Respaldo de material de tanatología

Nadie puede engañar a la vida (AO)

Hace un rato lei un correo que puso Mistica en otro lugar, es domingo y escribo en las oficinas esperando que algunos subalternos terminen lo que estan haciendo para poder hacer lo que me toca.

Tengo en estos momentos una sensación curiosa, y solo viene a mi mente la frase aquella de Martin Luther King, y es una de las mejores razones para negarse a mentir.

Nadie puede engañar a la vida.

Castaneda hablaba de tomar a la muerte como consejera, y eso no es válido en situaciones normales. Somos seres vivos, y la mayoría de las personas no se dan cuenta que aquellas razones para vivir que les hacen evitar la muerte, a veces solo son cobardía. Se necesita mas valor para vivir sin mentir que para mentir para vivir.

Nadie puede engañar a la vida, asi que tratar de mentir solo destruye la reputación y obliga a recapitular. Si haces siempre lo correcto siguiendo reglas de un código sensato, como el bushido, no hay razón para pensar en el pasado.

Vivir en el presente sin necesidad de ocultar tus actos es lo mejor.

Nadie puede engañar a la vida.

Con el paso del tiempo las personas que mienten encuentran la desaparición de su vida en tratar de respaldar mentiras.

El hombre superior respalda sus palabras con la conducta. Una vez que respaldas tus palabras com la conducta, y llegas a Sanmitsu ( coherencia entre pensamiento, palabras y acciones ) puedes seguir el camino rojo, y basar tus pasos en la canción de la sangre.

Una persona que miente miente en sus acciones, palabras y pensamientos, asi que se estorba a sí mismo de muchas maneras, por una sencilla razón.

Nadie puede engañar a la vida.

Si alguien prefiere mentir a otros para probarse como mentiroso, y piensa que eso es acechar, no tiene idea de lo que es la vida, y tiene el castigo implícito.

Nadie puede engañar a la vida.

Algunos dejan de lado su moralidad pensando que eso es poder. No, es cambiar la posibilidad de cambio, por ego.

Ayer vi enfrente de bellas artes a un grupo de supuestos danzantes prehispanicos haciendo un acto de rebeldia y pidiendo dinero, al son de su baile, buscando dinero y aplausos.

Nadie puede engañar a la vida.