Respaldo de material de tanatología

¿Qué esconden las adicciones?

Revista Viva (pagina 16 y 17) â?? Periódico Clarín â?? Suplemento domingo 8 de febrero del 2004. Buenos Aires, Argentina.

Pensamiento Por Fabiana Fondevila.

Christina Grof, escritora y ex alcohólica, explora las razones profundas de la adicción. Afirma que las conductas adictivas esconden un deseo existencial.

¿Cómo comenzó esta búsqueda para usted?
Siempre tuve una vida espiritual, desde que era chica. Le di curso a través de distintas religiones y en la universidad, lo canalicé estudiando mitología con Joseph Campbell, quien se convirtió en mi amigo y mentor. Luego de estudiar con él, mi mundo se ensanchó y comencé a concentrar mi mira en la experiencia de muerte y renacimiento, que se encuentra en la mayoría de las religiones. Me interesé particu­larmente por la tradición hin­duista, y comencé a trabajar con un maestro de la India. Pero hubo experiencias personales que me marcaron el camino.

¿Cómo cuáles?
Mis dos partos. En ambos casos experimenté lo que los hinduistas llaman “el despertar de la energía kundalini (la energía creativa), que es una experiencia muy inten­sa que va más allá de lo que la sociedad considera normal. Sentía energía atravesando mi columna, veía una luz blanca y percibía una conexión de todo el Universo. Esta experiencia me entusiasmó y tam­bién me asustó. Trabajé sobre esto con mi maestro, pero finalmente estas experiencias se volvieron demasiado intensas, y lo fui a ver a mi amigo Joseph Campbell. El me recomendó que consultara a un tal Stanislav Grof (su actual marido), que estaba investigando este tipo de estados en California. Para mí fue una gran cosa enterarme de que había antecedentes de experiencias. Comencé a trabajar con él, y eventualmente nos casamos.

Juntos desarrollaron Ia técnica de la respiración holotrópica, ¿verdad?
Así es. Se trata de una forma de hiperventilación guiada, en un ambiente cuidado y con música especial, que asiste en una explo­ración profunda de la conciencia. Hemos entrenado a muchos faci­litadores en este tipo de técnica, que hoy se enseña en numerosos países. Pero mi pasión personal es el trabajo con emergencias espirituales.

¿A qué se refiere?
A una crisis de tal magnitud en la vida de las personas, a un cambio tan brusco o importante en su autopercepción, que a veces puede confundirse con un episo­dio psicótico. Intenté hacer una clara distinción teórica entre las crisis de transformación (que pue­den hacer que una persona tenga dificultades para funcionar en la vida cotidiana) de lo que se consi­dera normalmente estados pato­lógicos (psicosis, esquizofrenia, y otros estados alucinatorios). Quería definir la crisis espirituales para poder ofrecer a quienes las padecen, como me pasó a mí, un tratamiento al que se ofrecería para una patología men­tal. Con este fin fundé la Red de Emergencias Espirituales junto grupo de psiquiatras sensibles a la propuesta.

Y qué diferencias encontró?
Las crisis espirituales suelen tener cualidades mitológicas o arquetípicas, y ciertas sensación que la puede reconocer en cuan­¡ cambio dramático en sus y que con la ayuda adecuada pueden salir de esa situación con mayor comprensión. Pero, sobre todo estas personas pueden aceptar que las experiencias que están viviendo son internas y no objetivas. En cambio, quienes padecen una enfermedad mental no pueden hacer esa distinción, insisten en ubicar la fuente de sus angustias fuera de ellos, en los vecinos, la familia, el gobierno…

¿Cómo es una emergencia espiritual?
Muy distinta para cada persona. unos comienzan a revivir traumas del pasado, como si las puertas del inconsciente se hubieran abierto de repente, y o ese material oculto saliera a superficie. A veces se revive la experiencia del propio nacimiento. También ­se pueden ver visiones, experimentar sensaciones muy intensas y desconocidas o a veces también es menos dramático: la persona comienza a tener sueños extraños que no puede interpretar…

¿Qué las gatilla?
A veces se producen espontánea­mente, a veces pueden aparecer  una crisis física como un accidente de auto, o por una pér­dida emocional importante como despido o una muerte cercana. Pero a veces no son procesos tan abruptos, sino que se dan gradualmente a través de alguna práctica espiritual como el yoga o meditación, y al final de varios años la persona nota que cambió su manera de pensarse a sí mismo.

¿Su equipo medico en casos extremos?
No tenemos una regla respecto de la medicación. A veces lo recomendamos cuando la persona está demasiado desbordada, y, por ejemplo, no puede dormir. La falta de sueño a su vez incentiva aun más la liberación de lo inconsciente, entonces se puede producir un círculo vicioso del que es difícil salir.

¿Cómo llegó a vincular estas visión con las adicciones?
La mía fue una forma muy dra­mática de emergencia espiritual. Había estado viajando mucho con Stan, mi marido, dando talleres con una agenda ajetrea­da, cuidando de mis chicos y tra­tando de manejar mi propia cri­sis de transformación, y de repente, sin darme cuenta, empe­cé a tomar. Nunca había tomado alcohol, ni sabia en ese momento que había una historia oculta de alcoholismo en mi familia, por la que yo tenía una predisposición genética. En unos años enfermé gravemente de alcoholismo, y tuve que pasar por una rehabili­tación. Esto fue hace 18 años. Cuando me liberé de los efectos del alcohol, vi que esos caminos que para mí habían estado total­mente disociados ?mi vida espiri­tual y mi adicción? estaban de hecho muy vinculados. En ese momento me crucé con una frase del gran psiquiatra suizo, Carl Jung. El dijo que el alcohol es “en un nivel bajo, el equivalente de la sed espiritual de nuestro ser por la completitud, expresado en len­guaje medieval la unión con Dios”. Esto era exactamente lo que yo había estado sintiendo.

¿Una añoranza de tipo religiosa?
Un deseo de completitud, un hambre que nada parece saciar. Algunos lo definen como una nostalgia del hogar que no se refiere al hogar concreto de la infancia. Es un error desafortu­nado confundir ese deseo profun­do que tenemos con el deseo de algo que anestesie esa necesidad.

¿Qué es lo que propone a partir de este descubrimiento
Que los profesionales de la salud tomen en cuenta también este aspecto de las adicciones, junto con las causas psicológicas, sociales y químicas. Este mosaico queda incompleto si no se toma en cuenta la dimensión espiri­tual. Hay concepciones, como la que plasmó Alcohólicos Anóni­mos (AA) en su programa de 12 pasos, que ya toman en cuenta este factor, y proponen vías para canalizarlo. Pero todavía hay un gran desconocimiento de esto en la comunidad terapéutica. Se considera “holístico” (integral) un tratamiento si incluye la mente y el cuerpo. Se están olvi­dando del espíritu.

¿ Cuál es el mensaje sobresaliente de ese programa AA?
Que es fundamental tomar con­ciencia de que el propio yo no tiene control sobre la adicción, y que necesita entregarse a una entidad mayor que uno mismo. Si uno hace lugar para que algo mayor entre en su vida. también le entrega parte de ese peso. El pro­grama de 12 pasos habla de dife­rentes prácticas espirituales como el rezo, la meditación y el servicio, pero deja abierta la elección del canino a cada persona. Cualquie­ra de esos caminos es, en realidad, un camino de vuelta hacia si mismo.

PARA SEGUIR PENSANDO…

Películas
â?¢        Cuando un hombre ama a una mujer Luis Mandoki (1994) Meg Ryan interpreta a una mu­jer casada, con dos hijos, y con una vida en la que todo luce per­fecto. Su alcoholismo cuenta una historia diferente.

Libros
â?¢        Festín desnudo William S. Burrows (19159)

Diario de viaje de un heroinóma­no al fondo del infierno. Burrows fue uno de los popes de la gene­ración Beaten Estados Unidos, junto con Jack Kerouac yAllen Ginsberg

Quien Que
La autora Chistina Grof, escritora, pintora y psicoterapeuta, es la fundadora de la Red de Emergencias Espirituales y cocreadora de la técnica terapéutica conocida como Respiración Holotrópica.
Es vicepresidenta emérita de la Asociación Internacional de Psicología Transpersonal. Sus libros que han sido traducidos a varios idiomas, incluyen La Sed de completitud: Apego, adicción y el camino espiritual, y varios títulos con su marido, Stanislav Grof: Más Allá de la muerte y Emergencia espiritual entre otros.

Las Ideas.
Grof sostiene que en el núcleo de toda adicción hay una búsqueda espiritual insatisfecha. Y que, a falta de otros caminos para lidiar con esta necesidad, las personas buscan alivio en conductas adictivas. Sus libros hacen hincapié en la tentación de las adicciones para adolescentes, inmersos en una intensa búsqueda de si mismo.