Respaldo de material de tanatología

Poema de Martin Luther King

Poema de Martin Luther King
Los jóvenes aprenderán palabras que no comprenderán.

Los niños en la India preguntarán:
¿Qué es el hambre?
Los niños de Alabama preguntarán:
¿Qué es la segregación racial?
Los niños de Hiroshima preguntarán:
¿Qué es la bomba atómica?
Los niños en la escuela preguntarán:
¿Qué es la guerra?

Les contestarás.
Les dirás:
Estas palabras no se usan más.
Como diligencia, galera o esclavitud.

Palabras que ya no son significativas.
Es por eso que han sido quitadas del diccionario.  Youngsters will learn words they will not understand

Children from India will ask:
what is hunger?
Children from Alabama will ask:
what is racial segregation?
Children from Hiroshima will ask:
what is the atomic bomb?
Children at school will ask:
what is war?

You will answer them.
You will tell them:
These words are not used any more,
Like stage coaches, galleys or slavery.

Words no longer meaningful.
That is why they have been removed from dictionaries. 

Carta de una alumna de enfermería en fase terminal

De: Alias de MSNtanatoetica  (Mensaje original) Enviado: 02/09/2006 16:30

Carta de una alumna de enfermería en fase terminal

Nombre: Margarita. Sede: Oaxaca – Generación 2004-2005.

Escribo esta carta a todas las que se preparan para ser enfermeras, con la esperanza de participarles lo que yo experimento; a fin de que un día, estén más preparadas para ayudar a los que van a morir. Me quedan de 1 a 6 meses de vida, tal vez un año… Pero nadie quiere hablar de esto.

Me encuentro por ello, ante un muro sólido y frío. El personal no quiere ver al moribundo como persona, y por consiguiente, no puede comunicarse conmigo. Yo soy el símbolo de su miedo, entran silenciosamente a mi habitación para traer la medicación, tomarme los signos vitales y desaparecen tan pronto cumplen esta tarea. ¿Es por ser alumna de enfermería o simplemente como ser humano, por lo que tengo conciencia de su miedo y de que su miedo aumenta el mío? ¿De qué tienen miedo?, yo soy la que va a morir.

Me doy cuenta de su malestar, pero no se qué decir, ni qué hacer. Les suplico que me crean; si me quieren, no me pueden hacer daño. Sólo tienen que decir que se preocupan por mí. No necesito nada más.

No huyan, tengan paciencia? todo lo que quiero, es saber que alguien estará a mi lado para coger mi mano entre las suyas cuando lo necesite. Tengo miedo, quizá estén cansadas de muertes. Para mí es una novedad morir?nunca me ha ocurrido. Es en cierta manera, una ocasión única, comentan sobre mí juventud, pero cuando se está a punto de morir no se es tan joven. Hay cosas de las que me gustaría hablar.

No les quitaría mucho tiempo. Si nos atreviéramos a reconocer dónde estamos y admitiéramos nuestros miedos. ¿Acaso esto haría menos valiosa la competencia profesional de ustedes?

En verdad, ¿está excluido que nos comuniquemos como personas, de forma que cuando nos llegue la hora de morir en el hospital, tengamos a nuestro lado, personas amigas?

POEMAS BELLOS Y OTROS MATERIALES PARA ESTOS DÍAS

De: Alias de MSNALEGRÍAYHUMOR  (Mensaje original) Enviado: 30/10/2008 19:08

ESTIMAD@S AMIG@S DEL GRUPO DE TANATOLOGÍA ÉTICA ANTE LA VIDA Y LA MUERTE:

¡BUENAS NOCHES/TARDES Y FELIZ JORNADA! ¡ESPERO QUE SIGÁIS/SIGAN TOD@S BIEN, O POR LO MENOS CRECIENDO CADA DÍA Y LUCHANDO POR SER MEJORES PERSONAS! Aprovechando la cercanía a la Fiesta de los Santos y los Difuntos para las personas que lo celebremos de la fe cristiana y si no, reflexiones sobre la muerte sin más, os envío estas bellas poesías de la poetisa nicaragüense Claribel Alegría que ella hizo mientras elaboraba el duelo por la pérdida de su marido, una entrevista con ella, una oración interesante sobre la Resurrección de un poeta ortodoxo y un dibujo que no necesita comentario. Un fuerte abrazo:
IÑAKI


CLARIBEL ALEGRÍA
“ENTRE ESCRITURA Y COMPORMISO ELEGÍ EL TESTIMONIO”
Entrevista sacada de el Periódico “El País” sección Babelia del Sábado 4 de Noviembre de 2006

FRANCISCO JAVIER SANCHO MÁS

Claribel Alegría, de 81 años, nació en Nicaragua y fue llevada de pequeña a El Salvador por miedo a las consecuencias de las simpatías de su padre con el rebelde general Sandino. Juan Ramón Jiménez la tuteló en sus años de estudiante en Washington. Su primer libro, Anillo de silencio, lo editó el mismo Juan Ramón en 1948. Luego seguirían más de una veintena de títulos de poesía, novelas y testimonios. Soltando amarras (Visor) ha sido su último poemario hasta el momento. Claribel acaba de recibir el premio Neustadte, tal vez el más importante entregado en Estados Unidos a la obra de un autor. Entre los finalistas de este años figuraba Philip Roth. Un vaso de ron y un cuenco de frutos secos reciben siempre a quien la visita, al caer la tarde, cuando el aire se alivia del calor sofocante de Managua y todo vuelve a ser posible.
PREGUNTA. Con el título de su último libro, Soltando amarras es inevitable pensar en una despedida.
RESPUESTA. No, no. Es que después de la muerte de Bud, mi marido, no pude escribir por mucho tiempo. Era un ser excepcional. Pensé que no iba a seguir siendo yo nunca más en la vida. Pero la poesía vino a rescatarme. Era el momento, de despegarme, no como una despedida, sino como una manera de hacer más fácil el tránsito.
P. Hay un poema suyo que se plantea la responsabilidad con los muertos. Pensando en la cantidad de amigos que ha perdido, por ejemplo, Juan Ramón Jiménez, ¿cree que llegó a ser como él la soño?
R. Creo que sí, porque seguí mi vocación. Él me hubiera querido mantener en una torre de marfil para que nada me afectara y pudiera dedicarme a escribir completamente. Yo acudía con regularidad al apartamento en el que vivían él y Zenobia, en mis años de Washington. Juan Ramón me guió los primeros pasos en poesía. Yo quería lanzarme al verso libre y él me condujo a la métrica tradicional. Decía que eso era lo primero antes de aprender a caminar sin muletas. Ni siquiera aceptaba que me casara, y yo le refutaba que él también se había casado, pero él pensaba que en el caso de las mujeres era distinto.
P. ¿Era tan métodico, tan obsesivo, como se dice?
R. Sí. Me llamaba la atención su ortografía, de un estilo que yo llamaba persa. Escribía todos los días a lápiz, porque decía que la pluma manchaba demasiado el papel. Clavaba los poemas en las puertas, y a medida que paseaba cerca de ellas los iba corrigiendo. “Yo tacho”, me decía, “casi nunca agrego nada; el poema tiene que ser así: esencia”.
P. De la torre de marfil y luego de vivir en Paris y en Deià, se dedicó a las luchas de los setenta y ochenta en Centroamérica. Hay un verso suyo que explica, creo, su forma de entender el compromiso: “Porque aprendí a quererme / puedo sangrar con tus heridas”.
R. Ese poema se lo dediqué a Juan Gelman. En ese tiempo estaba sufriendo enormemente porque su hijo junto con su esposa embarazada habían desaparecido. Cuando nos lo contaba yo sufría con él, y me di cuenta de que uno tiene que quererse primero para luego sufrir con los otros.
P. Su compromiso siempre ha sido a través de la literatura, ¿Nunca tuvo la tentación de la política?
R. Es que no soy política. Bud me decía que lo mejor entre la escritura y el compromiso era el testimonio, porque no es periodismo como piensan muchos, sino historia viva, lo que se cuenta. Eso no ocurre tanto en la poesía, porque ese tipo de poesía puede llegar a ser panfletaria.
P. ¿Volver a Nicaragua con la revolución sandinista y quedarse para siempre fue una ingenuidad o una corazonada?
R. Entre la razón y el corazón, siempre me ha ganado el segundo.
P. Antes el papel del escritor estaba más claro, ¿no?
R. Sí, un poco más. La generación actual es la de los jóvenes del desencanto. Pero el papel del escritor sigue siendo el mismo: el de estar atento a lo que ocurre dentro y fuera de uno mismo.
P. ¿El hcho de que usted asista a un hospital para hablar de poesía a los niños es un ejemplo de ese estado de alerta?
R. Sí. Voy todos los miércoles con Ernesto Cardenal al Hospital Infantil de Managua. Hacemos talleres de poesía con los niños que tienen leucemia. Es una experiencia increíble. Empezamos leyéndoles, después les damos lápiz y papel, ellos escriben y luego los compartimos en voz alta. A algunos les perdemos la pista, bien porque fallecen o, la mayoría, porque son dados de alta. Estamos trabajando para darles continuidad.
P. ¿Qué tipo de poemas les leen a los niños y cuáles les gustan más?
R. De todo, pero en especial poemas de nicaragüenses, y también de Juan Ramón, de William Carlos Williams. Los haikus les gustan mucho, sobre todo, si tienen que ver con animales.
P. ¿Aún desea sorprender a la muerte? Lo digo por ese poema tuyo: “Por qué no detenerme en esa esquina / y sorprender a la muerte por la espalda”.
R. (Ríe). Ese poema fue escrito no porque la desee, sino porque no la tengo miedo, y ahora que está cerca, menos todavía. Siempre me ha dado rabia cuando dicen que a alguien “le sorprendió la muerte”. Yo no quiero que me sorprenda, sino salirle al paso y decirle “aquí estoy”.

ANTOLOGÍA DE BABEL
Barajando recuerdos

Claribel Alegría

Barajando recuerdos
me encontré con el tuyo.
No dolía.
Lo saqué de su estuche,
sacudí sus raíces
en el viento,
lo puse a contraluz:
Era un cristal pulido
reflejando peces de colores,
una flor sin espinas
que no ardía.
Lo arrojé contra el muro
y sonó la sirena de mi
alarma.
¿Quién apagó su lumbre?
¿Quién le quitó su filo
a mi recuerdo-lanza
que yo amaba?

Versos del poeta persa Sohrab Sepehrí

De: Alias de MSNBiotanatoetica  (Mensaje original) Enviado: 21/11/2007 5:47

Versos del poeta persa Sohrab Sepehrí

VERSOS DEL POETA PERSA SOHRAB SEPEHRÍ

Vendré, daré una flor de jazmín al mendigo.
A la mujer hermosa de lepra le otorgaré otro pendiente.
Diré al ciego: ¡qué bello está el jardín!.
Me entregaré a las calles, recorreré las callejas.
Publicaré a voces: ¡oh rocío, rocío, rocío!
Diré al paseante: para la verdad hay una noche oscura, le daré una galaxia.
En el puente hay una muchacha sin pierna, colgaré en su cuello la Osa Mayor.
Recogeré de los labios todos los insultos.
Arrancaré todos los muros.
Diré a los bandidos: ¡Ha llegado una caravana de sonrísas!

¿QUÉ CUÁNTOS AÑOS TENGO?

De: Alias de MSNCamila1447  (Mensaje original) Enviado: 11/08/2007 22:26

¿QUÉ CUÁNTOS AÑOS TENGO?

*¡Qué importa eso!* ¡Tengo la edad que quiero y siento!

La edad en que puedo: Gritar sin miedo lo que pienso… Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido… Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo!* ¡No quiero pensar en ello! Pues unos dicen que ya soy viej@, y otras que estoy en el apogeo.

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte. Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen porque decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás! ¡Estas muy viej@, ya no podrás!

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo. Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos, Las ilusiones, se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuantos años tengo? *No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas… *¡Valen mucho más que eso!*

Qué importa si cumplo –cincuenta —-setenta –ochenta…………..

Pues lo que importa: *¡Es la edad que siento!*

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quien le importa! Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.

Autor desconocido?

Poemas para reflexionar

De: Alias de MSNTanatoética2  (Mensaje original) Enviado: 14/08/2007 17:36
Dos documentos enviados por Iñaki, que como siempre comparte la espiritualidad de personas especiales.

POEMA DE ÁNGELA FIGUERA

El día que muera,
quiero que todo viva y continúe:
que broten flores en los mismos sitios,
que corra el agua por la misma acequia,
que los amantes trencen sus abrazos,
que nazca un niño en el portal de enfrente,
que mi vecino vaya a la oficina,
que los obreros entren en la fábrica,
que salgan al mar los pescadores,
que las mujeres vuelvan de la compra,
con un ramo de acelgas en los brazos.

CERTEZA
CARMEN MARTÍN GAITE

Habéis empujado hacia mí esas piedras.
Me habéis amurallado
para que me acostumbre.
Pero aunque ahora no pueda
ni intente dar un paso
ni siquiera proyecta fuga alguna,
yo sé que es por allí
por donde quiero ir,
sé por donde se va.
Mirad, os lo señalo:
por aquella ranura de poniente.

FRASES DE MUERTE

De: Alias de MSNAxesa1  (Mensaje original) Enviado: 27/06/2007 7:41

FRASES DE MUERTE

Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte. – Leonardo Da Vinci (1452-1519) Pintor, escultor e inventor italiano.

La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. – François Mauriac (1905-1970) Escritor francés.

Duerme con el pensamiento de la muerte y levántate con el pensamiento de que la vida es corta. – Proverbio

La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene. – Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos. – Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español.

A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd. – Alphonse de Lamartine (1790-1869) Historiador, político y poeta francés.

Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo. – Platón (427 AC-347 AC) Filósofo griego.

La perfección es muerte; la imperfección es el arte. – Manuel Vicent (1936-?) Escritor español.

No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre. – Stefan Zweig (1881-1942) Escritor austriaco.

Sin no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte? – Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.

AL HIJO, Jorge Luis Borges

De: Alias de MSNtanatoetica  (Mensaje original) Enviado: 26/01/2007 10:07

AL HIJO, Jorge Luis Borges

No soy yo quien te engendra. Son los muertos. Son mi padre, su padre y sus mayores; son los que un largo dédalo de amores trazaron desde Adán y los desiertos de Caín y de Abel, en una aurora tan antigua que ya es mitología, y llegan, sangre y médula, a este día del porvenir, en que te engendro ahora.

Siento su multitud. Somos nosotros y, entre nosotros, tú y los venideros hijos que has de engendrar. Los postrimeros y los del rojo Adán. Soy esos otros, también. La eternidad está en las cosas del tiempo, que son formas presurosas.