Respaldo de material de tanatología

Como puedo decirle que está muriendo?, Manual para adultos que están cerca de

Dark Crow
Feb 25 2008, 12:33 AM

Ironicamente es mas pesado decirle a los padres que al ni?o, aunque en el caso de los adolescentes es extremadamente necesario ser cuidadoso.
Me ha tocado varios casos en que tuve que hacerlo.

CITA
TANATOLOG?A
?C?mo puedo decirle que est? muriendo?
Manual para adultos que est?n cerca de un ni?o que agoniza

Amar a alguien, es decirle: no morir?s.
GABRIEL MARCEL

Adriana P?rez Araiza
Daniel E. Chowell God?nez
?NDICE
Introducci?n 4
Capitulo 1.
El duelo o el proceso doloroso. 5
– El sufrimiento previo a la muerte 5
– ?Cu?les son las diferentes fases del sufrimiento previo a la muerte? 5
– El proceso de duelo en la familia. 6
Cap?tulo 2.
El ni?o y la muerte. 7
– El ni?o y su concepto de la muerte. 7
– El bebe (0 ? 1 a?o) 7
– El ni?o en edad de caminar (1 – 2 a?os) 7
– El ni?o en edad pre-escolar (2 ? 5 a?os) 7
– El ni?o en edad escolar (6 ? 11 a?os) 8
– El adolescente (12 en adelante) 8
Cap?tulo 3.
Hablar sobre la muerte. 10
– Hablar con el ni?o sobre la muerte. 10
– ?C?mo comunicarnos mejor? 10
– ?C?mo puedo hablar de su muerte con un ni?o? 11
– ?Es realmente importante tocar este tema con el ni?o? 12
– Sentimiento de culpa y verg?enza 12
– El miedo de que el dolor est? asociado con la muerte. 12
– El miedo a la separaci?n 12
– El papel de las creencias religiosas y culturales. 12
Cap?tulo 4.
Las necesidades psicosociales del ni?o agonizante y su atenci?n. 14
– Infancia normal 14
– Sensaci?n de seguridad 14
– Comunicaci?n, atenci?n y expresi?n de los miedos o la ira 14
– Depresi?n y tratamiento 14
– Necesidades espirituales 14
– Concreci?n de un deseo 15
– Autorizaci?n de los seres queridos para morir 15
– Consuelo al saber que no est?n solos en el proceso de la agon?a. 15
– Establecimiento de l?mites 15
Algunas estrategias para facilitar la despedida del ni?o. 15

Cap?tulo 5.
La familia del ni?o que muere. 17
El sentimiento de perdida de los hermanos y los amigos. 17
Bibliograf?a y Referencias 19

Introducci?n.

Hablar de la muerte en nuestra cultura no es nada f?cil. Tendemos a negar esta realidad como si fuese ajena a la vida, como si fuese una tragedia que ocurre por mala suerte, por desgracia.
Cuando por fin hablamos de la muerte, nos referimos mentalmente a conceptos como vejez, enfermedad o accidentes. Nunca pasa por nuestra mente que un ni?o pueda morir.
Y sin embargo, tambi?n los ni?os mueren. En nuestro pa?s, tan s?lo los menores de 1 a?o que murieron en 2001 representaron el 8 por ciento del total de muertes, sumando casi 36000 fallecimientos por diversas causas.* En edades de la 2? y 3? infancia, el c?ncer es la principal causa de muerte en la infancia en los pa?ses desarrollados despu?s de los accidentes.
Cuando se enfrentan a la muerte, puede ser que tambi?n los ni?os requieran cierto tipo de ayuda o apoyo para morir de mejor manera. Este es el objeto del presente manual. Ayudarte a ti, adulto, familiar o amigo, trabajador de la salud, maestro u orientador que est?s, por alguna raz?n, cerca de un ni?o que muere, para que a tu vez puedas ayudar a ese ni?o a cumplir bien con la ?ltima etapa de su vida. A salir de su capullo y convertirse en mariposa.
En las siguientes p?ginas encontrar?s algunos elementos que te ayuden a comprender esta realidad que en s? es muy dif?cil de aceptar; y as?, comprendiendo, te puedas acercar m?s al peque?o, estar ah?, con ?l o ella, y poder as? escucharle, saber lo que necesita y ayudarle en esta etapa en la que se resume su vida, en la que se est? despidiendo del mundo, de sus seres queridos, de la vida misma.
En el Cap?tulo 1 encontrar?s una descripci?n de lo que es el proceso de duelo, tanto para el ni?o agonizante como para su familia, de modo que puedas identificar en el ni?o que est?s acompa?ando el momento emocional que est? viviendo.
En el Cap?tulo 2 se revisan algunos conceptos que los ni?os tienen respecto a la muerte de acuerdo a su edad, de modo que puedas platicar con ?l desde su propia visi?n m?s f?cilmente. Al respecto, en el Cap?tulo 3 encontrar?s algunas sugerencias para hablar sobre la muerte con el ni?o.
En el Cap?tulo 4 se revisan las necesidades psicosociales del ni?o as? como unas sugerencias de lo que puedes hacer con el ni?o para facilitarle en esta etapa tener mayor calidad de vida y tambi?n el paso a la muerte.
Por ?ltimo, en el Cap?tulo 5 encontrar?s algunas sugerencias importantes sobre la familia y amigos del ni?o.

CAP?TULO 1
El Duelo o el proceso Doloroso.

Toda muerte es una separaci?n. Es la separaci?n definitiva, por la cual ya no estar? f?sicamente esa persona tan importante para alguien, para nosotros mismos. Es por eso que duele, y ese dolor y pena que sentimos es m?s por uno mismo que por el fallecido. Nos duele lo que ya no podremos decirle, lo que ya no podremos hacer juntos, lo que ya no podremos contemplar juntos…
Y en el caso de la muerte de un ni?o, nos duele la vida misma. Un ni?o es la imagen perfecta de la vida, del futuro. Es un s?mbolo de una vida que crece, que apenas empieza a desarrollarse, y que sin embargo, de repente se ve arrancada y marchita, como una flor fuera de su rama. Ya no podr? convertirse en un fruto. Ya no podr? madurar y dar semillas. Ha terminado.
Por eso duele tanto que un ni?o muera.
Pero la vida sigue. Sigue para los que se quedan, y por eso hay que pasar a trav?s del dolor para poder seguir adelante.
La muerte de un ni?o es considerada como un factor de riesgo para el duelo complicado; a pesar de la posible presencia de la aflicci?n anticipatoria ?el sentimiento de p?rdida antes de que se produzca el fallecimiento- y de los cambios graduales en la funci?n y estructura familiar que una enfermedad cr?nica provoca, lo cierto es que para el momento de la muerte y lo que esto significa, nadie est? preparado.
Por eso es necesaria una atenci?n tanto al ni?o que est? muriendo, como a la familia que le sobrevive.
A continuaci?n encontrar?s un esquema para planear y efectuar el apoyo tanto al ni?o que agoniza como a los familiares.

El sufrimiento previo a la muerte.

Generalmente se utiliza el concepto de duelo en lo que respecta a la familia y a los seres queridos de la persona agonizante, mientras que para referirnos al sentimiento del ni?o agonizante utilizamos el de Sufrimiento previo a la muerte.
Este sufrimiento puede iniciar cuando la muerte se convierte m?s que en una posibilidad, en un diagn?stico.
El sufrimiento tiene algunas etapas comunes que experimentan diferentes personas en la misma situaci?n. Sin embargo, dado que cada individuo y cada familia son diferentes, perciben el sufrimiento, la muerte y la enfermedad de una manera muy particular.

?Cu?les son las diferentes fases del sufrimiento previo a la muerte?

El sufrimiento y el duelo no tienen magnitudes espec?ficas ni restricciones de tiempo. Cada individuo expresa su sufrimiento y su sentimiento de p?rdida a su manera y en su propio tiempo.
El sufrimiento previo a la muerte puede incluir las siguientes fases, aunque no exclusivamente en este orden. Frecuentemente, el sufrimiento es una expresi?n que incluye cada una de estas fases o estados en tiempos, intensidades y ?rdenes m?ltiples.
? Fase I. En esta etapa, el individuo se da cuenta de que la muerte es inevitable y que no existe una cura posible. Generalmente, la tristeza y la depresi?n est?n relacionadas con esta primera etapa del sufrimiento.
? Fase II. La fase siguiente del sufrimiento previo a la muerte es la preocupaci?n por la persona agonizante. La preocupaci?n en un ni?o puede aumentar por s? mismo y por su temor a la muerte, o debido a las emociones que expresan los seres queridos que lo rodean.
? Fase III. En esta fase puede “ensayarse” la verdadera muerte. El proceso f?sico de la muerte y de lo que puede ocurrir despu?s de ?sta son las preocupaciones de esta etapa. Como consecuencia de alg?n sufrimiento previo a la muerte, el ni?o puede hacer la despedida de sus seres queridos y realizar una especie de testamento o expresar deseos que quiere cumplir a?n o en su funeral.
? Fase IV. En la ?ltima fase, La persona agonizante puede pensar en la vida despu?s de la muerte, y tambi?n intentar imaginar c?mo ser? la vida de sus seres queridos en su ausencia.

El proceso de duelo en la familia.

El sufrimiento suele dividirse en cinco etapas, que son ?tiles para identificar las emociones de cada miembro de la familia en particular, pero debemos recordar que cada persona reacciona a un evento doloroso de una manera ?nica, influyendo su edad, su relaci?n con el ni?o que muere, etc.
Para la atenci?n de la familia que est? perdiendo un hijo es muy probable que se requiera a un profesional, o bien, que la familia encuentre un espacio propicio para su propia atenci?n: grupos de apoyo, etc.
Las etapas del duelo son las siguientes:
? Negaci?n. La negaci?n es una etapa en la cual se cree que la muerte no ocurri?, o bien, antes de ?sta, que el diagn?stico terminal es err?neo. La persona puede estar aturdida o conmocionada. La negaci?n es una reacci?n de protecci?n ante un evento demasiado abrumador para enfrentarlo inmediatamente.
? Enojo. El enojo es la etapa en la cual la persona se encuentra muy alterada y enfadada porque la tragedia le ha sucedido a su familia. Las reacciones con enojo var?an de persona a persona, pudiendo llegar a la agresividad.
? Acuerdo. En esta etapa es muy com?n encontrarse con preguntas dirigidas a Dios como por ejemplo, “?Por qu? a mi hijo?” y “?Qu? hicimos para merecer esto?”. La culpa es el principal sentimiento en esta etapa. Los padres intentan recordar eventos o decisiones propias que puedan haber contribuido a la muerte de su hijo. Es importante recordar que ni usted ni su hijo son responsables de la muerte.
? Depresi?n o tristeza. En esta etapa ya no se niega la muerte del ni?o y es probable que los padres y los hermanos sientan una profunda tristeza. Esta reacci?n es normal y puede ir acompa?ada de cambios f?sicos como perturbaciones del sue?o o sue?o excesivo, cambios en el apetito o dificultades para concentrarse en actividades diarias simples.
? Aceptaci?n. La aceptaci?n es la etapa en la cual el individuo acepta la muerte y la incorpora como parte de su vida. La persona ha llevado a cabo una adaptaci?n a la p?rdida. Si bien esto no significa que no vayan a existir otros sentimientos, una vez que se llega a esta etapa, las familias suelen sentirse m?s confiadas para manejar sus vidas.

CAP?TULO 2.
El ni?o y la muerte.

El ni?o y su concepto de la muerte.

Algo que nos puede facilitar el acercarnos a un ni?o que est? muriendo y platicar con ?l o ella sobre su situaci?n y c?mo la est? viviendo, es tener una idea general sobre qu? es lo que nos podemos encontrar sobre lo que este ni?o o ni?a piensa o se imagina sobre la muerte.
En primer lugar tenemos que estar conscientes de que el concepto de muerte es algo que se va construyendo a partir de los bloques o ladrillos que la familia y la cultura particulares de cada quien le va aportando, pero que este proceso de construcci?n depende tambi?n de las herramientas cognitivas que el ni?o va desarrollando en su proceso de crecimiento y desarrollo psicol?gico.
Pero lo m?s importante ser?, luego de entender lo anterior, tratar de conocer el punto de vista del ni?o que estamos atendiendo.
Para ello ser? imprescindible un acercamiento profundo, mediante la comunicaci?n abierta, como veremos en el siguiente capitulo, pero no est? de sobra el revisar los conceptos que han surgido de la investigaci?n en este campo, acerca de qu? es lo que los ni?os piensan respecto de la muerte, para as? poder entender mejor qu? es lo que nuestro ni?o o ni?a piensa y siente de su muerte.

El beb?. (0 ? 1 a?o)

Para un beb?, la muerte no es un concepto real. Sin embargo, los beb?s reaccionan frente a la separaci?n de uno o ambos padres, a los procedimientos dolorosos y a cualquier alteraci?n de su rutina. Un beb? con una enfermedad terminal requiere tanto cuidado f?sico y emocional como cualquier otra persona para lograr un entorno c?modo. Mantener una rutina constante es importante para el ni?o y las personas que est?n a su cargo. Los beb?s no pueden comunicar sus necesidades verbalmente, pero utilizan otras formas, como el llanto para mostrar su incomodidad y sus sentimientos.

El ni?o en edad de caminar. (1 ? 2 a?os)

Para el ni?o en edad de caminar, la muerte tiene muy poco significado, de hecho, para algunos, es algo temporal y reversible. La persona que muere puede a?n comer, ir a la escuela o a trabajar, etc.
Lo que s? sucede es que pueden percibir la ansiedad de las emociones de quienes los rodean. Cuando los padres o los seres queridos de un ni?o en edad de caminar est?n tristes, deprimidos, asustados o enojados, los ni?os intuyen estas emociones y manifiestan preocupaci?n o miedo. Los t?rminos “muerte”, “para siempre” o “permanente” pueden no tener un valor real para los ni?os de esta edad. Aun contando con experiencias previas con la muerte, el ni?o puede no comprender la relaci?n entre la vida y la muerte.

El ni?o en edad pre-escolar (2-5 a?os)

Los ni?os en edad pre-escolar pueden comenzar a comprender que la muerte es algo que atemoriza a los adultos. En esta edad se percibe a la muerte como temporal, justo como en las historietas o los dibujos animados y como en sus juegos. Con frecuencia, la explicaci?n sobre la muerte que recibe este grupo es “se fue al cielo”. La mayor?a de los ni?os de esta edad no comprende que la muerte es permanente, que cada persona y cada ser vivo finalmente muere, ni que los seres muertos no comen, no duermen ni respiran.
La experiencia con la muerte con la que cuentan est? influenciada por aquellos que los rodean. Pueden preguntar “?por qu??” y “?c?mo?” se produce la muerte. El ni?o en edad pre-escolar puede sentir que sus pensamientos o acciones han provocado la muerte y, o la tristeza de quienes lo rodean, y puede experimentar sentimientos de culpa o verg?enza.
Cuando un ni?o en edad preescolar se enferma gravemente, puede creer que es su castigo por algo que hizo o pens?. No comprende c?mo sus padres no pudieron protegerlo de la enfermedad.

El ni?o en edad escolar. (6-11 a?os)

Los ni?os en edad escolar desarrollan un entendimiento m?s realista de la muerte, en el sentido de que se trata de algo irreversible y definitivo. Aunque la muerte puede ser personificada como un ?ngel, un esqueleto o un fantasma, el ni?o ya comienza a comprender la muerte como permanente, universal e inevitable. Pueden manifestar mucha curiosidad sobre el proceso f?sico de la muerte y qu? ocurre despu?s de que una persona muere. Es posible que debido a esta incertidumbre los ni?os de esta edad teman su propia muerte. El miedo a lo desconocido, la p?rdida de control y la separaci?n de su familia y amigos pueden ser las principales fuentes de ansiedad y miedo relacionadas con la muerte en un ni?o en edad escolar.

El adolescente. (12 y m?s a?os).

Al igual que con las personas de todas las edades, las experiencias previas y el desarrollo emocional influyen en gran medida en el concepto de la muerte de un adolescente.
Independientemente de haber o no tenido experiencias previas con la muerte de un familiar, un amigo o una mascota, la mayor?a de los adolescentes comprende el concepto de que la muerte es permanente, universal e inevitable.
Es durante el per?odo de la adolescencia cuando la mayor?a de los ni?os comienza el proceso de establecer su identidad, su independencia y la relaci?n con gente de su misma edad.
Un tema predominante de este per?odo es el sentimiento de inmortalidad o de estar exento de la muerte. Cuando la muerte se vuelve una amenaza real para ellos, todos sus objetivos de destrozan. Las actitudes negativas y desafiantes pueden cambiar de repente la personalidad de un adolescente que se enfrenta a la muerte. Puede sentir no s?lo que ya no pertenece o no encaja con sus amigos, sino que tampoco puede comunicarse con sus padres.
Otro concepto importante entre los adolescentes es la imagen que ellos tienen de s? mismos. Una enfermedad terminal y, o los efectos del tratamiento pueden provocar muchos cambios f?sicos que enfrentar. El adolescente puede sentirse solo en su lucha, temeroso y enojado.
Con esta visi?n general sobre la evoluci?n del concepto de muerte en los ni?os hasta los adolescentes, es importante que nos percatemos de que los ni?os de todas las edades responden a la muerte de una manera particular, pero todos necesitan apoyo y lo demuestran de una u otra manera, sea con llanto, con cambios de conducta bruscos o bien, acerc?ndose y pidi?ndolo.
En particular, cuando una persona de cualquier edad, sobre todo un ni?o, se enfrenta a su muerte, necesita de alguien que le escuche, le tranquilice y disipe sus miedos.
LA VIDA
Elizabeth, mi sobrinita, entr? sigilosamente a mi rec?mara, para despedirme.
Mir?ndome fijamente, me pregunt?:
– T?a ?es cierto que te vas?
– Me voy, Elizabeth.
– Entonces me quedo a dormir aqu? contigo.
– Est? bien.
Elizabeth corri? a traer su libro ?La vida de las plantas?. Me lo abri? para que yo le leyera.
Pronto Elizabeth iba a cumplir los cinco a?os de edad.
Comenc? a leer.
Inesperadamente Elizabeth clav? sus ojos en los m?os, y me pregunt?:
– La vida de las plantas; t?a ?qu? es la vida?
– Es dif?cil explic?rtelo, Elizabeth; la vida es el tiempo que pasa entre el momento en que naciste y el momento en que mueres.
-?Nada m?s, t?a?
– Nada m?s, Elizabeth.
– Y, cuando yo me muero ?ya no soy nada?
– Ya no ser?s nada.
– ?C?mo cuando una planta en invierno se seca?
– M?s o menos
– Pero en primavera la planta despierta y tiene flores de nuevo.
– Elizabeth, para nosotros no es as?; cuando t? mueres, mueres para siempre.
– ?Tambi?n t? mueres para siempre, t?a?
– S?; y tambi?n t?, Elizabeth.
– Pero t?a, esto no es posible.
– Si, Elizabeth, es posible.
– Pero no es justo.
– No es justo; pero ahora du?rmete, por favor.
– Si, Si, me duermo, t?a; pero lo que tu me dices no es cierto; cuando yo me muera, si me secar?, pero nacer? de nuevo; la vida no es lo que t? me dices, t?a; es otra cosa.

(O. Fallaci)
CAP?TULO 3.
Hablar sobre la muerte

Hablar con el ni?o sobre la muerte.

Los ni?os, como cualquier persona, necesitan informaci?n honesta y clara sobre su estado de salud y su probable proceso de agon?a.
El objetivo final al hablar con un ni?o agonizante sobre la muerte es brindarle la mayor comodidad posible e intentar disipar sus miedos. Si el ni?o no est? preparado para hablar sobre la muerte, la mejor actitud de los padres y de las personas que lo cuidan es esperar hasta que lo est?.
La parte m?s importante en el proceso de ayudar a una persona a bien morir es la de la comunicaci?n con esta persona.
Se trata no solo de ?platicar?, sino de estar, de tratar de comprender a esa persona como si uno fuera ella misma, sin dejar de ser uno.
Si repasamos nuestra historia personal, podremos encontrarnos con alg?n evento en el cual nos sentimos realmente escuchados, comprendidos por otra persona; alguien a quien pudimos tratar de explicarle c?mo nos sent?amos o lo que est?bamos pensando y sentimos que realmente nos comprendi?.
Pues de eso se trata, y no es que s?lo algunas personas tengan el don para entender a otras, se trata de una habilidad, y como tal, se puede desarrollar y ejercitar.

?C?mo comunicarnos mejor?

Tomemos en cuenta que al comunicarnos, no solo intercambiamos ideas y puntos de vista a nivel l?gico, sino tambi?n, sentimientos, estados de ?nimo, emociones y actitudes en una escala mucho mayor que la que imaginamos.
Esto sucede b?sicamente en dos formas de comunicaci?n: la Verbal y la No ? verbal.
Por comunicaci?n Verbal entendemos propiamente el discurso que establecemos oralmente: las ideas son transmitidas as?.
En Comunicaci?n No verbal agrupamos tanto la postura del cuerpo, la mirada, la expresi?n facial, el tono de voz, la velocidad de las palabras, la cercan?a de los cuerpos de los interlocutores, etc. Con todo esto estamos transmitiendo y recibiendo el componente afectivo de la comunicaci?n: actitudes, emociones, sentimientos.
A este tipo de comunicaci?n es al que hay que poner especial atenci?n para mejorar nuestra ?Escucha? cuando interactuemos con una persona agonizante, y en general, cuando queramos de verdad entender lo que otro ser humano est? tratando de comunicarnos.
Carl Rogers, un psic?logo norteamericano muy influyente, delineo adem?s tres actitudes b?sicas de la persona que sabe escuchar en un ambiente terap?utico, es decir, en el cual se pretende que la persona cambie y mejore su propio funcionamiento interpersonal, pero que se puede traspolar a cualquier relaci?n humana:
1. Aceptaci?n positiva incondicional. Esto significa que no importa lo que nosotros pensemos de lo que la persona nos est? comunicando, igual aceptamos a la persona, somos capaces de acoger emocionalmente y de manera positiva a esa persona. Aunque lo que nos cuente sea desagradable, o bien, no compartamos su opini?n, lo que nos interesa es la experiencia de la persona y la persona misma, que est? por encima de la simple experiencia y de nuestros juicios.
2. Empat?a. con esta actitud, Rogers quiere decir que al escuchar, intentemos ponernos en el mismo nivel de la persona que nos platica, es decir, tratamos de escuchar y al mismo tiempo sentir como si fuese yo mismo esa persona, sin perder de vista que no lo soy. No dejo de ser yo, pero quiero ponerme en su lugar para entenderle mejor y saber porqu? usa justo esas palabras, porqu? dice lo que dice y calla lo que calla. ?qu? quiere decir con un suspiro? ?qu? quiere expresar con este silencio?
3. Autenticidad. Convertir la experiencia de relaci?n con la persona moribunda en una profunda comunicaci?n humana requiere que no perdamos de vista que somos nosotros mismos una persona en s?, que somos ?nicos, conscientes, libres. Y que lo que estamos compartiendo nos genera nuestros propios sentimientos, y en base a ellos reaccionamos de manera aut?ntica. En ocasiones nos sentiremos tristes o conmovidos con lo que escuchamos y compartimos. Si somos aut?nticos, sabremos expresar estos sentimientos para profundizar en la relaci?n.
Respecto de la Comunicaci?n Verbal en la que se formulan las ideas, es necesario considerar, como ya lo se?alamos en el cap?tulo anterior, que los ni?os tienen su propio concepto de la muerte de acuerdo a su propia evoluci?n psicol?gica. Por lo mismo, no vamos a esperar un intercambio de ideas desde nuestra propia l?gica, sino desde la de cada ni?o en particular.
Lo que s? vamos a hacer es poner mucha atenci?n en lo simb?lico.
La muerte es uno de los misterios m?s grandes de la vida. Pero no es ajeno a quien est? acerc?ndose a ?l en su propia experiencia. Por eso, trat?ndose de asistir a alguien en su muerte, quien ?ayuda? es el aprendiz y quien est? muriendo es el maestro. As? tenga tres o noventa a?os de edad.
Y como es un misterio, no puede ponerse en palabras concretas, menos si quien lo est? exponiendo es un ni?o. Por eso se recurre tanto al lenguaje simb?lico; y por eso es tan necesario poner atenci?n a los ritos, dibujos, juegos, escritos o cualquier otro medio que el ni?o utilice para expresar lo que est? viviendo.

?C?mo puedo hablar de su muerte con un ni?o?

Es necesario, seg?n la edad del ni?o, tomar en cuenta lo siguiente al hablar con ?l o con ella sobre la muerte.
Los beb?s no poseen habilidades ling??sticas; sin embargo, reaccionan al bienestar f?sico. Cuando un beb? agoniza, una caricia y un abrazo reconfortantes son tan importantes para ?l como para aqu?l que lo cuida. La comunicaci?n del amor se puede expresar mediante una caricia suave y un abrazo tierno.
Para los ni?os que comienzan a caminar y los ni?os peque?os, se debe utilizar un lenguaje concreto. Se deben evitar t?rminos confusos para describir la muerte, como por ejemplo, “dormir” y “desaparecer”. Un ni?o puede tener miedo de dormirse si asocia la idea de dormir con la muerte.
Los ni?os peque?os pueden hacer preguntas muy directas sobre la muerte, si tienen la oportunidad; y es importante ser honesto y consecuente con las respuestas. Si hacen una pregunta para la cual se desconoce la respuesta, es preferible admitirlo, y no inventar una. Los ni?os pueden detectar la mentira en una respuesta desde muy temprana edad. Tambi?n pueden recibir informaci?n poco consecuente si las respuestas de diferentes personas son enga?osas o evitan la verdad.
Los adolescentes pueden querer hablar sobre la muerte con un amigo u otra persona que no sean sus padres. Se debe fomentar la comunicaci?n de cualquier manera que pueda ayudar al joven a expresar sus miedos y preocupaciones.

?Es realmente importante tocar este tema con el ni?o?

Para una persona adulta, la muerte de otros siempre refiere a la propia muerte. Consciente o inconscientemente, cuando nos enfrentamos a la persona moribunda nos damos cuenta de nuestra propia finitud y mortalidad. Por eso es tan dif?cil enfrentar esta situaci?n y m?s a?n, hablar de la muerte con la persona que est? muriendo.
Pero es necesario. Y es importante para esa persona. Por eso, quien ayuda debe primero admitir y aceptar la muerte en s?. Y saber que le va a doler y que puede no ser agradable estar ah? mientras otro, un ni?o o una ni?a, a quien preferir?amos ver jugando y riendo, est? muriendo en una cama.
En eso consiste la dif?cil tarea de ayudar a bien morir. Ahora bien, la ayuda al ni?o puede convertirse f?cilmente en la ayuda a la familia, por la cercan?a que seguramente habr? de ella.
Por eso es importante evaluar los conceptos y creencias del ni?o y de su familia acerca de la muerte y la vida despu?s de ?sta cuando se establece una comunicaci?n con ellos. Los ni?os pueden experimentar miedos y preocupaciones que no expresan porque no se sienten c?modos o porque no saben c?mo hacerlo.
Entre algunas de estas preocupaciones, se incluyen las siguientes:

Los sentimientos de culpa y de verg?enza.

Los ni?os pueden creer que sus pensamientos han provocado la enfermedad o la muerte que est? causando la tristeza de todos. Es importante hablar con el ni?o acerca del hecho de que los m?dicos y las enfermeras no siempre pueden evitar la muerte y, adem?s, asegurarle que los malos pensamientos no pueden causar la muerte y que ?l no ha hecho nada malo para provocar la muerte o la enfermedad.

El miedo de que el dolor est? asociado con la muerte.

Al confrontar estos temores, es importante explicarle al ni?o el uso de los medicamentos para controlar el dolor. Recu?rdale que la muerte en s? no es dolorosa.

El miedo a la separaci?n.

Este tema puede tratarse recurriendo a las creencias religiosas o culturales espec?ficas relacionadas con el cuerpo, el alma o el esp?ritu. Tranquiliza al ni?o afirm?ndole que no estar? solo en el momento de la muerte.

El papel de las creencias religiosas y culturales.

Estas creencias influyen en gran medida en la experiencia de la muerte y los ni?os son especialmente sensibles a las connotaciones espirituales de la muerte y a la interpretaci?n que de ella se hace en la religi?n.
Precisamente por el car?cter simb?lico que tiene el lenguaje religioso, si la familia de un ni?o que est? muriendo lo ha educado en alguna tradici?n religiosa, ser? mucho m?s f?cil hablar con ?l o ella de su propia muerte recurriendo a este lenguaje.
Los padres, los miembros de la comunidad religiosa de la familia, los ministros y los sacerdotes pueden desempe?ar un papel importante al momento de explicarle el concepto de muerte a un ni?o.
Es importante la congruencia en la comunicaci?n de las creencias de la familia sobre la muerte y la vida despu?s de ?sta. El hecho de compartir estas creencias con las dem?s personas que cuidan del ni?o puede limitar su confusi?n.
Esto es particularmente importante para evitar reacciones discordantes, por ejemplo, entre el padre de un ni?o que muere, que ha aceptado este hecho y la mam? del ni?o, que a?n est? en una etapa de negaci?n o de coraje contra este suceso; que por lo mismo reaccionar?n muy diferente frente al ni?o, caus?ndole mayor problema a ?l.
Al respecto, es necesario comentar que los ni?os, a diferencia de los adultos, no est?n tan apegados a cosas de la vida, a bienes y a las mismas personas, por lo que para ellos, desprenderse de la vida no es una tarea tan dif?cil como lo es para los adultos. Es por ello que los adultos que quieren ayudar a un ni?o deben estar conscientes de esto para que sus propios apegos al ni?o y a lo que le representa (el futuro, la vida misma, etc.) no obstaculicen el proceso de despedida del ni?o. Porque a esto s? es muy sensible un ni?o: a los sentimientos de quienes le rodean. Y si perciben que con su muerte est?n ?lastimando? a alguien, cuanto m?s si es a alguien que ellos quieren, experimentar?n m?s dificultades para dejarse morir, para despedirse.
En el siguiente cap?tulo encontraremos algunas pistas m?s sobre las necesidades psicosociales del ni?o que agoniza, las cuales nos dar?n una mejor idea de qu? es lo que podemos hacer al respecto.

CAP?TULO 4.

Las necesidades psicosociales del ni?o agonizante y su atenci?n.

Un ni?o que padece una enfermedad terminal experimenta la misma necesidad de afecto, apoyo emocional y de realizar actividades normales que cualquier otra persona que debe afrontar la muerte. El amor, el respeto y la dignidad son factores importantes en el cuidado de un ni?o agonizante. A continuaci?n se describen algunas de las necesidades psicosociales de un ni?o agonizante que deben tenerse en cuenta para mejor asistirle:

Infancia normal.

Es muy importante para el ni?o no sentirse ?raro? y diferente de otros ni?os al grado de saberse aislado. Participar en actividades adecuadas para su edad como por ejemplo, juegos infantiles y asistir a una fiesta (u organizarle una, aunque sea en la sala de hospital) en la medida de sus posibilidades le ayudar?n mucho.

Sensaci?n de seguridad.

Para un ni?o, su ambiente b?sico es su casa y saberse rodeado de su familia. Si tiene que estar hospitalizado, es conveniente que pueda llevarse alg?n juguete o que se pueda decorar su habitaci?n como ?l o ella lo prefieran a fin de que se sienta m?s seguro y confortable.

Comunicaci?n, atenci?n y expresi?n de los miedos o la ira.

El ni?o debe tener la posibilidad de contar con alguien con quien pueda hablar acerca de sus temores, alegr?as y enojos sin que se le reprima, o con quien simplemente pueda conversar.
Uno de los miedos que habitualmente experimentan los ni?os agonizantes es la soledad en el momento de la muerte. Escucharlos es la mejor manera de ayudarlos. Tambi?n es importante aceptar que el ni?o puede no sentir deseos de hablar acerca de la muerte.

Depresi?n y retraimiento. .

Los diversos cambios f?sicos que se producen antes de la muerte pueden obligar al ni?o a depender de otras personas para llevar a cabo incluso las tareas m?s simples. La p?rdida de control y la depresi?n pueden conducir al retraimiento. Por lo tanto, es necesario aceptar estos sentimientos y no forzar la comunicaci?n.

Necesidades espirituales.

Las necesidades espirituales y culturales deben ser respetadas y satisfechas. Los ritos que permiten al ni?o y a su familia tanto sea recordar, agradecer y expresar gratitud, como confiar en la presencia de Dios durante la experiencia y despedirse, son formas de sobrellevar la transici?n entre la recuperaci?n y la aceptaci?n de la muerte. El contenido y la precisi?n de la informaci?n que se le proporciona al ni?o depende de la cultura y el origen ?tnico de la familia.
Concreci?n de un deseo.

Algunas organizaciones aportan fondos para que los ni?os que padecen una enfermedad grave o terminal puedan cumplir un “deseo”. Si es posible, ayude al ni?o a decidir qu? le gustar?a hacer antes de morir. Ir de compras, viajar a Disney World, tener una computadora nueva o conocer a una personalidad famosa son algunos de los principales “deseos”. Si el ni?o est? en condiciones de participar activamente, se deben tomar todas las medidas necesarias para ayudarlo. La concreci?n de esos deseos suele ofrecer maravillosos recuerdos a las familias de los ni?os que padecen una enfermedad terminal.

Autorizaci?n de los seres queridos para morir.

Algunos ni?os parecen necesitar que se les “autorice” a morir. Muchos temen que su muerte lastime a sus padres y les produzca un gran dolor. Se ha observado que los ni?os suelen aferrarse a la vida, a pesar del dolor y el sufrimiento, hasta que obtienen la “autorizaci?n” de sus padres para morir. Este hecho tambi?n ocurre en el caso de un adulto agonizante. A veces, los padres no son las personas m?s indicadas para otorgar esta autorizaci?n. Es posible que una persona que comparta una estrecha relaci?n tanto con los padres como con el ni?o, cumpla esta funci?n m?s adecuadamente.
Si durante tus encuentros con el ni?o reconoces que ?l o ella est? en esta situaci?n, procura buscarle una soluci?n, pues se trata de un factor que eleva el sufrimiento que de por s? ya est? experimentando el ni?o en su agon?a.

Consuelo al saber que no est?n solos en el proceso de la agon?a.

Generalmente, el ni?o agonizante necesita tener la certeza de que no morir? solo y de que no ser? olvidado. Esta necesidad humana b?sica aparece muy pronto, pero es dif?cil de expresar.
Sus padres y seres queridos deben asegurarle que, cuando llegue el momento, ellos permanecer?n junto a su cama. Si bien ?sta suele ser una promesa dif?cil de cumplir, deben tomarse todas las medidas necesarias para que sea posible abrazar o tocar al ni?o cuando muera. La presencia de las personas m?s cercanas beneficia tanto al ni?o como a quienes se encargan de su cuidado.

Establecimiento de l?mites.

Sobre todo en edades desde los 6 a?os y hasta la adolescencia, los ni?os necesitan de sus padres que les pongan los l?mites a sus actos y a sus sentimientos que les hagan sentirse que alguien les cuida y se interesa por ellos. Los padres no deben dejar de cumplir esta funci?n por m?s que la culpa o el sufrimiento les inclinen m?s a cumplir todos los caprichos del ni?o, pues de hacer as?, el ni?o podr?a sentirse fuera de control.

Algunas estrategias para facilitar la despedida del ni?o.

Es importante que el ni?o pueda tener en la medida de lo posible los m?nimos cambios, en su entorno; en las relaciones que tiene con sus familiares y en sus actividades, esto le facilitara resolver su propio duelo; sin embargo, tambi?n es importante que se le pueda motivar al ni?o a dibujar, escribir cuentos, narrar historias, jugar con t?teres, escribir un diario, etc., es decir, fomentar la expresi?n simb?lica de lo que est? viviendo.
Otra forma de que el ni?o pueda ir despidi?ndose de la vida, es elaborar una carta para sus seres queridos, en donde les pueda decir su sentir y su pensar. Adem?s puede realizar su testamento para asignar quien se quedar? con sus juguetes, su ropa, y sus dem?s pertenencias, que incluso pueden ser simb?licas: el rinc?n del jard?n, la casita en el ?rbol…
Como ya se ha mencionado es importante que alguna persona lo est? acompa?ando y pueda estar al pendiente de estas necesidades del ni?o, ayud?ndole tambi?n a no sentirse solo.

CAP?TULO 5.

La familia del ni?o que muere

La muerte de un ni?o ejerce un profundo efecto emocional sobre la familia y sus miembros. Los sentimientos de culpa y enojo son frecuentes, observ?ndose un desplazamiento de la hostilidad y agresividad provocada hacia el c?nyuge, hermanos del ni?o enfermo, miembros del personal hospitalario u otras personas conocidas.
Si el entorno paternal ha sido demasiado protector y se busca -mediante determinadas conductas- la sustituci?n del ni?o perdido, se puede estimular artificial e inadvertidamente que los hermanos traten de sustituir al hermano que fallece en su comportamiento, perturbando as? su propio desarrollo.
Por otra parte, cuando una familia pierde a un ni?o, es posible que pierda tambi?n un lazo de uni?n; la familia puede haber utilizado la enfermedad del ni?o y sus complicaciones secundarias como un medio de evitar problemas mutuos y conflictos no relacionados con la enfermedad. Con la muerte del ni?o, y ante la imposibilidad de recurrir a estos modelos desviados, la familia debe, por consiguiente, enfrentarse a los hechos de forma adaptativa y directa, buscar otras alternativas para evitar el conflicto o desintegrarse.
La muerte de un ni?o y su impacto sobre la familia exige un abordaje multidisciplinario ante las graves consecuencias que conlleva sobre el duelo de cada uno de los supervivientes, particularmente si existen otros ni?os peque?os. Por eso es importante canalizar a la familia con alg?n profesional especializado en Tanatolog?a y/o con una formaci?n en terapia familiar que les pueda ayudar a resolver esta complicada situaci?n.
Por su importancia y por la posibilidad real de promover una resoluci?n del duelo, mencionamos algunas caracter?sticas de este proceso en los hermanos.

El sentimiento de p?rdida de los hermanos y los amigos.

Es importante recordar y tratar el impacto que tiene la muerte del ni?o en sus hermanos. La mayor?a de los ni?os pueden superar el trauma de la muerte de un hermano si se les brinda el apoyo y el tiempo necesarios.
Muchos ni?os experimentan sentimientos intensos de culpa ante la muerte de un hermano. El ni?o que ha muerto suele ser idealizado y esto provoca sentimientos de inferioridad y descuido hacia ?l o los hermanos que sobreviven. Estos hermanos frecuentemente estuvieron rodeados por la muerte, la enfermedad y la angustia de todos los miembros de la familia, en especial de los padres, durante la experiencia del hermano agonizante. Muy frecuentemente se protege a los hermanos menores de un ni?o con una enfermedad terminal de algunas de las experiencias asociadas con la muerte. A veces, se les proh?be visitar al ni?o agonizante o participar de las ceremonias religiosas y culturales, e incluso, es probable que se les niegue asistir al funeral. Sin embargo, todas estas experiencias pueden contribuir con la aceptaci?n y pueden hacer que la culpa del hermano sobreviviente sea menos onerosa.
Los compa?eros de clase y los amigos cercanos del ni?o que muere pueden experimentar el proceso de sufrimiento de diversas maneras. Muchos ni?os pueden no haber experimentado nunca la muerte de una persona de su edad a causa de una enfermedad o un accidente.
A cualquier edad se eval?a la idea de nuestra propia mortalidad y el prop?sito en la vida cuando alguien muy cercano fallece. Algunos ni?os pueden sentir que ellos tambi?n podr?an morir pronto. Incluso pueden sentirse culpables, al igual que la expresi?n de sufrimiento de los hermanos. El amigo de un ni?o agonizante tambi?n necesita tiempo y apoyo emocional para superar el sufrimiento de la p?rdida de un amigo, un vecino o un compa?ero de clase.
Una estrategia posible y sencilla es la de integrar a estos amigos del ni?o a las actividades de la familia, a las visitas al hospital mientras el ni?o a?n vive o bien, a alg?n evento conmemorativo cuando ya ha fallecido. Sin ser sustitutos, los amigos de los ni?os ayudan a los padres a recordar los buenos momentos con sus hijos y la familia de su amigo ayuda a los otros ni?os a sentirse cercanos al compa?ero que han perdido.
Una observaci?n importante que es necesario hacer en estas ocasiones con algunos pap?s es que, si tienen otros hijos, no los desatiendan por dedicarse exclusivamente al hijo enfermo. Ellos tambi?n necesitan de sus pap?s y no es justo que pierdan su cari?o y cuidados porque un hermano ha enfermado. En todo caso es necesario que se encuentre el equilibrio que permita que los hermanos se involucren en el cuidado del enfermo y en la atenci?n de la casa mientras los padres se dedican a hacer lo necesario por su hijo enfermo.
Los hermanos pueden involucrarse en el cuidado de su hermano; puede asign?rseles tareas espec?ficas para su cuidado, como llevarle su juguete favorito y jugar con ?l, o bien servirle la comida y ayudar a que su hermano se alimente.

BIBLIOGRAF?A Y REFERENCIAS

Hay algunos libros que te pueden servir para ampliar tus conocimientos y herramientas en torno a ayudar a bien morir a un ni?o o bien, a superar su duelo.
KROEN William, C?mo ayudar a los ni?os a afrontar la p?rdida de un ser querido, Espa?a, Ed. Oniro. (2002).
Este es un manual excelente para adultos que est?n cerca de un ni?o que ha perdido a un ser querido, pueden ser los pap?s o alg?n otro.
KUBLER ? ROSS, Elizabeth, Una luz que se apaga, M?xico, Ed. Pax M?xico. (2001).
En este texto, E. K?bler ? Ross se dirige a los padres que han perdido un hijo para ayudar a que encuentren paz y tranquilidad tras esta dolorosa experiencia.
LARSON Hall, Repentinamente sola, M?xico, Ed. Ariadne. Adapt. de Lilia Granillo. (1999).
Se trata de un libro adaptado al espa?ol con mucha dedicaci?n por una mujer que se divorcia y encuentra en ?l una ayuda efectiva. Los consejos pueden aplicarse a cualquier situaci?n de duelo.
ROCCATAGLIATA, Susana. Un hijo no puede morir. Ed. Grijalbo
SLAIKEU Karl, Intervenci?n en crisis. Manual para pr?ctica e investigaci?n, M?xico. Ed. Manual moderno. (1996).
Se trata de un manual te?rico ? pr?ctico para quien interviene en distintas crisis. Excelente como referencia para profesionales de la salud mental.
SULLIVAN EVERSTINE Diana y Everstine Louis, Personas en crisis, M?xico, Ed. Paz M?xico. (2000)
Si est?s interesado en ayudar a personas en crisis, este es un libro de referencia obligado.
ZANUSO Hermenegildo, Cu?ntame un ejemplo… colecci?n de 367 cuentos y an?cdotas con ense?anza cristiana, M?xico, Ed. Buena prensa, A. C. (2002).
Una colecci?n de relatos que te pueden ayudar para aplicarlos en distintas circunstancias durante el proceso de duelo y en otras ocasiones en la vida.

El Internet es un excelente recurso para encontrar informaci?n respecto al duelo y la tanatolog?a. Algunas p?ginas con documentos interesantes al respecto son:

www.compassionatefriends.org
www.mmhs.com
www.zonapedi?trica.com
www.vivirlaperdida.com
http://tanatologia.org/tanatologia/ninos.html
www.homestead.com/montedeoya/duelos.html

Las pel?culas tambi?n pueden ense?arte sobre el tema.

Gente como uno.
Trata sobre como la muerte de un hermano adolescente afecta a su familia, en especial a su otro hermano; en esta pel?cula podemos ver tanto la afectaci?n emocional en el sistema familiar, como lo que sucede a la pareja cuando han dejado de amarse y se mantienen unidos por los hijos.

Amigos para siempre.
El protagonista de la pel?cula es un ni?o infectado por HIV ?SIDA y la trama se desarrolla con todas las vivencias que ?l tiene junto con su ?nico amigo en la ?ltima parte de su vida.

Un milagro para Lorenzo.
Esta pel?cula trata de c?mo los padres se desviven para encontrar la cura a una enfermedad de su hijo. En ella podemos entender los motivos y el sufrimiento de los padres cuando un hijo se ve amenazado por la muerte.

INEGI. Defunciones generales por grupo de edad y sexo. P?gina web

Carta para un niño con Cáncer

http://kubler-rosscartaparaunnio.blogspot.com/

ELIZABET K?BLER-ROSS (1926-2004) fue doctora en Medicina y Psiquiatr?a. Naci? en Suiza, donde estudi? Medicina, y participo como voluntaria junto con los equipos americanos en la recuperaci?n del campo de concentraci?n de Meidaneck (Polonia) tras su liberaci?n.
Este hecho defini? su posterior inter?s por el comportamiento de las personas conocedoras de la inminencia de su muerte. Trabaj? en Estados Unidos durante 25 a?os ,en las secciones de enfermos terminales de distintos hospitales.
Sus libros traducidos a mas de 25 idiomas y con millones de ejemplares vendidos, la han convertido en una de las autoras mas le?das de los ?ltimos a?os

Manual para padres de niños autistas

De: Alias de MSNMyrna67582  (Mensaje original) Enviado: 23/09/2005 20:03

se Transcribe Manual avanzado para padres de niños autistas.doc

Francisco Javier Garza Fernández, Autor
Manual avanzado para padres de niños autistas
De la aceptación a la vida útil

Director Gerente, Julio César Salamanca
Revisión Editorial Lyria Esperanza Perilla Toro Centro de Información Psicológica
Diagramación y Composición Digital John Henry A. Valencia
ISBN: 958-33-6365-0
ÍNDICE

PRÓLOGO
I. INTRODUCCIÓN AL AUTISMO
Características del autista
Hechos comprobados
La etiqueta del autismo
Autismo y Síndrome de Asperger
Tratamientos para el autismo
Cuidado con los farsantes
II. COMPRENDIENDO AL AUTISTA
“Pensando en imágenes”
Discriminación auditiva selectiva
Prosopagnosia
Ceguera mental
Auto estimulación
¿Los autistas tienen sentimientos?
¿Qué me diría un autista?
III. PATERNIDAD: CALIDAD DE VIDA
¿Aceptar o elegir?
Los miserables
Juegos extraños
¿Por qué son tan tiernos nuestros hijos?
Decidido a ser feliz
IV. INTRODUCCIÓN A LA TERAPIA CONDUCTUAL
Condiciones para la aplicación
Métodos generales de manejo
V. SISTEMA CONDUCTUAL
Tipos de reforzadores
Principios de reforzamiento
Procedimientos para el aprendizaje
VI. TÉCNICAS PARA LA MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA
Técnicas para decrementar conductas
Corrección verbal
Corrección física
Interrupción de respuesta
Extinción
Tiempo fuera
Saciedad o sobrecorrección
Reforzamiento de conductas incompatibles
Desensibilización
Costo de respuesta
Recomendaciones al aplicar estas técnicas
Técnicas para incrementar una conducta
Modelamiento o Imitación
Moldeamiento
Contrato de Contingencias
Economía de Fichas
VII. HABILIDADES BÁSICAS DEL TERAPEUTA
Control de sentimientos y emociones
Manejo de expresión facial, tono y volumen de voz
Dar instrucciones
Presentación y manejo de material
Registro de programas y conductas
Graficación de programas y conductas
Manejo de apoyos
Elaboración de programas
VIII. PLANEACIÓN DE LA TERAPIA
Registro anecdótico
Definición de las conductas
Línea base o preevaluación
Evaluación de las conductas
Escala de reforzadores
Control de las conductas inadecuadas
Habilidades preparatorias
Valoración
Programación por áreas
IX. BIBLIOGRAFÍA
X. APÉNDICE
Ejemplo de ficha de programación
Ejemplo del registro de programas
Ejemplo de escala de reforzadores
XI. NUESTROS ARTISTAS
XI. CARTA A MI HIJO

Prólogo
Este manual tiene la única intención de guiar a padres de niños cuyo diagnóstico es autismo. No debe ser utilizado como guía para el desarrollo del niño. Las técnicas aquí expuestas no están actualizadas completamente aunque la variación es poca.

Los profesionales del área y los docentes podrán acceder a este manual como una ayuda extra para guiar a los padres pero en ningún caso deberán basarse en él. Es obligación ética del profesional que lea este manual, documentarse y tomar diplomados certificados.
En este manual nos centraremos principalmente en la técnica de la Modificación de la Conducta por ser ésta la que mayor aceptación ha tenido por parte de padres y profesionales del área y porque no está peleada, además, con ningún otro tipo de terapia.
Este manual es realmente una recopilación sobre la literatura del tema. Mi único propósito es presentar la experiencia de ser padre de un niño autista, tan solo comparto con ustedes lo que he leído.
Me basé principalmente en el Manual para Terapeutas de la Asociación Victorense de Niños Autistas (AVINA) así como algunos libros y artículos que consulte en la página de Internet de Nuevo Horizonte (http://www.autismo.com), creada por Agustín Núñez y Cristina Fanlo. Incluyo, al final del manual, la bibliografía (autores) en la cual basé mi consulta.

Este manual es para libre distribución y puede ser reproducido total o parcialmente siempre y cuando no sea con fines de lucro. Podrá cobrarse una remuneración si ésta se destina para becas o programas de ayuda a niños con necesidades especiales.
Pueden contactarme a mi correo personal (javier_garza_fdz@hotmail.com) y con gusto intercambiaré opiniones e ideas; sin embargo, insisto en que para consultar sobre la situación de su hijo, debe de dirigirse con un profesional (neurólogo o psicólogo) y verificar que éste tenga probada experiencia en el área así como solvencia moral y ética.
Deseo expresar mi agradecimiento a la Dra. Mariah Spanglet, quien me ayudó en la revisión de este segundo manual ampliado y sus consejos fueron muy valiosos para el resultado final. También agradezco a la Lic. Guadalupe Martínez, quien brindó su tiempo para revisar la redacción y poder ofrecer un documento de mejor calidad. Este documento lo hice inspirado en el amor de mi hijo Javiercito y el apoyo incondicional de mi esposa Rosy. Espero que encuentren de utilidad esta pequeña contribución. Mis mejores deseos en sus vidas y besos a sus hijos.

Javier Garza

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

De: Alias de MSNBiotanatoéticas  (Mensaje original) Enviado: 16/10/2008 17:27

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ? MUCHA INFORMACIÓN http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/alzheimersdisease.html

Enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer (EA) es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades cotidianas.

La EA comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con EA pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen. Con el tiempo, los síntomas empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.

La EA suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.

Ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren.

Instituto Nacional sobre el Envejecimiento

Guía de la enfermedad de Alzheimer: La información que usted necesita saber
http://www.nia.nih.gov/Espanol/Publicaciones/GuiaAlzheimer/

LA PELEA CONTRA EL ALZHEIMER TIENE UN ALIADO: LA FAMILIA

De: Alias de MSNBiotanatoéticas  (Mensaje original) Enviado: 19/09/2008 18:15

LA PELEA CONTRA EL ALZHEIMER TIENE UN ALIADO: LA FAMILIA

Aconsejan aprender a convivir con el mal para cuidar al paciente y a quienes lo atienden.

http://www.clarin.com/diario/2008/09/19/sociedad/s-01763150.htm

La pelea contra el Alzheimer tiene un aliado: la familia
Aconsejan aprender a convivir con el mal para cuidar al paciente y a quienes lo atienden.
Por:  Valeria Román

Muchos piensan que el Alzheimer se arregla sólo con una pastillita, pero es algo muy diferente. Por eso ahora no hablamos de enfermos, sino de afectados: los pacientes y sus familias”. Lo dice uno de los cofundadores de la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer, el terapeuta ocupacional Roberto González.

El próximo domingo 21 es el Día Internacional de la Enfermedad de Alzheimer, que afecta al 8 por ciento de la población mayor de 65 años. Sin cura disponible aún, los especialistas están buscando a las familias como aliadas para enfrentar el tratamiento contra la demencia más frecuente.

“El centro de la atención médica sigue siendo el paciente. Pero ahora sabemos que si no cuidamos también a los que cuidan diariamente a los pacientes, estamos en problemas”, afirma el neurólogo Raúl Arizaga, que preside el grupo de investigación de demencias de la Federación Mundial de Neurología.

La estrategia consiste en que los familiares comprendan bien de qué se trata la enfermedad, sus síntomas y su tratamiento. Después, pueden poner en práctica diferentes actitudes y comportamientos que los ayudarán a aceptar y convivir con el Alzheimer. “Si los cuidadores se informan y aprenden a manejar la enfermedad, previenen su propio deterioro físico”, asegura Arizaga.

“Los cuidadores suelen abandonarse a sí mismos, o simplemente no saben cuándo pedir ayuda. Pueden ser la segunda víctima del Alzheimer o la víctima escondida: pueden sufrir estrés, depresión o infartos”, señala Facundo Manes, director de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Es recomendable que los familiares se realicen también chequeos médicos y que vayan a grupos de autoayuda.

En la etapa inicial, los familiares se tienen que ocupar de recordarle al paciente dónde están las llaves o la lista de compras que no hizo, por ejemplo. Pero cuando el Alzheimer progresa, el cuidador va sumando más preocupaciones: el paciente puede perder objetos de valor, puede dejar el gas abierto, necesita que lo vistan o lo bañen.

Arizaga sostiene: “El cuidador se sobrecarga doblemente; su trabajo aumenta y a su vez va sufriendo la pérdida del afectado por Alzheimer, que va dejando de ser la persona que era”. Aunque, no todo está perdido. Algo importante persiste.

“El paciente será un demente, pero no pierde nunca el afecto por sus seres queridos”, resalta Carlos Mangone, jefe de neurología del Hospital Santojanni y profesor de la Facultad de Medicina de la UBA. “La memoria afectiva perdura. Es recomendable mostrarle seguido fotos importantes de la historia familiar para prevenir la pérdida de la memoria fotográfica”.

Otro punto a tener en cuenta es que el paciente debe mantenerse activo. “Si lo sientan en un sillón frente al televisor todo el día y no lo invitan a pasear o a hacer juegos de palabras, entre otros ejercicios, es muy probable que el declive de la enfermedad se acelere”, puntualiza el profesor Mangone.

“Los pacientes con Alzheimer necesitan directividad y orientación, pero eso no significa que el cuidador deba controlarlo todo el tiempo. Por ejemplo, -ilustra el terapeuta González- si lo apuran para ir a un banco a las dos y media de la tarde, lo estarán sobreexigiendo. Esto generará una reacción del paciente, que puede ya tener problemas para expresarse con sutilezas”.

Al aprender a convivir con los olvidos y con otros síntomas de la enfermedad, los familiares pueden conseguir que los pacientes no se vuelvan tan ansiosos, hiperkinéticos, ni sufran de insomnio, asegura González. Quizás aceptar la enfermedad sea lo más difícil. Los especialistas médicos consultados coinciden en recomendar que antes que discutir con los pacientes, es mejor buscar el consenso. Antes que avergonzarlos, distraerlos. En lugar de darles lecciones, aportarles seguridad. “Es mejor pedir que imaginen, antes que exigirles que recuerden -resalta Manes, presidente del grupo de neurología cognitiva de la Federación Mundial de Neurología-. Nunca hay que decir ‘no puedes’, sino afirmar: “Hacé lo que puedas”. Quizá la enfermedad puede ser también una excusa para mejorar las relaciones familiares.

SIGNOS DE ESTRÉS FAMILIAR

    * NEGACIÓN: “Yo sé que mamá va a mejorar”.
    * ENOJO CON EL PACIENTE porque no entiende lo que está pasando: “Si me llama otra vez, voy a gritar”.
    * AISLAMIENTO DE LOS AMIGOS: “Ya no me interesa reunirme con mis amigos”.
    * ANSIEDAD Y MIEDO POR LO QUE EL FUTURO LE DEPARA: “¿Qué pasará cuando él necesite más cuidados de los que le puedo dar?”.
    * DEPRESIÓN: “Ya no me importa nada más”.
    * AGOTAMIENTO: “Estoy demasiado cansado para hacer otra cosa más”.
    * INSOMNIO: “¿Qué pasa si me duermo, y no me doy cuenta de que le está pasando algo?”.
    * IRRITABILIDAD: “¡Déjenme solo!”.
    * FALTA DE CONCENTRACIÓN: “Se me hace difícil realizar las tareas diarias”.
    * PROBLEMAS DE SALUD: “Ya ni me acuerdo de la última vez que me sentí bien”.

VIOLENCIA EN MENORES

De: Alias de MSNBiotanatoética1  (Mensaje original) Enviado: 19/04/2008 14:25

CÓMO PREVENIR LA VIOLENCIA EN MENORES

    * Las estrategias más efectivas han demostrado ser aquellas que se basan en el trabajo con los padres. 
    * Mucho más que genes. 
    * Niños en alto riesgo.

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?ota_id=1005666&origen=premium

COMPORTAMIENTO ANTISOCIAL PRECOZ

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=1005667&origen=Premium

Comportamiento antisocial precoz
Noticias de Ciencia/Salud
Sábado 19 de abril de 2008

ONDRES (  New Scientist  ).- Otro problema es que hay otro grupo de niños con comportamiento antisocial temprano que no reacciona emocionalmente. En los estudios muestran rasgos de indiferencia (CU, según sus siglas en inglés), componente del diagnóstico utilizado para adultos con psicopatías. Estos chicos se caracterizan por no tener empatía, ni culpa, ni miedo, porque les gustan las emociones fuertes, y por ser narcisistas. Tienen un IQ normal y, mientras son generalmente insensibles a los castigos, son receptivos a las recompensas.

James Blair, experto en psicopatías, sostiene que las deficiencias emocionales son la causa de sus tendencias antisociales. Al no poder procesar las amenazas, es difícil identificar las situaciones peligrosas, lo que los induce a ser intrépidos. Si no se puede entender el dolor de los otros, es difícil evitar ser cruel. “Durante la socialización es crítico aprender que algunas acciones conllevan castigos, miedo o tristeza de otra persona, y así uno aprende a evitarlos”, dice Blair. Pero el científico cree que ese tipo de aprendizaje no es posible en los psicópatas.

Paul Frick, de la Universidad de Nueva Orleáns en Luisiana, agrega que alrededor del 30% de los niños que demuestran comportamiento antisocial temprano tienen rasgos CU, y que son más propensos a volverse violentos y seguir siéndolo. Blair explica que, si bien los rasgos CU no se aparecen por causas sociales, malos padres o abuso, esto no significa que las fuerzas sociales no jueguen un rol importante. La pobreza, por ejemplo, suele ser un motivo de crímenes antisociales.

“La psicopatía es un problema emocional. No te hace hacer nada a menos de que hayan recompensas al comportamiento antisocial”, opina Blair.

Día Mundial del Parkinson

De: Alias de MSNBiotanatoética1  (Mensaje original) Enviado: 11/04/2008 11:47

Entrevista al Dr. Kulisevsky:  http://www.neurologia.com/sec/entrev.php?clas=6

Con motivo del Día Mundial del Parkinson, el Dr. Kulisevsky, Director del Servicio de Neurología del USP Instituto Universitario Dexeus, Jefe de la Sección de Trastornos del Movimiento del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y Director del Área de Trastornos del movimiento de la Revista de Neurología, ha respondido a unas cuestiones para ?neurologia.com?.
P. Clásicamente, la definición de la enfermedad de Parkinson se ha referido a su componente motor pero asistimos a la consideración creciente de sintomatología no motora, ¿en qué medida considera establecido que la enfermedad de Parkinson constituye un complejo sindrómico?
R. Cada vez queda más claro que la enfermedad de Parkinson se identifica clínicamente por su componente motor pero se acompaña e incluso puede comenzar por síntomas de tipo no motor que comprenden trastornos del olfato, del sueño, autonómicos y cognitivos.
Entendiendo que los aspectos afectivos, cognitivos y los relacionados con el sueño son los más relevantes entre los trastornos no motores de la enfermedad de Parkinson, ¿estima que no son secundarios a una alteración primaria del sistema dopaminérgico?
También hemos aprendido que la dopamina es la responsable de los síntomas motores y, en alguna medida, de los cognitivos pero que la enfermedad de Parkinson puede considerarse como una verdadera degeneración multisistémica con afectación de los sistemas de neurotrasmisión colinérgica, serotonérgica y noradrenérgica.
Parece que parte del avance en la búsqueda de nuevas terapéuticas se encuentra en una encrucijada por cuanto ensayos clínicos de moléculas basadas en modelos animales del tipo MPTP no han dado buenos resultados, ¿podría criticarse la validez de los modelos animales más utilizados? ¿Las deficiencias de los modelos animales podrían derivar de su enfoque al sistema dopaminérgico?
Totalmente de acuerdo. Dado que la enfermedad afecta a más de un sistema de neurotrasmisión, es crucial contar con modelos que reproduzcan mejor la evolución de la enfermedad, combinando la lesión dopaminérgica con las otras lesiones reconocidas en la enfermedad de Parkinson.
En línea con la pregunta anterior, hay grandes expectativas en torno a la potencialidad de las terapias de reemplazo celular. Pero su hipótesis subyacente suele basarse en la implantación de neuronas dopaminérgicas. ¿Considera que los resultados podrían tropezar con las mismas dificultades que las moléculas desarrolladas sobre modelos como el MPTP?
Hoy en día contamos con eficientes métodos de reemplazo dopaminérgico, por supuesto, susceptibles de mejora. No creo que sea un avance crucial el reemplazo celular exclusivamente dopaminérgico.
Si la terapia celular fuera exitosa pero con las restricciones apuntadas en la pregunta anterior ¿cabría imaginar en un futuro enfermos de Parkinson curados del trastorno del movimiento pero presentando el resto del complejo sindrómico?
Totalmente de acuerdo.
Estas aproximaciones a la enfermedad de Parkinson pueden implicar que los abordajes terapéuticos convencionales sean insuficientes y que se requiera de equipos multidisciplinares para el tratamiento. ¿Lo consideraría usted así? ¿Serían viables con la actual estructura asistencial?
Hay que tender puentes que la propia enfermedad nos señala. No sólo deben aproximarse el laboratorio y la clínica mejorando la investigación translacional, sino que la colaboración clínica multidisciplinar (neurología, psiquiatría, neurocirugía) es fundamental en el abordaje terapéutico del enfermo con Parkinson.
Parece que se están dando las condiciones para que en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson se supere el concepto tradicional de terapéutica sintomática y se aplique el de gestión de la calidad de vida del paciente, ¿vamos en esta dirección?
Los estudios demuestran que la calidad de vida del paciente parkinsoniano se limita más por los factores no motores que por los motores. Esto debe ser tenido en cuenta en el diseño de nuevas terapéuticas.
¿Qué papel práctico está jugando la movilización desde los afectados y sus familias ?tal vez el caso de Michael Fox sea el más conocido? para la sensibilización pública en relación con la enfermedad de Parkinson?
En nuestro país el movimiento asociativo de los pacientes y sus familiares ha resultado crucial para sensibilizar a la sociedad y a la Administración. Sin embargo, se debe profundizar en la implicación de agentes de gran peso social como las fundaciones y la empresa privada, además de la industria farmacéutica.

La anorexia que se "aprende" en sitios de Internet

De: Alias de MSNBiotanatoética1  (Mensaje original) Enviado: 30/03/2008 15:10

LA ANOREXIA QUE SE “APRENDE” EN SITIOS DE INTERNET

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=999594&origen=premium

Según un estudio norteamericano
La anorexia que se “aprende” en sitios de Internet
Por Carlos F. Fernández y Sonia Perillas S.
De El Tiempo/GDA
Noticias de Ciencia/Salud:
Sábado 29 de marzo de 2008

BOGOTA.? ?Si no estás delgada, no eres atractiva? o ?todo lo que me alimenta me destruye? son algunos de los peligrosos mensajes que circulan en el cada vez mayor número de sitios y blogs de Internet en los que abiertamente se fomentan y promueven conductas asociadas a trastornos alimentarios, como la bulimia y la anorexia.

Tanto es así, que un reciente estudio norteamericano halló que uno de cada tres niños o adolescentes de Estados Unidos que padece esos trastornos aprende por Internet técnicas para disimular la delgadez, perder calorías, consumir fármacos para bajar rápidamente de peso y hasta vomitar y esconder que lo hacen.

Para los especialistas, el acceso a esos sitios es doblemente preocupante: no sólo enseñan conductas patológicas, sino que reafirman los trastornos de bulimia y anorexia en niños y en adolescentes, especialmente en mujeres.

El estudio en cuestión es un sondeo efectuado recientemente por la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y el Hospital de Niños Lucile Packard, de los Estados Unidos, y sus resultados se publicaron recientemente en la revista Pediatrics.

A raíz de la proliferación de páginas de este tipo entre 2001 y 2003, los operadores de varios portales se vieron en la obligación de removerlas o bloquearlas; no obstante, miles de ellas siguen disponibles.

En cada sitio hay imágenes de mujeres delgadas, casi anoréxicas, y el bombardeo permanente de mensajes como “cada kilo que pierdo es un sueño logrado”, “todo lo que me alimenta me destruye” o “la comida es como las obras de arte: sólo está para mirarla”.

Y hasta se promueven los diez mandamientos de los bulímicos y anoréxicos. “Si no estás delgada, no eres atractiva” y “estar delgada y no comer demuestran la auténtica fuerza de voluntad” son sólo dos de ellos.

Lo sitios también instruyen a los jóvenes que deciden seguir la senda de estos trastornos sobre la mejor forma de ocultarlos. También hacen recomendaciones riesgosas y sin sustento alguno como mantenerse siempre con frío para obligar al cuerpo a quemar calorías.
Una hermandad negativa

Camila Pombo, psicóloga con entrenamiento en trastornos de alimentación del Centro Horus TCA, de Bogotá, Colombiam asegura que la situación es realmente alarmante.

“Estas páginas -sostiene esta especialista con ocho años de experiencia en el tema- ejercen una fuerte influencia en personas con anorexia y bulimia. Lo peor del asunto es que las ayudan a reafirmar su trastorno. Sienten que no están solas y que hay alguien en el mundo que las entiende.”

“Al final, todo se reduce a una especie de hermandad negativa”, agrega la especialista.

Pombo llama la atención sobre la gravedad de esos contenidos. “No sólo enseñan cómo burlar el apetito, quemar calorías y qué laxantes y drogas consumir; también fijan sistemas de jerarquías en las cuales los visitantes pueden ir ascendiendo a partir de sus «logros», y que se miden por el número de veces que vomitan o la mayor cantidad de kilos que sean capaces de perder, en el menor tiempo posible”, advierte la experta.

El único camino que desde el punto de vista de la terapia les queda a los especialistas para contrarrestar el peso de estos peligrosos portales es el análisis de estos contenidos con sus pacientes.

“Cuando alguien está muy enganchado con estas páginas, lo invito a que traiga la información para analizarla en conjunto. De este modo, se pueden desvirtuar y dimensionar sus efectos. A esto, claro está, sólo es posible llegar cuando la persona ha alcanzado cierto nivel de concientización”, dice Pombo.

La psicóloga Sandra Serrato añade la importancia de que padres y familiares estén atentos a señales de alarma que pueden indicar la presencia de estos trastornos.

En otras palabras, hay que buscar asesoramiento cuando los niños o los jóvenes dejan de comer o restringen de manera significativa la ingesta, bajan de peso drásticamente, se preocupan todo el tiempo por la comida, se pesan y miden constantemente, se vuelven irritables, se sienten gordos o se quejan de estarlo, tienden a usar el baño inmediatamente después de comer y comen rápidamente.
Drogas para adelgazar

Recientemente, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) hizo pública su preocupación por el incremento del uso indiscriminado de drogas para adelgazar.

El uso sin control de estos medicamentos, que actúan sobre el sistema nervioso central, causa graves efectos nocivos. Una sobredosis puede incluso derivar en estados de pánico, comportamiento agresivo y violento, alucinaciones, depresión respiratoria, convulsiones, coma y hasta la muerte.

La mayoría de los anorexígenos tienen principios activos como la fentermina, el fenproporex, la anfepramona, el mazindol y la fendimetracina, que aparecen clasificados en la Lista IV del Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, de la JIFE.

¿QUÉ ES EL SINCOPE?

De: Alias de MSNSimbolismo0  (Mensaje original) Enviado: 04/11/2007 12:17

¿QUÉ ES EL SINCOPE? Por: Dr. Nicolás Dominijanni Presidente Fundaprev Argentina

Se llama sincope a la perdida de conocimiento brusca y transitoria. Es un problema que causa mucha preocupación en los pacientes y sus familiares, y esta relacionado con muchas causas, que desarrollaremos en este articulo. El paciente, bruscamente sufre una perdida de conocimiento que dura algunos segundos a escasos minutos, y que se recupera en forma espontánea, sin requerir intervención del médico. Una vez recuperado el paciente, recupera el conocimiento en forma completa. Es muy importante que tanto el paciente como sus familiares conozcan cual es la verdadera gravedad de este síntoma, para tomar las precauciones del caso en una forma serena y efectiva. El 37% de los adultos que son sanos padecen sincope por lo menos una vez en la vida. Esto nos muestra que no siempre el sincope es indicador de una enfermedad grave. De todos los pacientes mayores de 75, un 6% tendrán sincope a lo largo del año. La cantidad de pacientes que pueden presentar síncope es alta en todas las edades, tanto en los jóvenes como en los ancianos. Lo que varía con la edad es la causa mas frecuente del sincope: en los jóvenes las causas más frecuentes son las neurológicas, cardiológicas o psiquiátricas, mientras que en los ancianos son las arritmias, la hipotensión postural (disminución brusca de la presión arterial cuando el paciente se incorpora bruscamente), los problemas neurológicos o cardiológicos, y en muchos casos obedece a varias causas simultaneas. Es importante diferenciar el sincope de otras alteraciones que pueden dar un cuadro similar: convulsiones, mareos, vértigos, coma, ataques de caída. Para intentar una correcta diferenciación, expliquemos brevemente las diferencias entre ellos. En el sincope, la perdida de conocimiento es brusca y breve, el paciente pierde el tono postural (se desploma) pero se recupera espontáneamente y no presenta confusión luego del episodio, pero no recuerda lo sucedido. En las convulsiones, la perdida de conocimiento es brusca pero dura más de 5 minutos, el paciente también se desploma pero además presenta contracciones musculares. La piel se puede tornar azulada por trastornos circulatorios (cianosis o trastorno de la oxigenación). Presenta salivación bucal y puede morderse la lengua, y cuando el paciente se recupera, se encuentra confuso en forma transitoria, y no recuerda lo sucedido. La principal diferencia entre sincope y convulsiones, es la presencia de contracciones musculares y la desorientación y confusión luego del episodio (ambos se dan en una convulsión). En los mareos y en el vértigo, el paciente tiene la sensación de que perderá el conocimiento pero no lo hace, no se desploma, y no tiene confusión al finalizar el episodio. La diferencia entre mareo y vértigo es que, el paciente que sufre vértigo, tiene sensación de que las cosas giran a su alrededor, o de que el gira alrededor de las cosas. En el mareo, siente que se va a “desmayar”, pero no lo hace, y las cosas no giran a su alrededor. El coma es una perdida de conocimiento grave y muy prolongado, que en general requiere internación. Se debe, en general a trastornos neurológicos graves, y el paciente no se recupera en forma espontánea. El ataque de caída (drop attack), el paciente solo se desploma por perdida del tono postural, pero no pierde el conocimiento ni se encuentra confuso luego del episodio. En conclusión: todos estos trastornos pueden ser confundidos e interpretados como sincope, pero son trastornos diferentes, que tienen distinto significado. Hacer la diferencia entre sincope y el resto de los trastornos es importante para llegar al diagnostico correcto. Y para ello, el medico requiere una adecuada descripción por parte del familiar o del paciente mismo sobre como se produjo el episodio: de allí que el publico en general debe tener conocimiento de estas diferencias para aportar la información necesaria al equipo de salud.

¿POR QUE SE PUEDE PRODUCIR EL SINCOPE? Luego de hacer la diferencia entre sincope y las otras circunstancias que pueden dar cuadros similares que se pueden confundir, aclaremos que en este articulo hablaremos solo de sincope, vale decir, la “perdida de conocimiento brusca y transitoria que recupera espontáneamente en un lapso menor de 5 minutos, no presentando el paciente desorientación o confusión una vez recuperado”. El paciente se “desploma”, y en un lapso breve recupera el conocimiento no recordando lo ocurrido pero sin estar desorientado. Dentro de las causas que lo pueden producir, hay algunas de son de buen pronostico (no son graves) y otras de mal pronostico (pueden amenazar la vida del paciente). A continuación enumeramos las causas mas frecuentes, a los fines de una información general al respecto.

CAUSAS DE BUEN PRONÓSTICO

NEUROCARDIOGÉNICO (SINCOPE “VASOVAGAL” O DESMAYO COMÚN): Este tipo de sincope se produce por descenso brusco de la presión arterial. Se desencadena como respuesta a stress emocional. Como ejemplos podemos citar el acto de extracción de sangre para realizar análisis, el hecho de ver sangre en personas temerosas, fatiga excesiva por estar mucho tiempo parado, calor excesivo, durante un examen pélvico o prostático, cirugía dental u ocular. Al principio, el paciente se siente mareado, y tiene debilidad, palidez, sudoración, náuseas, malestar estomacal e intestinal, visión borrosa y palpitaciones. Generalmente ocurre mientras la persona está parada. Se puede prevenir adoptando rápidamente la posición acostada. Luego se produce la baja de la presión arterial y disminución de la frecuencia cardiaca, y la perdida de conocimiento. Al poco tiempo de acostar al paciente, se recupera el conocimiento en forma completa, no habiendo confusión posterior.

HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA (CAÍDA BRUSCA DE LA PRESIÓN ARTERIAL) Se produce cuando el paciente cambia bruscamente de posición acostado a posición de pie, produciéndose una caída brusca de la Tensión Arterial máxima y mínima. Es similar al anterior, pero en este caso, no se produce por un estimulo del sistema nervioso parasimpático (vagal). Previamente a la producción del sincope, el paciente presenta mareos, sensación de cabeza liviana, visión borrosa y debilidad. Se produce en pacientes que padecen deshidratación, efectos adversos de medicación, especialmente en los ancianos (fenotiazinas, antidepresivos tricíelicos, vasodilatadores, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y otros hipotensores). También puede producirse por disfunción del sistema nervioso autónomo como en la enfermedad de Parkinson, diabetes, alcoholismo, o insuficiencia renal…

SINCOPE DEL SENO CAROTÍDEO Se produce por estimulación de receptores por compresión de las arterias carótidas en pacientes que son susceptibles. Es más frecuente en hombres mayores de 60 años. La estimulación de los receptores puede bloquear el funcionamiento normal del corazón o disminuir la tensión arterial en forma brusca. El sincope puede producirse por estiramiento del cuello.

SINCOPE DE CAUSA NEUROLÓGICA: La migraña, el accidente isquémico transitorio, las convulsiones, pueden producir sincope.

SÍNCOPE MICCIONAL (POSTERIOR AL ACTO DE ORINAR): Es una pérdida brusca del conocimiento durante o inmediatamente luego de la micción. Se produce habitualmente por la noche o por la madrugada. Se asocia con infección de vía aérea superior reciente, disminución de la ingesta, ingestión de alcohol.

SÍNCOPE DEFECATORIO (POSTERIOR AL ACTO DE EVACUACIÓN DEL INTESTINO): Se produce luego de una deposición y se asocia a trastornos gastrointestinales, arritmias ventriculares o hipotensión ortostática.

SÍNCOPE TUSÍGENO: Se produce luego de ataques de tos, en pacientes que padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (enfisema o bronquitis crónica).

SÍNCOPE DEGLUTORIO: Se produce durante o inmediatamente luego de la deglución (el acto de tragar alimentos). Se produce en pacientes que tienen alteraciones estructurales del esófago o arritmias.

SINCOPE POR HIPOGLUCEMIA: La hipoglucemia, sobre todo en los pacientes diabéticos, puede producir sincope. Se soluciona con la administración de glucosa, que revierte el cuadro en forma completa.

SINCOPE PSICOGÉNICO: El ataque de pánico, la ansiedad generalizada, la depresión grave, la somatización, pueden producir sincope.

CAUSAS DE MAL PRONÓSTICO

ARRITMIAS CARDIACAS (ARRITMIAS VENTRICULARES O BRADIARRITMIA – DISMINUCIÓN BRUSCA DE LA FRECUENCIA CARDIACA) Se produce en pacientes mayores de 60 años que tienen enfermedad cardiaca. La más frecuente es la taquicardia ventricular: el corazón late en forma descontrolada y rápida, y no expulsa la cantidad de sangre necesaria al cerebro. La bradicardia se da en pacientes con enfermedad del nódulo sinusal, disfunción de marcapasos, o bloqueo auriculoventricular. En este caso, también disminuye la sangre que llega al cerebro, pero por disminución de la función del corazón.

ENFERMEDAD CARDIACA ORGÁNICA La estenosis aórtica severa, el mixoma auricular, la miocardiopatía hipertrófica, pueden producir sincope por disminución del flujo al cerebro luego de un esfuerzo. Al realizar un esfuerzo, el corazón intenta bombear mas sangre, pero la misma no llega por la alteración anatómica que presenta el paciente.

ENFERMEDAD CORONARIA En los pacientes ancianos, el infarto agudo del miocardio puede expresarse como sincope, sin dolor coronario. Hay que tenerlo en cuenta en los diagnósticos diferenciales. En los pacientes que tienen vida normal, vale decir, que no están internados o que no tienen antecedentes de enfermedad cardiaca, las causas más frecuentes son las de buen pronóstico. O sea que, como decíamos, ante un familiar que presenta un sincope, lo mas probable es que la causa sea banal o de buen pronostico.

REALIZANDO EL ESTUDIO DE UN EPISODIO DE SINCOPE Contrariamente a lo que se puede presuponer, el método mas útil en el diagnostico de la causa del sincope, es el interrogatorio y examen clínico. Todos los demás (electrocardiograma, holter, tomografía computada, estudio electrofisiológico, radiología de cráneo, laboratorio y otros), dan mucho menor rédito que el correcto examen físico. Este concepto es muy importante porque habitualmente creemos que el buen estudio de un paciente radica en solicitar muchos estudios complementarios, y como se demuestra en este caso, es mas probable que un correcto examen llegue al diagnostico antes que los estudios, o que nos oriente para elegir el estudio mas adecuado. El examen que lleva a cabo el médico intentara detectar datos que permitan estimar cual fue la causa del sincope, para posteriormente solicitar el estudio complementario que considere mas adecuado. Cuando la sospecha clínica es arritmia cardiaca, el médico solicitara Electrocardiograma y Holter (electrocardiograma de 24 horas). Si la sospecha de arritmia cardiaca es muy alta, el paciente tiene enfermedad cardiológica conocida, y ambos estudios fueron negativos, el médico podrá solicitar un Estudio Electrofisiológico, que estudia el sistema de conducción del corazón. Este estudio tiene sus indicaciones precisas y no se hace en toda la población porque es un estudio invasivo (se coloca un catéter intracardíaco) y tiene sus complicaciones. Otros estudios para detectar enfermedad cardiológica son el ecocardiograma, la perfusión miocárdica en reposo y esfuerzo, y la coronariografía. La elección de solicitar estos estudios depende exclusivamente de la evaluación médica, ya que se solicitan puntualmente cuando se sospechan determinadas alteraciones como enfermedad coronaria o problemas de las válvulas cardiacas. La tomografía computada de cerebro solamente tiene utilidad si el examen del paciente o el interrogatorio sugieren enfermedad neurológica. Si el paciente no presenta signos de foco neurológico o sospecha de haber tenido una convulsión, la utilidad de la tomografía computada es discutida, porque muy probablemente no aclarará el diagnostico. Es importante aclarar este punto ya que la creencia popular es que la tomografía computada soluciona todos los problemas diagnósticos, lo cual no es correcto: solo es útil cuando la sospecha es altamente neurológica. Algo similar sucede con el electroencefalograma, que tiene utilidad cuando la sospecha es convulsión como causa del sincope.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

Hay muy diversas causas que pueden producir perdida brusca del conocimiento con recuperación total posterior. La mayor parte de ellas son de buen pronóstico, no ponen en peligro la vida del paciente. Por lo tanto, los familiares deben actuar con serenidad ante una situación de este tipo, colocando al paciente en posición acostado e intentando tomarle el pulso, para iniciar una resucitación cardiopulmonar en caso de constatarse paro cardiaco. En caso de ser la frecuencia cardiaca normal, deberán aflojar las prendas, para permitir un flujo sanguíneo normal al cerebro y abanicarlo para inducir la recuperación. Posteriormente, deberán concurrir a un servicio de guardia médica a los fines de hacer los estudios básicos y el examen físico para determinar si el paciente requerirá o no internación.