Respaldo de material de tanatología

Duelo en tercera edad (RIAD, Red Iberoamericana de Intervención en Duelo)

La ternura es más fuerte que la dureza.

El agua es más fuerte que la roca.

El amor es más fuerte que la violencia.

Herman Hesse

En generaciones pasadas, cuando las condiciones sociales, ambientales, nutricionales, médicas y tecnológicas eran bien distintas, los padres contaban por lo menos con la muerte de uno de sus hijos en sus primeros años de vida, y en cierto modo estaban preparados para aceptarla como algo inevitable, circunstancia que aún sigue estando presente en algunos países menos desarrollados. En la actualidad, el mejoramiento de las circunstancias antes descritas y el envejecimiento progresivo de la población ha hecho que la aflicción alcance a los abuelos.

Su pena presenta características especiales: el dolor y la angustia suelen tener un origen triple:

  1. Se afligen por su nieto (a).

  2. Por su hijo (a).

  3. Por ellos mismos.

Por su condición de personas mayores, con experiencia, creen ? ellos mismos y otros – que se deben defender mejor de la angustia producida y servir de ejemplo para el entorno familiar. No obstante, varias circunstancias pueden hacer que se experimente un profundo fracaso en su rol de abuelos y padres:

  1. Sentimientos de culpabilidad y agresividad secundaria al no reconocer ellos mismos y sus hijos los síntomas en el enfermo, o por el descuido presentado en casos accidentales;

  2. Trastornos en el rol que venían asumiendo y que habían integrado en su propia existencia como una de las tareas clásicas de su ciclo vital;

  3. Fenómenos de incapacidad e impotencia en relación a uno cuidados de fase final más complicados;

  4. Trastornos físicas concurrentes en ellos, con la consiguiente incapacidad material o emocional para contribuir al cuidado del nieto.

Las manifestaciones de la aflicción en el adulto mayor no son las mismas que el del adulto más joven. Varias diferencias han sido identificadas:

            (1) La respuesta emocional suele ser menor que en las personas más jóvenes, es decir, hay menos tristeza aparente, culpa consciente, aturdimiento inicial y presencia de negación, no obstante, hay más síntomas, dolores, cansancios, opresiones, etc. La característica más llamativa es la tendencia a introyectar todo aquello que pueda producir conflictos emocionales y a expresarlo a través de quejas físicas (somatizar), circunstancia que popularmente se reconoce en la expresión: “la procesión se lleva por dentro”. Esta situación puede ser particularmente compleja y delicada para el anciano con enfermedad crónica concurrente. A menudo, el inicio o acentuación de una enfermedad empieza en el tiempo del duelo. Así, su expresión emocional (es decir, el “como lo lleva” o “lo muestra”) no es una forma adecuada para evaluar la necesidad o no de ayuda.

            (2) Tendencia a la idealización de la persona fallecida o de la parte/función corporal perdida (por ejemplo, una pierna, una mano).

            (3) Presencia de mayor irritabilidad , especialmente hacia aquellas personas más parecidas al difunto.

            (4) Aislamiento social más pronunciado que en los sujetos más jóvenes.

            (5) La energía necesaria para la adaptación a una vida sin el difunto puede ser tan grande que la tarea sea considerada abrumadora y desanime al anciano a continuar el proceso; la incapacidad física de muchos adultos mayores (p.ej., por osteoartrosis, prótesis de cadera, disfunción cardíaca, etc.) puede obstaculizar la reconstrucción de las interacciones sociales tan necesarias para la recuperación.

            (6) El logro de las tareas del duelo toma más tiempo.

A la hora de evaluar el desarrollo del proceso de recuperación del adulto mayor es muy importante el reconocimiento de estas diferencias. La mayor fragilidad corporal y la tendencia a empeorar o presentarse ciertas enfermedades durante este período, hacen muy oportuno que la persona acuda con más frecuencia al médico, particularmente durante el primero y segundo año del fallecimiento.

Duelo en niños (RIAD, Red Iberoamericana de Intervención en Duelo)

El duelo de los niños no es un problema aislado de las pérdidas identificadas del niño; es endémico y global. Nuestro objetivo es aprender a identificar su duelo y trabajar con él constructivamente. Nosotros necesitamos proteger y preparar a nuestros jóvenes para vivir en su mundo y hacerlo nuestro mundo también. Cuanto más neguemos su duelo, tanto más se sentirán solos y vulnerables. Al reconocer su pérdida, estaremos reconociendo su realidad como verdadera y válida (Goldman, L.: Life & Loss. A guide to help grieving children. 2nd Edition, Accelerated Development Inc. 2000)

http://www.homestead.com/montedeoya/nino.html

EL NIÑO Y LA MUERTE
Qué hacer cuando la muerte ocurre en la familia y tenemos niños pequeños.
Ayudando a los niños a enfrentar la muerte de un ser querido.
Aunque los adultos suelen tratar con franqueza los aspectos relacionados con la muerte y el duelo (su dolor, su tristeza, su angustia, la forma de expresar sus sentimientos), los niños, como grupo, suelen estar excluidos de tener que expresarse de una manera determinada (se les deja solos o se les evita, por todos los medios posibles, toda expresión de dolor).

Comúnmente se cree que los niños de nuestra cultura no sufren a penas disgustos (o se pretende que no tengan ninguno), y cuando sufren una pérdida, se ofrece rápidamente un sustituto (algo que se pretende sustituya al objeto perdido), negándoles así la posibilidad de apreciar los beneficios que obtenían del objeto perdido y de la expresión, vivencia o afrontamiento de su dolor. El “sustituto” -ya no como “amortiguador” de su pena y dolor- se convierte en un “distractor” de la realidad que ha observado y que no le permiten considerar y analizar según sus propias posibilidades, pues ?hay que evitarles todo dolor?.

Sabemos, por puro sentido común y por experiencia, que cuando un niño hace una pregunta cualquiera, se suele referir a un suceso o a algo que ha observado; no obstante, cuando las preguntas se refieren a la muerte, en lugar de respuestas sencillas y sinceras, provoca una aprensión indebida en el adulto (se preocupan indebidamente) en lugar de la comprensión y el cariño que otras preguntas habitualmente desencadenan; se olvida que la vida cotidiana -o la televisión y los modernos video juegos- le ofrecen repetidamente a los niños bastantes situaciones en las que experimentar sensación de pérdida con diversos grados de aflicción; la muerte de una mascota suele ser un ejemplo clásico.

La forma en que el niño se adapta a la pérdida de algún objeto real o imaginario depende de muchos factores:

(1) La edad del niño en el momento de la pérdida;
(2) Características del objeto perdido: si se trata del padre, de la madre, del hermano, de la mascota, del juguete, etc.;
(3) Relación particular del niño con el objeto perdido (grado de apego o familiaridad con lo perdido);
(4) Las características de la pérdida (repentina, lenta o violenta);
(5) Sensibilidad y ayuda de los miembros supervivientes de la familia ante sus sentimientos y necesidades emocionales;
(6) Su propia experiencia de pérdidas anteriores;
(7) Su herencia familiar, enseñanza religiosa y cultural;
(8) Actitud que ha adquirido (aprendido) a través de la observación de la reacción de sus padres, otros adultos y compañeros ante la muerte de otros (aprendizaje vicario).

Por otra parte, cuando se produce una muerte en la familia se presenta un fenómeno muy común (y en algunos sectores la norma): aquel en el cual los niños son extraídos del entorno familiar inmediato (se les lleva a otra parte para que ?no presencien el dolor y no se angustien?) mientras los adultos se dedican a sufrir su propia pena, prescindiendo de consolarlos.

TIPOS DE PÉRDIDAS EN LA INFANCIA
Desde la pérdida de un diente en la infancia hasta la muerte de un padre, nos afligimos por lo que perdemos y deseamos que retorne, ya sea un juguete, una madre, una mascota o nuestra dignidad y respeto. Las pérdidas en la infancia pueden caer en una de las siguientes categorías:

1. Relacional
2. Ambiental
3. Habilidades y destrezas
4. Pérdida de futuro/protección del mundo de los adultos
5. Objetos externos
6. De si mismo
7. Hábitos

Pérdida de Relaciones
1. Muerte del padre, abuelo, hermano, amigo, compañero de clase, mascota.
2. Ausencia del profesor, padre, hermano, amigo.
3. No disponibilidad del padre por alcoholismo, drogadicción, prisión o divorcio.

Pérdida de objetos externos
1. Pérdida del juguete u objeto favorito (cobija, oso de peluche).
2. Pérdida por robo o extravío (diario, regalo especial).
3. Perder cosas de valor puede ser muy doloroso para un niño.

¿Qué podemos hacer por el niño?
1. Validar los sentimientos del niño por la pérdida de su posesión personal, una compañía verdaderamente importante.
2. Participar activamente en la búsqueda del objeto perdido.
3. Activamente utilizar un grupo de auto-ayuda.

Pérdida en el ambiente
1. Fuego, inundaciones, huracanes y otros desastres naturales.
2. Mudanzas, cambio de escuela, cambio de la estructura familiar.
3. Separación familiar.

La separación de la familia puede ser un proceso doloroso para un niño pequeño.
¿Qué podemos hacer por el niño?

1. Preparar al niño para la separación del padre. Si el padre se va una hora, un día, una semana, indefinidamente o para siempre, el niño necesita conocer los hechos. La discusión abierta disminuye la ansiedad.
2. Si la separación tiene una fecha definitiva, haga un calendario con el niño que le muestre cuánto tiempo queda para la separación, y déjelo en su habitación; así el niño puede marcar los días que van pasando.
3. Deje una foto del padre al lado de la cama del niño.
4. Use una grabadora para que el niño hable al padre o trabaje sus sentimientos respecto a la marcha del padre.
5. Deje el número de teléfono de otro adulto-cuidador que pueda apoyar al niño.
6. Informe al profesor de lo que ha pasado o pasará en la casa del niño.

Pérdida de sí mismo
1. Pérdida de partes físicas del cuerpo (un diente, un brazo, un ojo).
2. Pérdida de auto-estima; Abuso físico, sexual, emocional o deprivacional.

Los síntomas conductuales del duelo no siempre son pelea, llanto o expresiones exteriores; los niños pueden aislarse, señalar o despersonalizar la vida para escapar de aspectos del duelo muy dolorosos que si no sienten o no hablan son la única forma de sobrevivir.

¿Qué podemos hacer por el niño?
Con los niños menores de 3 años el primer objetivo es satisfacer sus necesidades primarias, físicas y de confort, que lo abracen, lo carguen y que le permitan regresiones apropiadas. Los adultos que abusan de los niños necesitan guía en trabajar con su rabia para que esté más libre y amen a sus hijos. Es importante que:

1. Animarle a no auto-culparse.
2. Animarle a contar una y otra vez la historia.
3. Asegurar el total alivio del abuso.
4. Mantener la privacidad.
5. Controlar su rabia acerca del abuso.
6. Ofrecer protección.
7. Recordar que algunas veces no hay signos visibles del abuso.
8. Reconocer sus malos sentimientos acerca del abuso.

Pérdida relacionada a habilidades y destrezas
1. Retrazarse en la escuela.
2. No ser escogido para el equipo de deportes.
3. Sobrepeso, trauma, enfermedad, incapacidad física.
4. Dislexia, Déficit de atención y otras diferencias del desarrollo.

¿Qué podemos hacer por los niños?

1. Reconocer los hechos y su lugar en el colegio
2. Permitir al niño la oportunidad de discutir su retención o pérdida abiertamente.
3. Incorporar los pensamientos y sentimientos del niño en experiencias creativas de escritura y lenguaje.
4. Aceptar al niño donde ellos se encuentre académica, atlética o físicamente usando proyectos y tareas diseñadas a su nivel de confort. Ver el crecimiento como un progreso individual y no como una comparación según estándares dónde el niño debería estar.
5. Crear un proyecto donde el niño pueda lucirse. Por ejemplo, debido a que el niño ha repetido el segundo grado y es el mayor de la clase, usar su mayor madurez de forma creativa (juegos, murales, proyectos de servicio).
6. Use cada oportunidad para estimular su auto-estima.

Pérdida relacionada a los hábitos
1. Chuparse el dedo, comerse las uñas, enrollarse el pelo en los dedos.
2. Cambio de patrones alimentarios o rutinas diarias.
3. Empezar o terminar la escuela.

¿Qué podemos hacer por los niños en caso de un accidente escolar?

1. Mantener los niños juntos para discutir los sentimientos acerca de su experiencia traumática.
2. Permitirle a cada niño el tiempo y el espacio para contar su propia versión de la historia. Esto les ayudará ver dónde necesitan apoyo y clarificación.
3. Deje que cada niño marque en un diagrama dónde se encontraba en el momento de los hechos y qué fue lo que vio.
4. Reconozca cualquier trauma que el niño sufrió.
5. Discuta los sentimientos de culpa que algún niño pueda sentir si éste no ha presentado ninguna herida física.
6. Identifique temores asociados a futuras actividades semejantes a la acaecida. Reasegure que se hará todo lo posible por su seguridad.
7. Haga una reunión escolar y discuta lo sucedido. Anime la discusión y la realización de preguntas. Esto permitirá a los niños que no estuvieron en el suceso responder a sus necesidades.
8. Informe a los padres de todos los niños en la escuela. Envíe a casa algunos datos del suceso y cómo manejarlo con los niños.
9. Escuche y responda con afecto, debido a que los niños a menudo se refieren a su asustadiza experiencia en sus conversaciones o juegos muchos meses después de acaecido el suceso. Hacer esto es  normal y saludable.
10. Reasegure al niño que fue un accidente, que están bien y que todo irá bien.
11. Construya una red de apoyo telefónica para que los niños hablen unos con otros y compartan sus sentimientos.
12. Separe un espacio de tiempo durante el horario escolar para que los niños que compartieron el suceso puedan continuar compartiendo sus sentimientos.

Pérdida de futuro/protección del mundo de los adultos
1. Pérdida del modelo de rol.
2. Miedo de la escuela como un lugar peligroso.
3. Falta de motivación para el trabajo escolar.
4. Elección de la violencia como una forma de solucionar los problemas.

¿Qué podemos hacer por los niños?
1. Anime a la policía, entrenadores, hermanos/as mayores y ancianos a ser voluntarios como mentores  y modelos de rol para los niños afligidos.
2. Fomente la conciencia del vecindario para crear programas de vigilancia para la protección de los niños antes y después del colegio.
3. Mantenga programas, reuniones y políticas escolares en relación con el comportamiento matón, la violencia y las armas en la escuela.
4. Los padres y el personal docente escolar pueden crear un espacio para que los niños hablen de sus temores y preocupaciones acerca de la violencia y el trauma que puede rodear sus vidas.
5. Facilite las reuniones de clase para que los niños puedan discutir con seguridad sus temores.
6. Utilice guías diseñadas por sistemas escolares para trabajar con niños que han experimentado violencia, abuso, muerte y otros traumas.

DESARROLLO DEL CONCEPTO DE MUERTE EN EL NIÑO
Qué entiende el niño por muerte según su edad

A pesar de los estudios que se han realizado sobre el concepto infantil de la muerte, no hay una idea clara de las respuestas de un niño menor de 4 años; sin embargo, para los mayores de esta edad existen algunos conceptos de interés para aquellos que de algún modo directo o indirecto se ven en la necesidad de tratar con la aflicción y el dolor de un niño. En este sentido, la edad del niño en el momento de la pérdida es el factor más importante debido a que la edad determina su comprensión de la muerte.

Entendiendo el complejo mundo del desarrollo del pensamiento del niño

Primera infancia (0-6 años)
Durante el primer año de edad el niño está ocupado en distinguir entre él mismo, el entorno que le rodea y la persona que lo atiende. Antes de 6 meses no es aún consciente de dónde acaba él y dónde empieza el resto; entre los 6 y los 12 meses distingue entre su madre y el resto de las personas que le rodean, manifestando una extraordinaria ansiedad al ser separado de ella, o de la persona que habitualmente se ocupa de él.

De 0 a 10 meses: Los bebés
Reacciones comunes a la muerte: lo que ellos saben y sienten acerca de la muerte
Reaccionan con angustia ante la pérdida de la principal persona que los cuidaba (usualmente la madre). Además, es posible que capten el dolor de quienes les rodean cuando éste toma forma de llantos, de cambios en el programa y en las rutinas, y de ruidos y estímulos adicionales en el ambiente del hogar. La ausencia de rostros sonrientes y de períodos de juegos, y el hecho de que ya no lo sostengan en brazos, puede tener un efecto acumulativo.
¿Qué hacer?
Intente mantener la misma rutina a la que el bebé está acostumbrado; minimice los sonidos y los sucesos inusuales que ocurran cerca de él (llantos, voces altas, gran cantidad de desconocidos), hasta que el ambiente familiar vuelva a ser, en la medida de lo posible, como era antes de que ocurriera la muerte.

A partir del año estará muy ocupado explorando su entorno con su recientemente adquirida actividad motriz (caminar); un paso significativo en el desarrollo del conocimiento (de su pensamiento) es la consciencia de la permanencia de un objeto que esté fuera de su campo visual (es decir, que aunque no lo vea, existe), que se produce al final del primer año; hasta que esto ocurra, los objetos que “no están a la vista”, no están en la mente. A partir de entonces, se verifica (se crea) una representación o imagen mental del objeto captado en su campo visual (lo que puede ver); a los 24 meses dará sus primeros pasos en el proceso de separación e individualización (de ser ?personita?), que no será alcanzado hasta el final de la adolescencia.

Antes de los 3 años: Los más pequeños
Reacciones comunes a la muerte
Llanto, apegamiento (conducta aferrada, se ?pega? al cuidador), trastornos del sueño y la alimentación, conducta regresiva (se orina en la cama, se chupar dedo), juego o lenguaje muy repetitivo.
Lo que ellos saben y sienten acerca de la muerte
Poca comprensión de su causa o finalidad, reaccionan a la separación, responden a los cambios en su mundo inmediato, curiosidad acerca de dónde van las cosas (?si algo no está visible, no existe?), la muerte es igualada a inmovilidad.
¿Qué decir y hacer?
a. Ofrezca explicaciones simples y en pocas palabras, y utilice elementos de la naturaleza en sus analogías. Relacione la información con el propio mundo del niño, en términos del sentido y actividades de la vida diaria: comer, dormir, oler, escuchar, correr, hablar, cantar y reír. Espere preguntas repetidas una y otra vez, como si la información no se le hubiera dicho antes.
b. Reasegure al niño de que ellos serán cuidados y que los adultos estarán siempre a su alrededor para cuidarlos hasta que ellos sean lo suficientemente mayores como para cuidar de ellos mismos. Mantenga las rutinas tanto como sea posible. Tranquilícelo y confórtelo en formas que sean familiares para él (mecerlo, acariciarlo, cantarle, jugar). Mantenga límites. Involúcrelos en el juego. Use fotos y libros de cuentos para explicarle los conceptos que estén a su nivel.

Los juegos simbólicos (sus juegos de la vida diaria) permiten al pre-escolar de 3-6 años exhibir (mostrar) su activo mundo de fantasía interior; por otra parte, a esta edad se ocupa sólo de su propio provecho. La actividad cognoscitiva del pre-escolar (su pensamiento y análisis del mismo) se caracteriza por su egocentrismo, pensamiento mágico, animismo, artificialismo y participación (pensamiento “operacional” según Piaget). Su comprensión del mundo se concibe desde una perspectiva bastante limitada: su propia experiencia.

El egocentrismo se entiende como la impresión de que es él el centro de todo lo que ocurre en el mundo; su lenguaje suele ser característico de esta forma de pensamiento: repite muchas veces lo que ya ha sido establecido por otros y establece dinámicos monólogos no dirigidos a nadie, aun cuando se halle en presencia de otras personas. El pensamiento mágico hace referencia a la idea que tiene el niño de que un suceso exterior cualquiera lo puede interpretar como resultado directo de sus deseos interiores, atribuyéndose un poder que muchas veces le resulta aterrador. El animismo se refiere al aspecto del pensamiento que atribuye consciencia a cosas o sucesos naturales. El artificialismo se refiere a la idea que posee el niño de que todos los objetos están construidos con un propósito determinado y la participación describe la idea de que todos los actos humanos y los procesos naturales interaccionan entre sí. El animismo, el artificialismo y la participación son tres de los aspectos más importantes para el posterior desarrollo del concepto de muerte en el niño.

Un aspecto fundamental y trascendental para las posteriores fases del desarrollo, y que describe otro aspecto del egocentrismo, es el mencionado pensamiento mágico; el niño, como origen de toda actividad en su mundo, se siente responsable de las consecuencias de sus ideas y fantasías en el mundo, de manera que un suceso exterior cualquiera lo puede interpretar como resultado directo de sus deseos interiores, atribuyéndose un poder que muchas veces le resulta aterrador; sus implicaciones en la construcción de un concepto de muerte, y en los sentimientos de culpa durante el duelo, son evidentes.

Su vocabulario cuenta con la palabra “morir” (y sus variantes) a la edad de 2 años y medio, y “vivir” a los 3 años. El niño pequeño sabe que el perrito está vivo, no así la silla. El pre-escolar posee ideas muy variadas en cuanto a lo que integra la vida, simultáneamente con lo que significa la muerte.

De 3 a 5 años: Pre-escolares
Reacciones comunes a la muerte
Miedo a la separación de los padres y otros seres queridos. Aferramiento, rabietas y explosiones de irritabilidad. Comportamiento de lucha, llanto y aislamiento. Conducta regresiva (se orina en la cama, se chupar el dedo). Trastornos del sueño (pesadillas, dificultad para dormir solo). Incremento en los temores usuales (oscuridad, monstruos). Pensamiento mágico. Creer que la persona reaparecerá. Actúa y habla como si la persona no estuviera enferma o todavía estuviera viva.
Lo que ellos saben y sienten acerca de la muerte
Se enfocan en detalles concretos. Personalizan la experiencia y creen que pueden haberla causado (?la muerte es un castigo por malas acciones o palabras?). Buscan el control de la situación. Igualan la muerte con las cosas que están inmóviles y la vida con las cosas que se mueven. Incapacidad para manejar el tiempo y el concepto de finalidad. Creen que la muerte es reversible. Creen que la persona muerta conserva cualidades de las personas vivas.
¿Qué decir y hacer?
a. Corrija la información errónea y las fantasías. Sea honesto y claro en sus respuestas; use explicaciones simples a cerca de la causa del evento o muerte (?algunas personas hacen cosas peligrosas?, ?cuando la gente muere no podemos verlas más pero podemos mirar sus fotos y recordarlas?). Relacione experiencias similares con la actual. Haga claras distinciones entre la experiencia del niño y la del familiar fallecido. Use un vocabulario real para referirse a la muerte y evite eufemismos. Use términos concretos para describir los lugares y las situaciones presentadas.
b. Ayúdele a clasificar y rotular sus reacciones y sentimientos. Refuerce el hecho de que el niño no es culpable, que sus pensamientos, comportamientos o palabras no hacen que la gente se lastime o muera. Refuerce el hecho de que la muerte no es una forma de castigo. Acepte fluctuaciones en su humor. Acepte su conducta regresiva pero ayúdele a recuperar el control. Proporciónele límites para conductas inapropiadas (?no puedes estar hasta las 10 de la noche despierto, acuéstate hasta que te de sueño?).
c. Establezca un cuidado consistente, seguro y estable. Permita la participación y elección del niño para asistir a las actividades del funeral y los servicios de recuerdo (memorial). Espere preguntas repetidas una y otra vez, como si la información no se le hubiera dicho antes. Espere que piensen que cuando alguien muere puede regresar. Cuéntele historias y muéstrele fotos de la persona que murió para crear una conexión y solidificar los recuerdos. Busque y anime la expresión de sentimientos en el juego, pintura, gritar, romper o rayar papel, etc. Use otros recursos externos, tales como libros.

El niño menor de 6 años percibe la muerte como separación de sus seres queridos, lo cual le resulta espantoso. No obstante, “cuando su madre le lee un cuento en el que Blanca Nieves espera al príncipe que le devolverá a la vida con un beso, cuando la televisión le muestra personajes que son golpeados, aplastados, reventados por explosiones, acribillados a balazos y ahogados muchas veces en cada episodio, cuando el “héroe del oeste” que muere de un disparo aparece momentos después en una propaganda, para él el ?estar muerto? es una especie de continuidad de la vida, una simple merma de la vitalidad que puede ser interrumpida al igual que el sueño, un fenómeno reversible. Su pensamiento mágico confunde fantasía y realidad; el concepto temporal del “para siempre” no existe: piensa de una manera concreta, y los primeros pensamientos se dirigen hacia el acto del entierro.

Si bien está bastante claro que el pre-escolar se entristece, también es cierto que no pueden tolerar tales sentimientos dolorosos durante largos períodos de tiempo, de forma que su aflicción es intensa y breve, a la vez que recurrente. Usualmente molestará a los padres durante la reunión familiar por la muerte de uno de sus miembros para salir alegre a la calle a jugar. Habitualmente las muestras de su aflicción se manifestarán en su comportamiento jugando o con el dibujo.

Concepto de muerte en el niño
Menor de 6 años
El niño menor de 6 años percibe la muerte como separación de sus seres queridos, lo cual le resulta espantoso. Para él el ?estar muerto? es una especie de continuidad de la vida, una simple merma de la vitalidad que puede ser interrumpida al igual que el sueño, un fenómeno reversible. Su pensamiento mágico confunde fantasía y realidad; el concepto temporal del “para siempre” de la muerte no existe. Por otra parte, no pueden tolerar tales sentimientos dolorosos durante largos períodos de tiempo, de forma que su aflicción es intensa y breve, a la vez que recurrente.

Entre los 5 y los 9 años más del 60% de los niños personifican a la muerte como a un ser con existencia propia, o la identifican con una persona muerta: la muerte es invisible pero acecha a escondidas en la noche, especialmente en las zonas donde hay cadáveres, como los cementerios.

6 a 12 años
El niño mayor de 6 años percibe la muerte como un ?castigo por malas acciones?; comienzan a aparecer las consecuencias de su educación religiosa, social y familiar. Sin embargo, la etiología de la muerte no es consistente; sus respuestas van encaminadas a causas específicas más que a procesos generales: flechas, pistolas, cuchilladas, explosiones, ataque al corazón, vejez, etc. Durante este período hay una auténtica curiosidad por ver lo que ocurre después de la muerte.

Entendiendo el complejo mundo del desarrollo del pensamiento del niño

Infancia media (6-12 años)
El niño mayor de 6 años comienza a considerar al mundo y a interpretar sus experiencias desde un punto de vista exterior -el de los compañeros del colegio, profesores, otros adultos, personajes de sus lecturas, etc. Su lenguaje es más comunicativo y menos egocéntrico; el pensamiento mágico aún persiste pero es mayor su habilidad para percibir la realidad.

Se trata de la etapa absolutista en su juicio moral (Piaget) en el que las reglas son sagradas e inmutables (p.ej., con sus juegos). Paralelamente a esta fase se da el realismo moral (Piaget) en el que el niño tiende a determinar la culpabilidad en función de la cantidad de daño infringido. Sin embargo, el niño comienza a considerar la intención, hasta llegar al punto en que distingue entre rotura accidental o intencionada.

La persistencia del pensamiento mágico y del egocentrismo se refleja en la concepción de muerte como un castigo por malas acciones; comienzan a aparecer las consecuencias de su educación religiosa, social y familiar. Sin embargo, la etiología de la muerte no es consistente; sus respuestas van encaminadas a causas específicas más que a procesos generales: flechas, pistolas, cuchilladas, explosiones, ataque al corazón, vejez, etc.

Durante este período hay una auténtica curiosidad por ver lo que ocurre después de la muerte (p.ej., desenterramiento de la mascota para seguir el proceso de descomposición); parece mostrar un control de los detalles como un mecanismo muy efectivo de competencia con la situación.

Entre los 5 y los 9 años más del 60% personifican la muerte como un ser con existencia propia, o la identifican con una persona muerta: la muerte es invisible pero acecha a escondidas en la noche, especialmente en las zonas donde hay cadáveres, como los cementerios.

De 6 a 9 años: Escolares tempranos
Reacciones comunes a la muerte
Rabia, pelea, comportamiento envalentado (de matón), negación, irritabilidad, culpa, fluctuaciones en el humor; miedo a la separación, a estar solo o a que recurran los hechos. Aislamiento, regresión, quejas físicas (dolor de estómago o de cabeza). Problemas escolares (ausentismo, dificultades académicas, dificultades de concentración).
Lo que ellos saben y sienten acerca de la muerte
Fascinación por los detalles, aumenta su vocabulario y su compresión de los conceptos. Mayor comprensión respecto a la propia salud personal y seguridad. Personificación de la muerte (cree en el ?hombre del saco?, en el ?chucho?). Relación dispareja entre las emociones y su comprensión de la muerte. Pensamiento mágico. Presencia del ?Síndrome del niño perfecto? (el niño que previene o corrige la muerte) o del ?Síndrome del niño malo? (ser malo como castigo por muertes pasadas y anticipación de futuros castigos). Deseos de reunirse con el muerto.
¿Qué decir y hacer?
a. Proporcione información clara y honesta, describiendo lo que usted sabe y, aún, admitiendo que no conoce la respuesta a ciertas preguntas. Describa cómo sucedieron los hechos, con detalle, según él los solicite; evite lo grotesco. Pregunte y conozca qué es lo que el niño piensa y sabe acerca de lo sucedido; no emita juicios sobre sus necesidades sin conocerlas. Sea muy concreto y, si es necesario o apropiado, use fotos o dibujos para explicar las cosas. Prepare/anticipe al niño futuros cambios y hable acerca de lo que esto significa para el niño.
b. Prepara al niño para cambios en sus rutinas o en el funcionamiento de la casa y  deje que el niño conozca los diferentes arreglos. Anime la comunicación de sentimientos confusos y no placenteros. Valide y normalice sus reacciones y dificultades en la escuela, con los compañeros y en la familia. Permita la repetición de preguntas y la búsqueda de respuestas. Sea sensible a los mensajes de culpa del niño y corrija mitos y concepciones erróneas. Monitoree los cambios en otras áreas de su vida (académica, social, deporte, etc.).
c. Coopere con otros adultos de la red de apoyo al niño y que pueden ayudarle con los cambios en su vida (profesores, entrenadores, padres de un amigo, etc.). Anime su participación en actividades relacionadas con los servicios conmemorativos de acuerdo a los deseos del niño y a su horario, y entérese de cómo y cuándo el niño quiere contribuir a la realización de éste. Déle permiso para retirarse y volver a entrar en las reuniones familiares cuando así lo necesite. Use carteleras para visualmente describir, predecir y planear los eventos normales.
d. Anime el compromiso en actividades recreativas familiares y sociales apropiadas a la edad. Anime la expresión de sentimientos (verbalmente, en el juego, con arte, o privadamente, con los padres o compañeros). Ayude al niño a relacionarse con otros; discuta sus preferencias respecto al deseo de mantener sus pensamientos en privado; practique lo que dice cuando le explique la situación. Use recursos externos para la explicación de la información y los sentimientos (p.ej., libros).

En necesario que el niño adquiera cinco conceptos previos para poder comprender el abstracto concepto de muerte tal cual lo entendemos los adultos, ideas que no son por supuesto adquiridas todas de una vez:

1. Criterio de No-Funcionalidad: cuando el cuerpo se muere ya no funciona más: no tiene dolor, frío, hambre, no tiene que ir al baño, no tiene que respirar o comer, etc.
2. Es Permanente: es para siempre.
3. Es Inevitable: nadie puede evitarla.
4. Es Irreversible: no puede uno devolver o devolverse a la vida.
5. Es Universal: le sucede a todo lo que está vivo, nadie escapa de ella.

De 9 a 12 años: Escolares tardíos (pre-adolescentes)
Reacciones comunes a la muerte
Llanto, nostalgia, agresividad, irritabilidad, comportamiento envalentado (de matón) o de payaso, resentimiento, tristeza, soledad, aislamiento, miedos, ansiedad, pánico; supresión emocional, negación, evitación, culpa, vergüenza; trastornos del sueño, preocupaciones acerca de su salud, quejas físicas; problemas o declinar académico, rechazo escolar, trastornos de memoria; pensamientos repetitivos o hablar persistente con los compañeros, demanda exagerada de preocupación y necesidad de ayuda.
Lo que ellos saben y sienten acerca de la muerte
Comprensión madura de la muerte (es permanente, reversible, inevitable, universal y no funcional). Respuestas tipo adulto. Exagerados intentos por proteger/ayudar a los cuidadores y miembros de la familia. Sentido de responsabilidad en los conflictos familiares y deseo de continuar con el compromiso social. Sensación de ir de forma subterránea. Sentirse diferente a otros que no han experimentado una muerte.
¿Qué decir y hacer?
a. Anime una discusión más específica acerca de la causa de la muerte e invítele a hacer preguntas; permita que el niño exprese su relato personal de los hechos. Busque oportunidades para manejar sentimientos cuando el niño esté listo o cuando una situación diferente se origine; deje que el niño escoja su propio ritmo. Apoye y acepte la expresión de todo tipo de sentimientos. Eduque al niño acerca de las reacciones comunes (tristeza, soledad, dolor, rabia, etc.) y los riesgos involucrados al evitar los sentimientos difíciles.
b. Ofrezca o busque a otras personas o salidas que le ayuden a la expresión de sus emociones; recuerde algunos niños se siente incómodos expresando emociones fuertes a sus padres por miedo a trastornarlos o lastimarlos. Discuta los cambios que ocurrirán en la casa; pídale sugerencias cuando negocie nuevas formas de manejar la situación; evite cambios innecesarios. Anime la discusión acerca de cómo manejar nuevas responsabilidades. Pregúntele al niño cómo y qué quieren ellos decirle a otros respecto a lo sucedido (compañeros, amigos, profesores).
c. Acepte la ayuda de otras personas. Anime y permita el compromiso en actividades externas. Anime la conmemoración de la persona que murió de forma que sea para ellos personalmente significativo. Comparta aspecto de sus propias respuestas y formas de luchar.

REACCIONES DEL NIÑO: SU AFLICCIÓN
Las reacciones de aflicción que presentan los niños son variables; usualmente incluyen:

1. Tristeza, depresión.
2. Ansiedad (la ansiedad y la tensión interna pueden adoptar la forma de hiperactividad o de un comportamiento excesivamente activo, inquieto o agresivo).
3. Rabia.
4. Culpa.
5. Desorganización de su comportamiento que puede llegar incluso a la delincuencia.
6. Un sentido de vulnerabilidad e inseguridad personal, aislamiento.
7. Problemas conductuales y trastornos disciplinarios (en casa y en el colegio).
8. Trastornos del sueño, de la atención y de la concentración.

La reacción casi inmediata de un niño mayorcito cuando se entera de la muerte de un ser querido gira entorno a tres preguntas: ¿la causé yo?, ¿me puede ocurrir a mí, a papá o a mamá?, ¿quién cuidará de mi? Cualquier tipo de intervención o ayuda por parte de un adulto debe tratar con estas tres preguntas, y explicarle al niño todo lo referente a la enfermedad para que pueda establecer las diferencias pertinentes entre él y el difunto, y entre la causa real de muerte y la fantaseada (recordemos que el pensamiento mágico hace pensar al niño que él pudo tener algo que ver con la muerte de su ser querido; por tanto, deberá investigarse siempre cualquier idea de responsabilidad que el niño tenga y aclarársela).

A menudo los niños muy pequeños no presentan reacciones graves inmediatas a la muerte, aunque se haya verificado o presentado la correspondiente aflicción (sentimientos anteriormente descritos). Si este comportamiento persiste varias semanas (más de 4), deberá buscarse consejo profesional para ayudar eficazmente al niño; por otra parte, si el niño es incapaz de dominar la experiencia traumatizante de la muerte (le es muy doloroso), puede quedarse fijo o estancado en el nivel de desarrollo que poseía cuando aquella se produjo (es decir, el niño deja de crecer psicológicamente hablando y se comporta como un niño más pequeño que para su edad correspondiente). Esto habitualmente sucede cuando las fantasías infantiles y el pensamiento mágico no son corregidos por experiencias pertenecientes a la realidad (cuando se deja sin aclarar su responsabilidad y la causa de la muerte, permitiendo que el pensamiento mágico actúe sin un adulto que se lo corrija). En tales casos es imprescindible la intervención profesional. Los niños, como los adultos, experimentarán la pérdida de nuevo en días especiales (reacciones de aniversario en fechas especiales).

Reacciones ante la muerte de un hermano
Las reacciones de los niños ante la muerte de un hermano pueden variar desde ninguna respuesta aparente hasta la presencia de pesadillas, agresiones y problemas somáticos (molestias o dolores en el cuerpo); los niños expresan una gran variedad de sentimientos y reacciones aun cuando se mostrasen previamente bien adaptados a la enfermedad de sus hermanos.

Entre las molestias, quejas o comportamientos que pueden presentar, están:

(1) Enuresis (se orina en la cama), que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(2) Jaquecas (dolor de cabeza), que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(3) Deficiente rendimiento escolar, que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(4) Fobia escolar (no quieren ir al colegio), que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(5) Depresión, que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(6) Ansiedad grave, que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(7) Diversas quejas somáticas (dolores, molestias), que aparecen de primera vez o empeoran si antes existían.
(8) Preocupación por la responsabilidad de la muerte del hermano, que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(9) Temor de que ellos mismos morirán, que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(10) Resentimiento hacia los padres por pasar mucho tiempo con el hermano enfermo.
(11) Enojo con sus padres por dejarle morir, que aparece de primera vez o empeora si antes existía.
(12) Preocupaciones con fantasías acerca de la muerte, que aparecen de primera vez o empeoran si antes existían.

Cada una de estas molestias, quejas o comportamientos deberán se tratados (analizados con el niño o con la ayuda de un profesional en duelo) individualmente y paso a paso.

Un investigador americano describe la situación clínica del hermano superviviente de forma muy comprensiva y resumida con las siguientes palabras:

?La niña de 4 años, hermana de un niño leucémico, responderá a la muerte de éste con muchas emociones distintas, que pueden ir desde la tristeza al júbilo. El alivio al recobrar la actividad familiar normal, abandonando el centro médico y volviendo a casa, y el placer que experimenta ante la mayor atención que se le presta, pueden hacerse evidentes. Puede tener temores y, consecuentemente, sentimientos de culpa por todas las veces que posiblemente deseara la muerte de su hermano a causa de un favoritismo de los padres, real o imaginario, los días que se libró de la escuela o los tratos especiales de que fue objeto en el hospital. Si los padres no han preparado el duelo por anticipado (aflicción anticipatoria), el niño superviviente puede experimentar no sólo la pérdida de un compañero de juegos sino también la atención de sus padres. La pena de los padres puede ser interpretada como disgusto por sus pensamientos anteriores?.

El cáncer es la principal causa de muerte en la infancia en los países desarrollados después de los accidentes; esta sola circunstancia puede implicar dos consecuencias importantes para el duelo del hermano superviviente:

1. En primer lugar está lo relacionado con la aflicción anticipatoria (duelo o dolor previo, anticipado como una forma de prepararse para la muerte y el dolor real); las visitas al hermano enfermo suelen ser muy útiles mientras pueda ocurrir una interacción significativa y siempre y cuando el niño lo desee; esto les ayuda a reducir el potencial de culpa irracional (de que ellos han sido los culpables). Por otra parte, el resultado del duelo puede verse favorecido cuando la familia comparte el cuidado terminal, incluyendo a los hermanos.
2. En segundo lugar, y debido a que el niño enfermo puede permanecer la mayor parte de su enfermedad en el domicilio, incluso durante las fases terminales de la enfermedad, el impacto sobre el hermano superviviente puede ser mayor.

Los esfuerzos del niño superviviente por tratar de remplazar al hermano muerto, disminuyendo así el dolor de los padres -que, por otra parte, pueden estar afligidos a tal punto que el niño superviviente reciba poca atención-, es un fenómeno habitual; otras veces, los padres responden de forma sobreprotectora sobre la salud de este.

En aquellas familias cerradas y rígidas, con relaciones en extremo intrincadas, que no permiten la más mínima intervención de otros, la aflicción del niño puede verse complicada; los padres pertenecientes a una familia de este tipo tienden a reaccionar excesivamente ante cualquier signo de manifestación emocional aflictiva de alguno de sus hijos, de modo que una discusión habitual y carente de importancia entre hermanos puede interpretarse como un conflicto significativo relacionado con la muerte del hermano, o una pregunta inocente del niño provoca una explicación minuciosa y detallada que le producirá más ansiedad de la necesaria. Similarmente, en estas familias los niños son más propensos a asumir los problemas de otros, considerándose tal vez responsables de la enfermedad y muerte de su hermano.

Intervenciones precoces y preventivas con el niño superviviente (consejo profesional), sólo o con otros miembros de la familia, puede producir un resultado más apropiado del duelo, evitando o disminuyendo así dificultades y conflictos futuros.

DUELO EN EL ADOLESCENTE
Debido a la mayor madurez de su personalidad, los adolescentes pueden enfrentar en mejores condiciones las consecuencias de la muerte. A diferencia de los niños, no dependen por completo de sus padres para desarrollarse; no obstante, si pierden a uno de estos pueden presentar problemas muy peculiares a causa de la etapa del desarrollo en que se encuentran.

Las ocupaciones predominantes en la adolescencia son librarse de la estrecha dependencia a los padres, dirigiendo sus emociones hacia otros individuos y adultos ajenos a la familia, y lograr una identidad consistente (una personalidad propia).

La desaparición de uno de los padres o hermanos no conduce, sin embargo, necesariamente a reacciones patológicas. Las consecuencias del fallecimiento en su desarrollo emocional dependen del nivel de desarrollo que halla alcanzado, la calidad de sus relaciones personales y el grado de madurez que posea antes de la muerte.

Si bien en esta etapa la actitud del adolescente es muchas veces marcadamente hostil hacia los padres, existe siempre la opción de regresar a su cuidado como un niño, como en épocas anteriores. Como un elemento primordial y normal de su proceso de crecimiento existe un interés peculiar por la inmortalidad y temas afines, interés que le puede servir para defenderse del horror de la muerte, evitar la tristeza y perpetuar la fantasía de la reunión en un plano físico con la persona perdida; si el concepto de vida eterna es utilizado desde una perspectiva negativa, una muerte significativa puede provocar sentimientos suicidas. Por otra parte, si el adolescente es incapaz de diferenciarse del difunto (de separarse de este, de diferenciar sus personalidad, de cortar el lazo), puede interferirse el logro de una identidad consistente (de una personalidad propia). En ambas situaciones es recomendable el consejo profesional.

Aunque la pérdida en sí no es patogénica (no es, de hecho, peligrosa para su desarrollo), puede constituir el núcleo o la base en torno a la cual se agrupen elementos patológicos de conflictos anteriores o futuros (es decir, puede ser el disparador de una personalidad complicada en la vida adulta).

De 13 a 18 años: Adolescentes
Reacciones comunes a la muerte
Entumecimiento, re-experimentación del hecho, evitación de sentimientos, resentimiento, pérdida de confianza, culpa, vergüenza, depresión, pensamientos suicidas, distanciamiento, aislamiento, ansiedad, pánico, disociación, oscilaciones del humor, irritabilidad, rabia, auto-implicación, exagerada euforia, ?acting out? (involucrarse en actividades de riesgo, antisociales o ilegales), abuso de sustancias; miedo a eventos similares, a la enfermedad, muerte o el futuro; trastornos el apetito y del sueño, quejas o cambios físicos, declinar académico, rechazo escolar.
Lo que ellos saben y sienten acerca de la muerte
Reacción de duelo tipo adulto, presión para ser responsable e involucrarse en un comportamiento de adulto y/o resentimiento o enojo por ello, temor de expresar emociones fuertes, ansiedad por sentirse abrumado o en situación embarazosa, cambios en su sentido de identidad y propósito en la vida, pensamientos acerca del futuro (mortalidad personal, eventos importantes sin el ser querido, etc.).
¿Qué decir y hacer?
a. Involucre al adolescente en las actividades familiares relacionadas a la muerte, pero tenga precaución cuando pida su participación por un largo período de tiempo. Resista el esperar o asignar responsabilidades de adulto. Discuta los cambios en la familia y trabajen juntos para encontrar soluciones. Tenga precaución acerca de cualquier cambio que el adolescente pueda querer hacer durante el trauma o inmediatamente después de una muerte. Considere cómo el evento o la muerte pueden estar influenciando la conducta usualmente difícil del adolescente y manéjela directamente.
b. Eduque al adolescente acerca del duelo y de los riesgos potenciales de la conducta ?acting out?. Sea sensible a sus mensajes respecto a actividades de riesgo o ilegales. Espere variabilidad del humor y de la conducta. Espere la tendencia reactiva a llegar a ser excesivamente cercano o, por el contrario, extremadamente distante. Anime al adolescente a confiar en alguien fuera de la familia. Permita el desarrollo de las conductas normales de independencia. Mantenga límites, consistencia y un sentido de estabilidad. Sea razonable con las reglas y con las expectativas conductuales y académicas.

La actitud ambivalente (de amor y odio) con que los adolescentes se relacionan normalmente con los adultos debe ser tenida en cuenta cuando se analicen sus reacciones ante la muerte de uno de sus padres; ciertamente una cosa es intentar ser independiente cuando se sabe que ambos padres siguen estando disponibles y otra muy distinta intentarlo cuando la muerte arrebata a uno de estos en pleno proceso de emancipación. Con frecuencia, el adolescente afligido por la perdida de un ser querido habla incesantemente de las cualidades del fallecido, olvidando las características que tan solo unos meses antes constituían la base para una crítica intensa. La idealización (“era un santo”) se produce incluso en familias en las que el adulto fallecido era, en verdad, un padre inoperante (un padre que no ejercía ningún papel activo en la crianza de los hijos).

Durante el duelo, los adolescentes suelen consultar al médico por un dolor, una erupción o cualquier otra molestia (cosa que antes no solían hacer; si lo hacían, entonces es posible que lo hagan con más frecuencia); si bien, lo que generalmente suelen estar buscando es que se les tranquilice acerca de su salud, y quizás una sustitución del padre desaparecido (representada por el profesional de la salud). Pueden presentarse también, como en el adulto, empeoramiento de enfermedades previas.

El adolescente también necesita bastante apoyo emocional y la oportunidad de expresar verbalmente sus preocupaciones de forma que las falsas interpretaciones en relación con la muerte puedan ser aclaradas (necesita expresar su dolor y sus inquietudes respecto a la muerte).

EL DUELO COMPLICADO
Variaciones de la respuesta normal a la pérdida de un ser querido

Teniendo en cuenta las variables anteriormente señaladas, y el hecho de que la educación de los adultos en cómo manejar este difícil asunto ha sido casi nula o inexistente, la adaptación de los niños a la pérdida de sus seres queridos puede ser inadecuada en un gran número de casos; estas respuestas inadecuadas (duelo complicado) pueden continuar por años e interferir con su adaptación social y escolar y/o asociarse a problemas psiquiátricos en la vida adulta. Por otra parte, el proceso de adaptación a la pérdida puede verse retrasado si el niño se ve obligado, además, a defenderse de otros cambios en su vida cotidiana (crisis concurrentes) secundarios a la muerte: cambio de domicilio, ciudad, colegio, amistades, etc.

La muerte de la madre es un factor que puede complicar aún más su situación y retrasar el proceso de cicatrización del duelo. No obstante, la calidad de la relación con el cuidador sustituto del niño es el factor más significativo en determinar el resultado del duelo, incluso más que la misma pérdida.

Duelo en caso de muerte por suicidio
Se trata de uno de los factores de riesgo más reconocidos de duelo complicado en los niños, adolescentes e incluso en adultos. Uno de los aspectos más difíciles es decidir el momento adecuado para hablarle a un niño sobre el suicidio paterno.

El mejor momento para hacerlo es en el de la muerte misma, antes de que los conflictos e inquietudes hayan adoptado la forma de síntomas o problemas de comportamiento y antes de que otros niños lo comenten. Los niños comprenden mejor el asesinato que el suicidio, porque conocen y están familiarizados con sus sentimientos agresivos. Si el padre superviviente opta por mantener el secreto o deformar la realidad de los hechos, el niño se dará cuenta de que “hay algo” que se le oculta o es incongruente con la realidad que aprecia, lo cual levantará una barrera en la comunicación entre padre e hijo, precisamente en un momento en que el niño necesita expresar sus ambivalentes y conflictivas emociones (recordemos el pensamiento mágico del niño).

Muchos niños creen que determinados incidentes inmediatamente anteriores al suicidio -sobre todo quejas de sus padres por su mala conducta, no hacer lo que se les dijo que hicieran, hacer mucho ruido, ser desordenados, etc.- son la causa directa del suicidio.

Cuatro aspectos de carácter general -relacionados al suicidio- permiten estudiar las consideraciones comunes y generales de las reacciones de los niños al suicidio paterno:

Casos clinicos (respaldo de RIAD-Red Ibearomericana de intervencion en duelo)

CASO CLÍNICO N° 1

Mujer de 45 años, viuda hace 2 años y separada de su nuevo compañero hace 3 meses. Trabaja como operadora de máquina plana en fábrica de confecciones que tiene cerca de 700 empleados. Tiene 4 hijos de 23 años (mujer, quien abortó hace 3 meses), 15 años (hombre), 10 años (niño) y 6 años (niña); parto prematuro de 8 meses de embarazo hace 20 meses con muerte del bebe por malformaciones cardíacas. Vive con su madre de 73 años (viuda hace 6 meses, pensionada), una hermana de 42 años a quien se le suicidó su hijo de 22 años hace 18 meses (es alcohólica y fumadora pesada), una sobrina de 18 (hija de la anterior y consumidora de marihuana) y un hermano desempleado hace 7 meses. La familia pertenece a la cultura chocoana pero vive en la ciudad desde hace 15 años.

Motivo de Consulta: Duelo por pérdida de su padre hace 6 meses.

Situación Actual: Se siente muy cansada, triste, desesperada, con mucho dolor en el alma y en todo el cuerpo, aunque especialmente en hemicuerpo izquierdo, sobre todo en región precordial. Tiene una gran sensación de vacío y pensamientos de muerte. No tiene deseos de trabajar, quiere salir corriendo y abandonar todo. Duerme muy mal y casi no come nada. No sabe que hacer o donde acudir. Tampoco entiende por qué le pasan tantas cosas, por qué dios se ha cebado sobre ella, por qué se siente así si ella de joven celebraba con fiesta la muerte de otros seres queridos. Se pregunta si lo que le pasa es por el aborto provocado que ella tuvo cuando tenía 17 años, estando soltera.

Acude sola a la consulta. Es muy cordial, correcta, bien arreglada en su aspecto físico y parece sentirse cómoda en la consulta. Su lenguaje sigue un curso tranquilo, fluido, espontáneo. Se ve muy triste.

PREGUNTAS

1. Diagnóstico/s.

2. Tratamiento inmediato.

3. Periodicidad de las consultas.

4. Tratamiento mediato.

5. Estrategias a implementar.

Mensajes

Respuesta 1:

Diagnostico: Depresion tardia,con periodos de ansiedad por lo que necesita una serie de terapias tanto individuales como de grupo para asimilar sus situacion y que manifieste no solo su duelo sino el de estar co-participe del duelo de su hermana y madre asi como el de quedar al frente de su familia como responsable(padre-madre) que al mismo tiempo trata de tener fugas a su realidad. En caso necesario la manejaria por un periodo de 6 meses de terapias y con medicamentos como oxigenadores cerebrales dado su edad y antidepresivos suaves ,asi como complejo B. En si le daria apoyo medico y ayuda psicologica o psiquiatrica.

Respuesta 2:

Diagnóstico/s: Debido a una serie de pérdidas múltiples (Duelo Múltiple), la consultante atraviesa por un episodio depresivo: Viuda hace 2 años, pérdida de su bebé por parto prematuro ( hace 8 meses), separada de su compañero (hace 3 meses), pérdida de su padre (hace 6 meses), pérdida de sobrino por suicidio (hace 18 meses), aborto provocado ( cuando tenía 17 años), tratamiento inmediato(Intervención en Crisis). Primero que todo se le ofrecerá a la persona unas condiciones de seguridad, de protección, que posibiliten la catarsis necesaria en dicho momento (la verbalización), y a través de esto, buscar disminuir las tensiones tanto internas como externas. Identificar las necesidades de la consultante; y en este caso, proponerle participar a las reuniones del grupo de Apoyo en Duelo. Igualmente, darle unos primeros elementos de información concerniente a la temática del Duelo y sus particularidades. Por otro lado, se remitirá a la consultante donde un especialista que le permita tratar sus alteraciones alimenticias y de sueño.

Periodicidad de las consultas: De acuerdo al desenvolvimiento de la primera sesión, de lo allí abordado y percibido y; sobretodo, de los recursos con los que cuente la consultante, la periodicidad se establecerá al final de la consulta.

Tratamiento mediato: La información relativa al Duelo seguirá transmitiéndose. Si la evolución es positiva, se puede proponer una sesión por semana durante este período inicial. De igual modo, se reiterará que el apoyo será continuado si la persona lo solicita y lo demanda. Como la familia se encuentra en Duelo, se podrá invitar a que ésta haga parte del proceso que ya ha iniciado uno de sus miembros.

Estrategias a implementar.

    * Dejar interrogantes e inquietudes abiertas, con el objetivo de que la consultante reflexione a propósito de éstas por fuera del dispositivo psicológico creado.
    * Identificar algunas estrategias de afrontamiento con que cuente la consultante y buscar hacerlas efectivas.
    * Ofrecer una orientación anticipatoria que le permita a la consultante prepararse a algunos sucesos, tanto presentes como posteriores, propios al Duelo.
    * Proponer actividades deportivas, lúdicas, creativas, y el que la consultante desarrolle nuevas habilidades interpersonales.
    * Tener presente la idiosincrasia de la consultante, ya que las tradiciones propias de su cultura podrían ser útiles para un desenvolvimiento y pronóstico positivo del Duelo.

Respuesta 3:

PERFIL DE LA PERSONALIDAD (CASIS)

CONDUCTUAL

No tiene deseos de trabajar, quiere salir corriendo y abandonar todo, duerme muy mal y casi no come nada. No sabe que hacer o donde acudir.

AFECTIVO

Triste, desesperada, dolor en el alma, gran sensación de vacio.

SOMÁTICO

Cansancio, dolor en el cuerpo especialmente en el hemicuerpo izquierdo sobre todo en región precordial.

INTERPERSONAL

Acude sola a consulta. Es muy cordial, correcta, bien arreglada en su aspecto físico y parece sentirse cómoda en la consulta. Su lenguaje sigue curso tranquilo, fluido y espontáneo.

COGNOSCITIVO

Pensamientos de muerte. No entiende porque le pasan tantas cosas, porque dios se ha cebado sobre ella, porque se siente así si ella de joven celebraba con fiesta la muerte de otros seres queridos (cultura chocoana).

DIAGNÓSTICO: Duelos múltiples, crisis concurrentes, puede estar en riesgo de duelo complicado por pérdidas múltiples y acumuladas y / o duelos no resueltos (tiene asuntos pendientes). Descarto depresión.

TRATAMIENTO INMEDIATO (INTERVENCIÓN EN CRISIS):

    * Hacer contacto psicológico y desarrollar una relación y construcción de una alianza terapéutica con la paciente: Estar atenta a hechos y sentimientos, comunicar interés, contacto físico. Hacer sentir a la paciente escuchada, comprendida, aceptada y apoyada. Reducir la angustia emocional.

    * Examinar y evaluar la severidad de la crisis. Además de remitir al psiquiatra para medicación.

    * Examinar posibles soluciones: Averiguar que ha hecho la paciente con su problema, que puede hacer ahora, proponer otras alternativas.

    * Confrontar ideas.

    * Primeras tareas: Información acerca de duelo, conversación y compañía.

PERIODICIDAD DE LAS CONSULTAS: En un inicio dos veces por semana, luego una vez por semana, posteriormente quincenal? Además, llamar la paciente cada que tenga una crisis.

TRATAMIENTO MEDIATO Y ESTRATEGIAS A IMPLEMENTAR:

Asignación de tareas; informarse, consultar, investigar acerca del duelo; invitarla para que pertenezca a grupos de ayuda mutua, costureros, clases de manualidades, etc.; permitirse espacios de intimidad; terapia familiar (vivir el duelo en familia); técnica de hombro ? oído ? abrazo; escribir, hacer diarios o bitácoras; realizar conmemoraciones; biblioterapia; ejercicio físico; yoga; expresión del enojo y de otros sentimientos; control de la respiración; desensibilización sistemática; relajación muscular profunda; entrenamiento para manejar la ansiedad; detención del pensamiento; entrenamiento asertivo; juego de roles; silla vacia??

Respuesta 4:

Me parecieron correctas las respuestas muy elaboradas que surgieron respecto del caso. Creo oportuno introducir preguntas orientativas para pensar frente a nuestra duelista.
Las pérdidas múltiples, ¿qué efectos han tenido en ella? Es decir, ¿cómo era antes de que sucedieran estas pérdidas en cascada?, ¿todas le afectan por igual?, ¿cómo era su relación con su padre?
Sin duda debe facilitarse la expresión del dolor, permitiendo que exprese desde su visión cuáles son sus temores y por qué piensa que está particularmente
afectada. Iría despacio, escuchando para luego trazar un plan en el que estarían incluídas algunas de las medidas citadas. Cómo no estar triste, no es eso la depresión de alguna manera, ¿no debe permitirse al duelista que se entristezca acompañando y conteniendo su dolor?

Respuesta 5

Diagnóstico: Duelos múltiples, entre los cuales está el duelo no resuelto por el aborto (con sentimiento de culpa), presentando riesgo de depresión y duelo complicado.

Tratamiento inmediato (intervención en crisis): Generar empatía y comunicar esperanza; Demostrar interés y escucha activa; Facilitar la expresión de sentimientos; Ayudar a la consultante a  reconocer y aceptar sus propios sentimientos y emociones (culpa, rabia, irritabilidad, cansancio, posible miedo a la muerte, etc.); Establecer contacto físico cuando sea pertinente y hasta donde ella lo permita; Indagar sobre enfermedades preexistentes que pueden complicarse con la crisis, y remitir al médico, para intervención farmacológica;  Sugerirle asistir a grupos de autoayuda; Presentarle la opción de iniciar un proceso de asesoría psicológica o psicoterapia (individual), cuya periodicidad se definirá según su demanda (se propone una consulta semanal, durante el tiempo que ella lo considere necesario);  Sugerirle que busque información acerca del duelo para aclarar dudas y evitar interpretaciones inadecuadas de su situación.

Tratamiento mediato / Estrategias a implementar:  Examinar la red de apoyo social de la consultante, y animarla a crear nuevos grupos de apoyo; Confrontar ideas y desmitificar ciertas creencias; Ayudarla a revisar y reconocer su propia postura frente a la muerte, rescatando aspectos culturales; Evaluar estrategias de afrontamiento empleadas anteriormente y definir nuevas estrategias; Emplear la técnica de la Silla Vacía para reconciliar polaridades en conflicto y cerrar asuntos inconclusos; Ejercicio físico y masajes para liberar la tensión muscular y reducir el dolor; Biblioterapia; Proponer terapia familiar.

Respuesta 6

Diagnóstico: Depresión reactiva severa.
Tratamiento: Intervencion en crisis  más y tratamiento psiquiatrico. En el manejo terapeutico es necesario  abordar cada uno de los duelos que ha vivido, la pérdida, la culpa, el  enojo y sobre todo el perdón. Es necesario crear una buena empatia o union terapéutica.

Seguimiento: Tatamiento de dos a tres veces por semana.

CUESTIONARIO DE APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE MUERTE EN EL NIÑO

CUESTIONARIO DE APROXIMACIÓN AL CONCEPTO
DE MUERTE EN EL NIÑO
CACMuN
J. Montoya Carrasquilla, 2004

Entrevistador Fecha Realización

Nombre Edad Cultura Predominante

Escolaridad Estrato S-E Recursos sanitarios

Religiosidad de la familia Religiosidad del niño Participación en rituales religiosos

Violencia local Estadísticas de muerte violentas locales Acceso a los medios de comunicación

Disponibilidad de video juegos diarios Canales de TV que se ven en la localidad ¿Pérdida reciente? (especificar quién y fecha de la pérdida)

Cultura Predominante: Cultura que predomina donde el niño vive: urbana, rural, afrocolombiana, indígena (especificar), otra (especificar).
Escolaridad: Año escolar en curso.
Estrato S-E (socio-económico): Muy bajo, bajo, medio bajo, medio, medio alto, alto, muy alto.
Religiosidad de la familia: Para nada, un poco, bastante, mucho.
Religiosidad del niño: Para nada, un poco, bastante, mucho.
Participación en rituales religiosos: Para nada, un poco, bastante, mucho.
Violencia local: Para nada, un poco, bastante, mucho.
Estadísticas de muerte violentas locales: Nula, muy baja, baja, moderada, alta.
Acceso a los medios de comunicación: Para nada, un poco, bastante, mucho. Disponibilidad de video juegos diarios: Para nada, un poco, bastante, mucho.
Canales de TV que se ven en la localidad: Menos de 10, de 10 a 30, más de 30.
¿Pérdida reciente?: Especificar quién y fecha de la pérdida.

Responda por favor las siguientes preguntas, marcando con una ?x? en la o las casillas correspondientes. La elección puede ser múltiple. El cuestionario debe ser llevado a cabo por un adulto-cuidador.

1. Irreversibilidad de la muerte (la muerte como algo permanente):
Pregunta Si No
Cuándo alguien se muere, ¿puede volver?
Cuando alguien muere, ¿volvemos a ver a la persona?
Cuando alguien muere, ¿puede seguir haciendo lo que hacía antes?
¿Cómo haces que las cosas muertas vuelvan a vivir?:

2. Universalidad de la muerte (la muerte es para todos):
Pregunta Si No
¿Hay alguien o algo que no muera?
¿Cuáles personas o cosas no mueren?
¿Cuándo morirás?

3. Inevitabilidad de la muerte (la muerte como algo inevitable):
Pregunta Si No
¿Te puedes escapar de ella?
¿También te puede pasar a ti?
¿También les pasará a tus padres?
¿Se puede engañar a la muerte?

4. Cese de funciones (no funcionalidad de la muerte):
Cuando las personas o animales se mueren:
Pregunta Si No
¿Siguen sintiendo?
¿Respirando?
¿Comiendo?
¿Durmiendo?
¿Soñando?
¿Sintiendo hambre?
¿Sintiendo frío?
¿Sintiendo dolor?
¿Tienen que ir al baño?
¿Tienen que estudiar?
¿Pueden seguir jugando?

5. Causalidad de la muerte. ¿Qué hace que las cosas mueran? (¿por qué se muere la gente?):
Pregunta Si No
Por las flechas
Por las balas
Por las explosiones
Por los cuchillos
Son cosas de Dios
Por culpa de los hombres
Por culpa de los médicos
Por culpa de los violentos
Por las guerras
Por el destino
Por los pensamientos que uno tenga
Por los deseos que uno tenga
Por estar o ser muy viejo
Por estar enfermo
Para dejar espacio a otros
No se porqué se muere la gente
No tiene sentido
No se
Otro: (especificar)

6. ¿Qué es la muerte? (la muerte es):
Pregunta Si No
Separación
Inmovilidad
Un castigo por malas acciones
No sentir
No moverse
Podrirse
Un desorden en la casa
Mucho dolor en los adultos
Muchas lágrimas
La gente ya no ríe
Ya no lo cuidan a uno como antes
Algo muy maluco
No ver más a la persona
Es como estar dormido
No se
Otro: (especificar)

7. Cuando piensas en la muerte, lo que más sientes es:
Pregunta Si No
Miedo
Dolor
Angustia
Separación
Caos
Desorden
Rabia
Tristeza
Soledad
No siento nada
Otro: (especificar)

8. ¿Que crees que pasa cuando uno se muere?
Pregunta Si No
No pasa nada
Se va uno donde Dios
Se queda uno solo
Se pone uno triste
Se reúne con otros seres queridos
Se va para el cielo
Se va para el infierno si no fue bueno
Se va uno para el cementerio
Se va uno de viaje
Se duerme uno
Se pudre y se lo comen los gusanos
Pasa uno a mejor vida
El cuerpo se detiene del todo
El cuerpo deja de funcionar
El cuerpo ya no hará nada de lo que antes hacía
El cuerpo ya no sentirá dolor
El cuerpo ya no caminará
El cuerpo ya no respirará
El cuerpo ya no comerá
El cuerpo ya no necesitará dormir
El cuerpo ya no hablará
El cuerpo ya no podrá oír
El cuerpo ya no sentirá frío o calor
El cuerpo ya sentirá nada nunca más
Ya no podrá uno jugar
No se
Otro: (especificar)

9. Cuándo alguien está muerto, ¿a que se parece?
Pregunta Si No
A un muerto
A un esqueleto
A estar dormido
Uno no se mueve
A un monstruo
No se
Otro: (especificar)

10. La muerte está en (personificación):
Pregunta Si No
Las funerarias
Los carros fúnebres
Los cementerios
Los lugares oscuros
Los hospitales
En la oscuridad
En los muertos
En el esqueleto
En ninguna parte
En algún sitio que no se
En el hombre del chucho
En el hombre del saco
No se
Otro: (especificar)

11. Uno se muere (finalidad de la muerte):
Pregunta Si No
Porque así es la vida
Para destruir el cuerpo
Para poder ir al cielo
Para estar con Dios
Para dejar espacio a otros
No se porqué se muere la gente
No tiene sentido
Son cosas de Dios
No se
Otro: (especificar)

12. ¿Has visto alguna vez a una persona muerta?
Pregunta Si No
Si
Si has visto muertos, ¿cuantos has visto hasta hoy?
¿Qué edad tenías cuando eso ocurrió?
No, nunca he visto ninguno
Solo en televisión
Solo en fotos
Solo en revistas o periódicos

13. ¿Se te ha muerto alguien antes?
Pregunta Si No
Si
Si has perdido a alguien, ¿a quien fue?
No
He perdido una mascota
He perdido varias mascotas        (#______)

14. ¿Has participado en algún ritual funerario?
Pregunta Si No
Si
No
Si el niño ha participado en un ritual, ¿en cual ha sido?
Entierro
Velación
Novena
Conmemoración
Otro (especificar)

15. ¿Has visto alguna vez un cuerpo muerto en un ataúd?
Pregunta Si No
Si
En un entierro
En televisión
En una revista o periódico
No, nunca

16. Pinta una imagen o dibujo que mejor representa la muerte para ti.

MUERTE Y DUELO Y SUS MANIFESTACIONES EN LA REGIÓN DEL CHOCÓ, COSTA DEL PACÍFICO

MUERTE Y DUELO Y SUS MANIFESTACIONES EN LA REGIÓN DEL CHOCÓ, COSTA DEL PACÍFICO COLOMBIANO

El proceso de interconexión y estrecha relación que se vive a nivel mundial ha puesto de presente la fuerza de las peculiaridades culturales de diverso orden: desde las étnicas que rebasan sus bases biológicas, hasta las de lengua, religión, rituales funerarios o las políticas. El avance del proceso de integración mundial (globalización) ha permitido, aunque parezca contradictorio, construir una sensibilidad hacia la diferencia, como parte esencial del hombre mismo (1). Como nunca antes, el conocimiento sobre la variedad sociocultural humana podrá disminuir el temor casi instintivo frente a quienes se comportan de manera distinta a nosotros, para lograr su participación en un proceso mayor. Hoy en día sabemos que las mal llamadas sociedades primitivas no son salvajes amenazantes, y que una ética o una política excluyente y etnocéntrica es cada vez más insostenible a nivel mundial.

Estas ?peculiaridades culturales? son particularmente notables en los rituales funerarios, aún dentro de un mismo país, tal como sucede con la cultura afro-chocoana en Colombia respecto a las demás fuerzas presentes en el país. Es en este contexto que se describe la presente entrevista a ?Eugene? (pseudónimo), una mujer de origen afro-chocoano, de 45 años de edad, viuda hace 16 años, 4 hijos vivos (1 hijo muerto hace 30 meses, motivo por cual acudió y acude a nuestro grupo de duelo), vive en un estrato socio-económico grado 2 (pobreza casi absoluta), con su madre y 2 de sus hijos, es de religión católica (con poca religiosidad, según ella), 2 años de bachillerato como escolaridad y residente en Medellín hace 20 años (cultura urbana, de metrópolis).

ANTECEDENTES
La población chocoana y su entorno
El territorio chocoano, al noroccidente de Colombia, se extiende sobre 46.530 km, atravesado por un gran valle de orientación norte-sur, por donde corren los ríos Atrato y San Juan. Los ríos han sido los ejes del poblamiento, de la vida productiva, de la identidad social colectiva. Para 1993 el censo arrojó una población ajustada de 365.782 habitantes. Desde el punto de vista físico natural, “La región de Chocó es el epítome de la selva húmeda tropical”. Es el único lugar del neotrópico en donde se encuentra el
verdadero “bosque pluvial tropical”. Única en términos ecológicos, esta región es muy
probablemente la más lluviosa del globo y es igualmente probable que en alguna parte
de su geografía se encuentre el punto más húmedo del planeta.

Otra peculiaridad ecológica de la zona es la frecuencia con que se presentan en ella los suelos más deslavados y pobres en nutrientes: el subsuelo de arcilla blancuzca que se encuentra en algunas áreas es uno de los de menor contenido de elementos esenciales como el fósforo y de elementos menores como el boro y el zinc. Por otra parte, el Chocó se encuentra aislado bio-geográficamente por las cordilleras andinas del resto del territorio nacional. Esta característica natural ha incidido en un aislamiento relativo de los principales circuitos económicos nacionales.

Como consecuencia de su peculiar ecología, de su aislamiento geográfico y de las
culturas que lo han poblado, el Chocó alberga una de las selvas más sui géneris de toda Suramérica. El sur del territorio del Chocó al parecer contiene la proporción más elevada de endemismo específico de todo el continente. Pero la biodiversidad chocoana tiene como características fundamentales mucha diversidad y poca cantidad, lo que la hace ecológicamente frágil.

La mayor parte del territorio se encuentra dentro de las zonas de las calmas
ecuatoriales, por lo tanto el régimen de lluvias se prolonga durante todo el año. “Una
alta precipitación lluviosa se correlaciona, generalmente, con una gran riqueza en
especies vegetales y, sin lugar a duda, la espectacular diversidad que ostentan los
bosques chocoanos es el resultado directo de esta circunstancia”.

Una peculiaridad más de las tierras bajas del Chocó es que familias de plantas,
generalmente circunscritas a las alturas andinas, se encuentran aquí a nivel del mar o
muy cerca. La presencia de estas especies de montaña es una más de las similitudes
que tienen las selvas húmedas chocoanas con los bosques de niebla.

El Chocó, por la biodiversidad descrita someramente, se constituye en reserva y
patrimonio nacional. Pero distintas formas de intervención humana modifican con
celeridad el ambiente natural.

Características demográficas
A comienzos de los años sesenta, la conformación racial del Chocó se dividía así: Negros (80 %),  Indios (6 %), Blancos y mestizos (4 %), Mulatos (10 %). Actualmente, la población chocoana está constituida principalmente por los afro-chocoanos, en diferentes grados de mestizaje. Entre los grupos nativos indígenas se encuentran los Cuna, Emberá y Wanana. En los centros urbanos y ciertos sectores rurales de Quibdo (capital), Istmina, Tadó, Unguía, Riosucio, Acandí, El Carmen de Atrato y San José del Palmar, se encuentra población de colonos blancos provenientes de Antioquia, Risaralda, Caldas, Córdoba y Valle del Cauca, principalmente. La población indígena y negra se ubica al lado de los ríos, ejes primordiales para los asentamientos humanos y su economía se orienta a los recursos ribereños y los de la selva cercana.

Cuando los españoles llegaron al Chocó estaba habitado por una veintena de grupos indígenas que los conquistadores llamaron chocoes. En primera instancia se refirieron con esa denominación a los grupos Emberá que habitaban la parte superior de los ríos Atrato y San Juan y luego el término se amplió para designar también a todos los demás grupos de habla wanana del bajo San Juan. Por tanto, el término Chocó ha sido usado para designar tanto el grupo étnico como al grupo lingüístico integrado por los idiomas Emberá y Wanana.

En 1985 la mayor parte de la población censada (67.2%) era rural. Tan sólo el municipio de Quibdó tenía el 63.5% de sus pobladores en la cabecera. En 1973, el promedio de hijos por mujer era de 5.3 para la región Pacífica; en ese año, el 28.6% de la población del Chocó vivía en zonas urbanas. Para 1985, la población urbana aumentó al 32.8% y el número de hijos por mujer fue de 3.4, en tendencia similar a todo el país. No se dispone aún de esa información para 1993. Los rasgos demográficos más sobresalientes son la importancia de la población rural, la relativa baja densidad territorial (5,5 hab./km2) y la concentración de población en el casco urbano de Quibdó.

Para 1960, el nivel de salud del Chocó era el más bajo de los departamentos del país, con una esperanza de vida al nacer de sólo 35 años. La educación también era precaria, con 72.7% de analfabetismo. Quibdó era entonces la única ciudad con 9.640 habitantes. Al comparar este conjunto de índices con los promedios nacionales, el índice de calidad de vida en el departamento es de 27.9, mientras el nacional es de 39.0. La proporción de NBI (necesidades básicas insatisfechas) en el Chocó es de 82.8%, mientras en el país es de 45.6%. Ningún municipio alcanza el promedio nacional en cuanto a servicios básicos y para el nivel educativo, únicamente seis municipios lo superan. Las cifras no solamente reflejan las deficiencias o irregularidades en cuanto a la prestación de servicios, sino la carencia absoluta de ellas, para una parte importante de la población.

Dentro de los 1.000 municipios de Colombia, ordenados por grado de incidencia de pobreza, siete son municipios chocoanos con el porcentaje más alto de necesidades básicas insatisfechas del país. En 1985 el 60.3% de las viviendas no tenían ningún servicio de energía eléctrica, acueducto o alcantarillado y solamente el 7.9% tenía todos aquellos. Para 1993, quienes tenían este servicio aumentaron muy poco y cerca de la mitad de la población carece de todo servicio. La subnormalidad de las viviendas en el Chocó es de gran magnitud; el déficit estimado es cercano a 5.000 viviendas en total, y se concentra en las cabeceras, específicamente Quibdó. En la zona rural, la mayoría de las casas son fabricadas por sus mismos habitantes y la materia prima la encuentran en el bosque (maderas, palma). Pero el déficit de servicios de agua potable, alcantarillado y electrificación, aumenta el índice de necesidades básicas insatisfechas.

Según el Censo de 1985, la esperanza de vida al nacer en el Chocó era de 53.9 años, en Antioquia de 67.4 años y en Bogotá de 68.5. Chocó tenía la tasa más baja del país; el más cercano es Nariño con 61.2 años. “Por su parte, los indicadores de salud tomados por Planeación Nacional muestran que Chocó, Cauca y Nariño tienen los más bajos del país. El Pacífico cuenta con los mayores riesgos de morbi-mortalidad y la más baja esperanza de vida al nacer”.

Los registros del Servicio Seccional de Salud sobre mortalidad infantil en el Chocó muestran 100 niños menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos, lo que equivale a 891 niños muertos antes de cumplir su primer año de vida, en 1988. Pero estas cifras presentan un subregistro considerable. Estudios nacionales sobre salud en Colombia muestran 150 niños muertos antes del primer año de edad, por cada mil nacidos vivos. En términos de morbi-mortalidad, la población está gravemente afectada por el pobre saneamiento ambiental. Las muertes están relacionadas con la carencia de alcantarillados, la deficiente disposición de basura y la calidad del agua para uso humano. Los ríos del Chocó son acueductos, alcantarillados, vertederos de sedimentos de la explotación minera y maderera, algunos de alta toxicidad, como el mercurio, bañaderos y vías. Las lagunas y pozos creados por la explotación minera de retroexcavadoras y motobombas se convierten en criaderos de zancudos y mosquitos, vectores de la malaria.  Igualmente, el dengue tiene el ambiente propicio para su proliferación. El paludismo y el cólera son enfermedades reconocidas como endémicas en el Chocó. Otras enfermedades como la tuberculosis, la parasitemia, que ocasiona entre otras cosas la desnutrición y la leishmaniasis, hacen grandes estragos en la población. En el Chocó se encuentran las diez especies que se conocen en el mundo del zancudo anopheles, transmisor de la malaria.

En el aspecto educativo, la situación del Chocó es sensiblemente inferior al promedio nacional. El analfabetismo en el departamento en 1985 alcanzó el 40.28% de la población total mayor de 5 años y quienes cursaron la primaria completa fueron el 43%, de manera que el porcentaje de analfabetismo efectivo era mayor. En 1993, el analfabetismo se redujo al 31.4% y el 48% completaron la primaria. Para el censo de 1985 en la educación por sexo, del total de población mayor de 5 años, el 18.33% de los hombres y el 19.86% de las mujeres eran analfabetas.

Es tan abrumador el panorama de carencias y dolencias, que parecería dibujarse una región triste y desolada. Pero quien la recorre desprevenidamente, por el contrario, se sorprende con la alegría y la presencia activa de lo festivo, bullicioso y sonoro en la vida cotidiana. Pero sin duda, también, sus carencias los llevan a dejar atrás los usos no destructivos de los recursos naturales y los presionan para entrar en la carrera para conseguir superarlas.

Grupos étnico-culturales, modelos de vida, interacciones y conflictos
En el departamento del Chocó se pueden distinguir como grupos étnico-culturales diferenciados, los negros, ahora también denominados afro-chocoanos, los indígenas y los blanco-mestizos. La población negra se estimaba en 300.000 personas, 80% del total departamental, pero si bien no se cuenta con cálculos sobre el número de blancos, se calcula que representaban alrededor del 10% de la población departamental. Los blanco-mestizos de las subregiones del San Juan y el Atrato medio difieren en cuanto al origen y la orientación cultural, de aquellos asentados en municipios como San José del Palmar, Unguía y el Carmen de Atrato, producto de la migración blanca de los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Valle del Cauca. Los primeros pertenecen a una minoría demográfica que provino de corrientes migratorias del Cauca, la costa Atlántica y países árabes, ocurrida desde finales del siglo pasado y las primeras décadas del presente. De este grupo muy pocos permanecen en la zona. Tienen ciertos rasgos de influencia afrochocoana, como por ejemplo, patrones familiares y formas de socialización, entre otros aspectos, pues como élite local, sostuvieron un contacto directo con la población negra, aun a pesar de prácticas discriminatorias. Los blanco-mestizos de los municipios atrás mencionados, se encuentran en zonas de inmigración paisa, en general reciente y no han tenido un contacto interétnico prolongado.

Los indígenas pertenecen a los grupos cuna, emberá y wanana. Los dos últimos tienen diferencias lingüísticas pero comparten una cultura similar. Su población total está alrededor de 21.041 habitantes en algunos estimativos y en 26.700 en otros, distribuidos en 112 pequeñas comunidades en distintas partes del territorio chocoano. Representan el 8.4% de la población departamental.

Los tres grandes modelos culturales han tenido un contacto diferencial pero prolongado por centurias y marcado por la presencia hegemónica de los blanco-mestizos como patrón ideal de comportamiento y de supremacía sociopolítica. Los largos años de contacto han traído influencias recíprocas, además de lazos sociales y simbólicos. La organización familiar, las formas simbólicas de parentesco, los intercambios económicos y curativos, son algunos aspectos donde se reconocen los contactos históricos.

El trabajo se encuentra como una de las principales marcas de diferenciación étnica; en rasgos generales, los blanco-mestizos tradicionales no se ocuparon de actividades agrícolas, no fueron propietarios rurales y se ubicaron en los cascos urbanos, como comerciantes, o funcionarios en los cargos públicos. Las olas colonizadoras trajeron campesinos colonos hacia el suroriente del departamento (San José del Palmar, El Carmen de Atrato) y el norte (Urabá chocoano), han matizado esta distinción que, sin embargo, se mantiene para el grueso de la población. No hubo hasta fechas recientes, minero blanco.

La población negra se dedica a labores agrícolas, a la minería, y desde hace tres décadas ingresó a los empleos públicos, antes bajo predominio casi exclusivo blanco. Las mujeres negras venden frutas, hacen panadería, lavan ropas, actividades impropias de las blanco-mestizas. La gran minería estuvo, no obstante, en manos de blancos extranjeros, quienes ocuparon a los negros y blancos locales en escalas de labores diferentes. Desde la década pasada mineros blanco-mestizos de la región antioqueña se dedicaron a la mediana extracción de oro, compitiendo con la minería artesanal negra y con los pequeños empresarios negros.

Los indígenas, por su parte, se dedican casi exclusivamente a las labores de su chagra y venden esporádicamente artesanías, cestería en especial. Otro tipo de trabajo, el mágico curativo, es propio de los especialistas indígenas, los jaibaná. Sin embargo, se sabe de un “intercambio de procedimientos etnomedicinales” entre emberá y afro-colombianos y en otra proporción, con los blanco-mestizo. Entre los rasgos de diferenciación, otro campo son las celebraciones y rituales, de gran complejidad para las culturas cuna, wanana y emberá, asociadas a sistemas filosóficos de interpretación sobre la vida humana.

De la cultura negra, dice que los ritos colectivos de celebración, que cuentan con la presencia central de la música y el canto y el baile, según la ocasión, hacen parte de un viejo foco de resistencia proveniente de la época esclavista. Estos ritos de celebración van desde las celebraciones religiosas, hasta las seculares fiestas patronales (Ibid). En estas no han participado los blancos y hoy en día se limitan a dar sus aportes económicos. La distinción que existió en Quibdó hasta el incendio de 1966, entre las carreras (primera, segunda y tercera) y los barrios, los unos sitio de habitación de blancos y los otros de negros, estaba presente en las patronales de San Pacho, fiesta por excelencia de los barrios. Pero el baile de la chirimía y en general el gusto por bailar, cubre negros y blancos.

La música, por su parte, ha tenido un importante papel en la definición étnica de la identidad negra, aún adaptando modelos musicales europeos; el papel de la música negra, la chirimía, traspasa las fronteras étnicas y es símbolo de identidad regional, parte del ser chocoano de tradición. Los blancos chocoanos de la vieja élite, experimentan una gran carga emocional con esa música, aun cuando la escuchan desde Bogotá o Medellín. Es decir, a diferencia de otros campos, donde lo típico de un grupo, en este caso el negro, tiene connotaciones negativas para los otros, la música tiene una valoración positiva para los blancos tradicionales y es asumida como señal de un ser chocoano, que además les distingue de los paisas, vistos como recién llegados, como no chocoanos.

Los diferentes grupos étnico-culturales han vivido diferentes conflictos. Algunos han tenido como eje el predominio sociocultural blanco, las tensiones socio-raciales. Otros más recientes, se generan en la disputa por tierras y recursos forestales y mineros. En la actualidad, un foco de tensión se presenta entre las comunidades indígenas que hoy representan un bajo porcentaje de la población total y los campesinos negros y algunos colonizadores de otras regiones, en torno a la creación de nuevos resguardos y el saneamiento de los existentes. Los conflictos entre los colonos y los indígenas, entre éstos y los nativos negros, han llevado a la violencia en algunas zonas como el alto Andágueda, Tanela, Cutí, Arquía y Juradó.

Los conflictos territoriales están al orden del día y tienden a aumentar por la lenta respuesta institucional, sobre todo en las disputas entre indígenas y negros. Los procesos migratorios de colonos y mineros desde la Costa Atlántica y el interior del país aumentan las tensiones interétnicas actuales. La misma ley 70 de 1993 ha suscitado roces por liderazgo entre los activistas de las negritudes y entre éstos y comunidades indígenas.

Pero las interacciones no se limitan a los conflictos, a los enfrentamientos; entre los campesinos afrochocoanos y los indígenas emberá y wanana se estableció un circuito de intercambios y de alianzas, algunos de cuyos ejemplos ya se mencionaron. Incluso todo parece indicar que aprendieron unos de otros formas de manejo del ambiente húmedo que los rodea, hasta conformar un complejo de prácticas, conocimientos e interpretaciones. Entre los afrochocoanos de los cascos urbanos y los blancos de las élites tradicionales urbanas y posiblemente también con los actuales, se creó otro circuito de intercambios. Círculos más débiles se establecieron entre los blancos y los indígenas en este siglo; apenas algunas leyendas e imaginarios. Algunas nos hablan del enorme mero que un día surgió en el Atrato para devorar a la población, tal como el sábalo monstruo de los emberá; otros cuentan del mohán de Ichó, fiera entre tigre y león que podía devorar los niños y aún adultos del río Ichó, otra figura familiar a los emberá.

Sus rituales (2)
Para el afro-chocoano el mundo religioso se expresa continuamente en la vida a través de manifestaciones de fe y acción. Estas manifestaciones son: devoción a los santos, múltiples oraciones, leyendas, imágenes, símbolos, ritos, valores, costumbres, ceremonias, mitos y rituales con enseñanzas morales de gran valor y vigencia que tienen unas repercusiones de tipo económico y ético (2).

En esta región (también se incluye toda la Costa Pacífica Colombiana), hay dos acontecimientos especialmente transcendentales: el nacimiento y la muerte.

El nacimiento es un acontecimiento en el cual se celebra la vida como regalo de Dios, y el niño que nace va enriqueciendo paulatinamente la cultura: el nacimiento se convierte en un hecho de gozo, se celebra con una copa de ?viche, guarapo o aguardiente?, se celebra la vida en compañía de la familia, los amigos y los vecinos. Si el recién nacido es varón, se piensa que es la continuación de la descendencia y del apellido; se ve en él un respaldo para la familia, especialmente para el padre. Si es mujer, es el reemplazo de la madre y es quien va a colaborarle en los quehaceres de la casa.

En el otro extremo está la muerte, la realidad ineludible que hace parte de la historia misma del hombre. La muerte es un acontecimiento que el hombre de esta región vive con mucha aceptación y esperanza; lo que celebra no es la muerte, sino la vida misma. Es en la muerte en donde las relaciones que se habían perdido se reconstruyen nuevamente, se renuevan los vínculos de amistad. El luto une a todos los vecinos, todos colaboran en este momento, todo es estimación y solidaridad.

El muerto vive y participa de todo lo que está sucediendo a su alrededor: no es una persona que se ha ido, sino un hermano o un amigo que está participando de la vida del grupo, por eso el profundo respeto que se profesa al cadáver y el carácter sagrado de la tumba. Los signos que utilizan no significan fatalismo, magia u oscurantismo, significan que la muerte está relacionada con este mundo y con la vida del más allá. El difunto comparte con su familia y con sus allegados; es por esto que los lunes (día señalado para los difuntos), los templos se llenan y se celebra la Eucaristía por el alma de las personas fallecidas: el afro-chocoano sabe que al morir se vive para el Señor y asimila la dimensión trascendental.

1. Velorio o velatorio afro-chocoano
En el velorio se organiza una mesa a modo de tumba, que hace las veces de un altar, con sábanas blancas colgadas alrededor, en la parte superior central un moño negro que hace alusión a una mariposa; debajo de este moño va un crucifijo (esto significa luto, es decir que ha fallecido alguien de la casa). También se encuentra en la sala del velorio una cinta con el nombre del difunto; a los lados del ataúd se colocan cuatro cirios, dos adelante y dos atrás. El color negro expresa tristeza y luto, costumbre que aparece posteriormente y que es tomada del cristianismo traído por los españoles; lo negro se asocia con lo infernal, lo ignorante, lo primitivo, la mala suerte, el pasar apuros; mientras que lo blanco se relaciona con Dios, la pureza, la transparencia, la belleza, la limpieza, la persona laboriosa, educada, inteligente y civilizada.
El velorio comienza poco después que fallece la persona hasta el día siguiente, y a veces hasta 2 o 3 días. En el transcurso del mismo se recitan oraciones pidiendo el perdón de los pecados con el objeto de que el alma llegue al Padre; se cantan alabaos, se juega dominó, se reparten bananos, se brinda alguna comida y algunas bebidas (que se compran con el producto de las ganancias obtenidas en el juego), para mantener en pie a las personas que acompañan el velorio durante la noche y los días siguientes. Esta costumbre ha llevado a que se catalogue mal a los negros, llamándoles  ?borrachines?, ?fiesteros? y ?parranderos?. Esta costumbre puede llegar a prolongarse, una vez terminado el entierro, durante los 9 días que siguen con ?la novena?. No debe olvidarse que se considera que ?el alma del difunto se encuentra en la casa hasta el último día del novenario?.

2. El vaso con agua
Debajo del ataúd se coloca un vaso con agua mientras dura la velación, y posteriormente se deja por nueve noches sin cambiarla, para indicar que si, una vez muerto, el difunto tiene sed, podrá ir allí a tomarla (recuérdese el largo viaje mitológico de los difuntos ?por nueve días y nueve noches- desde su lecho de muerte hasta la región de los infiernos, propiamente hasta el Aqueronte). El agua va disminuyendo a medida que pasan los días. El agua que queda en el vaso, después de las nueve noches, tiene una connotación medicinal y se ofrece a las personas que sufren de ?asma, del corazón y de los nervios?. La ciencia convencional hablan de una evaporación durante este tiempo, mientras que los afro-chocoanos creen que la disminución del agua se debe a que ?el difunto se hizo presente allí para beberla?.

3. Vestido del difunto
Las personas, ?en vida?, piden cómo quieren ser vestidas en el momento de su muerte; algunos solicitan vestir el hábito de la ?Virgen del Carmen? o de algún santo de su devoción, o simplemente una túnica blanca; otros prefieren un ?traje elegante? (por ejemplo, el vestido de su matrimonio); la costumbre de ponerle los calcetines, sin zapatos, hace referencia a un pasaje del Èxodo: ?Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es santo? (Ex. 3,5); esto significa que el difunto ?va a un lugar sagrado?.  Por otra parte, el ?llevar ropa nueva? significa que el difunto ?no lleva el olor de esta vida?, porque el encuentro con Dios debe ser muy digno.

4. El cordón
La presencia de un cordón con siete nudos en la cintura del difunto tiene el propósito de sostenerle y evitar que se deslice en su llegada al cielo. Así como los sacramentos, que son siete y significan el camino progresivo que se va dando hacia la salvación, el difunto con el cordón va escalando el camino salvífico al encuentro con Dios.

5. Las joyas
Inmediatamente muere, el difunto es despojado de todas sus joyas y de las prótesis dentales, porque ?para llegar a Dios no se necesita de todas estas vanidades?.
6. No barrer la casa
Debido a que el difunto es un invitado especial y la persona más importante, todo gira alrededor suyo; por ello, cuando su cuerpo se encuentra todavía en la casa, ésta no se puede barrer pues ?esto es de mal gusto y es una falta de respeto?; sólo se debe barrer antes de traerlo a la casa. Por otra parte, existe otra creencia sobre la acción de barrer: si se hace, los familiares van muriendo en cadena.

7. Cabo del año
Se trata de una práctica muy difundida en todo el Pacífico Colombiano, si bien se ha ido perdiendo; su ritual se conserva al final de la Eucaristía, cuando se dicen los responsos. En la ceremonia se representa al difunto con un ataúd, el cual se cubre con una sabana negra en señal de duelo o luto, y se colocan cuatros cirios encendidos. El celebrante repite la ceremonia en cuerpo presente y al final se prodigan los responsos acostumbrados. Hoy día es frecuente la ?Celebración de la Palabra? al pie de la tumba, en el Campo Santo o en la casa del difunto, con la intención de pedir la intercesión de los fallecidos, conmemorar aniversarios, cumpleaños, día de la madre, fin de año, etc. Con esta actitud también se manifiesta el deseo de estar cerca del difunto y compartir al pie de la tumba aquellas canciones y rezos que ellos normalmente cantaban en Vida.

8. El Chigualo
Cuando un niño de tierna edad (menor de 7 años) muere, se vuelve un angelito y se va derechito al cielo. El Cadáver del niño es vestido de blanco o rosado. A veces se le coloca un ramo de flores en la mano derecha y una corona de papel en la cabeza. Aquí la madrina juega un papel preponderante. Ella es la responsable de los gastos de la fiesta. Ayuda en la preparación del cadáver y es la encargada de bailar al niño. Se le coloca en una silla especial durante toda la noche y una mesa con velas y flores preparada en forma de altar. Durante la noche no se reza por el niño muerto, sino que se baila el ?chigualo? y se le canta arrullos o ?salves?, acompañados del bombo, cununo, guasa y marimba. En el baile las mujeres forman un semicírculo alrededor de la mesa y del altar; la madrina, o una persona que ella delegue, coge al niño y mientras cantan lo van ofreciendo a los presentes. En algunos lugares interviene el padrino acompañando a la madrina en la danza. La madrina entrega el cadáver a una de las mujeres que están en el semicírculo. Este rito dura toda la noche. Se acompaña la ceremonia con bebidas típicas de la región. La madre del niño acompaña el acto sin participar en el semicírculo. Al día siguiente llevan al niño al cementerio. La procesión es acompañada por muchos cantos que expresan la alegría del nuevo miembro del coro de los ángeles. Al niño no se le hace novenario pues ?su alma no está penando?.

Bibliografía
1. Jimeno, M., Sotomayor, M.L. y Valderrama, L.M.: Chocó: diversidad cultural y medio ambiente. http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-c/choco/indice.htm
2. Candelo Perea, J.W.: la muerte y sus manifestaciones en la costa del pacífico. En: http://axe-cali.tripod.com/muerte-candelo.htm

ESTRÉS DE LOS CUIDADORES

ESTRÉS DE LOS CUIDADORES
El tratamiento de la EA necesariamente incluye el tratamiento de la familia, especialmente del o los cuidadores primarios. El estrés emocional, físico y a menudo financiero asociado con el cuidado de un familiar con EA es enorme; así, no es sorprendente que más del 50% de los cuidadores se quemen; este puede presentarse en forma de depresión, ansiedad, aislamiento, abuso de sustancias o enfermedad física. El consejo individual y familiar, así como el apoyo y/o el ingreso en grupos de apoyo (Asociación de Alzheimer local) puede evitar o retrasar en 1 año el ingreso en instituciones especializadas del familiar paciente de EA. Las estrategias para la intervención con las familias son más efectivas en los estados precoces e intermedios de la enfermedad que en las fases terminales, reforzando de nuevo la necesidad de un reconocimiento precoz de la enfermedad. Los servicios de respiro también pueden ser una fuente de alivio para las familias puesto que les permite estar en sus casas algún tiempo cuidando de ellos mismos y renovando sus relaciones sociales. En este sentido, las Asociaciones de Alzheimer son una excelente fuente de información y apoyo.

LOS CUIDADORES
La mayoría de los pacientes con EA reciben sus cuidados en marcos no-institucionales (es decir, en sus propias casas) por los propios familiares. No obstante, solo hasta hace poco se ha llegado a saber quiénes son los cuidadores, cuánto tiempo gastan en dar los cuidados y cómo estos cuidados les afecta a ellos mismos.

El siguiente es el retrato típico del cuidador y de cómo el cuidado le afecta:

1. Las mujeres son las cuidadoras primarias en el 70-80% de los casos.
2. El rango de edad varía desde adolescentes a mayores de 90 años, pero el cuidador típico tiene entre 50 y 60 años.
3. Una tercera parte de los cuidadores proporciona los cuidados sin ningún tipo de ayuda.
4. Los cuidadores gastan un promedio de 70 horas semanales en los cuidados suministrados a los pacientes. Si el cuidador trabaja, invierte cerca de 40 horas en los cuidados; si no trabaja, 100 horas o más semanales.
5. El 50% de los cuidadores viven con el paciente.
6. Más del 60% de los cuidadores han suministrado los cuidados por más de 2 años consecutivos.
7. Cerca del 60% de los cuidadores refiere que su ser querido no puede bañarse o vestirse solo, e ir al baño sin ayuda; 7 de cada 10 cuidadores rechaza dejar solo a su ser querido aún por poco tiempo.
8 La mayoría de los cuidadores (cerca del 96%) realizan la función de cuidados por amor a su ser querido: el 50% cuidan al padre, el 30% al esposo y el 20% a otros familiares (abuelos, abuelas, tíos, amigos).
9. El 90% de los cuidadores considera los cuidados como frustrantes, desgastadores y dolorosos.
10. El 75% refiere sentimientos depresivos ocasionales; de estos, el 60% presenta síntomas significativos de depresión y un 30% está deprimido frecuentemente o casi todo el tiempo.
11. El 50% refiere que los cuidados causan considerable estrés dentro de sus familias.
12. El 50% se quejan de que no tienen suficiente tiempo para ellos.
13. Casi el 50% no duerme bien.
14. El 50% dice que su salud se ha deteriorado desde que iniciaron los cuidados.
15. Una tercera parte refiere estar casi ?quemado? (burn out).
16. Casi 6 de 10 cuidadores contribuyen financieramente con los cuidados de su ser querido EA.
17. Casi el 50% de los cuidadores refiere que el cuidado de su ser querido con EA les ha obligado ha hacer sacrificios económicos.
18. Cerca del 33% de los cuidadores se ven forzados a reducir sus horas de trabajo, con la consiguiente pérdida de productividad y reducción de sus ingresos.
19. Cerca del 20% tiene que dejar de trabajar por las demandas impuestas por los cuidados.
20. 1 de cada 10 cuidadores se queja de que los cuidados obstaculizan ascensos laborales.
21. Un promedio de 17 días laborales/año son perdidos por los cuidados y las demandas impuestos por estos.
22. La mayor demanda de los cuidadores es la de ayuda, cualquier tipo de ayuda, con la pesada carga de los cuidados del paciente con EA.
23. La gran mayoría de los cuidadores son conscientes de los recursos y ayudas comunitarias para los pacientes y familiares de pacientes con EA (Asociaciones de Alzheimer, Centros de Día, Servicios de Salud, programas de Comida Sobre Ruedas, Servicios de Transporte Para Adultos Mayores, Hogares o Residencias, Servicios Seculares o Religiosos de apoyo), si bien, sólo el 60% de los cuidadores los utilizan.
24. Los aspectos más difíciles del cuidado son, en orden decreciente: encontrar tiempo para uno mismo, para los amigos y otros miembros de la familia; encontrar ayuda disponible; encontrar la energía necesaria para ser cuidador.
25. Los consejos más importantes de los cuidadores experimentados para aquellos que consideran ser cuidadores son: conozca bien en lo que se va a meter; aprenda tanto como sea posible acerca de la EA; consiga ayuda, tanta como pueda alcanzar; busque siempre un cuidado de respiro (atención prestada por otras personas, generalmente centros especializados) al menos una noche a la semana; no esconda a su ser querido con EA de otros familiares o amigos.

Si bien este perfil es de países donde los cuidados organizados a los pacientes con EA están plenamente desarrollados, la situación para países dónde no se contemplan servicios, donde casi nadie sabe nada sobre los cuidados al paciente con EA y a su familia, donde el estado no se preocupa por ello, donde no existen recursos y ayudas comunitarias(Asociaciones de Alzheimer, Centros de Día, Servicios de Salud, programas de Comida Sobre Ruedas, Servicios de Transporte Para Adultos Mayores, Hogares o Residencias, Servicios Seculares o Religiosos de apoyo), la situación de los cuidadores y de los mismos pacientes no puede ser menos que dramática y desastrosa.

El comprender sus propias emociones le ayudará a manejar satisfactoriamente los problemas de su familiar y los suyos; algunas de las emociones que puede experimentar son: pena, culpa, enojo, vergüenza, soledad, deseos de acabar pronto y posiblemente otras y muy variadas.

Pena: Se trata de una respuesta normal y natural para alguien que haya experimentado una pérdida. Por causa de la EA puede sentir que ha perdido un compañero, un amigo o a uno de sus padres y lamentar lo que esa persona fue y lo que ahora es. Justo cuando usted se está adaptando a los cambios, la persona vuelve a cambiar de nuevo, llegando a ser devastador cuando su familiar ya no le reconoce. En esto caso, los grupos de auto-ayuda pueden ser muy útiles para algunos cuidadores.
Culpa: Es frecuente sentirse culpable por tener sentimientos de incomodidad por el comportamiento de la persona, por enojarse y desesperarse por su comportamiento irracional o por sentir que ya no puede continuar más y pensar en su internamiento en una institución. No se culpe ni haga lo mismo con el paciente por los problemas que atraviesa. Recuerde que la causa es la enfermedad. Si su relación con otros familiares o amigos se está deteriorando, no se culpe ni los culpe; trate de buscar las causas de la ruptura y discútalas con ellos. No deje que las cosas se queden como están pues su relación con otros es una fuente importante de apoyo para usted. En estos casos puede serle muy útil hablar con otros cuidadores y amigos sobre estos sentimientos y darse cuenta que lo que usted siente y piensa es una verdad de todos los cuidadores.
Enojo: Se trata de un sentimiento que tiene múltiples direcciones: puede estar dirigido al paciente, a usted, a sus otros familiares por dejarlo solo con la pesada carga, a la vida y a Dios por el trabajo impuesto, al médico o a la situación misma. Siempre será importante que establezca las diferencias entre su enojo por el comportamiento del paciente-producto de la enfermedad y su enojo con el propio paciente. Trate de descargar constructivamente su enojo: haga ejercicio, golpee con fuerza una almohada o saco de boxeador, grite con fuerza en un lugar cerrado que usted previamente rotulará como ?cuarto o habitación de desahogos?, rompa algo que no sea muy costoso. Si aún así persiste su enojo, busque ayuda profesional o de su grupo de auto-ayuda.

Vergüenza: Es normal que usted sienta vergüenza en todos los casos en que su familiar tiene un comportamiento inapropiado en público. Su incomodidad puede desaparecer si comparte sus sentimientos con otros cuidadores y si sus amigos y vecinos conocen la situación.
Soledad: Es tal la absorción que imponen a veces los cuidados en EA que muchos cuidadores se aíslan  y apartan de la sociedad. Esta soledad, por otra parte, dificulta el sobrellevar los problemas. Así, siempre es importante que mantenga sus contactos sociales; los grupos de auto-ayuda son una excelente fuente de apoyo en este sentido.
PREPARÁNDOSE PARA SER CUIDADOR
Nunca será fácil tener a un ser querido con EA en la propia casa; por ello, no sea impulsivo. Aquellos que han alcanzado mejores resultados planean cuidadosamente la transición y se toman un buen tiempo (varios meses) para pensarlo y hacerse a la idea, permitiéndole a cada miembro de la familia hacerse también a la idea.

Para lograr los mejores resultados, todo posible cuidador debe considerar:

1. División de responsabilidades: El saber aceptar ayuda puede resultarle nuevo. A menudo, miembros de su familia, amigos o vecinos quieren hacer algo auténtico por usted y su familiar con EA, pero pueden no saber cómo ayudarle; algunas sugerencias por su parte o cualquier idea les dará una oportunidad para ayudar. Esto puede ayudar a alguien a sentirse útil, ayudar al paciente con EA y proporcionarle a usted algún alivio. Para algunos cuidadores la familia es la mayor fuente de ayuda, para otros es la mayor fuente de angustia. Dentro de lo posible, obtenga el mayor número de ayuda posible de sus familiares, pregúntele a cada miembro si desea colaborar en los cuidados, reparta tareas de forma que cada miembro participe, se sienta cómodo con su función y tenga la opción de rotar por diferentes labores para evitar su agotamiento. Recuerde que usted solo no podrá hacerlo por mucho tiempo. Considere siempre los cuidados de respiro suministrados por los servicios comunitarios, Centros de Día u otras instituciones.
2. Su matrimonio: ¿Qué piensa su cónyuge de tener en casa a un paciente con EA por muy familiar que sea? Aunque su cónyuge sea muy comprensivo, las responsabilidades añadidas por tener que cuidar a un paciente con EA crearán tensiones sobre su relación. ¿Podrá usted manejar esto? Una buena comunicación siempre será útil: hablen acerca de cómo se sienten y permitan que lo implícito se haga explícito. Pregunten a otros cómo el cuidado del paciente con EA afecta la relación de matrimonio y/o que han hecho para afrontar las tensiones.
3. Sus hijos: Mucha de la actividad y conducta diaria de los niños puede ser muy molesta para el paciente con EA; al contrario, poco de lo que el paciente con EA hace suele molestar a los niños. ¿Cómo se sienten los niños al tener que compartir su casa y el cariño de sus padres con una persona con EA? ¿Qué dirán sus amigos? ¿Afectará el cuidado del paciente la relación con sus hijos?
3. Los hermanos y otros familiares: Cuando usted cuida de su ser querido con EA, el resto de la familia, particularmente los hermanos, reaccionarán de forma muy variada: algunos colaborarán y otros no, a veces usted se sorprenderá y otras se decepcionara, pero siempre encontrará que usted será quien lleve el mayor peso y que los demás no piensan o sienten como usted. Habrá enfrentamientos, dudas y cuestionamientos muy molestos sobre su capacidad de dar cuidados. ¿Cómo se sentirá respecto a esto?
4. Su trabajo: ¿Puede usted proporcionar cuidados de calidad y trabajar al mismo tiempo? Aunque usted pueda -y poca gente puede- tener a su familiar en casa mientras usted trabaja puede mantenerle muy distraído y disminuir su rendimiento. ¿Tiene usted una relación con su jefe y compañeros de trabajo lo suficientemente flexible y comprensiva como para que entiendan su distracción? Recuerde que esta situación no es por poco tiempo, sino, quizás, por varios años. ¿Cómo manejará esto? Considere trabajar medio tiempo y tener ayuda en casa medio tiempo. Apóyese en su familia y/o en los servicios sociales comunitarios.
5. Su casa: Al tener en su casa a su familiar con EA, deberá estar dispuesto a hacer adaptaciones y modificaciones que faciliten la vida de su ser querido y que alterarán el funcionamiento normal de la vida diaria . ¿Está dispuesto a ello? ¿Cuenta con habitación individual para el paciente? ¿Tiene el mobiliario adecuado, tanto en el baño como en el resto de la casa? ¿Ha sacrificado un rincón de la casa, una biblioteca, un salón de estudio, una habitación de huéspedes para poder alojar a su ser querido? Si es así, ¿cómo funcionará con menos espacio? Organícese y anticipe dificultades para una mejor y más sana adaptación. Pregunte y aprenda de otros.

6. Su economía: Es muy costoso tener en casa a un paciente con EA y, a medida que la enfermedad progresa, más costoso se hará. ¿Tiene suficientes recursos financieros como para soportar el cuidado? ¿Colaboran económicamente otros familiares? ¿Tiene la persona afectada por la EA recursos financieros que usted pueda utilizar? ¿El resto de la familia conoce esas fuentes y está dispuesta a que usted las utilice sin limitaciones? Si usted tiene que disminuir sus horas de trabajo, o dejar de trabajar, por cuidar a su ser querido, ¿tendrá los recursos suficientes?
7. Su tiempo de ocio: Una de las cargas más duras que conlleva el cuidar a un paciente con EA es que el tiempo libre disponible para las actividades de ocio y recreación se verá profundamente afectado, y a medida que la enfermedad progresa, el efecto será mayor. ¿Cómo podrá luchar con esto? Recuerde la función de otros cuidadores, los centros con servicios de respiro, una ayuda domiciliaria, etc.
8. Su sueño: De igual forma que lo hacían sus hijos cuando eran pequeños, el paciente con EA podrá despertarse con frecuencia en la noche. Esto significa que su sueño se verá afectado; puede que una noche no sea muy importante, pero la alteración continuada del sueño se asocia a irritabilidad, humor depresivo, disminución de energía, falta de concentración, disminución del sentido del humor (tan necesario en esta enfermedad), sensación de incapacidad y muchas otras cosas que disminuirán su capacidad de dar cuidados efectivos. ¿Qué estrategias ha desarrollado para enfrentarse a esto?
9. Sus cosas personales: Tener un familiar con EA en casa no significa que todo se vaya a desordenar; puede que rompa algo y no le moleste, pero ¿que pasaría si encuentra sus joyas esparcidas por el jardín, su porcelana antigua rota, el trabajo de su hijo estudiante de arquitectura desecho, el computador de su marido humedecido completamente con agua o el armario de su hija lleno de hormigas por comida depositada allí por su familiar con EA?
10. Su vida social: El tener a una persona con EA en casa puede alterar notablemente su vida social; sus amistades pueden dejar de visitarle por temor, vergüenza o por simple incomodidad de ver a una persona ?demente? desnuda, deambulando por la casa y defecando en cualquier lugar, aunque este no sea el caso de su ser querido. Hay muchos mitos y un gran desconocimiento respecto a la EA; en cualquier caso, usted tampoco tendrá mucho tiempo para visitarles, ¿cómo se sentirá?
11. Sus vecinos: La presencia de un paciente con EA en casa también puede afectar la vida diaria de los vecinos, tanto en un sentido positivo como negativo. El paciente puede vagabundear dentro de sus casas, pararse enfrente de sus coches y evitar que salgan,  intimidar a sus hijos o pasear desnudo a la vista de ellos; por otra parte, también puede darles la opción de cuidar y ser una ayuda muy útil. No obstante, prepárese para cualquier imprevisto e infórmeles de su situación y lo que puede pasar.
12. Su propia salud física y mental: La responsabilidad de cuidar a un paciente con EA puede ser apabullante y sobrepasar sus estrategias de afrontamiento. Mientras usted organiza todos los cuidados y maneja todos los cambios necesarios en su casa, economía y familia, también deberá cuidar de sí mismo.

SIGNOS DE ESTRÉS EN EL CUIDADOR
Un cierto grado de estrés o excitación es esencial para nuestra salud y rendimiento (“euestrés” o niveles óptimos de estrés que se asocian a una eleva¬ción de la salud y el rendimiento). Es más, el aburrimiento y la falta de estímulo -producto de un grado insufi-ciente de estrés-, pueden perjudi¬car nuestra salud y nuestro rendimiento.

En situaciones de estrés, el deterioro de los proce¬sos automá¬ticos de mantenimiento del organismo es mínimo, pero si el estrés rebasa un punto críti¬co, las conductas de adaptación -estrategias de afrontamien¬to- pueden desor¬ganizar¬se. Así, hablamos de estrés positivo o “activación” cuando nos referimos a la preparación biológica del organismo (activación) para afrontar situa¬ciones a través de conductas adaptativas; se trata pues de una activación saludable. Cuando el estrés sigue aumen¬tando y nuestra salud y rendimiento comienzan a disminuir, hablamos de estrés negativo o “acti¬vación patoló¬gica”.

El funcionamiento en la fase positiva del estrés tiene como resultado vitalidad, entusiasmo, optimismo, perspectivas positivas, resisten¬cia a la enfermedad, vigor físico, lucidez mental, relacio¬nes humanas óptimas, alta productividad y creatividad. Por el contrario, en la fase negativa del estrés estamos propensos a padecer ¬fatiga, irritabilidad, falta de concentración, depresión, pesimis¬mo, enfermedades, accidentes, dificultades de comunicación y baja productividad y creatividad.

Nuestra posición en esta ?curva del estrés? es dinámica y varía en función de numerosos factores, que incluyen la hora del día, la naturaleza de los estresores y la eficacia de nuestras estrategias de afrontamiento. Cada uno de nosotros posee distintos umbrales de euestrés y las características cinéticas de la curva difieren de un individuo a otro. No obstante, todos tenemos un punto traspasado el cual el estrés deja de ser un recurso para convertirse en un inconveniente para la salud y el rendimiento.

Un cúmulo de estresores encontrados a lo largo del día pueden hacer que nuestro ascenso por la curva del estrés se acerque a niveles peligrosos. Si no somos conscientes de ello y no reconoce-mos los signos del aumento del estrés, podemos situarnos gradualmen¬te en la parte negativa de la curva. El objetivo no consiste en eliminar el estrés, lo que además de imposible no sería deseable, sino en permanecer en la fase positiva, determinada por el grado idóneo de estrés.

Todos los cuidadores experimentados coinciden en que cuidar a un paciente con EA es muy estresante y que cada cuidador reaccionará de forma individual. La siguiente es una lista de preguntas con posibles reacciones que usted puede tener; si su respuesta es afirmativa, estará sufriendo del estrés del cuidador. A mayor número de respuestas afirmativas, más cerca estará usted de estar ?quemado? (Burn Out).

1. La responsabilidad de cuidar a un paciente con EA generalmente significa una disminución de sus contactos sociales, pero si se ha aislado de sus amigos más íntimos, está estresado: ¿Se ha aislado de sus amigos más cercanos? ¿Tiene pocas visitas? ¿Sus conversaciones por teléfono son cada vez más cortas? ¿Rechaza invitaciones de forma rutinaria?
2. Como hemos visto, las demandas impuestas por el cuidado siempre significan menor tiempo de ocio, pero si las ha suspendido total o casi totalmente, está estresado: ¿Ha renunciado a sus pasatiempos favoritos?
3.  Cuidar a un paciente con EA, ver como su personalidad se destruye poco a poco y darse cuenta que el ser que usted amaba ha desaparecido es tremendamente doloroso y se asocia a sentimientos depresivos. Si tiene algún síntoma depresivo, aunque sea en menor grado, significa que está estresado.¿Se siente constantemente triste, desvalido o desesperado? Si la respuesta es afirmativa, está deprimido.
4. ¿Pequeñas cosas o problemas le hacen llorar con facilidad? Este es otro síntoma de depresión. Es normal sentirse molesto y hasta llorar cuando su ser querido olvida habilidades muy apreciadas por usted, pero si llora por pequeñas cosas o problemas, lo más probable es que esté estresado.
5.  Cuidar a un paciente con EA puede significar que su temperamento se mantenga en el filo de la navaja y que su nivel de tolerancia caiga por los suelos; no obstante, si se irrita porque un amigo llega 15 minutos tarde a una cita, porque unos de sus hijos deja un plato sin lavar, porque alguien se tarda más de lo habitual en realizar una tarea determinada que para usted no debe de tardar más de 10 minutos, está estresado.¿Se enoja con facilidad por problemas menores? ¿Últimamente le grita con más facilidad a su ser querido? ¿Está más irritable de lo habitual con otras personas?
6. ¿Su peso ha cambiado de forma apreciable por otros en los últimos meses? El cambio apreciable en su peso es un signo de estrés.
7. Cuidar a un paciente con EA se asocia a despertares nocturnos, disminución de la calidad del sueño y pesadillas ocasionales; no obstante, si sus problemas de sueño son permanentes, está estresado.¿Tiene problemas con su sueño?
8. Las demandas del cuidado del paciente con EA son agotadoras, pero si se levanta todos los días (a pesar de haber dormido bien) con la sensación de no poderse levantar y con el deseo de permanecer muchas horas en la cama, está estresado.¿Se siente cansado todo el tiempo?

9. El estrés, la fatiga y la depresión se encuentran entre los factores más importantes que deprimen el sistema inmune, por lo que será frecuente que usted se resfríe con más facilidad. No obstante, si los cuadros infecciosos son muy repetitivos o aparecen otras enfermedad, está estresado. Si el cuidador primario es una persona mayor de 65 años, mayor vigilancia tendrá que tenerse, especialmente por la descompensación de enfermedades previas, ya sea por olvido, descuido o por el mismo estrés. ¿Se está enfermando con más frecuencia de lo habitual?
10.¿Está sufriendo recientemente de dolor de cabeza, pecho o cintura, malestar en el estómago, diarrea, estreñimiento, palpitaciones u otros síntomas similares que persisten casi todos los días hasta hacerse crónicos? Es normal sentir alguna de estas cosas por un corto período de tiempo, pero si son persistentes y rebeldes a las medidas caseras y/o médicas utilizadas para controlarlos, está estresado
11. ¿Últimamente piensa que ya no puede más, que está agotado y apunto de explotar? Es normal pensar esto en algunos momentos, pero si llega a ser persistente no dude que está usted estresado.

Síndrome “Burn Out”: Un enfoque hacia los cuidados en EA
Este síndrome se define como el deterioro o agotamiento produ¬cido por la demanda excesiva de recursos físicos y emocionales que lleva consigo la realización de una determinada actividad (el cuidado del paciente con EA) y que en castellano lleva implícito el significado de “quemarse”. Es un síndrome de agotamiento emocional, de despersonalización y de reducción de la capacidad personal que se presenta en las personas que, por su profesión u oficio, se ocupan de la gente. Por ello, siempre se refiere a los oficios que tienen por misión ayudar a los demás (es “el precio de ayudar a los demás”): médicos, enfermeras, profesores, policías, asistentes sociales, funcionarios de prisiones, cuidadores primarios en EA, etc. Los síntomas de estrés crónico más frecuentes son cefalea tensio¬nal (dolor de cabeza predominantemente en cuello o en forma de banda tipo sobrero), agotamiento, fatigabili¬dad, insomnio y trastornos gas¬troin-testi¬nales, síntomas que habi¬tualmente no tienen una causa orgánica explica¬ble, que frecuente¬mente se asocian a quejas físicas y dolo¬res, y que a menudo son cuestionados como signos de algo malo (cáncer, leucemia o linfoma).

SÍNDROME BURN OUT

NI¬VEL
GRADO DE ESTRÉS
SINTOMATOLOGÍA

1
Leve
Dificultad para le¬vantarse, cansan¬cio, que¬jas di¬ver¬sas, fati¬ga, ago¬ta¬miento

2
Moderado
Actitud negativa, cinismo, suspica¬cia, ali¬ena¬ción

3
Grave
Absentismo, enlente¬cimiento del tra-ba¬jo, aver¬sión, abuso de alcohol o dro¬gas

4
Extremo
Aislamiento, colap¬so, riesgo suici¬da

Dentro del grupo de síntomas psicológicos de estrés que confor¬man este síndrome (absentismo laboral, abuso de drogas, aumento de conducta violenta, comportamientos de alto riesgo, distanciamiento afectivo, irritabilidad, recelos, incapacidad para concentrarse, baja autoestima, deseos de abandonar el trabajo, ideación suicida, negación de las emociones, atención selectiva sobre los clientes, ironía, racionalización, desplazamiento de afectos), y en relación a los cuidados en EA, puede extrapolarse:

a) “Síndrome del odio a los cuidados”, caracterizado por falta de entusiasmo por los cuidados; dificul¬tad para levantarse e iniciar los cuidados; depresión, tensión, irritabili-dad, frustración; cinismo y negativis¬mo asociado a falta de “sinto¬nía” con el medio, reducción de las horas de trabajo efectivo, relajación de las obligacio¬nes y el tópico caracte¬rístico “¿por qué moles¬tarme si esto no tiene cura?”.

b) “Síndrome del debo hacerlo todo”, caracterizado por un excesivo compromiso y dedicación, aumento de las horas diarias de trabajo aunque con menor productividad, disminu¬ción de la sensibilidad a las necesida¬des emocionales del paciente y de otros, adelanto de trabajo que puede ser aplazado para otro momento y tópicos caracterís¬ticos como “sólo yo lo hago bien”, “sólo yo trabajo”.

Sus signos de alarma son:

Cambios de comportamiento no habituales, cambio de actitud hacia los pacientes que pueden ser vistos, por primera vez, como difíciles, pesados, no cooperativos, proble-máticos, etc.; cambio de actitud en relación a otros cuidadores; rechazo a iniciar los cuidados; intensifi¬ca¬ción de los mecanismos de defensa; disminución de la autoestima; rigidez de conducta; cambios físicos (fatiga emocional y física, aumento de la tensión arterial, jaquecas, tensión muscu¬lar, niveles bajos de energía, pérdida de interés); cambios emocio¬nales (depresión, fatiga, tristeza, insatisfacción, sensación de estar emocionalmente “vaciado”, falta de energía para afrontar un nuevo día, sensación de incapacidad o de dar más de sí); tras¬tornos en los hábitos de vida (trastornos del sueño, del apetito y sexuales).

ALGUNOS CONSEJOS GENERALES

1. Vivir con un familiar afectado por EA es una prueba para la que usted no está preparado: conserve la calma y busque información. Recuerde que la persona que usted cuida es todavía un individuo con sentimientos, por ello, evite discutir su condición delante de ella.
2. Frecuentemente usted se sentirá irritado, nervioso, desasosegado y con ganas de que ?todo acabe pronto? por la conducta de su familiar: no se encolerice. Esto no le sirve de nada pues su familiar no se comporta según las reglas habituales de convivencia (familiares y sociales) por que las olvida. Su conducta no responde ya a una lógica reconocida. El paciente no tiene la intención de ponerle en una situación desagradable o disgustarle. Reacciona simplemente en función de un estado mental que no es como el suyo.
3. Si usted adopta una actitud agresiva, corre el riesgo de desencadenar una reacción desmesurada. El paciente reaccionará a su enfado encolerizándose, gritando, agitándose sin proporción a la causa que ha desarrollado esta reacción. Es su manera de reaccionar ante una situación que ya no domina. Estas reacciones desmesuradas (que pueden parecerle a usted incomprensibles o verdaderos despropósitos) incrementarán el estrés y le harán la vida imposible. Trate, al máximo, de no desencadenarlas. En fin, usted necesitará de toda su calma para hacer frente a las situaciones inesperadas que, a veces, pueden poner en peligro la vida de su familiar.
4. No intervenga sistemáticamente en su manera de vivir: dejele realizar actividades caseras aunque las lleva a cabo mal o de una manera que a usted no le gusta. Ya llegará el momento en que no será capaz de hacerlas. Evite llamarle la atención por algún fracaso y mantenga la calma. El enojo empeora la situación. Recuerde que es la enfermedad y no la culpa del enfermo. Muchas veces, por nuestro afán de protegerles, los enfermos permanecen postrados, inactivos y olvidan mucho más rápidamente las costumbres de la vida cotidiana. NO GENERE MÁS INCAPACIDAD. En su lugar, intente mantener su independencia el mayor tiempo posible y estimule la salud física y de los órganos de los sentidos (que oiga y vea bien); esto le ayudará a mantener su auto-estima y disminuye la carga que deberá soportar sobre usted mismo.
5. Mientras la actividad del paciente no sea peligrosa para él o para los demás miembros de la familia, déjele libertad para continuarla, incluso si su actitud es extraña o inhabitual. Si quiere acostarse con su sombrero, déjele. Si ella juega con una muñeca creyendo que se trata de su hija, permítaselo.
6. Manténgase firme impidiéndole actividades que pueden llegar a ser peligrosas.
7. Déjele tiempo para realizar lo que ha pedido hacer. La gente suele creer que la pérdida progresiva de la memoria y de los hábitos se disminuye si se somete al enfermo a estímulos permanentes. Es un error. Si usted le pide a su familiar demasiado (muchas preguntas, actividades muy difíciles o muy continuadas) se encolerizará, gritará y romperá objetos. Esta es la manera de reaccionar ante una situación que no puede, ya, controlar.

8. Déjele respirar: déjele tiempo para colocar sus útiles de aseo aunque tarde más de media hora. No encadene las actividades unas tras otras. Si le pregunta, dele tiempo para comprender la pregunta y para formular la respuesta. Conserve una comunicación adecuada: hable claro, despacio, cara a cara y mirando los ojos; demuestre cariño a través de abrazos si esto le es cómodo a la persona; preste atención al lenguaje corporal del enfermo (las personas que tienen el habla deteriorada se pueden comunicar a través de formas no verbales) y sea consciente de su propio lenguaje corporal; investigue qué combinación de palabras, señales y gestos se necesitan para comunicarse efectivamente con la persona; asegúrese de tener su atención antes de hablarle.
9. Siempre será bueno que se sienta integrado en las actividades de la casa, que tenga la noción de sentirse útil. Si bien, no le sobrecargue.
10. Ingénieselas para encontrarle actividades sustitutorias a comportamientos no efectivos o que pueden crearle complicaciones al paciente, a usted o a los vecinos.
11. Organice su vida de forma rutinaria: debido a que pierde poco a poco la memoria y que progresivamente es menos capaz de aprender nuevos comportamientos, la única solución es echar mano a una rutina precisa para el desarrollo de sus actividades (comer, lavarse, vestirse, etc…). Así, establezca rutinas pero mantenga las cosas normales. Una rutina puede disminuir la toma constante de decisiones y traer orden y estructura a la vida diaria, que de otra forma resultaría un tanto confusa. Una rutina puede, además, representar seguridad para la persona con EA. En la medida en que lo permita la situación cambiante, trate a la persona de la misma manera que lo hacía antes de la enfermedad.
12. Cuando se vista, preséntele la ropa siempre de la misma manera, en el orden en que debe ponérsela.
13. Cuando se le vaya a bañar, hágalo de manera que los acontecimientos se desarrollen siempre a la misma hora, que se desnude siempre siguiendo un orden, que tenga siempre su cepillo de dientes, su jabón y su toalla en el mismo sitio.
14. Evítele el tener que elegir. Trate de simplificar al máximo las cosas presentadas al paciente. ¿Qué chaqueta hay que ponerse con un determinado pantalón?, ¿qué corbata?, etc…No le ofrezca demasiadas posibilidad para elegir o bien elija por él.
15. Evítele que tenga que acordarse de los sitios donde están las cosas: Estas ?ayudas-memoria? pueden serle útil para recordar y ayudarlo a prevenir la confusión (serán menos útiles en las fases avanzadas de la enfermedad). Tendrá que ingénieselas para lograrlo: exhiba fotos grandes, claras y con los nombres de la familia para que la persona los reconozca; ponga etiquetas en las puertas de las habitaciones con palabras y/o dibujos brillantes). De esta forma le será a usted más fácil llevar a cabo las actividades cotidianas con tranquilidad y sin nerviosismo.
16. Las decisiones que tendrá que tomar serán múltiples y diferentes: algunas relacionadas con la economía de la familiar, otras relativas a la vida en común y a los hijos e, incluso, decisiones ?médicas? (p.ej., poner una sonda para alimentar al enfermo). Busque apoyo en otros miembros de la familia, en el equipo asistencial o en la Asociación de Alzheimer local.
17. Ante decisiones graves lo más angustioso es encontrarse solo, no poder intercambiar opiniones o escuchar consejos. Si usted no es el único familiar que tiene el enfermo, prevenga esta eventualidad. Constituya con sus hijos, sus hermanos y hermanas y, eventualmente, con otros familiares y amigos, un grupo que pueda apoyarle a usted en las decisiones. Así, al menos, éstas habrán sido discutidas, sopesadas y, finalmente, compartidas.
18. Simule situaciones (tan angustiosas como usted se pueda imaginar) y desarrolle planes de acción: siempre es difícil reaccionar con eficacia ante una situación imprevista. La improvisación, sobre todo en un contexto angustioso, es mala compañera. La pérdida de coordinación física y de la memoria aumentan las posibilidades de lesionarse; por eso debe mantener su casa lo más segura posible.
19. Cuídese: la persona que cuida a un enfermo de EA trabaja ciento sesenta y ocho horas semanales, ¿cuánto tiempo resistiría usted si no se concediera plazos par a descansar, para dormir o, simplemente para tener un respiro? En este caso, pensar en uno mismo no es egoísmo: los cuidados y la atención que usted presta al enfermo serán de mejor calidad si está en forma para realizarlos. Recuerde que usted es importante para usted mismo y para la vida de su ser querido: sin usted la persona se sentiría perdida; esta es la razón más importante para que usted se cuide. Organícese en función de sus posibilidades y de las que ofrecen las Asociaciones de familiares de Enfermos de Alzheimer y Otras Demencias Relacionadas.
20. Comparta sus problemas: Es necesario que comparta con otros sus sentimientos y experiencias como cuidador. Si se los guarda para sí mismo, puede ser más difícil cuidar a su familiar con EA. Si puede ver que lo que usted está viviendo es una respuesta normal y natural a su situación, le será más fácil el manejo. Trate de aceptar ayuda cuando otros se la ofrezcan, aunque tenga la sensación de que esto lo pueda molestar. Trate de pensar con anticipación y tener a alguien a quien recurrir en caso de urgencia.
21. Doce pasos para los cuidadores primarios (usted):

1.Aunque usted no pueda controlar el proceso de la enfermedad, necesita recordar que sí puede controlar muchos aspectos de cómo le afecta a su familiar. No obstante, necesitará saber hasta dónde llegan sus límites: ¿Cuánto más puede aguantar antes de que sea demasiado? Antes de que suceda una catástrofe, que el cuidado lo derrumbe, se enferme o su vida se vuelva insoportable, pida ayuda para evitar la crisis.
2.Necesita tener tiempo para usted y para atenderse a sí mismo(a), de esta forma podrá seguir haciendo las cosas que son sumamente importantes de hacer, y usted es una de ellas.
3.Necesita simplificar su modo de vida para que su tiempo y energía estén disponibles para las cosas que son realmente importantes en este momento.
4.Necesita cultivar el don de dejar a otros que le ayuden, porque el cuidar a su familiar es un trabajo muy grande para ser hecho por una persona. Además, le ayudará buscar asesoramiento sobre su situación cambiante y los cambios que le ocurren a su ser querido.
5.Necesita tomar un día a la vez en lugar de preocuparse acerca de lo que puede o no suceder en el futuro.
6.Necesita estructurar su día porque un horario regular hace la vida más fácil para usted y su familiar.
7.Necesita tener sentido del humor: la risa ayuda a poner las cosas en una perspectiva más positiva. Ríase con la persona con EA y no de ella. El humor puede aliviar el estrés.
8.Necesita recordar que su familiar no está siendo difícil a propósito: recuerde que su comportamiento y las emociones están distorsionados por la enfermedad.
9.Necesita centrarse en y gozar lo que su familiar todavía puede hacer en lugar de constantemente lamentar sobre lo que está agotado.
10.Necesita cada vez más depender de otras relaciones para el amor y el apoyo.
11.Necesita recordarse con frecuencia que está haciendo lo mejor que puede en este mismo momento.
12.Necesita obtener inspiración de la Potencia Más Alta que crea está a su alcance.

REGLA N°1
Conserve la calma y busque información. No se encolerice
REGLA N°2
Dejele realizar actividades caseras. No genere más incapacidad
REGLA N°3
Manténgase firme impidiéndole actividades que pueden llegar a ser peligrosas
REGLA N°4
No le pida demasiado
REGLA N°5
Intente mantener el mayor tiempo posible aquella función que el paciente todavía es capaz de hacer
REGLA N°6
Busque actividades sustitutorias
REGLA N°7
Organice rutinas
REGLA N°8
No le haga elegir
REGLA N°9
Simule situaciones y desarrolle planes de acción
REGLA N°10
Cuídese usted mismo

SÍNDROME DE BURNOUT EN MÉDICOS

SÍNDROME DE BURNOUT EN MÉDICOS:
El Dr. Ernesto Gil Deza es oncólogo, Director del Dpto. de Docencia e investigación del Instituto Henry Moore, Buenos Aires, Argentina.

Vamos a analizar el problema del burnout y la responsabilidad de que yo esté aquí es exclusivamente de los organizadores y el libro de quejas está a su disposición.

El problema del burnout es un tema en el cual hemos logrado comprender que los médicos somos humanos. Como los médicos somos humanos, tenemos problemas con nuestro conocimiento: nuestro conocimiento es frágil. Antes éramos omniscientes, hoy sabemos que lamentablemente nuestros conocimientos son frágiles, escasos e inciertos.

Tenemos problemas éticos: los conflictos de intereses versus la sacralidad médica.
Aun cuando el juramento hipocrático obligara a que educáramos a los hijos de nuestros maestros y obligara a que respetáramos la sexualidad de aquellas casas de las personas que visitábamos, siempre nos consideramos mucho más cerca de los santos que de los hombres, hoy sabemos que somos hombres. El conocimiento no está desprovisto de intereses espurios.

Un problema práctico: antes éramos omnipotentes, hoy lamentablemente sabemos que tenemos dificultades con nuestra práctica. Esto no sólo nos afecta a nosotros, sino afecta a todo aquel que trabaje en el área de salud, o puede afectarlo.

Claramente el burnout es la etapa final del estrés profesional y se caracteriza por tres cosas: estar emocionalmente exhausto, estar despersonalizado, tener baja estima e insatisfacción, y puede afectar hasta al 66% de los oncólogos clínicos.

¿Cuál es el máximo estrés que vivimos en nuestra práctica profesional?
El máximo estrés que vivimos en nuestra práctica profesional se da en dos situaciones diferentes. Aquella situación donde el curso es infausto, es decir, lamentablemente prevemos lo que va a suceder indefectiblemente y además, somos incapaces de actuar. Por eso la mayor presión, el mayor estrés, la vive una enfermera de neonatología: sabe lo que va a suceder y, lamentablemente, no está en condiciones de actuar para modificar ese curso.

El otro problema son las expectativas desmedidas, la insatisfacción: es la relación entre la desmesura de lo que esperamos y la realidad de lo que obtenemos. Aunque eso puede definir desde un matrimonio, hasta casi cualquier otra cosa digamos, lo cierto es que esta frustración entre lo que esperamos y la realidad nos genera una enorme limitación y tensión.

La incidencia de burnout varía en toda la profesión médica, entre el 10% y el 70%, es decir, no hay área médica libre de estrés, no hay área médica libre de burnout, no hay persona que trabaje en salud que no pueda exponerse a ello.

Hace apenas 15 días, The New England Journal of Medicine publica una perspectiva sobre el problema del suicidio médico, tema del que no se habla pero que todos conocemos y del que todos tenemos alguna experiencia próxima. 25 estudios distintos muestran un 40% más de suicidio entre los médicos y un 130% más de suicidio en las médicas con respecto a los profesionales de la misma edad y sexo de la población general. Esta diferencia se debe fundamentalmente a dos cosas: el acoso sexual de las médicas en el trabajo, hay una correlación directa entre acoso sexual e intento de suicidio; la insatisfacción laboral por no poder acceder a puestos de dirección y la eficacia en que los intentos de suicidio se transforman en suicidios reales.

¿Cuál es la causa esencial de esta diferencia que nosotros tenemos en nuestra profesión con respecto a las demás profesiones?  Fíjense, (puede sonar viejo esto), pero la verdad es que nuestra profesión es una verdadera vocación en la cual los miembros no pueden separar su profesión de su vida.  ¿Esta es la primera frase de qué libro?  Esta es la primera frase del primer capítulo del ?Cecil?. Así empieza el Cecil, es decir, lo primero que nos dice el libro más estudiado en medicina clínica es: señores, ustedes acaban de abrazar un estilo de vivir, lo cual implica no sólo una manera de hacer sino una manera de ser.

¿Cuáles son los desafíos en nuestra vida profesional que nos colocan antes estas situaciones de estrés que a veces nos ?queman??
.. El manejo de la verdad
.. El problema de la enfermedad.
.. El cuidado de la familia.
.. El enfrentamiento de la muerte.

? El manejo de la verdad es una arte que lamentablemente aprendemos después de recibirnos, y no antes. El órgano más importante para manejar la verdad no es la lengua, es la ?oreja?. Entrenarse en escuchar, en ser capaz de percibir lo que el otro necesita.

? El problema de la enfermedad es claro: hay enfermedades que son prevenibles, hay enfermedades que son curables, hay enfermedades que son paliables, pero todas son temibles y todas son mortales, sino no son enfermedades.  La enfermedad nos enfrenta a nuestra debilidad radical: a la muerte. Sino, no la consideramos enfermedad. Y esa fragilidad está presente desde nuestros tiempos de estudiantes (yo creo que fuera de embarazarme padecí todo lo que estudiaba).

? El cuidado de la familia es un desafío muy claro. Cuando ingresa alguien al consultorio o cuando vemos a alguien en el hospital estamos viendo junto, detrás y siempre, a la familia. Porque cualquier grupo humano que cuida a un paciente mugiente es familia. No estamos hablando de familias bien constituidas, mal constituidas, relativamente constituidas, desconstituidas, contracturada o lo que fuere. Estamos diciendo, cuando hay un grupo humano que cuida a un paciente, eso es una familia. Y tenemos que saber cuáles son sus enfermedades, cómo fueron sus duelos previos, qué estructura familiar, qué roles se han roto y, en el caso particular de la atención de pacientes murientes, tenemos que ver a los chicos, porque la mayoría de las veces, los niños, en esas condiciones, son alejados y no son vistos y sufren enormemente.

? El dilema de la muerte, al cual la mayoría de la población tiende a no mirar, es existencial, es instantáneo, es irreversible, es indefectible, es incierto, es insoluble, es impactante y es inexplicable y si alguien quiere agregarle algo más puede. Lo cierto es que decía Marañón: ?nadie que se enfrenta a un ser que acaba de morir y tiene corazón pude dejar de sentir?. Y nadie que tiene cerebro puede dejar de pensar.

Entonces, esta realidad que nosotros vivimos, del manejo de la verdad, del control de la enfermedad, del cuidado de la familia y del enfrentamiento de la muerte está en cada uno de los pacientes que vemos todos los días de nuestra vida, todas las horas de nuestro día.

Observen ustedes que, teóricamente, de esto no se habla y entonces la mayoría de los conflictos que surgen en los matrimonios médicos son muy claros: ?estoy casada/o con un mudo?.

Hay desafíos que son clásicos en la Medicina: ¿Qué es una buena medicina? o ¿Qué es un buen médico? o ¿Qué es buena calidad médica? Aquél que tiene buena comunicación, disponibilidad, calidad y experiencia: junte Ud. estas cuatro cosas y tiene un buen médico.

La esencia de una buena comunicación es entender que el paciente es una persona y no un problema médico a resolver. Claro que la primera vez que lo sabemos es después que nos recibimos, porque hasta ahí lo que hemos estudiado son sólo enfermedades. De hecho, aún hoy, la bioética nos enseña mucho más a cómo analizar, resolver y poder lidiar con problemas que probablemente nunca vamos a ver, como la terapia génica, y nos somos capaces de resolver el problema de cómo tratar mejor a nuestros pacientes cotidianamente, que también es un problema ético.

De hecho, en una medicina moderna nanotecnológica, una corte suprema autoriza un aborto porque no podemos cuidar un embarazo.

El paradigma actual es gravísimo porque no tenemos tiempo, no sabemos para qué, pero no tenemos tiempo. Eso es seguro. Y si no tenemos tiempo, yo te puedo decir con qué te puedo dar tiempo. Entonces hay una enorme medicalización de la cultura. Todo el mundo cree que nosotros tenemos que tener una solución, solución que tiene que ser un medicamento. Y una enorme cantidad de medicamentos se consumen fundamentalmente para poder resolver problemas existenciales que no solucionan los medicamentos.

¿Quiénes son los más importantes consumidores de medicamentos?: Los médicos. Los más importantes consumidores de medicamentos son los médicos. Solamente somos superados en la ingesta alcohólica por los escritores.

Pero hay desafíos de la modernidad además de los desafíos clásicos. Para todos o para algunos ¿ahí hay personas?, y tenemos que tomar decisiones nosotros y muchas veces, apenas sabemos quienes somos, mucho menos podremos saber quiénes son.

Diagnóstico del Síndrome de Burnout:

El diagnóstico del síndrome de burnout es relativamente fácil y nos vamos a basar en una de las pocas normas que hay para su diagnóstico, prevención y tratamiento que hizo la Sociedad Internacional de Oncopediatría.

1. La primera evidencia de burnout es el cansancio. Cansancio, depresión, trastornos del sueño y cambios del apetito. Esta es la primera etapa.

Cuando uno tiene evidencias de que eso está sucediendo debe empezar a prender las alarmas, ¿por qué? Por que eso significa que nosotros como instrumento empezamos a tener dificultades y nuestros pacientes pueden sufrir las consecuencias.

Empezamos con cosas que parecen banales pero no lo son. Ahí es donde tenemos que empezar a prestar atención.

2. La segunda es insatisfacción: perdemos felicidad y perdemos grado de placer en lo que estamos haciendo. Aparece entonces la indiferencia, el resultado no me importa, el cinismo que una enorme cantidad de veces lo empleamos en el entrenamiento de los residentes cuando jugamos al célebre “no, usted no tiene razón”. Si la tiene: su conocimiento es absolutamente azaroso no fruto del razonamiento. Acertó. Si acertó y es viejo es tan clásico que es obvio. Si es nuevo: no está probado. Si está probado: no está en un estudio randomizado. Si es randomizado: no se publicó en el New England, olvídese…

Pero muchas veces lo empleamos en nuestra relación con todo el grupo que está trabajando en nuestro entorno. Eso genera irritabilidad y falta de participación. La persona deja de estar presente en las actividades grupales. Esto lleva a la sensación de fracaso profesional, y a la sensación de fracaso personal por esa condición que decíamos al principio: se ha abrazado una manera de vivir, una manera de ser.

3. Por lo tanto se incorporan los hábitos tóxicos y el abandono laboral. Esto es la tercera etapa de algo que empezó con el cansancio, siguió con la insatisfacción y llegó a este nivel. Por supuesto, esto se traduce rápidamente en el trastorno de relación social más próxima que es el marital y el familiar, la tasa de divorcios médicos es notablemente más alta que la de la población general y en la muerte permanente ya sea por el abandono profesional donde dejamos una manera de ser o directamente por quitarnos la vida.

Todo esto, como ustedes ven, no se produce de un día para otro. No se produce sin señales de alarma, no se produce sin tener evidencias de que algo está ocurriendo. Este evento final es algo que no se quiso ver. Es una negación activa a entender lo que nos está pasando. Hay instrumentos, muchos, que uno puede intentar poner en evidencia. Algunos muy complejos y otros muy simples. Pero lo cierto es que, independientemente del instrumento que ustedes elijan, lo más importante es tomar conciencia de lo que a uno le está pasando.

La prevención y el tratamiento del síndrome de burnout se basan en comprender que el cuidado de uno mismo debería ser parte esencial de nuestra actividad profesional.  En tomar conciencia que el cuidado que uno debe hacer con uno mismo no es solamente para que uno esté mejor, sino para que todos estemos mejor, incluyendo la salud de nuestros enfermos. Porque en la medida de que nosotros estamos mejor, nuestros diagnósticos son más certeros, nuestros tratamientos son mejores y nuestros enfermos están mejor. Es decir, debería formar parte de la obligación del médico cuidarse a sí mismo porque él es el factor pronóstico más adverso para una enfermedad. No se olviden ustedes, que la única oportunidad que tiene un paciente de salvarse si un médico equivoca el diagnóstico es que también equivoque la terapéutica. Si un médico equivoca el diagnóstico, la única oportunidad que le queda al paciente de zafar es que se equivoque en la terapéutica también. Sino, lamentablemente el enfermo padecerá las consecuencias.

También es claro que el burnout resulta de un desequilibrio entre las demandas del trabajo y las características individuales. Y esto pone una enorme responsabilidad en los encargados de seleccionar a las personas para los trabajos. ¿Por qué? Por que es posible que la demanda no pueda ser satisfecha por todos de la misma manera. Y es totalmente lícito decirle a alguien: “me parece que usted no es el capacitado para llevar a cabo esta tarea”.  Pero es una responsabilidad de los jefes, que tienen que prevenir la destrucción de una persona evitando que inicie un camino que lo llevará al fracaso.

El primer paso para poder resolver el problema del burnout es entender nuestras limitaciones. Y eso supone descubrir nuestros límites y respetarlos. Y esto exige una cosa que no nos damos: tiempo y autoconocimiento.

¿Para qué sirvo y hasta dónde puedo? Y uno tiende a creer que sirve para todo y que lo puede todo. Ahí se destruye.

El segundo paso es entender los conflictos. Y esto significa descubrir las barreras y tratar de sortearlas. Y esto también exige tiempo y reflexión.

Solamente para ver los problemas de las Medicinas. Nosotros vivimos en un mundo en el que se ejerce la medicina. Si ustedes se disiparan un segundito de lo que ustedes hacen y miran alrededor van a ver que la Medicina tiene conocimientos mágicos, históricos. Si, si, del conocimiento mágico ya hay evidencias en la prehistoria. Pero también hay tribus salvajes y urbanas actuales donde claramente el conocimiento no tiene absolutamente nada de científico: el diagnóstico es impuesto, la terapia es conjurada, el conocimiento es esotérico y la transmisión es clonada. Pero está en la televisión y en Internet. Si, si, y los pacientes lo leen, sí, claro, y lo creen, por supuesto.

Está el conocimiento clínico, que en principio es empírico, racional, experimental, el diagnóstico es expuesto, el conocimiento es universal y la transmisión es escolar y teóricamente se da en una relación diádica, íntima, secreta, plena: la relación médico-paciente. Pero pocas veces podemos ejercitarlo con precisión.  Cuando eso se hace, raramente es adecuadamente remunerado.

A fines del siglo XIX se incorpora otro conocimiento que es patológico, donde además del conocimiento clínico viene la certificación del conocimiento de alguien que habitualmente no ve al enfermo pero sí tiene razón. Es un conocimiento que funda una dicotomía muy importante y falsa que es la que hay un cuerpo y un alma. Pero básicamente es un conocimiento certificado, por lo tanto, lo que el médico piensa será certificado o no por lo que el patólogo muestre.

A mediados de la década del 50 nace el conocimiento asistido, donde ya participa otro más que tampoco ve el enfermo. Hay un conocimiento clínico, hay una certificación y hay un estudio complementario donde el laboratorio e imágenes dicen cosas del enfermo. Al enfermo no lo ven, pero la imagen está.

Desde 1953, pero sobre todo desde el 2000, nace un conocimiento predictivo esto significa: con la genómica la transgenómica o la proteomica: ?yo te voy a decir lo que te va a pasar?. Es decir hay un nuevo oráculo que escribe con 4 letras “ACTG”, si, y que además en capas a descifrar nuestro código: 6000.000.000 de letras.

A ver si esta claro, ¿alguien sabe lo que son 6000.000.000 de letras?  No es tan habitual, dado que estamos en la informática es muy fácil: abran el Word tomen por default Times New Roman 12, una hoja A4 escriban dejando 2 cm. de margen a la derecha y a la izquierda, 2cm abajo y 3 cm. arriba y escriban 6.000.000.000 de letras, serán 60 metros de altura de hojas. Si cuando ustedes van por la calle ven un edificio de 23 pisos piensen que de la vereda hasta el techo esta escrito el ADN y así se escribe ?hombre?.

Te falta una letra: la anemia falciforme, 2 letras: deficiencia mental severa, te faltan 3 letras: sos mono, es así de fácil.  Ahora a pesar de eso yo te voy a decir como vas a envejecer, desde cuando te vas a olvidar como se llamaba tu primera novia, en que momento vas a tener un cáncer, el infarto, o la insuficiencia tiroidea, si antes no te atropella el 60 o no te agarran los piquetes. Hay detalles contextuales que pueden relativizar esto, pero el conocimiento está.  Hay conocimientos desiderativos, si yo quisiera ser Nikole Kidman seria difícil, pero alguien podría decir bueno, con táctica paciencia y mucha ?guita? podemos lograrlo.

Y hay un conocimiento coactivo, descubre un remedio y te diré que enfermedad tienes. British Medical Journal, 2 artículos brillantes. Una serie de enfermedades que eventualmente son trastornos funcionales o banalidades se pueden transformar en trastornos gravísimos si yo tengo el medicamento adecuado.

La mentalidad mágica persiste en el menor de nuestros gestos, no se olviden que cada vez que yo escribo r/p, “recipe”, todo lo que estoy haciendo es trasladar al latín el signo de Orus con el que se iniciaban los papiros de aquellas prescripciones médicas. Es decir cada vez que yo pongo “recipe” lo que estoy pidiéndole a Orus es que ilumine y logre que esa receta sea eficaz aunque no lo sepa.

La relación medico/médico, es decir la relación entre colegas, es la más difícil de todas, ¿porque es la más difícil de todas? Porque no hay nada peor que un colega, así de fácil tanto es así que hay dos relatos de la creación: el primer relato es aquel en el cual se dice: Dios tomó tierra y agua e hizo muñecos de barro y así creo el hombre, pero en las cuevas de Cunram hace poquito se encontró otro parrafito que dice: y después tuvo un cólico y creo un colega, entonces digamos este es un problema grave porque habitualmente el colega no tiene razón. Entonces tenemos que tener mucho cuidado en las segundas opiniones porque generalmente los oncólogos opinamos de cardiología, los endocrinólogos de psiquiatría, todos opinamos fundamentalmente de lo que no sabemos y le decimos con la autoridad que nos da el ser médico y que nos crean, mucho peor si son colegas de la misma especialidad. Es importante entender que esto genera aun más ansiedad.

El tercer paso para combatir el burnout es construir equipos de trabajo.

Pero los equipos de trabajo no se declaman, los equipos de trabajos se construyen. Como dice Vincent; cuando viene alguien y me dice yo trabajo en equipo yo le digo, mostradme la cicatriz.  Fíjense ustedes no hay nada mas claro para conformar equipos que un equipo de fútbol o una orquesta, ellos entrenan 40 horas por semana para trabajar a lo sumo 2, y nosotros con suerte entrenamos 2 horas para trabajar 40 horas.

Los equipos se construyen con roces con fricciones con dificultades con fracasos con éxitos con historia y no crean ustedes que sólo los malos médicos pueden tener burnout.  Sir. William Osler uno de los mas grandes médicos del siglo XIX y principios del siglo XX dejó la John Hopkins y se fue a Oxford porque sufría lo que en esos momentos se llamaba surmenage, que no es mas que burnout.

El trabajo en equipo exige normas y entrenamiento diario porque las normas facilitan la tarea, ayudan a que la toma de decisiones. Pero es cierto que uno tiene que tener un número limitado de normas eficaces, porque cuantas menos sean mejor se cumplen.

Las vocaciones personales, no todos estamos llamados a lo mismo, yo he asistido mas de 1000 enfermos hasta su muerte. Entre otras muchas cosas porque vocacionalmente no me generan conflicto, bueno, no todos queríamos ser cura cuando éramos chicos y decidimos casarnos después, entonces es comprensible que alguien diga, que a mi vocacionalmente no me interesa eso.

Las vacaciones periódicas, la vacación no es solamente un momento de distensión, es también un tiempo de reconstrucción.

Las postas críticas, cuando alguien ha perdido a un familiar recientemente es importante que no se enfrente a enfermos que tienen la misma patología o la misma edad del familiar que murió.

Nietszche decía: ?Todo aquel que tiene un porque vivir, siempre encuentra un como?.  Empezamos a estudiar Medicina porque queríamos aliviar y ayudar a la gente, no debemos olvidar eso porque el médico es siempre aquel que busca ayudar al sujeto.

La contención del paciente, los cuidados paliativos, la investigación clínica, la docencia institucional, la educación junto con los talleres recreativos, todo puede incorporarse a la tarea de un médico y darle un mejor significado a su acción y generar una Medicina integrativa y participativa.

Esto supone incorporar al paciente, a la familia y a la sociedad en la Medicina, y es nuestra función hacerlo, porque ellos son, o por lo menos deben ser parte del equipo y claramente hay una utilidad grande en hacer participar a los pacientes en la toma de decisiones, se alivia enormemente la tarea.

Si este es nuestro núcleo causante del problema: el manejo de la verdad, el alivio de la enfermedad, el cuidado de la familia y el problema de la muerte.

Si estos son los desafíos: el tiempo y los dilemas éticos y prácticos cotidianos.

Si esta es la solución: entender que somos limitados, descubrir cuales son las barreras y formar equipos, la decisión de hacerlo o no hacerlo, descubrir cuales son las barreras y formar equipos, la decisión de hacerlo o no es absolutamente individual.

Recuerden ustedes que la mas vieja, la mas clara la mas útil definición de médico la dio un filósofo romano en el siglo IV y definió al médico con cuatro palabras: ?hombre bueno experto en el arte de curar?.

No se puede lograr un médico sólo con expertitud, no se puede lograr un médico sólo con humanidad; humanidad y expertitud es lo que logran un médico y nosotros debemos cuidarlo.

Muchas gracias.  ? La conferencia del Dr. Ernesto Gil Deza tuvo lugar el día 1º de Julio de 2005 en la sede de la AMA como parte del programa de las Jornadas IntraMed 2005

DUELO INFANTIL

DUELO INFANTIL

INTRODUCCIÓN:

El anhelo del hijo por el padre muerto es especialmente intenso y penoso, sobre todo cuando las cosas se vuelven más difíciles de lo que eran antes. Ante la noticia de pérdida de un padre algunos niños lloran otros, en cambio, no. La tendencia a llorar se manifiesta poco en niños menores de 5 años y en los mayores de 10 es prolongada.
Al igual que los adultos, algunos niño tienen en ocasiones imágenes vívidas del padre muerto, las que están vinculadas con la esperanza de su regreso.
Cuando las condiciones son favorables, el duelo se caracteriza por recuerdos e imágenes de la persona muerta, además de tristeza por su muerte.
En el duelo patológico, el niño tiene dificultades para expresar lo que siente, generalmente se debe a que los padres reprimen sus sentimientos, o porqué no saben como ayudar al niño a superar esto.
Luego de la pérdida de un padre se debe estar atento al comportamiento o reacción de un niño para poder ayudarlo a tiempo y evitar que algún tipo de conducta desadaptativa se fije en él.
Finalmente, creemos que sería importante el pronto inicio de una investigación seria en este campo ya que la bibliografía e información son escasos, lo que puede presentar problemas al clínico en un caso de éstos, ya que tendría que actuar en forma experiencial lo que implica un gran gasto de energía tanto para él como para el paciente.

ASPECTOS QUE INFLUYEN EN LA SITUACIÓN DE DUELO.

El camino que tome el duelo, esta profundamente influido por la manera en que sea tratado, el padre sobreviviente, por sus parientes y amigos durante las semanas y meses que sigan a la pérdida.

1.- Lo que se le dice al niño y cuando se le dice:

Los adultos suelen estar presentes cuando muere un deudo o pariente, si no lo están, la información le llega de todas maneras en forma pronta. En cambio, en nuestra sociedad, esto no ocurre con los niños, y la información suele llegárles en forma tardía y equívoca. Debido a esto muchas veces la respuesta del niño no está en consonancia con lo ocurrido.
Cuando muere uno de los padres, casi siempre es el progenitor sobreviviente el que informa a los hijos de éste hecho, lo que obviamente es un paso penoso y difícil.
En la mayor parte de los casos, esta información se entrega en forma inmediata, pero en algunos llega a postergarse por semanas e incluso meses.
Generalmente, se le informa al niño que el padre muerto se ha ido de viaje o que está en el hospital. El padre sobreviviente es muy llevado a decir, también al niño, que el otro se fue al cielo, esto en una familia devota no presenta mayores dificultades, pero cuando la familia no lo es se crean dificultades pues hay una discrepancia entre lo que el padre cree y lo que se le dice al niño. En este caso, el cielo, para el niño, no pasa a ser diferente de otros lugares físicos como Rancagua, Arica, etc, y el niño comienza a preguntar donde queda este lugar, quienes viven ahí, etc. El niño, suele creer entonces que el padre muerto regresará pronto; Ej: a un niño de 4 años le dijeron que su padre muerto se había ido al cielo, el día de su cumpleaños lloró porque éste no llegó a verlo.
Otra explicación que se les da a los niños cuando muere alguien es que esta persona se ha ido a dormir, el niño no entiende que se trata sólo de una metáfora y para él, el irse a dormir, pasa a convertirse en un hecho peligroso.

Ahora bien, los dos tipos de informaciones decisivas que se le deben entregar al niño son:

– El padre muerto no regresará.
– El cuerpo se encuentra sepultado bajo tierra.

Esta información es difícil de entregar porqué el padre sobreviviente busca proteger al hijo de la impresión de muerte y de la situación de duelo.
Por lo común no se lleva al niño al entierro, y si se lo lleva, no se le explica la razón de estar ahí; Ej: dos hijos son llevados al entierro de uno de sus padres, pero ellos no sabían que es lo que estaba sucediendo allí, ni tampoco se atrevían a preguntar.
Se debe tener en cuenta que los niños interpretan rápidamente los signos, y cuando un padre teme expresar sus sentimientos, los hijos también reprimen los suyos y dejan de hacer preguntas al respecto, por este motivo algunos niños suelen negar la muerte de un padre.
– Lo que se debe hacer:

-El 1º paso consiste en brindar apoyo al padre sobreviviente de manera tal que pueda reflexionar sobre lo ocurrido. Se le debe ayudar a expresar sus sentimientos e impulsos, de esta manera el duelo toma un camino sano. Una vez producido esto, se hace menos dura la tarea de incluir a los hijos en el proceso de duelo.

-El padre y los hijos pueden expresar en común sus sentimientos.

-Finalmente debe considerarse que sólo patologías y confusión nacen al ocultar la información de muerte a un niño, o cuando se reprimen sus sentimientos. Sólo cuando se les da información verdadera y el apoyo necesario, los niños son capaces de asumir y responder al duelo en forma realista y sana.

2.- Ideas del Niño sobre la muerte:

Las ideas de muerte de un niño derivan de sus tradiciones familiares y de la relación con su grupo de pares.
Los niños comienzan a preguntar sobre la muerte cuando ven a un insecto o a un ratón muerto; es importante, en este momento, responder todas sus dudas para que se forme en él una adecuada idea de muerte. Lo más importante es decir al niño desde pequeño que todos vamos a morir algún día, que esta es una ley de la naturaleza y que en ese momento es natural sentir pena y deseos de que esa persona regrese con nosotros.

3.- Consideraciones Favorables al Duelo

Siempre que las condiciones sean favorables, todo niño va a llorar a un padre desaparecido, igual que en el duelo sano del adulto.
Las condiciones para el duelo infantil no son tan diferentes a las del duelo del adulto. Las más significativas son:

– Que haya mantenido una relación razonablemente segura y afectuosa con sus padres antes de sufrir la pérdida.

– Que se le dé información precisa sobre lo ocurrido, que se le permita hacer toda clase de preguntas y se le conteste del modo más honesto posible, que participe en la aflicción de la familia e incluso en las ceremonias fúnebres.

– Que cuente con la consoladora presencia del padre sobreviviente, sino es posible, de un sustituto de confianza y que tenga la seguridad de que esa relación habrá de continuar.

Reconocemos que en la realidad estas condiciones son difíciles de reunir. Después de la muerte de un padre, el niño o el adolescente generalmente anhela su presencia con tanta persistencia como un adulto, a veces abriga la esperanza de que el padre desaparecido pueda volver, otras veces reconoce de mala gana que eso no puede ser y se pone triste. A veces se puede comprobar que experimenta una viva sensación de la presencia de la persona muerta. Puede tener estallidos de cólera por la pérdida sufrida y en otras sentimientos de culpabilidad, también teme que el padre sobreviviente muera, es decir el resultado de una pérdida es temer sufrir otra pérdida. A menudo se encontrará ansioso y tendrá conductas difíciles de comprender.
Cuanto menor es el niño menos posibilidades hay de que el duelo se parezca al de un adulto. Cuando las condiciones son favorables, el duelo de los niños se caracteriza por recuerdos e imágenes persistentes de la persona y por repetidos accesos de anhelo y tristeza, especialmente en reuniones de familia y aniversarios o cuando una nueva relación empieza a marchar mal, esto es importante cuando se espera que un niño con duelo establezca una nueva relación. El niño debe aprender a diferenciar la relación anterior de la nueva para que ésta prospere, esto es más decisivo aún cuando se trata de una nueva figura parental, pues surgen las comparaciones que son inevitables y penosas.
El niño responderá mejor a los nuevos rostros si el padre sobreviviente y/o la nueva figura parental son sensibles al recuerdo del niño por la relación anterior.

4.- Respuesta a la Partida

El niño frente a la pérdida reacciona de diferentes maneras, algunas de las respuestas a la pérdida que tienen implicaciones prácticas son la ansiedad, cólera y culpa:

La ansiedad: un niño que sufrió una pérdida teme sufrir otra. Esta actitud lo hará especialmente sensible a toda separación de la figura que cumple con las funciones de maternidad y también a cualquier hecho que le parezca indicar otra pérdida, es propenso a buscar consuelo en algún juguete viejo o manta, algo esperable a su edad.

Cólera o ira: algunos niños pequeños que pierden a un padre se ponen extremadamente furiosos por el hecho. Suelen pasa inadvertidos y por lo tanto no se consignan, especialmente cuando la cólera se expresa de manera indirecta.

La culpa será abordada más adelante

PÉRDIDA EN LA NIÑEZ Y TRASTORNO PSIQUIATRICO

Cuando las condiciones de duelo son desfavorables, los niños a los que se les murió un padre suelen convertirse más que otros en pacientes psiquiatricos. La sintomatología dependerá de la forma en que fue elaborado el duelo. Estos niños muestran extremada pesadumbre emocional durante la primera parte de la vida adulta.
Se ha hecho un estudio con la intención de seguir la evolución de niños que sufrieron una perdida hasta sus 30 años y compararlos con la evolución de niños que no sufrieron ninguna pérdida.
Existe una significativa correlación entre el sexo del niño remitido a tratamiento y el sexo del padre muerto. Es más frecuente en niñas que se les murió la madre, y en niños que se les murió el padre. Los síntomas y problemas presentados por los niños suelen, a si mismo, tomar la forma de enfermedades neuróticas o trastornos neuróticos, como conducta antisocial o delincuencia.
Los factores posteriores a la muerte son tan o más importante que la muerte misma en cuanto a la aparición de la misma. La mayoría de los procesos patológicos son el producto de la interacción de condiciones adversas posteriores a la pérdida con los procesos de duelo puestos en marcha por ello.

De todas las atribuidas a la pérdida temprana la conducta suicida es la que más aparece en el testimonio, otras son

– Mostrar alto grado de apego ansioso (sobre dependencia).

– Desarrollar afecciones depresivas de gravedad que llegan incluso a calificarse como psicóticas.

Con respecto a las depresiones, las ideas suicidas son más elaboradas y persistentes que en los otros grupos (separación y divorcio), muchas veces les resultaban difíciles de controlar por lo que buscan ayuda para protegerse. Muchos de los intentos suicidas estaban precedidos por la pérdida o por la amenaza de una pérdida de una persona importante para ellos.

1.- Motivos que conducen al suicidio:

    * 1. El deseo de reunirse con una persona muerta.
    * 2. El deseo de vengarse de una persona muerta por haberse ido, deseo que puede tomar la forma de deseos asesinos contra uno mismo suscitados por una persona que se ha ido o bien deseos de abandonar a otra persona en represalia.
    * 3. El deseo de destruir el sí-mismo a fin de acallar un abrumador sentimiento de culpa por haber contribuido a una muerte.
    * 4. La sensación de que la vida no vale la pena de ser vivida sin ninguna futura perspectiva de una relación amorosa con otra persona.

2.- Motivos para hacer una amenaza de suicidio:

    * 1. El deseo de obtener una respuesta solícita de una figura de apego a la que se siente negligente; éste es el bien conocido grito de ayuda.
    * 2. El deseo de castigar a una figura de apego para obligarla así a ser más atenta.

VARIEDADES PATOLÓGICAS

1.- Ansiedad Persistente.

A) Temor a sufrir otra pérdida:
Quienes pierden a un padre temen perder también al otro, ya sea por abandono o por muerte. Esto puede evitarse si es que se le explica en forma clara al niño la causa de muerte del otro padre, respondiendo, además todas sus preguntas al respecto. También deben evitarse observaciones que directa o indirectamente hagan al niño sentirse responsable de la muerte del padre o del estado de salud del sobreviviente.
Otra cosa que generalmente no se considera, es el efecto que tienen en un niño las palabras del padre sobreviviente cuando dice que la vida ya no vale la pena vivirse, o cuando expresa ideas suicidas.
En el niño es inevitable el temor de ser abandonado cuando uno de los padres muere, esto se incrementa si se deja al niño con algún deudo o extraño por algún tiempo.
La patología comienza cuando no se reconocen los temores del niño de que pueda suceder tal cosa, y se agrava cuando son rechazados o reprimidos por el padre sobreviviente.

B) Temor de morir también:
Este tipo de razonamiento es bastante natural, aunque sea equivocado. Como los niños se identifican con el padre del mismo sexo, suelen creer que cuando muere el padre del mismo sexo, deben morir ellos también.
Otro problema es que los niños suelen asociar la muerte con algún hecho cercano y tratan de evitarlo, en lo futuro, para no morir; Ej: A una madre embarazada se le detecta un cáncer y, debido a su estado y a que este cáncer se encontraba muy avanzado, la madre muere. Tiempo después la hija manifiesta, en el colegio y en la casa, que no desea tener hijos y que cuando grande va a ser monja. Una vez en terapia la niña manifiesta que este temor se debe a que ha asociado el embarazo con la muerte.

2.- Esperanzas de reunión y Deseos de Morir El También:
Es común que los niños guarden la esperanza de reunirse con el padre muerto. Esto se manifiesta de dos maneras:

– O bien cree que el padre muerto regresará a este mundo
– O bien, el niño desea morir para reunirse con él. Estas se ven fortalecidas por circunstancias como:

– Promesas hechas por el padre muerto y que no alcanzó a cumplir, y
– Tener buenas relaciones con el hijo, y luego de la muerte, el cuidado y afecto se vuelven penosos y desdichados para el niño

3.- Persistencia en Culpar o Culparse.
Es muy fácil que un niño le eche la culpa a algo o alguien (incluso a sí mismo) por la muerte de uno de los padres, ésto se debe a dos razones:

– En general un niño no tiene ideas claras sobre lo que causa la muerte.
– Los niños asignan gran importancia a lo que ven, a lo oyen, o a lo que se les dice.

El 60% de los niños se culpa, o culpa al padre por la muerte del otro. Un niño se echará la culpa si el padre que muere o el padre sobreviviente trataron de controlarlo diciéndole que su conducta estaba enfermándole o que sería la causa de su muerte, así mismo cuando oye que un padre amenaza a otro.

4.- Hiperactividad:
Cuando un niño se muestra excesivamente activo o agresivo, resulta difícil asociar ésto con la pérdida de uno de los padres. Los niños suelen responder de esta manera cuando el padre sobreviviente no demuestra cariño por el niño o cuando ambos se llevan mal.
Esta respuesta se da cuando se es incapaz de una adecuada respuesta de duelo, también se da en los adultos por esta causa.

5.- compulsión a Entregar Cuidados y a Confiar en Sí Mismos:
Se da cuando se hace sentir responsable al niño de los cuidados de un padre. También cuando el niño ha sido cuidado en forma inapropiada; luego de mostrarse triste y de anhelar amor y apoyo, se preocupa intensamente de la tristeza de otros y se siente impulsado a hacer lo posible por ayudarlos y sostenerlos; Ej: Un niño que, luego de la muerte del padre, siente que debe ocupar el vacío dejado por éste.

6.- Euforia y Despersonalización:
Cierto grado de euforia es común en niños que no han pasado por el adecuado proceso de duelo, algunas veces parece probable que se deba a una expresión de alivio por quedar ahora anuladas las molestas restricciones impuestas por el padre muerto. También se da porqué los niños manifiestan que no quieren estar tristes, el razonamiento es que la persona feliz no muere.
Otro motivo para presentar euforia, se debe a lo descrito por Mitchel en 1966: ?La característica más típica de la persona muerta es su inmovilidad, por lo tanto es natural que un niño que tema morir se mantenga en constante movimiento. Incluso la idea de mantener con vida a otras personas contribuye a esta respuesta?.

7.- Síntomas Identificatorios y los Accidentes:
Particularmente notorios son aquellos casos en que la pérdida se manifiesta en síntomas que son la réplica de aquellos que tuvo la persona muerta; Ej. Un niño, que perdió a su madre producto de un ataque al corazón, manifiesta constantemente que le duele el pecho y que necesita de un médico, sin que se le halla detectado nada en los exámenes que se le han practicado.
Muchos clínicos creen que aquellos niños que han sufrido una pérdida son más proclives a sufrir accidentes que otros, muchos antecedentes circunstanciales apoyan esta tesis, aunque no se ha hecho un estudio serio al respecto.

PERDIDA EN LA CONDUCTA DEL PADRE SOBREVIVIENTE CON LOS HIJOS

Viudas: Cuando un padre muere es inevitable que cambie el modo de tratar a los hijos del sobreviviente, pues ahora se encuentra en un estado de aflicción y además es el único responsable de los hijos. La madre sobreviviente debe desempeñar dos roles.
La muerte modifica todos los planes y esperanzas del futuro y precisamente cuando un niño está más necesitado de afecto, paciencia y comprensión de los adultos que están a su lado, éstos no se encuentran en condiciones de brindárselos. Una de las posibilidades que se presentan es la de enviar a los niños a otra parte, otra forma frecuente de reaccionar es la contraria, es decir, que el padre busque consuelo para sí en los hijos, en estos casos los hijos suelen compartir la cama con el padre sobreviviente. También es común que se abrume al niño con responsabilidades o exigencias demasiado elevadas que no le son fáciles de llevar, en otros casos se le exige al niño que sea una replica del padre muerto, asimismo se observa ansiedad y preocupación por la salud del niño y de la propia.
Ansiosa y emocionalmente inestable una viuda suele ser excesivamente laxa en los modos de disciplina con los hijos, pasando frecuentemente de un extremo a otro, o sea puede llegar a ser muy estricta también.

Viudos: Cuando se trata de hijas, los padres viudos suelen exigirle demasiado en cuanto a la compañía y el consuelo. Cuando se trata de hijos pequeños, el padre encarga el cuidado de los hijos a otra persona y los ve menos.
Finalmente, muchas de las dificultades que experimenten los niños luego de la pérdida de uno de los padres dependerá de la conducta del padre sobreviviente con ellos.

INTERVENCIÓN TERAPEUTICA

– Rectificación de las fantasías de muerte.
– Trabajar la idealización del padre muerto.
– Terapia familiar:

a) Trabajar la elaboración de su propio duelo.
b) Aceptar al niño tal cual es, sin asignarle funciones del difunto.
c) Eliminar los beneficios secundarios que obtiene el niño en relación con el manejo de la pérdida.
d) Colaborar en la desidealización del padre muerto.
e) Aceptar las emociones que se vivencian en relación al padre muerto.

Análisis de la relación entre duelo patológico y dependencia emocional

Cuando  se produce la ruptura de una relación de pareja, es necesario que cada uno de los involucrados inicie un proceso de elaboración del impacto emocional. A este proceso de deshacer los lazos afectivos y recolocar emocionalmente a quien fue el ser querido, se le conoce como DUELO, desde los planteamientos hechos por Freud (1917) en ?La aflicción y la melancolía.? (1)
Sin embargo, no es inusual observar casos en los cuales, alguno de los involucrados reacciona de manera no sana en ese proceso de separación, y realiza acciones que podrían describirse como de tipo patológico y que le impiden rehacer su equilibrio psicológico y emocional. En el presente artículo se examinan los conceptos Duelo patológico y Dependencia  emocional, a partir del análisis de las entrevistas a seis mujeres (2),  para intentar explicar las reacciones no sanas de personas que han vivido la experiencia de la separación.

En su libro ?La expresión de las emociones en el hombre y en los animales? Darwin, (1872, citado por Worden (1997), p 24) describe como los animales expresan la tristeza de una manera muy similar a los seres humanos niños y adultos.

Por su parte, Lorenz (1963) en su libro ?Sobre la agresión: el pretendido mal? describe de manera detallada la conducta de duelo en una Oca que ha perdido a su pareja. (3) Lorenz escribe que ?… la primera respuesta a la separación del compañero consiste en un intento ansioso de encontrarlo de nuevo. La Oca se traslada de sitio, inquieta de día y de noche, volando grandes distancias y visitando lugares donde podría encontrar a su pareja.?

Estudios como los presentados por Bowlby (1983), señalan que los humanos sufren en algún grado el duelo tras una pérdida. En este sentido el duelo puede concebirse como el conjunto de reacciones emocionales y conductuales  que tienen lugar tras la pérdida de alguien o algo emocionalmente significativo.

La pérdida de la pareja, bien sea por muerte o por separación, como es el caso trabajado en el presente documento, ocasiona un fuerte impacto emocional que hace muy difícil su asimilación en razón de los sentimientos de ira, dolor, soledad, desconfianza e incertidumbre que invaden a quien lo afronta.

Es Worden (1997),  quien con gran detalle, ha hecho la distinción entre duelo normal y duelo patológico, a pesar  de que el mismo Freud, en su artículo Duelo y melancolía, separa los términos proponiendo que la Aflicción equivaldría al duelo normal y la Melancolía haría alusión al duelo patológico (4) y que la diferencia entre los dos radicaría en que la persona  afligida (duelo normal) vería el mundo como pobre y vacío debido a la ausencia del ser querido, en tanto que la persona melancólica (duelo patológico) se vería a sí misma como pobre y vacía.

Worden (1997), es enfático al señalar que el término duelo normal (también denominado no complicado) abarca un amplio rango de sentimientos y conductas que son normales después de una pérdida. Conforme a su planteamiento, los sentimientos presentes en el duelo normal serían: 1)Tristeza, que se manifiesta a través del llanto, 2) Enfado, que conlleva una sensación de frustración ante la confirmación de que ya no hay nada que hacer y que puede implicar una experiencia regresiva, 3) Culpa y autorreproche, por algo que se hizo o se dejó de hacer, 4) Ansiedad, que trae consigo una sensación de inseguridad y temor de no poder cuidar de sí mismos, 5) Soledad, que emana  de la imposibilidad de volver a compartir y, otros sentimientos tales como fatiga, impotencia, shock, anhelo, emancipación y alivio.

Es de anotar que Worden reconoce que algunas personas pueden presentar ausencia de sentimientos lo que ocurriría en razón de que, debido al impacto, habría muchos sentimientos que afrontar y, como una forma de protección, la persona experimentaría insensibilidad para que todos los sentimientos no se hicieran conscientes y se desbordara emocionalmente, lo que llevaría a un proceso patológico.
     
En lo que hace referencia a las conductas, Worden señala como normales en el proceso de duelo las siguientes: Trastornos del sueño ( que implicarían dificultad para dormir y para despertar temprano en la mañana), Trastornos alimentarios, Conducta distraída, Aislamiento Social, Soñar con el ser querido, Evitar recordatorios del ser querido, Suspirar, Hiperactividad sosegada, Llorar,  Visitar lugares comunes y Atesorar objetos que pertenecían a la persona.

Con respecto al duelo complicado o anormal, Worden  lo describe como aquel en el cual  la intensificación de los factores descritos en el duelo normal están desbordados  y la persona recurre a conductas desadaptativas o permanece inacabadamente en este estado sin avanzar hacia su resolución.

Obviamente que en el hecho de que el duelo se complique intervendrían muchos factores pero, principalmente,  aspectos de tipo relacional (es decir, circunscritos a la manera como se llevaba la relación con la persona), aspectos circunstanciales (relativos a la manera como se produjo el rompimiento de los lazos), factores de personalidad (que tienen que ver con la manera de afrontar el malestar emocional), y finalmente factores sociales  (que hacen relación al tipo de redes de apoyo con las que se cuenta o no).

Sobre el concepto de Dependencia Emocional, se ha planteado  que es un término que aún no tiene reconocimiento en la literatura científica. Sin embargo, Castelló (5) ha intentado definirlo y caracterizarlo, catalogándolo como una necesidad afectiva  extrema que una persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja, señalando que uno de los rasgos característicos de estas personas es la incapacidad de soportar la soledad.

Con base en la anterior definición se infieren dos elementos distintivos de la dependencia emocional los cuales son: 1)La necesidad de sentirse parte de una relación es desbordante  con lo cual no se ve restringida a una persona, y 2) Esa necesidad emocional es fundamentalmente de tipo afectivo, con lo cual no alcanza a catalogarse  como trastorno de personalidad, aunque cuando la persona dependiente muestra alteraciones como sensación de inutilidad y desvalimiento personal no hay que descartar un diagnóstico diferencial.

Por supuesto que, como ya se evidenció arriba al tratar los conceptos relacionados con el duelo, siempre será necesario revisar los aspectos de personalidad ligados o que afloren al producirse el impacto emocional consecuente a la separación de la pareja.

La literatura encuentra aquí convergencia al concordar en que las personas que hacen duelos complicados tras la perdida de la pareja, así como los  dependientes emocionales tendrían en su historia abandonos tempranos por las figuras paterna o materna, hospitalizaciones vividas traumáticamente como desamparo, o el haber sido internados, de manera precoz, en jardines o instituciones escolares (Bowlby, 1983, p34).

Sin embargo,  vale la pena resaltar la aclaración que Bowlby hace al plantear que todos los eventos de separaciones tempranas ?… no significan que el resultado inevitable sea una mutilación de la personalidad, pero si que… pueden incidir en una posterior disfunción más o menos severa? (p. 44).

METODOLOGÍA Y PROCEDIMIENTO

La investigación que sirvió como base al presente documento se realizó dentro del enfoque cualitativo, haciendo uso de la entrevista en profundidad. La población estuvo constituida por seis (6) mujeres entre los 25 y 38 años de edad que habían vivido en unión libre y, al momento de la entrevista, se encontraban separadas. Todas ellas vivían en Bogotá y registraban un periodo de convivencia en pareja superior a dos (2) años, llevando más de uno sin tener contacto alguno  con sus  antiguas parejas. Su nivel escolar oscilaba entre 5º  grado y educación tecnológica, y todas se ubicaban en estrato socioeconómico medio (2-3).

La información recopilada se aglutino, para su análisis, en las categorías Nivel sociodemográfico, Significado del concepto de pareja, Concepto de familia, Creencias y dinámicas de la familia extensa, Concepto de pérdida afectiva y, finalmente, Vivencia emocional del duelo por la separación.

Los hallazgos revelaron que la  crianza de las entrevistadas estuvo marcada por una educación rígida y restrictiva de corte machista en la cual la mujer ocupaba un lugar secundario, su aporte era poco reconocido, y, excepto en un caso, tenían una posición de sumisión.

Se encontró que en cuatro de los seis casos las mujeres acusaban carencias afectivas en sus relaciones con sus padres, las cuales, pretendieron llenar al constituir la relación de pareja. Esas carencias se manifestaban en poco diálogo, poca o nula expresión afectiva tanto en palabras como en contacto físico y negación de la expresión emocional.

En cinco de los casos  las mujeres fueron abandonadas por sus parejas y tuvieron que hacerse cargo del sostén del hogar, lo que significo tener que vincularse rápidamente a actividades productivas no gratificantes  (en general oficios domésticos), excepto en dos casos, lo cual necesariamente incidió en la no posibilidad de dar un curso sano al proceso de  elaboración de su pérdida.

La totalidad del grupo entrevistado manifestó haberse apegado, para llenar su vacío afectivo, a sus hijos (llegando incluso a dormir con ellos) y solo una de ellas manifestó haber contado con el apoyo efectivo de su familia extensa para afrontar la situación de separación.

CONCLUSIONES

Con base en la información obtenida y analizada pueden plantearse las siguientes conclusiones:

– Existe una gran cercanía entre los comportamientos de dependencia emocional  y duelo complicado o patológico como se describen en la literatura.

– Es significativo el hecho de que las carencias afectivas tempranas incidan, como lo plantea Bowlby (1983), en el establecimiento de apegos ansiosos, los cuales, al momento de romperse un lazo afectivo, se convierten en obstáculos para iniciar un sano proceso de resolución del duelo. Desde este aspecto podría decirse  que, para iniciar el proceso de elaboración de duelo, se requiere trabajar la estructura emocional de las personas con el propósito de que resuelvan sus apegos, progresen hacia la independencia emocional y reconozcan que su valía no esta en directa relación a tener o no una pareja al lado. En  términos de Worden (1997),  este trabajo permitiría iniciar las tareas de ajustarse  a un ambiente en que la otra persona ya no está, y se le pueda recolocar emocionalmente (encontrarle un lugar apropiado en la vida psicológica) de manera que se pueda iniciar la reconstrucción del proyecto de vida.

– En todos los casos, como parte normal del duelo, hubo un alto componente de rabia al momento de constatarse la pérdida, pero en los casos en que la ruptura se produjo por maltrato,  infidelidad o una mezcla de las dos, la dosis de rabia tuvo una magnitud tal que se convirtió en obstáculo para la resolución del duelo por mantenerse un continuo recuerdo del otro con dolor. En este punto es valioso traer los elementos de aprendizaje obtenidos a través de la practica atendiendo a personas en duelo, los cuales nos muestran que se requiere, para resolver los duelos actuales,  que se afronte la resolución de los duelos antiguos que se mantenían encapsulados (el abandono real o percibido por parte de los padres  o de otras personas emocionalmente significativas se vive como pérdida)  pues la no sana resolución de los primeros obstruye la resolución apropiada de los últimos.

– Finalmente, en directa relación con los hallazgos reportados por Worden, podemos afirmar que las mujeres que no hacen  una buena resolución del proceso de duelo  tienden a ser más jóvenes, se han quedado con la responsabilidad de la crianza  de los hijos, y viven solas y sin familiares próximos que sirvan como red de apoyo. Adicionalmente, son demasiado dependientes de la pareja y su educación cultural y familiar les impide realizar una expresión abierta de sus emociones, además que muestran haber reaccionado mal a anteriores separaciones.

Se espera retomar este tipo de investigaciones con una población más numerosa, con el propósito de validar las conclusiones a un mayor nivel de generalidad. Sin embargo, es predecible que los hallazgos continuarán en la misma línea de lo aquí expuesto.

Notas

1.-  FREUD, Sigmund. Obras Completas. Volumen I. Cap. X. Madrid. Bilioteca Nueva. 1967.
2.-  Las entrevistas fueron realizadas por el estudiante Miler Bayona Yará, como parte de su proyecto de investigación en razón de su participación en el Grupo de Investigación sobre Muerte y Duelo en el Contexto Colombiano en la  Universidad Manuela Beltrán, Grupo que dirige el autor del presente escrito.
3.-  LORENZ, Konrad. Sobre la Agresión: el pretendido mal. Madrid. Siglo XXI. 1972.
4.-  WORDEN,  J. William. El Tratamiento del Duelo. Asesoramiento Psicológico y Terapia. Buenos Aires. Paidós. 1997. P 46.
5.-  CASTELLÓ BLASCO,  J.  Dependencia Emocional: Características y Tratamiento. En prensa. 

ATRAVESANDO LA LUZ

ATRAVESANDO LA LUZ
POR  MELLER-THOMAS BENEDICT

Mellen-Thomas Benedict es un artista que sobrevivió una experiencia cercana a la muerte en 1982.  El estuvo muerto por más de una hora y media y durante ese tiempo el se elevó de su cuerpo y entró en la Luz. Curioso sobre el universo, el fue llevado lejos en las profundidades remotas de la existencia y aún más allá, en el energético Vacío de la Nada detrás del Big Bang. Con respecto a su experiencia cercana a la muerte, el Dr. Kenneth Ring ha dicho “Esta historia es una de las más destacadas que he encontrado en mi extensa investigación  sobre experiencias cercanas a la muerte”.
La ruta a la Muerte
En 1982 yo morí de un cáncer terminal.
La condición que yo tenía era inoperable, y cualquier clase de quimioterapia que pudieran hacerme me convertiría en poco más de un vegetal. Me habían dado entre seis y ocho meses de vida. Me habían dado una información extraña en 1970 y  me había vuelto cada vez más desconfiado sobre la crisis nuclear, la crisis ecológica y etc. Así que como no tenía una base espiritual, comencé a creer que la naturaleza había cometido un error y que probablemente nosotros éramos probablemente un organismo canceroso en el planeta. Percibí a todos los humanos como un cáncer y eso es lo que yo había logrado. Eso es lo que me mató. Tengan cuidado con su visión del mundo. Puede regresar sobre ustedes especialmente si es una visión negativa del mundo.
Eso es lo que me llevó a mi muerte. Yo intenté toda clase de métodos de sanación alternativos pero nada ayudo. Así que decidí que esto era realmente entre yo y Dios. Yo nunca antes me había enfrentado a Dios antes, ni siquiera trabajado con Dios. Yo no estaba en ninguna clase de espiritualidad en esa época pero comencé un viaje para aprender sobre espiritualidad y sanación alternativa. Empecé a leer todo lo que pude sobre el tema porque no quería recibir sorpresas cuando me fuera al otro lado. Así que comencé a leer sobre varias religiones y filosofías. Ellas eran todas muy interesantes y daban esperanzas de que había algo del otro lado.
  Por otra parte, como artista auto-empleado en vidrios de colores, yo no tenía ni seguro médico ni nada por el estilo. Así que los ahorros de mi vida se fueron de la noche a la mañana en pruebas. Entonces estaba enfrentando la profesión médica sin ninguna clase de seguro. No quería echar abajo financieramente a mi familia así que decidí manejar esto por mi mismo. No tenía un dolor constante pero había momentos oscuros. Supe que no me iba a animar a manejar y finalmente terminé en una cuidadora hospitalaria. Tenía mi propia cuidadora hospitalaria. Estuve muy bendecido por este ángel que vino conmigo durante la última parte. Yo duré unos 18 meses. No quería tomar un montón de drogas porque deseaba estar tan conciente como fuera posible. Entonces experimenté tal dolor que no tenía nada sino dolor en mi consciencia, afortunadamente solo por unos pocos días por vez.

La Luz de Dios
Recuerdo que desperté una mañana en casa aproximadamente a las 4,30 de la mañana y supe que  era el fin. Este era el día en que iba a morir. Así que llamé a unos pocos amigos y les dije adiós. Desperté a mi cuidadora hospitalaria y se lo dije. Yo tenía un acuerdo privado con ella de que dejaría solo a mi cuerpo muerto por unas seis horas, pues había leído que toda clase de cosas interesantes ocurren cuando uno muere. Me volví a dormir. La próxima cosa que recuerdo es el comienzo de una típica experiencia cercana a la muerte.
Súbitamente tuve total consciencia y estaba parado pero mi cuerpo estaba en la cama. Había alrededor a mí alrededor. El estar fuera de mi cuerpo era  aún más vívido que la experiencia ordinaria. Era tan vívido que yo podía ver todas las habitaciones de la casa, podía ver el techo de la casa, podía ver alrededor de la casa, podía ver debajo de la casa. Estaba esta Luz brillando. Me volví a la Luz. La Luz era muy similar a lo que muchas otras personas han descrito en sus experiencias cercanas a la muerte. Era tan magnifico, es tangible, tu puedes sentirlo. Es tan fascinante, tú deseas ir por ella así como desearías ir hacia los brazos de tu madre o padre ideal. Cuando comencé a avanzar hacia la Luz yo supe intuitivamente que si iba hacia la Luz estaría muerto. Así que mientras avanzaba hacia la Luz le dije “Por favor, espera un minuto, solo espera un segundo aquí. Yo quiero pensar en esto, me gustaría hablarte antes de irme”. Para mi sorpresa, toda la experiencia se detuvo en ese punto. Tú tienes el control inclusive en tu experiencia cercana a la muerte. No vas en un roler costero rápido. Mi pedido fue honrado y tuve algunas conversaciones con la Luz. La Luz seguía cambiando en distintas figuras, como Jesús, Budda, Krishna, mandalas, imágenes arquetípicas y signos. Pregunté a la Luz “¿que está ocurriendo aquí? Por favor, Luz, vuélvete clara ante mí! Yo realmente quiero conocer la realidad de la situación”. Yo no podía decir las palabras exactas porque era como una especie de telepatía.
La Luz me respondió. La información transferida fue que tus creencias forman la clase de feedback  que recibes ante la Luz. Si tú eres un budista o católico o Fundamentalista, recibes de regreso un lazo de tu propia cosa. Tienes una chance de mirarlo, examinarlo pero la mayor parte de la gente no lo hace. A medida que la Luz se revelaba a si misma ante mi, me volví consciente de que lo que realmente estaba viendo era la matriz de nuestro Ser Superior. La única cosa que yo puedo decirte es que se convirtió en una matriz, un mandala de almas humanas, y que lo que yo vi fue eso que llamamos nuestro Ser Superior en cada uno de nosotros como una matriz. Es también un conducto hacia la fuente; cada uno de nosotros viene directamente, como una directa experiencia de la Fuente. Nosotros todos tenemos un Ser Superior o una parte de suprema alma de nuestro ser. Se me reveló a mí en su forma de energía más verdadera. La única forma en que puedo realmente describirla es que el ser del Ser Superior es más como un conducto. No parecía eso pero es una conexión directa con la Fuente. Así que la Luz me estaba mostrando la matriz del Ser Superior. Y se volvió muy claro para mi que todos los Seres Superiores están conectados como un solo ser, todos los humanos están conectados como un solo ser, somos en verdad el mismo ser, distintos aspectos del mismo ser. No esta comprometido con una religión particular. Esto es lo que me volvía a mí. Y yo vi este mandala de almas humanas. Fue la cosa más hermosa que jamás he visto. Entré en ella y fue sobrecogedora.  Fue como si todo el amor que siempre quisiste y fue la clase de amor que cura, sana, regenera. Mientras le pedía a la Luz que siguiera explicando, yo entendí lo que es la matriz del Ser Superior. Tenemos una grilla alrededor del planeta donde todos los Seres Superiores están conectados. Esto es como una gran compañía, un próximo sutil nivel de energía alrededor nuestro, el nivel del espíritu, podríamos decir. Entonces, después de un par de minutos, yo pedía más aclaración. Yo realmente quería saber de que se trata el universo y estaba listo para irme entonces. Yo dije “Estoy listo, llévame”. Entonces la Luz se convirtió en la cosa más hermosa que jamás he visto, un mandala de almas humanas en este planeta. Ahora yo vine a esto con mi punto de vista negativo de lo que había pasado en el planeta. Entonces mientras le pedía a la luz que siga aclarándome las cosas yo vi en este mandala magnifico cuan bellos somos en nuestra esencia, nuestro centro Somos las creaciones más hermosas. El Alma humana, la matriz humana que todos hacemos juntos es absolutamente fantásticos, elegantes, exóticos, todo. Yo no puedo decir suficientemente como cambió mi opinión de los seres humanos en ese instante. Dije: “Oh, Dios, no sabía cuan hermosos somos!” En cualquier nivel, alto o bajo, en cualquier forma en la que tu estés, eres la creación más hermosa, lo eres. Estaba atónito por encontrar que no había mal en ningún alma.
Dije “¿Como puede ser esto?” La respuesta fue que ningún alma era inherentemente mala. Las cosas terribles que ocurrieron a la gente puede llevarlas a hacer cosas malignas pero sus almas no eran malignas. Lo que toda la gente busca, lo que las sustenta, es el amor, me dijo la Luz. Lo que distorsiona a la gente es la ausencia de amor. Las revelaciones que vienen de la Luz parecían continuar y entonces pregunté a la Luz “Significa esto que la humanidad será salvada?” Entonces como un golpe de trompeta y lluvia de luces espiraladas la Gran Luz habló diciendo: “Recuerda esto y nunca lo olvides; tu te salvas, te redimes y te sanas a ti mismo. Siempre lo haces. Siempre lo harás. Tu fuiste creado con el poder de hacerlo desde antes del comienzo del mundo”. En ese instante yo comprendí aún más. Comprendí que NOSOTROS YA HEMOS SIDO SALVADOS y nos hemos salvado a nosotros mismos porque fuimos diseñados para auto corregirnos como el resto del universo de Dios. De eso se trata la segunda venida. Yo agradecí la Luz de Dios con todo mi corazón. La mejor cosa que podía recibir fueron estas simples palabras de apreciación: “Oh, querido Dios, querido Universo, querido Gran Ser, yo amo mi vida”. La Luz pareció respirarme aún más profundamente. Era como si la Luz me estuviera absorbiendo completamente. La Luz Amor es, hasta este día indescriptible. Yo entré en otro reino, más profundo que el último y me volví consciente de algo más, mucho más. Era un enorme arroyo de Luz, vasto y pleno, profundo en el Corazón de la Vida. Pregunté que era esto.
La Luz respondió “Este es el RÍO DE LA VIDA. Bebe de esta agua maná para el contento de tu corazón” y así lo hice. Tomé un gran sorbo y luego otro. Bebí la Vida Misma! Yo estaba en éxtasis. Entonces la Luz dijo “Tu tienes un deseo” la Luz sabía todo sobre mí. Todo el pasado, presente y futuro. “Sí!” susurré. Pedí ver el resto del Universo; más allá de nuestro sistema solar, más allá de toda ilusión humana. La Luz entonces me dijo que yo podía ir con el arroyo. Lo hice y fui llevado por la Luz hasta el fin del túnel. Sentí y escuché una serie de suaves sonidos de estampidos. Que velocidad!
El vacío de la Nada
Súbitamente parecí ir en un cohete lejos del planeta en este arroyo de Vida. Vi la tierra volar lejos. El sistema solar en todo su esplendor, hizo un zumbido y desapareció. Más rápido que la velocidad de la luz yo volé por el centro de la galaxia absorbiendo más conocimiento a medida que iba. Aprendí que esta galaxia y todo el universo está bullendo con muy distintas variedades de VIDA. Vi muchos mundos. La buena nueva es que no estamos solos en este Universo! Mientras rodaba en este arroyo de conciencia por el centro de la galaxia, el arroyo iba expandiéndose en ola fractales pasmosas de energía.
. . Los súper grupos de galaxias con toda su antigua sabiduría desaparecieron aunque yo estaba yendo algún lado, realmente viajando. Pero cuando comprendí eso, mientras el arroyo se expandía, mi propia consciencia estaba también expandiéndose para tomar todo en el Universo! Toda creación pasó a mi lado. Fue una maravilla inimaginable! Yo verdaderamente era un niño Maravilla; un Bebe en el Mundo de la Fantasía! Parecía como si todas las creaciones del Universo rugían a mi lado y desaparecían en un punto de Luz. Casi inmediatamente, una segunda Luz apareció. Venía de todos lados, y era tan distinta; Una Luz hecha de más que todas las frecuencias en el Universo. Yo sentí y escuché varios estampidos sónicos aterciopelados nuevamente. Mi consciencia, o ser, se estaba expandiendo para hacer interfaz con el Universo Holográfico total y más. Mientras pasaba a la segunda Luz, me vino la conciencia de que acababa de trascender la Verdad. Estas son las mejores palabras que encuentro para ello pero intentaré explicarlo. Mientras yo pasaba a la segunda Luz, yo me expandía más allá de la Primera Luz. Me encontré a mi mismo en una profunda quietud, más allá de todo silencio. Podía ver o percibir PARA SIEMPRE, más allá del infinito. Yo estaba en el vacío. Estaba en la pre-creación, antes del Big Bang. Yo había cruzado el comienzo del tiempo -La Primer Palabra- la primer vibración. Yo estaba en el ojo de la Creación. Sentía como si yo estuviera tocando el rostro de Dios. No era un sentimiento religioso. Simplemente yo era uno con la Vida Absoluta y la Conciencia. Cuando yo digo que podía ver o percibir para siempre, quiero significar que podía experimentar toda la creación generándose a si misma. No tenía principio ni final. Ese es un pensamiento de expansión mental ¿no?
Los científicos perciben el Big Bang como un simple evento que creó al Universo. Yo vi que el Big Bang es solo uno de un número infinito de Big Bangs creando Universos sin fin y simultáneamente. Las únicas imágenes que aún se acercan a términos humanos serían los creados por supercomputadoras usando ecuaciones de geometría fractal. Los antiguos sabían esto. Ellos decían que la Cabeza Divina creaba periódicamente nuevos Universos mediante la exhalación y que des-creaba otros universos al inspirar. Esas épocas fueron llamadas Yugas. La ciencia moderna llamó a esto el Big Bang. Yo estaba en una consciencia absoluta, pura. Podía ver o percibir todos los Big Bangs o Yugas creando y des-creándose a si mismos. Instantáneamente entraba en todos ellos simultáneamente. Vi que cada pequeña pieza de la creación tiene el poder de crear. Es muy difícil tratar de explicar esto. Aún estoy sin palabras al respecto. Me llevó años luego de volver, para asimilar las palabras para toda la experiencia del Vacío. Puedo decirte esto ahora, el Vacío es menos que nada, sin embargo es más de lo que todo es! El Vacío es el cero absoluto, el caos formando todas las posibilidades. Es Conciencia Absoluta, mucho más que incluso la Inteligencia universal. Donde está el Vacío? Lo sé. El Vacío está dentro y fuera de todo. Tú, justo ahora, aún mientras vives, estás siempre dentro y fuera del Vacío simultáneamente. No tienes que ir a ningún lugar ni morir para llegar allí. El Vacío es el vacío o la nada que está entre todas las manifestaciones físicas. El ESPACIO entre los átomos y sus componentes. La Ciencia Moderna ha comenzado a estudiar este espacio que hay entre todo. Ellos lo llaman el punto Cero. Cuando quiera que ellos intenten medirlo, sus instrumentos salen de la escala o al infinito por decirlo así. Ellos no tienen forma, hasta ahora, para medir el infinito con seguridad.  Hay más de espacio cero en tu propio cuerpo y en el Universo que en ninguna otra cosa! Lo que los místicos llaman Vacío no es vacío. Está tan lleno de energía, una distinta clase de energía que ha creado todo lo que somos. Todo desde el Big Bang es vibración, desde la primer Palabra que es la primera vibración. El I Am (YO SOY) bíblico realmente tiene un signo de interrogación al final: “I Am what I Am? (en inglés la frase bíblica “Yo Soy el que Yo Soy puede servir también para decir Yo Soy ¿qué soy yo?) Así que la creación es Dios explorando a Dios Mismo a través de cada forma imaginable, en una exploración siempre andando, infinita, a través de cada uno de nosotros. A través de cada pedazo de pelo en tu cabeza, a través de cada hoja de cada árbol, a través de cada átomo. Dios está explorándose a Si Mismo, al gran “I Am”. Yo comencé a ver que todo lo que es, es el Ser, literalmente, tu Ser, Mi Ser. Todo es el gran Ser. Por eso Dios sabe aún cuando se cae una hoja. Eso es posible porque dondequiera que estás tú, es el centro del universo. Dondequiera que cualquier átomo está, ese es el centro del universo. Hay Dios en eso y hay Dios en el Vacío. Mientras yo exploraba el Vacío y todas las Yugas o creaciones, yo estaba completamente fuera del tiempo y espacio como lo conocemos. En este estado expandido, yo descubrí que la creación tiene que ver con la Absoluta Conciencia Pura, o Dios, viniendo a la Experiencia de la Vida como la conocemos. El Vacío mismo está desprovisto de experiencia. Está en la pre-vida, antes de la primer vibración.
  La Deidad es más que vida y muerte. Por lo tanto hay aún más que vida y muerte para experimentar en el Universo! Yo estaba en el Vacío y estaba consciente de todo lo que había sido creado jamás. Era como si estuviera mirando a través de los ojos de Dios. Me había vuelto Dios. Súbitamente ya no era yo nunca más. La única cosa que puedo decir es que yo miraba a través de los ojos de Dios. Y súbitamente yo supe por qué existía cada átomo y podía verlo todo. El punto interesante fue que entre en el Vacío y volví con esta comprensión de que Dios no estaba allí. Dios está aquí. De eso se trata todo. Así, en esta búsqueda constante de la raza humana para buscar a Dios… Dios nos dio todo a nosotros, todo está aquí, esto es todo. Y esto en lo que estamos ahora es la Exploración de Dios a través nuestro. La gente está tan ocupada tratando de volverse Dios que ellos debieran comprender que nosotros ya somos Dios y Dios se está volviendo nosotros. Eso es de lo que se trata. Cuando comprendí esto, terminé con el Vacío y quería volver a esta creación, o Yuga. Parecía que era natural hacer esto. Entonces yo súbitamente volví a través de la segunda Luz, o el Big Bang, escuchando varios estampidos aterciopelados más. Anduve por el arroyo de la conciencia de regreso por toda la creación y ¡que recorrido fue este! Las Súper Agrupaciones de Galaxias vinieron a través de mí con mayores visualizaciones aún. Pasé por el centro de nuestra galaxia que es un agujero negro. Los agujeros negros son los grandes procesadores y recicladores del Universo.
  Sabías que hay del otro lado de un Agujero Negro? Estamos nosotros, nuestra galaxia, que ha sido reprocesada desde otro Universo. En su total configuración de energía, la galaxia parecía como una fantástica ciudad de luces. Toda la energía de este lado del Big Bang es luz. Cada sub átomo, átomo, estrella, planeta, aún la misma conciencia está hecha de luz y tiene una frecuencia y/o partícula. La Luz es una cosa viviente. Todo está hecho de luz, aún las piedras, así que todo está vivo. Todo está hecho de la Luz de Dios; todo es muy inteligente.
La Luz del Amor

Mientras seguía por el arroyo, pude finalmente ver una enorme Luz viniendo. Yo supe que era la Primer Luz, la Matriz de Luz del Ser Superior de nuestro Sistema Solar. Entonces todo el Sistema solar apareció en la Luz acompañado por uno de esos estampidos aterciopelados. Yo vi que el sistema solar en el que vivimos es nuestro cuerpo local más grande. Es nuestro cuerpo local y nosotros somos mucho mas grandes de lo que imaginamos. Vi que el sistema solar es nuestro cuerpo. Yo soy una parte de esto y la tierra es este ser enorme creado que nosotros somos, y nosotros somos la parte de ella que sabe que es. Pero somos sólo esa parte de ella. Nosotros no somos todo pero somos esa parte de ella que sabe lo que ella es. Yo podía ver toda la energía que genera este sistema solar y es una show increíble de luz! Podía escuchar la Música de las Esferas.
  Nuestro sistema solar, como lo hacen todos los cuerpos celestes, genera una única matriz de luz, sonido y energías vibratorias. Civilizaciones avanzadas de otros sistemas de estrellas pueden focalizar la vida como nosotros la conocemos en el universo, por la impresión de la matriz de energía o las energías vibratorias. Es como un juego de niños. Los niños Maravilla de la tierra (seres humanos) hacen una abundancia de sonidos ahora, como los niños que juegan en el patio trasero del universo. Anduve en el arroyo directamente hacia el centro de la Luz. Me sentí abrazado por la Luz que me tomaba con su aliento nuevamente, seguido por otro suave estampido sónico. Estaba en esta gran Luz de Amor con el arroyo de la vida fluyendo a través mío. Debo decir nuevamente que es la Luz más amorosa la Luz que no juzga. Es el padre ideal para este Niño Maravilla “Y ahora que?” pregunté. La Luz me explicó que no hay muerte, somos seres inmortales. Hemos vivido por siempre! Comprendí que somos parte de un sistema natural vivo que se recicla a si mismo sin fin. Nunca me habían dicho que tenía que volver. Acababa de saberlo. Era solo natural por lo que yo había visto. No se cuanto tiempo yo estuve con la Luz en tiempo humano. Pero vino un momento en el que comprendí que todas mis preguntas habían sido respondidas y mi regreso estaba pronto. Cuando digo que todas mis preguntas habían sido respondidas en el otro lado, quiero decir justo eso. Todas mis preguntas han sido respondidas. Cada humano tiene una vida distinta y distintas preguntas para explorar. Algunas de nuestras preguntas son Universales pero cada uno de nosotros está explorando esta cosa que llamamos Vida en nuestra forma única.
  Así es cada otra forma de vida, desde las montañas hasta cada hoja de cada árbol. Y eso es muy importante para el resto de nosotros en este Universo. Porque todo contribuye al Gran Cuadro, la totalidad de la Vida. Nosotros somos literalmente Dios explorándose a Ser mismo de Dios en una infinita Danza de Vida. Tu unicuidad se expande en toda Vida
Su regreso a la Tierra
Cuando comencé mi regreso al ciclo de vida, nunca cruzó por mi mente ni me fue dicho, que yo regresaría al mismo cuerpo. Simplemente no importaba. Yo tenía una total confianza en la Luz y en el proceso de la Vida. Mientras el arroyo se fundía con la gran Luz yo pedí no olvidar jamás las revelaciones y los sentimientos de lo que yo había aprendido en el otro lado. Hubo un “si”. Se sintió como un beso a mi alma. Entonces fui llevado de vuelta a través de la Luz dentro del reino vibratorio nuevamente. Todo el proceso fue revertido, con aún más información que me era dada. Volví a mi hogar y me dieron lecciones sobre la mecánica de la reencarnación. Me dieron respuestas para todas esas pequeñas preguntas que yo tenía:”Como funciona esto?” Yo supe que yo reencarnaría. La tierra es un gran procesador de energía y conciencia individual  que evoluciona a partir de cada uno de nosotros. Yo pensé por primera vez en mi mismo como un ser humano y fui feliz de serlo. Por lo que yo había visto, podía ser feliz de estar en un átomo en este universo. Un átomo. Así ser la parte humana de Dios… esta es la bendición más fantástica.
  Es una bendición y esta bendición está más allá de cualquiera de nuestras más increíbles imaginaciones. Para cada uno de nosotros ser la parte humana de esta experiencia es pasmoso y magnífico. Cada uno de nosotros, no importa donde estemos, atornillados o no, somos una bendición para el planeta, allí donde estemos. Así que fui a través del proceso de reencarnación esperando ser un bebé en alguna parte. Pero me dieron una lección sobre como evoluciona la identidad individual y la conciencia. Así que me reencarné de vuelta en este cuerpo. Me sorprendió tanto cuando abrí mis ojos! No se por qué, porque yo lo comprendía, pero aún así fue tal sorpresa estar de vuelta en este cuerpo, de nuevo en mi habitación con alguien mirándome y llorando desconsoladamente. Era mi cuidadora hospitalaria. A ella le habían dado una hora y media luego de encontrarme muerto. Ella estaba segura de que yo estaba muerto; todos los signos de la muerte estaban allí ? yo estaba rígido. No sabemos por cuanto tiempo yo estuve muerto, pero si sabemos que fue por una hora y media desde que fui descubierto. Ella hizo honor a mi deseo de que mi cuerpo nuevo muerto fuera dejado solo por unas pocas horas, tantas como ella pudiera. Teníamos un estetoscopio amplificado y muchas formas de controlar las funciones vitales del cuerpo para ver lo que estaba ocurriendo. Ella podía verificar que yo estaba realmente muerto. No era una experiencia de muerte cercana. Yo experimenté la muerte misma por lo menos durante una hora y media. Ella me encontró muerto y verificó con el estetoscopio, la presión sanguínea y un monitor de corazón durante una hora y media.
Entonces me desperté y vi la luz afuera. Intenté levantarme para ir allí pero me caí de la cama. Ella escuchó un fuerte “clunk”, corrió y me encontró en el suelo. Cuando me recuperé, me sorprendí mucho y aún me atemoricé por lo que me había ocurrido. Al principio toda la memoria del viaje que acababa de hacer no estaba allí. Seguí resbalándome de este mundo y seguía preguntando “estoy vivo?”. Este mundo parecía más un sueño que un mundo.
  En unos tres días ya me sentí nuevamente normal, más inteligente, sin embargo distinto de lo que me había sentido en mi vida. Mi recuerdo de la travesía volvió más tarde. No podía ver nada equivocado en ningún ser humano que yo había visto. Antes yo tenía mucha tendencia a juzgar. Pensaba que mucha gente estaba realmente torcida excepto yo. Pero lo veía más claro a todo eso. Unos tres años más tarde un amigo dijo que yo debiera hacerme un control, así que fui y pasé por escaneos y todo eso. Realmente me sentía bien así que temía recibir malas noticias. Recuerdo al doctor de la clínica mirando los escaneos de antes y después y diciendo: “bueno, ahora no hay nada aquí”. Yo dije: “realmente, ¿será un milagro?”. El dijo “No, estas cosas ocurren, ellas son llamadas remisiones espontáneas”. El actuaba sin estar impresionado en absoluto. Pero aquí había un milagro y yo estaba impresionado aún si nadie más lo estuviera.
Las Lecciones que aprendí
El misterio de la vida tiene poco que ver con la inteligencia. El universo no es un proceso intelectual de ninguna manera.
El intelecto sirve de ayuda, es brillante, pero justo ahora, es todo con lo cual procesamos, en lugar de hacerlo con nuestros corazones y con la parte más sabia de nosotros. El centro de la tierra es este gran transmutador de energía, como lo ves en las fotos del campo magnético de nuestra tierra. Ese es nuestro ciclo, siendo almas reencarnadas que pasan y vuelven por el nuevamente. Una señal de que ustedes están logrando un nivel humano es que están comenzando a evolucionar su conciencia individual. Los animales tienen un alma grupal y ellos reencarnan en almas grupales. Un reno será  muy probablemente siempre un reno. Pero solo ser nacido un humano, ya sea deformado o genial, muestra que tu estás en el sendero de desarrollar una conciencia individual. Esa es en si misma parte de la conciencia de grupo llamada humanidad. Vi que las razas son grupos de personalidad. Naciones como Francia, Alemania y China cada una tiene su propia personalidad. Las ciudades tienen su personalidad, su alma grupal local que atrae cierta gente. Las familias son almas grupales. La identidad individual está evolucionando como ramas de un fractal; el alma grupal explora nuestra individualidad. Las preguntas distintas que cada uno de nosotros tiene son muy, muy importantes. Así es como la Divinidad está explorando al Ser de Dios, a través de ustedes. Así que hagan preguntas, hagan su búsqueda. Encontrarán su propio Ser y encontrarán a Dios en ese Ser porque es solo el Ser. Más que eso, comencé a ver que cada uno de nosotros los humanos, somos almas compañeras. Somos partes de la misma alma fractalizándose en muchas direcciones creativas, pero aún así sigue siendo la misma.
Ahora veo cada ser humano que siempre veré y veo a mi alma compañera, la que siempre estuve buscando. Más aún, la más grande alma compañera que jamás tendrás eres tu mismo. Cada uno de nosotros, hombres y mujeres. Lo experimentamos en el útero y en estados de reencarnación. Si ustedes buscan esa última alma compañera o gemela fuera de ustedes, nunca la encontrarán, no está allí. Así como Dios no está “allí”. Dios está aquí. No busquen “por ahí afuera” a Dios. Búscalo aquí a Dios. Mira a través de tu propio Ser. Comienza teniendo el mayor asunto amoroso que jamás tuviste… con tu Ser. Amarás todo desde allí. Yo tuve un descenso en lo que podrías llamar Infierno y fue muy sorprendente. No vi a Satán ni al mal. Mi descenso al infierno fue un descenso en la miseria humana de costumbres en cada persona, en la ignorancia y la oscuridad de no saber. Parecía una eternidad miserable. Cada una de los millones de almas a mi alrededor tenía una pequeña estrella de luz siempre disponible. Pero nadie parecía prestarle atención. Estaban tan consumidos por su propio dolor, trauma y miseria! Luego de lo que pareció una eternidad, comencé llamando a esa Luz, como un niño pide ayuda a  sus padres. Entonces la Luz se abrió y formó un túnel que vino justo a mi sacándome de ese temor y pena. Eso es lo que el Infierno realmente es. Lo que estamos aprendiendo es a tomarnos de las manos, andar juntos. Las puertas del Infierno están abiertas ahora. Vamos a unirnos, tomarnos las manos y salir juntos del infierno.
La Luz vino a mí y me volvió un enorme ángel dorado. Yo dije “eres un ángel de muerte?”. Me expresó que era mi suprema alma, la matriz de mi Ser Superior, una súper vieja parte de nosotros mismos. Entonces fue llevado a la Luz. Pronto nuestra ciencia cuantificará al espíritu. Los físicos usan colisiones atómicas para aplastar átomos y ver de que están hechos. Lo desglosaron en quarks y magia y todo eso. Bien un día ellos llegarán hasta la pequeña cosa que hace la unión de todo y ellos tendrán que llamarla… Dios. Con los colisionantes atómicos ellos no solo están viendo que está allí sino que están creando partículas. Gracias a Dios la mayor parte de ellas viven solo milisegundos y nanosegundos. Estamos comenzando a entender lo que estamos creando también mientras avanzamos. Mientras veía por siempre, llegué a un reino en el que hay un punto por el que pasamos todo conocimiento y comenzamos creando el próximo fractal. Tenemos ese poder de crear a medida que exploramos. Y ese es Dios expandiéndose a si mismo a través nuestro. Desde mi regreso experimenté la Luz espontáneamente y he aprendido como llegar a ese espacio casi en cualquier momento en que medito. Cada uno de ustedes puede hacerlo. No tienen que morir para hacer esto. Está dentro de tu equipo, tú ya tienes el cableado para hacerlo. El cuerpo es el más magnífico ser de Luz que hay. El cuerpo es un universo de increíble Luz. El Espíritu no nos empuja a disolver este cuerpo.
  No es eso lo que está ocurriendo. Dejen de intentar volverse Dios. Dios se está volviendo ustedes. Aquí. La mente es como un niño que corre por el universo pidiendo esto y pensando que el creo el mundo. Pero yo pregunto a la mente: “Que tiene que hacer tu madre con esto?” Ese es el próximo nivel de conciencia espiritual. Oh! Mi madre! De golpe abandonas el ego, porque no eres la única alma en el universo. Una de mis preguntas a la Luz fue “que es el cielo?” Me dieron un tour de todos los cielos que han sido creados: los Nirvanas, Las Tierras de Felices Cacerías, todas ellas. Pasé por ellas. Estas son creaciones mentales de formas que hemos creado. Realmente no vamos al cielo, nosotros somos reprocesados. Los milagros y la magia ocurren naturalmente en un universo amoroso.

                             

PD:

El mensaje es textual; no quise cambiar un ápice aunque los verbos y tiempos sean dudosos en algunos párrafos.

Se trata de una vivencia personal, queda a criterio del eventual lector su veracidad.