Respaldo de material de tanatología

TARJETA DE AYUDA PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

TARJETA DE AYUDA PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

Si alguna persona que usted conoce:
? Amenaza con suicidarse
? Habla o escribe acerca de que desea morirse
? Parece deprimida, triste, taciturna, ajena o desesperada
? Presenta significativos cambios en su comportamiento, aspecto, humor o disposición
(Ya sea que cambie de “normal” a deprimida, o viceversa)
? Abusa de drogas o alcohol
? Se lastima a sí misma, deliberadamente
? Dice que si faltara nadie la extrañaría
? Regala sus más preciados efectos personales

Esta es la manera de ayudar:
? Permanezca calmado y escuche con atención
? Tome en serio las amenazas de suicidio
? Deje que el suicida potencial hable acerca de sus sentimientos
? Acéptelo; no lo juzgue
? Pregúntele si ha tenido pensamientos de suicidio
? Pregúntele con cuánta intensidad y frecuencia ha pensado en ello
? Pregúntele si tiene algún plan para llevar a cabo el suicidio
? Averigüe si esa persona cuenta con los medios para llevar a cabo su plan
? No le jure guardar el secreto; más bien comuníqueselo a alguien
? Asegure a esa persona que está bien y que es necesario que reciba ayuda…

OBTENGA AYUDA: USTED NO PUEDE HACERLO SOLO

Acompañe a esa persona a buscar ayuda en:
? La sala de urgencias de un hospital
? Algún servicio de salud mental
? La policía
? La familia, algún amigo o amiga, algún familiar
? Algún pastor, maestro o consejero
? El médico de la familia
? O llame por teléfono a alguna línea de servicios de emergencia

HACIA UNA TEORIA Y UNA CLINICA DE LOS ALLEGADOS AL SUICIDA

HACIA UNA TEORIA Y UNA CLINICA DE LOS ALLEGADOS AL SUICIDA

?Siento que yo participé en esa muerte?
?Lo que dio impulso a la investigación humana no fue el enigma intelectual ni tampoco cualquier muerte, sino el conflicto sentimental emergente a la muerte de seres amados y sin embargo también extraños y odiados.?
Sigmund Freud, Consideraciones sobre la guerra y la muerte

Por Roberto Urdinola *

En el campo propio del suicida, algo se nombra no nombrándose, algo se muestra como real, un vacío donde desertan las buenas intenciones. El cuerpo muerto del suicida ?por su decisión? deviene cosa inenarrable para los afectados.

Tomamos el término ?afectado? no en un sentido general, sino en el sentido de quien sufre una influencia exterior; es, según Aristóteles, una de las diez categorías del ser. Ciertamente, cualquier muerte nos afecta. Pero la irrupción del suicidio desborda toda comprensión.

Una decisión ciega alumbra pasiones extremas. Así, esa ?máquina de influencia? hace circular en los afectados la figura siniestra (Umheimlich) del doble. Esta figura da pasión al borde de un vacío que llenan con una moral culposa, en silencio y espera. Tal como dice Novalis: ?La acción moral es la gran tentativa en la cual se resuelven todos los enigmas de los innumerables fenómenos?.

Un silencio en espera, de cara a un duelo no resuelto. El eterno presente de un objeto que añoran no puede sostenerse en la palabra: de ahí el recurso del silencio. Y el pasado, como el futuro, serán salvaguardados por las prácticas respectivas de la memoria y la espera, no como recurso mnémico, aquélla, ni ésta como virtud anímica, sino como contemplación moral en tanto algo queda fijado. Los afectados extienden el acto suicida en-el-tiempo, en su silencio, por su espera. ¿Qué elementos orientan a los afectados de forma tal que responden a un no-duelo? Nombramos estos elementos: el enigma, el legado y la participación.

Al tiempo de la muerte de su hija Sofía, el 27 de enero de 1920, Freud escribi ó, en una carta a Pfister: ?Trabajo tanto como puedo y estoy muy agradecido a esta diversión. La perdida de un hijo parece ser una ofensa narcisista, es probable que lo que se denomina duelo no venga sino a continuación?. Este tiempo previo al duelo puede desembocar en la elaboración del duelo o bien encallar fijamente en la espera.

?¿Por qué lo hizo?? ?Me aterra la idea que lo repita mi hijo.? ?Siento que yo participé en esa muerte.? Estos dichos son partes del espacio de un suicidio, pero son partes extra, en tanto se inscriben en los afectados. Se despliegan, se entrecruzan, sin llegar a ser productos de una estructura.

Son determinados por extensión al suicidio, inscribiéndolo, en los afectados, como fenómeno. Al no ser parte de una estructura, no son síntomas. Tienen intención, tiene un sentido pero no son productos de una estructura, por lo tanto no son síntomas.

Si bien tienen una intención, la múltiple significación de un suicidio hace que la intenci ón desvaríe.

Si bien tienen un sentido, el sentido que se den los afectados será un contrasentido en galería de espejos que reflejan ese eterno presente, ese tiempo desbocado por el enigma. Estos elementos se muestran como obstáculo al duelo.

¿Qué es el enigma en el suicidio?: el azar interrogado. Ya sea por esto o por aquello, no hay respuesta que estabilice.

En el suicidio la verdad es un enigma.

El enigma supone una presencia. Sea, en Edipo, la Esfinge. El enigma del suicidio se sostiene en una presencia que no merece ser olvidada. Si el suicidio es, según Jacques Lacan, ?la libertad que enloquece?, a partir del universo de respuestas que desvarían con él encontrarán los afectados, más tarde, quizá, su propia construcción del acto en las verdades del síntoma.

** Coordinador del Servicio de Asistencia al Familiar del Suicida de la Universidad de Tres de Febrero. Fragmento de un trabajo presentado en las I Jornadas Conjuntas en la Universidad Nacional de Tres de Febrero ?Suicidio: prevención, consecuencias y afectados?.

Psicología del Jueves/23-Ene-2003

C.A.F.S. – Centro de Atenci ón al Familiar del Suicida
http://www.familiardesuicida.com.ar/prensa_sientoqueyoparticipe.htm

15. Prevención del Suicidio I

16. Prevención del Suicidio II 

Tanatología: “Prevención del suicidio”

Por Myrna Zayas-Báez

09/21/2005

Un instrumento para profesionales de los medios

El número de suicidios es a menudo subestimado. El alcance de esta subestimación varía de país a país, dependiendo principalmente de las formas en que se determine el suicidio. Otras razones para la subestimación incluyen el estigma, los factores sociales y políticos y los reglamentos de las pólizas de seguros, lo que significa que puede que algunos suicidios se reporten bajo el disfraz de accidentes o muerte por causas indeterminadas. Se cree que el alcance de esta subestimación es 20-25% en personas de edad y 6-12% en otras.

No existen a nivel mundial, registros oficiales de comportamiento suicida no fatal (intentos de suicidio), en gran parte porque en promedio sólo alrededor del 25 % de quienes lo intentan, necesitan o buscan atención médica. Por lo tanto, la mayoría de los intentos de suicidio no se informan ni registran.

PRECAUCIONES EN EL USO DE DATOS SOBRE EL SUICIDIO

Con frecuencia se comparan los datos sobre suicidio provenientes de diferentes países, pero hay que tener presente que el registro de los datos de mortalidad varía muchísimo entre los países y esto afecta seriamente cualquier comparación directa. Las tasas de suicidio se expresan normalmente como el número de muertes por suicidio por cada 100.000 habitantes. Si las tasas reportadas se refieren a poblaciones pequeñas (esto es ciudades, provincias o incluso países pequeños), se requiere actuar con mucha precaución, debido a que unas pocas muertes pueden cambiar radicalmente el panorama. Para poblaciones menores de 250.000, generalmente se usa un número aproximado de suicidios. Algunas tasas pueden reportarse en estándares por edad. Esto puede excluir suicidios en menores de 15 años, debido a que son un número pequeño, pero en muchos países existe un alarmante incremento en los suicidios en el grupo que comprende esta edad.

¿CÓMO INFORMAR SOBRE EL SUICIDIO EN GENERAL?

Entre los temas específicos que necesitan mencionarse al informar sobre el suicidio se incluyen los siguientes:

1. Las estadísticas deberán interpretarse cuidadosa y correctamente

2. Deberán usarse fuentes auténticas y confiables

3. Los comentarios espontáneos deberán manejarse con cuidado en vista de las presiones por tiempo

4. Las generalizaciones basadas en cifras pequeñas requieren particular atención y las expresiones tales como “epidemia de suicidios” y “el lugar con mayor tasa de suicidios en el mundo” deberán evitarse

5. Se debe oponer resistencia a informar el comportamiento suicida como una respuesta entendible a los cambios o la degradación social o cultural.

¿CÓMO INFORMAR SOBRE UN SUICIDIO ESPECÍFICO?

Los siguientes puntos deberán tenerse en mente:

El cubrimiento sensacionalista de suicidios deberá evitarse de manera diligente, particularmente cuando involucra a una celebridad. Este cubrimiento deberá minimizarse hasta donde sea posible. Cualquier problema mental que la celebridad pueda haber tenido deberá reconocerse igualmente. Deberá hacerse el mayor esfuerzo por evitar exageraciones. Las fotografías de la víctima, del método empleado y de la escena del suicidio deben evitarse. Los titulares en primera página nunca son la ubicación ideal para informar sobre un suicidio.

1. Deberán evitarse las descripciones detalladas del método usado y cómo lo obtuvo la víctima. Las investigaciones han demostrado que el cubrimiento por parte de los medios tiene mayor impacto sobre el método de suicidio adoptado, que la misma frecuencia con que ocurren los suicidios. Ciertos escenarios ? puentes, acantilados, edificios altos, carrileras, etc. ? están tradicionalmente asociados con el suicidio y la publicidad extra aumenta el riesgo que más personas los usen.

2. Deberá informarse acerca del suicidio como algo inexplicable o simplista. El suicidio nunca es el resultado de un solo factor o hecho. Usualmente lo causa una compleja interacción de muchos factores tales como enfermedad mental y física, abuso de sustancias, conflictos familiares e interpersonales y acontecimientos estresantes. Es útil reconocer que una variedad de factores contribuyen al suicidio.

3. El suicidio no deberá describirse como un método para enfrentar problemas personales tales como bancarrota, incapacidad de aprobar un examen, o abuso sexual.

4. Los informes deberán tener en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento psicológico.

5. Glorificar a las víctimas de suicidio como mártires y objetos de adulación pública, puede sugerir a las personas vulnerables que la sociedad honra el comportamiento suicida. En vez de eso, deberá hacerse énfasis en lamentar la muerte de la persona.

6. Describir las consecuencias físicas de intentos de suicidio (daño cerebral, parálisis, etc.) puede actuar como elemento de disuasión.

SUMINISTRO DE INFORMACIÓN SOBRE AYUDA DISPONIBLE

1.Los medios pueden jugar un papel proactivo en ayudar a prevenir el suicidio al publicar la siguiente información junto con noticias sobre el suicidio:

2. Lista de servicios de salud mental y líneas telefónicas de ayuda disponibles con sus números telefónicos y direcciones actualizados

3. Publicitar las señales de advertencia del comportamiento suicida

4. Transmitir mensajes sobre la frecuente asociación entre la depresión y el comportamiento suicida, siendo la depresión una condición tratable

5. Ofrecer un mensaje de solidaridad a los sobrevivientes en momentos de profundo dolor, proporcionando números de teléfono de los grupos de apoyo para sobrevivientes, si los hay. Esto aumenta la probabilidad de que profesionales en salud mental, amigos y familiares intervengan en las crisis suicidas.

RESUMEN SOBRE QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER

Qué hacer

? Trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de los hechos.

? Referirse al suicidio como un hecho logrado, no uno exitoso.

? Presentar sólo datos relevantes en las páginas interiores.

? Resaltar las alternativas al suicidio.

? Proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios.

? Publicitar indicadores de riesgo y señales de advertencia.

Qué no hacer

? No publicar fotografías o notas suicidas.

? No informar detalles específicos del método usado.

? No dar razones simplistas.

? No glorificar ni sensacionalizar el suicidio.

? No usar estereotipos religiosos o culturales.

? No aportar culpas.

Hay otra serie de instrumentos para poder prevenir el suicidio para todas las áreas interesadas. El Suicidio es real, es diario, es común; y sin embargo el tema es tabú. Las personas afectadas se sienten marginadas y no encuentran apoyo para poder hablar de su pérdida.

Apoyemos la iniciativa mundial de la OMS para la prevención del suicidio.

DEPRESIÓN, DESESPERANZA, DISTIMIA Y NEUROSIS NOÓGNEA I

DEPRESIÓN, DESESPERANZA, DISTIMIA Y NEUROSIS NOÓGNEA IV

Relativamente pocos países disponen de datos fidedignos sobre el comportamiento suicida no mortal. La razón principal reside en la dificultad de recopilar la información. Sólo una minoría de los que intentan suicidarse acuden a los centros de salud para recibir atención médica. Además, en muchos países en desarrollo, la tentativa de suicidio sigue siendo un delito penado y, por consiguiente, los hospitales no registran los casos.

Por otra parte, en muchos lugares no es obligatorio notificar las lesiones y, en consecuencia, no se recopila la información sobre ellas en ningún nivel. Otros factores también pueden influir en la notificación, como la edad, el método de la tentativa de suicidio, la cultura y la accesibilidad de la atención de salud. En la actualidad, no se conoce claramente la magnitud de los intentos de suicidio en la mayor parte de los países. Hay algunos datos que indican que, en promedio, sólo cerca de 25% de los que llevan a cabo actos suicidas contactan con un hospital público (posiblemente uno de los mejores lugares para la recopilación de datos) y estos casos no son necesariamente los más graves.

El aumento de las muertes por suicidio en los últimos años ha sido experimentado, sobre todo, en población adolescente que presenta problemas de drogadicción, conflictividad familiar y problemas en la identidad/conducta sexual y adulta joven (es una de las tres causas principales de muerte en este grupo poblacional) con edades entre los 35 y los 45 años.

Alrededor del 14% de los suicidios se cometen entre los 15 y los 24 años, al punto de haber llegado a convertirse en la segunda causa de muerte en jóvenes a partir de los 14 años. Algunos estudios han hallado tasas entre el 15% y el 20% de adolescentes con ideación suicida acompañada de sentimientos de desesperanza e indefensión. Las elevadas tasas de suicidio permiten considerarlo un auténtico mal epidémico, siendo uno de los problemas más importantes en las sociedades actuales.

Pueden ser diversos las causas y motivos que llevan a una persona a decidir suicidarse: niveles anormales de serotonina u otros neurotransmisores que provocan una depresión endógena incontrolable por quien la padece, acontecimientos vitales dramáticos y traumáticos que hacen insoportable seguir viviendo, la sensación profunda de que la vida carece de sentido.

Los deseos de suicidio pueden entenderse como expresión extrema del deseo de escapar a lo que parecen ser problemas irresolubles o una situación intolerable. El depresivo puede verse a sí mismo como una carga inútil y consecuentemente pensar que sería mejor para todos, incluido él mismo, si estuviese muerto.

La desesperanza, junto con la presencia de trastorno mental, el historial de tentativas suicidas previas, el historial familiar de suicidios y el abuso de sustancias adictivas, es uno de los factores predictores más potentes de tentativa suicida.

Bibliografía

García-Alandete, J., Gallego-Pérez, J.F. y Pérez-Delgado, E.: DEPRESIÓN, DESESPERANZA, NEUROSIS NOÓGNEA Y SUICIDIO. INTERPSIQUIS. 2007; (2007)

http://www.drromeu.net/Distimia.htm

GLOSARIO DE TERMINOS SUICIDOLOGICOS

GLOSARIO DE TERMINOS SUICIDOLOGICOS

Prof. Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero
Correo Electrónico: serper.grm@infomed.sld.cu

Introducción:
    Un glosario es el vocabulario de términos relativos a una actividad determinada con definición o explicación de cada una de ellas.

    En la Suicidiología, disciplina reciente que se ocupa del estudio de los diversos aspectos relacionados con el suicidio y su prevención, aún no se ha publicado un glosario de términos suicidológicos a pesar de la utilización de dichos vocablos desde la antigüedad hasta nuestros días. La palabra suicidio fue aceptada por la Real Academia Española en 1817 y su paternidad se le atribuye a los franceses a través del abate Desfontaines o del abate Prevost y a los ingleses por intermedio de Charleton, Browne y Phillips.

      En el Siglo XIX la Suicidiología recibió valiosos aportes de las Teorías Sociológicas de E.Durkheim y continuadores y de las Teorías Psicológicas de S.Freud y sus seguidores, los cuales no han cesado aún. Entre 1950 y 1970 los factores biológicos de la conducta suicida comienzan a ocupar un espacio en el cuerpo de conocimientos de la Suicidiología, los que han contribuido a una explicación más integradora del suicidio, conducta inherente al hombre como ser biológico, psicológico y social.

      Mas recientemente se añaden otros aspectos conceptuales dados por los que abogan por la prevención del suicidio como causa de muerte evitable y los que consideran que el suicidio debe ser facilitado a aquellas personas que deseen morir prematuramente, lo cual se denomina suicidio asistido.

      En las ultimas décadas existe un amplio número de libros y artículos relacionados con algún aspecto de la Suicidiologia pero no un glosario de términos suicidiológicos. Es este el primer intento de agrupar múltiples conceptos sobre el tema. No han sido incluidas las personalidades que hicieron valiosos aportes al estudio del suicidio ni tampoco las revistas dedicadas a la prevención del suicidio y la divulgación de las investigaciones respectivamente, solamente aquellas organizaciones internacionales que se dedican a la prevención del comportamiento suicida.

      Se trata de un breve glosario en el cual han quedado incluidos los conceptos más utilizados en la literatura científica contemporánea y que pueden contribuir a incrementar la cultura suicidológica de los lectores en este campo especifico del saber.

A

Actitudes hacia el suicidio.- Conjunto de opiniones, criterios, sentimientos y conductas hacia el suicidio como forma de morir, quienes lo consuman, lo intentan o lo piensan. Dichas actitudes están estrechamente relacionadas con la cultura y por lo general se han dividido en dos grandes grupos: las actitudes punitivas y las permisivas. Las actitudes punitivas consideran la muerte por suicidio como un signo de cobardía, un pecado, algo que debe ser castigado. Las actitudes permisivas consideran el suicidio un derecho del sujeto, un acto de valor, una muestra de libertad personal, un acto heroico y éticamente aceptable.

Acto suicida.- Incluye el intento de suicidio y el suicidio

Ahogamiento. Método suicida utilizado por las mujeres en Noruega.

Ahorcamiento. Uno de los principales métodos suicidas utilizados por el sexo masculino tanto en áreas urbanas como rurales.

Amenaza suicida.- Expresiones verbales o escritas del deseo de matarse. Tiene la particularidad de comunicar algo que está por suceder(acto suicida) a personas estrechamente vinculadas con el sujeto que realiza la amenaza.

Antecedentes suicidas.- Incluye, principalmente, los actos suicidas previos que haya realizado un sujeto. Puede ser utilizado también para referirse a la presencia de familiares que hayan tenido estos antecedentes.

Arma de fuego. Uno de los principales métodos suicidas.

Asociación Internacional de Prevención del Suicidio.- Una de las asociaciones encargadas del estudio y la prevención del suicidio. Se le conoce por las siglas IASP.

Asociación Internacional de Tanatología y Suicidio.- Una de las asociaciones encargadas del estudio de la muerte, el morir y el duelo, así como el estudio y la prevención el suicidio. Se le conoce con las siglas AITS.

Autolesión intencionada.- En ingles ?deliberate self harm? (dsh) .Nombre que sirve para designar el intento de suicidio.

Automutilación.- Acto mediante el cual un sujeto cercena o corta una parte cualquiera de su cuerpo. No necesariamente tiene que ser con propósitos suicidas.

Autopsia psicológica.- Investigación sobre el suicidio consumado realizada mediante entrevistas, estructuradas y semiestructuradas a los familiares del occiso, su médico tratante, vecinos, amigos y cuantas personas sean necesarias. Tiene como objetivo determinar si el suicidio fue la causa de la muerte así como los signos que presagiaron lo ocurrido. El término fue propuesto por el Profesor Norman Farberow, el Profesor Edwin Shneidman y el Profesor Curphey.

B

Befrienders International.- Nombre de la mayor organización de voluntarios en la prevención del suicidio. Se le conoce como BI.

C

Centro de prevención del suicidio.- Institución destinada al tratamiento de las personas en crisis suicida, en la que se ofrecen diversas modalidades terapéuticas de las que participan profesionales de la salud mental y voluntarios. Puede prestar atención cara a cara o mediante llamadas telefónicas.

Cibersuicidio.- Influencia de la información sobre suicidio aparecida en Internet en la incidencia de los suicidios en quienes navegan en la red de redes. Se pueden encontrar juegos suicidas, chistes suicidas y música para suicidas de preferencia rock metálico. Uno de los grupos más activos es alt. suicide. Holiday (ash) aparecido en la década de los 80,para aquellos que quieren discutir las opciones suicidas y para los que consideran el suicidio como una posibilidad abierta a todos. Se describen los métodos suicidas, desde los más conocidos y eficaces hasta los más frívolos, llegando a más de 40. Pueden aparecer notas suicidas y anuncios incitando al suicidio.

Circunstancias suicidas.- Son aquellas particularidades que acompañan al acto suicida, entre las que se mencionan la localización o lugar donde ocurrió(familiar, no familiar, remoto, cercano), la posibilidad de ser descubierto(elevada, incierta, improbable, probable, accidental), accesibilidad para el rescate(pedir ayuda, dejar notas u otros indicios que faciliten ser encontrado, o por el contrario, tomar las precauciones necesarias para no ser descubierto), tiempo necesario para ser descubierto, probabilidad de recibir atención médica, etc.

Comunicación suicida.- Son las manifestaciones conscientes o inconscientes de la tendencia suicida. Tales manifestaciones deben aparecer en determinado contexto para ser interpretado como tales. En ocasiones esto no es posible hasta después de ocurrido el suicidio, lo cual se investiga mediante la autopsia psicológica. La comunicación suicida se clasifica de la manera siguiente:
Comunicación suicida directa verbal.- Es aquella en la cual se expresa explícitamente los deseos del sujeto de poner fin a su vida, como por ejemplo: ? Me voy a matar?, ? Me voy a suicidar?, ?Lo que tengo que hacer es acabar de una vez por todas?.
Comunicación suicida directa no verbal.- Es aquella en la cual se realizan determinados actos que indican la posibilidad de que se realice un acto suicida en breve plazo como; acceder a los métodos, dejar notas de despedida, repartir posesiones valiosas, etc.
Comunicación suicida indirecta verbal.- Es aquella en la cual se expresan frases que no manifiestan las intenciones suicidas explícitamente pero si están implícitas en dicho mensaje, como en las siguientes frases:
?Quizás no nos volvamos a ver nuevamente?, ?Quiero que me recuerden como una persona que a pesar de todo no fue mala?, ?No se preocupen que no les daré más molestias?.
Comunicación suicida indirecta no verbal.- Consiste en la realización de actos que, aunque no indican la posibilidad suicida inminente, están relacionados con una muerte prematura: hacer testamento, planificar los funerales, predilección por los temas relacionados con el suicidio, etc.

Conducta autodestructiva.- Término colectivo dado a un grupo de actos realizados por un sujeto que implican daño o riesgo de daño tales como quemarse a sí mismo con cigarros, mutilarse partes del cuerpo o realizar actos suicidas.

Conducta suicida.- Término colectivo que incluye los pensamientos suicidas, el intento de suicidio y el suicidio

Contexto suicida. Conjunto de elementos básicos necesarios para la autodestrucción.

Contrato no suicida.- Es un pacto que realiza el terapeuta con un sujeto en riesgo de suicidio que persigue como objetivo primordial comprometerlo a que no se dañe a sí mismo, a no intentar el suicidio,
Responsabilizándolo con su propia vida. El contrato no suicida no garantiza que el sujeto no cometa suicidio,
por lo cual nunca debe ser utilizado con aquellos individuos que no se encuentren en condiciones evidentes de cumplirlo.

Crisis suicida.- Es aquella crisis en la que, una vez agotados los mecanismos reactivo-adaptativos creativos y compensatorios del sujeto, emergen las intenciones suicidas, existiendo la posibilidad que el individuo resuelva o intente resolver la situación problemática mediante la autoagresión. Este tipo de crisis requiere un manejo apropiado del tiempo, ser directivos, y tratar de mantener a la persona con vida como principal objetivo. Su duración es variable, de horas o días, raramente semanas y la resolución puede ser el crecimiento personal con una mejor adaptación para vivir, la resolución con un funcionamiento anómalo que incrementa las posibilidades de una nueva crisis y la realización de un acto suicida.

Cuidador. Persona que ofrece sus cuidados a otro que los necesita.

D

Daño autoinfligido.- Son los efectos perjudiciales que resultan de la realización de un intento suicida o un suicidio. Incluye también las consecuencias de actos autodestructivos realizados por el sujeto sin la intención de morir.

Duelo. Manifestaciones reactivas a la muerte de un ser querido. En el duelo por un suicida sobresalen la estigmatización, las ideas suicidas, la culpabilidad, la búsqueda del por que, el temor ante el arrepentimiento tardío, cuando las fuerzas no eran suficientes para evitar la muerte próxima, entre las mas frecuentes.

E

Efecto Werther.- Término propuesto por D. P. Phillips en 1974 para describir el efecto de la sugestión en la conducta suicida. Johan Wolfang von Goethe en 1774 publicó su novela Las penas del joven Werther en la que se cuenta la historia de un hombre joven, talentoso, quien se sume en especulaciones, ensoñaciones, hasta que desesperanzado por pasiones amorosas, se suicida mediante un disparo en la cabeza. Su venta tuvo que ser prohibida en diversos lugares de Europa porque desencadenó numerosos suicidios en jóvenes mediante el mismo método.

Estrategias de prevención del suicidio.- Manera de dirigir la prevención del suicidio. Existen estrategias nacionales y locales. Entre las naciones que han desarrollado estrategias de prevención del suicidio se encuentran Finlandia, Inglaterra, Japón, Suecia. Noruega, Cuba, Dinamarca, etc. La Organización Mundial de la Salud ha sugerido seis principales acciones para disminuir las muertes por suicidio: tratamiento de la enfermedad mental, control de la posesión de armas de fuego, destoxificación del gas doméstico y de los gases de vehículos de motor, control de la disponibilidad de las sustancias tóxicas, disminuir las noticias sensacionalistas en los medios de difusión de carácter masivo

Estresores agudos.- Son los factores precipitantes de un acto suicida, común para todos los seres humanos pero que, en determinados individuos, puede desencadenar dicho acto. Entre los más frecuentes se pueden citar los conflictos amorosos, castigos o reprimendas de los padres en los adolescentes, pérdida de una relación valiosa, etc. Pueden considerarse como factores precipitantes o desencadenantes.

Estresores crónicos.- Son factores que predisponen a unos individuos y no a otros a la realización de un acto suicida, entre los que se incluyen la pérdida temprana de los progenitores por muerte, separación o divorcio, dificultades en la comunicación familiar, abuso de sustancias, promiscuidad sexual, dificultades escolares, desajuste conyugal, divorcios, inadaptación laboral, desocupación, enfermedad física dolorosa y discapacitante, etc. Pueden considerarse como aquellos eventos que ocurren en la vida de los individuos y preparan las condiciones para que un estresor agudo conlleve a un acto suicida (la paja que quiebra o rompe la columna vertebral del camello que venía cargado)

F

Factor de riesgo.- Atributo o característica que confiere a un sujeto un grado variable de susceptibilidad para contraer determinada enfermedad o alteración de la salud. Tienen como características las siguientes: son individuales, pues lo que para algunos es un riesgo, para otros no representa problema alguno, son generacionales, ya que los factores en la niñez pueden no serlo en la adultez o la vejez, son genéricos porque los factores de riesgo en la mujer no son similares a los de los hombres, están mediatizados por la cultura y el entorno de los individuos, comprobándose que lo que es aceptado en determinado medio social puede ser reprobado en otros.

Factores protectores del suicidio.- Factores que, para una persona en particular, reducen el riesgo de realización de un acto suicidio, como el apoyo que se reciba en situaciones de crisis, el tratamiento del dolor en una enfermedad terminal, el tratamiento de las enfermedades depresivas, la adecuada capacidad para resolver problemas, la razonable autoestima y autosuficiencia, la capacidad para buscar ayuda en personas competentes, etc.

Fuego. Método suicida muy frecuente en determinados países principalmente Cuba y Sri Lanka

G

Gesto suicida.- Amenaza suicida tomando los medios disponibles para su realización pero sin llevarla a cabo. También queda incluido el intento de suicidio sin daño físico de importancia

Gran repetidor.- Es el individuo que ha realizado tres o más intentos de suicidio.

Grupos de Auto-ayuda.- Conjunto de pacientes que tienen un problema de salud común y que deciden trabajar juntos por el bienestar de todos, por ejemplo: grupos de personas con intentos de suicidio y sobrevivientes.

Grupo de riesgo suicida.- Conjunto de personas que presentan algún factor de riesgo para la realización de un acto suicida como pueden ser los deprimidos, los que tienen ideas suicidas o amenazan con el suicidio, los que han intentado el suicidio, los sujetos en situación de crisis, los sobrevivientes, etc. Los enfermos mentales en comparación con la población en general, constituyen un importante grupo de riesgo para esta conducta.

Grupos vulnerables.- Son aquellos grupos de individuos que por su condición tienen más posibilidades de realizar un acto suicida que la población en general. Se incluyen los ancianos, las personas que viven solas, los inmigrantes no integrados al país receptor, los nativos minoritarios como son los aborígenes australianos, norteamericanos, canadienses, y taiwaneses, los prisioneros, etc. Los grupos vulnerables son grupos de riesgo.

H

Hara-kiri. Forma tradicional de suicidio en el antiguo Japón,consistente en la penetración en el abdomen de una espada u otro objeto cortante hasta ocasionarse la propia muerte.

Hot lines.- Término acuñado por Jess Gorkin, periodista del Boston Glove, en carta al Presidente Kennedy, de los Estados Unidos de Norteamérica, en 1963. Gorkin sugirió establecer un teléfono para facilitar la comunicación inmediata con el Primer Ministro Nikita Khruchev de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y disminuir las barreras existentes durante la guerra fría y especialmente durante la llamada Crisis de los Misiles Cubanos o Crisis de Octubre. El término significa la utilización de una conexión telefónica para ser utilizada en tiempos de crisis. Es un servicio telefónico mediante el cual, el sujeto que llama (caller), tiene necesidad de presentar un problema o situación para ser discutida, analizada, o resuelta por quien la recibe(helper).

I

Idea suicida.- Abarca un amplio campo de pensamiento que pueden adquirir las siguientes formas de presentación:
El deseo de morir, primer peldaño que indica la disconformidad del sujeto con su manera de vivir y puerta de entrada a la ideación suicida. Es común la expresión ?la vida no merece la pena vivirla?, ?para vivir así es preferible estar muerto?
La representación suicida consistentes en fantasías pasivas de suicidio(imaginarse ahorcado)
La idea suicida sin un método determinado, cuando el sujeto desea suicidarse y al preguntarle como ha de hacerlo, responde que no sabe como.
La idea suicida con un método indeterminado, cuando el sujeto desea suicidarse y al preguntarle como ha de quitarse la vida responde que de cualquier forma, ahorcándose, quemándose, pegándose un tiro, precipitándose, sin mostrar preferencia por uno de ellos aún.
La idea suicida con un método determinado sin planificación en la cual el sujeto expresa sus intenciones suicidas mediante un método específico pero sin haber elaborado una adecuada planificación.
La idea suicida planificada o plan suicida en la que el individuo sabe cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué ha de realizar el acto suicida y toma, por lo general las debidas precauciones para no ser descubierto.

Incitación al suicidio.- Estimular a otro u otros a realizar un acto suicida. Este acto es objeto de penalización por las leyes de diversos países por considerarse un delito contra la integridad de las personas

Intervención.- Conjunto de técnicas dirigidas a abortar una crisis suicida

Intención suicida.- Deseo deliberado de realizar un acto de suicidio. Grado de sinceridad o determinación de.

¿ COMO EVITAR EL SUICIDIO EN ADOLESCENTES ?

¿ COMO EVITAR EL SUICIDIO EN ADOLESCENTES ?

1. Introducción

Prof. Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero
Correo Electrónico: serper.grm@infomed.sld.cu

  Escribir un libro sobre el suicidio en la adolescencia destinado a un público general resulta harto difícil por varias razones: probablemente algunos pensarán que por qué no se escribe sobre otro tema menos trágico, que aporte más a este grupo de personas en vez de escribir un libro sobre suicidio en los adolescentes que pudiera incrementar el riesgo en ellos y al final un mayor número intente quitarse la vida. Otros considerarán que el suicidio no es tan frecuente en estas edades, pues la adolescencia es una etapa de la vida con muchas potencialidades para desarrollar una existencia creativa y el suicidio, cuando ocurre, debe ser un acto impulsivo, no bien pensado y por tanto, muy difícil de evitar, tarea esta que deben abordar los psiquiatras, psicólogos, suicidólogos, y médicos de la familia, no así otros sectores, que pudieran empeorar las cosas y demorar la asistencia especializada.

      Cada una de estas razones constituyen mitos relacionados con la conducta suicida y no reflejan en modo alguno las evidencias del suicidio en la adolescencia. Aprender a cuidarse la única vida que tenemos los seres humanos es una cualidad que debe ser desarrollada desde la más temprana infancia, pues si no se tiene vida no se puede llevar a cabo proyecto alguno. Aprender a amarse racionalmente incrementará la capacidad de amar a otros, aprender a respetarse hará que seamos respetados. Enfrentar la vida con soluciones no suicidas mejorará nuestra calidad de vida.

    A pesar nuestro, el suicidio en la adolescencia es una trágica realidad, ocupando un lugar entre las tres primeras causas de muerte en la mayoría de los países y en algunos, sólo le supera otro tipo de muerte violenta: los accidentes de vehículos de motor. Y lo peor es que la tendencia es a incrementarse según los estimados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

    Dotar a los adolescentes de la literatura científica que aborde el comportamiento suicida y su prevención pudiera ser de una utilidad no despreciable, pues les pondría en mejores condiciones de ayudarse ellos mismos y a sus iguales que se encuentren en una situación de crisis suicida. Similar provecho tendría para los padres, las madres, y otros familiares, maestros y profesores, que estarían más capacitados para detectar prematuramente aquellos candidatos a la realización de un acto suicida y evitar que ocurra, además de contribuir a interpretar el suicidio como un proceso que tiene su historia y que contrariamente a lo que se piensa, no ocurre por impulso, sino más bien como una decisión largamente pensada, analizada, desechada y retomada en múltiples ocasiones para poner fin a una vida, en la que el suicidio es un síntoma más, el último síntoma, de una existencia infeliz.

    En este libro aparecen un grupo de preguntas que han sido realizadas al autor por adolescentes que han participado en sus conferencias sobre el tema del suicidio y su prevención y expresiones erróneas que hemos escuchado a padres y madres y que se convierten en un problema para la crianza de los hijos. También se ofrecen algunos consejos a la familia para que puedan lograr relaciones interpersonales más armónicas entre sus miembros, todo lo cual contribuirá a mantener la salud mental de sus integrantes.

    Ojalá sea leído con el mismo amor con que fue escrito.

¿ COMO EVITAR EL SUICIDIO EN ADOLESCENTES ?

2. Generalidades

Prof. Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero
Correo Electrónico: serper.grm@infomed.sld.cu

La  adolescencia es definida como una etapa del ciclo vital entre la niñez y la adultez, que se inicia por los cambios puberales y se caracteriza por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas generadoras de crisis, conflictos y contradicciones, pero esencialmente positivos.

    De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, considerándose dos fases: la adolescencia temprana de 10 a 14 años, y la adolescencia tardía de 15 a 19 años.

    La adolescencia, con independencia de las influencias sociales, culturales y étnicas, se caracteriza por eventos universales entre los que se destacan:

    ?El crecimiento corporal evidenciable en el aumento de peso, estatura y los cambios en las formas y dimensiones corporales.

    ?El aumento de la masa muscular y de la fuerza muscular, más marcada en el varón, acompañado de un incremento de la capacidad de transportación de oxígeno, de los mecanismos amortiguadores de la sangre capaces de neutralizar de manera más eficiente los productos químicos derivados de la actividad muscular.

    ?Incremento y maduración de los pulmones y el corazón, con un mayor rendimiento y recuperación más rápida frente al ejercicio físico.

    ?Incremento de la velocidad de crecimiento, los cambios en las formas y dimensiones corporales, los procesos endocrino metabólicos y la correspondiente maduración, no siempre ocurren de forma armónica, por lo que es común que presenten torpeza motora e incoordinación, fatiga fácil, trastornos del sueño, los que pueden generar trastornos emocionales y conductuales transitorios.

    ?Desarrollo y maduración sexual, con la aparición de las características sexuales secundarias y el inicio de la capacidad reproductiva

    ?Los aspectos psicosociales están integrados en una serie de características y comportamientos que en mayor o menor grado estarán presentes durante esta etapa de la vida y que pueden resumirse de la siguiente manera:

        ? Búsqueda de sí mismo y de su identidad.
        ? Necesidad de independencia.
        ? Tendencia grupal.
        ? Evolución del pensamiento concreto al abstracto.
        ? Manifestaciones y conductas sexuales con desarrollo de la identidad sexual.
        ? Relaciones conflictivas con los padres que fluctúan entre la dependencia y la necesidad de separación de los mismos.
        ? Actividad social reivindicativa, tornándose más analíticos, con pensamientos simbólicos, en los que formulan sus propias hipótesis y llegan a conclusiones propias.
        ? Eligen una ocupación para la que necesitarán adiestramiento y capacitación para llevarla a la práctica.
        ? Necesidad de asumir un nuevo rol social como partícipe de una cultura o subcultura específica.

      No se pretende enumerar todas las características que definen esta etapa de la vida. Con las hasta aquí abordadas, el lector tendrá aquellas que constituyen las esenciales de la adolescencia. Pasemos a continuación a abordar los aspectos más generales relacionados con el comportamiento suicida, para en los siguientes capítulos, introducirnos en las especificidades del adolescente suicida.

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3. El Comportamiento Suicida

Prof. Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero
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El comportamiento suicida abarca las siguientes manifestaciones:
1- El deseo de morir. Representa la inconformidad e insatisfacción del sujeto con su modo de vivir en el momento presente y que puede manifestar en frases como: ?la vida no merece la pena vivirla?, ?lo que quisiera es morirme?, ?para vivir de esta manera lo mejor es estar muerto? y otras expresiones similares.

2- La representación suicida. Constituida por imágenes mentales del suicidio del propio individuo, que también puede expresarse manifestando que se ha imaginado ahorcado o que se ha pensado ahorcado.

3- Las ideas suicidas. Consisten en pensamientos de terminar con la propia existencia y que pueden adoptar las siguientes formas de presentación:

    ?Idea suicida sin un método específico, pues el sujeto tiene deseos de matarse pero al preguntarle cómo lo va a llevar a efecto, responde: ?no sé cómo, pero lo voy a hacer?.
    ?Idea suicida con un método inespecífico o indeterminado en la que el individuo expone sus deseos de matarse y al preguntarle cómo ha de hacerlo, usualmente responde: ?De cualquier forma, ahorcándome, quemándome, pegándome un balazo.?
    ?Idea suicida con un método específico no planificado, en la cual el sujeto desea suicidarse y ha elegido un método determinado para llevarlo a cabo, pero aún no ha ideado cuándo lo va a ejecutar, en qué preciso lugar, ni tampoco ha tenido en consideración las debidas precauciones que ha de tomar para no ser descubierto y cumplir con sus propósitos de autodestruirse.
    ?El plan suicida o idea suicida planificada, en la que el individuo desea suicidarse, ha elegido un método habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser descubierto, los motivos que sustentan dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir.

4- La amenaza suicida. Consiste en la insinuación o afirmación verbal de las intenciones suicidas, expresada por lo general ante personas estrechamente vinculadas al sujeto y que harán lo posible por impedirlo. Debe considerarse como una petición de ayuda.

5- El gesto suicida. Es el ademán de realizar un acto suicida. Mientras la amenaza es verbal, el gesto suicida incluye el acto, que por lo general no conlleva lesiones de relevancia para el sujeto, pero que hay que considerar muy seriamente.

6- El intento suicida, también denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace daño a sí mismo.

7- El suicidio frustrado. Es aquel acto suicida que, de no mediar situaciones fortuitas, no esperadas, casuales, hubiera terminado en la muerte.

8- El suicidio accidental. El realizado con un método del cual se desconocía su verdadero efecto o con un método conocido, pero que no se pensó que el desenlace fuera la muerte, no deseada por el sujeto al llevar a cabo el acto. También se incluyen los casos en los que no se previeron las complicaciones posibles, como sucede en la población penal, que se autoagrede sin propósitos de morir, pero las complicaciones derivadas del acto le privan de la vida (inyección de petróleo en la pared abdominal, introducción de alambres hasta el estómago o por la uretra, etc.).

9- Suicidio intencional. Es cualquier lesión autoinfligida deliberadamente realizada por el sujeto con el propósito de morir y cuyo resultado es la muerte. En la actualidad aún se debate si es necesario que el individuo desee morir o no, pues en este último caso estaríamos ante un suicidio accidental, en el que no existen deseos de morir, aunque el resultado haya sido la muerte.

    De todos los componentes del comportamiento suicida, los más frecuentes son las ideas suicidas, los intentos de suicidio y el suicidio consumado, sea accidental o intencional.

    Las ideas suicidas son muy frecuentes en la adolescencia sin que ello constituya un peligro inminente para la vida, si no se planifica o se asocia a otros factores, llamados de riesgo, en cuyo caso adquieren carácter mórbido y pueden desembocar en la realización de un acto suicida.

El intento de suicidio es muy común entre los adolescentes con predisposición para esta conducta y se considera que por cada adolescente que comete suicidio, lo intentan cerca de trescientos.

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4. Factores de Riesgo Suicida en la Niñez

Prof. Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero
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      El conocimiento de los factores de riesgo que predisponen la aparición de determinada condición mórbida es una estrategia válida para su prevención. Este principio es aplicable a la conducta suicida.

      Ante todo hay que considerar que los factores de riesgo suicida son individuales, pues lo que para algunos es un elemento de riesgo, para otros puede no representar problema alguno. Además de individuales son generacionales, ya que los factores de riesgo en la niñez pueden no serlo en la adolescencia, la adultez o la vejez. Por otra parte son genéricos, ya que la mujer tendrá factores de riesgo privativos de su condición y así también lo será para el hombre. Por último, están condicionados culturalmente, pues los factores de riesgo suicida de determinadas culturas pueden no serlo para otras.

      Pasemos a enunciar los factores de riesgo suicida en la niñez que contribuyen a que se desarrolle la conducta suicida en la adolescencia.

      Como es conocido, se considera que por debajo de los 5 ó 6 años, los niños tienen un concepto muy rudimentario de lo que es la muerte o el morir, por lo que resulta prácticamente improbable que se participe activamente de la muerte. En esta etapa la muerte se representa, personifica u objetiviza como una persona con buenas o malas intenciones, o un lugar desagradable o apacible. También a estas edades es común que la muerte se asocie a la vejez y a las enfermedades. Por encima de esta edad, se comienza a considerar la muerte como un suceso inevitable y universal, llegando el niño o la niña a la conclusión de que todas las personas, incluyéndolo a él, tienen que morir.

      Paralelamente con el concepto de muerte se desarrolla el de suicidio. Por lo general los niños han tenido alguna experiencia sobre el tema mediante la visualización de este tipo de acto en la televisión, sea a través de programaciones para los adultos o dirigidos a los niños y las niñas (muñequitos o comics). Otras veces, el concepto se va adquiriendo mediante diálogos con compañeros de su propia edad que han tenido familiares suicidas o por conversaciones que escuchan a los adultos. En sus concepciones sobre el suicidio, en el niño se entremezclan creencias racionales e irracionales, articuladas y lógicas y poco coherentes y comprensibles.

      Hay niños y niñas que adquieren ambos conceptos, muerte y suicidio a una edad más temprana y otros más tardíamente, creyendo estos últimos que la muerte es una continuidad de la vida o que es un estado parecido al sueño del cual es posible ser despertado tal y como ocurre en el cuento ?La Bella Durmiente?.

      En la infancia, como es lógico suponer, los factores de riesgo suicida deben ser detectados principalmente en el medio familiar. Por lo general, el clima emocional familiar es caótico, pues no hay un adecuado funcionamiento de sus integrantes y no se respetan los roles ni las fronteras de sus respectivos miembros. Los padres, cuando conviven juntos se enrolan en constantes querellas, llegando a la violencia física entre ellos o dirigiéndolas a los integrantes más vulnerables, en este caso los más jóvenes, niños y niñas y los más viejos, ancianos y ancianas.

      Es frecuente que los progenitores padezcan alguna enfermedad mental, entre las que se citan por su frecuencia, el alcoholismo paterno y la depresión materna. El alcoholismo paterno es sufrido por el resto de la familia, pues esta toxicomanía involucra a todos los integrantes, sea por los desórdenes conductuales, por la violencia, los actos suicidas, los problemas económicos o la incapacidad de cumplir con los roles asignados al alcohólico y que otros tienen que asumir.

      La depresión materna, además del peligro suicida que conlleva se convierte en un estímulo para el pesimismo, la desesperanza, la sensación de soledad y la falta de motivación. A ello se añaden las situaciones de maltrato por no poder la madre, en estas condiciones, satisfacer las necesidades emocionales y de cuidados del niño o la niña.
Otro factor de riesgo suicida de importancia en la niñez es la presencia de conducta suicida en alguno de los progenitores. Aunque no está demostrado que el suicidio esté determinado genéticamente, es un hecho que el suicidio puede ser imitado, principalmente por las generaciones más jóvenes, lo cual ha dado origen al término ?Efecto Werther?, por los suicidios ocurridos entre los jóvenes que habían leído la novela de Goethe Las penas del joven Werther, cuyo protagonista termina su vida por suicidio con arma de fuego. En ocasiones este proceso no es plenamente consciente y el suicidio se produce por un mecanismo de identificación, proceso mediante el cual se incorporan a la personalidad algunos rasgos de la personalidad o formas de ser del sujeto identificado.

      Otras veces lo que se transmite es la predisposición genética, no para el suicidio, sino más bien para alguna de las enfermedades en las que este síntoma es frecuente. Entre estas enfermedades se encuentran las depresiones y las esquizofrenias en cualquiera de sus formas clínicas. Ambos trastornos están descritos como uno de los principales factores de riesgo suicida en la adolescencia.

      Las relaciones entre los progenitores y sus hijos pueden convertirse en un factor de riesgo de suicidio cuando están matizadas por situaciones de maltrato infantil y de abuso sexual, físico o psicológico. La violencia contra los niños y las niñas en cualquiera de sus formas es uno de los factores que entorpecen el desarrollo espiritual de la personalidad, contribuyendo a la aparición de rasgos en ella que predisponen a la realización de actos suicidas, entre los que se destacan la propia violencia, la impulsividad, baja autoestima, las dificultades en las relaciones con personas significativas, la desconfianza, por sólo citar algunos.

      Otras veces las relaciones están caracterizadas por la sobreprotección, la permisividad y la falta de autoridad, todo lo cual conspira contra el buen desarrollo de la personalidad de los niños y las niñas, quienes se tornan caprichosos, demandantes, poco tolerantes a las frustraciones, manipuladores y egocéntricos, pretendiendo que todos los seres humanos los traten de la misma manera indulgente que lo hacen los familiares, lo que provoca diversos problemas de adaptación desde la más temprana infancia, los que se recrudecen en la adolescencia, cuando la socialización ocupa un lugar preponderante en la conformación definitiva de la personalidad.

      Los motivos que pueden desencadenar una crisis suicida infantil son variados y no específicos, pues también se presentan en otros niños que nunca intentarán contra su vida. Entre los más frecuentes se encuentran:
1- Presenciar acontecimientos dolorosos como el divorcio de los padres, la muerte de seres queridos, de figuras significativas, el abandono, etc.
2- Problemas en las relaciones con los progenitores en los que predomine el maltrato físico, la negligencia, el abuso emocional y el abuso sexual.
3- Problemas escolares, sea por dificultades del aprendizaje o disciplinarios.
4- Llamadas de atención de carácter humillante por parte de padres, madres, tutores, maestros o cualquier otra figura significativa, sea en público o en privado.
5- Búsqueda de atención al no ser escuchadas las peticiones de ayuda en otras formas expresivas.
6- Para agredir a otros con los que se mantienen relaciones disfuncionales, generalmente las madres y los padres.
7- Para reunirse con un ser querido recientemente fallecido y que constituía el principal soporte emocional del niño o la niña.

      Obviamente, una crisis suicida infantil surge de la relación del niño o la niña con su medio familiar y se manifiesta por una serie de señales en la conducta que se expresan, de manera general, en cambios de todo tipo. Comienzan a tornarse agresivos o pasivos en su comportamiento en la casa y en la escuela, cambian sus hábitos de alimentación y de sueño, pudiendo mostrar inapetencia o por el contrario, un apetito inusual. En cuanto al hábito del sueño, los cambios pueden consistir en desvelos o insomnio, terrores nocturnos, en los cuales el niño o la niña despiertan, al parecer, pues realmente no lo están aún, con los ojos desmesuradamente abiertos, temerosos, sudorosos y quejándose de lo que están visualizando y que les ocasionan el terror que experimentan.

    También sufren de pesadillas o malos sueños, así como enuresis, o lo que es lo mismo, orinarse en las ropas de cama mientras se está durmiendo. En otras ocasiones lo que pueden presentar es una somnolencia excesiva, que puede ser un síntoma depresivo a estas edades.

      Durante la crisis suicida infantil son comunes los problemas relacionados con el rendimiento y comportamiento del niño o la niña en la escuela. Las dificultades académicas, las fugas de la escuela, el desinterés por las actividades escolares, la rebeldía sin motivo aparente, la no participación en los juegos habituales con los demás niños y amigos, la repartición de posesiones valiosas, y hacer notas de despedidas, son signos que pueden ser observados en una crisis suicida infantil.

      Para el manejo de esta crisis suicida en la infancia es necesaria la participación de los padres y las madres en la terapia, lo cual no se logra en muchas ocasiones, pues el niño o la niña provienen de hogares rotos o con un clima emocional que impide tal procedimiento.

      La atención psicoterapéutica a una crisis suicida infantil debe ir dirigida a la sensibilización de padres o tutores para que tomen conciencia de los cambios ocurridos en el niño o la niña, que presagian la ocurrencia de un acto suicida. Hay que insistir con ellos en el control de los métodos mediante los cuales el niño o la niña puedan autolesionarse y poner a buen recaudo sogas, cuchillos, armas de fuego, tabletas de cualquier tipo, combustibles, sustancias tóxicas y otros venenos, etc.

      Si el niño o la niña realizan una tentativa de suicidio hay que investigar qué intención perseguían con este acto, pues necesariamente no tiene que ser el deseo de morir el principal móvil, aunque sea el de mayor gravedad. Los deseos de llamar la atención, la petición de ayuda, la necesidad de mostrar a otros cuán grandes son sus problemas, pueden ser algunos de los mensajes enviados con un acto suicida. Se debe intentar realizar un diagnóstico correcto del cuadro clínico que está condicionando la crisis suicida, para descartar que este sea el debut de una enfermedad psiquiátrica mayor, como un trastorno del humor o una esquizofrenia, y en ello puede desempeñar un papel muy útil la observación de sus juegos y la entrevista médica, la cual debe correr a cargo de un especialista en psiquiatría del niño y el adolescente.

      La actitud de la familia ante el intento de suicidio infantil constituye un dato de suma importancia y cuando sea posible hay que evaluar la capacidad que tienen los padres y las madres para comprender y modificar los factores que han predispuesto o precipitado el intento de suicidio. Es necesario que la familia comprenda que la conducta suicida siempre indica una adaptación inadecuada y requiere tratamiento psicológico, psiquiátrico o ambos, según sea la gravedad del caso y nunca limitarlo a la resolución de la crisis suicida.

      Se debe evitar que los padres y las madres se ataquen mutuamente, para lo cual se le hace entender que ya la familia tiene un problema, que es el intento suicida del niño o la niña y no se debe sumar uno más, dado por los continuos ataques mutuos, que lo único que pueden conseguir es entorpecer el manejo de la crisis o provocar mayor malestar en el infante que puede sentirse culpable de estas reyertas. Se invitará a cada progenitor a meditar en lo que cada cual debe comenzar a hacer o dejar de hacer para que la situación del infante sea aliviada y se establecerán contratos terapéuticos con cada uno, a ser reevaluados en próximos encuentros. Si alguno de los progenitores presenta niveles importantes de psicopatología, se intentará persuadir para recibir la terapia correspondiente.

      Nunca debe transmitirse a los miembros de la familia que este tipo de acto tiene intenciones de manipularlos y siempre se les debe alertar sobre aquellas conductas que presagian la realización de un nuevo acto de suicidio.
La hospitalización del niño o la niña que han intentado contra su vida puede ser una indicación válida si persisten las ideas suicidas, si el intento de suicidio es el debut de una enfermedad psiquiátrica grave, si existe comorbilidad, especialmente el consumo de drogas, alcohol u otras sustancias adictivas, si los progenitores padecen de trastornos mentales de importancia o si el clima emocional familiar no constituye un medio idóneo para que la crisis suicida sea resuelta.

      De manera general, se puede dividir la biografía de los futuros adolescentes con conducta suicida en tres momentos.
1- Infancia problemática, caracterizada por un elevado número de eventos vitales negativos, tales como abandono paterno, hogar roto, muerte de seres queridos por conducta suicida, alcoholismo paterno, depresión materna, dificultades socioeconómicas, abuso sexual, maltrato físico o psicológico, etc.
2- Recrudecimiento de los problemas previos con la incorporación de los propios de la edad, como son las preocupaciones sexuales, los cambios somáticos, los nuevos retos en las relaciones sociales, la independencia, la vocación, etc.
3- Etapa previa al acto de suicidio que se caracteriza por la ruptura de una relación valiosa o un cambio inesperado de su rutina cotidiana, a la cual le es imposible adaptarse de una manera creativa, apareciendo los mecanismos autodestructivos.

      Una vez conocidos los factores de riesgo suicida infantil, pasemos a mencionar los que suelen aparecer en la adolescencia o recrudecerse en ella.

Las advertencias hacia el suicidio

Las advertencias hacia el suicidio
Otras advertencias comunes incluyen:

    * Estado de depresión o abandono.
    * Comportamiento temerario.
    * Poner orden en los asuntos y regalar posesiones de valor.
    * Un cambio radical en el comportamiento, actitud o apariencia.
    * Abuso de drogas o alcohol.
    * Sufrir una pérdida importante o cambio de vida.

La lista siguiente expone más ejemplos que pueden dar señal de que alguien esté contemplando el suicidio. Naturalmente, en la mayoría de los casos estas situaciones no terminan con el suicidio. Sin embargo, generalmente, cuanto más señales da una persona, mayor es el riesgo del suicidio.
Situaciones

    * Abuso sexual o físico.
    * Historial familiar de suicidio o violencia.
    * Fallecimiento de un amigo íntimo o miembro de la familia.
    * Divorcio o separación marcando el fin de una relación.
    * Pobres resultados académicos, próximos exámenes o resultados de los mismos.
    * Pérdida del trabajo, problemas en el trabajo.
    * Procesos legales inminentes.
    * Encarcelamiento reciente o próxima excarcelación.

Comportamiento

    * Llantos.
    * Peleas.
    * Infracciones a la ley.
    * Irreflexiones.
    * Auto herirse.
    * Escritos acerca de la muerte y suicidio.
    * Comportamiento previo de suicidio.
    * Extremos en el comportamiento.
    * Cambios en el comportamiento.

Cambios físicos

    * Falta de energía
    * Desequilibrio en el sueño – dormir demasiado o demasiado poco.
    * Falta de apetito.
    * Aumento o pérdida repentinos de peso.
    * Aumento en las enfermedades sin importancia.
    * Cambio en el interés sexual.
    * Cambio repentino en la apariencia.
    * Falta de interés en la apariencia.

Pensamientos y emociones

    * Pensamientos hacia el suicidio.
    * Soledad – Falta de apoyo de la familia y amigos.
    * Rechazo, sentirse marginado.
    * Profunda tristeza o culpabilidad.
    * Incapacidad de enfocar las cosas.
    * Soñar despierto.
    * Ansiedad y estrés.
    * Inutilidad.
    * Pérdida de auto estimación.

Depresión

Depresión
La mayoría de las personas se sienten deprimidas en algún período de su vida, pero para algunas estos decaimientos son más intensos y duran más tiempo.

Este tipo de depresión no “desaparece” por su cuenta y el decir a la persona “anímate” o “serénate” no sirve de nada. No es tan sencillo.

Pero hay esperanza. La depresión es una condición médica que por regla general puede ser tratada. Un médico puede prescribir medicamentos o terapia – o una combinación de los dos tratamientos.
Lo importante es buscar ayuda.

Estar atentos a los siguientes síntomas:

    * Temperamento deprimido – la mayor parte del día, todos los días.
    * Cambios de temperamento – alegre un minuto, triste el siguiente.
    * Falta de energía y de interés por la vida.
    * Irritabilidad y agitación.
    * Desequilibrio en el sueño – dormir demasiado o demasiado poco.
    * Importante pérdida o ganancia de peso.
    * Creencias de inutilidad y culpabilidad.
    * Dificultad en concentración y en pensar con claridad.
    * Insensibilidad hacia el sexo.
    * Pensar en la muerte y la opción al suicidio.

Si conoces a alguien que sufre una depresión prolongada:
Anímale a que vea un médico o un profesional.

Ayuda a un amigo o familiar que esté al borde del suicidio

Ayuda a un amigo o familiar que esté al borde del suicidio
Calla y escucha!

Si alguien se encuentra en estado deprimido o al borde del suicidio, nuestra respuesta inmediata es la de ayudar. Ofrecemos consejos, intercambiamos nuestra propia experiencia, intentamos buscar soluciones.

Mejor sería callar y escuchar; las personas que están pensando en suicidarse no quieren oír respuestas o soluciones. Buscan un refugio donde poder expresar sus temores y preocupaciones, para ser ellos mismos.

El escuchar – el escuchar de verdad – no es fácil. Tenemos que controlar el deseo de decir algo, hacer un comentario, ampliar un relato u ofrecer consejos. Necesitamos escuchar no solo los hechos que nos está contando dicha persona, sino también entender los sentimientos que han dado lugar a los mismos. Necesitamos comprender los acontecimientos desde su punto de vista, no del nuestro. A continuación se detallan algunos puntos que se deben tener en cuenta si se está ayudando a una persona que está a punto de quitarse la vida.
Qué es lo que quieren las personas al borde del suicidio?

    * Que alguien les escuche. Alguien que sinceramente dedique su tiempo para escucharles. Alguien que no juzgue, ni aconseje, ni dé opiniones, sino que ponga toda su atención en escuchar.
    * Alguien en quién confiar. Alguien que les respete y no intente tomar la iniciativa. Alguien que trate todo con una discreción absoluta.
    * Alguien que se preocupe. Alguien que se ponga a su disposición, tranquilizándoles y hablando con calma. Alguien que asegure, acepte y crea. Alguien que diga “te entiendo”.

Que es lo que no quieren las personas al borde del suicidio?

    * Quedarse solos. El ser rechazados parece aumentar diez veces más el problema. El tener a alguien en quien confiar hace toda la diferencia.

      Escuchar
    * Recibir consejos. Los sermones no ayudan. Tampoco ayuda la sugerencia de “anímate” o asegurarles que “todo saldrá bien”. No analices, compares, califiques o critiques.

      Escuchar
    * Ser interrogados. No cambies de tema, no compadezcas o condesciendas. El hablar de los sentimientos es difícil. Las personas al borde del suicidio no quieren ser apuradas o tener necesidad de defenderse.

      Escuchar