suele ser la
    aniquilación.
    El pensamiento negativo acrecienta el problema. Nos aleja de la
    armonía. La energía negativa sabotea y destruye. Tiene una poderosa
    vida propia.
    Y también la tiene la energía positiva. Cada día, podemos
    preguntarnos qué está bien, qué es bueno, acerca de otras personas,
    de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestro día, de nuestras
    relaciones, de nosotros mismos, de nuestra conducta, de nuestra
    recuperación.
    La energía positiva cura, es conducto del amor y transforma. Escoge
    la energía positiva.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir la negatividad. Transforma mis
    creencias y mi pensamiento, desde su núcleo, de negativo a positivo.
    Ponme en armonía con el bien.

    Marzo 17
    Dar poder
    Tú puedes pensar. Tú puedes sentir. Tú puedes resolver tus
    problemas. Tú te puedes cuidar solo.
    Estas palabras con frecuencia me han beneficiado más que el consejo
    más elaborado y profundo.
    Qué fácil es caer en la trampa de dudar de nosotros mismos y de los
    demás.
    Cuando alguien nos cuenta un problema, ¿cuál es nuestra reacción?,
    ¿creemos que necesitamos resolvérselo a esa persona? ¿creemos que el
    futuro de esa persona se basa en nuestra habilidad para aconsejarla?
    Eso es pararse sobre arenas movedizas, que no es de lo que está
    hecha la recuperación.
    Cuando alguien está luchando con un sentimiento, o una ciénaga de
    sentimientos, ¿cuál es nuestra reacción?, ¿qué la persona nunca
    sobrevivirá a esa experiencia? ¿qué no está bien que alguien
    sienta?, ¿qué esa persona no saldrá de esto intacta?
    Cuando una persona se enfrenta a la tarea de asumir la
    responsabilidad de su vida, y sus conductas, ¿ cuál es nuestra
    respuesta?, ¿qué la persona no puede hacerlo?, ¿qué debo hacerlo yo
    mismo para salvarla y que no se desvanezca en cenizas?, ¿qué no se
    desmorone?, ¿qué no fracase?
    ¿Cuál es nuestra reacción hacia nosotros mismos cuando encontramos
    un problema, un sentimiento, o cuando enfrentamos el trabajo de
    asumir la responsabilidad de nosotros mismos?
    ¿Creemos en nosotros mismos y en los demás? ¿Le concedemos poder a la
    gente- incluyéndonos a nosotros mismos- y a sus capacidades? ¿o le
    damos poder al problema, al sentimiento o a la irresponsabilidad?
    Podemos aprender a observarnos a nosotros mismos. Podemos aprender a
    pensar y a considerar nuestra respuesta antes de responder. “Siento
    mucho que estés teniendo ese problema. Sé que puedes dar con una
    solución. Parece que tienes por ahí algunos sentimientos. Sé que los
    sabrás manejar y estarás del otro lado”.
    Cada uno de nosotros es responsable de si mismo. Eso no significa
    que los demás no nos importen. No significa que de una manera fría,
    calculada, le retiremos nuestro apoyo a los otros. Significa que
    aprendemos a amarnos y a apoyarnos a nosotros mismos de maneras que sí
    funcionan. Significa ponernos en contacto con amigos que nos aman y
    nos apoyan de maneras que si funcionan.
    Hoy me esforzaré por dar y recibir apoyo que sea puro y conceda
    poder. Trabajaré por creer en mí mismo y en los demás, y en nuestra
    mutua capacidad para ser competentes al lidiar con sentimientos, al
    solucionar problemas y al asumir la responsabilidad de nosotros
    mismos.

    Con frecuencia empezamos a sentir una sensación de seguridad y comodidad cuando nos decidimos a asistir a las reuniones de los grupos de Doce Pasos de grupos de apoyo. Estar con un amigo o amiga, o hacer algo bueno por nosotros mismos nos ayuda a sentirnos amados y protegidos. A veces, buscar a otra persona nos ayuda a sentirnos seguros. La plegaria y la meditación nos ayuda a afirmar que nuestro Poder Superior cuida de nosotros.
    Ahora estamos a salvo. Podemos relajarnos . Quizá otros no hayan estado ahí para apoyarnos de una manera consistente, que valga la pena, pero estamos aprendiendo a apoyarnos a nosotros mismos. Hoy me concentraré en hacerme sentir a mí mismo seguro y cómodo.

    Marzo 19
    Quítate de en medio.
    “No quisiera estar en el medio, pero…” es señal de que nos hemos
    puesto justo en medio en una situación.
    No tenemos por qué vernos en medio de los asuntos, problemas o
    comunicación de otras personas. Podemos dejar que los demás asuman
    su responsabilidad hacia sí mismos en sus relaciones. Podemos dejar
    que resuelvan solos los asuntos entre sí.
    Ser un pacificador no significa que nos pongamos en medio. Somos
    portadores de paz, permaneciendo en paz con nosotros mismos y no
    armando alborotos. Somos pacificadores cuando no causamos el caos
    adicional que se crea al ponernos en medio de los asuntos y las
    relaciones de otras personas.
    No te pongas en medio a menos que quieras estar ahí.
    Hoy me negaré a aceptar cualquier invitación a ponerme en medio de
    los asuntos, circunstancias y relaciones de otras personas. Confiaré
    en que ellas solucionarán sus propios asuntos, incluyendo las ideas
    y sentimientos que quieran comunicarse entre sí.

    Marzo 20
    Liberar
    Deja que se vayan los miedos.
    Deja ir también cualquier creencia negativa, limitante,
    autodestructiva que esté enterrada en tu subconsciente.
    Estas creencias pueden ser acerca de la vida, del amor o de ti
    mismo. Las creencias crean la realidad.
    Déjalos ir. Por profundos que estén enterrados tus miedos,
    resentimientos y creencias negativas, déjalos ir todos. Deja que
    aflore la creencia o el sentimiento. Acéptalos; ríndete ante ellos.
    Siente la incomodidad o el desasosiego. Luego, déjalos ir. Deja que
    las nuevas creencias reemplacen a las viejas. Deja que la paz y la
    alegría reemplacen el miedo.
    Date a ti mismo y a tu cuerpo permiso de dejar ir los miedos,
    resentimientos y creencias negativas. Libera todo aquello que ya no
    te resulta útil. Confía en que estás siendo curado y preparado para
    recibir lo bueno.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a disponerme a dejar ir los viejos
    sentimientos y creencias que me puedan estar lastimando. Suavemente
    apártalos de mí y reemplázalos con creencias y sentimientos nuevos.
    Me merezco lo mejor que la vida y el amor pueden ofrecer. Ayúdame a
    creerlo.

    Marzo 21
    Consideremos los compromisos
    Presta atención a tus compromisos.
    Aunque muchos de nosotros le tememos al compromiso, es bueno sopesar
    el costo de cualquier compromiso que estemos considerando.

    demás.
    Se paciente. Escudríña en tu alma. Espera hasta tener una clara
    respuesta. No necesitamos echarnos encima compromisos en un estado
    de urgencia o de pánico, sino con la callada confianza de que
    aquello a lo que nos estamos comprometiendo es adecuado para
    nosotros.
    Si algo en nuestro interior dice “no”, encuentra valor para confiar
    en esa voz.
    Esta no es nuestra última oportunidad. No es la única oportunidad
    que vamos a tener. Que no te entre el pánico. No tenemos que
    comprometernos a lo que no nos parezca bien, aunque tratemos de
    decirnos a nosotros mismos que debería estar bien y que deberíamos
    comprometernos a ello.
    Con frecuencia, en cuanto los compromisos, podemos confiar más en
    nuestra intuición que en nuestro intelecto.
    En la emoción de establecer un compromiso y un comienzo podemos
    pasar por alto las realidades de en medio. Eso es lo que necesitamos
    considerar.
    No tenemos por qué comprometernos por una sensación de urgencia, por
    impulsividad o por miedo. Tenemos derecho a preguntar, ¿será esto
    bueno para mi? Tenemos derecho a preguntar si ese compromiso nos
    parece bien.
    Hoy, Dios mío, guíame al establecer compromisos. Ayúdame a decir
    “si” a lo que más me conviene y “no” a lo que no. Lo consideraré
    seriamente antes de comprometerme con cualquier actividad o persona.
    Me tomaré tiempo para considerar si ese compromiso es realmente lo
    que quiero.

    Marzo 22
    Deja el papel de víctima
    Está bien tener un buen día. Realmente está bien.
    Está bien que te esté yendo bien y que sientas que tu vida es
    gobernable y que vas por buen camino.
    Muchos de nosotros hemos aprendido, como parte de nuestra conducta
    de supervivencia, que la manera de obtener la atención y la
    aprobación que queremos es siendo víctimas. Si la vida es espantosa,
    difícil, ingobernable, demasiado dura, injusta, entonces, pensamos,
    los otros nos aceptarán, les agradaremos, nos aprobarán.
    Podemos haber aprendido esto por haber vivido y habernos relacionado
    con gente que también aprendió a sobrevivir siendo víctima.
    Nosotros no somos víctimas. No necesitamos ser victimados. No
    necesitamos estar desvalidos y fuera de control para obtener la
    atención y el amor que anhelamos. De hecho, el tipo de amor que
    buscamos no se puede obtener de otra manera.
    Podemos conseguir el amor que realmente queremos y necesitamos sólo
    cuando nos adueñamos de nuestro poder. Aprendemos que podemos
    pararnos sobre nuestros pies, aunque a veces nos sintamos bien al
    apoyarnos un poquito. Aprendemos que la gente en quien nos estamos
    apoyando no nos está deteniendo. Está parada junto a nosotros.
    Todos tenemos días malos, días en que las cosas no van como nos
    gustaría, días en que sentimos tristeza y miedo. Pero podemos lidiar
    con nuestros días malos y con nuestros sentimientos más oscuros de
    manera que reflejan responsabilidad por uno mismo más que
    victimización.
    También está bien tener días buenos. Quizá no tengamos tanto de qué
    hablar, pero tendremos más qué disfrutar.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser la victima. Ayúdame
    a dejar ir mi creencia de que para ser amado y captar la atención
    necesito ser una victima. Rodéame de gente que me ame cuando me

    personas. Eso está bien. No tenemos por qué dejar que sus reacciones
    nos controlen, nos detengan o influyan sobre nuestra decisión de
    cuidar de nosotros mismos.
    No tenemos por qué controlar sus reacciones ante nuestro proceso de
    autocuidado. Esa no es nuestra responsabilidad. Tampoco tenemos por
    qué esperar que ellos no reaccionen.
    La gente reaccionará cuando hagamos las cosas de distinta manera o
    cuando tomamos una acción asertiva para cuidar de nosotros mismos,
    particularmente si nuestra decisión les afecta de alguna manera.
    Déjalos que sientan lo que quieran. Pero sigue tu camino, de todos
    modos.
    Si la gente está acostumbrada a que nos comportemos de cierta forma,
    intentará convencernos de seguir siendo así para evitar que el
    sistema cambie. Si la gente está acostumbrada a que nosotros digamos “si”
    todo el tiempo, puede empezar a murmurar y a refunfuñar cuando
    digamos “no”. Si la gente está acostumbrada a que nosotros asumamos
    sus responsabilidades, sentimientos y problemas, podrían reaccionar
    airadamente cuando dejemos de hacerlo. Eso es normal. Podemos
    aprender a vivir con un poco de reacciones adversas en nombre de
    nuestra salud mental. No con abuso, acuérdate, con reacciones
    adversas.
    Si la gente está acostumbrada a controlarnos a través de la culpa,
    de la bravata y de fastidiar, puede intensificar sus esfuerzos
    cuando cambiamos y nos rehusamos a que nos controlen. Eso está bien.
    Eso también es una reacción airada.
    No tenemos por qué dejar que las reacciones adversas nos hagan
    volver a los viejos procederes si hemos decidido que queremos y
    necesitamos cambiar. No tenemos por qué reaccionar a las reacciones
    airadas ni prestarles demasiada atención. No la merecen. Irán
    muriendo solas.
    Hoy no haré caso a ninguna reacción adversa que reciba por estar
    cambiando mi comportamiento o por estar haciendo otros esfuerzos por
    ser yo mismo.

    Marzo 24
    Apreciémonos a nosotros mismos
    Nosotros somos lo más grande que alguna vez pueda sucedernos.
    Créelo. Esto hace la vida mucho más fácil.
    Ya no seas codependiente.
    Ya es tiempo de parar esa tontería de andar por ahí
    criticándonos a nosotros mismos.
    Quizá hayamos caminado la mayor parte de nuestra vida pidiendo
    disculpas directa o indirectamente, sintiéndonos menos valiosos que
    los otros, creyendo que ellos saben más que nosotros y creyendo que
    de alguna manera los otros tienen derecho a estar aquí y nosotros
    no.
    Tenemos derecho a estar aquí.
    Tenemos derecho a ser nosotros mismos.
    Estamos aquí. Hay un propósito, una razón, una intención para
    nuestra vida. No tenemos por qué disculparnos por estar aquí o por
    ser lo que somos.
    Somos suficientemente buenos y merecedores.
    Los otros no tienen nuestra magia. Nosotros la tenemos. Está en
    nuestro interior.
    No importa lo que hayamos hecho en el pasado. Todos tenemos un
    pasado, entretejido de errores, éxitos y experiencias de
    aprendizaje. Tenemos derecho a nuestro pasado. Es nuestro. Ha
    trabajado para moldearnos y para formarnos. A medida que progresemos
    en este viaje, veremos cómo cada una de nuestras experiencias se
    volteará y será usada para nuestro bien.

    ¿Qué tal si supiéramos que todo aquello por lo que nos hemos
    preocupado hoy se va a solucionar de la mejor manera?
    ¿Qué tal si…. tuviéramos la garantía de que el problema que nos
    está molestando será resuelto de la forma más perfecta, y en el
    momento más adecuado posible? Y lo que es más, ¿ qué tal si
    supiéramos que dentro de tres años estaríamos agradecidos por ese
    problema y por su solución?
    ¿ Qué tal si… supiéramos que hasta el peor de nuestros miedos se
    resolverán para bien nuestro?
    ¿Qué tal si… tuviéramos la garantía de que todo lo que está
    ocurriendo y todo lo que ha ocurrido en nuestra vida ha tenido que
    pasar, ha sido planeado para cada uno de nosotros y es lo que más
    nos conviene?
    ¿Qué tal si… tuviéramos la garantía de que la gente que amamos
    está experimentando exactamente lo que necesita para convertirse en
    aquello que estaba destinada a convertirse? Y aún más, ¿qué tal si
    tuviéramos la garantía de que los otros pueden ser responsables de
    ellos mismos y nosotros no tenemos que controlarnos ni asumir sus
    responsabilidades?
    ¿Qué tal si… supiéramos que el futuro va a ser bueno y que vamos a
    tener abundancia de recursos y de guía para manejar lo que se nos
    venga?
    ¿Qué tal si… supiéramos que todo va a estar bien y que no tenemos
    que preocuparnos por nada? ¿Qué haríamos entonces?
    Estaríamos libres para dejar ir la preocupación y disfrutar de la
    vida.
    Hoy sabré que no tengo que preocuparme por nada. Si me preocupo, lo
    haré en el entendimiento de que estoy eligiendo preocuparme, y que
    esto no es necesario.

    Marzo 26
    Regalos, no lastres
    Los niños son un regalo. Nuestros hijos, si tenemos hijos, son un
    regalo para nosotros. Nosotros, cuando niños, fuimos un regalo para
    nuestros padres.
    Tristemente, muchos de nosotros no recibimos el mensaje de nuestros
    padres de que éramos un regalo para ellos y para el universo. Quizá
    nuestros padres estaban sufriendo; tal vez nuestros padres querían
    que nosotros fuéramos sus nanas; quizá llegamos en una época difícil
    en sus vidas; tal vez ellos tenían sus propios asuntos por resolver
    y simplemente no fueron capaces de disfrutarnos, de aceptarnos y de
    apreciarnos como regalos que éramos.
    Muchos de nosotros tenemos una creencia profunda, a veces
    subconsciente, de que éramos, y somos, una carga para el mundo y
    para la gente que nos rodea. Esta creencia puede bloquear nuestra
    capacidad para disfrutar la vida y nuestras relaciones con los
    demás. Esta creencia puede llegar incluso a deteriorar nuestra
    relación con un Poder Superior: podemos creer que somos una carga
    para Dios.
    Si tenemos esa creencia, ya es tiempo de abandonarla.
    No somos un lastre. Nunca lo fuimos. Si recibimos ese mensaje de
    nuestros padres, ya es tiempo de reconocer que ése es un asunto que
    ellos deben resolver.
    Tenemos derecho a tratarnos a nosotros mismos como a un regalo, para
    nosotros mismos, para los demás y para el universo.
    Hoy me trataré a mí mismo, y a los hijos que tenga, como si fuéramos
    un regalo. Dejaré ir todos las creencias que tengo de que soy un
    lastre, para mi Poder Superior, para mis amigos, para mi familia y
    para mí mismo.

    permitido que controlara toda nuestra vida, sentimientos de
    vergüenza y de culpa.
    Muchos de nosotros crecimos con mensajes, con base en la vergüenza,
    que nos decían que no estaba bien cuidar de nosotros mismos, ser
    honestos, ser directos y adueñarnos de nuestro poder con la gente.
    Muchos de nosotros crecimos con mensajes que decían que no estaba
    bien ser quienes éramos y resolver nuestros problemas en las
    relaciones con los demás. Muchos de nosotros crecimos con el mensaje
    de que lo que queríamos y necesitábamos no estaba bien.
    Deja que todo eso se queme hasta desintegrarse. No tenemos por qué
    tomarnos tan en serio la resaca. No permitamos ya que la resaca nos
    convenza de que estamos equivocados y de que no tenemos derecho a
    cuidar de nosotros mismos ni a fijar límites.
    ¿Realmente tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos? ¿Tenemos
    realmente derecho a fijar límites? ¿Realmente tenemos derecho a ser
    directos y a decir lo que necesitamos decir?
    Por supuesto que lo tenemos.
    Hoy dejaré que se desintegre la resaca que siento después de
    practicar una nueva conducta de recuperación. No la tomaré tan en
    serio. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi vergüenza y mis miedos
    innecesarios acerca de lo que me ocurrirá si realmente empiezo a
    amarme y a cuidar de mí mismo.

    Marzo 28
    Equilibrio
    Busca el equilibrio.
    Equilibra las emociones con la razón.
    Combina el desapego con desempeñar tu parte.
    Equilibra el dar con el recibir.
    Alterna el trabajo con el juego, el negocio con las actividades
    personales.
    Equilibra el atender a tus necesidades espirituales con el atender a
    tus otras necesidades.
    Combina el cumplimiento de las responsabilidades que tienes para con
    los demás con el cumplimiento de las responsabilidades que tienes
    para contigo mismo.
    Equilibra el cuidar a los otros con el cuidado a ti mismo.
    Cada vez que sea posible, seamos buenos con los demás, pero seamos
    buenos con nosotros mismos también.
    Algunos de nosotros tenemos que recuperar el tiempo perdido.
    Hoy lucharé por lograr el equilibrio.

    Marzo 29
    Satisface tus necesidades.
    Imagínate que vas caminando por un prado. Ahí, frente a ti, se abre
    un sendero. Al ir caminando, sientes hambre. Ve a tu izquierda, ahí
    hay un árbol frutal listo para la cosecha.
    Coge lo que necesitas.
    Unos pasos después, te das cuenta que tienes sed. A tu derecha hay
    un manantial de agua fresca.
    Cuando te sientes cansado, surge un lugar para descansar. Cuando te
    sientes solo, aparece un amigo para caminar junto a ti. Cuando te
    pierdes, aparece un maestro con un mapa.
    Al poco tiempo, percibes el flujo: necesidad y provisión; deseo y
    satisfacción. Quizá, piensas: Alguien me ha dado la necesidad porque
    Alguien había planeado satisfacerla. Tal vez tenía que sentir la
    necesidad para que pudiera darme cuenta de ella y aceptar el regalo.
    Quizá cerrar mis ojos al deseo cierra mis abrazos para la
    satisfacción del mismo.
    Ahora es el tiempo de experimentar. Es una parte importante de la
    recuperación. Permítete probar con las cosas. Date permiso de probar
    cosas nuevas. Sí, cometerás errores, pero de esos errores puedes
    aprender cuáles son tus valores.
    Algunas cosas sencillamente no nos gustarán. Eso está bien. Luego
    sabremos un poco más acerca de quienes somos y de qué es lo que no
    nos gusta.
    Algunas cosas nos gustarán. Funcionarán con nuestros valores.
    Funcionarán con lo que somos y descubriremos algo importante y
    enriquecedor para nuestras vidas.
    Hay un tiempo callado dentro de la recuperación, tiempo para
    quedarnos quietos y curar, tiempo para darnos tiempo de serenarnos.
    Este es un tiempo de introspección y de curación. Es un tiempo
    importante. Encaramos nuestros asuntos.
    Viene también un tiempo en el que es igualmente importante
    experimentar, empezar a “probar el agua”.
    Recuperación no significa abstenerse de vivir. Recuperación
    significa aprender a vivir y aprender a vivir plenamente.
    Recuperación significa exploración, investigación, experimentación.
    Recuperación significa haber terminado con las reglas rígidas del
    pasado, basadas en la vergüenza y formular valores sanos basados en
    el amor a uno mismo, en el amor a los demás y vivir en armonía con
    este mundo.
    Experimenta. Prueba algo nuevo. Tal vez no te guste. Quizá cometas
    un error. Pero quizá te guste y tal vez descubras algo que te
    encante.
    Hoy me daré permiso de experimentar en la vida. Dejaré de frenarme a
    causa de mi rigidez y brincaré cuando sienta ganas de brincar. Dios
    mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de privarme a mí mismo del
    hecho de estar vivo

    Marzo 31
    Finanzas
    Tomar la responsabilidad económica de nosotros mismos es parte de la
    recuperación. Muchos de nosotros nos encontramos en duras
    situaciones económicas por una variedad de razones.
    Nuestros conceptos de recuperación, incluyendo los Pasos, funcionan
    en cuestiones de dinero, y restauran la gobernabilidad de esa área
    de nuestra vida. Repara los daños, aunque eso signifique pagar una
    deuda de cinco mil euros, enviando cinco euros al mes.
    Empieza donde estás, con lo que tienes. Al igual que pasa con otras
    cosas, la aceptación y la gratitud convierten en más lo que tenemos.
    Los asuntos de dinero no son un buen lugar para actuar “como si”. No
    hagas cheques hasta que tengas el dinero en el banco. No te gastes
    el dinero hasta que lo tengas en la mano.
    Si hay muy poco dinero para sobrevivir, usa los recursos adecuados
    de que disponemos sin vergüenza.
    Fija metas.
    Cree que mereces lo mejor, económicamente.
    Cree que Dios se preocupa de tu economía.
    Deja ir tu miedo y confía.
    Hoy me concentraré en asumir la responsabilidad por mi situación
    económica actual, no importa cuán abrumadora sienta y sea esa
    área de mi vida.

  3. Abril 1
    Póntelo fácil
    Póntelo fácil. Quizá tengas que empujar hacia adelante, pero no
    tienes que empujar tan duro. Hazlo suavemente, en paz.
    No vayas con tanta prisa. En ningún día, a ninguna hora, en ningún

    de apurado. Seguiré yendo hacia delante suave, no frenéticamente. Ayúdame a dejar ir mi necesidad de estar ansioso, tenso y apurado. Ayúdame a remplazarla con la necesidad de estar en paz y en armonía.

    Abril 2
    Enfrentémonos a nuestro lado oscuro
    Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
    Paso cuatro de Alcohólicos Anónimos.
    Para cuando llegamos al paso cuarto de los Doce Pasos, ya estamos
    listos para enfrentarnos a nuestro lado oscuro, el lado que nos
    impide amarnos a nosotros mismos y a los demás, que los demás nos
    amen y que disfrutemos la vida.
    El propósito del paso cuatro no es el de hacernos sentir peor;
    nuestro propósito es empezar a remover los bloqueos para la alegría y
    el amor.
    Buscamos los miedos, la ira, las heridas y la vergüenza de los
    eventos del pasado, sentimientos enterrados que pueden estar
    afectando nuestra vida hoy. Buscamos las creencias subconscientes
    acerca de nosotros mismos y de los demás que puedan estar
    interfiriendo con la calidad de nuestras relaciones. Esas creencias
    dicen: No soy digno de ser amado… Soy una carga para los que me
    rodean…. No se puede confiar en la gente…. No se puede confiar
    en mí…. No merezco ser feliz y tener éxito… La vida no vale la
    pena vivirla. Vemos nuestras conductas y nuestros patrones con el
    objeto de discernir los que son autodestructivos. Con amor y
    compasión para con nosotros mismos, tratamos de desenterrar todos
    nuestros sentimientos de culpa â??merecidos e inmerecidos- y
    exponerlos a la luz.
    Llevamos a cabo este examen sin miedo a lo que podamos encontrar,
    porque este escrutinio del alma puede purificarnos y ayudarnos a
    sentirnos mejor con nosotros mismos de lo que alguna vez soñamos que
    podría ser posible.
    Dios mío, ayúdame a buscar los bloqueos y barreras dentro de mí
    mismo. Trae a mi mente consciente lo que necesito saber, para que me
    pueda liberar de ello. Enséñame lo que necesito saber acerca de mí
    mismo.

    Abril 3
    Aceptación
    Ríndete al momento. Remóntate sobre él, por todo lo que esto vale la
    pena. Lánzate sobre él.
    Deja de resistirte.
    Gran parte de nuestra angustia se crea cuando nos estamos
    resistiendo. Es posible sentir gran alivio, consuelo y cambio cuando
    aceptamos, cuando simplemente aceptamos.
    Perdemos nuestro tiempo, desperdiciamos nuestra energía y hacemos
    más difíciles las cosas al resistir, reprimir y negar. El reprimir
    nuestros pensamientos no hará que éstos desaparezcan. Reprimir un
    pensamiento ya formado no nos hará una persona mejor. Piénsalo. Déja
    que se haga realidad. Luego, libérate de él. Un pensamiento no es
    para siempre. Si no nos gusta, podemos pensar otro o cambiarlo.
    Pero para hacerlo, debemos aceptar el primer pensamiento y
    liberarnos de él.
    La resistencia y la represión no cambiará nada. Nos podrán en guerra
    con nuestros pensamientos.
    Nos hacemos la vida más difícil al resistir y reprimir nuestros
    sentimientos. No importa cuán oscuro, cuán incómodos, cuán
    injustificados, cuán sorprendentes, cuan â?? inadecuadosâ? consideremos

    Resistirnos a los eventos o a las circunstancias de nuestra vida no
    cambia las cosas, no importa qué indeseables puedan ser los
    eventos o las circunstancias.
    La aceptación nos convierte en la persona que somos y que queremos
    ser. La aceptación les da poder a los eventos y a las circunstancias
    para que se conviertan en lo mejor.
    ¿Qué hacemos si estamos resistiéndonos en una guerra sin cuartel
    contra alguna realidad en nuestra vida? Aceptar nuestra resistencia
    puede ayudarnos, también, a superarla.
    Aceptación no significa que estemos dando nuestra aprobación. No
    significa que nos sometamos a la voluntad y a los planes de otro. No
    significa compromiso. No es para siempre. Es para el momento
    presente. La aceptación no hace las cosas más difíciles. Las hace
    más fáciles. La aceptación no significa que aceptemos el abuso o el
    maltrato; no significa que renunciemos a nosotros mismos, a nuestros
    límites, esperanza, sueños, deseos o necesidades. Significa que
    aceptemos lo que es, para que sepamos qué hacer para cuidar de
    nosotros mismos y qué límites necesitamos fijar. Significa que
    aceptamos lo que hay, y quienes somos, en el momento presente, para que
    estemos libres de cambiar y de crecer.
    La aceptación y el sometimiento nos lleva hacia delante en este
    viaje. La fuerza no funciona.
    La aceptación y el sometimiento, dos conceptos que lastiman más
    antes de practicarlos.
    Hoy practicaré aceptarme a mí mismo y a mis circunstancias actuales.
    Empezaré a ver y a confiar en la magia que la aceptación puede traer
    a mi vida y a mi recuperación.

    Abril 4
    Negocia los conflictos
    La recuperación trata de algo más que de alejarse. A veces significa aprender a quedarse y a hacer un trato. Trata acerca de construir y mantener relaciones que funcionan. Más allá de la codependencia.
    Los problemas y los conflictos son parte de la vida y de las relaciones con los amigos, los familiares, los seres amados y en el trabajo. La solución de problemas y la negación de conflictos son destrezas que podemos adquirir y mejorar con el tiempo. El no estar dispuestos a acatar y resolver problemas en las relaciones conlleva a sentimientos no resueltos de ira y victimización, a ruptura en las relaciones, a problemas no resueltos y a juegos de poder que intensifican el problema y desperdician tiempo y energía. No estar dispuestos a encarar y a solucionar problemas significa que podemos volver a tener ese problema. Algunos problemas con la gente no se pueden solucionar de una forma mutuamente satisfactoria. A veces, el problema es acerca de un límite que tenemos, y ahí no cabe el negociar. En ese caso necesitamos entender claramente lo que queremos y necesitamos y cuál es nuestra última palabra.
    Sin embargo, algunos problemas con la gente se pueden resolver y negociar satisfactoriamente. A menudo hay opciones que funcionan para solucionar problemas que ni siquiera vemos hasta que nos abrimos al concepto de resolver los problemas dentro de nuestras relaciones, en vez de huir de los problemas.
    Para negociar los problemas, debemos estar dispuestos a identificar el problema, dejar ir la vergüenza y el echar culpas y concentrarnos en posibles soluciones creativas. Para negociar y resolver con éxito los problemas en nuestras relaciones, debemos saber cuál es nuestra

    Abril 5
    Desapeguémonos con amor
    El desapego es una de las claves en la recuperación de la codependencia. Este fortalece nuestras relaciones sanas, aquellas que queremos que crezcan y florezcan. Beneficia nuestras relaciones difíciles, ésas que estamos aprendiendo a manejar. ¡El desapego nos ayuda!.
    El desapego no es algo que hacemos una sola vez. Es una conducta cotidiana en nuestra recuperación. La aprendemos cuando estamos empezando nuestra recuperación de la codependencia y de cuestiones de hijos adultos de alcohólicos. Y seguimos practicándola a medida que crecemos y cambiamos, y a medida que nuestras relaciones crecen y cambian.
    Aprendemos a dejar ir a la gente que amamos, a la gente que nos cae bien, y a aquellas que no nos interesan particularmente. Nos separamos nosotros mismos, y a nuestro proceso, de los otros y sus procesos.
    Renunciamos a llevar las riendas y a nuestra necesidad de control en nuestras relaciones. Asumimos la responsabilidad para con nosotros y permitimos que los demás hagan lo mismo. Nos desapegamos en el entendimiento de que la vida se está desarrollando exactamente como se necesita desarrollar, tanto para nosotros mismos como para los demás. La manera como la vida se desenvuelve es buena, aun cuando duela. Y en último término, podemos beneficiarnos hasta de las situaciones más difíciles. Hacemos esto en el entendimiento de que está a cargo de ello un Poder que es superior a nosotros y de que todo está bien.
    Hoy aplicaré el concepto del desapego en mis relaciones, al máximo de mi capacidad. Si no puedo desapegarme completamente, trataré de hacerlo a medias.

    Abril 6
    Paciencia
    Qué hartos y fastidiados nos sentimos cuando la gente nos dice
    que seamos pacientes o que aprendamos a tener paciencia. Cuán
    frustrante puede ser querer tener finalmente algo, o ir hacia
    delante, y que luego eso no suceda.
    Qué irritante que alguien nos diga que esperemos cuando nuestras
    necesidades no han sido satisfechas y nosotros estamos en medio de
    la ansiedad, de la frustración y de la inacción.
    No confundas la sugerencia de ser paciente con aquella vieja regla
    de no tener sentimientos.
    ¡Ser paciente no significa que atravesamos el proceso a veces
    abrumador de la vida y de la recuperación sin experimentar
    sentimientos! Siente la frustración. Siente la impaciencia. Enójate
    cuanto sea necesario porque tus necesidades no están satisfechas.
    Siente tu miedo.
    ¡Controlar tus sentimientos no hará que controles el proceso!
    Descubrimos la paciencia sometiéndonos a nuestros sentimientos. A la
    paciencia no se le puede forzar. Es un don que sigue de cerca a la
    aceptación y a la gratitud. Cuando manejemos nuestros sentimientos
    para aceptar totalmente lo que somos y lo que tenemos, estaremos
    listos para ser y tener más.
    Hoy me dejaré experimentar mis sentimientos mientras practico la
    paciencia.

    Abril 7
    Aquellos sentimientos de los viejos tiempos
    Todavía tengo días malos. Pero está bien. Antes solía tener años
    malos.
    Anónimo

    que hayamos fracasado en nuestra recuperación. No significa que
    ahora nos toque una larga, dolorosa sesión de sentirnos fatal.
    Simplemente están ahí.
    La solución es la misma: practicar lo básico. Algo de lo básico es
    amarnos y confiar en nosotros mismos, desapegarnos, manejar los
    sentimientos, dar y recibir apoyo en la comunidad de recuperación,
    usar nuestras afirmaciones y divertirnos.
    Otro aspecto básico es practicar los pasos. A menudo, el trabajar
    los Pasos es lo que nos da la fuerza y nos capacita para practicar
    los otros aspectos básicos, tales como el desapego y el amor a uno
    mismo.
    Si regresan los viejos sentimientos, da por seguro que hay una forma
    de salir de ellos que funcionará.
    Hoy si me encuentro en el oscuro abismo de la codependencia,
    practicaré un paso para ayudarme a salir de él.

    Abril 8
    Cuidado de uno mismo.
    Yo no sé qué es precisamente lo que necesites hacer para cuidar de
    ti mismo, pero sí sé que lo puedes averiguar.
    Más allá de la codependencia.
    Descansa cuando estés cansado.
    Toma un vaso de agua fría cuando tengas sed.
    Llama a un amigo a amiga cuando te sientas solo.
    Pídele ayuda a Dios cuando te sientas abrumado.
    Muchos de nosotros hemos aprendido a privarnos de muchas cosas y a
    descuidarnos a nosotros mismos. Muchos de nosotros hemos aprendido a
    esforzarnos duro, cuando el problema está en que ya nos hemos
    esforzado demasiado.
    Muchos de nosotros tememos no terminar el trabajo si descansamos
    cuando nos sentimos cansados. Terminaremos el trabajo; lo
    terminaremos mejor que el trabajo que surge cuando estamos cansados
    del alma y del espíritu. La gente que se mima, que se prodiga
    cuidados, que se ama a si misma y se cuida, es el deleite del
    universo.
    Esta gente va a su ritmo, es eficiente y cuenta con la guía divina.
    Hoy practicaré el amoroso cuidado de mí mismo.

    Abril 9
    Dar
    Aprender a dar sanamente puede ser un reto. Muchos de nosotros nos
    embarcamos en dar de forma compulsiva, actos caritativos motivados
    por sentimientos no caritativos de culpa, vergüenza, obligación,
    lastima y superioridad moral.
    Ahora entendemos que ser nanas de los demás y dar en forma
    compulsiva no funciona. Nos sale el tiro por la culata.
    Cuidar desmedidamente a los demás hace que nos sigamos sintiendo
    victimas.
    Muchos de nosotros dimos demasiado, pensando que estábamos haciendo
    bien las cosas; y luego nos confundimos porque nuestra vida y
    nuestras relaciones no estaban funcionando. Muchos de nosotros dimos
    tanto y durante tanto tiempo, pensando que estábamos haciendo la
    voluntad de Dios, que luego en la recuperación nos negamos a dar, a
    querer o a amar durante un tiempo.
    Eso está bien. Tal vez necesitábamos un descanso. Pero dar sanamente
    es parte de vivir sanamente. La meta en la recuperación es el
    equilibrio, una actitud subyacente de respeto hacia nosotros mismos
    y hacia los demás.
    La meta en la recuperación es elegir lo que queremos dar, a quién,

    Aprender a dar de manera sana lleva su tiempo. Lleva su tiempo aprender a recibir. Sé paciente. El equilibrio vendrá. Díos mío, por favor guía hoy mismo mis motivos para dar.

    Abril 10
    No usemos a los demás para detener nuestro dolor.
    Nuestra felicidad no es un regalo que otra persona lleve en sus
    manos. Nuestro bienestar no lo guarda otro que nos lo da o nos lo
    quita a capricho. Si salimos y tratamos de forzar a alguien a que
    nos dé lo que creemos que guarda, nos decepcionaremos. Descubriremos
    que eso es una ilusión. La persona no lo tenía. Nunca lo tendrá. Esa
    caja bellamente envuelta con un listón que creíamos que contenía
    nuestra felicidad y que alguien llevaba en sus manos, ¡es una
    ilusión!
    En aquellos momentos en que estamos tratando de salir y de forzar a
    alguien a que cese nuestro dolor y cree nuestra felicidad, si nos
    armamos de valor para dejar de andar por ahí azotándonos y nos
    ponemos de pie y manejamos nuestros asuntos, encontraremos nuestra
    felicidad.
    Es cierto que si alguien nos pisa el pie, esa persona nos está
    lastimando y por lo tanto tiene el poder de hacer que cese nuestro
    dolor quitando su pie de encima. Pero el dolor sigue siendo nuestro.
    Y también lo es la responsabilidad de decirle a alguien que deje de
    pisarnos los pies.
    La curación vendrá cuando estemos conscientes de cómo intentamos
    utilizar a los demás para que hagan cesar nuestro dolor y creen
    nuestra felicidad. Nos curaremos del pasado. Recibiremos
    percepciones que pueden cambiar el curso de nuestras relaciones.
    Veremos que, todo el tiempo, nuestra felicidad y nuestro bienestar
    han estado en nuestras manos. Nosotros hemos guardado esa caja. A
    nosotros nos toca abrirla y tener el contenido.
    Dios mío, ayúdame a recordar que yo tengo la llave de mi propia
    felicidad. Dame el valor para ponerme de pie y lidiar con mis
    propios sentimientos. Dame las percepciones que necesito para
    mejorar mis relaciones. Ayúdame a dejar de bailar el baile
    codependiente y a empezar a bailar el baile de la recuperación.

    Abril 11
    Metas económicas
    Al asumir la responsabilidad de nuestras cuestiones económicas
    mejorará nuestra autoestima y disminuirá nuestra ansiedad.
    Cada uno de nosotros, hoy, tiene una serie de circunstancias
    económicas. Tenemos disponible cierta cantidad de dinero, y dinero
    por cobrar que se nos debe. Tenemos un montón de cuentas que debemos
    pagar. Tenemos que pagar impuestos. Esas son nuestras circunstancias
    económicas actuales. No importa cuáles sean los detalles de las
    mismas, la aceptación, la gratitud y la autorresponsabilidad
    disminuirán el estrés.
    Cada uno de nosotros, hoy, tiene un futuro económico. Hay pocos
    aspectos futuros de nuestra vida que podemos controlar, pero un
    papel que podemos jugar para ayudar a nuestro futuro es fijar metas.
    No tenemos por qué obsesionarnos acerca de nuestras metas.
    No tenemos que estar vigilando y marcando constantemente nuestro
    progreso hacia su consecución. Pero es beneficioso pensar acerca de
    nuestras metas y escribirlas. ¿Qué queremos que suceda en nuestro
    futuro económico? ¿Qué problemas financieros nos gustaría resolver?
    ¿De qué cuentas por pagar nos gustaría deshacernos? ¿Cuánto te
    gustaría estar ganando a fines de este año? ¿A fines del año

    Hoy me tomaré el tiempo necesario para ser responsable de mí mismo en el aspecto económico. Si es tiempo de pagar mis cuentas pendientes y hablar con mis acreedores, lo haré. Si es tiempo de fijar metas, las fijaré. Una vez haya hecho mi parte, me olvidaré del resto.

    Abril 12
    Deja ir el miedo
    Imagínate nadando â??flotando- plácidamente en un suave arroyo. Lo
    único que necesitas hacer es respirar, relajarte y dejarte ir con la
    corriente.
    Súbitamente, te vuelves consciente de tu situación. Asustado,
    abrumado con los “¿qué tal si…?”, tu cuerpo se tensa. Empieza a
    chapotear, buscando frenéticamente algo de dónde asirte.
    Te da tanto pánico que empiezas a hundirte. Y luego te acuerdas,
    estás trabajando muy duro en esto. No necesitas llenarte de pánico.
    Lo único que necesitas es respirar, relajarte y dejarte ir con la
    corriente. No te ahogarás. El pánico es nuestro gran enemigo.
    No es necesario que nos sintamos desesperados. Si aparecen en nuestra
    vida problemas abrumadores, necesitamos dejar de luchar. Podemos
    chapotear un poco hasta que vuelva nuestro equilibrio. Luego podemos
    seguir flotando plácidamente en el suave arroyo. Es nuestro arroyo.
    Es un arroyo seguro. Nuestro rumbo ha sido trazado. Todo está bien.
    Hoy me relajaré, respiraré y me dejare ir con la corriente.

    Abril 13
    Disfrute
    Una de las prohibiciones que muchos de nosotros aprendimos en la
    niñez es la tácita regla “No te diviertas ni disfrutes de la vida”.
    Esta regla crea mártires, gente que no se permite aceptar los
    placeres de la vida cotidiana.
    Muchos de nosotros asociábamos el sufrimiento con alguna especie de
    santidad. Ahora, lo asociamos con la codependencia. Podemos ir
    viviendo el día haciéndonos sentir ansiosos, culpables, desgraciados
    y privados. O podemos permitirnos vivir ese mismo día sintiéndonos
    bien. En la recuperación, eventualmente aprendemos que la elección
    es nuestra.
    Hay mucho de qué disfrutar cada día, y está bien sentirse bien. Podemos
    permitirnos disfrutar nuestras tareas. Podemos aprender a relajarnos
    sin sentimientos de culpa. Podemos aprender incluso a divertirnos.
    Trabaja para aprender a divertirte. Aplícate con dedicación a
    aprender a disfrutar. Trabaja tan duro para aprender a divertirte
    como lo hiciste para sentirte desgraciado.
    Nuestro trabajo se verá recompensado. Lo divertido se volverá
    divertido. La vida se convertirá en algo que vale la pena vivir. Y
    cada día encontraremos muchos placeres que disfrutar.
    Hoy me permitiré disfrutar de la vida al ir viviendo el día.

    Abril 14
    Perfeccionismo
    Recuperarse de la codependencia es un proceso individual en el que
    es necesario cometer errores, luchar contra problemas y encarar
    asuntos difíciles.
    Esperar que seamos perfectos retarda este proceso; nos pone en un
    estado de ansiedad y culpa. Esperar que los otros sean perfectos es
    igualmente destructivo; hace que los demás se sientan avergonzados y
    puede interferir con su desarrollo emocional.
    La gente es humana y vulnerable, y eso es maravilloso. Podemos

    equilibrio entre esperar demasiado y esperar demasiado poco de los demás y de mí mismo.

    Abril 15
    Comunicación
    Parte de adueñarnos de nuestro poder está en aprender a comunicarnos en forma clara, directa y asertiva. No tenemos que dar grandes rodeos en nuestra conversación para controlar las reacciones de los demás. Los comentarios que infunden sentimientos de culpa únicamente producen culpa. No tenemos que arreglar o cuidar a la gente con nuestras palabras; tampoco podemos esperar que otros nos cuiden con sus palabras. Podemos conformarnos con que nos escuchen y acepten. Y podemos escuchar respetuosamente lo que los demás tienen que decir. Insinuar lo que necesitamos no funciona. Los demás no pueden leernos el pensamiento y es probable que resientan nuestras indirectas. La mejor manera de asumir responsabilidad de lo que queremos es pedirlo directamente. Y también podemos insistir en que los otros sean directos. Si necesitamos decir “no” a una petición particular, podemos hacerlo. Si alguien está tratando de controlarnos a través de una conversación, podemos rehusarnos a participar. Reconocer directamente sentimientos, tales como la decepción o la ira, en vez de hacer que los otros adivinen nuestros sentimientos o que éstos afloren de otras maneras, es parte de la comunicación responsable. Si no sabemos lo que queremos decir, también podemos decirlo.
    Podemos pedir información y utilizar las palabras para establecer un contacto más cercano, pero no tenemos que escuchar insensateces, ni participar en ellas. Podemos decir lo que queremos y detenernos cuando hayamos acabado.
    Hoy me comunicaré en forma clara y directa en mis conversaciones con los demás. Me esforzaré por evitar comentarios manipuladores, indirectos, que produzcan sentimientos de culpa. Puedo tener tacto y ser suave cuando sea posible. Y puedo ser asertivo si es necesario.

    Abril 16
    Deja que sucedan las cosas
    No tenemos que trabajar tan duro por lograr conocernos a nosotros mismos. Sí, estamos aprendiendo que ocurren cosas dolorosas y decepcionantes, a menudo por una razón y por un propósito superior. Sí, estas cosas a veces suceden para nuestro bien. Pero no tenemos que gastar tanto tiempo y energía imaginando el propósito y el plan de cada detalle de nuestra vida. ¡Eso es hipervigilancia! A veces, el coche no arranca. A veces se descompone la lavadora de platos. A veces pescamos un resfriado. A veces se nos acaba el agua caliente. A veces tenemos un mal día. Aunque ayuda el lograr aceptación y gratitud por estas molestias irritantes, no tenemos que procesar todo y descubrir si todo está dentro del esquema de cosas. Soluciona el problema. Repara el coche. Arregla la lavadora de platos. Cuídate el resfriado. Espera a darte la ducha hasta que haya agua caliente. Consiéntete si estás teniendo un mal día. Cumple con tus responsabilidades ¡y no te tomes todo en forma tan personal! Si necesitamos reconocer algo dentro de nosotros mismos o hacernos conscientes de algo en particular, se nos guiará en esa dirección. Ciertamente queremos estar atentos a los patrones de conducta. Pero con frecuencia, las grandes explicaciones acerca de uno mismo y el procesamiento de cosas significativas es algo que ocurre en forma natural.

    Abril 17
    Cuidemos de nosotros mismos
    Con frecuencia nos referimos a la recuperación de la codependencia y de ser hijos adultos de alcohólicos con el término “autocuidado”. El cuidado de uno mismo no es, como algunos pudieran pensar, una moda de la “generación yo”. No es autoindulgencia. No es egoísmo, en la interpretación negativa de esa palabra.
    Estamos aprendiendo a cuidar de nosotros mismos, en vez de concentrarnos obsesivamente en otra persona. Estamos aprendiendo la autoresponsabilidad, en vez de sentirnos excesivamente responsables de los demás. Cuidarse a uno mismo significa también cumplir con nuestras verdaderas responsabilidades hacia los otros; y esto lo hacemos mejor cuando no nos sentimos demasiado responsables. Cuidarse a uno mismo a veces significa “yo primero” , pero por lo general, significa “yo también”. Significa que somos responsables de nosotros mismos y que podemos escoger ya no seguir siendo victimas. Cuidarse a uno mismo significa aprender a amar a la persona de la que somos responsables: nosotros mismos. No lo hacemos para invernar dentro de un capullo de aislamiento y autoindulgencia; lo hacemos para poder amar mejor a los demás y para aprender a dejar que ellos nos amen.
    Cuidarse a uno mismo no es egoísmo, es autoestima. Hoy, Dios mío, ayúdame a amarme a mí mismo. Ayúdame a dejar ir la sensación de que soy excesivamente responsable de los que me rodean. Enséñame qué necesito hacer para cuidarme a mí mismo y para ser adecuadamente responsable con los demás.

    Abril 18
    Libertad
    Muchos de nosotros fuimos oprimidos y victimados cuando niños. Ya de
    adultos, podemos seguir sintiéndonos oprimidos.
    Algunos de nosotros no reconocemos que cuidar excesivamente a los
    demás y no fijar límites nos hará sentirnos victimados.
    Algunos de nosotros no entendemos que pensar que somos victimas nos
    hace sentir oprimidos.
    Algunos de nosotros no sabemos que tenemos la llave de nuestra
    propia libertad. Esa llave está en honrarnos a nosotros mismos y
    cuidar de nosotros mismos.
    Podemos decir lo que queremos y querer lo que decimos.
    Podemos dejar de esperar que los demás nos den lo que necesitamos y
    asumir la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos.
    Cuando lo hagamos, se abrirán de par en par las puertas de la
    libertad.
    Pasa por ellas.
    Hoy comprenderé que yo tengo la llave de mi libertad. Dejaré de
    participar en mi opresión y mi victimización. Asumiré la
    responsabilidad que tengo para conmigo mismo y dejaré que los otros
    hagan lo que quieran.

    Abril 19
    Acepta el cambio
    Los vientos de cambios soplan en nuestra vida, a veces suavemente, a
    veces como una tormenta tropical. Sí, tenemos lugares de descanso,
    tiempo para ajustarnos a otro nivel de vida, tiempo para lograr
    nuestro equilibrio, tiempo para disfrutar las recompensas. Tenemos
    tiempo para tomar un respiro.
    Sin embargo, el cambio es inevitable y deseable.
    A veces, cuando empiezan a susurrar los vientos del cambio, no
    estamos seguros si el cambio es para mejorar. Podremos llamarlo
    estrés o un estado temporal, seguros de que volveremos a la

    Abril 20
    Tiempos limite
    No sé si quiero estar en esta relación o terminar con ella. He
    estado batallando con esto durante meses. No es adecuado que le dé
    largas indefinidamente. Me daré dos meses para tomar una decisión.
    Anónimo
    Ya hace seis meses que tengo en la cabeza este problema sin
    resolver. Estoy confundido. No sé qué hacer. Me voy a dar un mes
    para llegar a una solución.
    Anónimo
    A veces, ayuda el fijarse un tiempo límite.
    Esto puede ser cierto cuando enfrentamos problemas no resueltos,
    cuando estamos batallando con una decisión difícil, cuando hemos
    estado sentados en el banquillo un buen rato, o cuando nos hemos estado
    debatiendo en confusión durante un tiempo acerca de un asunto en
    particular.
    Eso no significa un tiempo límite esculpido en piedra. Significa que
    estamos estableciendo un espacio de tiempo para ayudarnos a no
    sentirnos tan impotentes y para ayudarnos a encontrar una solución.
    Fijar un tiempo límite puede liberar nuestra energía para hacer a un
    lado el problema o el asunto, para dejarlo ir y permitir que el
    universo, nuestro Poder Superior y nosotros mismos empecemos a
    llegar a una solución.
    No necesitamos decirle siempre a la gente que hemos fijado un tiempo
    límite. A veces, es mejor quedarse callado, pues de otra forma la
    gente puede sentir que estamos tratando de controlarla y puede
    rebelarse contra nuestro tiempo límite. A veces, es apropiado
    compartir con los demás que hemos establecido un tiempo límite.
    Los tiempos límites son, primordialmente, una herramienta que usamos
    para ayudarnos. [Los tiempos límite] necesitan ser razonables y
    apropiados para cada situación individual. Si se usan adecuadamente,
    pueden ser una herramienta benéfica para ayudarnos a superar
    problemas y situaciones difíciles sin sentirnos atrapados e
    impotentes. Nos pueden ayudar a dejar ir el miedo y la obsesión,
    para que podamos concentrar nuestras energías en direcciones más
    constructivas. Establecer un tiempo límite nos puede ayudar a
    quitarnos de ese lugar incómodo en el que nos sentimos victimados
    por una persona o por un problema que no podemos resolver. Los
    tiempos límite nos pueden ayudar a desapegarnos y seguir adelante.
    Hoy consideraré si sería útil fijar un tiempo límite en algún
    aspecto de mi vida. Reclamo la Sabiduría y la Guía Divinas para
    establecer tiempos límite adecuados para cualquier problema o
    cuestiones relacionadas con mis relaciones que pudiera tener.

    Abril 21
    Espera
    Espera. Si no es tiempo, si el cambio no está claro, si la respuesta
    o la decisión no son consistentes, espera.
    Podemos sentir una sensación de urgencia. Podemos querer resolver el
    asunto haciendo algo, lo que sea, ahora, pero esa acción no es la
    que mejor nos conviene.
    Es difícil vivir con confusión o con problemas no resueltos. Es más
    fácil resolver las cosas. Pero tomar una decisión demasiado pronto,
    hacer algo antes de tiempo, significa que tal vez tengamos que
    volver atrás y hacerlo todo de nuevo.
    Si no es tiempo, espera. Si el camino no está claro, no te
    precipites. Si la respuesta o la decisión parecen turbias, espera.
    En esta nueva forma de vivir hay una Fuerza que guía. Nunca tenemos

    vendrá. El tiempo llegará. Y será a tiempo. Hoy esperaré si la espera es la acción que necesito para poder cuidarme a mí mismo. Sabré que estoy emprendiendo una acción positiva, llena de fuerza, esperando hasta que sea tiempo. Dios mío, ayúdame a dejar ir el miedo, la urgencia y el pánico. Ayúdame a aprender el arte de esperar hasta que sea tiempo. Ayúdame a conocer el tiempo.

    Abril 22
    Lidia con el estrés
    Inevitablemente hay temporadas de estrés en nuestras vidas, no
    importa cuánto tiempo hayamos estado en recuperación.
    A veces, el estrés está afuera de nosotros o a nuestro alrededor.
    Nosotros nos sentimos equilibrados, pero nuestras circunstancias son
    estresantes. A veces, el estrés viene de adentro; nos sentimos fuera
    de equilibrio.
    Cuando el estrés es interno y externo, experimentamos nuestras
    temporadas más difíciles.
    Durante épocas de estrés, podemos fiarnos más de nuestros sistemas
    de apoyo. Nuestros amigos y grupos nos pueden ayudar a sentirnos más
    equilibrados y en paz a pesar de nuestras condiciones estresantes.
    El afirmar que los eventos que están teniendo lugar son una parte
    temporalmente incómoda de un buen plan sólido, puede ayudar.
    Podemos asegurarnos a nosotros mismos que lo vamos a superar. Que
    no nos destruiremos. Que no nos resquebrajaremos ni nos hundiremos.
    Ayuda volver a lo básico. Concentrarnos en el desapego, manejar
    nuestros sentimientos y vivir un día a la vez.
    Lo más importante en tiempos de estrés es concentrarnos en cuidar de
    nosotros mismos. Somos más capaces de lidiar con las circunstancias
    más irregulares, somos más capaces de apoyar a los demás si nos
    estamos cuidando a nosotros mismos. Podemos preguntarnos en forma
    regular: ¿Qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos? ¿Qué
    nos podría ayudar a sentirnos mejor o más cómodos?
    Cuidar de uno mismo puede no resultar tan fácil en tiempos de
    estrés. Puede ser cómodo el descuidar de uno mismo, pero el cuidado
    de uno mismo siempre funciona.
    Hoy recordaré que no hay ninguna situación que no se beneficie si me
    cuido a mí mismo.

    Abril 23
    Abrámonos al amor
    Permitirnos recibir amor es uno de lo más grandes retos que
    enfrentamos en la recuperación.
    Muchos de nosotros nos hemos bloqueado de recibir amor. Podemos
    haber vivido con gente que usaba el amor para controlarnos. Estarían
    con nosotros, pero a un alto precio para nuestra libertad. El amor
    se nos daba, o se nos retiraba, para controlarnos y tener poder
    sobre nosotros. Nosotros no nos sentíamos seguros recibiendo amor de
    estas personas. Podremos habernos acostumbrado a no recibir amor, a
    no reconocer nuestra necesidad de amor, porque vivimos con gente que
    no tenía verdadero amor para dar.
    En algún punto en la recuperación reconocemos que nosotros, también,
    queremos y necesitamos ser amados. Podemos sentir embarazosa esta
    necesidad. ¿A dónde vamos con ella? ¿Qué podemos hacer? ¿Quién nos
    puede dar amor? ¿Cómo podemos determinar de quién fiarnos y de quién
    no? ¿Cómo podemos dejar que los otros se preocupen por nosotros sin
    sentirnos atrapados, abusados, asustados e incapaces de preocuparnos
    de nosotros mismos?
    Aprenderemos. El punto de inicio es el sometimiento, a nuestro deseo

    esta ahí y que seguirá estando ahí para nosotros.
    Sométete al amor que está ahí para nosotros, al amor que la gente,
    el universo y nuestro Poder Superior nos manda.
    Sometámonos al amor sin permitir que la gente nos controle o nos impida
    cuidar de nosotros mismos. Empieza por someterte al amor a ti mismo.
    Hoy me abriré al amor que está ahí para mí. Me permitiré a mi mismo
    recibir el amor seguro, sabiendo que puedo cuidar de mí mismo con la
    gente. Estaré agradecido con toda la gente de mi pasado que me ha
    asistido en el proceso de abrirme al amor. Reclamo, acepto y doy
    gracias por el amor que me está llegando.

    Abril 24
    Las lecciones del trabajo.
    Con frecuencia, las lecciones espirituales y de recuperación que
    estamos aprendiendo en el trabajo reflejan las lecciones que estamos
    aprendiendo en otras áreas de nuestra vida.
    A menudo los sistemas que nos atraen en nuestra vida de trabajo son
    similares a los sistemas en los que nos encontramos viviendo y
    amando. Esos son los sistemas que reflejan nuestras cuestiones y que
    nos ayudan a aprender nuestras lecciones.
    ¿Estamos aprendiendo lentamente a confiar en nosotros mismos en el
    trabajo? ¿Y que tal en casa? ¿Estamos aprendiendo poco a poco a
    fijar limites y a tener autoestima, a superar el miedo y a manejar
    los sentimientos?
    Si analizamos nuestra historia de trabajo, probablemente veremos que
    es un espejo de nuestros temas, de nuestro crecimiento emocional. Lo
    más probable es que actualmente también lo sea.
    En cuanto a hoy, podemos creer que estamos justo donde necesitamos
    estar, tanto en casa como en el trabajo.
    Hoy aceptaré mis circunstancias actuales en el trabajo. Reflexionaré
    acerca de cómo lo que estoy aprendiendo en mi vida se aplica a lo
    que estoy aprendiendo en el trabajo. Si no lo sé, me someteré a la
    experiencia hasta que esto se me aclare. Dios mío, ayúdame a aceptar
    el trabajo que se me ha dado hoy. Ayúdame a estar abierto y a
    aprender lo que necesito estar aprendiendo. Ayúdame a confiar en que
    puede ser bueno y será bueno.

    Abril 25
    Encontremos nuestra propia verdad
    Cada uno de nosotros debe encontrar su propia verdad.
    No nos ayuda que aquellos que amamos encuentren su verdad. No nos la
    pueden dar. No nos ayuda que alguien que amamos sepa una verdad
    particular de nuestra vida.
    Nosotros debemos descubrir solos nuestra verdad.
    Cada uno de nosotros debe descubrir su propia luz y permanecer en
    ella.
    A menudo necesitamos batallar, fracasar y sentirnos confundidos y
    frustrados. Así es como nos abrimos paso en la batalla; así es como
    aprendemos lo que es verdad y está bien para nosotros.
    Podemos compartir información con los demás. Los otros pueden
    decirnos lo que predeciblemente puede suceder si seguimos un rumbo
    en particular. Pero esto no significará nada hasta que integremos el
    mensaje y esté se convierta en nuestra verdad, en nuestro
    descubrimiento, en nuestro conocimiento.
    No hay una manera fácil de abrirnos paso para descubrir nuestra
    verdad. Pero podemos hacerlo y lo haremos si queremos.
    Quizá queramos hacerlo más fácil. Podremos correr nerviosamente hacia
    los amigos, pidiéndoles que nos digan su verdad o que hagan más
    fácil nuestro descubrimiento. No pueden hacerlo. La luz se verterá

    mismo. Valoraré mi visión y la visión de los demás. Todos estamos en el camino, haciendo nuestros propios descubrimientos, aquellos que nos corresponde hacer hoy.

    Abril 26
    Resiste la negatividad
    Algunas personas son portadoras de negatividad. Son almacenes de ira
    acumulada y de emociones volátiles. Algunas permanecen atrapadas en
    el papel de víctimas y actúan de manera que prolongan su
    victimización. Y otras siguen presas en el ciclo de patrones
    adictivos o compulsivos.
    La energía negativa nos puede dar un buen tirón, especialmente si
    estamos luchando por mantener una energía positiva y un equilibrio.
    Podría parecer que a aquellos que exudan energía negativa les
    gustaría arrastrarnos con ellos a la oscuridad. No tenemos por qué
    ir. Sin juzgarlos, podemos decir que está bien alejarnos de ellos,
    que está bien protegernos a nosotros mismos.
    No podemos hacer cambiar a las otras personas. A los otros no les
    ayuda que perdamos el equilibrio. No conducimos a los otros a la Luz
    si nos metemos con ellos en la oscuridad.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a saber que no tengo por qué permitirme a mí
    mismo que me arrastren a la negatividad, aunque sean los seres que
    amo. Ayúdame a fijar límites. Ayúdame a saber que está bien que
    cuide de mí mismo.

    Abril 27
    Deja ir la necesidad de controlar
    Las recompensas del desapego son grandes: serenidad, una profunda
    sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor de una
    manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para
    encontrar soluciones reales a nuestros problemas.
    Ya no seas codependiente.
    Dejar ir nuestra necesidad de controlar puede liberarnos a nosotros
    y a los demás. Puede liberar a nuestro Poder Superior para que nos
    envíe lo que es mejor para nosotros.
    Si no estuviéramos tratando de controlar algo o a alguien, ¿Qué
    estaríamos haciendo de otra forma?
    ¿Qué estaríamos haciendo que no nos estamos dejando hacer ahora?
    ¿Adónde iríamos? ¿Qué diríamos?
    ¿Qué decisiones tomaríamos?
    ¿Qué pediríamos? ¿Cuáles límites fijaríamos? ¿Cuándo diríamos si o
    no?
    Si no estuviéramos tratando de controlar si le caemos bien o no a
    otra persona y su reacción hacia nosotros, ¿Qué haríamos de manera
    diferente? Si no estuviéramos tratando de controlar el curso de una
    relación, ¿Qué haríamos de otra manera? Si no estuviéramos tratando
    de controlar la conducta de otra persona, ¿Cómo pensaríamos,
    sentiríamos, hablaríamos y nos comportaríamos de manera diferente a
    como lo hacemos ahora?
    ¿Qué es lo que no nos hemos estado dejando hacer mientras
    albergábamos la esperanza de que nuestra abnegación influyera sobre
    una situación o persona en particular? ¿Hay algunas cosas que hemos
    estado haciendo y que dejaríamos de hacer?
    ¿Cómo nos trataríamos a nosotros mismos de otra manera?
    ¿Nos permitiríamos disfrutar más de la vida y sentirnos mejor ahora
    mismo? ¿Dejaríamos de sentirnos tan mal? ¿Nos trataríamos mejor a
    nosotros mismos?
    Si no estuviéramos tratando de controlar, ¿Qué haríamos en forma
    diferente? Haz una lista y luego síguela.
    Hoy me preguntaré a mí mismo qué estaría haciendo de otra manera si

    veces espiritualmente- de algunos miembros de la familia.
    Es importante que nos permitamos sentir â??y aceptar- nuestra ira
    hacia algunos familiares sin sentirnos culpables o avergonzados.
    También es importante que examinemos nuestros sentimientos de culpa
    en relación con algunos miembros de la familia, ya que con
    frecuencia la ira y la culpa están entretejidas.
    Podemos aceptar, agradecer incluso, nuestra ira por habernos
    protegido. Pero también podemos fijarnos otra meta: asumir nuestra
    libertad.
    Una vez que lo hagamos, ya no necesitamos nuestra ira. Una vez que
    lo hagamos, podremos perdonar.
    Tengamos pensamientos amorosos, tengamos pensamientos curativos
    hacia los miembros de la familia. Pero permitámonos sentir toda la
    ira que es necesario sentir.
    En algún momento esforcémonos por acabar con la ira, pero
    necesitaremos ser gentiles con nosotros mismos si empiezan a aflorar
    los sentimientos de vez en cuando.
    Dale gracias a Dios por los sentimientos. Siéntelos. Libéralos.
    Pídele a Dios que bendiga a nuestras familias y cuide de ellas.
    Pídele a Dios que nos ayude a asumir nuestra libertad y a cuidar de
    nosotros mismos.
    Dejemos que la dorada luz de la curación brille sobre todos los que
    amamos y sobre aquellos hacia quienes sentimos ira. Dejemos que la
    dorada luz de la curación brille sobre nosotros.
    Confiemos en que está teniendo lugar la curación, ahora mismo.
    Ayúdame a aceptar las potentes emociones que pueda sentir hacia
    miembros de mi familia. Ayúdame a sentir gratitud por la lección que
    ellos me están enseñando. Acepto la luz dorada de la curación que
    está brillando ahora sobre mi y sobre mi familia. Le doy gracias a
    Dios porque la curación no siempre viene en un paquete limpio y
    bonito.

    Abril 29
    Inicia relaciones
    Frecuentemente podemos aprender mucho acerca de nosotros mismos de
    la gente a quien atraemos.
    A medida que progresamos en la recuperación, aprendemos que ya no
    podemos seguir estableciendo relaciones únicamente sobre la base de
    atracción. Aprendemos a ser pacientes, a permitirnos tomar en cuenta
    hechos importantes y a procesar información acerca de esa nueva
    persona.
    Por lo que estamos esforzándonos en la recuperación es por tener una
    atracción sana con la gente. Nos permitimos ser atraídos por gente
    que ya es, no por su potencial o por lo que tenemos la esperanza de
    que sea.
    Cuanto más trabajemos los asuntos relacionados con nuestra familia de
    origen, descubriremos que vamos necesitando trabajar menos esas
    mismas cuestiones con la gente que nos atrae. Resolver nuestros
    asuntos del pasado nos ayuda a formar nuevas y más sanas relaciones.
    Entre más superamos nuestra necesidad de cuidar en exceso a los
    demás, descubriremos que nos atrae menos la gente que necesita que
    la estén cuidando constantemente.
    Entre más aprendemos a amarnos y a respetarnos, más nos veremos
    atraídos por gente que nos amará y respetará y a quien podremos amar
    y respetar, sin peligro.
    Este es un proceso lento. Necesitamos ser pacientes con nosotros
    mismos. El tipo de personas que descubrimos que nos atrae no cambia
    de la noche a la mañana. Ser atraídos por gente disfuncional es algo
    que sigue sucediendo ya bien adentrados en la recuperación. Eso no
    significa que debamos permitirnos que eso nos controle. El hecho es

    son disfuncionales.
    Podemos aprender a ver lo que nos conviene, en vez de lo que le conviene a la otra persona.
    Dios mío, ayúdame a prestar atención a mis conductas durante el proceso de iniciar relaciones. Ayúdame a asumir la responsabilidad que tengo para conmigo mismo y para aprender lo que necesito aprender. Confío en que la gente que quiero y necesito vendrá a mi vida. Entiendo que si una relación no me conviene, tengo el derecho y la capacidad para rehusarme a establecerla, aunque la otra persona piense que a ella si le convendría. Estaré abierto a las lecciones que necesito aprender acerca de mí en mis relaciones, para estar preparado para establecer las mejores relaciones posibles con la gente.

    Abril 30
    Equilibrio
    La meta es el equilibrio.
    Necesitamos equilibrio entre el trabajo y la diversión. Necesitamos equilibrio entre el dar y el recibir. Necesitamos equilibrio entre pensamientos y sentimientos. Necesitamos equilibrio entre el cuidado de nuestro aspecto físico y el cuidado de nuestro aspecto espiritual.
    En una vida equilibrada hay armonía entre la vida profesional y la vida personal. Habrá veces en que en el trabajo necesitemos escalar montañas. Otras, en que pongamos energía adicional a nuestras relaciones. Pero el panorama general necesita ser equilibrado. Al igual que una dieta nutricional equilibrada toma en cuenta nuestras necesidades nutricionales para permanecer sanos, una vida equilibrada toma en cuenta todas nuestras necesidades: nuestra necesidad de amigos, trabajo, amor, familia, diversión, tiempo en privado, tiempo para la recuperación y tiempo para la espiritualidad, tiempo con Dios. Si nos apartamos del equilibrio, nuestra voz interior nos lo dirá. Necesitamos escucharla. Hoy examinaré mi vida para ver si la balanza se ha inclinado demasiado en algún aspecto y no lo suficiente en otro. Trabajaré para lograr el equilibrio.

  4. Mayo 1
    Plegaria de la recuperación
    Esta plegaria se basa en una sección del Gran Libro de Alcohólicos
    Anónimos:
    “Gracias por haberme mantenido sobrio ayer. Por favor ayúdame a
    permanecer sobrio hoy.
    Para las próximas veinticuatro horas, oro pidiendo conocer Tu
    voluntad únicamente para mí y la fuerza para cumplirla.
    Por favor libera mí pensamiento de la obstinación, del egoísmo, de
    la deshonestidad y de las motivaciones erróneas.
    Envíame pensamientos, palabras y acciones rectos. Enséñame cuál debe
    ser mi siguiente paso. En tiempos de duda e indecisión, mándame por
    favor Tu inspiración y guía.
    Te pido que me ayudes a resolver todos mis problemas para Tu gloria
    y honra.”
    Esta plegaria es una plegaria de recuperación. Nos puede apoyar en
    cualquier situación. En los días siguientes exploraremos las ideas
    que contiene. Si rezamos esta plegaria, podemos confiar en que será
    respondida con un sí.
    Hoy confiaré en que Dios hará por mí lo que no puedo hacer yo solo.
    Yo haré mi parte, trabajando los Doce Pasos y dejando que Dios haga
    el resto.

    Mayo 2
    Confiamos en la voluntad de nuestro Poder Superior para nosotros, en que está es buena, generosa y con una dirección.
    Estamos aprendiendo, por medio del ensayo y error, a separar nuestra voluntad de la voluntad de Dios. Estamos aprendiendo que su voluntad no es perjudicial. Hemos aprendido que a veces hay una diferencia entre lo que otros quieren que hagamos y la voluntad de Dios. También estamos aprendiendo que Dios no ha tenido la intención de que fuéramos codependientes, de que fuéramos mártires, de que controláramos o de que cuidáramos excesivamente a los demás. Estamos aprendiendo a confiar en nosotros mismos.
    y la fuerza para cumplirla.
    Parte de la recuperación es aceptar la impotencia. Una parte
    importante de la recuperación es reclamar la fuerza para poder
    cuidar de nosotros mismos.
    A veces necesitamos hacer cosas que nos dan miedo o son dolorosas. A
    veces necesitamos salirnos, retractarnos o dar un paso adelante.
    Necesitamos pedir la ayuda de un Poder Superior a nosotros mismos
    para hacerlo.
    Nunca se nos pedirá que hagamos algo para lo que no se nos dé la
    fuerza para hacerlo.
    Hoy pido a una fuente de Poder energizante que me ayude. Ese Poder es Dios. Le pediré lo que necesito.

    Mayo 3
    Libérate del egoísmo
    Por favor libera mi pensamiento de la obstinación, del egoísmo, de la deshonestidad y de las motivaciones erróneas. Paráfrasis de Alcohólicos Anónimos.
    Hay una diferencia entre adueñarnos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos, como parte de la voluntad de Dios para nuestra vida, y el egoísmo. Hay una diferencia ente el cuidado de uno mismo y el egoísmo. Y nuestras conductas no están tan sujetas a la critica como los motivos subyacentes a éstas.
    Hay un sentimiento armonioso, suave, oportuno, de habernos adueñado de nuestro poder, de que estamos cuidando de nosotros mismos y de que estamos actuando con una motivación sana, nada de lo cual está presente cuando hay egoísmo y obstinación. Aprenderemos a discernirlo, pero no siempre sabremos cuál es la diferencia. A veces, nos sentiremos culpables y ansiosos sin necesidad. Tal vez nos sorprenda la forma amorosa como Dios quiera que nos tratemos a nosotros mismos. Podemos confiar en que el cuidado de uno mismo siempre es adecuado. Queremos liberarnos de la obstinación y el egoísmo, pero siempre estamos en libertad de cuidar de nosotros mismos.
    Dios mío, por favor guía hoy mis motivaciones y manténme en Tu camino. Ayúdame a amarme a mí mismo y a los demás. Ayúdame a entender que, muy a menudo, estas dos ideas guardan una conexión entre sí.

    Mayo 4
    Libérate de los trastornos compulsivos.
    Gracias por haberme mantenido sobrio ayer. Por favor ayúdame a
    permanecer sobrio hoy.
    Paráfrasis de Alcohólicos Anónimos
    Cuando empecé a recuperarme de la codependencia, estaba furiosa por
    tener que empezar otro programa de recuperación. Siete años antes
    había empezado a recuperarme de la dependencia química. No me
    parecía justo que una persona tuviera que tratar dos cuestiones
    importantes en una sola vida.

    adicciones. Podemos volvernos a un Poder Superior a nosotros mismos para que nos libere de nuestra conducta compulsiva. Eso lo sabremos ahora. Una vez que empecemos a trabajar activamente un programa de recuperación, Dios nos liberará de nuestras adicciones. Todas las mañanas pídele a Dios que te ayude a permanecer libre de tus adicciones y compulsiones. Dale gracias por haberte ayudado el día anterior.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a poner atención a todas las cuestiones de mi recuperación. Ayúdame a saber que antes que pueda trabajar en los puntos más sutiles de mi recuperación, tales como mis relaciones, debo estar libre de conductas adictivas.

    Mayo 5
    Control
    Muchos de nosotros hemos estado tratando de mantener al mundo entero
    en órbita con la aplicación cabal y potente de nuestra energía
    mental.
    ¿Qué sucede si lo dejamos ir, si dejamos de estar tratando de
    mantener el mundo en órbita y simplemente lo dejamos girar? Seguirá
    girando. Seguirá sobre su curso sin nuestra ayuda. Y nosotros nos
    sentiremos suficientemente libres y relajados para disfrutar el
    lugar que ocupamos en él.
    El control es una ilusión, especialmente el tipo de control que
    hemos estado tratando de ejercer. De hecho, el controlar le da a la
    gente, a los eventos y a las enfermedades, como el alcoholismo,
    control sobre nosotros. Cualquier cosa que tratemos de controlar
    tiene control sobre nosotros y nuestra vida.
    Yo he ejercido este control sobre muchas cosas y personas en mi
    vida. Nunca he obtenido los resultados que quería al controlar o
    tratar de controlar a la gente. Lo que recibí a cambio de mis
    esfuerzos fue una vida ingobernable, estuviera esa ingobernabilidad
    dentro de mí o en los eventos externos.
    En la recuperación hacemos un cambalache. Damos una vida que hemos
    tratado de controlar y recibimos a cambio algo mejor: una vida
    gobernable.
    Hoy cambiaré una vida de control por una que sea gobernable.

    Mayo 6
    Siéntete bien
    Hazte sentir bien.
    Nuestra primera labor es hacernos sentir mejor, y luego, hacernos
    sentir muy bien. La recuperación no es solamente detener los
    sentimientos dolorosos, sino crearnos una vida nueva.
    No tenemos por qué negarnos las actividades que nos ayuden a
    sentirnos bien. Asistir a las reuniones, asolearnos, hacer
    ejercicio, dar un paseo o pasar un rato con un amigo o amiga son
    actividades que nos ayudan a sentirnos bien. Cada uno de nosotros
    tiene su lista. Si no la tenemos, ahora somos libres de explorar, de
    experimentar y de desarrollar esa lista.
    Cuando encontremos una conducta o actividad que nos produzca un
    sentimiento agradable, pongámosla en la lista. Luego, desempeñémosla
    frecuentemente.
    Dejemos de negarnos a nosotros mismos los sentimientos agradables y
    empecemos a hacer las cosas que nos hacen sentir bien.
    Hoy desarrollaré una actividad o conducta que sé que me provocará un
    sentimiento agradable. Si no estoy seguro de qué me gusta,
    experimentaré hoy con una conducta.

    Mayo 7
    ayudado a sobrevivir, luego, decirles adiós. Demos la bienvenida a
    la paz, la confianza, la aceptación y la seguridad. Ya no
    necesitamos tener tanto miedo. Podemos escuchar nuestros miedos
    sanos y dejar ir el resto.
    Podemos crearnos una sensación de seguridad, ahora. Estamos a salvo,
    ahora. Hemos hecho el compromiso de cuidar de nosotros mismos.
    Podemos confiar en nosotros mismos y amarnos.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de tener miedo. Reemplázala
    con la necesidad de estar en paz. Ayúdame a escuchar mis miedos
    sanos y a despojarme del resto.

    Mayo 8
    Darnos lo que merecemos.
    Yo tenía un buen trabajo, ganaba un sueldo decente. Había estado en
    recuperación durante años. Cada mañana, me subía a mi coche y le
    daba gracias a Dios por el coche. La batería no funcionaba, y la
    probabilidad de que el coche no arrancara era casi tan grande como
    de que sí lo hiciera. Yo sólo sufría, y le daba gracias a Dios. Un
    día, se me ocurrió que no había absolutamente ninguna buena razón
    para que no pudiera comprarme un coche nuevo â??en ese momento- si así
    lo quería. Me la había pasado sintiendo gratitud por una privación
    innecesaria y por el martirio. Me compré un coche nuevo, ese mismo
    día.
    Anónimo.
    A menudo, nuestra reacción instintiva hacia algo que queremos o
    necesitamos es: “¡No, no me puedo dar el lujo de comprarlo!”.
    La pregunta que podemos aprender a hacernos es: “¿Pero, podría?”.
    Muchos de nosotros hemos aprendido a privarnos habitualmente de todo
    lo que quisiéramos y, a menudo, de cosas que necesitamos.
    A veces podemos usar equivocadamente el concepto de gratitud para
    mantenernos privados sin necesidad.
    Sentir gratitud por lo que tenemos es un importante concepto de
    recuperación. También lo es creer que merecemos lo mejor y hacer un
    esfuerzo por dejar de privarnos y empezar a tratarnos bien.
    No tiene nada de malo que nos compremos lo que queremos si tenemos
    dinero para ello. Aprende a confiar en ti mismo y a escucharte
    acerca de lo que deseas. No tiene nada de malo que te des un gusto,
    comprándote algo nuevo.
    Hay veces en que es bueno esperar. Otras, en que auténticamente no
    podemos permitirnos un lujo. Pero muchas más que sí podemos.
    Hoy cambiaré los principios de gratitud por lo que tengo con la
    creencia de que me merezco lo mejor. Si no hay una buena razón para
    privarme de algo, no lo haré.

    Mayo 9
    Aprende nuevas conductas
    A veces damos unos pasos para atrás. Eso también está bien. A veces
    es necesario. A veces es parte de ir hacia delante.
    Ya no seas codependiente.
    La vida es una Maestra Suave que quiere ayudarnos a aprender.
    Las lecciones que quiere enseñarnos son aquellas que necesitamos
    aprender. Algunos dicen que ésas son las lecciones que hemos
    escogido aprender antes de nacer. Otros, que son lecciones que otros
    nos escogieron.
    Es frustrante estar en medio del aprendizaje. Es como sentarse en
    clase de álgebra, escuchando al maestro explicar un tema que está
    más allá de nuestra comprensión. Nosotros no entendemos, pero el
    maestro da por sentado que sí.
    Podemos sentirnos como si alguien estuviera tratando de

    entendimiento. Lo hará.
    Ayúdame a recordar que la frustración y la confusión suelen preceder al crecimiento. Si mi situación me está desafiando, es porque estoy aprendiendo algo nuevo, porque me estoy elevando a un nivel más alto de comprensión. Ayúdame a estar agradecido, aun en mi frustración, porque la vida es una emocionante progresión de lecciones.

    Mayo 10
    Disfruta los días buenos
    Los sentimientos agradables se pueden convertir en parte habitual de
    nuestra vida.
    No hay absolutamente ninguna virtud en el sufrimiento innecesario
    que muchos de nosotros hemos sentido gran parte de nuestra vida. No
    tenemos por qué permitirle a los demás que nos hagan sentir
    desdichados, como tampoco tenemos por qué sentirnos desdichados
    nosotros mismos.
    Un buen día no tiene por qué ser “la calma antes de la tormenta”.
    Esa es una vieja forma de pensar que aprendemos en sistemas
    disfuncionales.
    En la recuperación, tener un buen día o un sentimiento agradable no
    significa que estemos en negación. No tenemos por qué destrozar
    nuestros buenos momentos buscando obsesivamente un problema o
    creándolo.
    Disfrutar de nuestros días buenos no significa que le estemos siendo
    desleales a nuestros seres amados que tienen problemas. No tenemos
    por qué hacernos sentir culpables porque los demás no están teniendo
    un día bueno. No tenemos porqué hacernos sentir desdichados para ser
    como ellos. Ellos pueden tener su día y sus sentimientos y nosotros
    podremos tener los nuestros.
    Un sentimiento agradable es para disfrutarlo. Más de lo que podamos
    imaginar, los días buenos son nuestros si así lo pedimos.
    Hoy me permitiré disfrutar de lo bueno. No tengo por qué destrozar
    mi día bueno o un sentimiento agradable; tampoco tengo por qué dejar
    que los demás lo echen a perder.

    Mayo 11
    Perfección
    Muchos de nosotros nos criticábamos sin misericordia antes de la recuperación. También podemos tener la tendencia a criticarnos después de empezar la recuperación.
    “Si realmente me estuviera recuperando, no estaría haciendo eso de nuevo…” Debería estar más adelantada de lo que estoy”. Estas son afirmaciones en las que caemos cuando estamos sintiendo vergüenza. No necesitamos tratarnos a nosotros mismos de esa manera. No hay ningún beneficio en ello.
    Recuerda, la vergüenza nos bloquea, pero el amor propio y la aceptación nos permiten crecer y cambiar. Si realmente hemos hecho algo de lo que nos sentimos culpables, podemos corregirlo con una reparación del daño y con una actitud de autoaceptación y amor. Aunque recaigamos en nuestras viejas, codependientes maneras de pensar, de sentir y de comportarnos, no necesitamos sentirnos avergonzados. Todos tenemos regresiones de vez en cuando. Así es como aprendemos a crecer. La recaída, o reciclaje, es una parte importante y necesaria de la recuperación. Y la manera de salir del reciclaje es no avergonzándonos a nosotros mismos. Eso nos hunde más hondo en la codependencia.
    El exceso de dolor viene de tratar de ser perfectos. La perfección es imposible a menos que pensemos en ella de una nueva manera: perfección es ser quienes somos y donde estamos hoy; es aceptarnos y

    Cuando empezamos a sentirnos cerca de alguien, podemos decir que esa
    persona tiene cero defectos de carácter, y luego hacerlos tan
    grandes, que es lo único que le podemos ver. Podemos retirarnos o
    empujar a la persona para crear distancia. Podemos empezar a
    criticarla, una conducta que seguramente provoca distanciamiento.
    Podemos tratar de controlar a la persona, una conducta que impide la
    intimidad.
    Podemos decirnos a nosotros mismos que no queremos o necesitamos
    otra persona, o axfisiar a la persona con nuestras necesidades.
    A veces nos derrotamos a nosotros mismos tratando de tener cercanía
    con gente que no está en condiciones para la intimidad, gente con
    adicciones activas o que no quiere tener cercanía con nosotros. A
    veces escogemos gente con particulares defectos para que cuando
    llegue el momento de la cercanía, podamos tener un pretexto para
    escapar.
    Estamos asustados y nos da miedo perdernos a nosotros mismos.
    Tememos que la cercanía signifique que no seamos capaces de
    adueñarnos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos.
    En la recuperación estamos aprendiendo que está bien que nos
    permitamos tener cercanía con la gente. Estamos escogiendo
    relacionarnos con gente sana, segura, de modo que la cercanía es una
    posibilidad. Cercanía no significa que tengamos que perdernos a
    nosotros mismos, o nuestra vida. Como dijo un hombre, estamos
    aprendiendo que podemos adueñarnos de nuestro poder con la gente,
    aunque tengamos cercanía con ella, aunque la otra persona tenga algo
    que nosotros necesitemos.
    Hoy estaré disponible para la cercanía e intimidad con la gente,
    cuando esto sea apropiado. Siempre que sea posible, me permitiré ser
    como soy, dejaré que los otros sean como son y disfrutaré del
    vínculo y de los sentimientos agradables que hay entre nosotros.

    Mayo 13
    Quién es el propietario
    Una herramienta útil en nuestra recuperación, especialmente en la
    conducta que llamamos desapego, es aprender a identificar quién es
    propietario de qué. Luego dejamos que cada persona posea la
    propiedad que legítimamente le corresponde.
    Si otra persona tiene una adicción, un problema, un sentimiento, o
    una conducta contraproducente, ésa es su propiedad, no la nuestra.
    Si alguien es un mártir, está inmerso en la negatividad, es
    controlador o manipulador, ése es asunto suyo, no nuestro.
    Si alguien ha actuado de cierta manera y ha experimentado una
    consecuencia particular, tanto la conducta como la consecuencia le
    pertenecen a esa persona.
    Si alguien está en negación o no puede pensar claramente acerca de
    un asunto en particular, esa confusión le pertenece a él o a ella.
    Si alguien tiene una capacidad limitada para amar y ser solícito, o
    está impedido para ello, ésa es su propiedad, no la nuestra. Si
    alguien no tiene aprobación o cariño para dar, eso es propiedad de
    esa persona.
    Las mentiras de la gente, sus engaños, trucos, manipulaciones,
    conductas abusivas, conductas inadecuadas y conductas tramposas, le
    pertenecen a ella también. No a nosotros.
    Las esperanzas y sueños de la gente son propiedad suya. Sus
    sentimientos de culpa le pertenecen también. Su felicidad o su
    desdicha es también suya. Y lo mismo sus creencias y mensajes.
    Si algunas personas no se gustan a sí mismas, ésa es su elección.
    Las elecciones de los demás son de su propiedad, no de la nuestra.
    Lo que la gente opta por decir y hacer es asunto suyo.
    ¿Qué es propiedad nuestra? Nuestra propiedad incluye nuestras

    Mayo 14
    Honestidad
    Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la
    naturaleza exacta de nuestros defectos.
    Paso cinco de Al â?? Anón
    Hablar abierta y honestamente con otra persona acerca de nosotros
    mismos, es una actitud que refleja autoresponsabilidad, es de
    crítica importancia para la recuperación.
    Es importante admitir ante los demás y ante nosotros mismos lo que
    hemos hecho mal. Verbalizar nuestras creencias y nuestras conductas.
    Exponer abiertamente nuestros resentimientos y miedos.
    Así es como liberamos nuestro dolor. Así es como liberamos viejas
    creencias y sentimientos. Así es como nos liberamos. Cuanto más
    claros y específicos podamos ser con nuestro Poder Superior, con
    nosotros mismos y con otra persona, más pronto experimentaremos esa
    libertad.
    El paso cinco es una parte importante del proceso de recuperación.
    Para aquellos de nosotros que hemos aprendido a guardar secretos
    acerca de nosotros mismos, éste no es sólo un paso, es un salto
    hacia la salud.
    Hoy recordaré que está bien hablar acerca de las cosas que me
    molestan. Compartiendo mis cosas es como crezco por encima de ellas.
    También recordaré que está bien ser selectivo acerca de aquellos en
    quienes confiamos. Puedo confiar en mis instintos para elegir a
    alguien que no utilice mis revelaciones en mi contra y obtener una
    retroalimentación sana.

    Mayo 15
    Corre riesgos
    Corre un riesgo. Date una oportunidad.
    Obviamente no tenemos que correr riesgos temerarios o
    contraproducentes, pero en la recuperación podemos permitirnos
    correr riesgos positivos. No podemos darnos el lujo de quedarnos
    paralizados.
    No tenemos por qué quedarnos frustrados y atrapados por miedo a
    cometer un error o a fracasar. Naturalmente, de vez en cuando
    cometeremos errores y fracasaremos. Eso es parte de estar
    completamente vivos. No hay garantías. Si estamos esperando cursos
    garantizados de acción, podemos pasar gran parte de nuestra vida
    esperando.
    No tenemos por qué avergonzarnos a nosotros mismos o aceptar que nos
    avergüence cualquier otra persona, incluso aquella que está en
    recuperación, por cometer errores. La meta de la recuperación no es
    vivir la vida perfectamente. La meta de la recuperación es vivir,
    aprender nuestras lecciones y lograr un progreso general.
    Corre un riesgo. No esperes siempre una garantía. No tenemos por qué
    escuchar el “te lo dije”. Límpiate el polvo después de un error y,
    luego, camina hacia el éxito.
    Dios mío, ayúdame a empezar a correr riesgos sanos. Ayúdame a dejar
    ir mi miedo al fracaso y ayúdame a dejar ir mi miedo al éxito.
    Ayúdame a dejar ir el miedo a vivir plenamente mi vida, y ayúdame a
    empezar a experimentar todas las partes de esta jornada.

    Mayo 16
    Amor propio
    “Me desperté en la mañana y tuve unos momentos difíciles durante un

    sucedió entonces, pero nos descubrimos copiando a aquellos que nos
    maltrataron al tratarnos mal a nosotros mismos.
    Podemos detener ese patrón. Podemos empezar a darnos el tratamiento
    amoroso, respetuoso, que merecemos.
    En vez de criticarnos, podemos decirnos que nos hemos desempeñado
    suficientemente bien.
    Podemos despertar por la mañana y decirnos que nos merecemos tener
    un día bueno.
    Podemos hacer el compromiso de cuidar bien de nosotros mismos
    durante el día.
    Podemos reconocer que somos merecedores de amor.
    Podemos hacer cosas amorosas por nosotros mismos.
    Podemos amar a otras personas y dejarlas que nos amen.
    La gente que en verdad se ama a sí misma no se centra
    destructivamente en sí misma. No abusa de los demás. No deja de
    crecer y de cambiar. La gente que se ama bien a sí misma aprende a
    amar también a los demás. Continuamente crece para convertirse en
    gente más sana, aprendiendo que colocó su amor en el lugar correcto.
    Hoy me amaré a mi mismo. Si caigo en el viejo patrón de no gustarme
    a mí mismo, encontraré una manera de salir de el.

    Mayo 17
    Límites
    A veces, la vida y la gente parecen presionar y presionar. Como
    estamos tan acostumbrados al dolor, podremos decirnos a nosotros
    mismos que no nos duele. Como estamos tan acostumbrados a que la
    gente nos controle y nos manipule, podremos decirnos que estamos
    equivocados.
    No estamos equivocados. La vida nos está presionando y lastimando
    para captar nuestra atención. A veces, el dolor y la presión apuntan
    hacia una lección. La lección puede ser que nos hemos vuelto
    demasiado controladores. O quizá se nos está empujando para que nos
    adueñemos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. La
    cuestión son los límites.
    Si alguien o algo nos está presionando hasta el límite, eso es
    exactamente lo que está sucediendo: nos han presionado hasta nuestro
    límite. Podemos estar agradecidos por esa lección que está aquí para
    ayudarnos a explorar nuestros límites y a fijarlos.
    Hoy me daré permiso para fijar los límites que quiero y que necesito
    fijar en mi vida.

    Mayo 18
    Vivamos nuestras vidas
    ¡No dejes de vivir tu vida!
    Muy a menudo, cuando se da un problema, dentro de nosotros o a
    nuestro alrededor, retrocedemos al pensar que si pusiéramos nuestra
    vida en suspenso posiblemente podríamos contribuir en forma positiva
    a la solución. Si una relación no está funcionando, si enfrentamos
    una decisión difícil, o si nos estamos sintiendo deprimidos, podemos
    poner nuestra vida en suspenso y atormentarnos con pensamientos
    obsesivos.
    Abandonar nuestra vida o nuestra rutina contribuye a agrandar el
    problema y nos impide encontrarle una solución.
    Frecuentemente, la solución llega cuando la dejamos ir lo suficiente
    para vivir nuestra vida, regresar a nuestra rutina y dejar de
    obsesionarnos por el problema.
    A veces, aunque no sintamos quererlo dejar ir o poderlo dejar ir,
    podemos actuar “como si” pudiéramos, y eso nos ayudará a dejarlo ir,
    tal como deseamos.

    recuperación.
    Muchos de nosotros fuimos educados con la creencia de que tener un
    problema era algo de lo que debíamos avergonzarnos.
    Esta creencia puede hacernos mucho daño. Puede impedirnos
    identificar nuestros problemas; nos puede hacer sentir enajenados e
    inferiores cuando los tenemos, o los tiene alguien a quien amamos.
    La vergüenza puede impedirnos solucionar un problema y encontrar el
    regalo que constituye ese problema.
    Los problemas son parte de la vida. Lo mismo las soluciones. La
    gente tiene problemas, pero nosotros, y nuestra autoestima, somos
    algo aparte de nuestros problemas.
    Todavía no conozco una persona que no tenga problemas que resolver,
    ¡pero he conocido a muchas que se sentían avergonzadas de hablar
    acerca de los problemas que ya habían resuelto!
    Nosotros somos más que nuestros problemas. Aunque nuestro problema
    sea nuestra propia conducta, el problema no es lo que somos, es lo
    que hicimos.
    Esta bien tener problemas. Está bien hablar acerca de los problemas,
    en el momento adecuado, y con gente segura.
    Está bien resolver problemas.
    Y estamos bien. Aunque tengamos problemas, o los tenga alguien a
    quien amamos. No tenemos por qué perder nuestro poder personal o
    nuestra autoestima. Hemos resuelto exactamente los problemas que
    hemos necesitado resolver para convertirnos en lo que somos.
    Hoy dejaré ir mi vergüenza acerca de los problemas.

    Mayo 20
    Tristeza
    En último término, penar por nuestras pérdidas significa someternos
    a nuestros sentimientos.
    Tantos de nosotros hemos perdido muchas cosas, hemos dicho muchas
    veces adiós, hemos tenido muchos cambios. Podremos detestar las
    mareas del cambio, no porque el cambio no sea bueno, sino porque
    hemos tenido muchos cambios, muchas pérdidas.
    A veces, cuando estamos en medio del dolor y de la pena, nos volvemos
    miopes, como los miembros de la tribu que nos muestra la película
    África mía.
    “Si los meten en la cárcel,” dijo uno de los personajes,
    describiendo a esta tribu, “se mueren”.
    “¿Por qué?”, Preguntó otro personaje.
    “Porque no pueden captar la idea de que algún día saldrán de ella.
    Piensan que es algo permanente, así que se mueren.”
    Muchos de nosotros tenemos mucho por qué penar. A veces empezamos a
    pensar que la pena, o el dolor, es un estado permanente.
    El dolor cesará. Una vez que lo sintamos y lo liberemos, nuestros
    sentimientos nos llevarán a un lugar mejor que donde estábamos
    cuando empezamos. Sentir nuestros sentimientos, en vez de negarlos o
    minimizarlos, es como nos curamos del pasado y nos movemos a un
    futuro mejor. Sintiendo nuestros sentimientos es como los dejamos ir.
    Podrá dolernos un rato, pero la paz y la aceptación están del otro
    lado. De modo que es un comienzo.
    Dios mío, ayúdame a admitir mis finales y a terminarlos para que
    pueda estar listo para nuevos comienzos.

    Mayo 21
    Satisfagamos nuestras necesidades
    Quiero cambiar de carrera… Necesito un amigo… Estoy listo para
    iniciar una relación…
    Por lo regular, nos hacemos conscientes de nuestras necesidades.

    entregaré a mi Poder Superior. A mi Poder Superior le importan a veces hasta las cosas más tontas y pequeñitas si me importan a mí. Mis deseos y necesidades no son un accidente. Dios me creó a mí y a todos mis deseos.

    Mayo 22
    Tiempo de reprogramar
    No pidas amor hasta que estés listo para estar sanado lo suficiente
    para dar amor y recibirlo.
    No pidas alegría hasta que estés listo para sentir tu dolor y
    liberarlo, para que puedas sentir alegría.
    No pidas el éxito hasta que estés listo para conquistar las
    conductas con las que lo sabotearías.
    ¿No sería bueno que pudiéramos imaginarnos que tenemos o nos hemos
    convertido â??y luego que hemos recibido de inmediato- en aquello que
    queríamos? Podemos tener y ser todo lo bueno que queramos. Todo lo
    bueno es nuestro si lo pedimos. Pero primero se debe sembrar el
    campo, hacer un trabajo de preparación.
    Un jardinero no plantaría las semillas a menos que la tierra
    estuviera adecuadamente preparada para cobijar y alimentar esas
    semillas. Plantarlas sería un esfuerzo desperdiciado. Sería para
    nosotros un esfuerzo desperdiciado tener lo que queremos antes de
    estar listos para ello.
    Primero necesitamos hacernos conscientes de nuestro deseo o
    necesidad. ¡Esto puede no ser fácil! Muchos de nosotros nos hemos
    acostumbrado a callar la voz interior de nuestros deseos y
    necesidades. A veces, la vida tiene que trabajar muy duro para
    captar nuestra atención.
    Luego dejamos ir nuestra vieja “programación”, las conductas y
    creencias que interfieren con fomentar y promover lo bueno. Muchos
    de nosotros tenemos fuertes programas de sabotaje, aprendidos desde
    la niñez, de los que necesitamos liberarnos. Podremos necesitar
    “actuar como si” durante un tiempo hasta que se vuelva realidad la
    creencia de que merecemos lo bueno.
    Combinamos este proceso con mucho dejar ir, mientras nos está
    cambiando hasta la médula.
    Hay una naturalidad en este proceso, pero puede ser intenso. Se
    lleva su tiempo.
    Las cosas buenas son nuestras si las pedimos, si estamos dispuestos
    a participar en la labor de preparar el campo. Trabaja y espera.
    Hoy, Dios mío, dame el valor para identificar el bien que quiero en
    mi vida y para pedirlo. Dame también la fe y la energía que necesito
    para llevar a cabo la labor de preparación que debo hacer primero.

    Mayo 23
    Disfrute
    La vida no es para soportarla, es para disfrutarla y abrazarla.
    La creencia de que debemos encogernos de hombros y vivir una
    existencia de escasez y privaciones para tener nuestra “recompensa
    en el Cielo” es una creencia codependiente.
    Y sin embargo, la mayoría de nosotros todavía tenemos temporadas en
    que la vida es estresante y reta a nuestra habilidad para soportarla.
    Pero en la recuperación estamos aprendiendo a vivir nuestra vida, a
    disfrutarla y a manejar las situaciones como vienen.
    Nuestras habilidades de supervivencia nos han servido bien. Nos han
    acarreado en tiempos difíciles, de niños y de adultos. Nuestra
    capacidad para congelar sentimientos, negar problemas, privarnos a
    nosotros mismos y lidiar con el estrés nos han ayudado a llegar a
    donde estamos hoy.
    Pero ahora estamos a salvo. Estamos aprendiendo a hacer algo más que

    cuando les permitimos que fluyan de acuerdo con sus propios ciclos
    naturales.
    Como las altas y bajas de la marea, así son los ciclos dentro de las
    relaciones. Tenemos periodos de cercanía y periodos de
    distanciamiento. Tenemos momentos para estar juntos y momentos para
    separarnos y trabajar en cuestiones individuales.
    Tenemos momentos de amor y alegría, y momentos de enojo.
    A veces, las dimensiones de las relaciones cambian cuando nosotros
    atravesamos por cambios. A veces, la vida nos trae nuevos amigos o a
    otro ser amado para que nos enseñe la siguiente lección.
    Eso no significa que los viejos amigos desaparezcan para siempre,
    significa que hemos entrado en un nuevo ciclo.
    No tenemos por qué controlar el curso de nuestras relaciones, sean
    éstas amistades o relaciones amorosas. No tenemos que satisfacer
    nuestra necesidad de control imponiendo a las relaciones una forma
    estática.
    Déjalas fluir. Permanece abierto a los ciclos. El amor no
    desaparecerá. El vínculo con los amigos no se romperá. Las cosas no
    permanecerán igual para siempre, especialmente cuando estamos
    creciendo y cambiando a un ritmo tan rápido.
    Confía en la corriente. Cuida de ti mismo, pero permanece dispuesto
    a dejar ir a la gente. Aferrarse a ella la hará desaparecer.
    El viejo adagio acerca del amor sigue siendo cierto: “Si está
    destinado a ser, será. Y si amas a alguien, déjalo ir. Si regresa,
    es que era tuyo”.
    Hoy acepto la naturaleza cíclica de la vida y las relaciones.
    Lucharé por ir con la corriente. Lucharé por la armonía entre mis
    propias necesidades y las necesidades de la otra persona.

    Mayo 25
    Amémonos a nosotros mismos incondicionalmente
    Ámate a ti mismo para curarte y hacerte una buena vida propia.
    Ámate a ti mismo teniendo relaciones que te funcionen a ti y a la
    otra persona. Ámate a ti mismo para tener paz, felicidad, alegría,
    éxito y contento.
    Ámate a ti mismo para darte todo lo que siempre quisiste.
    Podemos dejar de tratarnos a nosotros mismos en la forma como otros
    nos trataron, si es que se comportaron de una manera menos que sana,
    menos que deseable. Si hemos aprendido a vernos a nosotros mismos en
    forma crítica, condicional, devaluada y punitiva, es tiempo de
    parar. Otras personas nos trataron de esa manera, pero es aún peor
    tratarnos así ahora a nosotros mismos.
    Amarnos a nosotros mismos nos puede parecer extraño, incluso tonto a
    veces. La gente puede acusarnos de estar siendo egoístas. No tenemos
    por qué creerles.
    La gente que se ama a sí misma es realmente capaz de amar a los
    demás y de dejar que los otros amen. La gente que se ama a sí misma
    y que se tiene en alta estima es la que da más, la que contribuye
    más, la que más ama.
    ¿Cómo nos amamos a nosotros mismos? Forzándonos a hacerlo, al
    principio. Fingiéndolo si es necesario. Actuando “como sí”.
    Trabajando tan duro por amarnos y gustarnos como hemos trabajado por
    no gustarnos. Explora lo que significa amarte a ti mismo.
    Haz cosas por ti mismo que reflejen un amor propio compasivo,
    cariñoso.
    Ama todo lo tuyo, pasado, presente y futuro. Perdónate tan pronto y
    tan frecuentemente como sea necesario. Date ánimos. Halágate tú
    mismo.
    Si pensamos y creemos ideas negativas, saquémoslas a la luz pronta y

    de todo ello, nos amamos a nosotros mismos. Trabajamos en ello y luego trabajamos más en ello. Un día nos despertaremos, nos veremos en el espejo y descubriremos que amarnos a nosotros mismos se ha hecho algo habitual. Ahora estamos viviendo con una persona que da y recibe amor, porque esa persona se ama a sí misma. El amor propio tomará las riendas y se convertirá en una fuerza directriz en nuestra vida.
    Hoy trabajaré en amarme a mí mismo. Trabajaré tan duro por amarme a mí mismo como he trabajado para no gustarme. Ayúdame a dejar ir el odio de mí mismo y las conductas que reflejan que no me gusto a mí mismo. Ayúdame a remplazarlas con conductas que reflejan amor propio. Hoy, Dios mío, ayúdame a tenerme en alta estima. Ayúdame a saber que soy digno de ser amado y capaz de dar y recibir amor.

    Mayo 26
    Los chismes
    La intimidad es el cálido don de sentirnos conectados a otros y de
    disfrutar nuestra conexión con ellos.
    A medida que crecemos dentro de la recuperación, encontramos ese don
    en muchos lugares, a veces sorprendentes. Podemos descubrir que
    hemos desarrollado relaciones de intimidad con gente en el trabajo,
    con amigos, con gente de nuestros grupos de apoyo, a veces con
    miembros de la familia. Muchos de nosotros estamos descubriendo la
    intimidad en una relación amorosa especial.
    La intimidad no es sexo, aunque el sexo puede ser íntimo. La
    intimidad significa tener una relación mutuamente honesta, cálida,
    solícita, segura â??una relación donde la otra persona puede ser como
    es y nosotros podemos ser como somos- y ambas personas se valoran.
    A veces hay conflictos. El conflicto es inevitable. A veces hay
    sentimientos molestos que superar. A veces cambian los límites o
    parámetros de una relación. Pero hay un vínculo de amor y confianza.
    Hay muchos obstáculos para la intimidad y para las relaciones de
    intimidad. Las adicciones y el abuso bloquean la intimidad. Los
    asuntos de la familia de origen no resueltos impiden la intimidad.
    El control inhibe la intimidad. Las relaciones desequilibradas,
    donde hay una discrepancia de poder demasiado grande, previenen la
    intimidad. El fastidiar, aislarse y quedarse callado puede
    perjudicar la intimidad. Lo mismo ocurre con una conducta tan simple
    como el chisme, por ejemplo, chismear acerca de otro para
    menospreciarlo y así sentirnos superiores o para juzgar a esa
    persona. Discutir los asuntos de otra persona, sus defectos o sus
    fallas con alguien más tendrá un predecible impacto negativo sobre
    la relación.
    Nos merecemos disfrutar de la intimidad en la mayoría de nuestras
    relaciones, siempre que esto sea posible. Nos merecemos relaciones
    que no hayan sido saboteadas.
    Eso no significa que debamos caminar con la cabeza en las nubes;
    significa que debemos luchar porque nuestra motivación sea pura
    cuando hablamos acerca de otras personas.
    Si tenemos un asunto serio con alguien, la mejor manera de
    resolverlo es hablar de ese asunto con esa persona.
    Una conversación directa, limpia, despeja la atmósfera y pavimenta
    el camino hacia la intimidad, hacia los sentimientos agradables
    acerca de nosotros mismos y de nuestras relaciones con los demás.
    Hoy, Dios mío ayúdame a dejar ir mi miedo a la intimidad. Ayúdame a
    luchar para mantener limpia mi comunicación con los demás y libre de
    chismes maliciosos. Ayúdame a trabajar hacia la intimidad en mis
    relaciones. Ayúdame a lidiar con mis sentimientos tan directamente
    como sea posible.

    Esa sensación de estar atrapado es una ilusión. No nos controlan las
    circunstancias, nuestro pasado, las expectativas de los demás o las
    enfermizas expectativas que tenemos de nosotros mismos. Podemos
    elegir lo que nos conviene, sin sentimientos de culpa. Tenemos
    opciones.
    La recuperación no es comportarse perfectamente o de acuerdo con las
    reglas de otro. Más que nada, la recuperación es saber que tenemos
    alternativas y darnos a nosotros mismos la liberad de escoger.
    Hoy abriré mi pensamiento y me abriré yo mismo a las alternativas de
    que dispongo. Tomaré las alternativas que me convengan.

    Mayo 28
    Deja ir las dudas acerca de ti mismo.
    Una mujer casada que recientemente se unió a Al – Anon me llamó una
    tarde. Trabajaba medio tiempo como enfermera, había asumido todas
    las responsabilidades de la crianza de sus dos hijos y hacía todos
    los quehaceres domésticos, incluyendo reparaciones y finanzas.
    “Quiero separarme de mi marido”, sollozó.” Ya no lo soporto más a él
    ni a su abuso. Pero dime, por favor dime”, me dijo, ¿crees que puedo
    cuidarme sola?”.
    Ya no seas codependiente.
    No solo esta bien que cuidemos de nosotros mismos, sino que
    podemos cuidarnos muy bien.
    Muchos de nosotros confiamos en nuestra capacidad para cuidar de
    los demás, pero dudamos de nuestra fuerza inherente para cuidar de
    nosotros mismos. Hemos llegado a creer, a partir de nuestras
    circunstancias pasadas o presentes, que necesitamos cuidar a los
    demás y necesitamos que los demás nos cuiden. Esa es la más acabada
    creencia codependiente.
    No importa dónde nació esta creencia autoderrotista, podemos
    liberarnos de ella y remplazarla por otra mejor, otra más sana, más
    adecuada.
    Podemos cuidar de nosotros mismos, estemos dentro de una relación o
    no. Se nos proveerá de todo lo que necesitemos. Tendremos seres
    queridos, amigos y a nuestro Poder Superior para ayudarnos.
    Saber que podemos cuidarnos solos no significa que a veces no
    tengamos sentimientos de miedo, incomodidad, duda, ira y fragilidad.
    Significa que debemos practicar la “valiente vulnerabilidad”, como
    la llamo Colette Dowling en El complejo de Cenicienta. Podremos
    sentirnos asustados, pero lo hacemos de todas maneras.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a saber que me puedo cuidar solo.

    Mayo 29
    Impotencia e ingobernabilidad
    La fuerza de voluntad no es la clave para lograr el modo de vida que
    estamos buscando. El sometimiento lo es.
    “He pasado gran parte de mi vida tratando que la gente sea, haga o
    sienta algo que no es, que no quiere y que escoge no sentir. En ese
    proceso la he vuelto loca y me he vuelto loca yo misma”, dijo una
    mujer en recuperación.
    “Me pasé la niñez tratando de hacer que un padre alcohólico que no
    se amaba a sí mismo fuera una persona normal que me amara. Luego me
    casé con un alcohólico y me pasé una década tratando de hacerlo
    dejar de beber.”
    “Me he pasado años tratando de hacer presente para mí a gente que no
    está disponible emocionalmente.”
    ” Me he pasado mas años aún tratando de hacer felices a miembros de la
    familia, que están contentos sintiéndose desdichados. Lo que estoy
    diciendo es esto: me he pasado gran parte de mi vida tratando

    vivir nuestra propia vida, más tendremos una vida por vivir y más gobernable se volverá nuestra vida.
    Hoy admitiré la impotencia donde no tengo poder para cambiar las cosas, y le permitiré a mi vida volverse gobernable

    Mayo 30
    Compromiso
    Al caminar por la vida, hay muchas cosas y personas que podemos
    perder, o perdernos, si no estamos dispuestos a comprometernos.
    Necesitamos hacer un compromiso para que las relaciones crezcan más
    allá de la etapa de las primeras citas, para tener la casa o el
    apartamento que queremos, el empleo que queremos o el coche que
    deseamos.
    Debemos comprometernos, a niveles profundos, con nuestras carreras
    â??con nuestras metas- con la familia, los amigos, la recuperación.
    Probar algo no nos capacitará para tener éxito en ello. El
    compromiso sí.
    Y sin embargo, nunca necesitamos comprometernos hasta que no estemos
    listos para hacerlo.
    A veces, nuestro miedo al compromiso nos está diciendo algo. Quizá
    no queramos comprometernos con una relación, una compra o una
    carrera en particular. Otras, es porque nuestros miedos están
    aflorando. Espera, entonces. Espera hasta que el asunto esté claro.
    Confía en ti mismo. Pídele a tu Poder Superior que te quite el miedo
    al compromiso. Pídele a Dios que retire los bloques que tienes para
    el compromiso. Pídele a Dios Su guía.
    Pregúntate si estás dispuesto a perder aquello con lo que no te
    quieres comprometer. Luego, escucha en silencio. Y espera que la
    decisión parezca firmemente cómoda y correcta.
    Necesitamos ser capaces de comprometernos, pero no necesitamos
    comprometernos nunca hasta que estemos listos.
    Confía en que te comprometerás cuando quieras hacerlo.
    Dios mío, guíame al hacer compromisos. Dame el valor de cumplir
    aquellos que me convienen, la sabiduría para no comprometerme con lo
    que no me parezca bien y la paciencia para esperar hasta que lo sepa.

    Mayo 31
    ¿Qué tal si?
    Un día estaba hablando con una amiga acerca de algo que había planeado hacer. De hecho, me estaba preocupando de cómo reaccionaría una persona en particular hacia lo que yo tenía intención de hacer. “¿Qué tal si no lo sabe manejar muy bien?, le pregunté. “Entonces”, me dijo mi amiga, “serás tú la que tendrás que manejarlo bien.” Los “qué tal si” nos pueden volver locos. Ponen el control sobre nuestra vida en las manos de otro. Los “qué tal si” son una señal de que hemos regresado a pensar que la gente tiene que reaccionar de una manera particular para que nosotros podamos seguir nuestro curso.
    Los “qué tal si” son también una clave de que podemos estar pensando si podemos confiar en nosotros mismos y en nuestro Poder Superior para hacer lo que mejor nos conviene. Estos son retazos de maneras codependientes de pensar, de sentir y de comportarse, y son señales de miedo.
    Las reacciones, sentimientos, gustos o desagrados de otros no tienen por qué controlar nuestras conductas, sentimientos y dirección. No necesitamos controlar la forma como los otros reaccionan ante lo que hemos elegido. Podemos confiar en que nosotros , con la ayuda de un Poder Superior, manejaremos cualquier resultado, aun el más incómodo. Y, amigo mío, podemos confiar en que lo manejaremos bien. Hoy no me preocuparé de las reacciones de los demás o de los eventos

  5. Junio 1
    Ser directos ahorra tiempo y energía. Nos aparta del papel de
    víctimas. Nos exime del martirio y de los juegos. Nos ayuda a
    adueñarnos de nuestro poder. Crea relaciones de respeto.
    Se siente uno seguro al tratar con gente directa, honesta. Sé una de
    ellas.
    Hoy me adueñaré de mi poder para ser directo. No tengo por qué ser
    pasivo, ni necesito ser agresivo. Me sentiré cómodo con mi propia
    verdad, para que los que me rodean se sientan cómodos conmigo.

    Junio 2
    Adueñémonos de nuestro poder
    No tenemos por qué darle tanto poder a los demás y tan poco a
    nosotros mismos. No tenemos por qué darle tanto crédito a los demás
    y tan poco a nosotros mismos. En la recuperación de la codependencia
    aprendemos que hay una gran diferencia entre la humildad y el
    menospreciarnos a nosotros mismos.
    Cuando los otros actúan en forma irresponsable e intentan culparnos
    a nosotros de sus problemas, ya no nos sentimos culpables. Los
    dejamos que se enfrenten a sus propias consecuencias.
    Cuando los demás dicen tonterías, no nos cuestionamos nuestra propia
    manera de pensar.
    Cuando otros tratan de manipularnos o explotarnos, sabemos que está
    bien sentir ira y desconfianza y decirle no al plan.
    Cuando los otros nos dicen que queremos algo que en realidad no
    queremos, o cuando alguien nos dicen que no queremos algo que sí
    queremos realmente, confiamos en nosotros mismos. Cuando los otros
    nos dicen cosas que no creemos, sabemos que está bien confiar en
    nuestros instintos.
    Siempre podemos cambiar de opiniones después.
    No tenemos por qué renunciar a nuestro poder personal por nadie:
    extraños, amigos, cónyuges,, hijos, figuras de autoridad o aquellos
    para quienes nosotros somos la autoridad. La gente puede tener cosas
    que enseñarnos. Pueden tener más información que nosotros y parecer
    más confiados o poderosos que lo que nosotros nos sentimos. Pero
    somos iguales. Ellos no tienen nuestra magia. Nuestra magia, nuestra
    luz, está en nosotros. Y es una luz tan brillante como la suya.
    No somos ciudadanos de segunda clase. Al ser dueños de nuestro
    poder, no tenemos por qué volvernos agresivos o controladores. No
    tenemos por qué menospreciar a los demás. Pero tampoco tenemos por
    qué menospreciarnos a nosotros mismos.
    Hoy seré dueño de mi poder con la gente. Me dejaré saber lo que sé,
    sentir lo que siento, creer en lo que creo y ver lo que veo. Estaré
    abierto a cambiar y a aprender de los demás y de la experiencia,
    pero también confiaré en mí mismo y me validaré. Me basaré en mi
    propia verdad.

    Junio 3
    Caridad
    Necesitamos tener límites sanos en lo que se refiere a recibir
    dinero, y a dar dinero.
    Algunos de nosotros damos dinero por razones inadecuadas.
    Quizá nos sintamos avergonzados porque tenemos dinero y no creemos
    merecerlo. Podemos pertenecer a una organización que usa la
    vergüenza como una forma de control para obligarnos a soltar nuestro
    dinero que la organización quiere.
    Podemos quedarnos atrapados en darles dinero a nuestros hijos,
    familiares o amigos por sentimientos de culpa justificados o
    injustificados. Permitimos que nos chantajeen económicamente, a
    veces la que amamos.

    No tenemos por qué sentir vergüenza de tener el dinero que hemos ganado; nos merecemos el dinero que se nos ha pagado, cualquiera que sea la cantidad, sin sentirnos obligados a regalarlo todo, o culpables porque otros quieren lo que nosotros tenemos. La caridad es una bendición. Darla es parte de vivir sanamente. Podemos aprender a desarrollar límites sanos en cuanto a dar dinero. Hoy me esforzaré por empezar a desarrollar límites sanos en relación con dar dinero. Comprendo que el dar es una elección mía.

    Junio 4
    Confiemos en Dios
    Una pareja de casados, amigos míos, decidieron hacer algunos cambios
    en su modo de vida. Siempre habían vivido en la ciudad y ahora
    decidieron que querían vivir en el campo, en un lago.
    Encontraron una casa pequeña al borde del lago. No era la casa de
    sus sueños, pero cuando vendieran su casa en la ciudad, podrían
    reformarla. Habían ahorrado algo de dinero, de modo que se mudaron a
    la casa del lago antes de vender su casa en la ciudad.
    Pasó un año y la casa en la ciudad no se vendió. Mis amigos
    atravesaron por muchos cambios durante ese tiempo. Tuvieron momentos
    de paciencia y de impaciencia. Algunos días confiaban en Dios;
    otros, no podían descubrir por qué Dios los estaba haciendo esperar
    tanto, por qué Dios nos los dejaba adelantar con su plan. Las
    puertas sencillamente no se abrían de par en par.
    Un día, un vecino vino a visitar a mis amigos. Su casa en el lago
    era la casa de los sueños de mis amigos, todo lo que ellos querían,
    y más. La primera vez que mis amigos vieron esa casa, la admiraron,
    deseando tener una igualita, pero luego se olvidaron de esa idea.
    Nunca la creyeron posible.
    La razón por la cual el vecino vino a visitar a mis amigos era
    porque él y su esposa habían decidido mudarse. Les ofreció a mis
    amigos la primera opción para la compra de su casa.
    Mis amigos aceptaron su oferta y firmaron un contrato de
    compraventa. En los dos meses siguientes vendieron su casa en la
    ciudad y su pequeña casa del lago. Poco después, compraron la casa
    de sus sueños.
    A veces experimentamos épocas de frustración en nuestra vida.
    Creemos que estamos sobre la pista, confiando en Dios y en nosotros
    mismos, y sin embargo, las cosas no funcionan. Tenemos arranques y
    paradas en falso. La puerta rehúsa abrirse de par en par.
    Podremos pensar que Dios nos ha abandonado o no le importamos. Quizá
    no comprendamos a dónde vamos, o cuál es nuestro rumbo.
    Y luego, un día vemos: la razón por la que no obteníamos lo que
    queríamos es porque Dios había planeado algo mucho mejor para
    nosotros.
    Hoy practicaré la paciencia. Le pediré a mi Poder Superior que me
    mande lo mejor y confiaré en que así será.

    Junio 5
    Combatamos la vergüenza
    La vergüenza puede refrenarnos, oprimirnos y mantenernos mirándonos
    los pies.
    Más allá de la codependencia.
    Cuidado con la vergüenza.
    Muchos sistemas y mucha gente destilan vergüenza. Son controlados
    por la vergüenza y pueden querer que nosotros les hagamos el juego.
    Pueden tener la esperanza de engancharnos y controlarnos por medio
    de la vergüenza.
    No tenemos por qué caer en su vergüenza. En vez de ello, tomaremos

    Aprende a reconocerla y a evitarla como a una plaga. Hoy rehusaré deliberadamente quedar atrapado en la vergüenza que va flotando por el mundo. Si no puedo resistirla, la sentiré, la aceptaré y luego la desecharé tan pronto como sea posible. Dios mío, ayúdame a saber que esta bien que me ame a mí mismo y ayúdame a rehusar someterme a la vergüenza. Si me salgo de mi curso, ayúdame a aprender a cambiar la vergüenza por sentimientos de culpa, a corregir la conducta y a seguir adelante con mi vida en un estado inmediato de amor propio.

    Junio 6
    El don de la disposición
    Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de
    todos estos defectos de carácter.
    Paso Seis de Al-Anon
    Progresamos hasta el Paso Seis trabajando diligentemente, al máximo
    de nuestra capacidad, en los primeros cinco Pasos. Este trabajo nos
    dispone para un cambio de corazón, para estar abiertos a dejarnos
    cambiar por un Poder que es superior a nosotros mismos: Dios.
    El sendero hacia esta buena disposición puede ser largo y duro.
    Muchos de nosotros tenemos que batallar con una conducta o
    sentimiento antes de estar listos para dejarlo ir. Necesitamos ver,
    una y otra vez, que la herramienta que alguna vez nos protegió ya no
    es útil.
    Los defectos de carácter a que se refiere el Paso Seis son viejas
    conductas de supervivencia que alguna vez nos ayudaron a lidiar con
    la gente, con la vida y con nosotros mismos. Pero que ahora se están
    atravesando en nuestro camino y ya es tiempo de estar dispuestos a
    apartarlas.
    Confía en este tiempo. Confía en que se te está preparando para
    dejar ir lo que ya no es útil. Confía en que un cambio de corazón se
    está operando en ti.
    Dios mío, ayúdame a estar listo para dejar ir mis defectos de
    carácter. Ayúdame a saber en mi mente y en mi corazón, que estoy
    listo para dejar ir mis conductas autoderrotistas, los bloques y
    barreras en mi vida.

    Junio 7
    En órbita
    No importa que ellos se estén haciendo daño a ellos mismos. No
    importa que nosotros podríamos ayudarlos si tan solo nos escucharan
    y cooperaran con nosotros. NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA,
    NO IMPORTA.
    Ya no seas codependiente
    Creo que puedo hacerlo cambiar. Nadie lo ha amado y lo ha apreciado
    realmente ántes. Yo seré quien lo haga, y entonces él cambiará….
    Ella nunca ha estado antes con nadie en quien se pueda confiar. Yo
    demostré lo digno de confianza que soy, y entonces ella será capaz
    de amar… nadie antes ha sido capaz de llegar hasta ella, de
    conquistarla. Yo seré quien lo haga…. Nadie le ha dado realmente a
    él una oportunidad… Nadie antes ha creído realmente en él…
    Estas son señales de advertencia. Luces rojas. Banderas rojas. De
    hecho, si estuviéramos teniendo estos pensamientos, necesitarían ser
    señales de alto.
    Si nos hemos enganchado en creer que de alguna manera nosotros
    seremos aquél que marque la diferencia en la vida de alguien, si
    estamos tratando de probar lo buenos que podemos ser para alguien,
    podemos estar en un lío.
    Esto es un juego. Un engaño. No funcionará. Nos volverá locos.

    qué jugar. No tenemos que probar que nosotros somos la persona. Si
    salimos a enseñarle a la gente que somos lo mejor que alguna vez le
    ha sucedido, puede ser tiempo de que veamos si ellos son lo mejor
    que alguna vez nos ha ocurrido.
    No hemos sido asignados como ángel guardián, ni como madrina o
    padrino, o “el que lo hará”.
    La ayuda, el apoyo y el aliento que verdaderamente benefician a los
    demás y a nosotros mismos surge de una manera natural. Déjalos
    surgir.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de satisfacer retos
    disfuncionales en mis relaciones.

    Junio 8
    Diversión
    Diviértete, con la vida, con el día
    La vida no es una penosa faena; ésa es una creencia antigua. Déjala
    ir. Estamos en una aventura, en un viaje. Llegarán a ocurrir
    eventos que ahora no podemos desentrañar.
    Reemplaza la pesadez y el hastío del espíritu con la alegría. Rodéate
    de gente y de cosas que te aligeren el espíritu.
    Vuélvete sensible a la ligereza de espíritu.
    El viaje puede ser una aventura emocionante. Permítete
    disfrutarlo.
    Hoy me divertiré con la vida, con mi recuperación, con la gente y
    con mi día.

    Junio 9
    Pánico
    Pocas situaciones â??no importan cuán grandemente parezcan exigirlo â??
    pueden mejorarse si nosotros nos asustamos.
    Ya no seas codependiente.
    ¡Que no te entre el pánico!
    Si un nadador fuera cruzando un gran lago y de repente se
    concentrara demasiado en la distancia que le quedara por nadar,
    podría empezar a forcejear y a hundirse, no porque no supiera nadar,
    sino por haberse visto abrumado por el pánico.
    El pánico, no la tarea, es el enemigo.
    Muchos de nosotros tenemos momentos en que nos sentimos atascados y
    abrumados. Tenemos momentos en que sentimos que no es posible que
    terminemos todo lo que tenemos que hacer.
    Podremos estar enfrentando una tarea en el trabajo, una mejora en
    nosotros mismos o un cambio en nuestra vida familiar.
    Por un momento, es útil ver hacia adelante y tener una visión del
    proyecto. Es normal, cuando vemos hacia adelante lo que se necesita
    hacer, que tengamos momentos de pánico. Siente el miedo y luego
    déjalo ir. Aparta los ojos del futuro y de la enormidad de la tarea.
    Si hemos tenido una visión de la meta, está será nuestra. No tenemos
    que hacerlo todo hoy o de una sola vez.
    Concéntrate en el día de hoy. Concéntrate en la creencia de que todo
    está bien. Lo único que necesitamos hacer para alcanzar nuestra meta
    es concentrarnos en lo que se nos presenta en forma natural, de una
    manera ordenada, hoy. Se nos dará la fuerza para lograr, en paz, lo
    que necesitemos para llegar mañana a donde queramos estar.
    El pánico detendrá este proceso. La confianza y una acción guiada lo
    fortalecerán. Respira profundamente. Ponte en paz. Confía. Actúa
    conforme a tu guía, hoy.
    Podemos volver al camino haciendo ondear el agua hasta que
    recobremos la compostura. Una vez que nos sintamos en paz, podremos
    empezar a nadar otra vez, con confianza. Mantén simple la

    nuestras verdaderas responsabilidades con los demás.
    A veces, cuando empezamos la recuperación, estamos hartos de
    sentirnos responsables de tanta gente. Aprender que únicamente
    tenemos que ser responsables de nosotros mismos puede ser un alivio
    tan grande que, durante un tiempo, desconocemos nuestras
    responsabilidades hacia los demás.
    La meta en la recuperación es encontrar el equilibrio: nos hacemos
    responsables de nosotros mismos e identificamos nuestras verdaderas
    responsabilidades hacia los demás.
    Esto puede implicar una clasificación, especialmente si hemos
    funcionado durante años de acuerdo con nociones distorsionadas
    acerca de nuestras responsabilidades hacia los demás. Podemos ser
    responsables de una persona como amigo o como empleado; de otra
    persona, como patrón o como cónyuge. Con cada persona tenemos
    ciertas responsabilidades. Cuando atendamos a esas responsabilidades
    reales, encontraremos equilibrio en nuestra vida.
    También estamos aprendiendo que aunque los demás no son responsables
    de nosotros, en cierta manera tienen responsabilidades con nosotros.
    Podemos aprender a discernir nuestras verdaderas responsabilidades
    hacia nosotros mismos y hacia los demás. Podemos permitirles a los
    demás que sean responsables de ellos mismos y esperar que sean
    adecuadamente responsables hacia nosotros. Necesitaremos ser amables
    con nosotros mismos mientras aprendemos.
    Hoy me esforzare en pensar claramente acerca de mis responsabilidades
    reales hacia los demás. Asumiré esas responsabilidades como parte del cuidar
    de mí mismo.

    Junio 11
    Vayamos hacia delante
    Por mucho que nos gustara, no podríamos traer a todo el mundo con nosotros en este viaje llamado recuperación. No estamos siendo desleales al permitirnos seguir adelante. No tenemos por qué esperar a que los que amamos decidan cambiar también. A veces necesitamos darnos a nosotros mismos permiso para crecer, aunque la gente que amemos no esté lista para cambiar. Podemos necesitar incluso dejar atrás a la gente en su disfunción o en su sufrimiento porque no podemos recuperarnos por ella. No necesitamos sufrir con ella. No sirve de nada.
    No nos sirve de nada quedarnos atascados porque alguien que amamos está atascado. El potencial para ayudar a los demás es mucho mayor cuando nos desapegamos, trabajamos en nosotros mismos y dejamos de tratar de forzar a los demás a que cambien junto con nosotros. Cambiar nosotros mismos, permitirnos crecer mientras otros buscan su propio camino, es como tenemos el impacto más benéfico sobre la gente que amamos. Nosotros somos responsables de nosotros mismos. Ellos son responsables de ellos. Los dejamos ir y nos dejamos crecer a nosotros.
    Hoy afirmaré que es mi derecho crecer y cambiar, aunque alguien a quien ame pueda no estar creciendo y cambiando junto conmigo

    Junio 12
    Espontaneidad y diversión
    Practica ser espontáneo. Practica divertirte. La alegría de la recuperación es que finalmente llegamos a experimentar. Llegamos a aprender conductas nuevas y no tenemos que hacerlas perfectamente. Ã?nicamente necesitamos encontrar una forma que nos funcione. Incluso nos divertimos experimentando, aprendiendo y haciendo lo que nos gusta.

    veces. Practica divertirte hasta que lo divertido se vuelva
    diversión.
    Hoy haré algo sólo para divertirme. Practicaré el divertirme hasta
    que realmente lo disfrute.

    Junio 13
    No te aferres a viejas relaciones
    En este camino queremos viajar sin equipaje. Eso facilita el viaje.
    Algo del equipaje que podemos dejar ir es de los sentimientos
    persistentes y de los asuntos inconclusos con relaciones del pasado:
    ira, resentimientos, sentimientos de victimización, de dolor o de
    nostalgia.
    Si no hemos dado fin a una relación, si no podemos alejarnos de ella
    en paz, aún no hemos aprendido nuestra lección.
    Eso puede significar que tendremos que pasar por otra ronda con esa
    lección antes de que estemos listos para proseguir.
    Quizá querramos hacer un Cuarto Paso (un inventario escrito de
    nuestras relaciones) y un Quinto Paso (una admisión de nuestros
    errores). ¿Con qué sentimientos dejamos una relación en particular?
    ¿Seguimos acarreando esos sentimientos? ¿Queremos tener el peso y el
    impacto de ese equipaje sobre nuestra conducta hoy?
    ¿Seguimos sintiéndonos víctimas, rechazados o amargados por algo que
    ocurrió hace dos, cinco, diez o incluso hace veinte años?
    Puede ser tiempo ya de dejarlo ir. Puede ser tiempo de que nos
    abramos a la verdadera lección de esa experiencia. Puede ser tiempo
    de poner a descansar nuestras relaciones del pasado, para estar
    libres de proseguir a experiencias nuevas, más recompensantes.
    Podemos elegir vivir en el pasado o terminar con nuestros viejos
    asuntos y abrirnos a la belleza del hoy.
    Deja ir tu equipaje de relaciones del pasado.
    Hoy me abriré al proceso purificador y curativo que dará fin al ayer
    y me abrirá a lo mejor que el hoy, y el mañana, tienen para ofrecerme
    en mis relaciones.

    Junio 14
    Deja ir el momento preciso
    Criatura, cuando llegue el momento preciso. Cuando llegue el momento
    preciso. ¿Cuán frecuentemente hemos escuchado esas palabras, de
    un amigo, de un padrino, de nuestro Poder Superior?
    Queremos tanto las cosas, ese empleo, ese cheque, una relación, una
    propiedad. Queremos que nuestra vida cambie.
    De modo que esperamos, a veces pacientemente, a veces ansiosamente,
    preguntándonos todo el tiempo: ¿Cuándo me traerá el futuro lo que
    anhelo? ¿Estaré feliz entonces?
    Tratamos de predecir, encerrando en un círculo las fechas en el
    calendario , haciendo preguntas. Nos olvidamos de que no tenemos las
    respuestas. Las respuestas vienen de Dios. Si escuchamos
    atentamente, las oiremos. Cuando llegue el momento preciso,
    criatura. Cuando llegue el momento preciso. Sé feliz ahora.
    Hoy me relajaré. Estoy siendo preparado. Puedo dejar ir el momento
    preciso. Puedo dejar de manipular los resultados. Las cosas buenas
    ocurren en forma natural cuando llega el momento preciso y sucederán
    en forma natural.

    Junio 15
    Competencia entre mártires
    “Si, ya sé que tu esposo es un alcohólico, pero mi hijo es alcohólico y eso es distinto ¡Es peor! ¡Mi dolor es más grande que el tuyo!

    Si nos sorprendemos tratando de probarle a alguien cuánto hemos sufrido si tratamos de detener el dolor de otra persona, quizá queramos detenernos a pensar y averiguar qué está pasando. ¿Necesitamos reconocer cuánto hemos sufrido o estamos sufriendo? No hay un premio ni una recompensa en particular para el sufrimiento, como nosotros nos engañamos en creer en el colmo de nuestra codependencia. La recompensa es aprender a parar el dolor y a movernos a la alegría, a la paz y a la plenitud.
    Ese es el regalo de la recuperación y está igualmente disponible para todos nosotros, aunque nuestro dolor haya sido más grande, o menor, que el de alguien más.
    Dios mío, ayúdame a mostrarme agradecido por todas mis lecciones, incluso por aquellas que me causaron más dolor y sufrimiento. Ayúdame a aprender lo que necesito aprender. Para que pueda detener el dolor en mi vida. Ayúdame a concentrarme en la meta de la recuperación, en vez de en el dolor que me motivó hacia ella.

    Junio 16
    Sintámonos bien
    Tener límites no complica la vida; los límites la simplifican.
    Más allá de la codependencia.
    Hay un aspecto positivo en el establecimiento de límites. Aprendemos
    a escucharnos a nosotros mismos y a identificar lo que nos lastima y
    lo que no nos gusta. Pero también aprendemos a identificar lo que
    sentimos placentero.
    Cuando estemos dispuestos a correr algunos riesgos y a empezar a
    hacerlo activamente, mejoraremos la calidad de nuestra vida.
    ¿Qué nos gusta? ¿Qué nos hace sentir bien? ¿Qué cosas nos dan
    placer? ¿Qué compañía disfrutamos? ¿Qué nos ayuda a sentirnos bien
    en la mañana? ¿Qué es un verdadero gusto en nuestra vida? ¿Cuáles
    son las pequeñas actividades cotidianas que nos hacen sentir
    cuidados y apapachados?
    ¿Qué es lo que le interesa a nuestro yo emocional, espiritual,
    mental y físico? ¿Qué es lo que verdaderamente nos hace sentir
    bien?.
    Nos hemos privado durante mucho tiempo. Ya no hay necesidad de
    seguir haciéndolo, ya no hay necesidad. Si te hace sentir bien, y
    las consecuencias son de amor a ti mismo y de autorrealización,
    ¡hazlo!
    Hoy haré por mí mismo las pequeñas cosas que hacen la vida más
    placentera. No me negaré los gustos sanos.

    Junio 17
    Sometimiento
    Aprende las lecciones de tus circunstancias actuales.
    No tenemos que ir hacia delante resistiendo lo que es indeseable en
    nuestra vida hoy. Adelantamos, crecemos, cambiamos a través de la
    aceptación.
    La evitación no es la clave; es el sometimiento lo que abre las
    puertas.
    Escucha esta verdad: todos estamos en nuestras circunstancias
    actuales por una razón. Hay una lección, una valiosa lección, que
    debemos aprender antes de poder seguir adelante.
    Algo importante está obrando en nosotros y en los que nos rodean.
    Quizá no lo identifiquemos hoy, pero podemos saber que es
    importante. Podemos saber que es bueno.
    Vence no por la fuerza, sino por el sometimiento. La batalla se
    libra, y se gana, en nuestro interior. Debemos librarla hasta que
    aprendamos, hasta que aceptemos, hasta que sintamos gratitud, hasta

    la curación y el cambio.
    A muchos de nosotros nos da miedo compartir nuestras imperfecciones
    porque eso nos hace vulnerables. Algunos de nosotros hemos tratado
    de ser vulnerables en el pasado, y la gente trató de controlarnos,
    de manipularnos, o de explotarnos, o nos hizo sentir avergonzados.
    Algunos de los que estamos en recuperación nos hemos hecho daño
    siendo vulnerables. Podemos hacer compartido muchas cosas con gente
    que no respetó nuestra confianza. O podemos habérselas dicho a la
    gente equivocada en un momento inadecuado, y la asustamos y se
    alejó.
    Aprendemos de nuestros errores, y a pesar de nuestros errores,
    sigue siendo bueno que nos permitamos ser
    vulnerables y honestos. Podemos aprender a elegir gente segura con
    quien podamos compartir. Podemos aprender a compartir adecuadamente,
    para no asustar o alejar a la gente. También podemos aprender a
    dejar que los demás sean vulnerables con nosotros.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a aprender a ser adecuadamente vulnerable. No
    dejaré que los demás me exploten o me avergüencen por ser
    vulnerable, y yo no me explotaré a mí mismo.

    Junio 19
    Hagamos la vida mas fácil
    La vida no tiene por qué ser dura.
    Sí, hay veces que necesitemos soportar, batallar y confiar en
    nuestras habilidades para la supervivencia. Pero no tenemos por qué
    hacer la vida, el crecimiento, la recuperación, el cambio o nuestros
    asuntos cotidianos tan duros todo el tiempo.
    Hacer que la vida sea tan dura es un remanente de nuestro martirio,
    un sobrante de las viejas maneras de pensar, de sentir y de creer.
    Somos valiosos, aunque la vida ya no sea tan dura. Nuestro valor y
    nuestra valía no se determinan por lo duro que batallemos.
    Si la estamos haciendo tan dura, podemos estar haciéndola más dura
    de lo que necesita ser, dijo una mujer.
    Aprende a dejar que las cosas ocurran fácil y naturalmente. Aprende
    a dejar que los eventos, y tu participación en ellos, caigan en su
    sitio. Puede ser fácil ahora. Más fácil de lo que ha sido. Podemos
    ir con la marea, quitarnos el mundo de los hombros y dejar que
    nuestro Poder Superior nos facilite el camino hacia donde
    necesitemos estar.
    Hoy dejaré de batallar tan duro. Dejaré mi creencia de que la vida y
    la recuperación tienen que ser duras. La remplazaré con la creencia
    de que puedo andar este viaje tranquilo y en paz. Y a veces, de
    hecho, puede ser divertida.

    Junio 20
    Mártires en las relaciones
    Muchos de nosotros hemos estado tan torpes y hemos menospreciado tan completamente nuestros sentimientos que hemos perdido el contacto con nuestras necesidades en las relaciones. Podemos aprender a distinguir cuáles son las compañías que disfrutamos, estemos hablando de amigos, de conocidos de negocios, de citas amorosas o de cónyuges. Todos necesitamos interactuar con gente que preferiríamos evitar, pero no tenemos por qué obligarnos a tener relaciones largas o de intimidad con estas personas. Somos libres de escoger amigos, la gente con quien salimos, cónyuges. Somos libres de elegir cuánto tiempo pasamos con esa gente con la que no siempre podemos escoger estar, como los familiares. Esta es nuestra vida. Esta es. Podemos decidir cómo queremos gastar nuestros días y nuestras horas. No estamos esclavizados. No estamos

    Déjate sentir también los sentimientos agradables.
    Sí, a veces los sentimientos agradables pueden ser tan perturbadores
    como los dolorosos, como los más difíciles. Sí, los sentimientos
    agradables pueden producir ansiedad en aquellos que no están
    acostumbrados a ellos. Pero prosigue y siente los sentimientos
    agradables de todas maneras.
    Siente la alegría y acéptala. El amor. La calidez. La emoción. El
    placer. La satisfacción. El júbilo. La ternura. El consuelo.
    Permítete sentir la victoria, el deleite.
    Permítete sentir cuidado.
    Permítete sentir respetado, importante y especial.
    Estos son sólo sentimientos, pero se sienten agradablemente. Están llenos
    de energía positiva, que te eleva, y que merecemos sentir cuando nos
    llegan.
    No tenemos por qué reprimirnos. No tenemos por qué convencernos de
    no sentirnos bien, ni por un momento.
    Si los sentimos, por el momento son nuestros. Aduéñate de ellos. Si
    son buenos, disfrútalos.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a estar abierto a la alegría y los
    sentimientos agradables que tengo.

    Junio 22
    Historiales laborales
    Al igual que tenemos historiales de relaciones, la mayoría de nosotros tenemos historiales laborales.
    Al igual que tenemos una circunstancia actual que aceptar y con la cual lidiar en nuestra vida de relaciones, tenemos una circunstancia actual que aceptar y con la cual lidiar en nuestra vida de trabajo. Al igual que desarrollamos una actitud sana hacia nuestra historia de relaciones â?? que nos ayudará a aprender y a seguir adelante-podemos desarrollar una actitud sana hacia nuestra historia laboral. En mi vida he tenido muchos empleos, desde que tenía once años. Al igual que he aprendido muchas cosas acerca de mí misma a través de mis relaciones, he aprendido muchas lecciones a través de mi trabajo. A menudo, estas lecciones corren paralelas a las lecciones que estoy aprendiendo en otras áreas de mi vida. He trabajado en empleos que odiaba, pero de los cuales dependía temporalmente. Me he quedado atorada en empleos porque me daba miedo lanzarme yo sola y encontrar mi siguiente serie de circunstancias. He estado en algunos empleos para desarrollar habilidades. A veces, no supe que estaba desarrollado esas habilidades hasta más tarde, cuando se convirtieron en una parte importante de la carrera que elegí.
    He trabajado en empleos donde me he sentido victimada, donde sentía que daba y daba sin recibir nada a cambio. He estado en relaciones donde fabricaba sentimientos similares.
    He trabajado en algunos empleos que me han enseñado lo que no quería en absoluto; y en otros que han despertado en mí la idea de lo que realmente quería y me merecía en mi carrera. Algunos de mis empleos me han ayudado a fortalecer el carácter; otros, a desarrollar habilidades sutiles. Todos han sido un lugar dónde practicar conductas de recuperación.
    Al igual que tuve que lidiar con mis sentimientos y con los mensajes acerca de mí misma en mis relaciones, he tenido que lidiar con mis sentimientos y con los mensajes acerca de mí misma, y de lo que creía que me merecía en mi trabajo.
    Así como he tenido que limpiar los despojos de sentimientos acerca de relaciones del pasado, he necesitado concluir mis asuntos en lo relativo a mis trabajos y a mi carrera. En mi vida he atravesado por dos cambios importantes de carrera.

    cómo me beneficiaría de ello.
    Hay veces en que he sentido pánico en el trabajo y acerca de dónde
    me encontraba en mi historia laboral. El pánico nunca me ayudó. Lo
    que me ayudó fue confiar y trabajar mi programa.
    Hubo veces en que miraba a mi alrededor y me preguntaba por qué
    estaba donde estaba. Hubo veces en que la gente pensó que yo debía
    estar en otro sitio diferente. Pero cuando veía en mi interior y
    veía a Dios, yo sabía que estaba en el lugar correcto, por el
    momento.
    Hubo veces en que no fui promovida como quería. Hubo veces en que me
    negué a ser promovida porque no lo sentía correcto.
    Hubo veces en que tuve que renunciar a un empleo y alejarme para ser
    fiel a mí misma. A veces, eso era atemorizante. A veces, me sentía
    un fracaso. Pero aprendí esto: si estaba trabajando mi programa y me
    era fiel a mí misma, nunca tendría que temer hacia dónde se me
    estaba guiando.
    Ha habido veces en que no podía sobrevivir con la escasa cantidad de
    dinero que estaba recibiendo. En vez de llevar ese asunto ante
    un jefe o patrón en particular y echarle la culpa, he tenido que aprender
    a llevar ese asunto ante mí misma y ante mi Poder Superior. He
    aprendido que yo soy la responsable de fijar mis límites y de
    establecer lo que creo que merezco. También he aprendido que es
    Dios, y no un patrón en particular, la fuente de mi guía.
    He aprendido que no estoy atorada o atrapada en un trabajo al igual
    que no lo estoy en una relación. Tengo alternativas. Tal vez no
    pueda verlas claramente ahora, pero tengo alternativas. He aprendido
    que si realmente quiero cuidar de mí misma de una forma en
    particular en un empelo, lo haré. Y si realmente quiero ser
    victimada en un empleo, también permitiré que eso ocurra.
    Yo soy responsable de lo que elijo, y tengo alternativas. Por encima
    de todo lo demás, he aprendido a aceptar mis circunstancias actuales
    en el trabajo y a confiar en ellas. Eso no significa doblegarse; no
    significa renunciar a nuestros límites. Significa confiar, aceptar y
    luego cuidarme a mí misma lo mejor que pueda en cualquier día dado.
    Dios mío, ayúdame a llevar mis conductas de recuperación a los
    asuntos relacionados con mi carrera.

    Junio 23
    Deja ir las viejas creencias
    Esfuérzate más. Hazlo mejor. Sé perfecto.
    Estos mensajes son jugarretas que la gente nos ha hecho. No importa
    cuán duramente nos esforcemos, pensamos que tenemos que hacerlo
    mejor. La perfección siempre nos elude y nos mantiene descontentos
    con lo bueno que hemos hecho.
    Los mensajes de perfeccionismo son jugarretas porque nunca podemos
    lograr su meta. No podemos sentirnos bien con nosotros mismos o con
    lo que hemos hecho mientras estos mensajes nos estén manejando.
    Nunca seremos suficientemente buenos hasta que cambiemos los
    mensajes y nos digamos a nosotros mismos que somos suficientemente
    buenos ahora.
    Podemos empezar aprobándonos y aceptándonos a nosotros mismos. Somos
    suficientemente buenos como somos. Nuestro mejor ayer fue
    suficientemente bueno; nuestro mejor hoy es bastante bueno también.
    Podemos ser quienes somos, y hacer las cosas como las hacemos, hoy.
    Esa es la esencia de evitar la perfección.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir los mensajes que me llevan a la
    locura.
    Me daré permiso de ser como soy y dejaré que eso sea suficientemente
    bueno.

    tratar de controlarlo.
    Una noche vi las cosas claramente. Me di cuenta que mis intentos
    por controlarlo nunca resolverían el problema. También vi que mi
    vida era ingobernable. No podría obligarlo a hacer nada que él no
    quisiera. Su alcoholismo me estaba controlando, aunque yo no bebía.
    Lo dejé en libertad para que hiciera lo que quisiera. La verdad es
    que de todas maneras él hacía lo que quería. Las cosas cambiaron la
    noche en que me desapegué. El lo percibió, y yo también. Cuando lo
    deje en libertad, me liberé yo misma para vivir mi propia vida.
    Desde entonces he tenido que practicar muchas veces el principio
    del desapego. He tenido que desapegarme de gente enferma y de gente
    sana. Nunca me ha fallado. El desapego funciona”.
    El desapego es un regalo. Se nos dará cuando estemos listos para
    ello. Cuando dejemos a la otra persona en libertad, nos liberamos
    nosotros.
    Hoy, cuando sea posible, me desapegaré con amor.

    Junio 25
    Apartarse
    A veces, para protegernos, nos cerramos a una persona con la cual
    tenemos una relación. Nuestro cuerpo podrá estar presente, pero
    nosotros no lo estamos. No estamos en disposición de participar en
    la relación.
    Nos cerramos.
    A veces es apropiado y saludable cerrarse en una relación. Podemos
    legítimamente necesitar estar un tiempo solos.
    A veces es autoderrotista cerrarnos en una relación.
    Dejar de ser vulnerable, honesto y de estar presente para otra
    persona puede poner fin a la relación. La otra persona no puede
    hacer nada en la relación si nosotros nos salimos de ella. Cerrarnos
    nos hace inaccesibles en esa relación.
    Es común pasar por periodos temporales en que nos cerramos dentro de
    una relación. Pero es enfermizo hacer de esto una practica
    corriente. Puede ser una de nuestras artimañas para sabotear
    nuestras relaciones.
    Antes de cerrarnos, necesitamos preguntarnos lo que estamos tratando
    de lograr al cerrarnos. ¿Necesitamos tiempo para hacer un trato?
    ¿Para curarnos? ¿Para crecer? ¿Para analizar las cosas? ¿Necesitamos
    salirnos un tiempo de esta relación? ¿O estamos regresando a
    nuestras viejas costumbres, escondiéndonos, echando a correr o
    terminando una relación porque nos da miedo no poder cuidar de
    nosotros mismos de ninguna otra manera?
    ¿Necesitamos cerrarnos porque la otra persona en realidad no es
    segura, es manipuladora, miente, o está actuando adictiva o
    abusivamente? ¿Nos estamos cerrando porque la otra persona se ha
    cerrado y ya no queremos estar disponibles para ella?
    Cerrarnos, encerrarnos en nosotros mismos y retirar nuestra
    presencia emocional de una relación es una herramienta poderosa.
    Necesitamos usarla cuidadosamente y responsablemente. Para lograr
    intimidad y cercanía en una relación, necesitamos estar
    emocionalmente presentes. Necesitamos estar disponibles.
    Dios mío, ayúdame a estar emocionalmente presente en las relaciones
    que he elegido tener.

    Junio 26
    Sobrevivamos a los atorones
    Un atorón puede durar varios días. Nos sentimos perezosos, faltos de concentración y a veces abrumados por sentimientos que no logramos clasificar. Podemos no entender qué nos está pasando. Hasta nuestros

    Estamos en un atorón. No durará para siempre. Estos periodos son normales, necesarios incluso. Estos son los días que debemos superar. Son días para concentrarse en conductas de recuperación, aunque las recompensas ocurran o no en forma inmediata. Estos, a veces, son días para dejarnos ser como somos y amarnos a nosotros mismos tanto como podamos.
    No tenemos por qué sentirnos avergonzados, no importa cuánto tiempo hayamos estado en recuperación. No tenemos por qué esperar de una manera poco razonable “más ” de nosotros mismos. Ni siquiera tenemos que esperar de nosotros mismos que vivamos la vida a la perfección. Atraviesa el atorón. Este terminará. A veces, un atorón puede durar varios días y luego, en el curso de una hora, ver que salimos de él y nos sentimos mejor. A veces puede durar un poco más. Practica una conducta de recuperación en un área pequeña y empieza a subir cuesta arriba. Pronto, el atorón desaparecerá. Nunca podemos juzgar dónde estaremos mañana por el sitio donde nos encontramos hoy.
    Hoy me concentraré en practicar una conducta de recuperación en uno de mis asuntos, confiando en que esta práctica me hará seguir adelante. Recordaré que la aceptación, la gratitud y el desapego son un buen lugar para empezar.

    Junio 27
    Logra la armonía
    Cuando un pianista aprende una nueva pieza musical, no se sienta e instantáneamente la toca a la perfección. A menudo, un pianista debe practicar la labor de cada mano por separado para aprenderse el ritmo, para aprender el sonido. Con una mano practica una parte hasta que la toca con ritmo y facilidad. Luego, el músico practica con la otra mano, tocando las notas, una por una, hasta que se aprende la tarea de esa mano. Cuando cada una de las manos ha aprendido su parte â??el sonido, el sentimiento, el ritmo, los tonos-entonces pueden tocar juntas ambas manos.
    Durante el tiempo de práctica, la música puede no sonar bien. Puede sonar desconectada, no particularmente bella. Pero cuando ambas manos están listas para tocar juntas, se crea la música, se forma una pieza en armonía y belleza.
    Cuando empezamos la recuperación puede parecernos que nos pasamos meses, años incluso, practicando conductas individuales, aparentemente desconectadas, en partes separadas de nuestra vida. Llevamos nuestras nuevas habilidades a nuestro trabajo, a nuestra carrera, y empezamos a aplicarlas lentamente, haciendo más sanas nuestras relaciones de trabajo. Llevamos nuestras destrezas a nuestras relaciones, a veces a una relación a la vez. Batallamos con nuestras nuevas conductas en nuestras relaciones amorosas. Tocando una parte a la vez, practicamos nuestra nueva música nota por nota.
    Trabajamos en nuestra relación con nuestro Poder Superior, en nuestra espiritualidad. Trabajamos en amarnos a nosotros mismos. Trabajamos en creer que nos merecemos lo mejor. Trabajamos sobre nuestras finanzas. En nuestras aficiones. A veces en nuestra apariencia. A veces en nuestra casa.
    Trabajamos sobre los sentimientos. Sobre las creencias. Sobre las conductas. Dejamos ir lo viejo, adquiriendo lo nuevo. Trabajamos y trabajamos y trabajamos. Practicamos. Batallamos. Vamos de un extremo al otro, y a veces regresamos y volvemos a empezar. Hacemos un pequeño progreso, tenemos un retroceso y luego seguimos adelante otra vez.
    Todo puede parecer estar desconectado. Puede no sonar como una armoniosa, bella pieza de música, solo notas aisladas. Luego un día,

    resolverlo de un modo en particular. Cuando ese modo no funciona,
    podemos seguir tratando de resolver el problema de esa misma manera.
    Podemos frustrarnos, esforzarnos más, frustrarnos más y luego
    ejercer más energía e influencia para forzar la misma solución que
    ya hemos probado y que no funciona.
    Ese método nos vuelve locos. Tiende a dejarnos atorados y atrapados.
    De eso está hecha la ingobernabilidad.
    Podemos quedar atrapados en este mismo patrón difícil en las
    relaciones, en las tareas, en cualquier área de nuestra vida.
    Iniciamos algo, no funciona, no fluye, nos sentimos fatal, luego
    probamos más duro con el mismo método, aunque no esté funcionando ni
    fluyendo.
    A veces es apropiado no ceder y esforzarnos más duramente. A veces
    resulta más apropiado dejarlo ir, desapegarse y dejar de estar
    esforzándonos tanto.
    Si no funciona, si no fluye, tal vez la vida nos está tratando de
    decir algo. La vida es una maestra amable. No siempre nos manda
    señales de neón para guiarnos. A veces, las señales son más sutiles.
    ¡Algo que no está funcionando puede ser una señal!
    Déjalo ir. Si nos hemos llegado a frustrar a causa de repetidos
    esfuerzos que no están produciendo los resultados deseados, podemos
    estar tratando de forzarnos a tomar el camino equivocado. A veces
    resulta apropiado una solución diferente. A veces se abre un camino
    distinto. Con frecuencia, la respuesta surgirá más claramente en la
    quietud del dejar ir que en la urgencia, la frustración y la
    desesperación de estar esforzándose más duro.
    Aprende a reconocer cuando algo no está funcionando o no está
    fluyendo. Da un paso atrás y espera una guía clara.
    Hoy no me volveré loco probando repetidas soluciones que han
    probado no tener éxito. Si algo no está funcionando, daré un paso
    atrás y esperaré la guía.

    Junio 29
    La voluntad de Dios.
    La voluntad de Dios se da a pesar de nosotros, no a causa de
    nosotros.
    Podemos tratar de averiguar lo que Dios tiene en mente para
    nosotros, buscando, hurgando, hipervigilantes para investigar la
    voluntad de Dios como si fuera un tesoro enterrado, escondido más
    allá de nuestro alcance. Si lo encontramos, ganamos el premio. Pero
    si no tenemos cuidado, lo perdemos.
    No es así como funciona.
    Podemos creer que tenemos que caminar sobre cascarones, diciendo,
    pensando y sintiendo lo correcto, al tiempo que de alguna manera nos
    obligamos a estar en el lugar correcto en el momento correcto para
    descubrir la voluntad de Dios. Pero eso no es cierto. La voluntad de
    Dios para nosotros no está escondida como un tesoro enterrado. No
    tenemos que controlarla ni que forzarla. No tenemos que caminar
    sobre cascarones para que se dé.
    Está justo dentro de nosotros y alrededor nuestro. Está ocurriendo
    ahora mismo. A veces es callada y sin novedades, e incluye las
    disciplinas cotidianas de la responsabilidad y del aprender a cuidar
    de nosotros mismos. A veces nos está curando cuando estamos
    envueltos en circunstancias que disparan viejas penas y asuntos
    inconclusos.
    A veces es grandiosa.
    Nosotros desempeñamos una parte. Tenemos responsabilidades,
    incluyendo la de cuidar de nosotros mismos. Pero no tenemos que
    controlar la voluntad de Dios para nosotros. Se nos está cuidando.
    Estamos protegidos. Y el Poder que cuida de nosotros y nos protege
    nos ama muchísimo.
    Si es un día callado, confía en la quietud. Si es un día de acción,

    trasplantando unas plantas por tercera vez. Habiendo crecido a
    partir de una semilla en un bote pequeño, las plantas habían sido
    transferidas a un bote grande; y luego trasplantadas al jardín.
    Ahora, como me estaba mudando de casa, las estábamos trasplantando
    otra vez.
    Siendo inexperta como jardinera, me volví a mi experimentadísima
    madre. “¿No les hace daño?”, le pregunté mientras las
    desenterrábamos y les sacudíamos la tierra de las raíces. “¿ No les
    hará daño a estas plantas que se les desenraíce y se les transplante
    tantas veces?”
    “Ay, no” respondió mi madre. “Trasplantarlas no les hace daño. De
    hecho, es bueno para las que sobreviven. Así es como se les
    fortalecen las raíces. Sus raíces crecerán en lo profundo, y las
    plantas se pondrán fuertes.”
    A menudo me he sentido como esas pequeñas plantas: desarraigada y
    boca arriba. A veces he soportado el cambio con buena disposición, a
    veces con renuencia, pero por lo general mi reacción ha sido una
    combinación de ambas.
    ¿No será duro esto para mí?, pregunto ¿No sería mejor que las
    cosas permanecieran igual? Ahí es cuando me acuerdo de las palabras
    de mi madre: así es como las raíces crecen en lo profundo y se
    fortalecen.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a recordar que durante los tiempos de
    transición están siendo fortalecidos mi yo y mi fe.

  6. Julio 1
    Permítete recibir algo
    He aquí un ejercicio:
    Hoy, deja que alguien te dé. Deja que alguien haga algo bueno por
    ti. Deja que alguien te haga un cumplido o te diga algo bueno acerca
    de ti mismo. Deja que alguien te ayude.
    Luego, quédate ahí parado y acéptalo. Siéntelo. Sabe que vales la
    pena y eres merecedor. No te disculpes. No digas: “No debes
    tenerlo”. No te sientas culpable, atemorizado, avergonzado y con
    pánico. No trates de dar inmediatamente algo a cambio.
    Simplemente di, “gracias”
    Hoy me permitiré recibir algo de otra persona y me permitiré
    sentirme a gusto con ello.

    Julio 2
    ¿Quién sabe más?
    Los otros no saben lo que más nos conviene.
    Nosotros no sabemos lo que les conviene más a los demás.
    Nuestra labor consiste en determinar lo que más nos conviene a
    nosotros mismos.
    “Yo sé lo que tú necesitas”… “Yo sé lo que tú debes hacer”.
    “Escucha, en esto es en lo que creo que tú deberías estar trabajando
    ahora”.
    Estas afirmaciones son audaces, creencias que nos alejan de la forma
    en que operamos en el plano espiritual de la vida. A cada uno de
    nosotros se nos ha dado la habilidad de discernir y de detectar su
    propio sendero, sobre una base cotidiana. Esto no siempre es fácil.
    Quizá tengamos que luchar para llegar a ese lugar quieto, calmado.
    Dar consejos, tomar decisiones por los demás, hacer un mapa de su
    estrategia, no es labor nuestra. Tampoco es labor suya dirigirnos.
    Aunque tengamos un contrato claro con alguien para que nos ayude.
    â??como en la relación con un padrino- no podemos confiar en que los
    demás siempre saben lo que más nos conviene. Tenemos la
    responsabilidad de pedir guía y dirección. Pero es responsabilidad

    Julio 3
    Seamos directos
    Gran parte de nuestra comunicación puede reflejar nuestra necesidad
    de controlar. Decimos lo que pensamos que los demás quieren oír.
    Tratamos de evitar que los demás se enojen, sientan miedo, se alejen
    o les caigamos mal. Pero nuestra necesidad de control nos atrapa
    haciéndonos sentir víctimas y mártires.
    La libertad está apenas a unas cuantas palabras. Esas palabras son
    nuestras verdades. Podemos decir lo que necesitamos decir. Podemos
    hablar claramente en forma suave, pero asertiva.
    Deja ir tu necesidad de controlar. No necesitamos juzgar, tener poco
    tacto, culpar ni ser crueles al decir nuestras verdades. Tampoco
    necesitamos ocultar nuestra luz. Deja ir tu necesidad de controlar y
    sé como eres libremente.
    Hoy seré honesto conmigo mismo y con los demás, sabiendo que si no
    lo soy, mi verdad aflorará de alguna otra manera.

    Julio 4
    Festeja
    Date tiempo para festejar.
    Festeja tus éxitos, tu crecimiento, tus logros. Festéjate a ti y
    festeja cómo eres.
    Durante demasiado tiempo has sido demasiado duro contigo mismo. Los
    otros han derramado su energía negativa â??sus actitudes, creencias,
    su dolor â?? en ti. ¡Tú no tenías nada que ver con ello! Todo ese
    tiempo has sido un regalo para ti mismo y para el universo.
    Tú eres una criatura de Dios hermosa, un deleite, una alegría. No
    tienes que esforzarte más duro, ser mejor, ser perfecto o ser
    cualquier cosa que no seas. Tu belleza está en tu interior, tal como
    eres a cada momento.
    Festeja eso.
    Cuando tengas un éxito, cuando logres algo, disfrútalo. Haz una
    pausa, reflexiona, alégrate. Durante demasiado tiempo has escuchado
    amonestaciones de que no te sientas bien con lo que has hecho, so
    pena de viajar por el camino descendente a la arrogancia.
    La celebración es una forma superior de alabanza, de gratitud hacia
    el Creador por la belleza de la creación de Dios. Disfrutar y
    celebrar lo bueno no significa que esto te será quitado. Celebrar es
    deleitarse en el regalo, es mostrar gratitud.
    ¡Festeja tus relaciones! Festeja las lecciones del pasado y el amor
    y la calidez que tienes hoy. Disfruta la belleza de los demás y su
    relación contigo.
    Festeja todo lo que tienes en tu vida. Festeja todo lo que es bueno.
    ¡Festéjate tu!
    Hoy, le daré rienda suelta al júbilo de festejar.

    Julio 5
    Sentimiento de culpa del sobreviviente
    Empezamos la recuperación. Empezamos a cuidar de nosotros mismos. Nuestro programa de recuperación empieza a funcionar en nuestra vida y empezamos a sentirnos bien con nosotros mismos. Y luego nos golpea la culpa.
    Cada vez que empezamos a experimentar la plenitud y la alegría de vivir, podemos sentirnos culpables por aquellos que hemos dejado atrás, aquellos que no están en recuperación, aquellos que aún sufren. Este sentimiento de culpa del sobreviviente es un síntoma de codependencia.

    una vida más plena. Tal vez nunca sepamos la respuesta. Algunos
    podrán entrar a su debido tiempo, pero su recuperación no es asunto
    nuestro. La única recuperación que podemos reclamar realmente es la
    nuestra.
    Podemos dejar ir a los demás con amor, y amarnos a nosotros mismos
    sin sentimientos de culpa.
    Hoy estoy dispuesto a superar mi tristeza y mis sentimientos de
    culpa. Me permitiré estar sano y feliz, auque alguien a quien ame no
    haya elegido el mismo camino.

    Julio 6
    Paso Siete
    Con humildad le pedimos a Dios que nos liberase de nuestros
    defectos.
    Paso Siete de Al-anón
    En los pasos Seis y Siete del programa nos disponemos a dejar ir
    nuestros defectos de carácter: asuntos, conductas, viejos
    sentimientos, penas no resultas y creencias que nos están bloqueando
    la alegría que nos pertenece. Luego, le pedimos a Dios que nos
    libere de ellos.
    ¿No es sencillo? No tenemos que retorcernos para hacernos cambiar.
    No tenemos que forzar el cambio. Por una sola vez, no tenemos que
    “hacerlo nosotros mismos”. Lo único que tenemos que hacer es luchar
    por una actitud de disposición y de humildad. Lo único que tenemos
    que hacer es pedirle a Dios lo que queremos y necesitamos, y luego
    confiar en que hará por nosotros lo que nosotros no podemos hacer y
    no tenemos que hacer por nosotros mismos.
    No tenemos que esperar con el aliento entrecortado cómo y cuándo
    cambiaremos. Este no es un programa de hágalo usted mismo. Este
    milagroso y eficaz programa ha logrado la recuperación y el
    cambio en millones de personas, nosotros también hemos cambiado al
    trabajar los Pasos.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a someterme a la recuperación y al proceso
    por medio del cual seré cambiado. Ayúdame a concentrarme en el Paso
    que necesito. Ayúdame a hacer mi parte, a relajarme, y a permitir
    que ocurra el resto.

    Julio 7
    Saca todo
    Permítete tener una buena sesión de quejas.
    Woman, sex, and addiction
    (La mujer, el sexo y la adicción)
    Dra. Charlotte Davis Kasl
    Sácalo. Prosigue. Sácalo todo. Una vez que iniciamos la
    recuperación, podemos sentir que no está bien quejarnos y
    lamentarnos. Podemos decirnos a nosotros mismos que si realmente
    estuviéramos trabajando un buen programa, no tendríamos necesidad de
    quejarnos.
    ¿Qué significa eso? ¿Qué no tengamos sentimientos? ¿Qué no nos
    sintamos abrumados? ¿Qué no necesitamos echar fuera el vapor o
    trabajar en partes de la vida que no son tan agradables, no son tan
    perfectas o no son tan bonitas?
    Podemos permitirnos dejar salir nuestros sentimientos, correr
    riesgos y ser vulnerables con los demás. No tenemos que guardar la
    compostura todo el tiempo. Eso suena más a codependencia que a
    recuperación.
    Sacarlo todo no significa que necesitemos ser víctimas. No significa
    que necesitemos gozar de nuestra aflicción, encontrando un estatus
    en nuestro martirio. No significa que no vayamos a fijar límites.

    Julio 8
    Ve con la corriente.
    Deja ir el miedo y tu necesidad de control. Despójate de la
    ansiedad. Déjala que se escurra, mientras te zambulles en el río del
    momento presente, el río de tu vida, tu sitio en el universo.
    Deja de tratar de forzar la dirección. Trata de no nadar contra la
    corriente, a menos que esto sea necesario para tu supervivencia. Si
    te has estado aferrando a una rama de la orilla, suéltala.
    Déjate ir hacia delante. Déjate que se te lleve hacia delante.
    Evita los rápidos cuando sea posible. Si puedes, permanece
    relajado. Hacerlo, te puede llevar seguro por las fieras corrientes.
    Si te hundes por un momento, permítete subir a la superficie de
    manera natural. Lo harás.
    Aprecia la belleza del paisaje, tal como es. Ve las cosas con
    frescura, con novedad. ¡Nunca volverás a pasar por el paisaje de
    hoy!
    No pienses demasiado en las cosas. La corriente es para que la
    experimentes. Dentro de ella, cuídate a ti mismo. Tú eres parte de
    la corriente, una parte importante. Trabaja con la corriente, trabaja
    dentro de la corriente. No es necesario patalear. Deja que la
    corriente te ayude a cuidarte a ti mismo. Déjala que te ayude a
    fijar límites, a tomar decisiones y a llevarte a donde necesites
    estar cuando sea tiempo de ello.
    Puedes confiar en la corriente, y en tu parte dentro de ella.
    Hoy me dejaré ir con la corriente.

    Julio 9
    Gasta de más y gasta de menos
    Yo solía darle unas palizas mortales a mi marido con mi tarjeta de
    crédito. Me hacía sentir que tenia algún control , alguna manera de
    desquitarme de él.
    Anónimo
    Me pasé diez años comprándome de todo en las ventas de garage. Ni
    siquiera me compré un par de zapatos nuevos. Todo ese tiempo que me
    estuve privando, mi esposo se la pasaba apostando en el juego,
    especulando en negocios arriesgados y haciendo lo que le daba la gana
    con el dinero. Aprendí que cuando tomé la decisión de que merecía
    tener las cosas que quería, y tomé la decisión de comprar algo que
    quería, había suficiente dinero para hacerlo. No se trataba de ser
    frugal; se trataba de privarme a mí misma y ser una mártir.
    Anónimo
    Comprar compulsivamente o gastar en exceso nos puede dejar un
    sentimiento temporal de poder o satisfacción, pero al igual que
    otras conductas fuera de control, tiene predecibles consecuencias
    negativas.
    Gastar de menos nos puede dejar sintiéndonos víctimas también.
    Hay una diferencia entre gastar responsablemente y la privación del
    mártir. Hay una diferencia entre tratarnos bien económicamente a
    nosotros mismos y gastar en exceso. Podemos aprender a discernir la
    diferencia. Podemos desarrollar hábitos de gasto responsables que
    reflejan una alta autoestima y amor hacia nosotros mismos.
    Hoy lucharé por lograr el equilibrio en mis hábitos de gastar. Si
    estoy gastando en exceso, me detendré y lidiaré con lo que está
    ocurriendo en mi interior. Si estoy gastando de menos o me estoy
    privando, me preguntaré a mí mismo si eso es necesario y qué es lo
    que quiero.

    Julio 10
    Termina relaciones

    aprendemos que cuando es tiempo de terminar una relación, la manera
    más fácil es hacerlo con honestidad y siendo directos. No estamos
    siendo amorosos, gentiles ni amables al evitar la verdad, si sabemos
    la verdad.
    No estamos cuidando los sentimientos de la otra persona al sabotear
    la relación en vez de aceptar el fin o el cambio de la misma, y de
    hacer algo al respecto. Estamos prolongando e incrementando el dolor
    y la incomodidad, para la otra persona y para nosotros mismos.
    Si no sabemos, si estamos indecisos, es más amoroso y honesto
    decirlo.
    Si sabemos que es tiempo de terminar una relación, digámoslo.
    Los finales nunca son fáciles, pero los finales no se hacen más
    fáciles con el sabotaje, con ser indirectos y con mentir acerca de
    lo que queremos y necesitamos hacer.
    Di lo que necesites decir, con honestidad y con amor, cuando sea el
    momento. Si estamos confiando en nosotros mismos y escuchándonos,
    sabremos qué decir y cuándo decirlo.
    Hoy recordaré que la honestidad y el ser directo incrementará mi
    autoestima. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi miedo de adueñarme del
    poder que tengo para cuidar de mí mismo en todas mis relaciones.

    Julio 11
    Trae ante Dios cualquier petición
    Trae ante Dios cualquier petición que tengas.
    Ninguna petición es demasiado grande; ninguna es demasiado pequeña o
    insignificante.
    Cuán frecuentemente limitamos a Dios al no traer ante Dios todo lo que
    queremos y necesitamos.
    ¿Necesitamos ayuda para lograr el equilibrio? ¿Para pasar el día?
    ¿Necesitamos ayuda con alguna relación en particular? ¿Con un
    defecto de carácter en particular? ¿Para obtener alguna cualidad de
    carácter?
    ¿Necesitamos ayuda para progresar en alguna tarea en particular que
    nos esté desafiando? ¿Necesitamos ayuda con un sentimiento?
    ¿Queremos cambiar alguna creencia autoderrotista que nos ha estado
    desafiando? ¿Necesitamos información, un mayor conocimiento de uno
    mismo? ¿Apoyo? ¿Un amigo?
    ¿Hay algo en el universo de Dios que realmente nos pudiera brindar
    alegría?.
    Podemos pedirlo. Podemos pedirle a Dios cualquier cosa que queramos.
    Pon la petición en manos de Dios, confiando en que ha sido
    escuchado, y luego suéltala, déjala ir. Déjale la decisión a Dios.
    Pedir lo que queremos y necesitamos es cuidar de nosotros mismos.
    Confiemos en que el Poder superior al que le hemos entregado nuestra
    vida y voluntad realmente se preocupa de nosotros y de lo que
    queremos y necesitamos.
    Hoy le pediré a mi Poder Superior lo que quiero y necesito. No
    exigiré, pediré. Y luego, lo dejaré ir.

    Julio 12
    Deja ir el miedo al abandono
    “Dios mío, ¿Dónde estás? ¿Adónde te has ido?”
    Tantas personas se han ido. Podemos habernos sentido tan solos. En
    medio de nuestras batallas y lecciones, podemos preguntarnos si Dios
    se ha ido también.
    Hay días maravillosos en que sentimos la protección y la presencia
    de Dios, conduciéndonos y dirigiendo cada paso y cada evento. Hay
    días grises, secos, espiritualmente estériles en que nos preguntamos
    si hay algo en nuestra vida que ha sido guiado y planeado. En que

    Julio 13
    Dios tal como nosotros lo concebimos
    Dios es sutil, pero no es malicioso.
    Albert Einstein
    La recuperación es un proceso intensamente espiritual que nos pide
    que crezcamos en nuestra comprensión de Dios. Nuestra comprensión
    puede haber sido moldeada por experiencias religiosas tempranas o
    por las creencias de los que nos rodean. Podemos preguntarnos si
    Dios es tan avergonzante y tan atemorizante como lo puede ser la
    gente. Podemos sentirnos tan victimados o tan abandonados por Dios
    como nos hemos sentido por la gente de nuestro pasado.
    Tratar de entender a Dios es algo que puede hacer vacilar a nuestra
    mente a causa de lo que hemos aprendido y experimentado hasta ahora
    en nuestra vida.
    Podemos aprender a confiar en Dios, de todos modos.
    Yo he crecido y he cambiado en mi comprensión de este Poder que es
    superior a mí misma. Mi comprensión no ha crecido a un nivel
    intelectual, sino por lo que he experimentado desde que puse mi vida
    y mi voluntad al cuidado de Dios, tal como yo concebía, o más bien
    no concebía, a Dios.
    Dios es real. Amoroso. Bueno. Solicito. Dios quiere darnos todo el
    bien que podamos manejar. Cuanto más volvemos nuestra mente y corazón
    hacia una comprensión positiva de Dios, más nos valida Dios.
    Cuanto más damos gracias a Dios por quién es Dios, por quiénes somos
    nosotros y por la naturaleza exacta de nuestras circunstancias
    actuales, más actúa Dios en nuestro beneficio.
    De hecho todo el tiempo Dios ha planeado actuar en nuestro
    beneficio.
    Dios es Creador, Benefactor y Fuente. Dios me ha enseñado, más allá
    de cualquier otra cosa, que la forma como llegue a entenderlo no es
    ni de cerca tan importante como el saber que Ã?l me entiende a mí.
    Hoy estaré abierto a que crezca mi comprensión de mi Poder Superior.
    Estaré abierto a dejar ir las viejas, limitaciones, negativas
    creencias acerca de Dios. No importa cómo entienda yo a Dios, estaré
    agradecido de que Ã?l me entienda a mí.

    Julio 14
    Somos amorosos
    Aunque la persona más importante en tu mundo te rechace, sigues siendo real, y sigues estando bien. Ya no seas codependiente.
    Alguna vez te descubriste pensando: ¿Cómo es posible que alguien me ame? Para muchos de nosotros, ésta es una creencia profundamente imbuida que se puede convertir en una profecía que nosotros mismos hemos provocado.
    Pensar que no somos dignos de ser amados puede sabotear nuestras relaciones con compañeros de trabajo, con amigos, familiares y otros seres amados. Esta creencia nos puede llevar a elegir o a permanecer en relaciones que son menos de lo que merecemos porque no creemos merecer lo mejor. Podemos volvernos desesperados y aferrarnos como si una persona en particular fuera nuestra última oportunidad de amar. Podemos ponernos a la defensiva y alejar a la gente. Podemos asilarnos o reaccionar en exceso constantemente. Mientras crecíamos, muchos de nosotros no recibimos el amor incondicional que merecíamos. Muchos de nosotros fuimos abandonados o descuidados por gente importante en nuestra vida. Podremos haber llegado a la conclusión de que la razón por la cual no éramos amados era porque no éramos dignos de amor. Culparnos a nosotros mismos es una reacción comprensible, pero inadecuada. Si los demás no nos pudieron amar, o amarnos de maneras que funcionaran, no es culpa

    de ser amado. Ayúdame a practicar esta creencia hasta que la tenga metida hasta la médula y se manifieste en mis relaciones.

    Julio 15
    Botones familiares
    Tenía treinta y cinco años la primera vez que le contesté a mi madre
    y me rehusé a caer en sus juegos y en su manipulación. Estaba
    terriblemente asustada y casi no podía creer que yo estuviera
    haciendo esto. Encontré que no tenía que ser malvada. No tenía que
    empezar una discusión, pero podía decir lo que quería y necesitaba
    decir para cuidar de mí misma. Aprendí que podía amarme y honrarme a
    mí misma, y seguir preocupándome de mi madre -en la forma como yo
    quería- no en la forma como ella quería que lo hiciera.
    Anónimo.
    ¿Quién sabe mejor cómo presionar nuestros botones que los miembros
    de la familia? ¿A quién, aparte de los familiares, le damos tal
    poder?
    No importa por cuanto tiempo hayan estado en recuperación nuestros
    familiares, las relaciones con miembros de la familia pueden ser
    provocadoras.
    Una conversación telefónica nos puede arrojar a un torbellino
    emocional y psicológico que dure horas o días.
    A veces, las cosas se ponen peor cuando empezamos la recuperación
    porque nos hacemos aún más conscientes de nuestras reacciones y de
    nuestro malestar. Eso es incómodo, pero bueno. Al comenzar este
    proceso de concienciación y de aceptación cambiamos, crecemos
    y nos curamos.
    Este proceso de desapegarnos con amor de nuestros familiares puede
    llevar años. Lo mismo el proceso de aprender a reaccionar de una
    manera más efectiva. No podemos controlar lo que hacen o tratan de
    hacer ellos, pero nosotros podemos ganar cierto sentido de control
    acerca de cómo elegimos reaccionar.
    Dejar de tratar de hacerlos actuar o tratarnos diferente.
    Desengancharnos de su sistema rehusándonos a tratar de cambiarlos o
    de influir sobre ellos.
    Sus patrones, especialmente sus patrones con nosotros, son asuntos
    suyo. Cómo reaccionemos, o cómo permitamos que estos patrones
    influyan sobre nosotros, es asunto nuestro. Cómo cuidemos de
    nosotros mismos es asunto nuestro.
    Podemos amar a nuestra familia y aún así, rehusarnos a meternos en
    sus asuntos. Podemos amar a nuestra familia pero rechazar sus
    esfuerzos por manipularnos, controlarnos o producir en nosotros
    sentimientos de culpa.
    Podemos cuidar de nosotros mismos con nuestros familiares sin
    sentirnos culpables. Podemos aprender a ser asertivos con miembros
    de la familia sin ser agresivos. Podemos fijar los límites que
    necesitemos y queremos establecer con nuestros familiares sin ser
    desleales a la familia.
    Podemos aprender a amar a nuestra familia sin perder el amor y el
    respeto hacia nosotros mismos.
    Hoy, ayúdame a empezar a practicar el cuidado de mí mismo con mis
    familiares. Ayúdame a saber que no tengo por qué permitir que sus
    asuntos controlen mi vida, mi día o mis sentimientos. Ayúdame a
    saber que está bien que tenga determinados sentimientos hacia los
    miembros de la familia, sin culpa o vergüenza.

    Julio 16

    a atacar los asuntos en nuestras relaciones que pueden estarnos lastimando? ¿Sabemos lo que nos está lastimando y sabemos que tenemos el derecho de detener nuestro dolor si queremos hacerlo? Podemos comenzar la jornada de la privación al merecimiento. Podemos empezar hoy. También podemos ser pacientes y gentiles con nosotros mismos, a medida que viajamos, cuando cada vez vamos sintiendo menos que nos merecemos lo segundo mejor, y vamos sabiendo en nuestro corazón que nos merecemos lo mejor, y asumimos la responsabilidad de ello.
    Hoy prestaré atención a cómo permito que me trate la gente y cómo me siento acerca de ello. También me fijaré en cómo trato a los demás. No reaccionaré excesivamente tomándome sus asuntos en forma demasiado personal o demasiado en serio; no reaccionaré de menos negando que ciertas conductas son inapropiadas e inaceptables para mí.

    Julio 17
    Amor, con palabras y acciones
    Muchos de nosotros tenemos nociones confusas acerca de qué significa
    que nos amen y se preocupen por nosotros.
    A muchos de nosotros nos cuidaron y nos amaron personas que tenían
    discrepancias entre lo que decían y lo que hacían.
    Podemos haber tenido una madre o un padre que nos decía “te amo”, y
    que luego nos abandonó o nos descuidó, dejándonos con ideas confusas
    acerca del amor. Y por tanto, ese patrón de conducta lo sentimos como
    amor, el único amor que conocimos.
    Algunos de nosotros hemos estado al cuidado de personas que nos
    proveían en nuestras necesidades y decían amarnos, pero
    simultáneamente abusaban de nosotros o nos maltrataban. Esa,
    entonces, se convierte en nuestra idea del amor.
    Algunos de nosotros podemos haber vivido en ambientes emocionales
    estériles, donde la gente decía amarnos, pero no demostraba sus
    sentimientos ni su solicitud. Esa puede haberse convertido en
    nuestra idea del amor.
    Podemos aprender a amar a los demás o a nosotros mismos de la manera
    como hemos sido amados, o podemos dejar que otros nos amen de la
    manera como hemos sido amados, nos sintamos bien con ello o no. Ya
    es tiempo de dejar que se satisfagan nuestras necesidades de maneras
    que realmente funcionen. El amor enfermizo podrá satisfacer algunas
    necesidades superficiales, pero no nuestra necesidad de ser amados.
    Podemos llegar a esperar congruencia en la conducta de los demás.
    Podemos disminuir el impacto de las puras palabras e insistir en que
    estén de acuerdo las acciones con las palabras.
    Podemos encontrar valor, cuando sea apropiado, para confrontar las
    discrepancias entre palabras y acciones, no para avergonzar, para
    culpar o para encontrar culpables, sino para ayudarnos a permanecer
    en contacto con la realidad y con nuestras necesidades.
    Podemos dar y recibir amor cuando la conducta está de acuerdo con
    las palabras de uno. Merecemos recibir y dar lo mejor que el amor
    puede ofrecer.
    Hoy estaré abierto a dar y recibir el amor más sano posible.
    Vigilaré las discrepancias entre las palabras y las conductas que me
    confunden y me vuelven loco. Cuando eso suceda, entenderé que no
    estoy loco; que estoy en medio de una discrepancia.

    Julio 18
    Tiempo para enojarse
    Ya es tiempo de que te enojes, sí, de que te enojes mucho. La ira puede ser una emoción tan potente, atemorizante.

    esconder la cabeza en la arena, por un tiempo. Podemos castigar, desquitarnos, levantarnos y preguntarnos. Podemos perdonar repetidamente a la otra persona por conductas que nos lastiman. Podemos temer que alguien se aleje si enfrentamos la ira que sentimos hacia él o ella. Podemos temer que tengamos que alejarnos nosotros si nos enfrentamos a nuestra ira. Podemos simplemente tener miedo de nuestra ira y de la potencia de ésta. Podemos no saber que tenemos derecho, una responsabilidad incluso â??para con nosotros mismos- de permitirnos sentir nuestra ira y aprender de ella.
    Dios mío, ayuda a que afloren mis sentimientos de ira ocultos o reprimidos. Ayúdame a tener el valor para encararlos. Ayúdame a comprender cómo debo cuidar de mí mismo con la gente hacia la cual siento ira. Ayúdame a dejar de decirme a mí mismo que algo anda mal conmigo cuando la gente me victima y me siento enojado por la victimización. Puedo confiar en que mis sentimientos son señal de que existen problemas que necesitan mi atención.

    Julio 19
    Probémoslo a nosotros mismos
    Me pasé un año tratando de probarle a mi esposo cuánto me estaba
    lastimando que él bebiera. Cuando empecé a recuperarme, me di cuenta
    que era yo la que debía darme cuanta de cuánto me estaba lastimando
    que él bebiera.
    Anónimo
    Me pasé meses tratando de probarle a un hombre cuán responsable y
    sana era yo. Luego me di cuenta de lo que estaba haciendo. El no
    tenía que darse cuenta de cuán responsable y sana era yo. Yo era la
    que tenía que darme cuenta.
    Anónimo
    Tratar de probar lo buenos que somos, tratar de probar que somos
    suficientemente buenos, tratar de demostrarle a alguien cuánto nos ha
    herido, tratar de demostrarle a alguien que somos comprensivos, son
    signos de advertencia de que podemos estar dentro de nuestras
    conductas autoderrotistas.
    Pueden ser una indicación de que estamos tratando de controlar a
    alguien. Pueden ser una indicación de que no estamos creyendo lo
    buenos que somos, que somos suficientemente buenos, o de que alguien
    nos está lastimando.
    Pueden ser una advertencia de que hemos permitido quedarnos
    enganchados en un sistema disfuncional.
    Pueden indicar que estamos atorados en esa densa niebla de la
    negación, que estamos haciendo algo que no nos conviene.
    Tratar excesivamente de demostrarle algo a alguien puede significar
    que aún no nos hemos demostrado ese algo a nosotros mismos. Una vez
    que nos lo hayamos demostrado a nosotros mismos, una vez que lo
    hayamos comprendido, sabremos qué hacer.
    La cuestión no es que otros nos entiendan y nos tomen en serio. La
    cuestión no es que los demás crean que somos buenos o que somos
    suficientemente buenos. La cuestión no es que otros vean y crean lo
    responsables o adorables o competentes que somos. La cuestión no es
    que los demás se den cuenta o no cuán hondamente estamos sintiendo
    un sentimiento en particular. Somos nosotros los que necesitamos ver
    la luz.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de controlar los
    resultados de los eventos influyendo sobre las creencias de los
    demás.
    Me concentraré en aceptarme a mí mismo, en vez de en tratar de
    probar algo acerca de mí mismo. Si me sorprendo en la trampa
    codependiente de tratar de enfatizar algo cerca de mí ante otra
    persona, me preguntaré si necesito convencerme a mí mismo acerca de

    resolvemos cosas, cambiamos de una manera sencilla: viviendo
    plenamente nuestra vida hoy.
    No te preocupes por los sentimientos, problemas o regalos del
    mañana. No te preocupes si podremos confiar en nosotros mismos, en
    la vida o en nuestro Poder Superior mañana.
    Todo lo que necesitemos hoy nos será dado. Esa es una promesa, de
    Dios, del Universo.
    Siente los sentimientos de hoy. Soluciona los problemas de hoy.
    Disfruta los regalos de hoy. Confía en ti mismo hoy, en la vida y en
    tu Poder Superior.
    Adquiere el arte de vivir plenamente el hoy. De absorber las
    lecciones, la curación, la belleza, el amor de que disponemos hoy.
    No tengas tanta prisa por seguir adelante. No hay prisa. No podemos
    escapar; tan sólo posponemos. Deja ir los sentimientos; respira en
    paz y en curación.
    No tengas tanta prisa por seguir adelante.
    Hoy, no correré de mí mismo, de mis circunstancias o de mis
    sentimientos. Estaré abierto a mí mismo, a los otros, a mi Poder
    Superior y a la vida. Confiaré en que al enfrentar el hoy al máximo
    de mi capacidad, adquiriré las destrezas que necesite para encarar
    el mañana.

    Julio 21
    Basta con ser
    No siempre tenemos claro qué estamos experimentando, o por qué.
    En medio de la pena, de la transición, de la transformación, del
    aprendizaje, de la curación, o de la disciplina, es difícil tener
    una perspectiva.
    Eso es porque aún no hemos aprendido la lección. Estamos en medio de
    ella. El don de la claridad aún no ha llegado.
    Nuestra necesidad de control se puede manifestar como una necesidad
    de saber exactamente qué está sucediendo.
    No siempre podemos saberlo. A veces necesitamos dejarnos ser y
    confiar en que la claridad vendrá después, en retrospectiva.
    Si estamos confundidos, así es como se supone que debemos estar. La
    confusión es temporal. Luego veremos. La lección, el propósito, se
    revelará, a su tiempo, a su propio tiempo.
    Todo tendrá perfecto sentido, después.
    Hoy dejaré de esforzarme en saber lo que no sé, en ver lo que no
    puedo ver, en entender lo que aún no entiendo. Confiaré en que es
    suficiente ser, y dejaré ir mi necesidad de averiguar las cosas.

    Julio 22
    Aprende a confiar de nuevo
    Muchos de nosotros tenemos asuntos relacionados con la confianza.
    Algunos de nosotros hemos tratado largo tiempo de confiar en gente
    que no es digna de confianza. Una y otra vez hemos creído en
    mentiras y promesas que nunca se cumplieron. Algunos de nosotros
    tratamos de confiar en imposibles; por ejemplo, confiar en que un
    alcohólico practicante no iba a volver a beber.
    Algunos de nosotros confiamos inadecuadamente en nuestro Poder
    Superior. Confiamos en Dios para que consiguiera que otra gente
    hiciera lo que nosotros queríamos, y luego nos sentimos traicionados
    cuando eso ocurrió.
    A algunos de nosotros se nos enseño que no se podía confiar en la
    vida, que teníamos que controlar y manipular nuestro paso por ella.
    A la mayoría de nosotros se nos enseñó, inapropiadamente, que no
    podíamos confiar en nosotros mismos.
    En la recuperación, nos estamos curando de nuestros asuntos

    obrando en nosotros, pero podemos confiar en que está ocurriendo
    algo bueno.
    Cuando aprendamos a hacer esto, estaremos listos para aprender a
    confiar en otras personas. Cuando confiemos en nuestro Poder
    Superior y confiemos en nosotros mismos, sabremos en quién confiar y
    por qué confiamos en esa persona.
    Quizá siempre lo hicimos. Simplemente no nos escuchamos lo
    suficiente a nosotros mismos o no confiamos en lo que habíamos
    escuchado.
    Hoy afirmaré que puedo aprender a confiar adecuadamente. Puedo
    confiar en mí mismo, en mi Poder Superior y en la recuperación.
    También puedo aprender a confiar adecuadamente en los demás.

    Julio 23
    Forzar a que suceda algo
    Deja de tratar que suceda algo.
    Dejar de hacer, tanto si esto te está desgastando o con ello no estás
    logrando los resultados deseados. Deja de pensar tanto en ello. Deja
    de preocuparte por ello. Deja de estar tratando de forzar, de
    manipular, de obligar o de hacer que suceda.
    Hacer que sucedan las cosas es controlar. Podemos tomar una acción
    positiva para ayudar a que sucedan las cosas. Podemos hacer nuestra
    parte. Pero muchos de nosotros hacemos más que nuestra parte.
    Sobrepasamos los límites de cuidar y hacer nuestra parte y nos
    embarcamos en una conducta controladora, coercitiva, de cuidar
    excesivamente a los demás.
    Controlar es autoderrotista. No funciona. Al ofrecernos demasiado
    para hacer que suceda algo, de hecho podemos estar impidiendo que
    ocurra.
    Haz tu parte relajadamente, con armonía, en paz. Luego, déjalo ir.
    Simplemente déjalo ir. Oblígate a dejarlo ir si es necesario. “Actúa
    como si”. Pon tanta energía en dejarlo ir como las has puesto en
    tratar de controlar. Obtendrás mucho mejores resultados.
    Puede que no suceda. Puede ser que ocurra de la manera como nosotros
    queríamos y esperábamos. Pero nuestra conducta controladora tampoco
    hubiera logrado que sucediera.
    Aprende a dejar que las cosas sucedan, porque así ocurrirá, de todas
    maneras. Y mientras esperamos a ver qué sucede, estaremos más
    felices y también lo estarán quienes nos rodean.
    Hoy dejaré de forzar a que sucedan las cosas. En vez de ello,
    permitiré que las cosas ocurran de manera natural. Si me sorprendo
    tratando de forzar eventos o de controlar a la gente, me detendré y
    descubriré una manera de desapegarme.

    Julio 26
    Adueñémonos de nuestro poder
    ¿No lo ves? no tenemos por qué sentirnos tan victimados por la vida, por
    la gente, por las situaciones, por el trabajo, por nuestros amigos,
    por nuestras relaciones amorosas, por nuestra familia, por nosotros
    mismos, por nuestros sentimientos, por nuestros pensamientos, por
    nuestras circunstancias.
    No somos víctimas. No tenemos que ser víctimas. ¡De eso es de
    lo que se trata!.
    Sí, admitir y aceptar la impotencia es importante. Pero ése es un
    primer paso, una introducción a este asunto de la recuperación.
    Luego, viene el adueñarnos de nuestro poder. Cambiar lo que podamos.
    Esto es tan importante como admitir y aceptar la impotencia. Y hay
    tanto que podemos cambiar.
    Podemos adueñarnos de nuestro poder, dondequiera que vayamos,
    dondequiera que estemos, con quienquiera que estemos. No tenemos que
    quedarnos ahí parados con las manos atadas, con un desamparo
    rastrero, sometiéndonos a cualquier cosa que venga. Hay cosas que
    podemos hacer. Podemos hablar. Resolver el problema. Usar el
    problema para motivarnos a hacer algo bueno por nosotros mismos.
    Podemos hacernos sentir bien a nosotros mismos. Podemos alejarnos.
    Podemos regresar en nuestros propios términos. Podemos defendernos.
    Podemos rehusarnos a dejar que los otros nos controlen y nos
    manipulen.
    Podemos hacer lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros

    respetar, alejarme, lidiar con mis sentimientos o darme a mí mismo lo que necesito. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de sentirme victimado.

    Julio 27
    Deja ir
    Deja de tratar con insistencia de controlar las cosas. Nuestra labor
    no es controlar a la gente, los resultados de los sucesos, las
    circunstancias, la vida. Quizá en el pasado no pudimos confiar y
    dejar que las cosas sucedieran. Pero ahora podemos hacerlo. La
    manera como se está desenvolviendo la vida es buena. Déjala que se
    desenvuelva.
    Deja de empeñarte en hacer las cosas mejor, de ser mejor, de ser
    más. Ser como somos y hacer las cosas como las hacemos es
    suficientemente bueno para hoy.
    Ser como éramos y hacer las cosas como las hacíamos fue bastante
    bueno ese día.
    Aligerémonos. Dejemos ir. Dejemos de esforzarnos tanto.
    Hoy me dejaré ir. Dejaré de tratar de controlar todo. Dejaré de
    tratar de ser mejor y de hacerlo todo mejor, y simplemente me dejaré
    ser.

    Julio 28
    Miedo
    Un día, decidí probar algo nuevo. Llevé a mi hijo de diez años
    al río Saint Croix en una Waverunner. Una Waverunner es un pequeño
    vehículo de bote parecido a una motocicleta.
    Nos pusimos chalecos salvavidas y nos embarcamos en una experiencia
    que resultó ser tan regocijante como atemorizante: regocijante
    cuando me permití disfrutarla; atemorizante cuando pensé demasiado
    en lo que estaba haciendo y en las terribles cosas que podrían
    suceder.
    A la mitad de nuestro paseo, el peor de mis miedos se hizo realidad.
    Volcamos. Estábamos dando tumbos en treinta pies de
    agua. La Waverunner se sacudía en las olas frente a mí, como una
    tortuga motorizada sobre su lomo.
    “Que no te entre pánico”, dijo mi hijo calmadamente.
    ¿Y si nos ahogamos?, objeté.
    “No podemos”, me dijo. “Tenemos chalecos salvavidas. ¡Mira! Estamos
    flotando”.
    “El aparato está bocabajo”, le dije. “¿Cómo vamos a hacer para
    enderezarlo?”
    “Justamente como el hombre nos dijo”, respondió mi hijo. “La flecha
    apunta hacia este lado”.
    Con un movimiento fácil, volteamos el aparato boca arriba.
    “¿Y qué si ya no podemos volver a subirnos en ella?”, pregunté.
    “Sí podemos”, contestó mi hijo. “Para eso están hechas las
    Waverunners: para montarlas sobre el agua.”
    Me relajé y mientras conducía de regreso, me pregunté por qué me
    había asustado tanto. Pensé que quizá era porque no confío en mi
    capacidad para resolver problemas. Quizá porque una vez casi me
    ahogué por no traer puesto un chaleco salvavidas.
    Pero tampoco esa vez te ahogaste, me aseguró una pequeña voz en mi
    interior. Sobreviviste.
    Que no te entre el pánico
    Los problemas se hicieron para resolverlos. La vida se hizo para
    vivirla. Aunque a veces el agua nos tape la cabeza, sí, quizá
    hasta necesitemos sumergirnos en ella unos cuantos momentos y tragar

    Esta es la vida, no un servicio fúnebre. Diviértete con ella. Entra
    en ella. Participa. Experimenta. Corre algún riesgo. Sé espontáneo.
    No estés siempre tan preocupado por hacer lo correcto, por hacer lo
    apropiado.
    No te preocupes tanto por lo que otros puedan pensar o decir. Lo que
    piensen y digan es asunto suyo, no nuestro.
    No tengas tanto miedo a cometer un error. No seas tan temeroso y tan
    propio.    No    te    inhibas    tanto.    La    intención    de    Dios    no    es    que    fuéramos    tan inhibidos, tan restringidos, tan controlados. Estos parámetros represivos son los
    que otra gente nos ha impuesto, lo que nosotros hemos permitido que
    se nos haga.
    Fuimos creados plenamente humanos. Se nos dieron emociones, deseos,
    esperanzas, sueños, sentimientos. ¡En alguna parte de nuestro
    interior hay un niño vivo, emocionado, que ama la diversión! ¡Déjalo
    salir! ¡Déjalo que salga vivo! Déjalo que se divierta un poco, no
    solo dos horas el sábado en la noche. ¡Tráele aquí con nosotros,
    déjale ayudarnos a disfrutar este don de estar vivos, de ser
    completamente humanos y de ser como somos.!
    Tantas reglas.
    Hemos vivido con tanta vergüenza. Sencillamente no es
    necesario. Nos han lavado el cerebro. Ahora es momento de liberarnos,
    de dejarnos ir y de entrar a una vida plena y plenamente humana.
    No te preocupes. Aprenderemos nuestras lecciones cuando sea
    necesario. Hemos aprendido la disciplina. No nos descarriaremos. Lo
    que sucederá es que comenzaremos a disfrutar la vida. Empezaremos a
    disfrutar y a experimentar a nuestro ser completo. Podemos confiar
    en nosotros mismos.
    Ahora tenemos limites. Tenemos nuestro programa
    como base. Podemos darnos el lujo de experimentar y tener
    experiencias. Estamos en contacto con nosotros mismos y con nuestro
    Poder Superior. Se nos está guiando, pero no se le puede guiar a un
    objeto congelado, inanimado. Ni siquiera se le puede mover.
    Diviértete un poco. Suéltate un poquito. Rompe unas cuantas reglas.
    Dios no nos castigará. No tenemos que permitirle a la gente que nos
    castigue.
    Y nosotros podemos dejar de castigarnos a nosotros mismos.
    Mientras estemos vivos y aquí, empecemos a vivir.
    Hoy me permitiré divertirme un poco. Me soltaré un poquito, sabiendo
    que no me resquebrajaré y romperé. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi
    necesidad de ser tan inhibido, propio y reprimido. Ayúdame a
    inyectarme a mí mismo una gran dosis de vida dejándome estar
    completamente vivo y ser plenamente humano.

    Julio 30
    Acepta la impotencia
    Desde que era niña, he tenido una relación antagónica con una importante parte emocional de mí misma: mis sentimientos. Constantemente he tratado, ya sea de ignorar, reprimir o forzar mis sentimientos a que se alejen. He tratado de crear sentimientos no naturales o de forzar a que se alejen sentimientos que estaban presentes.
    He negado que estaba enojada, cuando de hecho estaba furiosa. Me he dicho a mí misma que algo estaba mal conmigo por sentirme enojada, cuando la ira era la respuesta razonable y lógica para la situación. Me he dicho a mí misma que las cosas no me dolían, cuando me dolían muchísimo. Me he contado a mí misma historias tales como “esa persona no tenía la intención de lastimarme”… “el o ella no saben actuar de otra manera”…”necesito ser más comprensiva”. El problema era que yo ya había sido demasiado comprensiva con la otra persona y no tan comprensiva y compasiva conmigo misma.
    Y no sólo he estado en guerra con los sentimientos grandes; he

    controlar nuestros sentimientos. Podemos dejar que se den. Podemos aprender a abrazar, a disfrutar y a experimentar â??sentir- nuestra parte emocional.
    Hoy dejaré de tratar de forzar y controlar mis emociones. En vez de ello, le daré poder y libertad a mi parte emocional.

    Julio 31
    Dejemos ir lo que queremos
    Para aquellos de nosotros que hemos sobrevivido controlando y sometiéndonos, dejar ir puede no resultar fácil. Más allá de la codependencia.
    En la recuperación aprendemos que es importante identificar lo que queremos y necesitamos. ¿Con qué nos deja este concepto? Con un paquete grande pero claramente identificado de deseos y necesidades que actualmente no están satisfechos. Nos hemos arriesgado a dejar de negar y a empezar a aceptar lo que queremos y necesitamos. El problema es que ahí están, insatisfechos, los deseos y necesidades. Esta posición puede ser frustrante, dolorosa, enojosa y, a veces, productora de obsesión.
    Después de identificar nuestras necesidades hay un siguiente paso a seguir para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Este paso es una de las ironías de la recuperación. El siguiente paso es dejar ir nuestros deseos y necesidades después de que hemos seguido pasos concienzudos para identificarlos.
    Los dejamos ir, renunciamos a ellos, a nivel mental, emocional, espiritual y físico. A veces, esto significa que necesitamos renunciar. No siempre es fácil llegar a este lugar, pero generalmente es a donde necesitamos llegar.
    Con qué frecuencia he negado un deseo o una necesidad, y luego he seguido los pasos para identificar mis necesidades, sólo para sentirme enojada, frustrada y desafiada porque no tengo lo que quiero y no sé como conseguirlo. Si entonces me embarco en un plan para controlar o influir en la consecución de ese deseo o necesidad, por lo general empeoro las cosas. Buscar, tratar de controlar el proceso, no funciona. He aprendido, para mi consternación, a dejarlos ir.
    A veces tengo que llegar al punto de decir: “No lo quiero. Me doy cuenta de que es importante para mí, pero que no puedo controlar el hecho de obtenerlo en mi vida. Ahora, ya no me importa si lo tengo o no. Voy a ser absolutamente feliz sin eso y sin ninguna esperanza de conseguirlo, porque estar con la esperanza de conseguirlo, me está volviendo loca, cuanta más esperanza tengo de conseguirlo y trato de hacerlo más frustrada me siento porque no lo estoy consiguiendo”. No sé por qué este proceso funciona de esta manera. Lo único que sé es cómo me funciona a mí. No he encontrado otra alternativa al proceso de dejar ir.
    A menudo podemos obtener lo que deseamos y necesitamos, o algo mejor. Dejarlo ir es parte de lo que hacemos para conseguirlo. Hoy lucharé por dejar ir esos deseos y necesidades que me están provocando frustración. Los pondré en mi lista de metas y luego lucharé por dejarlos ir. Confiaré en que Dios traerá a mí los deseos de mi corazón, en el tiempo que Dios quiera y a su manera.

  7. Agosto 1
    Gratitud
    Aprendemos la mágica lección de que aprovechar lo que
    tenemos lo convierte en más grande.
    Más allá de la codependencia
    No digas gracias hasta que lo sientas.
    Dale gracias a Dios, a la vida y al universo por todas las personas

    susceptible al poder de la gratitud. Podemos empezar por quiénes
    somos y por lo que tenemos hoy, aplicar gratitud y, luego, dejar que
    obre su magia.
    No digas gracias hasta que lo sientas. Si lo dices durante el
    tiempo suficiente, llegarás a creerlo.
    Hoy haré brillar la luz transformadora de la gratitud en todas las
    circunstancias de mi vida.

    Agosto 2
    Estar en medio
    A veces, para ir desde donde estamos hasta donde estamos yendo,
    tenemos que estar dispuestos a estar a la mitad.
    Una de las partes más duras de la recuperación es el concepto de
    dejar ir lo que es viejo y familiar, pero que no queremos, y estar
    dispuestos a quedarnos con las manos vacías mientras esperamos a que
    Dios las llene.
    Esto se puede aplicar a los sentimientos. Podemos haber estado
    llenos de ira y de dolor. En cierta forma, estos sentimientos se han
    vuelto confortablemente familiares. Cuando por fin encaramos nuestra
    pena y nos despojamos de ella, podemos sentirnos vacíos un tiempo.
    Estamos en medio del dolor y de la alegría de la serenidad y de la
    aceptación.
    Estar en medio se puede aplicar a las relaciones. Para prepararnos
    para las nuevas, primero necesitamos dejar ir las viejas. Esto puede
    ser atemorizante. Podemos sentirnos vacíos y perdidos durante un
    tiempo. Podemos sentirnos completamente solos, preguntándonos en qué
    estamos mal por haber dejado ir el proverbial pájaro en mano, cuando
    aún no hay nada en el arbusto.
    Estar en medio se puede aplicar a muchas áreas de la vida y de la
    recuperación. Podemos estar entre dos empleos, carreras, hogares o
    metas. Podemos estar entre dos conductas mientras dejamos ir las
    viejas y aun no estamos seguros con qué las remplazaremos. Eso se
    pude aplicar a conductas que nos han protegido y nos han servido
    bien toda nuestra vida, tales como cuidar excesivamente a los demás
    o ser controladores.
    Podemos experimentar muchos sentimientos cuando estamos en medio:
    brotes de pena por lo que hemos perdido o hemos dejado ir, y
    sentimientos de ansiedad, miedo y aprensión acerca de lo que viene.
    Estos son sentimientos normales cuando se está en medio. Acéptalos.
    Siéntelos. Libéralos.
    Estar en medio no es divertido, pero es necesario. No durará para
    siempre. Podemos sentirnos como si estuviéramos parados, quietos,
    pero no es así. Estamos parados en un lugar que ésta en medio. Así
    es como llegamos desde aquí hasta allá. Este estado no es el destino
    final.
    Estamos yendo hacia delante, aunque ahora estemos en medio.
    Hoy aceptaré el sitio en donde estoy como el lugar ideal para mí. Si
    estoy en medio luchare por tener la fe en que este lugar no carece
    de un propósito y de que me está llevando hacia algo bueno.

    Agosto 3
    Adueñémonos de nuestro poder en las relaciones
    Mucho de lo que yo llamo mi codependencia es miedo y pánico, porque
    pasé gran parte de mi vida sintiéndome abusada, atrapada y no
    sabiendo cómo cuidar de mí misma en mis relaciones.
    Anónimo.
    No importa por cuánto tiempo nos hayamos estado recuperado, podemos
    seguir tendiendo a darle nuestro poder a los demás, sean figuras de
    autoridad, un nuevo amor o una criatura.

    estés haciendo. Esto es lo que significa la recuperación. Esto no significa que tratemos de controlar a los demás; no significa que nos volvamos cáusticos o abusivos. Significa que nos adueñamos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. El solo pensar en hacer esto puede generar miedo ¡Eso es normal! Cuida de ti mismo, de todas maneras. Las respuestas, y el poder para hacerlo, están dentro de ti ahora.
    Empieza hoy. Empieza desde donde estás. Empieza cuidando lo que tú eres, en el momento presente, al máximo de tu capacidad. Hoy me concentraré en adueñarme de mi poder para cuidar de mí mismo. No dejaré que los miedos, ni un falso sentido de la vergüenza y la culpa, me impidan cuidarme a mí mismo.

    Agosto 4
    Vulnerabilidad
    He aprendido que cuanto más vulnerable me permito ser, en realidad
    tengo más control de mí mismo.
    Anónimo
    Muchos de nosotros sentimos que sólo podemos mostrar nuestro lado
    fuerte, confiado. Creemos que la cara que tenemos que mostrarle al
    mundo debe ser siempre de educación, perfección, calma, fortaleza,
    control.
    Aunque ciertamente es bueno y a menudo apropiado estar bajo control,
    calmados y fuertes, todos tenemos otro lado, esa parte de nosotros
    que se siente necesitada, que se asusta, que tiene dudas y que se
    enoja. Esa parte nuestra que necesita cuidados, amor y que la
    tranquilicen de que las cosas van a salir bien. Expresar estas
    necesidades nos hace vulnerables y menos que perfectos, pero este
    lado nuestro también necesita de nuestra aceptación.
    Permitirnos a nosotros mismos ser vulnerables nos ayudará a formar
    relaciones duraderas. Compartir nuestra vulnerabilidad nos ayuda a
    sentirnos cerca de la gente y ayuda a los demás a sentir cercanía
    con nosotros. Nos ayuda a crecer en amor propio y en autoaceptación.
    Nos ayuda a convertirnos en agentes curativos. Nos permite curarnos
    y ser accesibles a los demás.
    Hoy me permitiré ser vulnerable con los demás cuando sea seguro y
    apropiado hacerlo.

    Agosto 5
    Actitudes hacia el dinero
    A veces, nuestra vida y nuestra historia puede estar tan llena de
    dolor que pensamos que es totalmente injusto que ahora tengamos que
    crecer y ser económicamente responsables de nosotros mismos.
    El sentimiento es comprensible; la actitud no es sana.
    Mucha gente en recuperación puede creer que ciertas personas en
    particular, y la vida en general, les deben brindar sustento después
    de lo que han pasado.
    Para sentirnos bien con nosotros mismos, para encontrar la paz
    emocional y la libertad que estamos buscando en la recuperación,
    necesitamos limites sanos acerca del dinero, de lo que damos a los
    demás y de lo que nos permitimos recibir de los demás.
    ¿Sentimos que los demás nos deben dinero porque no podemos cuidar de
    nosotros mimos? ¿Creemos que los demás nos deben porque nosotros no
    tenemos tanto dinero como ellos? ¿Creemos consciente o
    inconscientemente que ellos nos “deben” dinero por el dolor
    emocional que sufrimos a consecuencia de nuestra relación con ellos
    o con otra persona?
    Los daños y perjuicios los determina el juez, no el proceso de
    recuperación.
    Agosto 6
    Soluciona los problemas
    ¡Los problemas son para resolverlos!
    Algunos de nosotros nos pasamos más tiempo reaccionando al hecho de
    que tenemos un problema que tratando de solucionarlo. “¿Por qué me
    está pasando esto a mí?”… . “¿No es horrible la vida?”… . “¿Por
    qué tenía que ocurrir esto?”… . “Ay, caray. Esto es terrible”… .
    “¿Por qué Dios (el universo, una agencia, una persona o la vida) la
    toma conmigo?”
    Los problemas son inevitables. Algunos problemas se pueden
    anticipar. Otros son sorpresas. Pero la idea de que los problemas se
    dan en forma regular no necesita ser nunca una sorpresa.
    Las buenas noticias son que para cada problema hay una solución. A
    veces, la solución es inmediata o nos lleva cierto tiempo
    descubrirla. Otras, la solución implica dejarlo ir. A veces, el
    problema debemos resolverlo nosotros; otras no. A veces, hay algo
    que podemos hacer claramente para solucionar el problema; otras,
    necesitamos batallar, patalear, hacer nuestra parte y luego confiar
    en la ayuda de nuestro Poder Superior.
    A veces, el problema simplemente es parte de la vida; otras, es
    importante porque estamos aprendiendo algo a través de él y de su
    solución. A veces, los problemas acaban resultando ser algo bueno en
    nuestra vida. Nos hacen volvernos en una dirección que es mejor a
    la que de otra manera hubiéramos tomado.
    A veces, los problemas simplemente son; otras, son una señal de
    advertencia de que estamos en el camino equivocado.
    Podemos aprender a aceptar los problemas como parte inevitable de la
    vida. Podemos aprender a resolver problemas. Podemos aprender a
    identificar cuáles están tratando de conducirnos en una nueva
    dirección y cuáles simplemente piden una solución.
    Podemos aprender a concentrarnos en la solución más que en el
    problema y mantener una actitud positiva hacia la vida y hacia el
    inevitable flujo de problemas y soluciones.
    Hoy aprenderé a confiar en las soluciones, en vez de sentirme victimado
    por los problemas. No usaré los problemas para probar que estoy
    desamparado, acosado o martirizado. No señalaré mis problemas para
    probar lo horrible que es la vida. Aprenderé a confiar en el flujo
    de problemas y soluciones. Dios mío, ayúdame a resolver los
    problemas que puedo resolver hoy. Ayúdeme a dejar ir el resto.
    Ayúdame a crecer en mi capacidad para afrontar los problemas y
    resolverlos. Ayúdame a confiar en la corriente. Para cada problema,
    hay una solución.

    Agosto 7
    Aprende a decir no
    Para muchos de nosotros, la palabra más difícil de decir es una de
    las más cortas y fáciles del vocabulario: No. Anda, dilo en voz
    alta: No.
    No, fácil de pronunciar, difícil de decir. Nos da miedo caerle mal a
    la gente, o nos sentimos culpables. Podemos creer que un “buen”
    empelado, hijo, padre, cónyuge o cristiano nunca dice no.
    El problema es que si no aprendemos a decir no, dejamos de caernos
    bien a nosotros mismos y a la gente a la que siempre tratamos de
    complacer. Quizá incluso lleguemos a castigar a los demás a causa
    del resentimiento.
    ¿Cuándo decimos no? Cuando realmente queremos decir no.
    Cuando aprendemos a decir no, dejamos de mentir. La gente puede
    confiar en nosotros, y nosotros podemos confiar en nosotros mismos.

    Ayer hablamos acerca de aprender a decir no. Hoy hablemos de otra
    palabra importante: sí.
    Podemos aprender a decir sí a las cosas que nos hacen sentir bien, a
    lo que queremos, para nosotros mismos y para los demás.
    Podemos aprender a decir sí a la diversión. Si a las reuniones, a
    llamar a un amigo, a pedir ayuda.
    Podemos aprender a decir sí a las relaciones sanas, a la gente y a
    las actividades que nos convienen.
    Podemos aprender a decir sí a nosotros mismos, a lo que queremos y
    necesitamos, a nuestros instintos y a la guía de nuestro Poder
    Superior.
    Podemos aprender a decir sí cuando sentimos que es correcto ayudar a
    alguien. Podemos aprender a decir sí a nuestros sentimientos.
    Podemos aprender a identificar cuándo necesitamos dar un paseo,
    tomar una siesta, que nos froten la espalda o comprarnos flores.
    Podemos aprender a decir sí al trabajo que nos gusta. Podemos
    aprender a decir sí a todo lo que nos nutre y alimenta. Podemos
    aprender a decir sí a lo mejor que pueden ofrecernos la vida y el
    amor.
    Hoy diré sí a todo lo que me hace sentir bien y siento que es
    conveniente.

    Agosto 9
    Pidamos lo que necesitamos
    Decide lo que quieres y necesitas, luego acude a la persona que te
    lo puede dar y pídeselo.
    A veces se necesita trabajar duro y con mucha energía para obtener
    lo que queremos y necesitamos. Tenemos que pasar por el dolor de
    identificar lo que queremos, y luego luchar por creer que lo
    merecemos. Luego, quizá tengamos que experimentar la decepción de
    pedírselo a alguien y que esa persona nos lo niegue, y después
    imaginar lo que vamos a hacer a continuación.
    A veces, obtener lo que queremos y necesitamos no es tan difícil; lo
    único que tenemos que hacer es pedirlo.
    Podemos acudir a otra persona, o a nuestro Poder Superior, y pedirle
    lo que necesitamos.
    Pero por lo difícil que puede ser a veces obtener lo que queremos
    y necesitamos, podemos quedar atrapados en el ánimo de creer que
    siempre será igual de difícil. A veces, por no querer tener una
    disputa, por tener pavor a luchar, o por miedo, convertirnos lo que
    queremos o necesitamos en algo mucho más difícil de lo que realmente
    es.
    Podemos enojarnos antes de pedirlo, decidiendo que nunca obtendremos
    lo que queremos, o anticipando la “pelea” que tendremos que
    soportar. Para cuando hablamos con alguien acerca de lo que
    queremos, podemos estar ya tan enojados que estemos exigiendo, no
    pidiendo; así, nuestra ira nos lanza a un juego de poder que no
    existía excepto en nuestra mente.
    O podemos hartarnos tanto que no pedimos, o desperdiciamos mucha más
    energía de la necesaria luchando contra nosotros mismos, sólo para
    descubrir luego que la otra persona, o nuestro Poder Superior, está
    feliz de darnos lo que queremos.
    A veces tenemos que luchar y trabajar, y esperar por lo que queremos
    y necesitamos. A veces podemos obtenerlo simplemente pidiéndolo o
    comunicando qué es lo que queremos. Pide. Si la respuesta es no, o
    no es la que queremos, entonces podremos decidir qué hacer a
    continuación.
    Hoy no provocaré una situación difícil que no existe con otras
    personas, o con mi Poder Superior, acerca de obtener lo que quiero y
    necesito. Si hay algo que necesite de alguien, se lo pediré primero,
    antes de empezar a batallar.

    demás cuando esperamos la perfección. Provocamos una situación en la
    que los demás, incluyéndonos a nosotros mismos, no se sienten a
    gusto con nosotros. A veces, esperar la perfección pone a la gente
    tan tensa que ella y nosotros cometemos entonces más errores de lo
    normal por estar tan nerviosos y tan concentrados en los
    errores.
    Eso no significa que permitimos conductas inadecuadas con el
    pretexto de que “nadie es perfecto”. Eso no significa que no
    tengamos límites y expectativas razonables de la gente y de nosotros
    mismos.
    Pero nuestras expectativas deben ser razonables. Esperar la
    perfección no es razonable.
    La gente comete errores. Cuanto menos ansiosa, intimidada y reprimida
    esté por las expectativas de ser perfecta, mejor se desempeñará.
    Luchar por la excelencia, la pureza en la creatividad, un desempeño
    armonioso y lo mejor que podemos ofrecer son cosas que no ocurren en
    la atmósfera frustrante, negativa, provocadora de miedo que se da
    cuando se espera la perfección.
    Ten límites y fíjalos. Ten expectativas razonables. Esfuérzate por
    dar lo mejor de ti mismo. Alienta a los demás a hacer lo mismo. Pero
    sabe que nosotros y los demás cometeremos errores. Sabe que nosotros
    y los demás tendremos experiencias de aprendizaje, cosas que
    superar.
    A veces, nuestras fallas e imperfecciones determinan nuestra
    calidad de únicos, como sucede en una obra de arte. Saboréemoslas.
    Riámonos de ellas. Admitámoslas y admitámonos a nosotros mismos.
    Alentemos a los demás y a nosotros mismos a hacer las cosas lo mejor
    que podamos. Amémonos y nutrámonos a nosotros mismos y a los demás
    por ser lo que somos. Y luego démonos cuenta de que no somos
    meramente humanos, que fuimos creados con la intención de ser
    humanos.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser perfecto, de
    insistir irracionalmente en que los otros sean perfectos. No usaré
    esto para tolerar el abuso ni el maltrato, sino para lograr tener
    expectativas adecuadas, equilibradas. Estoy creando una atmósfera
    sana de amor, de aceptación y de nutrimento a mi alrededor y en mi
    interior. Confío en que esta actitud hará que surja lo mejor de la
    gente y de mí.

    Agosto 11
    Curación
    Deja que la energía de la curación fluya a través de tu cuerpo.
    La energía curativa de Dios, del universo, de la vida y de la
    recuperación nos rodea. Está a nuestra disposición, esperando a que
    la atraigamos, esperando a que la extraigamos. Está esperando en
    nuestras reuniones o grupos, en las palabras de una plegaria que se
    murmura, en un gesto gentil, en una palabra y un pensamiento
    positivo. La energía curativa está en el sol, en el viento, en la
    lluvia, en todo lo que es bueno.
    Deja que venga la energía curativa. Atráela. Acéptala. Déjala que te
    empape. Respira la luz dorada. Exhala. Deja ir el miedo, la ira,
    el dolor, la duda. Deja que la energía curativa fluya hacia ti, a
    través de ti.
    Es tuya si la pides, si crees en ella.
    Hoy pediré y aceptaré la energía curativa de Dios y del universo. La
    dejare fluir hacia mi, a través de mí, y que regrese a los demás. Yo
    soy parte del ciclo continuo de curación, y uno con él.

    Agosto 12
    Seamos directos

    No tenemos que preguntarnos si estarán hablando de nosotros a
    nuestras espaldas, porque si tienen algo que decir, nos lo dirán
    directamente.
    No tenemos que preguntarnos si podemos confiar en ella porque la
    gente directa es digna de confianza.
    ¿No sería bueno que todos fuéramos directos?
    Hoy dejaré ir mis ideas acerca de que de alguna manera es bueno o
    deseable ser indirectos. En vez de ello, me esforzaré por ser
    honesto, directo y claro en mi comunicación con los demás. Haré que
    comience por mí el ser directo en mis relaciones.

    Agosto 13
    Los amigos
    No pases por alto el valor de la amistad. No descuides a tus amigos. Los amigos son una alegría. Las amistades adultas pueden ser un buen lugar para que aprendamos a divertirnos y a apreciar cuánto nos podemos divertir con un amigo.
    Los amigos pueden ser un consuelo. ¿Quién nos conoce mejor, o es más capaz de darnos apoyo, que un buen amigo? Una amistad es un sitio confortable en el que podemos ser nosotros mismos. A menudo, los amigos que escogemos reflejan las cuestiones sobre las que estamos trabajando. Dar y recibir apoyo ayudará a ambos a crecer. Algunas amistades tienen altibajos y pasan por ciclos a través de los años. Otras se marchitan cuando una persona crece más que la otra. Ciertamente, todos pasamos por pruebas con nuestras amistades y, a veces, éstas exigen que practiquemos nuestras conductas de recuperación. Pero algunas amistades duran toda la vida. Hay relaciones amorosas especiales y hay amistades. A veces, nuestras amistades -especialmente las amistades de la recuperación- pueden ser también relaciones amorosas especiales.
    Hoy buscaré a un amigo. Me permitiré disfrutar del consuelo, de las alegrías y de la calidad duradera de mis amistades.

    Agosto 14
    Adueñémonos de nuestro poder
    Muchos de nosotros tenemos alguien en nuestra vida que desafía
    nuestra capacidad para confiar y cuidar de nosotros mismos.
    Cuando escuchamos la voz de esa persona o estamos en su presencia,
    podemos olvidar todo lo que sabemos que es real, acerca de cómo ser
    dueños de nuestro poder, de cómo ser directos acerca de lo que
    sabemos y creemos que es verdad, de lo importantes que somos.
    Le cedemos nuestro poder a esa persona. Nuestro niño interior queda
    enganchado en una mezcla de sentimientos poderosos, de amor, miedo o
    ira. Podemos sentirnos atrapados, impotentes, o tan atraídos por
    ella, que no podemos pensar con claridad. Puede darse una poderosa
    contienda entre los sentimientos de ira y nuestra necesidad de ser
    amados y aceptados, o entre nuestra cabeza y nuestro corazón.
    Podemos estar tan prendidos a ella o tan intimidados, que volvemos
    a nuestra creencia de que no podemos reaccionar ante esta persona o
    responderle de manera diferente.
    Nos quedamos enganchados.
    No tenemos por qué quedar bajo un hechizo.
    Empezamos por hacernos conscientes de la gente que nos engancha, y
    luego lo aceptamos.
    Podemos forzarnos a reaccionar distinto hacia esa persona, aunque
    esa nueva reacción nos resulte difícil e incómoda.
    Indaga cuáles son tus motivaciones ¿Estamos de alguna manera
    tratando de controlar o de influir en esa persona? No podemos hacer
    cambiar a otra persona, pero podemos dejar de jugar nuestra parte en

    Deja espacio para los sentimientos
    Necesitamos darnos espacio a nosotros mismos y dárselo a los demás
    para trabajar con nuestros sentimientos.
    Somos gente, no robots. Una parte importante de nosotros â??quiénes
    somos, cómo crecemos, cómo vivimos- está conectada a nuestro centro
    emocional. Tenemos sentimientos, a veces difíciles, a veces
    desgarradores, a veces explosivos, sobre los que necesitamos
    trabajar.
    Al afrontar estos sentimientos y trabajar en ellos crecemos nosotros
    y los demás. En las relaciones, ya sea en una relación amorosa, en
    una amistad, en una relación familiar o en una relación de negocios,
    la gente necesita espacio para experimentar sus sentimientos y
    trabajar en ellos.
    Algunos le llaman ” atravesar el proceso”.
    Es irracional esperar de nosotros mismos o de los demás que no
    necesitamos tiempo y espacio para trabajar sobre nuestros
    sentimientos. Estaríamos disponiéndonos a nosotros mismos y a
    nuestras relaciones al fracaso si no nos damos este tiempo y este
    espacio en nuestra vida.
    Necesitamos tiempo para trabajar con los sentimientos. Necesitamos
    espacio y permiso para trabajar con estos sentimientos de la
    manera embarazosa, incómoda, a veces desordenada en que la gente
    trabaja sobre ellos.
    Así es la vida. Así es el crecimiento. Así está bien. Podemos darle
    espacio a los sentimientos. Podemos dejar que la gente tenga tiempo
    y permiso para trabajar sobre sus sentimientos. No tenemos que
    mantenernos a nosotros mismos y mantener a los demás bajo una rienda
    tan tirante. Mientras trabajamos sobre nuestros sentimientos no
    tenemos que gastar energía innecesaria reaccionando a cada
    sentimiento que tengamos nosotros mismos o los demás. No tenemos por
    qué tomar tan en serio nuestros sentimientos, ni los sentimientos de
    los demás, mientras nosotros o ellos estamos en el proceso de
    trabajar sobre ellos.
    Deja que los sentimientos fluyan y confía adónde te está llevando
    este flujo.
    Puedo fijar límites razonables para una conducta y, aun así dejar
    espacio para todo un rango de emociones.

    Agosto 16
    Rescatémonos a nosotros mismos
    A nadie le gusta un mártir.
    ¿Cómo nos sentimos cerca de los mártires? Culpables, enojados,
    atrapados, negativos y ansiosos por escapar.
    De alguna manera, muchos de nosotros hemos desarrollado la creencia
    de que privándonos, no cuidando de nosotros mismos, siendo víctimas
    y sufriendo sin necesidad conseguiremos lo que deseamos.
    Es nuestra labor darnos cuenta de nuestras capacidades, de nuestros
    puntos fuertes y cuidar de nosotros mismos desarrollándolos y
    actuando de acuerdo con ellos.
    Es nuestra labor percatarnos de nuestro dolor y cansancio y cuidar
    adecuadamente de nosotros mismos.
    Es nuestra labor percatarnos de nuestra privación, también, y
    empezar a dar pasos para darnos a nosotros mismos abundancia. Esto
    comienza en nuestro interior, cambiando lo que creemos merecer,
    renunciando a nuestra privación y tratándonos a nosotros mismos de
    la manera como merecemos ser tratados.
    La vida es dura, pero no tenemos por qué hacerla más difícil
    descuidándonos a nosotros mismos. No hay gloria en el sufrir, sólo
    hay sufrimiento. Nuestro dolor no cesará cuando llegue un
    rescatador, sino cuando asumamos la responsabilidad que tenemos

    sabe que hay lo suficiente.
    Cuando te sientas avergonzado, tranquilízate diciéndote qué está
    bien que seas como eres. Eres suficientemente bueno.
    Cuando tengas dudas de tu tiempo o de tu posición actual en la vida,
    asegúrate a ti mismo que todo está bien; que estas justamente donde
    debes estar. Tranquilízate diciéndote que los demás también lo
    están.
    Cuando ponderes el futuro, dite a ti mismo que éste será bueno.
    Cuando voltees a ver el pasado, abandona los remordimientos.
    Cuando te des cuenta de los problemas, afirma que habrá una solución
    oportuna y que de ellos saldrá un regalo.
    Cuando te resistas a sentimientos o pensamientos, practica la
    aceptación. Cuando te sientas incómodo, sabe que se te pasará.
    Cuando identifiques un deseo o una necesidad, repítete a ti mismo
    que será satisfecho.
    Cuando te preocupes por aquellos que amas, pídele a Dios que los
    cuide y los proteja. Cuando te preocupes por ti mismo, pídele a El
    que haga lo mismo.
    Cuando pienses en los demás, piensa en el amor. Cuando pienses en ti
    mismo, piensa en el amor.
    Luego mira a tus pensamientos transformar la realidad.
    Hoy pensaré pensamientos curativos.

    Agosto 18
    Valora este momento
    El desapego implica vivir el momento presente, vivir en el aquí y en
    el ahora. Permitimos que en la vida las cosas se den por sí solas en
    lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los
    remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos
    el mayor provecho a cada día .
    Ya no seas codependiente.
    En este momento estamos justo donde necesitamos estar, justo
    donde debemos estar.
    Cuán frecuentemente desperdiciamos nuestro tiempo y energía deseando
    que fuéramos alguna otra persona, que estuviéramos haciendo alguna
    otra cosa, o que estuviéramos en alguna otra parte. Podemos desear
    que nuestras circunstancias actuales fueran distintas.
    Sin necesidad nos confundimos y desviamos nuestra energía al pensar
    que nuestro momento presente es un error. Pero estamos justamente
    donde necesitamos estar por ahora. Nuestros sentimientos,
    pensamientos, circunstancias, retos, tareas, todo está programado.
    Echamos a perder la belleza del momento presente deseando cualquier
    otra cosa.
    Vuelve a casa contigo mismo. Vuelve a casa al momento presente. No
    cambiaremos las cosas escapando al momento o abandonándolo.
    Cambiaremos las cosas sometiéndonos al momento y aceptándolo.
    Algunos momentos son más fáciles de aceptar que otros. Para confiar
    en el proceso, para confiar en él en su totalidad, sin permanecer en
    el pasado ni atisbar demasiado lejos en el futuro, se requiere una
    gran cantidad de fe. Sométete al momento. Si te estás sintiendo
    enojado, ponte furioso. Si estas fijando un límite, sumérgete en
    ello. Si estás en proceso de pena, siente la pena. Métete en ella.
    Camina hacia donde te lleve el instinto. Si estás esperando, espera.
    Si tienes una tarea que hacer, tírate al trabajo. Métete en el
    momento; el momento es correcto.
    Somos quienes somos, y eso está bien. Es justamente donde debemos
    estar para llegar hacia donde vamos a estar mañana. Y ese lugar será
    bueno.
    Ha sido planeado con amor para nosotros.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser alguien más de lo
    que soy hoy. Ayúdame a sumergirme totalmente en el momento presente.

    conductas sanas, tales como hablar acerca de los sentimientos, tomar
    alternativas, cuidar de nosotros mismos, divertirse, tener éxito, o
    incluso sentirnos bien con nosotros mismos.
    Se puede haber asociado la vergüenza al hecho de pedir lo que
    queremos y necesitamos, a comunicarnos directa y honestamente, y a
    dar y recibir amor.
    A veces, la vergüenza se disfraza de miedo, indignación,
    indiferencia, o de una necesidad de correr a escondernos, escribió
    Stephanie. E. Pero si la sentimos oscura y nos hace sentirnos mal
    acerca de quiénes somos, probablemente sea vergüenza.
    En la recuperación estamos, aprendiendo a identificar la vergüenza.
    Cuando podamos reconocerla, podremos empezar a dejarla ir. Podemos
    amarnos y aceptarnos a nosotros mismos, empezando ahora.
    Y tenemos derecho a ser, a estar aquí, a ser lo que somos. Y nunca
    tenemos por qué dejar a la vergüenza que nos diga otra cosa.
    Hoy atacaré y conquistaré la vergüenza en mi vida.

    Agosto 20
    Honestidad en las relaciones
    Podemos ser honestos y directos acerca de nuestros límites en las relaciones y acerca de los parámetros de una relación en particular. Quizá ninguna otra área de nuestra vida refleje nuestra calidad de únicos y nuestra individualidad en la recuperación más que nuestras relaciones. Algunos de nosotros tenemos una relación de compromiso. Algunos de nosotros salimos con alguien. Algunos de nosotros no salimos con nadie. Algunos de nosotros estamos viviendo con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos salir con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos tener una relación de compromiso. Algunos de nosotros nos embarcamos en relaciones nuevas después de la recuperación. Algunos de nosotros permanecemos dentro de la relación que teníamos antes de comenzar la recuperación.
    También tenemos otras relaciones. Tenemos amigos. Relaciones con los hijos, con los padres, con el resto de la familia. Tenemos relaciones profesionales, relaciones con gente en el trabajo. Necesitamos ser capaces de ser honestos y directos en nuestras relaciones. En un área en la que podemos ser honestos y directos es en los parámetros de nuestras relaciones. Podemos definir nuestras relaciones con la gente, una idea que escribieron Charlotte Kasl y otros, y podemos pedirle que sea honesta y directa al definir su punto de vista acerca de su relación con nosotros. Causa confusión estar dentro de una relación y no saber dónde estamos parados, ya sea en el trabajo, en una amistad, con miembros de la familia, o en una relación amorosa. Tenemos derecho a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué es lo que queremos que sea. Pero las relaciones igualan a dos personas que tienen iguales derechos. La otra persona necesita ser capaz de definir la relación también. Tenemos derecho a saber y a preguntar. Lo mismo ellos.
    La honestidad es la mejor política.
    Podemos fijar límites. Si alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y honestos acerca de lo que queremos nosotros, acerca del nivel de participación que nos proponemos tener. Podemos decirle a la persona lo que puede esperar razonablemente por parte nuestra, porque eso es lo que queremos dar. La forma como la persona lo maneje es asunto suyo. Si se lo decimos o no es asunto nuestro.
    Podemos establecer límites y definir las amistades cuando éstas provoquen confusión.
    Podemos incluso definir las relaciones con los niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y exceden a nuestros parámetros.

    relación ni a participar al nivel que nosotros deseamos si él o ella
    no quieren. Todos tenemos derecho a que no se nos obligue.
    La información es una herramienta poderosa, y tener la información
    acerca de lo que es una relación particular -los límites y
    definiciones de la misma- nos dará la fuerza para cuidar de nosotros
    respecto de ella.
    Las relaciones llevan un tiempo para formarse, pero en algún punto
    podemos razonablemente esperar una definición clara de lo que es la
    relación y cuáles son sus límites. Si chocan las definiciones, somos
    libres de tomar una nueva decisión basándonos en la información
    adecuada acerca de lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros
    mismos.
    Hoy me esforzaré por ser claro y directo en mis relaciones. Si ahora
    tengo algunas relaciones lóbregas y poco definidas, y si les he dado
    el tiempo adecuado para formarse, empezaré a tomar acción para
    definir esa relación. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca
    de definir y comprender la naturaleza de mis relaciones actuales.
    Guíame a la claridad, a pensar clara, sanamente. Ayúdame a saber que
    lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo conseguir eso
    de la otra persona, lo que quiero sigue estando bien, pero no es
    posible en el momento presente. Ayúdame a aprender a no renunciar a
    lo que quiero y necesito, sino dame la fuerza para hacer elecciones
    apropiadas, sanas, acerca de dónde conseguirlo.

    Agosto 21
    Desapeguémonos en las relaciones
    Cuando al principio nos vemos expuestos al concepto del desapego,
    muchos de nosotros lo encontramos objetable y cuestionable. Podemos
    pensar que desapegarse significa que a uno no le importan los demás.
    Podemos creer que al controlar, al preocuparnos, y al tratar de
    forzar las cosas a que sucedan, estamos demostrando cuánto nos
    importan.
    Podemos creer que el controlar, el preocuparnos y el forzar las
    cosas, de alguna manera afectarán el resultado que deseamos.
    Controlar, preocuparse y forzar no funcionan. Aunque tuviéramos
    razón, el controlar no funciona. En algunos casos, puede impedir el
    resultado que esperamos.
    A medida que practicamos el desapego con la gente en nuestra vida,
    empezamos lentamente a aprender la verdad. Desapegarse, y de
    preferencia desapegarse con amor, es una conducta en las relaciones
    que sí funciona .
    También aprendemos algo más. El desapego -el dejar ir nuestra
    necesidad de controlar a la gente- mejora todas nuestras relaciones.
    Le abre la puerta al mejor resultado posible. Reduce nuestro nivel
    de frustración y nos libera a nosotros mismos y a los demás para
    vivir en paz y armonía.
    Desapegarse quiere decir que nos importamos nosotros mismos y que
    nos importan los demás. Nos libera para tomar las mejores decisiones
    posibles. Nos capacitan para fijar los límites que necesitamos
    establecer con la gente. Nos permite tener nuestros sentimientos,
    dejar de reaccionar e iniciar un posible curso de acción. Alienta a
    los demás a hacer lo mismo.
    Le permite a nuestro Poder Superior entrar en escena y obrar.
    Hoy confiaré en el proceso de desapegarme con amor. Entenderé que no
    solo estoy dejando ir; estoy dejando ir las cosas y dejando
    actuar a Dios. Estoy amando a los demás, pero también me estoy
    amando a mí mismo.

    Agosto 22
    Responsabilidad para con los miembros de la familia.

    permitirles que tengan este tipo de poder sobre nosotros. Nuestros padres lo hicieron lo mejor que pudieron. Pero aun así nosotros no tenemos por qué aceptar una creencia suya que no sea una creencia sana. Podrán ser nuestros padres, pero no siempre tienen la razón. Podrán ser nuestros padres, pero sus creencias y conductas no siempre son sanas y no son siempre las que más nos convienen. Somos libres de examinar y de elegir nuestras creencias. Deja ir la culpa. Deja ir los sentimientos excesivos e inadecuados de responsabilidad hacia los padres y otros miembros de la familia. No tenemos por qué permitir que sus creencias destructivas nos controlen a nosotros, a nuestros sentimientos, a nuestros conductas o a nuestra vida.
    Hoy empezaré el proceso de liberarme de cualquier sentimiento autoderrotista que mis padres me puedan haber transmitido. Me esforzaré por tener ideas y límites adecuados en lo que concierne a cuánto poder y cuánta responsabilidad tengo realmente en mi relación con mis padres.

    Agosto 23
    El cuidado de uno mismo
    ¿Cuándo nos volveremos dignos de ser amados? ¿Cuándo nos sentiremos
    seguros? ¿Cuándo tendremos toda la protección, los mimos y el amor
    que tanto merecemos? Lo tendremos cuando empecemos a dárnoslo a
    nosotros mismos.
    Más allá de la codependencia
    La idea de darnos a nosotros mismos lo que queremos y necesitamos
    puede causar confusión, especialmente si hemos pasado muchos años no
    sabiendo que está bien que nos cuidemos a nosotros mismos. Quitar
    nuestra energía y nuestra concentración de los demás y de sus
    responsabilidades y poner esa energía sobre nosotros y nuestras
    responsabilidades es una conducta de recuperación que se puede
    adquirir.
    La aprendemos a través de la práctica cotidiana.
    Empezamos por relajarnos, respirar profundamente y dejar ir los
    miedos lo suficiente para sentirnos lo más en paz que podamos.
    Luego, nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué necesito hacer para
    cuidar de mí mismo hoy, o en este momento?
    ¿Qué necesito y qué quiero hacer?
    ¿Qué demostraría amor y autorresponsabilidad?
    ¿Estoy atrapado en la creencia de que los otros son responsables de
    hacerme feliz, de que son responsables de mí?
    Entonces, lo primero que debo hacer es corregir mi sistema de
    creencias. Yo soy responsable de mí mismo.
    ¿Me siento ansioso y preocupado por una responsabilidad que he
    estado descuidando? Entonces, tal vez necesito dejar ir mis miedos y
    atender esa responsabilidad.
    ¿Me siento abrumado, fuera de control? Quizás necesite volver al
    primero de los Doce Pasos.
    ¿He estado trabajando demasiado? Tal vez lo que necesite hacer sea
    darme un descanso y hacer algo divertido.
    ¿He estado descuidando mi trabajo o mis tareas cotidianas? Entonces,
    tal vez lo que necesite hacer es volver a mi rutina.
    No hay una receta, una fórmula, una guía para el cuidado de uno
    mismo. Cada uno de nosotros tiene una guía, y esa guía está en
    nuestro interior. Necesitamos hacernos la pregunta: ¿Qué necesito
    hacer para cuidar amorosa, responsablemente de mí mismo? Luego,
    necesitamos escuchar la respuesta. Cuidar de uno mismo no es tan
    difícil. La parte más desafiante está en confiar en la respuesta, y
    en tener el valor de actuar conforme a ella una vez que la hemos
    escuchado.
    Hoy me concentraré en cuidar de mí mismo. Confiaré en mí mismo y en

    que a cualquier otra persona, de modo que pongámonos en primer lugar
    en la lista.
    A menudo, nuestra tendencia es sentirnos culpables por todo lo
    que hemos hecho, acerca de todo mundo con quien hemos entrado en
    contacto. Estos son sentimientos de culpa gratuitos. Escribir nos
    ayuda a aclarar si nos estamos castigando sin razón o no. Pero
    necesitamos estar abiertos a la guía a medida que trabajamos este
    Paso echándolo todo para afuera y poniéndolo sobre el papel, para
    que podamos sanar.
    Una vez que hemos hecho la lista, nos esforzamos por disponernos a
    reparar los daños causados a todas las personas que aparezcan en
    ella porque así es como nos curaremos. Reparar el daño no significa
    sentirse culpable y avergonzado, y castigarse uno mismo; significa
    que nos traguemos nuestro orgullo y nuestras defensas, y que hagamos
    lo que podamos para cuidar de nosotros mismos.
    Nos preparamos para mejorar nuestra autoestima asumiendo la
    responsabilidad de nuestras conductas. Nos disponemos a restaurar
    nuestras relaciones con nosotros mismos, con los demás y con nuestro
    Poder Superior.
    Hoy me abriré a un entendimiento honesto con la gente que he dañado.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mis defensas y mi orgullo. Ayúdame a
    estar dispuesto a reparar los daños que he causado, para que pueda
    mejorar mis relaciones conmigo mismo y con los demás.

    Agosto 25
    Estemos dispuestos a reparar los daños
    El Paso Ocho está hablando de un cambio de corazón, de un cambio
    curativo.
    Esta actitud puede ser el principio de una gran cadena de
    recuperación y de curación en nuestras relaciones con los demás y
    con nosotros mismos. Significa que estamos dispuestos a dejar ir
    nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes obstáculos para
    nuestra capacidad de dar y recibir amor.
    En el Paso Ocho hacemos una lista de toda la gente que hemos dañado,
    y nos permitimos a nosotros mismos experimentar una actitud curativa
    hacia ellos. Es una actitud de amor.
    En este Paso, no nos arrojamos con locura y empezamos a gritar: “¡Lo
    siento!”. Hacemos nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino
    para facilitar la curación. Antes de que realmente reparemos daños o
    empecemos a considerar la manera apropiada de repararlos, nos
    permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra actitud. Ahí es donde
    comienza la curación, en nuestro interior.
    Esto puede cambiar la energía. Puede cambiar la dinámica. Puede
    hacer comenzar el proceso, antes de que abramos la boca y digamos lo
    siento.
    Abre la puerta del amor. Abre la puerta a la energía del amor y de
    la curación. Nos capacita para llenarnos de sentimientos y
    energía positivos.
    Esa energía se puede sentir alrededor del mundo, y comienza dentro
    de nosotros.
    ¿Con cuánta frecuencia, después de haber sido lastimados, deseábamos que
    la persona simplemente reconociera nuestro dolor y dijera, “lo
    siento”? ¿ Cuán tan a menudo hemos deseado que la persona simplemente
    nos viera, nos escuchara y volviera hacia nosotros la energía del
    amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo menos un cambio de
    corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las relaciones
    manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a
    menudo.
    Los otros también lo desean. Eso no es ningún secreto. La energía de
    la curación comienza con nosotros. Nuestra disposición para reparar

    Paso Nueve de Al-Anón
    Cuando reparemos daños, necesitamos ser claros acerca de la causa por
    la que estamos ofreciendo disculpas y de la mejor manera de decir
    que lo sentimos. Lo que realmente estamos haciendo con nuestra
    reparación es asumir la responsabilidad de nuestra conducta.
    Necesitamos estar seguros de que el proceso mismo no sea
    contraproducente o doloroso.
    A veces necesitamos disculparnos directamente por una cosa que hemos
    hecho en particular o por la parte que nos corresponde en un
    problema.
    Otras, en vez de decir “lo siento”, lo que necesitamos hacer es
    trabajar por cambiar nuestra conducta hacia la persona.
    Hay veces en que sacar a relucir lo que hemos hecho y ofrecer
    disculpas por ello empeoraría las cosas.
    Tenemos que confiar en el momento adecuado, en la intuición, y en la
    guía en este proceso de la reparación de daños. Una vez que estemos
    dispuestos, podemos dejarlos ir y proseguir con nuestra reparación
    en forma pacífica, consistente, armoniosa. Si nada nos parece bien o
    apropiado, si sentimos que lo que estamos a punto de hacer
    provocaría una crisis o causaría estragos, necesitamos confiar en
    ese sentimiento.
    Aquí cuentan la honestidad, el ser abiertos y el estar dispuestos.
    En paz y armonía podemos esforzarnos por poner en claro nuestras
    relaciones.
    Merecemos estar en paz con nosotros mismos y con los demás.
    Hoy estaré abierto a reparar cualquier daño que necesite reparar con
    la gente. Esperaré la Guía Divina en el proceso de hacer cualquier
    reparación que no tenga bien clara. Actuaré cuando se me guíe a
    hacerlo. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi miedo de enfrentar a la
    gente y asumir la responsabilidad de mi conducta. Ayúdame a saber
    que no estoy menoscabando mi autoestima al hacer esto; la estoy
    mejorando.

    Agosto 27
    Negligencia
    La negligencia â??no actuar en el momento oportuno- es una conducta
    autoderrotista. Produce ansiedad, culpa, desarmonía y que tengamos
    una machacona conciencia de la tarea que la vida nos está diciendo que
    es tiempo de hacer.
    No siempre estamos siendo morosos cuando dejamos algo para después.
    A veces, hacer algo antes del momento preciso puede ser tan
    contraproducente como esperar demasiado.
    Podemos aprender a discernir la diferencia. Escúchate a ti mismo.
    Escucha al universo. ¿A qué se le ha pasado ya el tiempo de que lo
    hicieras y te está creando ansiedad y te está aguijoneando por
    dentro?
    ¿Hay algo en tu vida que estés evitando porque no quieres
    enfrentarlo? ¿Se está haciendo cada vez más grande la ansiedad por
    estarlo posponiendo?
    A veces, la ira, el miedo o el sentirse impotente puede motivar la
    negligencia. A veces, la negligencia simplemente se ha convertido en
    algo habitual.
    Confía en ti mismo y escúchate a ti, a tu Poder Superior y al
    Universo. Vigila los signos y señales. Si es tiempo de hacer algo,
    hazlo ahora. Si aún no es tiempo, espera hasta que sea el momento
    oportuno.
    Dios mío ayúdame a estar a tiempo y en armonía con mi vida. Ayúdame
    a sintonizarme al Divino Orden y a la Divina Regulación del Tiempo y
    a confiar en ellos.

    controlar. En vez de ello, nos esforzamos por la paz y la
    gobernabilidad, por adueñarnos de nuestro poder para ser lo que
    somos y para cuidar de nosotros mismos.
    No toleramos el abuso, ni abusamos ni maltratamos a nadie más.
    Trabajamos por dejar ir nuestro miedo y por desarrollar una
    confianza adecuada. Tratamos de aprender de nuestros errores, pero
    nos perdonamos a nosotros mismos cuando los cometemos.
    Tratamos de no colocarnos en empleos que no era posible que
    funcionaran, o en empleos que no son adecuados para nosotros. Si nos
    encontramos en una de esas circunstancias, enfrentamos
    responsablemente el asunto.
    Averiguamos cuales son nuestras responsabilidades y generalmente nos
    ceñimos a ellas, a menos que se llegue a otro acuerdo. Dejamos
    espacio para los grandes días y para aquéllos no tan grandes.
    Somos gentiles y amorosos con la gente siempre que sea posible, pero
    somos asertivos y firmes cuando eso es lo que se necesita.
    Aceptamos nuestros puntos fuertes y los acrecentamos. Aceptamos
    nuestras debilidades y limitaciones, incluyendo las limitaciones de
    nuestro poder.
    Nos esforzamos por dejar de tratar de controlar y de cambiar lo que
    no es asunto nuestro cambiar. Nos concentramos en lo que es nuestra
    responsabilidad y en lo que podemos cambiar.
    Fijamos metas razonables. Nos tomamos en cuenta a nosotros mismos.
    Luchamos por lograr el equilibrio.
    A veces nos permitimos una buena sesión de congoja para echar todo
    para afuera, pero lo hacemos apropiadamente, de forma que nos
    cuidemos a nosotros mismos y liberemos nuestros sentimientos, no para
    sabotearnos. Nos esforzamos por evitar los chismes maliciosos y otras
    conductas contraproducentes.
    Evitamos la competencia, luchando por la cooperación y por un
    espíritu amoroso. Entendemos que nos pueden caer bien algunas
    personas que trabajen con nosotros y caernos mal otras, pero nos
    esforzamos por encontrar armonía y equilibrio con todo el mundo. No
    negamos lo que sentimos hacia cierta persona, pero nos esforzamos
    por mantener buenas relaciones de trabajo siempre que sea posible.
    Cuando no sabemos, decimos no sabemos. Cuando necesitamos ayuda, la
    pedimos directamente. Cuando el pánico se apodera de nosotros, lo
    tratamos como un asunto separado y tratamos de no permitir que
    nuestro trabajo y nuestra conducta sean controlados por el pánico.
    Nos esforzamos por cuidar responsablemente de nosotros mismos
    pidiendo de forma adecuada lo que necesitemos en el trabajo, y al
    mismo tiempo, sin descuidarnos a nosotros mismos.
    Si somos parte de un equipo, luchamos por hacer un trabajo de equipo
    sano como una oportunidad para aprender cómo trabajar en cooperación
    con los demás.
    Si algo se vuelve loco o se siente loco, si nos encontramos
    trabajando con una persona adicta o que tiene algún tipo de
    disfunción que sea problemática, no nos volvemos más locos negando
    el problema. Lo aceptamos y en paz tratamos de averiguar lo que
    necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.
    Dejamos ir nuestra necesidad de ser mártires o rescatadores en el
    trabajo. Sabemos que no tenemos que permanecer en situaciones que
    nos hagan infelices. En vez de sabotear un sistema o a nosotros
    mismos, planeamos una solución positiva, comprendiendo que
    necesitamos hacernos responsables de nosotros mismos en el camino.
    Dejamos de ser víctimas y trabajamos creyendo que merecemos lo
    mejor. Practicamos la aceptación, la gratitud y la fe.
    Por un solo día a la vez, nos esforzamos por disfrutar lo que es
    bueno, por resolver los problemas que nos toca resolver, y en el
    trabajo damos el regalo que somos nosotros mismos.
    Hoy pondré atención a las conductas de recuperación que podría
    practicar para mejorar mi vida laboral. Cuidaré de mí mismo en el

    sentirlos, y no sabíamos cómo procesarlos.
    Gran parte de nuestra obsesión, de nuestra intensa atención en
    los demás, se hace para facilitar esta experiencia “fuera del
    cuerpo” que llamamos codependencia.
    Nos obsesionamos, balbuceamos, nos ponemos ansiosos. Tratamos de
    controlar a los demás, de cuidarlos como nanas y de hacer alharacas
    cerca de ellos. Nuestra energía se desparrama sobre quien sea.
    Nuestra energía es nuestra energía. Nuestros sentimientos,
    pensamientos, asuntos, amor, sexualidad; nuestra energía física,
    espiritual,, sexual, creativa y emocional es nuestra.
    Podemos aprender a tener límites sanos â?? parámetros sanos- acerca de
    nosotros y de nuestra energía. Podemos aprender a guardar energía en
    nuestro interior y a manejar nuestros asuntos.
    Si estamos tratando de escapar de nuestro cuerpo, si nuestra energía
    se está derramando fuera de nosotros en forma enfermiza, podemos
    preguntarnos qué está pasando, qué nos está lastimando, qué estamos
    evitando, qué necesitamos afrontar, con qué necesitamos lidiar.
    Luego, podemos hacerlo. Podemos volver a casa a vivir dentro de
    nosotros mismos.
    Hoy guardaré mi energía dentro de mi cuerpo. Me mantendré centrado y
    dentro de mis límites. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de
    escapar de mí mismo. Ayúdame a enfrentar mis asuntos para que me
    sienta a gusto viviendo dentro de mi cuerpo.

    Agosto 30
    Aceptemos nuestro mejor esfuerzo
    No tenemos que hacer las cosas mejor de lo que podemos, nunca.
    Haz las cosas lo mejor que puedas por el momento, luego déjalo ir.
    Si necesitamos volverlas a hacer, podremos hacerlas lo mejor posible
    en otro momento, después.
    No podríamos hacer más ni mejor las cosas de lo que somos capaces
    de hacerlas en este momento. Nos castigamos a nosotros mismos y nos
    volvemos locos esperando más de lo que razonablemente podemos hacer
    mejor por ahora.
    Esforzarse por la excelencia es una cualidad positiva.
    Esforzarse por la perfección es autoderrotista.
    ¿Quién nos dijo que esperaba que hiciéramos y diéramos más? ¿Quién
    nos privó siempre de su aprobación?
    Llega un momento en que sentimos que hemos hecho las cosas lo mejor
    posible. Cuando llegue ese momento, déjalo ir.
    Hay días en que pensamos que hemos hecho las cosas mejor que nunca y
    el resultado puede ser inferior a lo que esperábamos. Deja ir esos
    momentos también. Vuelve a empezar mañana. Trabajemos hasta que se
    vuelva mejor lo mejor que podemos hacer las cosas.
    Hay momentos para la crítica constructiva, pero si eso es lo único
    que nos damos a nosotros mismos, nos daremos por vencidos.
    Concedernos autoridad y hacernos cumplidos a nosotros mismos no nos
    hará flojos. Nos nutrirá y nos hará capaces de dar, de hacer y de
    ser lo mejor.
    Hoy haré las cosas lo mejor que pueda. Dios mío, ayúdame a dejar de
    criticarme a mí mismo para que pueda apreciar lo lejos que he
    llegado.

    Agosto 31
    Negación
    Yo he estado en recuperación muchos años. He utilizado la negación muchas veces. Ha sido una defensa, una herramienta para sobrevivir, una conducta para hacer frente y, a veces, casi mi ruina. Ha sido una amiga y una enemiga.

    sentimientos, a mis necesidades y a mí misma. Era como una gruesa
    manta que me cubría y me sofocaba.
    De pronto, me empecé a recuperar. Tuve un atisbo de conciencia
    acerca de mi dolor, de mis sentimientos, de mis conductas. Empecé a
    verme a mí misma y al mundo, como éramos. Había tal cantidad de
    negación acerca de mi pasado que si me hubieran rasgado totalmente
    la manta, hubiera muerto del shock que me hubiera provocado quedarme
    a la intemperie. Necesité ir admitiendo gradualmente y suavemente
    los conocimientos que fui adquiriendo acerca de mí misma, los
    recuerdos, la toma de conciencia y la curación.
    La vida participó conmigo en este proceso. Es una gentil maestra. A
    medida que me iba recuperando, trajo hacia mí los incidentes y la
    gente que necesitaba para poder recordarme lo que aún estaba
    negando, para decirme adónde necesitaba curarme más de mi pasado, a
    medida que iba pudiendo manejar este conocimiento acerca de mí
    misma.
    Todavía uso la negación, y me abro paso con ella, según lo necesite.
    Cuando soplan los vientos del cambio, trastornando la estructura
    familiar y preparándome para lo nuevo, cojo mi manta y me escondo,
    durante un rato. A veces, cuando alguien a quien amo tiene un
    problema, me escondo debajo de la manta momentáneamente. Surgen
    recuerdos de cosas que negué, recuerdos que necesitan ser
    recordados, sentidos y aceptados para que podamos seguir siendo
    curados, fuertes y sanos.
    A veces, me siento avergonzada por lo mucho que tardo en mi
    batalla para llegar a aceptar la realidad. Me siento abochornada
    cuando me encuentro de nuevo envuelta en la niebla de la negación.
    Luego algo sucede, y veo que estoy yendo hacia delante. La
    experiencia era necesaria, tenía relación con algo, para nada era un
    error, sino una parte importante de la curación.
    Esta viaje llamado recuperación es un proceso emocionante, pero
    comprendo que algunas veces puedo usar la negación para ayudarme a
    superar cuestiones difíciles.
    También estoy consciente de que la negación es una amiga y una
    enemiga. Estoy alerta a las señales de peligro: esos sentimientos
    nebulosos, confusos… esa energía perezosa…. el sentirse
    compulsivo… correr demasiado duro o demasiado aprisa…. evitar
    los mecanismos de apoyo.
    He ganado un sano respeto por nuestra necesidad de usar la negación
    como cobija para envolvernos cuando hace demasiado frío. No es mi
    labor andar por ahí desgarrando las cobijas de la gente o
    avergonzando a los demás por usar la cobija. El avergonzarlos les da
    más frío, los hace envolverse más apretadamente en la manta.
    Arrancarles la manta es peligroso. Podrían morir por quedar a la
    intemperie, igual que puede haber muerto yo.
    He aprendido que lo mejor que puedo hacer con la gente que está
    envuelta en esta cobija es hacerla sentirse tibia y segura. Cuanto
    más tibia y segura se sienta, más capaz será de tirar su cobija. No
    tengo que apoyar o alentar su negación. Puedo ser directa. Si los
    demás están en negación acerca de una cosa en particular, y su
    actividad es perjudicial para mí, no tengo por qué estar cerca de
    ellos. Puedo desearles lo mejor y cuidar de mí misma. Porque
    si me quedo demasiado tiempo cerca de alguien que me está haciendo
    daño, inevitablemente volveré a coger mi manta.
    He ganado respeto por crear ambientes cálidos, donde no se necesiten
    las cobijas, o al menos no se necesiten por tanto tiempo. He ganado
    confianza en la forma como la gente se cura y lidia con la vida.
    Dios, ayúdame a estar abierta y a confiar en el proceso que me está
    curando de todo lo que he negado acerca de mi pasado. Ayúdame a
    esforzarme por tener conciencia y lograr la aceptación, pero también
    ayúdame a practicar la amabilidad y la compasión hacia mí mismo -y
    hacia los demás- en aquellas ocasiones en que haya usado la

  8. Septiembre 1
    Sé paciente. Relájate y confía. Déjalo ir. Luego, déjalo ir otro
    poco. Se han planeado para nosotros cosas buenas. Las recibiremos en
    el primer momento disponible. Tendremos todo lo que nuestro corazón
    anhela.
    Relájate y confía.
    Hoy identificaré lo que quiero y necesito; luego, estaré dispuesto a
    dejarlo ir. Dedicaré mi energía a vivir mi vida hoy, para que pueda
    dominar mis lecciones lo más pronto posible. Confiaré en que está
    por llegarme lo que quiero y necesito. Dejaré ir mi necesidad de
    controlar los detalles.

    Septiembre 2
    Desapeguémonos de los hijos con amor
    Una cosa es soltar a mi marido y dejar que él sufra las
    consecuencias. Pero ¿Cómo soltar a mis hijos? ¿No es diferente
    con los hijos? ¿No tenemos responsabilidades como padres?
    Un miembro de Al-Anón
    Tenemos otras responsabilidades diferentes para con nuestros hijos y
    para con otros adultos. Somos económicamente responsables de
    nuestros hijos; somos responsables de satisfacerles sus necesidades
    físicas y materiales.
    Necesitamos enseñarles a nuestros hijos a bastarse por sí mismos,
    desde cómo atarse los zapatos hasta cómo hacer planes sociales.
    Necesitan nuestro amor y nuestra guía. Necesitan que se les haga
    respetar consistentemente los límites, una vez que los hemos
    establecido. Necesitan un ambiente de apoyo y cariño para crecer.
    Necesitan ayuda para aprender valores.
    Pero nosotros no tenemos la responsabilidad de controlar a nuestros
    hijos. Contrariamente a la creencia popular, el controlar no
    funciona. Funciona la disciplina y el cariño si se les combina. La
    vergüenza y el sentimiento de culpa interfieren con el aprendizaje
    de nuestros hijos y con nuestro papel de padres. Necesitamos
    responderles a nuestros hijos de una manera responsable y hacerlos
    responsables de sus acciones de acuerdo con su edad. Sólo
    necesitamos hacer nuestro mejor esfuerzo.
    Podemos dejar que nuestros hijos sigan su propio proceso de vida;
    nosotros podemos tener el nuestro y podemos cuidar de nosotros
    mismos durante ese proceso. Busquemos el equilibrio. Busquemos la
    sabiduría. No busquemos tener el control, sino adueñarnos de nuestro
    poder como personas que somos, como padres.
    Hoy Dios mío, ayúdame a encontrar un equilibrio adecuado de
    responsabilidad con mis hijos. Ayúdame a educarlos con cariño y
    disciplina en vez de aplicar el control.

    Septiembre 3
    El poder de la palabra
    Sé que soy controladora, pero mi marido también lo es. Posiblemente él es más controlador que yo. Cada vez que he estado dispuesta a dejarlo, cada vez que he empezado a irme, él ha sabido decir las palabras exactas para detenerme. Y él sabia que yo respondería. El sabía decir exactamente lo que yo necesitaba escuchar para quedarme ahí donde él quería que me quedara. El sabía lo que estaba haciendo, y sabía lo que yo haría, porque después de que empecé a recuperarme, me lo confesó. Anónimo
    Algunos de nosotros somos así de vulnerables a las palabras. Un “te quiero” dicho a tiempo. Un momento escogido para decir “lo siento”. Una disculpa expresada en el tono correcto de voz. Una palmadita en la cabeza. Una docena de rosas. Un beso. Una tarjeta de

    que se nos controle, que se nos manipule, que se nos engañe. Tarde o temprano llegaremos a darnos cuenta de que es una charla barata, a menos que la conducta de la persona esté de acuerdo con ella. Podemos llegar a exigir congruencia entre la conducta y las palabras de aquellos que nos rodean. Podemos aprender a no ser manipulados, o dominados, por la charla barata.
    No podemos controlar lo que hacen los otros, pero podemos escoger nuestras propias palabras y nuestro propio curso de acción. No tenemos por qué dejar que la charla barata, dicha a buen tiempo, nos controle, aunque las palabras que escuchemos sean exactamente las que queremos oír para que cese nuestro dolor. Hoy dejaré ir mi vulnerabilidad a las palabras. Dios mío, ayúdame a confiar en mí mismo para conocer la verdad, aunque se me esté engañando. Ayúdame a apreciar aquellas relaciones donde hay congruencia. Ayúdame a creer que merezco congruencia y verdad en la conducta y en las palabras de aquellos que me importan.

    Septiembre 4
    Encontremos una dirección
    Yo solía pasar tanto tiempo reaccionando y respondiendo a todos los
    demás, que mi vida no tenía una dirección. La vida de otras
    personas, sus problemas y deseos disponían el curso de mi vida. Una
    vez que me di cuenta de que estaba bien que pensara en lo que quería
    y lo identificara, empezaron a tener lugar en mi vida cosas
    notables.
    Anónimo
    Cada uno de nosotros tiene una vida que vivir, una vida que tiene un
    propósito y un significado. Podemos ayudarle a nuestro Poder
    Superior a que dé dirección y propósito a nuestra vida fijando
    metas.
    Podemos fijar metas anual, mensual o diariamente en tiempos de
    crisis. Las metas crean una dirección y un ritmo; las metas nos
    ayudan a tener una vida gobernable dirigida de acuerdo con el curso
    que hemos elegido para nosotros mismos.
    Podemos ayudarnos a dar dirección a nuestras vidas fijando metas.
    Hoy prestaré atención a fijar para mi vida un curso de acción, en vez de
    dejar que me arrastre cualquier viento.

    Septiembre 6
    Lo bueno del Paso Diez
    El Paso Diez dice: â?? Continuamos haciendo nuestro inventario personal
    y cuando nos equivocábamos, lo admitíamos inmediatamenteâ? . No
    sugiere que ignoremos lo que es correcto en nuestra vida. Dice que
    continuemos haciendo un inventario personal y que nos mantengamos
    concentrados en nosotros mismos.
    Al hacer un inventario, queremos ver muchas cosas. Podemos buscar
    sentimientos que necesitan nuestra atención. Podemos ver si se está
    deslizando furtivamente la baja autoestima. Podemos buscar viejas
    maneras de pensar, de sentir y de comportarnos. Podemos buscar
    errores que necesiten corregirse.
    Pero una parte vital de nuestro inventario es también concentrarse en
    lo que estamos haciendo bien y en todo lo bueno que hay a nuestro
    alrededor.
    Parte de nuestra codependencia consiste en concentrarnos
    obsesivamente en lo que está mal y en lo que podemos estar haciendo
    mal, sea real o imaginario. En la recuperación estamos aprendiendo a
    concentrarnos en lo que está bien.
    Mira sin miedo, con ojos amorosos, positivos. ¿Qué hiciste bien hoy?
    ¿Te comportaste distinto hoy a como lo hubieras hecho hace un año?
    ¿Buscaste a alguien y te permitiste ser vulnerable? Puedes
    felicitarte por ello.
    ¿Tuviste un mal día pero lidiaste con él en forma eficaz?
    ¿Practicaste la gratitud o la aceptación? ¿ Tomaste un riesgo, te
    adueñaste de tu poder o fijaste un límite? ¿Te hiciste responsable
    de ti mismo de una forma que no la hubieras hecho antes?
    ¿Te diste tiempo para la plegaría y la meditación? ¿Confiaste en
    Dios? ¿Dejaste que alguien hiciera algo por ti?
    Aún en nuestros peores días, podemos encontrar una cosa que hayamos
    hecho bien. Podemos encontrar algo que nos haga sentir esperanzados.
    Podemos encontrar algo que anticipar. Podemos concentrarnos
    realistamente en las visiones de lo que puede ser.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de permanecer inmerso en
    la negatividad. Puedo cambiar en mí mismo y en mi miedo la
    energía negativa en energía positiva. También me esforzaré por
    encontrar una cualidad que me guste en alguien más que sea
    importante para mí, y correré el riesgo de decírselo a él o a ella.

    Septiembre 7
    Impotentes sobre los demás
    Dejemos de disculpar a las otras personas. Dejemos de disculparnos a nosotros mismos.
    Aunque es nuestra meta desarrollar la compasión y lograr el perdón, la aceptación y el amor, también es nuestra meta aceptar la realidad y hacer que la gente sea responsable de su propia conducta. Podemos también hacernos nosotros responsables de nuestra propia conducta y, al mismo tiempo, tenernos compasión, ser comprensivos con nosotros mismos. Cuando nos declaramos impotentes, no nos estamos declarando irresponsables. No tenemos el poder de controlar a los demás, lo que hacen, lo que hicieron, o lo que podrían hacer. Estamos declarando que estamos dispuestos a dar fin a una vida ineficaz basada en la fuerza de voluntad y en el control. Y estamos comenzando un viaje espiritual, mental y emocional en el que asumimos la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos. No somos víctimas. No estamos desamparados. Aceptar la impotencia

    de codependencia frecuentemente tenemos un pozo negro de dolor no
    resuelto del pasado. Tenemos sentimientos, a veces desde la niñez
    hasta el presente, que o bien son demasiado dolorosos de sentir o no
    habíamos tenido permiso ni apoyo para lidiar con ellos.
    En nuestra vida hay también otras fuentes inevitables de dolor.
    Están la tristeza y la pena que nos vienen cuando experimentamos un
    cambio, incluso un buen cambio, cuando dejamos ir una parte de
    nuestra vida y empezamos nuestro viaje hacia una nueva.
    Hay dolor en la recuperación, a medida que empezamos a permitirnos
    sentir y vamos despojándonos de nuestro escudo protector de
    negación.
    Está el dolor que nos lleva y nos guía a tomar mejores alternativas
    para nuestro futuro.
    Tenemos muchas opciones para detener este dolor. Podemos haber
    experimentado con diferentes alternativas. Las conductas
    compulsivas y adictivas detienen el dolor, temporalmente. Podemos
    haber usado alcohol, otras drogas, relaciones o el sexo para detener
    nuestro dolor.
    Podemos usar la religión para evitar nuestros sentimientos.
    Podemos recurrir a negar lo que estamos sintiendo para hacer cesar
    nuestro dolor.
    Podemos permanecer ocupados para no tener tiempo parar sentir.
    Podemos usar el dinero, el ejercicio o la comida para detener
    nuestro dolor.
    Tenemos muchas alternativas. Para sobrevivir, podemos haber
    utilizado algunas de estas opciones, solo para descubrir que eran
    â?? tiritasâ? , que aliviaban temporalmente el dolor pero no solucionaban
    el problema. No detenían realmente nuestro dolor; lo posponían.
    En la recuperación hay una alternativa mejor para que podamos
    detener el dolor. Podemos enfrentarlo y sentirlo. Cuando estemos
    listos, con la ayuda de nuestro Poder Superior, podemos reunir el
    valor para sentir el dolor, dejarlo ir y dejar que nos lleve hacia
    delante, a una nueva decisión, a una vida mejor.
    Podemos dejar las conductas que estamos siguiendo y que nos causan
    dolor si eso es apropiado. Podemos tomar la decisión de apartarnos
    de situaciones que causan un dolor repetido, similar. Podemos
    aprender la lección que nuestro dolor está tratando de enseñarnos.
    Si estamos sintiendo dolor, ahí hay una lección. Confía
    en esa idea. Algo se está resolviendo en nosotros. La respuesta no
    vendrá de las conductas adictivas o de otras conductas compulsivas;
    recibiremos la respuesta cuando sintamos nuestros sentimientos.
    Se necesita valor para estar dispuestos a permanecer quietos y
    sentir lo que debemos sentir. A veces tenemos en nuestro interior
    lo que parece ser infinitas capas de dolor. El dolor duele. La pena
    duele. La tristeza duele. No se siente bonito. Pero tampoco se
    siente uno bien al negar lo que ya está ahí, tampoco se siente uno
    bien viviendo una vida entera con bolsas nuevas y viejas de dolor
    empacado, guardado y amontonado dentro.
    Dolerá un rato, no más tiempo del necesario para curarnos. Podemos
    confiar en que si hemos de sentir dolor, eso es parte de la
    curación, y es bueno. Podemos ponernos en disposición de aceptar y
    de someternos a los inevitables sentimientos dolorosos que son una
    buena parte de la recuperación.
    Ir con la corriente, aunque la corriente nos lleve por sentimientos
    incómodos. El alivio, la libertad, la curación y los sentimientos
    positivos están del otro lado.
    Hoy estoy abierto y dispuesto a sentir lo que necesito sentir. Estoy
    dispuesto a dejar mis conductas compulsivas. Estoy dispuesto a dejar
    ir mi negación. Estoy dispuesto a sentir lo que necesito sentir para
    curarme, para sanar.

    esquema mayor de eventos no siempre nos queda claro. Así es como
    necesita ser.
    La perspectiva vendrá en retrospectiva.
    Podemos hacer un esfuerzo excesivo durante horas hoy para comprender
    el significado de algo que puede venirnos en un instante el año que
    viene.
    Déjalo ir. Dejemos ir nuestra necesidad de averiguar las cosas para
    sentirnos en control.
    Ahora es tiempo de ser. De sentir. De pasar por ello. De permitir
    que las cosas sucedan. De aprender. De dejar que tome su curso
    lo que sea que se esté resolviendo en nuestro interior.
    Ya pasada la ocasión, lo sabremos. Lo veremos claro. Por hoy, basta
    con ser. Se nos ha dicho que todas las cosas surtirán efecto para
    bien de nuestra vida. Podemos confiar en que así ocurrirá, aunque no
    podemos ver el lugar que ocupan los eventos de hoy dentro del
    panorama más amplio.
    Hoy dejaré que las cosas sucedan sin tratar de averiguarlo todo. Si
    hoy no dispongo de claridad, confiaré en que vendrá más tarde, en
    retrospectiva. Confiaré simplemente en la verdad de que todo está
    bien, en que los eventos se están desarrollando como deben, y que
    todo se resolverá para bien de mi vida, mejor de lo que puedo
    imaginar.

    Septiembre 10
    Autoaprobación
    La mayoría de nosotros queremos caer bien. Queremos que los otros
    piensen que somos agradables, amistosos, amables y amorosos. La
    mayoría de nosotros queremos la aprobación de los demás.
    Desde la niñez, algunos de nosotros hemos estado tratando de obtener
    aprobación, tratado de caerle bien a la gente y que ésta nos tenga
    en alta estima. Podemos tener miedo a que la gente nos deje si
    desaprueba nuestras acciones. Podemos buscar aprobación de gente que
    no tiene nada de aprobación que dar. Podemos no saber que somos
    dignos de amor ahora y que podemos aprender a aprobarnos a nosotros
    mismos.
    Para poder vivir felices, para vivir consistentemente con la forma
    como nuestro Poder Superior quiere que vivamos, y para ceñirnos a un
    modo de vida que está en armonía con el universo, necesitamos dejar
    ir nuestra extremada necesidad de aprobación. Estas necesidades
    insatisfechas de aprobación y de amor de nuestro pasado le dan a los
    demás control sobre nosotros hoy. Estas necesidades pueden
    impedirnos actuar como mejor nos conviene y ser fieles a nosotros
    mismos.
    Nosotros podemos aprobarnos solos. Al final, ésa es la única
    aprobación que cuenta.
    Hoy dejaré ir mi necesidad de aprobación y mi necesidad de caer
    bien. Las remplazaré con la necesidad de caerme bien y de aprobarme
    yo misma. Disfrutaré la sorpresa que encontraré cuando lo haga. La
    gente que cuenta, incluyéndome a mí mismo, me respetará cuando me
    sea fiel a mí mismo.

    Septiembre 11
    Conflicto y desapego
    En una relación hay esas épocas maravillosas en que las cosas transcurren suavemente para ambas personas, y ninguna de las dos necesita concentrarse demasiado en el concepto del desapego. Pero hay esas épocas desafiantes en que una persona está en crisis o está cambiando, y necesitamos desapegarnos. Luego están también esos ciclos estresantes donde ambas personas

    Aun así podemos trabajar con el desapego. Aun así podemos manejar
    nuestros sentimientos. Podemos aceptarlo como un ciclo temporal en
    la relación y dejar de estar buscando que la otra persona nos dé
    algo que él o ella no pueden dar por el momento.
    Podemos también dejar de esperar que nosotros demos por el momento.
    La comunicación ayuda. Identificar el problema y hablar acerca de él
    sin culpa ni avergonzar es un principio. Ingeniar sistemas de apoyo
    alternativos, o formas de satisfacer nuestras necesidades, ayuda.
    Seguimos siendo responsables de cuidar de nosotros mismos, aunque
    estemos en la mejor de las relaciones. Podemos esperar
    razonablemente que los conflictos de necesidades y el choque de
    asuntos por resolver se den en las relaciones más amorosas, más
    sanas.
    Es uno de los ciclos del amor, de la amistad y de la familia. Si es
    una relación sana, la crisis no continuará indefinidamente.
    Recuperemos nuestro equilibrio. La otra persona lo recuperará
    también. Podemos dejar de estar volviéndonos locos esperando que la
    otra persona esté equilibrada cuando no lo está.
    Hablemos las cosas. Resolvamos las cosas. Mantengamos nuestras
    expectativas acerca de nosotros mismos, de los demás y de nuestras
    relaciones sanas y razonables.
    Una buena relación será capaz de mantenerse y de sobrevivir a los
    malos tiempos. A veces, los necesitamos para que ambos podamos
    crecer y aprender por separado.
    A veces, la gente que por lo general está ahí para apoyarnos no
    puede hacerlo. Podemos encontrar otra manera de cuidar de nosotros
    mismos.
    Hoy recordaré que mis mejores relaciones tienen tiempos malos. Si el
    mal es la norma, consideraré cuánto de deseable es la relación. Si el
    mal tiempo es un ciclo temporal, practicaré el comprenderme a mí
    mismo y a la otra persona. Dios mío , ayúdame a recordar que la
    ayuda y el apoyo que quiero y necesito no viene nada más en forma
    de una sola persona. Ayúdame a estar abierto a opciones sanas para
    cuidar de mí mismo si no dispongo de mi sistema normal de apoyo.

    Septiembre 12
    La curación
    Debemos aprender a no impacientarnos con el lento proceso curativo del tiempo. Debemos disciplinarnos a nosotros mismos para reconocer que hay que seguir muchos pasos en el camino que va de la pena a la
    renovada serenidad Debemos anticipar estas etapas en nuestra
    convalecencia emocional: insoportable dolor, pena punzante, días
    vacíos, resistencia al consuelo, desinterés por la vida, que
    gradualmente van cediendo paso.. al nacimiento de un patrón de
    acción y de aceptación del irresistible desafío de la vida.
    Joshua Loth Liebman
    La recuperación es un proceso. Es un proceso gradual, un proceso de
    curación y un proceso espiritual, un viaje más que un destino.
    Así como la codependencia cobra vida propia y es progresiva, así
    progresa también la recuperación. Una cosa lleva a la otra y las
    cosas â??al igual que nosotros- mejoran.
    Podemos relajarnos, hacer nuestra parte y dejar que ocurra el resto.
    Hoy confiaré en este proceso y en este viaje que he emprendido.

    Septiembre 13
    Tiempo de reprogramar
    La recuperación no es trabajo cansado, no recompensado. Hay tiempos de alegría y de descanso, tiempos en que cómodamente practicamos lo que hemos aprendido. Hay épocas de cambio, épocas en las que batallamos por aprender algo nuevo o por superar un problema en particular.

    Se nos está conduciendo. No estamos solos. Nuestro Poder Superior
    está obrando lo mejor para traer a nosotros un verdadero cambio.
    Otros han viajado por este camino también. Se nos conducirá hacia
    alguien que pueda ayudarnos, alguien que pueda brindar las señales
    que necesitamos.
    Se nos está preparando para recibir tanta alegría y amor como
    nuestro corazón puede albergar.
    La recuperación es un proceso curativo. Podemos confiar en él,
    aunque no lo comprendamos. Estamos justo donde necesitamos estar
    dentro de este proceso; Estamos pasando exactamente por lo que
    necesitamos experimentar. Y a donde estamos yendo es mejor que
    cualquier lugar en el que hayamos estado.
    Hoy, Dios Mío ayúdame a creer que los cambios por los que estoy
    atravesando son para bien. Ayúdame a creer que el camino por el que
    estoy viajando me llevará a un lugar de luz, de amor y de alegría.

    Septiembre 14
    ¿Qué es bueno para mí?
    Cuando nos estemos escudriñando el alma, ya sea a causa de pequeñas
    o grandes decisiones que enfrentemos durante el día, podemos
    aprender a preguntarnos, ¿ Esto es bueno para mí?… ¿Es esto lo que
    realmente quiero?…. ¿Es esto lo que necesito?…. ¿Siento que esta
    es la dirección correcta para mí?…¿O estoy sucumbiendo al control
    y la influencia que a veces permito que otros tengan sobre mí?
    No es un egoísmo enfermizo cuestionarnos si algo nos conviene. Esa
    es una vieja manera de pensar. Preguntarnos si algo es bueno para
    nosotros es una conducta sana de la que no tenemos por qué
    avergonzarnos, y que probablemente resultará conforme también a
    los mejores intereses de las otras personas.
    No nos extraviaremos en el sendero egoísta de la autoindulgencia por
    preguntarnos si una cosa nos conviene. No nos desviaremos del plan
    que Dios tiene para nosotros. Al hacernos esta sencilla pregunta,
    participamos en dirigir nuestra vida hacia el bien y el propósito
    más alto; nos adueñamos de nuestro poder para mantenernos en
    autoestima.
    Hoy empezaré a actuar conforme a mis mejores intereses. Lo haré con
    el entendimiento de que, en su momento, lo que elija no
    complacerá a todos los que me rodean. Lo haré con el entendimiento de
    que preguntarme si una cosa me conviene en último término me ayudará
    a asumir una verdadera responsabilidad por mi vida y por mis
    elecciones.

    Septiembre 15
    Atravesar tiempos difíciles
    Somos seres tenaces. Pero, de muchas maneras, somos frágiles. Podemos
    aceptar el cambio y la pérdida, pero esto lo hacemos a nuestro
    propio ritmo y a nuestro propio estilo. Y solamente nosotros y Dios
    podemos determinar ese momento.
    Ya no seas codependiente
    Los tiempos difíciles, los tiempos de estrés, no son todo lo que hay
    en la vida, pero sí son parte de la vida, del crecimiento, y del
    seguir adelante. Lo que hacemos con los tiempos difíciles, o con la
    energía difícil, es elección nuestra.
    Podemos utilizar la energía de los tiempos difíciles para resolver
    nuestros asuntos. Podemos usarla para afinar nuestras habilidades y
    nuestra espiritualidad. O podemos atravesar estas situaciones
    sufriendo, almacenando amargura y rehusándonos a crecer o a cambiar.
    Los tiempos difíciles nos pueden motivar y moldear para sacar lo
    mejor de nosotros mismos. Podemos usar estas épocas para adelantar y

    Septiembre 16
    Venganza
    No importa cuánto tiempo llevemos en recuperación, no importa qué
    sólido sea nuestro fundamento espiritual, podemos sentir aún un
    abrumador deseo de castigar a otra persona o de desquitarnos de
    ella.
    Queremos venganza.
    Queremos que la otra persona sufra como nos ha hecho sufrir a
    nosotros. Queremos ver que la vida le dé a esa persona su justa
    recompensa. De hecho, nos gustaría ayudarle a la vida a hacerlo.
    Esos son sentimientos normales, pero no tenemos que actuar conforme
    a ellos. Esos sentimientos son parte de la ira que sentimos, pero no
    es nuestra labor administrar justicia.
    Podemos permitirnos sentir la ira. Es útil ir un paso más profundo y
    dejarnos sentir los otros sentimientos: el daño, el dolor, la
    angustia. Pero nuestra meta es liberar esos sentimientos y acabar
    con ellos.
    Podemos hacer responsable a la otra persona. Podemos
    responsabilizarla. Pero no es nuestra responsabilidad ser juez y
    parte. Buscar venganza activamente no nos ayudará. Nos bloqueará y
    nos retendrá.
    Aléjate. Deja de jugar el juego. Desengánchate. Aprende tu lección.
    Dale gracias a la otra persona por haberte enseñado algo valioso. Y
    acaba con ello. Ponlo detrás, con la lección intacta.
    La aceptación ayuda. Lo mismo el perdón, no del tipo que invita a la
    persona a que nos use otra vez, sino un perdón que libere a la otra
    persona y lo deje en libertad de seguir un camino diferente, al
    tiempo que nosotros nos liberamos de nuestra ira y resentimiento.
    Que nos libera para seguir nuestro propio sendero.
    Hoy estaré tan enojado como tenga que estar, con la meta de acabar
    mis asuntos con los demás. Una vez que haya liberado mi dolor y mi
    ira, me esforzaré por perdonar sanamente, perdonar con límites.
    Entiendo que los límites, aparejados con el perdón y la compasión,
    me llevarán hacia adelante.

    Septiembre 17
    Conductas con las nuevas relaciones
    En la recuperación hablamos mucho acerca de las conductas que se siguen en las relaciones nuevas: permitirles a los demás ser ellos mismos sin reaccionar excesivamente y tomarnos las cosas en forma personal, y adueñarnos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. Hablamos acerca de dejar ir nuestra necesidad de controlar, concentrándonos en la autoresponsabilidad, y en no disponernos a ser víctimas concentrándonos en la otra persona al tiempo que nos descuidamos a nosotros mismos. Hablamos acerca de tener y de fijar límites sanos, de hablar directamente y de asumir la responsabilidad por lo que queremos y necesitamos.
    Aunque estas conductas ciertamente nos ayudan a lidiar con la gente adicta, no son conductas diseñadas sólo para utilizarse en lo que llamamos â?? relaciones disfuncionalesâ? .
    Estas conductas son nuestras nuevas conductas en las relaciones nuevas. Nos ayudan en las relaciones tirantes. Nos pueden ayudar a atravesar épocas de estrés en las relaciones sanas. Las conductas de recuperación que estamos aprendiendo son herramientas â??destrezas para tener relaciones sanas- que nos ayudan a mejorar la calidad de todas nuestras relaciones.

    Septiembre 18
    Deja que sucedan cosas buenas
    Antes de la recuperación, mis relaciones eran pésimas. No me iba muy
    bien en mi trabajo. Estaba entrampado en mi familia disfuncional
    ¡Pero al menos sabía qué esperar!
    Anónimo
    Quiero que la segunda mitad de mi vida sea tan buena como la primera
    fue de desgraciada. A veces tengo miedo de que no sea así. A veces me
    asusta que pueda ser así.
    Las cosas buenas pueden asustarnos. El cambio, incluso el cambio
    para bien, puede ser atemorizante. De alguna manera, los cambios
    para bien pueden ser más atemorizantes que las épocas difíciles.
    El pasado, particularmente el de antes de la recuperación, puede
    haberse vuelto confortablemente familiar. Sabíamos qué esperar en
    nuestras relaciones. Eran predecibles. Eran repeticiones del mismo
    patrón, las mismas conductas, el mismo dolor, una y otra vez. Podrán
    no haber sido lo que queríamos, pero sabíamos lo que iba a suceder.
    Esto no ocurre cuando cambiamos de patrones y empezamos la
    recuperación.
    Podemos haber sido bastante buenos para predecir eventos en la mayor
    parte de las áreas de nuestra vida. Las relaciones serían dolorosas.
    Nosotros viviríamos en privación.
    Cada año sería casi una repetición del año anterior. A veces, las
    cosas se ponían un poco peor; otras un poco mejor, pero el cambio no
    era drástico. No hasta el momento en que empezamos la recuperación.
    Entonces cambiaron las cosas. Y cuanto más progresamos en este
    milagroso programa, más cambiamos nosotros y nuestras
    circunstancias. Empezamos a explorar un territorio desconocido.
    Las cosas se ponen bien. Se mejoran todo el tiempo. Empezamos a
    tener éxito en el amor, en el trabajo, en la vida. Un día a la vez,
    empiezan a ocurrir cosas buenas y la desgracia se disipa.
    Ya no queremos ser víctimas de la vida. Hemos aprendido a evitar las
    crisis y traumas innecesarios.
    La vida se pone buena.
    â?? ¿Cómo manejo las cosas buenas?â? , preguntó una mujer. â?? Es más
    difícil y más extraño que el dolor y la tragedia.â?
    â?? Del mismo modo que manejábamos las experiencias difíciles y
    dolorosasâ? , le contesté. â?? Un día a la vezâ? .
    Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de vivir en el dolor
    y en la crisis. Ayúdame a quitarme lo más pronto posible los
    sentimientos de tristeza y los problemas. Ayúdame a encontrar mi
    base y equilibrio en la paz, la alegría y la gratitud. Ayúdame a
    trabajar tan duramente por aceptar lo bueno como he trabajado de
    duro en el pasado para aceptar lo doloroso y lo difícil.

    Septiembre 19
    Disculpas
    A veces actuamos de una manera que nos deja incómodos. Eso es
    humano. Por eso tenemos las palabras: â?? Lo sientoâ? . Curan y
    cierran la brecha. Pero no tenemos por qué decir â?? lo sientoâ? si no
    hemos hecho nada mal. Una sensación de vergüenza puede llevarnos a
    disculparnos de todo lo que hacemos, de cada palabra que decimos,
    por estar vivos y ser como somos.
    No tenemos por qué pedir disculpas por cuidar de nosotros mismos,
    por manejar nuestros sentimientos, por fijar límites, por
    divertirnos o porque nos estamos curando.
    No tenemos que cambiar nunca de rumbo, si éste es el que más nos
    conviene, pero a veces una disculpa general reconoce otros
    sentimientos y puede ser útil cuando no están claras las cosas en
    una relación. Podemos decir: â?? Siento mucho el pleito que tuvimos.
    Siento mucho que te haya lastimado con lo que tuve que hacer para

    Septiembre 20
    Espontaneidad
    En la recuperación ¡Estamos aprendiendo a dejarnos ir! Estamos
    aprendiendo a ser espontáneos.
    La espontaneidad puede asustarnos a algunos de nosotros. Podemos
    temer la pérdida de control que implica la espontaneidad. Podemos
    seguir operando aún bajo las reglas codependientes que prohíben la
    espontaneidad: sé bueno; sé correcto; sé perfecto; sé fuerte; no te
    diviertas; y estate siempre en control.
    Podemos asociar la espontaneidad con el actuar de una manera
    adictiva, compulsiva, autodestructiva o irresponsable.
    No es eso de lo que estamos hablando en la recuperación. La
    espontaneidad positiva implica expresar libremente lo que somos, de
    una manera divertida, sana, que no nos lastima y que no infringe
    los derechos de los demás.
    Aprendemos a ser espontáneos y libres a medida que nos vamos
    haciendo más conscientes y vamos creciendo en autoestima. La
    espontaneidad surge a medida que se incrementa la confianza y la fe
    en nosotros mismos, y nos vamos sintiendo más seguros de nuestra
    capacidad de mantener límites sanos.
    Ser espontáneos está en relación con nuestra capacidad para jugar y
    para lograr intimidad. Para llegar a todas esas deseables acciones,
    necesitamos ser capaces de dejar ir nuestra necesidad de
    controlarnos a nosotros mismos y de controlar a los demás, y entrar
    completa y libremente en el momento presente.
    Deja ir la tirante rienda con que te detienes a ti mismo. ¿Qué
    importa si cometes un error? ¿Qué importa si te equivocas?.
    Saborea tus imperfecciones. Permítete ser un poquito necesitado, un
    poquito vulnerable. ¡Corre un riesgo!
    Podemos ser espontáneos sin hacernos daño a nosotros mismos o a los
    demás. De hecho, todo el mundo se beneficiará de nuestra espontaneidad.
    Hoy tiraré el libro de reglas y disfrutaré de ser como soy. Me
    divertiré un poco con el regalo de la vida, de mí mismo y de los
    demás.

    Septiembre 21
    Deja ir la urgencia
    Una cosa a la vez.
    Eso es todo lo que tenemos que hacer. No dos cosas a la vez, sino
    una cosa hecha en paz.
    Una tarea a la vez. Un sentimiento a la vez. Un día a la vez. Un
    problema a la vez. Un paso a la vez.
    Un placer a la vez.
    Relájate. Deja ir la urgencia. Empieza calmadamente ahora. Toma una
    sola cosa a la vez.
    ¿Ves cómo todo se arregla?
    Hoy haré en paz una sola cosa a la vez. Cuando tenga dudas, haré
    primero lo primero.

    Septiembre 22
    Confiemos en nosotros mismos
    Muchos de nosotros creíamos que hacer caso a las palabras de Dios o
    de nuestro Poder Superior significaba seguir reglas rígidas, un
    libro de instrucciones para la vida.
    Muchos de nosotros ahora creemos otra cosa. Las reglas rígidas, las
    instrucciones sin fin, la exhortación a la perfección, no son las

    Septiembre 23
    Tolerancia
    Practica la tolerancia.
    Toleramos nuestros arranques, nuestros sentimientos, nuestras
    reacciones, nuestras peculiaridades, nuestra humanidad. Toleramos
    nuestros altibajos, nuestra resistencia al cambio, nuestra
    naturaleza batalladora y a veces difícil.
    Toleramos nuestros miedos, nuestros errores, nuestra tendencia
    natural a escondernos de los problemas y del dolor. Toleramos
    nuestra vacilación a acercarnos a la gente, a mostrarnos, ser
    vulnerables.
    Toleramos nuestra necesidad de sentirnos a veces superiores,
    avergonzados y compartir ocasionalmente el amor como iguales.
    Toleramos la forma como progresamos, unos cuantos pasos adelante y
    dos para atrás.
    Toleramos nuestro deseo instintivo de controlar y cómo renuentemente
    aprendemos a practicar el desapego. Toleramos la forma como decimos
    que queremos amor, y luego a veces hacemos que se alejen los demás.
    Toleramos nuestra tendencia a volvernos obsesivos, a olvidarnos de
    confiar en Dios y, ocasionalmente, a quedarnos atorados.
    Hay algunas cosas que no toleramos. No toleramos conductas abusivas
    o destructivas en contra de los demás o de nosotros mismos.
    Practiquemos una sana, amorosa tolerancia hacia nosotros mismos, dijo
    un hombre.
    Cuando lo hagamos, aprenderemos a tolerar a los demás. Luego,
    vayamos un paso más allá. Aprendamos que toda la humanidad que
    estamos tolerando es lo que nos hace bellos a nosotros y a los
    demás.
    Hoy seré tolerante conmigo mismo. A partir de ello, aprenderé a ser
    adecuadamente tolerante con los demás.

    Septiembre 24
    Permitámonos tener necesidades
    Podemos aceptarnos a nosotros mismos como gente que tiene necesidad,
    la necesidad de consuelo, de amor, de comprensión, de amistad, de un
    sano contacto. Necesitamos refuerzo positivo, alguien que nos
    escuche, alguien que nos dé. No somos débiles por necesitar estas
    cosas. Estas necesidades nos hacen humanos y sanos. Satisfacer
    nuestras necesidades â??creer que merecemos satisfacerlas- nos hace
    felices.
    Hay épocas, también, en que además de nuestras necesidades normales,
    estamos particularmente necesitados. En esas épocas, necesitamos más
    de lo que podemos dar. Eso también está bien.
    Podemos aceptar e incorporar nuestras necesidades y nuestra parte
    necesitada, a todo nuestro ser. Podemos asumir la responsabilidad
    por nuestras necesidades. Eso no nos hace débiles o deficientes. Eso
    no significa que no nos estemos recuperando adecuadamente, ni
    tampoco significa que seamos dependientes de una manera enfermiza.
    Hace gobernables nuestras necesidades y a nuestra parte necesitada.
    Nuestras necesidades dejan de controlarnos, y recuperamos el
    control.
    Entonces, nuestras necesidades empiezan a ser satisfechas.
    Hoy aceptaré mis necesidades y mi parte necesitada. Creo que merezco
    satisfacer mis necesidades, y permitiré que eso suceda.

    Septiembre 25
    En paz con el pasado
    Ni Dios puede cambiar el pasado.
    Agatón
    Aferrarse al pasado, ya sea a través de la culpa, de la nostalgia,
    de la negación o del resentimiento, es un desperdicio de valiosa
    energía, de energía que se puede usar para transformar el hoy y el

    asustaba dejarlo ir, que le temía al hoy, que le temía al mañana.â?
    â?? He estado en recuperación durante años, y me ha llevado casi los
    mismos años tener una perspectiva adecuada de mi pasado. Estoy
    aprendiendo que puedo olvidarlo; necesito curarme de él. Necesito
    sentir y dejar ir cualquier sentimiento que aún tenga, especialmente
    la ira.�
    â?? Necesito dejar de culparme a mí misma por los eventos dolorosos que
    ocurrieron y confiar en que todo ha sucedido de acuerdo con lo
    programando y que verdaderamente todo está bien. He aprendido a
    dejar de tener remordimientos, a sentirme agradecida� .
    â?? Cuando pienso en el pasado, le doy gracias a Dios por la curación
    y el recuerdo. Si ocurre algo que necesite de una reparación, lo
    hago y termino con ello. He aprendido a ver mi pasado con compasión
    hacia mi misma, confiando en que mi Poder Superior tenía el control,
    incluso entonces� .
    â?? Me he curado de algunas de las peores cosas que me pasaron. He
    hecho las paces conmigo misma acerca de estas cuestiones y he
    aprendido que curarme de algunas de ellas me ha permitido ayudar a
    los otros a curarse también. Soy capaz de ver cómo las peores cosas
    me ayudaron a formar mi carácter y a desarrollar algunas de mis
    facetas más sutiles.â?
    â?? Incluso he llegado a desarrollar gratitud por mis relaciones
    fracasadas porque ellas me han llevado a ser quien soy y a
    encontrarme donde me encuentro hoy.�
    â?? Lo que he aprendido ha sido la aceptación, sin culpa, sin ira, sin
    culpar y sin vergüenza. He tenido incluso que aprender a aceptar los
    años que pasé sintiéndome culpable, enojada, avergonzada y culpando
    a los demás.â?
    Nosotros no podemos controlar el pasado. Pero podemos transformarlo
    permitiéndonos curarnos de él y aceptándolo con amor a nosotros
    mismos y a los demás. Lo sé, porque esa mujer soy yo.
    Hoy empezare a sentir gratitud por mi pasado. No puedo cambiar lo
    que ocurrió, pero puedo transformar el pasado adueñándome de mi
    poder, ahora, para aceptar, para curarme y para aprender de él.

    Septiembre 26
    Sintámonos protegidos
    Nuestra tarea no es una tarea ingenua de sentirnos a salvo, de vivir
    y de amar en un mudo utópico. Una mujer comentaba que nuestra tarea
    es hacernos sentir a salvo al tiempo que aprendemos a vivir y a amar
    en un mundo que es inseguro.
    No queremos morar en los peligros, porque eso le da poder a lo
    negativo. Tampoco queremos ignorarlos o pretender que no existen.
    Si fuéramos a tomar un baño de sol, no seríamos ingenuos acerca de
    los peligros del sol. Sabemos que los rayos dañinos pueden
    quemarnos. Tomaríamos medidas para protegernos, para que pudiéramos
    disfrutar de los beneficios del sol.
    Esa es nuestra tarea en la recuperación.
    Esto es lo que una mujer, una profesional de la salud, me dijo:
    Imagina un filtro que te rodea. Colócalo alrededor de ti, no tan
    pesado y grueso que no pueda penetrar la luz, ni tan delgado que te
    expongas al peligro.
    Mírate a ti misma protegida por un filtro efectivo. Asegúrate de que
    el filtro esté abierto a lo bueno. Por un tiempo, tu filtro era
    demasiado grueso. No dejaba pasar lo que tú querías. Ahora, cámbialo
    para que deje entrar lo bueno.
    Este es tu filtro para la vida y para el mundo. Míralo. Imagínatelo
    siempre rodeándote. El te envuelve de amor, de consuelo, de
    protección. No puede entrar nada perjudicial. Ninguna energía
    negativa puede penetrar ese filtro.

    empeorar en nuestra vida por un tiempo. Nuestras finanzas, nuestras
    relaciones o nuestra salud pueden parecer deteriorarse.
    Esto es temporal; ésta es una parte normal de la recuperación y de
    la curación. Puede ser que las cosas sean así durante un tiempo,
    pero no demasiado.
    Sigue trabajando en la recuperación, y la tendencia se revertirá.
    En poco tiempo, las cosas, y nosotros, estaremos mejor que
    estábamos antes. Esta vez, la base será sólida.
    Dios mío, ayúdame a confiar en Ti y en la recuperación, aunque tenga
    retrocesos. Ayúdame a recordar que los problemas son temporales y
    que cuando se solucionen, estaré en un terreno más firme.

    Septiembre 28
    Plegaria
    He aquí algunas de mis plegarias favoritas:
    Ayúdame. Por favor. Abstente.
    Enséñame. Guíame. Cámbiame.
    ¿Estás ahí?
    ¿Por qué hiciste eso?
    Ah
    Gracias
    Hoy le diré a Dios lo que quiero decirle y escucharé la respuesta de
    Dios. Recordaré que puedo confiar en Ã?l.

    Septiembre 29
    La importancia del dinero
    No podemos darnos el lujo de permitir que nuestro interés principal
    en la vida sea el dinero. Eso no nos llevará a la abundancia que
    estamos buscando. Por lo general, ni siquiera nos llevará a la
    estabilidad económica.
    El dinero es importante. Merecemos que se nos pague lo que valemos.
    Se nos pagará lo que valemos cuando creamos que lo merecemos. Pero a
    menudo fracasan nuestros planes cuando nuestra consideración
    principal es el dinero.
    ¿Qué es lo que realmente queremos hacer? ¿Qué nos sentimos
    conducidos a hacer? ¿ Qué nos están diciendo nuestros instintos?
    ¿Qué nos sentimos guiados a hacer? ¿Qué nos emociona hacer? Busca
    una manera de hacer eso, sin preocuparte por el dinero.
    Considera los aspectos económicos. Fija límites acerca de lo que
    necesitas que te paguen. Sé razonable. Espera empezar desde abajo y
    trabaja para subir. Pero si te sientes conducido hacia un trabajo,
    ve por él.
    ¿Hay algo que realmente no queramos hacer, algo que va contra
    nuestra fibra, pero que estamos tratando de obligarnos a hacer â?? por
    dineroâ? ? por lo general, ésa es una conducta que hace salir el tiro
    por la culata. No funciona. Nos hacemos desgraciados a nosotros
    mismos, y lo del dinero por lo general tampoco sale bien.
    He aprendido que cuando me soy fiel a mí misma acerca del trabajo y
    de lo que necesito estar haciendo, el dinero viene solo. A veces no
    es tanto como yo quiero; a veces soy gratamente sorprendida, y es
    más. Pero estoy contenta y tengo lo suficiente.
    El dinero es una consideración, pero no puede ser nuestra
    consideración primordial si estamos buscando seguridad espiritual y
    paz interior.
    Hoy tomaré en cuenta el dinero, pero no permitiré que se convierta
    en mi principal consideración. Dios mío, ayúdame a serme fiel a mí
    mismo y a confiar en que fluirá el dinero.

    Septiembre 30
    Una víctima no

    pagar tal precio por el éxito. Todo ese papeleo adicional….
    He aprendido que si disponemos nuestra mente para ello, tenemos una
    increíble, casi aterradora capacidad para descubrir la desgracia en
    cualquier situación, aun en la más maravillosa de las
    circunstancias.
    Con los hombros caídos, la cabeza gacha, vamos por la vida
    llevándonos sofocones.
    Acaba ya con eso. Quítate el velo gris de la desesperación, de la
    negatividad y de la victimización. Arrójalo; deja que se lo lleve
    el viento.
    No somos víctimas. Podemos haber sido victimados. Podemos haber
    permitido que se nos haya victimado. Podemos haber buscado, creado o
    recreado situaciones que nos victimaron. Pero no somos víctimas.
    Somos libres de pararnos al calor de la autorresponsabilidad.
    ¡Fija un límite! ¡Maneja la ira! ¡Dile a alguien no, o para eso!
    ¡Salte de una relación! ¡Pide lo que necesites! Elige y
    responsabilízate de ello. Explora opciones. ¡Date a ti mismo lo que
    necesitas! Quédate erguido, con la cabeza en alto, y reclama tu
    poder. ¡Reclama tu responsabilidad hacia ti mismo!
    Y aprende a disfrutar de lo bueno.
    Hoy me rehusaré a pensar, hablar, expresarme o actuar como
    víctima. En vez de ello, alegremente reclamaré la responsabilidad
    que tengo conmigo mismo y me concentraré en lo que es bueno y
    correcto en mi vida.

  9. Octubre 1
    Sé quien eres
    En la recuperación estamos aprendiendo una nueva conducta. Se llama:
    Sé quien eres.
    Para algunos de nosotros, esto puede ser atemorizante. ¿Qué pasaría
    si hubiéramos sentido lo que sentimos, si hubiéramos dicho lo que
    queríamos, si nos volviéramos firmes en nuestras creencias y
    valoráramos lo que necesitábamos? ¿Qué pasaría si dejáramos nuestro
    disfraz de adaptación? ¿Qué pasaría si nos adueñáramos de nuestro
    poder para ser nosotros mismos?
    ¿Le seguiríamos cayendo bien a la gente? ¿Se alejaría? ¿Se enojaría?
    Llega un momento en que estamos dispuestos a correr ese riesgo.
    Para seguir creciendo, y viviendo con nosotros mismos, nos damos
    cuenta de que debemos liberarnos. Llega el momento en que dejamos de
    permitir que los demás y sus expectativas nos controlen tanto y
    empezamos a sernos fieles a nosotros mismos, sin importar la
    reacción de los demás.
    Antes de que pase mucho tiempo, empezamos a entender. Algunas
    personas podrán alejarse, pero la relación con ellas habría
    terminado de todas maneras. Otras se quedan y nos aman y respetan más
    por haber tomado el riesgo de ser como somos. Empezamos a lograr
    intimidad y relaciones que funcionan.
    Descubrimos que ser como somos siempre ha sido suficientemente
    bueno. Así es como se tenía la intención de que fuéramos.
    Hoy tomaré mi propio poder para ser yo mismo.

    Octubre 2
    Lidiemos con la familia
    Hay muchos caminos para el cuidado de uno mismo con las familias. Algunas personas eligen cortar el contacto con los familiares durante un tiempo. Otras escogen permanecer en contacto con los familiares y aprender diferentes conductas. Algunos se desconectan por un tiempo y luego regresan lentamente sobre una base diferente.

    Nosotros decidimos qué límites o decisiones son necesarias para hacerlo.
    Está bien decirles no a nuestras familias cuando eso es lo que queremos, pero también decirles sí si sentimos que eso es lo correcto. Está bien pedirles un tiempo para estar a solas y regresar como una persona diferente.
    Dios mío, ayúdame a escoger el camino correcto para mí con mi familia. Ayúdame a entender que en este proceso no existe lo correcto ni lo incorrecto. Ayúdame a esforzarme por perdonar y a aprender a desapegarme con amor, siempre que esto sea posible. Entiendo que esto no implica que tengo que renunciar al cuidado de mí mismo ni a mi la salud por el bien del sistema.

    Octubre 3
    Superemos el malestar
    Sométete al dolor. Luego aprende a someterte a lo bueno. Ahí está, y
    viene más en camino.
    Más allá de la codependencia
    Nuestra meta en la recuperación es hacernos sentir a gusto, en paz y
    contentos. Felices. Queremos estar en paz con nosotros mismos y con
    el ambiente que nos rodea. A veces, para hacerlo, necesitamos estar
    dispuestos a afrontar el malestar, sentirlo y superarlo.
    No estoy hablando aquí de ser adictos a la desgracias y al dolor. No
    estoy hablando de crear un dolor innecesario. Estoy hablando del
    legítimo malestar que a veces necesitamos sentir mientras nos
    curamos.
    Cuando nos hacen una cirugía, el dolor molesta la mayor parte del
    día siguiente de la operación. Cuando hacemos el tipo de trabajo que
    estamos enfrentando en la recuperación, nos estamos haciendo una
    cirugía emocional, mental y espiritual. Nos estamos quitando partes
    que está infectadas e inflamadas.
    A veces, el proceso duele.
    Somos suficientemente fuertes para sobrevivir al malestar y a los
    sentimientos temporales de dolor emocional. Una vez que estamos
    dispuestos a enfrentar y a sentir nuestro malestar y nuestro dolor,
    hemos llegado casi al punto del alivio.
    Hoy estoy dispuesto a enfrentar mi malestar, confiando en que la
    curación y el alivio están del otro lado. Ayúdame, Dios mío, a
    estar abierto a sentir lo que necesite sentir para ser curado y
    estar sano. Mientras lo hago, confiaré en que soy cuidado y
    protegido por mí mismo, por mis amigos, por mi Poder Superior y por
    el universo.

    Octubre 4
    Fe y Dinero
    A veces, no hay suficiente dinero para cubrir los gastos
    indispensables, mucho menos para darse algunos lujos.
    Cuando la gente nos sugiere que hagamos un presupuesto, dejamos
    escapar una risita ahogada. Los gastos que necesitamos pagar para
    sobrevivir superan los ingresos.
    Vemos la situación, meneamos la cabeza y decimos â?? no se puedeâ? .
    Muchos de nosotros hemos tenido que vivir estas situaciones. Este no
    es momento de llenarnos de pánico; no es momento de desesperarnos.
    El pánico y la desesperación nos llevan a tomar malas decisiones y a
    tomar acciones desesperadas. Este es el momento de sustituir el
    miedo por la fe. Este es el momento de confiar en que Dios satisfará
    nuestras necesidades.
    Toma la vida de un día y una necesidad a la vez. Usa positivamente
    tus habilidades para la supervivencia. Sabe que tus posibilidades no

    la necesidad, mira más allá de tu cartera. Mira a tu Fuente.
    Pide a la provisión Divina, una provisión ilimitada, de todo lo que
    necesites.
    Haz tu parte. Lucha por una actitud de responsabilidad económica en
    pensamiento y acción. Pide la Divina Sabiduría. Escucha la guía de
    Dios. Luego deja ir tus miedos y tu necesidad de controlar.
    Sabemos que el dinero es una parte necesaria del estar vivos y
    viviendo y también lo sabe nuestro Poder Superior.
    Dios mío, trae a la superficie cualquier obstáculo y barrera que
    tenga en mi interior en lo concerniente al dinero. Ayúdame a cuidar
    de mí mismo económicamente. Si estoy apurado de dinero, disiparé el
    miedo y aprenderé a â?? caminar sobre el aguaâ? en lo relativo a asuntos
    de dinero. No utilizaré esta actitud para justificar la
    irresponsabilidad.
    Yo haré mi parte, incluyendo dejar ir el miedo y confiando en que Tú
    harás el resto.

    Octubre 5
    Conocimiento
    Aprende a dejarte guiar por la verdad.
    Sabremos lo que necesitemos saber cuando necesitemos saberlo. No
    tenemos por qué sentirnos mal por tomarnos nuestro tiempo para
    llegar a conocernos a nosotros mismos. No tenemos que forzar este
    autoconocimiento o esta conciencia antes de tiempo.
    ¡Sí! Tal vez el mundo entero vio una verdad particular en nuestra
    vida y nosotros la negamos, hasta que estuvimos listos para lidiar
    con ella. Ese es asunto nuestro ¡y nuestro derecho! Nuestro proceso
    nos pertenece y descubriremos nuestras verdades en el momento
    correcto, cuando estemos listos, cuando esté completa la experiencia
    de aprendizaje.
    El concepto de mayor autocrecimiento que podemos desarrollar para
    nosotros mismos y para los demás es permitirnos tener nuestro propio
    proceso. Podemos dar y recibir apoyo y aliento mientras atravesamos
    este proceso. Podemos escuchar a los demás y decir lo que pensamos.
    Podemos fijar límites y cuidar de nosotros mismos cuando se
    necesite. Pero seguimos dándonos a nosotros mismos y a los demás el
    derecho a crecer a nuestro propio ritmo, sin juzgar, y con mucha
    confianza en que todo está bien y de acuerdo con lo programado.
    Cuando estemos listos, cuando llegue el momento adecuado y cuando
    nuestro Poder Superior esté listo, sabremos lo que necesitemos
    saber.
    Hoy dejaré que yo y los demás crezcamos y cambiemos a nuestro propio
    ritmo y de acuerdo con nuestro propio programa de tiempo. Confío en
    que se me ayudará con conocimientos acerca de mí mismo y con las
    herramientas para lidiar con este autoconocimiento, en el momento
    adecuado.

    Octubre 6
    Cuidemos de nosotros mismos
    Es sano, sabio y amoroso ser considerado y responsable con los sentimientos y necesidades de los demás. Eso es distinto a cuidarlos como nanas. Cuidar en exceso es una conducta contraproducente y, ciertamente, una conducta que deteriora relaciones â??una conducta que se revierte y puede hacer que nos sintamos resentidos y victimados-porque, en último término, lo que sentimos, lo que queremos y lo que necesitamos aflorará a la superficie.
    Algunas personas parecen invitar a que se les cuide excesivamente en lo emocional. Podemos aprender a rehusar la invitación. Podemos mostrar interés; podemos ser cariñosos cuando sea posible; pero

    necesidades y sentimientos.
    Hoy evaluaré si he caído en mi vieja conducta de asumir la responsabilidad por los sentimientos y necesidad de los demás, mientras que descuido los míos. Me adueñaré de mi poder, de mi derecho y de mi responsabilidad de valorarme a mí mismo.

    Octubre 7
    Deja ir la candidez
    Podemos ser gente amorosa, confiada y, aun así, no permitir que se
    nos use o se abuse de nosotros. No tenemos por qué dejar que la
    gente nos haga lo que le venga en gana. ¡No todas las peticiones son
    legítimas! ¡No todas las peticiones requieren un sí!.
    La vida podrá probarnos. La gente podrá buscar nuestros puntos
    flacos. Nosotros podremos ver un común denominador en los límites
    que están siendo probados en nuestra vida. Si tenemos un punto débil
    en un área, podemos descubrir que somos probados repetidamente en
    esa área por familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos. La
    vida, la gente, nuestro Poder Superior y el universo pueden estar
    tratando de enseñarnos algo específico.
    Cuando aprendamos esa lección, encontraremos que disminuyen los
    problemas en esa área. Se ha fijado el límite, se ha adueñado uno
    del poder. Por ahora se ha aprendido la lección. Quizá necesitemos
    estar enojados durante un rato con gente que ha presionado nuestra
    tolerancia más allá de los límites. Eso está bien. Pronto podremos
    dejar ir la ira y cambiarla por gratitud. Esta gente ha estado allí
    para ayudarnos a aprender acerca de lo que no queremos, de lo que no
    toleraremos, y cómo adueñarnos de nuestro poder.
    Le podemos agradecer lo que hemos aprendido.
    ¿Cuánto estamos dispuestos a tolerar? ¿Qué lejos dejaremos
    llegar a los demás con nosotros? ¿Cuánto menospreciaremos nuestra
    ira y nuestra intuición? ¿Dónde están nuestros límites? ¿Tenemos
    algún límite? Si no es así, estamos en problemas.
    Hay tiempos de no confiar en los demás, sino confiar en nosotros
    mismos y fijar límites a quienes nos rodean.
    Hoy estaré abierto a una nueva conciencia acerca de las áreas en las
    cuales necesito límites más sanos. Abandonaré mi ingenua suposición
    de que la otra persona siempre tiene la razón. Cambiaré ese punto
    de vista por el de confiar en mí mismo, escucharme a mí mismo y el
    de tener y fijar límites sanos.

    Octubre 8
    Aprender a esperar
    He empezado a darme cuenta de que esperar es un arte, que al
    esperar se logran cosas. Esperar puede ser algo muy, muy poderoso.
    El tiempo es una cosa valiosa. Si puedes esperar dos años, a veces
    puedes lograr algo que no podrías lograr hoy, por duro que
    trabajaras, por mucho dinero que lanzaras al aire, por muchas veces
    que te golpearas la cabeza contra la pared….
    The Courage to Change por Dennis Wholey
    (El valor para cambiar)
    La gente que tiene más éxito al vivir y al amar es aquélla que
    aprende a esperar exitosamente. No mucha gente disfruta el esperar o
    el aprender la paciencia. Y no obstante, el esperar puede ser una
    herramienta poderosa que nos ayudará a lograr mucho bien.
    No siempre podemos tener lo que queremos cuando lo queremos. Por
    diferentes razones, lo que queremos hacer, tener, ser o lograr no
    está a nuestra disposición ahora mismo. Pero hay cosas que no
    podríamos hacer ni tener hoy, no importa lo que sea, pero que sí podemos
    tener en el futuro. Hoy, nos volveríamos locos tratando de lograr lo

    Hoy, estoy dispuesto a aprender el arte de la paciencia. Si me estoy sintiendo impotente porque estoy esperando a que suceda algo y no tengo el control del tiempo, me concentraré en el poder que está a mi disposición al aprender a esperar.

    Octubre 9
    Autorevelación
    Aprender a revelar gentilmente quiénes somos es como nos abrimos al
    amor y a la intimidad en nuestras relaciones.
    Muchos de nosotros nos hemos ocultado detrás de una concha
    protectora, una cubierta que impide que los otros nos vean o nos
    lastimen. No queremos ser tan vulnerables. No queremos exponer
    nuestros pensamientos, sentimientos, miedos, debilidades y a veces
    nuestros puntos fuertes, ante los demás.
    No queremos que los demás vean cómo somos realmente.
    Puede darnos miedo que puedan juzgarnos, alejarse o no caerles bien.
    Podemos no estar seguros de que está bien que seamos como somos o de
    cómo deberíamos exactamente revelarnos ante los demás.
    Ser vulnerable puede ser atemorizador, especialmente si hemos vivido
    con gente que ha abusado de nosotros, que nos ha maltratado,
    manipulado, o que no nos apreció.
    Poco a poco, aprendemos a correr el riesgo de revelarnos.
    Le enseñamos a los demás la persona real que hay dentro de
    nosotros. Seleccionamos gente segura y empezamos a revelarle pedazos
    y pedacitos de nosotros mismos.
    A veces, por miedo, podemos retener algo, pensando que eso ayudará a
    la relación o ayudará a los demás a que les caigamos mejor. Esa es
    una ilusión. Retener lo que somos no nos ayuda a nosotros, ni a la
    otra persona, ni a la relación. Retenerse es una conducta
    contraproducente. Para que existan una verdadera intimidad y
    cercanía, para que nos amemos a nosotros mismos y estemos contentos
    en una relación, necesitamos revelar cómo somos.
    Eso no significa que se lo digamos todo de una vez a todo el mundo.
    Esa también puede ser una conducta contraproducente. Podemos
    aprender a confiar en nosotros mismos acerca de a quién decirle,
    cuándo decírselo, en dónde decírselo y cuánto decirle.
    Confiar en que la gente nos amará y le caeremos bien si somos
    exactamente quiénes somos puede ser atemorizante. Pero es la única
    manera como podemos lograr lo que queremos en las relaciones. Dejar
    ir nuestra necesidad de controlar a los demás â??sus opiniones, sus
    sentimientos acerca de nosotros, o el curso de la relación â?? es la
    clave.
    Suavemente, como una flor, podemos aprender a abrirnos. Al igual que
    una flor, lo haremos cuando brille el sol y esté tibio.
    Hoy empezaré a tomar el riesgo de revelar quién soy a alguien que
    sienta que es seguro. Dejaré ir algunas de mis artimañas protectoras
    y me arriesgaré a ser vulnerable, aunque se me haya enseñado a
    actuar en otra forma. Revelaré cómo soy de manera que refleje
    autorresponsabilidad, amor a mí mismo, en forma directa,
    honestamente. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca de
    revelarle a la gente cómo soy. Ayúdame a aceptar quién soy y a

    Octubre 10
    Los beneficios de las relaciones destructivas
    A veces nos ayuda entender que podemos estar recibiendo algún beneficio
    de las relaciones que nos causan dolor.
    Podemos asumir la responsabilidad por la parte que podemos haber jugado para mantenernos victimados. Cuando estemos dispuestos a ver honestamente y sin miedo ese pago y a dejarlo ir, encontraremos la curación que hemos estado buscando.
    También estaremos listos, entonces, para recibir el pago positivo, sano, que nos pueden dar las relaciones, los beneficios que realmente queremos y necesitamos.
    Hoy estaré abierto a ver los beneficios que pueda haber recibido por permanecer en relaciones enfermizas o por haber mantenido en funcionamiento sistemas destructivos. Me dispondré a dejar ir mi necesidad de permanecer en sistemas enfermizos; estoy listo para enfrentarme a mí mismo.

    Octubre 11
    Recuperación
    Qué fácil es culpar a los demás de nuestros problemas. â?? Mira lo que
    él está haciendoâ? â?? Mira cuanto he esperadoâ? â?? ¿Por qué ella no me
    llama?â? â?? Si tan solo él cambiara, yo sería felizâ? .
    Con frecuencia, nuestras acusaciones son justificadas.
    Probablemente nos sentimos dolidos y frustrados. En esos momentos
    podemos empezar a creer que la solución a nuestro dolor y
    frustración está en que la otra persona haga lo que queremos o
    que las cosas resulten como lo deseamos. Pero estas ilusiones
    autoderrotistas colocan el poder y el control de nuestra vida en
    manos de otras personas. A esto le llamamos codependencia.
    La solución válida a nuestro dolor y frustración, es
    reconocer nuestros propios sentimientos. Sentimos la ira, la pena;
    luego dejamos ir nuestros sentimientos y encontramos la paz, en
    nuestro interior. Sabemos que nuestra felicidad no la controla otra
    persona, aunque nos hayamos convencido de ello. A esto le llamamos
    aceptación.
    Después decidimos que aunque nos gustaría que nuestra situación
    fuera diferente, tal vez nuestra vida esté transcurriendo de esta
    manera por alguna razón. Quizá esté en juego un propósito y un plan
    superiores, uno mejor que el que nosotros podríamos haber
    orquestado. A esto le llamamos fe.
    Después decidimos lo que necesitamos hacer, qué está dentro de
    nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. A eso se le llama
    recuperación.
    Es fácil señalar con nuestro dedo a otra persona, pero es más
    recompensante señalar suavemente con él hacia nosotros mismos.
    Hoy viviré con mi dolor y frustración, lidiando con mis propios
    sentimientos.

    Octubre 12
    Seamos amables con nosotros mismos en épocas penosas
    El proceso de adaptarse al cambio y a la pérdida consume energía. La pena nos drena, a veces nos deja exhaustos. Algunas personas necesitan â?? meterse en su capullo para transformarseâ? , según las palabras de Pat Carness, mientras atraviesan el proceso de pena. Nos sentimos más cansados de lo común. Nuestra capacidad para funcionar bien en otras áreas de nuestra vida puede reducirse temporalmente. Quizá queramos escondernos en la seguridad de nuestro dormitorio.
    La pena es gruesa. Nos puede acabar.
    Esta bien ser gentiles con nosotros mismos cuando estemos atravesando cambios y el proceso de pena. Queremos mantener las disciplinas de la recuperación, pero podemos ser compasivos con nosotros mismos. No tenemos por qué esperar más de nosotros mismos

    Octubre 13
    La sustancia sobre la forma
    Estoy aprendiendo que, por una serie de razones, he pasado gran
    parte de mi vida concentrándome en la forma en vez de en la
    sustancia. Me he concentrado en estar perfectamente peinada, en usar
    la ropa adecuada, en tener perfectamente aplicado el maquillaje, en
    vivir en el lugar adecuado, amueblándolo con los muebles adecuados,
    en trabajar en el empleo adecuado y en tener el hombre adecuado. La
    forma, en vez de la sustancia, ha controlado mi conducta en muchas
    áreas de mi vida. Ahora, por fin estoy llegando a la verdad.
    La sustancia es lo que cuenta.
    Anónimo
    No tiene nada de malo que queramos lucir lo mejor posible. Ya sea
    que estemos luchando por crearnos un yo, una relación o una vida,
    necesitamos tener algunas ideas sólidas acerca de cómo queremos que
    eso se vea.
    La forma nos da un lugar por dónde comenzar. Pero para muchos de
    nosotros, la forma ha sido un sustituto de la sustancia. Podemos
    habernos concentrado en la forma para compensar el hecho de sentir
    miedo o sentirnos inferiores. Podemos habernos concentrado en la
    forma porque no sabíamos concentrarnos en la sustancia.
    La forma es el perfil de las cosas; la sustancia es con lo que
    llenamos ese perfil. Llenamos nuestro perfil siendo auténticos;
    llenamos el perfil de nuestra vida echándole ganas a la vida y
    participando en ella al máximo de nuestra capacidad.
    Ahora, en la recuperación, estamos aprendiendo a prestar atención a
    la manera en cómo funcionan y nos hacen sentir las cosas, no solo
    cómo se ven.
    Hoy me concentraré en la sustancia de mi vida. Rellenaré las líneas
    de mí mismo con una persona real: yo. Me concentraré en la sustancia
    de mis relaciones, en vez de en lo que parecen. Me concentraré en lo
    que verdaderamente funciona en mi vida, en vez de en los adornos.

    Octubre 14
    Controlar vs confiar
    Hubo un tiempo en mi vida en que me sentía tan llena de miedo y tan
    abrumada por el mero hecho de vivir que realmente quería hacer un
    programa para cada día de mi vida para los siguientes cinco años.
    Quería incluir todas las tareas que tenía por hacer, cuándo las
    haría, incluso cuándo programaría el descanso. Quería poner orden a
    lo que me parecía agobiante. Quería sentir que yo tenía el control.
    Anónimo
    Controlar es una respuesta directa a nuestro miedo, pánico y
    sensación de impotencia. Es una respuesta directa a sentirse
    agobiado y a la desconfianza.
    Podemos no confiar en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en
    el Plan, en el universo o en el proceso de la vida. En vez de
    confiar, recurrimos al control.
    Podemos aproximarnos a esta necesidad de controlar lidiando con
    nuestro miedo. Lidiamos con el miedo confiando, en nosotros mismos,
    en nuestro Poder Superior, en el amor y el apoyo del universo, del
    plan y de este proceso que llamamos vida y recuperación.
    Podemos confiar en que cuando las cosas no salen como queremos, Dios
    ha planeado algo mejor.
    Podemos confiar en que llegaremos a donde necesitemos ir, que
    diremos lo que necesitemos decir, que haremos lo que necesitemos

    Confía en ti mismo. No tenemos que planear, controlar y programar
    todas las cosas. El programa y el plan han sido escritos. Lo único
    que necesitamos es presentarnos.
    El camino se volverá claro y seremos provistos amplia y claramente,
    un día a la vez.
    Confía, amigo mío, en el día de hoy.
    Hoy confiaré en que recibiré todo lo que necesite para hoy. Confiaré
    en que ocurrirá lo mismo mañana.

    Octubre 15
    Deja ir el caos
    Nada bueno resulta del desasosiego.
    La inquietud, el miedo, la ira o la tristeza pueden motivarnos. A
    veces, estos sentimientos tienen la intención de obligarnos a la
    acción, pero nuestro mejor trabajo surge una vez que éstos han sido
    remplazados por la paz.
    No terminaremos nuestra tarea más pronto, ni mejor, desempeñándola
    con una sensación de urgencia, miedo, ira o tristeza.
    Deja ir la inquietud. Deja que la paz llene el hueco. No tenemos que
    renunciar a nuestro Poder, al poder personal que Dios nos ha dado â??o
    a nuestra paz- para llevar a cabo el trabajo que se nos ha llamado a
    hacer hoy. Se nos dará todo el poder que necesitemos para hacer lo
    que tengamos que hacer, cuando sea el tiempo de hacerlo.
    Deja que primero venga la paz. Después procede. La tarea se hará de
    manera natural y a tiempo.
    Hoy primero me pondré en paz y dejaré que mi trabajo y mi vida
    surjan de esa base.

    Octubre 16
    Seamos honestos con nosotros mismos
    Nuestra relación con nosotros mismos es la relación más importante
    que necesitamos mantener. La calidad de esa relación determinará la
    calidad de nuestras otras relaciones.
    Cuando podamos decirnos a nosotros mismos cómo nos sentimos y
    podamos aceptar nuestros sentimientos, podremos decírselo a los
    demás.
    Cuando podamos aceptar lo que queremos y necesitamos, estaremos
    listos para que se satisfagan nuestros deseos y necesidades.
    Cuando podamos aceptar lo que pensamos y en lo que creemos y
    lo que para nosotros es importante, podremos comunicárselo a
    los demás.
    Cuando aprendamos a tomarnos en serio a nosotros mismos, los otros
    también lo harán.
    Cuando aprendamos a reírnos acerca de nosotros mismos, estaremos
    listos para reír con los demás.
    Cuando hayamos aprendido a confiar en nosotros mismos, seremos
    dignos de confianza y estaremos listos para confiar.
    Cuando podamos sentir gratitud por lo que somos, habremos conseguido
    amarnos a nosotros mismos.
    Cuando hayamos logrado ese amor propio y aceptado nuestros deseos y
    necesidades, estaremos listos para dar y recibir amor.
    Cuando hayamos aprendido a pararnos sobre nuestros pies, estaremos
    listos para pararnos al lado del alguien.
    Hoy me concentraré en tener una buena relación conmigo mismo.

    Octubre 17
    Los sentimientos y el sometimiento
    El sometimiento es una experiencia altamente espiritual y personal. El sometimiento no es algo que podamos hacer dentro de nuestra

    mismo se está dando el siguiente paso. El sometimiento es el proceso
    que nos permite seguir adelante. Así es como nuestro Poder Superior
    nos lleva hacia delante.
    Confía en lo correcta que es la programación del tiempo y en la
    liberad que está al otro extremo, mientras batallas humanamente a
    través de esta experiencia espiritual.
    Estaré abierto al proceso de sometimiento en mi vida. Me permitiré a
    mí mismo experimentar todas las emociones potentes y difíciles que
    deban ser liberadas.

    Octubre 18
    Tiremos el libro de reglas
    Muchos de nosotros sentimos que necesitamos un libro de reglas, un
    microscopio y una garantía para poder vivir. Nos sentimos inseguros,
    asustados. Queremos la seguridad de saber lo que va a suceder y
    cómo debemos actuar.
    No confiamos en nosotros mismos ni en la vida.
    No confiamos en el Plan.
    Queremos tener el control.
    â?? He cometido terribles errores en las elecciones que he hecho,
    errores que casi han destruido mi vida. La vida verdaderamente me ha
    provocado shock. ¿Cómo puedo confiar en mí mismo? ¿Cómo puedo
    confiar en la vida y en mis instintos después de lo que he
    sufrido?â? , preguntó una mujer.
    Es comprensible que nos dé miedo que nos aplasten de nuevo, tomando
    en cuenta la forma como éramos muchos de nosotros cuando tocamos
    fondo en nuestra codependencia. No tenemos por qué sentirnos
    temerosos. Podemos confiar en nuestro yo, en nuestro sendero y en
    nuestros instintos.
    Queremos evitar seguir cometiendo los mismos errores. No somos las
    mismas personas que éramos ayer o el año pasado. Hemos aprendido,
    hemos crecido, hemos cambiado. Hicimos lo que necesitábamos hacer
    entonces. Si cometimos un error, no podemos dejar que eso nos impida
    vivir y experimentar plenamente el hoy.
    Hemos llegado al entendimiento de que necesitábamos nuestras
    experiencias -incluso nuestros errores- para llegar hasta donde
    estamos hoy. ¿Sabías que necesitábamos que nuestra vida se
    desarrollara exactamente como lo hizo para que nos encontráramos a
    nosotros mismos, a nuestro Poder Superior y esta nueva forma de
    vivir? ¿O una parte de nosotros aún sigue llamando un error a
    nuestro pasado?
    Podemos dejar ir nuestro pasado y confiar ahora en nosotros mismos.
    No tenemos por qué castigarnos a nosotros mismos con nuestro pasado.
    No necesitamos un libro de reglas, un microscopio, una garantía. Lo
    único que necesitamos realmente es un espejo. Podemos mirar al
    espejo y decir: â?? Confío en ti. No importa qué suceda, puedes
    cuidarte a ti mismo. Y lo que suceda seguirá siendo bueno, mejor de
    lo que piensas.�
    Hoy dejaré de aferrarme a las dolorosas lecciones de mi pasado. Me
    abriré a las lecciones positivas que tienen para mí el hoy y el
    mañana. Confío en que ahora puedo cuidarme a mí mismo y lo haré.
    Confío en que el Plan es bueno, aunque no sepa cómo es.

    Octubre 19
    Nuestros puntos buenos
    ¿Qué es un codependiente? La respuesta es fácil. Son algunas de las
    personas más amorosas, más solícitas que conozco.
    Más allá de la codependencia
    No necesitamos limitar un inventario acerca de nosotros mismos a lo
    negativo. Concentrarnos sólo en lo malo es un asunto medular de

    con ellas, pero eso está bien. Ahora estamos en camino de encontrar
    el equilibrio.
    La recuperación no es eliminar nuestra personalidad. La recuperación
    tiene por objeto cambiar, aceptar, trabajar o transformar
    nuestros aspectos negativos y construir sobre los positivos. Todos
    tenemos cualidades; lo único que necesitamos es concentrarnos en
    ellas, darles poder y extraerlas de nuestro interior.
    Los codependientes son de las personas más amorosas, más solícitas
    que hay. Ahora, estamos aprendiendo a darnos a nosotros mismos algo
    de esa preocupación y de ese cariño.
    Hoy me concentraré en lo que tengo de bueno. Me daré a mí mismo algo
    del cariño que le he dado al mundo.

    Octubre 20
    Desapégate con amor
    A veces, la gente que amamos hace algo que no nos gusta o que no
    aprobamos. Reaccionamos. Reaccionan ellos. Antes de que pase mucho
    tiempo, todos estamos reaccionando unos hacia otros y el problema
    crece.
    ¿Cuándo nos desapegamos? Cuando estamos enganchados en una reacción
    de ira, miedo, culpa o vergüenza. Cuando quedamos enganchados en un
    juego de poder, un intento por controlar o forzar a los demás a que
    hagan algo que no quieren hacer. Cuando la forma como estamos
    reaccionando no está ayudando a la otra persona o solucionando el
    problema. Cuando la forma como ellos están reaccionando nos está
    lastimando.
    Con frecuencia, es tiempo de desapegarnos cuando el desapego parece
    lo menos probable, o lo menos posible, que podemos hacer.
    El primer paso hacia el desapego es comprender que reaccionar y
    controlar no ayudarán. El siguiente paso es ponernos en paz,
    centrarnos y restaurar nuestro equilibrio.
    Da un paseo. Abandona una habitación. Asiste a una reunión. Date un
    largo baño de agua caliente. Llama a un amigo o amiga. Llama a Dios.
    Respira profundamente. Encuentra la paz. De ese lugar de paz, al
    centrarte, surgirá una respuesta, una solución.
    Hoy me someteré y confiaré en que la respuesta está cerca.

    Octubre 21
    Responsabilidad económica
    â?? Cuando empecé la recuperación de mi dependencia química, tuve que enfrentarme a mis líos de dinero sobria y fría como una piedra, y realmente tenía un buen líoâ? , dijo una mujer.
    â?? Al principio no era capaz de ganar mucho, y era importante para mí reparar daños. Tenía cuentas vencidas de años anteriores. Necesitaba tratar de estar al día en los pagos de mis cuentas nuevas. Tenía mucho más dinero antes de volverme sobria. Pero a su tiempo, lenta, gradualmente, mi situación económica se despejó. Restauré mi crédito. Tenía una cuenta de cheques. Tenía un poco de dinero en el bancoâ?
    â?? Luego me casé con un alcohólico y empecé a enterarme de mi codependencia, por el camino difícil. Me perdí a mí misma, mis sentimientos, mi cordura y todo el progreso que había logrado en mis asuntos financieros. Mi esposo y yo abrimos una cuenta de cheques juntos y él se sobregiró con los cheques hasta que perdí el derecho a tener una cuenta de cheques. Le permití que hiciera cargos y cargos en mi tarjeta de crédito hasta que me la echó por tierra.â? â?? Pedíamos uno y otro préstamo para mantener a flote nuestro barco que se hundía, y le pedimos mucho dinero prestado a mis padresâ? , dijo ella. Para la época en que empecé mi recuperación de la

    obtener ingresos había disminuido dramáticamente. Estaba en proceso
    de pena; mi autoestima estaba baja todo el tiempo; mi energía
    también lo estaba. No sabía cómo alguna vez podría desenmarañarme de
    esa pesadilla. Pero así sucedió. Lenta, gradualmente, con la ayuda
    de un Poder Superior, sobrevino la gobernabilidad y remplazó al
    caos.�
    â?? Empecé por no gastar más de lo que ganaba. Le pagué a algunos
    deudores, poco a poco. Dejé ir lo que no podía hacer y me concentré
    en lo que sí podía.â?
    â?? Ahora han pasado ocho años. Estoy libre de deudas, lo cual nunca
    imaginé posible. Estoy viviendo cómodamente, con dinero en el banco.
    Mi crédito ha sido restaurado de nuevo y tengo la intención de
    mantenerlo así.â?
    â?? No estoy dispuesta a perder otra vez mi salud y seguridad
    financieras, por amor o por alcoholismo. Con la ayuda de Dios y de
    los Doce Pasos, no tendré que hacerloâ?
    Un día a la vez podemos ser restaurados en la recuperación, mental,
    emocional, espiritual, física y económicamente.
    Las cosas pueden empeorar antes de mejorar, porque por fin estamos
    afrontando la realidad en vez de estarla esquivando. Pero una vez
    que tomamos la decisión de asumir nuestra propia responsabilidad
    económica, ya estamos en camino.
    Dios mío, ayúdame a recordar que lo que parece hoy sin esperanza, a
    menudo se puede resolver mañana, aunque no podamos ver la solución.
    Si he permitido que los problemas de otros me dañen económicamente,
    ayúdame a reparar y a restaurar mis límites acerca del dinero, y de
    lo que estoy dispuesto a perder. Ayúdame a entender que no tengo por
    qué permitir la irresponsabilidad económica de nadie, ni que su
    adicción, enfermedad o problemas me dañen financieramente.
    Ayúdame a seguir con mi vida a pesar de mis actuales circunstancias
    económicas, confiando en que si estoy dispuesto a reparar daños y a
    ser responsable, las cosas se resolverán.

    Octubre 21
    Responsabilidad económica
    â?? Cuando empecé la recuperación de mi dependencia química, tuve que enfrentarme a mis líos de dinero sobria y fría como una piedra, y realmente tenía un buen líoâ? , dijo una mujer.
    â?? Al principio no era capaz de ganar mucho, y era importante para mí reparar daños. Tenía cuentas vencidas de años anteriores. Necesitaba tratar de estar al día en los pagos de mis cuentas nuevas. Tenía mucho más dinero antes de volverme sobria. Pero a su tiempo, lenta, gradualmente, mi situación económica se despejó. Restauré mi crédito. Tenía una cuenta de cheques. Tenía un poco de dinero en el bancoâ?
    â?? Luego me casé con un alcohólico y empecé a enterarme de mi codependencia, por el camino difícil. Me perdí a mí misma, mis sentimientos, mi cordura y todo el progreso que había logrado en mis asuntos financieros. Mi esposo y yo abrimos una cuenta de cheques juntos y él se sobregiró con los cheques hasta que perdí el derecho a tener una cuenta de cheques. Le permití que hiciera cargos y cargos en mi tarjeta de crédito hasta que me la echó por tierra.â? â?? Pedíamos uno y otro préstamo para mantener a flote nuestro barco que se hundía, y le pedimos mucho dinero prestado a mis padresâ? , dijo ella. Para la época en que empecé mi recuperación de la

    obtener ingresos había disminuido dramáticamente. Estaba en proceso
    de pena; mi autoestima estaba baja todo el tiempo; mi energía
    también lo estaba. No sabía cómo alguna vez podría desenmarañarme de
    esa pesadilla. Pero así sucedió. Lenta, gradualmente, con la ayuda
    de un Poder Superior, sobrevino la gobernabilidad y remplazó al
    caos.�
    â?? Empecé por no gastar más de lo que ganaba. Le pagué a algunos
    deudores, poco a poco. Dejé ir lo que no podía hacer y me concentré
    en lo que sí podía.â?
    â?? Ahora han pasado ocho años. Estoy libre de deudas, lo cual nunca
    imaginé posible. Estoy viviendo cómodamente, con dinero en el banco.
    Mi crédito ha sido restaurado de nuevo y tengo la intención de
    mantenerlo así.â?
    â?? No estoy dispuesta a perder otra vez mi salud y seguridad
    financieras, por amor o por alcoholismo. Con la ayuda de Dios y de
    los Doce Pasos, no tendré que hacerloâ?
    Un día a la vez podemos ser restaurados en la recuperación, mental,
    emocional, espiritual, física y económicamente.
    Las cosas pueden empeorar antes de mejorar, porque por fin estamos
    afrontando la realidad en vez de estarla esquivando. Pero una vez
    que tomamos la decisión de asumir nuestra propia responsabilidad
    económica, ya estamos en camino.
    Dios mío, ayúdame a recordar que lo que parece hoy sin esperanza, a
    menudo se puede resolver mañana, aunque no podamos ver la solución.
    Si he permitido que los problemas de otros me dañen económicamente,
    ayúdame a reparar y a restaurar mis límites acerca del dinero, y de
    lo que estoy dispuesto a perder. Ayúdame a entender que no tengo por
    qué permitir la irresponsabilidad económica de nadie, ni que su
    adicción, enfermedad o problemas me dañen financieramente.
    Ayúdame a seguir con mi vida a pesar de mis actuales circunstancias
    económicas, confiando en que si estoy dispuesto a reparar daños y a
    ser responsable, las cosas se resolverán.

    Octubre 22
    Aférrate a lo tuyo
    Confía en ti mismo. Confía en lo que sabes.
    A veces es difícil ampararnos en nuestra propia verdad y confiar en lo
    que sabemos, especialmente cuando otros tratan de convencernos de lo
    contrario.
    En estos casos, los demás pueden estar lidiando con cuestiones de
    culpa y de vergüenza. Ellos pueden tener su propio programa. Pueden
    estar inmersos en la negación. Les gustaría que creyéramos que no
    sabemos lo que sabemos; les gustaría que no confiáramos en nosotros
    mismos; preferirían involucrarnos en sus tonterías.
    No tenemos por qué dejar que los otros nos confisquen nuestra verdad
    o nuestro poder. Eso es codependencia.
    Creer mentiras es peligroso. Cuando dejamos de confiar en nuestra
    verdad, cuando reprimimos nuestros instintos, cuando nos decimos a
    nosotros mismos que algo debe andar mal con nosotros por sentir lo
    que sentimos o por creer lo que creemos, le damos un golpe mortal a
    nuestro yo y a nuestra salud mental.
    Cuando menospreciamos esa importante parte nuestra que sabe cuál es
    la verdad, nos desconectamos de nuestro centro. Nos sentimos locos.
    Nos metemos en la vergüenza, en el miedo, en la confusión. Perdemos
    el rumbo cuando le permitimos a alguien que nos quite el tapete
    sobre el que estamos parados.
    Esto no significa que nunca estemos equivocados. Pero no siempre
    estamos equivocados.
    Sé abierto. Pósate en tu verdad. Confía en lo que sabes y rehúsate a
    aceptar la negación, las tonterías, las intimidaciones o la coerción

    A menudo, una vez que empezamos el día, quizá no nos escuchemos tan
    de cerca de nosotros mismos y a la vida como lo hacemos en esos
    callados momentos cuando acabamos de despertar.
    Un momento ideal para escucharos a nosotros mismos es cuando estamos
    acostados tranquilamente, con nuestras defensas bajas y
    estamos abiertos y somos más vulnerables.
    ¿Cuál es el primer sentimiento que nos invade, el sentimiento que
    tal vez estamos tratando de evitar duramente el trajín del día?
    ¿Estamos enojados, frustrados, heridos o confundidos? En eso es en
    lo que debemos concentrarnos y sobre todo lo que debemos trabajar.
    Esa es la cuestión que necesitamos atender.
    Cuando despiertas, ¿Cuál es la primera idea que cruza por tu mente?
    ¿Necesitas terminar un proyecto a tiempo? ¿Necesitas un día de
    esparcimiento? ¿Un día de descanso? ¿ Te sientes enfermo y necesitas
    consentirte? ¿Estás en un estado de ánimo negativo? ¿Tienes un
    asunto que resolver con alguien?
    ¿Necesitas decirle algo a alguien? ¿Te está molestando algo? ¿Es
    algo particularmente bueno?
    ¿Se te ocurre alguna idea, algo que podrías obtener o algo que te
    haría sentir bien?
    Cuando despiertas, ¿Cuál es el primer asunto que se te presenta? No
    tienes por qué tener miedo. No tienes por qué apurarte. Puedes
    quedarte quieto y escuchar, y luego aceptar el mensaje.
    Podemos definir algunas de nuestras metas de recuperación para el
    día escuchando el mensaje matinal.
    Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de resistirme al armónico
    flujo de la vida. Ayúdame a aprender a ir con la corriente y a
    aceptar la ayuda y el apoyo que Tú tienes para ofrecerme.

    Octubre 24
    Abrámonos al amor
    Abrámonos al amor que está a nuestra disposición.
    No tenemos por qué limitar nuestras fuentes de amor.
    Dios y el universo tienen cantidad ilimitada de lo que necesitamos,
    incluyendo amor.
    Cuando estemos abiertos a recibir amor, empezaremos a recibirlo.
    Ã?ste puede provenir de lugares sorprendentes, como nuestro interior.
    Estaremos abiertos al amor y consciente del amor que está y ha
    estado ahí siempre para nosotros. Sentiremos y apreciaremos el amor
    de los amigos. Nos percataremos del amor que nos vienen de nuestra
    familia y lo disfrutaremos.
    Estaremos listos para recibir amor también en nuestras relaciones
    amorosas especiales. No tenemos por qué aceptar el amor de gente que
    no es segura, gente que nos podría explotar o con la que no queremos
    tener relaciones.
    Pero hay mucho amor del bueno a nuestra disposición, de amor que nos
    cura el corazón, que cubre nuestras necesidades y que nos hace
    cantar el alma.
    Nos hemos negado a nosotros mismos durante demasiado tiempo. Hemos
    sido mártires demasiado tiempo. Hemos dado mucho y nos hemos
    permitido recibir muy poco. Hemos pagado nuestras deudas. Es tiempo
    de continuar la cadena de dar y recibir permitiéndonos a nosotros
    mismos recibir.
    Hoy estaré abierto al amor que me llega del universo. Lo aceptaré y
    disfrutaré cuando venga.

    Octubre 25
    Deja ir el pasado
    ….en tu libro están inscritos todos los días que han sido señalados, sin que aún exista un solo de ellos. salmos 139:16

    actuales son exactamente como necesitan ser, por ahora. Hoy dejaré ir mi sentimiento de culpa y mi miedo acerca de mis circunstancias pasadas y presentes. Confiaré en que donde he estado y donde estoy ahora ha sido justo para mí.

    Octubre 26
    Claridad
    No sé hacer algo mejor que confiar en Dios. Pero a veces lo olvido.
    Cuando estamos en medio de una experiencia, es fácil olvidar que hay
    un Plan. A veces, lo único que podemos ver es el hoy.
    Si solamente viéramos durante dos minutos un programa de televisión
    que va a la mitad, no tendría mucho sentido. Sería un acto
    desconectado.
    Si miráramos a un tejedor tejer un tapete unos cuantos momentos,
    concentrado él en una pequeña parte de su obra, ésta no se vería
    hermosa. Se vería como unas cuantas hebras peculiares colocadas sin
    orden ni concierto.
    Cuán frecuentemente utilizamos esa misma perspectiva limitada para
    ver nuestra vida, especialmente cuando estamos atravesando una
    temporada difícil.
    Podemos aprender a tener perspectiva cuando estamos pasando por esas
    confusas, difíciles épocas de aprendizaje. Cuando nos estamos
    haciendo bolas con los sucesos que nos hacen sentir, pensar y
    cuestionar, estamos aprendiendo algo importante.
    Podemos confiar en que algo valioso se está resolviendo en nuestro
    interior, aunque las cosas sean difíciles, aunque no podamos
    discernir el rumbo. El conocimiento profundo y la claridad no vienen
    hasta que hemos dominado nuestra lección.
    La fe es como un músculo. Se le debe ejercitar para que se
    fortalezca. Las repetidas experiencias de tener que confiar en lo que
    no podemos ver y de aprender a confiar en que las cosas se
    resolverán son lo que hacen que nuestros músculos de la fe se
    fortalezcan.
    Hoy confiaré en que los sucesos en mi vida no se dan al azar. Mis
    experiencias no son un error. El universo, mi Poder Superior y la
    vida no la están tomando en contra mía. Estoy pasando por lo que
    necesito pasar para aprender algo valioso, algo que me preparará
    para la alegría y el amor que estoy buscando.

    Octubre 27
    Paso Once
    Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro
    contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos,
    pidiéndole solo que nos dejase conocer Su voluntad para con nosotros
    y nos diese la fortaleza para cumplirla.
    Paso Once de Al-Anón
    â?? …pidiéndole sólo que nos dejase conocer Su Voluntad para con
    nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla� significa que
    pidamos diariamente que se nos enseñe el plan para ese día. También
    le pedimos a nuestra Fuente la fortaleza que necesitamos para
    cumplirla. Se nos dará un sí a ambas peticiones.
    No le pedimos a los demás que nos dejen conocer su voluntad. Se lo
    pedimos a Dios. Luego, confiamos en que se nos dará la fortaleza
    parra cumplir la voluntad de Dios.
    Dios, nunca, nunca nos pide que hagamos algo para lo que El no nos
    haya equipado. Nunca nos pide que hagamos algo que no podemos hacer.
    Si es que vamos a hacerlo, se nos preparará. Esa es la parte fácil
    de este programa. Nunca tenemos que hacer más de lo que podemos, o
    nada que no podamos. Si queremos preocuparnos y armar alharaca,
    podemos hacerlo, pero no es necesario. Ã?sa es elección nuestra.
    He aprendido, en los tiempos difíciles y en los buenos, que este

    Octubre 28
    Meditación y oración
    El Paso Once nos pide meditar como un camino para mejorar nuestro
    contacto consciente con Dios.
    La meditación es diferente a obsesionarse o preocuparse. La
    obsesión y la preocupación son conexiones del miedo. Meditación
    significa abrir nuestra mente y nuestra energía espiritual a la
    conexión de Dios.
    Para conectarnos con Dios, necesitamos relajarnos lo mejor posible y
    abrir nuestra mente consciente y subconsciente a una Conciencia
    Superior, que está a disposición de cada uno de nosotros.
    En el trajín de nuestro día y de nuestra vida puede parecer un
    desperdicio de tiempo desacelerarnos, dejar de hacer lo que estamos
    haciendo y tomar este tipo de descanso. No es un desperdicio de
    tiempo, como no lo es detenernos a cargar gasolina en nuestro coche
    cuando el tanque ya está casi vacío.
    Es necesario, es benéfico y ahorra tiempo. De hecho, la meditación
    puede crear más tiempo y energía que los momentos que nos tomamos
    para practicarla.
    La meditación y la oración son poderosas conductas de recuperación
    que funcionan. Necesitamos ser pacientes. No es razonable esperar
    respuestas, conocimientos profundos o inspiración inmediatos.
    Pero están en camino las soluciones. Ya están en camino si nosotros
    hemos hecho nuestra parte â??meditar y orar- y luego hemos dejado ir
    el resto.
    El que rezar y meditar sea lo primero que hagamos por la mañana,
    durante un descanso en el trabajo o por la noche, es elección
    nuestra.
    Cuando mejora nuestro contacto consciente con Dios, nuestro contacto
    subconsciente mejorará también. Nos encontraremos cada vez más
    sintonizados a la armonía de Dios y Su voluntad para con nosotros.
    Encontraremos y mantendremos esa conexión del alma, la conexión de
    Dios.
    Hoy me tomaré un momento para la meditación y la plegaria. Decidiré
    cuándo y por cuánto tiempo hacerlo. Yo soy una criatura y una
    creación de Dios, de un Poder Superior a quien le encanta escucharme
    y hablar conmigo. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca de
    si Tú me escuchas y te preocupas por mí o no. Ayúdame a saber que Tú
    estás ahí y que yo soy capaz de ponerme en contacto con la
    conciencia espiritual.

    Octubre 29
    Aceptación
    Una poción mágica está a nuestra disposición hoy. Esa poción se
    llama aceptación.
    Se nos pide que aceptemos muchas cosas: a nosotros mismos, como
    somos; nuestros sentimientos, necesidades, deseos, alternativas y
    nuestras circunstancias actuales. A los demás, como son. El estatus
    de nuestras relaciones con ellos. Los problemas. Las bendiciones.
    Nuestro estatus económico. El lugar donde vivimos. Nuestro trabajo,
    nuestras áreas y nuestro nivel de desempeño en ellas.
    La resistencia no nos llevará hacia adelante, ni eliminará lo
    indeseable. Pero incluso nuestra resistencia necesita ser aceptada.
    Incluso la resistencia se rinde ante la aceptación y es cambiada por
    ésta.
    La aceptación es la magia que hace posible el cambio. No es para
    siempre; es para el momento presente.
    La aceptación es la magia que hace buenas nuestras circunstancias
    presentes. Trae paz y contento y abre la puerta al crecimiento, al

    El valor de uno mismo
    Tenemos una vida real que es propia. Sí, la tenemos. Ese sentimiento
    de vacío, esa sensación de que todo el mundo excepto nosotros tiene
    una vida â??una vida importante, una vida valiosa, una vida mejor- es
    un remanente del pasado. Es también una conducta autoderrotista
    inadecuada.
    Somos reales. Lo mismo nuestra vida. Brinquemos dentro de ella y lo
    veremos.
    Hoy viviré mi vida y la atesoraré como mía.
    Octubre 31
    Todas nuestras necesidades
    Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia,
    conforme a Su riqueza en la gloria
    Filipenses 4:19
    Este versículo me ha ayudado muchas veces. Me ha ayudado cuando me
    preguntaba de dónde vendría mi siguiente amigo, un trocito de
    sabiduría, de conocimiento interior o mi siguiente comida.
    Todo lo que necesite hoy me será provisto.
    La gente, los empleados, lo que tenemos a nuestra disposición
    inmediata, no son nuestra fuente.
    Hemos hecho contacto con una Fuente Mayor, con una fuente de
    provisión infinita e inmediata: Dios y Su universo.
    Nuestra tarea es permitirnos a nosotros mismos ponernos en armonía
    con nuestra Fuente. Nuestra tarea es creer en, y mirar a, nuestra
    verdadera Fuente. Nuestra tarea es liberar el miedo, el pensamiento
    negativo, las limitaciones y el pensamiento de la escasa provisión.
    Todo lo que necesitamos nos será provisto. Que ésta se convierta en
    una respuesta natural a todas las situaciones de abundancia y a todas las
    situaciones de necesidad.
    Rechaza el miedo. Rechaza las nociones de escasa provisión y de
    limitación. Permanece abierto a la abundancia.
    Aprecia la necesidad porque ésta es parte de nuestra relación con
    Dios y con Su universo. Dios ha planeado satisfacer todas nuestras
    necesidades, ha creado dentro de nosotros la necesidad, para que
    Dios pueda proveer.
    Ninguna necesidad es demasiado pequeña o demasiado grande. Si a
    nosotros nos importa y valoramos nuestra necesidad, Dios también lo
    hará.
    Nuestra parte es asumir la responsabilidad de ser dueños de la
    necesidad. Nuestra parte es dar esa necesidad al universo. Nuestra
    parte es dejar ir, con fe. Nuestra parte es darle permiso a Dios de
    satisfacer nuestras necesidades creyendo que merecemos que se
    satisfagan nuestras necesidades y deseos.
    Nuestra parte es dar sanamente, no cuidando en exceso a los demás ni
    por un sentimiento de culpa, de obligación o por codependencia, sino
    como resultado de una relación sana con nosotros mismos, con Dios y
    con todas las creaciones de Dios.
    Nuestra parte es simplemente ser como somos y que nos encante
    serlo.
    Hoy practicaré la creencia de que todas mis necesidades serán
    cubiertas hoy. Me pondré en armonía con Dios y Su universo, sabiendo
    que yo cuento.

  10. Noviembre 1
    Transformación a través de la pena
    Estamos luchando por la aceptación en la recuperación, la aceptación de nosotros mismos, de nuestro pasado, de otras personas y de nuestras circunstancias actuales. La aceptación trae paz, curación y libertad, la libertad para cuidar de nosotros mismos. La aceptación no es un proceso de un solo paso. Antes de lograr la

    Hoy aceptaré la manera en que atravieso el cambio. Aceptaré el proceso de pena y sus etapas como la forma en que la gente llega a aceptar la perdida y el cambio.

    Noviembre 2
    El proceso de pena
    Experimentando por completo la pena por nuestras pérdidas es la
    manera como nos sometemos al proceso de la vida y de la
    recuperación. Algunos expertos, como Patrick Carnes, llaman a los
    Doce Pasos â?? un programa para lidiar con nuestras pérdidas, un
    programa para lidiar con nuestra pena.�
    ¿Cómo experimentamos la pena?
    Difícilmente. Imperfectamente. Por lo general, con gran cantidad de
    resistencia. A menudo con ira y con el intento de negociar.
    Finalmente, sometiéndonos al dolor.
    El proceso de pena, dice Elisabeth Kubler – Ross, es un proceso de
    cinco etapas: negación, ira, regateo, tristeza y, finalmente,
    aceptación. Así es como experimentamos la pena; así es como llegamos
    a aceptar; así es como perdonamos; así es como respondemos a los
    muchos cambios que nos da la vida.
    Aunque este proceso de cinco etapas se ve muy nítido sobre el papel,
    no es así de claro en la vida real. No lo atravesamos por
    compartimientos. Por lo general lo atravesamos dando tumbos,
    pataleando y gritando, yendo para adelante y hacia atrás, hasta que
    alcanzamos ese pacífico estado llamado aceptación.
    Cuando hablamos acerca de â?? asuntos no resueltosâ? de nuestro pasado,
    por lo general nos estamos refiriendo a las pérdidas que no hemos
    terminado de penar. Estamos hablando de que nos hemos quedado
    atorados en alguna parte dentro del proceso de pena. Por lo general,
    en el caso de hijos adultos de alcohólicos y codependientes, el
    lugar donde nos hemos quedado atorados es en la negación. Atravesar
    la negación es la primera y más peligrosa etapa de proceso de pena,
    pero es también el primer paso hacia la aceptación.
    Podemos aprender a entender el proceso de pena y cómo se aplica éste
    a la recuperación. Incluso los cambios buenos en la recuperación
    pueden conllevar una pérdida y, en consecuencia, la pena. Podemos
    aprender a ayudarnos a nosotros mismos y a los demás comprendiendo
    este proceso y familiarizándonos con él. Podemos aprender a
    experimentar por completo la pena por nuestras pérdidas, a sentir
    nuestro dolor, a aceptar y a perdonar, para que podamos sentir
    alegría y amor.
    Hoy Dios mío, ayúdame a abrirme al proceso de penar por mis
    perdidas. Ayúdame a permitirme atravesar el proceso de pena,
    aceptando todas las etapas para que pueda lograr paz y aceptación en
    mi vida. Ayúdame a aprender a ser amable conmigo mismo y con los
    demás mientras dura este proceso tan humano de curación.

    Noviembre 3
    Negación
    La negación es campo fértil de cultivo de las conductas que llamamos codependientes: controlar, concentrarnos en los demás y descuidarnos a nosotros mismos. La enfermedad y conductas compulsivas o adictivas pueden también surgir durante la negación.
    La negación puede ser confusa porque se parece a dormir. No estamos realmente conscientes de lo que estamos haciendo hasta que hemos terminado de hacerlo. Forzarnos a nosotros mismos â??o a cualquier otra persona- a enfrentar la verdad, por lo general no ayuda. No enfrentaremos los hechos hasta que estemos listos. Tampoco, parece, los enfrentará nadie más. Podemos admitir la verdad por un momento,

    Noviembre 4
    Ira
    Sentirse enojado â??y, a veces, el acto de culpar- es una parte natural y necesaria de la aceptación de la pérdida y el cambio, de la pena. Podemos permitirnos a nosotros mismos y a los demás enojarnos mientras vamos de la negación a la aceptación. Mientras llegamos a aceptar la pérdida y el cambio, podremos culparnos a nosotros mismos, a nuestro Poder Superior o a los demás. La persona podrá tener relación con la pérdida o ser un inocente espectador. Podemos escucharnos decir a nosotros mismos: â?? Si tan solo él hubiera hecho eso… Si él no hubiera hecho eso…¿Por qué Dios no hizo las cosas de otra manera?…â? Sabemos que culpar no ayuda. En la recuperación, las contraseñas son autoresponsabilidad y responsabilidad personal, no culpar. En último término, el sometimiento y la autoresponsabilidad son los únicos conceptos que nos pueden llevar hacia delante, pero para llegar ahí podemos necesitar darnos permiso de sentirnos enojados y de ocasionalmente incurrir en el reproche.
    Es útil, al tratar con los demás, recordar que ellos, también, pueden necesitar atravesar su etapa de enojo para lograr la aceptación. No permitir a los demás, o a nosotros mismos, atravesar la ira y el culpar puede retardar el proceso de pena. Confiemos en nosotros mismos y en el proceso de pena. No nos quedaremos enojados para siempre. Pero podemos necesitar ponernos furiosos un rato mientras indagamos qué hubiera podido ser, para finalmente aceptarlo como es.
    Dios mío, ayúdame a aceptar mi ira y la de los demás como una parte normal para lograr la aceptación y la paz. Dentro de ese marco, ayúdame a esforzarme por la responsabilidad personal.

    Noviembre 5
    Hagamos un trato
    La relación simplemente no estaba funcionando, y yo quería tanto que
    funcionara. Seguía pensando que si me hacía lucir más hermosa, si
    tan sólo trataba de ser una persona más amorosa, más amable,
    entonces él me amaría. Me volteé al revés para ser algo mejor, siendo
    que como era estaba bien. Sencillamente no podía ver lo que estaba
    haciendo, hasta que seguí adelante y acepté la realidad.
    Anónimo
    Una de las partes más frustrantes de la aceptación es la etapa del
    regateo. En la negación, hay felicidad; en la ira, alguna sensación
    de poder. En el regateo vacilamos entre el creer que podemos hacer
    algo por cambiar las cosas y el darnos cuenta de que no podemos
    hacerlo.
    Podemos alzar en alto nuestras esperanzas una y otra vez, tan solo
    para que nos las destrocen.
    Muchos de nosotros nos hemos volteado al revés para tratar de
    negociar con la realidad. Algunos de nosotros hemos hecho cosas que
    parecen absurdas, en retrospectiva, una vez que hemos logrado la
    aceptación.
    â?? Si trato de ser una persona mejor, entonces esto no sucederá…. Si
    me veo más bonita, si tengo la casa más limpia, si bajo de peso, si
    sonrío más, si me dejo ir, si me aferro con más fuerza, si cierro
    los ojos y cuento hasta diez, si me desgañito gritando, entonces no
    tendré que enfrentar esta pérdida, este cambio.â?
    Hay historias de los miembros de Al-Anón acerca de intentos de
    regateo con el beber del alcohólico: â?? Si tengo la casa más limpia,
    el no beberá… Si la hago feliz comprándole un vestido nuevo, ella
    no beberá… Si le compro a mi hijo un coche nuevo, dejará de usar
    drogas� .

    Noviembre 6
    Disfruta la vida
    Haz algo divertido hoy.
    Si estás relajado, déjate relajar, sin sentimientos de culpa, sin
    preocuparte acerca del trabajo sin hacer.
    Si estás con seres queridos, déjate amarlos y deja que ellos te
    amen. Permítete sentirte cerca de ellos.
    Permítete disfrutar tu trabajo, porque eso puede ser placentero
    también.
    Si estás haciendo algo divertido, permítete disfrutarlo. ¿Qué te
    haría sentir bien? ¿Qué disfrutarías? ¿Hay algún placer posible que
    te puedas dar? Date el gusto.
    La recuperación no implica nada más detener el dolor.
    La recuperación es que aprendamos a hacernos sentir mejor; y luego
    es hacernos sentir bien.
    Disfruta tu día.
    Hoy haré algo divertido, algo que disfrute, algo sólo para mí.
    Tomaré la responsabilidad de hacerme sentir bien.

    Noviembre 7
    Relaciones
    Hay un regalo para nosotros en cada relación que nos llega.
    A veces, el regalo es una conducta que estamos aprendiendo a
    adquirir: desapego, autoestima, volverse suficientemente seguro para
    poder fijar un límite o adueñarnos de nuestro poder de alguna otra
    manera.
    Algunas relaciones fomentan nuestra curación interior, la curación
    de algunos asuntos del pasado o de un asunto que estamos enfrentando
    hoy.
    A veces nos descubrimos aprendiendo las lecciones más importantes de
    la gente que menos esperábamos que nos ayudara. Las relaciones
    pueden enseñarnos a amarnos a nosotros mismos o a alguien más. O
    quizá aprendamos a dejar que los demás nos amen.
    A veces no estamos seguros de qué lección estamos aprendiendo,
    especialmente cuando estamos en medio del proceso. Pero podemos
    confiar en que la lección, el regalo ahí están. No tenemos que
    controlar nosotros este proceso. Lo entenderemos cuando sea tiempo.
    También podemos confiar en que el regalo es precisamente el que
    necesitamos.
    Hoy estaré agradecido por todas mis relaciones. Me abriré a la
    lección y al regalo por parte de cada persona en mi vida. Confiaré
    en que yo, también, soy un regalo en las vidas de otras personas.

    Noviembre 8
    Seamos fieles a nosotros mismos
    Esto por encima de todo: a vuestro propio ser sed fieles, y de ello
    se seguirá, como la noche sigue al día, que no podréis ser falsos
    con ningún hombre.
    William Shakespeare
    A vuestro propio ser sed fieles. Una afirmación fundamental para
    aquellos que nos quedamos atrapados en la tormenta de necesidades y
    sentimientos de los demás.
    Escuchar al yo. ¿Qué es lo que necesitamos? ¿Se están satisfaciendo
    esas necesidades? ¿Qué sentimos? ¿Qué necesitamos hacer para cuidar
    de nuestros sentimientos? ¿Qué nos están diciendo nuestros
    sentimientos acerca de nosotros mismos y del rumbo que necesitamos
    seguir?
    ¿Qué queremos hacer o decir? ¿Qué nos están diciendo nuestros

    enorme tarea que nos puede hacer volver al camino. Hoy me honraré, me apreciaré y me amaré a mí mismo. Cuando esté confundido acerca de qué hacer, me seré fiel a mí mismo. Me libraré de la influencia que los demás, y sus expectativas, tienen sobre mí.

    Noviembre 9
    Aceptamos amor
    Muchos de nosotros hemos trabajado demasiado para hacer que las
    relaciones funcionen; algunas veces esas relaciones no tenían
    oportunidad porque la otra persona no estaba disponible o se rehusó
    a participar.
    Para compensar la falta de disponibilidad de la otra persona
    trabajamos demasiado duro. Podemos haber hecho todo el trabajo o la
    mayor parte. Esto podrá enmascarar la situación por un rato, pero
    por lo general nos cansamos. Luego, cuando dejamos de hacer todo el
    trabajo, nos damos cuenta de que no hay relación, o ya estamos tan
    cansados que no nos importa.
    Hacer uno todo el trabajo en una relación no es amar, dar o tener
    interés. Es una conducta autoderrotista y contraproducente para la
    relación. Crea la ilusión de una relación cuando de hecho puede no
    haber ninguna. Le permite a la otra persona ser irresponsable acerca
    de la parte que le toca. Como eso no satisface nuestras necesidades,
    finalmente nos sentimos victimados.
    En nuestras mejores relaciones, todos tenemos periodos temporales en
    los que una persona participa más que la otra. Esto es normal. Pero
    cuando es una manera permanente de participar en las relaciones, nos
    deja sintiéndonos cansados, desgastados, necesitados y enojados.
    Podemos aprender a participar en una cantidad razonable y luego
    dejar que la relación encuentre su propia vida. ¿Somos nosotros los
    que siempre llamamos? ¿Somos los que siempre iniciamos? ¿Somos los
    únicos que damos? ¿Somos el que hablamos de los sentimientos y se
    esfuerza por lograr la intimidad?.
    ¿Somos el único que espera, que tiene esperanzas, que trabaja?
    Podemos dejarlo ir. Si la relación se va a dar, se dará y se
    convertirá en lo que estaba destinada a convertirse. No ayudamos a
    ese proceso tratando de controlarlo. No nos ayudamos a nosotros
    mismos, a la otra persona o a la relación tratando de forzarla o
    haciendo todo el trabajo.
    Déjala estar. Espera y ve. Deja de preocuparte por hacer que ésta se
    dé. Ve qué sucede y esfuérzate en comprender si eso es lo que
    quieres.
    Hoy dejaré de hacer todo el trabajo en mis relaciones. Me daré a mí
    mismo y a la otra persona la facultad de exigir que ambos
    participemos. Aceptaré el nivel natural que alcancen mis relaciones
    cuando yo haga mi parte y le permita a la otra persona elegir la
    suya.
    Puedo confiar en que mis relaciones alcanzarán su propio nivel. Yo no
    tengo que hacer todo el trabajo; lo único que necesito es hacer la
    parte que me toca.

    Noviembre 10
    Creencias acerca del dinero
    Estaba empezando en un empleo nuevo dentro de una corporación. Yo era eficiente en mi actividad. El gerente de personal y yo estábamos hablando de los detalles de la contratación y él me preguntó cuánto creía que merecía ganar. Lo pensé y le dije que 400 dólares al mes. Esto era en los años sesenta. No quería pedir demasiado, de modo que decidí pedir la mínima cantidad con la que pudiera vivir. Me contrató y me dio lo que le había pedido. Tiempo después, cuando dejé ese trabajo, el gerente de personal me dijo que había estado dispuesto a pagarme lo que yo hubiera querido. Si le hubiera pedido

    El dinero es simplemente dinero.
    ¿Creemos que hay escasez de dinero? Muchos de nosotros crecimos con
    un pensamiento de privación en lo concerniente al dinero: no hay
    suficiente. Nunca habrá suficiente. Si obtenemos un poco, podemos
    guardarlo y atesorarlo porque ya no hay más.
    El dinero no está escaso. No tenemos por qué desperdiciar nuestra
    energía guardando resentimiento hacia aquellos que tienen
    suficiente. Hay mucho dinero aquí en la Tierra.
    ¿Cuánto creemos merecer? Muchos de nosotros nos estamos limitando a
    nosotros mismos por lo que creemos merecer.
    El dinero no es malo. No hay escasez, excepto en nuestra mente y en
    nuestras actitudes. Y lo que creamos merecer, eso será lo que
    recibamos.
    Podemos cambiar nuestras creencias por medio de afirmaciones,
    fijando metas, empezando por donde estamos y trabajando para llegar
    lentamente a donde queremos estar.
    Hoy examinaré mis creencias acerca del dinero. Empezaré el proceso
    de dejar ir cualquier creencia autoderrotista que pueda estar
    limitando u obstaculizando la parte económica de mi vida.

    Noviembre 11
    Disciplina
    Los niños necesitan disciplina para sentirse seguros; igual los
    adultos.
    Disciplina significa comprender que hay consecuencias lógicas para
    nuestra conducta. Disciplina significa asumir la responsabilidad por
    nuestra conducta y las consecuencias. Disciplina significa aprender
    a esperar lo que queremos. Disciplina significa estar dispuestos a
    trabajar por lo que queremos. Disciplina significa aprender y
    practicar nuevas conductas.
    Disciplina significa estar donde necesitamos estar, cuando
    necesitamos estar, a pesar de nuestros sentimientos.
    Disciplina es el desempeño cotidiano de tareas, sean éstas conductas
    de recuperación o lavar los platos.
    La disciplina implica confiar en que alcanzaremos nuestras metas
    aunque no podamos verlas.
    La disciplina puede ser agotadora. Podemos sentirnos asustados,
    confundidos, inseguros. Más tarde, veremos el propósito. Pero esta
    claridad de visión generalmente no viene durante la época de
    disciplina. Podemos no creer incluso que estamos yendo adelante.
    Pero estamos.
    La tarea en épocas de disciplina es sencilla: escuchar,
    confiar y obedecer.
    Poder Superior, ayúdame a aprender a someterme a la disciplina.
    Ayúdame a estar agradecido porque Tú te preocupes por mí lo
    suficiente para permitir estas épocas de disciplina y de
    aprendizaje en mi vida. Ayúdame a saber que como resultado de la
    disciplina y del aprendizaje, algo importante se habrá resuelto en
    mi interior.

    Noviembre 12
    El momento preciso
    Espera hasta que sea el momento. Es contraproducente posponer o diferir las cosas; también es contraproducente actuar demasiado pronto, antes de que haya llegado el momento.
    A veces nos llenamos de pánico y emprendemos una acción por miedo. A veces emprendemos una acción fuera de tiempo por venganza o porque queremos castigar a alguien. Actuamos o hablamos demasiado pronto a modo de controlar o de forzar a alguien a la acción. A veces

    Noviembre 13
    Cuidemos de nosotros mismos
    No tenemos que esperar a que los demás vengan en nuestra ayuda. No
    somos víctimas. No estamos desamparados.
    Dejar ir los pensamientos equivocados significa que debemos darnos
    cuenta de que no hay caballeros de caballo blanco, ni abuelas
    mágicas mirándonos desde el cielo, esperando a rescatarnos.
    Nos podrán llegar maestros, pero no nos rescatarán. Nos enseñaran.
    Vendrá gente que se interese por nosotros, pero no nos rescatará.
    Se preocupará por nosotros. Vendrá la ayuda, pero la ayuda no
    rescata.
    Nosotros somos nuestros propios rescatadores.
    Nuestras relaciones mejorarán dramáticamente cuando dejemos de
    rescatar a los demás y dejemos de esperar que nos rescaten.
    Hoy dejaré ir los miedos y las dudas acerca de mí mismo que me
    impiden tomar una acción asertiva de acuerdo con lo que mejor me
    conviene. Yo puedo cuidar de mí mismo y dejar que los otros hagan lo
    mismo por ellos mismos.

    Noviembre 14
    Dejemos salir nuestra ira
    Está bien estar enojados, pero no es sano estar resentidos. Haciendo
    caso omiso a lo que hayamos aprendido cuando niños, sin importar los
    ejemplos que hayamos tenido, podemos aprender a lidiar con nuestra
    ira de maneras sanas para nosotros y para los que nos rodean.
    Podemos tener nuestros sentimientos de enojo. Podemos ponernos en
    contacto con ellos, apropiarnos de ellos, sentirlos, expresarlos,
    liberarlos y acabar con ellos.
    Podemos aprender a escuchar lo que nos está diciendo la ira acerca
    de lo que queremos y necesitamos para poder cuidar de nosotros
    mismos.
    A veces, incluso podemos dar rienda suelta a sentimientos de enojo
    que no están justificados. Los sentimientos son sólo sentimientos;
    no hay moralidad en el sentimiento, únicamente en nuestra conducta.
    Podemos sentirnos enojados sin lastimar o abusar de los demás ni de
    nosotros mismos. Podemos aprender a lidiar con la ira de maneras que
    beneficien nuestras relaciones en vez de que las perjudiquen.
    Si no sentimos hoy nuestros sentimientos de enojo, necesitaremos
    enfrentarlos mañana.
    Hoy me dejaré sentir mi enojo. Expresaré mi ira adecuadamente, sin
    sentimientos de culpa. Luego, habré terminado con ella.

    Noviembre 15
    Beneficios de la recuperación
    Hay dos tipos de beneficios de la recuperación; ganancias a corto y
    a largo plazo.
    Las ganancias a corto plazo son las cosas que podemos hacer hoy que
    nos ayudan a sentirnos bien inmediatamente.
    Podemos levantarnos por la mañana, leer unos cuantos minutos nuestro
    libro de meditaciones y sentir que nos levanta el ánimo. Podemos
    trabajar un Paso y percatarnos de inmediato del cambio que
    experimentamos en cuanto a cómo nos sentimos y funcionamos. Podemos
    asistir a una reunión y sentirnos refrescados, hablar con un amigo y
    sentirnos consolados o practicar una nueva conducta de recuperación,
    tal como lidiar con nuestros sentimientos o hacer algo bueno por
    nosotros mismos y sentirnos aliviados.
    Sin embargo, hay otros beneficios de la recuperación que no vemos
    inmediatamente de un día para otro o incluso en varios meses. Esas

    Podemos vernos crecer en nuestras carreras, en nuestra capacidad
    para ser gente creativa, poderosa, productiva, usando nuestros dones
    y talentos de una manera que nos hace sentir bien y benefician a los
    demás.
    Descubrimos la alegría y la belleza en nosotros mismos, en los demás
    y en la vida.
    El progreso a largo plazo es constante, pero a veces lento, dándose
    en incrementos y a menudo con muchos pasos para adelante y para
    atrás. La practica constante de conducta de recuperación y de apilar
    ganancias a corto plazo conduce a recompensas a largo plazo.
    Hoy estaré agradecido por las recompensas inmediatas y a largo plazo
    de la recuperación. Si soy nuevo en la recuperación, tendré fe en
    que puedo lograr beneficios a largo plazo. Si ya llevo un tiempo en
    recuperación, haré una pausa para reflexionar y sentir gratitud por
    mi progreso general.

    Noviembre 16
    La trampa de la víctima
    La creencia de que la vida tiene que ser dura y difícil es la
    creencia de un mártir.
    Nosotros podemos cambiar nuestras creencias negativas acerca de la
    vida y acerca de que podemos tener la fuerza para detener nuestro
    dolor y cuidar de nosotros mismos.
    No somos impotentes. Podemos resolver nuestros problemas. Tenemos
    poder, no para cambiar o controlar a los demás, sino para solucionar
    los problemas que nos toca resolver.
    Utilizar cada problema que nos viene para â?? probarâ? que la vida es
    dura y que somos impotentes, esto es codependencia. Es la trampa de
    la víctima.
    La vida no tiene que ser difícil. De hecho, puede ser suave. La vida
    es buena. No tenemos que â?? horrorizarlaâ? ni horrorizarnos nosotros
    mismos. No tenemos que vivir en el sótano.
    Tenemos poder, más poder del que sabemos, incluso en los tiempos
    difíciles. Y las épocas difíciles no prueban que la vida es mala;
    son parte de los altibajos de la vida; a menudo se resuelven para
    bien.
    Podemos cambiar nuestra actitud; podemos cambiar nosotros mismos; a
    veces podemos cambiar nuestras circunstancias.
    La vida es desafiante. Algunas veces hay más dolor del que
    pensábamos; otras, más alegría de la que imaginábamos.
    Todo es parte del paquete, y el paquete es bueno.
    No somos victimas de la vida. Podemos aprender a dejar de ser
    víctimas de la vida. Al dejar ir nuestra creencia de que la vida
    tienen que ser dura y difícil, hacemos nuestra vida más fácil.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi creencia de que la vida es tan
    difícil, tan espantosa o tan difícil. Ayúdame a reemplazar esa
    creencia con un punto de vista más sano, más realista.

    Noviembre 17
    Pena y acción
    Confía en Dios y haz algo.
    Mary Lyon
    Es importante que nos permitamos experimentar la pena como un pasaje
    entre el ayer y el mañana. Pero no tenemos por qué dejarnos
    controlar indebidamente por nuestra pena o nuestro dolor.
    Hay épocas en las que hemos experimentado pena, en que nos hemos
    sometido a la pesadez, al cansancio y a lo fastidioso de una
    circunstancia por un tiempo suficiente. Ya es tiempo de romper con
    eso. Ya es tiempo de emprender una acción.
    Nosotros sabremos cuando sea tiempo de romper con la rutina de

    Prueba las paredes de tu capullo. Empújalas. Empújalas un poco más.
    Puede ser tiempo ya de salir.
    Hoy confiaré en Dios y en mi proceso, pero también tomaré acción para
    ayudarme a sentirme mejor.

    Noviembre 18
    Permitamos que nos consientan
    Deja que te consientan y te amen. Deja que la gente te apoye. Deja
    que te abracen cuando eso te haría sentir bien. Deja que alguien te
    escuche, te apoye y te aliente cuando lo necesites. Recibe el
    consuelo de la presencia física de alguien cuando lo necesites. Deja
    que se te apoye emocionalmente y que se te cuide.
    Durante demasiado tiempo hemos estado en el fondo, atendiendo las
    necesidades de los demás y afirmando que no tenemos necesidades
    propias. Hemos cerrado, durante demasiado tiempo, la parte nuestra
    que anhela que la consientan.
    Es tiempo, ahora, de afirmar esas necesidades, de identificarlas y
    de comprender que merecemos que se satisfagan.
    ¿Cuáles son nuestras necesidades? ¿Qué nos haría sentir bien? ¿De
    qué maneras nos gustaría que los demás nos consintieran y nos
    apoyaran? Entre más claros podamos ser acerca de nuestras
    necesidades, mayor la posibilidad de que se satisfagan.
    Abrazos. Un oído que escucha. Apoyo. Aliento. La presencia emocional
    y física de gente que se interesa por nosotros. ¿No suena bien eso?
    ¿No suena tentador?
    Una vez alguien me dijo: â?? Los ochenta han sido una década de â?? yoâ? .
    Ahora, tal vez los noventa puedan ser una década de â?? tuâ? .â?
    Mi respuesta fue inmediata. â?? Que los noventa sean una década de â?? túâ?
    y â?? yoâ? .â?
    No importa cuánto tiempo llevemos en recuperación, nunca
    sobrepasaremos nuestra necesidad de que nos consientan y nos amen.
    Hoy estaré abierto a reconocer mi necesidad de que me consientan.
    También estaré abierto a las necesidades de los que me rodean. Puedo
    empezar a adoptar una actitud de consentimiento, de amor hacía mí
    mismo y a asumir la responsabilidad de mis necesidades en las
    relaciones.

    Noviembre 19
    Aceptemos nuestros sentimientos
    ¿Por qué batallamos tanto con nuestros sentimientos? ¿Por qué
    trabajamos tan duro por negar nuestras emociones, especialmente en
    relación con otras personas? ¡Son sólo sentimientos!
    En el curso de un día podemos negar que nos sentimos frustrados en
    reacción a alguien que nos está vendiendo un servicio.
    Podemos negar que nos sentimos frustrados, enojados o heridos en
    reacción a un amigo.
    Podemos negar sentimientos de miedo o de enojo hacia nuestros hijos.
    Podemos negar toda una gama de sentimientos acerca de nuestro
    cónyuge o de la persona con quien tenemos una relación amorosa.
    Podemos negar sentimientos provocados por la gente para la cual
    trabajamos o por la gente que trabaja para nosotros.
    Algunas veces, los sentimientos son una reacción directa hacia los
    demás; otras, la gente dispara en nuestro interior algo más
    profundo, una vieja tristeza o frustración.
    Haciendo caso omiso del origen de nuestros sentimientos, siguen
    siendo nuestros sentimientos. Son nuestros. Y la aceptación a menudo
    es lo único que se necesita para hacer que se vayan.
    No tenemos por qué dejar que nuestros sentimientos controlen nuestra
    conducta. No tenemos por qué actuar de acuerdo con cada sentimiento
    que experimentemos. No necesitamos dar rienda suelta a una conducta
    inadecuada.

    Noviembre 20
    Deseos y necesidades
    A muchos de nosotros nos han lavado el cerebro para pensar que no podemos tener lo que queremos en la vida. Esa es la creencia del mártir. Nace de la privación y del miedo.
    Identificar lo que queremos y necesitamos, y escribirlo luego, pone en movimiento una poderosa cadena de eventos. Indica que estamos asumiendo la responsabilidad de nosotros mismos, que le estamos dando permiso a Dios y al universo para proveer nuestros deseos y necesidades.
    La creencia de que merecemos tener un cambio en el carácter, en una relación, una nueva dimensión en una relación que ya existe, una posesión, cierto nivel de salud, de vida, de amor o de éxito, es una fuerza poderosa para que suceda eso que deseamos. Frecuentemente, cuando nos damos cuenta de que queremos algo, ¡ese sentimiento es Dios que nos está preparando para recibirlo! Escucha. Confía. Dale poder a lo bueno en tu vida prestando atención a lo que quieres y necesitas. Escríbelo. Afírmalo mentalmente. Reza por ello. Luego, déjalo ir. Dáselo a Dios y ve qué sucede. Los resultados pueden ser mejores de lo que pensabas. Hoy prestaré atención a lo que quiero y necesito. Me daré tiempo para escribirlo, y luego lo dejaré ir. Empezaré a creer que merezco lo mejor.

    Noviembre 21
    Miedos financieros
    Me senté en el coche, viendo el letrero en la puerta de la oficina
    de víveres: â?? Cerrado hasta el viernesâ? . Era miércoles. Tenía dos
    hijos hambrientos y, yo misma, no tenía dinero.
    Apoyé la cabeza sobre el volante. Ya no aguantaba más.
    Había sido tan fuerte, tan valiente, tan confiada durante tanto
    tiempo. Era una madre soltera con dos hijos, recién divorciada.
    Había trabajado tan valerosamente por sentirme agradecida de lo que
    tenía, al tiempo que fijaba metas económicas y trabajaba en creer
    que merecía lo mejor.
    Había soportado tanta pobreza, tanta privación. Diariamente
    trabajaba el Paso Once. Trabajaba duro rezando para que Dios me
    diera a conocer Su voluntad sólo para mí y para que me diera la
    fuerza para cumplirla. Creía que estaba haciendo lo que necesitaba
    hacer en mi vida. No estaba payaseando. Estaba haciendo mi mejor
    esfuerzo, estaba trabajando lo más que podía.
    Y simplemente no había suficiente dinero. La vida había sido una
    lucha en muchos sentidos, pero la lucha con el dinero parecía no
    tener fin.
    El dinero no lo es todo, pero se necesita para resolver ciertos
    problemas. Estaba harta de â?? dejar irâ? y â?? dejar irâ? y â?? dejar irâ? .
    Estaba harta de â?? actuar como siâ? tuviera suficiente dinero. Estaba
    cansada de tener que trabajar tan arduamente a diario por dejar ir
    el dolor y el miedo de no tener lo suficiente. Estaba cansada de
    trabajar tan duro por ser feliz sin tener lo suficiente. De hecho,
    la mayor parte del tiempo estaba feliz. Había encontrado mi alma en
    la pobreza. Pero ahora que ya tenía a mi alma y a mi ser, quería
    también algo de dinero.
    Mientras estaba en el coche tratando de recomponerme, escuché a
    Dios hablar con esa silenciosa, calmada voz que murmura suavemente a
    nuestras almas.
    â?? No tienes que volver a preocuparte por dinero, criatura. No a menos
    que así lo quieras. Te dije que yo cuidaría de ti. Y lo haré.â?
    Magnífico, pensé. Muchísimas gracias. Te creo. Confío en Ti. Pero
    mírame. No tengo dinero. No tengo comida. Y la oficina de víveres
    (la oficina gubernamental encargada de proveer de comida a la gente

    me parece tan habitual. Pero ahora no tengo por qué hacerlo, y sé que nunca tuve que hacerlo.
    Dios mío, ayúdame a trabajar duro por lo que creo que está bien para mí en mi vida hoy, y confiaré en Ti para el resto. Ayúdame a dejar ir mis miedos acerca del dinero. Ayúdame a darte a Ti esa parte, Dios mío. Quita los obstáculos y las barreras en mi vida para el éxito económico.

    Noviembre 22
    La magia de la gratitud y la aceptación
    La gratitud y la aceptación son dos trucos mágicos de los que
    disponemos los que estamos en recuperación. No importa quiénes
    seamos, dónde estemos o qué tengamos, la gratitud y la aceptación
    funcionan.
    Eventualmente podemos sentirnos tan felices que nos demos cuenta de
    que nuestras circunstancias actuales son buenas. O que dominemos
    nuestras circunstancias y luego sigamos con la siguiente serie de
    circunstancias.
    Si nos quedamos atascados, o nos sentimos desgraciados, atrapados y
    desesperanzados, probemos la gratitud y la aceptación.
    Si hemos tratado sin éxito de alterar nuestras circunstancias
    actuales y nos hemos empezado a sentir como si nos estuviéramos
    pegando la cabeza contra una pared de ladrillo, probemos la gratitud
    y la aceptación.
    Si sentimos que todo está oscuro y que la noche nunca terminará,
    probemos la gratitud y la aceptación.
    Cuando falle todo lo demás, regresa a lo básico.
    La gratitud y la aceptación funcionan.
    Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi resistencia. Ayúdame a saber
    que el dolor de una circunstancia dejará de dolerme tanto si la
    acepto. Practicaré lo básico de la gratitud y de la aceptación en mi
    vida y en todas mis circunstancias actuales.

    Noviembre 23
    Sexualidad sana
    Muchas áreas de nuestra vida necesitan curación.
    Una parte importante de nuestra vida es nuestra sexualidad. Nuestros
    sentimientos y creencias acerca de nuestra sexualidad, nuestra
    capacidad para fomentar, para apreciar y para disfrutar nuestra
    sexualidad, nuestra capacidad para respetarnos a nosotros mismos
    sexualmente, nuestra capacidad para dejar ir la vergüenza y la
    confusión en cuanto al sexo, todo ello puede estar deteriorado o
    confuso por nuestra codependencia.
    Nuestra energía sexual puede estar bloqueada. O, para algunos de
    nosotros, el sexo puede ser la única forma como aprendimos a
    conectarnos con la gente. Nuestra sexualidad puede no estar conectada
    al resto de nosotros; el sexo puede no estar conectado al amor, por
    nosotros mismos o por los demás.
    Algunos de nosotros sufrimos abuso sexual cuando niños o pudimos
    habernos involucrado en conductas sexualmente adictivas, conductas
    sexuales compulsivas que se salieron fuera de control y produjeron
    vergüenza.
    Algunos de nosotros pudimos habernos involucrado en la codependencia
    sexual: no prestándole atención a lo que queríamos, o no queríamos,
    sexualmente; permitiéndonos involucrarnos sexualmente porque eso era
    lo que la otra persona quería; cerrando nuestra sexualidad junto con
    nuestros demás sentimientos; negándonos a nosotros mismos disfrutar
    sanamente como seres sexuales.
    Nuestra sexualidad es una parte de nosotros mismos que merece

    acerca de mi sexualidad. Enséñame las cuestiones que necesito encontrar acerca de mi sexualidad. Ayúdame a abrirme a la curación en esa área de mi vida.

    Noviembre 24
    Sometimiento
    Sometimiento significa decir: â?? Está bien, Dios. Haré lo que Tú
    quieras� .
    La fe en el Dios de nuestra recuperación significa que
    confiemos en que, eventualmente, nos gustará hacer eso.
    Hoy me someteré a mi Poder Superior. Confiaré en que el plan de Dios
    para mí será bueno, aunque sea diferente del que yo esperaba o del
    que tenía esperanzas.
    Noviembre 25
    Toma de conciencia
    Cuando acabamos de hacernos conscientes de un problema, de una situación o de un sentimiento, podemos reaccionar con ansiedad o con miedo. No hay necesidad de temer a la conciencia. No hay necesidad. La toma de conciencia es el primer paso hacia el cambio positivo y el crecimiento interior. Es el primer paso hacia la solución del problema, o de la satisfacción de la necesidad, el primer paso hacia el futuro. Así es como nos concentramos en la siguiente lección. La toma de conciencia es la forma como la vida, el universo y nuestro Poder Superior captan nuestra atención y nos preparan para el cambio. El proceso de ser cambiados empieza con la toma de conciencia. La toma de conciencia, la aceptación y el cambio, ése es el ciclo. Podemos aceptar la incomodidad temporal de la toma de conciencia porque podemos confiar en Dios y en nosotros mismos. Hoy estaré agradecido por cualquier toma de conciencia que me venga. Desplegaré gratitud, paz y dignidad cuando la vida capte mi atención. Recordaré que está bien aceptar la incomodidad temporal de la toma de conciencia porque puedo confiar en que ésta es mi Poder Superior que me está llevado hacia delante.
    Noviembre 26
    Dejemos ir la autocrítica
    ¡Miren qué lejos hemos llegado!
    Está bien concentrarnos en la tarea que sigue, en lo que falta por
    hacer. También es importante detenernos y sentirnos complacidos por
    lo que ya hemos terminado.
    Si, puede parecer que el cambio ha sido lento. A veces, el tiempo es
    agotador. Sí, hemos dado pasos hacia atrás. Pero estamos justo donde
    se supone que debemos estar. Estamos justo donde necesitamos
    estar.
    Y hemos llegado hasta aquí de lejos.
    A veces a brincos, a veces con pasos diminutos, a veces pataleando y
    gritando todo el tiempo, a veces con las mangas remangadas y con los
    nudillos en blanco, hemos aprendido. Hemos crecido. Hemos cambiado.
    Miren qué lejos hemos llegado.
    Hoy apreciaré mi progreso. Me permitiré sentirme bien acerca de lo
    que he logrado.

    Noviembre 27
    Podemos confiar en nosotros mismos
    Para muchos de nosotros, la cuestión no es si podemos o no confiar de nuevo en otra persona; es si podemos o no volver a confiar en

    ¿Cómo algo puede sentirse tan correcto, fluir tan bien y ser un error tan total? Podemos preguntarnos, ¿cómo podré volver a confiar en mi proceso de selección cuando me demostró ser tan defectuoso?. Podemos no tener nunca la respuesta. Yo creo que necesité cometer ciertos â?? erroresâ? para aprender lecciones de crítica importancia que no estoy segura que hubiera aprendido de alguna otra manera. No podemos dejar que nuestro pasado interfiera con nuestra capacidad para confiar en nosotros mismos. No podemos darnos el lujo de funcionar con miedo.
    Si siempre estamos tomando la decisión equivocada en los negocios o en el amor, puede ser que necesitemos aprender por qué insistimos en derrotarnos a nosotros mismos.
    Pero la mayoría de nosotros mejora. Aprendemos. Crecemos a partir de nuestros errores. Lentamente, por incrementos, mejoran nuestras relaciones. Mejoran nuestras alternativas de trabajo. Mejoran nuestras decisiones acerca de cómo manejar situaciones con los amigos o con los hijos. Nos beneficiamos de nuestros errores. Nos beneficiamos de nuestro pasado. Y si hemos cometido errores, tuvimos necesidad de cometerlos para aprender en el camino. Hoy dejaré ir mis miedos acerca de confiar en mí mismo porque he cometido errores en el pasado. Comprendo que estos miedos sólo sirven para deteriorar mi buen juicio hoy. Le daré validez a mi pasado, e incluso a mis errores, aceptándolos y sintiendo gratitud por todo ello. Me esforzaré en ver lo que he ganado de mis errores. Trataré también de ver mis buenas decisiones. Tendré puesta la mirada vigilante sobre el progreso general en mi vida.

    Noviembre 28
    De vuelta a los pasos
    Regresa a los Pasos. Vuelve a un Paso.
    Cuando no sepamos qué hacer a continuación, cuando nos sintamos
    confundidos, inquietos, perturbados, en las últimas, abrumados,
    completamente involuntariosos, llenos de rabia o de desesperación,
    volvamos a los Pasos.
    No importa qué situación estemos enfrentando, trabajar un Paso nos
    ayudará. Concéntrate en uno, confía en tus instintos y trabájalo.
    ¿Qué significa trabajar un Paso? Piensa en ello. Medita sobre ello.
    En vez de concentrarte en la confusión, en los problemas o en las
    situación que provoca tu desesperación o tu rabia, concéntrate en el
    Paso.
    Piensa en cómo se podría aplicar ese Paso. Cíñete a él. Aférrate a
    él con tantas ganas como nos aferramos a nuestra confusión o al
    problema.
    Los Pasos son una solución. Funcionan. Podemos confiar en que
    funcionan.
    Podemos confiar en el lugar a donde los Pasos nos conducirán.
    Cuando no sepamos qué paso dar después, tomemos uno de los Doce.
    Hoy me concentraré en usar los Doce Pasos para resolver problemas y
    para mantenerme en equilibrio y en armonía. Trabajaré un paso al
    máximo de mi capacidad. Aprenderé a confiar en los Pasos y me
    apoyaré en ellos en vez de en mis conductas protectoras,
    codependientes.

    Noviembre 29
    Paso doce
    El Paso Doce dice que habiendo obtenido un despertar espiritual, tratemos de llevar este mensaje a los demás. Nuestro mensaje es de esperanza, de amor, de consuelo, de salud, un modo de vida mejor, que funciona. ¿Cómo lo llevamos? No rescatando. No controlando. No

    Cuidar como nanas a los demás y controlar no son formas de llevar el mensaje. Lo único que acarrean esas conductas es codependencia. Y empero, la forma más poderosa de ayuda a los demás consiste en ayudarnos a nosotros mismos. Cuando hacemos nuestro propio trabajo y somos honestos y abiertos acerca de ello impactamos más a los demás que con nuestro gesto â?? ayudadorâ? , más bien intencionado. No podemos cambiar a los demás, pero cuando nos cambiamos nosotros mismos, podemos terminar cambiando al mundo.
    Hoy me esforzaré en llevar el mensaje de maneras que funcionen. Dejaré ir mi necesidad de â?? ayudarâ? a la gente. En vez de ello, me concentraré en ayudarme y cambiarme a mí mismo. Si me viene una oportunidad para compartir mi recuperación con alguien, lo haré tranquilamente. Dios mío, ayúdame a demostrarle a los demás consuelo, fuerza y esperanza. Podré ser un canal para ayudar a los demás cuando esté listo. Esto no tengo que forzarlo; ocurrirá de manera natural.

    Noviembre 30
    Desapego
    Un día, mi hijo trajo a casa a vivir con nosotros a un hámster. Lo
    pusimos en una jaula. Poco tiempo después, el hámster escapó.
    Durante los siguientes seis meses, el animal corría asustado y
    salvaje por toda la casa. Y lo mismo nosotros para atraparlo.
    â?? Ahí está. ¡Agárralo!â? , gritábamos cada vez que alguien veía al
    hámster. Mi hijo o yo dejábamos lo que estuviéramos haciendo,
    corríamos por toda la casa y nos lanzábamos sobre el animal con la
    esperanza de atraparlo.
    Me preocupaba por él, aunque no lo viéramos. â?? Esto no esta bienâ? ,
    pensaba. â?? No puedo tener a un hámster corriendo suelto por la casa.
    Tenemos que atraparlo. Tenemos que hacer algo� .
    Un pequeño animal del tamaño de un ratón tenía en agitación toda la
    casa.
    Un día, mientras estaba sentada en la sala, vi al animal correr por
    el pasillo. En estado de frenesí, empecé a abalanzarme sobre él,
    como generalmente lo hacía, y luego me detuve.
    No, me dije. Estoy harta. Si ese animal quiere vivir en los rincones
    y escondrijos de esta casa, voy a dejar que lo haga. Estoy harta de
    preocuparme por él .Estoy harta de perseguirlo. Esta es una
    circunstancia irregular, pero así es justamente como va a tener que
    ser.
    Dejé que el hámster corriera sin que yo reaccionara. Me sentía un
    poquito incómoda con mi nueva reacción -no reaccionar-, pero me
    ceñí a ella de todas maneras.
    Me sentí más a gusto con mi nueva reacción, no reaccionar. Al poco
    tiempo, estaba perfectamente en paz con la situación. Había dejado
    de pelear con el hámster. Una tarde, unas cuantas semanas después de
    que empecé a practicar mi nueva actitud, el hámster corrió cerca de
    mí, como lo había hecho tantas veces y apenas lo mire. El animal se
    paró en seco, volteó y me miró. Empecé a abalanzarme sobre él. Ã?l
    empezó a correr. Me relajé.
    â?? Muy bienâ? , dije. â?? Haz lo que quierasâ? . Y lo decía en serio.
    Una hora después, el hámster vino, se paró junto a mí y esperó.
    Gentilmente lo levanté y lo coloqué en su jaula, donde ha vivido
    feliz desde entonces. ¿La moraleja de la historia? No te balances
    sobre el hámster. El ya está asustado, y tratar de atraparlo lo único
    que logra es asustarlo más y a nosotros nos vuelve locos.
    El desapego funciona.
    Hoy me sentiré a gusto con mi nueva reacción de no reaccionar. Me
    sentiré en paz.

  11. Diciembre 1
    queremos y necesitamos, y no se nos satisfacen esas necesidades, no
    podremos castigar a la gente, o hacerlos después a un lado por
    habernos decepcionado.
    Podemos dejar ir nuestros miedos lo suficiente para experimentar la
    intimidad que se dará cuando le permitamos a alguien que nos ame y
    nos apoye. Podemos incluso tener que aprender, un día a la vez, a
    estar felices y contentos.
    Aprender a dejar que los demás nos apoyen.
    Hoy estaré abierto para identificar lo que necesito de la gente, y
    pediré lo que quiera directamente. Dejaré que los demás me apoyen.

    Diciembre 2
    No pongamos nuestra vida en suspenso
    No podemos darnos el lujo de poner nuestras necesidades en suspenso,
    esperando a que otra persona nos llene, que nos haga la vida más
    agradable o que llegue y sea como nosotros queremos que sea. Eso
    crearía resentimiento, hostilidad, una dependencia enfermiza y un
    lío con el que tendríamos que lidiar después.
    Si hemos decidido que queremos una relación en particular o queremos
    esperar acerca de tomar una decisión sobre una relación en
    particular, entonces debemos seguir con nuestra vida en el ínterin.
    Eso puede ser duro. Para nosotros puede ser natural poner nuestra
    vida en suspenso. Ahí es donde nos quedamos atrapados en las
    creencias codependientes: esa persona puede hacerme feliz….
    Necesito que esa persona en especial haga una cosa en especial para
    que yo sea feliz….
    Esa es una circunstancia que puede enganchar nuestra baja
    autoestima, nuestras dudas acerca de nosotros mismos y nuestras
    tendencias a descuidarnos a nosotros mismos.
    Podemos meternos en una situación de varias maneras. Podemos hacer
    esto mientras esperamos una carta, mientras esperamos un empleo,
    mientras esperamos a una persona, mientras esperamos un suceso.
    No tenemos por qué poner nuestra vida en suspenso. Habrá
    repercusiones si así lo hacemos. Sigue adelante con tu vida. Toma la
    vida un día a la vez.
    ¿Qué podría estar haciendo ahora para cuidar de mí
    mismo, para hacerme sentir mejor, para satisfacer mis necesidades de
    una manera apropiada, sana?
    ¿Cómo puedo adueñarme de mi poder para cuidar de mí mismo, a pesar
    de lo que la otra persona esté o no haciendo?
    ¿Qué sucederá si rompo el sistema y empiezo a cuidar de mí mismo?
    A veces obtenemos de inmediato la respuesta que queremos. Otras,
    esperamos un poco. A veces, las cosas no salen exactamente de la
    manera como esperábamos. Pero siempre se resuelven para bien y a
    menudo mejor de lo que esperábamos.
    Y mientras tanto, hemos manifestado nuestro amor a nosotros mismos
    viviendo nuestra propia vida y quitándole el control de ella a los
    demás. Eso siempre nos regresa multiplicando diez veces, porque
    cuando de hecho manifestamos amor por nosotros mismos, le damos a
    nuestro Poder Superior, a otras personas y al universo, permiso para
    enviarnos el amor que queremos y necesitamos.
    Dejar de vivir nuestra vida para hacer que suceda alguna cosa no
    funciona. Lo único que provoca es hacernos sentir desgraciados,
    porque hemos dejado de vivir nuestra vida.
    Hoy me obligaré, si es necesario, a vivir mi propia vida. Actuaré
    conforme a mis mejores intereses, de una manera que refleje amor a
    mí mismo. Si le he dado poder o el control de mi vida a alguien que
    no sea yo mismo, y a alguien además que a un Poder Superior a mí lo
    recuperaré. Empezaré a actuar conforme a mis mejores intereses,
    aunque me parezca difícil hacerlo.

    A menudo toleraremos demasiado, o tanto que nos pondremos furiosos y
    nos rehusaremos a tolerar nada más.
    Podemos aprender a desarrollar una sana tolerancia.
    Lo hacemos fijando límites sanos y confiando en que nos adueñamos de
    nuestro poder con la gente. Podemos disminuir nuestro dolor y
    sufrimiento validándonos y prestándonos atención a nosotros mismos.
    Podemos trabajar por acortar el tiempo entre que identificamos la
    necesidad de fijar un límite y emprender una acción clara, definida.
    No estamos locos. Algunas conductas de veras nos agobian. Algunas
    conductas son verdaderamente inadecuadas, enojosas, hirientes o
    abusivas.
    No tenemos por qué sentirnos culpables por cuidar de nosotros mismos
    una vez que hemos identificado un límite que se debe fijar. Veamos
    la experiencia como un experimento de adueñarnos de nuestro poder
    para establecer límites nuevos, sanos, para nosotros mismos.
    No tenemos por qué sentirnos culpables, o disculparnos, o dar
    explicaciones luego de haber fijado un límite. Podemos aprender a
    aceptar lo embarazoso e incómodo que es fijar límites con la gente.
    Podemos establecer nuestros derechos a establecer estos límites.
    Podemos darle espacio a la otra persona para explorar sus
    sentimientos; podemos darnos espacio a nosotros mismos para tener
    nuestros sentimientos, mientras batallamos para adueñarnos de
    nuestro poder y creamos relaciones buenas, que funcionen.
    Una vez que podamos confiar en nuestra capacidad para cuidar de
    nosotros mismos, desarrollaremos una sana y razonable tolerancia
    hacia los demás.
    Dios mío, ayúdame a empezar a esforzarme por tener límites sanos y
    por desarrollar una sana tolerancia hacia mí mismo y hacia los
    demás.

    Diciembre 4
    Dejar ir
    â?? ¿Cuánto debemos dejar ir?â? , me preguntó una amiga un día.
    â?? No estoy seguraâ? , le contesté, â?? pero tal vez todoâ? .
    Dejar ir es un proceso espiritual, emocional, mental y físico, y a
    veces un misterioso proceso metafísico de soltarle a Dios y al
    universo aquello a lo que nos estamos aferrando tanto.
    Dejamos ir nuestro agarrarnos de la gente, de los resultados, de las
    ideas, sentimientos, deseos, necesidades, de todo. Dejemos ir
    nuestro tratar de controlar nuestro progreso en la recuperación. Sí,
    es importante reconocer y aceptar lo que queremos y lo que queremos
    que suceda. Pero es igualmente importante que a continuación lo
    dejemos ir.
    Dejar ir es la parte de acción de la fe. Es una conducta que le da
    permiso a Dios y al universo de enviarnos lo que nos toca tener.
    Deja ir significa que reconozcamos que aferrarnos con tantas fuerzas
    no nos está ayudando a resolver el problema, a cambiar a la persona
    o a obtener el resultado que deseamos. No nos está ayudando a
    nosotros. De hecho, aprendemos que el aferrarnos a veces nos impide
    obtener lo que queremos y necesitamos.
    ¿Quiénes somos nosotros para decir que las cosas no están ocurriendo
    exactamente como necesitan suceder?
    Hay magia en el dejar ir. A veces obtenemos lo que queremos poco
    después de que lo hemos dejado ir. A veces lleva más tiempo. A
    veces el resultado específico que deseamos no ocurre. A veces sucede
    algo mejor.
    Dejar ir nos libera y nos conecta con nuestra Fuente.
    Dejar ir crea el ambiente óptimo para los mejores resultados y
    soluciones posibles.
    Hoy me relajaré. Dejare ir lo que más me está perturbando. Confiaré
    en que al dejarlo ir, he empezado a poner las ruedas en movimiento
    para que las cosas se resuelvan de la mejor manera posible.

    Significa que sentimos el inmenso alivio que nos viene cuando
    dejamos de negar la realidad y empezamos a aceptarla. Ponemos a esa
    persona en libertad para ser lo que realmente es él o ella. Dejemos
    de tratar que esa persona sea lo que no es. Lidiamos con nuestros
    sentimientos y nos alejamos del sistema destructivo.
    Aprendemos a amar y a interesarnos de manera diferente, de una
    manera que toma en cuenta la realidad.
    Entramos en relación con esa persona bajo nuevos términos,
    tomándonos en cuenta a nosotros mismos y nuestras necesidades. Si
    una persona es adicta al alcohol, a otras drogas, a la desgracia o
    a otra gente, podemos dejar ir su adicción; le quitamos las manos de
    encima a la adicción. Le devolvemos su vida a esa persona. Y, en el
    proceso, a nosotros también se nos devuelve nuestra vida y nuestra
    libertad.
    Dejamos de permitir que nos controle lo que no estamos obteniendo de
    esa persona. Asumimos la responsabilidad de nuestra vida. Seguimos
    adelante con el proceso de amarnos y de cuidarnos a nosotros mismos.
    Nosotros decidimos cómo queremos interactuar con esa persona,
    tomando en cuenta la realidad y nuestros mejores intereses. Nos
    enojamos, nos sentimos heridos, pero aterrizamos en un lugar de
    perdón. Lo liberamos a él o a ella, y nosotros nos liberamos de la
    esclavitud.
    Esa es la única médula de desapegarse con amor.
    Hoy trabajaré para desapegarme con amor de personas conflictivas
    cercanas a mí. Lucharé por aceptar la realidad de mis relaciones. Me
    permitiré cuidarme en mis relaciones con la meta de lograr la
    libertad emocional, física, mental y espiritual para ambas partes.

    Diciembre 6
    Dejemos ir la vergüenza
    Muchos de nosotros fuimos victimados, a veces más de una vez.
    Podemos haber sufrido abuso físico, abuso sexual o haber sido
    explotados por las adicciones de otro.
    Entendemos que si otra persona ha abusado de nosotros, eso no es
    motivo para que sintamos vergüenza. El sentimiento de culpa por el
    acto de abuso le pertenece al perpetrador, no a la víctima.
    Aunque en recuperación caigamos presas de la victimización, eso no
    es causa de vergüenza.
    La meta de la recuperación es aprender a cuidar de uno mismo,
    aprender a liberarnos de la victimización y a no culparnos por las
    experiencias pasadas. La meta es equiparnos para que no sigamos siendo
    victimados debido a la vergüenza y a sentimientos no resueltos a
    causa de la victimización original.
    Cada uno de nosotros tiene su propio trabajo que hacer, sus propios
    asuntos, sus tareas de recuperación. Una de esas tareas es dejar de
    señalar al perpetrador con el dedo, porque eso nos perturba. Aunque
    hacemos a cada persona responsable de su propia conducta y ésta
    deba dar cuenta de ella, aprendemos a tener compasión por el
    perpetrador. Comprendemos que han estado en juego muchas cosas en la
    vida de esa persona. Al mismo tiempo, nosotros no nos aferramos a la
    vergüenza. Aprendemos a entender el papel que nosotros jugamos en
    nuestra victimización, cómo caímos en ese papel y nos rescatamos
    a nosotros mismos. Pero ésa es una información con la que debemos
    equiparnos para que no necesite suceder esto otra vez.
    Dejar ir la vergüenza de la víctima. Tenemos asuntos por resolver y
    tareas por hacer, pero uno de nuestros asuntos es no sentirnos culpables y
    equivocados porque hemos sido victimados.
    Hoy me libraré de toda vergüenza de víctima que pueda haber estado
    albergando o a la que pudiera haber estado aferrándome.

    en suspenso. Deja ir la ansiedad y disfruta la vida. Relájate. Haz
    algo divertido. Disfruta del amor y la belleza en tu vida. Termina
    pequeñas tareas. Puede ser que ellas no tengan nada que ver con la
    solución del problema, o con encontrar el rumbo, pero eso es lo que
    podemos hacer mientras tanto.
    La claridad vendrá. El siguiente paso se presentará solo. La
    indecisión, la inactividad y la falta de dirección no durará para
    siempre.
    Hoy aceptaré mis circunstancias aunque me falte dirección y una
    comprensión profunda de las cosas. Me acordaré de hacer cosas que me
    hagan sentir bien a mí y a los demás durante esas épocas. Confiaré
    en que la claridad vendrá espontáneamente.

    Diciembre 8
    Valoremos nuestras necesidades
    Cuando no pedimos lo que queremos y necesitamos, nos menospreciamos
    a nosotros mismos. Merecemos algo mejor.
    Quizá los demás nos enseñaron que no era educado o apropiado que
    habláramos por nosotros mismos. La verdad es que, si no lo hacemos,
    nuestros deseos y necesidades insatisfechos en último término vendrán
    a rondar nuestras relaciones. Podemos terminar sintiéndonos enojados
    o frustrados, o podemos empezar a castigar a alguien más por no
    averiguar lo que necesitamos. Podemos terminar la relación porque no
    satisface nuestras necesidades.
    La intimidad y la cercanía solamente son posibles en una relación
    donde ambas personas pueden decir lo que quieren y lo que necesitan.
    Una intimidad sostenida así lo exige.
    A veces podemos tener que exigir incluso lo que queremos. A eso se
    le llama fijar un límite. No hacemos esto para controlar a otra
    persona, sino para ganar el control de nuestra vida.
    Nuestra actitud hacia nuestras necesidades también es importante.
    Debemos valorarlas y tomarlas en serio si esperamos que los demás
    nos tomen en serio. Cuando empecemos a darle valor e importancia a
    nuestras necesidades, veremos un cambio notable. Empezarán a
    satisfacerse nuestros deseos y necesidades.
    Hoy respetaré los deseos y necesidades míos y de los demás. Me diré
    a mí mismo, a los demás y a mi Poder Superior lo que quiero y
    necesito. También escucharé lo que ellos quieren y necesitan.

    Diciembre 9
    Pidamos ayuda
    Está bien pedir ayuda.
    Una de las cosas más absurdas que nos hacemos a nosotros mismos es
    no pedir la ayuda que necesitamos de un amigo, de un miembro de la
    familia, de nuestro Poder Superior o de la fuente adecuada.
    No tenemos por qué batallar solos con sentimientos y problemas.
    Podemos pedir la ayuda de nuestro Poder Superior y pedirle apoyo y
    aliento a nuestros amigos.
    Ya sea que lo que necesitemos sea información, aliento, una mano,
    una palabra, un abrazo, alguien que nos escuche o un empujón, podemos
    pedirlo. Podemos pedirle a la gente lo que necesitemos de ella.
    Podemos pedirle a Dios lo que necesitemos de El.
    Es autodestructivo no pedir la ayuda que necesitamos. Nos
    mantiene atorados. Si lo pedimos durante el tiempo y con la energía
    suficiente, si dirigimos nuestra petición a la fuente adecuada,
    tendremos la ayuda que necesitamos.
    Hay una diferencia entre pedirle a alguien que nos respete y pedirle
    a alguien en forma directa la ayuda que necesitamos de él o de ella.
    Podemos ir al grano y dejar que los otros elijan si nos ayudan o no.

    petición de ayuda la haré especifica y al grano y le daré espacio a la persona para que elija si me quiere ayudar o no. Ya no seguiré siendo un mártir rehusándome a recibir la ayuda que merezco en la vida, la ayuda que hace la vida más fácil. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de hacerlo todo solo. Ayúdame a usar el vasto universo de recursos que tengo a mi disposición.

    Diciembre 10
    Démonos poder
    Tú puedes pensar. Puedes tomar buenas decisiones. Puedes tomar
    alternativas adecuadas para ti.
    Sí, todos cometemos errores de vez en cuando. Pero nosotros no somos
    errores.
    Podemos tomar una nueva decisión que tome en cuenta una nueva
    información.
    Podemos cambiar de manera de pensar de vez en cuando. Ese también es
    nuestro derecho.
    No tenemos que ser intelectuales para tomar buenas alternativas. En
    la recuperación, cada uno de nosotros tenemos a nuestra disposición
    un regalo y una meta. El regalo se llama sabiduría.
    La demás gente puede pensar también. Y eso significa que ya no nos
    tenemos que seguir sintiendo responsables de las decisiones de otra
    gente.
    Eso también significa que nosotros somos responsables de lo que
    escogemos.
    Podemos acudir a los demás para que nos retroalimenten. Podemos
    pedirles información. Podemos tomar en cuenta sus opiniones. Pero es
    nuestra labor tomar nuestras propias decisiones. Tenemos el placer y
    el derecho de tener nuestra propias opiniones.
    Cada uno de nosotros es libre de aprovechar y de disfrutar el tesoro
    de nuestra propia mente, intelecto y sabiduría.
    Hoy guardaré como un tesoro el regalo de mi mente. Yo pensaré solo,
    decidiré mis propias alternativas y valoraré mis opiniones. Estaré
    abierto a lo que piensan los demás, pero asumiré la responsabilidad
    de mí mismo. Pediré ser guiado por la Divina Sabiduría y confiaré en
    que lo estoy siendo.

    Diciembre 11
    Afirmaciones
    Una de nuestras opciones en la recuperación es elegir lo que queremos pensar, usar positivamente nuestra energía mental. La energía mental positiva, la manera positiva de pensar, no significa que pensemos en forma irrealista o que retrocedamos a la negación. Si no nos gusta algo, respetamos nuestra propia opinión. Si detectamos un problema, somos honestos acerca de ello. Si algo no está funcionando, aceptamos la realidad. Pero no nos quedamos viviendo en la parte negativa de nuestra experiencia. A cualquier cosa que le damos energía, le damos fuerza. Hay algo mágico en darle fuerza a lo bueno, porque cualquier cosa a la que le damos fuerza se hace más grande. Una manera de darle fuerza a lo bueno es a través de las afirmaciones: simples aseveraciones positivas que hacemos acerca de nosotros mismos. Me amo a mí mismo…. Soy suficientemente bueno… Mi vida es buena… Estoy contento de estar vivo hoy… Lo que quiero y necesito está llegando hacia mí….  Yo puedo….
    Nuestra alternativa en la recuperación no es si queremos usar afirmaciones. Hemos estado afirmando pensamientos y creencias desde que fuimos lo suficientemente grandes para poder hablar. La alternativa en la recuperación es lo que queremos afirmar. Hoy le daré fuerza a lo bueno en mí, en los demás y en la vida.

    cumplimiento de deseos se incluyen en esta simple petición. No necesitamos más que decir Gracias.
    Este Plan que se ha hecho para nosotros no es de privación. Es de plenitud, alegría y abundancia. Métete en él. Y constátalo tú mismo. Hoy le pediré a Dios que me muestre lo que quiere que haga este día, y luego le pediré ayuda para hacerlo. Confiaré en que es suficiente para llevarme a la luz y la alegría.

    Diciembre 13
    Dar
    No tengas miedo de dar.
    Durante un rato, quizá necesitemos abstenernos de dar mientras
    aprendemos a discernir la diferencia entre dar sanamente y cuidar en
    exceso, lo cual nos deja sintiéndonos victimados y a los otros,
    resentidos.
    Esto es temporal.
    Para estar sanos, para hacer la parte que nos toca en esta forma
    espiritual de vida, para ser parte del infinito ciclo del universo,
    guiado por nuestro Creador, necesitamos dar y recibir.
    Ambas partes son importantes.
    ¿Qué es dar sanamente?
    Es una conducta bien definida que cada uno de nosotros debe tratar de
    entender. Es dar de manera que nos sintamos bien y que no nos deje
    con la sensación de haber sido victimados.
    Es dar de manera que tanto el que da como el que recibe queden con
    la estima en alto.
    Es dar basándose en el deseo de hacer en vez de dar a partir de un
    sentimiento de culpa, de lástima, de vergüenza o de obligación.
    Es dar sin condiciones. O es dar basándose en un trato limpio,
    directo.
    Ya sea que se trate de dar nuestro tiempo, esfuerzo, energía,
    consuelo, cariño, dinero o de darnos nosotros mismos, es un dar que
    podemos permitirnos.
    Dar es parte de la cadena del dar y recibir. Podemos aprender a dar
    sanamente; podemos aprender a dar con amor. Necesitamos mirar bien
    cómo damos, para asegurarnos de no cruzar la línea de lo que ya es
    cuidar excesivamente a los demás. Pero necesitamos aprender a dar de
    manera que nos funcione a nosotros y que le funcione a los demás.
    Hoy, Dios mío, guíame en mi forma de dar. Ayúdame a darles sanamente
    a los demás. Ayúdame a dar lo que sienta correcto, lo que sienta
    bien, lo que sienta limpio y lo que esté dentro de mi capacidad.

    Diciembre 14
    Un pensamiento claro
    Esfuérzate por pensar claramente. Muchos de nosotros teníamos
    nublado el pensamiento por la negación. Algunos de nosotros incluso
    hemos perdido la fe en nosotros mismos porque nos hemos pasado
    cierto tiempo en un estado de negación. Pero perder la fe en nuestra
    forma de pensar no nos va a ayudar. En lo que necesitamos perder la
    fe es en la negación.
    No recurríamos a la negación -ya fuera del problema de alguna otra
    persona o nuestro- porque fuéramos deficientes. La negación, ese
    mecanismo que absorbe los golpes al alma, nos protege hasta que
    estamos equipados para lidiar con la realidad.
    Pensar claramente y estar en recuperación no significa que nunca
    recurriremos a la negación. La negación es el primer paso hacia la
    aceptación, y la mayor parte de nuestra vida estaremos luchando para
    aceptar algo.
    Pensar claramente significa que no debemos permitirnos caer en la

    Aunque llevemos años en recuperación, podemos seguir sintiendo que
    batallamos con nosotros mismos acerca de este asunto. De todas las
    prohibiciones con que hemos vivido, ésta es potencialmente la más
    perjudicial y con la que más tiempo hemos vivido.
    Muchos de nosotros hemos necesitado cerrar nuestra parte emocional
    para sobrevivir ciertas situaciones. Cerramos la parte nuestra que
    siente coraje, tristeza, miedo, alegría y amor. Podemos haber
    apagado también nuestros sentimientos sexuales y sensuales. Muchos
    de nosotros vivimos dentro de sistemas con gente que rehusaba
    tolerar nuestras emociones. Nos avergonzaban o nos regañaban por
    expresar sentimientos, generalmente la gente a la que se le había
    enseñado a reprimir los propios.
    Pero los tiempos han cambiado. Ahora está bien reconocer y aceptar
    nuestras emociones. No necesitamos permitir que nuestras emociones
    nos controlen; tampoco necesitamos reprimir rígidamente nuestros
    sentimientos. Nuestro centro emocional es una parte valiosa de
    nosotros. Está conectada a nuestro bienestar físico, a nuestro
    pensamiento y a nuestra espiritualidad.
    Nuestros sentimientos también están conectados a ese gran don, el
    instinto. Ellos nos permiten dar y recibir amor.
    No somos ni débiles ni deficientes por dar rienda suelta a nuestros
    sentimientos. Eso significa que nos estamos convirtiendo en personas
    sansas y completas.
    Hoy, me permitiré a mí mismo reconocer y aceptar cualquier
    sentimiento que pase por mí. Sin vergüenza, me sintonizaré con mi
    parte emocional.

    Diciembre 16
    Cuidemos de nosotros emocionalmente
    ¿Qué significa cuidar de mí mismos emocionalmente? Reconozco cuando
    me siento enojado y acepto ese sentimiento sin vergüenza y sin
    culpa.
    Reconozco cuando me siento lastimado y acepto esos sentimientos sin
    intentar castigar a la fuente de mi dolor. Reconozco que tengo miedo
    cuando se me presenta esa emoción.
    Me permito sentir felicidad, alegría y amor cuando esas emociones
    están a mi disposición. Cuidar de mí mismo significa que he tomado
    la decisión de que está bien experimentar sentimientos.
    Cuidar de mis emociones significa que me permita a mí mismo quedarme
    con el sentimiento hasta que sea el momento de liberarlo y de
    proseguir con el que sigue.
    Reconozco que algunas veces mis sentimientos me pueden ayudar a ver
    la realidad, pero a veces son engañosos. Son importantes, pero no
    tengo que dejar que me controlen. Puedo sentir y pensar también.
    Hablo con la gente acerca de mis sentimientos cuando eso es
    apropiado y seguro.
    Busco ayuda o guía si me quedo atorado en una emoción en particular.
    Estoy abierto a las lecciones que mis emociones estén tratando de
    darme. Después que siento, acepto y libero el sentimiento, me
    pregunto a mí mismo qué quiero o qué necesito hacer para cuidar de
    mí mismo.
    Cuidar de mí mismo emocionalmente significa que valoro, que atesoro,
    que exploro y que aprecio mi parte emocional.
    Hoy cuidaré de mí mismo emocionalmente. Estaré abierto y aceptaré mi
    parte emocional y la de las otras personas. Me esforzaré por lograr
    el equilibrio combinando las emociones con la razón, pero no
    permitiré que el intelecto desplace mi parte emocional.

    Diciembre 17
    Consintámonos a nosotros mismos

    necesita. Consentirnos significa que nos demos regalos, ir al salón
    de belleza o a la peluquería, un mensaje, un libro, un abrigo, un
    traje o un vestido nuevos. Significa un largo baño caliente para
    olvidarnos de nuestros problemas y del mundo por unos breves
    momentos cuando eso nos siente bien.
    Aprendemos a ser amables con nosotros mismos para abrirnos al
    consentimiento que los demás tienen para darnos.
    Como parte del consentirnos a nosotros mismos, nos permitimos dar y
    recibir contacto físico positivo, un contacto que nos parezca
    apropiado, que sintamos seguro. Rechazamos el contacto que no nos
    hace sentir bien o seguros y que no es positivo.
    Aprendemos a darnos a nosotros mismos lo que necesitamos de una
    manera suave, amorosa, compasiva. Hacemos esto en el entendimiento
    de que hacerlo no nos hará gente floja, echada a perder, egoísta o
    narcisista. La gente que se consiente es efectiva en su trabajo y
    en sus relaciones.
    Aprendemos a sentirnos tan amados por nosotros mismos que realmente
    podemos amar a los demás y dejarles que nos amen.
    Hoy me consentiré a mí mismo. También estaré abierto al
    consentimiento que pueda darles a los demás y a recibir por parte de
    ellos.

    Diciembre 18
    Permanezcamos abiertos a nuestros sentimientos
    Muchos de nosotros nos hemos vuelto tan buenos para seguir la regla
    â?? no sientasâ? , que tratamos de convencernos a nosotros mismos de no
    tener sentimientos, incluso en la recuperación.
    â?? Si realmente estuviera trabajando un buen programa, no me sentiría
    enojado.�
    â?? Yo no me enojo. Soy cristiano. Yo perdono y olvidoâ?
    â?? No estoy enojado. Estoy afirmando que estoy feliz.â?
    Todas estas son aseveraciones, algunas de ellas muy hábiles, que nos
    indican que estamos operando otra vez bajo la regla â?? no sientasâ? .
    Parte de trabajar un buen programa significa reconocer nuestros
    sentimientos y lidiar con ellos. Nos esforzamos por aceptar y lidiar
    con nuestra ira para que ésta no se endurezca y se convierta en
    resentimiento. No usamos la recuperación como pretexto para cerrar
    nuestras emociones.
    Si, estamos esforzándonos por el perdón, pero queremos seguir
    sintiendo, escuchando y quedándonos con nuestros sentimientos hasta
    que llegue el momento de librarlos adecuadamente. Nuestro Poder
    Superior creó nuestra parte emocional. Dios no nos está diciendo que
    no sintamos; son nuestros sistemas disfuncionales.
    Hoy me rehusaré a aceptar la vergüenza por parte de los demás o de
    mí mismo por el hecho de sentir mis sentimientos.

    Diciembre 19
    Nuestro papel en el trabajo
    Qué fácil es encajonarse en un rol en el trabajo. Qué fácil es
    asignarle roles a otra gente. A veces, esto es necesario, apropiado
    y conveniente.
    Pero también podemos dejar que brille nuestro ser a través de ese
    rol.
    Hay alegría en el hecho de dar en el trabajo nuestro don o
    destrezas, en aplicarnos con tanto ahínco a la tarea, que
    experimentemos un íntima relación con nuestro trabajo. Hay alegría
    cuando podemos crear o terminar una tarea y podemos decir: â?? ¡Bien
    hecho!� .
    También hay alegría cuando podemos ser nosotros mismos en el

    y a la belleza de los demás en el trabajo. Ayúdame a mantener relaciones sanas con la gente en el trabajo.

    Diciembre 20
    Expectativas de los demás
    Nuestra labor es identificar nuestras necesidades, y luego
    determinar una manera equilibrada de satisfacerlas. En último
    término, esperamos que nuestro Poder Superior y el universo â??y no
    una persona en particular- sean nuestra fuente.
    Es irracional esperar que alguien sea capaz o esté dispuesto a
    satisfacer todas nuestras peticiones. Somos responsables de pedir lo
    que queremos y necesitamos. La responsabilidad de la otra persona es
    escoger libremente si va a responder o no a nuestra petición. Si
    tratamos de presionar o de obligar a otro a que nos apoye, eso es
    controlar.
    Hay una diferencia entre pedir y exigir. Queremos que el amor se nos
    dé libremente.
    Es irracional y enfermizo esperar que una sola persona sea la fuente
    de satisfacción de todas nuestras necesidades. En último término,
    nos enojaremos y nos mostraremos resentidos, quizá incluso
    castigadores, con esa persona por no habernos apoyado como
    nosotros esperábamos.
    Es razonable tener expectativas ciertas y bien definidas de nuestro
    cónyuge, hijos y amigos.
    Si una persona no puede o no quiere ayudarnos, entonces necesitamos
    asumir la responsabilidad hacia nosotros mismos en esa relación.
    Quizá necesitemos fijar un límite, cambiar nuestras expectativas o
    modificar los límites de la relación para acomodarnos a la
    inaccesibilidad de esa persona. Esto lo hacemos por nosotros mismos.
    Es razonable comunicar nuestros deseos y necesidades y ser realistas
    acerca de cuánto le pedimos a una persona en particular o cuánto
    esperamos de ella. Podemos confiar en que sabremos qué es razonable.
    El asunto de las expectativas consiste en saber que somos
    responsables de identificar nuestras necesidades, de creer que
    merecen ser satisfechas y descubrir una manera apropiada,
    satisfactoria de hacer eso en nuestra vida.
    Hoy me esforzaré por tener expectativas razonables en cuanto a
    satisfacer mis necesidades en las relaciones.

    Diciembre 21
    Equilibrio
    Esfuérzate por tener expectativas equilibradas de los demás.
    Esfuérzate por una sana tolerancia.
    En el pasado, podremos haber tolerado demasiado o demasiado poco.
    Podremos haber esperado demasiado o demasiado poco.
    Podemos ir de tolerar abuso, maltrato y engaño a rehusarnos a
    tolerar conductas normales, humanas, imperfectas, por parte de la
    gente. Aunque es preferible no permanecer demasiado tiempo en
    ninguno de los dos extremos, así es como cambia la gente, gente de
    verdad que lucha imperfectamente por tener mejores vidas, mejores
    relaciones y conductas de relación más efectivas.
    Pero si estamos abiertos a nosotros mismos y al proceso de
    recuperación, en algún momento empezaremos otra transición: llega el
    tiempo de apartarnos de los extremos, hacia el equilibrio.
    Podemos confiar en que nosotros mismos y el proceso de recuperación
    nos traerán al equilibrio en la tolerancia, en el dar, en
    comprensión y en las expectativas que tenemos, acerca de nosotros
    mismos y de los demás.
    Hoy, practicaré la aceptación conmigo mismo y con los demás por la
    forma como cambiamos. Si tuviera que ir al otro extremo de una

    Te encontrarán.
    Sométete cada día a tu Poder Superior. Confía en tu Poder Superior.
    Luego, quédate en paz. Confía en ti mismo y escúchate. Así es omo
    vendrá a ti lo bueno que quieres.
    Tu curación. Tu alegría. Tus relaciones. Tus soluciones. Ese
    trabajo. Ese cambio que deseas. Esa oportunidad. Vendrá a ti, de
    manera natural, con facilidad y de una multitud de formas.
    Vendrá esa respuesta. Vendrá la dirección. El dinero. La idea. La
    energía. La creatividad. El camino se te abrirá. Confía en ello,
    pues ya ha sido planeado.
    Preocuparse de cómo vendrá es inútil, un desperdicio y una disipación
    de energía. Ya está ahora mismo. Está en su lugar. ¡Sólo que no
    puedes verlo!
    Serás atraído hacia ello, o ello será atraído hacia ti.
    Hoy me relajaré y confiaré en que lo bueno que necesito me
    encontrará. Ya sea por mis propios medios, o por medio de los
    demás, todo lo que quiero y necesito me vendrá cuando sea el
    momento.

    Diciembre 23
    Recuerdos de Navidad
    Un año, cuando era niña, mi padre se emborrachó y se puso violento
    en Navidad. Yo acababa de desenvolver un regalo, una loción de crema
    para las manos, cuando él explotó con la rabia del alcohólico.
    Nuestra Navidad se interrumpió. Fue terrible. Fue atemorizador para
    toda la familia. Ahora, treinta y cinco años después, cada vez que
    huelo crema para las manos, inmediatamente experimento todos los
    sentimientos que viví entonces: el miedo, la decepción, el dolor de
    corazón, la impotencia y un deseo instintivo de controlar.
    Anónimo
    Hay muchos recuerdos positivos que nos hacen rememorar la Navidad:
    la nieve, la decoración, los villancicos, los paquetes envueltos, el
    nacimiento, medias que cuelgan de la chimenea. Estos recuerdos
    pueden evocar en nosotros sentimientos cálidos de nostalgia de la
    celebración de la Navidad.
    Nuestra mente es como una poderosa computadora. Relaciona la vista,
    el sonido, el olfato, el tacto y el gusto con sentimientos,
    pensamientos y recuerdos. Vincula nuestros sentidos, y nosotros
    recordamos.
    A veces, el incidente más inocuo, más pequeño, puede hacer que se
    disparen recuerdos. No todos nuestros recuerdos son placenteros,
    especialmente si crecimos en un ambiente alcohólico, disfuncional.
    Podemos no comprender por qué súbitamente nos sentimos atemorizados,
    deprimidos, ansiosos. Podemos no entender qué ha disparado nuestras
    conductas codependientes para hacer frente a este entorno, la baja
    autoestima, la necesidad de controlar, la necesidad de descuidarnos
    a nosotros mismos. Cuando eso suceda, necesitamos entender que algún
    evento inocuo puede estar disparando memorias que están grabadas
    profundamente en nuestro interior.
    Si hay algo, inclusive algo que no comprendemos, que dispare
    recuerdos dolorosos, podemos volver a ponernos en el presente
    cuidando de nosotros mismos: reconociendo nuestros sentimientos,
    desapegándonos, trabajando los Pasos y afirmándonos a nosotros
    mismos. Podemos tomar acción para sentirnos bien. Podemos ayudarnos
    a sentirnos mejor cada Navidad. No importa qué haya ocurrido en el
    pasado, podemos poner eso en perspectiva y crear hoy unas fiestas
    más placenteras.
    Hoy trabajaré suavemente con mis recuerdos en esta temporada de
    fiestas. Aceptaré mis sentimientos aunque los considere distintos
    a los que están experimentando los demás estas fiestas. Dios mío,
    ayúdame a curarme, a liberarme y a dejar ir esos recuerdos

    acerca de la depresión de Navidad, pero muchos de nosotros aún no
    podemos figurarnos cómo atravesar la temporada navideña. No sabemos
    cómo es y cómo se siente tener una Navidad alegre.
    Muchos de nosotros estamos divididos entre lo que queremos hacer en
    las festividades navideñas y lo que sentimos que tenemos que hacer.
    Podemos sentirnos culpables porque no queremos estar con nuestras
    familias. Podemos experimentar una sensación de pérdida porque no
    tenemos el tipo de familia con la que querríamos estar. Muchos de
    nosotros, año tras año, entramos al mismo comedor en el mismo día
    festivo, esperando que este año sea diferente. Luego nos marchamos,
    año tras año, sintiendo que nos han fallado, sintiéndonos
    decepcionados y confundidos por todo ello.
    Muchos de nosotros tenemos viejos recuerdos dolorosos que los días
    festivos disparan. Muchos de nosotros sentimos un gran alivio cuando
    terminan los días festivos.
    Uno de los más grandes regalos de la recuperación es aprender que no
    estamos solos. Probablemente hay tantos de nosotros que se sienten
    en conflicto durante los días festivos como tantos que se sienten en
    paz. Estamos aprendiendo, por medio de ensayo y error, a cuidar un
    poco mejor de nosotros cada época navideña.
    Nuestra primera tarea de recuperación durante las festividades
    navideñas, es aceptarnos a nosotros mismos, nuestra situación y
    nuestros sentimientos acerca de la situación. Aceptamos nuestro
    sentimiento de culpa, nuestra ira y nuestra sensación de pérdida.
    Todo está bien.
    No hay una manera perfecta o correcta de manejar las festividades.
    Podemos encontrar nuestra fortaleza haciendo las cosas lo mejor que
    podamos, un año a la vez.
    Esta temporada navideña, me daré permiso para cuidarme a mí mismo.

    Diciembre 25
    Las festividades
    A veces, las festividades navideñas están llenas de la alegría que
    asociamos a esa época del año. La temporada fluye. Hay magia en el
    aire.
    A veces, las fiestas de Navidad pueden ser difíciles y solitarias.
    He aquí algunas ideas que he aprendido a través de la experiencia
    personal y de la práctica, para ayudarnos a superar las fiestas
    difíciles:
    Lidia con los sentimientos, pero trata de no morar indebidamente con
    ellos. Pon las festividades en perspectiva: un día festivo es un
    día entre 365. Podemos superar cualquier periodo de veinticuatro
    horas.
    Pasa el día, pero mantente consciente de que puede haber una
    reacción post-día festivo. A veces, si usamos nuestras conductas de
    supervivencia para pasar el día, los sentimientos nos embargaran al
    día siguiente. Manéjalos también. Vuelve al camino lo antes posible.
    Encontremos y apreciemos el amor que esté a nuestra disposición,
    aunque no sea exactamente lo que queramos.¿Hay alguien a quien
    podamos darle amor y recibir amor de esa persona? ¿Amigos en
    recuperación? ¿Hay una familia que disfrutaría de compartir este día
    de fiesta con nosotros? No seas un mártir, ve. Puede haber algunos
    que apreciarían nuestro ofrecimiento de compartir con ellos nuestro
    día.
    No somos de la minoría si nos encontramos experimentando una
    festividad poco ideal. Cuán fácil, pero falso, decirnos a
    nosotros mismos que el resto del mundo está experimentando una
    festividad perfecta y que sólo nosotros estamos en conflicto.
    Nosotros podemos crear nuestro propio programa para este día
    festivo. Cómprate un regalo. Encuentra a alguien a quien le puedas

    ropa favoritos, a veces ya de adultos nos quedan chicas algunas cosas: gente, empleos, casas. Esto puede causar confusión. Podemos preguntarnos por qué alguien o algo que era tan especial e importante para nosotros el año pasado ya no encaja del mismo modo en nuestra vida hoy. Podemos preguntarnos por qué han cambiado nuestros sentimientos.
    Cuando éramos niños, quizá tratamos de que nos quedara una prenda de vestir que era grande para nuestro cuerpo. Ahora, de adultos, podemos atravesar épocas en que tratamos de forzar actitudes que ya hemos rebasado. Quizá necesitemos hacer esto para darnos tiempo y cuenta de la verdad. Lo que funcionaba el año pasado, lo que era tan importante y tan especial para nosotros en tiempos pasados, no nos funciona ya más porque hemos cambiado. Hemos crecido. Podemos aceptar esto como una parte válida e importante de la recuperación. Podemos permitirnos pasar por la experimentación y por la pena mientras batallamos por hacer algo que nos quede, tratando de averiguar si de veras ya no nos vale y por qué. Podemos explotar nuestros sentimientos y pensamientos acerca de lo que ha ocurrido. Después podemos guardar los juguetes del año pasado y hacer espacio para los nuevos.
    Hoy dejaré que los juguetes del año pasado sean lo que fueron: los juguetes del año pasado. Los recordaré con cariño por el papel que desempeñaron en mi vida. Luego, los guardaré y haré espacio para los nuevos.

    Diciembre 27
    Cerca de la cumbre
    Sé que estás cansado. Sé que te sientes agobiado. Quizá sientas que
    esta crisis, este problema, esta época difícil durará para siempre.
    No será así. Estás casi del otro lado.
    No sólo piensas que ha sido duro; ha sido duro. Se te ha probado, se
    te ha examinado y se te ha vuelto a probar acerca de lo que has
    aprendido.
    Tus creencias y tu fe han sido probadas con fuego. Has creído, luego
    has dudado, luego has trabajado por creer algo más. Has tenido que
    tener fe aunque no pudieras ver o imaginar aquello en lo que se te
    ha pedido creer. Quizá algunos de los que te rodean hayan tratado de
    convencerte de no creer en lo que tú esperabas poder creer.
    Has tenido oposición. No has llegado hasta este sitio con un apoyo
    total y con alegría. Has tenido que trabajar duro, a pesar de lo que
    estaba sucediendo a tu alrededor.
    A veces, lo que te motivaba era la ira; a veces, el miedo.
    Las cosas salieron mal, más problemas de los que anticipaste. Te
    topaste con obstáculos, frustraciones y molestias en el camino. Tú
    no planeaste que esto fuera de la manera como se desenvolvió. Gran
    parte de esto ha sido una sorpresa; algo de ello no ha sido para
    nada lo que tú deseabas.
    Sí ha sido bueno. Una parte de ti, la parte más profunda que sabe la
    verdad, lo ha presentido todo el tiempo, aunque tu cabeza te dijera
    que las cosas eran una locura, que no había un plan ni un propósito,
    que Dios se había olvidado de ti.
    Han pasado tantas cosas, y cada incidente â??el más doloroso, el más
    perturbador, el más sorprendente-tiene una relación. Estás empezando
    a verlo y a sentirlo así.
    Nunca soñaste que las cosas sucederían de esta manera, ¿no es así?
    Pero así ocurrieron. Ahora estás aprendiendo el secreto, tenía que
    ocurrir de esta manera, y esta manera es buena, mejor de lo que tú

    Has estado escalando una montaña. No ha sido fácil, pero escalar
    montañas nunca es fácil. Ahora estás cerca de la cumbre. Un momento
    más y la victoria será tuya.
    Afloja los hombros. Respira profundo. Sigue adelante con confianza y
    en paz. Está llegando el momento de que paladees y disfrutes todo
    aquello por lo que has luchado. Se está acercando ese momento, por
    fin.
    Ya sé que has pensado antes que se estaba acercando el momento, sólo
    para darte cuenta de que no era así. Pero ahora está llegando la
    recompensa. Tú lo sabes, también. Puedes sentirlo.
    Tu lucha no ha sido en vano. Por cada esfuerzo en este viaje, hay
    un clímax, una resolución.
    La paz, la alegría, abundantes bendiciones y una recompensa son
    tuyos aquí en la Tierra. Disfrútalas.
    Habrá más montañas, pero ahora ya sabes cómo escalarlas. Y has
    aprendido el secreto de qué hay en la cumbre.
    Hoy aceptaré el lugar donde estoy y continuaré yendo hacia adelante.
    Si estoy en medio de una experiencia de aprendizaje, me permitiré
    continuar con la fe de que vendrá el día de la maestría y de la
    recompensa. Ayúdame, Dios mío, a entender que a pesar de mis mejores
    esfuerzos para vivir en apacible serenidad, hay épocas en que hay
    que escalar montañas. Ayúdame a dejar de crear caos y crisis y
    ayúdame a enfrentar los retos que me harán seguir arriba y adelante.

    Diciembre 28
    Pánico
    ¡Qué no te entre el pánico!
    Si nos ataca el pánico, no tenemos por qué permitirle que controle
    nuestras conductas. Las conductas controladas por el pánico tienden a
    ser autodestructivas. No importa cuál sea la situación o
    circunstancia, el pánico no suele ser una buena base. No importa
    cuál sea la situación o circunstancia, por lo general tenemos aunque
    sea solo un momento para respirar profundamente y restaurar nuestra
    serenidad y nuestra paz.
    No tenemos que hacer más de lo que razonablemente podemos hacer,
    ¡nunca! ¡No tenemos que hacer algo que no sabemos hacer en absoluto
    o que no podamos aprender a hacer!
    Este programa, esta manera sana de vivir que estamos buscando, se
    construye sobre una base de paz y de callada confianza, en nosotros
    mismos, en nuestro Poder Superior, en el proceso de recuperación.
    Que no te entre pánico. Eso nos aleja del sendero. Relájate. Respira
    profundamente. Deja que fluya la paz por tu cuerpo y por tu mente. A
    partir de esta base, tu Fuente te proveerá de los recursos
    necesarios.
    Hoy trataré el pánico como un asunto aparte que necesita atención
    inmediata. Me rehusaré a permitir que me motiven pensamientos y
    sentimientos de pánico. En vez de ello, dejare que la paz y la
    confianza motiven mi sentimientos, pensamientos y conductas.

    Diciembre 29
    Vayamos hacia adelante
    Aprende el arte de la aceptación. Causa muchísima pena.
    Ya no seas codependiente
    A veces, como parte del cuidar de nosotros mismos, llega el momento
    de terminar ciertas relaciones. A veces, llega el momento de cambiar
    los parámetros de una relación en particular.

    Saber que una relación está cambiando o que está a punto de terminar
    es una situación incomoda, especialmente cuando aún no es tiempo de
    actuar pero sabemos que se acerca el momento. Puede ser embarazoso e
    incómodo, a medida que se cierra la lección. Podemos volvernos
    impacientes por cerrarla, pero aún no nos sentimos con fuerza para
    hacerlo. Eso está bien. El momento todavía no es el correcto. Algo
    importante aún está sucediendo. Cuando sea el momento preciso,
    podemos confiar en que ocurrirá. Recibiremos la fuerza y la
    capacidad para hacer lo que necesitamos hacer.
    Terminar relaciones o cambiar los limites de una relación en
    particular no es fácil. Requiere valor y fe. Requiere de una
    disposición de parte nuestra para cuidar de nosotros mismos, a veces
    para quedarnos solos una temporada.
    Deja ir el miedo. Entiende que el cambio es una parte importante de
    la recuperación. Amate lo suficiente para que hagas lo que necesites
    hacer para cuidar de ti mismo, y encuentra la suficiente confianza
    para creer que volverás a amar de nuevo.
    Nunca estamos volviendo a empezar. En la recuperación estamos yendo
    hacia delante en una progresión de lecciones perfectamente planeada.
    Nos encontramos con cierta gente â??en el amor, en la familia, con los
    amigos, en el trabajo- cuando necesitamos estar con ella. Cuando
    hayamos dominado la lección, seguiremos adelante. Nos encontraremos
    en un nuevo lugar, aprendiendo nuevas lecciones, con gente nueva.
    No, las lecciones no son dolorosas. Llegaremos a ese lugar donde
    podremos aprender, no a partir del dolor, sino de la alegría y el
    amor.
    Nuestras necesidades serán satisfechas.
    Hoy aceptaré el lugar donde me encuentro en mis relaciones, aunque
    ese lugar sea difícil e incómodo. Si estoy en medio de una ruptura,
    la enfrentaré y aceptaré mi pena. Dios mío, ayúdame a confiar en que
    el sendero en que me encuentro ha sido perfecta y amorosamente
    planeado para mí. Ayúdame a creer que mis relaciones me están
    enseñando lecciones importantes. Ayúdame a aceptar y a tener
    gratitud por las relaciones a medias, por las que terminan y por los
    nuevos comienzos.

    Diciembre 30
    Echa los cimientos
    Se han echado los cimientos.
    ¿No lo ves?
    ¿No entiendes que todo lo que has pasado ha tenido un propósito?
    Había una razón, una buena razón, para la espera, la lucha, el dolor
    y finalmente la liberación.
    Se te ha preparado. De la misma manera como el constructor debe
    derribar y escarbar lo viejo para construir lo nuevo, tu Poder
    Superior ha estado limpiando los cimientos de tu vida.
    ¿Alguna vez has observado a un constructor en una construcción?
    Cuando comienza su trabajo, se ve peor que antes de que empezara. Lo
    que está viejo y deteriorado se debe retirar. Lo que es insuficiente
    o demasiado débil para soportar la nueva estructura se debe retirar,
    remplazar o reforzar. Ningún constructor a quien le importe su
    trabajo pondría una nueva superficie sobre un sistema de apoyo
    insuficiente. Los cimientos se desplomarían. La construcción no
    duraría.
    Si el producto terminado va a ser como se desea, se tiene que llevar
    a cabo un exhaustivo trabajo de los cimientos hacia arriba. A medida
    que progresa la obra, a menudo parece un cataclismo. Con frecuencia
    no parece tener sentido. Podría parecer una pérdida de tiempo y de
    esfuerzo, porque aún no podemos ver el producto terminado. Pero es
    muy importante que los cimientos se echen como debe ser si es que el
    trabajo divertido, los toques finales, van a ser como queremos que

    Disfrútalo.
    Hoy me someteré al echar los cimientos â??las bases- de mi vida. Si es tiempo de disfrutar la colocación de los toques finales, me someteré a ello y disfrutaré eso también. Me acordaré de estarle agradecido a un Poder Superior que es un Maestro Constructor y únicamente tiene en mente mis mejores intereses, creando y construyendo mi vida. Estaré agradecido por el cuidado y la atención a los detalles de mi Poder Superior al echar los cimientos, aunque me ponga impaciente a veces. Miraré con reverencia la belleza del producto terminado de Dios.

    Diciembre 31
    Afirmemos lo bueno
    Lo divertido se vuelve divertido, el amor se convierte en amor, la
    vida se convierte en una vida que vale la pena vivir. Y nosotros nos
    sentimos agradecidos.
    Más allá de la codependencia
    Espérate, y espera cosas buenas, para ti mismo y para tus seres
    queridos.
    Cuando te preguntes qué vendrá, di a ti mismo que falta por venir lo
    bueno, lo mejor que pueden ofrecer la vida y el amor, lo mejor que
    Dios y Su universo tienen para enviarnos. Luego abre tus manos y
    recíbelo. Reclámalo, es tuyo.
    Ve en tu mente lo mejor; imagina cómo se verá, cómo se sentirá.
    Concéntrate hasta que puedas verlo claramente.
    Deja que todo tu ser, cuerpo y alma, entren y permanezcan dentro de
    la imagen un momento.
    Luego, déjala ir. Regresa al día de hoy, al momento presente. No te
    obsesiones. No te pongas temeroso. Emociónate. Vive plenamente el
    día de hoy, expresando gratitud por todo lo que has sido, por todo
    lo que eres y por todo en lo que te convertirás.
    Espérate, y espera cosas buenas.
    Hoy, cuando piense en el año que viene, me concentraré en lo bueno
    que está por venir.

Comments are currently closed.