Respaldo de material de tanatología

¿Qué esconden las adicciones?

Revista Viva (pagina 16 y 17) â?? Periódico Clarín â?? Suplemento domingo 8 de febrero del 2004. Buenos Aires, Argentina.

Pensamiento Por Fabiana Fondevila.

Christina Grof, escritora y ex alcohólica, explora las razones profundas de la adicción. Afirma que las conductas adictivas esconden un deseo existencial.

¿Cómo comenzó esta búsqueda para usted?
Siempre tuve una vida espiritual, desde que era chica. Le di curso a través de distintas religiones y en la universidad, lo canalicé estudiando mitología con Joseph Campbell, quien se convirtió en mi amigo y mentor. Luego de estudiar con él, mi mundo se ensanchó y comencé a concentrar mi mira en la experiencia de muerte y renacimiento, que se encuentra en la mayoría de las religiones. Me interesé particu­larmente por la tradición hin­duista, y comencé a trabajar con un maestro de la India. Pero hubo experiencias personales que me marcaron el camino.

¿Cómo cuáles?
Mis dos partos. En ambos casos experimenté lo que los hinduistas llaman “el despertar de la energía kundalini (la energía creativa), que es una experiencia muy inten­sa que va más allá de lo que la sociedad considera normal. Sentía energía atravesando mi columna, veía una luz blanca y percibía una conexión de todo el Universo. Esta experiencia me entusiasmó y tam­bién me asustó. Trabajé sobre esto con mi maestro, pero finalmente estas experiencias se volvieron demasiado intensas, y lo fui a ver a mi amigo Joseph Campbell. El me recomendó que consultara a un tal Stanislav Grof (su actual marido), que estaba investigando este tipo de estados en California. Para mí fue una gran cosa enterarme de que había antecedentes de experiencias. Comencé a trabajar con él, y eventualmente nos casamos.

Juntos desarrollaron Ia técnica de la respiración holotrópica, ¿verdad?
Así es. Se trata de una forma de hiperventilación guiada, en un ambiente cuidado y con música especial, que asiste en una explo­ración profunda de la conciencia. Hemos entrenado a muchos faci­litadores en este tipo de técnica, que hoy se enseña en numerosos países. Pero mi pasión personal es el trabajo con emergencias espirituales.

¿A qué se refiere?
A una crisis de tal magnitud en la vida de las personas, a un cambio tan brusco o importante en su autopercepción, que a veces puede confundirse con un episo­dio psicótico. Intenté hacer una clara distinción teórica entre las crisis de transformación (que pue­den hacer que una persona tenga dificultades para funcionar en la vida cotidiana) de lo que se consi­dera normalmente estados pato­lógicos (psicosis, esquizofrenia, y otros estados alucinatorios). Quería definir la crisis espirituales para poder ofrecer a quienes las padecen, como me pasó a mí, un tratamiento al que se ofrecería para una patología men­tal. Con este fin fundé la Red de Emergencias Espirituales junto grupo de psiquiatras sensibles a la propuesta.

Y qué diferencias encontró?
Las crisis espirituales suelen tener cualidades mitológicas o arquetípicas, y ciertas sensación que la puede reconocer en cuan­¡ cambio dramático en sus y que con la ayuda adecuada pueden salir de esa situación con mayor comprensión. Pero, sobre todo estas personas pueden aceptar que las experiencias que están viviendo son internas y no objetivas. En cambio, quienes padecen una enfermedad mental no pueden hacer esa distinción, insisten en ubicar la fuente de sus angustias fuera de ellos, en los vecinos, la familia, el gobierno…

¿Cómo es una emergencia espiritual?
Muy distinta para cada persona. unos comienzan a revivir traumas del pasado, como si las puertas del inconsciente se hubieran abierto de repente, y o ese material oculto saliera a superficie. A veces se revive la experiencia del propio nacimiento. También ­se pueden ver visiones, experimentar sensaciones muy intensas y desconocidas o a veces también es menos dramático: la persona comienza a tener sueños extraños que no puede interpretar…

¿Qué las gatilla?
A veces se producen espontánea­mente, a veces pueden aparecer  una crisis física como un accidente de auto, o por una pér­dida emocional importante como despido o una muerte cercana. Pero a veces no son procesos tan abruptos, sino que se dan gradualmente a través de alguna práctica espiritual como el yoga o meditación, y al final de varios años la persona nota que cambió su manera de pensarse a sí mismo.

¿Su equipo medico en casos extremos?
No tenemos una regla respecto de la medicación. A veces lo recomendamos cuando la persona está demasiado desbordada, y, por ejemplo, no puede dormir. La falta de sueño a su vez incentiva aun más la liberación de lo inconsciente, entonces se puede producir un círculo vicioso del que es difícil salir.

¿Cómo llegó a vincular estas visión con las adicciones?
La mía fue una forma muy dra­mática de emergencia espiritual. Había estado viajando mucho con Stan, mi marido, dando talleres con una agenda ajetrea­da, cuidando de mis chicos y tra­tando de manejar mi propia cri­sis de transformación, y de repente, sin darme cuenta, empe­cé a tomar. Nunca había tomado alcohol, ni sabia en ese momento que había una historia oculta de alcoholismo en mi familia, por la que yo tenía una predisposición genética. En unos años enfermé gravemente de alcoholismo, y tuve que pasar por una rehabili­tación. Esto fue hace 18 años. Cuando me liberé de los efectos del alcohol, vi que esos caminos que para mí habían estado total­mente disociados ?mi vida espiri­tual y mi adicción? estaban de hecho muy vinculados. En ese momento me crucé con una frase del gran psiquiatra suizo, Carl Jung. El dijo que el alcohol es “en un nivel bajo, el equivalente de la sed espiritual de nuestro ser por la completitud, expresado en len­guaje medieval la unión con Dios”. Esto era exactamente lo que yo había estado sintiendo.

¿Una añoranza de tipo religiosa?
Un deseo de completitud, un hambre que nada parece saciar. Algunos lo definen como una nostalgia del hogar que no se refiere al hogar concreto de la infancia. Es un error desafortu­nado confundir ese deseo profun­do que tenemos con el deseo de algo que anestesie esa necesidad.

¿Qué es lo que propone a partir de este descubrimiento
Que los profesionales de la salud tomen en cuenta también este aspecto de las adicciones, junto con las causas psicológicas, sociales y químicas. Este mosaico queda incompleto si no se toma en cuenta la dimensión espiri­tual. Hay concepciones, como la que plasmó Alcohólicos Anóni­mos (AA) en su programa de 12 pasos, que ya toman en cuenta este factor, y proponen vías para canalizarlo. Pero todavía hay un gran desconocimiento de esto en la comunidad terapéutica. Se considera “holístico” (integral) un tratamiento si incluye la mente y el cuerpo. Se están olvi­dando del espíritu.

¿ Cuál es el mensaje sobresaliente de ese programa AA?
Que es fundamental tomar con­ciencia de que el propio yo no tiene control sobre la adicción, y que necesita entregarse a una entidad mayor que uno mismo. Si uno hace lugar para que algo mayor entre en su vida. también le entrega parte de ese peso. El pro­grama de 12 pasos habla de dife­rentes prácticas espirituales como el rezo, la meditación y el servicio, pero deja abierta la elección del canino a cada persona. Cualquie­ra de esos caminos es, en realidad, un camino de vuelta hacia si mismo.

PARA SEGUIR PENSANDO…

Películas
â?¢        Cuando un hombre ama a una mujer Luis Mandoki (1994) Meg Ryan interpreta a una mu­jer casada, con dos hijos, y con una vida en la que todo luce per­fecto. Su alcoholismo cuenta una historia diferente.

Libros
â?¢        Festín desnudo William S. Burrows (19159)

Diario de viaje de un heroinóma­no al fondo del infierno. Burrows fue uno de los popes de la gene­ración Beaten Estados Unidos, junto con Jack Kerouac yAllen Ginsberg

Quien Que
La autora Chistina Grof, escritora, pintora y psicoterapeuta, es la fundadora de la Red de Emergencias Espirituales y cocreadora de la técnica terapéutica conocida como Respiración Holotrópica.
Es vicepresidenta emérita de la Asociación Internacional de Psicología Transpersonal. Sus libros que han sido traducidos a varios idiomas, incluyen La Sed de completitud: Apego, adicción y el camino espiritual, y varios títulos con su marido, Stanislav Grof: Más Allá de la muerte y Emergencia espiritual entre otros.

Las Ideas.
Grof sostiene que en el núcleo de toda adicción hay una búsqueda espiritual insatisfecha. Y que, a falta de otros caminos para lidiar con esta necesidad, las personas buscan alivio en conductas adictivas. Sus libros hacen hincapié en la tentación de las adicciones para adolescentes, inmersos en una intensa búsqueda de si mismo.

Primeros Auxilios Psicológicos

Primeros Auxilios Psicológicos
Modelo para Intervenir en Crisis
Enfoque Terapéutico de Urgencia y Breve

INTRODUCCIÓN
Una de las problemáticas de salud pública más compleja para su abordaje, es aquella relacionada con los padecimientos de salud mental de la población. Lograr que ésta alcance los niveles deseables para una buena interacción de los individuos, es una tarea constante de las instituciones oficiales, de organismos gubernamentales y de profesionales independientes que ofrecen servicios asistenciales y terapéuticos. Para ello, la participación de los profesionales de la salud y de la educación debe ser atingente e inmediata para evitar problemáticas cada vez más graves.
La salud mental, definida como “el derecho y compromiso de toda persona, familia o grupo para manifestar sus capacidades biomédicas, psicoafectivas y socioculturales, e interactuar en su entorno, de vida cotidiana, de manera satisfactoria” (García, J.C., 1996), es un asunto que nos compromete a participar activamente en la prestación de los servicios profesionales y asistenciales. Implica incorporar diversas herramientas de trabajo, estrategias y aplicaciones inmediatas, en el ámbito clínico, laboral, religioso y educativo, coadyuvando a la prevención de trastornos emocionales de mayores proporciones.
En la actualidad, la exigencia de ofrecer más y más servicios de salud mental ha llevado, a los profesionales de la psicología, a plantear formas de intervención breves y rápidas con el propósito de atender una demanda poblacional que se incrementa día a día. Considerando la escasez de personal competente para responder de manera inmediata y atingente, se ha trabajado en la formación de profesionales que intervengan en momentos de crisis emocional, dando como resultado, el material que a continuación se describe.
Los Primeros Auxilios Psicológicos han tenido un proceso conceptual evolutivo y construccionista de poco tiempo. En la Ciudad de Santiago de Querétaro, Querétaro, México, desde el año de 1995 se han compilado materiales y se procura la formación de especialistas que ofrezcan una intervención urgente y un tratamiento corto a personas que pasen por una situación emocional crítica. Las bondades del Modelo propuesto permite ser utilizado, como primera ayuda emocional, por personas que no cuenten con una formación profesional en el área de la salud mental; esto es, por maestros, orientadores, padres de familia y jóvenes. El procedimiento de ayuda, utilizado por este grupo poblacional, tiene sus delimitaciones para proteger el mal uso del modelo y sólo se destacan elementos básicos para la primera ayuda emocional: Los Primeros Auxilios Emocionales.
LAS CRISIS
En determinado momento de la vida, de casi todos los seres humanos, se presentan una serie de sucesos que llevan a enfrentar un estado de crisis emocional, la cual, de no ser resuelta adecuadamente, los ubicaría en riesgo de padecer graves problemas psicológicos. La intervención con el uso de Primeros Auxilios Psicológicos resulta tan atingente como la de un paramédico cuando procede a detener una hemorragia arterial y deja a posteriori, un tratamiento de recuperación de hemoglobina.
Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del sujeto para manejar (emocional y cognitivamente) situaciones particulares, utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Una persona que atraviesa por un estado de crisis se encuentra en una etapa vitalmente importante para continuar el curso de su vida. No importa qué tipo de crisis sea, el evento es emocionalmente significativo e implica un cambio radical en su vida. El individuo enfrenta un problema ante el cual sus recursos de adaptación, así como sus mecanismos de defensa usuales no funcionan. El problema rebasa sus capacidades de resolución y por lo mismo se encuentra en franco desequilibrio. Como resultado de todo esto la persona experimenta una mayor tensión y ansiedad, lo cual la inhabilita aún más para encontrar una solución.
La intervención llevada a cabo por profesionales de la Salud Mental, puede ofrecer una ayuda inmediata para aquellas personas que atraviesan por una crisis y necesitan restablecer su equilibrio emocional.
Se trata, generalmente, de una terapia breve cuyo principal objetivo es dar apoyo ayudando a la persona en el preciso momento en que ésta lo requiere o solicita. La teoría está basada en los trabajos de Lindemann y Caplan, posteriormente fueron ampliados, desarrollados y modificados por L Rapaport, N Parad, D Kaplan, Jacobson, M. Strickler y P. Sifineos. El modelo de intervención en crisis es planteado por Slaikeu, retomado por autores de la terapia cognitiva conductual de urgencia: Ruiz Sánchez, Imbernón González y Cano Sánchez. Actualmente conocemos los trabajos latinoamericanos sobre la psicología de emergencia y por el Centro de Intervención en Crisis de Jalisco (México) coordinado por el Mtro. José Francisco Gutiérrez Rodríguez. El presente documento es una actualización de dichos aportes realizada para difundir los Primeros Auxilios Psicológicos en la Ciudad de Querétaro (México), a cargo del Psicólogo Juan Carlos García Ramos y Colaboradores. .
De la escuela psicoanalítica se desprende la idea de que existe un equilibrio que involucra varias fuerzas y que mantiene la homeostasis. Los aportes a la teoría de la Intervención en Crisis señalan que, los patrones de procesos psicológicos no son estáticos, sino que están en constante cambio desde que una persona nace hasta que muere. Estos procesos forman un continuo el cual puede ser comprendido más fácilmente si se hace un examen transversal en diversos puntos de éste.
De la escuela cognitivista se toman los conceptos del énfasis en las áreas fuertes y el potencial de crecimiento que tiene cada individuo.
Erick Erickson propuso el concepto de que la crisis no solamente contiene un potencial patológico sino que también es una oportunidad de crecimiento y desarrollo. De manera que a la vez que la crisis representa un riesgo, también implica una oportunidad.
Las aproximaciones teóricas de Lindemann permitieron desarrollar las técnicas de Intervención en Crisis. Dichas aproximaciones se refieren al mantenimiento de la Salud Mental y a la prevención de la desorganización emocional; está basado en el estudio sobre una comunidad, en donde se observaron las reacciones y disturbios emocionales subsecuentes a determinados eventos sociales.
Lindemann y Caplan establecieron un programa de Salud Mental en el área de Harvard precisaron los aspectos más importantes de la Salud Mental: el estado del yo, la etapa de maduración en la que se encuentre y la cualidad de su estructura de personalidad. Así mismo, menciona que para evaluar dichos aspectos del yo, es necesario basarse en las siguientes áreas:
1.- La capacidad de la persona para tolerar el estrés y la ansiedad, sin perder el equilibrio.
2.- El grado que tiene la persona para reconocer la realidad y enfrentar los problemas.
3.- El repertorio de mecanismos que tiene la persona y que mantienen su equilibrio biopsicosocial.
Caplan propone que todos los elementos que componen la vida emocional de los seres humanos, pueden ser evaluados para efectos de prevención en Salud Mental. Las demandas materiales, físicas y sociales, así como las necesidades, los instintos y los impulsos del individuo, deben todos de considerarse determinantes de la conducta.
Estos puntos son las situaciones críticas que suceden durante la vida de una persona y que tienen el potencial de mejorarla o empeorarla. Una crisis es la respuesta a eventos peligrosos y es vivida como un estado doloroso. Es por esto que tiende a movilizar reacciones muy poderosas para ayudar al sujeto a aliviar su malestar y a recuperar el equilibrio que existía antes del inicio de la crisis. Si esto sucede, la crisis puede ser superada y además la persona aprende a emplear nuevas reacciones adaptativas que le pueden servir en el futuro.
Además, es posible que al resolver la crisis, la persona se sienta en un mejor estado mental y emocional que el que tenía antes de la crisis.
PRINCIPIOS CLINICOS DE LA INTERVENCIÓN EN CRISIS
â?¢ Oportunidad: La terapia breve de urgencia con tiempo limitado, es el tratamiento que se elige en situaciones de crisis; el proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar el equilibrio después del incidente puede tomar de 1 a 6 semanas (Caplan,1964). Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo para la persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil acceso. El énfasis en la oportunidad se calcula para reducir el peligro y, al mismo tiempo, para capitalizar la motivación del paciente para hallar un nuevo planteamiento (lo mismo de actitud que conductual) para enfrentarse con las circunstancias de la vida.
â?¢ Metas: ayudar a la persona a recuperar un nivel de funcionamiento equilibrado que tenía antes del incidente que precipitó la crisis o potencialmente creativo que le permita superar el momento crítico.
â?¢ Valoración: Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de cada una de los sistemas (CASIC) implicados en la crisis. La información acerca de qué está mal en la vida de una persona (como el desmoronamiento de la relación matrimonial) se complementa con la información acerca de qué es aún funcional (como un sistema red de amigos). Las fuerzas y recursos sociales pueden y deben utilizarse para ayudar a una persona a arreglárselas con la crisis.
INTERVENCIÓN DE PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA
Podemos comenzar por describir los Primeros Auxilios Psicológicos, o de intervención en crisis, de primera instancia, que abarca la asistencia inmediata y de modo usual lleva sólo una sesión. Los Primeros Auxilios Psicológicos pretenden de manera primordial proporcionar apoyo, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos de ayuda. Aún más esto puede y debería ejecutarse por parte de las personas que perciban la necesidad primero, en el momento y lugar en que aquella surge. Se puede instruir a los hijos o estudiantes, del mismo modo que ahora sabe dar primeros auxilios físicos en situaciones de urgencia.
La intervención en crisis de segunda instancia o terapia para crisis, por otra parte, se refiere a un proceso terapéutico breve que va más allá de la restauración del enfrentamiento inmediato y, en cambio, se encamina a la resolución de la crisis de manera que el incidente respectivo se integre a la trama de la vida. El efecto que se desea para el individuo es que emerja listo y mejor preparado para encarar el futuro.

CARACTERÍSTICAS INTERVENCIÓN EN CRISIS DE 1ª. INSTANCIA:
PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÃ?GICOS INTERVENCIÓN EN CRISIS
DE 2ª INSTANCIA:
TERAPIA MULTIMODAL
¿Por cuánto tiempo? De minutos a horas. De semanas a meses.
¿Por parte de quién? Protectores de vanguardia (Padres de familia, policía, clero, abogados, médicos, enfermeras trabajadores sociales, maestros, estudiantes lideres, supervisores, etc.) Psicoterapeutas y orientadores terapeutas (Formación en Salud Mental: psicología, psiquiatría, trabajo social, consejería pastoral, enfermería, orientadores vocacionales, etc.)
¿Dónde? Ambientes comunitarios: hospitales, iglesias, hogares, escuelas, ambientes de trabajo, líneas telefónicas de urgencia, etc. Ambientes para terapia/orientación: clínicas, centros de salud mental, centros abiertos al público, iglesias, oficina escolar, etc.
¿Cuáles son las metas? Restablecer el enfrentamiento inmediato: dar apoyo de contención; reducir la mortalidad y enlazar con recursos profesionales de ayuda (Terapia Multimodal o Asistencia Médica). Resolver la crisis, reelaborar o translaborar el incidente de crisis; integrar el incidente de trauma de vida; establecer la apertura/disposición para afrontar el futuro.
¿Cuál es el procedimiento? Los cinco componente de los primeros auxilios psicológicos. Terapia multimodal para crisis (CASIC).
MODELO PARA INTERVENIR EN CRISIS

I. INTERVENCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA
PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÃ?GICOS
METAS: La meta principal de los primeros auxilios psicológicos es restablecer el enfrentamiento inmediato. El objetivo primario es auxiliar a la persona a dar pasos concretos hacia el afrontamiento con la crisis, lo cual incluye el control de los sentimientos o los componentes subjetivos de la situación, y comenzar

el proceso de solución del problema.

Existen tres submetas:
1. Proporcionar apoyo: Significa permitir que la persona hable para compartir la cordialidad e interés y proporcionar una atmósfera en la que el temor y la ira puedan expresarse. También se busca reforzar la seguridad en la persona, que sólo está consciente de su propia debilidad durante la crisis.
2. Reducir la mortalidad: Se dirige a la salvación de vidas y la prevención del daño físico durante las crisis; es necesario entonces, tomar medidas para hacer mínimas las probabilidades destructivas y desactivar la situación crítica. Esto puede implicar el deshacerse de las armas, arreglar el contacto sostenido de un amigo de confianza por algunas horas, conversar con la persona que pasa por una situación tensionante o, en algunos casos, iniciar el traslado a la hospitalización de urgencias.
3. Proporcionar enlace con fuentes de asistencia: Antes que tratar de resolver el problema completo de manera inmediata, el asistente fija con precisión las necesidades fundamentales y entonces realiza una remisión adecuada a algún otro asistente o agencia. Algunas veces esta remisión individual es de tipo breve (terapia para crisis). Otras veces, la misma será para asistencia legal o auxilio de parte de una agencia del Ministerio Público o Procuraduría. En cualquier caso, la línea de fondo en los Primeros Auxilios Psicológicos es proporcionar un enlace apropiado, de manera que la persona pueda comenzar a dar pasos concretos hacia la translaboración de la crisis.
5 COMPONENTES DE LOS PRMEROS AUXILIOS PSICOLÃ?GICOS:
1. Realización del contacto psicológico: Se define este primer contacto como empatía o “sintonización” con los sentimientos de una persona durante una crisis. La tarea primaria es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica cualquiera que sea el entendimiento que surja. A si mismo, se debe invitar a la persona a hablar, escuchar lo mismo de lo que paso (los hechos) y la reacción de la persona ante el acontecimiento (sentimientos), establecer lineamientos reflexivos, y así cuando los sentimientos están presentes de manera obvia (señales no verbales).
Existen varios objetivos para la realización del primer contacto psicológico, el primero es que la persona sienta que la escuchan, aceptan, entienden y apoyan, lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de la ansiedad; el contacto psicológico sirve para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.
2. Analizar las dimensiones del problema: La indagación se enfoca a tres áreas: pasado inmediato, presente y futuro inmediato. El pasado inmediato remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis (como la muerte de un ser querido, el desempleo, heridas corporales o la separación del cónyuge). La indagación acerca de la situación presente implica las preguntas de “quién, qué, dónde, cuándo, cómo”; se requiere saber quién está implicado, qué pasó, cuando, etc. El futuro inmediato se enfoca hacia cuáles son las eventuales dificultades para la persona y su familia; por ejemplo: las necesidades que puede tener un adolescente para pasar la noche o la semana, después de haberse fugado de la casa.
3. Sondear las posibles soluciones: Implica la identificación de un rango de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después, identificadas de manera previa. Esto es llevar a la persona en crisis a generar alternativas, seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular.
4. Asistir en la ejecución de pasos concretos: Implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta, el objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación. El interventor tomará un actitud facilitadora o directiva en la ayuda al paciente para tratar con la crisis.
5. Seguimientos para verificar el progreso. Implica el extraer información y establecer un procedimiento que permite el seguimiento para verificar el progreso. El seguimiento puede suceder mediante un encuentro cara a cara o por teléfono. El objetivo es ante todo completar el circuito de retroalimentación, o determinar si se lograron o no las metas de los Primeros Auxilios Psicológicos: el suministro de apoyo, reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo.

¿QUE HACER? Y ¿QUE NO HACER? EN LOS
PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÃ?GICOS
COMPONENTES QUÃ? HACER QUÃ? NO HACER

1.Contacto Escuchar de manera cuidadosa refleja sentimientos y hechos.
Comunicar aceptación. Contar tu “propia historia”
Ignorar sentimientos o hechos
Juzgar, regañar o tomar partido
2.Dimensiones
del problema Plantear preguntas abiertas
Llevar a la persona a una mayor claridad
Evaluar la mortalidad Depender de preguntas de si/no
Permitir abstracciones continuas.
Soslayar las señales de “peligro”
Dar la razón del “problema”
3.Posibles soluciones Alentar la lluvia de ideas
Trabajar de manera directa por bloques
Establecer prioridades Permitir la visión de pasar por un túnel
Dejar obstáculos sin examinar
Permitir una mezcolanza de necesidades
4.Acción concreta Dar un paso cada vez
Establecer metas específicas de corto plazo
Confrontar cuando sea necesario
Ser directivo, sólo sí debes serlo Intentar resolverlo todo ahora
Tomar decisiones que comprometan por largo tiempo
Ser tímido o prometer cosas
Retraerse de tomar decisiones cuando parezca necesario
5.Seguimiento Hacer un convenio para recontactar
Acordar un segundo encuentro
Evaluar los pasos de acción Dejar detalles en el aire o asumir que el paciente continuará la acción de plan por sí mismo
Dejar la evaluación a alguien más

II. INTERVENCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA
Terapia multimodal para crisis
Concepto: Se define como la traslaboración del incidente de crisis de modo que éste se integre de manera funcional en la trama de la vida, para dejar al paciente abierto, antes que cerrado, para encarar el futuro. La terapia multimodal evalúa cada caso en sus cinco áreas y sus relaciones mutuas. Dependiendo del tipo de relación que se establezca entre ellas y de su secuencia de funcionamiento o activación se buscará una estratégica de tratamiento adecuado.
Para el uso de este tipo de terapia, se sostiene que los trastornos psicológicos provienen con frecuencia de maneras erróneas del pensar concretas y habituales, o sea, son producto de “distorsiones cognitivas”. Estas, a su vez, derivan a creencias personales o significados subjetivos a menudo aprendidos en las etapas anteriores (generalmente infantil) de vida, apareciendo de manera inconciente sin que la persona se percate del rol que esta asumiendo.
LOS 5 SUBSISTEMAS DE LA PERSONA: PERFIL CASIC
MODALIDAD VARIABLES / SUBSISTEMAS
________________________________________
SISTEMA
Conductual Actividades y conductas manifiestas. Patrones de trabajo, interacción, descanso, ejercicio, dieta (hábitos de comida y bebida), comportamiento sexual, hábitos de sueño, uso de drogas y tabaco; presencia de cualquiera de los siguientes: actos suicidas, homicidas o de agresión. Habilidades para resolver conflictos o salir de situaciones de gran tensión. Gama de conductas agradables (reforzantes) y desagradables (aversivas).
Afectiva Emociones sentidas con más frecuencia. Sentimientos acerca de cualquiera de los comportamientos citados arriba; presencia de ansiedad, ira, alegría, depresión, temor, etc; adecuación, distorsión o negación de los afectos a las circunstancias. ¿se expresa o se ocultan los sentimientos?
Somática Funcionamiento físico general, salud, enfermedades relevantes actuales y pasadas. Sensaciones placenteras o dolorosas experimentadas. Influencia del consumo de sustancias y alimentos Presencia o ausencia de tics, dolores de cabeza, malestares estomacales y cualquier otro trastorno somático; el estado general de relajación/tensión; sensibilidad de la visión, el tacto, el gusto, la percepción y el oído.
Interpersonal Naturaleza (asertiva o conflictiva) de las relaciones con otras personas: la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de escuela o trabajo; identificación de síntoma sistémico; fortalezas y problemas interpersonales, número de amigos, frecuencia del contacto con ellos y con los conocidos; Habilidades sociales, papel asumido con los distintos amigos íntimos (pasivo, independiente, líder, como un igual); estilo de la resolución de conflictos (asertivo, agresivo, aislado); estilo interpersonal básico (congeniante, suspicaz, manipulador, explotador, sumiso, dependiente)
Cognoscitiva Manera de dormir y sueños diurnos y nocturnos usuales; representaciones mentales distorsionada acerca del pasado o el futuro; autoimagen; metas vitales y las razones para su validez; creencias religiosas; filosofía de la vida; presencia de cualquiera de los siguientes pensamientos: catastrofización, sobregeneralización, delirios, alucinaciones, hablarse a sí mismo de manera irracional, racionalizaciones, idealización paranoide; actitud general (positiva/negativa) hacia la vida. Expectativas sobre la terapia y atribuciones de cambio. Recuerdos, ideas e imágenes incomoda recurrentes.

FUNCIONAMIENTO CASIC PREVIO A LA CRISIS
Una breve historia acerca del desarrollo es necesaria, a fin de apreciar de modo completo la desorganización y el desequilibrio que sigue a un incidente precipitante particular, lo mismo si es un golpe severo aislado, como la pérdida de un ser querido o una relativamente menor es la gota que derrama el vaso después de una acumulación de tensiones.
La valoración de funcionamiento CASIC de la persona, inmediatamente anterior a la crisis incluye el énfasis en lo siguiente:
1. Los medios anteriores para enfrentar y resolver problemas
2. Los recursos personales y sociales más patentes
3. Las fortalezas y debilidades más notables en el funcionamiento CASIC
4. Conflictos irresueltos o asuntos inconclusos que pudieran reactivarse por el incidente
5. Relativa satisfacción o insatisfacción con la vida
6. La etapa del desarrollo previa a la crisis
7. Excedentes y carencias en cualquiera de las áreas de funcionamiento CASIC
8. Metas y estructuras vitales para lograr objetivos
9. Bondad del ajuste entre el estilo de vida y los suprasistemas familia, grupos sociales, la comunidad, la sociedad, instituciones
10. Otras tensiones anteriores al incidente
Los supuestos personales son la forma en que la persona da sentido y significado a su experiencia pasada, actual y expectativas futuras. Estos supuestos personales permanecen “inactivos o dormidos” a lo largo del tiempo en la memoria, y ante determinadas situaciones desencadenantes (p.e. una enfermedad física, un acontecimiento importante en la vida personal) se “activan o despiertan” y actúan a través de situaciones concretas produciendo a menudo determinados errores del pensamiento (distorsiones cognitivas) que a su vez se relacionan recíprocamente con determinados estados emocionales y conductas.
Las distorsiones cognitivas se expresan a través de las cogniciones de las personas (pensamientos e imágenes conscientes y preconscientes) que aparecen en las situaciones donde hay una intensa alteración emocional (p.e. ansiedad, rabia o depresión) y trastornos de conducta (p.e. conducta de escape fóbica o problemas de relación de pareja). A estas cogniciones se les denominan “pensamientos automáticos”

FUNCIONAMIENTO CASIC DURANTE LA CRISIS
El principal objetivo aquí es determinar (evaluar) el impacto del incidente precipitante en las cinco áreas del funcionamiento CASIC del individuo:
Conductual:
1. ¿Cuáles actividades (acudir al trabajo, a la escuela, dormir, comer y así sucesivamente) han sido las más afectadas por el incidente de crisis?
2. ¿Cuáles áreas no han sido afectadas por la crisis?
3. ¿Cuáles conductas se han incrementado, fortalecido o dañado por la crisis?
4. ¿Cuáles estrategias de afrontamiento se han intentado, y cual fue el relativo éxito/fracaso de cada uno
Afectiva:
1. ¿Cómo se siente la persona con las secuelas del incidente de crisis? ¿Airado? ¿Triste? ¿Deprimido? ¿Aturdido?
2. ¿Se expresan libremente los sentimientos o se mantienen ocultos? ¿Los sentimientos expresados son los adecuados en el manejo de la persona?
3. ¿El estado afectivo da algunas claves como para la etapa de translaboración de las crisis?
Somática:
1. ¿Existen molestias físicas asociados con el incidente de crisis? ¿Es esto una reactivación de problemas anteriores o es algo “totalmente nuevo”?
2. Si la crisis proviene de una pérdida física (pérdida de un miembro corporal, cirugía, enfermedad), ¿Cual es la naturaleza exacta de la pérdida, y cuáles son los efectos de ésta sobre otros funcionamientos del organismo?
3. ¿Hay antecedentes de uso de drogas o sustancias que participan en el estado de crisis? ¿Requiere medicación alguna?
Interpersonal:
1. ¿El impacto de la crisis de la persona sobre el inmediato mundo social de la familia y los amigos resulta adaptativo o se encuentra en franca desadaptación?
2. ¿Es posible hacer uso de la red y de los sistemas sociales de ayuda?
3. Valorar la ayuda disponible de la familia o los amigos
4. ¿Cuál es la actitud interpersonal que se adopta durante el tiempo de la crisis, por ejemplo, aislamiento, dependencia, etc.?
Cognoscitiva:
1. Las expectativas o metas vitales perturbadas por el incidente de crisis
2. Las reflexiones o pensamientos introspectivos usuales
3. El significado del incidente precipitante en la parcialidad y totalidad de la vida
4. Presencia de los “debería”, tales como “yo debería haber sido capaz de manejar esto”
5. Patrones ilógicos de pensamiento acerca de resultados inevitables
6. Los patrones usuales para hablarse a sí mismo
7. El estado del dormir
8. Imágenes de una fatalidad inminente
9. Fantasías destructivas 
LAS CUATRO ETAPAS DE LA RESOLUCIÓN DE CRISIS

TAREA
MODALIDAD
ACTIVIDAD DE LA PERSONA EN CRISIS
ESTRATEGIAS TERAPÃ?UTICAS

Supervivencia física Somática a) Preservar la vida (impedir el suicidio u homicidio)
b) Mantener la salud
c) Hacer uso de medicamentos a) Otorgar los Primeros Auxilios Psicológicos.
b) Señalar tareas acerca de la nutrición, el ejercicio y la relajación
c) Orientar sobre los cuidados físicos

Expresión de sentimientos
Afectiva a) Expresar y reconocer los sentimientos relacionados con la crisis, de manera socialmente apropiada a) Explorar sobre el incidente de crisis, con atención particular sobre como se siente la persona acerca de distintos momentos de crisis.
b) Instruir a la persona acerca del papel de los sentimientos en el funcionamiento psicológico global, y alentar modos apropiados de expresión.

Dominio cognoscitivo

Cognoscitiva a) Elaborar una comprensión basada en la realidad acerca del incidente de crisis.
b) Comprender la relación entre el incidente de crisis y las creencias de la persona, sus expectativas, asuntos inconclusos, ideas, sueños y metas para lo inmediato
c) Adaptar/cambiar creencias, autoimagen y planes a) Reflexionar sobre el incidente de crisis y las circunstancias.
b) Analizar los pensamientos previos a la crisis y las expectativas, planes y el impacto del incidente en cada una de estas áreas.
c) Asistir a la persona en la adaptación de creencias, expectativas y al hablar de si mismo
d) Confrontar el suceso de crisis con las potencialidades y limitaciones de la persona

Adaptaciones conductuales/
Interpersonales
Conductual, Interpersonal a) Procurar fortalecer o cambiar los patrones cotidianos de desempeño de un rol y las relaciones con las personas a la luz del (los) incidente (s) de crisis a) Reflexionar con el paciente los cambios que pueden requerirse en cada una de las áreas principales
b) utilizar sesiones de terapia, asignaciones de tareas para la casa y cooperación de la red social para facilitar el cambio en cada área
c) Instruir sobre el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales

UBICACIÓN CONTENIDO
Factores
de protección Capacidad del individuo para afrontar su propia existencia. Supone simplemente asumir la realidad vital y encararla con todas sus consecuencias.
Conciencia de llevar el “timón de vida” de su propia realidad y no de los acontecimientos.
La reflexión constante de deseos y anhelos que lleven por el rumbo hacia un destino apetecido.
Saber por sí mismo que es lo correcto y lo incorrecto en cada circunstancia.
Procurar establecer, concretar y controlar lo que se tiene que hacer y lo que se tiene que pensar.
Autonomía de ideas.
Capacidad para la vida afectiva y para el goce.
Construcción adecuada de la identidad personal.
Aptitudes y habilidades laborales y lúdicas.
Factores
de riesgo Limitación en el ejercicio de la libertad interna necesaria.
Priorizar necesidades innecesarias sobre las necesidades básicas.
Baja tolerancia a la frustración.
Autoestima dañada.
Construcción distorsionada de ideas.
Comunicación asertiva deficiente.
Situaciones
de Conflicto PSICOEMOCIONALES: Muerte o enfermedad grave de persona allegada. Inseguridad. Rechazo emocional afectivo. Inquietud económica. Fracaso en objetivos personales. Insatisfacción, miedo, desesperanza, celos, frustración, tristeza o enojo. Nerviosismo. Llanto. Emociones intensas. Soltería. Diagnóstico de enfermedad grave. BIOLÃ?GICOS: Hambre. Alimentación. Pubertad. Menstruación. Menopausia y
climaterio. Vejez. Cansancio extremo. Enfermedad. Traumatismo, cirugía. Infertilidad. Embarazo, Parto. Drogas y alcohol. Obesidad. Síndrome Orgánico Cerebral. SOCIOCONDUCTUALES: Conflicto o ruptura de pareja. Fracaso o quiebra económica. Despido o retiro laboral. Cambio de residencia. Cambios climáticos repentinos. Ruido. Trabajo nocturno. Acoso, hostigamiento, maltrato. Asalto, Violación, secuestro. Desastres. Ingreso escolar. Guerra. Huir de casa. Encarcelamiento, ser rehén. Intento suicida. Matrimonio. Examen escolar. Conducta sexual.
Trastornos Psicológicos Por Adaptación a nuevas situaciones.
Estrés Postraumático
Separación-individuación.
Reacción psicótica.
Despersonalización.
Desarrollo infantil y adolescente. Depresión. Estrés.
Angustia. Pánico
Duelo. Fobia.
Disfunción sexual. Manía
Adicción.
Epilepsia, Sida, Cáncer.

PLICACIÓN DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÃ?GICOS

BIBLIOGRAFÁ
1. Agonía, Muerte y Duelo. Lorraine Sherr. Ed. Manual Moderno. México 1992.
2. Ayuda breve y de emergencia. Martha Patricia Duarte Sánchez. COVAC, México 1992.
3. Control emocional y salud mental. Merril F. Raber y George Dyck. Editorial Trillas. México 1991.
4. Documento: “Acciones de Prevención en depresión y suicidio”. Juan Carlos García Ramos. En elaboración.
5. En búsqueda de soluciones (un nuevo enfoque en psicoterapia). W. Hudson O´Hanlon y M. Weiner Davis, Ed. Paidós, España 1990.
6. Intervención en Crisis. Karl A. Slaikeu. Editorial Manual Moderno. México 1988.
7. Intervención en las crisis. Gómez del Campo, José Francisco. Editorial Plaza y Valdés. México 1994.
8. La comunicación (una experiencia de vida). Loreto García Muriel, Ed. Plaza y Valdés, México 1994.
9. Manual de Capacitación: “Como mejorar la Autoestima y la Asertividad”. VII Jornada Universitaria para la Salud Mental, Universidad de Guadalajara. Noviembre 1996.
10. Manual de Psicoterapia Intensiva. El proceso terapéutico. Centro de Intervención en Crisis. Guadalajara, abril 1997.
11. Manual: Curso Taller “Intervención en Crisis”. Una Alternativa en el Tratamiento de Urgencias Psicológicas. MC. S.P. Francisco José Gutiérrez Rodríguez, Colegio de Profesionales de la Psicología del Estado de Jalisco, A.C.
12. Manual: VII Jornada Universitaria para la Salud Mental “Detección, manejo y prevención de crisis emocionales”. Guadalajara, noviembre de 1996.
13. Prevención y Psicoanálisis. Cecilia Moise. Editorial Paidós. México 1998.
14. Psicoterapia psicoanalítica focal y breve. Lluis Farre y Monserrat Martínez, Ed. Paidós, España 1992.
15. Red de redes. Nora Debas, Elina. Editorial Paidós, México 1991.
16. Revista REDES No. 5. “Intervención en crisis con menores en riesgo”. Charo Ventosa Villagrá y Magdalena Pola Maseda. Editorial Paidós. México 1999.

El vínculo codependiente en los hombres.*

El vínculo codependiente en los hombres.*
Jaime A. Castrellón Díaz*

“Si quieren conocer a los hombres, díganles
que les hablen de sus amores”.
Jaime Sabines (1998).
El presente trabajo abordará desde la perspectiva de la teoría psicoanalítica y de las configuraciones vinculares los dinamismos patológicos del vínculo que establece el hombre codependiente1 con su pareja. Intento describir como debido a déficit narcisísticos durante la infancia se estructura un yo débil, voluble y dependiente en estos hombres que complica sus posibilidades de relaciones sanas con las mujeres.

Los orígenes de los temas sobre “codependencia”, se remontan a los años de 1950, cuando en la literatura sobre alcoholismo se hacía referencia a las esposas de estos enfermos, como “co-alcohólicas”. Posteriormente, en los setentas, con la proliferación de las “dependencias a sustancias químicas” el término se transforma y a las personas vinculadas en el plano emocional a dichos adictos se les comenzó a nombrar “codependientes”. (Crothers y Warren; 1996).

Si bien es cierto, que el uso del término de codependencia o codependientes, se ha circunscrito al ámbito de las adicciones y más recientemente, a las dependencias relacionales dentro de las parejas, precisaría que: “el o la codependiente, es aquella persona que sufre de ansiedades, tristeza, enojo, confusión mental y trastornos psicosomáticos entre otros, debido a una fuerte dependencia emocional y vida conflictiva con el enfermo adicto. Ahora bien, el padecimiento se ha extendido ya que la codependencia abarca tanto a los que se relacionan con los que usan cualquier tipo de sustancia tóxica al organismo, como a los que se vinculan con personas que presentan algunas tendencias obsesiva -compulsivas al trabajo, al juego o a las compras, al sexo, ante la comida y/o que tienden a relacionarse con los “adictos” a las relaciones destructivas”. (Castrellón, 2002).

Al respecto, poco se ha escrito en relación a la codependencia en hombres, haciéndose siempre el énfasis de este padecimiento en las mujeres. Ahora bien, tendría que mencionar que tanto a nivel de los tratamientos individuales como en los grupales, la atención a los hombres es menor debido a que el malestar psicológico en los hombres no está valido por cuestiones socioculturales y de género, y justamente, cuando estos se presentan a consulta, sufren por lo general, en algunas de sus facetas de lo que se ha dado en llamar “codependencia”.

Según la literatura especializada sobresalen en las personas codependientes: 1- la presencia de disturbios emocionales expresados en fragilidad yoica, dependencia emocional y sentimientos de ansiedad, enojo y tristeza; 2- daño narcisístico reflejado en baja autoestima, sentimiento persistente de vacío, temor al abandono y fuerte necesidad de reconocimiento externo. Poseen también: 3- dificultades en las relaciones interpersonales por la dificultad en marcar límites, la aceptación de conductas destructivas y de maltrato físico y/o psicológico y por ser aferrados(as), celosos(as) y controladores(as). (Beattie, 1990; Cantú, 1995; Kalina, 1995; Crothers y Warren, 1996).

Curiosamente, si tomamos en cuenta el párrafo anterior, a la consulta no llegan los hombres por fragilidad yoica, llegan por ser explosivos, distantes o egoístas con sus parejas. Ninguno osa, tan fácilmente como es el caso de las mujeres, de padecer con una baja autoestima, para nada- más si por el contrario, esgrimen desplantes de que todo marcha bien, poco sufren de vacíos emocionales ya que generalmente “se curan” la inseguridad y sus pesares a través de la prepotencia, la tendencias a la impulsividad, mediante la evasión con amigos, “el trabajo”, el alcohol y la sexualización de los vínculos. A donde voy con estas observaciones, a que no se diagnostica y/o se trata tan fácilmente en la consulta con hombres, su codependencia.

Son múltiples los autores que encuentran en el seno familiar disfuncional, los factores determinantes que predisponen el desarrollo de la conducta o personalidad codependiente. (Cermak, 1986; Cooper, 1995; Irwin, 1995; Hinkin y Kahn, 1998). Cuenta en estas familias una niñez triste, enfermedad psicológica en los padres, fuertes y continuos traumas que incluyen abandono afectivo, separaciones múltiples, divorcio, maltrato físico, psicológico y abuso sexual en la familia, prácticas de crianza violentas y erráticas, problemas de uso de alcohol y drogas en sus miembros y familiares que ya padecen de y/o actúan los patrones codependientes. Asimismo frecuentemente hallamos padres violentos y distantes, madres abandonadoras y sometidas, hecho que hace que el niño(a) no tenga de donde “agarrarse” y/o nutrirse afectivamente.

Al respecto, Lyon y Greenberg (1991), Morgan (1991) y Melody (1989) citados por Crothers y Warren (1996) han reconocido en el concepto de “dependencia mórbida” planteado por K. Horney (1950) una temprana descripción de lo que en la actualidad es conceptualizado como codependencia. Horney identifica en los dependientes mórbidos, datos clínicos en donde describe que estos están “compelidos a una total entrega”, poseen una intensa “ansia de encontrar unidad a través del fundirse con un compañero” y tienden a “perderse en el otro” (Horney, 1950, pág. 157). Aclara que conductualmente estos impulsos tienden a caracterizar la parasitación, las relaciones simbióticas, la autodestructividad y la necesidad de aprobación externa.

Horney teoriza que la dependencia mórbida se desarrolla en el niño como una defensa contra la influencia parental adversa que se expresa a través de la coerción, la impredecibilidad, la intimidación, actuaciones de dominación, sobreprotección y la indiferencia materna-paterna o ambas, condiciones estas que exacerban la inseguridad, el aislamiento y el miedo en el niño. Como resultado el niño sufre una pérdida en la habilidad para expresar sus deseos y la fortaleza interna para determinar su propia vida.

Cermak (1991a, 1991b) por su parte ha planteado una relación entre codependencia y el desarrollo del narcisismo (de la autoestima). De acuerdo a este autor, ambas la codependencia y el narcisismo surgen en la niñez temprana durante la fase simbiótica del desarrollo e impiden la progresión a la fase de separación- individuación (Mahler, 1977). Ambos tipos de rasgos representan procesos de “espejeo” defectuosos: las personas narcisistas se relacionan buscando aspectos de ellos mismos en los otros. Los codependientes, también buscan relacionarse con otros para ser espejeados. En ese sentido el origen de la codependencia y el narcisismo involucran defectos en el espejeo, en este caso, por parte de los padres.

Más recientemente, Diamondstein (1994) plantea una similar línea de pensamiento en torno a la dependencia a las drogas, señalando que el origen de las mismas se genera por el efecto que tiene sobre la personalidad del sujeto los vínculos familiares enfermantes que se manifiestan en un déficit de narcisización, un vacío, en el cual el sujeto coloca la droga, destacando que en relación a la codependencia, acontece lo mismo, es decir, el codependiente presenta una similar deficiencia de narcisización, resultado de una historia familiar caótica y desorganizante, que se refleja en un profundo vacío emocional, el cual el codependiente trata de llenar con el adicto.

Haciendo una reflexión teórico-clínica en torno a la codependencia, tendríamos que por cuestiones de asignación de roles según los géneros y aspectos culturales, la codependencia en el hombre, se expresaría de diferente forma con respecto a las mujeres, por ejemplo y solo me referiré a dos conductas típicas, el rol de proveedor y las actuaciones de infidelidad en el hombre. Desde la perspectiva psicosocial a las mujeres que “sacan a sus casas e hijos adelante, que toleran a un hombre alcohólico o uno más medido, (pero adicto en el fondo, al trabajo o a las mujeres), autoritario e indiferente, se le ha llamado clínicamente, “mujeres codependientes”.

Cuando el hombre saca adelante a la familia, padece una relación con una pareja adicta a las relaciones destructivas por colérica, tiene una que otra adicción “light” (tabaquismo, trabajadora obsesiva en el hogar o hacia afuera, adicta al juego y/o al café, y/o a la televisión, algo compradora compulsiva o comelona), no se le dice codependiente, sino que es un “buen proveedor”.

En ese sentido, muchos hombres son utilizados y hasta explotados (como la codependiente) cuando se han vinculado con quienes se han posicionado en la filosofía de vida de que “el hombre es el proveedor”, indicio de que hombres “muy proveedores”, también pueden ser “muy codependientes”. Así, muchos hombres en la actualidad, presionados psicológica y socialmente por el ideal masculino de protección y bienestar familiar, se acostumbran y se convencen de que “ellos son los que dan”, cueste los que cueste (infartos al miocardio, trastornos gastrointestinales, insomnio, disfunciones sexuales, entre otras), y por ser “dependientes-activos” tienen dificultades para recibir y de invertir esta tendencia.

En esta misma línea de ideas, presentan una hepertolerancia al desgaste físico y emocional y tratando de ser “buenos”, son “adictos al trabajo”, “salvadores” de la empresa donde trabajan, son excelentes esposos, papás y extensivamente buenos hijos y hermanos, son los que mantienen a sus padres, suegros , algún hermano(a), sobrinos, a uno que otro cuñado y hasta a ahijados(as).

En el ámbito de la familia, los hombres codependiente suelen ser padres controladores y ver a sus hijos(as) como una extensión de ellos, por tanto se empecinan en querer decidir lo que es mejor para ellos(as) (que deben estudiar, como deben vestir, de quién se deben enamorar, con quién se deben relacionar). Como resultado de este tipo de crianza observamos posteriormente rebeldía adolescente, adultos inseguros y devaluados o coraje reprimido, el cual se puede manifestar en comportamientos auto destructivos, que muchas veces lleva a que el hijo(a) sea pasivo-dependiente, reedite patrones codependientes en su vida adulta o desarrolle un trastorno adictivo, y/o codependiente, entre otros padecimientos psicológicos.

Por otro lado, debido a sus rasgos pasivos y devaluados, cuando un hijo(as) está “activo(a)” en la adicción, al padre codependientes se le complica diferenciar su función paterna, de actitudes codependientes, por lo que en ocasiones confunden el rol de apoyo psicológico necesario, con sobreprotección, o se previenen de no caer en codependencia, descuidando (evitando) sus funciones. Así están: “los que no meten la mano” y los que “se hacen de la vista gorda” ante las adicciones, delegando toda la responsabilidad de la crianza en la madre u otros parientes cercanos.

Posteriormente, si la persona tiene mucho resentimiento debido a la sobreprotección de los padres, visualizará en su cónyuge a una persona que desea controlarlo, lo cual lo llevará a dificultades para la intimidad en la relación. Por otro lado, pueden apegarse también excesivamente a cualquier persona que les brinde amor, o lo que ellos piensan que puede ser el amor (por ejemplo: llamar por celular a la pareja unas 15 veces al día). Por otro lado, he visto personas irse al otro extremo, al no haber tenido amor llegan a temerle y viven la vida evitando involucrarse en relaciones sentimentales.

Según Puget (2001), “el ir siendo sujeto (sano, maduro y autónomo) proviene de un estar en un vínculo, habitando un espacio, adquiriendo nuevas características y cualidades al ser “dos”. Ese proceso de “subjetivación”, o sea, cuando hay espacio para la ajenidad y se tolera y acepta, esto se convierte en el elemento potenciador del vínculo”. La fuerza de la función vinculante, es la que constituye la entidad vincular, la cual es promovida por el juego de las diferencias entre los miembros de la pareja, cosa que no ocurre en el vínculo codependiente.

Pasando al rubro de cómo se configura la infidelidad en los vínculos de pareja, pareciera que los hombres, desde sus historias de maltrato y abandono infantil, no están carentes de afecto, a ellos solo “les gana la hormona”, sin embargo, frecuentemente relacionado a sus búsquedas de intimidad con la primera mujer que se les ponga enfrente, observamos un mero aferramiento y un ego hambriento de afecto, como es el caso de las mujeres codependientes (“ella me sedujo y yo me deje atrapar”), algunos disfrazan el asunto de su codependencia, diciendo que son: “hombres fáciles”.

Ya en el matrimonio, buscan una cónyuge criticona o adoptan el rol de perseguidor y demandante de atenciones y fidelidad. También pueden apegarse a parejas que le manifiesten y demuestren, casi incondicionalmente, admiración u aprobación o sea que, se da un encuentro de narcisismos maltrechos, por necesidad de resarcir autoestimas vulneradas. Ahora bien, las dificultades que tiene el hombre codependiente de intimidad, de poder comprometerse con la pareja y tener la fortaleza de consolidar un proyecto creativo adulto, se debe a que el ideal de mujer para un hombre que es codependiente, es una mujer rescatadora, cosa que hace que estos hombres se desilusiones rápidamente de sus parejas y regresen con su amantes, con sus mamás o se protejan del compromiso a través del “donjuanismo”.

En la clínica con las parejas evidenciamos igualmente en los vínculos codependientes, la presencia del imaginario “tú y yo somos uno”, con la negación y desconocimiento de la “ajenidad del otro”, “la diferencia” del cónyuge. La consecuente patología, es generadora de insatisfacción en las parejas, aún siendo estas funcionales en muchos aspectos, sumergiéndose estas en el reproche “por que el otro tiene vida privada”, gestándose vivencias de atrapamiento, miedo al estar solo y de empobrecimiento vincular debido a necesidades de sometimiento y control en uno y las vivencias del abuso, por parte del otro.

Desde esta perspectiva vincular actual, encontramos que como menciona Castoriadis (2000) impera un “imaginario radical”, expresado en la necesidad de la pareja unida (a ultranza “hasta que la muerte los separe”), representada en la poesía, en los medios masivos de comunicación (novelas y revistas) y en la música romántica, la cual ofrece un discurso y modelo que exalta la identificación, la idealización, la completud y la complementariedad. No hay espacio mental para el reconocimiento y menos para la aceptación y procesamiento de la diferencia y la ajenidad. De allí, las grandes ansiedades y dificultades para la terminación de estos vínculos o las conductas fallidas de control, búsqueda y/o expresión de amor a través de los celos. Solo como un ejemplo, salgamos al rato y escuchemos las canciones: “Miedo” de Pepe Aguilar, “Lloro” de Sin Bandera, “Una vez nada más” de O.V., y “Contigo hasta morir” de Jair y estos cantantes tocaran con su estribillo lastimero los “huesos” de la codependencia en el hombre.

En consulta, el vínculo codependiente patológico dificulta la toma de conciencia en los miembros de la pareja en cuanto al deterioro y el pronóstico pobre sobre su situación. Al explorar más detenidamente estas resistencias, a menudo se encuentra que buscan soluciones rápidas y cambios en el afuera; no se adhieren al tratamiento, ni siguen las indicaciones psicológicas, adoptando comúnmente actitudes de manipulación a través de cuadros psicosomático (en este grupo están los codependientes cardiacos-infartosos a la primera de cambio, los diabéticos-comatosos, débiles pero controladores y los nerviosos, pero obstinados y agresivos a fin de que no se aborde la simbiosis patológica (su codependencia), no se toquen las fallas caracteriales expresadas en incomunicación, agresión física y verbal, actos de infidelidad, atentado a las normas familiares, pérdida de los límites y la autoridad, entre otros.

Existen también los trastornos duales en los codependientes y un subtipo clínico sociopático caracterizado por parasitismo, búsqueda de sensaciones a través de las drogas, el juego y las mujeres, manipulación sistemática, egoísmo y egocentrismo, que se expresa a través de la violencia doméstica al instaurar un aislamiento social progresivo hacia la pareja, intimidación y/o coerción económica hacia la pareja.

Algo que es importante destacar dentro de la atención al codependiente, es el hecho de que la comprensión del problema por parte del afectado no equivale a querer solucionarlo, ya que lo que determina el vínculo es la indolencia en estas personas. La actitud indolente es clave, como también el pensamiento mágico (omnipotente) que los escuda del dolor, ya que al sujeto parece no dolerle o importarle el sufrimiento al existir una fuerte negación del problema, un mecanismo irracional o racionalizador para justificar su comportamiento (“se que esta relación está mal, pero no la puedo dejar y prefiero seguir con ella”). También existe una fuerte tendencia a repetir los mismos esquemas vinculares con sucesivas parejas, sobresaliendo una especie de fobia a la autonomía (Sirvent, 2001) y la compulsión a la repetición de Freud, en estos hombres.

En tratamiento, muestran una actitud dependiente hacia el terapeuta a través de la postura del “dígame doctor”, situación que expresa una frecuente tendencia en los codependientes a abandonar el rol paternal en los terapeutas, las instituciones, en los “padrinos”(*) o en el resto de la familia codependiente (abuelos, tíos, hermanos, etc.). Abandonan también los tratamientos porque esperan cambios rápidos, casi mágicos y debido a que se mantienen en la indolencia de pronto en la contratransferencia provocan en los terapeutas impotencia, y hasta indiferencia en muchos casos, situación ante la cual el terapeuta debe estar muy atento para darle el manejo adecuado.

*Trabajo leído en el XVI Congreso de la Federación Latinoamericana de Psicoterapia Analítica de grupo. (FLAPAG.) Y X Congreso de la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo (AMPAG.). 11-14/Noviembre/2004, Guadalajara, Jal., México. Dirección: Ave. Amores # 703-2 Col. del Valle. C.P. 03100. México D.F. Tel. 5536 2614. e-mail: jcastrellon@gruporeflexion.com.mx

1 Codependiente: el prefijo “co” se entiende como el “estar al lado”, se refiere a alguien que está junto, que está ayudando. Habría que destacar que la persona que está al lado “ayudando”, de hecho, a lo que ayuda es a prolongar el padecimiento del “dependiente” a sustancias tóxicas al organismo.

FUENTE: http://www.gruporeflexion.com.mx/publicaciones/vinculocodependiente.htm#nota_1

Links sobre violencia domestica

VIOLENCIA DOMESTICA /INFORMATE MUJER  AUNQUE LOS LINKS SEAN DE MEJICO, DA PAUTAS PARA COMENZAR A BUSCAR EN CADA PAIS

Serie de Violencia Intrafamilar*
Índice de Violencia Intrafamiliar
http://www.nuestraedad.com.mx/violenciaintrafamiliar.htm|

Información y conceptos http://www.nuestraedad.com.mx/violenciainformacion.htm |

Recibí flores hoy
http://www.nuestraedad.com.mx/recibifloreshoy.htm|

Mitos y Realidades http://www.nuestraedad.com.mx/violenciaintrafamiliar-mitos.htm

**Personalidad de los Agresores
http://www.nuestraedad.com.mx/violenciaintrafamiliar-agresor.htm

El Gran Escape http://www.nuestraedad.com.mx/violenciaintrafamiliar-escape.htm

Cómo protegerse http://www.nuestraedad.com.mx/comoprotegerse.htm

Mujeres maltratadas| http://www.nuestraedad.com.mx/mujeresmaltratadas.htm

Gritos sepultados entre cuatro paredes http://www.nuestraedad.com.mx/gritossepultados.htm

Violencia Intrafamiliar AcosoMoral http://www.nuestraedad.com.mx/acosomoral.htm

http://www.nuestraedad.com.mx/mujeresqueamandemasiado.htm

**Mujeres que aman demasiado* http://www.nuestraedad.com.mx/mujeresqueamandemasiad.htm

*No volviste a estar contenta* http://www.nuestraedad.com.mx/novolvisteaestarcontenta.htm

*No volviste a estar contenta http://www.nuestraedad.com.mx/novolvisteaestarcontenta.htm>

*Hostigamiento sexual
http://www.nuestraedad.com.mx/hostigamiento.htm

**Violencia perversa * http://www.nuestraedad.com.mx/violenciaperversa.htm

*Grupo de autoayuda para mujeres que aman demasiado
On line*
http://www.siamasdemasiado.tk/

Violencia doméstica: protegiéndose a sí misma y a sus hijos

Violencia doméstica: protegiéndose a sí misma y a sus hijos
¿Qué es la violencia doméstica?
La violencia doméstica es el abuso por parte de alguien que proporciona cuidados, padre, esposo o pareja sexual de una persona. Puede tomar muchas formas. Aquí les describimos algunos tipos de abuso: el abuso físico es el uso de la fuerza física; el abuso sexual quiere decir cualquier actividad sexual forzada; el abuso emocional incluye amenazas, crítica constante y degradaciones. Controlar el acceso al dinero y las actividades son otros comportamientos abusivos.
¿Qué debo saber acerca de la violencia doméstica?
La violencia contra una pareja o un niño o niña es un crimen en todos los estados. Cada año, por lo menos 2 millones de mujeres son abusadas en este país. El abuso les ocurre a las personas de todas las razas, edades, estratos económicos y religiones.
Las personas que son heridas por sus parejas o padres no causan el abuso. El alcohol y las drogas no causan el abuso, aunque sí pueden empeorar la violencia. El abuso puede empezar, continuar y aumentar durante el embarazo.
¿Qué puedo hacer si yo o mis niños somos abusados?
Primero, asegúrese que usted y sus niños se encuentren seguros. Vaya a un lugar seguro, tal como la casa de un amigo o familiar o a un refugio de emergencia. Llévese a sus niños consigo. Llame a la policía si piensa que no es seguro para usted dejar la casa por sí sola, o si quiere intentar acusaciones legales en contra su abusador.
Si es posible, llévese llaves de su casa, dinero y papeles importantes consigo. No use drogas o beba alcohol en esta situación, porque necesita estar alerta en caso de una crisis. Los miembros del personal de los refugios de emergencia pueden ayudarle a presentar una solicitud para una orden de protección de la corte.
¿Cuáles son otras maneras en que puedo encontrar ayuda si soy abusada?
Hable con su médico quien puede darle tratamiento para cualquier problema médico, brindarle apoyo y referirla. Llame al refugio de emergencia y pida información sobre asesoría sicológica y grupos de apoyo para usted y sus hijos. Enfermeros o enfermeras, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud también pueden ayudarlo.
Para mayor información:
Si usted desea obtener más información acerca de la violencia doméstica y los nombres y teléfonos de los refugios en su área, entre en contacto con las siguientes organizaciones:
National Domestic Violence Hotline (Línea de Emergencia Nacional de la Violencia Doméstica) 800-799-7233  http://www.ndvh.org
National Coalition Against Domestic Violence (Coalición Nacional Contra La Violencia Doméstica) www.ncadv.org

La Violencia Doméstica hacia el Varón

La Violencia Doméstica hacia el Varón: factores que inciden en el hombre agredido para no denunciar a su pareja
Autores: Carol Fontena Vera; Andres Gatica Duhart
Referencia: Fontena, C. & Gatica, A. (2000). La violencia domestica hacia el varón: Factores que inciden el hombre agredido para no denunciar a su pareja. [en línea]. Congreso internacional de políticas sociales, Universidad del Bio-Bio. Extraído de: www.ubiobio.cl/cps/ponencia/doc/p10.4.htm.
No cabe duda que los Derechos Humanos deben comenzar en el hogar, pero ¿qué pasa con los derechos humanos del varón?. La inmensa variedad de literatura existente alude a la violencia en la pareja, principalmente a la mujer, realidad que es constatable y cruda, pero también es cierto que cada día se acrecientan casos de varones que son agredidos física, psicológica y por que no decirlo sexualmente. Más de una persona debe conocer o haber escuchado alguna de estas situaciones de primera o tercera mano en que un hombre ya sea casado y/o conviviente es agredido por la pareja, y solo se dedica a comentar como la “gran novedad” o motivo de burla por los grupos pares de esta persona en lugar de ayudar.
Dicho de esta manera, diversas interrogantes hacían presagiar un enorme desafío a investigar, puesto que tras indagar en diversas fuentes de información, no se encontró bibliografía referida a la problemática aludida, salvo algunos artículos periodísticos. En este sentido, al conocer en nuestra búsqueda a varones que expresaban la realidad en que vivían, motivó a que se desarrollara la siguiente investigación de carácter exploratorio, cualitativo, que pretende ser un aporte significativo para la comunidad en general, titulándose “La violencia doméstica hacia el varón: Factores que inciden en el hombre agredido para no denunciar a su pareja”. Dentro de este marco, afloraron supuestos tales como:
â?¢ El elemento sociocultural es determinante en el varón para no formular denuncias por violencia.
â?¢ Este fenómeno se presenta porque el varón no hace uso substancioso de sus derechos desconociendo que existe la Ley 19.325 que tipifica la violencia doméstica hacia el varón.
â?¢ Al no existir una institución exclusiva para varones estos no denuncian.
Por tanto, tomando esa problemática social de esta manera, que tiene ribetes de tipo cultural, religioso, político, económico, etc., y que es desconocido por legisladores y por la sociedad en su conjunto ¿por qué? ¡porque no se considera como violencia!, se minimiza o se ridiculiza, pero “existe”. Vale la pena hacer memoria a los primeros movimientos feministas que se organizaban para proteger a las víctimas en nuestro país a principios de los ochenta, donde las denuncias eran escasas, por que no se consideraba como problema y se guardaba al interior de la familia. Sin embargo, han transcurrido ya 20 años aproximadamente para que se legisle y aumenten de manera explosiva las denuncias de las mujeres, siendo los primeros estudios de esta problemática pioneros y que sustentaron la base más otras iniciativas para posteriormente promulgar la Ley 19.325 de violencia intrafamiliar.
En este sentido, hay una lógica un tanto unilateral en su abordaje, apoyado por el feminismo, que a contribuido ostensiblemente a la intervención de esta problemática, pero que ha tenido sus costos al señalar a un solo tipo de agresor: al varón, manteniendo oculta esta problemática.
En el contexto anterior, habiendo transcurrido cuatro años de vigencia de esta ley, se constata una baja cifra de denuncias de varones en comparación con las mujeres por concepto de violencia íntima estimándose la existencia de una cifra negra que encierra la problemática.
Actualmente la violencia hacia el varón apenas se consigna, situación que hasta el momento no permite precisar la real magnitud de varones que vivencian esta violencia invisible, manteniéndose presumiblemente en el ámbito privado, por tanto siendo la interrogante: ¿Qué factores sociales, culturales e individuales influyen en el varón para que no denuncie a su pareja por violencia doméstica?.
Dentro del espectro de la violencia intrafamiliar, la que se manifiesta con mayor frecuencia, según investigadores es la violencia en la pareja (en cualquiera de sus manifestaciones). Sin embargo su abordaje ha estado tradicionalmente supeditado a opciones valóricas de tipo género, en la lucha reivindicativa de esta perspectiva, situaciones que de cierta manera ha limitado consciente o inconscientemente la intervención a esta problemática como fenómeno social.
Diversos autores en violencia intrafamiliar, coinciden en lo difícil de trabajar el tema, porque entra la campo de las contradicciones, polarizaciones, conforme se explica la problemática, pero ¿qué pasa con la violencia en la pareja cuando se manifiesta contra lo percibido como común?. En este término no es posible vislumbrar que esta temática haya sido abordada en términos de explicar de alguna manera como se manifiesta la violencia hacia el varón por parte de su pareja y cual es el trasfondo que hay detrás de ello. De ahí la importancia y justificación de abordar este fenómeno que servirá de base para futuras investigaciones y diseño de nuevas estrategias de intervención que generen mayor apertura hacia el tema, mayor profesionalización y especialización de las personas que atienden y /u orientan a las víctimas, ampliando la perspectiva, disminuyendo prejuicios tendientes a disminuir la victimización secundaria de modo que se realicen las respectivas denuncias tal como lo estipula la ley. Se pretende por tanto aportar mayores antecedentes para ampliar el horizonte de comprensión de la violencia doméstica, que por su desconocimiento no ha alcanzado la connotación de problema social, por tanto reflexionando acerca del marco normativo, políticas sociales y las formas de aproximación más eficaces en la intervención del problema.
El papel del trabajador social es fundamental en este tipo de problemáticas e intervenciones, puesto que en esta área es tratado principalmente a modo de intervención familiar, en el ámbito especializado en la familia y relaciones familiares considerando los diferentes contextos relacionales de sus integrantes, estando enfocada la atención al apoyo de los integrantes hacia la autovaloración para que estos mismos sean ejecutores y entes activos en la solución de sus problemas. En este sentido, uno de los roles que se confiere al Trabajador Social en la familia es el de mediador de conflictos, puesto que se dirige y se enfoca en las dificultades, obstáculos y problemas presentes en el vivir cotidiano de los requerientes de atención, por tanto estando presente la mediación a través de una solución justa y equitativa a través de la negociación que permite él dialogo entre los involucrados, siendo tan necesaria para resolver los conflictos en la pareja. A lo anterior, es sumamente relevante manifestar que estos no son los únicos roles presentes en nuestra profesión, puesto que somos ejecutores y actores activos de las políticas sociales, estando los roles de orientador familiar, consejero, informador, educador social informal, facilitador, gestor, entre otros.
En el tema de violencia en la pareja, reviste especial importancia asumir los roles los que dependen indudablemente del contexto que se tenga que intervenir y la utilización de técnicas adecuadas para su abordaje en pro no solo del bienestar de la pareja, sino de la familia en su conjunto.
La investigación se sustento en el paradigma fenomenológico cualitativo, siendo de carácter descriptivo comprensivo caracterizado a partir de las percepciones de los participantes de los grupos focales y entrevistados, cuya validez del conocimiento esta dada por los propios sujetos.
Las principales categorías de análisis fueron:
â?¢ Categoría de maltrato: descripción de la violencia expresada por el varón en su relación de pareja, ya sea psíquica, física, sexual y las características que le rodean.
â?¢ Categoría percepción de roles en la pareja: Creencias culturales acerca de lo que se percibe como roles de la mujer y hombre.
â?¢ Categoría creencias populares: Son todas aquellas percepciones generalizadas acerca del aspecto determinado, constituyendo una visión parcializada de la realidad, siendo utilizadas por la sociedad y expresadas de manera absoluta.
â?¢ Información acerca de la Ley 19.325: Tipo de antecedentes que manejan los varones con respecto a la Ley 19.325 de violencia intrafamiliar

Presentación de resultados:
â?¢ Causas que determinan que el varón no denuncie a su pareja cuando es agredido: de las respuestas se desprende, la ideología patriarcal de estereotipos rígidos del varón con respecto a lo que se espera de él como “hombre” en relación de pareja y por tanto frente a eventuales agresiones para no romper este “esquema social” de proveedor, jefe de familia, protector, étc., que en caso de denunciar, significaría trastocar los esquemas establecidos.
….es muy grande la vergüenza de que tu mujer te pegó frente a los demás… porque el varón tiene que llevar las riendas de la familia y eso influye que no denuncie…si fuera a denunciar me dejarían preso por leso o como castigo por mentirosos que la mujer me pega… el hombre cuando ama aguanta hasta el final…
â?¢ Razones por las cuales la mujer ejerce violencia hacia el varón: Aquí se diferencian tres aspectos:
Causales atribuibles al varón: Las principales aluden a la ingesta de alcohol, cuando el varón presta mayor atención a cosas triviales como ver televisión, el fútbol, étc. “…cuando el hombre llega curaâ??o con trago lo pescan a palos…cuando se junta más con los amigos y se pone a ver puros partidos de fútbol en la tele…”
Causas atribuibles a la mujer: Existe consenso en cuanto a contextura física de la mujer, carácter irritable, entre otros.”….cuando el hombre gana menos y afecta al ingreso familiar y la mujer gana más y por eso se siente superior con poder y con derecho a mandar…cuando le llega el período hay que arrancar…”
Causas atribuibles a la pareja: Cuando hay mala comunicación en la pareja poco fluida, no conversando los problemas y las soluciones probables de éstos, sin afectividad. “…muchas personas no conversan con la pareja y por eso se van a las manos y se agarran a palmetazo limpio y ninguno de los dos se comunica… por incapacidad de comunicación y de superar situaciones difíciles y por eso viene la respuesta agresiva…”
â?¢ Tipo de conocimiento acerca de la Ley de violencia intrafamiliar: La mayoría de los varones plantea que la ley se creo para la mujer y por tanto ella es la única favorecida en violencia intrafamiliar. Se identifica además, que los varones desconocen los contenidos de la Ley. “…creo que hay una Ley que salió, pero no la conozco…la mujer es favorecida desde el punto de vista legal, si la mujer diera un par de coscachos no se iría presa… es la Ley de la mujer”.
â?¢ Papel de los medios de comunicación: La opinión casi unánime, es que los “medios de comunicación ya sea radio, televisión, diario u otros”, no contemplan a los varones agredidos en sus estrategias de prevención de violencia intrafamiliar, argumentando que no se visualiza como un problema social este tipo de violencia. “porque si hubiera un porcentaje más alto, recién ahí se podría empezar a hacer campaña…no abordan a los hombres porque no creen que sufren…se cree que es siempre la mujer quien sufre, pero nunca se ha colocado en un spot publicitario al varón o en el mea culpa…”

â?¢ Manifestaciones de violencia: La principal agresión es la psicológica, siendo catalogada como la peor dentro de la gama de agresiones, traducida en descalificaciones, insultos, desatenciones, indiferencia, en general. Luego le sigue la física como la menos probable. “…la psicológica, no permitir relaciones sexuales, mala atención en las comidas, andar regañando todo el día, mujer desaliñada, mal vestida…se da física y emocionalmente, combos, patadas, ollas, palos, raguñones…la infidelidad es un tipo de agresión… la psicológica, es que soy imbécil, no aporto nada, no sirvo para nada, no aporto monetariamente…”
â?¢ Instituciones que atienden a varones agredidos: Se deduce de las opiniones vertidas la “falta de existencia de una institución exclusiva que los atienda por violencia intrafamiliar”, siendo mínimas las opiniones con relación a alguna institución. “…carabineros se ríen de uno…no conocemos ninguna institución…ninguna.”
â?¢ Califican al varón agredido: Los apelativos más comunes en la jerga masculina, se destacan por la espontaneidad en manifestarlos, caricaturizando al varón, siendo objeto de burla, atribuidos al machismo, como lo son “calzoneaâ??o” “te tiran de la jeta”, “no se pone los pantalones”: “… a voâ?? te pega la vieja…masoquista, que te gusta que la mujer te pegue…polleruâ??o, eso para el hombre es como sacarle la madre”.
â?¢ Como ven al varón agredido: Implica mayor reflexión de los participantes.”…tiene problemas, esta mal en su casa…menoscabado cuando la mujer lo agrede…vive maltratado porque esta enamorado de su mujer y por eso no procede como corresponde”.
â?¢ Nivel socioeconómico en que se manifiesta: Hay unanimidad que se manifiesta en todos los niveles socioeconómicos, sean bajos, medios o altos y que nadie esta libre de ello.” …en el nivel alto se por el billete, porque los sitios son más grandes…no hay distinción…la psicológica se da en le estrato más alto y medio y la física se da en los más bajos… se nota más en la baja en la opinión pública porque la gente de clase media no ventila sus problemas”
â?¢ Hombres que denuncian: Evidencian que los varones que denuncian es porque hay maltrato crónico en el cual han llegado a un límite de tolerancia.”…son personas que revientan, que no están “ni ahí” con los demás y no le importa lo que digan los vecinos… porque se arrastra de harto tiempo y el hombre tiene un limite… debe ser valiente para enfrentar el problema y estar dispuesto que lo molesten para apechugar”.
â?¢ Medidas que proponen para evitar la violencia hacia el varón: Existen variadas opiniones destacando en su mayoría que si existiera un Servicio Nacional del Hombre aumentarían las denuncias y se atreverían a denunciar. “…si hubiera un Servicio Nacional del Hombre, aumentarían las denuncias… podría ser bueno porque uno se desahogaría…de diez denuncias, aumentarían a cien”.
â?¢ Profesionales que deberían atender a los varones: Se mencionan a variados profesionales, pero cuando se menciona a la profesional Asistente Social mujer es cuestionada, ya que explícitan que tendría una postura feminista y un tanto prejuiciada para atender a los varones y que solo podría atender si estuviera bien capacitada, sin prejuicios. “…psicólogos, asistentes sociales, abogados, médicos, terapeuta familiar…debe ser un psicólogo que sepa harto, asistentes sociales que te vayan a ver a la casa que es verdad que la señora te pega y lo ideal es que sea un Asistento Social â?? se refieren al profesional hombre- para que a uno lo entienda o una Asistente Social, pero ¡que cumpla su función!, un abogado y médico para constatar lesiones”
â?¢ En caso de que fueran víctimas de violencia: Es difícil establecer una respuesta tipo dada la variada gama de respuestas. “…si la retas va donde la Asistente Social por maltrato psicológico porque le dijiste fea y al final no se puede hacer nada…si le pegas te denuncia y te vas preso, por eso hay que tratarlas con palabras…no denunciaría porque los Carabineros se reirían y lo contarían…primero me daría la indiá y le pego al tiro un palmetazo y le digo que pesque sus cosas y se vaya…me escaparía, me separaría, me mando a cambiar porque no respondería a la violencia física.
â?¢ Como perciben el rol de la mujer hoy en día En este aspecto hay dos tipos de respuestas:
Positivo: “el rol tradicional era de dueña de casa y encargada de la crianza de los hijos y ahora hay equiparidad de que son los dos los que pueden tener los roles de proveedores por lo que se comparten los roles en la crianza…se ha avanzado, conquistado espacios de respeto de dignidad de la mujer”.
Negativo: “…los hijos son criados por nanas, lo que los puede dejar individualistas en el futuro ya que no tienen el afecto de la mamá…antes quien le pegaba a los cabros chicos era el hombre, ahora es al revés, el hombre llega a la casa y escucha ¡papi la mamá me pego!
â?¢ Como perciben el rol del varón hoy en día: Son coincidentes en que ha habido un cambio paulatino de roles, adaptándose a este cambio. ” No hay ningún tramite que pueda hacer solo, todo hay que hacerlo con la señora…sí o si hay que acondicionarse porque la sociedad esta así…lo ha asumido no queda otra…a mis hijos les enseño a planchar, lavar porque la mujer ha cambiado y así se evitan problemas…debemos valorar lo que tenemos en casa, no reprimir a la mujer y que no este encerrada en cuatro paredes”

ANALISIS DE RESULTADOS:
En relación con el análisis se mencionaran los que se sitúan principalmente desde la óptica macro y exosistemica por razones de espacio destinados para este efecto. Los principales datos apuntan sobre los factores sociales, culturales e individuales que influyen en el varón para no formular denuncias cuando son agredidos por su pareja, tales como machismo, vergüenza, ignorancia legal u otros factores de índole personal que le impiden a los varones denunciar a su pareja cuando es afecto de violencia. Según el modelo ecológico el análisis consta de:
â?¢ En el nivel macrosistémico: se sitúan los sistemas de creencias y estilos de vida que prevalecen en una cultura determinada, los cuales manifestaron sus opiniones bajo el contexto de la ideología patriarcal y/o machismo light, este último que se viene gestando conforme evolucionan los estereotipos y roles de lo que es ser hombre y ser mujer hoy en día.
En este contexto, la ideología patriarcal influye notoriamente para que los varones que vivencian algún tipo de violencia no denuncien ya sea “por orgullo de hombre o por temor al ridículo”, entre otros, manifestada por la espontaneidad de las apreciaciones y/o calificativos de los varones cuando se refieren a catalogar a sus apreciaciones cuando se refieren a catalogar a sus pares, siendo las expresiones mayormente vertidas la de “calzonuâ??o” con risas constituyendo el pick de los grupos focales, pero al referirse en el sentido de cómo observan a los varones como seres humanos iguales a ellos, reflexionaron y meditaron señalando en su mayoría que son “personas que sufren” , lo que evidencia que la violencia hacia el varón existe y conocen “muchos casos que no son denunciados”, ya sea por el elemento sociocultural como factor preponderante para no denunciar y factores de índole personal como es el amor a la pareja o por los hijos para que no sufran.
En relación con la evolución de roles que han experimentado tanto hombres como mujeres, en el mundo cada vez más exitista y competitivo, los varones manifiestan en torno a la relación de pareja que las decisiones y/o acuerdos “deben efectuarlos ambos” para que prime la armonía en la pareja y de esta manera no herir susceptibilidades, en donde el hombre ha asumido la mayor participación de la mujer en general como positivo, inclinándose por una relación igualitaria, donde ninguno tenga más derechos sobre el otro, adaptándose a este tipo de cambios.
â?¢ En el nivel exosistémico: resaltan claramente aspectos como lo son la difusión de la ley 19.325 y las instituciones que trabajan con violencia intrafamiliar, puesto que los varones se perciben como desprotegidos de la legislación existente, ya que la mayoría la desconoce y la atribuye a la mujer, señalando que es la “ley de la mujer” , evidenciando dos aspectos, uno que la ley no ha sido debidamente difundida, tal vez por ser dirigida hacia la población femenina en las campañas de prevención. Además se plantea que se pone énfasis en los derechos de las mujeres y que, estas están protegidas como lo demuestran los estudios, omitiendo según estos que al varón también lo protege la ley, presumiblemente porque las personas encargadas de realizar estas acciones no los consideran como cifras de víctimas significativas, hecho que no se pude comprobar. En segundo lugar como desencadenante de lo primero al no difundir la Ley a todos los sectores de la población y grupos étarios, el hombre desconoce que efectivamente existe la ley y por tanto, relacionado con otros puntos, no denuncia porque no sabe que están protegidos, implicando una falencia del sistema sociojurídico y del estado por ser este el ente encargado de poner en práctica las Políticas Públicas al bienestar de la población en su conjunto.
En este mismo plano, cabe mencionar lo que se refiere al SERNAM, institución que no es cuestionada, pero que se le atribuye como agente canalizador de las diferentes problemáticas que presenta la mujer, teniendo para ellas un innegable apoyo que en el caso del hombre el Estado los dejaría desprotegidos, puesto que no contarían con un organismo para desahogarse, de orientación o de ayuda, no tan solo en lo que respecta a la violencia en la pareja, sino en otros sentidos. En tal sentido, se plantea que si se creara una institución tipo SERNAM, recién ahí podrían canalizar sus problemas e inquietudes que los afectan al sentirse escuchados y comprendidos en esta sociedad que les asigna un papel rígido que es reticente a que el hombre exprese sus emociones o llore por estereotipos asignados a lo que se espera del hombre y la mujer, constituyen do de vital importancia que los profesionales que atiendan estén debidamente preparados para intervenir en la pareja, en especial en lo que respecta al profesional Asistente Social, cuestionado ampliamente en el caso de la mujer al atribuírsele su forma de operar como prejuiciada con relación a los varones no dando lugar a que ellos se expresen “desmereciendo su situación”, considerándola como otro factor preponderante para no concurrir a efectuar la correspondiente denuncia en los supuestos casos de violencia en la pareja, privilegiando a la mujer tanto cuando es agredida y cuando es agresora.
Con relación a lo anterior, existe opinión unánime que si fuesen a denunciar “por antecedentes que conocen, los Carabineros se reirían y ridiculizarían”, sintiéndose doblemente agredidos, señalando un participante “si fuera a denunciar lo dejaría preso por leso”, siendo también un factor de abstención para no denunciar a fin de evitar esta doble victimización.
En virtud de lo anterior el estudio muestra una realidad distinta a la que habitualmente estamos acostumbrados cuando se aborda la problemática de violencia intrafamiliar, que ha motivado diversas reflexiones en torno al abordaje e intervención de la violencia al interior de la familia desde la óptica multidimensional del modelo ecológico de Jorge Corsi.

COMENTARIOS FINALES
Dada las características del presente estudio, representa una mirada diferente, que evidencia la necesidad de considerar la inclusión de los elementos individuales, sociales y culturales para explicar este fenómeno y, como se manifiesta en los varones, por ser esta una problemática de connotación reciente y que augura un potencial crecimiento en cuanto a varones agredidos.
En síntesis, los factores que influyen y/o se relacionan con esta tendencia, que acusa la ignorancia legal de los varones con respecto a la Ley 19.325 de Violencia Intrafamiliar e Instituciones que trabajan con la problemática, además de elementos socioculturales e individuales que tienden a evitar que los varones no denuncien esta situación, se agrupan en:
Factores preponderantes:
â?¢ Ideología patriarcal y/o neomachismo
â?¢ Ignorancia legal
â?¢ Instituciones prejuiciadas con relación a la atención del varón.
â?¢ Medios de comunicación (en menor grado)
â?¢ Factores personales del varón
Por tanto, estos cinco componentes que engloban el todo descrito en el cuerpo de la investigación, se relacionan con la multicausalidad de este fenómeno complejo, constituyendo las causas que limitan al varón para no denunciar.

LAS FUENTES INTERACTIVAS DE LA RESILIENCIA

LAS FUENTES INTERACTIVAS DE LA RESILIENCIA

Según Edith Grotberg para hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, podemos tomar como factores de resiliencia de cuatro fuentes, que son:

1. Tengo
Personas alrededor en quienes confío y que me quieren incondicionalmente
Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros o problemas
Personas que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder
Personas que quieren que aprenda a desenvolverme sólo
Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro o cuando necesito aprender

2. Soy
Una persona por la que otros sienten aprecio y cariño
Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto
Respetuoso de mí mismo y del prójimo

3. Estoy
Dispuesto a responsabilizarme de mis actos
Seguro de que todo saldrá bien

4. Puedo
Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan
Buscar la manera de resolver mis problemas
Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien
Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o para actuar
Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito

Lo que aporta el concepto de resiliencia es entonces una mayor comprensión y conocimiento empírico de los factores que protegen al sujeto de los efectos deletéreos de las malas condiciones del ambiente humano y social que lo rodean y permite el diseño de métodos prácticos de promoción de dichos factores para asegurar un desarrollo favorable que prevenga la aparición de enfermedades físicas y/o mentales.

La violencia juvenil. El papel de los padres en la educación de los hijos

La violencia juvenil. El papel de los padres en la educación de los hijos

¿Qué está pasando con los jóvenes de hoy? Esta es una cuestión que se escucha cada vez con mayor frecuencia y, entre otros muchos aspectos, hace referencia a la violencia que los adolescentes muestran hacia su familia, sus padres o tutores.
En la última década es un hecho conocido el incremento de la agresividad y actos violentos en centros escolares (entre jóvenes y hacia la figura del docente), de la delincuencia juvenil (empezamos a conocer sucesos como secuestros o asesinatos, como los que en la década anterior pensábamos que sólo ocurrían en EE.UU  o fuera de España) y de la agresividad o maltrato de los hijos hacia sus padres (factores que influyen en la  agresividad juvenil).

Ã?stos son factores influyentes en la violencia juvenil en general, pero ¿y la violencia de hijos a padres en particular?
Muchos niños y jóvenes parecen presentar, cada vez más, carencia de responsabilidades,  ausencia del sentido del esfuerzo para el logro, e inexistencia de límites desde el ámbito familiar.
Los estudios apoyan la idea de que la violencia y la agresividad infantil y juvenil están  relacionadas con la carencia de actuaciones educativas o con carencias relacionales y de límites. Los padres o no ponen  límites ni actúan educativamente, o cuando lo hacen es de manera incoherente o aversiva, agresiva para  sus hijos. Este tipo de actuaciones de los padres es la que aparece más asociada a la violencia juvenil.
En las familias en las que los padres utilizan la violencia y la agresividad -entre ellos y/o  con sus hijos- se observa con mayor frecuencia el uso de la misma en sus hijos. Es decir, nuestros hijos aprenden de lo  que ven y vivencian en casa; nuestra manera de actuar y relacionarnos con ellos es de suma importancia. Es por ello  que, además del factor hereditario, la violencia se presenta con frecuencia, pero no exclusivamente, en familias  cuyos componentes la utilizan e incluso tienen o han tenido problemas con la ley.
Otro factor importante es el uso y abuso de sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol,  la marihuana, las anfetaminas, la cocaína, etc. Los chicos que usan, abusan o dependen de dichas sustancias realizan  mayores actos violentos, en casa y fuera de casa.
En los casos de violencia de los hijos hacia sus padres, hallamos con elevada frecuencia  la presencia de trastornos psicológicos, mayoritariamente el llamado trastorno disocial en los varones y el trastorno  por negativismo desafiante en el sexo femenino; trastornos que se caracterizan por la agresión a personas y animales,  destrucción de la propiedad, fraudulencia o robo y violaciones graves de normas en el trastorno disocial y por un  patrón de comportamiento negativista, hóstil y desafiante en el caso del negativismo desafiante.
El fracaso escolar es otro factor muy presente en jóvenes con trastorno disocial,  delincuencia juvenil y uso de la violencia con sus padres y fuera de casa. El joven que fracasa en el ámbito escolar recoge  recriminaciones y castigos de casa, desvalorización personal de su entorno, se inicia en la práctica del absentismo escolar,  ausencias escolares o campanas, se junta con otros jóvenes en su misma situación, se inicia en el uso de drogas, etc. Es un proceso frecuente en los casos de violencia juvenil.
¿Qué podemos hacer los padres para favorecer que nuestros hijos no sean agresivos ni violentos?
La clave está en la formación para la educación de nuestros hijos, para la detección de  dificultades o trastornos psicopatológicos y la colaboración en su tratamiento con el psicólogo infantojuvenil.
â?¢ Intentar actuar educativamente, de manera coherente, estableciendo límites adecuados a  su edad y apreciando y valorando los aspectos positivos de nuestros hijos.
â?¢ No utilizar la agresividad en casa, ni insultar, ni pegar, recriminar, ridiculizar o gritar.
â?¢ Ser un modelo para nuestros hijos en cuanto a resolución de problemas o conflictos  mediante la palabra, el consenso y la comunicación en nuestras actuaciones hacia ellos y con nuestra pareja, amistades, etc.
â?¢ Favorecer al máximo una comunicación positiva padres-hijos, una relación en la que nuestros hijos disfruten y valoren positivamente el hecho de contar sus cosas a sus padres, pedir consejo. Cuanta más  confianza y bienestar sientan nuestros hijos cuando nos cuenten cosas suyas, más sabremos de ellos fuera de casa y  podremos ayudarles en caso de dificultades, de abuso sexual, etc.
â?¢ Establecer unos límites en franjas horarias, duración y contenidos a la hora de ver  programas de televisión, conectarse a
Internet, o utilizar videojuegos. Nunca deben de ser predominantes respecto al resto de  actividades sociales, de hobbies o actividades personales posibles.
â?¢ Inculcar en nuestros hijos desde pequeños el placer por la lectura, la construcción de un  hábito de trabajo escolar y el valor del esfuerzo. En el caso de detectar dificultades en el rendimiento escolar,  consultar y llevar a cabo una intervención psicopedagógica adecuada para su resolución y/o llevar a cabo un asesoramiento  profesional.
â?¢ Ser conocedores de las herramientas educativas, pautas educativas que nos puede  aportar la psicología, a través de la participación en escuelas de padres, lectura de libros de divulgación, y/o consultas de  asesoramiento educativo con psicólogos infantojuveniles.
â?¢ Ser padres informados también respecto a la detección y prevención del uso de drogas  en los jóvenes, dado que la detección precoz del uso de sustancias tóxicas es de suma importancia para su detención  o intervención.
â?¢ En general, ser padres activos, capaces de pedir ayuda a los profesionales para la  detección precoz de cualquier tipo de dificultades.
Susana Beltrán
Psicóloga infantil de ISEP Clínic Barcelona

http://www.isepclinic.es Potenciado por Joomla! Generado: 7 June, 2008, 04:17

AMOR Y ADICCIÓN

AMOR Y ADICCIÓN
Según las palabras de Stanton Peele, autor de amor y adicción:
“Una experiencia adictiva es aquella que absorbe la conciencia de una persona y, al igual que los analgésicos, alivia su sensación de ansiedad y dolor. Quizá no haya nada tan bueno para absorber nuestra conciencia como una relación amorosa de cierta clase. Una relación adictiva se caracteriza por un deseo de tener la presencia tranquilizadora de otra persona… El segundo criterio es que disminuye la capacidad de una errónea para prestar atención a otros aspectos de su vida y para ocuparse de los mismos”.
Una relación verdaderamente horrible cumple para nosotras la misma función que una droga fuerte. No tener un hombre en quien concentrarnos es como suspender el consumo de una droga, a menudo con muchos de los mismos síntomas físicos y emocionales que acompañan la verdadera suspensión de una droga_ náuseas, sudor, escalofríos, temblor, ansiedad, una forma obsesiva de pensar, depresión, imposibilidad de dormir, pánico y ataques de angustia. En un esfuerzo por aliviar esos síntomas, volvemos a nuestra última pareja o buscamos una nueva con desesperación.
Todas las mujeres que aman demasiado cargan con la acumulación emocional de experiencias que podrían llevarlas a abusar de substancias que alteran la mente a fin de escapar de sus sentimientos. Pro los hijos de padres adictos tienden a heredar una predisposición genética de desarrollar sus propias adicciones.
Tal vez porque el azúcar refinado es casi idéntico en su estructura molecular al alcohol etílico muchas hijas de alcohólicos desarrollan una adicción a ella y adquieren una forma compulsiva de comer. El azúcar refinado no es una comida sino una droga. No tiene valor alimenticio; sólo calorías vacías. Puede alterar en forma dramática la química cerebral y e una sustancia altamente adictiva para mucha gente.
Si bien somos muy buenas para intuir lo que otra persona siente o para descubrir lo que otra persona necesita o debería hacer, no estamos en contacto con nuestros propios sentimientos y somos incapaces de tomar decisiones acertadas en aspectos importantes de nuestra vida que son problemáticos ara nosotras. A menudo no sabemos en realidad quiénes somos, y el hecho de estar enredadas en problemas dramáticos nos impide tener que detenernos a averiguarlo.
Nada de esto significa que no podamos emocionarnos. Podemos llorar y gritar y aullar. Pero no somos capaces de usar nuestras emociones para guiarnos en la tarea de tomar las decisiones necesarias e importantes en nuestra vida.
Si usted alguna vez tuvo un accidente automovilístico en el cual no sufrió heridas graves, quizás haya experimentado una sensación de euforia un día o dos después del accidente. Eso se debe a que su cuerpo sufrió una conmoción extrema y de pronto tuvo cantidades inusualmente altas de adrenalina. Esa adrenalina explica la euforia. Si usted es alguien que lucha con la depresión, inconscientemente buscará situaciones que la mantengan excitada, en forma muy similar al accidente automovilístico (o al matrimonio con un alcohólico), a fin de mantenerse demasiado eufórica para deprimirse.
El hombre inestable nos resulta excitante; el hombre que no es confiable nos parece un desafío; el hombre imprevisible, romántico; el hombre inmaduro, encantador; el hombre malhumorado, misterioso. El hombre furioso necesita nuestra comprensión. El hombre desdichado necesita nuestro consuelo. El hombre inadecuado necesita nuestro aliento, y el hombre frío necesita nuestra calidez. Pero no podemos “arreglar” a un hombre que está bien tal como es, y si es amable y nos quiere tampoco podemos sufrir. Lamentablemente, si no podemos amar demasiado a un hombre, por lo general, no podemos amarlo.

¿Qué es el "bullying"?

¿Qué es el “bullying”?
DEFINICIÓN Y CONSEJOS

Resulta complejo definir el fenómeno “bullying”, y más aún traducir literalmente este vocablo inglés al castellano. Implica a veces el golpear o dar patadas a otros compañeros de clase, hacer burlas, “pasar de alguien”, etc. Pero estas situaciones resultan bastantes comunes en los centros educativos (colegios e institutos), y pueden llegar a ser muy dañinas para quienes las sufren, generalmente en silencio y en soledad.

La palabra “bullying” se utiliza para describir estos diversos tipos de comportamientos no deseados por niños y adolescentes, que abarcan desde esas bromas pesadas, el ignorar o dejar deliberadamente de hacer caso a alguien, los ataques personales, e incluso los abusos serios. A veces es un individuo quien hace el “bullying”, o un grupo (pandilla).

Lo más importante no es la acción en sí misma, sino los efectos que produce entre sus víctimas. Nadie debe subestimar el miedo que un niño, niña o adolescente intimidado puede llegar a sentir.
Por tanto, estas situaciones de acoso, intimidación o victimización son aquellas en la que un alumno o alumna está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otros compañeros.

Por acciones negativas entendemos tanto las cometidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas de exclusión.

No hay que confundir estas situaciones con los típicos altibajos que se producen en las relaciones entre los alumnos, especialmente a lo largo de la etapa de la adolescencia y pre-adolescencia. Los conflictos y las malas relaciones entre iguales, los problemas de comportamiento o de indisciplina son fenómenos perturbadores pero no son verdaderos problemas de violencia, aunque pueden degenerar en ellos, si no se resuelven de una forma adecuada.

Para prevenir y atajar posibles brotes, es muy conveniente centrar el tema y aclarar entre todos de qué estamos hablando y dejar de pensar “que todo esto es normal entre escolares” ni “que se trata sólo de bromas”.

Ejemplos concretos:

Cuando un chico o una chica se mete con otro compañero o compañera insultándole, poniéndole motes, burlándose de él o ella, amenazándolo/a, tirándole sus cosas, pegándole o diciendo a los otros que no se junten con él o con ella,â?¦
Cuando en el patio de recreo, en los pasillos, en los servicios y en la propia clase sucede, a veces, que unos compañeros/as se meten con otros/as, se burlan de su aspecto, se ríen de ellos, y luego dicen que ha sido jugando o que el otro es un quejica, pero la verdad es que eso molesta,â?¦
Cuando algunos chicos y chicas les dicen a los demás que no le hablen a otra chica o chico, para que no tenga amigos ni amigas, o le acusan de algo siendo mentira,â?¦
Cuando un chico o una chica abusa de su fuerza o se pone chulo o chula y se hace el guay, porque otros chicos y chicas les ríen las gracias cuando se hacen los graciosos, chulean, pegan o amenazan a otro compañero o compañera que no es tan fuerte, o que le da vergüenza enfrentarse con él o con ella y siempre se calla y aguanta,â?¦
Cuando un grupo de chicos o chicas levanta rumores falsos sobre un chico o una chica, simplemente porque no quiere salir con ellos o no están dispuestos a hacer lo que ellos quieren ni aguantar sus cosas y empieza a perder sus amigos/as y a tener cierta fama,â?¦

¿Quiénes son responsables?
Los profesores/as y los padres tienen una responsabilidad especial en el cuidado de niños/as y adolescentes, y eso incluye ayudar a quien están siendo víctima de estas conductas no deseadas en la escuela. Pero los adultos no pueden hacerse cargo estas tareas, sin la ayuda de los propios niños/as y adolescentes.

Cuando alguien está siendo víctima del fenómeno “bullying” en un centro educativo, el resto de compañeros que no están implicados directamente, si saben sobre lo que está sucediendo en el aula, en el recreo o en la calle. Aunque ellos no estén envueltos, podrían ayudar a quienes sufren estas conductas no deseadas.

Podrían animarles a hablar directamente con un adulto, o bien podrían ofrecerle hablar con un adulto en su favor. Así, puede ser que los compañeros agresores dejen de actuar contra otros, pues no les gustará saber que hay adultos que saben que están haciendo y que no pararán hasta verlos actuar de este modo.

Todos los miembros de una comunidad educativa (alumnado, padres/madres, profesorado,…) tienen una responsabilidad importante en la ayudar a quiénes están siendo víctimas y hablar de quienes tienen estos comportamientos violentos.

Consejos sobre acciones a tomar:
Si alguien en su familia es víctima del “bullying” en el colegio/instituto, usted tiene que hacer algo para ayudarle: lo primero, hablar con un profesor o profesora.
Si se preocupa que alguien en su familia puede ser un agresor (“bully”), debe tratarlo inmediatamente con un profesor o profesora.
Si desea ayudar a evitar este fenómeno en la comunidad educativa de sus hijos e hijas, trabaje con el profesorado y otros padres/madres para lograr un colegio/instituto más seguro para todos.
Si usted no está satisfecho con la respuesta de los responsables del colegio/instituto, no abandone, busque otros medios y recursos disponibles para prevenir estas conductas infantiles-juveniles.
La ayuda y la comprensión en el hogar, en la familia, son fundamentales para cualquiera que quiera hacer frente a este fenómeno. Haga todo lo que puede por ayudar a que estos niños, niñas y jóvenes puedan auto-valorarse.
Los niños, niñas y adolescentes que son testigos o conocen de casos de ‘”bullying”, puede estar inseguros de que hacer y si deben decir algo a alguien responsable. Asegúrese de que hablen con sus padres o profesores sobre estos hechos que están ocurriendo entre sus compañeros.

Consejos para hermanos/as y amistades:
Los/as hermanos/as y amigos/as saben a menudo que alguien está siendo intimidado por sus compañeros/as de clase, mucho antes que lo sepan los propios profesores y padres de unos y otros.
¿Qué debería hacerse? Algunas veces, la persona que está siendo intimidada de alguna manera por sus compañeros, le piden a sus hermanos/as o amistades que no digan, ni hagan nada. En ocasiones, no hacen nada para que los agresores (“bullies”) no hagan lo mismo con ellos.

Pero no hacer nada significa generalmente que estos chicos o chicas que abusan de sus compañeros continuarán haciéndolo, o que estos lo hagan en secreto, e incluso elijan a otras víctimas cercanas a las víctimas (hermanos/as, otros amigos y amigas,…). Parte de la diversión que estos chicos y chicas consiguen con estos comportamientos, es la reacción de miedo y respeto de otras personas presentes, hacia éstos/as como agresores.

Si no haces algo, los agresores pueden pensar que apruebas lo que están haciendo.

Algunas cosas que pueden hacerse:
Si cualesquiera de ellos no actúan, no abandone. Intente siempre algo más.

Persuada a la persona que es víctima de estas conductas que hable con algún adulto responsable de su educación y protección. Puede ser un/a profesor/a o padre/madre.
Anime a estas personas a que cuenten lo que está sucediéndole.
Ofrézcale hablar a un adulto sobre las conductas de estos compañeros/as que abusan.
Deje que los agresores sepan que no están asustados de ellos, que usted no hará nada y que está dispuesto a verlos hasta que paren.
Plantee este asunto en el Consejo de escolar del colegio/instituto, como si se tratara de un debate sobre otras materias (inglés, educación física,…).
Implique a tanta gente como sea posible. En particular, intente asegurarse que el profesorado conozca lo que está sucediendo, pero sobretodo, háblelo con otros miembros de la comunidad educativa.

Cosas que no deben hacerse:
No use la violencia contra los agresores. Puedes ser acusado de malos tratos a hacia los mismos, que suelen ser menores de edad.
No le diga al niño/a o joven víctima que se ocupe de solucionar sus propios problemas. Si ellos pudieran, no le habrían pedido ayuda.
No intente ocuparse de este problema por su cuenta.

Mensajes para hacer entender a personas víctimas de tales conductas:
“No tienes la culpa de ser intimidado por otros compañeros de clase”
“Tu no tienes que hacer frente a esta situación, sólo”

TESTIMONIOS REALES
Una víctima:
Cuando estaba en la escuela, me cogieron manía y no pararon durante dos años. Nadie hablaba conmigo. No hice nada por culparles, y todavía no sé la razón por que siempre me intimidaban. No era más rica o más pobre, ni era de una raza diferente.

Solía llorar cuando me acostaba cada noche. Era desgraciada. Cuando mis padres lo supieron, hablaron con el director, pero él no estaba interesado y les dijo que no podría hacer nada. Mis padres conocían a los padres de los chicas que me amenazaban. Una incluso vivió en la misma calle y habíamos sido amigas desde los dos años. Como una oveja, ella descargó porque nadie más hablaba conmigo.

Todo esto sucedió a los 6 años y perdí casi toda mi autoconfianza y empecé a odiarme. Odiaba pensar que esto pudiera ocurrirle a cualquier otra chica. Tengo un miedo si una chica no me habla, ellos empezaron todo y nunca pararán. No quisiera que continuara durante el resto de mi estancia en el colegio. No podría hacer frente.(Chica, 14 años)

Un agresor (“bully”):
Nunca he intimidado a nadie. Si lo haría, si alguien me molestara y se riera de mí, entonces me defendería. Yo no soy un valentón, aunque puede tener dudas más adelante. No creo que haya alguien en el colegio que abuse de otros compañeros de ésta u otra forma.” (Chico, 16)

Un padre :
Mi hija ha sido intimidada por otros compañeras, desde que estaba en el colegio. Diariamente le llamaban con nombres como ‘perra’ y ‘basura’. Hemos intentado todo, pero nadie escucha. Ella intentó suicidarse. Lo único que ella desea es ser una chica feliz en la escuela con sus amistades. No quisiera que ningún padre sufriera lo que hemos sufrido. Nosotros continuaremos luchando.”

La escuela:
La gente podría decir cualquier cosa como “eso es una escuela terrible porque han sido intimidados por otros compañeros’, o podrían decir, ‘”ese es un buen colegio porque están haciendo frente a ello”. Decidimos asumir el riesgo” (Director de un colegio que desarrolló un programa anti-bullying).

ENLACES
bullying.org Página informativa desarrollada por la Red Internacional de Recursos Educativo (Canadá)
aacap.org Academia Americana de Psiquiatría infantil y adolescente (EEUU)
averroes.cec.junta-andalucia.es/ Red Telemática Educativa de Andalucía (España)
aidex.es Asociación para la investigación y desarrollo educativo en Extremadura (España)
antibullying.net/ Red educativa anti-bullying de la Facultad de Educación de la Universidad de Edimburgo (Escocia)