Respaldo de material de tanatología

CUIDADOS PALIATIVOS (II) Los componentes de una buena muerte

CUIDADOS PALIATIVOS (II)
Los componentes de una buena muerte

por ÁNGELES LÓPEZ

¿Cómo le gustaría morir? Si piensa que ésta es una pregunta simple, está equivocado. Un estudio realizado por médicos de la Universidad de Washington, en Seattle (EEUU), pone de manifiesto que, aunque sí hay ciertos aspectos comunes en cómo entiende un enfermo terminal el final de su vida, no todos los pacientes coinciden sobre cómo sería una muerte digna.

Lo mejor, es que tanto médicos como familiares, hablen con el paciente y respeten sus preferencias.

En general, casi todo el mundo teme morir con dolor o tener un sufrimiento prolongado. Por este motivo, muchos pacientes piensan que lo mejor sería que el trance hacia la muerte se produjese mientras duermen, lo que significaría que el acontecimiento ocurriría sin perturbar a la persona, tranquilamente.

Aunque hay un acuerdo generalizado sobre lo que sería una mala muerte, no todos se ponen de acuerdo en cómo afrontarla. La mayoría opina que depender de otros, una agonía prolongada o que la enfermedad haga sufrir a los más cercanos es en esencia una mala muerte. Sin embargo, hay discrepancia en cómo minimizar estas circunstancias. Así unos opinan que lo mejor es fallecer en el hogar pero otros piensan que esto podría ocasionar demasiado sufrimiento a sus allegados.

Por otro lado, casi la mitad de los pacientes consultados querría morir acompañado por su familia pero el resto no quiere hacer pasar por esta situación a sus seres queridos. Ser consciente del propio fallecimiento es un deseo que algunos pacientes tienen pero la mayoría prefiere no darse cuenta del final de su vida. No obstante, otros piensan que saber que la defunción es inminente contribuye a una buena muerte.

Puntos de consenso

A pesar de las diferencias, algunas conclusiones de este estudio, publicado en ‘Archives of Internal Medicine’ coinciden con las observadas en anteriores investigaciones.

La ausencia de dolor y sufrimiento, la rapidez, morir mientras se duerme y el estar en paz con Dios son las circunstancias que la mayoría de pacientes considera ideales para tener una buena muerte.

“Lo único que me gustaría sería dormir una noche y no despertar. Sería muy fácil, una forma rápida de irse, sin fármacos, sin efectos secundarios, para mí eso sería lo mejor”, éste es un testimonio de un paciente terminal y participante del estudio.

Otro miedo común es perder la independencia, no poder alimentarse o cuidarse uno mismo. Este temor con frecuencia viene originado al haber observado a algún familiar en esta situación.

Sin embargo, el estudio muestra que pacientes, cuidadores y médicos tienen una visión distinta sobre el final de la vida. “Los resultados tienen implicaciones para los médicos que atienden a los pacientes terminales. Debido a que las definiciones sobre buena o mala muerte varían de forma individual, los facultativos deberían investigar lo que significa para cada paciente el término ‘sufrimiento'”, explican los autores del estudio.

Una vez conseguida esta información la cuestión se centrará en cómo el médico puede corresponder a los deseos del paciente. Aunque si no hay una conversación previa sobre el tema, la forma en como el enfermo entienda una muerte digna puede distar bastante de la idea que tenga su médico sobre este asunto. Además, como se muestra en otro estudio, el hecho de que el facultativo se siente y escuche al afectado aumenta la satisfacción y el bienestar de estas personas.

CUIDADOS PALIATIVOS (I) Morir sin dolor

CUIDADOS PALIATIVOS (I)
Morir sin dolor

  El debate sobre la eutanasia ha reavivado el interés en los cuidados paliativos de los enfermos terminales

  En España hay 350 equipos dedicados a administrar estos tratamientos, pero los especialistas reclaman más medios

por ÁNGELES LÓPEZ

                  Belén Moreno no es un número. Gracias al equipo de cuidados paliativos de su hospital, su madre, que acaba de morir, y su familia no se han sentido como una cifra más de la seguridad social. Ellos son un ejemplo de cómo este tipo de atención puede hacer mucho por los enfermos terminales. En nuestro país, son muchas las personas que cada día reciben un diagnóstico así. Sin embargo, no todos cuentan con el apoyo necesario para afrontar dignamente el final de la vida.

El equipo de medicina paliativa de la Fundación Hospital Alcorcón ha sido el que ha cuidado de la familia de Ana Belén en los últimos cuatro meses. Ésta es una unidad domiciliaria, es decir, sus pacientes no se encuentran en el hospital sino en sus propios hogares. Formado por una psicóloga, una médico y una enfermera que acuden a cada domicilio para proporcionar el mayor bienestar posible a los enfermos y a su familia.

“Son ‘las tres mosqueteras’. Así es como las llamamos porque han estado siempre ahí, ayudándonos y solucionando nuestros problemas. Nos han demostrado que les importamos de verdad, que no somos un número. El contacto con nosotros ha seguido después de la muerte de mi madre. Quieren comprobar que estamos bien”, explica Ana Belén.

A su madre de 54 años le diagnosticaron en 2004 cáncer de colon. La enfermedad estaba diseminada por todo su cuerpo. No tenía curación. “Estuvo ingresada un mes y medio. Tras ese tiempo los médicos nos aconsejaron que lo mejor para ella es que la lleváramos a casa. A pesar de que nos hablaron de que estaría atendida por el equipo de medicina paliativa, teníamos miedo de que al no estar en el hospital su dolor no estuviera controlado o de que tuviera algún tipo de crisis”.

Sin embargo, los temores fueron desapareciendo con el tiempo. Un infusor de medicación evitó en todo momento el dolor. La familia aprendió cómo tenía que movilizar a la madre para estar cómoda, cómo debía darle de comer, asearla, etc. “No ha sido tan duro como pensábamos. Mi madre estaba muy tranquila gracias a los cuidados que le dábamos y por cómo ellas la trataban… La manera cómo le hablaban, cómo la tocaban… Todos desearíamos tener un trato así”.

Debido a un ictus sufrido en los primeros días de la enfermedad, esta paciente no podía hablar. Por eso su familia tenía tanto empeño en interpretar sus deseos. “Mi madre lo expresaba todo con la mirada que le cambiaba mucho. Lo controlaba todo, sabía cuándo estábamos mal. Me preocupaba su dolor emocional”.

El apoyo familiar

La familia es uno de los grandes objetivos de la medicina paliativa. A diferencia de los hospitales clásicos en donde se aparta a los familiares de la visita y el cuidado médico, en este tipo de atención ellos son un pilar básico. “Se han centrado mucho en darnos apoyo, en explicarnos cuál iba a ser el proceso de la enfermedad de mi madre, la manera en cómo iba a terminar. Cada día te iban dando un poco más de información, a cuentagotas, para poder asimilarla”, comenta Ana Belén.

Hablar. Expresar las emociones. El equipo de atención domiciliaria sabe que los familiares pasan por distintas etapas durante la enfermedad terminal. Su labor consiste en darles un apoyo y eliminar ideas erróneas. “A veces tenía sentimientos de culpa por cualquier cosa, por reírme con un chiste, por dormir ocho horas seguidas. Ellas me los fueron quitando poco a poco, me hicieron entender que es imposible estar 24 horas llorando”.

Ana Belén y su familia están tranquilos. Saben que han hecho lo imposible para que su madre tuviera el mejor final posible. Dentro de su enfermedad, “mi madre tuvo una muerte perfecta: el dolor estuvo controlado, se fue apagando poco a poco”.

artículo extraído de www.elmundo.es

CUIDADOS PALIATIVOS (III) Un país que descuida el final de la vida

CUIDADOS PALIATIVOS (III)
Un país que descuida el final de la vida

por ÁNGELES LÓPEZ

En España existen unos 350 equipos de cuidados paliativos. La mitad de ellos son domiciliarios y el resto se reparte entre centros de media estancia y hospitales más grandes, universitarios, o de agudos. No obstante, la recomendación que hace la Sociedad Española de Cuidados Paliativos es que exista un equipo domiciliario por cada 100.000 habitantes y 80 camas hospitalarias por cada millón.

El primer equipo de Cuidados Paliativos se creó en 1984 en el Hospital Universitario de Valdecilla de Santander. Desde entonces, el desarrollo de la Medicina Paliativa ha sido continuo aunque no homogéneo en el resto del territorio español. En algunas Comunidades ha experimentado un mayor avance, como ha ocurrido en Cataluña y Canarias, donde se ofrece una cobertura del 70% y el 90% de la población respectivamente. En el resto, sólo un 25% de los pacientes se beneficiará de esta atención al final de su vida.

“El desarrollo de los cuidados paliativos mide el interés de un sistema o sociedad por la dignidad de las personas”, explica tajante Xavier Gómez Batiste, jefe del Servicio de Cuidados Paliativos del Instituto Oncológico del Cáncer y presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.

Los cuidados paliativos se refieren a la atención integral del paciente en fase terminal para darle la máxima calidad de vida posible. Se intenta controlar los síntomas físicos, psicoemocionales y dar un apoyo al enfermo y también a los integrantes de la familia que son los cuidadores fundamentales”, explica Victoria Rodríguez Coto, responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos que depende del Hospital de Valdecilla y de la Asociación Española contra el Cáncer.

La de Santander es una unidad domiciliaria, es decir, van a las casas de los pacientes terminales para ofrecerles la atención que precisen. Llegado el momento, si no hay tratamientos eficaces para aliviar el sufrimiento se recurre a la sedación, “siempre que haya un consenso entre equipo y familiares”, afirma tajante Victoria Rodríguez. “No existe un acuerdo sobre si este tipo de medicación acelera la muerte”.

Según la doctora Rodríguez, la mayoría de sus pacientes (el 72%) fallece en el domicilio porque así lo prefieren cuando se sienten apoyados y seguros.

Expresar los sentimientos

Para Antonio Pascual, director de la unidad de cuidados paliativos del Hospital de Sant Pau, son pocos los grandes hospitales (los universitarios) que cuentan con este tipo de equipos. El equipo de la unidad de paliativos de este hospital catalán está formado por médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos y otros colaboradores como psicólogos, trabajadores sociales, un agente pastoral y un arteterapeuta que, a través del arte (dibujo, pintura) intenta que los pacientes expresen sus sentimientos.

“Nuestro objetivo es, además de tener controlados los síntomas, ofrecer el mayor confort posible y dar el máximo apoyo emocional”, explica el doctor Pascual.

La comunicación con el paciente y la familia es fundamental en esos momentos. No todos tienen la misma idea sobre cómo desean afrontar la muerte. “Ante un enfermo terminal no se puede tener una actitud de ‘no hay nada que hacer’ porque eso no es así y además puede provocar una depresión”, se queja Antonio Pascual.

Como explica el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Valdecilla e impulsor de estas unidades en España, “la Medicina Paliativa profesa con plena convicción el orden subjetivo. El hombre vive esencialmente en un mundo subjetivo y personal: toda actividad representa la expresión de elecciones y de metas estrechamente personales. El conocimiento humano es una realidad siempre inacabada”.

Respuestas del Dr. Manuel Gonzalez Barón a pacientes oncológicos y familiares

Los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer son quizá una de las cuestiones que más preocupa a los pacientes y a sus familiares. Para hablar de éste y otros aspectos relacionados con las terapias oncológicas estuvo con los internautas el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital de la Paz, en Madrid, y director de la cátedra de Oncología y Medicina Paliativa de la Universidad Autónoma, el doctor Manuel González Barón. Estas fueron las preguntas y sus respuestas.

09 de Marzo de 2005

Manuel González Barón

1. Hola, preguntas típica. ¿Beneficia realmente el cannabis los efectos secundarios de la quimioterapia? Gracias

Efectivamente los derivados del cannabis pueden producir efectos que contrarresten los efectos secundarios de la quimioterapia, pero además son analgésicos y pueden usarse contra el dolor en el cáncer, pero yo creo que ha habido una sobrevaloración de estos productos probablemente por el morbo que despiertan. Es como si la morfina no estuviera tan asentada y empezaremos a decir que algunos derivados del opio producen efectos contra el dolor, pero no es la panacea universal. Está claro que cualquier producto que se utilice terapéuticamente tiene que pasar unos estrictos controles de comités científicos y de investigación, que son muy rigurosos y que son la norma habitual a la que cualquier médico o investigador tiene que someterse.

2. ¿cómo afecta psicológicamente la quimioterapia y la radioterapia? ¿El paciente tiene que estar preparado psicológicamente para afrontar la quimioterapia y la radioterapia?

La quimioterapia sobre todo, más que la radioterapia, puede afectar psicológicamente a los pacientes, pero para combatir los efectos psicológicos de estos tratamientos lo mejor es contar con una muy buena y completa y sincera información referente al diagnóstico, y al pronóstico y referente también a los efectos beneficiosos y por supuesto a los efectos indeseables de los tratamientos. La información es la base de la normalización psicológica de los pacientes, para ello hay que gastar tiempo, el médico tiene que dedicar el tiempo suficiente, y además la información tiene que ser veraz, aunque esto no consiste en decir toda la verdad porque a veces esto no lo conocemos ni nosotros mismos, pero sí tiene que ser sustancial. Sobre todo lo que el enfermo exige es la coherencia entre lo que médico dice y lo que hace, incluso, entre lo que el médico piensa, dice y hace. Evidentemente hay algunos casos en los que el impacto es tan grande, probablemente porque el enfermos estaba predispuesto a tener alteraciones psicológicas, que requiere el concurso de un psicólogo en el equipo de atención que le ayudará a afrontar estos problemas que le alteran.

3. Me gustaría que hiciera -por favor- algún breve análisis de tratamientos alternativos a los habituales y su validez y eficacia. Gracias

Yo creo poco en los tratamientos alternativos, pero no porque sean alternativos, sino porque no están apoyados por ensayos clínicos controlados. Cualquier tratamiento que esté en uso tiene que pasar por una serie de estudios, primero preclínicos, antes de aplicarse a los pacientes, que van desde el ensayo en laboratorios con cultivos de células de cepas de tumores conocidos; después pasar por ensayos ya en animales de laboratorio en los que se inoculan tumores también conocidos, y después tienen que pasar por las distintas fases de los ensayos clínicos. Hay cuatro fases; en la primera se estudia y se determina la dosis máxima tolerable, y eso requiere unos controles de niveles de dosis rigurosos en los que se aplica a un grupo concreto de pacientes y se va determinando la toxicidad. En el momento en el que la toxicidad es grave se baja al escalón inmediatamente anterior de dosis. Una vez que se ha conseguido la dosis máxima tolerable se pasa a la siguiente fase, la llamada fase dos, en la que fundamentalmente se estudia es qué tipo de toxicidad produce ese fármaco, sobre todo en órganos concretos, y por otra parte también se va a estudiar ya en tumores concretos y se puede obtener ya un índice de respuesta al tratamiento (es decir, qué número de respuestas concretas o parciales logra el nuevo tratamiento), o bien las estabilizaciones o los fracasos de tratamientos e incluso las muertes. Una vez realizada esa fase, se llega a la tercera, en la que una serie homogénea de enfermos se compara el tratamiento que queremos estudiar con un tratamiento ya establecido y estándar para medir las diferencias entre los beneficios de la terapia estándar y la nueva. Igualmente se comparan ambas toxicidades y una vez que ya se ha obtenido la ventaja clara del tratamiento nuevo frente al antiguo, las autoridades sanitarias de los países o de las agencias internacionales (que básicamente son dos, en Europa y Estados Unidos) lo pueden aprobar. Y aún así no se ha acabado la investigación, porque queda una cuarta fase en la que se sigue viendo el fármaco nuevo una vez ya comercializado en grandes números de pacientes de diversas características. Como se comprende que todo esto requiere un esfuerzo enorme, tanto económico, como de reclutamiento de enfermos en los que los investigadores tienen que ser muy cuidadosos en la recogida de los datos y homogeneización de los grupos de pacientes, la puesta a punto de un nuevo fármaco es un proceso muy costos, muy laborioso y muy largo, sometido a estrictos controles de ética médica. Se comprende que la medicación alternativa, probablemente tenga algún fundamento, pero tiene que pasar por todo esto y en ese caso dejan de ser ya alternativas.

4. Dr. tengo CA de mama en estadio I con ganglios axilares negativos. Estoy a punto de iniciar la quimioterapia y tengo grandes dudas con este tratamiento por las acciones colaterales de las drogas usadas y de sus consecuencias.

El estadio I en el cáncer de mama con ganglios negativos depende de las características biológico-moleculares del tumor que en el estudio de anatomía patológica debe constar. Si no consta hay que pedirlo. Por otro lado depende también de la situación hormonal de la paciente. Si el tumor es menor de un centímetro, y los ganglios negativos, dependerá de la situación hormonal. Si las células tumorales expresan positividad para los receptores de estrógenos o progesterona, y por lo tanto es lo que en nuestro argot decimos que expresa receptores positivos, y la enferma es posmenopáusica, esa paciente probablemente no va a recibir quimioterapia, y bastará uno de los modernos hormonoterápicos orales, como pueden ser los inhibidores de la aromatasa de tercera generación, o el tamoxifeno. Pero si la enferma tiene receptores estrogénicos negativos, el tumor mamario es mayor de un centímetro, ella es premenopáusica, y los factores moleculares característicos de la célula tumoral son desfavorables la paciente sería susceptible de quimioterapia. En ese caso no tiene la quimioterapia que tendrá que recibir no le va a producir muchos efectos secundarios, es un tratamiento complementario necesario.

5. Durante y tras tratamiento quimioterapia esquema FEC para tratamiento neoplasia mama, ¿puede ser que haya afectado a la sensibilidad en traquea-esófago?; al comer ciertos alimentos por la noche como mantequilla, embutidos…al acostarme me sobreviene un reflujo ácido a la boca el cual perdura durante bastantes horas. Gracias y saludos,

Esa y muchas otras combinaciones de quimioterapia pueden producir a los enfermos falta de plenitud del gustos, las cosas les saben de otra manera. Por otra parte, también es verdad que la quimioterapia produce trastornos de la motilidad involuntaria visceral, que unido a una discreta hipersecreción de jugos gástricos pueden producir efectos gastroesofágicos por la noche. Esto se puede tratar tomando una asociación de antiácidos y de un regulador de la motilidad gastrointestinal, metoclopramida.

6. Saludos cordiales, me planteo la siguiente cuestión: ¿aconsejaría la quimioterapia, con la disminución de la calidad de vida que conlleva, en un paciente terminal en el que sabemos que su pronóstico va a ser fatal a corto plazo?

Si efectivamente el enfermo es terminal no requiere, sino que está contraindicada la quimioterapia, pero como ya comprenderá hay que estar muy seguro de que el enfermo padece una enfermedad ya en fase terminal o preterminal. Las características de la terminalidad en un paciente con cáncer son muy claras, por lo tanto lo más importante es saber que el paciente tiene una enfermedad irreversible; es decir, que es incurable. En segundo lugar, que la expectativa de vida sea menor de dos meses, o de seis meses si es preterminal; tercero, que sea muy dudoso que la medicación específica anticancerosa que se la va a administrar produzca un aumento de la supervivencia. Cuarto, que el enfermo tenga una funcionalidad que sea incapaz de realizar los cuidados higiénicos personales por sí mismo y que esté o permanezca más del 50 por ciento del día en cama etc. Si el paciente tiene todas estas características, los tratamientos anticancerosos específicos están contraindicados. Realizar un tratamiento a un enfermo en esas condiciones sería una trasgresión ética que se llama ensañamiento terapéutico.

7. Dr. Glez Baron, como paciente consorte y muy agradecido por haberla curado, me gustaría que valorara si puede los avances dados a conocer ayer a los medios de comunicación, aun a sabiendas que este tipo de avances suelen ser aun prematuros

Efectivamente es muy prematuro, se trata de un acercamiento a un eslabón que interviene en la capacidad inmunitaria, es decir, defensiva, que el propio paciente tiene para defenderse de la célula tumoral. Un descubrimiento de este orden, sin dejar de ser tan importante, es el comienzo de un largísimo itinerario que podría terminar en un producto que una vez comercializado inhibiera la capacidad invasora y que seguramente no será el único, sino que al final todo es de gran complejidad. Pero nada de esto le quita mérito a los trabajos del doctor López-Collazo.

8. Buenos días. Después de cada sesión de quimioterapia ¿se puede observar una pérdida de apetito general? de ser así, ¿se debe al estado de ánimo o a la medicación que el paciente está recibiendo? ¿Cómo se podría estimular la alimentación? Muchas gracias.

Hay numerosas y muy distintas causas que confluyen para que un paciente pueda perder el apetito. Como usted dice, hay un efecto psicológico indudable e igualmente un efecto producido por los fármacos. Pero luego también depende del propio tumor, que produce unas sustancias que interactúan con estructuras del paciente de tal manera que afecta tanto al apetito como a la sensación de cansancio del paciente. Se producen unas reacciones en cascada por las que al final el paciente no sólo tiene falta de apetito sino que empieza a adelgazar. Para combatir estos problemas hay numerosas medidas terapéuticas, como por ejemplo algunos estimulantes del apetito, productos de base hormonal, así como ciertos derivados de los ácidos grasos omega 3. Hay preparados en los comercios de estos ácidos que favorecen extraordinariamente al paciente al evitar la falta de apetito como el adelgazamiento. De cualquier manera lo mejor para estos casos es la combinación de una serie de fármacos que tengan diferentes mecanismos de acción. Independientemente de esto, hay que hacer saber que en general a los pacientes oncológicos en tratamiento les resulta sumamente agradable los alimentos fríos en lugar de los calientes, los magros frente a los grasos… yo recomiendo muchas veces alimentos nutritivos pasados por la batidora mezclados con una bolita de helado de distintos gustos.

9. ¿qué fármacos hay nuevos (2004) que abran nuevas esperanzas en Oncología?

Desde luego hay motivos para la esperanza. Hay una serie de fármacos nuevos, del grupo de los anticuerpos monoclonales (producidos mediante ingeniería genética); algunos otros que intervienen sobre dianas moleculares, por la vía de las kinasas; algunas vacunas… es decir, que se nos abre todo un nuevo panorama que verdaderamente va a revolucionar en cierta manera la sistemática del tratamiento médico del cáncer que hasta ahora conocíamos.

10. Buenos días, gracias por su tiempo. Mi marido es un superviviente de un LNH de células tipo T y estadio IV. Ha sido tratado hace 10 años con varios ciclos de quimioterapia y con radioterapia. En este momento el linfoma está en remisión total. Mi pregunta es acerca de las secuelas que pueden quedar de forma definitiva tras un quimio tan agresiva y si hay más riesgo de padecer otro cáncer por esta misma causa. Muchas gracias y un cordial saludo.

Enhorabuena en primer lugar. Los linfomas agresivos o de alto grado son potencialmente curables pero efectivamente hay algunas secuelas que pueden aparecer. Entre ellas, la quimioterapia podría haber afectado alas células germinales y haberse producido una azoospermia (problemas de infertilidad), mientras en otras ocasiones también aparecen neuropatías periféricas (falta de sensibilidad, hormigueo…) más o menos duraderas, aunque por lo que usted cuenta no parece ser el caso. Además, el linfoma no protege a su marido de padecer otro tipo de tumor maligno años después, al menos en otro tiempo, por el efecto combinado de las quimioterapias antiguas con la radioterapia. No es raro observar que enfermos que fueron curados de un linfoma, Hodgkin o no, a lo mejor padecen otro tipo de tumor 20 años después . Pero esta proporción cada vez va siendo menor y probablemente no le va a pasar nada.

11. cuando se ha perdido todo esperanza ¿que pasos tendría que dar un enfermo para poder entrar en un ensayo clínico con nuevos fármacos? gracias anticipadas

Lo primero es preguntar en los distintos servicios de oncología médica de hospitales punteros, que están en la vanguardia, ya sean nacionales o internacionales, bien por una web que tengan o directamente, acudiendo a una segunda consulta.

Despedida

Muy agradecido por la confianza que tienen en el medio, siempre estaré de su parte. Me he pasado más de 38 años de mi vida atendiendo a pacientes con cáncer y es una experiencia impagable en enriquecimiento de mi personalidad que nunca pude imaginar. No pierdan la esperanza, continuamente se está investigando con nuevos fármacos, y con nuevos tipos terapéuticos, entre los distintos tipos de cirugía, radioterapia, a su vez combinados con las diversas combinaciones de quimioterapia y otros tratamientos médicos. Gracias

Extraído de www.elmundo.es

RIESGO PARA CÁNCER DE PRÓSTATA

RIESGO PARA CÁNCER DE PRÓSTATA

Con el simple hecho de ser hombre, usted corre el riesgo de padecer cáncer de próstata, sin embargo existen otros factores que pueden aumentar el riesgo como:

Edad: Se ha observado que este tipo de cáncer se presenta con mayor frecuencia en hombres mayores de 55 años.

Estatura: Este factor de riesgo aún se encuentra en investigación, sin embargo se ha observado mayor incidencia de cáncer prostático en personas con mayor estatura, una de las razones es que puede deberse a un rápido crecimiento celular durante la infancia, lo que se relaciona con cambios en la estructura genética de las células del cuerpo, las que pueden transformarse en cancerosas.

Dietas abundantes en grasas animales y pobres en alimentos de origen vegetal: Existe un incremento en la incidencia de cáncer en personas que basan su dieta en grasas animales, esto se ha relacionado con alteración de niveles hormonales debido al metabolismo de las grasas.

Referente a la pobre ingesta de alimentos vegetales, se ha observado que la deficiencia de antioxidantes en el organismo obtenidos a través de estos alimentos, puede predisponer al desarrollo de células cancerígenas.

Antecedentes familiares: Debido a aspectos genéticos, se ha observado que las personas que han tenido familiares directos (padres, hermanos) con cáncer, presentan mayor predisposición a desarrollar esta patología.

Raza: Se ha observado que este tipo de cáncer es más común en la raza afro americana y que la raza con menos incidencia es la asiática; esta tendencia se ha relacionado con los hábitos de alimentación y sus niveles hormonales.

USTED DEBE ACUDIR INMEDIATAMENTE A SU MÉDICO SI:

Presenta disminución del chorro miccional, orinando a gotas, o con debilidad del flujo urinario.

Tiene necesidad frecuente o urgente de orinar.

No haber orinado en un lapso de 1 ó 2 días.

Si tiene fiebre, vómito o escalofríos.

“Tiene dolor en los costados o en la espalda”.

Si la orina es de color turbio.

Si hay sangre en la orina (hematuria)

CUÍDATE.

Investigadores descubren posible vínculo virus y cáncer próstata

Investigadores descubren posible vínculo virus y cáncer próstata
Sábado 25 de Febrero de 2006
13:13
EFE

SAN FRANCISCO.- Un equipo de investigadores norteamericanos ha informado sobre la posibilidad de que una infección viral esté vinculada con el cáncer de la próstata, en lo que se considera un importante hallazgo para la comunidad científica.

Eric Klein, un especialista en cáncer de la próstata, presentó ayer los resultados de la investigación durante un simposio de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en San Francisco (California).

Al parecer, los investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) encontraron un nuevo virus dentro de los tumores de pacientes con cáncer de próstata, utilizando el mismo tipo de tecnología que contribuyó al descubrimiento del virus del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave en 2003.

Aunque el descubrimiento marca un hito importante en las investigaciones del cáncer de próstata, los investigadores reconocieron que este nuevo virus sólo ha sido detectado en un pequeño porcentaje de tumores en ese órgano.

“Hace diez años, las investigaciones indicaban que ciertos genes predisponen a algunos hombres al cáncer de próstata”, dijo Klein.

La investigación

Hace año y medio, Klein comenzó a colaborar en la búsqueda e investigación del nuevo virus junto con los doctores Joseph DeRisi y Don Ganem, dos investigadores de UCSF.

El nuevo virus, denominado “XMRV”, fue encontrado en hombres que carecían de un gen que produce un químico especial para combatir ciertos tipos de virus.

Eso hizo pensar a Klein y al resto de los investigadores en la posibilidad de que el virus en cuestión -relacionado con un microbio que causa cáncer en ratones- posiblemente aproveche la ausencia del gen para atacar a la próstata.

Los investigadores advirtieron de que se requerirán más estudios para determinar si el nuevo virus juega un papel clave en el desarrollo del cáncer de próstata o si sólo es un microbio común en ese tipo de tumores malignos.

Fuente: http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=212040

PRIMER TRATAMIENTO COMPLETO POR VÍA ORAL PARA CÁNCER DE MAMA Y PULMÓN.

PRIMER TRATAMIENTO COMPLETO POR VÍA ORAL PARA CÁNCER DE MAMA Y PULMÓN.

Con la introducción en el mercado local de Navelbine Oral (vinorelbine), los enfermos de cáncer de mama y pulmón pueden acceder por primera vez a tratamientos totalmente orales en lugar de intravenosos. Esta novedad, aportada por el laboratorio farmacéutico francés Pierre Fabre, abre una nueva perspectiva para todos aquellos pacientes que pasan a veces horas recibiendo baterías de drogas de administración endovenosa, y también para aquellos que por razones de edad, morfología o deterioro ya no las podían recibir por esa vía. El lanzamiento reafirma la estrategia innovadora de Pierre Fabre en su afán por acercar alternativas que mejoran la calidad de vida.

Obviamente, la administración por boca simplifica considerablemente la difícil situación, no sólo para el paciente, sino también en términos de administración y gestión hospitalaria. Asimismo, se destaca la buena absorción gástrica y la baja toxicidad de esta formulación que produce, además, escasa caída de cabello. En rigor, los pacientes oncológicos son tratados con baterías o combinaciones de diferentes drogas. Pocos años atrás, comenzó a comercializarse en Argentina el Capecitabine oral para el cáncer de mama que se continuaba complementando con prescripciones endovenosas. A partir del lanzamiento de Navelbine Oral, se genera la alternativa de que todo el tratamiento se administre por boca. En tanto, para el cáncer de pulmón puede ser usado como monodroga con resultados probados.

La droga en cuestión, Vinorelbine, se obtiene de la planta Vinca Rosea. De 1.250 kilos de hojas de esa planta se consiguen sólo 100 gramos de principio activo. El Laboratorio Pierre Fabre produce alrededor de 60 kilos anuales en su planta de Gaillac (Francia). Sólo en Argentina, se detectan por año, alrededor de 104 mil nuevos casos de cáncer. De ellos, 12 mil son de mama y 7 mil de pulmón. En cuanto a la mortalidad, es del 18 % en cáncer de pulmón y del 8% en cáncer de mama. En paralelo, el laboratorio realiza actualmente estudios clínicos a nivel internacional, ya en fase 2 con una nueva droga, “Vinflunina?, para cánceres de mama, pulmón y vejiga. Cabe destacar que en el mismo participan investigadores de Argentina colaborando con otros de Europa y Estados Unidos.

http://www.portalesmedicos.com/noticias/enfermedades_pulmonares_intersticiales_0605008.htm

EL ONCÓLOGO NO DEBE OLVIDAR EL FACTOR PSICOLÓGICO DEL ENFERMO

EL ONCÓLOGO NO DEBE OLVIDAR EL FACTOR PSICOLÓGICO DEL ENFERMO

El enfermo con cáncer no padece sólo dolor físico. También sufre temor frente a lo que le va a pasar, lo que puede llevarle a un peor pronóstico.

El médico que ignore esta faceta no estará tratando adecuadamente al paciente, que requiere un cuidado integral. “Es fundamental que el médico no olvide el aspecto integral de la persona, que no sólo supone el dolor físico sino los aspectos psicológicos, emocionales y espirituales. Con el cáncer el sufrimiento no es sólo físico”, ha dicho José Luis Guinot, jefe clínico de Oncología Radioterápica del Instituto Valenciano de Oncología.

El cáncer es una enfermedad paradigmática por el miedo que genera y el sufrimiento que supone. Uno de los factores que influyen tanto en la aparición del cáncer como en la recuperación son las defensas. Pero esta inmunidad viene marcada no sólo por aspectos físicos sino también por los emocionales. “Diversos estudios han demostrado que el estrés crónico agota las defensas y hace más fácil que el paciente pueda desarrollar una enfermedad grave e incluso cáncer, mientras que el estrés agudo estimula las defensas porque va acompañado de momentos de descanso y de recuperación. Además, se ha comprobado que pacientes con baja inmunidad y situaciones depresivas tienen menor capacidad de defensa y más problemas para responder a los tratamientos”, ha señalado Guinot.

Temor profesional: El cáncer provoca temor incluso entre algunos profesionales: “Nos enfrentamos a la posibilidad de la muerte, a veces en personas jóvenes y de manera imprevisible”. Hay médicos “que no tienen la capacidad de responder a las preguntas fundamentales que uno se cuestiona ante la vida y la muerte, y entonces necesitan poner una barrera. La primera es la mesa y usar términos médicos complicados para describir lo que le ocurre al enfermo. Si alguien se atreve a preguntar, se usan palabras enrevesadas para conseguir que el paciente se calle y no se atreva a opinar más. Es como un distanciamiento que nos permite que no nos afecte tanto cuando las cosas vayan mal”. “El tratamiento integral del cáncer ha de contemplar el aspecto psicológico. No obstante, aunque el enfermo empeore, no se puede considerar como un fracaso completo. No podemos curar a todos los pacientes. Si ese fuera nuestro objetivo nos veríamos frustrados en nuestra vocación”. Guinot ha señalado que “hemos de curar a todos los que podamos y, en caso de enfermedad avanzada, tratar de paliar los síntomas”. Además, se debe tener presente “el acto médico de consolar, una cuestión que muchas veces se olvida”. En su opinión, los facultativos están convirtiéndose en muchos casos en médicos científico-técnicos, lo cual hace que olviden aspectos humanos o psicológicos.

Esperanza: “Todos los profesionales sanitarios deberían transmitir al paciente que siempre hay algún motivo para mantener la esperanza. Además, el médico debe cuidar de forma especial su relación con los enfermos explicando el caso en particular y tranquilizando a cada persona dándole, ánimos”. Aunque esta humanidad está presente en muchos de los servicios de los centros sanitarios, el oncólogo ha reconocido que “a veces queda apagada por problemas de exceso de trabajo”.

Cuidado virtual: Las nuevas tecnologías pueden llevar al facultativo a alejarse del trato con el enfermo. Las pruebas clínicas que se realizan para verificar un diagnóstico no deben olvidar que lo que está al otro lado es una persona que siente y que sufre. Ignacio Petschen, jefe de servicio de Oncología Radioterápica del Hospital La Fe, de Valencia, y fundador de la Asociación Española de Radioterapia y Oncología, ha señalado que “en la actualidad se realiza tratamiento por el método virtual, sin el paciente. Se usan pruebas clínicas -placas, resonancias…- y el enfermo está más distante. Predominan los aspectos tecnológicos y el cuidado se fundamenta en la racionalidad. Se persigue el rigor científico de resultados clínicos para ofrecer los mejores resultados y esa dedicación a los aspectos racionales hace que se olviden los aspectos psicológicos, que también tienen importancia”.

Centrado en el paciente: José Luis Guinot es uno de los fundadores de la Asociación Víctor E. Frankl, que rinde homenaje al médico psiquiatra vienés que ejerció su profesión en la vertiente psicoterapéutica y desarrolló el análisis existencial situando su aportación fundamental sobre el sentido último del sufrimiento. La organización está compuesta de profesionales de distintas ramas (psicólogos, médicos, diplomados en enfermería, maestros, pedagogos, psicopedagogos…). Guinot ha escrito el libro Entre el miedo y la esperanza, una obra que analiza los pasos que tiene que superar el paciente oncológico -diagnóstico y tratamiento- con una visión centrada en el enfermo.

Enrique Mezquita. Valencia DIARIO MÉDICO.COM