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PERSONAS SUSCEPTIBLES, COMO TRATARLOS…

PERSONAS SUSCEPTIBLES, COMO TRATARLOS…                                WWW.INTERELECTRON.COM

Las personas susceptibles suelen saltar ante cualquier comentario, y piensan constantemente que están hablando de ellas.

Son personas muy frágiles emocionalmente y con baja autoestima teniendo entre otras características, la necesidad irrevocable de ser el centro de atención

Las personas susceptibles, normalmente, han recibido una educación en la que se les ha exigido mucho. En la que no se premiaban las cosas buenas y positivas, y sí se penalizaban todos los errores cometidos.

Las exigencias que las persona susceptibles han interiorizado en su infancia, se convierten más tarde en pretensiones que hacen que no puedan disfrutar de sus aspectos positivos y de sus carencias o limitaciones. En definitiva, no les permiten relajarse.

Todos sus esfuerzos se centran en ofrecer a sus padres una imagen perfecta, acorde a las pretensiones paternas. Cuando estos hacen algún comentario, aunque sea pequeño, sobre alguna imperfección de su hijo, la imagen que desean ofrecer se tambalea. A pesar de sus esfuerzos para ser perfectos ante los ojos de sus padres, esto es imposible.

Personalidad susceptible

Estas personas gozan de una baja autoestima y, por esta razón, tienen la necesidad de ser el centro de atención. Les molestan todos los comentarios y críticas, y tienden a malinterpretar las conversaciones. Tienen un carácter agresivo que no pueden reconocer.

Posiblemente para que este rasgo de susceptibilidad se diese en menor medida, en su educación se debería haber valorado cada uno de los aspectos de su persona, los positivos y los negativos.

Comportamiento susceptible

Las personas susceptibles, son tan frágiles como el cristal. Con un comentario negativo hacia ellos se podrían derrumbar. A pesar de ello, estas personas suelen estar atentas a todo lo que se dice de ellas, y les pueden molestar cualquier comentario, incluso los hechos por alguien que apenas conocen. Se torturan dándoles vueltas y vueltas a esas críticas hacia su persona.

Las palabras de los demás son muy importantes para ellos, ya que tienen una falta de criterio sobre sí mismos, y éstas, aunque malas, le dan seguridad. Cuando los comentarios que reciben son negativos, no las aceptan porque el enfrentamiento a ellas sería algo demasiado doloroso, ya que tendrían que reconocer sus carencias y limitaciones.

Demasiado duros con su persona

La persona susceptible se encuentra en una constante lucha entre una necesidad exacerbada de reconocimiento externo y algo que no conoce, como es la crítica exigente e interna que se hace a sí misma y que no le deja vivir. Estas personas desconocen la severidad con la que se trata a su persona.

A pesar de que a este tipo de personas se le hagan comentarios positivos y halagos, estos son tenidos en cuenta en menor medida que las críticas que le hacen tanto daño y que, inconscientemente, quiere que le hagan. En ocasiones, una gran parte de sus enfados son debidos a que no piensan mucho en lo que la otra persona les está diciendo y en la razón por la que la dicen.

Comportarse con estas personas

A las personas susceptibles, para que se sientan a gusto, se las ha de tratar con mucha delicadeza. Ante un malentendido, esta persona siempre se pondrá en lado de la víctima y siempre esperará que sea a ella a la que se pida perdón. Demandan que sean comprensivos con ellos, aunque ellos mismos suelan ser bastante intolerantes.

¿Como dejar de serlo?

La susceptibilidad es un rasgo que caracteriza a algunas personas. Los que les rodean lo sufren, ya que son personas bastante irritables, que saltan ante cualquier comentario. Pero, en realidad, son ellas mismas las que más padecen este rasgo de su personalidad

Los susceptibles suelen estar en constante monólogo con su persona, echándose en cara diferentes situaciones. Tergiversan los comentarios de los demás y, aunque les aclaren el malentendido, ellos continúan pensando de igual forma.

Si usted es susceptible, podría seguir los siguientes consejos. Encontrará mayor bienestar y su salud mental saldrá beneficiada

Cuando se enfade por alguna razón, piense en el porqué de ese enfado.

Piense cómo reaccionaría otra persona ante un comentario que a usted le ha sentado mal.

Intente ser más duro emocionalmente. Trate de relativizar e implíquese en las situaciones en su justa medida y aprendiendo de ellas.

Intente aumentar su autoestima. Queriérase más a sí mismo.
No castigue a su persona siendo tan duro con usted mismo.

Intente ser más comprensivo frente a los comentarios de los demás.

Trate de controlar sus emociones negativas.

Intente interpretar las críticas que los demás le hagan de manera constructivas, es decir, aproveche las críticas que le hagan y mírelas como algo para mejorar.

¿Cómo tratar con suceptibles?

Las personas susceptibles se irritan con facilidad ante cualquier comentario y tienen una baja autoestima. Son personas algo narcisistas a las que no se les ocurre que una posible discusión pueda ser debido a los malentendidos por los que se suelen enfadar. Es fácil, por ello, enfadarse con una persona susceptible, y esto hace la relación de ésta con los demás no sea demasiado fácil. Para evitar conflictos con ellos, puede tener en cuenta las siguientes indicaciones:

Cuando se ha de hacer una crítica hacia la persona susceptible, se ha de hacer con cuidado y no evitarla, ya que cuando esa crítica no se llega a hacer, esa persona será más dura consigo misma que lo que seguramente iba a ser la crítica.

Dado que tiene una autoestima baja, no estaría de más elogiar sus éxitos y sus logros. De esta forma podrá contrarrestar esa valoración negativa que inconscientemente se hace hacia sí misma.

Estas personas suelen ser un poco egocéntricas y no se dan cuenta de que los demás también pueden sufrir sus críticas. Por esta razón seria recomendable que le hiciese reflexionar sobre ello.

Puede proponerle que cuando algo le siente mal, o tenga una discusión, piense bien si se ha tratado de un malentendido o si realmente tiene motivos para enfadarse.

No estaría mal que le ayudase a ver qué es lo que realmente le hacer sufrir, indagando hasta llegar al meollo de la cuestión.


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  1. Personas susceptibles

    Son personas fácilmente irritables, con un carácter difícil y una visión de las cosas un poco retorcida. Son bastante inseguros y buscan continuamente el apoyo de los demás. Sufren por su carácter y hacen que quienes les rodean lo pasen mal, pues continuamente han de estar midiendo sus palabras para que no se sientan ofendidos ni enojados.

    1. ¿Cómo son las personas susceptibles?
    2. Rasgos comunes
    3. Cómo tratarlos
    4. ¿Qué se puede hacer?

    1. ¿Cómo son las personas susceptibles?

    Las personas susceptibles poseen un carácter difícil y desconcertante, capaz de sorprender incluso a ellas mismas. Sus reacciones ante cualquier comentario o crítica que puedan recibir son imprevisibles. Por lo general, actúan impulsivamente sintiéndose ofendidas, irritadas y enfadadas con facilidad.

    Piensan que cualquier comentario que se les hace tiene una doble intención. Malinterpretan lo que les dicen y se ven atacadas. Estas personas se sienten aludidas en todas las conversaciones y creen que constantemente están hablando sobre ellas, lo que denota cierto protagonismo.

    No aceptan los consejos de nadie, ni siquiera los de las personas más allegadas. Consideran que en vez de un consejo están corrigiéndole y marcándole unas directrices para actuar o comportarse. En definitiva, se trata de personas un poco retorcidas con pensamientos del tipo: ¿quién se ha creído que es? o ¿cómo se atreve a decirme eso?

    2. Rasgos comunes

    Poseen una baja autoestima y son débiles emocionalmente. Pierden el control sobre sí mismas cuando sospechan que murmuran sobre ellas o cuando se sienten atacadas con algún comentario. Saltan rápidamente para defenderse sin pensar que puede ser un malentendido.

    Les dan mucha importancia a todo lo que les dicen, aunque se trate de personas desconocidas para ellas. Les afecta cualquier comentario que se haga sobre ellas y continuamente piensan en lo que tenían que haber dicho o callado. Los comentarios positivos, los tienen menos en cuenta que las críticas o comentarios negativos. Estos últimos les afectan hasta el punto de poder hundirlos o mermar su autoestima.

    Necesitan sentirse valoradas y queridas por los demás; les da seguridad. Buscan el reconocimiento externo en todo lo que hacen y se valoran en función de la opinión de quienes les rodean.

    De un comentario inofensivo pueden hacer una auténtica pelea, por lo que pueden provocar situaciones tensas en muchas ocasiones.

    Poseen un comportamiento variable y difícil de manejar. Un día pueden aceptar una broma o comentario de buen grado y otro día, sin embargo, les puede molestar. Tienen un carácter imprevisible.

    3. Cómo tratarlos

    En el caso de niños con un carácter susceptible, es muy importante que los padres valoren sus cualidades y que refuercen continuamente los logros y mejoras que obtiene con respecto a sus defectos o limitaciones. En el fondo, subyace un problema de seguridad y autoestima que deben superar para evitar ser adultos susceptibles.

    Cuando vayamos a hacerles una crítica, debemos tratarlos con mucha delicadeza y tacto para que no se enfaden o molesten. Eso sí, no podemos dejarnos llevar por su carácter ni tampoco evitar comentarios que deseamos hacerles por temor a despertar su ira.

    Hemos de tener en cuenta que tras un enfado o discusión buscan ser comprendidos. Puede ser un buen momento para hacerles razonar y pedirles, también, una mayor comprensión hacia los demás.

    Son personas que difícilmente se dejan ayudar por lo obcecados que son en sus pensamientos.

    4. ¿Qué se puede hacer?

    La susceptibilidad es una característica que poseen algunas personas y que resulta muy molesta, tanto para ellas como para quien les rodea. Veamos qué puedes hacer si eres una persona susceptible para suavizar un poco el carácter en este aspecto:

    – Debes analizar siempre la situación que te provocó el enfado o la rabia. Analiza sinceramente y piensa de qué forma podías haber evitado el enfado. Mide la dimensión de tu enfado y considera si otro habría reaccionado igual que tú o, por el contrario, tu reacción fue exagerada.

    – Ponte en el lugar del otro y observa la situación tan violenta en la que has dejado a esa persona que sin mala intención te hizo un comentario, aunque haya sido inoportuno o desafortunado.

    – Intenta controlar tus emociones. No te dejes llevar por el momento, piensa que puedes ser tú quien esté equivocado o que no has entendiendo exactamente lo que querían decir. Date tiempo para reflexionar, y si luego crees que tú tenías razón, acláralo con tranquilidad y sin rabia.

    – Sé indulgente. Piensa que los demás también pueden equivocarse o ser inoportunos. No se lo tengas tan en cuenta, todos cometemos errores.

    – Trata de aumentar la seguridad en ti mismo y no busques tanto el apoyo en los demás, sé consciente que es imposible gustar a todo el mundo. Acéptate tal y como eres y trata de mejorar en lo posible.

    – No creas que lo que te dicen los demás tiene segundas intenciones, puede perjudicar tus relaciones con ellos. Debes tener en cuenta, que son familiares y amigos que te quieren, no desean ofenderte.

    Links: http://www.interelectron.com/psicologia/susceptible.html
            http://www.pulevasalud.com/ps/contenido.jsp?ID=12305&TIPO_CONTENIDO=Articulo&ID_CATEGORIA=103889&ABRIR_SECCION=3&ABRIR_SECCION=3

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