Respaldo de material de tanatología

LA HISTORIA DE LA TAZA DE PORCELANA

De: Con fé  (Mensaje original) Enviado: 23/02/2006 18:06

LA HISTORIA DE LA TAZA DE PORCELANA

Se cuenta que una vez en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas, era la que vendía vajilla antigua. Así encontraron una vez una hermosa tacita que llamó su atención:

?Me permite ver esa taza?, preguntó la Señora, _?nunca vi nada tan fino como eso.?

Cuanto la tuvo en sus manos, la tacita comenzó a hablarle:
?Sepa que yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo; hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos  y me golpeó y me amoldó cariñosamente, llegó un momento en que me desesperé y le grité:

?¡Por favor! Ya déjeme en paz?. Sólo me sonrió y me dijo: ?Aguanta un poco más, todavía no es tiempo?.

Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté por qué mi creador querría quemarme, así que, toqué la puerta del horno.
A través de la puerta del horno, pude leer los labios de mi creador que me decía:
?Aguanta un poco más, todavía no es tiempo?.

Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara.
?Así está mucho mejor?, me dije a mi misma, pero, apenas me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintando.  ¡El olor de la pintura era horrible! ¡sentía que me ahogaba!
?Por favor, ¡detente!? le gritaba a mi creador, pero el sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía: ?Aguanta un poco más, todavía no es tiempo?.

Al fin dejó de pintarme pero me tomó y me metió nuevamente en un horno! No era como el primero, este era mucho más caliente. Ahora sí estaba segura que me sofocaría. Le rogué y le imploré que me sacara.

Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo: ?Aguanta un poco más, todavía no es tiempo?.

En ese momento me di cuenta que no había esperanza; nunca lograría sobrevivir a ese horno. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida, mi creador abrió la puerta, me tomó cariñosamente entre sus manos y me puso en una repisa que era más alta que la anterior. Allí me dejó un momento
para que me refrescara.

Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo:

?Mírate, esta eres tú?.

¡Yo no podía creerlo, esa no podía ser yo! ¡Lo que veía era hermoso! Mi creador nuevamente me dijo:
?Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos; pero si te hubiera dejado como
estabas te hubieras secado.
Sé que te causó mucho dolor y calor haber estado en el primer horno, pero, de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado.
También se que  los gases de la pintura, te provocaron muchas molestias, pero, de no haberte pintado, no tendrías color.
Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo porque la dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras.
Ahora tú eres un producto terminado. Eres lo que yo tenía en mente cuando te empecé a formar.

Dios nunca va a intentar ni obligar a que vivamos algo que no podemos soportar.
Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. Él es el artesano y nosotros somos el barro. Nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir Su Voluntad.

AGUANTA UN POCO MAS Y SERÁS EL MAS PERFECTO RESULTADO DE TU ALFARERO.<

Para reflexionar (extracto de mensaje personal)

PARA REFLEXIONAR
Despues de esta experiencia de la perdida cada vez veo con mas claridad, que la muerte no es perdida sino ganancia( San Pablo dice que morir es una ganancia) ,que es la puerta a una nueva Vida , que es un Nuevo nacimiento y que  que debemos cambiar la imagen de la Muerte de la guadaña  y el rostro cadaverico por el de una Hermana de blanco que nos acompañara a la casa del Padre (volvere a la casa del Padre Lc.15 ,18).

No pretendo quitar el miedo logico alo desconocido ,ni el dolor por los seres queridos , sino que llegemos a descubrir un nuevo rostro y una Nueva Vida, LA VIDA ETERNA.Con mucho Amor ,vieja

Vida y muerte

De: peregrino  (Mensaje original) Enviado: 22/11/2003 15:35
“La experiencia del tiempo presente de vida se hace mucho más total, intensa y real cuando se incluye la muerte como parte de la vida, en lugar de ser algo que deba ser temido y negado”

Vida y muerte son partes de nuestra existencia. Hay que vivir intensamente en el presente sin
perder de vista la muerte, la vida después de la muerte, y el renacimiento como parte de un todo,  preparándonos ahora para todo lo que esto significa.

la muerte y los poetas

De: Alias de MSNMyrna6758  (Mensaje original) Enviado: 31/10/2004 18:03

Rafael Alberti, que siempre va más allá:

“De negro, siempre enlutada, muerta entre cuatro paredes… “que son las que deciden morir en vida, por la muerte de un hombre, por la muerte de un hijo.

Federico García Lorca. El asunto es poder ver la vida hasta el último momento. Porque no falta quien diga que, cuando se muere, nuestra vida pasa, toda completa, nuevamente, por nuestra mente, acaso para que veamos si es la que en verdad hubiéramos querido vivir o morimos descontentos de ella. Aunque de una manera u otra, nuestra vida, al terminar, ya no tiene remedio. Por eso morimos.

“Si muero dejad el balcón abierto.”

“¿Quién dirá que te vio, y en qué momento? ¡Qué dolor de penumbra iluminada! Dos voces suenan: el reloj y el viento, mientras flota sin ti la madrugada.”

Rubén Darío no pensó mucho en la muerte; pensó en la vida y viviéndola quiso ganar la batalla a la Parca:

“La virtud está en ser tranquilo y fuerte; con el fuego interior todo se abrasa; se triunfa del rencor y de la muerte, ¡y hacia Belén… la caravana pasa!”

Amado Nervo, por su parte, nos deja la desesperación de un grito:

“En vano entre las sombras mis brazos siempre abiertos, asir quieren su imagen con ilusorio afán. ¡Qué noche tan callada, qué limbos tan inciertos! Oh, padre de los vivos, ¿adónde van los muertos, adónde van los muertos, Señor, adónde van? ¡Oh Dios! ¡Me quiso mucho; sus brazos siempre abiertos, como un gran nido, tuvo para mí loco afán! Guiad hacia la Vida sus pobres pies inciertos… ¡Piedad para mi muerta! ¡Piedad para los muertos! ¿Adónde van los muertos, Señor, adónde van?”.

Desde Puerto Rico

Bendición, Myrna

las 5 personas que encontraras en el cielo

“Las Cinco Personas Que Encontraras en el Cielo”.

Mitch Albom, el autor de “Martes Con Mi Viejo Profesor”, vuelve para hacernos pensar, para hacernos sentir, y sobre todo para enamorarnos de nuevo de cada una de las palabras que componen su nueva novela: “Las Cinco Personas Que Encontraras en el Cielo”.

Eddie tiene 83 años y trabaja en el parque de atracciones de una pequeña ciudad de provincias norteamericana. Ha pasado toda su vida en este lugar, a excepción de su participación en la Segunda Guerra Mundial, un episodio que le marcó profundamente. Su vida acaba de forma trágica al salvar a una niña que está a punto de ser atropellada por un coche de la montaña rusa. Eddie se encuentra ahora… en el cielo. El paraíso aparece como el lugar donde, por fin, entendemos el sentido de nuestra vida en la tierra. Así, Eddie se encuentra con las cinco personas que más han influido en su vida, de forma directa pero también indirecta, sin que él se diera cuenta. Y así surgen dos preguntas capitales: ¿De qué manera nuestra vida está ligada a la de gente que no conocemos? ¿Cómo influyen nuestras decisiones en la vida de otras personas?

DESAPEGO: EL CRITERIO ES LA ALEGRIA

Asunto: [duelo-perdida_emocional] DESAPEGO: EL CRITERIO ES LA ALEGRIA
Fecha: Sabado, 16 de Diciembre, 2000  09:57:37 (GMT)
Autor: tdmeseguer

Aquí tenéis un texto del maestro de meditación zen Osho Rajneesh 
respecto al apego, el amor y la dirección interna que, alomejor, os 
gusta.

                        El criterio es la alegría
                            Osho Rajneesh

¿Cómo puedo saber si lo que está creciendo dentro es desapego o 
indiferencia?

No es difícil saberlo. ¿Cómo sabes cuándo tienes un dolor de cabeza y 
cómo sabes cuándo no tienes un dolor de cabeza?  Es muy sencillo. 
Cuando creces en el desapego, te volverás más sano, más feliz, tu vida 
se volverá una vida de alegría. Éste es el criterio de todo cuanto es 
bueno.  La alegría es el criterio.  Si estás creciendo en la alegría, 
estás creciendo y vas hacia tu hogar.
Con indiferencia no hay posibilidad de que crezca la alegría.  De 
hecho, si tienes alguna alegría, hasta ésta desaparecerá.
La felicidad es salud y para mí la religión es básicamente hedonista. 
El hedonismo es la esencia misma de la religión.  Ser feliz lo es todo.
Por lo que, recuerda: si las cosas van bien y vas bien encaminado, cada 
momento traerá más alegría, como si estuvieras acercándote a un bello 
jardín.  Cuanto más cerca esté, el aire será más fresco, más fragante. 
Ésta será la señal de que estás yendo en la buena dirección.  Si el 
aire se vuelve menos fresco, menos fragante, en este caso estás yendo 
en la dirección contraria.  La existencia está hecha de alegría.  Es su 
materia prima.  La alegría es la materia con la que se ha hecho la 
existencia.  De modo que cuando estés yendo hacia una mayor 
existencialidad, te irás volviendo más y más lleno de alegría, gozo, 
sin razón alguna.  Si vas hacia el desapego, crecerá el amor, crecerá 
la alegría, sólo los apegos serán descartados, porque los apegos traen 
tristeza, porque los apegos traen ataduras, porque los apegos destruyen 
tu libertad.  Pero si estás volviéndote indiferente… La indiferencia 
es una moneda falsa, se parece al desapego, pero sólo se parece al 
desapego.  Nada crecerá en ella.  Sólo te encogerás y morirás.
Por lo que ve y observa: hay muchos monjes en el mundo -católicos, 
hindúes, jainistas, budistas-, fíjate en ellos.  No producen una 
sensación radiante, no tienen un aura de fragancia, no parecen más 
vivos que tú: de hecho, parecen menos vivos, lisiados, paralíticos. 
Controlados, naturalmente, pero no en una disciplina profunda, 
interior; controlados, pero no conscientes; siguiendo una cierta 
conciencia que la sociedad les ha dado, pero todavía no conscientes de 
sí mismos, no individuos todavía, no libres todavía.  Viven como si ya 
estuvieran en su tumba, a la espera de la muerte.  Su vida se vuelve 
morosa, monótona, triste; es una especie de desespero.
Cuidado.  Siempre que algo no va bien, hay señales en tu ser.  La 
tristeza es una señal, la depresión es una señal, la alegría, la 
celebración también es una señal.  Más canciones te sucederán si vas 
hacia el desapego.  Bailarás más y te volverás más amoroso.  Recuerda, 
el amor no es apego, el amor no sabe de apegos y lo que sabe de apegos 
no es amor.  Es posesividad, dominio, cuelgue, miedo, codicia; puede 
ser mil y una cosas, pero no es amor.  En el nombre del amor se exhiben 
otras cosas, en el nombre del amor otras cosas se ocultan detrás, pero 
la etiqueta “amor” está pegada en el recipiente.  Dentro encontrarás 
muchas clases de cosas, pero nada de amor en absoluto.  Observa.  Si 
estás apegado a una persona, ¿amas? ¿O estás asustado de tu soledad y 
por eso te agarras?  Como no puedes estar solo, utilizas a esta persona 
para no estar solo.  Entonces tienes miedo.  Si la persona se muere, o 
se va a otro lugar, o se enamora de algún otro, entonces matarás a esta 
persona y dirás: «estaba tan apegado … ». O te matarás a ti mismo y 
dirás: «estaba tan apegado que no podía vivir sin ella, o sin él».  Es 
pura estupidez.  No es amor, es otra cosa.  Te da miedo tu soledad, no 
eres capaz de estar contigo mismo, necesitas que alguien te distraiga. 
Y quieres poseer a la otra persona, quieres utilizar a la otra persona 
como medio para tus propios fines.  Utilizar a otra persona como medio 
es violencia.
Enmanuel Kant hizo de esto una de sus ideas fundamentales de la vida 
moral.  Solía decir que tratar a otra persona como un medio es el acto 
más inmoral que existe.  Lo es.  Porque cuando tratas a otra persona 
como un medio -para tu satisfacción, para tu deseo sexual, para tu 
miedo o para otra cosa- cuando utilizas a otra persona como un medio, 
estás reduciendo la otra persona a una cosa, estás destruyendo su 
libertad, estás matando su alma.
El alma sólo puede crecer en libertad.  El amor da libertad.  Y cuando 
tú das libertad, eres libre, esto es, lo que es el desapego.  Si 
impones ataduras al otro, te harás prisionero por voluntad propia.  Si 
atas al otro, el otro te atará a ti; si confinas al otro, el otro te 
confinará; si intentas poseer al otro, el otro te poseerá.  Así es como 
las parejas se pasan toda la vida luchando por el dominio: el hombre a 
su manera, la mujer a su manera.  Ambos luchan.  Es una queja y una 
pelea continuas.  Y el hombre piensa que de alguna manera controla a la 
mujer y la mujer piensa que de alguna manera controla al hombre.  El 
control no es amor.
Nunca trates a una persona como medio.  Trata a todo el mundo como un 
fin en sí mismo, en sí misma; entonces eres una persona religiosa. 
Entonces no te agarras, entonces no estás apegado. Amas, pero tu amor 
da libertad, y cuando tú das libertad al otro, eres libre.  Tu alma 
sólo crece en libertad.  Te sentirás muy, muy feliz.
El mundo se ha convertido en algo muy infeliz.  No porque sea algo 
infeliz, sino porque lo hemos convertido en algo malo.  El mismo mundo 
puede convertirse en una celebración.
Preguntas, ¿cómo puedo saber si están creciendo el desapego o la 
indiferencia dentro?. Si te sientes feliz, si te sientes feliz con lo 
que esté creciendo, más centrado, con más aplomo, más vital que antes, 
entonces adelante con ello.  Entonces no hay que tener miedo.  Que la 
felicidad sea la piedra de toque, el criterio (ninguna otra cosa puede 
ser el criterio).  Nada de lo que las escrituras digan puede ser el 
criterio si tu corazón no late de felicidad; nada de lo que yo diga 
puede ser el criterio si tu corazón no late de felicidad.  En el 
momento de tu nacimiento pusieron un mecanismo sutil en tu interior. 
Va con la vida misma que siempre puedas saber lo que está sucediendo, 
puedas siempre sentir si eres feliz o infeliz.  Nadie pregunta cómo 
saber si es feliz o infeliz.  Nadie lo ha preguntado nunca.  Cuando 
eres infeliz, lo sabes; cuando eres feliz, lo sabes. O sea, que es un 
valor intrínseco.  Lo sabes, has nacido sabiéndolo, así que permite que 
se utilice este valor intrínseco y esto nunca falsificará tu vida. 
Pero si te fijas en las escrituras, hay peligro, porque para la persona 
que escribió un libro determinado puede haber sido un crecimiento, pero 
puede no serlo para ti.  El se sintió feliz.  Mahavir se sintió muy 
feliz ayunando; el Buda nunca se sintió tan feliz ayunando.  Así que, 
¿qué hacer?  Ambos son seres perfectos.  Si escuchas al Buda existe la 
posibilidad de que empieces distorsionando tus propios sentimientos; si 
escuchas a Mahavira existe la misma posibilidad.  Krishna vivió en el 
mundo, amó a muchas mujeres, se lo pasó muy bien.  Era un hombre 
totalmente diferente, perfectamente feliz.  Estaba siempre cantando y 
bailando.  Tenía su propio sentimiento; quizá su sentimiento te 
conviene, quizá no.
Por lo que nunca pruebes ningún criterio exterior; nunca pruebes un 
criterio exterior para tu interior, pues existe el peligro de que 
falsifiques tu mecanismo interno, tu mecanismo intrínseco.  Escucha tu 
corazón.
Yo estoy aquí, no para darte ningún criterio, sino para hacer que 
reconozcas tu propio criterio, para hacerte consciente de tu propia 
conciencia intrínseca.  Siente, y es tan claro que no se necesita 
ninguna otra ayuda.

(Osho Rajneesh)

HAY UN TIPO DE GUERREROS…..

Asunto: [duelo-perdida_emocional] HAY UN TIPO DE GUERREROS…..
Fecha: Jueves, 14 de Diciembre, 2000  12:01:11 (GMT)
Autor: tdmeseguer 

A Los Guerreros del Amor
 
Hay una legión de personas en todo el planeta 
que individualmente forman un linaje anónimo de guerreros 
que vibran en la frecuencia del amor. 
Probablemente te sientas uno de ellos. 
Todos ellos coinciden en su interes por crecer y aprender. Todos ellos 
están teniendo en este momento procesos de cambio, 
adaptandose a una nueva forma de ver el mundo. 
No tienen que reunirse para tomar decisiones, 
pues todo esta previamente decidido por la energía del amo. 
No adoran a ningun Dios determinado 
y sin embargo son exclavos de la libertad total. 
Y son guiados por la voz que les dicta su corazon. 
Se sienten acogidos por algo mas elevado, por encima de sus historias 
personales 
que resuena como un lejano eco en su mente, 
recordándoles su verdadero origen. 
Este ejército de diapasones de “buenas vibraciones” 
está ahora mismo haciendo resonar la atmosfera del planeta con una 
melodía de esperanza. 
Todos juntos mejoran y equilibran el planeta. 
Son precisos para romper el sueño de la agresión y de la separacion. 
Cada acontecimiento lo reciben con espontaneidad e inocencia. 
Y crean un enfoque diferente para afrontar la vida. 
Guerreros solitarios en la búsqueda, que pensais que se puede mirar las 
cosas de otra manera, que sentís que perdonar y fluir es lo mejor para 
seguir adelante, 
que intentais llenar vuetra vida de positividad y entusiasmo. 
Para vosotros/as, genios anonimos, chamanes de vencindario, 
guerreros de la pasion por la vida, que aun sentís compasion por 
vuestros semejantes. 
No estais solos. Somos multitud. 
Vamos a sostener un mundo perdonado en el que la muerte, las 
noticias y los sufrimientos son solo sueños que se pueden disolver en 
Su Amor Increible. 
Estamos en la fuente, en el linaje de los guerreros del amor 
Por tanto no hay nada que temer. 
Que consigaís todo lo que os pertenece. El servicio desinterasado hace 
milagros! 
 
Fernando String 

TESTAMENTO DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ

Asunto: [duelo-perdida_emocional] TESTAMENTO DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ
Fecha: Jueves, 14 de Diciembre, 2000  11:42:23 (GMT)
Autor: tdmeseguer 

ULTIMA CARTA DE GABRIEL GARCIA MARQUEZ
 
(Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida publica por razones 
de 
salud. Ahora, cuando parece que el asunto es terminal, ha enviado una 
carta de despedida a sus amigos, la cual está siendo difundida a través 
de Internet). 

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y 
me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, 
pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, 
no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría 
mas, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos 
sesenta segundos de luz. 
 
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás 
duermen. Escucharía cuando los demás hablan, y como disfrutaría de un 
buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, 
vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no 
solamente mi cuerpo sino mi alma. 
 
Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, 
y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh 
sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat 
seria la serenata que les ofrecería a la luna. Regaría con mis lagrimas 
las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de 
sus pétalos… 
 
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida… No dejaría pasar un solo 
día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a 
cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del 
amor. A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que 
dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando 
dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que el 
solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no 
llega con la vejez sino con el olvido. 
 
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres… He aprendido que 
todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la 
verdadera felicidad esta en la forma de subir la escarpada. He 
aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por 
vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He 
aprendido que un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, 
cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido 
aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, 
porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré 
muriendo. 
 
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ 

La muerte enmudecida

LA MUERTE ENMUDECIDA

            LA MUERTE

            “Ni diez personas iban a los últimos recitales
            del poeta español Blas de Otero.Pero cuando
            Blas de Otero murió, muchos miles de
            personas acudieron al homenaje fúnebre que
            se le hizo en una plaza de toros de Madrid.
            El no se enteró.”

            Eduardo Galeano

Msc.Bárbara Zas Ros.
psicored@infomed.sld.cu
Ciudad de la Habana, Cuba.
Especialista en Psicología de la Salud. Master en Psicología Clínica.
Profesora Asistente.

    Hospital X. Un poco antes de las 8 AM. Asciendo en un ascensor lleno. Se abre la puerta en el piso Y. Todo era silencio. De pronto una Dra. ve del otro lado a un médico conocido y le dice:”El paciente murió anoche”. Otro médico que estaba bastante cerca de la portadora de la noticia en ese breve y lleno espacio del ascensor dijo: “¡Ay, esa tiñosa tan temprano pasándome tan cerca: Alabado muchacha!”. Todos comenzamos a reír a carcajadas y así llegamos a nuestro puesto de trabajo: más contentos que de costumbre.

    “Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído”dijo Jean de la Bruyere, un moralista francés allá por el 1600, un poco antes en el tiempo Leonardo da Vinci expresaría que “Si es posible, debe hacerse reír hasta a los muertos”. Lo interesante de esta anécdota ocurrida y de la que fui testigo presencial, y de estas frases dichas por famosos y estudiosos de siglos anteriores al nuestro, es que en nuestra vida cotidiana, en nuestro pensamiento más elemental y sencillo, vida y muerte, risa y fin, siempre están presentes como pares opuestos e indisolublemente ligados a nuestro vivir. En las ciencias psicológicas el eros y el tanatos, las contradicciones entre la pulsión de vida y la pulsión de muerte se consideran aun por algunos psicoanalistas como la contradicción esencial del desarrollo psíquico del hombre.

    Desde que se comenzó a reconocer a la Medicina como una profesión, el médico ha tenido que formarse bajo el precepto de “salvar vidas”, que es su función social más reconocida y adjudicada.Siglos atrás, el avance de las ciencias médicas no permitía sin embargo que siempre se fuera consecuente con el legado impuesto, en realidad no existían ni todos los recursos ni todos los conocimentos suficientes, y era más frecuente y cotidiano que el médico se dedicara a asistir moribundos, moribundos además bastante jóvenes,o mujeres que acababan de parir, o recién nacidos o niños. La propia limitación de conocimientos servía de compensación para tan dolorosa tarea.

    En pleno Siglo XXI, toda esta situación ha variado, sobre todo en aquellos países donde se ha priorizado el desarrollo del sector de la salud;las ciencias médicas se han ido potenciando justamente para que el hombre viva más, muera más viejo,para que las tasas de natalidad desciendan cada día, todos los recursos se ponen a disposición de alargar el final de la vida,se ha cambiado la concepción de la medicina hacia un énfasis en el trabajo preventivo, en fin que hoy en día “para morirse hay que pasar un poco de trabajo”.Es por esto que tanto la propia formación del médico, como su propia vivencia personal está menos “adiestrada”en el manejo del enfrentamiento a la muerte de sus pacientes, si se tienen mejores condiciones, mejores medicamentos, más recursos y conocimientos, se está más lejos de aceptar que ese paciente que atendemos “se nos muera”.

    Por otra parte los profesionales de la medicina se angustian con la idea de no poder competir con el paso invencible del tiempo, no curar es un fracaso tangible, no curar a alguien puede ser interpretado como una mala praxis, el “buen médico” es aquel que diagnostica rápido y al que se le mueren menos pacientes, la calidad es evaluada por los pacientes y por los propios compañeros del gremio en estos términos, que aunque no siempre son los aspectos evaluativos formales, siempre están presentes en las evaluaciones subjetivas que se realizan. Estas son las realidades presentes en la subjetividad del personal médico de nuestros días.

    Para referirnos al tema de la muerte se hace necesario entonces trascender lo relativo al orden teórico y conceptual y adentrarnos “en el mundo de las emociones y la espiritualidad del hombre común, quien-a pesar de reconocer que la muerte es el natural colofón de la vida-intenta evadir la confrontación racional de esta verdad”… al abordar los problemas relacionados con la muerte no resulta suficiente asumir las dificultades que en el orden intelectual ello trae aparejado, sino que deberían enfrentarse además las relativas a los aspectos psicológicos, sociales, culturales, morales, religiosos y legales”. ( Amaro M, 1998 ).

    Pretendo entonces por un instante pedirles a los lectores que se detengan no en conceptos, no en conocimientos, no en el ser profesionales de prestigio, les pido que traten de leerme desde el rol persona, en el esencial rol de nuestra vida, y desde allí tratar de acercarnos a vuestra subjetividad, a lo que puede ocurrir u ocurre en sus mentes, y en sus complejos mecanismos psicológicos, cuando desde el rol profesional se enfrentan a la muerte de sus pacientes, cuando aprecian que ya está llegando ese momento, cuando llega, o cuando se les solicita hacer un diagnóstico de muerte encefálica y ser un posible donante.Confucio dijo que “el hombre superior debe vigilarse a sí mismo cuando está solo”. José Martí siglos después dijo que “Es natural y humano que el hombre piense constantemente en sí, aun en sus actos de mayor abnegación y descuido de sí propio”. Intentemos entonces realizar un análisis no sólo desde la reflexión médica,moral y ética, sino desde otro ámbito o nivel de análisis: el nivel psicológico como referente para el entendimiento de la conducta humana.

    Vamos a detenernos de inicio y a modo de ilustración, en uno de los asuntos éticos contemporáneos más discutidos respecto al tema de la muerte:el diagnóstico de la Muerte Encefálica. Le he preguntado a varios especialistas en Neurología si a ellos les resulta difícil como personas, intentando abstraerse de su rol médico, de dar un diagnóstico de Muerte Encefálica, me han dicho: Sí. Les he preguntado y ¿por qué, qué han sentido en ese momento?, Me contestó uno de ellos: “cada vez que tengo que hacerlo me siento mal, es una situación tensa, más si el paciente es joven, ha tenido un accidente, más si es conocido o si conozco a su familia, trato de demorarme un poco, me trato de asegurar bien, pero por dentro, es terrible, pues para mi en lo cultural, en lo tradicional la muerte es cuando el corazón paró. ”

    No se trata como les había dicho sólo de un conocimiento, de un concepto, esos médicos saben, lo han estudiado, creen en el concepto de Muerte Encefálica, lo han verificado en su práctica y sin embargo en ese momento se produce subjetivamente además de una disonancia cognitiva, la expresión emocional por momentos de una situación conflictiva entre la concepción tradicional de muerte, su cultura sobre la muerte, sus dudas, sus miedos,sus creencias personales, la posibilidad tangible de su propia muerte, un conflicto entre su rol profesional prestigioso y su humilde persona.

    Se produce además psicológicamente una contradicción o conflicto ético profesional aun más complicado entre una muerte y una vida, una decisión diagnóstica de muerte de un paciente que ayudará a vivir a otro paciente ( que pudiera ser transplantado de algún órgano vital). Muchas ideas o sensaciones subjetivas pudieran estar presentes en las mentes de los médicos en ese momento:” Si realizo un diagnóstico de muerte implica que no salvé esa vida, no pude. Otra persona espera para vivir por este posible donante, se puede salvar otra vida, pero la desesperación de cumplir con el precepto de salvar vidas no me puede llevar a la desesperación de desesperarme por el diagnóstico de esta muerte.”

    Los que trabajamos en el campo de la salud por lo general somos bastante sensibles como un elemento fundamental de nuestra ética.Chaplin en “El Gran dictador” decía: “Pensamos demasiado y no sentimos lo suficiente. Tenemos más necesidad de espíritu humanitario que de mecanización.No reconocer o negar las vivencias subjetivas presentes en nuestros procederes profesionales, en las tomas de decisiones médicas sólo pueden llevar al profesional de la medicina a agotarse, a cometer errores operacionales, a no enfrentar correctamente sus conflictos y dilemas éticos, a padecer de un desgaste emocional que puede llegar a cronificarse.

    Debemos evitar por todos los medios que los profesionales de la medicina lleguen a padecer de una sensación sobre el concepto de muerte similar a la que explica este personaje de Ray Bradbury que refiero:”Un niño le pregunta a su madre si morir es una sensación y ella le responde que si, que es una sensación ruin para los que tienen que vivir después que el otro muere.”

    Otro evento de la vida cotidiana de los profesionales de la medicina está vinculado no sólo al diagnóstico de un paciente en muerte encefálica, sino a todo aquel paciente que muere, o que se sabe que va a morir. ¿Establecer un vínculo profesional con alguien que va a morir es tan simple? ¿Cuántos médicos dialogan con sus pacientes sobre el momento de la muerte, cuántos los preparan para morir?. Por lo general paternalistamente decimos que no lo hacemos porque eso perjudicaría al paciente psicológicamente, imagínese que el que debe salvar vidas prepare para morir mejor, pensarán, sin embargo ¿no estarán presentes nuestros propios miedos a la muerte, al morir, no será que no estamos preparados para hablar de estos temas naturalmente como se habla del asma, de la diabetes, o como se discute aquí en este gran plenario sobre la muerte encefálica?

    Nicolás Guillén, poeta nacional de Cuba escribió en una ocasión unos versos que dicen más o menos así:

Iba yo por un camino
cuando con la muerte di
¡Amigo! – gritó la muerte.
Pero no le respondí.
Miré no más a la muerte.
Pero no le respondí.

Llevaba yo un lirio blanco
cuando con la muerte di
¡Amigo! – gritó la muerte.
Pero no le respondí.
Miré no más a la muerte.
Pero no le respondí.

¡Ay, muerte!
Si otra vez volviera a verte
Iba a platicar contigo
Como un amigo:
Tu mano sobre mi frente.
Mi mano sobre tu frente.
Yo detenido y sonriente:
Como un amigo.

    En un mundo que ha enmudecido frente a la muerte, si se considera que la muerte es un fenómeno tan natural, si nosotros como científicos la estudiamos y sabemos que en algún momento es inevitable, ¿por qué entonces como médicos no siempre se dialoga abiertamente en aquellos casos que lo quieran y lo requieran?. ¿Se dan cuenta cuántas contradicciones internas, subjetivas, psicológicas tenemos sobre este acontecimiento?.Con cuántas dudas se deben ir todos los días los médicos para su casa, con cuántas angustias mal canalizadas en ocasiones, con cuántos deseos a lo mejor de hacer más y mejor pero no atreverse por temor a sufrir lo indebido en esta profesión.Como decía Sinuhé el Egipcio “¿ Por qué tendría miedo? Un futuro médico no teme nada.”(Waltari M, 1955)

    Recuerdo en estos momentos algo que planteaba un conocido psicodramatista J.L Moreno cuando explicaba que mantenerse vivo dependía de actos espontáneos ejecutables sucesivamente a través de la existencia: comer, curarse, desviarse de un carro, no ceder a un impulso suicida, etc. Se debiera entonces conceder a la muerte la misma connotación de espontaneidad que al acto de nacer, sin embargo hay otro nivel de espontaneidad más elaborado también propio del hombre que es la sobrevivencia, por eso es tan complejo, por eso esa lucha permanente contra la muerte. (Perazzo S, 1986). A nivel psicológico no es tan sencillo ni para el moribundo y su familia, ni para el médico que está presente en el proceso.

    A veces en la vida profesional puede suceder como en los matrimonios de años:se conocen tanto que en ocasiones olvidan los pequeños detalles que hacen crecer la relación. Podemos creer que es tan habitual ver morir a un paciente o tomar una decisión sobre su diagnóstico de muerte, que no nos detenemos en el “pequeño detalle” de qué nos va sucediendo a nivel psicológico.”La vivencia con un paciente terminal exige del terapeuta que este tenga muy claro la forma en que asume determinados cuestionamientos y valores en relación con la muerte y con el acto de morir, lo que no significa decir que ese profesional tenga que ser totalmente insensible a la muerte”.(Angerami, V.A 1995.Pág 109)

    Siempre a nosotros los psicólogos nos hacen una pregunta:¿Cómo pueden Uds. escuchar tantos problemas y no enloquecer?.Siempre yo contesto: gracias a los recursos técnicos que me ha dado mi profesión. Pudiéramos preguntarle a los médicos: ¿cómo pueden Uds. ver tanta gente morir y no llorar ?

    Yo respondería:Porque cada uno de Uds. también ha ido desarrollando su propio recurso técnico defensivo personal para realizar este trabajo. Pero todos sabemos que no todos están siempre preparados en lo personal para esto, no todos están siempre dispuestos a desnudar el alma y a dejarla curar como se dejan curar el cuerpo.Ante tantas evidencias que he expuesto cabe entonces una pregunta:¿ Debemos dejar al azar como encargado de la preparación personal técnica del profesional de la medicina en esta difícil tarea de enfrentarse a la muerte, de su preparación psicológica?

    Considero que no, que sería algo imperdonable al abrigo del desarrollo actual de la Medicina y de la Psicología, y en particular del campo de la Psicología de la Salud. Dos grandes riesgos deben evitar siempre los profesionales de la medicina al abordar el tema de la muerte, al trabajar con pacientes que van a morir o a los que le tienen que realizar un diagnóstico de Muerte Encefálica, dos detalles simples y cotidianos.

    El primero : nunca correr el riesgo de deshumanizar el contacto con el que muere, buscando siempre nuevas formas de humanizarlo más. El segundo: nunca sobrevalorar las potencialidades personales y psíquicas que como simples humanos poseen, y prepararse, adiestrarse no sólo en técnicas para resucitar, o para ayudar a morir mejor, o para realizar un diagnóstico eficaz, prepararse también para identificar una queja, para tomar una mano a tiempo, para escuchar lo que el otro necesita en ese momento y para dejar expresar correctamente las emociones que se generan en estos acontecimientos cotidianos de la labor médica.

    Por eso se hace a mi juicio imprescindible realizar un trabajo sistemático educativo- preventivo con todos nuestros colegas médicos dirigido a:

· Reconocer la complejidad subjetiva del vínculo médico-paciente no ajena ante el evento de la muerte. El vínculo médico-paciente está fundamentado en una ética profesional, que no es más que una ética del sistema vincular de las personas que entran en interacción. Una ética de las relaciones interpersonales constituida por elementos tales como el respeto, la honestidad, la sensibilidad y el compromiso. (Calviño M, 1998 )
· Reconocer el vínculo médico-paciente ante el evento de la muerte como posible fuente generadora y evocadora de conflictos personales y/o dilemas éticos que pudieran matizar los procederes técnicos que se realizan.
· Necesidad de una preparación psicológica y adiestramiento del personal médico para enfrentar las diferentes situaciones emocionales vinculadas a la muerte y al morir de los pacientes, evitando de este modo la aparición de malestares psicológicos más complejos (Síndrome de Burnout).

    El logro de cada uno de los objetivos educativos- preventivos señalados tendría que producirse en un proceso gradual donde como decía Subbotsky algunos conocen la norma y dicen comportarse en congruencia con ella aunque en realidad no lo hacen. Otros la conocen y aunque no la comparten se comportan congruentemente (los disciplinados) hasta lograr a los que además de conocerla, y de comportarse congruentemente la hacen suya. Estos no solo hablan de la norma y se comportan coherentemente, sino que la viven, la recrean, la hacen crecer y la convierten en un principio axiomático de su vida (los autónomos).(Calviño M, 1998). Estos últimos serían los médicos contemporáneos dueños del difícil arte de acompañar a morir a sus pacientes, serían los únicos capaces de dialogar de frente a la muerte, serían los que llegarían a tener a sus muertos descansando en paz dentro de ellos.

Bibliografía.

1. Amaro M (1998) Una muerte digna para una vida digna. En: Cuadernos de Bioética. Vol. IX.No.36,4ª. España. Págs. 822-824.

2. Angerami, V.A (1995) Pacientes terminais:um breve esboÇo. En: Psicologia Hospitalar.Teoria e prática. Sao Paulo, Brasil. Biblioteca Pioneira de ciências sociais.Psicologia. Págs. 99-114.

3. Calviño M (1998) La ética de las relaciones interpersonales (el sustento axiológico de la ética clínica). Ponencia presentada en el Primer Taller Nacional ” La Ética Clínica en las instituciones de salud”, Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”. Ciudad Habana. Cuba.

4. Perazzo S (1986) Descansem em paz os nossos mortos dentro de mi. Rio de Janeiro, Brasil.Livraria Francisco Alves Editora S.A.

5. Waltari M (1955) Sinuhé el egipcio. México D.F . Editora Zarco S.A.

Palabras claves: Muerte, Muerte Encefálica, Psicología de la Salud, Prevención.