Respaldo de material de tanatología

Activistas espirituales INC.

Aunque cueste de creer, los hechos sucedieron realmente, hace unas semanas, y no es un chiste… Es un ejemplo tan bueno de ciertas cosas que parece sacado de un manual. Luego de analizar la experiencia, pens� que lo mejor que pod�a hacer era amortizarla

Estando yo sentada en la terraza de un restaurante de mi barrio y disponi�ndome a comer un maravilloso plato de pasta italiana, entran en escena un par de “artistas” callejeros con su performance del d�a. A mi particularmente nunca me ha atra�do ese tipo de espect�culo, pero tampoco me molesta.

Sin embargo, terminando su actuaci�n se acerca uno de ellos a la mesa a pedir contribuci�n econ�mica. Alguna parte de lo sencillo del “no” escapa a su comprensi�n, pero en lugar de tomarse su tiempo para reflexionar sobre el asunto, el muchacho, ataviado con turbante rojo y gafas oscuras, inicia un dicurso-soliloquio…

De entrada dir� que, a parte de que me interrumpan cuando estoy comiendo, tampoco me ha hecho nunca demasiada gracia que me hablen detras unas lentes oscuras… en todo el tiempo no respondo, pero creo que mi cara habla por m�.

Nosotros somos artistas, y este es nuesto medio de vida; no vivimos de explotar a la gente, sabes?

…Claro, no es explotaci�n; que la gente de las vulgar masa, adem�s de trabajar como esclavos os regale a vosotros su dinero por recordarles con tan poca gracia lo imb�ciles que vosotros creeis que son deber�a llamarse “re-explotaci�n”.

En realidad nosotros seguimos el modo de vida hind�, no pertenecemos al sistema, s�lo que tenemos que pasar inadvertidos en �l para sostenernos.

No s� si tu habr�s conocido a un hind� en tu vida, yo s�; s� perfectamente lo que es el ghi, que presumes de conocer; y adem�s lo s� preparar y aplicar en masaje, porque casualmente un yogui me ense��… as� que no me vas a impresionar precisamente con eso. Lo que haces ni siquiera pasar�a como una parodia de lo que tratas de imitar, y es una falta de respeto contra lo que se supone que defiendes, as� que antes que unas monedas lo que te est�s ganando es una patada en el est�mago, que yo no te dar�, pero ya te llegar�, no lo dudes.

Porque nosotros somos activistas, no politicos – la pol�tica no nos interesa – somos activistas espirituales, nuestro objetivo es despertar conciencias dormidas.

Tal vez deber�ais empezar por las propias, no crees? Como sugerencia, si pretendes seguir el modo de vida hind�, por un lado, y ser realmente apol�tico, por otro, estar�a bien que le dijeras a tu compa�ero que se sacara el parche con la sw�stica tachada del culo de sus pantalones – la swastika es un s�mbolo sacro en la India, sabes?-.
Y si quieres ser un activista, empieza a pensar menos en la tragedia existencial de pertenecer a la “�lite” de “artistas” que est�n por encima de la “masa dormida” , y m�s en el compromiso de encontrar los medios para llegar a la gente y llevar a cabo acciones efectivas que den resultados m�s all� de tu triste recolecta monetaria al final de la jornada.

– A estas alturas, yo sigo callada y sonriendo, me observa como si fuera la encarnaci�n del diablo, y habla rabioso… –

Porque lo material no nos interesa, lo material es efimero, como las apariencias… y creemos en el karma, sabes? – me mira con odio, levanta la voz- Tal vez en otra vida nazcas privada de esa belleza! Y se va.

Lo material no os interesa, pero te has enfadado tu s�lo al no recibir las monedas que cre�as merecer… Las apariencias no importan, pero me has venido a molestar simplemente porque me has visto vestida decentemente ante un buen plato que adem�s de satisfacer mis sentidos me alimenta… el mismo plato que, aunque podr�as pagar si dejaras de gastarte el dinero en lo que sea que fumes que te ha dejado el cerebro tan da�ado como lo tienes, consideras un “lujo innecesario”. Me has venido a molestar porque has reparado en mi anillo de gemas y te ha parecido una ostentaci�n, aunque sea precisamente hind�, un s�mbolo de aprendizaje… y un regalo. Y me has querido asustar diciendo que en otra vida puedo perder mi belleza, como si yo no fuera consciente de que eso que tu ves y te parece bello, se ir� con cada a�o que pase en esta misma vida; pero al mismo tiempo sin darte cuenta que la belleza est� en los ojos y la persona del que observa y vive, y que, por lo tanto, tus palabras revelan que tu visi�n y experiencia son terriblemente fr�volas.

Y finalmente el karma… que sabr�s tu del karma? D�jate de pensar en otras vidas, y piensa, por un momento siquiera, en esta misma que est�s desperdiciando. Cuando ten�a tu edad, o incluso algo m�s joven, trabajaba en una f�brica, ten�a que levantarme a las 4:30 y no siempre lo consegu�a, me sent�a tan desgraciada como si cumpliera una condena, era infeliz y estaba llena de complejos f�sicos y ps�quicos. Esa fue la trampa de la que yo ten�a que salir, y salir fue un largo proceso de aprendizaje y acci�n. Te ufanas en decir que las apariencias no importan, pero son lo �nico que tu puedes ver, por eso no entiendes que tu incapacidad para hacerme sentir culpable y robarme por ese medio unas monedas no venga de mi ignorancia o inconciencia, de un estado de “letargia”, sino de mi conocimiento, conciencia y de un estado de “vigilia”. Y sin embargo yo s� que no importa y que no soy mejor que nadie.

No puedes usar el karma en mi contra, porque no sabes lo que es; pero tampoco puedes usar en mi contra las consecuencias de mis acciones, porque precisamente ellas me han tra�do hasta donde estoy, y no tengo nada de lo que arrepentirme. Pero tu no est�s viendo lo que yo soy, sino proyectando lo que tu eres sobre la imagen que te has formado de m�. Y cuando crees que hablas a alguien fr�volo, e ignorante, a quien le han regalado algo, te est�s retratando… tu manera de “no pertenecer al sistema” es la t�pica de los que han enra�zado en su mismo coraz�n, tus palabras son incoherentes y vac�as, y tu vida se sustenta en tomar el fruto del trabajo ajeno, a cambio del humo con el que tratas de cegar no s�lo los ojos de los dem�s, sino los propios.
Te vanaglorias de ser artista, pero act�as como si no supieras que el �nico Arte digno de recibir ese nombre exige sacrificios, estudio y dedicaci�n, y no se vende por unas monedas. Te vanaglorias de tener conocimiento espiritual, pero lo �nico que haces es evidenciar una p�sima educaci�n, una experiencia existencial paup�rrima, y quedar en rid�culo. Porque no est�s tratando de despertar la conciencia de nadie, sino de adormecer tanto la propia como aquellas ajenas que te recuerden que est�s haciendo el imb�cil, mientras esparces veneno sobre la tierra.
Y me desprecias, porque es desprecio lo que esa parte de ti que s� sabe y que tu tratas de amordazar en el fondo de la conciencia siente cuando te ves en un espejo.

No pienses en lo que va a ser de ti en vidas futuras, sino en esta misma, dentro de unos a�os… porque vas camino de convertirte en lo que dices combatir, porque dentro de diez a�os no estar�s haciendo el payaso por las terrazas de los restaurantes, sino viviendo de las rentas de lo que otros consiguieron con leg�timo esfuerzo, o de enchufado en alg�n negocio familiar, viviendo de explotar (a secas) a los dem�s; s�lo est�s dando un rodeo, porque esa parte de t� que a�n no has podido acallar por completo sabe que no est� bien, pero te resistes como un ni�o malcriado a aceptar su consejo de un modo pleno, sin reservas, a pagar el precio no econ�mico que conlleva, y por el que a�n podr�as salvarte de acabar ahogado en la inmundicia.

Yo, por mi parte, estoy lo suficientemente en paz con mi vida, y satisfecha con la imagen que me devuelve el espejo, como para desear suerte a esa parte de t� que sigue viva, en el lance que enfrenta en inferioridad de condiciones.

VOLVER A EMPEZAR

VOLVER A EMPEZAR
JUAN CARLOS ZUBIETA IRÚN. TALLER DE SOCIOLOGÍA. UNIVERSIDAD DE CANTABRÍA
(ARTÍCULO DE OPINIÓN SACADO DEL PERIÓDICO ?EL DIARIO MONTAÑÉS DEL JUEVES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2007)

      Unos dicen: <>; otros exclaman: <>. Los humanos precisamos de la novedad y también de la costumbre. De lo nuevo y de lo de siempre. De lo extraordinario y de lo común. La rutina del día a día nos lleva a soñar con la fiesta, pero el exceso de la celebración, termina por cansarnos y entonces se desea la tranquilidad. La monotonía cotidiana nos hace añorar lo diferente, pero el desorden también pierde su magia y entonces se aprecia lo de maravilloso que existe en el día a día.
      Según el mito griego, Sísifo fue condenado por los dioses a subir una roca hasta la cúspide de un monte, desde allí la roca volvía a caer y la tarea que tenía que comenzar, sin descanso, sin esperanza, sin fin, una y otra vez, el castigo eterno. Pues bien, para muchos, el fin de las vacaciones, comenzar a trabajar, es sinónimo de volver al penal (como se sabe, el término trabajar viene del latín ?tripaliare?, torturar, y el ?tripalium?, tres palos, era un instrumento de tortura al que se ataba al reo para azotarlo). Así, en estos días los medios de comunicación presentarán a expertos en Psicología hablando pomposamente del ?Síndrome posvacacional?, que, como todo el mundo sabe, se trata de un título muy rimbombante para denominar las consecuencias de la pereza, la desgana y el rechazo con la que se enfrentan a la obligación de trabajar todos los que tienen que desarrollar una actividad laboral alienante, poco gratificante, incómoda, mal pagada o en un ambiente humano o material hostil. Por supuesto, ante esa perspectiva cualquier individuo normal no da saltos de alegría; por el contrario, su humor suele estar torcido, el desánimo ataca y, en ocasiones, el estómago protesta y el sueño no llega; en definitiva, el cuerpo y la mente se quejan (sí, como les pasa a muchos niños el primer día de colegio). Perder la libertad es duro. Si a usted le ocurre eso tranquilícese, le sucede a mucha gente, es una epidemia. Y, por otra parte, según nos dicen por todos los lados: se soluciona comprando. Además tiene usted la suerte de que ha comenzado la liga de fútbol y los héroes están en el circo; y, por si fuera poco, para que no se desespere, enseguida llega la escapada del 12 de octubre.
      Dos anuncios que están presentes estos días en los medios de comunicación reflejan claramente los deseos-necesidades a lo que me he referido: la búsqueda de la novedad y la búsqueda del orden. Así, El Corte Inglés proclama: <>; Leroy Merlín indica: <>.
      La máquina comercial de la sociedad de consumo es muy sabia: se inicia un nuevo ciclo y la forma de comenzar con fuerza, con ilusión, es, nos aseguran, comprando. La ilusión está en estrenar ropa y tenemos la suerte de poder ir al centro comercial, al paraíso, y comprarlo todo (sí, además, en la escuela y en el trabajo nos encontraremos con los amigos y compañeros que no hemos visto en varias semanas). Por otra parte está el mensaje del orden: cansados de la anarquía, pretendemos la seguridad de lo cotidiano. La estantería, los armarios y los cajones que nos anuncia el comercio, constituyen una magnifica metáfora de lo que pretendemos hacer con nuestra vida: ordenarla.
        Ante el reto de volver a subir la montaña necesitamos algo donde agarrarnos, algo que nos ilusione; la industria lo sabe, nos lo ofrece en papel de regalo, y lo sugiere/impone: ¡Compra!, ¡Estrena! Y ante la ausencia de horizontes más elevados caemos en la trampa y acudimos, en masa, la centro comercial a hacer realidad el gran sueño.
        Ahora también es el momento de los buenos propósitos, y los dueños del negocio lo saben: se lanzan al mercado los cursos de inglés y mil tipos de colecciones (por supuesto, como cualquiera puede constatar con su propia experiencia, la mayoría se interrumpirán a la mitad, eso sí en el mes de enero, con el nuevo año, volverá a surgir el proyecto que no se ha cumplido… y que una vez más se interrumpirá). Además, muchos harán cola para inscribirse en el gimnasio; otros se harán la promesa de dejar de fumar (obviamente comenzarán dentro de unos días: ?Hombre, los primeros días de trabajo estoy más nervioso y…?) y, sin duda, todos los escolares asegurarán que este año van a estudiar desde el primer día.
      Como decía, frente al mito de las felices vacaciones muchos desean la vuelta a la normalidad. Ulises quiere regresar a Ítaca. Ya está bien de aventuras. Se quiere llegar a casa, al hogar, al refugio. Se añora el sosiego.
      Además, para los muchos que no han podido ir de vacaciones, y también para los muchos que han sentido el periodo de descanso como una carga, la vuelta a la normalidad, el fin de fiesta, es un alivio. Así, aunque sea en silencio, ahora mismo muchos celebran el término del ambiente festivo: los que han carecido de recursos para ir a esas playas idílicas que nos han enseñado en la televisión, los enfermos, los infelices, los que están solos, todos aquellos que se han considerado diferentes y han sufrido el bombardeo de imágenes que muestran que todo el mundo es feliz, que todos son amados, que todos, menos ellos, disfrutan sin parar. Tampoco son pocas las mujeres que desean la vuelta a la actividad cotidiana cansadas de que el reposo y el disfrute de los miembros de su familia, el placer de no hacer nada, se sostenga en el sobreesfuerzo de ellas (como se aprendió en los cuentos, los reyes tienen sirvientes). Por cierto, ¿saben que el número de rupturas de parejas se incrementa de forma considerable inmediatamente después del periodo de vacaciones?, sí, la convivencia estrecha durante muchos días es peligrosa.
      Después de la descripción y los juicios, permítanme concluir formulando un interrogante: ¿No sería conveniente que todos pusiéramos la vista en metas más elevadas que el cambio de ropa y la reforma de la cocina? Claro que está muy bien volver a iniciar el curso de inglés y que tampoco debemos olvidar la vieja aspiración de hacer algo de ejercicio y de seguir un dieta equilibrada, pero no está de más que junto a los propósitos más prosaicos también pensemos en asuntos de mayor calado.
      Aunque a algunos les puedan sonar a mensajes huecos, y aunque sé que son muchos más difíciles de lograr, me atrevo a recordar algunos metas que nos han señalado muchas veces: 1. Que es una obligación de todos ayudar y ser solidarios con aquellos que no tienen la misma suerte que nosotros. 2. Que todo ser humano comenzando con el que está a nuestro lado, merece respeto y consideración. 3. Que ser honrado, en las relaciones personales y en el trabajo, es una buena forma de estar en el mundo. 4. Que también nos corresponde denunciar a los impresentables. 5. Que, asimismo, es una obligación de todos cuidar y defender nuestro medio ambiente. 6. Por último, que somos personas, además de consumidores de los productos de Carrefour, y, por tanto, que es un derecho y una obligación perseguir el crecimiento personal y social.

Bushido Soul of Japan – (Bushido Alma de Japón) Inazo Nitobe

Bushido Soul of Japan – (Bushido Alma de Japón)

Inazo Nitobe

Índice.

PROLOGO 3
SIETE PRINCIPIOS 4
ALGUNOS COMENTARIOS DE MIRUMOTO JINTO, RIKUGUNSHOKAN DEL CLAN DEL DRAGÓN 6
CREDO SAMURAI 7
DEDICATORIA 8
PREFACIO 9
PREFACIO DE LA DECIMA EDICION REVISADA 10
BUSHIDO COMO UN SISTEMA ETICO 12
FUENTES DEL BUSHIDO 15
RECTITUD O JUSTICIA 20
VALOR EL ESPIRITU DE OSADIA Y CONDUCTA 22
BENEVOLENCIA LA SENSACION DE SOCORRO 26
CORTESIA 32
VERDAD O VERACIDAD 36
HONOR 40
EL DEBER DE LA LEALTAD 44
EDUCACION Y EL ENTRENAMIENTO DE UN SAMURAI 50
AUTOCONTROL 52
LAS INSTITUCIONES DE SUICIDIO Y ENMIENDA 56
LA ESPADA, EL ALMA DEL SAMURAI 65
EL ENTRENAMIENTO Y LA POSICION DE LA MUJER 67
LA INFLUENCIA DEL BUSHIDO 75
¿SIGUE VIVO EL BUSHIDO? 79
EL FUTURO DEL BUSHIDO 85

PROLOGO.

¿Qué es el camino del guerrero? Literalmente es la senda donde la persona que mantiene sus armas para combatir en el campo de batalla, conoce las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
Esto en apariencia suena a una cuestion bélica, pero realmente se aplica a todo.

El camino del guerrero o Bushidou, es una via durísima. Es raro el guerrero que se reconoce a si mismo como tal, debido a que esta inmerso en el camino, ni siquiera se da cuenta de los títulos ni aspira a alcanzarlos.

Ser guerrero significa…cada quien tiene su significado, pero de manera general es la persona que constantemente esta entrenando sus habilidades, que constantemente se presiona, y en algunas èpocas se lleva al borde de sus propias capacidades para superarse a si mismo.

No busca las condiciones perfectas, se adapta al medio, y si este no es el óptimo, hace lo mínimo por quejarse y lo máximo para actuar. De esto se desprende que la base de sus palabras son los hechos, y si no conoce de un tema no lo inventa, sin embargo no es tan abierto y también aplica la estrategia.

El guerrero es un ser solitario que trabaja en grupo, esto es, que busca ser autónomo, autártico y autosuficiente, pero si encuentra seres similares a él, no los desprecia y se les une si para alcanzar una meta propuesta.

Para un guerrero ni la fama, ni la fortuna son seguras, si no solamente la muerte. Además del aspecto que la encuentre en alguna batalla, también en lo que respecta a la muerte propia.

Demasiadas palabras solo empantanan el asunto. Todos somos guerreros innatos, ¿acaso no luchamos para nacer?, asi que no se necesita de manuales ni poemas ni recetas. Solo debemos de hacer lo que debemos y ya.

SIETE PRINCIPIOS.

Estos son los siete principios que rigen el código deL Bushido, la guía moral de la mayoría de los samurai de Rokugan. Se fiel a él y tu honor crecerá. Rómpelo, y tu nombre será denostado por las generaciones venideras.

1. GI – Honradez y Justicia
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la Justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la que surge de ti.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

2. YU – Valor Heróico
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heróico. Es absolutamente arriesgado. Es temerario y peligroso. Vive la vida de forma plena, completa y maravillosa. El coraje heròico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

3. JIN – Compasión
Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

4. REI – Cortesía
Los samurai no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales.
Un samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.

5. MAKOTO – Sinceridad Absoluta
Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará.
No ha de “dar su palabra.” No ha de “prometer.” El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer.
Hablar y Hacer son la misma acción.

6. MEYO – Honor
El Auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomes y cómo las lleves a cabo son un reflejo de quien eres en realidad.
No puedes ocultarte de ti mismo.

7. CHUGO – Deber y Lealtad
Para el samurai, haber hecho o dicho “algo”, significa que ese “algo” le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
Cuidado con el camino que sigues.

ALGUNOS COMENTARIOS DE MIRUMOTO JINTO, RIKUGUNSHOKAN DEL CLAN DEL DRAGóN.

Sobre el valor: El camino del valiente no sigue los pasos de la estupidez.

Sobre la lealtad: Un perro sin amo vagabundea libre. El halcón de un Daimyo (Señor Feudal) vuela más alto.

Sólo hay una lealtad superior a la del samurai hacia su Daimyo: la del Daimyo hacia sus súbditos.

Sobre el Respeto: Un alma sin respeto es una morada en ruinas. Debe ser demolida para construir una nueva.

Sobre la Excelencia: La perfección es una montaña inescalable que debe ser escalada a diario.

Sobre la Venganza: La ofensa es como un buen haiku (Breve poema japonés de tres versos): puede ignorarse, desconocerse, perdonarse o borrarse, pero nunca puede ser olvidada.

Sobre la Espada: Mi hoja es mi alma. Mi alma pertenece a mi Daimyo. Ultrajar mi hoja es afrentar a mi Daimyo.

Sobre el Honor: La muerte no es eterna; el deshonor, sí.

Sobre la Muerte: El samurai nace para morir. La muerte, pues, no es una maldición a evitar, sino el fin natural de toda vida.

CREDO SAMURAI.
Carezco de padres, hago que la Tierra y el Cielo sean mis padres.
Carezco de hogar, hago que el Hara y la conciencia sea mi hogar.
Carezco de Vida y de Muerte, hago que el Ritmo de mi Respiración sea mi vida y muerte.
Carezco de poder divino, hago de la honestidad mi poder divino.
Carezco de medios, hago de la docilidad y la comprensión mis medios.
Carezco de poder o secreto mágico, hago que el Carácter…mi personalidad sea mi poder o secreto mágico.
Carezco de cuerpo, hago del estoicismo…la resistencia mi cuerpo.
Carezco de ojos, hago del resplandor del rayo…el relámpago mis ojos.
Carezco de oídos, hago de la sensibilidad mis oídos.
Carezco de extremidades, hago de la presteza…la rapidéz mis extremidades.
Carezco de leyes, hago de mi auto defensa mis leyes.
Carezco de estrategia, hago de lo no oscurecido por el pensamiento…lo correcto para matar y lo correcto para restituir la vida mi estrategia.
Carezco de proyectos de ideas, hago de tomar la ocasión al vuelo mis proyectos de ideas.
Carezco de milagro, hago que la acción correcta sea mi milagro.
Carezco de principios, hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.
Carezco de táctica, hago del vacío y la plenitud mi táctica.
Carezco de talento, hago que la agudeza…la astucia sea mi talento.
Carezco de amigos, hago que mi mente sea mi amiga.
Carezco de enemigos, hago del descuido mi enemigo.
Carezco de armadura, hago de la benevolencia y la virtud mi armadura.
Carezco de castillo, hago que mi mente inamovible sea mi castillo.
Carezco de espada, hago de la Ausencia de Yo…la No mente mi espada.
Carezco de premios, hago de la mirada orgullosa de mis hijos mi recompensa.

Samurai anónimo, siglo XIV

DEDICATORIA.

Diciembre 1904.
A mi querido Tío Tokitoshi Ota, quien me enseñó a venerar el pasado y admirar las hazañas de los samurai, dedico este pequeño libro.

?Aquel Camino,
En la montaña, quien esta parado sobre que él,
Es conveniente dudar si sea de hecho un camino,
Mientras lo veas a si mismo como una perdida de tiempo;
La ruta alli está, claramente desde las faldas hasta la cumbre,
¡No yerres, puedes confundirte!, ¿Porqué se ve divido
desde el lado del intacto desierto?,
Y Luego (traer en la fresca filosofía)
¿Qué si los divide a ellos mismos?
¿Deberán probar al final
La mayor invención consumada
Para entrenar al ojo de un hombre y
enseñarle cuál es la fe??
ROBERT BROWNING.
Bishop Blougram’s Apology.

?Hay, si asi se puede decir, tres poderosos espíritus, los cuales de vez en cuando, se movieron en la superficie de las aguas, y dieron un impulso predominante a los sentimientos de moral y energía de la humanidad.
Estos son los espíritus de libertad, de religión y de honor.?
HALLAM.
Europe in the Middle Ages.

?El código de caballería es en si mismo la poesía de la vida?.
SCHLEGEL.
Philosophy of History.

1908 13ra Edición Revisada y Mejorada.

PREFACIO.
Hace aproximadamente diez años, mientras pasaba los días bajo la hospitalidad del distinguido jurista Belga M. de Laveleye, durante un paseo nuestra conversación se tornó teniendo como tema la religión.
“¿Quiere decir usted, preguntó el respetable profesor, que no tienen educación religiosa en sus escuelas?”.
Al responder con una negativa, quedó inmediatamente asombrado, y con un tono de voz que no podré olvidar fácilmente, repitió
“¡Ninguna religión!, ¿Cómo imparten ustedes la educación moral?”.
La pregunta me atontó en ese entonces. No tenía una respuesta lista, porque los preceptos morales que había aprehendido en mis días de infancia no habían sido impartidos en la escuela, y no fue hasta que comencé a analizar los diferentes elementos que me formaron las nociones de bueno y malo, encontré que fue el Bushido lo que habia respirado con mi nariz
El principal origen de este pequeño libro es debido a las frecuentes preguntas hechas por mi esposa del porque tales y tales ideas, usos y costumbres prevalecen en Japón.
En mis intentos de dar una respuesta satisfactoria a M. de Laveleye y a mi esposa, encontré que sin entender la época Feudal y el Bushido, las ideas morales del Japón presente, son un volúmen sellado.
Aprovechando la ociosidad producto de una larga enfermedad, escribo al público en el orden ahora presentado, algunas de las respuestas dadas en aquella conversación.
Consiste principalmente en lo que se me dijo y fue enseñado, en mi juventud, cuando el Feudalismo aún estaba en vigor.
Entre Lafcadio Hearn y la Sra. Hugh Frase por un lado, y Sir Ernest Satow y el Profesor Chamberlain en el otro, ciertamente sería una pena escribir en Inglés algo del Japonés. La única ventaja que tengo sobre ellos, sería asumir la actitud de un defensor de oficio, mientras que estos distinguidos escritores son los mejores litigantes.
He pensado a menudo que “¡Puedo darles un obsequio en mi idioma presentando la causa de Japón en términos más elocuentes¡”.
Pero aquel que habla en un idioma prestado, debe estar agradecido de que pueda darse a entender.
Todo el discurso que he podido ilustrar es a través de ejemplos paralelos de historia y literatura Europea, creyendo que esto ayudará a la comprensión de los lectores extranjeros.
Puede que alguna de mis alusiones, de temas religiosos y creyentes, ser hecha a la ligera, pero confío que mi actitud hacia el Cristianismo no sea cuestionada.
Esto es con los métodos eclesiásticos y con las formas que obscurecen las enseñanzas de Cristo, y no a las enseñanzas mismas, con las que tengo poca condescendencia.
Creo en la religión enseñada por Él y traida a nosotros en el Nuevo Testamento, asi como también en la ley escrita en el corazón. Además, creo que Dios hizo un testamento que que quizá llamó “viejo” con cada gente y nación, “Pagano, Judío o Cristiano”. En cuanto el resto de mi teología, no necesito imponerla ante la paciencia del público.
En conclusión a este prefacio, quiero expresar mi agradecimiento a mi amiga Anna C. Hartshorne por sus invaluables sugerencias y por el característico diseño japonés hecho por ella, para la portada de este libro.
INAZO NITOBE.
Malvern, Pa, Décimo Segundo mes, 1899.

PREFACIO.
DE LA DÉCIMA EDICIÓN REVISADA.

Desde su primera publicación en Philadelphia, hace más de seis años, este libro ha tenido una historia inesperada.
La reimpresión japonesa ha pasado a través de ocho ediciones, la presente es la décima en aparecer en el idioma inglés.
Simultáneamente con esta, sera lanzada por la casa editora de Nueva York de Mr. George H. Putnam’s Sons, una edición Americana e Inglesa.
En medio de este tiempo Bushido ha sido traducido al Mahratti por el Sr. Dev de Khandesh, al alemán por el Sr. Fräulein Kaufmann de Hamburg, al Bohemio por el Sr. Hora de Chicago, al Polaco por la Sociedad de Ciencia y Vida en Lemberg, aunque esta edición polaca ha sido censurada por el gobierno ruso. Ahora esta siendo traducido al noruego y al francés. Se está contemplando una traducción al Chino.
Un soldado ruso, ahora prisionero en Japón, tiene un manuscrito en Ruso, listo para la imprenta. Una parte de el volúmen ha sido traido al público húngaro y una revisión detallada, casi con el grado de comentario, se ha publicado en japonés.
Todas las notas aclaratorias para la ayuda de los jóvenes estudiantes, han sido compiladas por mi amigo el Sr. H. Sakurai, a quien agradezco mucho su ayuda.
Estoy mas gratificado por el sentimiento de que mi humilde trabajo haya encontrado simpatizantes de distintos sectores, siendo muestra de que el interes mundial n este tema es creciente .
Excesiva adulación me ha alcanzado al oir las noticias que me han llegado de fuentes oficiales, de que el presidente Rooselvelt me ha hecho el honor, que no merezco, de haberlo leido, y repartido docenas de copias entre sus amigos.
Haciendo enmiendas y correciones en la presente edición, me he remitido en gran parte a ejemplos concretos.
Todavía continúo lamentando, y en verdad no he cesado de hacerlo, de mi inhabilidad de agregar un capítulo de Piedad Filial, la cual es considerada uno de las dos ruedas de la carroza de la ética Japonesa. “La lealtad empieza en el otro”.
Mi falta de habilidad es debida en parte a mi ignorancia al sentimiento Occidental de relegar esta virtud particular, y en parte a la ignorancia de mi propia actitud hacia ella, y no puedo hacer comparaciones que satisfagan mi mente. Espero algún día, ahondar en este y otros temas.
Todas las materias que son tocadas en estas páginas son capaces de mayor amplificación y discusión, pero ahora no encuentro la forma clara de hacerlo.
Este prefacio sería incompleto e injusto, si omitiera la deuda que he contraído con mi esposa por la ayuda que me ha brindado leyendo los borradores, dando sugerencias y sobre todo su apoyo constante.

INAZO NITOBE.
Kyoto, Mayo 22, 1905.

BUSHIDO COMO UN SISTEMA ÉTICO.

El código de caballería esuna flor no menos indígena a la tierra de Japón que su emblema, el sakura o flor del cerezo; ni está como un espécimen disecadode una antigüa virtud preservada en el herbolario de nuestra historia.
Sigue siendo un objeto viviente de poder y belleza entre nosotros, y si no asume ninguna forma o aspecto tangible, la atmósfera de la esencia moral no es menor, y nos da aviso de que aún estamos bajo su potente encanto.
Las condiciones de la sociedad que lo llevaron adelante y alimentaron, ya han pasado de largo, pero como esas estrellas remotas que estaban una vez y ya no estan, todavía continuan vertiendo sus rayos sobre nosotros, la luz del código de caballería, que fue un hijo del feudalismo, aun continúa iluminando nuestra senda moral, sobreviviendo asi esta institución madre.
Es un placer para mí, reflejar esta materia en el lenguaje de Burke, quien expresó el bien conocido toque de elogios sobre el negligente féretro de su arquetipo europeo.
El discute un triste defecto de información relativo al lejano oriente, cuando el erudito escolar Dr. George Miller, no dudaba en afirmar que ese código de caballería, o alguna otra institución similar, nunca había existido entre las naciones antiguas o modernas de oriente [Nota: History Philosophically Illustrated, (3ra Ed. 1853), Vol. II, p. 2.].
Tal ignorancia, a pesar de todo, es ampliamente entendible, la tercera edición del trabajo del buen Doctor apareció el mismo año en que el Commodore Perry derrumbó las puertas de nuestro exclusivismo.
Mas de una década después, en la época en la que nuestro feudalismo tuvo sus últimos días de angustia, Karl Marx, escribiendo su “Capital”, llamó la atención de sus lectores a la peculiar ventaja de estudiar las instituciones sociales y políticas del feudalismo, como las que continuaban teniendo vida en Japón.
Invitaría además al estudiante histórico y ético occidental al estudio del código de caballería presente en el Japón.
El atractivo de la adquisición histórica y la comparación entre feudalismo y caballería Europea y Japonesa, no es el propósito principal de este escrito.
Mi intento es mas, primero el relatar el origen e influencias de nuestro código de caballería, segundo, su carácter y enseñanzas, tercero, su influencia entre las masas y cuarto, la continuidad y la permanencia de su influencia.
De estos puntos, únicamente el primero será breve y transitorio, no pretendo llevar a mis lectores al sinuoso camino de la historia de nuestra nación; el segundo tendrá un mayor tamaño, podrá ser de interés para los estudiantes de Ética Internacional y Etnología Comparativa, por mostrar nuestras formas de pensar y actuar, y el resto de los capítulos serán manejados como corolarios.
La palabra Caballería que he usado para definir su aproximación Japonesa, expresa más que un hombre montando su caballo.

Bu Shi Do significa literalmente las formas del caballero militar, las formas en la cual pelea un noble y como deben observarse en su vida diaria y tambien en su vocación; en una palabra los “Preceptos de Caballería”, las obligaciones de la noble clase guerrera.
Habiendo dado este significado literal, puedo permitirme usar ya este término. También es recomendable el uso del término original por esta razón, de que una enseñanza circunscrita y única engendra un molde en la mente y carácter peculiar, localista, debemos portar la insignia de esta singularidad, entonces, algunas palabras tienen un timbre nacional tan expresivo de las característias de la raza que aún el mejor de los traductores pueden hacerles escasa justica, ni que decir de la justicia impuesta y agravada.
¿Quién puede dar una traducción acertada del término alemán “Gemüth”, o quién no siente la diferencia entre dos palabras verbalmente aliadas como el gentleman del inglés o el gentilhomme del francés?.
Bushido, entonces, es el código de principios morales que era requerido o instruido a ser observado por los caballeros. Este no es un código escrito, en el mejor de los casos consiste en algunas máximas llevadas de boca en boca y transportadas por la pluma de algún famoso guerrero o savant.
Mas frecuentemente es un código inexpresado e inescrito, que posee todo el poder de la sanción de una hecho verdadero, y de una ley escrita en las tablas carnales del corazón.
Fue fundado no en la creación de un solo cerebro, al menos capaz, o en la vida de un simple personaje, al menos famoso. Este ha sido un organismo que ha crecido por décadas y siglos de carrera militar. Quizás, cumple con la misma posición en la historia de la ética que la Constitución Inglesa cumple en la historia política, a pesar de no tener comparación con esta Magna Charta o el acto de recopilación del Habeas Chorpus Act.
Es cierto, en los albores del siglo XVII los Estatutos Militares (Buke Hatto) fueron promulgados, pero sus escazos trece artículos estuvieron mas relacionados con casamientos, castillos, feudos entre otros, y las regulaciones didácticas apenas eran tratadas.

A pesar de ello, no podemos apuntar un tiempo y lugar definido y decir “Aquí esta la fuente origen”.
Su origen solamente logra sentido en la época feudal, y reespeto a ese tiempo, puede ser identificado con el feudalismo. Pero el feudalismo en sí, es un tejido de muchos hilos, y el Bushido comparte esa intrincada naturaleza.
Similar a las instituciones políticas de feudalismo de Inglaterra que puede decirse provienen desde la conquista Nomanda, lo mismo podemos encontrar en Japón con el ascenso de Yoritomo, a finales del siglo XII. Tambien como, en Inglaterra, encontramos elementos sociales de feudalismo mucho más atrás, en el período previo a William The Conqueror, tambien en Japón algunas germinaciones de feudalismo habían brotado mucho tiempo atrás del período de Yoritomo.
Una vez más, tanto en Japón como en Europa, cuando el feudalismo fue inaugurado formalmente, de forma natural la clase de guerreros profesionales llego a ser prominente. Esos fueron conocidos como Samurai, que significa literalmente como en el viejo inglés cniht (knecht, knight), guardias o asistentes recordando el caracter de Soldurii que el Caesar mencionó como existente Aquitana, o el comitati, quien, de acuerdo a Tacitus, seguía a jefes germánicos de su tiempo, o para tener otro paralelo, las milicias medii de las cuales se puede leer en la historia de la Europa Medieval.
La palabra Índico Japonesa Buke ó Bushi (Caballero Guerrero) también fue adoptada como de uso común.
Ellos fueron una clase privilegiada, y debieron originalmente haber sido una raza de salvajes que hizo de la pelea su vocación. Esta clase era reclutada naturalmente, en un largo período de guerra, desde el más bravo hasta el más temerario, y durante todo el proceso de selección, el tímido y el débil eran relegados, y únicamente “una estirpe feroz de humanos, todos hombres, con una fuerza bruta”, recordando la frase de Emerson, sobrevivía para formar los clanes y las filas del samurai.
Profiriendo gran honor y grandes privilegios, y por correspondencia grandes responsabilidades, tuvieron la necesidad de un común denominador de conducta, especialmente por que siempre estaban en pie de batalla y formaban parte de clanes diferentes.

Apenas mientras los médicos limitan la competencia entre sí mismos por cortesía profesional, apenas pues los abogados se sientan en cortes del honor en casos de la etiqueta violadaasi también debe el guerrero poseer cierto recurso para el juicio final en sus delitos menores.
¡Juego justo en combate!, que gérmenes fértiles de moralidad hay en este sentido primitivo de salvajismo e infantilismo. ¿No es la raíz de todas las virtudes militares y cívicas?, sonreímos (¡como si ya lo hubieramos pasado!) con los deseo juveniles del pequeño británico, Tom Brown de “Dejar atrás el nombre de un amigo que nunca ha saltado o dejado amoratado la espalda de un amigo”. ¿Pero,quién no conoce que este deseo es la piedra angular en la cual las estructuras morales de grandes dimensiones pueden ser establecidas?, puede decirse, sin ir muy lejos, ¿acaso las religiones más pacífistas y de amor no engendran esta aspiración?.

EL SIMBOLISMO DEL AJEDREZ Burckhardt, Titus

EL SIMBOLISMO DEL AJEDREZ
TITUS BURCKHARDT
El juego del ajedrez es originario de la India. Fue transmitido al
Occidente medieval por medio de los persas y los �rabes.
La palabra “jaque mate” que deriva del persa (shah =rey y el �rabe
mat=ha muerto).
El antiguo orden estrat�gico es evidente en la posici�n de las figuras
usado en el Oriente antiguo, la tropa ligera, representada por los
peones, ocupa la primera l�nea; el grueso del ejercito lo constituye la
tropa pesada, carros de guerra (torres), caballeros (caballos) y
elefantes de combate (alfiles); el rey con su “dama” o “consejero”
permanecen en el centro de las tropas.
La forma del tablero corresponde al tipo “cl�sico” del Vastumandala,
el diagrama que tambi�n constituye el trazado fundamental de un
templo o ciudad. Dicha diagrama simboliza la existencia concebida
como campo de acci�n de las fuerzas divinas. En su significado mas
universal, el combate figurado por el juego del ajedrez representa el
de los devas con los asuras, los dioses con los titanes, o los �ngeles
con los demonios, deriv�ndose de este todos los dem�s significados
del juego.
Que el ajedrez es de origen brahmanico ,lo prueba el car�cter
eminentemente sacerdotal del diagrama de 8X8 cuadrados. Los
hind�es consideraban el juego del ajedrez con una escuela de
gobierno y defensa.
(Sin el sello que el Esp�ritu divino imprime a la materia, esta no
tendr�a forma inteligible, y sin la materia que recibe el sello divino y,
por decirlo as�, lo delimita, ninguna manifestaci�n seria posible…
Hab�a anta�o, en el comienzo del presente manvantara una “cosa”
indefinible e ininteligible, que “obstru�a cielo y tierra”; viendo esto los
devas la tomaron s�bitamente, la echaron en tierra, boca abajo, y se
establecieron sobre ella en la posici�n que ten�an cuando la tomaron;
Brahma la llen� de devas (es la transformaci�n del caos en cosmos,
el fiat lux, por el que la tierra “informe y vac�a” ser� llenada de
reflejos divinos)
(Los devas de la mitolog�a hind� son an�logos a los angeles de las
tradiciones monote�stas; sabido es que cada �ngel corresponde a una
funci�n divina)

CIENCIA MODERNA Y SABIDURÍA TRADICIONAL

TITUS BURCKHARDT

Los cinco ensayos que componen este volumen tienen un solo fin en común: recordar que existe un tipo de conocimiento que trasciende a la razón discursiva.

Al haberse olvidado, en el mundo moderno, lo que es la simbología y al no tener conciencia de las consecuencias del pensar en términos científicos, el autor, Titus Burckhardt, pone en evidencia los límites de la ciencia moderna y sus contradicciones, tomando como base algunos ejemplos típicos: la «física relativista» de Einstein; el «biologismo evolucionista» de Teilhard y la «psicología de las profundidades» de Jung.

INDICE

Introducción

Capítulo I:
Cosmología perennis

Capítulo II:
Ciencia no sabia

Capítulo III:
El origen de las especies

Capítulo IV:
Psicología moderna y sabiduría tradicional

Capítulo V:
Reflexiones sobre la Divina Comedia de Dante, expresión de la sabiduría tradicional

Títulos originales de los ensayos:

1, Cosmologia perennis; 2, Unweise Wissenschaft; 3, Díe Herkunft der Arten; 4, Moderne Psychologie und Ueberlieferte Weisheit; 5, Zu Dantes Divina Commedia.

Versión castellana de Jordi Quingles y Alejandro Corniero.
TAURUS EDICIONES, S. A., Príncipe de Vergara, 81, 1.º, MADRID, 1979.
ISBN: 84-306-5010-5
Depósito legal: M. 8.661-1982                         

Introducción

Los cinco ensayos que componen este volumen, que desde el punto de vista de la temática no parecen estar estrechamente relacionados entre sí, tienen en común un mismo fin: recordar que existe un tipo de conocimiento que trasciende con mucho a la razón discursiva.

Dos son los obstáculos que hoy, aún más que en el pasado, ocultan este conocimiento, y ambos están íntimamente ligados entre sí.  Ante todo, se ha olvidado qué es la simbología, es decir, que existen modos de expresión que aluden más que enunciar expresamente, sin que por ello sean menos verídicos y exactos.  En segundo lugar, el pensar en términos científicos, en su forma más general, ha dado a la capacidad imaginativa de la gran mayoría de los hombres modernos una dirección determinada que a la vez la limita.

Esta es la razón por la que ha sido necesario poner en evidencia los límites de la ciencia moderna y sus contradicciones intrínsecas sobre la base de algunos ejemplos típicos tomados del campo de la física, del de la biología y del de la psicología, que corresponden a su vez al campo de la materia, al de las formas vivas y al del alma.

A la ciencia natural moderna, que a pesar de su agudeza y precisión incurre en gravísimos errores, contraponemos la cosmología clásica y medieval, a menudo «ingenua» en los detalles, pero profundamente verdadera en lo que a las cuestiones esenciales se refiere. Al principio de la obra describimos sus fundamentos más generales. Las conclusiones sobre la Divina Comedia de Dante quieren poner en evidencia cómo cosmología tradicional y contemplación, es decir, estudio del orden cósmico y conocimiento de la Verdad divina, pueden entrelazarse.

Capítulo I: COSMOLOGÍA PERENNIS

En el mundo tal como es realmente, por el hecho de que estamos insertos en él y de él formamos parte, los modos existenciales corpóreos, psíquicos y espirituales se entrelazan en un conjunto que el método puramente analítico de la ciencia moderna no puede captar. La más mínima percepción, el hecho de aprehender con los sentidos un objeto cualquiera, de incorporarlo a la red de imágenes interiores y que el espíritu lo reconozca como verdadero y real, constituye un proceso indivisible que demuestra cómo, en este mundo, condiciones de tipo muy diverso se insertan unas en otras, unas en modo espacio-temporal, otras en modo temporal no espacial y aun otras en modo supraespacial y supratemporal.  De ello resulta que la «realidad» no consiste en meras «cosas», sino que representa un orden de inconcebible sutileza y multiplicidad de niveles.  Todos los pueblos que no están deformados por la modernidad lo saben.  El tener conciencia de la múltiple gradación interna de la existencia forma parte de la experiencia primordial humana.  Sólo en virtud de una evolución muy particular del pensamiento podía ignorarse este complejo de experiencias hasta llegar al punto de aceptar una ciencia basada exclusivamente en datos numéricos como explicación satisfactoria del cosmos.

Por nuestra parte, no ignoramos que existen algunos científicos espiritualmente despiertos que no se hacen la ilusión de poder penetrar, con el método analítico propio de la ciencia moderna, más allá de un campo bastante limitado y superficial de la realidad.  No obstante, hay una especie de concepción moderna de la realidad con pretensiones totalitarias, condicionada como está no tanto por determinados resultados de la investigación actual como por su punto de vista particular y prácticamente exclusivo de la misma: es por el hecho de que la ciencia moderna se limita a los datos que pueden ser contados, medidos, pesados y, en última instancia, registrados estadísticamente sobre la base de repetidas observaciones, por lo que buena parte de la humanidad contemporánea ha llegado hasta el punto de considerar como «reales» sólo estos elementos.
No es por casualidad por lo que el método empírico de la ciencia obtiene el propio «nihil obstat» de la filosofía cartesiana; ésta, en efecto, divide la realidad en dos esferas, la material y la espiritual, separando al hombre, como un caso especial, del resto del cosmos: sólo en él coincidirán materia y espíritu.  Descartes no conoce otra materia que la corpórea, ni otro modo de ser del espíritu que, el conceptual; ello reduce tanto el espíritu como el alma.  Por el contrario, según las doctrinas cosmológicas y metafísicas de los pueblos antiguos, el universo, el cosmos, consta de numerosos niveles existenciales que, de acuerdo con la naturaleza humana, pueden subdividirse en tres esferas, la del cuerpo, la del alma (o psique) y la del espíritu, mas que si se examinan a fondo, constituyen una multiplicidad casi ilimitada.  En la esfera corpórea se incluye todo lo que está sujeto a la materia (en el sentido corriente del término), al número, al espacio y al tiempo; la esfera psíquica se substrae de tales condiciones, sin que por ello se vea libre de otras, también limitativas, pero menos separativas, sólo el espíritu puro, que como tal es incomparablemente superior a la mera razón, se libera por encima de todas estas condiciones existenciales; está, por así decirlo, ?hecho de conocimiento?, y no está sujeto ni a la forma ni al cambio.
La filosofía cartesiana, con su dualismo de la existencia, está, como tal filosofía, casi olvidada, pero aún sobrevive uno de sus aspectos: el de haber limitado el pensamiento científico a lo cuantitativamente verificable.
Ni siquiera los progresos de la psicología moderna han aportado ningún cambio a este hecho.  Aparecen como un mero oscilar entre dos aspectos irreconciliables de la realidad: mientras que para la ciencia «exacta» la verdad coincide con la efectividad de las cosas exteriores, con lo cual lo conocido no presupone un sujeto que conoce, para la psicología más reciente no hay ya ninguna verdad cierta; amenaza con reducirlo todo a lo subjetivo.  Por consiguiente, el hombre moderno se ve privado de un seguro sostén interior y, al mismo tiempo, queda como encerrado en una coraza que lo separa del riquísimo tejido cósmico.  Ésta, de cualquier modo, es la situación de quien no comprende los presupuestos conceptuales y las formas artificiosas del mundo moderno, convirtiéndose en su víctima.  De hecho, la pretensión totalitaria de la ciencia moderna quizá se explique del modo más eficaz a través del escenario técnico que ella misma ha contribuido a montar; en él se representa el repertorio sensorialmente perceptible de las abstractas tesis científicas, por lo que actúa aún más violentamente sobre el alma. Tal visión exterior y cuantitativa ha llegado a ser tan habitual entre la mayoría de los hombres que viven bajo el influjo de la ciencia moderna, que ahora ya son incapaces de sentir la profundidad inconmensurable de todo lo real. Existe una visión materialista del mundo, aun independiente de la filosofía materialista; y que se encuentra incluso artificialmente conectada con la fe en Dios.
Santo Tomás de Aquino escribía: «Es profundamente erróneo suponer que, en lo que a las verdades de fe respecta, sea indiferente lo que se piense sobre la creación con tal de que se tenga una concepción exacta de Dios … ; puesto que un error sobre la naturaleza de la creación siempre se reflejará en una errónea noción de Dios.. Habla de «naturaleza» de la creación, no de tal o cual de sus aspectos, puesto que el conocimiento de las cosas creadas es infinito.  Una visión exacta de lo creado sólo puede referirse a su naturaleza total, y ésta se volverá, a su vez, cognoscible siempre que no se tome en lugar del todo lo que no es sino una parte, un sector definido de condiciones determinadas.  En este sentido será mucho menos erróneo considerar a la Tierra como centro del universo o incluso considerarla plana, que identificar, por ejemplo, la percepción sensorial con un proceso físico, olvidando así incluso lo que «ven» el ojo y la propia vista.  Conocer la naturaleza de lo creado significa percibir íntegramente sus sucesivas gradaciones, que se extienden desde lo corpóreo hasta lo espiritual puro.  Una vez comprendidos los inconmensurables niveles de la existencia, el hombre advertirá igualmente la unidad que queda expresada en la coordinación de esos diversos niveles entre sí: si espíritu, alma y cosas corpóreas no estuvieran coordinadas entre sí, no habría ningún conocimiento; objeto y sujeto se escindirían; la conexión de las cosas corpóreas escaparía a cualquier lógica, el alma quedaría encerrada irremisiblemente en su propio sueño y el mundo corpóreo sería incognoscible no sólo parcialmente, sino también en su propia esencia. ¿Cómo se demostraría la verdad si no hubiese más que empirismo? ¿Quién puede garantizarnos que la actividad de las células cerebrales corresponde de alguna manera a las leyes reales del mundo?

… Las cosas todas
guardan entre sí un orden: forma
que, al universo, a Dios hace semejante .

«Las cosas todas: es decir, no sólo las corpóreas.  Por «forma», Dante no entiende una conformación definitivamente delimitada o claramente espacial, sino, en el sentido peripatético de la palabra, la unidad cualitativa inherente a un ser o cosa creada. «Forma» que es ley interior, y este significado es ya intrínseco al término griego kósmos, que ante todo significa orden.  Una ciencia que se limite al mundo corpóreo-material no puede, en razón de ello, ser designada como cosmología en sentido estricto, aun cuando pudiera incluir en su propia visión la totalidad del espacio astronómico.
Resulta evidente que la ciencia moderna, con los medios de que dispone, no puede llegar a conocer la unidad cualitativa del universo y la íntima ley de su estructura de múltiples niveles; mas esto no significa finalmente que la capacidad cognoscitiva humana no pueda tener acceso a esa ley.  No existe únicamente una razón calculadora; existe, además, una intuición espiritual, que René Guénon define adecuadamente como «intuición intelectual» , y que se refiere a las verdades universalmente válidas innatas al espíritu.  Esto no tiene nada que ver ni con el sentimiento ni con la «intuición» basada en la fantasía que podría permitir a un científico genial establecer una nueva teoría . La verdadera intuición o visión espiritual tiene un carácter tan poco “subjetivo” como la certeza de que dos por dos son cuatro o que todo triángulo equilátero es inscribible en un círculo: En realidad, la inmediata certeza inherente a estos y otros axiomas del pensamiento, y sin la cual no existiría ninguna ciencia pragmática , corresponde aún en mayor medida a las verdades a las que se refiere, en última instancia, toda cosmología tradicional.
Hablamos de cosmología «tradicional» porque sin una tradición que aporte los necesarios puntos de apoyo, el espíritu humano difícilmente podría superar el plano del pensar consuetudinario a fin de extraer las verdades universalmente válidas, subyacentes al propio pensamiento, para cristalizarlas en la conciencia. Este proceso no consiste en repetir simplemente algunos esquemas conceptuales, puesto que las verdades de las que aquí se trata son conceptualmente inagotables; su manifestación se limitará siempre a un reflejo incompleto que sólo podrá estimular una nueva expresión de la intuición más profunda.
Las máximas intuiciones de que sea capaz el espíritu humano -y en este sentido es más que humano, pues coincide con la fuente luminosa interna de todo conocimiento- se refieren a la esencia de Dios mismo, llegando a cubrir un campo, por lo tanto, más amplio que el teológico en el sentido moderno de la palabra.  En realidad y sobre todo, compete a la teología comentar determinados dogmas revelados: ella deduce y enseña. La intuición espiritual, por el contrario, no está como tal ligada a ninguna forma prefijada. En segundo lugar, la teología se limita por norma  al puro Ser, correspondiente a la visión personal de Dios como creador, conservador y redentor. La intuición espiritual, en cambio, tiene la virtud de penetrar hasta el fondo primordial suprapersonal de la Divinidad, fondo que es, de suyo, absoluto: precisamente por el hecho de ser, el puro Ser ya está limitado a una primera aunque omnicomprensiva condición; por eso está, en cierto modo, autocondicionado, distinguiéndose así del Absoluto.

Llamaremos metafísica a la visión espiritual que se abre a lo Absoluto y a lo Infinito .
La cosmología no se refiere, como tal, ni al Absoluto ni al puro Ser, antes bien a la existencia, a la totalidad de los mundos creados o manifestados.  Sin embargo, como sin origen divino no habría cosmos, y éste, desde un punto de vista existencial, no puede ser más que una imagen limitada de lo divino, la cosmología se interesa también, indirectamente, por las verdades metafísicas, extrayendo de ellas sus certezas últimas.
Rigurosamente hablando, una teología puede subsistir aun sin una infraestructura cosmológica.  En las religiones monoteístas , por ejemplo, la conciencia de la omnipotencia divina es suficiente para colocar al mundo en su justo lugar, mientras que la conciencia de la omnipresencia de Dios desmonta, por así decirlo, la estructura cosmológica del mundo: siendo Dios omnipresente en su totalidad, y teniendo la virtud de revelarse en cualquier momento y de una manera conforme a quien reza, lo único decisivo es la relación entre el hombre y Dios.  Esto presupone, sin embargo, que el conocimiento de la omnipotencia y omnipresencia divinas no se vea invalidado por una falsa valoración del mundo, como ocurre inevitablemente cuando se le atribuye al mundo material una realidad prácticamente autónoma. Lo que obstaculiza la conciencia de Dios no es el hecho de tomar los progresos materiales por lo que son, sino el trastorno metódico de las jerarquías visibles de este mundo, la subordinación de los aspectos cualitativos de la existencia a los cuantitativos, el hecho de hacer derivar a los seres superiores de los inferiores, de reducir datos psíquicos a datos meramente fisiológicos, y otros juicios erróneos que pueden surgir de la ciencia moderna.  No se presentan aisladamente: actúan en conjunto como un muro impenetrable que se opone a cualquier visión realmente espiritual de las cosas.  En realidad, son los aspectos más sutiles, indivisibles, y no cuantitativamente mensurables del mundo los que sugieren su origen divino.  Sugerencia que necesita sostenes conceptuales: el hombre no puede referir el mundo a Dios sin entenderlo -al menos en principio- como un orden lógico.  La distancia entre el mundo y Dios hace, así, que en aquél nunca falten elementos sin sentido aparente; pero ningún hombre puede tolerar vivir totalmente en el absurdo, porque ello corta las alas de su espíritu.  Para el hombre, vivir en el absurdo es la mayor de las desdichas, ya que se ve obligado a evadirse con sofisticaciones terrenas.  Lo cual nos autoriza a decir que una civilización que no posea una cosmología en el verdadero sentido de la palabra, no es una auténtica civilización.
En verdad, sólo la visión metafísica de Dios es independiente de la cosmología y al mismo tiempo inmune a cualquier error cosmológico; para aquélla, el mundo no es sino un reflejo del Absoluto: no se puede oponer el mundo al Absoluto, como si coexistiera junto a él; frente al Absoluto, el mundo es simplemente nada; pero en la medida en que posee realidad, en su esencia, el mundo es el propio Absoluto.
Esta visión es quizá más directamente explícita en el Vedanta hindú, si bien informa también al Budismo Mahâyana en su doctrina de la unidad última de samsâra y Nirvâna.  Entre las religiones monoteístas, esta verdad, aun estando contenida en ellas, sólo se pone en evidencia en la dimensión esotérica; la encontramos expresada en sufíes como Muhyi-I-din lbn ‘Arabi, ‘Abd-al-Karin al-Yili, al-Sabistari y otros, así como en ciertos esoteristas hebreos y algunos maestros cristianos representantes de la gnosis en el sentido auténtico, no herético, de la palabra .
La enunciación vedántica por la cual el mundo no sería sino apariencia o ilusión, no debe entenderse como si con ello se pusiera en duda la realidad empírica del Mundo en sí; tomado en sí mismo, el mundo es lo que es; sólo que este -tomar en sí mismo- incluye un engaño o, mejor dicho, cierto punto de vista provisional, casi onírico, en la medida en que el mundo no posee ninguna realidad autónoma; es totalmente relativo, un mero reflejo que, sin el Sí divino que en él se contempla y sin el espejo divino que lo manifiesta no sería del todo.
La concepción metafísica no caerá nunca en la tentación de considerar un aspecto parcial del cosmos, por ejemplo, el mundo corpóreo, como algo independiente, ni se dejará inducir a atribuir al pensamiento una realidad mayor de la que efectivamente le corresponde: el espíritu humano no podría comprender del todo el universo si no fuera, en su más profunda esencia, idéntico al Origen de éste.
Por esta razón, la clave de cualquier auténtica cosmología es la doctrina de la Esencia universal del espíritu: en realidad, sólo tiene garantía una ciencia cuando se la puede llevar hasta el punto en que ser y conocer, objeto y sujeto, coincidan: esto es lo que ocurre con la Esencia universal del espíritu.
No pretendemos decir con ello que la cosmología como tal tenga por objeto el espíritu puro; su ámbito más real es la existencia, el mundo «objetivo» en su estructura, aun permaneciendo siempre en conexión con la doctrina de la Esencia universal del espíritu.  Un ejemplo muy claro de esto es la cosmología hindú representada por la escuela; o, mejor dicho, el «punto de vista» doctrinal (darshana) del Sânkhya: el fundamento de todo lo que se contempla, desde este punto de vista, es Prakriti, la materia prima que, aun siendo de suyo indefinible-, lleva en sí todos los posibles modos de existencia; Prakriti es la raíz de toda multiplicidad; todos los niveles y todos los contrarios se desarrollan a partir de ella. Sin embargo, es totalmente pasiva y los modos que contiene potencialmente se despliegan sólo por intervención de su polo complementario «esencial» y activo, Purusha. Este no interviene personalmente en el devenir cósmico; no participa en ninguna de las transformaciones determinadas por su presencia; a través de todos los estados cósmicos permanece inmóvil en sí mismo, aun siendo acción pura, así como Prakriti por sí sola es siempre pasividad imperturbable e inmutable. En cierto modo, todo «tomar forma» parte del polo activo, Purusha; mientras que el polo pasivo, Prakriti, se limita a reflejar; y desde otro punto de vista, todo cambio y limitación vienen determinados sólo por la materia prima, Prakriti, mientras Purusha, el contenido puro de todas las cosas, permanece intacto.
Purusha puede ser equiparado al espíritu, así como Prakriti puede considerarse como materia prima; sin embargo, la relación entre los dos polos existenciales, tal como los concibe la cosmología hindú, no tiene nada en común con el dualismo cartesiano de «espíritu» y cmateria»: Purusha no consiste en pensamiento, y Prakriti no tiene extensión ni masa; Purusha es ciertamente cognoscitivo, pero su conocer es esencial, y como tal no sólo comprende a la existencia, sino que, además, la determina en su esencia.
Purusha y Prakriti, por otra parte, sólo se distinguen entre sí en lo que respecta a sus efectos cósmicos; en su origen, en el Ser puro, están unificados, no teniendo la acción pura otro objeto que la pasividad pura, ni ésta otro contenido que la acción pura, determinada sólo por sí misma .
Tomando al cosmos como tal, se puede considerar cada campo o cada modo existencia, bien desde la perspectiva de la esencialidad activa y formativa, Purusha, bien desde la perspectiva de la materia prima, Prakriti. Considerando los impulsos de la esencia de las cosas, su configuración material parece accidental, y, partiendo de ésta, la esencia no puede captarse simultáneamente.  Es como si de una casa se dijera que consiste en piedras, cimientos, vigas y tejas y presupusiéramos tácitamente la forma global de la propia casa.  Volvemos a encontrar estos dos puntos de vista o «dimensiones» de la realidad cósmica en la distinción peripatética entre «forma» y «materia». La «forma» en este sentido esencial se refiere al polo existencial, activo, Purusha; mientras la materia primordial, la hyle o materia prima, corresponde a Prakriti  .
La cosmología del Sânkhya parece ocuparse sólo de lo que nace de Prakriti, como conviene a una visión anclada en la existencia «objetiva», aunque siempre presupone la presencia de Purusha.
En realidad, a toda auténtica ciencia le corresponde una visión más o menos limitada y tiene el derecho a limitarse a esa visión con tal que reconozca los principios de una visión más amplia. El objeto de la cosmología es la existencia diferenciada; su presupuesto es la doctrina del Ser unitario, comprendida a su vez en la doctrina del Infinito y del Absoluto de la metafísica pura.
En virtud de sus tres niveles, espíritu, alma y cuerpo, el hombre es como una imagen del universo entero.  Aunque no puede captar los diversos planos de la existencia en todo su alcance y en todas sus variaciones, puede saber, en principio, mediante la contemplación de sus propias «dimensiones» externas e internas, cómo está «construido» el universo; su espíritu, que «hacia abajo» se ramifica en los sentidos y «hacia arriba» alcanza con su raíz al Ser indiferenciado y al Ente supremo, le permite captar, de algún modo, el eje entero del universo. El saber tradicional garantiza, por lo tanto, conocimientos incomparablemente más profundos y reales que todas las enseñanzas de la ciencia moderna, aunque a veces, en el plano meramente empírico, sus representaciones sean «ingenuas», es decir, simplemente humanas. En el terreno de los fenómenos infinitamente múltiples y al mismo tiempo limitados, todo conocimiento no puede ser, de cualquier modo, más que provisional.
De acuerdo con la visión cristiana del mundo, el conocimiento de la esencia universal absoluta del Espíritu, en que se basa cualquier auténtica cosmología, viene dado por la doctrina joanea  del Logos, «por el que todas las cosas han sido hechas»; y que, al mismo tiempo, es la luz que «ilumina a todo hombre que viene a este mundo» (Juan, I, 3-9); el Logos es el origen del universo, la quintaesencia de la existencia en la que se contienen las posibilidades de todas las cosas creadas; y al propio tiempo es la fuente luminosa de todo conocimiento, sin la cual ninguna percepción, ningún paso del «objeto» al «sujeto», serían posibles. El Logos es el Verbo divino; en su ser determinado se determina y se manifiesta también la multiplicidad de sus posibilidades, y, sin embargo, todo permanece en él y, con él, en Dios.
El aspecto cosmológico del Logos, que no descubre el secreto intrínsecamente divino de las tres Personas, está trazado en la concepción plotiniana del primer espíritu o intelecto (nous), y que escapa a la doctrina cristiana; el espíritu es la primera emanación del Uno supremo; por el hecho de que él mira al Uno y, reflejándolo, objetiviza el contenido inagotable de su visión, de él nace el mundo entero.  Si se entiende este nacer del espíritu a partir del Uno y del mundo a partir del espíritu en la manera en que es entendido, es decir, no como un surgir material, sino como una emanación o un reflejo que no añade ni quita nada al Uno supremo, en esta concepción no hay nada que refute la transcendencia divina; al contrario, se inserta como una dimensión cosmológica en la doctrina joanea del Logos, dando así origen, al mismo tiempo, a la teoría de la jerarquía de la realidad como una expresión de la infinitud contenida en la unidad divina.  Esta infinitud exige su espejo, el espíritu universal, de cuyo reflejo infinito nace el alma universal (psyche) que, reflejando a su vez al espíritu universal, produce la naturaleza (physis) y, finalmente, al mundo corpóreo; en cada nivel, la realidad se hace más exterior, limitada, fragmentaria, aun estando fundamentalmente contenida en el espíritu universal y, por ello, en el Uno supremo. Todo esto debe interpretarse no en un sentido literal, sino simbólico; no obstante, esta terminología puede dar razón de todas las representaciones concretas de la realidad cósmica.
Que el Cristianismo se vale de la doctrina plotiniana del reflejo o fragmentación gradual de la única luz divina, se evidencia, entre otros, en el siguiente pasaje de la Divina Comedia de Dante:
Lo que no muere y lo que puede morir
no son más que reflejos de aquella idea
que nuestro Señor engendra con su amor.
Porque la viva luz que de su luminar surge,
de él no se separa
ni del amor que a ambos entrelaza .

No hay duda, empero, de que existe una diferencia entre la representación bíblica de la creación y la doctrina plotiniana de la emanación de la existencia a partir del Uno; diferencia fácilmente superable, no obstante, si se miran con perspectiva ambas terminologías y se hace justicia al símbolo; ¿qué puede significar, en efecto, la afirmación bíblica de que Dios ha creado el mundo «de la nada» (ex nihilo) sino que Dios no ha creado el mundo de otra materia que exista fuera de Él?  Pero si el mundo no tiene otra realidad que la que le viene de Dios, en este sentido no es sino su reflejo o su emanación. Mientras que el símbolo del crear evoca la representación de una actividad divina, el símbolo del emanar es estática; recuerda a una luz cuya naturaleza es resplandecer, y que necesariamente resplandece, puesto que es.
En este sentido, los cosmólogos griegos y los filósofos posteriores concibieron el cosmos como expresión necesaria del Ente divino y, por lo tanto, como eterno.  A su entender, el cosmos tomado como entidad, no tiene ni principio ni fin temporales, mientras que, según la Biblia, el universo empezó en el mismo momento en que Dios lo creó.  La aparente contradicción entre ambas concepciones se resuelve, sin embargo, cuando se considera que el tiempo, como expresión del cambio y del tránsito, no puede ser anterior a la creación.  El tiempo fue creado con el mundo; por eso el principio del mundo no es de naturaleza temporal, aunque pueda expresarse en términos temporales con una visión que represente simbólicamente los efectos divinos como acción.  Lo que en la teoría de las emanaciones divinas aparece como una jerarquía que va desde una realidad superior hasta una realidad inferior, en el relato de la creación se presenta como un desarrollo temporal. Efectivamente, el mundo corpóreo tiene un principio temporal y un fin temporal; pero en un sentido fundamental o, si se quiere, lógico, el universo empieza y termina fuera del tiempo, desde el momento en que su imprevisible duración es nula respecto a la eterna «hora de Dios».
Los Evangelios no hablan de la estructura del universo y no parecen aportar ningún punto de referencia para una cosmología.  En realidad, la cosmología cristiana se refiere principalmente al relato de la creación tal como es referida en el Antiguo Testamento, utilizando al propio tiempo la herencia de los cosmólogos griegos. Se la puede definir, por lo tanto, como ecléctica, sin que ello signifique que de suyo esté dividida; las diversas tradiciones no coinciden por azar, sino que se complementan recíproca y providencialmente: a la creación bíblica, que reviste una forma mitológica, es decir, puramente metafórica, se añade, a modo de comentario, la cosmología griega, cuya terminología, relativamente racional, permanece neutra desde el punto de vista de la simbología y del de la doctrina de la salvación.
Todo esto no tiene nada que ver con el sincretismo, que sólo aparece cuando se entremezclan los planes y las terminologías espirituales.  El mito bíblico de la creación y la cosmología griega no son ni irreconciliables en sus puntos de vista ni intercambiables; sin embargo, sería imposible mezclar, por ejemplo, la cosmología budista con el lenguaje simbólico de la Biblia.  El relato bíblico de la creación adopta la forma de un drama, representando una acción divina que se desarrollaría simbólicamente en el tiempo, de modo que las condiciones primordiales y las condicionadas, es decir, lo eterno y lo efímero, se distingan como un «antes» y un «después».  La cosmología griega, por el contrario, corresponde a una visión estática del universo; describe su estructura tal como es «ahora» y «siempre», como una jerarquía de condiciones existenciales cuyos grados inferiores estarían determinados por el tiempo, el espacio y el número, mientras que los grados superiores escaparían del transcurso del tiempo, de los límites espaciales y de otras condiciones análogas.  Esta teoría se presenta natural y providencialmente como un comentario científico a los símbolos bíblicos.  El mito bíblico es revelado; sin embargo, la cosmología griega no es tampoco de origen meramente racional y, por lo tanto, puramente humana; aun en Aristóteles, que con mucha razón puede considerarse como el predecesor del racionalismo occidental, algunos conceptos fundamentales, tales como la distinción entre «forma» (eidos) y «materia» (hyle) no son, de suyo, de naturaleza meramente racional, y derivan, desde luego, de un saber sagrado y, por lo tanto, al margen del tiempo. Aristóteles tradujo una sabiduría transmitida a una dialéctica ontológica, en base a la ley de que, a su modo, la lógica tiene la virtud de reflejar la ontología, la unidad de la existencia (Ninguna cosa puede a la vez ser y no ser); pero la limitación de este método consiste exactamente en el hecho de que sólo representa la realidad en la medida en que ésta sea lógicamente representable, es decir, sólo en el marco de la existencia, con exclusión de las verdades supremas, puramente metafísicas. Platón y Plotino van mucho más allá; superan la cosmología «objetiva» de Aristóteles usando las formas conceptuales como meros símbolos y anteponiendo la visión espiritual al pensamiento lógico. La cosmología cristiana -y esto es válido para la cosmología islámica y la hebrea del medioevo- tomó de Aristóteles el pensamiento analítico y de Platón la teoría de los arquetipos, base de toda simbología .
La fusión entre el patrimonio cosmológico griego y el monoteísmo de tipo semítico  se completó con el intercambio, vivo entre los espíritus de los mundos cristiano, islámico y hebreo. De hecho, en estos credos la visión del mundo era esencialmente la misma hasta finales del medioevo.  Las diferencias sólo se producirían en la medida en que la simbología particular de cada fe se extendía también al campo cosmológico: la teoría de los nombres y de las cualidades divinas tiene sus aplicaciones cosmológicas y, por su contenido, la ciencia de los ángeles forma parte de la cosmología. Los contrastes reales sólo subsisten entre las diversas soteriologías, en las que el saber cosmológico apenas afloraba . No faltan, por otra parte, conexiones que se extienden de toda la cosmología occidental hasta las teorías correspondientes de las civilizaciones asiáticas.  Sin embargo, a partir de estas relaciones más o menos históricamente verificables, no puede llegarse a la conclusión de que una cosmología como la occidental de la Edad Media se haya desarrollado por azar y por razones exteriores a las que representa. La correspondencia entre la visión cósmica de los tres credos demuestra ya cómo los elementos antiguos utilizados en la estructura de la cosmología medieval sólo habían servido para estimular y expresar una visión de por sí unitaria, determinada por la Esencia del espíritu y la naturaleza de las cosas.

La cosmología es un modo indirecto de conocimiento de Dios; y aunque lo mismo pueda decirse de la fe, será en un sentido totalmente distinto. Si bien la fe empeña ante todo a la voluntad, como decisión personal hacia un objetivo presentido pero no totalmente conocido, la cosmología tiene desde el primer momento un carácter cognoscitivo y, por lo tanto, impersonal, en virtud del cual se acerca a la gnosis en el sentido real, no herético, de la palabra.  Por otra parte, la fe se relaciona con la gnosis por su incapacidad de subsistir desvinculada de una visión espiritual metafísica más sublime, que tenga por objeto, no al universo, sino al propio Dios, y que sepa interpretar la teoría de lo absolutos contenida en las Sagradas Escrituras y aplicarla a todos los aspectos de la realidad .
¿Debe, pues, una cosmología expresarse en los mismos términos forjados por los maestros medievales mediante una síntesis del patrimonio platónico y aristotélico?  Si bien no es necesario que se exprese con ellos, sigue siendo indispensable que los comprenda. En nuestros días, se considera con demasiada facilidad que una renovación espiritual pase por un desembarazarse de las formas transmitidas en favor de un contenido que aún no se posee ni se está en condiciones de fijar; sólo se consigue una auténtica renovación espiritual mediante un conocimiento mejor y más en profundidad de lo que encierran las formas tradicionales. Al espíritu no lo sofoca la forma, sino el uso desprovisto de sentido que de ella se hace.
En la visión antigua y medieval del mundo, cosmología y filosofía estaban estrechamente vinculadas entre sí.  Se separaron precisamente cuando la cosmología se redujo a una mera descripción del universo visible; así, la filosofía pierde su fondo universalmente válido y asume gradualmente el carácter solitario, oportunista y arbitrario que hoy la caracteriza. Las ciencias naturales y la filosofía moderna son como las dos mitades de una entidad perdida: una de ellas se desarrolla hacia la «objetividad», y la otra hacia la «subjetividad».  La entidad se perdió cuando se abandonó su eje seguro, que no es sino la doctrina transmitida del espíritu. Por otra parte, es perfectamente plausible que cualquier investigación sobre la verdad plantee ante todo la siguiente pregunta: ¿Existe alguna razón para que el hombre tenga la facultad de conocer la verdad en cualquier medida o respecto?  O la facultad cognoscitiva del hombre participa de una luz que nace a su vez de la fuente de toda verdad y de todo ser, o no existe verdad alguna.
Quizá el mejor modo de demostrar cuáles son los criterios de verdad propuestos por la cosmología tradicional consista en señalar los errores y contradicciones inherentes a la ciencia moderna de la naturaleza y que sólo pueden ser eliminados y superados con la ayuda de tina verdadera cosmología.  En los capítulos siguientes nos detendremos, por tanto, en tres aspectos típicos de las ciencias naturales modernas, relativos a la materia inorgánica, a la vida y a la psique humana, arrojando luz, de vez en cuando, sobre las tesis modernas desde el punto de vista de la cosmología tradicional.  Para demostrar finalmente qué posibilidades espirituales son inherentes a una visión cosmológica del mundo, añadiremos una interpretación de algunos pasajes del gran poema de Dante. Si con ellos nos desviamos del ámbito propiamente cosmológico, se demostrará, en cambio, cómo, en una «visión del mundo» auténtica y realmente provista de sentido, las cosas están entrelazadas y se produce una conexión entre lo ínfimo y lo más sublime.

Como mantener el control personal ante problemas

Algunos de ustedes se encuentran en situaciones incomodas actualmente, algunos sin trabajo, otros traen problemas con la novia, etc.

Todos sabemos que deberíamos estar en situaciones mas cómodas, mejores, rodeados por aquellos que queremos, en situaciones menos grises, mas de blanco y negro. Me refiero a que varios de ustedes saben el dolor que causa seguir una creencia y las decisiones, la sensación de pérdida. Ustedes saben esa pasión que mueve el mundo, esa razón que de repente les mueve el tapete. Ese saber que algo raro pasa y son los únicos que lo perciben.

Ante desastres naturales somos incapaces de hacer nada, pero tampoco podemos mejorar a nuestros semejantes. El desarrollo es temporal, y debe darse de manera gradual. No podemos mejorar a otros ni en calidad como personas, ni en nada. No podemos enseñarles nada. Porque la mayoría de las personas son cerdos porque quieren serlo, y lo único que podemos hacer es no volvernos como ellos.

No hablo de superioridad, no… Hablo de que hay personas que se compadecen en lugar de seguir en la batalla, que hay personas que se entregan y se rinden, puede ser a un problema sencillo, pueden rendirse a un fraude o a un crimen. Los verdaderos buscadores de la verdad actúan de manera noble, sin imponer ni tratar de iluminar a otros, actúan como actúan porque están comprometidos con algo que esta mas allá de ellos mismos, son personas que aman algo, que no son
el ombligo de su mundo.

Cuando empiezan los problemas es cuando se muestran las lealtades. Mientras tenemos lo normal y la vida es normal, no es mérito ser constante; lo que ayuda es seguir fiel a ciertos principios o código de conducta en esos momentos en que el universo se cae a pedazos. Varios de ustedes han tomado el modo de vida de Don Juan, de Carlos Castaneda, como un ejemplo, pero solo de dientes para afuera.

Por favor, no se juzguen a si mismos ni se comparen ni traten de ser una imagen de un molde. Vivan con todas sus fuerzas, y pasen a la batalla. Como saber como resolver un problema.. pues depende de su preferencia. Hay algo que tiene mas valor que nada en el mundo, la emoción que nos da cordura, o aquello que juramos servir o proteger.

Los que buscan el mal y el provecho personal siempre buscan ganancias
inmediatas. Lo que debe buscarse si se busca la libertad es la coherencia ( www.angelfire.com/id/diogia/coher.html ) , que en otras palabras, es la constancia. Solo lo que se logra poco a poco tiene un valor, porque al perseverar en algo demostramos nuestra fe, y volvemos la carne sangre, si no estamos dispuestos a perseverar es porque no estamos dispuestos a ese tener que creer, a realizar ese pacto.

La diferencia entre los sueños y las mentiras es estar dispuesto a luchar por ellos.

No hay dogmas, no hay verdades. Todos elegimos un rumbo, algunos se mienten diciendo que encuentran su puerto de reposo. Hay lugares que deben ser defendidos, solos o acompañados. Que están dispuestos a proteger? Que no están dispuestos a tolerar? Hay alguna razón valida para no hacer lo que les exige su deber para resolver el problema?

Nunca la hay.

Si como hombres y mujeres, somos mas que animales, debemos demostrarlo con hechos, con lucha, con sudor y sangre. No quitándose de en medio al primer golpe. Si algo nos golpea, a ver de a como nos toca. Si se siente que se esta solo, entonces hay problemas. Porque no importa si estamos solos en la pelea o no, así como no importa si tenemos pareja o no, lo que importa es si se pelea, o uno se
compadece y dice, me duele!!! Que importa el dolor… si solo buscan librarse del dolor, lo conocerán. La mejor forma de resolver un gran problema cual es? Enfréntenlo, ya sea como hombres o como lobos, no sean el pavo real del poema que esconde su plumaje al primer ruido.

Algunos me piden mantras, otros me piden palabras de poder, y otros ritos chamánicos.

LO QUE IMPORTA ES EL HOMBRE.

Quieren un canto de poder? Algo que desate el cambio cuando mueven la cabeza hacia atrás y pasan a la pelea? Reproduzco un poema que es eso y más.

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo ni aun esclavo,
trémulo de pavor piénsate bravo
y arremete sin temor ya malherido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que viejo y ruin vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como dios que nunca llora,
o como Lucifer que nunca reza,
o como el robledal cuya grandeza
necesita del agua, pero no la implora.

!!!Que muerda y vocifere vengadora
ya rodando por el polvo tu cabeza!!!!

http://rojointenso.net/foros/index.php?showtopic=1068&hl=

Palabra de Isis

Lo que sigue a continuaci�n, es la introducci�n del libro “El hombre Estelar”, de John Gaines. Cuando le� estas hojas mi entrenamiento no comenzaba todav�a, y sin embargo, las hojas prendieron un brillo en los ojos. Cada cierto tiempo vuelvo a leerlas, y el fuego vuelve a crecer.

Hace varios meses, la dama de abril ley� una parte de estas hojas, y se asust�. Ella, que se asusta de pocas cosas, se asust�.

Espero que estas hojas despierten el mismo efecto que tuvieron en m�, pero est�n sobre aviso, que pueden provocar lo mismo que a la dama de Abril.

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Palabras de ISIS
“Yo, ISIS, se�ora de los misterios de la naturaleza, me dirijo a ti:”

“T�, ne�fito que buscas atravesar el portal de la iniciaci�n, y t�, profano que lees por curiosidad, serena tu esp�ritu, aclara tu mente, calma tus emociones. Ap�rtate del mundanal ruido, cob�jate en el manto de tu propio YO para que puedas trasponer sin peligro el umbral que conduce a la morada de los brujos. Arroja tus prejuicios; desp�jate de tu ego�smo, huye por un instante del personalismo y la irreflexividad; analiza con serena mirada.”

“No temas sino a ti mismo, no dudes sino de lo que analices superficialmente, no niegues sin primero reflexionar. Sep�rate de la multitud que opaca tus ideas; s� tu mismo y piensa por ti mismo; no te limites”

“T�, buscador de maravillas, t�, candidato a la iniciaci�n, no mires hacia la distancia, re�ne todas tus energ�as en ti mismo. Olv�date de la India y del T�bet, no clames a Dios, Al� ni Jesucristo. Lo que buscas est� all� mismo donde tu est�s en este momento. S�, deja de mirar hacia afuera y sepulta tu mirada en lo m�s profundo de ti mismo. Aguza tu percepci�n, afina tus sentidos, y all� en el centro de tu ser est�s tu mismo, tu YO, tu verdadera esencia, la verdad detr�s de la mentira, la energ�a inmortal que anima el barro. Mira con unci�n y reverencia, porque es luz….esa luz que te ciega, es Dios. Escucha como dice: Yo soy el camino y la vida.”

“M�s…,�cuidado!, no se puede contemplar a Dios Cara a cara sin morir. �Est�s dispuesto a seguir? Puedo concederte un gran don. Te ofrezco…. �la muerte! No tiembles, esta muerte es el don de los inmortales, es la del f�nix que renace glorioso de entre sus propias cenizas. Para ser, es previo no ser; para nacer y ser, se debe morir primero. Si lo logras, ser�s llamado el Dos veces nacido. No desde�es mi oferta, pi�nsalo bien; m�s vale morir ahora que vivir a la espera de la muerte. No creas que si me rechazas podr�s seguir indemne tu camino, por el contrario, todos los caminos conducen hacia m�; ign�rame y ser�s como los hu�rfanos, que no conocen a sus padres. Solamente tienes dos caminos: o te devoro, o te desposas conmigo. Tuya, y s�lo tuya es la elecci�n.”

“Si eliges ser devorado, ded�cate a gozar de la vida, apura la copa del placer hasta la �ltima gota, cierra la mente a la voz de tu esp�ritu, entr�gate a la bestia, y disfruta del placer sensual de la materia. As�, casi sin darte cuenta, llegar� el momento de la antropofagia final. �Crees acaso que me compadecer� de ti? Te enga�as, no tengo sentimientos, estoy mas all� del placer y del dolor, mas all� del bien y del mal, soy como el sol que se levanta en las ma�anas para alumbrar a todos por igual. Despu�s de tu muerte ser�s solo un despojo y un recuerdo. Despu�s…ni siquiera eso.”

“Si anhelas desposarte conmigo debes estar dispuesto a sufrir la muerte inici�tica, tendr�s que pasar las pruebas a las cuales te someter� sin piedad la terrible Esfinge para aquilatar tu valor espiritual y la calidad de tu temple. Yo me entrego solamente al que lleg� a la crucifixi�n, resistiendo los embates de los cuatro elementos. Amo solamente a los que han sabido apurar la copa de la amargura, de las traiciones, del escarnio y la mofa, persecuciones, calumnias y difamaci�n; a los iniciados que han persistido con valor, sufriendo de la soledad del esp�ritu en un mundo de animales. A m� se llega despu�s de haber recibido la calumnia y la difamaci�n, que son las pruebas del aire; los golpes y las persecuciones, que son las pruebas de la tierra; los vicios y las tentaciones sensuales, que son las pruebas del agua, y despu�s de haber dominado las ambiciones descontroladas, que son las pruebas del fuego.”

“No creas que en el mundo existen s�lo los nacidos una vez y los dos veces nacidos; tambi�n existen, por desgracia, los una y media vez nacidos, y los abortados. Gu�rdate de engrosar sus filas convencido por su maquiav�lico lenguaje, ya que estos no viven ni este mundo ni en el otro; son aquellos que en verdad no son ni iniciados ni profanos, los imitadores de los maestros, los semisabios, los sembradores de mano sucia, los seguidores de la letra muerta, y los magos negros, que me codician y se ufanan de mi amor, cuando no son dignos siquiera de mi sonrisa. Unos pueden vestir Sari o T�nica; otros, collarines y mandiles, otros, los atav�os “rosacruces”; algunos se proclamar�n los “�nicos due�os de la verdad”, creyendo tener su monopolio; todos se jactan de mi amistad, pero son s�lo pordioseros que me imploran una migaja de sabidur�a. No se nace dos veces par�ndose de cabeza o meditando, ni en el ata�d de ceremonias puramente simb�licas, como tampoco, por obra y gracia del esp�ritu santo.”

“Si me desde�as, recibe mi bendici�n y prosigue tu camino; destinado est�s a ser alimento de los dioses; no todos pueden ser “hombres”; algunos, solamente animales, o peor todav�a, vegetales. Si vienes a m� por curiosidad, pi�nsalo dos veces: es f�cil ser temerario con lo que no se conoce. Si no tienes el valor necesario, retrocede, esc�date en tu vanidad y en tu orgullo, conf�rmate con mirar al suelo como tus cong�neres. Si no est�s preparado, no aspires a conocer mi rostro: desgraciado de aqu�l que pose�do de animal codicia o insana curiosidad, contemplare aunque fuera mi reflejo, porque no me olvidar� jam�s y morir� atormentado por el ansia de poseerme.”

“Si est�s preparado, si tienes ojos para ver y o�dos para escuchar, si tu intenci�n es noble y pura, prosigue sin desmayo, y sabe que a partir desde el momento que cruces la puerta de la oculta morada, yo te esperar� ansiosa como la novia adolescente con su primer amor. Estas hojas pueden ayudarte mucho, pueden ser el gu�a que te lleve hacia la escondida puerta que tantos buscan y que tan pocos encuentran. Busca y encontrar�s; no eleves preces a los dioses, lucha por m�. Me conquistar�s por la fuerza de tu decisi�n, y no orando.”

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Alfonso Orozco – Agosto 1999
ICQ 41907900

Los dos tipos de conocimiento, Notas de OA 06-jun-2001 19:44

Los dos tipos de conocimiento
Es sábado en la tarde, ya estamos en junio, y debo quedarme en casa para descansar, porque mañana será un día movido.

Ayer en la tarde hablé con la contadora que me ha estado ayudando desde hace unos años, y me comentó que no tiene la mas mínima idea de como cambiar su situación actual; tiene todo el dinero que necesita, pero le falta lo demás.

Vamos a hablar de un tema que siempre se saltan las personas en los foros, en los seminarios, y en cursos sobre Castaneda, para que sirve y para que no sirven las enseñanzas del lado derecho. Sin embargo, antes de entrar al tema, debo comentar un poco sobre aspectos necesarios para entender el problema.

Hace muchos años, mas o menos al mismo tiempo que salió a la venta Relatos de poder, Colin Wilson, un escritor inglés tomó una idea de Gurdjieff , y trató de demostrarla en su libro “Lo oculto”; el libro tiene dos o tres ideas interesantes, pero derivó en una historia de los que están interesados en el conocimiento intuitivo o esotérico, dejando de lado las ideas y fenómenos reales.

Una vez que el guerrero se enfrenta a una experiencia fuera de lo común, la mayoría de las personas trata de hacer encajar esa idea dentro de un molde predefinido que le permita entender las cosas y darles un sentido, desde la razón a no tener dinero o que les duela la cabeza.

Para hacer encajar sus percepciones, de manera ordenada, se encuentran dos grandes tendencias, de las cuales Robert Graves se refiere como la sabiduría solar y la sabiduría lunar. A grandes rasgos la sabiduría solar ha creado escuelas y religiones como la católica, la cábala, etc., y la lunar ha creado el zen, el budismo, y otras actitudes contemplativas.

Dentro de los libros de Castaneda se habla repetidamente de las conocimientos del lado izquierdo y el lado derecho, de la cual se menciona que el lado izquierdo recibe enseñanza por osmosis y casi casi de refilón, que la presencia del nagual impecable cambia al discípulo. Dentro de las enseñanzas del lado izquierdo están también las enseñanzas de Zuleica y
Silvio Manuel, bastante poco “ortodoxas” en el sentido que casi nadie las conoce, o las toman como símbolos. Al mismo tiempo en los últimos libros se habla del ensueño como una tecnica que permite aprovechar el tiempo en que estamos dormidos, como paso previo a utilizar nuestro potencial.

En el Nahualismo en México, a lo largo de mi entrenamiento me sorprendió ver que el lado izquierdo debe complementarse con el lado derecho, porque lo que importa es el todo y el todo NO es la suma de las partes, sino las partes
antes de ser divididas.

Los que están acostumbrados a pensar en términos binarios y / o biológicos,
pueden entender muchos detalles sobre esto basándonos en el equilibrio
químico del sodio y potasio, o del calcio y magnesio. A grandes rasgos, si
tomamos una cantidad mayor de sodio a la equivalente en potasio, empezamos a
provocar una bomba química que destruye por completo las defensas de la
persona; y hay reacciones mucho mas complejas que las de un simple elemento.

Sin embargo, la relación entre las enseñanzas del lado izquierdo y al del
derecho, esta basada en una sensación de equilibrio, y búsqueda de
equilibrio; los que conocen magia ceremonial recordaran que una de las
frases de poder es “busco que el equilibrio prevalezca, no invoco una
venganza”.

Sin embargo, antes que nada, debemos tener en cuenta que los problemas de
las personas pueden ser de dos tipos, referentes a personas, y referentes a
cosas. Mucho se ha hablado de que si la mujer ve mejor el presente y los
hombres mejor el futuro, o que los hemisferios del cerebro mas activo varían
de uno a otro sexo.

A lo largo de los años el impulso de unión de las dos disciplinas, debe
darse de manera ordenada, de entrada me viene a la mente la idea del alma
hermafrodita que decía Blavatsky, pero seguramente hay muchos ejemplos.
Además hay que recordar que los autores nos dicen lo que han visto creen,
pero no porque ellos crean que la luna es azul es de ese color.

Lo curioso es que al analizar el problema, uno tiende a caer en el
razonamiento lógico o en razonamiento irracional, y los dos a su manera solo
dicen una parte del problema. En épocas recientes los interesados en artes
marciales se han inclinado a buscar la unión de los dos extremos,
mencionando como energías fundamentales el akasha / ashara, y el Kshira,
pero como occidentales el problema es que tratamos de seguir un solo camino,
descuidando el otro; en el correo sobre la técnica de las dos espadas
mencionamos los peligros de usar solo el ensueño o solo el acecho.

Antes de seguir, debemos recordar que el acecho y el ensueño solo son
técnicas. Nos permiten tomar puntería, pero el poder depende mas de la
persona que de las técnicas que domina; curiosamente un verdadero guerrero
debe dominar varias técnica, no solo una, y esta dispuesto a cambiar según
lo que haga falta, pero solo hasta haber llegado al tope de su conocimiento.

Hay muchas derivaciones de estos temas, y no tengo tiempo para explicarlo
aquí, así que me enfocaré por el momento al conocimiento del lado izquierdo
como el conocimiento intuitivo, y al conocimiento del lado derecho como el
racional.

Los racionalistas dicen.. esto no es lo que esperaba, y se salen del camino.
Los intuitivos se quedan en un camino, solamente en uno, y no hay forma de
sacarlos de ahí.

Así que el principal peligro del lado izquierdo, es como dice Don Juan, estar acostumbrados a pensar que podemos manejar mas de lo que podemos manejar; el mencionaba aunque no recuerdo la frase exacta, que los guerreros debían tener impecabilidad antes de poder usar o entender el entrenamiento del lado izquierdo.

Sin embargo, como muchas personas no son capaces de tener la paciencia, empiezan a confundir de manera inmediata las cosas, tratando de manera racional cosas irracionales y viceversa.

El mejor ejemplo que se me ocurre de este problema son las relaciones afectivas, cuando una persona decide terminar una relación, puede decir que es por equis o zeta, pero suele ser por una causa totalmente distinta. Y el planteamiento racional nos dice que no hay razón, y el emocional que si hay razón.

Pero a fin de cuentas no importa, se acabo y punto.

La toma de decisiones por computadora ha tomado mucho valor ultimamente para ciertos procesos, pero no se ha podido crear una maquina que pueda describir el sabor de una comida o ver el color del cielo. Las personas que tienen conocimientos intuitivos que se sienten cómodas con el, tienden a verlo todo desde ese punto de vista, y al dejar de ser racionales, pierden completamente el control de sus capacidades LATENTES.

A su vez, tratar de actuar cuando no hay riesgo nada mas, resulta mucho menos eficiente y también lleva a desaprovechar oportunidades latentes. Un ejemplo que se me ocurre es que alguien entrenado en artes marciales, sabe exactamente de manera racional física donde golpear, pero a quien golpear es algo intuitivo.

Lo que voy a decir en este momento, debe leerse con cuidado. El conocimiento intuitivo esta diseñado para encontrar posibilidades, y solo es aplicable a las personas. El conocimiento del lado derecho solo es aplicable a las cosas.

El conocimiento del lado derecho es ciego a las personas, y el conocimiento del lado izquierdo es ciego a las cosas.

Al principio de este correo, comentaba que lo que impide al guerrero alcanzar la totalidad de uno mismo, es ver solo ciertas partes; el guerrero tiene herramientas que debe de usar en ciertos casos. Las personas que tratan de demostrar lo guerreros que son con palabras y nombres apantallantes, olvidan que la a importancia esta en las personas.

Sin embargo, el conocimiento intuitivo es una especie de brújula humana, y el conocimiento racional es la manera de dirigir un barco.

Lo interesante es que los instrumentos, son la totalidad, brújula y timón.

Lo que impide realmente cerrar una escuela de conocimiento en muchos lugares, son dos factores, por un lado la falta de disciplina ( ver la brújula y timón cada cierto tiempo ), y por otro la tendencia del hombre a agruparse alrededor de un sueño o una ambición; en el correo sobre las dos trampas, comentábamos que dos de los principales obstáculos son la codicia y el orgullo. Muchas personas piensan que teniendo la idea es suficiente, que es suficiente teniendo la dirección. Otros piensan que es mas importante lo material, seguir el éxito de la ropa fina, y olvidan completamente la fuerza que impulsa.

En el Iching se habla de que lo que importa es el contenido, la forma vacía no es nada. EN el nagualismo uno debe volverse accesible al poder y estar dispuesto a entrar en la pelea con los aliados ,pero esta pelea no va a ser por un traje sastre, y tampcoo hay que pelearla con un tipo de ropa.

Lo que importa es el resultado, si estas en igual desarrollo los dos caminos, el intuitivo y el racional; una escuela en la que buscamos o VEMOS solo un camino, no es escuela de conocimiento valida.

Dentro de los dos tipos de sabiduría vemos muestra de la capacidad de ahorrar energuia y de la importancia de las cosas como sistema en su totalidad; Colin Wilson Y Gurdjieff, entre otros muchos , mencionan la importancia de esa comunión de pensamientos palabras y acciones que llamábamos SANMITSU, pero al mismo tiempo, los come pecados del México antiguo, eran perfectamente conscientes de que tenían que limitarse; en algunos casos a través de espinas de Maguey, en otras a través de pulque; dentro de ciertos limites ellos “embotaban” su capacidad de reacción en un conocimiento, solar o lunar, para poder usar el desarmado correcto para ese tornillo.

Esa capacidad de búsqueda de equilibrio, y progreso equilibrado de el lado derecho y el lado izquierdo, acaban por demostrando que lo que importa a fin de cuentas es el hombre, no las técnicas que domina.

Si uno de sus lados lo vence, no llegara a la totalidad de uno mismo. EL Iching suele comentar que los hombres se reúnen alrededor de un hombre con fuerza, pero lo único que construye, es el grupo lidereado por un hombre con fuerza, que sigue una idea que tiene fuerza en si misma. Por ejemplo, Don Juan. El resultado es que no sirve ser la persona sin la idea, o la idea sin a persona, debe encontrarse un equilibrio entre las dos, y al obtenerse, automáticamente podemos acceder al lado izquierdo o derecho, según si estamos dedicándonos a cosas o personas.

La lecciòn del lobo gris, Copiado de LG 14/ago/2005

Cada cierto tiempo surge una idea que se expresa en forma de mùsica. Generalmente es una bùsqueda de identidad de la juventud de una epoca, pero hay algunos raros ejemplos que trascienden las èpocas.

Son los cantos de batalla.

Una de las grandes paradojas del camino del conocimiento es que tantos y tantos hombres y mujeres de poca fe, piensen en solamente poner la otra mejilla. Pueden llegar a citar a Jesus el cristo, como ejemplo, olvidando los mercaderes del templo.

El otro extremo es demasiado conocido. Hombres que a los 18 años son solo gallitos y siguen siendo lo mismo, bravuconear de peleas o experiencia de la vida real que nunca han tenido ni tendrán. Otros elegimos pelear realmente las batallas, que primero son contra uno mismo, y despuès de un tiempo de prueba, contra un adversario que siente que lo es, y al final, contra adversarios reales, y no necesariamente de carne y hueso. La musica de las epocas solo nos ayuda en las batallas contra uno mismo. La musica que se vuelve inmortal es aquella que es realmente un grito de guerra, capaz de inspirar a otros al combate pero con plena conciencia; no bajo engaños.

Una de las razones por las cuales se habla de la divisiòn de los viajeros en base a un color, es dar a los demàs una idea de cual serà la actitud de los otros al combate. Podemos suponer que un lobo rojo es un elemento en el que no tenemos mucha idea quien es; el eterno provocador, el joven eterno, pero incapaz de seguir instrucciones especìficas por mucho tiempo. Ideal ppara improvisar, pero debil para una acciòn a largo plazo.

Los lobos blancos son elementos defensivos; preparados para defender una persona o lugar, pero sin el instinto asesino. Tratan de ver todo el panorama, y a veces la claridad los vence.

Los Lobos negros, bajos en defensas pero alta ofensiva, dispuestos a evaluar y actuar en consecuencia, ven todo a corto plazo pero con meta final.

Podemos saber quien es qué en base al tipo de problemas que les gustan resolver. La mayoria de las personas no resuelven problemas, suelen tirar una piedra y esconder la mano, porque no estan dispuestos a hacerse responsables de sus actos. Y lo justifican como “rebeldìa” o juventud.

La mayor parte de los hombres mayores que conozco, tienen por lo general la madurez de los 12 años.

Cada mitologìa tiene un Dios de la guerra, o un hombre de acciòn; desgraciadamente la mayor parte de ellos no hacen nada; el mismo Castaneda comentaba que eso les sucedia mucho en algunos tiempos. Porque los hombres de acciòn no hacìan nada ?

Quiza el unico hombre de acciòn o lobo negro claramente definido en los libros de Castaneda, era el Nagual Juliàn. Era el unico al que otros les llevaban problemas, y que hacia lo posible por resolverlos; aunque a veces los resolviera por bromas pesadas. Le gustaba hacer.

Pensando en esto un dia me acerquè al Nagual Rafael, y le preguntè sobre porquè para problemas de la realidad inmediata todos le preguntaban al Nagual Viejo, al Nagual Andrés, mientras que a el le preguntaban cosas mas o menos metafìsicas.

Su respuesta fue darme a leer un libro apòcrifo sobre el Juez Sansòn. y decirme que hablaramos la siguiente semana. La siguiente semana me contò la historia de los jueces desde el punto de vista de una tribu norteamericana y la forma en que ellos elegìan a sus lìderes de consejo, que no era solamente la edad.

Resumiendo, todos nos acercabamos al Nagual Andrés porque el no habia vivido la vida de un sacerdote sino de un soldado. Su vida era mas real para nosotros que la de un hombre en seminarios. El Nagual Andrés sabìa perfectamente que hacer cuando surgìa un problema de faldas o de dilemas morales implicados en destruir o no.

En cambio, aunque mas amable y quiza mas sabio, el Nagual Rafael sabìa con su cerebro lo que habia que hacer, y con su corazòn, pero no por experiencia propia.

Las heridas del Nagual Andrés dejaban cicatrices que a su vez eran mas resistentes a nuevas heridas que la piel anterior.

Dentro del libro de Sansòn hay un momento en que uno de su equipo le pregunta, que te pide tu corazòn, ir a la emboscada o evitarla ?

Al lobo negro su corazòn le pide la emboscada.
El lobo blanco suele evitarla, para pelear despuès.
El lobo rojo es impredecible.

Pero que es el lobo gris ?

El que ha sobrevivido varias veces a la emboscada, por entrar preparado a ella.

La lecciòn del lobo gris es una frase que generalmente se piensa cuando se encuentra camino a una emboscada que le tendieron, pero que al estar prevista ya no es problema:

“Aprieta los dientes y alza la cabeza.”

Y desata el cambio.

El problema es lo vital, no el entorno. Es muy diferente lo que hay en la pelìcula Calles de Fuego o en Flash Dance a lo que hay en una discoteca moderna.

Importa mas el hombre.

Puedes conocer a un hombre por los problemas que le gusta resolver.

¿ Que el problema es grande y no le calculaste?

“Aprieta los dientes y alza la cabeza.”

Nagual

Los indios hablan de los blancos

Los indios hablan de los blancos

Documentos

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Llegas, hermano mío, pensando que nos enseñarás la Sabiduria. Pero no creas que los salvajes están locos. Poseen los conocimientos que necesitan. El Gran Espíritu no les ha dejado en la ignorancia: les ha dado grandes dones; les ha concedido la Sabiduría.

Hermano mío, el Gran Espíritu no está lejos de aquí, está aquí; nos ve a todos; nos ve reunidos en este lugar; ve por encima de nosotros mismos; oye lo que decimos. Yo hombre (salvaje), sé verle y conservo cuidadosamente las costumbres que me enseñó mi anciano (el primer salvaje) para acordarme de él y obtener sus bendiciones.

Hermano mío, el Gran Espíritu ha creado todas las cosas; ha creado el cielo que hay arriba y la tierra sobre la que vivimos; ha creado todo lo que es grande y todo lo que es pequeño.

Cuando creó la tierra para que fuese la casa de todos los hombres, hizo dos grandes países y los separó por las grandes aguas. En el lado en que se levanta el sol hay una gran isla. Y en esa gran isla que está del lado que se levanta el sol el Gran Espíritu puso al anciano tuvo, hombre de piel blanca, y aqui el Gran Espíritu puso al anciano mío, hombre de piel roja.

Hermano mío, no nos parecemos nada; nuestra sangre no es la misma y nuestras lenguas tampoco se parecen de ninguna forma. Hav también otros hombres que no se parecen ni a ti ni a mí: los hombres que tienen la piel negra. ¿Quién ha establecido esas diferencias? Las ha establecido desde el principio el Gran Espíritu, él, que ha hecho todas las cosas según su voluntad.

Así que, y a lo ves tú tamhién, por eso es preciso que cada uno de nosotros tenga su manera de pensar en el Gran Espiritu y de hablar con él: hay maneras distintas de buscar el dia (el cielo). (…)

Hermano mío, quizá hayas tenido este pensamiento: son muy brutos; no conocen más que lo que ven cúando abren los ojos; caminan sin inteligencia. Yo te digo que podrías equivocarte grandemente.

No es en los libros, hermano mío, donde he aprendido lo que yo sé. El Gran Espíritu enseñó a mi anciano y mi anciano me habló de lo que el Gran Espíritu le había dicho. Soy afortunado por haber tenido esos conocimientos. Los conservo en mi corazón y nunca renunciaré a ellos.

Hermano mio, es posible que no sea tan ignorante como tú piensas acerca de las cosas que vas enseñando por todas partes. El Gran Espíritu había establecido el orden tanto en tu isla como en la mia. Había hecho grandes dones a tu anciano. Pero tú no has sabido aprovechar esas preciosas ventajas y has rechazado las bendiciones de tu anciano. Seguramente por eso envió el Gran Espiritu a su hijo al hombre blanco; pero el hombre blanco lo echó.

Además, hermano mio, hace ya mucho tiempo que lo que se cuenta del hijo del Gran Espíritu se conoce en tu isla. ¿Crees que si su voluntad hubiera sido instruirnos nos hubiera dejado en la ignorancia v el infortunio, a nosotros que nunca le hemos visto, que nunca le hemos hecho ningún mal?

El hombre del sombrero ha salido de su isla; ha atravesado las grandes aguas v ha llegado a nuestra tierra; ha recorrido nuestros bosques y nuestros lagos y nos ha perseguido por todas partes para quitarnos lo que nos pertenecía. Y hov resulta que su raza se ha multiplicado en nuestra isla y ha establecido sus costumbres en ella. En cambio, nosotros… nos hemos convertido en fugitivos miserables y hemos sido casi aniquilados.

El salvaje no conocía antes la embriaguez. Eres tú, hombre del sombrero. quien me ha dado a beber el agua de íuego.

Asi es como el hombre que vive más allá de las grandes aguas no ha venido a nosotros para traernos bendiciones, sino desgracias. ¿Cómo podríamos entonces creer nosotros en las cosas que viene a anunciarnos?

Dime, hermano mio, ¿acaso me escucharías tú si yo fuera a tu isla hablar contra la oración y a intentar que aceptaras mis prácticas? Déjame, pues, las bendlclones de mi anciano; las quiero y no deseo abandonarlas. (?)

Ves, pues, claramente, hermano mio, que no queremos la oración y que, si te quedas entre nosotros, no podrás obtener nunca lo que quieres. Seguro que renunciaras a tu provecto.

Lorenzo Cadieux

Cartas de las nuevas misiones del Canadá, 1843-1852

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La palabra de los jefes

El poder de la palabra fascina a los indios. Su lengua se nutre de la fuerza de la naturaleza omnipresente, las palabras son moduladas por el viento, las frases se impregnan de los olores del bosque. De sus encuentros con los blancos, los jefes nos dejaron discursos inolvidables en los que se refleja la grandeza de todo un pueblo y la inquietud por su incierto futuro.

Hehaka Sapa, Alce Negro, pariente de Crazy Horse, pertenecía a los Oglalas, rama de los Dakotas Teton, una de las más poderosas familias Sioux. En su juventud hahía sido instruído en las tradiciones sagradas de su pueblo.

Habéis visto que toda cosa hecha por un indio está dentro de un círculo, y ello es así porque el poder del Universo actúa en círculos y toda cosa tiende a ser redonda. En los viejos tiempos, cuando éramos un pueblo fuerte y feliz, todo nuestro poder nos venía del círculo sagrado de la nación y, mientras no fue roto, nuestro pueblo prosperó. El árbol floreciente era el centro vivo del círculo, y el círculo lo alimentaba por sus cuatro cuartos. El Este le daba la paz y la luz, el Sur le daba el calor, el Oeste le daba la lluvia y el Norte con sus vientos frescos y poderosos, le daba fuerza y resistencia. Este conocimiento nos vino del otro mundo con nuestra religión. Todo lo que forma el poder del Universo se hace en un círculo. El cielo es redondo y he oído decir que la Tierra es redonda como una bola y que todas las estrellas también lo son. El viento, en la cumbre de su furia, se hace torbellinos. Los pájaros hacen su nido en círculo porque tienen la misma religión que nosotros. El sol se levanta y desciende formando un círculo. La luna hace lo mismo y los dos son redondos.

Hasta las estaciones forman un gran círculo con sus cambios y vuelven siempre donde estaban. La vida del hombre está en un círculo de una infancia a otra infancia. y así es para cada cosa en la que actúa el poder.

Nuestros tipis eran redondos como los nidos de los pájaros y dispuestos siempre en círculo, el círculo de la nación, el nido de muchos nidos en los que el Gran Espíritu nos destinaba a incubar a nuestros hijos.

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Khe-tha-a-hi; Ala de Aguila, rinde homenaje al recuerdo que el indio ha dejado tras de sí

Mis hermanos los indios dejaron en este país su recuerdo para siempre. Hemos dado muchos nombres de nuestra lengua a muchas cosas bellas que hablarán siempre de nosotros. El Minnehaha se reirá con nosotros, el Séneca brillará con nuestra imagen, Mississippi murmurará nuestras penas. El ancho Iowa, el rápido Dakota, el fértil Michigan susurrarán nuestros nombres al sol que les acaricia. El estruendo del Niágara, el suspiro del Illinois y el canto del Delaware harán resonar sin cesar nuestro Dta-wa-e (canto de la muerte). ¿Es posible que oigáis ese cántico eterno sin emocionaros? Sólo hemos cometido un pecado: poseíamos lo que el hombre blanco codiciaba. Nos fuimos hacia el sol poniente, abandonando nuestros hogares al hombre blanco.

Hermanos míos, las levendas de mi pueblo cuentan cómo un jefe que conducía a los supervivientes de su pueblo atravesó un gran río y plantó en la tierra el mástil de su tipi, exclamando: «¡A-Ia-ba-ma!», lo que en nuestra lengua significa: «Aquí podemos descansarl». Pero no habia previsto el futuro. El hombre blanco llegó: su pueblo y él mismo no pudieron quedarse allí, fueron expulsados, empujados al fango de un sombrío pantano y exterminados. Las palabras que tan tristemente había pronunciado dieron el nombre a uno de los Estados del hombre blanco. Ya no hav un rincón bajo las estrellas para sonreír, donde el indio pueda establecerse y suspirar «A-la-ba-ma». Puede que Wakanda nos conceda un lugar así. Pero parece que sólo será así si estamos de su lado.

Crow foot, Garra de Cuervo, portavoz de la confederación de los Piesnegros, cedió 5O.000 millas cuadradas de pradera al gobiemo canadiense en 1877. Este tratado produjo la desaparición de los bisontes y el hambre para los Piesnegros.

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¿Qué es la vida? Es el estallido de una luciérnaga en la noche. Es el resuello de un bisonte en invierno. Es una pequeña sombra que corre en la hierba y desaparece con el poniente.

Proverbio winnebago

Nuestra Santa Madre la Tierra, los árboles y toda la Naturaleza son los testigos de vuestros pensamientos y de vuestras acclones.

Un jefe indio al gobernador de Pennsylvania en 1976:

Amamos la tranquilidad. Dejamos al ratón jugar en paz; cuando los bosques se estremecen bajo el viento, no tenemos miedo.

El jefe Standing Bear fue uno de los primeros en inscribirse en la escuela india de Carltsle (Pennsylvania), abierta en 1879. Fue maestro intérprete y conferenciante. Sus relatos hablan de los Lakotas, nombre tribal de los Sioux Teton.

El Lakota estaba lleno de comprensión y de amor a la Naturaleza. Amaba la tierra y todas las cosas de la tierra, y su unión con ella crecía con la edad. Los viejos estaban enamorados del suelo y no se sentaban ni reposaban sobre él sin el sentimiento de estarse acercando a fuerzas maternales. La tierra era suave bajo la piel y les gustaba quitarse sus mocasines y caminar descalzos sobre la sagrada tierra. Sus tipis se levantaban sobre esa tierra de la que estaban hechos sus altares. El ave que volaba en los aires venía a descansar sobre ellos y la tierra traía sin desfallecer todo lo que vivía y germinaba. El suelo apaciguaba, fortificaba, lavaba y curaba.

Por eso los viejos indios preferían vivir sobre el suelo antes que separarse de las fuerzas de la vida. Sentarse o echarse de esa manera les permitía pensar más profundamente, sentir más vivamente contemplaban entonces con mavor claridad los misterios de la vida y se sentían más cerca de todas las fuerzas vivas que les rodeaban.

Estas relaciones que mantenían con todos los seres de la tierra, del cielo o del fondo de los ríos eran como los rasgos de su existencia. Tenían un sentimiento de fraternidad hacia el mundo de los pájaros y de los animales con los que tenían confianza. Era tan estrecha la familiaridad entre algunos Lakotas v sus amigos de pluma o de piel que háblaban como hermanos un mismo lenguaje.

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Mato-Kuwapi, Chased-by-Bears, un Sioux Santee de la rama Yanktonai evoca la Danza del Sol y la idea de Wakan Tanka entre los indios Durante esta ceremonta se daban cortes en el cuerpo y los miembros de los participantes y se metían en ellos tacos de madera a los que estaban fijadas unas correas unidas al poste central de la Danza del Sol:

La Danza del Sol es tan sagrada para nosotros que casi no hablamos de ella… La laceración de los cuerpos para obtener los buenos augurios de la Danza del Sol es distinta a la laceración de la carne en los duelos con la gente. El cuerpo de un hombre es un bien suyo y cuando entrega su cuerpo o su carne está entregando la única cosa que verdaderamente le pertenece… Así, si un hombre promete un caballo a Wakan Tanka, no le da más que lo que ya le pertenecía. Yo puedo dar tabaco u otros objetos durante una Danza del Sol, pero si me guardo lo mejor, ¿quién podrá creer que soy sincero? Para demostrar que todo mi ser acompaña a estos regalos, debo dar algo que sea precioso para mí. Por eso prometo entregar mi cuerpo.

El niño cree que sólo la acción de una persona malintencionada puede causar dolor, pero en la Danza del Sol primero reconocemos la bondad de Wakan Tanka y soportamos el dolor a causa de todo lo que ha hecho por nosotros. Hasta hoy nunca me he unido a una Iglesia cristiana. Mi vieja creencia, la que siempre he guardado, sigue conmigo.

Cuando un hombre realiza un trabajo que todos admiran, decimos que es maravilloso. Pero cuando vemos la alternancia del día y la noche, el sol, la luna y las estrellas en el cielo, y la continuación de las estaciones sobre la tierra, con los frutos que maduran, tenemos que reconocer todos en ello la obra de alguien más poderoso que el hombre. El más grande de todos es el Sol, sin el que no podríamos vivir.

Nos dirigimos a Wakan Tanka y estamos seguros de que nos oye, aunque es difícil explicar la extensión de nuestra creencia. El indio cree en general que, después de la muerte de un hombre, su espíritu va a alguna parte de la tierra o del cielo, no sabemos exactamente a dónde, pero estamos seguros de que su espíritu continúa viviendo. Hay personas que están de acuerdo en que, si fuera posible que los espíritus hablaran a los hombres, se darían a conocer a sus amigos después de la muerte; pero a nosotros siguen sin venir a hablarnos, excepto, quizá, en sueños. Lo mismo pasa con Wakan Tanka. Creemos que está en todas partes, pero para nosotros es como los espíritus de nuestros amigos cuyas voces no podemos oír.

Crazy Horse, jefe de los Sioux Oglalas, era un mistico. En la primavera que siguó a la antquilación de las tropas de Custer fue obligado por el general Miles a rendirse en las montanas Bighorn. Puesto en prisión en 1877, encontró la muerte intentando evadirse.

¡Hombres blancos! Nadie os ha pedido que vengáis aquí. El Gran Espíritu nos ha dado este país para vivir en él; vosotros tenéis el vuestro. Nosotros no os molestábamos en absoluto; el Gran Espíritu nos ha dado una vasta tierra para vivir en ella, v bisontes, v gamos, v antílopes v más caza. Pero habéis venido v habéis robado mi tierra; habéis matado mi caza; nos habéis hecho duro el vivir. Ahora decís que tenemos que trabajar; y, sin embargo, el Gran Espíritu no nos hizo para trabajar, sino para vivir de la caza.

Vosotros los hombres blancos podéis trabajar si queréis. Nosotros no os molestamos; pero volvéis a decirnos: cpor qué no os civilizáis? ¡No queremos vuestra civilización! Queremos vivir como vivían nuestros padres, y sus padres antes que ellos.

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Pachgantschilhilas, nacido en la primera mitad del siglo XVIII se convirtió en el jefe de guerra de todos los Delawares que residian entre los rios Miami y White, en el noreste de los Estados Unidos.

Admito que hay hombres blancos buenos, pero su numero no puede compararse con el de los malos, que deben ser los más fuertes porque son los que mandan. Hacen lo que quieren. Esclavizan a los que no son de su color, aunque hayan sido creados por el mismo Gran Espíritu que nosotros. Harían de nosotros esclavos si pudieran. ¡Como no lo consiguen, nos matan! No puede darse ningún crédito a su palabra. No son como los indios, que son sólo enemigos durante la guerra, pero son amigos en tiempos de paz. Dirán al indio: «¡Mi amigo, mi hermano!». Le darán la mano y en el mismo instante le destruirán.

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Tecumseh, Shooting Star, jek deguerra de los Shawnees, organizó la segunda gran federación india y fue brigadier general del ejército inglés durante la guerra de 1812. Según los términos de un tratado firmado en Fort Wayne en 1809, los indios cedieron vastos territorios al gobierno norteamencano sin saberlo. En 1810 se reunió con elgobernador del territorio de Indiana que habia representado a los Estados Unidos en el tratado de 1809. Tecumseh negó la validez de la administración de la tierra.

La manera, la única manera de detener y parar esta calamidad es que todos los hombres rojos se unan para reivindicar un derecho común e igual sobre esta tierra, como en el pasado y como debería seguir siendo hoy día; porque jamás estuvo en el pasado dividida, y pertenece a todos para el uso de cada uno. Nadie tiene el derecho de vender la menor parcela, ni siquiera a éste o a aquél de nosotros, y menos todavía a esos extranjeros que lo quieren todo y no transigirán jamás. Los blancos no tienen ningún derecho sobre la tierra de los indios: ellos fueron los primeros en habitarla, es su tierra… No puede haber dos ocupantes de un mismo territorio. El primero excluye a los demás. No es lo mismo cuando se caza o cuando se viaja, puesto que un mismo suelo puede servirles a muchos… Pero el campamento está fijo…, pertenece por derecho al primero que se sienta sobre la piel o sobre la manta que ha desplegado en el suelo, v esto hasta que se marcha.

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Sitting Bull se presentó en Fort Buford (Canada) con la promesa de una ammstia, y fue enviado a la agencia de Standing Rock, donde vivia casi la totalidad de su pueblo.

¿Qué tratado ha respetado el blanco que el hombre rojo haya roto? Ninguno. ¿Qué tratado ha hecho el hombre blanco con nosotros que después él haya respetado? Ninguno. Cuando yo era niño, los Sioux eran dueños del mundo; el sol se levantaba y se ponía en sus tierras. Hasta diez mil hombres iban a la guerra. ¿Dónde están hoy los guerreros? ¿Quién los ha exterminado? ¿Dónde están nuestras tierras? ¿Quién las saquea? ¿Qué hombre blanco puede decir que le he robado su tierra o un solo centavo suyo?

Y, sin embargo, dicen que soy un ladrón.

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Gerónimo y su banda se rindieron por última vez en agosto de 1877; fueron deportados en cautividad y finalmente instalados en una reserva en Fort Sill (Oklahoma). Desde alli Gerónimo pidió autorización al presidente para regresar a su tierra natal antes de morir.

Durante veinte años hemos sido prisioneros de los términos de un tratado que hicimos entre el general Miles, de parte del gobierno de los Estados Unidos, y yo mismo como representante de los Apaches. Ese tratado no se ha cumplido siempre escrupulosamente por parte del gobierno, aunque en estos momentos lo esté respetando más. En el tratado con el general Miles aceptamos irnos a un lugar fuera de Arizona y allí aprender a vivir como los hombres blancos. Pienso que mi pueblo ya es capaz de vivir de acuerdo con las leyes de los Estados Unidos, y, desde luego, nos gustaría ser libres de volver a una tierra que es la nuestra por derecho divino. Nuestro número es escaso y hemos aprendido a cultivar la tierra; ya no necesitamos tanta como antes. No reclamamos toda la que el Todopoderoso nos dlo en un pnnclplo, smo solo la suficiente para cultivarla. Estamos dispuestos a cultivar la que sobre para los hombres blancos.

Ahora vivimos en tierras de los Comanches y Kiowas que no sirven para nuestras necesidades… Aquí nuestro pueblo disminuye en número y seguirá decreciendo si no se le autoriza a regresar a su tierra natal…

Descalzos sobre la tierra sagrada, textos recogidos por T. C. Mac Luhan

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Recuerdos de un jefe Sioux

Las biografíás de los indios se multiplicaron en el siglo xx. Una de ellas es la de Standing Bear (Oso-de-Pie), jefe de los Sioux Oglalas. Vivió el crepúsculo de su pueblo y recuerda aquila época en que perseguíá al bisonte y al «caballo de hierro».

A finales del siglo pasado, cuando ya atraviesan las praderas miles de kilómetros de raíles, el tren sigue siendo para los indios objeto de desconfianza y curiosidad

Un día, seria poco después de mi nacimiento, uno de nuestros exploradores llegó al campamento con mucha excitación y contó que había visto una gran serpiente atravesando la pradera. Aquello produjo mucha agitación. Una observación atenta reveló que un penacho de humo seguia a la aparente serpiente. Era el primer convoy del ferrocarril de la Union Pacific Railroad. Para los indios se trataba de algo tan curioso que se encaramaron a las alturas para ver al tren correr y oír los extraños ruidos que hacía. Cuando vieron que la “serpiente” se arrastraba sobre un camino de hierro sin apartarse de él empezaron a envalentonarse y se acercaron para exammar mejor una cosa tan curiosa.

Al poco tiempo una banda de guerreros de nuestra tribu regresaba hacia el campamento. Muv sedientos, se detuvieron en la estación de ferrocarril para tomar agua. El blanco que estaba a cargo les obligó a marcharse sin darles de beber. Quizá tenía miedo a los indios o, si les había hecho algo malo, puede que pensara que habían venido a castigarle. Su actitud enfureció a los indios. Encontraban extraño que los blancos hicieran pasar un camino de hierro por su territorio y que, a pesar de ello, ni siquiera les dieran de beber.

Así pues, esta banda de guerreros, cuando volvió al campamento, informó de cómo les había recibido aquel blanco. Inmediatamente se reunió el consejo y se decidió actuar. Mi madre había oído lo que habían hablado los hombres, después de ponerme al cuidado de mi abuela, se hizo con un hacha pequeña y siguió a los guerreros. Cuando éstos llegaron a la vía del ferrocarril, decidieron destruir algunos raíles y las piezas de madera a las que estaban fijados. (…)

Cuando los que venían en el tren vieron a los indios a lo lejos, empezaron a dispararles. Ellos fustigaron a sus caballos y se lanzaron en su persecución. Los del tren estaban tan ocupados burlándose de los indios y divirtiéndose con los esfuerzos de éstos por alcanzarles que se olvidaron de observar la vía del tren, sin sospechar que los indios pudieran ser tan hábiles como para haberles tendido una trampa. Cuando el tren llegó al punto en que la vía había sido destruida, saltó de los raíles y quedó totalmente dañado.

Mi madre se había escondido cerca de allí y, cuando el tren descarriló, acudió. Resulto ser un tren de mercancías que transportaba al Oeste todo tipo de productos, entre los que había una gran cantidad de azúcar de arce, algodón y perlas. En aquel accidente de tren encontró mi madre las primeras perlas que los Sioux hubieran visto jamás. Antes de aquello todo el trabajo de ornamentación de mocasines o de vestidos se hacía con púas de puercoespín teñidas.

Para utilizarlas, las mujeres se las metían en la boca y las ablandaban, y luego las aplastaban con la uña antes de colocarlas.

Mi madre era muv ingeniosa y concibió la idea de utilizar las perlas en vez de las púas y ver qué efecto hacía aquello. (…) Así que yo fui el ptimer indio que tuvo una manta adornada con perlas.

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Para todo muchacho indio, la caza del bisonte era un acontecimiento de gran importancia y el primer bisonte que mataba teníá para él el valor de un simbolo.

En lo alto de la colina, todos los cazadores dieron rienda suelta a sus caballos, que se lanzaron rápidos como el viento. Yo fustigué a mi pequeña yegua negra y faltó poco para que me pusiera a la cabeza del grupo. Pronto me encontré en medio de una nube de polvo sin ver nada delante de mí. Todo lo que podía oír era el estampido y el estrépito que producían las pezuñas de los bisontes que huían con un ruido de trueno. Mi montura hacía quiebros de un lado a otro y tuve que sujetarme con todas mis fuerzas. (…)

Fue entonces cuando vi lo que mi padre me había anunciado. Estaba bastante por delante de los bisontes; cuando me vieron se pusieron a correr en dos direcciones opuestas. Al ver a aquellos grandes animales y pensar en matar yo uno, me di cuenta de lo pequeño que era. Tenía verdadero miedo. Entonces recordé que mi suegra me había pedido que le llevara unos riñones y una piel, y me volvió la idea de que, al fin de cuentas, yo era un hombre. (…)

Estaba solo, pero decidido a dar caza a aquellos animales, matara o no alguno. Durante todo aquel tiempo pude oír los disparos de cazadores que tenían fusiles y sabía que estaban matando. Yo me puse a perseguir a un grupo pequeño y, mientras me lanzaba tras él, disparé una de mis flechas en mitad de la manada. No supe dónde había ido a parar, y ya estaba por abandonar la persecución cuando observé que una novilla pequeña galopaba más despacio que el resto. (…)

Galopé hasta que me puse completamente al lado del animal como mi padre me había enseñado. Saqué una flecha de mi aljaba mientras me sujetaba a mi yegua con toda la fuerza de mis piernas. Coloqué la flecha y, tensando el arco con todas mis fuerzas, la solté. Pensaba matar al bisonte muy pronto, pero la flecha penetró en el cuello ?¡y yo que pensaba haber apuntado tan bien!?. El animal siguió corriendo mientras sacudía la cabeza. Volví a alcanzarle v le envié otra flecha que penetró en direcáón al corazón. Aunque no llevaba la fuerza necesaria para ser mortal, vi que el animal se debilitaba en seguida y que su carrera se hacía más lenta. Fue entonces cuando saqué mi tercera flecha v volví a tirarle. Ésta penetró hasta el corazón. Empezaba a creer que el bisonte tiene las siete vidas de un gato y que iba a ser tan difícil de matar como ese animal cuando vi que le salía sangre por el hocico. Comprendi entonces que iba a caer pronto. Le tiré mi cuarta flecha, vaciló, se derrumbó sobre un costado y en seguida murió. Ya había matado mi primer bisonte.

Cuando observé al animal caído v vi que le había tirado cinco flechas, tuve la impreSiOn de que era demasiado para un solo bisonte. (…)

Mientras pensaba aquello me sentía avergonzado por mi torpeza como tirador. Pensé en quitarle todas las flechas menos una De hecho, estaba haciéndolo cuando me acordé de una observación que mi padre me había hecho una vez. Era ésta: «Hijo, acuérdate siempre de que un hombre que miente no será nunca querido por nadie». Con lo que en v ez de intentar engañar, dije la verdad. Y eso me hizo más feliz.

Quité todas las flechas v empecé a descuartizar el bisonte. Todo iba muy bien hasta que intenté darle la vuelta al animal. Descubrí que aquello era demasiado para mí. Como sólo había descuartizado un costado, pensé en quitarle los riñones ~ cortar una buena pieza de carne para mi suegra. En aquel preciso momento oí que alguien me llamaba. Monté mi caballo v subí a lo alto de la colina. Allí vi a mi padre que venía a buscarme. ( )

Estaba muy contento de que hubiese procurado arreglármelas y o solo. Le dije entonces el número de flechas que había necesitado y dónde había clavado cada una de ellas. Incluso le dije que había lanzado mi primera flecha en mitad de la manada sin saber dónde había ido a parar. Se rió, pero estaba orgulloso de mí. Creo que era porque le había dicho la verdad y no había intentado engañarle ni mentir aunque fuera todavía un niño.

Mi padre llamó al anciano del campamento que hacía siempre de pregonero para anunciar que «Ota Kte» o «Mata-Mucho» había cazado su primer bisonte y que «Oso-de-Pie», su padre, le regalaba un caballo.

Aquel fue el primer y último bisonte que maté en mi vida y necesité cinco flechas para conseguirlo.

Luther Oso-de-Pie, Recuerdos de un jefe Sioux

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El gran Gerónimo

Gerónimo forma parte de los jefes cuyos nombres simbolizan la resistencia india frente al temprano lmperialismo norteamericano.

Habiá cuatro tribus Apaches principales los Chincahuas, los Mescaleros, los Lipanes y los Jicarillas. Gerónimo nació entre los Chiricahuas del Sur, pero se crió con los Chiricahuas del Norte.

Nací en el cañón Nodoyohn, en Arizona, en junio de 1829. (…)

Era el cuarto de una familia de ocho hijos ?cuatro chicos y cuatro chicas?. De la familia sólo quedamos yo mismo, mi hermano Porico (Caballo Blanco) y mi hermana Nah-da-Ste. Somos prisioneros de guerra en la reserva militar (Fort Still).

Siendo yo muy niño, gateaba por el suelo sucio del tepee de mi padre, y mi madre me colocaba sobre su espalda suspendido en mi tsoch (cuna en apache) o la colgaba de una rama de árbol. El sol me calentaba, el viento me acunaba y los árboles me abrigaban como a todos los demás niños apaches.

Cuando crecí, mi madre me enseñó las leyendas de nuestro pueblo, me habló del sol y del cielo, de la luna v las estrellas, de las nubes y las tormentas. Me enseñó también a arrodillarme para pedir a Usen que me diera la fuerza, la salud, la sabiduría y su protección. Nunca pedíamos a Usen que castigara a otra persona, y, si teníamos cualquier cosa contra alguien, nos vengábamos nosotros mismos. Nos habían enseñado que Usen no se preocupa de las querellas mezquinas de los hombres.

Mi padre me hablaba a menudo de las hazañas de nuestros guerreros, de los placeres de la caza y de las glorias del sendero de la guerra.

Solía jugar con mis hermanos y hermanas en torno a la casa de mi padre. Jugábamos al escondite entre las rocas y los pinos. O vagábamos a la sombra de los álamos o buscábamos shudocks (una especie de cerezas silvestres) mientras nuestros padres trabajaban en el campo. También jugábamos a la guerra. ~os ejercitábamos en acercarnos sin miedo a un objeto que representaba el enemigo y, a nuestra manera, llevábamos a cabo grandes hazañas guerreras. (…)

Cuando fuimos lo bastante grandes como para ser de cierta utilidad, fuimos al campo con nuestros padres. Ya no a jugar, sino a trabajar duramente. Cuando llegaba el momento de sembrar, preparábamos la tierra con azadas de madera. Plantábamos el maíz en hileras bien rectas, las judías entre las plantas de maí2 y los melones y calabazas irregularmente por todo el campo. Cultivábamos esas plantas porque las necesitábamos.

Nuestro campo no tenía generalmente más de una hectárea. Los campos nunca estaban cercados. No era raro que en u-n mismo valle cultivaran la tierra varias familias, repartiéndose la tarea de vigilar la cosecha v de impedir que los caballos de la tribu, los gamos u otros animales salvajes la destruyesen.

Recogíamos melones cuando queríamos comerlos. En otoño recolectábamos las calabazas y las judías y las metíamos en sacos o en cestos. Liábamos juntas las vainas de las mazorcas de maiz y los caballos transportaban así la cosecha hasta nuestra casa. Allí quitábamos la cáscara al maíz y guardábamos toda la cosecha en cuevas o en cualquier otro lugar para utilizarla únicamente en invierno.

Nunca dábamos maiz a los caballos, pero, si los conservábamos en invierno, les dábamos forraje. No teníamos ganado ni otros animales domésticos aparte de nuestros perros y nuestros caballos.

No cultivábamos el tabaco porque lo encontrábamos en estado salvaje. Lo cortábamos y lo dejábamos secar en otoño, pero si llegaba a faltar, lo sustituíamos por el rastrojo que habíamos dejado en el campo. Todos los indios fumábamos?hombres y mujeres?. Los niños no podían fumar mientras no cazaran solos y mataran alguna pieza mayor, como un lobo o un oso. No se prohibía fumar a las mujeres aún no casadas, pero se las encontraba impúdicas si lo hacían. Casi todas las madres de familia fumaban.

El maíz molido (a mano con morteros y mazos de piedra) no nos servía únicamente para hacer pan. También lo aplastábamos, lo remojábamos y, después de la fermentación, hacíamos con él el «tis-win» que tenía el poder de embriagar y era muy apreciado por los indios. Este trabajo lo hacían las squaws y los niños. Cuando llegaba la época de las bayas y las nueces, los niños pequeños y las squaws Iban a recogerlas y a menudo se pasaban el día en ello. Cuando se alejaban mucho del campamento, se llevaban caballos para cargar con las cestas.

Yo me unía con frecuencia a ellos y, en una de aquellas excursiones, una mujer llamada Cho-ko-le se perdió al ir con su caballo a buscar a sus amigas. Su perrito la seguía mientras ella se abría paso trabajosamente entre los pinos y el espeso sotobosque. De pronto apareció en su camino un «grizzly» que atacó al caballo. Ella saltó a tierra y el caballo huyó. El oso se lanzó entonces contra ella, que se defendió lo mejor que pudo con su cuchillo. Su perrito, que mordía los talones del oso distrayendo así su atención, le permitió permanecer un rato fuera del alcance de la fiera. Por último, el «grizzly» la golpeó sobre la cabeza, arrancándole casi completamente el «scalp». Ella cayó, pero no perdió el conocimiento y, a pesar de la caída, consiguió asestar cuatro grandes cuchilladas y el oso se retiró. Cuando se hubo ido, ella volvió a colocarse el «scalp» lo mejor que pudo. Luego se sintió mal y se echó. Aquella noche su caballo regresó al campamento con su carga de nueces y bayas, pero sin su amazona. Los indios se pusieron a buscarla, pero no la encontraron hasta dos días más tarde. La trajeron al campamento y, gracias a los cuidados de los hombres de la medicina, curó de todas sus heridas.

Los indios conocían las hierbas para curar y sabían cómo prepararlas y cómo aplicarlas. Usen se lo había enseñado al principio, y en cada generación habia hombres hábiles en el arte de curar.

Después de recoger las hierbas, de prepararlas y de administrar la medicina, poníamos tanta fe en nuestras plegarias como en el verdadero efecto de la medicina. (…)

Algunos indios eran hábiles para extraer balas, puntas de flecha u otros proyectiles que pudieran herir a nuestros guerreros. Yo mismo lo he hecho con la ayuda de un simple puñal o de un cuchillo de desollar.

Los niños pequeños se vestían con ropa muy ligera en invierno y no llevaban nada en verano. Las mujeres llevaban por lo general una falda rudimentaria que consistia en un trozo de tela de algodón anudado a la cintura y que llegaba hasta las rodillas. Los hombres llevaban pantalones y mocasines. En invierno se ponían camisas y polainas.

A menudo, cuando la tribu había instalado su campamento, unos cuantos chicos y chicas salían a escondidas y se encontraban a unos cuantos kilómetros para jugar todo el día juntos y librarse de trabajar. Nunca eran castigados por estas travesuras, pero se hacía burla de ellos si se descubría el lugar en que se ocultaban.

Durante el verano de 1858, la tribu de los Apaches Bedonkoes se dirige al Sur para comerciar. Por el camino se detienen junto a la ciudad mexicana que los indios llaman «Kas-ki-yeh». Un día que los guerreros habían ido a la ciudad, al volver por la noche al campamento, comprobaron que los mexicano habían exterminado en su ausencia a sus mujeres e hijos. El propio Gerónimo perdió allí a su madre, a su mujer y a sus tres hijos. Juró vengar a los Apaches.

En cuanto reunimos algunas armas y víveres, Mangas Colorado, nuestro jefe, convocó el consejo y vio que todos los guerreros estaban dispuestos a ir al sendero de la guerra contra México. Me nombraron para que pidiera ayuda a las demas trlbus.

Me dirigí a los Apaches Chokonen (Chiricahuas) y su jefe Cochise convocó un consejo desde el amanecer. Los guerreros se reunieron silenciosamente en un claro, en un valle pequeño junto a una montaña y se sentaron sobre el suelo formando círculo según su rango. Fumaron en silencio. A una señal del jefe, me levanté y presenté mi causa con estas palabras:

«Hermanos de raza, ya habéis oído lo que sin motivo nos han hecho los mexicanos. Sois parientes míos ?tíos, primos, hermanos?. Nosotros somos hombres, como los mexicanos; podemos hacerles lo mismo que nos han hecho. Vayamos a atacarles; yo os conduciré a su ciudad; les sorprenderemos en sus casas. Yo lucharé en la primera fila. Sólo os pido que me sigáis para vengar el daño que nos han hecho los mexicanos. ¿Querréis venir? Está bien. Vendréis todos.»

«No olvidéis la ley de la guerra. Los hombres pueden regresar, pero también puede que mueran. Si uno de estos Jóvenes muere, no quiero que sus hermanos de raza me culpen, porque ellos han decidido ir libremente. Si yo muero, que nadie me llore. Toda mi familia ha sido muerta en esta tierra y yo también moriré si es necesario.»

Volví a nuestro campamento a comunicar aquel éxito a nuestro jefe y volví a salir inmediatamente para el Sur, al territorio de los Apaches Nednis. Su jefe Whoa me escuchó sin decir palabra y dio orden de reunir en seguida al consejo, y cuando todos estuvieron presentes me indicó que hablara. Les dije lo mismo que les había dicho a los Chokonen y también prometieron ayudarnos.

Durante el verano de 1859, casi un año después de la matanza de Kas-ki-yeh, se reunieron las tres tribus junto a la frontera mexicana para marchar por el sendero de la guerra. Habían pintado sus rostros, ceñido sus bandas de guerra en sus frentes y aprestado sus largas cabelleras para el cuchillo del guerrero que les venciese. Habían puesto a sus familias a salvo en las montañas, cerca de la frontera. Un guerrero tenía la misión de velar por aquellas familias y se habían convenido varios puntos de cita para el caso de que fuera atacado el campamento.

Cuando todo estuvo a punto, los jefes dieron la señal de paríida. No habíamos llevado caballos y cada guerrero llevaba mocasines y un trozo de tela alrededor de la cintura. Esta prenda le servía de cobijo por la noche y le aseguraba una protección suficiente durante la marcha. Durante la lucha, cuando la pelea es dura, no nos gusta estar muy vestidos. Cada guerrero llevaba también víveres para tres días y, como cazábamos a menudo durante la marcha, nos nos falíaba alimento casi nunca. (…)

Cuando casi habíamos llegado a Arispe, levantamos nuestras tiendas y ocho hombres salieron de la ciudad a caballo para parlamentar con nosotros. Capturamos, matamos y cortamos la cabellera a aquellos hombres. Era seguro que después de aquello las tropas saldrían de la ciudad y, efectivamente, a la mañana siguiente nos atacaron. Las escaramuzas se multiplicaron durante todo el dia sin que eníabláramos un combate generalizado. Pero al caer la noche capturamos su convoy de avituallamiento y así tuvimos víveres en abundancia y más fusiles.

Aquella noche apostamos centinelas y permaneamos en nuestro campamento para descansar, ya que esperábamos un combate duro al dia siguiente. Por la mañana muy temprano los guerreros se reunieron para rezar?no para pedir ayuda, sino para tener fuerza v evitar las emboscadas y las añagazas deí enemigo.

Como lo habíamos previsto, hacia las diez de la mañana todas las tropas mexicanas salieron de la ciudad. Había dos compañías de caballería y dos de infantería. Reconocí a los soldados de caballería como los que habían asesinado a mi mujer y a mis hijos en Kas-ki-yeh. Se lo dije así a los jefes; ellos decidieron confiarme la dirección de la batalla.

Yo no era un jefe y no lo había sido nunca, pero me confiaron aquel honor por ser quien más había sufrido y vo decidí ser digno de tal confianza. Hice que los indios se colocaran en una depresión circular cerca del río. Los mexicanos avanzaron con la infantería en dos hileras; la caballería permanecía como reserva. Nosotros esíábamos a cubierto en el bosque y ellos avanzaron hasta llegar a unos cuatrocientos metros de nosotros, y allí se detuvieron y abrieron fuego. En seguida di la señal de ataque y al mismo tiempo envié algunos bravos a que hostigaran su retaguardia. Muchos cayeron alcanzados por mi mano v yo continué dirigiendo la carga. Muchos bravos murieron. La batalla duró cerca de dos horas.

Por último, no quedaban más que cuatro indios en medio del campo; yo mismo y otros tres guerreros. Ya no teniamos flechas y nuestras lanzas se habían roto en los cuerpos de nuestros enemlgos muertos. Ya sólo nos quedaban nuestras manos y nuestros cuchillos para luchar, pero todos los que habian luchado contra nosotros estaban muertos. Fue entonces cuando dos soldados armados corrieron hacia nosotros desde el otro extremo del campo. Mataron a dos de nuestros hombres y los dos que quedábamos corrimos a unirnos al resto de nuestros guerreros. Mi compañero fue muerto de un sablazo, pero yo conseguí llegar al lugar en que se encontraban nuestros guerreros, agarré una lanza y me di la vuelta. El que me perseguía falló su objetivo y se empaló en mi lanza. Me apoderé de su sable y me abalancé sobre el soldado que había matado a mi compañero. Lo trabé por medio del cuerpo y rodamos por el suelo. Le maté con mi cuchillo y rápidamente me volví a levantar blandiendo su sable y buscando nuevos soldados que matar. Ya no quedaban. Pero los Apaches ya habían visto. Sobre el campo ensangrentado, cubierto de cuerpos de mexicanos, se elevó el orgulloso grito de guerra de los Apaches.

Todavía cubierto por la sangre de mis enemigos, sujetando aún mi arma victoriosa, sumergido todavía en la felicidad que me había producido la batalla, fui rodeado por todos los bravos y proclamado jefe de todos los Apaches. Luego di la orden de quitar las cabelleras a los muertos.